Fate/Zero:Prologo 2

From Baka-Tsuki
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3 años atrás[edit]

Cuando hablamos de ocultismo, la teoría de las dimensiones dice que hay un ‘poder’ de más allá de este mundo. Identificar el inicio de todas las cosas. Ese es el deseo más grande de todos los magos, la ‘fuente’,…El hogar de Dios, los Registros Akáshicos, el comienzo y el fin de todas las cosas, que registra todo, que crea todo en este mundo.

200 años atrás, existieron aquellos que pusieron en ejecución experimentos en ese lugar ‘fuera de este mundo’.

Einsbern, Makiri, Tōsaka. Llamados las 3 familias del comienzo, lo que ellos diseñaron era la reproducción del “Santo Grial”, el sujeto de varias tradiciones. Esperando que al invocar el Grial pudieran cumplir cualquier deseo, las tres familias de magos ofrecieron sus artes secretas para finalmente manifestar al ‘contenedor omnipotente’.

… Sin embargo, el Grial solo podía conceder el deseo de una persona. Tan pronto como esa verdad fue conocida, los lazos de cooperación fueron borrados con sangrientos conflictos.

Ese fue el inicio de la ‘Guerra del Santo Grial’, ‘El Toque del Cielo’.

De ahí en adelante, una vez cada 60 años, el Grial sería invocado una vez más en la lejana tierra del Este, ‘Fuyuki’.

Entonces, el Grial seleccionará a 7 magos que posean el poder para tomarlo, y dividirá grandes cantidades de prana y lo distribuirá entre ellos, para hacer posible la invocación de Espíritus Heroicos llamados ‘Sirvientes’. La conclusión de una batalla a muerte que decide cual de los siete es el más adecuado para recibir el Grial.

— Para ponerlo en términos simples, eso es lo que Kotomine Kirei estaba experimentando.

“El patrón que ha aparecido en tu mano derecha es llamado el ‘Sello de Comando’. Es la prueba de que has sido escogido por el Grial, y la marca sagrada que te da el derecho de controlar un Sirviente.”

La persona con la voz clara y lenta que explicaba todo esto era Tōsaka Tokiomi.

En el cuarto de una elegante villa construida sobre una pequeña colina en el distrito más limpio al sur de Turín, Italia, 3 hombres se encontraban sentados en las sillas del recibidor. Kirei y Tokiomi, y el Padre que los había presentado y mediaba la conversación, Kotomine Risei… el padre de Kirei.

Para un amigo del Padre que estaba a punto de alcanzar los 80 años, Tōsaka era en verdad un Japonés excéntrico. Él en verdad parecía ser de la misma edad que Kirei, compuesto y con la presencia de un experto. Proveniente del linaje de una vieja y distinguida familia aun para los estándares Japoneses, esta villa era su residencia secundaria, como explico. Pero lo más interesante es que él se declarara tan casualmente como un ‘mago’.

Ser un mago no es una cosa tan extraña como podría sonar. Kirei era, como su padre, un clérigo, pero los deberes tanto de padre como de hijo diferían bastante de lo que la gente normal conoce como ‘Padre’.

La ‘Santa Iglesia’ a la que pertenece gente como Kirei tiene una doctrina que se encuentra más allá de los limites de los Milagros y los misterios divinos, si no que lleva a cabo el rol de exterminar el estigma de la herejía para desaparecerlo en el olvido. Eso quiere decir, tomar un punto de vista donde puedan supervisar una blasfemia tal como la hechicería.

Los hechiceros conspiran solo con hechiceros, y están organizados en un grupo de auto preservación que se llama a sí mismo la ‘Asociación’, la cual presenta una amenaza como rival de la Santa Iglesia. En estos momentos ambas partes han acordado preservar una tranquilidad temporal; pero aun así, un asunto en el que un Padre de la Santa Iglesia y un mago se reúnan en el mismo edificio para una conversación sería impensable.

En el caso de Risei, el Padre, la familia Tōsaka era una con la que la Iglesia ya tenía viejas conexiones, a pesar de ser una casa de magos.

Se trató de la noche anterior cuando Kirei descubrió la aparición del patrón formado por tres marcas. Él entonces procedió a consultar con su padre, y Risei inmediatamente llevo a su hijo a Turín a la mañana siguiente para encontrarse con el joven mago.

Desde ese momento, después de un apresurado saludo, las explicaciones que Tokiomi le había dado a Kirei en este encuentro secreto concernían todas a la misma guerra, ‘El Toque del Cielo’. El significado detrás de la marca que había aparecido en la mano de Kirei… Lo referente al resultado de que Kirei adquiriera el privilegio a disputar la oportunidad de obtener su deseo de un milagro en la cuarta recreación de la Guerra del Santo Grial que se llevaría a cabo tres años después.

No es que él deseara negarse a pelear. La tarea de Kirei dentro de la Santa Iglesia era, en esencia, la remoción directa de la herejía, lo que significaba que él era un combatiente muy completo. Uno podría decir que era su tarea el realizar una apuesta de vida y muerte contra un mago. El problema era la contradicción que requería que Kirei, un clérigo, participara como un ‘mago’ en el Toque del Cielo, la cual era una disputa entre magos.

“La característica acerca del Toque del Cielo es que se trata de una batalla que utiliza a Sirvientes como familiares. Así que para seguir adelante, la hechicería elemental para la invocación misma se vuelve un requerimiento… Esencialmente, las siete personas que son seleccionadas como Maestros de los Sirvientes tienen que ser magos. Debe de ser excepcional para que alguien como tú, que no vive de la hechicería, seas reconocido por el Grial en una etapa tan temprana.”

“¿Acaso el Grial tiene preferencias sobre la gente que selecciona?”

Tokiomi asintió ante Kirei quien aun parecía poco convencido.

“Ya he mencionado a las ‘3 familias del comienzo’ — ya que la selección favorecerá a los magos relacionados a las casas de Makiri, quienes han cambiado su nombre a Matō, los Einsbern, o a los Tōsaka. En otras palabras…

Tokiomi levanto su mano derecha para mostrar el patrón de tres marcas.

“Como el actual jefe de la familia Tōsaka. Yo participare en la próxima batalla.”

¿Entonces acaso este hombre planeaba trabar batalla con Kirei después de tan amablemente haberlo guiado de manera tan detallada? Aunque Kirei no podía comprenderlo, prosiguió con sus numerosas preguntas.

“Me interesa lo que mencionaste hace poco sobre los Sirvientes. Espíritus Heroicos invocados y usados como familiares fue lo que dijiste…”

“Puede que sea difícil de creer, pero esa es la verdad. Esa podría ser la maravilla de este Grial.”

Las leyendas de hombres excepcionales, súper humanos que han dejado marcado su nombre en la historia y el folclor. Ellos son aquellos que permanecieron permanentemente en la memoria de los hombres aun después de sus muertes, y fueron llevados mas allá de la categoría de humanidad, promovidos incluso en el reino espiritual, ellos son los ‘Espíritus Heroicos’. Ellos se encuentran en un estatus completamente diferente que los espíritus vengativos o los espíritus malignos comunes en la naturaleza que los magos invocan usualmente como familiares. Por decirlo de cierta manera, es una existencia con el estatus espiritual de un Dios. Aunque parte de ese poder puede ser atraído y tomado a préstamo, es impensable que ellos pudieran ser utilizados como familiares en el mundo actual.

“Si uno considera que lograr que lo imposible se vuelva posible es el poder del Grial, es posible entender que tan increíble es ese tesoro. Al final, aun la invocación de un Sirviente es solo un mero fragmento del poder del Grial.”

Como si quisiera dar a entender que él también estaba sorprendido por lo que estaba diciendo. Tōsaka Tokiomi suspiro profundamente y agito su cabeza.

“Se puede invocar a los Espíritus Heroicos que vivieron entre la antigua época de los dioses hasta tal vez un siglo atrás. Siete Espíritus Heroicos guiados por siete Maestros, cada uno protegiendo a su Maestro y exterminando a los Maestros enemigos. Héroes de cualquier era y país son invocados al presente, y se enfrentaran en una mortal competición por la supremacía. Esa es la Guerra del Santo Grial de Fuyuki, el Toque del Cielo."

“… ¿Tal monstruosidad? ¿En un lugar en el que viven miles de personas?”

Todos los magos siguen la idea común de ocultarse a sí mismos. Es el camino obvio a seguir en esta era que cree que la ciencia es la única verdad universal. Revelar su existencia es definitivamente imposible si también tomamos en consideración a la Santa Iglesia.

Por supuesto que uno tiene que ocultar un poder que podría atraer un desastre catastrófico a través de los Espíritus Heroicos. El utilizar a siete Sirvientes en un conflicto entre humanos del presente y hacer que se enfrenten entre ellos…. Es prácticamente lo mismo que ordenar una matanza de un calibre comparado a una guerra masiva.

"—Por supuesto, está implícito que la confrontación debe de llevarse a cabo en secreto. Uno necesita de una supervisión bien preparada para asegurarse de ello.”

Habiendo permanecido en silencio hasta entonces, el padre de Kirei, el sacerdote Risei, se aproximo y explico su parte.

“El Toque del Cielo sucede cada 60 años, y esta ocasión será la cuarta. La civilización de Japón ya había comenzado cuando la segunda Guerra se llevo a cabo. Aun en los lugares más remotos, nosotros no podemos ignorar que la gente sea testigo de la aparición de daños tan serios.”

“Por lo tanto, desde el tercer Toque del Cielo, se logro un acuerdo para que nosotros, la Santa Iglesia, enviemos a un supervisor. Para reducir los desastres de la Guerra a un mínimo, nosotros debemos de ocultar su existencia y lograr que los magos acepten mantener el combate como un secreto.”

“¿Acaso la Iglesia funciona como un árbitro en un conflicto entre magos?”

“Precisamente es porque se trata de un conflicto entre magos. No hay nadie en la Asociación de Magos que sea adecuado para fungir como árbitro a causa de las implicaciones políticas. Simplemente no había otra manera que recurrir a una autoridad externa tal como la Iglesia.”

“Además, para comenzar era simplemente imposible que nuestra Santa Iglesia dejara que el nombre del Santo Grial fuera usado de una manera tan casual. Nosotros no podíamos ignorar tampoco la posibilidad de que en verdad fuera la copa que recibió la sangre del hijo de Dios.”

Tanto Kirei como Risei, padre e hijo, tenían un lugar en la sección llamada la Reunión del 8vo Sacramento. Una de las obligaciones de ese grupo dentro de la Santa Iglesia es recuperar el control de las reliquias sagradas. El tesoro llamado el Santo Grial aparece en diversas historias y leyendas, y la importancia del ‘Grial’ en la doctrina de la Iglesia es particularmente grande.

“Bajo tales condiciones, la ultima vez, en el caos de la Guerra Mundial, una reunión se llevo a cabo en un momento adecuado a mitad del tercer Toque del Cielo, y yo, en ese entonces un jovenzuelo, fui encomendado con esa importante tarea. Para la siguiente batalla, yo procedería a trasladarme a la tierra de Fuyuki a supervisar su pelea.”

En respuesta a las palabras de su padre, Kirei solo pudo inclinar un poco su cabeza.

“Por favor detente. ¿No se espera que el supervisor de la Iglesia sea justo? Es un problema si uno de los participantes está relacionado por sangre a él…”

“Calma, calma. ¿Piensas que ese es un punto ciego de las reglas?”

La sonrisa inusual del terco Padre implicaba algo que Kirei no podía entender.

“Kotomine-san, no debería de molestar a su hijo. Prosigamos con el punto verdadero.”

Tōsaka Tokiomi apresuro explícitamente al Padre para que se dirigiera directo al punto.

“Hm, cierto — Kirei, todo lo que te hemos explicado era solo sobre los ‘aspectos exteriores’ de la Guerra del Grial. Existe otra razón por la que hice que te encontraras con el Sr. Tōsaka el día de hoy."

“… ¿La cuál es?”

“Para ser francos, nosotros hemos tenido pruebas fehacientes desde hace mucho tiempo de que el Grial que aparece en Fuyuki era diferente de la reliquia sagrada del ‘hijo de Dios’. A fin de cuentas, en la batalla del Toque del Cielo de Fuyuki solo se lucha por un tesoro que es una mera copia del contenedor omnipotente, una que abre el camino a una utopía. No está relacionada de ninguna forma a la Iglesia.”

Así se encuentran las cosas. De otra forma, la Santa Iglesia no estaría contenta solamente con el rol de un supervisor silencioso. Si el Grial resultara ser en verdad una ‘Reliquia Sagrada’ la Iglesia ignoraría el acuerdo de cese al fuego y la robaría de las manos de los magos.

“Si la meta final del cáliz es solo ser utilizado para obtener los Registros Akáshicos, eso no es del interés de la Santa Iglesia. Después de todo, el deseo de los magos de encontrar el ‘Akásha’, el origen, no necesariamente entra en conflicto con nuestra doctrina.”

“— Aunque para permitirnos ignorarlo, nosotros debemos dejarlo en manos de una persona fuerte. Si alguien no deseado llegara a obtenerlo, no sabemos qué clases de accidentes podría causar.”

“Entonces, si los eliminamos como herejía —"

“Eso aun sigue siendo difícil. Los magos que entran en conflicto por el Grial tienen una tenacidad poco común. Si fuéramos a llevar a cabo un juicio directo, sería imposible evitar un conflicto con la Asociación de Magos. Y eso crearía demasiadas victimas.”

“En vez de eso, como la segunda mejor opción, no habría nada más interesante que encontrar una forma para entregárselo a una ‘persona de confianza’

"... Ya veo."

Kirei comenzaba a darse cuenta gradualmente del verdadero motivo de esta reunión. Dado que su padre estaba involucrándose con Tōsaka Tokiomi, un mago.

“Dado que ellos han sido oprimidos por la fe de su tierra nativa, la familia Tōsaka ha seguido las mismas doctrinas que las nuestras. Conociendo la personalidad de Tokiomi-kun, él mismo es garantía de ser alguien calificado para utilizar el Grial.”

Tōsaka Tokiomi asintió, entonces procedió a continuar hablando.

“El alcanzar el ‘Akásha’. No hay un propósito más grande que este para nosotros los Tōsaka. Pero, tristemente, los Einsbern y Matō, quienes alguna vez compartieron las mimas metas, lo han perdido de vista en favor de asuntos más terrenales, y han olvidado totalmente sus intenciones originales. Ni siquiera debo de mencionar que ellos han invitado a cuatro Maestros más, provenientes del exterior. Ellos desean el Grial a causa de su despreciable codicia y nada más.”

Eso quiere decir que la Santa Iglesia solo aprobaría que Tōsaka y nadie más sea el portador del Grial. Y así Kirei entendió aun más su tarea asignada.

“¿Así que deseas que participe en la siguiente Guerra del Grial para dejar que el Sr. Tōsaka Tokiomi gane?.”

“Es correcto.”

Finalmente, Tōsaka Tokiomi mostró el primer signo de una sonrisa.

“Por supuesto, nosotros uniremos fuerzas bajo la superficie contra los cinco Maestros restantes y los aniquilaremos. Para incrementar las posibilidades de victoria.”

Ante las palabras de Tokiomi, el Padre Risei solo asintió austeramente. La neutralidad de la Santa Iglesia como árbitro ya se estaba transformando en una farsa. Este "Toque del Cielo" debe de ser interesante en lo que respecta a las expectativas de la Iglesia.

Sobre ese tema, no se trataba de algo bueno o malo para Kirei. Si las intenciones de la Iglesia eran claras, solo existía el cumplimiento de su tarea como un devoto ejecutor.

“Kirei-kun, serás transferido de la Santa Iglesia a la Asociación de Magos, y te convertirás en mi aprendiz.”

“Sin parar y con un tono practico, Tōsaka Tokiomi se apresuro con sus explicaciones.”

“¿Una — transferencia?”

“El intercambio ya se ha hecho de manera formal, Kirei.”

Una vez dicho esto, el Padre Risei saco una carta. Se trataba de una notificación con las firmas tanto de la Santa Iglesia como de la Asociación de Magos, e iba dirigida a Kirei. Kirei estaba más que sorprendido con los meritos de esta ejecución: del día anterior al día de hoy, la carta había sido tramitada inmediatamente.

A fin de cuentas, en realidad no había un verdadero propósito para que Kirei se involucrase en esa situación, ni para que existiera una razón en particular para ofenderse ante esa discusión. Para Kirei, no había propósito alguno.

“Lo más importante será que no realices nada más que practicar hechicería en mi casa en Japón. El siguiente "Toque del Cielo" se realizara en 3 años.”

“Para entonces, deberás tener un Sirviente que te obedezca, y te convertirás en un mago que participara en la batalla como un Maestro.”

“Pero — ¿acaso está bien? Si estudio abiertamente bajo tu tutela, ¿Acaso no habrá sospechas de que nosotros estemos trabajando juntos?”Tokiomi sonrió fríamente y negó con la cabeza.

“Tú no conoces nada sobre los magos. Si sus intereses chocan, un conflicto entre maestro y estudiante que termine en una batalla a muerte es una ocurrencia común en nuestro mundo.”

“Ah, ya veo.”

Aunque a Kirei no le interesaba entender nada sobre los magos, él tenía un buen entendimiento sobre las tendencias de esta raza llamada magos. Él había tenido incontables ocasiones para competir con estos magos ‘heréticos’ en su trabajo como ejecutor. La cantidad de personas que había aniquilado con sus propias manos no eran ni diez ni veinte.

“Así que, ¿tienes alguna otra pregunta?”

Mientras Tokiomi solicitaba una conclusión, Kirei ya había realizado las preguntas que tenía desde el comienzo.

“Solo una — El Grial selecciona a los Maestros, ¿Cuál es su propósito?”

Aparentemente esa no era una pregunta que Tokiomi esperara. Las cejas del mago se juntaron en una mueca por un breve tiempo, entonces respondió relajadamente.

“El Grial… por supuesto, seleccionará preferentemente a Maestros que lo necesiten sinceramente.

Como mencione antes, nosotros los Tōsaka seremos incluidos en la cima de la lista como una de las 3 familias del origen.”

“Así que, ¿Todas los maestros tienen una razón para desear el Grial?”

“No se limita solo a eso. El Grial requiere que se presenten 7 personas. Si no aparecen suficientes personas en estos momentos, gente irregular que normalmente no sería escogida podría llevar los Sellos de Comando. Puede que un caso así haya ocurrido en el pasado, pero — Ah, ya veo.”

Mientras hablaba, Tokiomi pareció darse cuenta de lo que sospechaba Kirei.

“Kirei-kun, tú piensas que no deberías de haber sido seleccionado, ¿o me equivoco?”

Kirei asintió. Sin importar que tan duro buscaras, no existe ninguna razón para que una maquina que cumple deseos se fijara en él.

“Hm, ciertamente, es extraño. La única cosa que te vincula al Grial sería tu padre, quien fue seleccionado como supervisor, pero… No, uno podría pensar que esa es la verdadera razón.”

“… ¿Lo que significa?”

“El Grial pudo haber anticipado que la Santa Iglesia apoyaría a la familia Tōsaka. Así que un ejecutor de la Iglesia adquiriría los Sellos de Comando para apoyar a los Tōsaka.”

Al terminar de decir esto, Tokiomi, sintiéndose satisfecho para terminar la discusión, agrego.

“En otras palabras, el Grial me está otorgando a mí, un Tōsaka, dos juegos de Sellos de Comando, y por esa razón te escogió a ti como un Maestro.”

“… ¿Qué te parece? ¿Acaso esta explicación te satisface?”

Y así, él dio esta conclusión con un tono arrogante.

"..."

Esta confianza tan arrogante parece sentar bien en el hombre llamado Tōsaka Tokiomi. Este hombre lleva dentro de sí una dignidad que está al borde del sarcasmo.

Ciertamente, como mago, él era un hombre de excelencia. Y debería de tener la auto confianza que viene acompañada de esa excelencia. Es por eso que él probablemente jamás ha dudado de su propio juicio.

Eso quería decir que sería imposible obtener otra respuesta de Tokiomi aquí y ahora — Esa fue la conclusión de Kirei.

“¿Cuándo viajaremos a Japón?”

Escondiendo su decepción, Kirei cambio el tópico de la conversación.

“Yo iré a visitar Gran Bretaña por un tiempo. Tengo una pequeña tarea que realizar en la Torre del Reloj.”

“Tú iras a Japón por adelantado. Se lo informare a mi familia.”

“Entendido. Entonces me dirigiré allá en este momento.”

“Kirei, adelántate. Yo necesito discutir algo con el Sr. Tōsaka."

Asintiendo ante las palabras de su padre, Kirei se levanto de su asiento y, después de una reverencia silenciosa, abandono el cuarto a solas.


※※※※※


Permaneciendo en el cuarto, Tōsaka Tokiomi y el Padre Risei observaron marcharse silenciosamente a Kotomine Kirei.

“Tienes un hijo muy confiable, Kotomine-san.”

“Su fuerza como un ‘Ejecutor’ está garantizada. Ninguno de sus colegas fue más estudioso que él durante el entrenamiento. Yo soy de quien deberías dudar.”

“Ho… ¿es esa la actitud ejemplar de un defensor de la fe?”

“Oh, me apena decirlo, pero Kirei es el único orgullo de este tonto viejo senil.”

El anciano Padre era conocido por su rigor, pero, sintiéndose en confianza con Tokiomi, él sonreía. Mientras sus ojos seguían a su único hijo, su confianza y amor se mostraron claramente en sus ojos.

“Dado que yo aun no tenía un hijo cuando pase la edad de 50, había renunciado a la idea de un heredero… Pero ahora, me sorprende lo lejos que ha llegado mi hijo.”

“Aunque, él acepto más fácilmente de lo que pensaba, ¿o no?”

“Mi hijo entraría al fuego si esa fuera la voluntad de la Iglesia. Así de lejos es lo que llegaría por su fe.”

Aunque Tokiomi no quería dudar de las palabras del Viejo Padre, la impresión que él tenía sobre el hijo del Padre Risei no era la de ‘una fe apasionada’. La tranquila apariencia del hombre llamado Kirei se sentía más nihilista para él.

“Para ser honesto, eso es una decepción. Sin importar como lo vea, parece que él se vio envuelto en algo que no le concierne.”

“No… Eso podría ser en verdad la salvación para él.”

Hablando ambiguamente, el Padre Risei murmuro de manera triste.

“Esto es un asunto privado, pero su esposa murió hace algunos días. Ellos no habían estado casados ni siquiera dos años.”

"Oh, Yo—"

Tokiomi se quedo sin palabras bajo las inesperadas circunstancias.

“Aunque no lo parece, él lo ha soportado bastante bien… Tiene demasiadas memorias en Italia. Tal vez, justo ahora, para Kirei, el regresar a su vieja tierra de nacimiento en una nueva misión podría ayudar a curar sus heridas.”

Risei suspiro en medio de su discurso. Tokiomi siguió observándolo directamente.

“Tokiomi-kun, ¿Acaso el valor verdadero de uno no aparece cuando las dificultades se incrementan?”

Tokiomi hizo una reverencia pronunciada ante las palabras del Viejo Padre.

“Me siento obligado. Mi deuda hacia la Santa Iglesia y ambas generaciones de la familia Kotomine serán gravadas como un precepto familiar.”

“En lo absoluto, solo estoy completando mi juramento para la futura generación de Tōsaka — El resto solo será rezar para que Dios te proteja hasta que tu viaje te lleve hasta la ‘Fuente’.”

“Si. Los arrepentimientos de mi abuelo, el más grande deseo de los Tōsaka, esto es para lo que he dedicado toda mi vida.”

Escondiendo que tanta de su auto confianza era sofocada por el peso de sus responsabilidades, Tokiomi asintió de manera resuelta.

“Este año, por fin alcanzare al Grial. Me asegurare de ello.”

Ante la dignidad de Tokiomi, el Padre Risei bendijo la memoria de su amigo fallecido.

‘Mi amigo… En verdad tienes a un buen heredero.’


※※※※※


Con el viento del mar Mediterráneo alborotando su cabello, Kotomine Kirei regreso de la villa en la cima de la colina, solo y en silencio, en el estrecho y ondulante camino.

Finalmente, Kirei pudo poner en orden las diversas impresiones que había percibido del hombre llamado Tōsaka Tokiomi, a quien acababa de conocer hace unos momentos.

Tal vez él había llevado una vida difícil. Como si el orgullo fuera adquirido de manera proporcional a las dificultades vividas en su vida, era un hombre con una firme dignidad de la cual era capaz de presumir.

Entendía ese tipo de personalidad bastante bien. El mismo padre de Kirei era del mismo tipo que Tōsaka Tokiomi. Hombres que han definido el significado detrás de su nacimiento, detrás de sus propias existencias, y que han seguido ese significado sin dudar. Ellos definitivamente nunca vacilaran, nunca dudaran.

Forjándolo en una voluntad de acero para actuar con un objetivo claro, dirigido solo por el lograr ‘algo’ que era identificado como la meta de sus vidas, en todo aspecto de sus vidas.

La ‘forma de convicción’ podía ser, en el caso del padre de Kirei, una fe piadosa, y en el caso de Tōsaka Tokiomi, tal vez era la confianza en sí mismo de ser uno de los elegidos — un privilegio no apto para un plebeyo, y la conciencia de ser alguien con una responsabilidad sobre sus hombros. Él era uno de esos ‘genuinos aristócratas’ que uno rara vez es capaz de encontrar en estos días.

De ahí en adelante, la existencia de Tōsaka Tokiomi probablemente tendría grandes implicaciones para Kirei…. Pero aun así, él era de un tipo que era incompatible con el tipo de Kirei. Eso era lo mismo que decir que él era similar a su padre.

Aquellos que solo ven sus ideales nunca podrán entender el dolor de aquellos incapaces de tener uno. Gente como Tokiomi tienen un ‘sentido del propósito’ como base de sus convicciones, pero eso estaba totalmente ausente de la mente de Kotomine Kirei. Ni una vez, en más de 20 años, había tenido ese sentimiento.

Al ser juzgado de esa manera, él no podría considerar la más noble idea, sentir comodidad en alguna búsqueda o encontrar descanso en algún placer. Tal hombre no podía tener tal cosa como un propósito en primer lugar.

Él ni siquiera podía entender que tan alejado estaba de los valores ordinarios que mantenía el mundo. Kirei no podía encontrar la pasión para adentrase en alguna cosa.

Aun cree que existe un Dios. Que existe una existencia suprema, aunque no tiene la madurez para percibirla.

Él cree que un día, la más sagrada palabra de Dios lo guiara a la verdad suprema y a la salvación. Apostando a esa esperanza, aferrándose a ella.

Pero en lo profundo de su corazón, él ya lo sabía. Que la salvación para un hombre como él ya no vendría del amor de Dios.

El ser confrontado con tanto odio y desesperación lo orillo al masoquismo. Bajo la premisa de penar para un entrenamiento moral, él simplemente seguía lastimándose a sí mismo en repetidas ocasiones. Pero esas torturas forjaron el cuerpo de Kirei como si fuera de acero, y cuando se dio cuenta, él ya había llegado a la cima de la elite de la Santa Iglesia, como un ‘Ejecutor’ a donde nadie podría seguirlo.

Todos llamaban a eso ‘gloria’. El autocontrol y devoción de Kotomine Kirei eran alabados como un modelo para un clérigo. Su padre Risei no era la excepción.

Kirei entendió muy bien el porqué Kotomine Risei tenía tanta fe y admiración por su hijo, pero todo eso era un malentendido demasiado alejado de los hechos, dado que en realidad, su corazón era el de un pecador. El valor de una vida entera probablemente no sería suficiente para arreglar ese malentendido.

Hasta este día, no había nadie que pudiera entender de cuanto carecía Kirei.

Si, incluso la única mujer que él ha amado —

"..."

Sintiéndose algo mareado, Kirei disminuyo su paso y puso su mano en su frente.

Cuando él trato de recordar a la esposa que había perdido, sus pensamientos difusos se perdieron en la niebla que se alzaba en su mente. Se sentía como estar de pie en la niebla frente a un precipicio. Su instinto de supervivencia le dijo que sería mejor que no diera un solo paso hacia delante.

Cuando se dio cuenta, él ya había llegado al fondo de la colina. Kirei se detuvo y miro hacia atrás a la lejana villa en la cima.

Finalmente, aun no había alcanzado una conclusión satisfactoria sobre su entrevista con Tōsaka Tokiomi… Ese era el problema más importante que preocupaba a Kirei.

¿Por qué es que un poder milagroso como el ‘Grial’ había escogido a Kotomine Kirei?

La explicación de Tokiomi era algo desesperada. Si el Grial deseaba a alguien que apoyara a Tokiomi, deberían de haber habido tantas personas capaces como desearas que podrían ser amigos suyos; no a Kirei.

Debía de haber una razón para su selección en la siguiente aparición del Grial.

Pero… Entre más pensaba sobre ello, Kirei encontraba más preocupante la inconsistencia.

Él esencialmente no tenía un ‘sentimiento del propósito’. Ni ningún ideal o aspiración. Como fuera que lo viera, él no tenía razón para ser el portador de un milagro tal como una ‘todopoderosa maquina de los deseos.’

Con un rostro deprimido, Kirei miro los tres símbolos que habían aparecido en el dorso de su mano derecha.

Ellos mencionaron que los Sellos de Comando son una marca sagrada.

¿A caso él encontrara un juramento que llevar a cabo durante los próximos tres años?



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