Toradora! (Español):Volumen2 Capitulo1

From Baka-Tsuki
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Capítulo 1[edit]

Era el último día de una hilera casi una semana de largo de feriados conocía como la Semana Dorada,

"¿Estás libre, no?"

La hora era la una de la tarde.

"¿De veras? ¿Tienes un poco de tiempo libre, no?"

Como si fuera la buena clima afuera una mentira, la residencia Takasu estaba un poco sombrado. Aparentemente dentro del alcanze de un brazo mas allá de la ventana hacia el sur había la borde un apartamento cercano que era bastante mas alto, y por eso el sol brillante del comienzo del verano no pudo entrar adentro.

No obstante, el interior fue organizado metódicamente, cada esquina limpiada perfectamente, y a pesar de ser angosta, la habitación milagrosamente elegante duraba gracias a ser planificada inteligentemente. Ese espacio maravillosamente cómodo y fácil de usar existía gracias a las habilidades de un hijo único llamado Ryuuji, quien estaba ahora terminando almuerzo en la cocina con su espalda hacia la sala familiar.

"¿Estás escuchando?"

Nadie tomó el tiempo para aun contestar a las preguntas en su voz, ni aun con palabras de gratitud por su trabajo. Tomando un descando momentario de lavar los platos, el Ryuuji volteó y miraba directamente al montoncito blanco tirado en el suelo. Ese montoncito estaba echado en un desórden al lado de la mesa para comer, cabeza abajo con su barbilla sobre un cojín doblado y una cara confundida mientras metía su dedo a la pajarera que estaba cerca.

Picando con hambre a ese dedo como si fuera algo rico había un loro amarillo, Inko-chan. El hecho de que era feo era su encanto; el pico que le gustaba mantener abierto fue el color de concreto, y su lengua pequeña que lamía y metía afuera fue color café claro, como el color de res pudrido. También, los ojos eran blancos descolorados que aun ahora parecían al punto de la muerte. Y, como un pajaro incomprehensible a los humanos, sus párpados temblaban mientras él convulsaba en respuesta a unas agitaciones que parecían peligrosos. Según el dueño, la situación ya difícil había esetado empeorando.

"...Taiga. Deja eso. El Inko-chan se está volviendo loco."

"...Hm? De veras, tienes razón."

Por fin volteando, el montoncito blanco--o sea, la Aisaka Taiga, volteó y sacó su dedo de la pajarera. O por lo menos, así parecía.

"¿Eh? No lo puedo sacar."

...Tan torpe. Mirandole inclinar su cabeza, Ryuuji solo pudo dejar un suspiro.

"¿Qué pasa con eso, tu? No es tiempo de suspirar. Creo que de veras estoy atrapada."

Jalando su cuerpo pequeño para sentarse sobre la tapete tatami, la Taiga agarró la pajarera en una mano mientras trataba de sacar su dedo mientras gruñía de mal humor. El Inko-chan simplemente no le soltaba, mas bien se quedó agarrado valientemente del dedo de la Taiga's aun mas intensamente.

"Uwa...está usuando su lengua..."

Aun en la luz baja, el cabello de la chica estremecida, largo hasta la cintura, color castaño, hacía un contraste con el plomo alrededor. Llevaba un vestido de una sola pieza, cubierta de encaje, que cubrió ligeramente su figura delicada. Completando la apariencia con una sobrefalta blanca, el volumen elegante fue encantador--

"Oye, espere. ¿Para qué estás solamente mirando? Tu pájaro está portándose mal, entonces apúrate y haz algo, tu PE."

"P, E?"

"Perro estúpido. Lo dije de un modo mas suave que normal, entonces ¿por qué no muestres un poco de gratitud?"

Este aumento repentino de abuso verbal sacó su habilidad de aun hablar. Sin embargo, si no fuera por el lenguaje fuerte, la Taiga habría sido justo como una muñeca francesa viva.

En todo caso, sus ojos eran como joyas brillantes, sus labios pálidos eran como capullos de rosa silvestre, y su parecer bien ordenada era tan peligroso y tentadora como una entrampa pintado de leche condensada. Desafortunadamente, no había esperanza para ella,

"Agh, tan molestoso, gah!"

Con un sonido, la forma de la pajarera empezaba a torcer en su mano--Ella inevitablemente había nacido bajo la seña del tigre brutalmente violento. Su apodo era 'La Tigre de Bolsillo'...porque aunque era de poco tamaño, se podría comprar su ferocidad con la de una tigre.

Con eso dicho, no era como si el Ryuuji iba a perder en cuanto a parecer feroz. Él miraba severamente por las aberturas en su cabello que estaban en progreso de crecer. Tuvo un parecer hasta excesivamente peligroso, una mirada que desmintió de su personalidad. Aunque no había nada especial en cuanto a sus habilidades físicos, su aspecto salió como de increiblemente terrible, como lo de un jóven que podría volverse loco al ser superado por la negatividad.

Pero,

"N,n,n, no lo rompes! ¡No! ¡Con cuidado!"

En el caso del Ryuuji, solo parecía peligroso. Secando sus manos mientras fue para proteger el hábitat de su mascota de la tigre, se arrodilló al lado de la Taiga. Él trató de jalar a la pajarera, pero,

"Oh-ow-ouch!"

"Ah, lo siento."

El Ryuuji saltó hacia atras cuando la Taiga gritó con su dedo todavía atrapado. Probablemente sorprendido por el grito, junto con la estimulación ya presente, el Inko de repente mordió fuerta al punto del dedo de la Taiga.

"Eeeeeee~!"

Quizás por cuestión del dolor intenso, mientras soltaba aun mas gritos, logró sacar su dedo.

Así no mas, liberaron su dedo y quedaron desmayados en los tapetes tatami sin decir nada por varios segundos.

"...Eso dolió...Basta ya~...!"

Levantando su cabeza, la Taiga miró en la dirección de Inko-chan con ojos, aunque fueran un poco mojados por lágrimas, brillaban con el cuchillo filudo de un asesino. Quizás entendió la severidad de la situación.

"...Awawawa."

El Inko-chan miraba a la Taiga y se sacudió un poco e hizo un sonido. Con el estrés contenido a lo largo de su cuerpo, empezaba a dejar plumas en grandes paquetes. En su confusión, el Ryuuji abrazó la pajarera contra su pecho,

"Uwawa, Inko-chan se pone calbo, recógete, quédate tranquilo! Si te pongas mas feo, no sé si es que podremos vivor juntos ya, ¿sabes? No sé qué hará la Taiga ahora, entonces salgamos de acá.”

A la misma vez, la Taiga también se paró.

"Espere, ¿qué pasa con eso? No es como si me pondría seria en contra de algo como esa cosa Inko."

"Bueno, entonces, ¿por qué estabas haciéndote un puñete?"

"Es para que yo pueda darte tu castigo."

Mientras le forzaba hacia atrás hacia la pared, ella se agarró su puñete pequeño fuerte.

"¿Qué hice yo?!"

"Mi dedo! Duele, sabes!"

"¿Cómo pueda saber yo?!"

Persiguiéndole al Ryuuji, quien estaba huyendo mientras se agarraba de la pajarera, la Taiga dió una vuelta al cuarto cuando,

"Fugya~!"

Se cayó de cara, plana, sobre el tapete tatami. A través de la puerta corrediza parcialmente abierta, él pudo discernir algo blanco saliendo al suelo, de lo cual se tropezó la Taiga.

De lado, la naturaleza de aquella cosa blanca era,

"...¿Qué está es esto acá?"

Mientras sus ojos parecieron como su él hubiere vuelto loco y podría sacar un cuchillo, el Ryuuji bajo la pajarera y miró a lo que de veras era la pierna descubierta de su mamá. Para que sepan, el Ryuuji no se había enloquecido, sino que estaba confundido.

Con solo una pierna saliendo de su cuarto, que estaba separado por una reja delizante, la cabeza de la familia, Yasuko, había caido a un sueño profundo. Después de emboracharse sirviendo en Bishamonten-Kuni, la única cantina de mozas donde ella trabajaba, ella había vuelto para las seis de la mañana.

"Ah, ¿salimos despertándole?"

La Taiga, a pesar de ser tres veces afligida por egoísmo, una naturaleza torcida, y la vanidad, de todos modos mostraba buenos modales, cortésmente preguntando en voz bajada desde su posición en el suelo.

"Nah, todavía duerme."

Porsupuesto, el Ryuuji también bajó la voz, y agarrando de la pierna saliente, empezaba a empujarle de vuelto a su cuarto.

Como resultado,

"Mm…Hm, hua~…"

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Una voz coqueta y un poco nasal. Entonces,

"…Waaah!"

"Ah, ¿qué está mal?, ¿qué está mal?"

La dueña de esa pierna de repente comenzó a llorar. Vestida en los pantalones de gymnasia anteriores de su hijo, y una camiseta delgada suficiente que se veía su sostén de encaje negra, ella luchó, tirando sus piernas y brazos y sobando la superficie blanca del futón con la espalda de su mano.

A pesar de su portamiento patético, ella de veras tenía 33 años, una mujer quien jactaba de tener un busto necesitando una copa 'F'.

"Hue, huello omeletes de arroz frito~! El Ryuu-chan y la Taiga-chan se lo comieron solitos mientras durmía la Ya-chan! Waah~!"

"No seas ridícula; aseguré de guardar un poco para ti. Está envuelto para ti en la cocina, Lo pondré en la refrigeradora por ahora para que pudas ponerlo en la microondas y comerlo cuando te despiertes."

"...¿Escribirás ‘YASUCO’ sobre ello con salsa de tomate?"

"No estoy escribiendo nada. Solo se malogrará una vez que lo envuelve. De todos modos, es ‘YASUKO’."

"...Ooh...Ya-chan, estoy todavía cansada, entonces por favor no me digas cosas difíciles..."

Cayendo sobre su almohada con un golpe chistoso, la madre soltera (por circunstancia) Yasuko pronto comenzaba a hacer los ligeros suspiros del sueño. Ganaba un buen sostén a pesar de ser sin esperanza en cuanto a mantener su propia casa, pero aunque tuve una personalidad suave y gentil, los tornillos de su cabeza estaba poniéndose ridículamente sueltos... Cada día su hijo Ryuuji gastaba un tiempo tratando de ayudar a su mamá mantenerse la mente. Sin mencionar, cuando la Yasuko estaba en su tercer año del la escuela media,

"El resultado de mi examinación de matemáticas era 17~. Mi maestro principal quedaba sin palabras, y salimos mirándonos el uno al otro de asombro hasta que terminó el día~."

...O por lo menos él oyó.

A pesar de todo eso, por la actualidad, la vida en la casa Takasu, mas bien que caerse al bancoroto, había seguido prósperoso. Con la Yasuko como el apoyo principal, el Ryuuji a cargo de los quehaceres de la casa, la mascota Inko-chan, y,

"Ouch... Me raspé la barbilla. Seriamente, esta casa es demasiada chica para comenzar. Oye, Ryuuji, ¿harás sashimi para la cena? No tiene nada que ver, pero ese choque ahorita me hizo pensar en ella."

"... De veras no tiene nada que ver..."

"¿Qué? ¿Estás diciendo que no puede tener nada de sashimi?"

Mirando al Ryuuji enojada con sus ojos bien abiertos, mientras sobaba la mandíbula había una tigre con un temperamento salvaje. Aunque no estaban de veras viviendo juntos,

"... Habrá una oferta de atún delante de la estación para las cinco, si me acuerdo correctamente."

"Bueno, quiero ir de compras también, entonces recójeme a las cuatro cuarenticinco. Vuelvo a casa."

"¿Eh? ¿Estás saliendo?"

"¿Tendrás una queja?"

Durante el descanso de clases, ellos habían estado juntos todo lo largo del día. Había ido de compras juntos. Aunque era natural que no quedaba las noches, ellos de todos tomaron una siesta lado a lado después de cenar hasta tarde de la noche cada día. En cuanto a vivir juntos casi constantemente, era mas que nada una cuestión de conveniencia. Sin embargo, el Ryuuji seguía emitiendo palabras sin direcciónk a la espalda de la Taiga quien estaba parada delante de él.

"¿Para qué vuelvas? ¿Tendrás algo que hacer? En todo caso, estabmos de vacaciones, ¿no? Entonces, ¿no está bien todavía?"

Él hablaba tratando de demorarle por aunque sea un poquito mas de tiempo. Moviendo su cabello al lado como si fuera una molestia para ella, la Taiga le dió una mirada fría.

"¿No eres tu la única persona quien está libre? Necesito lavarme la ropa ya. El clima está bien ya."

"¿Lavandería? Es por solo apretar un botón, ¿no? La lavadora de ropa de tu casa también funciona como secadora, y es automática, entonces ¿porque estás diciendo que tienes que volver a casa?"

"Che," La Taiga sonó su lengua, irritada, mirando enojada como si de veras quisiera matar la molestia que no quería sacarse de su camino.

"Agh, ¡qué depresionante! ¿Qué en este mundo estás diciendo?! Si haya que quieres decir, entonces dilo ya!"

Casi con dolor, el Ryuuji dijo de voz baja,

"...¿Q, quieres ir a la restaurante familiar conmigo...?"

"¡Eso otra vez?!"

En un instante, la irritación de la Taiga se puso aun mas fuerte. Todavía, el Ryuuji no cedió por solo eso,

"Está bien si solo estás haciendo así tanto, ¿no?! ¡No puedo ir solo! Solo hoy, dijiste que mi omelete de arroz frito era tan bueno que te hice uno, ¿no es así? Y encima, exactamente cuánto tiempo piensas que voy ayudarte con tus problemas constantes con el Kitamura? ¿Por qué no puedes ayudarme a mi un poco?! Eso sería bueno, ¿no?!"

"Carambas, cállate ya! Simplemente cállate! ¡Deja!"

"¿De qué?!"

En medio de la discusión sin sentido, desde detrás de la puerta deslizante vino un “Oo, ooh” -- Sufriendo una resaca, la Yasuko dejó salir un gemido. Los dos se pusieron quietos al instante.

"... Supongo que no se puede evitar. Seriamente me basta ya."

La persona que se rindió por fin era la Taiga.

"Tu estás pagando, ¿entiendes? Y cómprame una revista mas tarde. Estoy enferma de hablar contigo ya."

Fingiendo escupir de malos modales con un sonido ‘pe’, o por lo menos parecía así, la Taiga habló su mente. No obstante, el Ryuuji señaló con su cabeza como un hombre, sin quejar. Si ella iba a acompañarle al restaurante, entonces este tipo de reembolso era un precio pequeño que pagar. Porque ese restaurante familiar era--


* * *


"¡Ahí estás! ¡Un pedido!"

Un parfait de yogurt apareció delante de los ojos de la Taiga, resonando al ser colocado delante de ella.

"Es un secreto, pero este es un Especial Taiga, con helado vainilla de más. No les digas a los demás clientes, y provecho~"

"¿Está bien esto, Minorin? ¿No te van a regañar por esto?"

"Estoy diciéndote que está bien, está bien, entonces relájate! O sea, has estado viniendo casi todos los días este temporada de feriado. Es lo menos que pude hacer! Y entonces Takasu-kun, ¿te puedo servir algo? Recomiendo el parfait de te verde, o si no quieres nada dulce, entonces algo como papas fritas. Te serviré con super-servicio."

"Ah, no, yo..."

Al enfrentar esa sonrisa maravillosa, el Ryuuji solo pudo indicar con sus brazos, ni pudo hacerse levantar la vista de su café. Eso dicho, sus ojos ni estaban abiertos.

Era demasiado deslumbrante.

Vestida como moza paraba la Minori Kushieda.

Llevando su cabello sedosa en un cola de caballo, su cuello delgado y brillante estaba expuesto. Un vestido de una pieza, de color anaranjado pálido, cubierta por un mandil de blanco puro, su uniforme era simplemente demasiado simpático. Aun su busto que de normal no se veía para tanto empujaba contra la tela delgada, y su sonrisa brillante tenía atraía como un durazno no completamente madura.

Cara bajada para tratar de esconder su cara sonrojado, él desesperadamente evitaba contacto de ojos con su amor no correspondido de un año ya. El quiso miraro, pero no pudo, o mas bien, no pudo hacerse mirar. Era la contradicción de un hombre enamorado.

"Quizás no lo querrán escuchar, pero van a seguir insistiendo que no están saliendo juntos aunque los dos han estado viniendo acá para té casi todos los día de la vacación? Los dos son una pareja, ¿no es así?"

Solo había una respuesta a ese tipo de pregunta,

""No, absolutemente no.""

Hablaron en coro mientras sacudieron sus cabezas.

"¿De veras?"

"De veras."

Mirando de un modo cuidadoso, como si fuera chocada, la Taiga miraba arriba a la cara de su amiga mejor, lo cual estaba llenada de bondad y no tenía ningúna seña de malicia.

"Minorin, has estado trabajando acá casi todos los días durante de esta vacación, pero eso no quiere decir que estás saliendo con el jefe o algún viejo de la cocina, ni nada semejante, sabes. Para nosotros es lo mismo. Aunque tu dices que estamos juntos, eso no quiere decir que somos una pareja ni nada tal."

"...Hay un salto en ese lógico, ¿no?"

"Lo que dice la Minorin falla igual entonces."

Había llegado a ser mas o menos oficial que 'El Takasu y la Aisaka no son una pareja', sin embargo aun ahora, la Minori tomaba cada oportunidad para levantar sus sospechos en forma de broma. Pero al Ryuuji, quien llevaba un amor secreto y sin cumplir para la Minori, era demasiado cruel para ser una broma.

"Si, si, entiendo en cuanto a hombres viejos."

"¿Justo de cuáles viejos estás hablando?"

"Porque no funcionaría con ninguno de los jefes de las tiendas; no funcionaría con él de la tienda shabu-shabu donde trabajo unas horas cada otra noche, ni con él de la tienda karaoke, ni él de la tienda de conveniencia donde trabajo en la mañana. Entonces supongo que mas o menos de ese modo, no funcionaría entre la Taiga y el Takasu. Eso es lo que quieres decir, ¿no? Bueno, tengo que volver a trabajar."

"... ¿De qué modo es eso tiempo parcial?"

Sin pensar, las palabras se escaparon de su boca por accidente. Cual espontaneo que podrá haber sido, el Ryuuji de todos modos se felicitó por haberlo hecho.

"Quizás tendrás la razón, pero probablemente es porque estoy ahorrando. Además, aunque estamos a mediados de una vacación, de todos modos tengo las actividades de los clubes. Según el capitán, no podemos jugar no mas."

El Ryuuji no pudo contestar eso. Mas bien, las persona que mantuvo la conversación activa era la Taiga.

"Has estado trabajando demasiado, a menudo. Con toda la plata que has ganado, ¿habrá algo que de veras querrás?"

"Porque tengo el tiempo, necesito seguir trabajando. Es una manía de servir."

"...Q, ¿qué es eso?"

"Es ser refrescado por trabajar. Bueno, les verá otra vez mas tarde!"

Dejándoles con esa frase misteriosa, la moza (francamente hiperactiva) Minori se dirigió hacia la cocina. Después que los dos le vieron salir,

"Cuán admirable... No es solamente que ella es simpática, pero que también es diligente. Completamente distinta de ti."

"...¿Qué?"

"Bueno, te levantas en la tarde, vienes a mi casa con tanto tu cabeza como tu ropa un disórden completa, mendigas un almuerzo, y entonces sigues de floja mirando al televisor, mendigas una cena, y te quedas portándote exhausta hasta bien de noche, y entonces vuelves a casa, ¿no es así? Cuán no productivo."

La Taiga se levantó la cabeza de repente.

"Es feriado, entonces está bien, ¿no? Y no es como si fueras algo distinto. Además, ¿no estás olvidando de algo importante? He estado haciendo el esfuerzo de venir acá para tu bien, ¿no? En realidad, eso debe ser la cosa mas importante para ti."

Ella le atacó con su chucharita de postre.

"Ugh... Has tirado un poco a mi ojo!"

"Aunque estoy de vacaciones, ¿no es mas como si haya estado malgastando mi tiempo contigo? ¿No lo entiendes? ¿Hm?"

Mostrando mas desprecio que enojo en sus ojos, la Taiga hablaba arogantemente.

"Debes estar satisfecho con tanto. Como estoy acá solo para que puedas ver a la que quieres. Pero sabes, no es lo mismo para mi. No hay nadie que esté de bondad apoyando mi amor de ese modo."

"...¿Por qué estás hablando tanto de rodeos? No es como si fuera mi culpa que no has podido ver al Kitamura. Yo de verás traté de ayudar, ¿sabes?"

"..."

"¡No empieces de no hacerme caso a mediados de la conversación!"

"¡Cállate!"

Diciendo lo que le daba la gana, y entonces de una vez callándose, los ojos de la Taiga estaban ahora pegados a una revista de chicas que había comprado en la librería en el camino de venir. Aunque él no estaba de acuerdo con lo que ella dijo, él solo pudo recibir los críticos inevitables junto con su cafe negro.

Hablando de lo cual, él absolutamente no tuvo la culpa. Se acordaba la tarde del primer día de vacaciones.

Al ser molestado por la Taiga, él había llamado por teléfono al Kitamura, su buen amigo y también el objeto del amor sin cumplir de la Taiga. Sabiendo que el Kitamura tendría por lo menos tres días sin actividades del club de beisbol en lo cual estaba él y la Minori participaban, la Taiga hizo que el Ryuuji le preguntara de sus planes por esos días. Eso dicho, la Taiga completamente faltaba del coraje para preguntarle al Kitamura por si misma, entonces hizo un plan donde el Ryuuji prometería encontrarse con el Kitamura y entonces ella fingiría encontrarse en el camino por accidente.

Pero, solo había una respuesta cortante a la llamada telefónica hecho próximamente por la Taiga nerviosa, "Carambas, ¡es tan horrible! Quería por lo menos un día para salir y jugar, pero con todo que ver con la casa y con el consejo de estudiantes, ¡estoy completamente ahogado!" --- No importaba con qué manera uno lo miraba al asunto, no había un tiempo bueno. No había ninguna manera que él podría haber hecho con la situación.

"... Tu no podrías aun hablarle si lo fueras a ver de todos modos."

"..."

Mirando arriba sin de veras hablando, o aun cambiando su expresión, solo se movieron sus labios mientras la Taiga apenas suspiraba a si misma: Ve. Al. Infierno.

"... No hay modo... ¿Cómo me vas a mandarme?..."

"¿Escuchaste eso? Serán buenas tus orejas."

Con una sonrisa malévola, ella dió al Ryuuji una mirada mas apropiada para una diabla que una tigre.

En esa situación, el Ryuuji no pudo evitar pensar:

Justo para qué estaba pasando todo su tiempo haciendo planes con ésta cuando solo le trataba de ridículo y le menospreciaba.

"Ah~!"

--Un grito corto de la Taiga interrumpió sus pensamientos.

"Aaah! ¿Qué demonios estás haciendo, tu, torpe!"

A pesar de ponerse de pánico un poco, el Ryuuji se paró con un tejido en la mano antes de arrodiarse como un sirviente al lado de donde estaba sentada la Taiga.

Un poco de la salsa de arándano había caido fuera de la boca de la Taiga y se derramó sobre su vestido cerca de las rodillas. Él tuvo que terminar de limpiarlo antes que pudo remojar al encaje blanco.

"Aww, mi culpa... ¿Se lo manchó?"

"No, está bien. Si lo cuidemos debidamente cuando volvemos, debe quedar bien."

Remojando al tejido en una taza de agua, él rápidamente pero nerviosamente sobaba al vestido de la Taiga mientras ella gemía lastimosamente. Al fin, él pensaba que el vestido costaría mas que veinte veces lo que costaba su propia ropa de calle. Aunque no fuera de él, él nunca podría dejarse tocar cosas costosas con menos que el cuidado máximo. Aunque estaban discutiendo hasta el momento anterios, eso no era el asunto. Porque cuando él notaba algo mal, siempre se metía de cabeza --- Si, así es. Justo como en esta situación.

Parecía como si siempre estuvieran así, él y la Taiga. Mientras él seguía con la limpieza de emergencia, el Ryuuji sin darse cuenta evitaba contacto de ojos.

La única razón que los dos estaban aún juntos era porque los dos estaban enamorados del amigo del otro. Ese hecho llegaba a conocerse después de un evento de coincidencia, y no mucho después se nació esta alianza extraña.

Taiga, quien había vivido solita, de repente comenzaba a contar con la ayuda del Ryuuji para sus necesidades diarias y Ryuuji, quien de naturaleza amaba los quehaceres de casa y limpieza por lo general, no pudo rechazar sus demandas. Como consecuencia, la cosas seguían progresando poco a poco hasta que eventualmente, ellas habían caido al modo de vivir un poco complicado, la situación del momento sirviendo como un ejemplo.

Ella es tan torpe.

La chica feroz, conocida como la Tigre de Bolsillo tuvo un otro lado sorprendiente; en otras palabras, ella estaba simplemente la persona mas en peligro de accidentes que cualquiera otra persona que él había conocido, entonces salió que no podía levantarse los ojos de ella ni por un momento. Cuando él la dejaba andar solita, sin fallar caería varias veces al día. Si ella estaba detrás de él, él saldría mirando de reojo, o si estaba usando una llama de fuego, él tendría que llamarle. Si él no los preparaba, ella aun andaría sin comer. Su condición física deterioría. Ella estaba tanto sin esperanza que él sentía como caminar con ella todos los días para que no hiciera nada absurdo.

Además de eso, ¿qué mas podría decir? -- Él había salido testigo de su una-vez-en-la-vida fracaso de una confesión de amor. Sorprendentemente, él también describrió que ella era una llorona.

Las cosas andaban bien por lo general, pero aunque el Ryuuji y la Taiga comieron juntos, fueron a la escuela y aun hicieron compras huntos, no había nada de cariño mutuo en la relación extraña que se había desarollado.

Si le fueran a desafiar, el Ryuuji solo podría pensar en una sola razón de mas por el hecho de que estaban juntos. Eso sería que él era un dragón, y la Taiga una tigre --- juntos formaron un juego completo, o algo así.

"Ah!"

Unz vez mas, una gota derramada, color de arándano, cortó los pensamientos del Ryuuji.

"... Se un poco mas cuidadosa. Y de todos los lugares posibles, ¿por qué la gota segunda siguió la primera? Buena cosa que cayó sobre tu dedo."

"Callete ya, no es como si lo hiciera a propósito. En primer lugar, no te pedí que lo limpiaras ni nada."

"¿De qué tonterías estás hablando ahora? Si lo dejara solito, entonces ¿podrías removar la mancha tu misma? No podrías, ¿correcto? Tendrás que saber, no estoy haciendo eso para tu bien, sino para el bien del vestido."

"¿Qué? Ya veo. Si te guste tanto, ¿por qué no te lo de? Entonces podrías ponertelo, este vestido."

De todos modos... ahora, ella estaba poniéndose cada vez mas maliciosa.

Aun así, él no pudo aguantar mirar que ropa tan cara sea manchada, entonces mientras hacía una cara como de en triple reo recibiendo una sentencia de diez años (quizás con una medida de molestia), él no le hizo caso y se sumergió en sus esfuerzos sin esperar. Entonces,

"Ah."

"¿Hiciste algo mas ahora?!"

Aunque el Ryuuji miró hacia arriba instintivamente por el ruido sin cuidado que la Taiga dejó salir,

"Eso no lo es... Esta cosa simpática, lo voy a comprar. Definitivamente lo voy a comprar."

La Taiga estaba murmurando mientras levantaba la página en la revista por su costado.

"¿Estás malgastando tu plata otra vez? Por cuánto tiempo mas quedarás comprando estás cosas livianas, llenas de encaje y aire, todos tan parecidos los unos a los otros? Bueno, ¿cuál es? ¿Cuánto cuesta?"

"Ya me basta, eres demasiado ruidoso! ¿Piensas ser mi mamá o algo?!"

"Saldré siendo la persona que tendrá que organizarlos, entonces tengo el derecho de chequear primero."

El Ryuuji se levantó y se sentó al lado de la Taiga tempestuosa, mirando rápidamente a la página que ella estaba mirando mientras estaba cerca. Él pasó el otro día fránticamente poniendo en órden la ropa cara que estaba rebalsando del ropero en el dormitorio de la Taiga, afortunadamente las cosas estaban todavía puestos de una manera sensible. Él debe de tener el derecho de restringir sus gastos frívolos. Y entonces,

"...¿E, ésta? Ésta es... Justo cómo se puede...?"

Él puso su cabeza chueco sin pensar. En la página que tenía lo que la Taiga dijo que definitivamente compraría, la modela llevaba un par delgada de bluejeans que mostraron sus piernas largas mientras se puso de un modo bonito. No era nada de encaje, ni de aire, pero--

"... Aunque estoy diciendo esto para tu propio bien... si fueras a llevar esto, sería una tragedia."

En todo caso, la Taiga era apenas 140cm de alto. Debería haber sido fácil ver que ella no tenía ese tipo de piernas largas, sin embargo,

"...Lo que quiero es esta bolsa!"

"O, o... ¿Eso es lo que querrías decir?"

"Bueno, lo siento que mis piernas son tan cortas."

Mientras su voz resonaba de una forma extraña que contradijo su tono de calma, el Ryuuji sin pensar empezaba a retroceder, preparándose para escapar. Los ojos de la Taiga se pusieron mas cerrados de enojo mientras los bordes de su boca movieron hacia arriba como si estuviera sonriendo.

"Espere ya, aguántate, quédate tranquila... Estamos en el trabajo de la Kushieda... Um, estamos en el palacio."

"¿Qué es eso?! ¿Me estás bromeando?! ¡No voy a aguantar ese tipo de actitud de ti! Si entendiste que hablaste mal, entonces ¿qué tal si pidas disculpas primero?!"

La Taiga frunció la nariz ferozmente -- Pareció que su chiste extraño había fallado por completo. Eso sí fue malo. Ella estaba seriamente enojada ahora. Porsupuesto, él de veras quiso pedirle disculpas rápidamente, pero,

"Guh.."

"De todos modos, tengo piernas cortas! Pero, ¡eso no ha molestado a nadie mas antes!"

Agarrándole por la nuca del cuello, ella comenzaba a sacudirle violentemente. No pudo hablar. De hecho, ni pudo respirar. Desesperadamente luchando y pateando la mesa sin verguenza, el desperadamente trataba decirle "Me rindo!", nada mas.

En ese momento, fue repentinamente soltado de las garras de la Taiga. Habiendo sido soltado, el Ryuuji se cayó al asiento tozeando mientras trataba de recobrarse.

"O, oye... ¿Estabas tratando de matarme?! ¡Seriamente!"

"…Wa, wa, wa…"

Destraidamente, con su boca parcialmente abierta, la Taiga parpadeó de sorpresa. Pareció que por fin se había dado cuenta de que estaba demasiado violenta, el reconoció sinceramente.

"Eso es correcto, estuve chocado sabes. Espero que ahora entiendes, esta experience ayudará de prevenir que ahorques a alguien una segunda vez..."

Mirando de mal ojo, pero intentamente al Ryuuji, la Taiga indicó a la página de la revista que estaba mirando, diciendo "Mira, mira!"

"... Ya te escuche decir que quisiste esa bolsa."

"¡No eso! ¡Ésta! ¡Esta persona!"

Al punto de su uña, pintada al color de las flores de cerezo, estaba la mujer hermosa con sus piernas cruzadas elegantemente -- no, la cara sonriente de una chica hermosa. Delante de un fondo negro (lo último de moda), ella estaba llevando una camisola que debería de haber costado varios cienes de dólares y un bluejean aun mas caro mientras su cabello ligeramente ondulado se llevaba por el viento. De veras era una modela bien bonita, pero como era modela, solo se esperaba que fuera bonita. No parecía nada fuera de normal en cuanto a la página.

El momento que trató de preguntar qué quiso decir ella, ella le agarró la cabeza.

"Owowow!"

Y así no mas, su cabeza fue volteado casi 180 grados para ver detrás de él.

"…Oh."

Sin pensar, él soltó una exclamación parecida de sorpresa.

Una cliente recién llegada que estaba siendo sentada por una moza no muy legos de donde el Ryuuji y la Taiga estaban sentados.

No era solamente la Taiga y el Ryuuji que estaban mirando a ella tampoco. Volteándose para ver y suspirando calladamente, casi todos los clientes dentro de la tienda relativamente ocupada estaban mirando hacia ella a escondidos.

La primera cosa de que se dieron cuenta era de cómo su cuerpo delgada dió la impresión de un cervato. Ella no parecía especialmente alta, pero por cuestión de una cabeza relativamente pequeña, salió bien balanciado.

Su cabello era bien cuidado, hasta parecer seda. Pero mas bien que parecer demasiado, se descansó ligeramente sobre sus hombros de una forma mas o menos alegre.

Llevando grandes lentes oscuros al estilo Hollywood sobre su cara pequeña como una niña, ella caminaba con una elegancia perfecta. Sus pies delgados fueron vestidos con sandalias con taco, y parecieron como escultura acabada.

Aunque ella estaba llevandose solo bluejeans, sus piernas largas (no Japonesa normal) acentuaron su estilo de chica mas que cualquier vestido podría. Con una bolsa de marca colgada de su hombro, y su piel de blanco pulido, era fácil ver que no era alguna amateur.

En corto, una belleza verdadera. Había una hermosura sobrepoderosa que uno no podía dejar de notar. Cuando ella removió sus lentes oscuros, casualmente, la tienda fue llenada por una variedad de reacciones.

"Oooh…"

Aun Ryuuji suspiró y miraba ferventemente sin pensar. Como si una neblina hubiera sido levantado de sus ojos, su buen aspecto se quedaba revelado.

Era una maravilla que un par de ojos tan grandes podiera quedar en su cara pequeña. Su cara sin mancha fue colorado una rosada elegante. La diferencia entre su expresión sin preocupación y su estilo cuidadosamente refindado fue aun mas agarrador.

Parecía encandatadora pura, por completo. Ella en gentil, calma y tenía gracia. Definitivamente como una ángel, bajando benévolamente sobre este restaurante familiar para compartir su aura brillante con las gente alrededor. Él casi esperaba que habría un aureola sobre su cabeza.

Y no importaba cómo mirabas a esa cara hermosa.

"...Esa persona, ella es..."

"...Sí..."

La mismísima persona, la bella de la página que la Taiga estaba indicando antes.

"...Ella es una modela..."

Ryuuji suspiró profundamente; era la primera vez que había visto a alguien y pensaba automáticamente, 'Modela'.

Aunque en la revista había parecido normal, en la realidad parecía de veras simpática.

"Esa chica, su nombre es 'Ami Kawashima'. Aun estaba en la cubierta de la revista unos meses atrás."

Mas animada que normal, la Taiga le dijo casi con orgullo.

"¿Está bien seo? ... Haa... Y, yo creo que quizás he llegado a ser un fan --- Ami Kawashima-san ... ¿Por qué estará en un lugar tan aburrido como este...?"

"Su mamá, ella es Anna Kawashima, la actriz."

"Ooh~ ... ¿No la vi la otra noche? ... [Izu es un Buen Lugar para Homicidio - La Tentación de los Fuentes Termales 'Capibara' - La Gran Investigadora de Homicidios, Reiko Yuuzuki - Volumen 4' ... También es la hija de ese Reiko Yuuzuki ... Ahora que lo menciones, puedo ver la semejanza. OK, voy a tomar una foto con mi celular."

"Deja ya, o me voy a enojar."

"¿E, es así? ... De todos modos, calmémonos por ahora. Me puse demasiado animado."

"Eso no es digno."

"Oye, estabas poniéndote animada también."

Sentados lado a lado en el mismo asiento, los dos tomaron unos alientos profundos.

"Bueno, de todos modos... vimos algo bueno, ¿no?"

"Será la única cosa que me acordaré de esta vacación."

Mientras asintieron de acuerdo, los dos se levantaron sus tasas respectivas a la vez, la del Ryuuji llenado de cafe, y la de la Taiga con te y leche, simultáneamente las levantaron a sus bocas para tomar.

"Yuusaku~! Tío, Tía, hay un asiento por acá~!"

"Oh!"

""Guah!""

A la misma vez, ellos botaron sus bebidas violentamente. Asfixiados y tociendo juntos, los dos casi se desmayaron... Eso porque la modela hermosa apareció de repente delante de ellos, llamando a alguien con quien los dos eran bastante familiar.

"Q, q, qué... ¿Por qué?!"

"Ki~, Kita~, Kitamu~, Kitamura-kun?! No hay modo, ¿por qué? ¿Qué está pasando?!"

Con el Ryuuji contra la mesa como una pieza de papel temblando, y la Taiga girando como una pulpa bailarin, en algún momento sus brazos se habían entrelazado.

Entonces fueron vistos los dos.

"¿Hmm? ¿No serán el Takasu y la Aisaka? ¡Qué inesperado! ¿En qué tipo de desórden se habrán metido? Olvídese de eso, parece que los dos se llevan muy bien, ¿no es así?"

Yuusaku Kitamura, quien acaba de entrar al restaurante, les saludó, pareciendo como siempre mientras se acercaba. Bien asustado, la mirada como cuchillo del Ryuuji se puso aun mas filudo, y la Taiga, quien estaba ahogándose en una inundación de emoción, quedaba completamente confundida. Mientras tanto, sin darse cuenta de su situación,

"Parece que la Kushieda trabaja acá de tiempo parcial. ¿Acaso la habrán visto?"

El Kitamura simplemente siguía alegre.

"Bueno, la vimos, pero ... ¡Esto no es lo que parece!"

Pareciendo como el monje fiel defendiendo al Monte Hiei, el Ryuuji se movió un poco mas cerca a su amigo optimista.

"Tu, justo ¿qué está pasando acá?! ¿Qué pasa con esto...?"

"¿Qué? Ah, tienes razón. Esta es una buena oportunidad para presentarte. Estos son mis papás. Takasu, lo mas probable es que hayas conocido a mi mamá cuando estuvimos con las conferencias de padres, maestros y estudiantes."

Aunque fue un poco rudo mientras los padres del Kitamura estaban haciendo venias y pasando por todas las formalidades.

"¡Te equivocas! ¡Eso no es lo que quise decir!"

No pudo prevenirse de sacudirse la cabeza violentemente.

"No en cuanto a ellos, pero, bueno, bien mire, eso!"

Con una variedad limitada de expresiones de cara, el Ryuuji trataba de expresar su problema a su mejor amigo a través de pantomime de cuerpo completo. No obstante,

"¿Cuál es el problema? ¿Yuusaku?"

"Oh, solo estuvimos presentándonos los unos a los otros."

---Las cosas solo andaban peor.

La causa de la agitación del Ryuuji y de la Taiga estaba acercándose ella misma. Casi parecía que estaba rodeaba de lucicitas que brillaban, y emitía una fragrancia atractiva.

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"Ella, ella es Ami Kawashima. Aunque no parezca así, ella antes vivía por acá. Antes que se mudó, ella era mi vecina. Supongo que podrías llamarle mi amiga de niñez."

"¿Qué quieres decir por 'aunque no parezca' ?"

Aun mientras sonreía, ella se puso la cara chistosa y jugando, le dió al Kitamura una mirada mala como una chica normal. Todo pasó justo delante del Ryuuji. En la realidad. En espacio de tres dimensiones.

Era una situación extraordinaria... sin embargo el Kitamura parecía completemente tranquilo.

"Es una manera de decir. De todos modos, ellos son mis buenos amigos Ryuuji Takasu, y Taiga Aisaka."

Sentados justo al lado el uno del otro, en el mismo asiento y pareciendo como alguna combinación extraña chico y chica, fueron presentados a una ángel. La ángel que era Ami Kawashima les saludó mientras se quedaba sonriendo y riéndose de una manera simpática.

"¿Cómo estás? Me llamo Ami, y es un placer conocerles!"

Abiertamente y con gracia ofreció sus dos manos.

El Ryuuji miraba a sus manos hermosos... Mas como hipnotizado, él ni pudo entender el significado de su acción, y se puso tan tieso como un roboto. Entonces,

"Oye, te doy la mano. Cualquier amigo del Yuusaku es un amigo mio, sabes."

---Su mano se derritió. Las palmas de sus manos comenzaban de sudar.

"…A, ah, a."

Porque la Ami Kawashima había levantado la mano del Ryuuji que estaba descansando sobre la mesa y estaba agarrándola entre sus dos propias manos. Sus manos eran frescas, de un modo buena, y donde tocaba su anillo suavemente, era aun mas fresca...

"Eh, hm, esto no será...?"

Rápidamente soltando la mano del Ryuuji estupefacto, sus dedos delgados ahora estaban indicando la revista de la Taiga, la cual estaba todavía abierta sobre la mesa. Entonces,

"Kyaa!"

Un grito exquisito. Avergonzada, la Ami tomó la revista y la agarró contra su pecho, y entonces se encogió los hombros como si estuviera avergonzada. Aun mientras ella se abrazó fuerte de la revista para esconderla, y se mantuvo su cara pequeña dirigido hacia abajo, sus ojos se dirigieron arriba con un luz brillante y comenzaba a hablar de baja voz.

"No hay modo...! Una coincidencia tal... ¿por qué?! ¿Podría ser?... Ah, no hay modo, ¿ya has descubierto? Que soy... esto... o sea, que yo aparezco en esto... que tengo un trabajo tal..."

Ella parecía temblar con verdadera confusión... ella quedó así por unos segundos. '¿Qué está diciendo ella?', pensaba el Ryuuji, un poco sorprendido.

Era bien obvio que aun sin ver alguna revista, que cualquiera persona pensaría de una vez 'modela' o 'persona famosa' solo por verla. Él no entendía por qué ella actuaba como si fuera necesaria mantenerlo secreto. ¿Era posible de veras que la Ami no se daba cuenta de justo cuán excepcionalmente simpática que era?

El logró esprimirse una respuesta que expresó lo que estaba pensando.

"Bueno... Si yo te mire, la impresión que recibo... es la de una modela, entonces..."

El lo dijo bastante rudo, pero era lo mejor que el Ryuuji pudo hacer. Todavía,

"¿Qué? ¡Eso tiene que ser una mentira!"

Totalmente incrédula, la voz de la Ami se levantó, sus ojos se abrieron mas, y se puso la cabeza de lado.

"¡Es que no soy así nada! Ni tengo puesto maquillaje, y esta ropa me lo tiré no mas... ¿Justo qué parte de mi apariencia humilde es algo como la de una modela?"

En otras palabras, de veras no daba cuenta nada, esta ángel. Tan inocente, o quizás la palabra mejor sería pura.

"Mire no mas, mi cabello es un disórden tal porque no me pasé el cepillo cuando me desperté, y lo dejé así y vine de todos modos, ¿no es así? Maravillo por qué... ¿No es extraño?... Simplemente no entiendo..."

Mientras miraba a su cara preocupada, el Ryuuji comenzaba a entender, mas o menos. Para una persona quien nació naturalmente hermosa, debe ser que no entiende cuán hermosa, fuera de normal, que es. Definitivamente. Quizás será la razón que está tan pura. También, esa pureza justo la hizo aun mas hermosa... Mientras él pensaba destraidamente en eso,

"Ah!"

De repente la Ami puntó su dedo a la nariz del Ryuuji.

"Justo ahorita, pensabas 'Ella es una cabeza de aire', ¿no es así?"

"Eh…?"

Delante de los ojos agitados y rígidos del Ryuuji, la Ami se infló la cara y le miraba con ojos que le probaban. Él definitivament estaba pensando la palabra 'natural', pero el significado implícito era distinto... Bueno, en la realidad, podría aplicarse, por lo menos en este caso.

"Tu sabes que quiero decir, ¿no? Tu pensabas eso, ¿no?"

Porsupuesto, las pupilas de la Ami estaban temblando con un poquito de sonrisa, y siendo guiado por esa moción, él, sin pensar, salió cabeciando que sí.

"¡Lo sabía!"

Dejando salir un sonido dulce 'Aah', la Ami torció sus labios en una forma de mala cara.

"Siempre me dicen eso. Como, 'La Ami de veras es una cabeza de aire, ¿no?', dicen. Me pregunto por qué es así, porque aunque no soy así nada, todo el mundo queda diciéndolo... Después de todo, supongo que aun Yuusaku piensa de mi de ese modo. Con una cara molesta supongo."

"Eso simplemente no es la verdad."

Apenas tocando la tema, el Kitamura sonrió con un poco de pena, y se encogió los hombros. Entonces, habiendo decidido que había esperado suficiente, entonces ligeramente impujó a la Ami de la espalda.

"Bueno, volvamos a nuestro asiento. Estamos previniendo a papi y a los demás de pedir su comida."

"Ah, de veras! Eso no está bien, hemos estado haciendo que Tío y los demás esperen, ¿no es así?"

Él señalo un pedido de disculpas hacía el Ryuuji y la Taiga.

"El Takasu y la Aisaka estarán acá por un rato todavía, ¿no? Solo estaremos cenando con Papi y los otros antes de volver a casa, entonces hablemos un poco mas después."

"Ah, seguro."

"Nos vermos mas tarde, entonces!"

Señalando con su mano antes de volverse, la figura de la Ami era extremadamente bonita -- como una ola poderosa del mar. Sin embargo, como la ola, parec[ia que ella seguiría con su propio curso.

Mientras observaba a su mejor amigo y la Ami salir, el Ryuuji se sentó hacia atrás en su asiento como si fuera exhausto. Él les seguía mirando hasta que los dos llegaron a su asiento.

"Ah..."

Todavía delirio, él suspiró quizás la milésima vez.

Aunque es una persona tan hermosa y su mamá es una actriz, ella queda todavía tan pura y no pretenciosa. Perfectamente limpia al corazón, tanto que ella no se podía considerar bonita nada. Ella era quizás un poquito cabeza de aire, pero aun eso era algo simpático. Que existiera una chica tal en este mundo... ella era simplemente perfecta.

Había tanta diferencia de la Taiga, de mal estado, quien de cierto bastaba de bonita pero tuvo un genio tan peor que normal que era depresionante. Era un malgasto de tiempo para aun tratar de compararlas.

"...Oye, en cuanto a la Ami Kawashima, aunque es una persona famosa, parece una buena chica de veras. Aunque tiene una cara bonita, todavía tiene una personalidad amistosa... Sabes, no sería de mal que aprendieras unas cosas de ella. Como ella y el Kitamura son amigos desde su niñez... ¿No piensas, Ta..."

"..."

"...Tai, ga?"

Asustado, el Ryuuji rápidamente se alejó de ella. Así no mas, pero como si fuera nada, él salió del asiento donde estuvo y se cambio al asiento al otro lado de la mesa.

No se había dado cuenta de su descuidado, pero al lado de él, había una tigre gruñiendo silenciosamente. Él había pensado equivocadamente que su presencia se había puesto anormalmente débil, pero --- mas bien que eso, era mas como un predator se esconde mientras va siguiendo su presa.

Aunque ella quizás se puso una apariencia débil, ahorita era como si hubiera una masa de intento sanguinario radiando del cuerpo de la Taiga y envolviéndole. Con su cara pequeña y bonita pareciendo como una máscara 'Noh', ella comenzaba a torcer sus labios como una fiera atacando a la carne. Una luz penetrante y feroz se pudo ver en sus ojos grandes, parcialmente cubiertos por sus párpados delgados, mientras miraba a la espalda de la Ami, saliendo. Su cuerpo chiquito se quedaba en su asiento, pero su barbilla fue levantada al parecer extremadamente molesta.

Dejó al lado la comparasión, pero al fin el Ryuuji no pudo frenarse de hablar.

"...Tu... ¿Cómo debe decir esto? No sé de qué fue todo eso. Aunque es verdad que una chica bonita que anda bien con el Kitamura de repente ha aparecido, pero no debes ponerte tan obviamente irritada. ¿No estabas actuando todo alegre hace un momentito?

"... Te equivocas."

Junto con su lengua mojando sus labios, sus suspiro bajo resonó de una manera peligrosa.

"No es nada sencillo como eso. Mas bien es..."

Sin embargo, la Taiga paró en medio camino y tiró sus flequillos hacía arriba. "Fuu," con un suspiro pequeño, él casi pudo sentir la tensión de la tigre bajando.

"... Bueno, como sea."

Sus ojos, que antes estaban brillando de tensión, ahora se cambiaron en una sonrisa cruel mientras se dirigieron al Ryuuji.

"No eres tan baja clase que de veras quieres acercarte a ella, ¿no? ¿Te das cuenta, no? Ni tu puedes ser tan estúpido."

"... ¿De qué estás hablando?"

"Bueno, quizás solo tengo un cierto sentido para este tipo de cosa. Solo te daré un indició por ahora --- El tipo de persona que llama a si misma como 'cabeza de aire natural' de ningún modo está siendo honesto."

"...¿Es ese tipo de cosa de verás?"

"Piensa lo que quieras."

"Fu," mientras torcía sus labios rosados como de triumfo, la Taiga dejó de mirar a la Ami. Aunque ella había estado dando una mala cara por un rato ya, el Ryuuji pudo entender que no demandando que regresaran a casa porque todavía esperaba poder hablar con el Kitamura, aunque sea solo por un ratito.



Mientras la Taiga seguía revisando su revista con una expresión que él no podía leer, el Ryuuji seguía de ratos tornando la páginas del librito complimentaria sobre comiditas bento --- Casi una hora ya había pasado.

"Oye. Mis papás, acaban de volver a casa."

Vestido de moda en un juego hasta demasiado obvio de ropa Uniqlo, el Kitamura fue seguido por una modela radiantemente hermosa mientras vinieron. Al moverse dentro del restaurante, las miradas a la Ami de los demás clientes eran llenos de admiración.

"¡Lo siento por la espera!"

Un paso detrás del Kitamura, la Ami hizo una sonrisa angélica y le hizo al Ryuuji una seña con la mano. Atrapado, él salió señalando de vuelto por instinto,

"... Bueno, ¿no estás tu de buenos animos?... Justo como un perro moviéndose la cola..."

Las palabras frias de la Taiga le hizo sentir un poco avergonzado en cuanto a cómo debe de parecer, y bajó su mano.

Se puede entender que aunque no dijeron nada como 'Kawashima-san se sentará por acá, y el Kitamura se sentará por alla', salió naturalmente que se sentaron con los chicos y las chicas sentados separados.

Sentado al lado del Ryuuji, el Kitamura puso una pregunta a la Ami sobre su menu abierto.

"Ami, todavía tienes un poco de tiempo, ¿no? ¿No habrá nada que querrías?"

"No gracias, todavía estoy llenísima de antes, entonces estoy bien... ¿Qué encuanto a Uds. dos?"

Traido así no mas a la conversación, el hombro del Ryuuji saltó como de un choque eléctrico. La Taiga se mantuvo la cabeza bajada mientras solo miraba a sus propias rodillas, petrificada y de todo parecer, incapáz de mirar en la dirección del Kitamura, casualmente vestido.

"Eh, bueno, nosotros... ¿Qué piensas? ¿Qué tal tu, Taiga?"

La Taiga sacudía su cabeza bajada de izquierda a derecha... La conversación se murió. Hmm, ¿qué sería bueno próximo? ¿De qué debemos hablar?

El Ryuuji esperaba, mirando al Kitamura, la única persona presente que conocía a todos, para comenzar de hablar y que siguen el diálogo. Realísticamente, esto probablemente sería la una y sola vez que jamás se sentaría junto con una modela en su vida entera. Para que tener buenos recuerdos del momento, él sinceramente esperaba que el Kitamura podría manejar las cosas por una dirección divertida.

Pero entonces,

"Aah, estoy tan cansado por tratar con mi familia. Lo siento, pero voy al baño por un momentito."

Completamente oblivio de la situación, el siempre tranquilo Kitamura salió parándose de su asiento.

"Eh, esper..."

El Ryuuji se levantó su mano de prisa, pero simplemente no pudo decir nada como 'Por favor no nos dejes acá.'

Él miró a la Taiga. Ella quedaba inmóvil con su cabeza colgada bajo.

Él miró a la Ami. Ella tenía una sonrisa ligeramente interrogativa --- Ella estaba con su cabeza de ángulo mientras miraba al Ryuuji, como si fuera fascinada por su comportamiento extraño.

Es imposible. No importaba qué hizo, no había modo de reconciliar esta situación él mismo. Mientras actuaba despreocupado, rasgándose la cabeza,

"Ah, sabes, yo tengo que ir también... Umm, ¿por dónde está...?"

Siguiendo un poco detrás del Kitamura, la formación de 'levándose juntos' ... o en corto, la formación de acompañar fue formado.

Porsupuesto, él naturalmente se preguntó si fuera bueno dejar la Tigre de Bolsillo y esa chica detrás en ese tipo de ambiente, pero... se cayó vencido, cobarde de sus nervios. Él era torpe de hablar aun bajo circunstancias normales, pero sus compañeras eran chicas, incluyendo una modela increíblemente hermosa. Con la Taiga no se puede contar en este tipo de situación, entonces si el Kitamura le dejara solo con ellas, el Ryuuji ni tendría un poco de autoconfianza quedando.

Simplemente incapáz de mirar atrás al asiento que dejó, el Ryuuji seguía al Kitamura, quien estaba yendo en la dirección del baño de hombres. No había modo de ser mas avergonzado, pero no había una manera de mejorar la situación. Por lo menos, podrá aliviarse a si mismo.

Pero, el Kitamura repentinamente volteó delante de la puerta,

"... Ya. Aquí estamos."

"¿Q, qué?"

"In esta situación, yo sabía que definitivamente saldrías de tu asiento conmigo."

Ajustando sus lentes, con montura de plata, el suspiró eso. Haciendo señales discretos con sus manos al Ryuuji, cuyos ojos estaban brillando de confusión, para que se esconde detrás del cubierto de una máquina de vender cigarillos.

"Tengo algo que te quiero preguntar. Y, quiero que contestes honestamente."

Sus ojos con forma de damasco fueron dirigidos directamente adelante. Entonces, un momento mas tarde, bien claramente,

"¿Qué piensas de la Ami?"

Él pregunto.

"...Tu, ¿que en cuanto al baño?"

"No necesito ir."

Haciendo una cara tan seria, parecía que el Kitamura seriamente había caminado acá solo para hablar con el Ryuuji. Aunque el Ryuuji realmente no entendía por qué se le hizo la pregunta, él sentía que tuvo que contestar. No es como hubiera alguna razón para no contestar de todos modos.

"...Bueno, no realmente... Tu, no vengas así no mas con una chica tan bonita. Estoy tan nervioso, no puedo pensar bien."

"Bueno, ella es simpática. Es algo que yo noté también."

"Mm, no es solamente que ella es simpática tampoco, sabes. Ella es una chica maravillosa. ¿Cómo debo de decir esto... quizás pura... o demasiada pura, entonces es mas un poco preocupante..."

"...Hmm..."

Frunciendo sus ceño y levantando sus lentes a su frente, el Kitamura sobó sus ojos (que parecieron exhaustos) mientras sufría una pérdida de palabras temporal. Entonces suavemente tocando la espalda del Ryuuji,

"Ven conmigo por un momento, ¿OK? Solo por un momentito..."

"Oye, ¿a dónde vas? ¿Al baño? No vuelves a tu asiento, ¿no?"

"No te preocupes tanto... De todos modos, bájate."

Cara en la dirección opuesta al baño, él comenzó a mover hacia los asientos de los clientes. Entonces, doblándose, se escondió detrás de una planta decorativa y entonces se puso detrás de una división entre las secciones de fumar y de no fumar. El Ryuuji solo pudo seguir su ejemplo. Haciendo su camino de rodeos, salieron justo detrás del asiento donde estaban sentadas la Taiga y la Ami. Las dos chicas se podían ver claramente pero no deberían poder ver a los escondidos, quienes estaban en un poco ciego para ellas.

"...Espere, justo qué piensas que estás haciendo, tu perverso?"

"Está bien. Cálmate y observe."

Por donde el Kitamura estaba indicando con su dedo, la Ami relajadamente cruzó sus piernas y tiró sus brazos por la espalda del asiento.



"Haa, tan cansada. Oye, oye, la Ami-chan tiene sed~. Tráeme un té helado, ¿lo harás?"

Tirando su cabello hermoso y entonces descansando su cabeza en su mano de un modo exhausto, la Ami rudamente impujó la tasa delante de ella hacía la Taiga.

"..."

Sin cambiar su expresión, la Taiga tiró a la Ami una mirada antes de volver a mirar a sus propias rodillas. La que hizo un clic con la lengua no era la Taiga, sino la Ami.

"¿Hmm? Tan inútil, o quizás depresionante, persona... Tienes una mala actitud, ¿no? Ya, como sea. Cuando vuelva el Yuusaku, le haré que me lo trajera. O sabes, quizás preguntaré a ese con la cara malosa. Él estaba tan nervioso que haría casi cualquiera cosa lo que la Ami-chan le pidiera."

Mientras hablaba en una voz dulce hasta enfermarle a uno, sus labios color de fresa torcieron un poco. Aun así, he apariencia casta no desaparecía ni desvanecía. Entonces sin aun mirarle a la Taiga, quien estaba calladita como una muñeca cerca, descuidadamente pregunto,

"Oye, oye. En cuanto a él, es tu chico?"

"..."

"¿Te molestaría si la Ami-chan le fuera a robar? Aunque no lo necesito para nada."

"..."

"O quizás debo decir, que él tiene el parecer de un delinquente actual? Apuesto que a menudo te juntas con ese tipo de perdidores... Tienes que respetarte un poco."

"..."

Sin abrirse la boca, la Taiga simplemente dirigió una mirada vacía a la Ami.

"Hmm, ya veo. Es lo mejor que podías hacer en este lugar bueno para nada. Ah, eso, es, lo, peor."

Hablando de una manera medio cantando, parecía que la Ami no iba a esperar que la Taiga responde ni nada ya. Rudamente tomando su bolsa de marca, ella sacó un aspejo grande de mano y comenzaba a mirarse la cara bonita. Entonces una vez mas directa, 'La Ami-chan es tan simpática' --- mientras murmuraba feliz, ella dió una sonrisa de satisfecha.

"Aah, de veras ya quiero salir y jugar... Tu, ¿qué hacen los dos normalmente para divertirse? ¿Se corren como locos?"

"...Él no es mi chico."

Cualquier que de veras conciera a la Taiga estaría ya temblando por su voz sin emoción, casi un suspiro.

"Ah, entonces así es como es. Hm, como sea, realmente no me importa~. Bueno, eso no está bien, en cuanto a ese delinquente... ¿Estás diciendo que él es simplemente imposible? ¿O estarás deciendo que la Ami-chan quizás estará un poco interesada en una persona tan diferente?"

La Ami bufó de burla mientras se miraba en el aspejo. Entonces, de repente moviendo sus ojos fuera del aspejo, ella dirigió una mirada ruda a la Taiga.

"Oye, oye, ¿cuán alta eres? Acabo de notarlo, pero no son tus proporciones un poco extrañas?"

"..."

A la vez, ella lentamente escudriño a la Taiga de pies a cabeza y levantó sus cejas como si estuviera asombrada.

"Fu~n, entonces existen tiendas que venden ropa tan chiquita. Bueno sabes, cuando compras algo como bluejeans, no tendrán que cortarlos abajo? Nunca le han tenido que cortar para la Ami-chan ni una vez, entonces no sabría."



"--- Justo así es su carácter verdadera."

"¿Ca, carácter verdadera?"

"Si. Esa es la otra personalidad de la Ami desde aun antes de entrar al jardín de niños. Dependiente, egoísta y opresiva; la princesa egoísta estereotípica."

Temblando mientras miraba a la cara de mejor amigo, el Ryuuji casi trituraba una hoja de la planta decorativa que él había estado agarrando.

"Su personalidad es tan horrible... ¿Qué es con la 'Ami-chan'? ¡Eso asusta! Es como si fuera poseida por un demonio."

"...¿Correcto?"

En toda su vida, él nunca había visto una chica que decía tales cosas... En realidad, puede ser que habían algunas en su propia clase, pero por lo menos al Ryuuji, quien básicamente nunca se había acercado a una chica, esta era la primera vez que lo había visto él mismo. La Taiga con quien pasaba su vida diaria seguramente tenía mal genio, pero él recibió la sensación de que la naturaleza de la Ami fue mala de otro modo. Conociendo la situación entera, quizás podría tener algún tipo de simpatía para ella, pero parecía que la Taiga era mas razonable todavía.

"Basado en las apariencias no mas, la Ami sería aceptable, pero... supongo que hay un defecto en su personalidad. Cuando ella está con gente que no respeta, entonces su otra personalidad sale manifestada. Aquella gente, generalmente son mujeres."

"... E, es este tipo de cosa donde ella piensa que tiene que ir tan al extremo, ¿será porque es modela?"

"Es mas como que ella se puso una frente desde que comenzó a modelar, creo. Si me preguntas a mi, ella es todavía la misma mas bien que tener dos lados."

"Bueno, eso es... hmm."

Al ponerse la cabeza un poco al lado por las palabras de su mejor amigo, el Ryuuji se inclinó hacia delante, esperando algo.

¿Qué pasa, Tigre de Bolsillo?

"Esa Taiga, ¿va a quedarse sentada y aguantarlo todo?"

O mas bien, porfavor apúrete y dile que él no es un delicuente --- Mordiéndose el labio mientras sus ojos reflejaron un brillo duro, el Ryuuji miraba entre las dos chicas. La Taiga se quedaba callada con una cara estoica.

"¿P, podría ser que ella está aguantándolo solo porque esa chica es la amiga de niñez del Kitamura?"

Aguantar era una palabra que no funcionaba bien con la Taiga, pero ella era completamente vulnerable cuando tenía que ver con el Kitamura. Eso definitivamente tenía que ser el caso, como él no podía pensar en ninguna razón de mas por su silencio, es lo que él pensaba en ese momento.

Entonces justo delante de los ojos del Ryuuji, la situación repentinamente se reventó. Eso es, lo que generalmente se conoce como 'la cachetada'.


"..."

Parecía que la Ami, quien se mantuvo la expresión calma y sus ojos abiertos, ni pudo hablar.

"Un mosquito. Había un mosquito."

Cerca, la tigre que de repente mostro sus dientes llevaba una sonrisa escondida. Su lengua roja salió de su boca por solo un instante.

"Cuán afortunada, tu mejilla casi fue mordida por este mosquito. No, era una mosca."

"Ehh?"

Repentinamente extendiendo su mano pequeño, abierto, allí estaba el cuerpito muerto de la mosca. Al verla, la cara de la Ami de una vez se puso roja. Naturalmente,

"¿Q, q, qué demonios estabas haciendo?!"

Estaba de cólera. Sin embargo, la Taiga simplemente sonreía a su reacción exasperadamente.

"Aunque lo hice como un favor a ti. No sabes como ser agradecida."

"¿Un favor?!"

La voz de la Ami estaba llegando a niveles supersónicas. Estaba atrayendo la atención de los clientes cercanos.

"Eso simplemente no es verdad, ¿no? ¿No es que haya algo mal contigo?! Increíble, ¿qué es con esto?, horrible, tu eres la peeeor! Sabes, ¡ni quise venir acá ni nada!"

"... Tan ruidosa eres."

Una cola arrugita se podía ver en la frente de la Taiga. Mirando, escrudriñando duro con ojos brillantes, su aura rojo de sangre surgía. "Che," hizo clic con su lengua sucintamente, y su tiro malicioso estaba listo para disparar.

"Cállate, tu mocosa maldita."

Tirando palabras tan duras, filudas como una espada volante, ella puso fin a las declamaciones de la Ami. --- Era el fin de la pelea.

"...U, ...Uw, ...Uw..."

Los hombros delgados de la Ami comenzaron a temblar cada vez que respiraba. Al crujirse su cara bonita, 'Ah, esto no es bueno' --- el Kitamura murmuraba y se lenvantó, y seguido por el Ryuuji, rápidamente caminaron de vuelto a sus asientos a medios de la situación ya bastante incómoda.

Entonces, el instante que los dos chicos llegaron,

"Yu,"

Como un libro cómico de chicas, la espalda de la Ami cuando volteo era como una flor abriéndose en plena floración --- o por los menos así a él le parecía. Era tan extrema como la Ami maravillósamente, dramáticamente,

"Yuusakuuu~! Fwaaaah!"

Ella saltó al pecho del Kitamura mientras lloraba.

Sus hombros se sacudieron con el llanto, y puso voz a su queja con la falta de elocuenia de una niña, 'Quiero volvar a casa', y miraba arriba al Kitamura, a quemarropa con sus ojos llenos de lágrimas.

"Aaaah... ¿Por qué no pueden llevarse bien? Seriamente... eres tan ruidosa y problemática, Aisaka. Aun tu, Takasu. Voy a llevar a la Ami a su casa."

Con su cabeza hacia abajo, sus cejas bajadas, y pareciendo apologético por lo general, el Kitamura la sostenía a la Ami mientras ella recogió su bolsa del asiento. Entonces, no haciendo caso de las miradas de los clientes, él la jalló así no mas a la salida.

Después, ellos recién salidos,

"...Ta,...Taiga...?"

"..."

"...Oye, ¡recógete!"

'Ganada la batalla, perdida la guerra', eso era lo que estaba escrito sobre toda la cara de la Taiga.

Sus labios expresaron lo mínimo de disgusto, mientras sus ojos quedaron vacíos, la Taiga estaba justo como una estatua de Buddha... Estaba completamente callada. Quizás habrá llegado al punto de que palabras de consuelo serían inútiles.

"Bueno, um... Soy yo. Anímate."

"..."

"Puesto simplemente, el Kitamura y yo estuvimos mirándolo todo. El Kitamura definitivamente no piensa que tu estabas molestándole ni nada tal."

"... Bueno entonces, después de ver todo eso, el Kitamura-kun todavía la aceptaba y la protegía y la llevó a casa."

"... Probablemente no estaba protegiéndola."

"... Estaba apoyándola suave, dándole con consuelo."

"... No creo que estaba dándole consuelo, pero... oh!"

Había un grito de una moza a la vez que hubo un sonido de video rompiéndose. Un plato había caido al suelo y roto en varios pedazos, y como si hubieran sentido algo, los bebitos en el lugar que hasta ese momento habían estado gritando feliz, de repente se pusieron de llanto, gritando ‘Gwaah!’. Eso fue seguido por gritos del ‘Kyaah!’ y ‘Uwaah!’ cuando se rompió la hervidora de leche, y comenzó a tirar gotas de leche hirviente sobre los clientes que estaban en línea, entonces 'Jefe! El baño está lleno... Uwaaah~!' ... La voz de un empleado que no quiso ver lo que estaba pasando resonó y desapareció.

"...La odio, a esa mujer!"

--De todo el cuerpo de la Taiga, ella estaba soltando un intento intenso y increíble para homicidio que parecía relámpago, tirando chispas azules al aire. El Ryuuji simplemente no pudo hacer nada en cuanto a la situación. Los labios completamente mascados de la Taiga habían perdido casi todo su color, y sus puños fuertamente agarrados estaban temblando, entonces,

"Uwa! ¡No llores!"

"...~"

Por lo menos si el Kitamura estuviera acá, entonces habría posibilidad de nuevos desarollos. Como estaba, los ojos de la Taiga comenzaron a llenarse de lágrimas.

"Hay gente mirando, sabes, trate de aguantarlo!"

"Uuh..."

Gimiendo amargamente, la Taiga sobó sus ojos con sus mangas. Eso salió haciendo algo problemático. Entonces el Ryuuji, quien solo quiso cubrirse la cabeza, escuchó algo maravilloso.

"¿Eh? ¿Qué pasa?"

"...Minorin..."

De ningún lugar, la Minori apareció todavía vestida en su uniforme. Abriéndose sus ojos de sorpresa,

"Taiga, no pareces tan bien. ¿Algo pasó?"

"...Es nada... Yo, voy a lavarme las manos. Toqué algo sucio."

"Ooh, es una mosca muerta."

Ella salió del camino de la Taiga, quien estaba parada mientras mostraba la palma de su mano. Así, la Minori la miraba de detrás por un rato antes de volverse lentamente hacía el Ryuuji.

"...Esa chica, ¿qué pasa? ¿Pasó algo mientras estuve de descanso?"

"...No particularmente... Bueno, había un poco de problemas."

Su falla de hablar no era solamente por nervios; él estaba también tratando de adivinar cómo debe de explicar lo que acaba de pasar. Se maravillaba, de todas las posibilidades, por qué ella tuvo que estar de descanso justamente en esos momentos. Con una mirada preocupada, la normalmente tranquila Minori habló,

"No sé qué pasó, pero ella estaba bien enojada, ¿no? ... Eso es fuera de normal para la Taiga dócil."

"Eh... ¿dócil?!"

Pensaba de por qué.

Eso era, en ese día, eso era ese momento que el Ryuuji sentía un sentido major de miedo.



* * *



A pesar de todo esto, acabaron con sus compras y volvieron a la residencia Takasu, donde cuando el Ryuuji estaba comenzando a lavarse el arroz, que la Taiga volvió a su forma normal.

"... Probablemente no la veré una segunda vez. Porque no parece que ella y el Kitamura-kun está saliendo de pareja. Y de todos modos, meterme con ella sería bajo mi estación."

"¿Bastará dos litros? ¿Debo de hacer dos y medio?"

"Dos y medio."

Su cara mostraba señas de estar contenta, pero la Taiga hablaba mientras jugaba con la azucarera en la esquina de la cocina.

"...Cuando ya soy mayor, debo de poder manejar este enojo mas tranquilamente."

"Esto viniendo de alguien que anda tan lejos como para cachetear a otro?... Oye, no jueges con el azucar."

"..."

"No lames la cucharita de azucar!"


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