Chrome Shelled Regios (Español):Volumen1 Prólogo

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

[edit]

Todo el mundo sostuvo el aliento, sellando el flujo de terror en sus gargantas.

"......."

Nina se mantenía tranquila.

Sentada en la última fila del errante autobús, miro por la ventana, esforzándose por ver más allá del pequeño gordo hombre de negocios que se sentó frente a ella el cual estaba abrazando su cabeza con brazos temblorosos.

Del lado sucio de la ventana había una vasta tierra salvaje.

Las grietas se abrían paso a través de la tierra seca. Los bordes afilados de la tierra apuntaban hacia el cielo.

Un gran montículo se imponía en la parte frontal de su visión.

Una montaña tan alta como una torre.

Pero todos en el autobús sabían que no era una montaña.

"Esta es.....Peligi", murmuró el hombre sentado en el medio de la fila. Él observó la oscura figura a través de un par de binoculares. Desde el punto de vista de Nina ella pudo observar dos grandes gotas de sudor que le resbalaban por su cara, su manzana de adan temblando con el movimiento de la saliva que pasaba.

Echó un vistazo al oscuro montículo.

Esa no era una montaña. Esa era una ciudad.

Lo que parecía el pico de una montaña era en realidad el pico de una torre. En la punta de la torre había una bandera destrozada, ondeando al viento. Nina no pudo determinar el emblema de esa bandera, que debería ser el nombre de la ciudad, no podía estar segura de que el nombre de la ciudad fuera aquel que el hombre había murmurado.

Un viento fuerte azoto contra el autobús, meciéndolo. "¡Oye!"

Asustados y sorprendidos, los pasajeros se pusieron bajo los asientos y protegieron sus cabezas.

Cada pasajero se encrespo en su asiento sosteniendo la respiración, como si no quisieran ser encontrados en ese lugar.

Nina no protegió su cabeza, pero sostuvo su aliento y una vez más miro a la ciudad, tratando de sentir alguna respuesta viniendo desde arriba.

La ciudad ya estaba muerta.

Las múltiples piernas del autobús se pusieron de rodillas, inmóviles.

Los edificios de la ciudad eran los mismos. Marcas de terribles heridas fueron grabadas en la mayoría de los edificios cercanos a los límites de la ciudad.

Ella podía ver que esa parte del límite de la ciudad había sido cortada aparte, formando una montaña de escombros.

Columnas de humo se levantaban por toda la ciudad.

Quizás no había pasado mucho, desde que esta ciudad había sido atacada.

Viéndolo desde este lado del autobús no era posible determinar si había algún sobreviviente.

Pero, si había alguien con vida... ella no podía acercarse para confirmarlo.

Fuera de la ciudad, la existencia del autobús era pobre e insignificante.

Además, Nina entendió que era imposible que alguien siguiera con vida. (! )

Habiendo perdido el escudo de aire que protegía a la ciudad, los humanos ni siquiera eran capaces de respirar aire.

Junto a ella, Harley dijo con voz ansiosa: "Nina......"

"No te preocupes. Todavía no hemos sido encontrados"

Nina se dio cuenta que su voz sonaba temblorosa. No pudo hacer otra cosa que querer mojarse los labios, pero ella se trago el sonido de ese movimiento, miro decididamente a los atacantes que surcaban el cielo por encima de la ciudad.

Un frio sudor brotó por su piel a pesar de que su boca estaba seca.

"Este es el mundo en el que vivimos, Harley"

Le dijo a Harley quien estaba lleno de resentimiento, pero no consiguió respuesta de su amigo de la infancia.

La casual pose voladora de los atacantes, les otorgaba un aura de realeza.

Los atacantes… eran llamados los reyes de la naturaleza, las "Criaturas contaminadas". Volaban bajo, lentamente entre los edificios.

"Ahora", alguien gritó estridentemente.

El conductor arrancó la máquina.

Las multi-piernas se elevaron, y levantaron el cuerpo del autobús.

El campo de visión de Nina se volvió más alto, y después el autobús comenzó a moverse como si estuviera saltando.

Era mejor dejar esta ciudad. El autobús continuó su camino.

Nina observó a la ciudad alejarse.

Después de haber puesto distancia entre la ciudad, Harley suspiro aliviado, "Ahora estamos bien".

En la atmósfera de relajación, Nina juntó sus puños fuertemente y dijo,"...somos demasiado débiles."





  Al borde de de la ciudad, el sonido de unos pies enormes pisoteando el piso sacudían los oídos.

Las pisadas de la ciudad ahogaban los demás sonidos, incluyendo el furioso rugir del viento.

"¿Vas a continuar con esto?"

Así que la se veían obligados a hablar en voz alta.

La muchacha hablo fuertemente al muchacho en la estación del autobús errante en la ciudad. Un viento fuerte engancho su cabello dorado. De azules y claras pupilas, su mirada se poso directamente en el chico. La cara de ella, que parecía mas joven de lo que en realidad era, estaba llena de desaprobación e inquietud. Observo con la mirada fija, al chico parado en la estación del autobús.

Pareciendo preocupado, el chico continuo mirando de un lado a otro entre la chica y el autobús esperando para salir. Una cadena mantenía encadenadas las largas multi-piernas del autobús que estaban plegadas y dobladas. El cuerpo del autobús se mecía junto con el movimiento de la ciudad, revotando contra los cojinetes acolchados. Como no era una broma cuando la ciudad se movía, el conductor y todos los pasajeros sólo podían esperar en la pequeña sala de espera. Este tipo de autobús estaba hecho para aguantar el movimiento de arriba a abajo, pero no podía parar de mecerse de izquierda a derecha.

"Layfon!"

El único pasajero con aún no estaba en el área de espera -Layfon, hecho un vistazo al autobús.

Tenía el cabello de color te y los ojos de color azul. Una cierta expresión, asociada con la maduración de la adolescencia, se reflejaba en su cara, acompañada de una sonrisa sin fuerza.

"Aun así, no puedo permanecer mas aquí, Leerin"

Layfon no alzó su voz, así que Leerin se acerco un paso. Incluso con sus ojos expresivos frente a él, Layfon no pudo sentir, el aire atractivo del sexo opuesto proveniente de su amiga de la infancia.

"¡Pero no tenias por que elegir una escuela tan lejos!"

"Inclusive aquí..." De nuevo, el sonido de la ciudad moviéndose ahogo su voz. Un fuerte viento paso por ellos. Layfon puso una mano en el hombro de Leerin, para evitar que se moviera.

"No es algo que pueda ser evitado. El único lugar en el que pude obtener una beca fue en Zuellni. Y el dinero del orfanato no puede ser gastado en mi, ¿o sí?"

"¿Pero tenias que forzarte a elegir un lugar tan lejano? Hay otros lugares cercanos a los que pudiste haber asistido. Si tratas el examen para la beca el próximo año, seguramente encontraras una mejor escuela, que además este cerca, ¿verdad? así te puedes quedar aquí, conmigo..."

Sin importar que palabras siguieran, nada podía cambiar la determinación de Layfon. Para enfatizar ese punto, agito su cabeza lentamente.

"No puedo evitar irme"

Leerin sostuvo su aliento. El no pudo soportar ver tal sufrimiento en sus ojos claros, así que movió su mirada a su mano posada en el hombro de ella. Era una mano como la de un hombre viejo, dura y áspera.

"Lo he decidido y no voy a cambiar de parecer. Nadie lo querría, ni siquiera yo mismo. Su majestad quiere que experimente el mundo exterior. Además, ella no desea mi presencia aquí."

"Yo la deseo!!!"

Esta vez, las palabras poderosas y persuasivas de Leerin, fueron las que causaron que Layfon fuera el que sostuviera su aliento.

"La luz es mi deseo. ¿Es que eso no es suficiente?"

Para Layfon, la mirada llorosa y las palabras de Leerin era demasiado astutas (! ). Trató de encontrar palabras para sobrellevar la situación, pero no pudo encontrar ninguna. Sintió el dolor, presionándolo para expresar sus sentimientos.

Los labios de Layfon temblaron, así como los de Leerin.

Ambos trataban de encontrar palabras que decir.

Al final, se dieron cuenta que las palabras de consuelo (! ) no existían. Sin importar quien quisiera que Layfon se quedara, nada podría cambiar el hecho de su partida. Ni siquiera Layfon mismo tenía intensiones de quedarse, así que nadie sería capaz de evitar el desenlace.

Era imposible no herir a Leerin y hacerla estar de acuerdo con él.

Un silbato sonó, estridentemente detrás de él.

Como desgarrándolos, el simple sonido del silbato traspaso entre el sonido de las pisadas de la ciudad y ese furioso gruñido del viento, e hizo eco en la estación de autobús.

Era el aviso de que el autobús estaba a punto de partir.

El chofer, habiendo sonado el silbato, entro al autobús. Prendió el motor. Una vibración diferente a la de la ciudad lleno los alrededores y sacudió el cuerpo del autobús. Los pasajeros en el área de espera tomaron su equipaje y se dirigieron hacia el vehículo.

Los labios de Layfon dejaron de temblar. Quito la mano del hombro de Leerin para tomar el equipaje, junto a sus pies. Eso era lo único que poseía en ese momento. Sus otras pertenencias habían sido dadas a los niños del orfanato o sencillamente tiradas a la basura.

"Debo irme", dijo Layfon a, la ya con ojos rojos, Leerin. Como sintiendo esto fuera verdad que ella no podía cambiar(! ), el temblor de Leerin tambien termino.

Ella le miro con los ojos enrojecidos.

"Ya que la decisión ha sido tomada, quiero empezar una nueva. No puedo regresar al orfanato o al lado de su majestad. Esta es la consecuencia de mis acciones. Y me hare responsable por ellas sin importar cuanto tenga que pagar. Pero nadie quiere eso, ellos solo quieren que desaparezca. Pero inclusive así, las cosas no pueden ser resueltas con mi partida...."

El no pudo continuar con sus palabras. No quería decir tonterías, aun así, aunque fuera a decir la verdad solo sonaría como una excusa. Se odiaba a sí mismo por actuar de esa manera.

"Realmente, ni siquiera yo he fijado mis propósitos"

Añadió débilmente, "Aunque quisiera empezar de nuevo en varias áreas....."

"¡Basta!" Leerin le interrumpió fríamente. Layfon se aferro a su equipaje, sin atreverse a mirarla.

El conductor soplo su silbato de nuevo. El tiempo de partir se acercaba.

"Ya me voy" (! )

Abatido, le dio la espalda a Leerin.

"Espera!"

La pequeña voz le detuvo.

Lo siguiente que paso fue un simple y breve momento.

Leerin tomo a Layfon de su hombro y lo obligo a darse la vuelta, su cara estaba muy cerca a la suya.

Fue solo un momento en el que éstas se traslaparon.

La brusca pero suave presión domino a Layfon.

En ese veloz momento mientras él estaba entumecido y alucinando, Leerin se separo. Su sonrisa era rígida, pero esa significativa expresión de haber jugado una broma le era bastante familiar a él.

"Sin embargo debes mandar cartas. No creo que todos quieran que te vayas", dijo ella, y salió corriendo.

Mirando su figura pasar volando en un revuelo de faldas, Layfon se dio cuenta por que se sentía tan extraño.

(A ya veo... es porque trae puesta una falda....)

A la alegre Leerin no le gusta usar falda, pero ella uso una hoy.

Y además estaba esa dulce y suave sensación de ese veloz momento que permanecía en sus labios. Como si sintiera cierta calidez en ellos, el se toco los labios con su dedo.

(Tan ingenuo)

Se dijo mientras se burlaba de sí mismo, rápidamente fue hacia el autobús.

Escribiré en cuanto llegue.

Si. El se había decidido.

El autobús encendió. Deseando dar un último vistazo de la escena, Layfon se sentó en la última fila, observando la ciudad en la que siempre había vivido hasta ahora.





  Las Regios podían ser vistas en cualquier parte del mundo. La existencia de estas ciudades era tan natural como respirar aire.

Numerosos edificios fueron construidos en una superficie parecida a una mesa, extendiéndose y reduciéndose en altura, desde el centro donde se encontraba la estructura más alta de todas. Localizada debajo de la meza estaban las piernas. Enormes piernas metálicas alineadas por debajo de la meza. Caminando con precisión, esas piernas se movían juntas como si trataran de llevar a la ciudad lo más lejos posible del autobús.

Layfon observo al edificio, tipo torre, más alto en el medio de la ciudad.

La enorme bandera posada en el pico del edificio sufría la presión del viento. En una cara había un dragón con el cuerpo de un león. Parecía que estaba rompiendo una espada con sus dientes pero la espada era implacable.

La bandera con ese emblema ondeaba en la superficie, danzando una salvaje danza con el viento.

Layfon miro la enorme bandera, preguntándose acerca de lo que le escribiría a Leerin en la primera línea de su carta.


Volverse a las Ilustraciones Volver a la Página Principal Seguir al Capítulo 1