Spice & Wolf ~Versión Española~: V05 Cap 01

From Baka-Tsuki
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Estado[edit]

Traducción empezada por Karzari 15:19 18/02/15

Traducción al 50%

Capítulo 1[edit]

Había transcurrido una semana desde los incidentes en la villa de Tereo, Cuando ellos estuvieron muy cerca de ser ejecutados como criminales.

Lawrence y Horo ahora se dirigen a Lenos, un pueblo donde las historias de sus hazañas en un pasado distante todavía son recordadas.

Lenos era un pueblo bastante grande conocido por sus pieles y maderas.

Recibía muchos visitantes, así que Lawrence y Horo veían pasar muchos otros comerciantes que iban y venían del camino hacia el pueblo. El mismo Lawrence lo había visitado muchas veces en el pasado, aunque esta vez El no vino a hacer negocios.

En su lugar buscaba información sobre el antiguo hogar de su compañera. Así que el compartimiento de su carruaje no contenía ningún artículo de valor para comerciar como era lo usual. Lawrence había originalmente planeado vender algo de las galletas de los lugareños de Tereo con las que les habían agradecido, pero todas ellas habían sido devoradas por el lobo que ahora dormía a su lado. Si había algo sabroso para comer, ella lo devoraría todo de una sola vez, se enoja cuando no había nada más que comer.

Ella comió, bebió, y se durmió asombrosamente por mucho tiempo.

Lawrence tuvo que admitir, aunque, aun entre el frio y la lúgubre vista, el caería dormido, también, si El no tuviera que sostener las riendas. De cualquier modo, la habilidad de Horo para dormir toda la noche después de pasar todo el día durmiendo era impresionante. Más de una vez él se preguntó si ella despertaría en la madrugada para escaparse y aullar a la luna.

Ellos habían viajado sin problemas por una semana antes de que la lluvia llegara.

Horo de algún modo se las arregló para predecir la llegada del mal clima dos días antes, así que quizás fue su memoria o tal vez fue el sonido de la caída de la lluvia a lo lejos… En cualquiera de los casos, ella se agito bajo la manta y dejo a Lawrence sin palabras, con una mirada resentida.

Lawrence se dio la vuelta. No importa que tan acusadora era su mirada, Eso no era como si él podría hacer algo para detener la lluvia. Había estado lloviendo constantemente desde el mediodía – No en grandes gotas, pero si como una niebla y roció – Lo cual era lo suficientemente agradable, en la medida que se retiraba, pero debido al frio, eso fue apenas diferente a ser rociados por copos de nieve.

Las manos de Lawrence se habían entumecido inmediatamente, y estaba pensando en la posibilidad de ocultarse así mismo debajo de la manta del carruaje, algún Dios evidentemente observo su intención.

Horo, también, observo y saco su cabeza por debajo de la manta.

Ella hizo un gran bostezo. “… A este ritmo, parece que lograremos pasar sin congelarnos. ”

Lawrence: “Es fácil decirlo por ti estando abrigada en esa manta mientras Yo tiemblo aquí afuera, riendas en mano."

“Hmph. Es mi frio corazón. Debe mantenerse tibio,” dijo Ella con una sonrisa burlona.

Lawrence se encontró a si mismo incapaz de enojarse.

Por delante de ellos en el camino aguardaba su destino, una oscura sombra que se asomaba como un pálido y blanco escenario.

“Allí es. Como una pieza de arroz quemado flotando en el estofado,” dijo Horo,

Su estómago vacío hizo un gracioso gruñido. Evidentemente, incluso está descontenta sabia loba no esperaba que su estómago gruñera en un momento tan inoportuno.

Después de un momento incomodo, ella sonrió dulcemente, habiendo olvidado completamente lo sucedido.

Lenos era un pueblo con un gran puerto construido a lo largo y ancho, con un rio de lento caudal, por lo que ellos podrían ver el pueblo, al igual que el rio. Aunque, De momento, era borroso debido a la niebla. Era claro, sin duda que habían visto los numerosos botes que surcaban la superficie del rio.

Al entrar a la ciudad, era claro que allí había muchos botes atados en el puerto sumado al constante tráfico del rio. Los puestos de comida ansiados por Horo eran abundantes así como el licor fuerte.

Si la próxima nevada de invierno iba a retrasar su viaje, ellos deberían al menos disfrutar su estancia aquí. Aunque, Lawrence tenía una preocupación.

“Hay algo que debería decir, espero que comprendas”

“Mm?”

“Sé que has visitado este lugar hace tiempo, pero tal parece que lo has olvidado, así que lo diré de nuevo: Lenos es un pueblo de madera y pieles.”

“totalmente.”

Ciertamente ya es demasiado tarde para decírtelo, pero el trato que él podría razonablemente darle dependería de haber dejado este punto claro.

“¿Te enojarías si algunas de esas pieles fueran abrigos de lobo?”

La expresión de Horo era perturbadoramente ambigua a medida que ella halaba su collar, desenvolviendo la bufanda de piel de zorro que vestía.

Era un regalo de Amati, el joven que la cortejo en el pueblo de Kumersun. No era precisamente malo que ella lo usara, y la bufanda era definitivamente muy útil en el clima frio, Lawrence se mantuvo en silencio. Viéndolo ahora, sin embargo, la situación lo puso incómodo. Sin duda a pesar de esto, Horo vestía la bufanda con un estilo especial de la moda, pero ella se quitó la bufanda y apunto a Lawrence con la cabeza del zorro. Diciendo:

“¡He comido ratones, y Yo he sido devorado por lobos!” Ndt (Horo utilizando al zorro como marioneta)

Ella chillo, su voz cambio en una parodia de lo que suponía que era un zorro. Lawrence suspiro.

Se enfrentaba a Horo la loba sabia.

“Hmph,” Horo continuo. “Esta el cazador, y el cazado. Además ustedes los humanos de lejos hacen cosas peores. ¿Acaso ustedes incluso no compran y venden a otros humanos?”

“Es cierto. El comercio de esclavos es necesario y muy rentable.”

“Así que puedes aceptar que es una costumbre de su mundo, podemos permanecer tranquilos respecto de quienes son cazados. Además, ¿Qué tal si los papeles se invirtieran?” Horo estrecho sus ojos color ámbar.

Lawrence pensó en ponerse en el lugar de Horo cuando ellos se conocieron por primera vez - Cuando ella dijo que la astucia de los lobos se obtiene al devorar humanos.

Incluso Lawrence sintió que si un viajero extraviado entrara en el territorio de los lobos El sería incapaz de escapar, la culpa la tiene el viajero. Una cosa era el miedo a los lobos, pero odiarlos por esto era un error, el sintió.

Esto era demasiado obvio para Lawrence.

“Todavía, supongo que ver a nuestros semejantes ser cazados ante nuestros propios ojos es apenas cosa fácil.” dijo Horo. Lawrence asintió con la cabeza.

Horo continúo. “Y vos fuiste lo suficientemente bueno para ponerte nervioso cuando fui cazada por otro hombre.” Dijo ella tímidamente, su temperamento ahora era totalmente diferente al estado que tenía un momento atrás.

“Ah, sí, ciertamente lo hice,” dijo Lawrence descuidadamente, regresando su mirada hacia el caballo que halaba el carruaje delante de Él.

“¿De ahí la indiferencia?”

“Bien…,” comenzó Lawrence, sus ojos se fijaron fijamente hacia adelante.

“Es embarazoso”

Sería totalmente vergonzoso admitirlo, Pensó Lawrence a sí mismo. Pero para el lobo que se sentó a su lado, tales bocados eran un manjar, por lo que difícilmente podría ser rescatado. Horo se rio tanto en el aire frio, que la niebla blanca de sus exhalaciones volvían borroso su rostro.

“Vergonzoso, ¿eh?”.

“Totalmente,” contesto Lawrence

La conversación siguió naturalmente hasta terminar en la fría monotonía del largo viaje. Aun sabiendo la postura de cada quien, así como hicieron intercambios sin palabras, Lawrence pudo calmar su mente, ellos todavía no tenían ningún tema de conversación real como este. Los dos se rieron mutuamente. El caballo del carruaje agito su cola, como si quisiera decir, “¡Suficiente!” lo que solo provoco otra ola de risas de sus pasajeros.

Horo volvió a cubrir su cuello con la bufanda de piel de zorro a medida que ella se reía, mientras Lawrence fijo su mirada de regreso al paisaje de Lenos que ahora estaba a la vista.

Podría tener dos veces el tamaño de la ciudad pagana de Kumersun. Rodeada de paredes construidas quizás hace un siglo, las casas dentro de las paredes hace tiempo que habían cubierto toda el área encerrada. No había más espacio para construir en el exterior, los edificios en lugar de eso se habían vuelto más estrechos – Y altos, siempre más altos.

La escena que se mostraba ante Lawrence lo hacía mirar por unos momentos como finalmente la ciudad había desbordado sus propios muros. Decenas de tiendas rodeando ambos lados del camino a medida que ellos se dirigían a Lenos a través de la niebla lluviosa.

“¿Entonces, así que a esto es a lo que ellos llaman puerta principal de la ciudad?” Pregunto Horo.

“Este tipo de cosas ocurren alrededor de las iglesias, si, especialmente cuando la iglesia ha sido establecida en medio de la nada. Aunque sería extraño organizar las tiendas fuera de los muros de la ciudad.”

Para que una ciudad prospere, necesita cobrar impuestos, y para cobrar esos impuestos, tenía que hacer que la gente pase por sus puertas.

Por supuesto, había pueblos confinados que mantenían sus mercados fuera del mismo, pero incluso esos estaban encerrados por unas vallas temporales.

“Hmm. No pareciera que la gente se dedique al comercio”

Tal como Horo dijo, se acercaron a las tiendas y la gente debajo de ellos vestía traje de viaje y han estado ocupados en cocinar o conversando. Y aunque todos ellos vestían prendas de viaje, los estilos eran de muy lejos. Algunos parecían ser incluso más al norte que aquí mientras otros eran del Oeste o del Sur. Al realizar un conteo rápido, parecía haber alrededor de veinte tiendas, cada una tenia quizás tres o cuatro personas.

La única similitud con los mercantes era quienes se especializaban en uno u otro producto. Aproximadamente la mitad de ellos parecía que transportaban grandes cargas incluso unos cuantos vagones llevaban enormes barriles.

Todos los rostros de los comerciantes estaban teñidos con polvo y cansancio debido al viaje, y a veces algún destello de irritación en sus ojos.

Lawrence se preguntó si había ocurrido algún tipo de golpe de estado en Lenos, pero eso no tenía sentido dado que solo algunas personas allí reunidas parecían estar alojadas en tiendas. Había también granjeros con asnos en el pueblo y comerciantes llevando cargas sobre sus espaldas, todos apresurándose hacia Lenos para resguardarse de la lluvia o para llegar hacia otros destinos. En lo que respecta a Lawrence podría decir, que la ciudad parecía más o menos como siempre ha sido.

“¿Algún tipo de problemas de nuevo, quizás?” pensó Horo, enfatizando el “de nuevo” y sonriendo debajo de su capucha. Lawrence, echo un vistazo a Horo de reojo, como si preguntara, “¿Y precisamente de quien ha sido la culpa?” pero ella simplemente solo le regreso la misma mirada.

“Podría ser cierto que desde que nos conocimos, Vos has tenido algunos apuros, pero uno no puede simplemente afirmar que todos ellos fueron precisamente mi culpa”

“Yo….”

“Te concederé lo primero – Bien, parte de eso ha sido debido a mí, pero su verdadera causa fue su avaricia, que fue totalmente la culpable del próximo desastre. Y nuestro último problema fue simple mala suerte. ¿Estoy equivocada?”

Horo no pudo ser más precisa.

Lawrence acaricio su barba, que estaba más larga que de costumbre, debido a su renuencia para afeitarse sin agua caliente, pero todavía él no le había dado la razón a ella.

“Supongo que comprendo lo que estás diciendo…”

“Mm.”

“Pero Yo simplemente no puedo aceptarlo. Es verdad que vos no fuiste necesariamente la causante de nuestros problemas, pero…”

Lawrence no era capaz de darle la razón a las afirmaciones de Horo.

El quiso decirle a ella que fue su culpa.

A medida que su disgusto se fue aminorando, Horo le dio un vistazo como si ella no podría incluso creer que ellos habían estado conversando.

“Veo muy claramente que vos no deseas estar de acuerdo conmigo, aunque yo no soy la raíz ni la causa de todos estos problemas

Lawrence frunció sus cejas, preguntándose qué truco estará ella planeando. Ella noto eso y se rio con malicia.

Horo continúo. “Eso es debido a que vos siempre me usas como un apoyo para tus negocios – Por lo tanto Vos siempre sientes que yo te arrastro de una u otra manera.”

La ceja izquierda de Lawrence se contrajo involuntariamente.

Ella tenía razón.

Pero admitirlo significaría que el lobo había conseguido lo mejor de Él. En otras palabras:

“Heh. Siempre terco,” dijo Horo, con una voz tan fría como la fría niebla del cielo.

Su sonrisa era tan pura y voluble, y a la vez fría, como si ella estuviera a punto de huir para siempre. Él tenía que atraparla.

Desafiando toda razón, la sonrisa de Horo lo hizo querer gritar en voz alta. Al momento siguiente, su pequeño cuerpo estaría en sus brazos. Se sintió como el acto más natural del mundo.

“Mmph.”

El impulso no duro más que cuatro galopes realizados por el caballo del carruaje.

Lawrence logro mantener la calma a medida que él dirigía el carruaje hasta el punto de control en el interior de la ciudad. La razón de frenar sus impulsos era simple.

Había una multitud a su alrededor.

A medida que avanzaban por la ruta comercial, los comerciantes ambulantes disfrutaban de los chismes, incluso de ellos mismos. Si Lawrence era visto coqueteando abiertamente con su compañera, sin duda los chismes se esparcirían.

Horo miro a un lado, parecía aburrida.

Sin duda, ella estaba aburrida.

A pesar del hecho que Lawrence siempre ha comprendido las sonrisas de las mujeres, Él podría seguir hasta el más ligero de los cambios en el rostro de Horo. Además de su tedio, hubo un atisbo de malestar.

El vio esto e hizo algo. Había dos motivaciones básicas para sus acciones.

Una era Horo. La otra eran negocios.

Horo le teme a la soledad incluso más que a Lawrence. Sin duda ella estaba a veces temerosa por la posibilidad de ser dejada de lado por los negocios. Al final, solo los dioses podrían saber cuál es la forma de equilibrar las cosas al final. - O que tan cerca podría estar del mismo.

Y el final de su viaje no estaba lejos.

¿Se atrevería ella a causar problemas cuando Lawrence tuvo que posponer sus negocios, tan solo para poner a prueba lo que elegiría, forzando la cuestión de si ella era más importante que los negocios?

No es que ella fuera tan insignificante como para justificar este tipo de preocupación, Lawrence se encontró a si mismo pensando. El carruaje avanzaba lentamente, y una gran bocanada de niebla blanca surgió debajo de la capucha de Horo a medida que ella lo miraba de forma irritable.

“Un guisado sería bueno,” dijo ella.

Sin duda ella estaba hablando de comida. Evidentemente el momento para afirmaciones ha pasado.

“Si, con este frio, dependiendo del precio, me gustaría ordenar un guiso a base de un buen caldo con una capa gruesa de harina.”

“Ho ho! A veces el dulce olor de la leche eclipsa hasta al más fino de los vinos.”

Viéndola como esta, con la cara media envuelta con la bufanda de piel de zorro, a medida que ella asintió de una forma encantadora, borro todos los comentarios irritantes que soporto durante varios días.

A veces era bueno ordenar algo lleno de sabrosos ingredientes. “Un guiso hecho con los vegetales de la temporada debería ser especialmente bueno,” dijo Lawrence.

“¿Vegetales? ¿No comprendes el sabor de un delicioso estofado de carne flotando en un caldo cremoso?” A pesar de haber pasado siglos habitando en el trigo, Los gustos de Horo eran más aristocráticos que cualquier noble.

Allí ante las murallas de Lenos, Lawrence hizo un último contra ataque. Él se arrepintió de haberla complacido.

“Ellos dijeron que las comidas finas pueden ser dañinas para los ojos y mala para la lengua.”

“¿Oh? Y que tan mal para mi corazón crees que fue pasar tantos siglos sin probar algo delicioso” Horo lo miro de pronto con una mirada furiosa.

Ella estaba completamente inmóvil, sus ojos castaños teñidos de rojo destellaban como joyas pulidas. En frente de tales gemas brillantes, la única cosa que podía hacer era caer de rodillas ante ella.

Pero Lawrence era un comerciante, no una mujer noble enloquecida por las joyas. Si el precio no era el correcto, solo había una cosa que podía decir, incluso en el rostro de la más preciosa joya.

“Quizás una vez que haya consultado mi monedero”

Horo miro a lo lejos como un niño testarudo. Incluso después de su discusión, Lawrence sabía que era probable que terminaran comprando un guiso de carne. Sin duda Horo era consciente de esto también.

Y aun así todavía seguían discutiendo.

Lawrence siguió avanzado con el carruaje.

A medida que ellos pasaron a través del punto de control, Lawrence miro hacia arriba en el muro de piedra, que estaba coloreado de un color musgo debido a la lluvia.

El miro abajo de nuevo brevemente, aunque no tenía que ocultar ninguna mercancía debido al impuesto de importación. No, él quería solo ocultar la sonrisa que se formaba debajo de su barba.

Quizás se debía a la fría lluvia invernal que allí había muy poca gente en las calles de la ciudad.

Los pocos que allí estaban eran en su mayoría niños, la niebla de sus exhalaciones detrás de ellos a medida que corrían de un lado a otro con sus manos entrelazadas a sus pechos – sin duda realizando diligencias para comerciantes y artesanos de la ciudad. Las formas fantasmales de sus paquetes de tela estaban seguramente haciendo el mismo trabajo.

Los puestos que daban a la calle estaban en gran medida desatendidos a medida que la niebla ligera era acumulada y a la vez goteaba desde sus aleros. Sin ningún comerciante que los molestara, unos cuantos mendigos estaban reunidos bajo los puestos. Es la viva imagen de un día lluvioso.

Pero el hecho de que solo afuera de la entrada a los muros de la ciudad había tiendas alineadas con comerciantes cocinando debajo de ellos significaba que algo estaba pasando.

Lawrence sostuvo en su mano la placa de madera que el recibió en el punto de control que era la prueba de su estatus de comerciante extranjero, y escucho vagamente como Horo expreso su disgusto.

“Aunque no es que lo colocara en el pináculo de la creación, pero no es un estado inalcanzable, no es una cuestión de mérito familiar? ¿Qué dirías tú?”

“Oh, ciertamente.”

“Si hemos de hablar de que no llega a ser intrínsecamente superior y el que exceda sus humildes orígenes para convertirse en alguien imponente, Yo diría que este último es más digno de respeto. ¿Me equivoco? ”

“… No del todo.”

Quizás era la fatiga del largo viaje. La rabia de Horo no era tan intensa como normalmente es. Ella expreso su descontento con menores, pero constantes quejas.

En su mente, Lawrence maldijo al escandaloso guardia del punto de control cuyas palabras descuidadas lo habían puesto en aprietos – Pero después él se dio cuenta que sus respuestas a Horo eran muy descuidadas, ella volvía a poner su rabia sobre él.

“Si, bien, si la elección es entre un noble con fama, sin carisma, sin dinero, Nada más que su linaje, y un plebeyo astuto quien ha acumulado riquezas y fama, sin duda que seguramente es a este último al que yo respetaría, ” Lawrence estaba de acuerdo.

Normalmente tal servilismo solo hace enojar aún más a Horo, pero por el momento no parece ser lo suficientemente bueno.

Ella dio un exagerado asentimiento de cabeza, como si estuviera ebria, luego inhalo como un toro furioso.


En el punto de control, habían sido sometidos a un minucioso registro, y el guardia había descubierto la cola de Horo. Por supuesto, Horo fue indiferente como siempre y fácilmente la hizo pasar como una enagua, la cual el guardia pareció creerlo, pero después él dijo lo siguiente:

“Oh, es tan solo una piel de lobo barata.”

Siendo un guardia en una ciudad que estaba rodeada de madera y pieles, sabia distinguir las diferencias entre una piel de lobo, de una de perro o un zorro.

Y él no se había equivocado acerca del valor. Las pieles de lobos tenían un valor inferior a la de un perro. No importa que tan fina fuera la calidad, no importa la insistencia de un comerciante de pieles, el simple hecho era que nunca sería tan valiosa como una buena piel de venado.

El problema surgió debido a que el orgullo de lobo no era tan barato como su piel – Y de esa comparación, Horo era costosa ciertamente. Esto explicaba su enojo, murmullo infantil. Lawrence se sintió tan mal por ella que el quería acariciar su cabeza para reconfortarla. Ellos todavía estaban a mitad de camino, él podría simplemente sostener las riendas e intercambiar algunas palabras con ella, pero ahora el solo la observaba de reojo. El se rasco la barbilla con la placa de comerciante extranjero, esperando si algo de comida le ayudaría a Horo a sentirse mejor.

En realidad, estaba más preocupado con la importancia de esa placa. Parecía haberse hecho de forma apresurada y sin ningún sello oficial sobre ella.

A él le habían dicho que si él quería comprar mercancías en la villa, nadie le vendería nada al menos que el muestre la placa. Esa era la única explicación que el recibió. Le habían dicho rápidamente con desgana en el punto de control, a través del cual una fila de viajeros pasaban como una anguila serpenteando a través de una trampa.

Era una situación que ningún comerciante podría tolerar.

Esta era la primera vez que el enfrentaba algo como esto – No solo en Lenos, en cualquier ciudad.

“Por lo tanto,” dijo Horo.

“Oh, uh, ¿sí?” Un golpe repentino en su pierna saca a Lawrence de su pensamiento, y se encontró con la mirada fija de Horo. Por un momento él se preguntó si no había puesto atención a algo que había dicho, pero antes de que el fuera capaz de responder, Horo continuo.

“¿Iremos a la posada antes?”

Sin duda ella estaba fría y hambrienta y no sería capaz de soportar seguir en el carruaje por más tiempo.

“Justo a la vuelta de la esquina” Le dijo Lawrence. Ella suspiro irritadamente por el hecho de que no se encontraba justo en frente de ella, hundiéndose más profundamente en su capucha.

Él tendría que ser muy cuidadoso acerca de la cantidad de carne en el estofado de esta noche. Lawrence pensó sobre ese asunto a medida que conducía el carruaje, y llegaban a su destino.

Era un edificio ordinario de cuatro pisos que de algún modo tenía un cierto aire de elegancia.

El primer piso, el cual colindaba con la calle, tenía una puerta Holandesa. La parte inferior se puede abrir y girar, convirtiéndose en un lugar apropiado para exhibir la mercancía, y la sección superior tenía la función de un toldo. Ambos fueron cerrados rápidamente, haciendo su mejor intento para evitar el paso del aire frio invernal.

La expresión de Horo estaba entristecida. Quizás ella esperaba ser llevada a un hotel con una apariencia más elegante. Lawrence evito explicarle que incluso aunque ellos gastaran más dinero, eso no garantizaba un descanso placentero. El bajo del asiento del conductor para evitar la funesta mirada de Horo y al estar en la puerta principal de la posada, le dio un golpe.

La posada no tenía un letrero en frente, así que era muy poco probable que estuviera llena, pero había una posibilidad real de que el propietario haya cerrado debido al clima frio.Así que Lawrence escucho los pasos de alguien de trás de la puerta justo antes de que se abriera completamente, él se sintió aliviado.

“¿Te alojaras o estas vendiendo mercancías? Un anciano gruñón de barba blanca pregunto bruscamente a través de la puerta apenas abierta.

“Nos alojaremos. Los dos.”

El anciano solo le dio un rápido guiño, después retrocedió dentro del edificio.

La puerta quedo abierta, así que aparentemente había vacantes. Lawrence miro atentamente atrás del carruaje.

“¿Cual desean, una habitación iluminada o una habitación caliente?” Pregunto El.

La pregunta era inesperada. Una arruga apareció en la ceja de Horo.

“¿Qué más seria, sino una habitación caliente?”

“Cierto, llevare el caballo a los establos. Ve y habla con el encargado – Ese anciano caballeroso – Y dile eso. Él te mostrara una habitación.”

“Mm.”

Lawrence subió de nuevo al asiento del conductor y tomo las riendas, intercambiando lugares con Horo, quien se bajó. El caballo, parecía darse cuenta, de que finalmente dejaría de conducir a través del gélido viento invernal y entraría a un establo tibio, sacudió su cabeza, como si dijera que nos apresuramos a ir allí. Con un golpe en las riendas, Lawrence puso al caballo en marcha, viendo de reojo entrar a Horo a la posada.

El sería capaz de reconocer su polvorienta vestimenta de varias capas en una multitud de cientos de personas sin ningún problema. Después de todo, no importaba cuantas capas ella vistiera, el reconocería los movimientos de las sacudidas de su cola en cualquier lugar. Riéndose de sí mismo, Lawrence llevo el caballo al establo, donde había dos mendigos haciendo guardia. Ellos miraron meticulosamente a Lawrence.

Los vigías nunca olvidan un rostro, así que naturalmente ellos recordarían a Lawrence, y con un gesto de sus mentones, le indicaron donde podría el dejar su caballo. Sin ninguna razón para contradecirlos, Lawrence obedeció. Al hacerlo, él se percató que al lado de ese espacio había una amplia pezuña de un caballo de montaña, que brillaba como pedernal debajo de su largo y desgreñado pelaje. Sin duda había transportado las pieles a la ciudad desde las tierras del norte.




Ndt: Traduciendo, ultima actualizacion 01-03-2015






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