Fate/Zero:Acto 3 Parte 3

From Baka-Tsuki
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El largo puente montado sobre el amplio Rio Mion enverga majestuosamente sobre 665 metros, formando un arco con un diámetro de más de tres calles.

La cima del arco esta sobre los 50 metros de altura. Cualquiera que estuviera parado tan alto y recibiendo toda la fuerza del viento marino fallaría una pisada y caería a su fin en el rio, incapaz de volver a subir sin grandes habilidades y una cuerda de salvamiento.

En la cima del helado marco de hierro, Waver Velvet no tenía nada como una cuerda de salvamiento, aferrándose solo con ambos brazos y ambas piernas; de esa forma por supuesto que estaba dejando de lado la dignidad y compostura que siempre ha tenido.

Justo a su lado el Sirviente Rider está sentado con las piernas cruzadas con odiosa dignidad.

“Ri, de, r, rápido… Bajemos… ¡Ahora!”

Con sus dientes continuamente castañeando del frio y el terror, las quejas de Waver eran como el viento que sopla para el gigantesco Sirviente.

“Este lugar es perfecto para observar. Bueno, este no es momento para ver de paisajes desde un lugar alto.”

Con una botella de vino en su mano, tomando sorbos de rato a rato, él se paseaba mientras observaba abajo por la orilla oeste del puente, hacia el amplio parque al lado del mar oculto por el estuario. Waver no podía verlo, pero lo que Rider estaba observando – eran los rastros que un Sirviente había estado dejando durante unas 4 horas.

Rider había estado rondando por las calles buscando por un contacto con el enemigo, pero solo se dio cuenta de ese Sirviente ya adentrados en la tarde.

Mientras pensaba si debía apurarse hasta allá inmediatamente, Rider se había mantenido observando desde la distancia sin moverse adelante. Cuando Waver preguntó al respecto, Rider respondió con un bufido.

“Él claramente nos está tentando. Lo que es extraño es que él no se dirija a nosotros. Y ya no soy tan solo yo, otros Sirvientes deben estar estudiando su aspecto.

Un Maestro impaciente tan solo llegaría a cansarse hasta cierto punto, o algo así. Eso es lo que nosotros deberíamos estar esperando.”

El plan de Rider no tenía ninguna falla que Waver pudiera ver. Más bien, esto era inesperado. El gigante Sirviente de mente abierta podía de hecho armar astutas tácticas.

Ciertamente, como Rider dijo, solo un tonto sin remedio tomaría el señuelo y aceptaría el desafío. Aquellos que cayeran por el señuelo solo terminarían aniquilándose el uno al otro y disminuirían el contador. Por más confiado que sea un Sirviente tan provocador, cualquier otro que llegara a pelear estaría mejor fuera del combate. Quien sea que saliera derrotado, Rider podría acabar al ganador. Definitivamente hay una ventaja en la pelea de los otros.

Así que, después de decidir esto, se vuelve un asunto de resistencia. Quedándose a una distancia fija de los rastros del Sirviente que daba vueltas sin rumbo por la ciudad, Waver y Rider lo siguieron y se mantuvieron inspeccionando.

Sin embargo – hay razones obvias para tomar un punto de vista en la altura, pero hay límites. Olvida a los Sirvientes, Waver con su cuerpo de carne y hueso definitivamente moriría si cayera. No sería posible ignorar eso, y aún así ¿Cómo es posible que a este gigante le importara tan poco la seguridad de Waver?

“¡Ba, Bajemos! ¡No, por lo que quieras baja! ¡Yo, yo ya, ya tuve suficiente!”

“Ah, solo espera. Eres un tipo inquieto. Sentarse y esperar también es parte de la batalla.”

Tomando sorbos de su botella de vino, Rider ni siquiera miró a la cara de Waver medio llorando cuando respondió tan gratuitamente. “Los lugares altos son peligrosos”, tal sentido común aún no había sido acordado entre los dos.

“Si estás aburrido, lee el libro que te confié. Es un buen libro.”

Oyendo eso, Waver recordó el estúpido peso en la mochila colgando de su hombro. En esta situación donde ellos no se podrían haber permitido ni un solo gramo innecesario, la antología de poesía con su gruesa tapa dura verdaderamente era peso muerto.

Esa era aquel único libro que Rider había saqueado de la librería que había atracado cuando llego al mundo del presente. ‘La Ilíada’ escrita por el poeta Homero en la antigua Grecia – el poema épico describiendo la guerra Troyana, en la que pelearon humanos y dioses mezclados.

El atlas puede estar bien. Cuando exagera sobre la conquista del mundo, Rider toma interés en la geografía del mundo moderno, incluso si suena tonto.

¿Pero qué hay con una antología de poesía? Rider preparó una biblioteca en casa aun cuando se estaba preparando para la guerra, y aún así insistió en llevar la Ilíada con él. Naturalmente, si él quisiera llevar cualquier cosa que no fuera su equipo regular, él tendría que permanecer materializado; y si él necesita desmaterializarse para ocultarse de la demás gente, entonces después de todo, es Waver quien termina teniendo que llevar el equipaje.

Ciertamente, Rider insistió que el libro era “preparación para la guerra”. ¿Pero de qué manera podría un libro que ni siquiera es de estrategia militar ser útil en el campo de batalla?

“Rider… ¿Por qué, tú, trajiste este libro?”

A la pregunta amarga de Waver, el Espíritu Heroico respondió con una expresión grave.

“La Ilíada es muy profunda. En medio de una batalla, yo repentinamente sentiré el impulso de leer un verso de poesía. En un momento como ese, me siento mal cuando no puedo releer algo inmediatamente.”

“…”

Él se sentía como si su interlocutor le hubiera respondido con una gran mentira, pero el miedo lo detuvo de seguir discutiendo.

“En un momento como ese, quieres decir… ¿En batalla?”

“Si.”

Rider asintió despreocupadamente como si su respuesta fuera perfectamente normal.

“… ¿Pero cómo?”

“Con mi mano izquierda, cuando sostengo mi espada con la mano derecha. Si necesito sostener las riendas con mi mano izquierda consigo que un paje la lea en voz alta.”

“…”

Waver sintió que perdía las palabras con la inimaginable respuesta.

“No es tan sorprendente. Los guerreros de mi era vivieron una vida de batalla. Batallando mientras bebían y comían, abrazando mujeres mientras batallaban, batallando incluso cuando dormían. Cualquiera puede hacer eso.”

Solo pregúntale y no se detendrá. Sí parece que este hombre pudiese hacer todo eso, pero…

“Estás bromeando, ¿Cierto?”

“Por supuesto. Tonto.”

Él dio unas risotadas y dio un toque explosivo en la frente de Waver.

“¡Gyaa---h!!”

Él no tuvo tiempo para preocuparse, y ni mencionar esquivar. Al menos ahí estaba él, afirmándose del marco de hierro con toda la fuerza de ambos brazos y piernas. Waver ni siquiera pudo frotar su adolorida frente, sino que solo pudo aullar un inmodesto sollozo.

“Oye, muchacho, cualquiera se reiría con una broma como esa. Cuando tu cara se pone así de azul como ahora, es porque no tienes agallas.”

Ignorando la franca risa de Rider, el mago se arrepintió fuertemente de haber escogido a este Espíritu Heroico mientras soltaba lágrimas por el dolor en su frente.

“Quiero volver… Volver a Inglaterra…”

“Te dije que no te apuraras así. Mira, al fin las cosas se están moviendo.”

“… ¿Eh?”

Rider apuntó al parque junto al mar con su firme mentón.

“Incluso yo, el Rey de los Conquistadores, me di cuenta justo ahora, pero – sí, parece que había un Sirviente más en este parque. Este sujeto no oculta nada tampoco. Por el contrario, se está aproximando al otro que llegó antes que nosotros.”

“Entonces, entonces---“

“Los dos parecen dirigirse hacia el puerto. Eso es una provocación. Eso es – nosotros estudiaremos su batalla.”

Antes que supiera, sus ojos comenzaron a tener la feroz y aguda mirada de una bestia mientras daba una amenazadora risotada. Él era aún el único espectador, pero el alma del Espíritu Heroico Alejandro ya estaba en el campo de batalla.

En el corazón de Waver, incapaz de moverse en el marco de hierro, su miseria estaba ganando sobre el sentido de fiabilidad que él debería tener sobre Rider. –Aún más, él estaba sobre todo pensando que nada importaría de todos modos si él se llegara a caer.

La esquina oeste del parque junto al mar es prolongada por una corrida de aburridos almacenes. La cuadra, que poseía disposiciones portuarias, también tenía el rol de muralla separando la área industrial Este de Shinto. En la noche, el tráfico pedestre cesa y las luces de las calles brillan inútilmente sobre el asfalto, aun cuando el escenario se volvía aún más vacio. Grúas no tripuladas estaban volteadas hacia el oscuro mar, como un fantástico grupo de enormes dinosaurios fosilizados.

Ciertamente, este es un lugar apropiado para los Sirvientes que se deben enfrentar ocultos de la vista pública.

Saber e Irisviel caminaron magnificas, como duelistas yendo al lugar acordado, en el callejón con una pista de cuatro vías hecha para vehículos anchos. A la vez el enemigo se estaba mostrando, sin huir ni esconderse. La alta sombra parada en el medio de la calle vacía emitía una extraordinaria cantidad de prana aún más terrible que sus extraños atavíos, claramente mostrando que él era mucho más que un humano.

Los dos Sirvientes se detuvieron, enfrentándose el uno a otro, apartados por unos 10 metros.

Finalmente, habían encontrado al primer Sirviente. Saber cuidadosamente observó al enemigo con el que estaría batallando a muerte hoy.

Él era un hombre apuesto, con un caprichoso cabello largo peinado agitadamente hacia atrás. A primera vista sus ojos eran como un arma. La vara junto a él, de sobre dos metros y aún más alta que él mismo, es obviamente su arma. Entre las siete clases, él es uno de las tres clases de “caballeros” – Saber, Archer, y con ellos, el Espíritu Heroico de la lanza. Indudablemente, él es el Sirviente Lancer.

Lo extraño es que él no solo tiene esa larga lanza.

Junto con la lanza que Lancer sostenía flojamente en su mano derecha, la cabeza descansando en su hombro, el también llevaba en su mano izquierda una lanza más corta qué era un tercio del largo de la de la derecha.

Para manejar una lanza con facilidad, la postura obvia es la de sostener una con ambas manos. Tal vez se pueda hablar acerca de dos espadas, pero uno no puede imaginar que sostener dos lanzas es común.

Las dos lanzas estaban ajustadamente ceñidas desde el mango hasta la punta con un trapo que parecía un amuleto, ocultando la vara. Esta es probablemente una contramedida para evitar revelar el verdadero nombre del Fantasma Noble.

“Qué bueno que vinieras. Todos ellos que estaban paseando hoy en la ciudad tan solo se han acobardado lejos. …Tú eres la única valiente que respondiera a mi invitación.”

Con una humilde y alegre voz elogiosa, el hombre – el Espíritu Heroico Lancer le preguntó a Saber despreocupadamente, sin ponerse en guardia.

“Ese puro espíritu de lucha… ¿Estoy en lo correcto en pensar que tú eres Saber?”

“Lo estás. ¿Seguramente tú debes ser Lancer?”

“Ciertamente. –Hm, es inusual intercambiar nombres con el oponente en una batalla mortal. Ese fue un placer que no era obligatorio.”

En acuerdo, Saber aflojó un poco su fingido atrevimiento.

“Ciertamente no lo es. Nuestra batalla no es una de honor para comenzar. Tú mismo estás levantando tu lanza por tu Maestro en esta era, ¿no es así?”

“Fuh, correcto.”

Con una extraña expresión, Lancer respondió en un frio y amargo tono, no invocando a alguien que deseara un intercambio mortal. Mirándolo más cercanamente, él es un hombre remarcablemente apuesto y hermoso.

Sus intrépidos rasgos son un alto puente de la nariz y unas valerosas cejas. A pesar de su boca de corte duro denotando un aire estoico, sus ojos parecían ocultar un silencioso pesar, pero aún un fuerte y varonil aroma ascendía de él. Bajo su ojo izquierdo, él tiene un bello lunar como un grano de una lagrima. Eso le da a su mirada un destello aún más impresionante.

Ciertamente, sus rasgos eran aquellos que podían barrer con el corazón de una mujer en un vistazo. –No, de hecho, ¿acaso este elegante aire de belleza viene tan solo de sus rasgos?

Detenida detrás de Saber, Irisviel acortó un poco su respiración mientras fruncía el ceño.

“… Un hechizo de encanto. Es descortés de usar en una mujer casada, lancero.”

Claramente, Lancer emitía un poder espiritual que podía maravillar a una mujer. Como el cuerpo de Irisviel era el de un homúnculo, estaba especializado en el uso de la hechicería, y su resistencia a la magia es más alta que lo normal, pero una mujer promedio quedaría cautivada por este hombre de una mirada.

Lancer se encogió con una amarga sonrisa tras la observación de Irisviel.

“Lo siento, es algún tipo de maleficio que he tenido desde que nací. Quisiera que con eso fuera suficiente. Culpa a mi nacimiento, o a tu feminidad.”

Un ejemplo de un hechizo de encanto es un “Ojo Místico”, pero a la única que Lancer había estado mirando fijamente desde el comienzo ha sido a Saber, él no ha mirado a Irisviel detrás de ella. El encanto probablemente se activaba tan pronto como Irisviel mirara a su cara. Eso lo haría una “Cara Mística” en vez de un Ojo Místico.

Riendo entre dientes, Saber observó a Lancer.

“¿No esperabas que mi espada se entorpeciera con esa fina mirada, o sí, lancero?”

“Sería un aguafiestas, pero ciertamente, esa habilidad anti-magia de la clase Saber no es en vano. …Excelente. No se ajustaría a mi reputación asesinar a una mujer debilitada tan solo con mi cara. Me alegra que mi primer oponente tenga tales agallas.”

“Hoh, tú deseabas una batalla justa. Es mi honor enfrentar a tan orgulloso Espíritu Heroico.”

Exagerando, Saber respondió con una tranquila sonrisa. Era una sonrisa que es solo para aquellos que desearan una batalla de vida o muerte perfectamente frontal.

“Entonces – En cualquier momento.”

Levantando la larga lanza en su hombro derecho girándola una vez, Lancer alzó la punta de la lanza corta en su mano izquierda. Su postura, extendiendo ambas lanzas como alas, era verdaderamente un estilo impredecible.

El espíritu de lucha de Saber también hervía hasta explotar. La corriente de prana envolvió el delgado traje oscuro de la muchacha en un espiral como un tornado – y en el próximo instante su cuerpo estaba abrigado en una armadura plateada y celeste. La armadura y los guanteletes creados como por magia eran la verdadera forma del bello Rey de los Caballeros como un Espíritu Heroico.

“Saber…”

Tragando nerviosamente, Irisviel la llamó desde atrás. Ella podía sentir el espíritu de batalla liberado por los dos Sirvientes, tanto como la atmósfera aguzada por esa tensión. –No había lugar para detener esta batalla.

Y aún, ella tan solo podía pararse y mirar. Ella era tan solo un Maestro substituto para Saber.

“… Ten cuidado. Yo te puedo respaldar con magia, pero no más.”

Sin una palabra, Saber asintió.

“Déjame a Lancer a mí. Pero me preocupa que el Maestro enemigo no esté en ningún lugar.”

Tal como Saber dijo, solo manteniéndose invisible, el Maestro de Lancer era un peligro. Usualmente, un Maestro se pararía junto al Sirviente y lo instruiría mientras la batalla se desarrolla, a la vez que proveyera apoyo mágico. Mientras el Maestro de Lancer no tenga completa fe en él, él debería estar escondido cerca para observar la batalla de Lancer.

“Él debe estar preparando alguna clase de truco. Por favor se cauta. –Irisviel, te confío mi espalda.”

Sus verdes ojos hablaron con calma. Sin temor.

Confía en el Espíritu Heroico de la espada.

Como aquel que este Espíritu Heroico reconoció como su Maestro, confía en ti misma también, Irisviel. –Dijeron sus ojos.

“… Comprendido. Saber, tráeme la victoria.”

“Sí, lo haré.”

Asintiendo resueltamente, Saber tomó un paso adelante.

Hacía el espacio de la larga lanza, donde Lancer estaba parado en guardia…



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