Fate/Zero:Acto 8 Parte 3

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

-106:08:19[edit]

– Eventualmente lo hicieron de alguna forma.

El interior del desagüe que Waver había descubierto en realidad era la guarida de no-humanos. Con innumerables tentáculos, los innumerables monstruos acuáticos habitaban ahí agrupados juntos en el estrecho túnel, en espera a estrangular a cualquier lamentable deambulante hasta la muerte.

Naturalmente, aunque estuviera viendo una escena tan desagradable, para Alejandro, el Rey de los Conquistadores, no había más que un remedio.

“¡¡AAAALalalalaie!!”

Los pisoteos desenfrenados de Rueda de Gordius • Rueda de la Autoridad del Cielo en la cañería eran como una excavadora de truenos. Los fluidos corporales y trozos de carne de los monstruos atropellados, pisoteados y chamuscados llenaban densamente el interior del túnel como bruma. Junto en el carruaje, Waver estaba como si no pudiera ver sus alrededores.

Montando al lado de Rider en el asiento de conducción, si el campo de protección no los cubriera, seguramente en no estaría respirando y probablemente se sofocaría con el salpicar de la sangre de los demonios desbordándose. A pesar de eso, lo más que él protegía sus órganos respiratorios con escudos mágicos, lo más que debía cubrir su sentido de olfato. Si no lo hiciera, probablemente se desmayaría por la peste excesivamente pesada de los intestinos.

Él pensó que serían recibidos con alguna clase complicada y misteriosa defensa… pero esta vez, el nido que Caster estableció no tenía nada más que un enorme número de familiares instalados ahí; más que eso, estaba completamente ausente de disfraces o trampas. Comparado con el común para un mago este no era ni un taller ni nada así. Era solo un “sitio” ordinario para poner a su ejército, para fortalecer su defensa.

Defensas como esta que solo se fiaban de peones de poca monta no eran una presa apropiada para Sirvientes adornados con Fantasmas Nobles Anti-Ejército. Por lo tanto para Rider, este era un giro de eventos sin menor resistencia, un anticlímax.

“Oye muchacho, tu dijiste “atacar el taller del mago” pero, ¿eso es acaso solo este juego absurdo?”

“… No, esto es raro. Esta vez, el Caster de ahora probablemente no es un mago propiamente tal.”

“¿Aah? ¿Qué quieres decir con eso?”

“Por ejemplo, si en la leyenda de su lapso de vida, aún si invocara demonios, o poseyera grimorios de ese tipo, con tan solo una anécdota así pasándose tras las generaciones y no siendo la persona en realidad un mago, contrario a por lo que fuera famoso, incluso si fuera a aparecer como Caster, ¿no sería esa habilidad algo limitada?”

Después de haber evitado los sentidos de su cuerpo por algunos minutos dado a los chillidos de las criaturas siendo atropelladas, Waver ahora alzó su voz impávidamente en contra de los sonidos de la clamorosa masacre para comentar ampliamente ese despreocupado análisis, al punto hasta que sus nervios se entumecieron.

“Generalmente, si este realmente fuera un taller, una disposición de basura tan imprudente sería extraña. Si él fuera un mago decente, un descuido tal sería imposible.”

“Huuuh, ¿Con que así es?... ¿Hmm? ¿Estamos a punto de alcanzar el final?”

El muro de carne de las criaturas pulverizadas que trataban en vano de bloquear su camino se había hecho más delgado antes de que se dieran cuenta. No después de mucho no quedaban más tentáculos y el carro fue liberado del rocío de sangre, apareciendo en un amplio espacio. Al igual que antes, los alrededores estaban bajo una oscuridad absoluta sin un solo rayo de luz. No había algún flujo de aire tampoco, pero ellos ya no podían sentir la sensación de opresión de cuando estaban en el estrecho espacio confinado.

“– Fuuuu, desafortunadamente, Caster no está por aquí…”

Probablemente no había ningún problema para la vista de un Sirviente aún bajo la completa oscuridad. Rider tosió distraídamente. Él había dicho eso en un tono extrañamente bajo, probablemente por su decepción de dejar al enemigo escapar, pero en esta ocasión, Waver tampoco se dio cuenta.

“¿Un tanque de agua? ¿O qué es esto? Aquí…”

Hubiera querido una linterna, pero si por casualidad hubieran acabado en un lugar con tropas esperando para cogerlos por sorpresa en esta oscuridad, sería algo que les informaría directamente de su posición. Sería estupendo si pudiera mejorar su visión con habilidades mágicas y ver en la oscuridad.

“…Aah, muchacho. Creo que es mejor que no mires.”

Era raro que Rider fuera así de franco. Frente a su excusa que sonaba como su tuviera algo metido entre sus dientes, obviamente Waver se vería sorprendido.

“¿¡De qué estás hablando!? ¡¡Si Caster no está aquí debemos al menos encontrar una pista de donde está!!”

“Eso probablemente es cierto, oh bueno. Chico, ese tipo es mucho para ti.”

“¡Cállate!”

Poniéndose serio respecto al giro de eventos como debía ser, Waver dio un salto del asiento del conductor del carro, se paró en el suelo y activó su habilidad de visión nocturna. Instantáneamente su campo de visión se abrió como una neblina dispersándose, y el espectáculo frente a él que solía estar enmascarado por la oscuridad, se abrió a la vez.

Hasta el momento en que trató de entender la situación alrededor de él, él había olvidado como había bloqueado la peste que permanecía en el aire del desagüe, incluso hasta ahora. Él había estado pensando todo este rato que el sonido de chapoteo del agua de cuando saltó al piso se debía meramente al agua del desagüe.

“…Q-qué–“

Waver Velvet es un mago. Él ha preparado su corazón para cada tipo de misterio cuya razón estuviera fuera de sus éticas.

Él sabía que el ritual en el que estaba participando ahora era uno con asesinatos brutales sin paralelo, y por eso, no dirigía ningún dulce sentimiento hacia ellos. Si él no se hubiera conceptualizado a sí mismo viendo cadáveres apilándose, él no tendría ningún matiz de esperanza al quedarse en esta pelea.

Por eso, Waver tuvo la resolución de nunca verse sacudido, cual sea fuera la “muerte” que saltara sorpresivamente frente a su vista. Ya que este Fuyuki era el campo de batalla, era natural ver cuerpos muertos.

Incluso si su número era enorme, incluso si fueran mutilados hasta perder su entera apariencia humana – al final, los cadáveres seguían siendo cadáveres. Él frunciría el ceño ante tal horror y atrocidad, pero no había nada que él no debía tolerar.

Él había estado pensando sobre esto. Hasta este mismo instante.

Los límites de la imaginación de Waver decían que los cadáveres no eran más que restos de cuerpos humanos al final; nada más que el resultado de su destrucción. Como sea, esta escena ante sus mismos ojos ahora, sobrepasaba sus pensamientos anteriores completamente.

Como una ilustración; ese lugar era como una tienda de variedades.

Había muebles. Había ropas. Instrumentos musicales, cuchillería. Varios artículos cuyos usos no entendía en absoluto; probablemente fueran solo pinturas o obras de arte. Podía percibirse el entusiasmo del creador consagrándose a sí mismo completamente a diseñarlos diligentemente, y su sentido de humor libertino.

Inconfundiblemente, el artesano que hizo estos incesantemente amaba sus materias crudas, como el proceso de manufactura.

Ellos entendían que había alguien que violentamente descubría placeres. Esa debía ser la persona que cometió esos asesinatos. Pero las cosas en este espacio manchado en sangre no eran cadáveres.

No había ni un solo “resto destruido” aquí. Todo era una nueva creación; un arte. Sus vidas como “seres humanos”, sus carcasas como “seres humanos” eran completamente descartadas sin mayor significado durante el proceso del arte – ese era el todo de la masacre en este lugar.

Asesinatos hechos creativamente para divertirse a sí mismo; este comportamiento que creaba arte por medio de la muerte había excedido por mucho lo que la mente de Waver podía tolerar. Por sobre las simples emociones como horror y disgusto, ante una conmoción tan alarmante y gráficamente realista Waver ni siquiera podía pararse derecho. Antes que se diera cuenta él ya estaba en el piso manchado en sangre en sus manos y rodillas, regurgitando todo el contenido de su estómago.

Rider descendió de su carro. Parado al lado de Waver, él suspiro profundamente.

“Es por eso, eh… Te había pedido que te detuvieras, pero…”

“¡¡Cállate!!”

Ante el murmuro del Sirviente mientras tosía – dentro de su corazón desmoralizado la última pizca de dignidad se esparció en llamas.

Su intenso arrebato de furia no tenía razón o lógica alguna. Arrodillado aquí, su debilidad era detestable. De todos los tiempos, que su debilidad fuera revelada en frente de su Sirviente era una humillación extremadamente mortificante.

“¡Hijo de perra! ¡Tratándome como un idiota! ¡Maldición!”

“Ahora no es momento de ponerse de mal temperamento, idiota.”

Rider comentó eso con un suspiro, pero aún, por alguna razón, él no estaba sorprendido, ni reprochó a Waver. En vez de eso, su voz sonaba en un tranquilo tono de amonestación.

“Está bien, eso es todo por ahora. Si hubiera alguien que no torciera una ceja aún después de mostrársele una cosa así, yo iría y lo golpearía.

Más bien alago tu decisión, muchacho. El plan de hacer caer a Caster y su Maestro primeros es ciertamente uno de verdad. Ahora veo; cada segundo en que vive que así es desagradable.”

“…”

Aunque fuera alagado por Rider, Waver no podía sentirse honestamente orgulloso en absoluto. La razón por la que él puso a Caster en su mira fue para conseguir los Sellos de Comando suplementarios mostrados por el supervisor como recompensa. Obviamente él no le dijo a Rider eso. Eso es porque no hay ninguna razón para que un Sirviente se alegre del innecesario incremente de los Sellos de Comando que los atan.

Entre esas palabras que Rider le dijo a Waver, ninguna de ellas cargaba malicia. Pero aún, Waver odiaba profundamente a ese altísimo Sirviente.

Él ni siquiera mostraba la respetuosa actitud que los Sirviente normalmente tienen hacia sus Maestros. Por el contrario, él seguía teniendo este comportamiento de tratar a Waver como un idiota. Si eso fuera todo entonces estaría bien. Pero lo que era lo más imperdonable era que – a pesar de sus raros intentos de alagar a Waver, en tales momentos, él tenía tales irrelevantes malentendidos acerca de él.

“¿¡Para qué me golpeas!? ¡Idiota! ¿¡Te paras ahí indiferente!? ¿¡No soy yo el único que está avergonzado!?”

Aún cuando estaba vomitando duramente hasta que le brotaran lágrimas, con una voz furiosa él se arremetió contra Rider con toda su fuerza. Ante eso, de manera extremadamente perdida, la boca de Rider formó una forma de “へ”.

“Para mí, ahora no es el tiempo de reforzar tus emociones. Eso es porque mi Maestro está a punto de ser asesinado.”

“… ¿Eh?”

Sin tener ni un solo segundo para dudar lo que oyó, el siguiente movimiento de Rider fue ejecutado con la velocidad de un trueno.

Él arrojó por lo alto la Espada Chipriota que removió de la funda en su cintura, la que hizo salir brillantes chispas en el espacio vacío.

Luego de eso, arremetiendo adelante con la agilidad de un ave depredadora a pesar de su gran tamaño, con la espada que había vuelto hacia él, él dio una veloz cuchillada.

El sonido de carne siendo despedazada y humedeciéndose. Un grito de agonía y el rocío de sangre carmesí.

Con extrema incredulidad Waver miraba al cadáver vestido de negro que había caído al suelo.

¿En qué momento se aproximó el atacante detrás de Waver? Y lo otro, ¿Desde cuándo sintió Rider esa presencia? En cuanto a la cosa que la espada de Rider acababa de detener, era algo que la sombra vestida en negro había apuntado y arrojado hacia él – una Daga Oscura. Con el lanzamiento de esa daga, Rider finalmente fue capaz de acertar la posición exacta del enemigo. En un instante, sin esperarlo, este tanque de agua manchado en sangre ya se había convertido en un campo de batalla.

Como sea, por sobre todo lo demás, la cosa que miraba desconcertantemente a Waver era una máscara blanca de calavera que cayó en la negra oscuridad tras la decapitación de Rider.

“Assassin… no puede ser…”

Era un misterio imposible. Porque Waver había visto la derrota y aniquilación del mismo Assassin a través de los ojos de su familiar.

“Ahora no es tiempo de estar perplejos, muchacho.”

Con su espada lista, Rider le advirtió con serenidad. Confrontando al sujeto que hacía de escudo para Waver, en la oscuridad dos máscaras blancas de calavera más aparecieron.

“Po-Po-Po-¿¡Por qué!? … ¿¡Por qué hay cuatro Assassins!?”

“Sin importar lo que sea, ese no es el asunto ahora.”

Enfrentando una situación tan obviamente anormal, la actitud de Rider era aún muy compuesta.

Sin importar lo sospechoso que fuera el curso de los eventos, para él, la situación de ahora era su único asunto.

“Hay una cosa que definitivamente puede decirse de esto – Aquellos que pensaron que ESTOS SUJETOS habían muerto, han sido encañados…”

Como sea, Rider que protegía a Waver ahora no estaba conmovido en absoluto. Percibiendo la situación, los dos Assassins chasquearon sus lenguas arrepentidos dentro de su corazón.

En realidad, para ellos este giro de eventos era un completo fiasco sin excusa alguna.

Aparte de los dos que fueron enviados, entre los Assassins que fueron enviados a observar a Caster y su Maestro, Ryuunosuke, aun quedaban dos fuera del taller, observándolos todo el tiempo – estas tres personas.

Si fuera posible ellos habían querido aprovechar la oportunidad de la ausencia de Caster para introducirse en el taller e investigar el lugar. Pero dado que ellos no sabían que había dentro de la base de Caster, ellos no tenían más opción que ser precavidos. Como sea, atestiguando como Rider y su Maestro habían aparecido, atacando ridículamente desde el frente, los tres decidieron que era una gran oportunidad. Siguiéndolos cuidadosamente por la apertura que Rider hizo, ellos planearon descubrir el estado de la defensa del taller, si la situación lo permitía.

Aún así, Rider consiguió alcanzar el interior del taller sin ningún problema. Así que inesperadamente, los Assassins consiguieron penetrar la base de Caster también. Uno de los Assassins que estaba satisfecho con el giro de eventos se volvió codiciosamente obsesionado. Con el extremadamente indefenso Maestro de Rider en frente de ellos, él no pudo resistir el desviarse de su deber.

Obviamente era una clara desviación de las órdenes de su Maestro Kirei. A pesar de eso, si ellos podían eliminar exitosamente a Rider aquí, ellos probablemente no serían reprendidos. Para los Assassins la situación era así de atractiva.

Eventualmente los tres se pusieron de acuerdo para una apuesta extrema. Al final, fue un enorme fracaso.

Aunque los dos Assassins que quedaban discernían el siguiente movimiento de Rider, ellos se mandaron una mirada de consulta entre ellos. ¿Deberían continuar su batalla dos-a-uno contra Rider aquí…?

Sin mucha contemplación, ambos tenían una sola respuesta. Ya desde el momento en que fallaron su ataque sorpresa, su chance de victoria estaba perdida. Midiendo visualmente la diferencia en fuerza entre ellos y Rider, ellos absolutamente no tenían oportunidad de ganar. Lo resentían, pero retirarse aquí y enfrentar la ira de Kirei será muchas veces mejor que ser matados aquí.

Tan pronto como se entendieron mutuamente, ambos Assassins se volvieron a la forma espiritual rápidamente, y sus figuras desaparecieron de la vista de Rider.

“¿Ellos… escaparon?”

“No,” le advirtió Rider a Waver que empezaba a sentirse aliviado.

“Aunque han muerto dos, aún quedan dos más. Si sigue esta tendencia, no sabemos cuántos otros Assassins vendrán. Este es un mal lugar. Un terreno que les gusta a esos sujetos. Tenemos que retirarnos inmediatamente.”

Aún sin enfundar su espada, Rider golpeó la barbilla de Waver y apuntó hacia el carro.

“¡Muchacho, vuelve a mi carro! Una vez que partamos el enemigo no tendrá ninguna oportunidad de acertar.”

“Este lugar… ¿deberíamos dejarlo como está?”

Apuntando al taller al que aún miraba directamente con timidez, Waver preguntó con una voz triste.

“¡Aunque podríamos saber algo si investigáramos más profundamente… ya déjalo! Por ahora solo destrocemos este lugar tanto como podamos. ¿Quién sabe si termine frustrando los planes de Caster?”

Con su actitud cambiando inesperadamente de hace solo un poco cuando corría por sobre los demonios opositores afuera del taller, Rider era ahora más precavido. Aunque una parte de él aún quería avanzar imprudentemente por los demonios de apariencia grotesca, las sombras de los Assassins que había tenido cerca sin ni siquiera notar, probablemente lo habían hecho sentir seriamente amenazado.

“Hay algún sobreviviente…”

Dijo Waver con una voz débil. Luego de inspeccionar los alrededores con una mirada calma que penetró la oscuridad, Rider sacudió su cabeza con un rostro amargo.

“Hay algunos de ellos que aún respiran pero… en esa condición sería más piadoso acabarlos.”

Waver no sintió valor suficiente para preguntarle a Rider qué había visto en la oscuridad.

Ambos montaron el asiento del conductor del carro nuevamente. Rider tomó las riendas y los toros bravos mugieron con furia, enviando truenos en la oscuridad.

“Lo siento por el espacio apretado, pero hay algo para lo que verdaderamente cuento contigo, Hijo de Zeus. ¡¡Quema este lugar hasta hacerlo cenizas!!”

Junto con el grito de Rider los bueyes pisotearon las pezuñas, yendo salvajemente por el taller manchado en sangre trazando el carácter “円”. Luego de los pisoteos de los cascos que chamuscaban hasta el mismo aire, lo único que quedaba era destrucción total. Las artesanías de pesadilla que Caster y Ryuunosuke atesoraron tanto fueron barridas sin dejar ningún rastro en un parpadeo. Aún más, el carro fue haciendo esto dos o tres veces, y nada quedó en el interior del espacioso tanque de agua más que el pesado hedor de grasa quemada.

Examinando los resultados de la pura destrucción, la expresión de Waver seguía triste. Algo como esto no traería ninguna solución. Con este miserable pensamiento se retorció el corazón del aprendiz del mago.

Con su gran mano, Rider sombríamente restregó gentilmente la espalda de Waver.

“Arruinando su base así, incluso si Caster escapa, él no se puede esconder en ningún lugar. Después de esto él podría llegar asombrado, confundido. Cantando réquiem por ese sujeto no suena muy descabellado, ¿no es así?”

“Wa- ¡Entiendo! - ¡Detén eso!”

Ante el humillante trato que intencionalmente enfatizaba su corta estatura, Waver dejó si triste mirada y se volvió exasperado. Riendo audazmente, Rider jaló las riendas y se apuraron de vuelta a la cañería.

Ir de corrida por el estrecho túnel hasta la superficie del Rio Mion bajo el cielo nocturno solo tomó un poco. Saboreando el limpio y fresco aire exterior como si hubiera pasado hace mucho tiempo, el sentimiento de alivio finalmente calmó los nervios de Waver.

“Oh Dios, que peste había en ese lugar. ¡Esta noche quiero tener un gran trago para quitarme esa sensación del pecho!”

“… Déjame poner esto claro primero. No te acompañaré a beber.”

O más bien, él no podía beber. Cada vez, incluso con meramente sentarse junto a Rider y viéndolo beber sake, Waver se sentía enfermo por el fuerte olor de alcohol.

“Hmph, ¡Ni siquiera estaba esperando que este chicuelo me acompañara! ¡Aaaahhh, aburrido! ¿Acaso no hay ninguna orilla de un rio donde pueda beber felizmente?... Oh, ¡lo tengo!”

Pomp!! Rider palmoteó sus manos maliciosamente.

Waver no tenía la menor idea de que significaba, pero tenía una verdaderamente mal presentimiento respecto a esto.



Regresar a: Acto 8, parte 2 Ir a:Página Principal Avanzar a: Acto 8, parte 4