Fate/Apocrypha:Volumen2 Capitulo3

From Baka-Tsuki
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Capítulo 3[edit]

—Ahora que pensaba en ello, había sentido que algo estaba ‘mal’ desde el comienzo.

Una gran batalla que consistía de siete Servants contra siete Servants. Era verdad que este era un estado de emergencia que requería de la invocación de Ruler.

Pero Ruler no pudo evitar sentir que ese no era el verdadero objetivo que se le había asignado.

Algo dentro de su pecho le decía que siguiera adelante. Era más cercano a un sentimiento de peligro inminente que a un sentido del deber.

Algo que no podría ser remediado estaba ocurriendo. En el instante en que vio la gigantesca fortaleza flotante, la molestia de Ruler llegó a su máximo.

Muy probablemente una batalla de gran escala estaba por comenzar entre los campamentos Negro y Rojo. Ruler no tenía interés en quien ganara mientras realizaran un deseo correcto y adecuado al Santo Grial. Al comienzo, se había sentido tranquila sobre este punto.

Eso era porque los Masters de ambos campamentos eran magos. Los magos podían estar desconectados de la moral humana, pero al mismo tiempo no tratarían de cumplir un deseo puramente corrupto. La única cosa que podrían desear era alcanzar la Raíz, o tal vez algo más relacionado a la hechicería—pero eso no importaba, casi todo lo que podrían desear era algo correcto y adecuado.

Sin embargo, desde el comienzo sintió como un mar de dudas comenzaba a formarse dentro de ella cuando el campamento Rojo decidió atacarla. La forma en que el campamento Negro trato de llevarla a su bando estaba bien. Eso era, a fin de cuentas, solo un acto por el bien de obtener la victoria en la Gran Guerra del Santo Grial.

El problema era el Campamento Rojo. Ruler no podía pensar en una razón por la cual intentaran asesinarla. Los deméritos de ello excedían a los méritos. Y ahora el campamento Rojo estaba atacando las Fortaleza Millennia, el fuerte del campamento Negro, con una fortaleza flotante.

Ruler había cruzado la montaña junto con Sieg y tomaron un camino que rodeaba la circunferencia externa de la fortaleza. Cuando salieron del bosque donde el Rider y Archer Rojos habían irrumpido y pelearon una fiera batalla, ambos arribaron en medio del combate. Homúnculos y golems chocaban contra los Guerreros Colmillos de Dragón y llevaban a cabo el horrible acto de matarse los unos a los otros. Hechizos explotaban como disparos de cañón aquí y allá mientras que la batalla entre lo que parecían ser Servants rápidamente cambiaba el área que los rodeaba en terrenos baldíos.

Mientras observaba este cruel campo de batalla, Ruler se enfocó en la fortaleza flotante que seguramente pertenecía al campamento Rojo… Esa cosa era demasiado anormal incluso entre las múltiples Guerras del Santo Grial que han ocurrido en la historia. La habilidad de volar era un simple acto de hechicería que incluso un mago ordinario podía utilizar, eso sin mencionar a los Servants.

Pero esa cosa—estaba en un nivel completamente diferente. No había muchas personas capaces de llevar a cabo un logro de tal escala incluso entre los magos de la Era de los Dioses.

“Escúchame bien, Sieg-kun. De aquí en adelante tendré que cruzar este campo de batalla y encontrarme con ‘alguien’ del otro campamento.”

“… ¿Por qué?”

“Hay ‘alguien’ con quien tengo que encontrarme en este campo de batalla. No sé quién es o si siquiera es un Servant, Master o alguien completamente diferente. Pero debo de encontrarme con ellos.”

Aunque el homúnculo inclinó su cabeza confundido, había una extraña pero fuerte y misteriosa persuasión en las palabras de Ruler. No se debía a que su tono de voz estuviese lleno de confianza; si no a que ella estaba susurrando bastante ansiosa. Y aun así, él pudo notar el destello de una fuerte voluntad que no podría ser detenida sin importar lo que sucediera.

“Ya veo,” dijo el homúnculo comprendiendo la situación. La razón de que ella hubiese sido idolatrada y seguida por los soldados en el distante pasado no fue porque mostrase una fuerte fuerza de voluntad en sus palabras. Sus palabras no tenían como fin el obligar a los demás.

Sus palabras nacían con el simple fin de comunicar su voluntad, diciendo [Me pondré en marcha].

“Pienso que es peligroso, pero si esa es tu decisión, no puede evitarse.”

Dicho esto puso su mano en la empuñadura de su espada sin ninguna duda. Era, en otras palabras, una declaración de sus intenciones de ir con ella. Aun si solo se habían conocido por un corto tiempo, había sido capaz de comprender rápidamente a Ruler. El homúnculo quien se había nombrado a si mismo Sieg tenía el tipo de personalidad donde, después de haber decidido algo, lo seguiría hasta el final. Si ella le hubiera dicho que no viniese y se hubiera marchado sola… él probablemente la habría seguido de cualquier forma. Eso sería peligroso. Definitivamente seria visto como un enemigo por el campamento Rojo. Y no había manera de saber si el campamento Negro reaccionaria al verlo.

Pero Sieg tenía un objetivo diferente al de ella en este campo de batalla.

“¿Qué es lo que harás?”

“Dejando de lado a mis compañeros que están peleando en la línea de batalla, puede que tenga la oportunidad de tener una breve platica con los otros que están a la espera en la retaguardia. Dependiendo de la situación tengo intenciones de hablar con ellos y pedirles que liberen a los demás homúnculos en el castillo. Después de eso—”

“¿Después de eso?”

Sieg bajó su mirada apenado y murmuro.

“…No, me gustaría encontrarme con Rider, pero no hay forma de decir si seremos capaces de encontrarnos. Encontrarme con él en esta situación también le causaría demasiados problemas.

“No pienso que ella tenga problemas con eso…”

De cualquier forma, Ruler juzgo que el permitirle acompañarla era el curso más apropiado de acción.

“En cualquier caso, por favor ven conmigo. Pero… escucha, al menos evita luchar con cualquier Servant, ¿de acuerdo? Si te encuentras en problemas con cualquier mago del Campamento Negro, utiliza mi nombre. Si lo haces, podrías ser capaz de evitar ser ejecutado de inmediato por ellos.”

“Gracias.”

—En ese instante, de alguna manera sabía de manera intuitiva que su decisión en verdad fue la correcta bajo la voluntad de Dios. Así de profundas eran las dudas grabadas dentro de su corazón. ¿Qué sería lo que un simple homúnculo podría hacer en un campo de batalla gobernado por Servants? …Nunca podría convertirse en un espadachín como Saber con solo poseer una espada. Pero ella no tenía el tiempo o la libertad de pensar demasiado en su destino.

Ya que en este momento debía saltar en este caótico campo de batalla a buscar algo fatalmente peligroso.

“¡De acuerdo!”

Golpeando ligeramente sus mejillas con sus manos, Ruler invocó un estandarte a su mano y lo sujetó fuertemente. Era una bandera de batalla, la bandera sagrada que había estado siempre a su lado cuando estaba viva. “No te quedes atrás”, le susurro a Sieg por encima de su hombro.

“—¡Marchémonos!”

Ruler corrió hacia el campo de batalla. Sieg también corrió justo detrás de ella.

Un absurdo número de Guerreros Colmillo de Dragón corrieron de inmediato hacia ellos. Yendo tan lejos como para incluso ignorar a los homúnculos y golems con los que luchaban, todos los Guerreros Colmillo de Dragón se enfocaron en Ruler.

“¡Justo como pensé…!”

Ruler blandió el estandarte con su mano y aplasto a los Guerreros Colmillo de Dragón uno a uno. El lema básico de Ruler era evitar hacer algo que afectara directamente el curso de la Guerra del Santo Grial, pero no podía quedarse sin hacer nada si la trataban abiertamente como un enemigo.

Junto con un agudo grito que parecía atravesar el campo de batalla, Ruler corrió hacia la locación donde se encontraba su objetivo.



Repentinamente, Shirou dejo de moverse. Chasqueo su lengua y dio un salto hacia atrás con una expresión amarga.

“Caster, nos retiramos. Esa chica lo ha ‘notado’ más rápido de lo que pensé. Esto debe ser… a causa de algún tipo de habilidad de Revelación en su posesión.”

La Berserker Negra estaba sorprendida ante la repentina retirada de Shirou, y decidió esperar y ver lo que hacía por el momento.

“Es verdad que escuche que aquellos elegidos para pertenecer a la clase Ruler en su mayoría son santos a causa de su juicio imparcial. Así que ella es alguien de ese tipo, ¿cierto?”

El Caster Rojo se encogió de hombros de una manera sarcástica.

“Así parece… Esta es una situación crítica, Caster. Si ella me denuncia, la situación se volverá extremadamente caótica. No, para ponerlo en tus palabras, se haría nada interesante.

“El tratar de alargar las partes que no son muy interesantes es signo de un escritor pobre. Si ese es el caso, terminemos con las historia de mi Master en el campo de batalla por el momento.”

“Si, retirémonos. —Bien, para verlo de otra manera: es suficientemente bueno que fuésemos capaces de sobrevivir a esto. Muy pronto, todo cambiara a una situación en la que ni siquiera Ruler será capaz de hacer algo. Y parece que en verdad estoy en lo correcto, dado que logre evadir la ‘muerte’ por una distancia del grosor de un papel.”

Diciendo esto, Shirou clavó las Llaves Negras en el suelo, formando un muro frente al Berserker Negro mientras ella trataba de dar un paso adelante. Él y Caster comenzaron a retirarse del campo de batalla a toda velocidad.

“Master. Esa maldita de Ruler está abriéndose camino hacia ti sin claudicar. ¡Apresúrese! ¡Los Guerreros Colmillo de Dragón no pueden detenerla!”

“¡Lo sé!”

Un poco impaciente, Shirou rápidamente hizo a un lado la advertencia e incremento aún más su velocidad… Dentro del oscuro bosque no había ninguna luz— ni siquiera la luz de la luna brillaba a través de los árboles— Shirou corrió a toda velocidad sin prestarle atención a la casi absoluta oscuridad. Su velocidad era, para ponerlo en una sola frase, más allá de anormal. Fácilmente excediendo sesenta kilómetros por hora, Shirou siguió corriendo y corriendo.

…Sin embargo, había alguien que estaba persiguiéndolo fervientemente. Observando por sobre su hombro, los ojos de Shirou se ampliaron ligeramente.

“Berserker Negro… Quien pensaría que me perseguirías.”

En el instante en que ella vio el muro de Llaves Negras, Berserker decidió perseguir al Master conocido como Shirou. Fue a causa de algo que podría ser llamado intuición, algo que no debería de tener ninguna conexión con un humano artificial como ella.

Caules le había dicho que buscase a otros Servants en otro lugar si el Master y Servant que estaba enfrentando huían, pero ella se había negado con uno de sus quejidos usuales.

En cualquier caso—ella no comprendía en realidad lo que la estaba molestando.

Sentía que sería malo el permitir que este hombre escapara. Ese Master definitivamente era anormal. No, en primer lugar, ¿en verdad era un Master?

Si fuese a mencionar en que se basaba el sentimiento que recorría su piel, esto sería—

“——¿¡uu!?”

Como si estuviesen interrumpiendo su breve momento de pensamientos, cuatro espadas fueron lanzadas hacia ella. El hombre aparentemente había lanzado Llaves Negras mientras huía sin siquiera mirarla.

El Berserker Negro instantáneamente se dio cuenta de la mejor opción en este caso. Esa era el ignorarlas.

Ella no sentía dolor; lo que recibió solo fue un daño de valor numérico. Eso tampoco era gran cosa. Al final, las hojas de prana comprimido poseían un débil poder destructivo, y no eran suficientes como para derrotar a un Servant.

Aun así, el recibir un impacto directo de ellas podría detenerla un poco y consumir algo de tiempo. Eso si se tratase de alguien diferente a ella.

“¡¡aaaaaaAAAAAAAAAiiiiaaaaaaaa!!”

Con un grito que podría hacer que el corazón de un humano temblara de miedo, ella incremento aún más su velocidad. No le prestó atención a los golpes directos de las Llaves Negras. Eventualmente el prana de las hojas se dispersó y las empuñaduras se deslizaron de su cuerpo, mientras que sus heridas se cerraron de inmediato.

“—Increíble.”

Mirando sobre su hombro, Shirou no supo si sentirse impresionado o aturdido. Si hubiese derribado las Llaves Negras entonces hubiera sido comprensible. Si se hubiese detenido habría sido conveniente para él. ¡Pero pensar que ni siquiera había reducido su velocidad aun después de varios impactos directos…!

“Me parece que el nombre de su creador fue el Doctor Frankenstein, ¿correcto? ¿Qué clase de diseño concibió para crear tal monstruo?”

Shirou sonrió amargamente ante las palabras del Caster Rojo—y repentinamente pensó un plan ingenioso.

“Caster, por favor materialízate. Necesito tu habilidad de ‘compañía teatral’.”

Caster se materializo de inmediato junto a un libro que llevaba en sus manos.

“¡Oh, ya veo, ya veo! ¡Dejemos que se encuentre con el hombre que tanto ama y odia! [¿Qué es la vida sino una sombra?, ¡un pobre histrión que pasa por el teatro, y a quien se olvida después!].”

Caster gritó esas palabras y entonces un milagro imposible apareció dentro del oscuro bosque. Una vez que confirmó su apariencia, Caster regresó a su forma espiritual para quedar detrás de Shirou mientras éste seguía corriendo.

Y entonces el Berserker Negro, quien estaba persiguiendo a Shirou, se encontró con él ahí.

“¿¡…uu….!?”

Confusión, eso fue todo lo que pudo sentir. Un hombre que no podría estar aquí le habló con una expresión gentil que en verdad no era acorde a su personalidad. En vida, él nunca le había mostrado tal sonrisa.

“—Detente.”

“…aa, aaa…”

Berserker, quien no habría parado incluso después de recibir impactos directos de las Llaves Negras—y que incluso había acelerado—se detuvo. Ella no era muy buena mostrando sus emociones, pero sus ojos se habían ampliado a causa de la impresión y la sorpresa.

La persona frente a ella era el Doctor Frankenstein. Aquel que la creó, su padre, aquel al que debería odiar, su—

¿Cómo? ¿Por qué?

El Berserker Negro no estaba impresionado por el hecho de que estuviera aquí. Simplemente lo que la impresionaba era su sonrisa gentil. Desde la primera ocasión en que abrió sus ojos, la expresión de su padre se deformó por el odio y el disgusto. De su boca, de la que ella pensó provendrían palabras de bendición, solo salieron insultos y abuso.

Fue un evento que ocurrió en una solitaria noche de Noviembre—

“¡Fue un fallo, un fallo, un fallo, un fallo, un fallo!”

“Qué diablos, ¡esta es solo una marioneta sin valor!”

“¡No tiene emociones! ¿¡Acaso las líneas no conectaron!? ¡Incluso los lagrimales son inútiles! ¡Olvidémonos del hecho de que no es la doncella perfecta, Eva, ni siquiera es humana!”

—Ah, parece que fue una creación fallida.

Lo que la entristecía no era el hecho de haber sido juzgada una creación fallida. Era que su padre, mientras era presa de una furia sin control y se arrancaba su propio cabello, daba demasiada lastima.

“Lo siento, Padre. Lo siento, lamento ser una creación fallida. Lo siento, lo siento, lo siento. Tratare de corregirme. Me corregiré completamente. Así que por favor no estés enojado. No te enojes, no te enojes, no te enojes—”

Aunque ella intentó llorar, por alguna razón no pudo. Parecía que su función para derramar lágrimas tampoco funcionaba. Cada vez que trató de confortarlo mientras él se ahogaba en alcohol, él la alejaba, la golpeaba y la pateaba.

No dolía. Era solo que, cada vez que la golpeaba… su corazón se encogía terriblemente, por razones que no comprendía

La chica sentía tristeza por su padre, quien continuaba sin hacer otra cosa que lamentarse día tras día. Ella se mataba pensando que es lo que debía hacer. ¿Qué podía hacer para reconfortar a su padre? Decidida, eligió salir de su residencia.

—Por ello pudo encontrar muchas cosas en el exterior.

Las arboles verdes, los transparentes lagos, el brillante sol. Si pudiese traer tales cosas de regreso con ella, su padre podría sentirse feliz. Mientras pensaba tal cosa repentinamente fue atacada por un perro callejero. Probablemente había reaccionado por el olor a podredumbre que emanaba de su ropa.

Cuando el perro mordió su brazo ella le rompió el cuello. En ese instante tuvo una revelación.

“Ah, bonito. Bonito. Esto es muy bonito. Ya que no tengo esto dentro de mí, estoy segura de que es bonito—”

Ella abrió su abdomen y se encontró con más entrañas frescas. Esto era algo que no poseía. Así que pensó que eran bonitas. Así que decidió traerlas consigo y mostrárselas a su padre.

Las entrañas rosadas eran bonitas, y la sangre fresca era aún más bonita. Nunca pensó que fuesen feas o sucias. Tampoco pensó que el aroma de la sangre fuera horrible.

…En el instante en que se las mostró, la relación con su padre se rompió para siempre. Porque no solo era una creación fallida, también era claramente un horrible monstruo.

Una forma de vida que cree que la sangre es bella y se intoxica por el olor de las entrañas—eso es algo a lo que la gente llama monstruo.

“No, no es así, no es así. En verdad no es así. Soy normal. Solo deseaba hacerte feliz, Padre.”

Su padre huyó por el miedo, sin mostrarle jamás una sonrisa hasta el final. En vez de ello, le dejo una maldición absoluta al final.

“¡Eres un monstruo! ¡Un monstruo enloquecido!”

…Así que ella pensó en volverse normal. Decidió obtener racionalidad y comprender el sentido común. Y decidió tener una pareja. Por qué los seres humanos normales tenían familias. Ahora que había sido rechazada por su padre, necesitaba tener una pareja sin importar el costo.

Pero eso no era algo que pudiese ser obtenido con solo desearlo. Ni era algo que podría ser obtenido robándolo. Aun así, ella secuestró a muchos hombres. Pero ninguno de ellos pudo ser su pareja.

Así que decidió pedirle a su padre una.

“Por favor crea a alguien que me ame, por favor crea a alguien que me mire. Si se supone que debo ser la doncella perfecta, Eva, deberías tener la responsabilidad de crear al humano original Adán también—”

Su padre se negó, y la chica se volvió loca por el enojo y la tristeza. Su enojo era a causa de la traición de su padre. Su tristeza—fue porque entendía que estaría sola hasta el día de su muerte.

Solo deseaba a alguien que la amara. Solo deseaba amar a alguien. Solo deseaba conocer el amor… No, aun si ni siquiera ese deseo podía ser concedido, pensó que al menos quería ser odiada. Persiguió a su padre, lo acuso, se sintió irritada por la manera en que este huía de ella, y mató a su familia como resultado. Aun así, su padre huyo, huyo y solo huyo de ella.

Hasta sus últimos momentos, solo siguió huyendo de ella. Ni siquiera pensó en vengarse de aquella que había roto su corazón y había matado a la gente que él amaba.

“¿Por qué no me odias? ¿Por qué no me miras?”

…La chica se lanzó al infierno junto a su padre. Y así termino la historia de Frankenstein. Todo lo que quedo atrás fue la leyenda del extraño y horrible monstruo.

Y ahora, el padre que la había traicionado estaba frente a sus ojos. Él la miraba con una expresión cálida. Era un momento que nunca había visto ni en sus más salvajes sueños.

“—Si, así está bien. Deja de pelear. No te creé por el bien de algo como eso.”

“uu, aa…”

El doctor extendió su mano hasta su cabeza—parecía que estaba tratando de hacer aquello que un padre hacía con su hijo. En otras palabras, iba a acariciar su cabeza. Eso era lo que ella había deseado con tanto ahínco.

Deseaba ser amada. Deseaba que alguien la amara. Deseaba amar a alguien.

Ese deseo estaba a punto de cumplirse.

Pero.

Pero era precisamente por eso que…

“¡¡uuuuaaaaaaaaaaaaauaaaaaAAAAaaaaaaaAAAAAA———!!”

Berserker enloqueció. No, no era algo tan simple como enloquecer. Con un ansia asesina evidente, ella golpeo el costado del hombre que se suponía era el Doctor Frankenstein con su Cofre de la Novia: Castidad de la Doncella.

“¿¡Qué estas ha…!?”

¡No hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables, no hables—!

Mientras la sangre fluía del cuerpo del hombre, ella lo golpeo una vez más en el rostro. Su cara fue aplastada como un balón desinflado.

“¡¡aaaaaaaaaaaaaaaaauAAAAAAAAaaaaaaaaUuaaaa!!”

Ella grito y grito mientras golpeaba con su mazo todo su cuerpo. El hombre ya ni siquiera se retorcía: simplemente se rindió ante esa sobrecogedora violencia.

Eventualmente, incluso la certeza de que una persona había estado ahí en primer lugar desapareció. Al menos el Berserker Negro dejo de moverse.

“aa… aaa…”

Él había dicho las palabras que ella deseaba oír cuando menos deseaba escucharlas. Conocía la verdad. Comprendía que esto probablemente era algún tipo de hechicería creada por Caster.

El cadáver desapareció. Lo que había hecho pequeños pedazos parecía ser solo algún tipo de marioneta. La mejor prueba de ello eran los pedazos de madera esparcidos por todo su cuerpo.

Pero aun así. Ah, aun así.

¡Nuevamente herí a alguien valioso para mí, incluso mientras pensaba que era precioso para mí—!

Pero justo cuando la chica artificial colapso de rodillas, palabras extremadamente frías entraron por sus oídos.

‘—Yo te ordeno con este Hechizo de Comando. Berserker tranquilízate.’

Instantáneamente, todos los sollozos, la ira, la intranquilidad y desesperación desaparecieron de su cabeza.

“¿aa… aa…?”

‘Bien. ¿Te has tranquilizado, Berserker? Ya han escapado, así que dejémoslo hasta ahí por ahora. Hay muchos otros lugares donde deberías estar luchando. ¿Lo comprendes?’

El Berserker Negro sintió la lógica recorriendo su mente mientras se apoderaba de ella un sentimiento de tranquilidad.

Así es; era justo como su Master había dicho. Aun había muchos lugares donde debería de estar luchando. Ella había mostrado abiertamente sus emociones. Ah, que vergonzoso. La evaluación de ella hecha por su Master probablemente había descendido—

‘…No te preocupes de ello. Peleaste bien. Lo que sucedió hace poco no podía evitarse. Ese Master es simplemente demasiado anormal. En cualquier caso, nuestro objetivo de máxima prioridad en estos momentos es matar a los Servants Rojos. No lo olvides.’

Parecía que la opinión que tenia de ella su Master no había cambiado en lo absoluto.

Asintiendo, el Berserker Negro corrió para salir del bosque. Pero aun después de haber recuperado la calma, en algún lugar de sus circuitos de pensamiento sentía molestia por haber dejado que ese Master se escapara.

Caules se sentía del mismo modo. Él simplemente lo había observado todo desde lejos, a través de sus familiares, pero aun así, pudo sentir que tan extraño era ese Master… que tan anormal.

Sin embargo, él solo era un Master. Deshaciéndose de la incertidumbre que sentía, Caules dedico su atención a dirigir a Berserker.

¿Acaso lamentaba haber utilizado un Hechizo de Comando? …No. Caules se sentía confiado de su decisión. La confusión de Berserker había sido sorprendente. Era natural, después de haber asesinado a su padre, a quien había adorado y odiado tan fervientemente. Era posible que incluso tuviese efectos duraderos en ella. No pensaba que su decisión de utilizar un Hechizo de Comando para borrar todo ello estuviese mal.

…Al menos, pensaba que era mucho mejor que utilizar uno para forzarla a activar su Noble Phantasm o evitar que ella misma lo hiciera.




Explosiones, gritos, canticos de hechizos—todos los sonidos mezclándose y volviéndose uno en el campo de batalla, saltando a oídos de Ruler. Aquellos que lo deseaban, aquellos que no lo hacían, e incluso aquellos que ni siquiera conocían la palabra ‘deseo’ se dieron cuenta, mientras que Ruler corría aún más rápido a través del campo de batalla.

“¡…!”

Dentro de la gigantesca fortaleza flotante—había un Servant. La razón de que pudiera saberlo incluso desde ahí abajo era por los rayos de luz que le dispararon desde la fortaleza con una exagerada ansia asesina. El Servant que se encontraba ahí concentro todo ese poder destructivo, el cual era suficiente para destruir un castillo, en Ruler.

Pero Ruler izó su estandarte sin entrar en pánico. Su Resistencia Mágica era de Rango EX. Como tal, ella era un santo que no podía ser herido ni siquiera con hechicería de la Era de los Dioses. Sin embargo, esa resistencia solo alejaba los hechizos de ella. En otras palabras, no los recibía y los negaba.

“¡Sieg-kun, aléjate!”

Sieg reaccionó de inmediato antes esas palabras. Después de alejarse de ese lugar rodando por el piso, pudo ver como Ruler desapareció en un instante debajo del rayo de luz que cayó del cielo.

“¡Ruler!”

Gritó por reflejo—pero su voz se detuvo a medio camino. Se quedó sin palabras. Al ser un mago desde su nacimiento, pudo comprenderlo. El pilar de luz que había caído del cielo hace un momento fue un golpe lleno de malicia. Un poder equiparable al de una bomba, incluso la clase Saber la cual tendía a tener la Resistencia Mágica más alta no podría ignorar el daño.

Pero ella—lo evadió. Aunque ‘evadir’ no era la manera correcta de describirlo. Ese hechizo de ataque, el cual había sido suprimido, no en un solo punto, si no el área completa, había sido desviado sin dañarla. El disparo de relámpago, el cual debería de tener voluntad propia, había perdido toda su malicia. En su lugar el relámpago ataco el área circundante.

Si no le hubiese advertido, Sieg también habría sido afectado por el ataque. Alrededor de ella había escombros de golems junto a los Guerreros Colmillo de Dragón que habían intentado atacarla, pero ahora… cada uno de ellos se había desvanecido por completo.

Ni una sola pieza de escombros permanecía… si no le hubiese avisado, él también podría haber sido reducido a nada.

“Esta es… la octava clase de Servant.”

Mientras murmuraba tal cosa, miro hacia el cielo. Aunque la Resistencia Mágica anormal de Ruler era sorprendente, lo que era aún más sorprendente fue ese logro de hechicería de hace unos momentos. Tal hechizo, que era equiparable a un bombardeo, solo podía ser logrado por hechicería de la Era de los Dioses.

Probablemente se trataba del Caster Rojo. La fortaleza flotante muy probablemente era su Noble Phantasm o algo similar de algún Servant Rojo. Por lo menos sería un logro imposible para un mago moderno.

De cualquier forma, no fue capaz de asesinar a Ruler. Tanto Sieg como Ruler pensaron que el Servant que lanzó los hechizos desde la fortaleza flotante dejaría de hacerlo.

Pero—

“¿¡!?”

Ambos quedaron sorprendidos al mismo tiempo. Sin importarle el hecho de que su ataque había sido desviado, el Servant allá arriba siguió lanzando un disparo tras otro. Estaban realizando un acto inútil… No, había un fin en ello. Este era un simple intento de ganar tiempo. Y los medios para lograrlo eran simplemente exagerados.

“¡Kuh…!”

Ruler miro a Sieg. Si, Ruler aun podía moverse, pero Sieg siempre tendría que apartarse de ella. Sieg habló sin dudarlo.

“…Adelántate. De cualquier forma me encontrare con la gente que debo encontrarme.”

“Entendido.”

Ella no le deseo suerte en su batalla. El campo de batalla no era algo en que se pudiese sobrevivir con solo tener suerte. Si hubiese dicho algo, solo sería una plegaria para que él no se encontrara con algún Servant.

Pero eso era imposible. Porque él había dicho que se encontraría con la gente que debía encontrar. Los primeros con los que se encontraría serían los homúnculos. Salvarlos era uno de los objetivos de Sieg.

Y había una persona más con la que tenía que encontrarse. Un Servant—el Rider Negro Astolfo. Su deseo de encontrarse con este Servant no provenía de un propósito claro. Tal vez solo quería encontrarse con él porque quería verlo. Ruler pensó que tal comportamiento era un poco encantador.

Sin embargo, encontrarse con Rider significaba encontrarse con otros Servants. Él portaba una espada en su mano y su cuerpo estaba claramente lleno de espíritu de lucha.

Por lo tanto probablemente sería visto como un enemigo por el Campamento Rojo. Por todo esto debería de detenerlo, pero probablemente jama se detendría. Aunque sabía que el encontrarse con Rider era un acto inútil y sin significado y que eso traicionaría los deseos que Rider tenía para él, Sieg aun así iría en su encuentro.

Ruler comenzó a correr. Sentía que ‘aquel’ a quien perseguía se estaba alejando, así que incremento su velocidad más y más. Incluso abandono el tener que lidiar con los ataques de los Guerreros Colmillo de Dragón y simplemente siguió corriendo.

No era que deseara detener esta guerra. Mientras que la guerra entre ambos campamentos se llevase correctamente, Ruler no tendría ninguna objeción.

Pero un fuerte sentimiento de intranquilidad que hacía que apretara y rechinara sus dientes la obligaba a pasar a través de este campo de batalla. Tenía que encontrarse con ellos, tenía que encontrarse con ‘alguien’ que se estaba alejando.

Y un Servant Rojo estaba obstruyendo su camino intencionalmente. Apilaban Guerreros Colmillo de Dragón como montañas y simplemente crearon un muro para bloquearla.

“— ¡Están en mi camino!”

Por supuesto, incluso la demora de tener que lidiar con una obstrucción menor como esta era un tiempo valioso para Ruler. Ella dirigió la punta de su estandarte a un solo lugar y atravesó el muro sin realizar ninguna pausa.

Acto seguido, esparció el agua bendita que llevaba y mostró la localización de cada Servant justo como lo había hecho antes. Sabía que los Servants Negros no eran un problema en estos momentos, y por ello enfocó su atención en la localización de los Servants Rojos.

Simples Guerreros Colmillo de Dragón estaban lejos de ser efectivos en ganar tiempo contra ella. Pero los Servants eran un asunto diferente. Primero, definitivamente debía evitar ser perseguida por alguno de ellos.

Ruler rápidamente encontró una ruta que no entraba en contacto con ningún Servant Rojo, y corrió siguiendo ese camino. Ella pudo sentir como el frio recorría su cuerpo mientras transcurría el tiempo.

Y entonces, el peor encuentro posible apareció en su ruta para bloquearla.




Así está bien. Sieg dejó salir un suspiro de alivio mientras observaba como Ruler se marchaba. Ella tenía sus propios objetivos, y no era algo que él debiese retrasar. Sus objetivos eran mucho más nobles e importantes. A diferencia de los suyos. Había una montaña de cosas que debería de estar haciendo en vez de pensar mientras corría. Guerreros Colmillo de Dragón se dirigían hacia él, y aunque un Servant sería capaz de derrotarlos de un solo golpe, ellos eran enemigos que él tendría que manejar cuidadosamente de uno en uno.

Lanzarse hacia ellos con su espada tendría poco efecto, así que cargó hacia adelante para chocar con uno de ellos y mantenerse cerca de él, procediendo a partirlo en dos por la cintura. El Guerrero Colmillo de Dragón se derrumbó en un parpadeo. Posteriormente cortó el brazo de otro Guerrero Colmillo de Dragón que se acercó por su flanco y lo tocó ligeramente con una mano.

“Straße \ gehen1.”

Se activaron sus Circuitos Mágicos—investigaron y analizaron las propiedades del material que había tocado—y dedujeron la lógica necesaria para revertirla y destruirla.

Instantáneamente, su palma libero un hechizo que transformo los huesos del Guerrero Colmillo de Dragón en un material fácil de romper. La hechicería de Sieg requería que analizara a su blanco tocándolo, así que básicamente tenía un rango cero. Sin embargo su poder destructivo era inmenso.

El Guerrero Colmillo de Dragón fue convertido en una pila de minúsculas piezas.

“¡Rider!”

Su grito fue cubierto completamente con el ruido del campo de batalla. Mientras corría examino cuidadosamente la situación en el lugar. Los lugares donde había notables choques violentos de prana eran probablemente donde ocurrían las batallas entre Servants.

“¿Qué estás haciendo?”

Cuando Sieg se dio la vuelta en dirección a la voz, se encontró con dos homúnculos de la variedad de batalla mirándolo con reproche. ‘¿Que estás haciendo?, tú también debes de pelear’—era probablemente a lo que se referían.

“Suficiente, suficiente, ustedes dejen de pelear.”

Ante las palabras de Sieg, los dos homúnculos intercambiaron miradas confundidas.

“…Si desean morir, no los detendré. Pero, si desean vivir, regresen. Regresen y salven a nuestros compañeros homúnculos. Tanto a aquellos que están siendo explotados por su prana como los que no. Ustedes no están atados a nada.”

“Pero—eso es ir en contra de nuestras órdenes.”

“Así es—la orden que se nos dio fue luchar y derrotar a los Servants enemigos y sus seguidores.”

“Esa orden es imposible. Ustedes también deberían de comprenderlo. En primer lugar, ¿Qué obligación tenemos de obedecerla?”

Ante las palabras de Sieg, los dos homúnculos nuevamente intercambiaron miradas. Como si deseara interrumpir su conversación, un Guerrero Colmillo de Dragón corrió hacia ellos y blandió su espada hacia Sieg.

Sieg desenvaino rápidamente la espada del Rider Negro y realizo un corte desde el flanco hacia su cuello. Los otros dos homúnculos se le unieron y aplastaron el cráneo y pies del Guerrero Colmillo de Dragón con sus alabardas.

Sieg hablo una vez más.

“¿Ustedes desean vivir o morir? …Tenemos que elegir alguna de esas dos opciones.”

Esta fue su última advertencia. Uno de los homúnculos eligió seguir su petición y regreso al castillo. El otro decidió seguir sus órdenes aun así y regreso nuevamente al campo de batalla.

Así está bien, pensó Sieg. Si le doy una elección, el homúnculo no podrá evitar elegir. Después de todo, su proceso de pensamiento no es tan deficiente como para no comprenderlo.

Como nacieron como sirvientes, la opción de rebelarse extrañamente nunca surgió en sus mentes. Pero era un asunto diferente si se les daba la elección.

Simplemente le había dado a los homúnculos en la retaguardia la opción. Ellos podían elegir su propio camino. Sieg no era responsable por lo que hicieran después de eso—o dicho de otra forma, él pensaba que no debería ser responsable de ellos después de eso.

Ahora solo tenía que buscar al Rider Negro. Él era tan distraído que no había pensado que es lo que haría después de encontrarlo. El Rider Negro probablemente se lamentaría de que, de todas las cosas posibles, esta fuese la primera cosa que Sieg había elegido hacer con su nueva libertad.

—Aun así. Aun así, había sentimientos que lo dirigían sin tener en cuenta su propio bienestar. Había cosas que deseaba hacer y no podía olvidar, y no poseía la resolución para buscar una vida llena de días ordinarios y pacíficos.

Había demasiadas cosas por mucho, mucho más preciosas para él que tal sueño. Deseaba salvar a sus compañeros. Deseaba encontrarse de nuevo con el Rider Negro y regresarle el favor.

No le preocupaba que fuese inútil. Aun si sabía bastante bien que Rider no había deseado que hiciera tal cosa y podría lamentar la decisión de Sieg. Él simplemente había elegido tal cosa.

Si, dado que eso era lo que había elegido hacer, no podía retractarse. Eso sería la peor cosa que podía hacer.

Respiro profundamente. Estaba aterrado; aun cuando no había estado atemorizado en lo más mínimo cuando estuvo al borde de la muerte en ese entonces. Cuando pensó que podría dejar ir aquello que había obtenido temporalmente—no pudo evitar sentirse aterrorizado.

…Pero el latido de su corazón se aceleró dentro de él.

Apretando los dientes, cerró y abrió su puño fuertemente, mientras este temblaba con sudor frio. Puedo hacerlo, pensó, deseó, y rezó—y así dio su primer paso adelante.



La batalla entre los dos Lancers aún estaba demasiado pareja.

Aunque ambos eran Lancers, sus estilos de pelea eran completamente diferentes. El Lancer Negro lanzaba estacas a su enemigo con solo dirigirlas con un dedo, mientras que el Lancer Rojo apuntaba a aplastar directamente a su enemigo con la lanza que llevaba en sus manos.

El Lancer Negro lanzaba estacas mientras mantenía su distancia, y el Lancer Rojo cerraba la distancia entre ellos mientras rompía cada una de las estacas. La batalla era una repetición de esta secuencia.

Los misterios son negados por misterios más fuertes. En ese respecto, el Lancer Rojo excedía enormemente al Lancer Negro. Basándonos en la fuerza que poseían en vida, el gran héroe Karna en verdad era excepcional.

Para enviarlo a su tumba, el dios del trueno Indra no tuvo otra opción que diseñar un intrincado plan. Karna era el mejor y más orgulloso lancero que no había caído al suelo incluso después de haber sido traicionado por sus aliados.

—Sin embargo, incluso contra tal héroe, el Lancer Negro no cayó ante sus ataques.

A diferencia del Lancer Rojo cuya existencia en la historia real era muy poco clara, el Lancer Negro—Vlad III era un héroe que en verdad había existido en este mundo.

Él era un héroe patriota que había sido temido por todos los países que lo rodeaban, y aunque era igual de temido por sus propios ciudadanos—aun recibía un gran respeto y adoración de ellos.

Sin él, su país no habría existido. El héroe que grabo esto en la historia del mundo había sido traído nuevamente a la vida en ese mismo país. Su fama y popularidad era inmensa en este lugar.

Su Noble Phantasm Kaziklu Bey: Lord de la Ejecución poseía un poder poco común como resultado. Era cierto, se trataba de estacas ordinarias. Pero—el problema era que estas estacas podían ser invocadas a voluntad de acuerdo a las órdenes del Lancer Negro.

Aunque, enfrentándose incluso con un enemigo con un Noble Phantasm de ese nivel, el Lancer Rojo aún era fácilmente un rival para miles de ellas. Sin prestarle atención alguna a las estacas que lo apuñalaban incontables veces por todo su cuerpo, desde sus pies a su hombro derecho, de su flanco izquierdo a su codo, ni sus movimientos ni su fuerza cambio en lo más mínimo. Justo ahora, su Noble Phantasm Kayacha y Kundala: O Surya, Conviértete en Armadura estaba negando 90% del daño de las estacas. Estas eran reducidas a meros rasguños que podía curar mientras peleaba.

Sin embargo…

“—Magnifico. Has roto mil estacas con esa lanza, quemado ochocientas con esas flamas que cubren tu cuerpo y detenido dos mil con esa armadura dorada. Lancer Rojo, eres sin duda digno de ser un héroe. Con esa armadura, incluso un ariete no tendría efecto, sin mencionar mis estacas.”

Karna acepto los elogios del Lancer Negro con una actitud solemne.

“Le agradezco sus palabras, señor de estas tierras.”

“Si no fueses un pagano te permitiría que te rindieras. Solo eso es una lástima, el que creas en un dios falso.”

“Hmm, ¿Cómo sabes que mi dios es falso?”

“Por supuesto que lo sé. Dios es un absoluto puro e intocable. Si no lo fuera, ¿Quién creería en él? ¿Quién confiaría en él? Un dios que se mezcla con su gente y tiene relaciones con ellos es meramente un monstruo horrendo.”

“Me pregunto si eso será cierto. Es simplemente natural que cualquier fe religiosa atraviese innumerables cambios dependiendo del lugar. Si es una tierra donde ocurre una inundación, entonces el que gobierne sobre el agua es Dios en ese lugar. Si mis dioses y sus dioses son monstruos, entonces el Dios en el que crees también es meramente un monstruo al cual se le ha impuesto el ideal de ser [absoluto].”

Instantáneamente una llama se encendió en los ojos del Lancer Negro. Incluso después de haber visto eso, el Lancer Rojo habló clara y tranquilamente.

“—Ya veo. Eres bastante rígido y severo”, lord del empalamiento, Kaziklu Bey. Para ti, estas estacas son tanto defensa como ataque, tanto una demostración de fuerza como la encarnación del miedo.

“… ¿Qué?”

“Tú utilizas estas estacas para establecer tu dominio, tu castillo y lo que debes proteger; en otras palabras, tratas de formar un país utilizando una sola persona. ¿Acaso es un acto de amor por tu país natal o es debido a tu sentido de responsabilidad como el rey de este estado?”

El Lancer Rojo expuso al Lancer Negro de una manera indiferente. No solo su cuerpo, si no lo que estaba dentro de su corazón.

“Pero no hay súbditos que te obedezcan aquí ¿o sí? Un rey puede ser distante y estar solo. Pero no existe un rey sin un sequito… Que disparate, lord del empalamiento. Yo soy un Espíritu Heroico y no temo siquiera hacer mi enemigo a un país entero. ”

“—Oh, que interesante.”

El Lancer Negro sonrió. Era una sonrisa extremadamente violenta cargada al máximo de enojo y furia, odio y ansia asesina.

“Así que no temes enfrentar mi país tu solo. Como era de esperarse de un héroe—ya te he castigado tres veces por esa arrogancia. Si… mis estacas te han atravesado tres veces en total. Por lo tanto, morirás aquí.”

“—¿¡!?”

Sintiendo una amenaza golpear repentinamente su cuerpo, el Lancer Rojo inmediatamente trató de saltar hacia atrás—pero ya no se trataba de si fuese lo suficientemente rápido o no. Eso ya era parte del pasado. ¡El ataque ya estaba terminando…!

“Lo adivinaste rápidamente. Sí, mi Kaziklu Bey: Lord de la Ejecución no es un Noble Phantasm que cree estacas. Son las ‘estacas mismas las que se han clavado en mi enemigo’ aquellas que son el Noble Phantasm. Mientras estés dentro de mi territorio, sin importar que tanto fortifiques tu cuerpo, si es un hecho que has recibido un ataque mío—”

“Estacas, huh…”

La armadura dorada que envolvía el cuerpo de Karna podía protegerlo contras estacas, espadas, martillos o cualquier tipo de ataque sin importar si fuese físico o mágico. Sin embargo—ataques desde dentro de su cuerpo eran la única excepción. Además, estas estacas se estaban manifestando en un estado definido, como si ya lo hubieran atravesado.

Incluso una avispa con poderosas mandíbulas y aguijones que bailaba libremente por el cielo y que ansiaba una presa, era solo comida cuando se encontraba en un nido tejido por una multitud de arañas.

La sangre comenzó a correr desde las tres estacas que comenzaron a clavarse dentro de él rápidamente. Esta era probablemente la primera experiencia de Karna en cuanto a recibir daño mientras llevaba puesta su armadura.

En un parpadeo el Lancer Negro cargó hacia adelante para apropiarse de la victoria. Desde el comienzo, él nunca pensó, incluso en sus sueños, que el Lancer Rojo fuese a ser asesinado por algo de este nivel.

Así que no pudo dejar pasar la oportunidad ni por un instante. Sin importar que tan grandioso fuese como héroe, ¡no había forma de que pudiese resistirse mientras era atravesado con las estacas!

“¡Esto es un jaque mate, Lancer Rojo…!”

El Lancer Negro lanzó un ataque con un flujo de incontables estacas y también con la lanza que tenía en su mano. El ataque era más similar a un banco de pirañas que a un Noble Phantasm. Después de todo, no había pausa en el consumo de prana. Mientras que los homúnculos le proporcionaran prana, podría seguir creando estacas perpetuamente. Dos mil estacas era simplemente el máximo que podía invocar a la vez. Sin importar cuantas estacas fuesen destruidas las podría recrear mientras tuviese prana.

En otras palabras, este campo de batalla simplemente estaba cubierto por completo por estacas que contenían su malicia. Él no podía ser derrotado. No debía de haber forma de que un guerrero solitario retara y derrotara a este rey que gobernaba estas tierras y sometía a su nación.

Pero—el que sus alrededores fuesen también su enemigo era el lugar más común y la situación más común posible para el Espíritu Heroico Karna.

Mientras el Lancer Negro realizaba la estocada con su laza hacia la frente en su cabeza, el Lancer Rojo la desvió espléndidamente con un movimiento de su propia lanza, como si no pudiese sentir el daño de las estacas que lo apuñalaban.

“¡¡…!!”

Incluso el Lancer Negro se quedó sin palabras. Mientras tanto, el Lancer Rojo demostró su fuerza de voluntad súper humana aún más.

“Oh Agni.”

Una llamarada envolvió el cuerpo entero del Lancer Rojo. El Lancer Negro de inmediato comprendió que estaba tratando de incinerar las estacas.

Trato de burlarse de él, pero quedo petrificado un instante después. Las flamas entraron en el cuerpo del Lancer Rojo. Estas quemaron, ardieron y siguieron ardiendo—hasta que cada una de las estacas atravesando al Lancer Rojo explotaron.

Sin perder un momento, el Lancer Negro ataco con otra lluvia de estacas.

Pero lo que las estacas estaban tratando de destruir era, de entre todas las cosas, una encarnación del fuego. Él era el hijo del sol, que no podía ser quemado ni siquiera por los espíritus de las flamas.

Su resistente lanza que le fue entregada por los dioses, la armadura dorada que se le había otorgado a causa de las suplicas de su madre, y sus lazos de sangre con el dios del sol—todas sus estadísticas estaban listadas a la mitad de su valor actual cuando se verificaban la estadísticas del Servant conocido como Karna.

El arma más fuerte de Karna era su ‘voluntad’. Poseyendo una voluntad y un corazón fuertes, él fue el Héroe de la Caridad que nunca mostro resentimiento a una sola persona, a pesar de experimentar todo tipo de infortunios. Él fue el hombre que había otorgado un trato especial a todo el mundo, pero nunca había sido tratado [especialmente].

Ni orgulloso ni arrogante, él fue el héroe que simplemente llevaba un estilo de vida que no avergonzaría el nombre de su padre, desde el momento en que nació hasta cuando finalmente fue derribado.

Por lo tanto, aun con sus entrañas removidas y los nervios de sus brazos cortados por solo tres estacas. Incluso cuando fue atacado por un sobrecogedor sentimiento de opresión a causa del interminable flujo de estacas. Incluso cuando tuvo que soportar agonía inimaginable mientras el fuego circulaba dentro de su cuerpo para hacerse caso de tales cosas.

¡El Lancer Rojo nunca sintió miedo o dobló sus rodillas en sumisión!

Las flamas rodeaban a los dos Servants. Era exactamente como hace poco. Las flamas regresaban todo a la nada. Pero eso no era todo.

“—Lord de esta tierra, ¡tomare tu cabeza!”

Envuelto en flamas, el Lancer Rojo se arrojó fieramente hacia adelante—y sin prestar atención al daño de las estacas o de las flamas en lo más mínimo, propino un golpe directo a la punta del hombro del Lancer Negro.

“¡Guh…!”

Un quejido de ineludible dolor. La lucha por la supremacía termino ahí. El Lancer Rojo finalmente había atrapado al Lancer Negro. Y para incrementar el éxito de su golpe final, el Lancer Rojo comenzó a esperar por su oportunidad para liberar su otro Noble Phantasm que rivalizaba con su armadura dorada, ese era, Brahmastra Kundala: O Brahma, Maldíceme.




La Fortaleza Millennia. Los Masters observaban el campo de batalla a través de sus familiares y la Menorá, y proporcionaban órdenes a sus Servants o no tenían nada que decir y simplemente observaban la batalla conteniendo el aliento.

Entre ellos, Darnic habló repentinamente.

“—Voy a salir. Fiore, te dejo el comando de los Masters a ti. Por lo tanto todos ustedes deberán seguir sus órdenes.”

“… ¿Abuelo?”

Darnic no le respondió a Fiore y salto por la ventana. Volar no era un hechizo demasiado difícil para un mago. Él dio un paso en el cielo como si estuviera caminando por una escalera.

—Como pensé. Supongo que tendré que activarlo.

Mientras observaba sus Hechizos de Comando, examino cuidadosamente la situación actual de su Servant… el Lancer Negro. Él había considerado como una amenaza al Lancer Rojo, quien había peleado a la par contra el Saber Negro, el héroe Siegfried, y también al Rider Rojo, Aquiles, de quien el Archer Negro había concluido que no podría ser asesinado por ningún Espíritu Heroico excepto uno que poseyera sangre divina.

Además de esos dos, la Saber Roja también era un enemigo formidable. Incluso ahora, ella estaba en medio de una lucha unilateral contra el Rider de su campamento. A este paso el Rider Negro sería derrotado.

Pero Darnic aún tenía un último recurso. El otro Noble Phantasm del Lancer Negro.

En verdad se trataba de un Noble Phantasm de asesinato seguro que, una vez activado, le permitiría despedazar fácilmente al Lancer Rojo e incluso asesinar a un Espíritu Heroico con sangre divina.

Por supuesto, el precio por usarlo era alto. O sería mejor decir que era algo que en definitiva no deseaba utilizar.

“Leyenda de Dracula: Tradición de Sangre…”

Una vez utilizado, el Lancer Negro se transformaría en un vampiro bebedor de sangre que solo era mencionado en el folclor. En vez de un Espíritu Heroico, seria reducido literalmente a un monstruo.

El precio de activar ese Noble Phantasm era la ‘vida’ de Darnic. Porque el Lancer Negro había formado un contrato como Servant con Darnic para borrar la leyenda manchada de sangre de Vlad III—lo cual significaba borrar al vampiro Dracula de la historia.

“—En otras palabras. El hacerme utilizar ese Noble Phantasm es lo mismo que escupirme en la cara. Aun si estoy a punto de morir, no lo utilizare. Y si me forzaras a utilizarlo con un Hechizo de Comando, no necesito decirte que te pasara después de ello, ¿o sí?”

Esa fue la advertencia, no, la orden que el Lancer Negro le había dado inmediatamente después de haber sido invocado. En otras palabras, si Darnic lo hacía utilizar este Noble Phantasm, pagaría por ello con la muerte.

“…Pero si perdemos moriré de cualquier forma.”

Esa era la verdad. Si huía, probablemente al menos podría extender su vida, pero el mago Darnic Prestone Yggdmillennia también moriría. Eso por sí mismo era una opción que no tomaría.

Si era por el bien de alcanzar la victoria, Darnic permitiría cualquier sacrificio. Pero el problema aquí era que el Master del Lancer Negro era él mismo.

Podría forzar a Lancer a utilizar Leyenda de Dracula con un Hechizo de Comando, y entonces hacer que Lancer se suicidara con otro más. Esto removería todos los problemas. Pero si hiciera eso, Darnic perdería a su Servant. Aun si Lancer aniquilara a todos los Servants Rojos durante ese tiempo, lo que seguiría sería una batalla entre los Masters del Clan Yggdmillennia. Aun si Darnic era el jefe del clan, esta era una guerra que rodeaba al Santo Grial el cual podía cumplir todo deseo.

Incluso los más leales miembros del clan como Fiore y Caules no escucharían sus órdenes en ese momento.

Entonces, ¿Debería de tomar el Servant de alguien más?

Eso también era un problema difícil. ¿Acaso alguien en verdad cumpliría una orden como la de entregar a su Servant? Además, no había ningún otro Espíritu Heroico entre ellos, además del difunto Saber, que pudiese oponerse al Servant de Fiore, Chiron. Sin importar lo que hiciera, era una situación llena de un gran riesgo.

“—Cielos.”

Estaba acorralado. Darnic lo comprendía perfectamente. Pero esto era algo que ya había experimentado en múltiples ocasiones en el curso de estos últimos cien años.

De entre esas experiencias, la tercera Guerra del Santo Grial sesenta años atrás había sido una batalla especialmente dura, tanto que, incluso ahora, se regocijaba de aun seguir con vida de esta manera.

En ese entonces tuvo la inesperada fortuna de encontrar un camino que lo llevo hasta el Grial Mayor desde un hoyo por el cual había caído por coincidencia. Por ello procedió a convencer a los Alemanes Nazis con palabras dulces, logrando que enviaran, bajo las órdenes directas del Führer, una gran fuerza militar que uno no esperaría fuese enviada a un país aliado como Japón, y logro que robaran el Grial Mayor.

Y entonces, intencionalmente, realizó los arreglos para que el transporte que llevaba el Grial Mayor pasara por Trifas en su camino a Alemania, acto seguido asesino a todos los magos y soldados que habían peleado a su lado. Después de ello siguieron los días de investigación y política. Su exterior para la Asociación era una fachada fingida donde el clan Yggdmillennia se conformaba con la labor de ser el receptáculo de los magos fallidos.

Prosiguió alterando el Grial Mayor poco a poco para adaptarlo a Trifas. El hacer posible el invocar no solo Espíritus Heroicos puros, si no también ‘aquellos que solo tienen el aspecto de un Espíritu Heroico’ podía ser llamado un resultado inesperado de ese proceso.

De cualquier forma, tiempo es algo de lo que tenía en demasía. Diez años, veinte años, treinta años, cuarenta años, cincuenta años, sesenta años—

¿Cuál era el origen de su tenacidad?

¿La fuerza que guiaba a todos los magos, el deseo de alcanzar la Raíz? Por supuesto, eso jugaba como una gran parte de sus razones. Mientras que uno viva como mago, el tener como meta tal cosa era algo natural. ¿Pero acaso había luchado hasta este punto por un deseo tan ‘puro’?

…Una memoria amarga de más de ochenta años atrás surgió en su mente.

En esa época había sido bendecido con un brillante debut como un joven mago de gran futuro, y repentinamente había obtenido una propuesta de matrimonio. Se trataba de un buen emparejamiento para un matrimonio. Darnic se vincularía a un clan de un lago linaje que se encontraba entre los aristócratas de la Torre del Reloj.

Pero entonces todo llego a su fin. La sangre Yggdmillennia fue contaminada y se volvió impura, y no pudo mantenerse a sí misma más allá de la quinta generación. ‘Todo lo que queda es la llegada de la ruina para tu clan’ le advirtió un cierto mago.

—Ridículo. Mientras que el clan continúe más allá de su quinta generación, se puede pensar en cualquier número de contra medidas. Pero parecía que el único que pensaba de tal manera era Darnic. Al clan al que estaba a punto de entrar por medio del matrimonio no le gustaban los riesgos, y por esto para ellos, él se convirtió en un extraño que debía ser excluido.

Incluso su cuñado, quien le había dado una palmada en la espalda y había jurado su amistad hacia él, y la mujer que se convertiría en su esposa, quien había susurrado tímidamente su amor por él, ambos se habían apartado.

Está bien. Tales cosas pasan.

Pero en ese mismo instante, Yggdmillennia fue alejado de su sueño de llegar a elevarse al rango de Lord. Aun si se sobreponían a la ruina que se encontraba más allá de la quinta generación, la etiqueta que se les había impuesto nunca seria retirada.

Podía vivir con lo que le había sucedido, pero aquellos magos habían acabado incluso con los futuros de aquellos que lo seguían. En ese instante, Darnic abandono la idea de alcanzar la Raíz a través de un enfoque normal—en otras palabras, el acumular investigaciones diligentemente como un mago normal y escalar gradualmente la escalera política dentro de la Asociación— ese era un sueño que no sería cumplido jamás.

Por lo tanto, primero tenía que pensar en un método para detener la ruina de su clan. Y después tenía que buscar un camino para alcanzar la Raíz.

También existía la opción de simplemente retirarse de la Asociación de Magos y continuar con la investigación de su clan mientras se escondían en medio del mundo. Pero Darnic se negaba a hacer tal cosa.

Naturalmente, el permanecer en la Asociación era humillante. Pero Darnic grabó esa humillación en su corazón sin olvidar un solo segundo de ella—y la utilizo como aliento.

En esa época por coincidencia se enteró sobre la Guerra del Santo Grial en la Ciudad de Fuyuki. Se alió con la Alemania Nazi, quienes estaban interesados en lo oculto, obtuvo el poder de un ejército, y participo en la guerra como un Master.

Fue desafortunado para él que la situación se hubiese vuelto tan caótica a causa de los Einzberns, quienes habían cometido un acto tan bajo que había roto las reglas de la guerra.

…La Tercera Guerra del Santo Grial concluyo sin un ganador definitivo, y las exhaustas familias Einzbern, Tohsaka y Makiri ya no poseían los medios para detener a Darnic y la Alemania Nazi para ese entonces.

De acuerdo a los rumores que flotan por ahí, los Einzberns aparentemente no habían renunciado al Santo Grial y estaban tratando de crear uno nuevo. Los Tohsaka abandonaron al Santo Grial y buscaron otro método para alcanzar la Raíz desde Fuyuki. El clan Makiri ya había comenzado a caer en decadencia incluso entonces. No hubo nuevas noticias de ellos, pero la Tercera Guerra del Santo Grial muy probablemente les había dado un golpe definitivo.

Darnic ya no sentía resentimiento hacia el clan que lo había abandonado. Cuando consideró la situación presente incluso sintió que debería agradecérselos. Aunque ellos hace mucho que habían caído en la ruina como clan, sin dejar sus nombres grabados en la historia en lo más mínimo—

No fue que Darnic tuviese una influencia directa en su caída a la ruina. Simplemente fueron acorralados políticamente. Ellos meramente habían invertido fondos en un experimento inútil, filtraron detalles de un ritual oculto, y el niño que había heredado la Cresta Mágica del clan, por coincidencia y desafortunadamente, había muerto en un accidente durante dicho experimento.

Ellos, que elogiaron a Darnic y que incluso estaban preparados para venderse a sí mismos ahora que habían caído en la ruina, fueron el único clan a quienes les había negado la petición de unirse a Yggdmillennia. Después de eso, supo que se habían dirigido a Japón en el Lejano Este donde la Guerra del Santo Grial se llevó a cabo una vez, pero su paradero fue desconocido después de eso. Muy probablemente habían vivido sus vidas lamentado todo hasta sus muertes.

La vida humana consiste en la continua derrota de alguien más. Y justo ahora, aquellos a quienes tiene que derrotar son la Asociación de Magos y a los otros magos de su clan.

Por supuesto que no sentía ninguna duda. Fuese que debiera derrotar a los miembros de su propio clan o hacer que su Servant utilice un Noble Phantasm que ha declarado como tabú.

La expresión de Darnic en esos momentos era suficiente como para aterrorizar a cualquier que conociera su actitud usual. Era inhumana y fría, como si estuviese congelada, sin siquiera un fragmento de emoción asomándose en ella.

Ahora estaba pensando en algo terriblemente ingenioso y cruel. Si fuera necesario no dudaría en caer en cualquier tipo de corrupción. La razón por la que salió fue exactamente esa. Para no inspirar ninguna cautela innecesaria en los otros.

“—Ahora. ¿Qué debería hacer?”

Pensó en ello por un corto momento. Y entonces Darnic llego a una sola conclusión. La decisión y determinación de no obstaculizarse a sí mismo para no mancharse las manos de sangre era necesaria, pero seguramente era algo que difícilmente tendría que pedírsele a estas alturas.



—Unilateral era la única manera de describirlo.

Desde el comienzo, los dos estaban en ligas diferentes en términos de sus estatus como Espíritus Heroicos, la edad de sus misterios y todo lo demás.

Con instintos bestiales, la Saber Roja no se molestó en bloquear la lanza dorada de Rider y en vez de ello continuaba esquivando sus ataques de manera ingeniosa.

Esta era la lanza que, aunque su poder ofensivo era efectivamente nulo, tenía la extremadamente fatal habilidad de “forzar que las piernas de un Servant se desvanezcan”—la Trampa de Argalia: ¡Derribado de un solo Toque!

Pero esa habilidad también era inútil si no podía dar un golpe directo. No se debía a que el Rider Negro no tuviera experiencia con el uso de la lanza. Realmente había participado en muchas justas y había alcanzado un nivel en el que los caballeros comunes no podían competir con él.

Sin embargo, la Saber Roja no era un caballero normal. Ella era Mordred, la hija ilegítima de Arturo Pendragon, el mismísimo Rey de los Caballeros, y una chica prodigio poco común que había estudiado, robado y alterado las técnicas de su padre para hacerlas suyas.

“¡Demasiado lento!”

La armadura de cuerpo completo de la Saber Roja era obviamente de la clase de los pesos pesados incluso desde la perspectiva de alguien externo. Aun si estaba hecha de prana, su peso no cambiaba. El Rider Negro, quien tenía bastante confianza en su agilidad, trataba de superarla por completo con su velocidad.

Pero quien quedaba atrás no era sino el mismo Rider Negro. Él estaba bloqueando desesperadamente la espada de la Saber Roja con su lanza. En el filo de la espada, chispas carmesí danzaban antes de desaparecer.

Esto era el prana de la Saber Roja. Dado que estaba liberando una demente cantidad de prana que prácticamente emanaba como un torrente de todo su cuerpo, sus brazos ya se habían adormecido con solo bloquear su espada. El Rider Negro estaba aterrorizado. Podía sentirlo cada vez que sus armas chocaban— su pasión violenta como una flama que se mezclaba con algo de locura, odio y la alegría de la batalla.

“Ah, maldición, tengo otras cosas que hacer… ¡Simplemente muere de una vez!”

Chasqueando su lengua, la Saber Roja murmuro tal cosa con un tono verdaderamente molesto. En respuesta, el Rider Negro hizo lo que naturalmente era su especialidad y lo que siempre molestaba más a sus oponentes—sonrió.

“No, no, no digas eso. ¿Qué te parece si me haces compañía un poco más de tiempo?”

“¡¡Basta de charla!!”

Y la Saber Roja tenía un nivel muy alto de mal temperamento. Superada por el enojo, ella apretó sus dientes y lanzo un ataque incluso más severo que antes.

Era aterrador. E incluso así, apenas estaba dentro de lo que uno podría llamar ‘técnica de espada’.

Mientas intercambiaban ataques el Rider Negro lo comprendió. Sus habilidades con la espada poseían un conflicto y aun así un perfecto balance entre la ferocidad de un Berserker y la habilidad de un Saber.

Para ejemplificarlo utilizando una comparación, imaginen un feroz mono salvaje. Digamos que se le enseña a pelear por comida y se le enfrenta a miles de ‘enemigos’. Por supuesto, no posee la inteligencia para aprender técnicas de pelea. Pero, si el instinto lo prepara, las numerosas batallas agudizan su mente, y la recompensa por hacer tal cosa le satisface…

Entonces lo que será producido al final será el monstruo definitivo que no ha dominado una técnica de pelea, si no ‘algo diferente.’

Las habilidades con la espada de la Saber Roja eran extremadamente cercanas a esto. Era una técnica de espada que solo podía ser producida por aquellos que siguen peleando, luchando y asesinado, abandonando cosas como la etiqueta y la caballería y que solo la utilizan por el bien de la supervivencia y la masacre.

Nadie salvo ella podría dominar esta técnica, y nadie salvo ella era compatible con la lógica tras esta. Era la técnica de un león, creada y dominada solamente por Mordred.

“¡¡Kuh…!!”

Las chispas volaron cuando la lanza y la espada se encontraron. Desde que la batalla comenzó hasta ahora, la Saber Roja había estado apabullando al Rider Negro.

Pero la Saber Roja era quien se encontraba más irritada.

Maldición, no puedo propinar el golpe definitivo.

La habilidad de Instinto de la Saber Roja, la cual asemejaba una percepción psíquica, le advertía no dejarse golpear por esa brillante lanza dorada. Aun si pensaba que recibir un solo golpe por la punta sin filo de la lanza no tendría mucho efecto en ella, sus instintos no se lo permitían.

Como resultado, sus movimientos de evasión solo se hicieron más grandes y amplios, y no podía responder con un contraataque de su espada. No era suficiente para hacer que sus ataques se volvieran torpes, pero era verdad que no podía poner todo su poder detrás de estos.

¿Acaso debía de ignorar sus instintos e intentar recibir un ataque? Ese pensamiento llego a su mente pero lo descarto de inmediato. Esa lanza era un Noble Phantasm. Y mientras se tratase de un Noble Phantasm debía permanecer en guardia sin importar que tan bajo fuese su poder.

Sería fatal para ella si tuviese alguna habilidad como inmovilizar cualquier cosa que golpeara o debilitar los movimientos del enemigo. No, la Saber Roja no pensaba que el Rider Negro cargaría simplemente contra un enemigo de la clase más poderosa sin ningún tipo de plan.

Por ello aparto su irritación… Su impaciencia en estos momentos no se debía a la preocupación de perder. Simplemente se encontraba impaciente por terminar con esto antes de que la batalla entera concluyera sin que ella pudiese pelear con otros Servants, especialmente ese Archer Negro con quien no pudo concluir su batalla la última ocasión.

Así que apartando su impaciencia, la Saber Roja espero determinada a que el Rider Negro mostrara alguna apertura.

¡Ahora!

Y entonces llego la oportunidad. Ella repelió la lanza hacia arriba con todo su poder y dirigió su espada a su abdomen indefenso. Su cota de malla podría no haber existido enfrentada a su espada.

“¡Gah…!”

En el último momento, el Rider Negro puso todo su poder en girar su cuerpo. Este acto tuvo éxito, por lo menos le permitió evitar una muerte instantánea ya que solo perforo su flanco.

¿Pero acaso eso podría llamarse éxito? El Rider Negro ya no tenía la fuerza para soportar el corto tiempo que tomaría para que un hechizo curativo o su propia habilidad de sanación tomasen efecto.

“—Bien, fue divertido.”

La Saber Roja dijo esto y levanto a Clarent sobre su cabeza preparándose para blandirla en un arco amplio. El Rider Negro se forzó a levantar su rostro y murmuro con una sonrisa.

“…Preparativos completados.”

La Saber Roja frunció el ceño con sospecha ante las palabras del Rider Negro.

“Hey, ¿De qué preparativos estás hablando? ¿Eh?”

—En ese instante. Con una velocidad que en verdad no podía ser captada con la simple vista, un fuerte ataque proveniente del Berserker Negro, quien había recibido un aumento por medio de un Hechizo de Comando, golpeo la indefensa espalda de la Saber Roja.

Juzgando que esta era una batalla de todo o nada, Caules utilizo su segundo Hechizo de Comando. De acuerdo al diagnóstico del Archer Negro, la Saber Roja no poseía un Noble Phantasm del tipo defensivo que estuviese cercano al Armamento Conceptual del Saber Negro o del Rider Rojo. Había juzgado que su yelmo simplemente servía para ocultar su verdadero nombre y habilidades y que no poseía otros poderes.

En ese caso este ataque debería, por lo menos, conectar con el oponente. Particularmente dado que el mazo de Berserker proporciona daño de impacto en vez de corte. Era especialmente útil contra enemigos que se encontraban cubiertos por completo en su armadura.

El impacto entre la armadura y el mazo fue como el sonido de un coche siendo aplastado en una chatarrería. El Berserker Negro sintió el impacto de su golpe. Rider, quien observo el ataque desde el comienzo hasta el final, estaba seguro de que había conectado.

Sin embargo,

“—Eso es… imposible.”

Aquel que merecía tal expresión de impresión y admiración no fue el Berserker Negro, quien había sido cuidadosa de apuntar y golpear con su mazo como se había planeado. Era la Saber Roja, quien había recibido el ataque y aun así, en vez de salir volando, no se había movido, como si estuviese clavada al piso.

Caules, quien había observado todo a través de sus familiares, Berserker, e incluso Rider, no podían ocultar su impresión.

“Berserker… Incluso si un esbirro menor como tú es agregada a la batalla…”

La voz de la Saber Roja era penetrantemente fría, como si estuviese sofocando el dolor y enojo debajo de ella. Ella giro firmemente la punta de su espada hacia el Rider Negro, quien había intentado atravesarla con su lanza al mismo tiempo que Berserker la ataco y quien no podía moverse ni un solo paso o seria atravesado.

“¡—uu—uu!”

‘Esto es malo. ¡Aléjate, Berserker!’

Casi al mismo tiempo que la orden de Caules, Berserker, sobrecogida por una premonición de su ‘muerte’, inmediatamente salto hacia atrás casi unos veinte metros. Ella desapareció en medio de un conglomerado de golems que estaban ahí por casualidad.

E inmediatamente después, el Berserker y el Rider Negro se dieron cuenta una vez más que tan lejos sobre ellos se encontraba la Saber Roja como Espíritu Heroico.

“— ¿¡Acaso pensaste que podrías vencerme!?”

Ella cargó hacia adelante. No, podría decirse que ya no estaba al nivel de simplemente cargar, si no que salió como un disparo hacia adelante. La Saber Roja era una bala cargada y el martillo del arma acababa de golpear el detonador.

A través de la habilidad de la Saber Roja [Explosión de Prana] — ella, la bala, salió volando del barril de la pistola mientras giraba, y se lanzó sin duda directamente hacia su blanco, Berserker.

Y la enorme espada que llevaba lista era como una ojiva. Incluso con el rostro de Saber completamente cubierto por su yelmo, Berserker pudo sentirlo claramente.

Este Servant está sonriendo burlonamente en estos momentos.

Saber realizo un corte en forma de arco y este exploto a través de todos los golems. ‘Explotar’ en verdad era la palabra adecuada. Una onda de impacto y un relámpago rojo explotaron de la hoja de la espada, y los golems que los rodeaban fueron reducidos a escombros solo por la onda expansiva.

Los Masters Negros que observaron esta escena y los Servants que la presenciaron solo pudieron quedar boquiabiertos.

“—No puede ser.”

El estresado murmullo de alguien de ellos fue un sentimiento en el que todos concordaron en lo más profundo de sus corazones. Así de sorprendente y absurdo fue ese ataque. Y lo que era más aterrador es que ni siquiera era su Noble Phantasm. Solo fue un ataque normal lanzado con el poder total de un Espíritu Heroico.

‘¡¡Berserker…!!’

Caules la llamo desesperadamente a través de su comunicación telepática. Berserker no daba señales de respuesta. No estaba muerta; su Master Caules al menos sabía tal cosa. Pero— ¿en qué estado se encontraba después de haber recibido un ataque como ese?

La Saber Roja alejo el humo con un movimiento de su espada. Observando a Berserker y notando su estado actual, el rostro de Saber se llenó de odio.

“Tú—”

‘Hey, ¿Acaso lograste acabar con ella?’

Después de que su Master la interrumpiera con su comunicación telepática, Saber respondió con una voz molesta.

“La golpee. La golpee, pero sigue con vida. Se encuentra con vida dando un espectáculo lastimoso en el suelo.”

‘…En verdad estas de mal humor ¿cierto? Así que, ¿ya averiguaste su verdadera identidad?’

“No en realidad. Pero—esta chica no es humana. O debería decir que dudo mucho que ella sea algún tipo de creatura viva. Parecer como si ella fuese… similar a un homúnculo.”

‘¿Un homúnculo?’

“El brazo que le corte tiene cable dentro en vez de venas. Master, ¿Acaso existe algún Espíritu Heroico así?”

‘Una forma artificial de vida, huh… tengo el presentimiento de que… puedo o no haber escuchado de un Espíritu Heroico como ese.’

“Hey, decídete Master… Bueno, no importa de cualquier manera. El averiguar el verdadero nombre de un Servant que está a punto de morir es un esfuerzo inútil.”

‘Espera, espera… una forma de vida artificial… Te lo preguntare por si acaso, pero su cuerpo entero no es el de una máquina, ¿cierto?’

“Su carne es un montón de partes defectuosas unidas. Ella no es una maquina… bueno, a quien le importa. Voy a propinarle el golpe definitivo en estos momentos.”

Para ‘matar’ a un Servant era necesario aplastar su núcleo espiritual. Así que solo necesitaba destruir los órganos que se conectaban a este, su corazón o cerebro.

Sin dudarlo, la Saber Roja clavo su espada en el pecho de Berserker. La Berserker Negra recibió la espada sin resistirse. Solo se sacudió en el instante en que la espada fue clavada.

“—Se terminó.”

Ahora que Berserker había recibido una herida fatal, a Saber no le importó más. Su siguiente blanco era el Rider Negro. Cuando se dio la vuelta pudo ver como Rider cargaba hacia ella con su lanza lista.

Era rápido. Pero sus heridas aun no estaban completamente curadas, su ataque solo era ligeramente superior a un Espíritu Heroico promedio. Ella estaba confiada de que podría manejar aun cien de esos ataques.

“¡Ven por mí, perro!”

Estaba confiada. Bloquearía la lanza de Rider con su espada y lo decapitaría en un parpadeo. Y así terminaría la batalla. Aunque el rango de su Instinto no era suficientemente alto como para llamarlo premonitorio, aun así fue suficiente para guiarla a la respuesta optima a esta escena.

Había una probabilidad de diez a una de que el Rider Negro fuese asesinado. No parecía probable que un milagro sucediese, así que lo único que debía hacer era concentrarse.

La Saber Roja estaba en lo correcto. Pero uno de sus cálculos fue insuficiente. No fue un esbirro como un homúnculo de batalla o un golem—ni siquiera otro Servant. Si no que fue un ‘fallo’ que no debería de existir en este mundo.

Fue en ese entonces que todos sus cálculos fallaron y se derrumbaron.

“¿¡!?”

Primero, el Rider Negro redujo su carga mientras mostraba una expresión de sorpresa. Después, una pequeña figura humana apareció en un rincón de su visión.

Berserker Negro—no, no era ella. Era solo un homúnculo normal. Llevaba una espada delgada y estaba corriendo hacia ella justo como la había hecho Rider. Aunque sorprendentemente su ataque era inesperadamente rápido para un esbirro común.

Pero algo como eso no era más que un piquete de mosquito para ella. La Saber Roja lo ignoro y se enfocó en el Rider Negro.

Si chocaba con él, ella simplemente repelería su ataque y lo derribaría con una sola mano. Entonces se habrá terminado. Eso fue lo que predijo, pero la Saber Roja aun sentía un poco de incertidumbre.

No se trataba de algo al nivel de una premonición. Era solo un pequeño y trivial sentimiento de incertidumbre. Así que Saber lo ignoro y se preparó para matar al Rider Negro.

El Rider Negro se deshizo de su sorpresa y, como si fuese guiado por algún tipo de impaciencia, cargó hacia Saber incluso más rápido.

El primero en llegar hasta Saber fue el homúnculo. Pero su espada probablemente rebotaría en la armadura de cuerpo completo de Saber. No había forma de que no fuese así. Por lo menos sería imposible que su armadura perdiera ante el corte de un homúnculo.

…Sin embargo, el arma que el homúnculo llevaba no era otra que la espada de un Servant. Aunque no era un Noble Phantasm, su filo era incomparable con las armas comunes portadas por los soldados normales.

Aun así, no habría habido problema si su portador fuese un homúnculo ordinario. Pero—

—Él no actuaba de acuerdo a ningún pensamiento racional. Sin considerar nada incluso abandonaría su propia vida.

El ataque del Rider Negro fallaría. Sieg lo comprendía. El héroe que lo había salvado seria cruelmente derrotado y asesinado ante sus ojos.

Esa era la única cosa que no podía dejar pasar. El fuerte latido de su corazón había enviado sangre por todo su cuerpo y proporcionado energía a sus pies mientras estos se posaban firmemente sobre el suelo.

Gritó. No necesito nada, pensó. Incluso si este ataque era un acto inútil. Incluso si solo extiende la vida del Rider Negro por un poco más.

La opción de abandonar a Rider y vivir una vida pacifica—era completamente inútil ante los ojos de Sieg.

El error final en los cálculos de la Saber Roja concernía a su armadura de cuerpo completo. Ella lo había olvidado. Era verdad, Saber había resistido el ataque a todo poder y mejorado por un Hechizo de Comando de Berserker.

Pero eso no quería decir que no se encontraba herida. La parte de su armadura que había recibido directamente el ataque del mazo se había doblado y abollado.

Por lo tanto, era simplemente natural que esa parte de su armadura ahora fuese frágil. Los ojos del homúnculo definitivamente habían notado la existencia de lo que ciertamente podía ser llamado un punto catastrófico en su armadura.

Saber y Sieg compartieron un fuerte golpe. Para Sieg, se trataba de la colisión física después de chocar contra ella con su hombro y el resultante y terrible dolor que atravesó su cuerpo entero. Pero Saber no estaba preocupada por tal cosa.

“¿Q…ué?”

Antes de sentir dolor sintió sorpresa. La delgada espada había atravesado la armadura de cuerpo completo de la cual estaba tan orgullosa. Sangre comenzaba a fluir lentamente de su abdomen. Su ira se disipo instantáneamente, y en su lugar, un ansia asesina congelante se apodero de la mente de Saber.

“— ¿Quién diablos eres tú?”

Sieg permaneció en silencio mientras retiraba la delgada espada y se alistaba para utilizarla nuevamente. No era que no quisiera responder, si no que no podía. El Servant enfrente de él no estaba loco de ira, sino que lo enfrentaba mientras su rostro se encontraba detrás del yelmo de hierro—y como resultado, Sieg ni siquiera podía abrir su boca para hablar.

“…Si no vas a contestarme, tampoco me importa. Acabo de decidir qué voy a matarte.”

“—¡¡Kuh!! ¡Détente Saber!”

El Rider Negro cargo nuevamente. Ataco desde una postura baja como si estuviese deslizándose hacia adelante, pero la Saber Roja lo bloqueo con su espada y, en recompensa por su ataque ingenuo y a ciegas, le propino un severo codazo.

“¡¡Guh…!!”

Ella apuntó al lugar que no había sido completamente curado del corte de hace unos momentos, así que comenzó a sangrar aún más de su abdomen. Incluso mientras colapsaba hacia el suelo, el Rider Negro observo fieramente a la Saber Roja con una expresión de desesperación.

Saber habló con Rider con una mirada que contenía rastros de lastima.

“Desafortunadamente ya he confirmado a este tipo como mi enemigo. Si solo fuese un poco más débil, podría haber encontrado otro camino.”

La Saber Roja preparo su espada plateada, enfocando completamente sus intenciones asesinas. Las espada fue a puntada no a Rider, si no al homúnculo. Como si estuviese en trance, Sieg observo la valiente silueta e Saber. Que aterrador, pensó. Voy a morir, predijo. Y aun así, de alguna manera sus emociones estaban adormecidas. Estaba prácticamente en un estado de serenidad mental.

El latido de su corazón no era más rápido de lo usual. Parecía que su corazón no aceleraría su pulso a causa del miedo. Como era de esperarse de un héroe, pensó Sieg, admirando en su corazón al hombre que había sido el Saber Negro, Siegfried. …El encuentro se terminó de un solo golpe.

Sieg ni siquiera tuvo tiempo de blandir su espada mientras el corte de la Saber Roja cortaba a través de su pecho. Su espada lo corto desde el hombro y alcanzo eventualmente su corazón.

“—Nos vemos. Grabare tu memoria en mi corazón, homúnculo sin nombre.”

Esas eran sin duda palabras de elogio de la Saber Roja. Sangre vivida comenzó a fluir, y otro homúnculo más cayó muriendo al piso. Era una escena que se había repetido incontables veces desde que inició el combate en este campo de batalla.

Pero en ese instante, todos los homúnculos que habían sido obligados a participar en esta Gran Guerra del Santo Grial sintieron como su respiración quedaba atrapada en sus gargantas… Todos ellos lo conocían. Todos ellos también comprendían porque había regresado.

Ellos habían sido incapaces de apoyarlo o asistirlo. Pero simpatizaban con él. Habían deseado bendiciones para él, el único de entre ellos que había escogido ser libre.

La batalla no había terminado. Los golems, Guerreros Colmillo de Dragón e incluso los homúnculos no pararon a descansar. Pero en ese momento, los homúnculos creados por Yggdmillennia sintieron que todo se había terminado.

Mientras una sombra triste se esparció entre ellos, una que nadie además de sus compañeros notó—los homúnculos continuaron peleando por sobrevivir en ese campo de batalla.

La Saber Roja regreso a encarar al Rider Negro nuevamente.

“—Lamento haberte hecho esperar.”

“…”

El Rider Negro se encontraba en silencio. Su cabeza, inclinada hacia abajo, había perdido todo rastro de su sonrisa despreocupada.

“Aquí voy, Saber Roja. No te lo perdonare.”

“Ja, ¡suficiente de conmoverse! Este es un campo de batalla. Por supuesto que voy a matar a aquellos que me enfrenten como enemigos. ¡Aún más si son aquellos que me hieren!”

“Si, eso lo sé. ¡Lo sé, pero no hay forma de que yo, Astolfo, pueda estar de acuerdo con ese tipo de lógica!”

Mientras el Rider Negro gritaba, la Saber Roja mostro una ligera sonrisa llena de provocación, planeando interceptarlo en esta ocasión, pero no pudo evitar detener su ataque a causa de una repentina comunicación telepática.

Quien le hablo fue, naturalmente, su Master Shishigou.

‘Hey. ¿¡Qué fue lo que sucedió con el Berserker Negro!?’

Aunque ella sintió algo de intriga ante el motivo poco claro de la pregunta, la Saber Roja respondió honestamente.

‘¿Qué te sucede Master? Si estamos hablando de Berserker, ella ya—’

‘¿¡Acaso confirmaste que su cuerpo se dispersó y se desvaneció!?’

‘…No, no confirme su muerte hasta ese punto.’

Pero aun sin hacer tal cosa, ella definitivamente había sentido que había propinado el golpe definitivo. Mientras permanecía atenta al Rider Negro, ella giró su cabeza ligeramente para mirar hacia donde Berserker había caído—y confirmo que no había nadie ahí.

“¿¡Qué…!?”

Incluso sorprendida, Saber analizo su alrededor. El Servant simplemente no se había desvanecido después de morir. Como prueba de ello, el mazo de Berserker estaba clavado en el suelo. Le recordaba a una lápida marcando una tumba, pero de inmediato notó algo extraño sobre ello.

Cuando ella recibió el corte de Saber, el Berserker Negro debió de haber dejado caer su mazo. Y aun así, ¿Cuándo fue que ese mazo fue plantado en el suelo de esa manera?

Tal vez porque la escena de verlo plantado ahí era demasiado extraña, su atención quedo atrapada por el mazo. Al siguiente instante, como si hubiese sido planeado de esa manera, el Berserker Negro cayó del cielo y se sujetó a la espalda de la Saber Roja.

“Kuh… ¡suéltame!”

La Saber Roja, habiendo sobrevivido en el campo de batalla por tanto tiempo, lo comprendió. Este en definitiva era un ataque suicida. Berserker estaba a punto de disparar algo incluso si significaba sacrificarse a sí misma para hacerlo.

“¡¡“NAAAAAAAAAAAAAAAAA————————OOU!!”

Mientras gritaba como una feroz bestia o un espíritu del mismo infierno, el Berserker Negro aún se sujetaba desesperadamente a la espalda de la Saber Roja.

El prana comenzó a aumentar dentro de ella como si fuese un remolino, y comenzó a crear un gran tornado con ella en su centro.

“¡Berserker!”

El Rider Negro gritó desesperado mientras bloqueaba con una mano el polvo que estaba tratando de entrar en sus ojos.

Pero quien le respondió no fue Berserker.

‘—Es suficiente, Rider. Berserker está activando su Noble Phantasm. Retírate del lugar.’

Era la voz desagradablemente fría de su Master. Naturalmente, Rider se negó.

‘De ninguna forma. Saber es…’

‘Silencio. Si te quedas ahí morirás, ¿lo sabías? ¿Acaso deseas que utilice un Hechizo de Comando?’

Incluso mientras apretaba sus dientes ante tales palabras, Rider se apartó a un lugar que le pareció seguro. Cuando enfrió su mente, quedo sorprendido del lugar donde se detuvo.

Se encontraba a más de cien metros de donde los dos Servants femeninos se encontraban. En otras palabras, el cuerpo de Rider había juzgado instintivamente que sería peligroso si no se alejaba tanto.

El Rider Negro sabía que Berserker poseía dos Noble Phantasms. El primero era del tipo que se encuentra continuamente activo, Cofre Nupcial: Castidad de la Doncella. Y el segundo era—

“…Relámpago: Árbol Trueno de la Crucifixión.”

Se trataba de un Noble Phantasm prohibido que llevaría al Berserker Negro a la muerte.

Caules no sabía que decirle a Berserker.

No podía detenerla. No era porque le favoreciera que la Saber Roja muriera o algo similar.

Caules no le había ordenado hacer tal cosa. Ni siquiera había sido obligado por otro Master o por Fiore. Caules simplemente había pensado que probablemente Berserker lo haría, y Berserker había intentado activar su Noble Phantasm sin siquiera tener que utilizar un Hechizo de Comando.

‘…Berserker. Te apoyare con un Hechizo de Comando.’

El Hechizo Comando no tenía como fin protegerla o hacer que se retirara. Era un impulso extra. Entre más refinada sea la orden en su alcance, y entre más instantánea fuese, más fuerte seria el efecto del Hechizo de Comando. Y si el Servant estaba de acuerdo con las órdenes del Master, un efecto incluso más grande se manifestaría.

En este caso, si Caules le ordenara a Berserker el utilizar su Noble Phantasm a su máximo poder, sería capaz de exceder su fuerza normal.

Con tanta fuerza probablemente sería suficientemente poderoso como para matar a la Saber Roja.

‘—uu.’

Su quejido de aceptación resonó a través del vínculo telepático de una manera tan clara que era deprimente. En este momento, Caules se arrepentía en lo más profundo de su corazón de que el Berserker Negro fuese Frankenstein.

Habría sido mejor si ella simplemente estuviese loca. Habría sido mejor si fuese una guerrera enloquecida que ni siquiera reconocía el rostro de su Master, que no podía comunicarse y que solo masacraba al enemigo.

…Y aun así. Lo que él recordaba en su mente era la imagen de la chica cortando flores con una expresión vasta en su rostro y lanzándolas al aire sin retirar sus pétalos. De ella, observando simplemente las flores despedazadas danzando con el viento.

Su cabeza le dolía como si estuviese siendo hecha pedazos—pero lo soportó. No derramo ninguna lagrima; desde el comienzo no debía siquiera tener derecho a hacerlo. Quien estaba por morir era ella, y el que la estaba matando era él. No podía negar tal cosa.

Con una voz tan fría que sintió odio por ello, comenzó a decir las palabras.

‘El quinto Master Negro te ordena con un Hechizo de Comando.’

Con esto hizo a un lado las cortas y escasas memorias de la chica.

‘—Libera todos tus limitadores. Activa tu Noble Phantasm Árbol Trueno y asesina a la Saber Roja.’

El cielo se dividió. El enorme prana que el Berserker Negro había reunido estaba generando que las aletas de la parte inferior de su mazo giraran a altas velocidades.

“¡Tú…!”

La voz de Saber estaba deformada por el enojo. Mostrando una ligera sonrisa, el Berserker Negro le respondió.

“—Tú, iras, conmigo.”

Desde el cielo hasta la tierra, o tal vez de la tierra hacia el cielo, una luz azulada llovió como una cascada.

“¡¡—————————————————————————————————————!!”

El impacto del rayo recorrió el mundo por completo. Todo dentro de un radio de cien metros fue completamente destruido, sin dejar un solo fragmento.

Cualquiera que pudo verlo estaba convencido de que la Saber Roja había muerto. Excluyendo las excepciones como el Rider Rojo, sin importar que tan fuerte fuese un Servant, debería de ser imposible para ellos estar bien después de haber sido golpeados por un ataque como el de hace un momento.

El ataque que el Berserker Negro había liberado al apostar su vida en verdad era tenaz.

“¿Acaso lo logro…?”

Pero habían olvidado una cosa. Aquellos que pelean en esta Gran Guerra del Santo Grial no solo son los Servants. Aunque nadie podía verlos en el campo de batalla, existían aquellos que se habían reunido para pelear a lado de los Servants.

Sí. Justo como Caules, quien había incrementado el ataque del Berserker Negro con un Hechizo de Comando.

“Que…”

El Rider Negro se quedó sin palabras por la silueta del Servant que apareció justo enfrente de sus ojos, rodeado de un humo negro y oliendo de manera extremadamente asquerosa a carne quemada.

La Saber Roja estaba ante él.

“…Maldición, no pude esquivarlo.”

La Saber Roja murmuro tal cosa de manera tranquila.

‘Vamos, no digas tal cosa. ¿Acaso no deberías de estar pensando que genial es que al menos no fueses desintegrada?’

‘Cállate. Hubiera sido mejor si hubiese utilizado el Hechizo de Comando un segundo antes, Master’

‘No hubiese cambiado nada. En primer lugar, no deberías de haber recibido ninguna herida cuando te transporte fuera de la zona de peligro. Pero el relámpago te persiguió e incluso trató de arrastrarte hacia el centro de él… Muy probablemente, la orden de Berserker fue [matar a la Saber Roja] y fue realizada con un Hechizo de Comando. Eso fue lo que causo que sufrieras algunas heridas.’

Con el apoyo adicional de un Hechizo de Comando en verdad había sido un ataque a todo poder. La única forma de sobrevivirlo fue utilizando un Hechizo de Comando propio.

El Master de la Saber Roja, Shishigou Kairi, no había dudado en utilizarlo. Le ordeno que se retirara a un lugar seguro con un Hechizo de Comando. Una ‘teletransportación’ era casi equivalente al concepto de tiempo el cual ya entraba en el dominio de la alta hechicería. La razón por la que Shishigou Kairi, un simple mago, fue capaz de utilizar tan alto nivel de hechizos, que incluso una bruja de la Era de los Dioses solo podía utilizar en su dominio personal, fue gracias a la enorme cantidad de prana contenida en un Hechizo de Comando.

…Y aun después de todo eso, Saber no pudo salir sin heridas.

El Hechizo de Comando de Caules había cruzado el concepto de espacio, y como resultado había distorsionado incluso la causa y efecto para hacer que el Árbol Trueno golpeara a la Saber Roja.

Pero el abundante prana del Hechizo de Comando se consumió para realizar tal acción, y por ello no fue capaz de agregar su poder a la fuerza misma del Noble Phantasm. Como resultado, la Saber Roja había escapado con solo heridas severas. Tomaría algo de tiempo, pero curar esas heridas era algo sencillo.

“— ¡Maldición!”

Caules golpeo el muro de piedra con su puño, causando que la piel se partiera y comenzara a brotar sangre de ella. Él ni siquiera noto el dolor a causa de la rabia que consumía su mente. Después de confirmar que su Servant había muerto, abandono silenciosamente el cuarto donde los otros Masters estaban y desato su frustración contra el muro del corredor. Como era de esperarse, no deseaba mostrar un comportamiento tan indigno frente a los otros magos.

“…Eso no fue un error.”

Tal vez notando las lamentaciones de su joven hermano, Fiore lo siguió y dijo tal cosa, pero Caules negó con la cabeza rechazando sus palabras y gritó.

“¡No, fue mi error! Mi error fue apostar todo en un movimiento desesperado incluso sabiendo que el enemigo también poseía Hechizos de Comando. Si el Hechizo de Comando del enemigo hubiese tomado efecto unos segundos más tarde… si yo hubiese decidido firmemente el apoyar a Berserker con un Hechizo de Comando unos segundos antes, ¡esto no habría sucedido! ¡Entonces no habría hecho que ella… que Berserker muriera en vano!”

Fallé. Realice un error de juicio. Caules se torturaba a sí mismo con esos pensamientos. Desde la perspectiva de Fiore, él estaba parcialmente en lo correcto y parcialmente equivocado.

Ese error fue una equivocación inevitable, así es como ella lo veía. Caules y Berserker en definitiva habían dado su mejor esfuerzo confrontando a la Saber Roja. El poder del enemigo simplemente excedía el de ellos.

“Al menos Saber sufrió heridas graves, ¿cierto?”

No había sido en vano, pensó Fiore. Ese ataque, lleno de la voluntad de Berserker, no había sido en vano. Pero Caules, como mago, agito su cabeza y negó tales palabras.

“Mientras que el Master enemigo pueda utilizar hechicería de curación, aún pueden ser sanadas… Estoy bien, Nee-san, así que apresúrate y regresa a dar órdenes a los otros.”

“Pero—”

“Está bien, solo márchate.”

Dijo Caules con un tono de voz forzado, y al final, Fiore regreso al cuarto a dirigir a los otros. Por fin solo, Caules apoyo su espalda contra el muro del corredor y cubrió su rostro, pensando.

…Cuando ese primer ataque no fue el decisivo, ¿Acaso debí de haber hecho que se retirara?

…¿Acaso fue un error el tratar de matar a la Saber Roja con un ataque sorpresa?

…En primer lugar, ¿Acaso mi decisión de intentarlo con Berserker fue una tontería?

Naturalmente, había habido razones para que hiciera tal cosa. Si no mataban a la Saber Roja ahí, había una alta probabilidad de que el Rider de su campamento hubiese muerto en su lugar.

Lancer y Archer, quienes estaban peleando con todo su poder, no habían estado teniendo tantas dificultades con sus respectivos oponentes formidables.

¿Qué es lo que debió de haber hecho? ¿Cómo podría haber ganado; como podría haberla salvado? Pensó una y otra vez en ello en medio de su agonía, y la conclusión a la que llego era simplemente la más ordinaria y la peor; que no había nada que pudiese haber hecho.

Ellos no podían permitirse perder a Rider, y en ese momento la única que podría haberse apresurado hasta ahí fue Berserker. Berserker que también estaba buscando a otro enemigo para pelear después de haber perdido de vista al Caster Rojo y al Master que estaba persiguiendo.

No, incluso si se lamentaba y guardaba luto, no podía hacer nada más.

…La Berserker Negra había muerto. La Gran Guerra del Santo Grial de Caules también había terminado ahí. Los Hechizos de Comando en su mano derecha habían desaparecido después de haber sido utilizados. Su conexión con esta guerra había sido completamente cortada.

Sentía un dolor lastimando su pecho que era más amargo de lo que hubiese imaginado. Aun así, Caules tenía la intención de mantener la resolución que debía mostrar un mago. Podría morir, podría ser asesinado o asesinar a alguien, y en el peor escenario, todos los otros miembros del clan incluyendo a su hermana mayor podían ser asesinados—él había estado preparado para ello.

Justo ahora lo que lastimaba su pecho eran pensamientos de un tipo completamente diferente. Era un dolor que ni siquiera había imaginado hasta que invoco a su Servant y peleó en la guerra. No habría imaginado que Berserker abriría una herida tan profunda en su corazón.

‘No fui capaz de hacer nada por ella.’

Su deseo era algo que podía ser concedido por el Santo Grial. Ella poseía un alto raciocinio para pertenecer a la clase Berserker y, más que nada, era un Servant fácil de controlar.

Se odiaba a sí mismo por haber pensado que ella era solo alguien que compartía un interés mutuo solo por unos días, el cual era obtener el Santo Grial. La chica era una compañera valiosa con quien había establecido un lazo y peleo a su lado. No, se había convertido en mucho más que una compañera para él.

Es por ello que su muerte era tan triste.

Pero el pasado no podía cambiarse—y un Servant que regresaba al [Trono] tampoco podía volver jamás.

La chica quien a pesar de tener una apariencia humana, había sido forzada a ser un monstruo, solo tenía el simple deseo de que hubiese un ser del mismo tipo que ella— [alguien] que pudiese amar y que la amara también.

Caules simplemente lamentaba que él no hubiese podido cumplir su deseo.

La Saber Roja estaba gravemente herida, pero no era suficiente como para entorpecer sus movimientos de pelea mientras que Shishigou Kairi aplicara hechicería de curación de inmediato. En otras palabras, justo como Caules había mencionado, el uso del Noble Phantasm del Berserker Negro podía ser considerado como un ataque extremadamente inútil.

Pero ese Noble Phantasm tenía otra habilidad oculta. Había un párrafo en los esquemas del Doctor Frankenstein al que incluso Caules no había prestado atención. Ahí estaba escrito lo siguiente.

‘Este ataque de truenos no es simplemente un rayo, sino un poder que posee dentro de sí la voluntad de Frankenstein. Mientras este exista, ella nunca perecerá.’

Al mismo tiempo que el ataque del relámpago convertía el área que lo rodeaba en escombros, Sieg, quien había estado tirado en el suelo, recibió una repentina descarga a su corazón. Repentinamente comenzó a contraerse y expandirse. El flujo de sangre que debió de haberse detenido se resumió. El prana que Frankenstein había liberado fue absorbido por él y la sangre comenzó a circular nuevamente por todo su cuerpo.

—Lo primero que sintió el chico que se había nombrado a si mismo Sieg fue dolor.



“¿¡Qué…!?”

Incluso Ruler, quien había recibido conocimiento concerniente a todos los Servants en el momento en que fue invocada, no pudo evitar sentirse sorprendida por la apariencia de quien apareció ante ella.

“Hmm. Tú, la persona de ahí, tú—no eres un Servant Negro, ¿o sí? Hmm, Ruler, ¿cierto?”

Quien hablaba tenía una voz tan clara como el aire, con un cuerpo tan delgado y ligero asemejaba a una hoja meciéndose con el viento.

La chica de verde giro a través del aire y aterrizó a un lado de Ruler. En su mano se encontraba un arco tan grande que no era adecuado para su altura.

“—Archer Roja.”

Ruler, por supuesto, se puso en guardia. Era natural después de haber sido atacada por Lancer y (probablemente) por el Caster Rojo. Pero la Archer Roja miro a Ruler como si dudara de ella y habló.

“¿Qué? Eres la mediadora ¿cierto? ¿Acaso no comprendes contra quien deberías de estar en guardia en estos momentos?”

“—No. Naturalmente lo comprendo…”

Esas palabras provinieron desde el fondo de su corazón. Ruler disminuyo su cautela hacia Archer. Muy probablemente el campamento Rojo no era tan monolítico. Por lo menos, Archer y su Master no parecían considerar que Ruler fuese un blanco a ser asesinado.

Si, en estos momentos, aquel contra quien debía estar en guardia no era ella.

“…El segundo Berserker del campamento Negro. Espartaco… ¿Huh?”

El Berserker Rojo había sido capturado por el Lancer Negro y forzado a cambiar de Master. En otras palabras, a pesar de ser el Berserker Rojo, se encontraba peleando contra el campamento Rojo como sus enemigos.

Ruler no tenía ningún problema con tal cosa. En la Guerra del Santo Grial, el que los Servants cambiaran de bando y se convirtieran en enemigos estaba muy lejos de ser imposible.

Pero—

“¡¡Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo———!!”

¿Acaso esto era posible? Por un instante, Ruler lo confundió con una colina. Después de eso el pensamiento ‘¿Acaso eso es un montón de cadáveres? ’ Paso por su mente— y finalmente, no tuvo opción si no llegar a la conclusión que rechazaba ambas ideas.

“Berserker… ¿no es así?”

“Sí. No pensé que sería así de terrible. Seguí disparándole y disparándole, pero su cuerpo solo crece y se refuerza, y ahora ya está abandonado su forma humana. Quien iba a pensar que Berserker enloquecería a este grado.”

Como alguien afectada por el suceso, la Archer Roja suspiro sorprendida.

Lo que se encontraba de pie frente a ellas en verdad era un monstruo similar a una colina. Si simplemente fuese grande, Ruler no se habría quedado sin palabras de esa manera.

Lo que la dejo sin palabras era el estado actual del Berserker Rojo.

Él tenía ocho brazos. Tres de ellos no tenían huesos, sin mencionar articulaciones. Eran como los tentáculos de un pulpo, pero cuando se agitaban se volvían látigos que aplastaban a los enemigos.

Sus piernas parecidas a troncos tenían múltiples pies parecidos a los de un insecto emanando de ellas, muy probablemente para dividir el peso dado que dos piernas serían incapaces de soportarlo.

Su cabeza se había hundido en su cuello, pero su mandíbula superior e inferior sobresalía de la parte superior de sus hombros como si fuese un Tiranosaurio Rex.

Llanto del Instigador de la Guerra: Aullido de la Bestia Herida.

Ya es más como una maldición que un Noble Phantasm, pensó Ruler. Él vivía, se movía y más que nada… seguía buscando el campo de batalla y la victoria.

Parte del daño que se le infligía era convertido en prana y acumulado para aumentar sus habilidades. Muy probablemente, eso también incluía su habilidad para curarse. Recibía daño, lo convertía en prana, mejoraba sus habilidades, y usaba la auto curación. Ni siquiera había espacio para que su Master interviniera.

El problema era que esta forma de reciclado continuaba hasta el punto de ser anormal. A causa de que su habilidad de curación se había salido de control, su cuerpo había abandonado una forma adecuada. Y aun así sus habilidades seguían aumentando a causa del daño recibido, y así su cuerpo comenzó rápidamente a transformarse a esta grotesca forma.

La altura y el peso son los factores más fáciles para conjeturar la fuerza de un humano. Incluso aquellos llamados Espíritus Heroicos—casi todos poseían la misma forma humana básica.

Pero el Berserker Rojo ya había descartado tal cosa. Ocho brazos eran más fuertes que dos. Si su peso era demasiado para ser soportado, entonces solo incrementaba el número de piernas.

Para el guerrero enloquecido que creía en el credo de que la victoria se acercaba, no se alejaba, entre más era herido estaba uno, una situación de este grado probablemente era insignificante.

“¡¡Ahí, estas—!!”

Cinco ojos, localizados en varios lugares sobre los hombros de Berserker, cuello y abdomen, todos giraron para observar amenazadoramente a la Archer Roja y a Ruler. Las dos Servants femeninas se separaron instantáneamente a la izquierda y derecha respectivamente en un parpadeo. Sin importarle tal cosa, el Berserker Rojo blandió su espada con todo su poder.

Las piezas del suelo que volaron y se hicieron pedazos salieron despedidas hacia Ruler y Archer como si fuesen materiales altamente explosivos.

“¡Guh—!”

“¡¡Kuh…!!”

Las rocas atravesaron su piel e incluso dañaron partes de la armadura de Ruler. Un ataque sin prana en él jamás podría dañar a un Servant. Pero la espada que blandía estaba cargada de prana hasta el punto de reventar e incluso había contaminado los pedazos de piedra.

Era lo mismo que un Servant lanzando dardos con prana cargados en ellos… Aunque, era la primera vez que Ruler había sido testigo de un fenómeno donde el prana se adhería incluso a los pedazos destrozados por una espada.

“Hmm. Parece que he terminado arrastrándote a esto. Discúlpame, Ruler.”

Ruler lo negó gentilmente ante la disculpa de Archer.

“No, tengo mucha experiencia con inconvenientes como este… Sin embargo, a causa de mi posición, no me enfrentare con él como un enemigo. Ya que el daño que provoca solo está limitado a este campo de batalla.”

“Hmm. Bien, no tengo ninguna queja en ese respecto, pero—”

La Archer Roja miró a Ruler con una expresión amarga. El rostro de Ruler se endureció ante el repentino escalofrió que llego a ella.

“… ¿Qué sucede?”

“Es una orden de mi Master. Se me ordena retirarme de inmediato de este lugar.”

“Umm, no quieres decir que…”

Después de suspirar, la Archer Roja palmeo a Ruler en el hombro como si deseara consolarla.

“Lo lamento, pero te dejo el resto a ti.”

“Espe—”

La Archer Roja, Atalanta, una de los héroes de las leyendas Griegas que presumían de ser rápidos corredores. Sus pasos no eran algo que incluso Ruler pudiese seguir.

Incluso antes de que Ruler siquiera abriera su boca para decir “Ah”, Archer había desaparecido en el bosque—no era que ella hubiese regresado a su forma espiritual; simplemente salió corriendo.

Ruler miró hacia arriba en silencio. Ahí se encontraba de pie un héroe de apariencia grotesca… no, una creatura. Berserker apunto su gladius, la cual ahora era del tamaño de una aguja comparándola con su cuerpo, hacia Ruler.

Así era. El Berserker Rojo—Espartaco era un peleador que se rebelaría ante todos aquellos con poder. Ruler no era una excepción a ello.

“…Me han engañado.”

Archer no mostró ninguna animosidad hacia ella. Pero su Master parecía tener una opinión diferente.

Ese ‘alguien’ con quien tenía que encontrarse ya había llegado hasta los Jardines Colgantes. ¿Cómo podría perseguirlo…? Habría sido bueno si hubiese tenido alas que le permitiesen volar.

Sin embargo, el quedarse aquí significaba que debía pelear con el Berserker Rojo, Espartaco. ¿Acaso debía invocar su ‘privilegio’?

No, él no se detendría a menos que se le ordenara morir. Eliminar a los otros Servants era algo que fundamentalmente Ruler no haría. ¿Entonces debería retirarse? Esa era otra opción a la que no llamaría deseable. Si estuviese sola, podría haberse retirado del lugar. Pero había alguien más que había abandonado en el campo de batalla. Un chico, que era débil y pequeño, y aun así poseía un alma tan fuerte como el acero.

Por lo menos tenía que reunirse con él, pero en estos momentos parecía encontrarse hablando con los homúnculos en la retaguardia. Muy probablemente para salvar a sus compañeros homúnculos, aun si significaba hacerlo solo. Hasta que hubiese terminado, no abandonaría este campo de batalla.

En ese caso, solo le quedaba una opción.

“—Ganar tiempo, hmm”

Ahora que había perdido tanto la opción de retirarse como la de contraatacar, la única cosa que Ruler podía hacer era una defensa no agresiva. Si se protegía a sí misma, los Servants ya sean del campamento Negro o Rojo probablemente tendrían que repelerlo.

Ese era el escenario optimista. En el peor caso, ni los Servants Negros ni Rojos vendrían a ayudarle, y esperarían a que Ruler y Berserker se eliminaran el uno al otro.

Ese sentimiento de abandono cuando todos le daban la espalda. Esta situación, la cual probablemente helaría la espalda de una persona normal, era nostálgica para Ruler.

Desprecio, odio, ridículo—incluso después de haber recibido todas esas cosas, su fe nunca desfalleció. Para Ruler, quien ni siquiera tenía un Master que peleara a su lado, el estar sola era algo normal.

…No, no estoy sola.

Aunque sus metas eran diferentes, había un chico que peleaba sin buscar el Santo Grial. Había alguien que la conocía y caminaba a su lado… Justo ahora, eso podría ser suficiente para ella.

El Berserker Rojo aulló—y Ruler alisto su estandarte diciendo, “Ven por mí.”

Justo antes de que blandiera hacia abajo su gladius, Ruler la repelió con su estandarte sagrado. Dos de sus brazos de látigo la atacaron—y ella los bloqueo ambos. Pero en ese momento, el tercero, el cual había estado oculto detrás de los otros, salió despedido hacia ella—

“¡¡Ugh, kuh!!”

Recibió un impacto directo. Ella salió volando y rodo por el piso. Afortunadamente, los Guerreros Colmillo de Dragón a los que les habían ordenado asesinarla actuaron como un colchón. En compensación por detenerla, una hilera de tres de ellos fue hecha pedazos; si no hubiese sido por eso, habría sido lanzada hasta la orilla del campo de batalla. Ese ataque había sido realizado solo con la fuerza física de Berserker, la cual era tan grande que era difícil de creer y su prana seguía acumulándose.

No, tal vez el ataque de ahora… no debía de ser llamado ‘técnica’.

Mientras se ponía de pie, Ruler limpió la sangre de sus labios. Ruler mantenía un respaldo del cuerpo que estaba poseyendo—del cuerpo de Laeticia. Cuando llevase a cabo su objetivo o si ella fuese asesinada a medio camino en esta guerra, en ese instante, el cuerpo de Laeticia regresaría a su forma original como había sido grabado en el respaldo y, dependiendo de la situación, seria transportado a la fuerza a algún lugar seguro. Con ese proceso, sin importar que tantas heridas recibiese este cuerpo se regeneraría de inmediato.

Por lo tanto, podría decirse que no habría ningún problema sin importar que tanto fuese herida, pero… si hubiese recibido ese impacto de hace un segundo sin ninguna defensa, habría muerto.

Como si hubiese visto a través de sus dudas, un pilar de luz apareció del cielo.

“¿¡Qué…!?”

La luz de siete colores, la cual debería de haber sido bellísima si no estuviese en este campo de batalla, no estaba dirigida hacia Ruler, si no a—

“¿¡OOOOOOOOOOOOOOoooooooooOOOOOOOOOOOOO!?”

Un aullido que era una mezcla tanto de angustia como de alegría. El Berserker Rojo había recibido daño, y como resultado su Noble Phantasm comenzó a curar la carne que había sido hecha pedazos. Pero incluso el héroe de la rebelión Espartaco probablemente llegaría a su límite pronto.

…No, ya había sobrepasado sus límites. Había resistido y soportado cada tortura posible. Todo lo que quedaba para él era escupirlo de vuelta—

Instantáneamente, Ruler entendió la meta del campamento Rojo al disparar ese pilar de luz desde el cielo y la meta del mismo Berserker.

Lo que este hombre rugiente deseaba destruir era a los opresores y sus vasallos… En otras palabras…

“¡¡Intenta destruir todo lo que hay aquí…!!”

Por supuesto, los miembros del campamento Rojo no eran una excepción a eso, pero ellos se encontraban flotando en la fortaleza. Era imposible para Berserker ir a un dominio que sus manos no podían alcanzar.

Los Guerreros Colmillo de Dragón eran simples soldados rasos del campamento Rojo. No tenían intenciones de sufrir por la pérdida de simples construcciones artificiales.

Por otro lado, el problema era el campamento Negro. Esto probablemente también era una situación no anticipada para ellos. ¿Quién habría imaginado que el Llanto del Instigador de la Guerra era un Noble Phantasm tan maligno? El abundante prana que Berserker había acumulado y su cuerpo que había sido transformado por ello ya estaban más allá de los límites del contrato de un Servant. Incluso utilizando un Hechizo de Comando, el cual solo los Espíritus Heroicos que poseen una Resistencia Mágica de rango A pueden soportar en una sola ocasión, probablemente no funcionarían en él.

Porque los Hechizos de Comando eran cadenas puestas en aquellos debajo por aquellos en la cima. Sin importar que tan bajo fuese el rango de un mago, mientras uno fuese un Master, su posición era superior a la de un Servant.

Con el héroe de la Rebelión Espartaco, probablemente una orden no sería obedecida a menos que se utilizaran dos Hechizos de Comando incluso en su estado normal. En esta situación, incluso utilizar tres Hechizos de Comando en él probablemente no funcionaria.

Si, en otras palabras, el Berserker Rojo no se detendría. Asumiendo que lanzara su siguiente golpe con todo su poder, el daño probablemente se extendería por todo el campo de batalla. Por el contrario, incluso la Fortaleza Millennia, la cual se encontraba entre el pueblo y el campo de batalla, sería incapaz de escapar del daño.

¿Qué es lo que debería hacer?—mientras Ruler ponderaba su siguiente curso de acción, recibió una revelación. Ella sintió un adormecedor dolor recorriendo por sus Hechizos de Comando.

Sorprendida, Ruler miro hacia cierta dirección. Incluso sin ser capaz de observarlo con sus ojos, pudo sentirlo por la sobrecogedora cantidad de prana.

Los parámetros de un Servant estaban siendo reescritos. Aquello aplicaba a dos Servants. Uno cambió de ser listado de saludable a muerto y el otro pasó de un estado de encontrarse muriendo a—



Hubo una vez un héroe. Un gran héroe que asesinó a un dragón.

Impecable y perfecto en todos los aspectos, era un gran héroe sin fallo. Un hombre que todos adoraban, buscando su poder y realizándole peticiones.

Era—feliz, pensó el héroe. Es no cambió hasta poco antes de morir. Él nunca se rendía ante una fuerza sobrecogedora ni perdía ante la desesperación.

La única cosa que recibía a cambio eran alabanzas, canciones y halagos. Desde el momento que nació hasta su muerte. Eso nunca cambio, pensó el héroe.

El último deseo que se le realizo al héroe perfecto, al cual otros continuaban realizándole peticiones, fue su propia muerte.

Una petición que había llevado a cabo terminó regresando a él como un castigo. Su cuñado amaba a una cierta mujer y le pidió al héroe que hiciera que ella se rindiese, y tal cosa fue lograda al hacer que el héroe llegase a esa mujer actuando en su nombre y con su apariencia. Eso podría no haber sido un crimen, pero tampoco era un comportamiento que pudiese ser elogiado.

Cuando el conocimiento de tal acción se supo, el héroe hirió el honor de dicha mujer. Hirió el orgullo de esa mujer. Y ella no era una mujer ordinaria, si no la reina de un país. Como resultado, él sintió que esto causaría un terrible conflicto—y por ello habló con el hombre al que alguna vez había llamado amigo y con quien había intercambiado tragos de hermandad.

“Ah, la situación está más allá de mi control. Hagen, yo soy invencible y en ninguna ocasión he sido herido por ti. Pero aun así, si no hago que me mates…”

El hombre que una vez fue su amigo concedió el deseo del héroe. Buscó tenazmente y encontró el punto débil del héroe, elaboro un plan sabiendo claramente que se trataba de un acto cobarde, y apunto a la espalda del héroe mientras este bebía agua. Aun sabiendo tal cosa, el héroe no se resistió.

Sin dejar atrás una apariencia impropia o estúpida, el héroe murió como un héroe trágico que había recibido un ataque cobarde a causa de un engaño. Su antiguo amigo fue ampliamente conocido como un extraño villano que había asesinado al héroe a base de engaños.

Hablando de manera precisa, la historia termino ahí. Debió de haberse convertido en una historia donde el conflicto fue resuelto y solamente el héroe sufrió una muerte noble.

…Pero esto llevo a una situación peor que estaba más allá de lo que el héroe había esperado.

La mujer que había sido la esposa del héroe ardió con las llamas de la venganza y, como resultado, muchos hombres murieron. Seguramente fue porque el héroe era amado y era amigo de todos. Él probablemente no podía comprender en verdad algo tan profundamente arraigado y ciego como el amor… un amor apasionado que paga el asesinato de aquel amado con el doble del sufrimiento.

O tal vez fue a causa de que en repetidas ocasiones respondió a las peticiones que se le realizaban. Tal vez la mujer que lo amaba pensó que él no haría algo si nadie se lo pedía.

Como resultado, su deseo no fue concedido hasta el final. Ya que el héroe no había actuado para derrotar al mal ni para hacer el bien, si no que se había especializado en simplemente ‘conceder las peticiones de los demás’, era probablemente una conclusión inevitable.

Pero, justo cuando estaba al filo de la muerte, el héroe tuvo un breve pensamiento. Mientras era confrontado con la muerte, ‘lo que deseaba hacer’ finalmente se volvió claro para él.

He vivido y muerto como un héroe. No tengo remordimientos sobre ello. Puedo declarar que no hubo ni una sola cosa desagradable en mi vida.

Aun así, no puedo evitar pensar de esa forma. Si no hubiese sido un príncipe, si hubiese sido un hombre ordinario.

¿Acaso no habría sido capaz de perseguir seriamente mi propia voluntad?

No importa si no soy reconocido por nadie. No me importa si nadie me realiza alabanzas. Quiero reconocerme a mí mismo. Quiero sentirme orgulloso de mí mismo. Ahí yace lo que busco. Aquello que deseaba.

Quiero estar de lado de aquello en lo que creo. Si pudiese hacer eso, entonces seguramente—seré capaz de vivir con mi pecho en alto orgullosamente.

No pelear por el bien de alguien más. No peleare tampoco por mi bien.

Por el bien de la benevolencia en la que creo, la justicia en la que creo, la lealtad en la que creo y el amor en el que creo. Tomare esta espada y luchare con este cuerpo.

Ese es mi sueño, mi deseo.

Yo—quiero ser un aliado de la justicia.



El fuerte dolor recorriendo el dorso de su mano izquierda regreso a la fuerza la conciencia de Sieg.

“Ugh…”

El dolor, como el de un hierro hirviendo siendo empujado contra su mano, gradualmente comenzó a menguar. Parecía que se encontraba con vida. Sentir dolor probablemente significaba que seguía vivo.

Sin embargo, este no era el campo de batalla al que había regresado junto a Ruler. Tenía la sensación de estar tocando una superficie de fría y dura piedra. Parecía—que había regresado a ese lugar que había visitado en una ocasión anterior.

Tal vez preocupado por el dolor tan vivido de hace un segundo, Sieg inconscientemente observo su mano izquierda.

“¿Qu… qué…?”

Su cuerpo tembló. Sieg había nacido poseyendo un conocimiento básico sobre la Guerra del Santo Grial. Por lo tanto, era natural que se sintiese tan impresionado que el dolor desapareció por completo de su mente.

“¡Imposible, estos son…!”

En el dorso de su mano izquierda aparecieron tres patrones. Naturalmente comprendió lo que eran. Estas eran las pruebas de ser un Master en la Guerra del Santo Grial—eso quiere decir que eran Hechizos de Comando.

No, eran ligeramente diferentes de los Hechizos de Comando normales. Era natural que los patrones de los Hechizos de Comando fuesen diferentes dependiendo del Master, pero siempre eran de color rojo. Pero estos eran de color negro.

Resaltando en la superficie de la piel blanca de Sieg, los patrones oscuros parecían de alguna forma repulsivos.

Repentinamente sintió la presencia de una creatura gigante detrás de él. Estaba paralizado por el miedo que entumecía la punta de sus manos y pies. Su razonamiento le decía que no debía darse la vuelta. Trató de ignorar el sonido y el olor de la cruda y profunda respiración detrás.

Pero—la cosa a sus espaldas definitivamente mostraba malicia hacia él.

Tenía que pelear con ella. Tenía que levantar su espada y luchar. Una espada ordinaria no sería suficiente. Incluso la espada que había recibido del Rider Negro no sería suficiente.

Lo que necesitaba era la espada mágica que podía incluso ‘asesinar un dragón’. Una espada tan grandiosa que había sido exaltada y había grabado su nombre en la leyenda.

—Estúpido. ¿Dónde podrías encontrar algo como eso?

—Estúpido. Ya la posees.

Los pensamientos que aparecieron en su mente fueron fácilmente revirados por un susurro.

…En su mano derecha se encontraba la empuñadura de una espada. La espada en si misma estaba clavada hasta la mitad en el suelo. Parecía que tenía que sacarla. Para derrotar a la creatura detrás de él, tenía que retirar esa espada—

Sieg no dudó. Sujetó la empuñadura fuertemente y trató de sacarla de un solo golpe.

“¡Kuh…!”

Pero no se movió. Incluso cuando utilizo toda su fuerza, no se movió ni un solo milímetro. Era como si la espada estuviese siendo sujetada fuertemente por alguien.

Si no la sacaba moriría. Cuando viera a la cosa repulsiva que no debería de existir en este mundo, su cuerpo seria destrozado y su espíritu moriría. Eso sucedería en definitiva si no obtenía un medio para oponérsele.

—Esta espada no puede ser retirada por ti.

—Pero, si eres tú, puedes hacerlo.

Los Hechizos de Comando en su mano izquierda parpadearon ominosamente… Hechizos de Comando que contenían abundantes cantidades de prana. Estos podían sobreponerse incluso a las leyes de la naturaleza y reproducir todo fenómeno posible por medio de la magia, incluso cruzando a un dominio cercano a la alta hechicería.

En ese caso, ¿Qué poder era necesario para retirar esta espada?

—Aquel quien lo pide no eres tú.

—Aquel que lo desea no eres tú.

…La respuesta ya se le había dado. El corazón que había recibido, la abundante cantidad de prana que había obtenido cuando fue resucitado. Y los Hechizos de Comando Negros que habían aparecido en su mano.

Todo encajaba. Todo comenzaba a avanzar en una sola dirección.

No podía oponerse a ello. Y no tenía tal intención. Incluso si pudiese ser un camino que alguien más le impuso, no le importaba.

Este es el camino que he elegido.

Este es el camino que has elegido. Ya veo. Entonces…

“…Le ordeno a este cuerpo mío con un Hechizo de Comando.”

Uno de los Hechizos de Comando comenzó a brillar en un color blanco. Junto con la luz que emanaba, el cuerpo de Sieg cambio. La información de un Espíritu Heroico fue descargada dentro de su cuerpo. Información física fue expresada, experiencia de batalla fue guardad y acumulada, habilidades personales fueron encarnadas e incluso se reprodujo un Noble Phantasm.

Pero incluso un Hechizo de Comando solo puede reproducir un milagro por un corto tiempo.

Ciento ocho segundos. Ese era el tiempo límite para reproducir un Espíritu Heroico con un Hechizo de Comando. Después de que pasara ese tiempo límite, Siegfried regresaría a ser Sieg.

Así está bien, pensó. Incluso tres minutos son suficientes si este cuerpo puede ser de uso para él, si este cuerpo se puede convertir en poder para salvarlos.

No tenía ni una onza de duda dentro de él. Mientras que lo que necesitaba sostener con su mano estuviese ahí, aceptaría felizmente incluso la ruina, la decadencia y una muerte miserable.

Lo que era esencial no era tener fuerza en su mano derecha, si no en su voluntad, así que le fue fácil retirar la espada. Con ello retornó al infierno emanando una luz sobrecogedora.

Por último, pensando que al menos debería de ver la forma de ese monstruo, se dio la vuelta—y lo que vio, por alguna razón, fue a sí mismo de pie ahí.

…Decidió pensar en este evento más tarde. Justo ahora, había algo que tenía que hacer. Sieg dejó de pensar y simplemente eligió seguir avanzando hacia adelante.

Fueron unos cortos tres minutos. Pero incluso si solo fueron unos cortos tres minutos, la reproducción fue perfecta. En términos de habilidades físicas, Sieg había reproducido a la perfección al Saber Negro.

En su espalda se encontraba la Espada Larga Fantasmal, Balmung. Cubriendo su cuerpo aquí y allá se encontraba una armadura plateada. Su pecho se había expandido enormemente, exponiendo la piel que estaba teñida de un color pardo por la sangre del dragón. Esa piel estaba compuesta de escamas de dragón que no podían ser heridas por ninguna espada o hechizo. Toda excepto por una sola parte en la mitad de su espalda…

Lo que logro ese milagro fue la maldición del dragón, y lo que le permitió esa transformación fue el corazón del dragón. Por lo tanto, su nombre era Contador de Muerte Cambio de forma: Los Hechizos de Comando de la Revelación del Dragón. Una vida cristalizada en ciento ocho segundos, aproximándose a su muerte con cada segundo utilizado.

Por ello, un héroe de leyenda—el ‘asesino de dragones’ regreso y puso un pie de nuevo en esta tierra.

Por ello, un héroe de leyenda—el ‘asesino de dragones’ regreso y puso un pie de nuevo en esta tierra


Fue un impacto tan fuerte que cada Servant en el campo de batalla lo sintió y quedo paralizado. Justo cuando parecía que la abundante cantidad de prana se dispersaba como si hubiese explotado, un tremendo ‘algo’ nació.

El Rider Rojo y el Archer Negro, quienes se enfrentaban intensamente, detuvieron temporalmente su batalla y salieron corriendo del bosque—

El Caster Negro suspendió el control sobre sus golems.

El Lancer Negro y el Lancer Rojo llevaron su mirada hacia ese ‘algo’ incluso mientras seguían con la guardia en alto el uno contra el otro.

La Archer Roja dejo de correr y miro hacia ese ‘algo’ con una expresión sorprendida.

El Caster y Assassin Rojos tampoco fueron capaces de ocultar su sorpresa.

Incluso el Berserker Rojo dejo de moverse por un instante.

La Saber Roja, aun cuando dudaba sobre lo que había sucedido ante sus propios ojos, envió un mensaje de comunicación urgente hacia su Master.

‘Hey, Master.’

‘¿Qué sucede?’

‘Déjame confirmarlo. Todos los Servants Negros ya han sido invocados ¿¡cierto!?’

‘Así debería de ser’

‘… ¿¡Entonces quien es el tipo que se encuentra de pie frente a mí!?’

‘… Estoy observándolo a través de los ojos de un búho pero parece ser un Servant.’

‘Hasta dónde puedo saber, él no es Archer, Lancer, Rider, Berserker, Caster o siquiera Assassin. Él es un Saber, de la misma clase Saber que yo. ¿¡Cuál es el significado de esto…!?’

‘Hmm. Bien, esta es la Gran Guerra del Santo Grial. Tales cosas suceden.’

Dijo Shishigou con un tono despreocupado, y continuo hablando sin darle oportunidad de responder a la confundida Saber.

‘Ve y aplástalo. Casi he terminado de curar todas tus heridas. Incluso si tu oponente es un Saber, es alguien irregular… Un Servant normal no debería perder ante uno anormal. ¿Cierto?’

Comprendiendo sus palabras, la Saber Roja descarto sus dudas. Seguido, procedió a hablar en un tono despreocupado que era similar al de Shishigou.

‘…Aunque de alguna forma siento que te estás burlando de mí.’

‘¿Qué? En realidad no me importa si te retiras. Deberías de hacer lo que quieras. ¿Acaso deseas retirarte? ¿Debería de usar otro Hechizo de Comando para sacarte de ahí?’

‘—Ah, maldición. Te estás burlando de mí, ¡definitivamente te estás burlando de mí! Lo hare. Si mi padre estuviese aquí ¡definitivamente no elegiría la retirada!’

La Saber Roja blandió su espada plateada, juntando su espíritu de batalla—y avanzo adelante para atacar al hombre que se parecía al Saber Negro.

Y mientras tanto, el Rider Negro, muy probablemente el único en este campo de batalla que comprendió todo, trato desesperadamente de contener las lágrimas que se amontonaban en sus ojos. Pero no pudo evitarlo, así que lloro silenciosamente.

Ese no era el Saber Negro. Saber definitivamente se había desvanecido en ese entonces.

¿Entonces quien se encontraba de pie ahí? ¿Quién enfrentaba a la Saber Roja y sostenía una espada en sus manos?

Era obvio; solo podía ser una persona. El Rider Negro no sabía cómo algo tan increíble había sucedido, y tampoco le importaba.

Rider simplemente se lamentaba de que ‘él’ no hubiese elegido una vida pacífica y lloraba por el camino de dificultades que había elegido en su lugar. En vida, Rider jamás había lamentado su propia debilidad. Pero justo ahora se lamentaba. Su debilidad, sus palabras y hazañas, su decisión que lo había llevado a ‘él’ a vagar hasta aquí.

“—Lo lamento.”

A decir verdad, el Rider Negro no tenía algo que pudiese ser llamado un deseo a realizar al Santo Grial. ‘Tal vez debiera pedirle reencarnar para poder disfrutar de una segunda vida’—eso fue lo más que pensó sobre su deseo para el Grial. Por lo tanto, si alguno de los otros Servants Negros tuviese un deseo extremadamente serio, había pensado en entregarles felizmente el Grial a ellos.

Pero ahora todo era diferente. Tenía un deseo al que quería aferrarse aun si tenía que derrotar a los otros. Deseaba salvarlo. Deseaba salvar al chico que tan desesperadamente le había dicho [Ayúdame] con una voz rasposa.

Pero no era capaz de hacerlo. Una tristeza solitaria se apodero del Rider Negro.

Con una actitud tranquila la Saber Roja dio un paso adelante para atacar. El Saber Negro sujetó su espada y eligió enfrentarla. Pero su mirada estaba posada en el Rider Negro que yacía a los pies del Saber Rojo.

“— ¿Estás bien?”

“…Idiota.”

Parecía estar bien, Sieg, quien se había convertido en el Saber Negro, pensó tal cosa con alivio. Ahora solo tenía que derrotar a la Saber Roja con el poder de este Saber.

“…Hola, Saber falso.”

La Saber Roja se burló debajo de su yelmo. Sieg, aun cuando sentía la misma pesada presencia proveniente de ella como antes, se dio cuenta de que no estaba atemorizado. A pesar de ser golpeado por un espíritu de pelea que incluso parecía tener su propia masa, su mente no dudo en lo absoluto.

“Es verdad que soy una falsificación como mencionas. Pero esta espada y este poder sin duda son verdaderos. No hay nada en mí que sea insuficiente para ser tu oponente. Si algo lo fuese, eso sería mi espíritu.”

“¿En verdad? Entonces— ¡Que te parece si lo ponemos a prueba!”

En un instante, la Saber Roja cerró la distancia entre ellos. Con pasos tan veloces que eran difíciles de creer considerando su armadura extremadamente pesada, ella trato de cortar a Sieg en diagonal desde su hombro hacia abajo.

Ese salvaje pero preciso ataque sin fallo, en verdad era digno del nombre de un héroe. Así que si pudiese bloquear dicho ataque, ella lo consideraría un Servant—la Saber Roja blandió su espada con tales pensamientos.

Sieg no lo bloqueo con su espada ni lo evadió. Sorprendentemente, él dio un paso adelante y lo bloqueo utilizando su guantelete. La Saber Roja mostro una expresión de sorpresa. ¿Qué significaba esa aterradora dureza de hace un momento? Incluso la armadura de un Servant no sería lo suficientemente fuerte para permanecer sin ningún corte después de recibir ese ataque.

No, su espada cortó a través del guantelete y alcanzo su piel. Pero lo que no pudo cortar no fue el guantelete, si no la piel. Increíblemente, ¡la piel del Saber Negro era más dura que el acero…!

Incluso la Saber Roja, quien había anticipado todas sus acciones posibles, necesitaba un poco de tiempo para recuperarse de la impresión. Aun cuando sus instintos le advirtieron, su cuerpo no pudo reaccionar en ese instante.

Era desafortunado que el Saber Negro hubiese bloqueado la espada con una mano para crear la apertura en la defensa de Saber. Aun si utilizaba toda su fuerza, un corte a una mano era ligeramente inferior en poder comparándolo con un corte a dos manos.

Aun así, el impacto fue enorme. Mientras la Saber Roja trastabillaba hacia atrás en retirada, el Saber Negro blandió su espada persiguiéndola.

Las espadas resonaron y la sangre danzó por el aire. El Saber Negro blandía fácilmente la enorme espada. No, no la estaba blandiendo simplemente con toda su fuerza. Había técnica en sus movimientos. En el instante en que la orilla de las dos espadas se tocaron, su espada se enfrasco con la otra como si fuese una serpiente.

La espada de la Saber Roja estaba al borde de ser lanzada hacia el cielo. Ella de inmediato puso fuerza en las manos que sostenían la empuñadura de la espada y evitó que esto sucediera. Pero su torso una vez más se encontró abierto—y el Saber Negro no perdió esa oportunidad.

Su siguiente ataque fue un movimiento horizontal a todo poder con las dos manos que sostenían la espada.

Con su armadura de cuerpo completo incapaz de absorber el impacto, la Saber Roja no pudo sostenerse y salió volando.

Aun si se deslizaba por el suelo, la Saber Roja de algún modo logro corregir su postura y ponerse de pie. Pero fue golpeada por un agudo dolor y presiono una mano en su abdomen mientras se quejaba.

“…Ah, maldición. Él en verdad es un Servant, ese bastardo.”

El corte del Saber Negro había sido bastante hábil e ingenioso. No era un ataque que dependiera de la fuerza como el de Berserker, si no que destruía al enemigo eficientemente sin mostrar ninguna emoción. Y la forma en que maniobraba su arma como anticipación a su ataque también era excelente.

En otras palabras, él no solo llevaba la apariencia exterior del Saber Negro. Era obvio que había heredado incluso la abundante acumulación de experiencia en batalla del héroe.

El excepcional sentido de batalla que poseía un Servant—especialmente aquellos de la más poderosa clase Saber— ¡este homúnculo en verdad poseía tal cosa!

Repentinamente el dolor en su costado se desvaneció—su Master había aplicado hechicería de curación. Parecía que se había acercado lo suficiente al campo de batalla para observar su lucha. Probablemente se ocultaba en algún lugar del campo de batalla. Aunque no tenía idea de donde podría ocultarse con ese enorme cuerpo suyo.

‘Hey, Master. Tenga cuidado, si se aproxima demasiado…’

‘Bien, lo sé, pero puedo responder más rápido si te observo con mis propios ojos en vez de confiar en el sentido de peligro de la Línea que nos conecta… Bien, aunque honestamente también deseo huir.’

Él estaba dejando salir quejas de manera perezosa. La Saber Roja golpeo el piso imperiosamente como si él estuviese quejándose justo a su lado.

‘Hey, Master. ¿¡Acaso tiene tan poca fe en mí!?’

‘Quiero decir, después de todo el Saber Negro es fuerte, ¿lo comprendes?’

Shishigou menciono fríamente la dura realidad. Ante una respuesta tan directa la Saber Roja se encontró más sin palabras que enojada.

‘Juzgándolo sin mayor detalle, él se encuentra equiparado a ti en términos de estadísticas. Para hacer las cosas peores, posee algún tipo de Noble Phantasm especial del tipo defensivo o alguna habilidad, lo que es bastante problemático. En otras palabras, es mejor que tú en términos de defensa en un combate de frente.’

Shishigou habló sobre los hechos de manera indiferente y las cosas que derivaban de ellos.

‘…Si, aun cuando corté a través de su guantelete, su piel bloqueo mi espada.’

Eso era anormal. Algo claramente había obstruido su espada. No podría haber sido un hechizo de algún Master. Fue capaz de cortar normalmente su armadura, así que en otras palabras, debía haber algún tipo de secreto sobre ese cuerpo suyo.

‘Hay demasiados héroes en todo el mundo que se dice eran inmortales e invulnerables. Pero no hay demasiados que en verdad tengan cuerpos inmortales. Debe de haber algún tipo de estipulación de [Sin embargo, existe una excepción] en todas las leyendas de inmortalidad.’

‘Je… Así que, ¿Cuál es su punto débil?’

‘Bien, ¡tendrás que dar tu mejor esfuerzo para averiguarlo!’

‘Maldición, ¡sabía que sería de ese modo!’

‘Pero déjame darte una propuesta, de un Master a su Servant. ¿Qué te parece si te fortalezco con un Hechizo de Comando por el tiempo que te lleve luchar con el Saber Negro?’

La propuesta de Shishigou se desviaba ligeramente del correcto uso de un Hechizo de Comando. Normalmente, un Hechizo de Comando era utilizado de una forma más acotada y definida. Por ejemplo, un salto espacial equivalente a la teletransportación, o un ataque imposiblemente preciso dirigido a un punto exacto. Si no era utilizada de una manera definida precisamente, la fuerza del Hechizo de Comando se debilitaría.

Utilizando los Hechizos de Comando del modo que Shishigou proponía probablemente elevaría el poder de Saber a su máximo, pero eso sería todo. Sin embargo—

‘No, esa es una excelente idea, Master. Con eso, mis cortes lo atravesaran. Lo juro en el nombre de Saber.’

Los instintos de la Saber Roja se lo susurraron. No era que su corte de hace poco no hubiese conectado o hubiese sido obstruido por otro poder. El blanco simplemente era resistente y robusto. En ese caso, si utilizaba continuamente ataques más fuertes que el ultimo, estaba confiada en que podría cortarlo. Si el respaldo de un Hechizo de Comando era acotado a su batalla con el Saber Negro en este campo de batalla, definitivamente no era un plan estúpido.

‘Ya veo, entonces… creeré en ti, Saber.’

Creeré en ti— Solo con escuchar esas palabras, el enojo que había sentido hacia él hace poco desapareció por completo y su ánimo comenzó a mejorar notablemente. Ella se encontraba sorprendida ante su propia simpleza, pero justo en estos momentos, era placentero.

‘Si… ¡Sí! Comprendido, Master.’

‘Yo te ordenado mi espadachín, con un Hechizo de Comando. ¡Utiliza todo tu poder para derrotar al Saber Negro en este campo de batalla!’

Una abundante cantidad de prana surgió a través de la Línea que los conectaba. Fue tomada por su cuerpo al final, y fluyó a través de todo su cuerpo por medio de sus Circuitos Mágicos—

‘¡Ese deseo será concedido! ¡En el nombre del Saber Rojo y el de Mordred, definitivamente derrotare al Saber Negro!’

Instantáneamente, Saber liberó y emitió su prana. Su apariencia era como la de una locomotora de vapor en forma humana. Mientras emitía fieramente el vapor conocido como prana, ella alisto su espada. No tenía ningún miedo; solo había un puro e inmaculado espíritu de pelea.

Las palabras fueron innecesarias después de eso. No había espacio para la negociación entre los Servants Negros y Rojos. Sieg había tomado una decisión y la Saber Roja simplemente había respondido a ella.

“—Aquí voy, Saber Negro.”

En respuesta a las palabras de la Saber plateada, el Saber dorado respondió.

“—Ven, Saber Rojo.”

No hubo duda o vacilación. El miedo fue superado y el ansia asesina recibió su respuesta. La recompensa era innecesaria y los elogios no eran requeridos. Cada uno simplemente estaba siguiendo sus propias elecciones; los dos sujetaron sus respectivas espadas con ambas manos—y comenzaron a correr el uno hacia el otro.

Una carga como la de una bala llevada a cabo por medio de la habilidad [Explosión de Prana]. Con incluso más poder añadido a ella a causa de un Hechizo de Comando, el ataque de la Saber Roja realmente fue tan rápido como un cometa volando a través de la tierra. Sieg— el Saber Negro comprendió que no podría ganar por medio de la velocidad después de haber comenzado un poco más tarde y se posiciono para recibir su ataque.

La bala y la guillotina chocaron de frente. Pétalos de flamas coloreaban el cielo sobre ellos. Un gruñido parecido al de un trueno corrió a través del campo de batalla con cada choque entre el caótico torbellino de armas.

“Ja. ¡Tus cortes son patéticos, Saber Negro…!”

“¡¡Kuh—!!”

Y entonces sus espadas chocaron por treceava vez en este intercambio. Las dos espadas chocaron la una con la otra y procedieron a un concurso de pura fuerza física. Por ello, naturalmente, la Saber Roja, con su Explosión de Prana y la mejora del Hechizo de Comando, fue más fuerte.

“¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOH!”

Aullando, la Saber Roja forzó hacia atrás al Saber Negro. La distancia entre ellos se amplió—y la Saber Roja levanto su espada con una sonrisa temeraria.

“¿Y así te llamas a ti mismo ‘Saber’, aquel que debería ser el mejor de entre todos los Servants? Que decepción. ¿O tal vez esto es lo más lejos que una falsificación puede llegar?”

Permaneciendo en silencio, el Saber Negro se puso de pie. El daño que había recibido… no era mucho, juzgó la Saber Roja. Como era de esperarse, su resistencia no era normal. Ella en definitiva debía matarlo aquí— la Saber Roja endureció su resolución sobre ello.

“—Oh espada, permite que te llenes.”

El Saber Negro comenzó los pasos para liberar su espada. Luz naranja como la del ocaso en una aurora boreal emano de la espada y comenzó a iluminar su rostro con su resplandor.

Él ya había activado el as en la manga que todos los Servants tenían—su Noble Phantasm.

“Así que liberaras tu Noble Phantasm… Ja, ¡por mi está bien!”

‘Adelante Saber. ¡Muéstrame tu carta del triunfo, tu Noble Phantasm!’

Sin siquiera mostrar su desaprobación, su Master le dio permiso de tu utilizarlo.

“—Bien, dado que mi Master me ha otorgado su permiso, ¡permíteme responderte de la misma manera con mi propio Noble Phantasm!”

Al mismo tiempo la Saber Roja alistó su espada, la función del Noble Phantasm de su yelmo fue desactivada y se replegó dentro de su armadura. Se dice que el Rey de los Caballeros proveniente de Bretaña, Arturo Pendragon, no había envejecido durante su reinado… y que había permanecido como el atractivo chico que había sido desde el momento que saco la espada.

Por ello era natural que su hijo, Mordred—también tuviese la apariencia de una delicada e incluso encantadora chica.

Sin embargo, su apariencia femenina no podía ocultar por completo su personalidad tan brutal como la de un Berserker. Sus ojos brillaban llenos de la intoxicación de la violencia.

Al mismo tiempo que retiró su yelmo, su espada también sufrió una transformación. La espada plateada se tiño de un color carmesí, y su forma comenzó a distorsionarse. Mientras violentos y furiosos sonidos emanaban de ella, relámpagos rojos aparecían en los alrededores de la espada.

Este fenómeno no era parte de la naturaleza original de la espada. La prueba del estatus del rey que el Rey Arturo había obtenido y mantenía guardada, Clarent: Espada Radiante del Rey— la espada que Mordred había robado y utilizado para infligir la herida mortal al Rey Arturo.

Su transformación a una espada maligna se debía a ese episodio en su leyenda. Cuando Mordred sostenía esta espada, la espada del rey se transformaba en la espada maligna del odio.

“Es tiempo de tu ejecución. ¡Ven, encuentra un fin digno de una imitación, Saber Negro—!”

El sobrecogedor vórtice de prana aplastaba los restos en los alrededores del campo de batalla y rechazaba a todo lo que poseía vida. Se volvió de esta manera con solo tener a esos dos comenzando a prepararse para liberar sus Noble Phantasms.

“…Aquí voy.”

Murmuro silenciosamente el Saber Negro.

Dos héroes que habían venido desde la Era de los Dioses hasta el día actual y que jamás debieron de haber cruzado sus caminos. Al fin revelaban sus ‘ataques de asesinato asegurado’.

Clarent Blood Arthur: ¡¡Rebelión Contra Mi Hermoso Padre!!

Aulló la Saber Roja llena de ira.

Balmung: Espada Larga Fantasmal, ¡¡Asesinato del Demonio de los Cielos!!

Bramó el Saber Negro.

La luz anaranjada ascendió como una ola y el relámpago rojo se lanzó hacia adelante. Las brillantes luces impactaron y causaron vientos salvajemente fuertes con el punto cero en su centro.

Era como un tornado de gran presión. Devoro los alrededores y simplemente continuó destruyendo todo a su paso. Ni un solo pedazo de escombros quedo atrás.

— Y además. En el choque entre los Noble Phantasm, la Saber Roja era ligeramente superior.

Entre el Noble Phantasm del Saber Negro, el cual destruía toda el área alrededor como si fuese una ola, y el Noble Phantasm de la Saber Roja, el cual destruía todo el material existente en su camino en línea recta, este último tenía la ventaja en términos de sus naturalezas respectivas.

El Saber Negro cayó sobre una de sus rodillas—y la Saber Roja se llenó de rabia.

“¿¡Por qué es que sigues con vida…!?”

Sí. Para la Saber Roja, el hecho de que siguiera con vida era, en primer lugar, un problema.

Para Mordred, Clarent era un arma que poseía una gloria similar a la de una maldición. Ella no se permitiría a si misma ser derrotada por nadie excepto por su padre, y más aún, no permitiría que esta espada, la cual le había dado el golpe fatal a su padre, fallara en dar el golpe final a nadie.

“No te atrevas a moverte, Saber Negro. ¡Yo, y nadie más, seré quien te asesine…!”

Pero había otra gran razón que hacía que valiera la pena matar al Saber Negro aquí y ahora.

Cuando sus Noble Phantasm chocaron, la Saber Roja lo notó. El Saber Negro aún no se encontraba en su condición normal a todo su poder. En primer lugar, se había convertido en un Servant a través de un milagro ridículo al transformarse por medio de un Hechizo de Comando.

Era verdad, su poder en definitiva era igual al del Saber Negro, y ciertamente tenía toda su experiencia de batalla también.

Pero, aun no alcanzaba su mente y espíritu. Él se encontraba desconcertado por el acto de blandir una espada. Como resultado ella fue capaz de mantenerse un paso por encima de él en esta batalla—solo hablando de esta ocasión.

Y además, sin ninguna duda, esta era la primera batalla del homúnculo con el cuerpo del Saber Negro.

Su instinto se lo susurraba. Tenía que derrotarlo en esta su primera batalla mientras aun no tenía experiencia. Tenía que cortar su cabeza ahora que la transformación había acabado.

Muy probablemente, su resolución seria aún más grande la próxima vez que se transformase y seria suficientemente fuerte para igualarla. Entonces, si se transformaba una tercera ocasión—

Si ella deseaba obtener la victoria, ¡tenía que eliminar por completo esa ‘siguiente’ oportunidad!

Tengo que cortarle la cabeza y atravesar su corazón con mi espada por cualquier medio posible, o si no—Obedeciendo sus instintos, la Saber Roja dio un paso adelante.




El Noble Phantasm Fortaleza de la Assassin Roja, Los Jardines Colgantes de Babilonia. Aunque en este campo de batalla esta fortaleza era el único lugar gobernado por el silencio y la calma.

“—Ahora Master, ¿Acaso eso era parte de sus cálculos?”

Ella sonrió burlonamente. Shirou Kotomine observo el fenómeno que acababa de suceder con una expresión inusualmente sombría.

“¡Increíble! ¡El Saber Negro ha revivido! ¡Por la gracia del señor, es un milagro digno de un santo! ¡En verdad, [Magia de Suspenso]!”

En respuesta a los murmullos del Caster Rojo, Shirou agito su cabeza en silencio.

“No, no fue una resurrección… Si tuviese que describirlo, es más cercano a una posesión.”

“¿Una posesión?”

“…Entre los Servants, existen aquellos que pueden causar un fuerte efecto en los cuerpos de sus Masters. Normalmente, la relación entre el Master y Servant es la misma que entre un propietario y su familiar, pero existen aquellos que poseen habilidades que hacen posible que compartan cuerpos. En esos casos, el Master se vuelve una existencia cercana a la de un inmortal. Por supuesto, solo por la duración de la Guerra del Santo Grial… Y aún más importante, no quiere decir que su poder de batalla se incremente, así que el único Servant que podrían combatir es Assassin.”

“Espera. Sin importar como lo mire, eso parece diferente. Él no es un Master, y definitivamente no es un Servant.”

“Sí. Es por ello que es una posesión. Muy probablemente está invocando al Saber Negro con el abundante prana de un Hechizo de Comando. Por supuesto, eso normalmente sería imposible incluso con un Hechizo de Comando, pero—”

El Saber Negro y la Saber Roja estaban peleando fieramente el uno contra el otro. Era una batalla imposible incluso en los mitos, entre el ‘Asesino de Dragones Siegfried’ y la Saber Roja.

“Ese homúnculo es una excepción. Él posee algo dentro de su cuerpo que lo conecta al Saber Negro. No sé si se trata de una parte del cuerpo de Saber o una reliquia suya. En cualquier caso, al utilizar tal cosa como intermediario, está haciendo que Saber descienda desde el Trono hasta su propia carne.”

“Imposible… Nosotros no somos esa clase tan baja de espíritu maligno. Somos Espíritus Heroicos, ¿lo sabías? La pureza, densidad, fuerza, solidez y cada otro aspecto de nuestras almas son completamente diferentes. Algo como poseer el cuerpo físico de alguien más y darle las habilidades de un Espíritu Heroico es imposible.”

La Assassin Roja estaba en lo correcto. Si las palabras de Shirou estaban en lo correcto, entonces eso era una ‘carcasa’, un ser que llevaba el cuerpo del Saber Negro. Pero eso era imposible. Las habilidades físicas, habilidades mágicas, y por supuesto, el alma del Saber Negro—no, de cualquier ser llamado Espíritu Heroico, eran incomparables a la de los humanos.

“Si un cuerpo fuese poseído por un Espíritu Heroico, un alma humana no sería capaz de soportarlo. Sin decir nada del alma de un homúnculo como él.”

“Es precisamente porque es un homúnculo. Sus almas son muy jóvenes y por lo tanto puras, y por ello no serían marcadas por nada, y sus cuerpos pueden soportar cualquier tipo de transformación.”

En primer lugar, un homúnculo era una entidad ‘moldeada’ utilizando Circuitos Mágicos como su base. Ya que no tenían experiencia acumulada como los humanos, sus almas eran puras y resistentes como la de un infante. Un humano que ha vivido veinte años tendría veinte años de experiencias acumuladas, y esa experiencia en algunas ocasiones produce una magnifica fuerza bajo situaciones críticas.

Pero cuando posees el cuerpo de otra persona, esa experiencia acumulada queda atascada y se vuelve una obstrucción como si se tratase de células blancas. Los años de experiencia acumulados por la otra persona y tus propios años de experiencia acumulada chocarían por su incompatibilidad.

Sin embargo, el homúnculo era diferente. No poseía experiencia acumulada. Meramente había sido creado en un estado ya maduro. Por lo tanto, no había rechazo cuando era poseído.

“…Aunque, el ser poseído por un Espíritu Heroico por siquiera un segundo es equivalente a un milagro. Incluso con la asistencia de los Hechizos de Comando, solo debería de ser capaz de mantenerlo por algunos minutos.”

“En otras palabras, ¿Te refieres a eso? Esa cosa es algo que no podemos ignorar.”

Shirou asintió. Ciertamente, la reaparición del Saber Negro era sorprendente. Pero era un asunto completamente diferente si estaba limitada a un tiempo y número de usos. Aun si tenía el máximo número de Hechizos de Comando, no tendría más que dos restantes. Básicamente era insignificante. Probablemente no estaría acostumbrado a pelear el mismo, así que era difícil decir que sería capaz de desplegar los verdaderos parámetros del Saber Negro.

Y sin embargo. La existencia de ese homúnculo—es horriblemente irritante para mí.

Todos lo que se encontraban reunidos en este campo de batalla eran piezas de ajedrez para Shirou. Ya fuesen aquellos que se enfrentaban a él como enemigos, aquellos que eran sus aliados e incluso él mismo, todos eran piezas en el tablero.

Pero solo el homúnculo era claramente diferente. Una pieza sin motivo había revivido repentinamente y había impactado el tablero. Tal vez la creciente irritación en su pecho se debía a eso. O tal vez—

“…Que estúpido. Aun si tenía un efímero periodo de vida, sería mucho mejor tratar de ser una existencia perfecta.”

El susurro de Shirou no pareció alcanzar los oídos de nadie. La Assassin Roja cuestiono a Shirou.

“Bien, si ese es el caso, no nos presentara ningún problema. Aún más importante, Shirou, si no te apresuras y te pones a trabajar pronto, no lo lograras a tiempo, ¿lo comprendes? Ruler ya ha llegado al campo de batalla. Justo ahora toda su energía está enfocada en lidiar con Berserker, pero si logra alcanzar estos jardines, será el final del camino para ti.”

“Si, ya he recibido permiso de parte de ellos… Todo lo que resta es el ritual de transferencia con el acuerdo de ambas partes. Es un procedimiento sencillo… aunque tengo que conducir la transferencia, así que necesitare algo de tiempo.”

“Hmm, si obstruyo su camino con esos tres seré capaz de conseguir algo de tiempo.”

“Buena suerte entonces”—Dejando detrás esas palabras con una sonrisa refrescante, Shirou se marchó. Los únicos que quedaron en el lugar fueron los dos Servants que lo respetaban como su Master.

“Por cierto Caster. Dado que tenemos la fortuna de quedarnos a solas, hay una cosa que me gustaría preguntarte.”

“Ah, yo también tengo algo que necesito preguntarte. Entonces, por favor procede, reverenciada emperatriz.”

“¿Qué es lo que estas planeando?”

Mientras sonreía dulcemente, la Assassin Roja ataco el punto central del asunto con una cruel y despiadada emoción en sus ojos. Estos eran similares a los ojos de una serpiente valorando a su presa.

Y el Caster Rojo observo esos ojos, pero en vez de que un sudor frio comenzara a recorrer su cuerpo, simplemente inclino su cabeza con curiosidad a modo de respuesta. Claramente no poseía unos nervios ordinarios. Aun si no poseía ningún arma o hechicería, tenía una lengua que funcionaba de manera excelente.

“Nada en realidad. Es como ya he declarado, solo persigo el majestuoso y pasajero sueño de nuestro Master… Shirou Kotomine.”

“Ja. Así que eres esa clase de personaje, cuenta cuentos. Es verdad, su sueño es tan frágil como el cristal y además muy largo. El camino será obstruido por muchas dificultades, e incluso si puede sobreponerse a ellas, aún es incierto si su deseo será cumplido o no. Pero—si nuestro Master hace a un lado todas esas dificultades e incluso alcanza ‘eso’…”

—Solo podría ser llamado un milagro. El sueño que Shirou le contó a la Assassin Roja era algo que cualquier persona ordinaria tomaría como ridículo, algo que solo una persona anormal podría tomar en serio.

“…Tu rol dejara de existir en este mundo.”

“No solo el mío, si no el tuyo también—no, ¡lo mismo se podría decir de todos los Espíritus Heroicos!”

La Assassin Roja sonrió ligeramente ante esas palabras.

“Yo soy diferente. Aun tendré un rol adecuado. Si no fuese así, incluso yo no seguiría el plan de Shirou.”

“Ah, ya veo. ¡Así que a eso te refieres! Hmm, es verdad que si el sueño de Shirou se cumple, incluso la necesidad de contar historias desaparecerá de este mundo. Pero—la historia para llegar hasta ahí será una obra maestra. Algo sin precedente, ¡la primera y última pieza maestra que será inalcanzable aun si se diese un número infinito de máquinas de escribir a un número infinito de monos! Si puedo escribirla, bien, no me quedara ningún remordimiento.”

“…Al menos tiene sentido lo que dices.”

Aun así, la Assassin Roja no relajo su expresión de sospecha. Hablando de manera honesta, sus dudas sobre Caster habían comenzado en el momento en que libero al Berserker Rojo.

Si el plan de Shirou avanzaba bien, este hombre podría producir dificultades él mismo.

“Ah, eso. En ese caso, ¡no te preocupes!”

“… ¿Sobre qué no debería de preocuparme?”

Estirando ambos brazos de manera exagerada, el Caster Rojo habló como si estuviese cantando.

“Nuestro Master ya está luchando [Contra la muerte y el odio ensimismado], ¡y está tratando de ganar contra ello! ¡No hay manera de que nadie se abstuviese de interferir con tan extraordinario plan! Aun sin que yo planee algún truco sucio, ¡todos trataran de obstruir su camino! ¡Sin embargo! ¡Sin embargo, tengo fe en que nuestro Master seguramente los superara!”

Observando como el emocionado Caster Rojo seguía hablando y hablando, la Assassin Roja finalmente abandono su sospecha hacia él.

“—Ya veo. Si lo pones de esa forma, creo que puedo entender tu actitud. Caster, ¿Acaso piensas que aparecerán obstáculos? ¿Qué tipo de obstáculos específicamente?”

“Tú ya lo sabes. Justo ahora, es esa chica que esta tan confundida a causa de su ignorancia.”

“…Ruler ¿eh? Ciertamente su privilegio es sorprendente. Pero estamos llevando a cabo contra medidas para ello, ¿o no?”

“No, no. Su privilegio también es maravilloso, pero lo que en verdad debe ser temido es la chica misma.”

“¿Qué?, ¿Acaso sabes quién es?”

“No hay muchos Espíritus Heroicos que sean santos femeninos y porten un estandarte… Ella es la amada enemiga de mi tierra natal. La campesina que fue destruida por obedecer la voz de Dios y que enloqueció de tristeza—Jeanne d’Arc.”

“Oh. Así que es una enemiga jurada de tu país.”

La Assassin Roja dijo esto con una sonrisa. Justo como ella había mencionado, Jeanne d’Arc se había alzado como la salvadora de Francia y había derrotado por completo a la armada Inglesa. Aunque fue arrestada al final a causa de una traición, su odio hacia ella probablemente era muy profundo. Muchos de los trabajos escritos en Inglaterra en ese tiempo la mostraban como un enemigo y la denunciaban.

“No, no, ya no llevo conmigo esos sentimientos de odio. A decir verdad, ¿Acaso nuestro Master no es un santo del Lejano Este? Cosas como Inglaterra o Francia ya no importan más. Sin embargo—si ella fuese a obstruirnos, deberemos de aplastarla sin ninguna piedad.”

“… ¿Por tu propia mano?”

“¿Mía? Olvida tal cosa. Te lo dejare a ti, reverenciada emperatriz.”

El Caster Rojo comenzó a reír fuertemente, y la Assassin Roja, aunque ya sabía que las cosas resultarían de ese modo, suspiro.

“…Así que, ¿Qué es lo que deseabas preguntar?”

“Se trata de nada menos que nuestro Master. Naturalmente sé que ‘Shirou’ es su verdadero nombre. Pero ¿De dónde surgió el nombre ‘Kotomine’? No hay forma de que lo hubiese adoptado simplemente porque le pareció adecuado.”

“Ah, eso. Kotomine aparentemente es el nombre de su padre adoptivo. No es necesario decirlo pero ese hombre no tiene un solo pariente en este mundo. Así que aparentemente confió en un supervisor que había sobrevivido junto con él, un sacerdote llamado Kotomine, y recibió un cierto estatus social de su parte.”

“Jaja, ya veo. Así que la razón de que se convirtiera en el supervisor de la Gran Guerra del Santo Grial también fue gracias a esas conexiones.”

“Así parece. Aunque ese sacerdote lleva muerto ya un largo tiempo, y Shirou aparentemente no interactuó mucho con el hombre que es su medio hermano… ¿A qué se debe esa mirada y esa sonrisa que estas mostrándome?”

“No, no, solo pensé que nuestro Master confía mucho en ti. Cuando le pregunte sobre ello solamente evadió vagamente mi pregunta.”

“… ¿Acaso no es probablemente porque no te has hecho alguien de confianza?”

Cuando Shirou había hablado descuidadamente de sus orígenes con el Caster Rojo, Caster no pudo evitar parecer como si deseara contárselo a todos y escuchar los rumores. Aún más, era bastante posible que lo publicase como su autobiografía.

“Hmph, no soy tan malvado como para exponer la privacidad de la gente, pero—hey, espera.”

Un impacto recorrió el piso debajo de ellos desde el fondo de los jardines. La totalidad de los jardines temblaron violentamente como si fuesen afectados por un terremoto.

“… ¿Qué fue eso?”

“El impacto del ataque de Berserker, probablemente. Parece que está a punto de llegar al punto crítico.”

La Assassin Roja le ordeno a los Jardines Colgantes que ascendieran aún más. Sería un problema si los jardines fueran el blanco de esa [arma]. Él no debería de tomar como blanco a estos jardines, si no a la Fortaleza Millennia.

“Sin embargo— ¿acaso el Grial no será destruido como resultado?”

“No temas. El Grial Mayor se encuentra bajo tierra debajo de la fortaleza, y no es algo que pueda ser convertido en escombros de cualquier forma. Aun si Berserker fuese a atacarlo directamente, no habría problema. Y en cualquier caso, ya no posee la inteligencia suficiente para ello.”

Utilizando taumaturgia de visión remota, la Assassin Roja confirmo que Ruler estaba peleando con el Berserker Rojo.

“Ahora… ¿Cómo es que Ruler enfrentara a Berserker? Si es golpeada por su ataque final, ni siquiera ella será capaz de salir sin heridas.”

Justo como había mencionado la Assassin Roja, el campeón de la rebelión, Espartaco, estaba a punto de lanzar su golpe final. Su blanco era la Fortaleza Millennia donde los opresores se reunían. El guerrero enloquecido ni siquiera consideró que su propio Master se encontraba ahí.

Cuando su cuerpo comenzó a colapsar a causa de su propio peso mientras exudaba prana, Berserker al fin alcanzo la fuerza suficiente para ese ataque final, el más poderoso. Era el ataque final y la perdición para este campo de batalla.

Aquí viene.

Ruler estaba segura de ello. El siguiente ataque sería el más poderoso ataque que el Berserker Rojo podía liberar. Al mismo tiempo, sería su ataque final. Incluso usaría el prana que necesitaba para aferrarse a la era actual y desaparecerá como resultado.

Si ese era el camino que el Espíritu Heroico Espartaco eligió, entonces ella no debía detenerlo.

Pero, como era de esperarse, al menos debía evitar verse inmiscuida en él.

Le dio un vistazo a los Jardines Colgantes, los cuales estaban ahí como si se burlaran de ella. Después, su mirada giró hacia donde el Saber Negro y el Rojo estaban peleando fieramente.

Se había decidido. Había tomado la decisión, no de acuerdo a una revelación de Dios, si no a su propia voluntad.

Mientras sostenía su estandarte en una mano, dio un gran salto hacia atrás—y una vez que confirmo que la mirada de Berserker se había posado en la fortaleza, se dirigió hacia los dos Sabers.

Por el momento tenía la intención de obtener su atención y convencerlos de retirarse. Los otros Servants ya habían notado el estado anormal del Berserker Rojo y se habían retirado a un lugar seguro.

Solo Sieg, quien se había transformado en el Saber Negro, el Rider Negro y la Saber Roja aún estaban dentro del rango del ataque de Berserker.

— ¡Esto no es bueno!

La Saber Roja y el Saber Negro habían, de entre todas las cosas que podían hacer, liberado sus respectivos Noble Phantasms el uno contra el otro. Las sacudidas de esa tremenda energía naturalmente alcanzaron a Ruler, pero también llegaron al Berserker Rojo que se encontraba más lejos.

Habiendo sobrepasado el punto crítico, el Berserker Rojo aulló. La cuenta regresiva llego a cero, y el suelo se sacudió. Ruler gritó.

“¡Huyan!”

Justo cuando estaba por darle el golpe final a Sieg, la Saber Roja se dio la vuelta sorprendida y divisó a Berserker justo cuando estaba al borde de explotar. Aunque dudo ligeramente, parecía haber recibido una orden de su Master y chasqueo su lengua, regresando inmediatamente a su forma espiritual.

No era necesario decir que Ruler, quien de hecho se encontraba poseyendo a la humana Laeticia, si no también Sieg eran incapaces de cambiar a una forma espiritual para huir.

“¡Sieg-kun!”

Escuchando el llamado desesperado de Ruler, Sieg negó con su cabeza. Parecía que no podía moverse a causa del dolor y el daño de haber sido golpeado por el Noble Phantasm de la Saber Roja hace poco además del precio de su propia transformación.

“…Vete. Tú no eres un Servant que deba perecer aquí.”

Y aun así, sin dudarlo le dijo a Ruler que huyera sola. Ruler suspiro exasperada.

“No digas cosas estúpidas… Quien te trajo hasta aquí fui yo.”

“Yo elegí pelear por mi propia voluntad.”

“Guh. ¡Hay un límite incluso para la obstinación!”

“… ¿Acaso no es básicamente lo mismo que haces tú?”

A pesar de estar en esa clase de situación, Sieg hablaba con Ruler con una mirada fría.

“—No te preocupes. No tengo intenciones de dejarte morir. Y no voy a perecer aquí tampoco.”

Ella plantó el estandarte en su mano derecha en el suelo. Observando el estado de las cosas detrás de su espalda, pudo ver al Rider Negro, quien se veía totalmente exhausto, abrazando fuertemente a Sieg como si deseara protegerlo.

No pensaba que su Master se negaría a dejarle regresar a su forma espiritual para huir. Muy probablemente Rider se había negado a hacerlo. Dado que él poseía la habilidad [Acción Independiente], Rider podía sobrevivir por un corto tiempo aun si su fuente de prana era cortada.

…Sin embargo, el no huir en esta situación era simplemente temerario.

“¿Acaso no vas a escapar, Rider Negro?”

“No quiero.”

“Pero—”

Rider agito su cabeza fervientemente mientras abrazaba a Sieg.

“¡Dije que no quiero! ¡No quiero ver como lo hieren más! ¡Definitivamente no me moveré de aquí!”

A pesar de sus heridas substanciales, Rider ni siquiera considero huir. No era porque había algo que pudiese hacer; solo iba a perecer con ellos dos porque estaba tratando de proteger a Sieg.

Era inútil. Un acto completamente inútil.

Si sus Noble Phantasms no fueran tomados en cuenta, el Rider Negro, Astolfo, era un Espíritu Heroico que estaba en algún lugar entre la tercera y segunda categoría en términos de fuerza y habilidad. Astolfo era el único de entre los Doce Paladines de Carlomagno que tenía fama de ser [débil] de acuerdo a la leyenda.

Pero aun así, Astolfo era un héroe.

“No quiero…”

Aun cuando temblaba, Rider no dejo de proteger a Sieg. No claudico tampoco. Era algo natural el que aquellos que nacieron fuertes desplegaran su coraje. Porque eran fuertes. Tenían basado su orgullo en su fuerza y tenían la fuerza de voluntad para no rendirse ante cualquier enemigo.

Astolfo era diferente. Este Servant era débil y nunca podría ser derrotado por el enemigo conocido como destino. Su fuerza no podía mover montañas ni perforar los cielos. Y aun así, Astolfo era un valiente héroe reconocido por todos durante su tiempo de vida. Aun si era débil, aun si su poder era insuficiente, aun si era derrotado. Astolfo fue una persona valiente y tenía lo necesario para ser un héroe.

“—Lo comprendo. Entonces por favor quédate quieto ahí. Sera peligroso si te mueves.”

Si esa era la voluntad de este Servant, Ruler no tenía derecho a detenerlo.

Es por ello que esto era para proteger a Sieg. Es cierto que podría estar desviándose levemente de su rol de mediador. Pero se le había otorgado la discreción para actuar de acuerdo a su juicio en el campo de batalla.

El Servant que no era una bestia, humano, monstruo o incluso un Espíritu Heroico, sino un gigantesco ‘dios iracundo’, al fin golpeo el piso con su ataque final.

El Berserker Rojo quien estaba lleno de una euforia que nublaba sus pensamientos. Su ataque final destruiría toda tiranía y aplastaría toda autoridad.

Por supuesto, él estaba loco… e incluso él comprendía que estaba loco. Pero no se detendría. Había nacido con esta personalidad que no soportaba obedecer órdenes de nadie.

No, no se trataba de eso. El ser despreciado y herido lo hacía sentir bien. El hacer que las cosas estancadas dentro de él se asentaran como sedimentos era una irresistible alegría para él.

Así que continuó sonriendo. Y cuando llegó al punto crítico, Espartaco se reveló. Mientras existan opresores en el mundo, ni su alegría ni su enojo podían ser detenidos.

Y ahora, después de haber obtenido una segunda vida, estaba tratando de lanzar el golpe más poderoso de su vida. Su visión se distorsionó y el dolor de que todo su cuerpo fuera remodelado por algo torturaba su mente. Pero eso también fue el fin. Este no era un simple ataque cargado con todo su poder. Es lo que podría ser llamado de manera apropiada la destrucción definitiva, la cual no podría lograr a menos que se sacrificara el mismo.

“—Ah.”

Incluso dejo salir un suspiro de maravilla. Ni siquiera reflexiono en como su apariencia había sido transformada horriblemente. El gladiador del sufrimiento que había dedicado toda su vida a rebelarse finalmente lanzo ese golpe final.

Su blanco era el opresor con la más grande autoridad en la Gran Guerra del Santo Grial: Ruler. Y también aquellos en la Fortaleza Millennia detrás de ella. Un ataque que parecía alcanzar la luna y hacer que las estrellas cayeran. El más grande contraataque que había realizado en toda su vida, incluyendo antes y después de su muerte. ¿Acaso su puño, su espada, realmente alcanzaría a aquellos opresores?

No le importaba ni le interesaba averiguar. El gladiador austero, quien solo había dedicado su vida a la rebelión, dio su ultimo respiro mientras sonreía.

Ruler, el Rider Negro y Sieg estaban en el camino directo del ataque. Evadirlo era imposible, y sin importar que tan fuerte fuese el escudo que poseyeran, no sería capaz de protegerlos contra el ataque en el que Berserker había apostado su vida.

Pero—quien recibiría dicho ataque era el mediador absoluto de la Guerra del Santo Grial, Ruler.

Luminosité—”

Ella sujetó firmemente su estandarte con ambas manos y activo su verdadero nombre.

“—Eternelle: ¡Dios está aquí conmigo!

Y cuando este estandarte sagrado era activado como un Noble Phantasm, convertía el rango de Resistencia Mágica EX de Jeanne en una protección contra cualquier tipo de daño físico y espiritual.

El ataque del Berserker Rojo había sido liberado con todo su odio y alegría. Pero el estandarte lo aisló por completo no solo de Jeanne, sino también del Rider Negro y Sieg quienes se encontraban detrás de ella.

Ella puso toda su fuerza en sus dos manos. En estos momentos el estandarte de Ruler era su única salvación. Controlando su angustia y simplemente mirando hacia adelante—Ruler simplemente soporto la explosiva tormenta de luz.

Era como si alguien se estuviese oponiendo a todo el mal del mundo.

Era como si alguien se opusiera a la caída de una estrella.

Era como si todos los humanos que, a pesar de ser tan pequeños, se opusieran a las cosas que se encontraban frente a sus ojos y que no consideraban correctas.

Llenos de orgullo, fuerza de voluntad, enojo o tal vez de algo completamente diferente, los humanos poseían corazones que podían levantarse con un coraje que sobrepasaba su miedo, incluso frente a una sobrecogedora violencia que había masacrado a miles de personas.

Observando su pequeña espalda, Sieg fue superado por un sentimiento demasiado triste por algún motivo. Estaba completamente consciente de que era algo arrogante de su parte, pero cuando pensó en la historia trágica de su vida no pudo evitar descartar esos sentimientos.

A ella le habían arrebatado todo por una traición. Recibió el peor trato concebible para un ser humano, y nunca maldijo nada… la personificación de un santo que jamás entro en desesperación.

Estaría bien si hubiese maldecido a aquellos que la traicionaron. Podría comprender si ella los hubiese odiado. Pero no sentía odio, resentimiento, o incluso lamentaciones. Por alguna razón Sieg no podía soportar tal cosa.

…El Rider Negro repentinamente recordó el mito de un anciano que logro cortar el océano en dos. La luz que los aislaba completamente de sus alrededores era como agua dividida. Justo como la vida tiene un fin, este ataque en el que Berserker había apostado su vida también llego a su fin. El ataque a toda potencia de Berserker había destruido media Fortaleza Millennia, y había asesinado a los muchos golems, homúnculos y Guerreros Colmillo de Dragón que permanecían en el campo de batalla.

Pero aun con su estupendo poder destructivo, esos tres no recibieron ni una sola herida. Cuando la luz se asentó, Ruler dejo salir un suspiro lleno de alivio y se dio la vuelta. Con una hermosa y deslumbrante sonrisa dejo salir otro suspiro de alivio y—

“…Gracias a dios que no saliste herido.”

Murmuro.

Era más cercano a una calamidad que aun corte de espada. También era similar a un terremoto y un tsunami lleno de malicia. Habiendo convertido la enorme fuente de prana de Berserker en pura destrucción, agito la tierra y demolió la Fortaleza Millennia.

Se alzaron gritos alrededor de los magos. Afortunadamente la locación donde habían estado observando la situación de la batalla no estaba directamente expuesta a las rugientes flamas. Pero todo a partir de unos metros más adelante se encontraba en un estado miserable.

“Q-Que… ¿Qué es lo que acaba de suceder…?”

Murmuro Gordes como si el ver una pesadilla fuese lo más normal. Si hubiesen sido golpeados directamente por el ataque habría sido comprensible. Pero solo habían sido golpeados por los efectos colaterales.

“… ¿Cuál es la condición del Berserker Rojo?”

En respuesta a la pregunta de Fiore, Caules suspiro y comenzó a hablar.

“Se ha desvanecido… ¿Qué hay de los otros Servants?”

“Archer sigue con vida. ¿Qué hay de Rider?”

Celenike asintió de manera molesta. A pesar de lo mucho que la había dicho que regresara a su forma espiritual y volviera, él no solo no había obedecido, si no que había intentado proteger al homúnculo. Considerando la situación, podía ser que fuese momento de terminar las cosas de manera decisiva con él.

“Rider también está vivo. ¿Caster?”

Roche estaba terriblemente impactado sobre como los golems que él y Caster habían construido con mucho trabajo duro habían terminado despedazados como pedazos de madera. Pero confirmo que aquel por quien se preocupaba más, Caster, seguía con vida.

“Sensei se encuentra sano y salvo… el 80% de lo golems fueron destruidos, y aquellos que siguen a la espera en la fortaleza apenas son capaces de operar.”

“Ya veo. Todo lo que resta es Lancer. Parece que mi abuelo sigue con vida, pero…”

“Mi lord también está bien. Su batalla con el Lancer Rojo termino sin definirse. Se encuentra terriblemente enojado. Aún más importante, tenemos una emergencia.”

De pie en el marco roto de la ventana se encontraba Darnic quien dijo esto con una voz ronca.

“… ¿Emergencia?”

Fiore pensó que no podía haber una situación peor que la que estaban atravesando ahora, pero la voz de Darnic era más seria de lo que esperaba.

“—Los Jardines Colgantes han comenzado a aproximarse a la fortaleza.”

La Saber Roja cancelo su forma espiritual y examino el estado de sus alrededores.

—En el bosque que se extendía a los lados de la planicie muchos árboles habían sido derribados. Estaban en un estado muy maltratado y parecía como si un gigante los hubiese pisoteado.

—Casi todos los golems, homúnculos y Guerreros Colmillo de Dragón habían muerto. Eso era natural. Así de grande era la cantidad de prana concentrada y liberada de un solo golpe. Los únicos que quedaban con vida eran aquellos homúnculos que habían estado a la espera en la retaguardia o que habían presentido la situación y habían huido.

—Todos los Servants habían escapado del campo de batalla a toda velocidad. Por lo menos, cualquiera que fuese suficientemente necio como para ser atrapado en ese ataque era peor que alguien de tercera categoría.

En otras palabras, la tierra estaba completamente vacía. Ese extraño y monstruoso Servant había aniquilado este campo de batalla. Ya fuese que se encontraba enojada, sorprendida o burlándose… sin saber cómo describir su sentimiento actual, Saber simplemente permaneció de pie anonadada por unos momentos.

“Hey, Saber.”

“…Ah, Master. La situación es justo como puede verla.”

Dándose la vuelta ante la voz que la llamo desde atrás, ella se encogió de hombros. Su Master Shishigou también dejo salir un suspiro de sorpresa mientras observaba el campo de batalla.

“Así que, ¿Qué deberíamos hacer ahora, Master? Por favor deme sus órdenes.”

“Aun si me pides eso… una batalla con enemigos y aliados mezclados en un terreno completamente vacío como este en definitiva se volverá algo horrible.”

“¿Así que deberíamos retirarnos?”

Shishigou estuvo a punto de concordar con esas palabras, pero miro repentinamente hacia el cielo y decidió rechazar esa propuesta. “—No, no nos retiraremos. Mira, Saber.”

Shishigou señalo los Jardines Colgantes, un producto de la Era de los Dioses. Shishigou, habiendo investigado minuciosamente la información sobre Semiramis, podía saber que se trataba del Noble Phantasm de la Assassin Roja.

El problema era que los Jardines Colgantes se estaban acercando a la derrumbada Fortaleza Millennia.

“…Hmph. Ciertamente, si nos retiramos ahora, seremos tratados como desertores.”

“¿No lo crees así? En marcha Saber.”

“Entendido, Master. Así que, ¿volar es tu especialidad?”

“Soy terrible en ello. No deseo pensar demasiado en esto, pero parece que tendré que depender de ti.”

En respuesta a las quejas de Shishigou, la Saber Roja comenzó a reír. Si, en otras palabras, era momento de usar su habilidad personal, [Explosión de Prana].




“…Hmm. Pensé que destruir esa fortaleza sería un poco más difícil, pero nos ahorraron el problema. Imagine que tendríamos que utilizar el Noble Phantasm de Lancer para ello, pero…”

Dijo la Assassin Roja y observo a sus compañeros los Servants Rojos quienes se habían retirado del campo de batalla hasta los Jardines Colgantes.

“Les agradezco mucho a todos por su esfuerzo. Puedo ver que su sangre ardiente aún se encuentra insatisfecha—pero sopórtenlo un poco más. La batalla reiniciara pronto.”

La Archer Roja agito su cabeza ante las palabras de Assassin.

“No me molesta—pero ¿qué es lo que piensas lograr al acercarnos a la fortaleza de este modo? ¿Acaso deseas que vayamos a matar directamente a los Masters?”

“No es necesario decirlo. —Vamos a recuperar el Grial Mayor.”

Instantáneamente todos los otros Servants guardaron silencio. Rider y Archer intercambiaron miradas e incluso Lancer miro a Assassin con una expresión de duda.

“¿‘Recuperarlo’? No, en primer lugar… ¿Cómo vamos a hacer tal cosa?”

La Assassin Roja señalo el piso debajo de ellos con una sonrisa.

“—Lo que permite que estos Jardines Colgantes floten es el concepto de [inversión]. Las plantas crecen hacia abajo y el agua fluye de abajo hacia arriba en este lugar.”

Los jardines se detuvieron en el cielo encima de la Fortaleza Millennia. Si cualquier ciudadano de Trifas fuese a mirar hacia el cielo nocturno, ¿Qué pensarían de estos gigantescos jardines que ocultaban de la vista incluso a la Luna? Por lo menos, no creerían lo que verían sus ojos si estuviesen sobrios.

“Posen su mirada en él, pequeños e insignificantes magos. Este es el verdadero territorio de un mago.”

La Assassin Roja comenzó a reír fuertemente y extendió sus brazos mientras liberaba cierto hechizo.

Un viento rugiente voló desde el fondo de los jardines. Similar a un tornado, conectaba a la fortaleza debajo de estos, como si fuese algún tipo de tubería.

“Hey, hey… ¿¡Quieres decir que en verdad tienes la intención de robarlo!?”

Ante las palabras del Rider Rojo, la Assassin Roja asintió y grito.

“¡Por supuesto! ¡Por que estos jardines fueron diseñados con ese fin! ¡Ahora, sal, Grial Mayor! ¡Muéstranos tu terrible y bella figura que fue construida con hechicería de los dioses!”

El piso se derrumbó y voló hacia arriba mientras era succionado hacia los Jardines Colgantes. Más de dos tercios de la fortaleza ya habían sido destruidos. El piso de piedra desnudo fue aplastado hacia arriba y entonces, al fin, el Grial Mayor fue expuesto a la superficie del aire.

“¿Eso—es el Santo Grial?”

Murmuro la Archer Roja con una expresión sorprendida. Con su vista que era tan buena como los ojos de un halcón, ella estaba segura de poder ver el Grial Mayor debajo. Pero eso no era lo que la había impresionado tanto.

No solo era Archer; Lancer, Rider e incluso Caster solo podían quedarse ahí sorprendidos. El absoluto, eterno, incoloro y abundante prana que se había acumulado ahí continuamente por más de seis décadas giraba en un vórtice.

“¡Ese es el Santo Grial…! ¡Excelente! ¡Esto es demasiado excelente! ¡Magnifico! ¡¡Magnifico, magnifico!! ¡Incluso yo puedo sentir la cantidad sobrecogedora de prana desde aquí! ¡Incluso quiero saltar en él y ahogarme dentro, volviéndome uno con él! ¡Y aun así, es tan horrendo como un cuerpo humano desnudo! ¡En verdad [Lo Hermoso es horrible y lo horrible es hermoso]!” Caster comenzó a gritar de alegría.

Era obvio que era digno de ser llamado un [todopoderoso aparato concede deseos], mientras que el deseo que se le pida no sea demasiado grande. Era simplemente natural que incluso Servants como ellos se emocionaran.

“…Tch, está completamente atado a las líneas ley. Parece que tendré que arrancarlo. Sin embargo, no tenemos tiempo para permanecer en calma. Ya vienen.”

Aun sin que la Assassin Roja se los dijera, todos los Servants ahí lo sintieron. Para evitar el robo del Grial Mayor, los Servants Negros se dirigían ahí uno a uno.

“Tendré que enfocarme en Grial Mayor por un tiempo. Les dejare los enemigos a ustedes. Si no los retienen sus deseos se desvanecerán como el roció de la mañana. Traten con ellos con cuidado, ¿entendido?”

En respuesta ante esas palabras acompañadas por una sonrisa burlona, el Rider y la Archer Rojos respondieron sin ocultar su hostilidad.

“—No tienes que mencionarlo. Yo debería de ser quien te dijera tal cosa. Asegúrate de no fallar.”

“Haremos lo que tengamos que hacer. No te molestes con instrucciones meticulosas como esa. No es necesario que nos lo digas.”

Pero incluso frente a esa hostilidad tan clara, la compostura de la Assassin Roja no colapso.

“Bien, por mi parte, estoy exudando inspiración gracias al Grial Mayor, ¡así que me marcho!”

“…Al menos deberías ayudar un poco.”

Ignorando las expresiones sorprendidas y disgustadas de los demás, Caster rápidamente se dirigió a su taller hecho para su uso personal—en otras palabras, su ‘estudio’.

“Ah, eso me recuerda. Hay una cosa que olvide decirles. Estos jardines no se encuentran dentro de Rumania. Deberían de pelear tomando eso en cuenta.”

La Assassin Roja dejo esas palabras finales y desapareció. El Grial Mayor se estaba moviendo a una velocidad lenta pero constante, pero en definitiva estaba siendo arrancado de Trifas.

Dado que los Jardines se habían aproximado justo a un lado de la fortaleza, los Servants Negros fueron capaces de alcanzar el lugar de un solo salto.

“—Yo me encargare del Lancer Negro.”

Murmuro el Lancer Rojo y preparo su lanza divina. El Rider Rojo naturalmente eligió a su maestro, el Archer Negro, y la Archer Roja decidió ir tras Caster, a quien conocería por primera ocasión.

Los bandos ofensivos y defensivos se habían intercambiado. Los Servants Negros tenían que recuperar el Grial Mayor antes de que fuera robado. Los Servants Rojos tenían que proteger el Grial Mayor hasta que fuese robado por completo.

La situación también se había revertido junto a la ofensiva y la defensiva. La Fortaleza Millennia, la cual debió de haber sido un fuerte impregnable, ahora era un montón de escombros inútil, y el campamento Rojo eran quienes tenían una ventaja sobrecogedora.

Pero había una cosa que se volvería un problema en la situación actual. Eso era la existencia de Ruler, quien ya estaba en camino hacia ahí. Pero los únicos que sabían de ello eran la Assassin y el Caster Rojos además de su Master Shirou.

El campamento Negro, el campamento Rojo y Ruler, todos comprendían que esta era una batalla contra el tiempo. En los muchos minutos que tomaría para que el Grial Mayor se desprendiera de las líneas ley y fuera instalado por completo dentro de los Jardines Colgantes, ellos tenían que luchar una batalla desesperada a muerte.



Ruler había dejado atrás al Rider Negro y a Sieg y ahora corría hacia los Jardines Colgantes a toda velocidad. Entre más se acercaba más impresionada estaba por el Noble Phantasm flotante. Noble Phantasms anti fortaleza, los cuales poseían el poder puro para destruir fortalezas y castillos, eran raros, pero eso no quería decir que no hubiese Espíritus Heroicos que los poseyeran. Sin embargo, Noble Phantasms que fuesen fortalezas por sí mismo eran incluso más raros.

Fortalezas que existieran como Noble Phantasms, de acuerdo al conocimiento que Ruler había recabado de inmediato, se limitaban a aquellas como la poseída por el Hijo de la Luz de Irlanda. E incluso estaba restringida a los límites de su tierra natal.

Además, el número de Noble Phantasms que eran fortalezas flotantes era casi de cero. Y para hacer las cosas más problemáticas, parecía que el propietario de la fortaleza flotante la odiaba. Ella había tenido que tomar un número considerable de desviaciones, pero en cualquier caso, había varias cosas que necesitaba verificar con el campamento Rojo.

—Sin embargo.

Algo fatal estaba comenzando y a punto de terminar. Seguía teniendo esa premonición. De algún modo logró ignorar el sentimiento frio que se apodero de ella y salto a los muros de la Fortaleza Millennia corriendo sobre ellos a toda velocidad.

Por el enorme agujero que había sido abierto en la Fortaleza Millennia, el Grial Mayor comenzó lentamente a aparecer a la vista.

“…No puedo creerlo.”

El murmullo de Ruler era natural. La sensación opresiva que aquejaba todo su cuerpo le decía que sin duda era el Grial Mayor real. Lo que no podía creer era que el campamento Rojo estuviese tratando de arrastrarlo afuera.

Era verdad que esta guerra giraba en torno al Grial Mayor. También había predicho que el Campamento Rojo terminaría haciendo tal cosa si ganaba. Pero eso normalmente solo sucedería hasta que la guerra hubiese terminado. ¿Por qué tenían tanta prisa por recobrar el Grial Mayor cuando las balanzas de la batalla aún seguían meciéndose?

Muy probablemente, aquel que estaba causando problemas en este momento no era uno de los Servants Rojos si no un Master. Alguien quien, por lo menos, no estaba siguiendo la voluntad de la Asociación de Magos…

Después de haber conjeturado esto, finalmente logro llegar a la cima de la fortaleza flotante. El agua corría hacia arriba y las plantas claramente crecían no hacia arriba si no hacia abajo.

“Un flujo revertido… ¡los Jardines Colgantes…!”

“Así es, Ruler.”

Escuchando la voz burlona, Ruler se dio la vuelta—ella solo conocía a dos Espíritus Heroicos que poseían los Jardines Colgantes como su Noble Phantasm. El primero era Nabucodonosor II, y el segundo era—la legendaria emperatriz que, a causa de que la tradición oral del antiguo folclor se mezclara, fue adulada con la falsedad de haber ‘creado los Jardines Colgantes’.

La usuaria de veneno más vieja del mundo—Semiramis.

“Assassin Roja… así que esa es tu identidad.”

“Así es. Ahora, Ruler, ¿Acaso tienes algún asunto en mis jardines? Aunque no creo haber violado alguna regla en particular.”

Tal vez a causa de la nada favorable luz de las antorchas cercanas, su oscuro y glamoroso vestido estaba unido a la oscuridad de la noche. Ruler sentía que era terriblemente—perturbador.

“No, lo has hecho.”

“Oh”, dijo la Assassin Roja, mostrando interés.

“—Entonces dime. ¿Qué regla he violado?”

“Si no tienes una pizca de culpa en tu conciencia y estas obedeciendo las reglas de la Guerra del Santo Grial como dices— entonces por favor déjame encontrarme con tu Master.”

Instantáneamente, la mirada en los ojos de la Assassin Roja cambio de burlona a cuidadosa. Ruler sabia por esos ojos que el camino que había seguido no era el equivocado.

“…Desafortunadamente mi Master se encuentra ocupado en estos momentos. Además, aunque no es un cobarde, no dejare que se encuentre con otros Servants.”

“Ya veo. Se está escondiendo en algún lugar dentro de estos jardines, ¿o no?”

Ruler señalo tal cosa con facilidad. La Assassin Roja ya se estaba preparando para pelear. Como si deseara detenerla, Ruler puso delante su estandarte y habló.

“Deberías de comprender que pelear conmigo es inútil, Assassin Roja. El pilar de luz que se disparó de los Jardines Colgantes fue el trabajo de tu hechizo, ¿correcto? En ese caso—”

“Hmph. Es verdad que mi hechicería no puede atravesar tu Resistencia Mágica. ¿Me pregunto si ese es uno de tus privilegios como Ruler?”

“Tengo aún más privilegios… Assassin Roja. Por favor no me hagas utilizarlos.”

El cuerpo entero de Ruler brillo ligeramente con una luz pálida, e incluso la Assassin Roja no pudo evitar fruncir el ceño en respuesta.

“…El más grande privilegio de la clase Ruler: Hechizos de Comando que pueden ser utilizados en todos los Servants, ¿no?”

Esta era la más grande razón de que Ruler pudiese actuar como mediador. Ruler poseía dos Hechizos de Comando por cada Servant. En este caso, eso sumaba a un total de veintidós Hechizos de Comando. Era natural que el campamento Negro hubiese tratado de hacer que se aliara con ellos.

En casos extremos, ella podía terminar con la mayoría de los Servants al ordenar que se suicidaran. Por supuesto, un Hechizo de Comando podía ser contrarrestado por otro Hechizo de Comando. Si ella ordenaba que los Servants se suicidaran sus Master podían simplemente utilizar un Hechizo de Comando propio para detenerlos.

Pero eso significaría que dos Hechizos de Comando eran utilizados inútilmente. Si ellos mantuvieran un Hechizo de Comando en reserva para tomar en cuenta el escenario en que sus Servants los traicionaran, en realidad se volvería imposible para ellos el usar cualquier otro Hechizo de Comando posteriormente.

Adicionalmente, el campamento al que Ruler favoreciera sería capaz de usar la suma total de cuatro Hechizos de Comando por cada Servant incluyendo los de Ruler. Ruler, quien podía revertir la superioridad o inferioridad de cualquier bando era naturalmente la persona que todos deseaban. Aunque un Espíritu Heroico que cayera ante tal tentación no sería digno de la clase Ruler en primer lugar.

“Pero no te preocupes. Aun si tuviésemos que gastar todos nuestros Hechizos de Comando, no traicionaría a mi Master. Si me ordenas algo con un Hechizo de Comando, mi Master lo detendrá.”

“… Tu Master no es tu marioneta ¿o sí?”

“Por supuesto que no. Sin importar como fuese mi vida previa, yo soy un Servant ahora y apoyare a mi Master sin ganar nada.”

Ruler dio un paso adelante y hablo.

“En ese caso en estos momentos eres mi enemigo.”

Habiendo llegado hasta aquí, al menos pudo confirmar claramente que la Assassin Roja y su Master eran sus enemigos. Incluso la Assassin Roja no pudo evitar ponerse nerviosa ante ese paso.

Desde el comienzo, los parámetros de Assassin y Ruler ni siquiera tenían comparación. Adicionalmente los magos tenían una compatibilidad fatal con Ruler. Aun sin usar un Hechizo de Comando podría derrotar de inmediato a Assassin.

—En primer lugar, la Assassin Roja y su Master no deseaban pelear con Ruler.

Lo que era más importante era que el Lancer Rojo y el Lancer Negro pronto entrarían en contacto para resumir su batalla, y que el Master del Lancer Negro pronto se daría cuenta de la situación. Ella solo necesitaba ganar algunos minutos al hablar con Ruler hasta ese momento.

Shirou, conociendo bastante bien la crueldad e inhumanidad del Master del Lancer Negro, Darnic Prestone Yggdmillennia, estaba seguro de que en definitiva activaría el Noble Phantasm que reproducía esa leyenda si la situación se volvía desventajosa para el Lancer Negro.

“Ah, ya veo. Así que soy tu enemiga, ¿o no? Pero es desafortunado. Comenzando desde este mismo momento, nosotras deberemos de tener los mismos intereses.”

“—¿¡!?”

Ruler se dio la vuelta. No hubo ningún sonido o perturbación de prana. Pero en solo unos pocos segundos, la peor situación posible ocurriría—ella recibió tal revelación.

“Los ves, deberías de marcharte ahora. También ayudare. Debemos de oponernos juntos a tal cosa—por lo extremadamente problemática que es.”

Ruler apretó los dientes ligeramente. Pero las palabras de Assassin eran correctas.

Algo había ‘nacido’ junto a una enorme emanación de prana. Algo que no pertenecía a la Guerra del Santo Grial y que podía ser considerado fatal.

Ruler le dio la espalda a Assassin y comenzó a correr a toda velocidad.



—Era sobrecogedor.

“…Justo como pensé.”

“¡Kuh…!”

Hablando con una voz sin sentimientos, el Lancer Rojo estaba acorralando al Lancer Negro. Su precisión, la cual no mostraba la más mínima piedad, en verdad era fría, adecuada para un gran héroe.

Sin embargo, el héroe Vlad III, quien había peleado de igual a igual hace poco, era bastamente inferior a él.

El mismo Lancer Negro también podía sentir la anormalidad. Se había vuelto más débil. Si su ser de hace poco tenía la calificación de 10, su ser actual era en su mejor momento un 6.

Las estacas eran creadas del mismo cuerpo del Lancer Negro. Pero su fuerza y filo no eran tan grandes como antes. Aun sin cubrirse en flamas, el Lancer Rojo era capaz de repelerlas todas con solo su lanza y armadura.

“Estos Jardines Colgantes son el dominio gobernado por el Assassin de nuestro campamento. No es tu territorio. En otras palabras—mientras te encuentres dentro de estos jardines, no eres el gran héroe patriota que salvo a su país.”

El Noble Phantasm de la Assassin Roja, Los Jardines Colgantes de Babilonia, eran un Noble Phantasm fortaleza que gobernaban un dominio definido. Para decirlo de otra forma, este lugar no era Rumania donde Vlad III era un héroe reverenciado. De acuerdo a eso, su nivel de fama se volvió igual a cero.

Naturalmente, el Lancer Rojo, Karna, tampoco tenía ninguna fama aquí. Pero había una diferencia en el poder básico entre Karna y Vlad III.

Aun si su fama era igual a cero, mientras que su leyenda exista en algún lugar del mundo, Karna sin duda era un gran héroe. Por otro lado, fuera de Rumania, Vlad III solo era conocido como un vampiro bebedor de sangre.

Habiendo sido invocado con las características de un héroe, la fama del Lancer Negro no le proporcionaba ningún poder. En vez de ello, inhibía su habilidad para desplegar sus parámetros originales.

Mientras se enfrentaba al Lancer Rojo que llevaba una lanza, el Lancer Negro había perdido su refinamiento, su esplendor e incluso su severidad que siempre había mantenido. Solo el hecho de que poseía el orgullo y la dignidad de un héroe lo apoyaba.

Solo eso le daba el poder de pelear.

Pero estaba muy lejos de ser suficiente para tomar la cabeza del Lancer Rojo.

Si el espíritu de pelea que poseía el Lancer Negro a causa de su orgullo se debilitaba en lo más mínimo, la batalla terminaría con la fuerza y velocidad de una avalancha.

Los dos Lancers lo comprendían bastante bien. En ese caso, el Lancer Negro debería retirarse, dar la vuelta y huir. Aunque, si pudiera hacer tal cosa, no se habría convertido en un Espíritu Heroico en primer lugar.

Voy a morir.

Ese pensamiento, teñido de certeza, repentinamente anido dentro del Lancer Negro. Su derrota naturalmente significaría la derrota de todo el campamento Negro. Pero no podía evitarse. Había sido incapaz de ganar y había perseguido al enemigo demasiado lejos. Además, jamás había imaginado que robarían el Grial Mayor.

Si solo el Saber Negro estuviera vivo. También tuvo tales pensamientos. Vergüenza, desesperación y lamentaciones hicieron que su corazón se saliera de curso como si fuese un rio desbordado.

Pero—

En verdad no podía evitarse.

En el momento en que pensó tal cosa, estuvo seguro de ello, y se resignó a tal situación, el Master con el que había realizado un contrato apareció ahí como si fuese magia y le susurro como un demonio.

“No, aún podemos ganar. —Eso es si liberas tu Noble Phantasm.”

Todos los Servants presentes dejaron de moverse. Aquel que estaba de pie ahí era un Master, la cabeza de Yggdmillennia, Darnic.

Por encima de los Servants, sobre una columna similar a la de un templo a cierta distancia del espacio abierto donde los Servants se encontraban peleando, Darnic se encontraba extrañamente irritado con el Lancer Negro.

Pero lo que acaba de decir justo ahora era un problema más grande. Con un fuerte golpe, el Lancer Negro tomó distancia del Lancer Rojo y observo amenazadoramente a su Master.

“…Darnic, ¿Qué fue lo que acabas de decirme?”

No estaba jugando en esta ocasión; él irradiaba una genuina ansia asesina. Recibiéndola fríamente, el mago continuo hablando con palabras aún más irrespetuosas.

“Mi señor, dije que libere ese Noble Phantasm. No tenemos otra opción de ganar además de esa.”

“¿¡Qué es lo que estás diciendo!? Te dije que no usaría ese Noble Phantasm, ¿¡acaso lo has olvidado!? ¡Moriré aquí! ¡Me derrumbare en mi muerte lleno de lamentaciones! ¡Pero ese es el destino del vencido! ¡Darnic! ¡Yo nunca considerare utilizar tal cosa para convertirme en una existencia tan horrible! ¡Nunca, nunca!”

“Tú eres quien ha olvidado. ¡Debemos obtener el Grial Mayor por cualquier medio posible! Para convertirlo en un símbolo y contraatacar contra la Asociación de Magos. O para alcanzar la Raíz. Como rey, tu deseo también debe de ser igual de ferviente. En ese caso—no hay otra manera más que utilizar ese Noble Phantasm.”

Dicho esto, Darnic extendió una mano. Encima de ella había tres Hechizo de Comando rojos y brillantes.

“¿¡Tú…!?”

Mientras el Lancer Negro abría ampliamente sus ojos, Darnic se rió de él y habló con una voz penetrante y fría.

“Yo te ordeno con un Hechizo de Comando. Espíritu Heroico Vlad III Activa tu Noble Phantasm, Leyenda de Dracula.

“Darnic—tú, ¡¡bastaaaaaaaarddoooooo!!”

Aun el grito de Lancer, el cual estaba lleno del más profundo odio y desesperación, no alcanzo a Darnic.

“—¡Yo, no soy un vampiro… No, soy…!”

Ese murmullo tembloroso fue lo último de la razón del Espíritu Heroico Vlad III. Y entonces su Master Darnic lo hizo pequeños pedazos.

“No, tú eres un vampiro. El vampiro Dracula, una creatura lastimosa cargada con la infamia a través de los relatos literarios. Te ordeno con un segundo Hechizo de Comando. Sigue sobreviviendo hasta que obtengas el Grial Mayor.”

El Lancer Negro aulló y saltó hacia su Master Darnic. Mientras sonreía ligeramente, Darnic dejo que lo golpeara en el pecho.

En la duración de un segundo, su pecho fue atravesado. Su cuerpo colapso. Sangre fresca voló por el aire y llovió sobre el rostro de Lancer. Y quien se reía fuertemente de todo ello era Darnic.

“¡Jajajajaja! ¡Que grosero de mi parte, mi Servant! ¡A modo de disculpa puedes beber mi sangre! ¡En verdad eres un vampiro bebedor de sangre, el rey que gobierna la noche! Tu deseo es innecesario. ¡Te legare mi sueño, mi deseo, mi propia existencia! Te ordeno con un tercer Hechizo de Comando. ¡Grava mi existencia en tu alma, Lancer!

“¿Qué?”

¿Acaso ese susurro provino de una persona o de todos los presentes? Independientemente de ello, todos estaban impresionados con el asesinato de su Master por parte del Lancer Negro y con la tercera orden que el Master había dado con un Hechizo de Comando.

Los Servants podían devorar el alma de los humanos y convertirla en prana. Ese era su privilegio como seres espirituales. Los humanos solo podían transferir almas entre recipientes u observarlas.

Pero este mago, Darnic, era una excepción. Él había dedicado toda su atención al alma la cual debería de ser imposible de convertir y transformar con hechicería y era inútil como sustento.

…Muy probablemente, era a causa de haber luchado a lado de un Servant en la tercera Guerra del Santo Grial. O tal vez había obtenido este gran logro por miedo a la predicción que cierto mago le había hecho.

Darnic había trabajado en un hechizo que podía transformar las almas de otros en sustento para sí mismo… Sin embargo, era un tipo de maldición que estaba excesivamente cerca de ser tabú. No era un asunto de ética. Si fuese por el bien de su propia vida, no dudaría incluso en aplastar la cabeza de un bebe.

Pero este hechizo era demasiado peligroso. Era una pieza riesgosa de Taumaturgia Elevada que, si algo salía mal incluso por un milímetro, lo llevaría instantáneamente a su propia muerte. El número real de ocasiones en que había consumido almas durante los últimos sesenta años era de tres ocasiones.

Había llevado a cabo el ritual bajo condiciones tan perfectas cómo fue posible en cada una de esas tres ocasiones, pero aun así, el grado de precisión de su cuerpo y alma se había reducido a un sesenta por ciento. ‘Alguien’ que no era él mismo gradualmente estaba sobreponiéndose poco a poco.

Muy probablemente, incluso si llevaba a cabo perfectamente el siguiente ritual, ya no sería más ‘Darnic Prestone Yggdmillennia’, si no alguien diferente. Aun si tuviera sus memorias, aun si cada detalle era grabado perfectamente—no se trataría de él.

En otras palabras, para que Darnic consumiera el alma de Lancer, un Servant, sin siquiera llevar a cabo el ritual no era nada más que un genuino acto suicida.

Después de todo, era el alma de un Espíritu Heroico. Una vasta y enorme alma de la más fina calidad con la que solo siete de ellas podían activar el Grial Mayor. Por lo tanto, debería de ser imposible para un humano, que ni siquiera era un [contenedor] o algo similar, consumir tal cosa.

“¡¡De ninguna manera, eso es imposible…!!”

Es por eso que era natural que el Archer Negro murmurara tal cosa sorprendido.

“—Un Hechizo de Comando. No, incluso con eso debería ser imposible. Darnic… no, el actual tú… no es ni Darnic ni Vlad III.” El Lancer Negro… no, la ‘persona’ que no era ni Lancer ni Darnic sonrió temerariamente.

“Exacto, Archer. Aun si, con, el tercer, Hechizo de Comando, tomé el alma del, Espíritu Heroico Vlad III dentro de mí, hasta el más grande limite… no es posible controlar a un Espíritu Heroico. Sin mencionar devorarlo.”

Su delgada y despectiva voz ya era suficientemente difícil de distinguir entre la de Darnic o Vlad III.

“Pero, pero. Puedo grabarla en ella. Puedo grabar, mis pensamientos de cien años… mi tenacidad por el Santo Grial… ¡Yo ya no soy ni Darnic ni Vlad III! Solo soy un monstruo que solamente busca el Santo Grial, ¡y no me importa serlo…!”

En primer lugar, aun si la invocación de un Espíritu Heroico era lograda utilizando una reliquia sagrada como base, su naturaleza espiritual tendía a ser cercana a la de su Master. Darnic y Vlad III, quienes deseaban borrar la desgracia y la infamia… en otras palabras, tenían una excesiva confianza y orgullo en sí mismos, se parecían el uno al otro al nivel del alma y la mente.

Además, aun si fue por un corto tiempo, habían pasado varios días como Master y Servant. Si el enlace del tercer Hechizo de Comando era agregado a ello, era posible grabar la identidad de [Darnic Prestone Yggdmillennia] en la tremenda alma de un Espíritu Heroico.

“¡¡Detente!! ¡¡Détente, détente, détente, détente, por favor detente…!! Yo soy el Rey de Valaquia, el hijo de Vlad II— ¡no entres dentro de miiiiiiiiiiii!

Gritó el Lancer Negro, con su forma ya llena de odio. Pero su rostro ya estaba siendo transformado en un semblante extremadamente vago entre lo que fue Darnic y Vlad III. Era como si fuese un monstruo amorfo.

“Ahora con esto, tú eres yo y yo soy tú. ¡Mi señor! No, ¡vampiro! ¡Tus poderes se convertirán en nuestra propiedad compartida! ¡Todo es por el bien del Santo Grial! ¡Mi sueño, mi deseo se afianzara dentro de ti y continuara por la eternidad!”

Darnic Preston Yggdmillennia. Él se había convertido en un parasito dentro del alma del Espíritu Heroico Vlad III con la maldad de un cáncer.

“T—tú ¡¡bastaaaaaaaaaardddddooooooo!!”

—Esto no es bueno.

Como alguien que se había dedicado a [cuidar de los demás], el Lancer Rojo de inmediato se acercó con su lanza y trató de atravesar el pecho del Lancer Negro por la espalda. No pensó de ello como una cobardía; en primer lugar, quien aparto la vista en medio de una batalla fue el Lancer Negro.

Con ello logro atravesar el corazón donde se encontraba el núcleo espiritual. Casi todos los Servants morirían sin duda en ese punto. Los Espíritus Heroicos que eran reconocidos por su resistencia podían seguir conectados a la era actual después de eso, pero Vlad III, quien desafortunadamente había perdido su fama, no era un Servant tan poderoso.

Así es. Si el Servant que el Lancer Rojo había atravesado fuera Vlad III…

“…¡¡!!”

El Lancer Rojo en definitiva había atravesado el corazón del señor de estas tierras quien le había mostrado su espalda indefensa. Pero ni se desvaneció ni se dio la vuelta. En vez de sangre, algo parecido a una sombra negra comenzó a escurrir del punto en que había sido apuñalado.

El Lancer Rojo observo su lanza y murmuro.

“…Definitivamente sentí el impacto, pero ataques como estos han sido reducidos a no tener efecto.”

“Lancer, ¿tu lanza no tuvo efecto?”

La Archer Roja no pudo evitar mostrar su impresión. Como su arco, la lanza de Lancer era un arma legada por los dioses. El que esta no tuviera ningún efecto después de ser clavada en el núcleo espiritual de un Servant significaba que—

“Si hubiese sido antes de que se convirtiera en un vampiro, probablemente habría destruido su núcleo espiritual como era normal y lo hubiera asesinado.”

Murciélagos comenzaron a reunirse y se combinaron en la forma de una persona.

“Pero lo que está de pie ante nosotros no es el Lancer Negro, Vlad III. Es una creatura conocida y temida por todo el mundo—un vampiro.”

Vampiros llamados los Apóstoles Muertos existían en este mundo. Algunos se mezclaban con la gente y bebían su sangre mientras que otros permanecían exiliados sin entrar en contacto con nadie, pero en cualquier caso, los Apóstoles Muertos poseían conceptos únicos además de sus propias culturas y vivían en silencio en las sombras del mundo.

Justo ahora, quien se encontraba frente a los Servants reunidos no era un vampiro como ellos. En términos del concepto de un misterio, solo tenía cien años de antigüedad. Pero el terror de su existencia cubría el mundo entero. Cuando la gente escuchaba la palabra ‘vampiro’, lo primero en lo que pensaba no era en los Apóstoles Muertos que se ocultaban del resto del mundo, sino en aquel que había sido creado utilizando al gran héroe de Rumania, Vlad III, como base—el ‘vampiro Dracula’.

“—Es un monstruo.”

El sentimiento franco del Lancer Rojo fue compartido por todos los Servants reunidos ahí.

Habiendo recuperado su forma humana, el vampiro enfrento a los Servants. Había crueldad en sus ojos, pero su mirada no demostraba estar llena de inteligencia.

Sus elegantes ropajes aristocráticos negros habían sido hechos pedazos— y dentro de ellos, sombras con masa comenzaron a salir en vez de carne o sangre.

La lanza que sostenía el Lancer Negro se desvaneció como polvo al mismo tiempo que sus aspectos de héroe se extinguían.

“…Ahora, regresen mi Santo Grial. Debo conceder el deseo más anhelado de mi clan con el Grial Mayor. Si, para poder obtener mi tan esperado deseo, debo de sobrevivir infinitamente y sin descanso. Debo incrementar mi línea de sangre. Debo reunir talento, esfuerzo y un ambiente de crecimiento para dar nacimiento a aquellos que seguirán después de mí. Así que, ¡regrésenme el Grial Mayor!... ¡¡entréguenmelo, entréguenmelo, entréguenmelo, entrégueeeeeennnnnmmmmmmeeeeellllllooooo!!”

—Ese grito tenía el egoísta deseo de Darnic y sus instintos como vampiro mezclados en él.

Había abandonado toda su humanidad no por el bien de alcanzar la Raíz, si no por el paso que le seguiría—el incrementar su propio clan.

Tenía que incrementar su línea de sangre—por el bien de su clan.

Tenía que volverse más fuerte—por el bien de su clan.

El deseo que le realizaría al Grial Mayor era propagarse a sí mismo, aumentarse el mismo e incrementarse el mismo. El hombre que había confundido su amor por su clan y sus propias convicciones fuertemente arraigadas y delirantes, se negaba a entender que tan destructivo era su sueño.

Todo lo que quedaba era meramente una creatura que no ocultaba sus crueles ojos del color de la sangre y que mostraba sus colmillos. Él miro lentamente a su alrededor como si vigilara lo que lo rodeaba y entonces se enfocó en un solo punto.

Esta ‘creatura sin nombre’ ya había detectado la localización del Grial Mayor a donde había sido llevado dentro de los jardines.

“Ja. Sin embargo, ¡el hecho de que eres un monstruo demasiado alejado de los dioses no cambia!”

El Rider Rojo dio un paso adelante. Sosteniendo su lanza asesina de héroes en una mano, cerró la distancia entre él y el vampiro en un instante con sus veloces pies. Arrojo la lanza al mismo tiempo que saltaba hacia adelante y se acercó al vampiro con la velocidad de una bala.

“¡No!”

La voz de moderación provino del Archer Negro. Pero era demasiado tarde. La lanza ya había sido detenida.

“¿¡Qué…!?”

Era una lanza con la propiedad de asesinato certero la que había arrojado lo suficientemente rápido como para sobrepasar la velocidad del sonido. Y aun así la lanza que debió de haber sido casi imposible de evadir fue detenida por una de las manos del vampiro.

Era como sujetar un misil con las manos desnudas. Naturalmente, la piel de su mano se hizo pedazos, sus nervios reventaron y sus huesos se aplastaron con un sonido muy fuerte.

Pero las habilidades regenerativas del vampiro trabajaban más rápido que la velocidad en la que era herido. Aun el solo ver como se regeneraba su mano de su estado deshecho era asqueroso.

El vampiro comenzó a reír y salto hacia el Rider Rojo. Habiendo saltado el mismo hace poco, Rider no pudo evitar ser empujado hacia el suelo. Pero aun así, Rider estaba tranquilo. Mientras que el enemigo no posea la sangre de los dioses, ningún ataque afectara su cuerpo, así que era simplemente natural el que se sintiera de esa forma.

En el instante en que el vampiro mostro sus colmillos, Rider inmediatamente extendió su brazo para protegerse, muy probablemente a causa de su abundante experiencia de batalla acumulada y el que sus instintos de supervivencia se lo advirtieran. En el momento en que fue mordido pudo sentir un extraño cosquilleo.

¿¡Veneno!?

En el siguiente instante fue lanzado por el aire por una fuerte patada proveniente del Archer Negro. Los colmillos salieron de su brazo y el cosquilleo desapareció.

Después de ponerse de pie mientras se quejaba, el Rider Rojo comenzó a protestarle a su maestro, Archer. “¿¡Por qué hizo algo así de repentino, sensei!?”

“…Es verdad que los ataque contra ti no tendrán efecto sin la habilidad de [Divinidad]. Y a causa de tu habilidad de Valor, ni siquiera los hechizos de fascinación que interfieren con tu mente te afectaran. Pero aun sin la sangre de los dioses, existen formas para convertirte en un aliado.”

Archer preparó una flecha en su arco y, sin dudarlo, la disparo hacia el vampiro que debería de haber sido su aliado hace solo unos minutos. Pero incluso después de que la flecha lo atravesara, el vampiro la retiro tranquilamente. Ni una sola gota de sangre emergió y su herida se cerró al instante.

“Eso de ahora no fue un ataque, si no el acto de beber sangre. No tenía la intención de matarte, si no transformarte en su aliado. Tu cuerpo es virtualmente invencible ante la mala voluntad y el intento asesino. Pero se pidió que esa parte de ti fuese débil. Si, en otras palabras—”

La madre del Rider Rojo, la diosa Tetis, había tratado de extinguir su sangre humana y convertirlo por completo en un dios al bañarlo en las llamas sagradas cuando era un bebe. Aunque había sido detenida a medio camino por su esposo Peleus, su cuerpo entero exceptuando su talón se volvió inmortal.

Como resultado, ninguna forma de ataque tendría efecto en Aquiles, pero… esa característica especial de él tenía dos desventajas graves. Primero, podía ser herido por aquellos con sangre de dios como él. Y segundo, cuando no era enfrentado con un ataque si no con—

“…Con un acto que demostrara amistad, mi invencibilidad no funcionaria.”

El Rider Rojo realizo una expresión de molestia mientras finalizaba la explicación de Archer él mismo. El Archer Negro asintió sin sonreír.

El vampiro se dio la vuelta hacia una dirección inesperada. Frunció el ceño molesto y arrojo la lanza del Rider Rojo la cual estaba en su mano. No apunto hacia ninguno de los Servants Negros y Rojos que se encontraban reunidos ahí, si no a la chica que acababa de llegar corriendo.

—Hubo un resplandor que pareció atravesar la oscuridad.

La lanza del Rider Rojo fue derribada sin siquiera alcanzar a la chica. Su estandarte que ondeaba con el viento era un arma sagrada de primera categoría que podía aplastar cualquier oscuridad.

“¡Ruler…!”

Ante el grito de la Archer Roja, todos se dieron la vuelta para observarla. El Lancer Rojo, que había tratado de asesinarla en una ocasión anterior, también estaba entre ellos, pero Ruler no le prestó atención—ella solo observo amenazadora y fervientemente al vampiro que acababa de nacer aquí.

“Vlad III… no, tú eres un vampiro, y Darnic también…”

El vampiro, que había abandonado incluso su existencia como un Servant, no podía ser atado por los Hechizos de Comando de Ruler. El Lancer Negro estaba en un estado cercano a desvanecerse, e incluso si ella le ordenaba suicidarse con un Hechizo de Comando, el parasito dentro de él, Darnic, lo rechazaría.

Ruler ya había juzgado a este vampiro como la amenaza más grande que podría destruir la Guerra del Santo Grial.

Él no era ni un orgulloso Espíritu Heroico, ni siquiera un Servant. Simplemente era una ‘creatura sin nombre’ que había ganado el poder de un vampiro y había perdido todo rastro de moralidad.

La parte más problemática de todo era su ‘concepto’. Incluso bajo circunstancias normales, Vlad III—estaba mezclado con la leyenda de Kaziklu Bey, el Lord del Empalamiento, y la leyenda de un vampiro estaba asociada a él. Era posible que el poder y fama de Vlad III fuese adoptada por el vampiro aquí también.

Si llegaba a alcanzar el Grial Mayor y era liberado de los Jardines Colgantes… Rumania probablemente se convertiría en un infierno en un solo día.

Era algo que se mezclaba, unía y fusionaba la historia con la leyenda. Era algo que se convertiría en el Gran Guiñol, y simplemente masacraría a la gente que habitaba en este país. Alguien con un corazón podría llamar a esto una tragedia.

Eso es————la [Noche de Valaquia].

Justo como la Assassin Roja había dicho, Ruler tenía que derrotarlo antes que nada.

“Para salvaguardar la conducción de la Guerra del Santo Grial, les pido que todos ustedes unan fuerzas temporalmente.”

“…Oh. Así que nuestro enemigo es este vampiro, ¿eh?”

Ruler asintió ante las palabras del Archer Rojo.

“Sí. Les pido que mantengamos una tregua entre nosotros hasta que sea derrotado. No podemos dejar que este vampiro llegue hasta el Santo Grial… En lo absoluto.”

El vampiro parecía esperar en anticipación aun cuando escuchaba esas órdenes, observando amenazadoramente a Ruler. Ruler levanto su mano izquierda y hablo claramente.

“En el nombre de Ruler—de Jeanne d’Arc. ¡Les ordeno a todos los Servants aquí reunidos con mis Hechizos de Comando! ¡Derroten al vampiro que alguna vez fue Vlad III!”

Los Hechizos de Comando grabados en su mano izquierda liberaron una luz intensa. Cadenas de comando rodearon al Archer Negro, Caster Negro, Archer Rojo, Lancer Rojo y Rider Rojo.

Esas cadenas no era un impedimento si peleaban con el vampiro—por el contrario, mejorarían las habilidades de todos los Servants mientras estuviesen peleando con él. Pero si trataban de pelear con el grupo que se había formado temporalmente para oponerse al vampiro, sus movimientos se volverían torpes, y su fuerza para blandir sus armas se debilitaría en un momento.

En ese caso, era obvio contra quien debían luchar. En primer lugar, ellos eran héroes, hombres y mujeres de valor que habían luchado para derrotar monstruos, demonios y seres come hombres.

“—Muy bien. Yo proveeré apoyo junto al Archer Negro. Rider, Lancer, ustedes hagan lo que deseen.”

“De acuerdo, Nee-san. Así son las cosas, Lancer.”

“…No me molesta.”

“Caster. ¿Acaso podrías crear cadenas con golems como lo hiciese cuando capturamos al Berserker Rojo?”

“No es que no pueda hacerlo, pero no funcionara como lo hizo con Berserker. Solo entorpecerá sus movimientos ligeramente. Además, sería inútil si cambia su forma a niebla o murciélagos.”

El Caster Negro manipulo sus dedos en el aire, y diez golems comenzaron a moverse fluidamente. Un dedo por cada golem. Con solo eso, los diez golems atacaron al vampiro, cada uno con movimientos completamente diferentes.

Comparados con esto, los golems que habían operado autónomos en el campo de batalla eran simples marionetas.

Mientras esquivaban los brazos que el vampiro movía, los golems lo golpeaban con sus puños de bronce. Incluso después de ser golpeado por impactos tan fuertes que generarían un daño considerable incluso en un Servant normal, él solo contraatacaba casualmente.

Pero ahora que Ruler había dado un edicto con sus Hechizos de Comando, él ya no tenía un solo aliado, y todos los que se encontraban a su alrededor eran sus enemigos.

El Rider y Lancer Rojo sincronizaron sus movimientos y atacaron cada uno con sus lanzas. Por un lado estaba la lanza asesina héroes que le fue entregada por el maestro de Rider, y en la otra se encontraba la lanza de luz que se decía era incluso capaz de asesinar dioses.

Además, los dos Archers, quienes presumían de un talento que alcanzaba el dominio de los dioses, disparaban flechas en sucesión a través de las aperturas entre los dos lanceros aliados sin preocuparse de ellos mientras estos se acercaban al enemigo.

Y en adición a esto, Ruler, Jeanne d’Arc, también se añadía a sus fuerzas. Ella utilizaba su estandarte sagrado contra el cual el vampiro era débil y sistemáticamente derribaba los brazos del vampiro mientras este trataba de extenderlos.

Ellos eran seis en total. Seis Servants que eran dignos de ser llamados los más fuertes. Sin embargo, no había el más mínimo signo de relajación en ninguno de sus rostros. No era porque quisieran evitar volverse negligentes. En realidad todos estaban realmente desesperados.

“Kuh, ¡¡volvió a convertirse en niebla—!!”

Vlad III había sido invocado como el Lancer Negro, y se le había dado el Noble Phantasm Kaziklu Bey: Lord de la Ejecución que venía con su afinidad como el Lord del Empalamiento mientras que estuviese dentro de su dominio. Al convertirse en un vampiro y absorber a Darnic, todo eso había sido sellado, pero se le habían otorgado nuevas armas. Las variadas habilidades sin rival que poseían aquellos conocidos como vampiros.

Una capa negra que se mezclaba con la noche y estacas que emergían de dentro de ella habían sido invocadas. Dado que no eran invocadas desde el piso, no había ningún temor sobre una posible ataque sorpresa, pero—las estacas eran lanzadas con la fuerza superhumana de un vampiro, rompiendo la barrera del sonido como si esto fuese extremadamente natural.

“Tch, ¡¡que molesto…!!”

El Rider Rojo entró en rango y rápidamente las destruyo con su lanza. Hablando de manera general, no había uno solo de entre los Servants presentes que pudiese vencerlo en términos de velocidad. Hubiese sido lo mismo incluso si no hubiese estado montado en su carruaje. No había nadie, ya sea antes o después de su muerte, que hubiese vencido al gran héroe Aquiles de la Guerra de Troya en términos de velocidad.

Aunque estaba un poco detrás en términos de velocidad con respecto a Rider, el Lancer Rojo también era de pensamientos rápidos y agiles. Él destrozó todas las estacas que le habían estado disparando desde hace poco.

Pero—al final, una de las lanzas producidas en masa alcanzo el pie del Lancer Rojo. Esta atravesó la parte superior de su pie con un poder equiparable al de un Noble Phantasm. En el momento en que trató de retirarla, los movimientos de Lancer se detuvieron ligeramente.

Con su aterradora fuerza sobrehumana, el vampiro simplemente lo golpeo con un puñetazo. Solo eso, fue suficiente para lanzar a Lancer a volar contra un muro. El daño en sí mismo era insignificante, pero Lancer no pudo ocultar su sorpresa al ver como el vampiro lo había sobrepasado solo con su sobrecogedora fuerza física.

El Rider Rojo por reflejo llevó su mirada al muro con el que Lancer había chocado. Cuando hizo tal cosa, el vampiro ataco a Rider como si esa hubiese sido su meta desde el comienzo. Mostró sus colmillos para beber la sangre de Rider y convertirlo en alguien de su especie.

El Lancer Rojo previno esto al arrojar su lanza hacia él.

“—Tenacidad, malicia, o tal vez convicción basada en una creencia errónea. Ni un mago ni un héroe, tú ya no eres alguien ahora. Tu agonía por haberte convertido en ‘algo que no eres tú mismo’ no es poca. No dejes ningún lamento o apego atrás, monstruo. Solo desaparece rápidamente.”

Era verdad que, justo como el Lancer Rojo había señalado, la agonía de la creatura era extraordinaria.

La sensación de como su mismo ser desaparecía por completo. No podía evitarse que incluso su propio nombre, lo cual podría ser llamado la mismísima fundación de un ser humano, se sintiera ajeno para él.

Quien soy yo, que soy yo— incluso esas preguntas se desvanecían.

A lo que se aferraba era solo a la orden que se le había dado con el segundo Hechizo de Comando. Aun cuando se encontraba rodeado por seis Servants y con su núcleo desapareciendo incluso ahora, el vampiro aun aullaba fuertemente.

“…Ja, ¡jaja! ¡No! ¡Como si fuese a dejarme morir o ser asesinado! No, ¡no moriré hasta que haya obtenido el Grial Mayor!”

Cuando las flechas lo atravesaban, él simplemente se convertía por completo en niebla o murciélagos, y encima de eso se convertía en un perro gigante y salvaje que mostraba sus colmillos. Continuamente cambiaba su forma, y su fuerza superhumana y sus garras atravesaban no solo a través de los golems, si no que ocasionalmente también a los dos Archers, acercándose a ellos con una velocidad que asemejaba la teletransportacion.

—Sin embargo, con los seis Servants atacándolo al mismo tiempo, la situación no era una desventaja para ellos. Considerando la batalla como un todo, se podía decir que los Servants liderados por Ruler eran los que dominaban la situación. Después de todo, estaría bien mientras ellos pudieran ganar algo de tiempo. Cuando llegara el amanecer, el poder del vampiro decaería fuertemente. Sería fácil matarlo en ese momento.

El problema era que él seguía intentando dirigirse hacia donde el Grial Mayor se encontraba guardado. Aun mientras luchaban, el vampiro continuaba obsesionado con el Grial Mayor a causa del segundo Hechizo de comando que su Master Darnic había utilizado, además de la propia voluntad de Darnic.

¿Qué es lo que sucedería si alcanzaba el Grial Mayor? ¿Qué es lo que desearía ante ese remolino de prana que ha estado acumulándose por más de sesenta años? Si tuviese aunque sea un fragmento de razón aun, su deseo seria en definitiva la meta final de la hechicería—en otras palabras, alcanzar la Raíz.

Pero, si aún ese fragmento de razón se había perdido, su deseo probablemente sería algo excesivamente destructivo.

En definitiva seria esta última opción.

Y Ruler tuvo una premonición. Que su deseo seria generar destrucción con el Grial Mayor. Mientras que el Grial Mayor no estuviese completamente activo, había una posibilidad de que no pudiese conceder su deseo, pero Ruler no era tan tonta como para simplemente esperar que sucediera lo mejor.

Los seis Servants se dividieron entre la vanguardia y la retaguardia y continuaron peleando eficientemente.

Podemos hacerlo.

Todos los Servants reunidos ahí estaban seguros de ello. Era algo lento, pero la velocidad de sus ataques estaba comenzando a ganar contra la regeneración de sus heridas. Aun cuando se convertía en niebla, las flamas de la [Explosión de Prana] del Lancer Rojo no le daban descanso para huir.

El vampiro lanzó un ataque con una mirada llena de odio, pero fue bloqueado por el Lancer Rojo que venía hacia el frente. Sin embargo—

Abruptamente y sin ninguna advertencia, todos los Servants Rojos cayeron de rodillas con una expresión angustiada y dejaron de moverse.

“Guh… ¿¡Qué…!?”

“¿¡Acaso fueron, nuestros Masters…!?”

Aunque solo fue por un instante, sus existencias se debilitaron terriblemente. El vampiro no paso por alto esa breve apertura y salto sobre ellos comenzando a correr hacia el Grial Mayor.

“¡¡Espera!!”

Ruler y el Archer Negro comenzaron a correr tras él al mismo tiempo. ¿Acaso ese escalofrío que había sentido Ruler hace poco era a causa de que el vampiro viera concedido su deseo?

Dejando de lado tales pensamientos, ella se concentró en correr con intensa velocidad y persiguió al vampiro. Afortunadamente, el prana del Grial Mayor podía ser detectado aun desde ahí. No había forma de que pudieran perderse.

Pero— ¡el vampiro era rápido!

“Archer Negro, ¡detén sus piernas!”

Ante la orden de Ruler, Archer preparo flechas en su arco sin decir nada o desacelerar en lo más mínimo, y disparo cinco de ellas en rápida sucesión a modo de cobertura. Todas las flechas atravesaron las piernas y cintura del vampiro, justo como había apuntado. Pero entonces el vampiro se transformó en murciélagos.

Su velocidad había disminuido un poco, pero no habían logrado detenerlo. Agitando su cabeza, el Archer Negro se enfocó en perseguirlo.

“…Archer Negro, ¿Acaso sabes la razón por la que los Servants Rojos dejaron de moverse hace un momento?”

“No. Pensé que el efecto de tus Hechizos de Comando podría haber terminado, pero—no parece ser así.”

El Archer Negro podía sentir poder emanando desde dentro de su cuerpo de un lugar separado de la fuente de prana de su Master. Esto muy probablemente se debía al efecto de los Hechizos de Comando de Ruler.

Ruler también estaba preocupada por ello. ¿Acaso los Masters Rojos habían estado en desacuerdo con luchar junto al campamento Negro?

...No, si ese fuese el caso, primero se lo habrían hecho saber a sus Servants. Lo que había sucedido hace un momento fue como si—

Los murciélagos volando frente a ellos repentinamente fueron derribados uno a uno. Luces que se contraían como finos hilos fueron disparados uno tras otro desde más adelante del pasillo.

“Kuh… ¡así que a ella no le importa si nos golpea a nosotros!”

Sin embargo, esas luces inevitablemente también se dirigían hacia Ruler y Archer quienes perseguían al vampiro. Quien disparaba, la Assassin Roja, probablemente no tomo en cuenta tal cosa en lo absoluto. Ella parecía pensar que su propio poder era suficiente para derrotar al vampiro.

Pero eso era negligente. Los murciélagos regresaron a la forma del vampiro una vez más y, aun cuando su cuerpo entero era hecho pedazos por las luces, recupero su velocidad al dar prioridad a la regeneración de sus pies solamente.

Más que correr, él simplemente avanzaba hacia delante de manera determinada al chocar repetidamente con los muros como si fuese una pelota flexible. Eventualmente el vampiro encontró una puerta. Si pasaba a través de ella encontraría lo que buscaba. El aparato concede deseos todo poderoso, que liberaría las violentas emociones que se agolpaban dentro de su pecho, se encontraba detrás de esa puerta.

Solo un poco más, y mi deseo será concedido.

Tres Servants, consistiendo en el Berserker Negro, el Berserker Rojo y el Saber Negro, ya deberían de estar alojados en el Grial Menor. El Saber Negro había vuelto a ser invocado a causa de un fenómeno milagroso, pero aun había dos Servants alojados en el Grial Menor. Si se trataba de un deseo de pequeña escala, en otras palabras, mientras que no fuese un deseo tan grande como pedir que el mundo mismo cambie y se transforme, debería de ser capaz de activar a la fuerza al Grial Mayor y lograr que concediera su deseo.

La propagación, aumento y suplementación de su carne. No debería de haber ningún problema con un deseo de ese nivel.

Darnic Prestone Yggdmillennia. Ese nombre ya le parecía como el de alguien más para él.

Pero comprendía que ese hombre había buscado el Santo Grial y que ahora se encontraba al final de esa búsqueda. Así que—regocíjate Darnic. ¡Pronto se concederá tu deseo!

Abrió la puerta sin dudarlo ni un instante, y ahí yacía precisamente lo que había deseado. Ante sus ojos, la amplia escalera de ladrillos bañados por el sol se dirigía hacia abajo y, al fondo se encontraba una estructura gigante de pie que parecía atravesar el piso más alto del edificio en el que se encontraba contenida.

Lleno con una pálida luz blanca, se encontraba el aparato concede deseos todo poderoso—el Grial Mayor de Fuyuki.

“—Ah.”

No solo había superado a muchos Servants sino incluso a Ruler. El vampiro lo había alcanzado por fin. Ahora solo tenía que activar a la fuerza al Grial Mayor y cumplir su deseo…

“Es suficiente, Darnic Prestone Yggdmillennia.”

Una persona estaba de pie a medio camino en las escaleras que conducían al Grial Mayor. Juzgando que era un Master y no un Servant, el vampiro decidió asesinarlo.

Pero por reflejo se detuvo cuando escucho esas palabras, como si fuese retenido por ellas. Aunque hubiese sido mejor el descender y asesinarlo sin siquiera sudar, ‘algo’ acerca de esa voz lo preocupaba.

“… ¿Quién eres tú?”

Ante el sonido de las pisadas de esa persona, el vampiro retrocedió por reflejo. Sintió un escalofrío. Sus instintos le decían que no debía encontrarse con la persona frente a él. Era una bomba. La mecha ya había sido encendida y una enorme explosión estaba a menos de un segundo de suceder.

De pie ante el vampiro se encontraba un joven de piel oscura. Llevaba una sonrisa gentil y declaro solemnemente.

“O tal vez debería llamarte los restos de Darnic. Honestamente admiro esa tenacidad tuya. Pero nunca te entregare el Santo Grial. Mucho menos ahora que has sido reducido a un vampiro.”

Exploto. Dentro de Darnic se encontraban las memorias de un pasado que no olvidaría en lo absoluto aun si olvidaba su propio nombre. La Tercera Guerra del Santo Grial en la que había luchado tan desesperadamente hasta el amargo final como un mago—absolutamente jamás olvidaría esa batalla que fue el comienzo de todo.

Es por eso que estaba impresionado en estos momentos.

“…Eso es, imposible.”

“Oh cielos. Esas en verdad son palabras banales viniendo de ti, Darnic. Dado que has logrado sobrevivir, entonces no hay nada sorprendente en que yo haya sobrevivido también.

“¡Eso es imposible! ¡De ninguna forma! ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué estás aquí!? ¿¡Cómo es que sigues con vida…!?”

El joven se encogió de hombros y habló de una manera muy distante.

“—Naturalmente es porque estoy participando en esta Gran Guerra del Santo Grial. Como un Master del campamento Rojo.”

Era una declaración absolutamente imposible para el vampiro. Ignorando al vampiro que se había quedado sin palabras, el joven gritó en un tono de voz que cada vez se volvía más fuerte.

“¡He estado esperando por este momento, Darnic! ¡El Grial Mayor de Fuyuki me pertenece a mí! ¡Ya seas un mago o un vampiro—nunca entregare este Grial Mayor a aquellos como tú que no pueden hacer otra cosa que llevar el mundo hacia su destrucción!”

Ante esas palabras, el vampiro se liberó de las cadenas del miedo que lo habían atado inconscientemente.

“… ¡¡No juegues conmigooooooooo!!”

Enfurecido, el vampiro dio un paso adelante para correr hacia él—y cayó al piso de una manera poco elegante.

“¿¡Guh…!?”

Cuando miró hacia abajo, algo filoso y puntiagudo estaba clavado en sus rodillas. Estas eran las armas arrojadizas del tipo de Armas Conceptuales que eran favorecidas por los agentes de la Iglesia— [Llaves Negras].

“Tú eres un vampiro. Desafortunadamente, los vampiros también deben tener varias debilidades en compensación por su fuerza sin igual. La luz del sol los debilita, y son débiles contra los signos divinos. Y—también son muy débiles ante las armas que tienen como objetivo purificar, como las Llaves Negras.”

Si, lo que el joven había dicho era ciertamente correcto. Las Llaves Negras de un agente de la Iglesia eran Armas Conceptuales suficientemente fuertes como para purificar Apóstoles Muertos.

Pero el poder de sus Llaves Negras era demasiado extraordinario… no, anormal.

Fría y solemnemente, el joven de piel oscura hablo para elogiar a alguien más.

“No, comparado con Ruler quien te está persiguiendo, alguien como yo no vale nada. Solo soy una pobre imitación de santo sin valor ni reconocimiento. Sin embargo, tengo suficiente poder para pulverizar a tu ser actual.”

Su túnica roja floto y unas espadas plateadas salieron volando. Las Llaves Negras se clavaron en todo el vampiro, suprimiendo cualquier contraataque, y el joven sujetó el rostro del vampiro.

La presencia del joven se transformó repentinamente. Ya no era más un Master, si no alguien diferente. Si, este era aquel que había peleado a muerte contra el Servant que Darnic había invocado en el pasado—

“Entonces, es momento para una oración. —Vampiro sin nombre.”

“Yo matare, Yo dejare vivir. Yo dañare y curare. Nadie podrá escapar de mí. Nadie escapara mi vista.”

El vampiro grito y forcejeo con sus miembros.

Pero las manos que lo sujetaban fortalecieron su agarre del rostro del vampiro como si lo envolvieran.

“Se aplastado. Le doy la bienvenida a aquellos que han envejecido y a aquellos que han perdido. Conságrense a mí, aprendan de mí, y obedézcanme. Descansa. No olviden las canciones, no olviden las plegarias, y no me olviden a mí. Yo soy la luz y los libero a todos ustedes de su carga.”

El joven levanto rápidamente al vampiro por las escaleras y corrió por el pasillo aun sujetándolo. La fuerza física no era el problema aquí. Este era un choque de convicciones y fe.

Así que no había forma de que esta ‘persona desconocida’, quien había sido reducido a un vampiro, pudiese equiparse con la fe del joven que era tan dura como el acero y tan afilada como una espada.

—Su existencia estaba siendo borrada con solo unas meras palabras. El Grial Mayor que debería de estar al alcance de su mano hace poco se estaba alejando más y más ante sus ojos. Eso lo lleno de remordimientos.

“No pretendas. Retribución por perdón, traición por confianza, desesperación por esperanza, oscuridad por luz, muerte oscura para los vivos.”

Los ojos oscuros y sin edad del joven, junto con el cantico, apuñalaban al vampiro como una espada. Era un Rito de Bautismo extraordinariamente poderoso que no era posible para un humano.

— ¿Y porque es que tenía que ser asesinado por él de entre todas las personas? El vampiro podría comprenderlo si fuese un Servant. Habría sido atormentado por el remordimiento si hubiese sido un Master. Pero esto era demasiado incomprensible. Un meteorito impactando en su cabeza habría sido más comprensible que esto.

“El alivio se encuentra en mis manos. Añadiré aceite a tus pecados y dejare una marca. La vida eterna es otorgada por medio de la muerte. ——Pide perdón en este lugar. Yo, la encarnación, lo juro.”

— ¡Ah, ah, ah! ¡Mi Santo Grial, mi sueño (ilusión)! ¡Mi Santo Grial! ¡Mi sueño (deseo)! ¡¡Aun no se ha cumplido, incumplido, incumplido!!

El vampiro chocó contra una puerta mientras era arrastrado. Sin molestarse con los detalles, el joven simplemente continúo corriendo a toda velocidad. La puerta se hizo pedazos y el joven dio un paso adentro. El cuarto era una capilla. El joven corrió por la nave de la capilla—y, en presencia de Dios, dijo las sagradas palabras finales con una mirada llena de compasión y piedad.

— ¿Pero por qué?

“Kyrie Eleison: Le concedo compasión a tú alma.”

El cuerpo entero del [monstruo sin nombre], que una vez había sido un devoto creyente y un rey de estas tierras y que también había sido una vez un mago antes de convertirse en nadie al final, comenzó a emitir humo blanco. Se estaba derritiendo. No su carne, si no su misma existencia se estaba derritiendo.

Mientras dejaba atrás quejidos de lamentación y suspiros de desesperación, el vampiro se evaporo hasta el mismo fragmento final de sí mismo. El héroe que una ocasión había salvado su tierra natal y el líder de un clan que comandaba a muchos magos ya estaban muertos.

Los reyes pasados estaban muertos, y el rey actual alzo una sonora canción de victoria.

Y fue entonces que Ruler y los otros Servants que habían estado persiguiendo al vampiro entraron en la capilla.

“¿¡Aquí…..!?”

Extrañamente, aquellos dos se encontraron en una capilla, un lugar adecuado para ambos. El vampiro, habiéndose derretido en el centro de la nave de la capilla, ya no se movía o hablaba. Se había evaporado. Su alma había regresado a donde debía estar.

De pie tranquilamente al lado de su cadáver se encontraba un joven. Su piel era bronceada y su pelo blanco como la plata, y llevaba una estola roja y un manto sobre su sotana.

En el instante en que lo vio, Ruler comprendió todo.

“…No puede ser.”

Ya que ahora lo comprendía, suspiró. Imposible, no podía ser. El joven frente a ella—era un Servant. No, si fuese solo eso, habría estado bien. Un Master siendo un Servant se desviaba de las reglas, pero al menos, sería una posibilidad concebible.

Pero el problema era su clase. Él no era Saber, Archer, Lancer, Rider, Berserker, Caster o Assassin.

“— ¿Cómo te encuentras? Ruler de esta guerra.”

“… ¿¡Un décimo sexto Servant…!?”

Incluso el tranquilo y sereno Archer Negro no pudo evitar mostrarse sorprendido. Lo mismo se podía decir de los Servants Rojos que habían llegado después de seguir frenéticamente a Archer y Ruler.

El joven que ellos habían pensado era un Master en definitiva estaba exudando de sí mismo una naturaleza espiritual como la de un Servant.

“Yo no soy el décimo sexto Servant, Chiron. El décimo sexto es Ruler quien se encuentra a tu lado. Estrictamente hablando, yo soy el primer Servant.”

“Master de Assassin… ¿¡Qué es lo que le has hecho a nuestros Masters!?”

En respuesta a la enfurecida pregunta de la Archer Roja, el joven se rió y levanto uno de sus brazos, enrollando la manga que lo cubría. Todos exhalaron un suspiro de sorpresa cuando lo miraron.

Grabado en él se encontraban los respectivos Hechizos de Comando de la Archer Roja, el Lancer Rojo, el Rider Rojo, el Berserker Rojo, el Caster Rojo y la Assassin Roja—dieciocho Hechizos de Comando en total.

“Hice que pacíficamente me entregaran sus derechos como Masters y cada uno de sus tres Hechizos de Comando. No se preocupen, el prana necesario para mantenerlos a todos ustedes en este mundo es una cantidad trivial ahora que estoy conectado al Grial Mayor.”

“¿Pacíficamente—?”

El joven asintió ante el murmullo de alguien y habló mientras observaba al Lancer Rojo.

“Después de todo, el Lancer de nuestro campamento es un héroe de la caridad que es excelente para ver a través de las mentiras de la gente. Es por eso que hice que las cosas procedieran de acuerdo a nuestro plan sin mentir en la medida de lo posible. La razón de que yo entregara a propósito mis órdenes por medio de sus Masters fue por el bien de eso. Si, sus Masters no mintieron. Ellos pensaban que les estaban dando órdenes de acuerdo a su propio juicio… incluso ahora.”

“—Sí. Lo que sentí, lo que Dios me advertía eras tú, lo veo ahora.”

“Me pregunto acerca de eso. Aunque no tengo ninguna intención de desafiar a Dios.”

Aun sin pensar mucho en ello, todo acerca de la invocación de Jeanne d’Arc fue extraño desde el comienzo. Una invocación de posesión al pedir prestado el cuerpo de un humano. Al principio pensó que era porque esta guerra tenía una invocación sin precedentes de catorce Servants, pero cuando pensó sobre ello, sería lo opuesto. Si se trataba de una situación donde era inevitable el caos y la destrucción que causarían catorce Servants, el Grial Mayor sin duda habría logrado la correcta invocación de Ruler a toda costa.

La razón de que no pudiera hacerlo es porque el reconocimiento de identidad del Grial Mayor se encontraba confundido por la absolutamente imposible situación en la que existiesen dos Rulers al mismo tiempo.

En ese caso, era obvio que se encontrara confundido sobre como invocar adecuadamente al ser que sería invocado como el segundo. Y la razón de que este sacerdote haya huido de ella era porque ella también era un Ruler. Por la habilidad que Ruler poseía como uno de sus privilegios— [Discernimiento del Nombre Verdadero].

Incapaz de perdonar la existencia del otro, ambos se observaron amenazadoramente el uno al otro.

Esta habilidad, la cual exponía la clase y verdadero nombre de los otros Servants, era naturalmente efectiva incluso en Servants que habían logrado la encarnación. En el peor escenario, si se hubiese encontrado con ella en el campo de batalla, el plan del joven habría fallado.

“Tú eres… el Ruler que fue invocado en la Tercera Guerra del Santo Grial en Fuyuki.”

Cada Servant reunido ahí se quedó sin aliento ante las palabras de Ruler.

“Sí. Habría sido problemático si nos hubiéramos encontrado cara a cara antes de que me convirtiera en su Master oficial. Después de todo, tienes Hechizos de Comando. Si te dabas cuenta de quién era, todo habría valido para nada, ¿cierto? No te dejare interponerte en el camino de mis sueños.”

No había odio en la voz del joven. Pero había una voluntad decidida en ella. Persuadirlo era imposible, este joven no se detendría a menos que fuera asesinado—Ruler estaba segura de ello.

Ruler observo al joven con sus ojos como amatistas, y lo llamo por su nombre.

“— ¿Cuál es tu objetivo, Amakusa Shirou Tokisada?”

“Eso es obvio. Es la salvación de toda la humanidad, Jeanne d’Arc.”

El chico y la chica tenían gran fama y eran exaltados por crear ‘milagros’ por las masas y los soldados que perseguían sus espaldas.

Incapaz de perdonar la existencia del otro, ambos se observaron amenazadoramente el uno al otro.



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