Fate/Zero:Acto 5 Parte 1

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

-150:39:43[edit]

Act 5.


Aún más lejos al oeste que la ciudad Miyama de Fuyuki, la sinuosa autopista estatal se extiende hacia el oeste con su espalda vuelta a las luces de la ciudad. Mientras tanto, un bosque no alcanzado por la mano del hombre esperaba a sus visitantes más allá del camino. La autopista estatal serpenteaba silenciosamente, continuando incluso más allá del límite de la prefectura.

Aunque había dos pistas en el camino, no se podían ver vehículos con las escasas luces de las calles. En plena noche, la autopista estatal parecía desvanecerse en la memoria y en el silencio.

En una noche tan silenciosa como esta, una bestia plateada pasó volando.

Mercedes-Benz 300SL Coupe. El cuerpo ondeante, elegante y aerodinámico con un aroma de antigüedad lucía como una noble dama, mientras que el rugido del motor Straight-6 SOHC era como el de una bestia salvaje. Y detrás del manubrio del sedán clásico andando osadamente por sobre los 100 kilómetros por hora – inesperadamente estaban las finas muñecas de una joven dama.

“Oye oye, esto sí que va rápido, ¿no es así?”

Dijo Irisviel, que sostenía el volante y cuya cara estaba llena de contentas sonrisas. Sentada en el asiento del pasajero, la cara de Saber estaba llena de nerviosismo y apenas conseguía esbozar una tiesa sonrisa y asentir.

“Ci-ciertamente, inesperadamente conduces… más bien… muy hábilmente…”

“¿Cierto? Tuve un entrenamiento especial, aunque pueda no parecerlo.”

Dicho eso y basada en la manera poco familiarizada de manejar los cambios, ella estaba lejos de ser una conductora versada.

“Entre todos los juguetes que Kiritsugu trajo al castillo Einsbern, este es mi favorito. Yo siempre no hacía más que dar vueltas por las tierras del castillo, y hoy es la primera vez en la que conduzco en un lugar tan amplio. ¡Es maravilloso!”

“Un juguete, huh…”

No habría objeciones al llamar a algo como una patineta o una bicicleta un juguete. Pero para una máquina con una velocidad por sobre los 100 kilómetros por hora en un camino serpenteante, es una confusión de clases. La gente jamás llamaría juguetes a las cosas que pueden poner en peligro sus vidas tras los mínimos errores en situaciones ordinarias. Aunque es un sedán clásico fabricado hace más de cuarenta años, poseía un 2996cc, motor M198, y su velocidad máxima estaba por sobre los 260 kilómetros por hora. Comparado a la habilidad potencial del auto, el rodar osado de Irisviel es un mero preludio.

Aparentemente, Emiya Kiritsugu había preparado especialmente este auto en el castillo Einsbern mucho antes para que Irisviel y Saber pudieran tener un transporte aparte de caminar una vez que llegaran a Fuyuki.

Por más de medio mes, este auto había estado estacionado en el estacionamiento subterráneo del hotel. Ahora ellas conducían este precioso auto hacia la residencia del castillo Einsbern.

“Hmm. Espera un minuto, Irisviel. ¿No habías estado conduciendo del lado derecho hace solo un rato?”

“Ah, es verdad.”

Irisviel asintió casualmente como si solo fuera un pequeño error, el auto dio una sacudida y se movió a la pista de circulación.

Irisviel nunca había estado fuera del castillo Einsbern desde que nació; para ella, es obviamente su primera vez conduciendo en una autopista. Saber había estado prestando atención a su espacio de visión desde que partieron. Obviamente Irisviel no sabe nada de señales de tráfico. Aunque está escrito en la ley que se debe conducir por la izquierda, parece que Irisviel no sabe tampoco eso.

Al menos ella entendía un poco lo que significaban las luces de tráfico, pero eso solo iba tan lejos como para considerar reducir la velocidad al ver la luz roja… Aunque justo ahora es de media noche y hay poco tráfico, sería un milagro para ellas llegar a salvo a su destino.

“… ¿Aún falta un largo camino antes de llegar al castillo Einsbern en estas tierras?”

“Oí que solo tomaría una hora llegar en auto. Cuando estemos cerca deberíamos ser capaces de verlo…” Saber no dejaba de desear que este peligroso viaje terminara, aunque fuera tan solo un segundo más pronto. Ya es muy afortunado que no vengan autos hacia ellas en la autopista de media noche, pero el hecho de que el camino ondeante suponía un gran peligro llenaba la sangre de Saber con adrenalina, como si se encontrara justo antes de una batalla. Como un Sirviente, ella poseía extraordinarios reflejos y fuerza, y podía cargar inmediatamente a Irisviel fuera del auto para escapar si se presentara peligro. Como sea, el legendario auto deportivo se vería reducido entonces a una irreconocible pila de chatarra. Eso no coincidía con la sencilla economía de Saber.

“… ¿No hubiera sido mejor contratar a un chofer?”

“Por supuesto que no. Eso sería aburri- no, eso sería muy peligroso. Después de todo, una vez que entremos a la ciudad Fuyuki, podemos ser atacados por otros Maestros en cualquier momento. ¿No eras tú la que no querías ver a gente inocente envuelto en esto, Saber?”

“Eso es cierto…”

Tan solo que es más peligroso en medio del camino montañoso: ¿Ser atacado por otros Maestros o las habilidades de conducir de Irisviel? – Saber estaba considerando medio-seriamente esta pregunta cuando una fría oleada alcanzó sus sentidos como el filo de una espada.

“¡Detén el auto!”

“¿Qué?”

Sin comprender la repentina advertencia de Saber, Irisviel preguntó despistadamente.

Saber no tuvo tiempo de explicarle. Ella forzosamente extendió su torso hasta el asiento del conductor tomó control del volante con una mano y puso su pie izquierdo sobre el freno con la punta primero.

La razón por la que Saber podía tomar estas decisiones inmediatamente permitiendo controlar esta máquina en movimiento es su habilidad de Montar, la cual poseía como un Sirviente. Ella puede entender completamente el manejo de todo el equipo de conducción ambos conocidos y desconocidos para ella.

Afortunadamente el auto mantuvo un tramo recto durante la brusca frenada en vez de girar furiosamente.

Las llantas del Mercedes derraparon en el asfalto, emitiendo nubes de humo blanco. Mientras continuaba el incontrolable deslizamiento del auto, Saber confirmó una vez más la sensación que puso sus nervios al borde.

Sin duda este era el aroma de un Sirviente. Hablando del rey.

“Saber, eso es-“

Irisviel se quedó en silencio. Una figura de extraña apariencia emergió en el lejano trecho del camino iluminado por los focos del Mercedes.

La alta figura ante ellas, como si no considerara el peligro del auto andando, se paró imperturbable en el medio del camino.

Un lujoso manto de diseño antiguo; patrones de un rojo sanguinario adornaban la tela negra. Aquellos ojos anormalmente grandes recordaban a los de los animales nocturnos. Incluso ignorando estas bizarras características, ningún viajero ordinario aparecería en un lugar como este a esta hora.

El impulso del auto se vio vencido por la fricción de las ruedas y el Mercedes finalmente se detuvo. Había tan solo diez metros entre el auto y la figura en frente de él.

“… ¿Saber?”

Saber analizó rápidamente la situación y luego le dijo a Irisviel:

“Sal del auto tan pronto yo lo haga. Pero no vayas lejos.”

Si el oponente es un Sirviente, un auto con su estructura de hierro sería tan frágil como una sola caja de cartón. Si se fueran a quedar en el auto se verían indefensas. Después de todo, es mejor trasladarse a una mejor posición defensiva.

Saber abrió la puerta de ala de gaviota y puso los pies en la glacial noche. Mezclado con el olor de los arboles crujiendo por el viento nocturno estaba el acre hedor de las llantas quemadas.

La figura en frente de sus ojos era diferente de los cinco que ya había visto antes. Si es un Sirviente con el que aún no se ha encontrado debía ser Caster, o quizás Assassin… fue lo que pensó Saber.

Aunque Saber e Irisviel, que no sabían acerca de la artimaña llevada en la residencia Tōsaka la otra noche, no podían eliminar la posibilidad de Assassin, este Sirviente que ni escapada ni huía, sino que se paraba orgullosamente en frente de ellas, no parecía ser Assassin. Por eliminación, solo había una conclusión – la figura en frente de ellas es Caster. Como sea…

¿La expresión en su rostro es realmente la expresión de un guerrero a punto de comenzar una batalla?

La confundida Rey de los Caballeros examinó nuevamente el semblante del oponente.

Él estaba sonriendo, lo que en sí era comprensible. Que un guerrero este envuelto en goce al enfrentar su lugar decidido de muerte no es extraño. Pero esa no era la expresión de Caster. Era como si ellos fueran hermanos hace mucho separados que finalmente se reúnen, un cara brillando tan puramente con deleite que era casi molesto…

Antes que la desconcertada Saber pudiera desafiarlo, Caster traicionó sus expectativas y actuó.

Caster arqueó su cabeza respetuosamente, se arrodilló en el camino de asfalto como un cortesano presentándose ante el rey.

“He estado esperando, su majestad la santa doncella.”

“¿Huh…?”

Saber estaba perdiendo aún más y más el seguimiento de la situación. Aunque ella fue una vez un rey y aceptó la genuflexión de incontables señores y héroes, ella no tenía memorias de este hombre en frente de sus ojos. Este hombre no era uno de sus anteriores súbditos en Camelot.

Ante todo, el título de ‘santa doncella’ es muy extraño. Cuando ella gobernada Britania como el Rey Arturo, ella nunca expuso el hecho de que ella era en realidad una mujer ni siquiera al final.

Irisviel, quien salió del Mercedes después de un tiempo, se ocultó tras Saber quien estaba llena de una guardia nerviosa, y observó silenciosamente a Caster.

“Saber, ¿Tú conoces a esta persona?”

“No, no tengo ninguna impresión de él –“

Como si él hubiera oído los murmullos de Saber e Irisviel, Caster levantó su cabeza y dijo:

“… Oh, oh, ¿Cómo puedes decir eso? ¿No me recuerdas?”

En consecuencia a sus palabras aún más exageradas, Saber estaba atónita.

“Lo que sea que tú digas, esta es la primera vez que te he visto – Yo no sé en qué te habrás equivocado, pero… ¿Quizás llegaste a la persona equivocada?”

“Oh oh, wuwuwu…”

Caster comenzó a sollozar como si estuviera muy triste y sus manos arañaban su cabello. Su expresión completamente feliz hasta ahora cambió completamente; su extraña y grasa tez se remeció por la consternación y el abatimiento como una caricatura. Solo basado en esto, se puede ver que este es un hombre peligroso cuyas emociones cambian a capricho.

“¡Soy yo! ¡Soy tu siempre más leal sirviente Gilles de Rais! Siempre he suplicado por tu resurrección, siempre esperé por el milagroso día en que te encontraría de nuevo. ¡Llegue aquí al fin de los tiempos con ese propósito, Juana! “

Cuando Irisviel oyó las palabras del hombre, sostuvo el aliento.

“¿Gilles de Rais…?”

Este ya es el segundo Sirviente que declara su verdadero nombre frente a ellas. Aunque su propósito es desconocido, el nombre es ciertamente el renombrado título dado al Caster en el mundo del presente.

Pero para Saber, una vez que su origen quedo claro, la duda simplemente se endureció en rechazo.

“No conozco tú nombre, ni conozco a esa Juana.”

Suspirando en parte de la impresión luego de la declaración de Saber, Caster dejó salir muchos otros ruidos.

“¿Qué… podría ser que, te has olvidado? ¿¡De quien eras en tu vida mortal!?”

Saber se estaba enfadando con esta situación en la que no podía dejar claro su punto, así que observó implacablemente a Caster y dijo:

“Dado que tú ya has declarado tu verdadero nombre, entonces de acuerdo concordando con el decoro de un caballero te diré mi verdadero nombre también. Yo soy Arturo, la legítima hija de Uther Pendragon, y rey de Britania.”

Caster, falto de palabras, miró en blanco asombro a esta muchacha en frente de él que hinchó el pecho y orgullosamente declaró su nombre. Y entonces –

“¡Oh! ¡Oh! ¡¡Oh waaaaa!!”

Caster comenzó a lamentarse casi a chillidos mientras invirtuosamente martillaba sus puños contra la tierra.

“¡Qué doloroso, qué trágico es esto! No solo ella perdió sus recuerdos, incluso su mente se ha confundido del todo… tú… ¡tú! Dios, ¿Por qué eres tan cruel con esta amada doncella mía?”

“¿De qué estás hablando? Para comenzar, yo no –“

“Juana, yo entiendo porque no lo admites. Tú, quien originalmente eras la más devota a Dios y creías en él aún más profundamente que cualquiera, en su lugar fuiste desechada por Dios. Cuando fuiste condenada como una bruja y ejecutada, Dios no te brindó ninguna ayuda ni salvación. Que actúes de esta manera no es sin ninguna razón.”

Saber repentinamente tuvo un sentimiento repulsivo completamente distinto del miedo. Era como si cada uno de los pelos en su cuerpo estuviera erizado del todo.

El hombre en frente a ella no oía las palabras de Saber en absoluto, ni tampoco quería oírlas en primer lugar. Él había llegado a una conclusión basado en sus propios engaños respecto a Saber, y él no sostenía ninguna duda frente a esta conclusión. Bajo el control de su propio tren de pensamiento, ninguna de las palabras de Saber podía entrar en la cabeza de Caster.

“¡Despierta, Juana! ¡Tú no necesitas ser aturdida por aquellos como Dios! ¡Tú eres la santa doncella de Orleans, la salvadora de Francia, Juana de Arco!”

“¡Es suficiente! ¡Esto es desagradable!”

Gritó Saber, ya no mostrando confusión o contención, y abiertamente exhibió su indignación hacia el Caster arrodillado.

“Yo soy Saber y tú eres Caster, un Espíritu Heroico. Ambos somos Sirvientes que luchan por el Grial. La razón de que nos encontremos aquí no es nada más ni nada menos que eso.”

“… Saber, no tiene caso decirle nada a este hombre.”

Detrás de la agitada Rey de los Caballeros, Irisviel le reprendió.

Como Saber – Arturo – es un Espíritu Heroico incompleto, ella no debía poseer el conocimiento que sobrepasa el tiempo y el espacio que uno obtiene al alcanzar el trono de los Héroes. Por lo tanto, ella no está al tanto del relato corrupto por la locura, la leyenda de “Barba Azul”, Barón Gilles de Rais.

Gilles de Rais alcanzó la posición de general como un salvador y héroe de Francia, pero él le dio su espalda a la gloria cuando consintió a la inmortalidad y la lujuria de la magia oscura. El ‘monstre sacré’ que eventualmente masacró a cientos de jóvenes… Que Gilles descendiera a la locura ocurrió casi al mismo tiempo del destino final de la valiente Juana de Arco, con quien peleó al lado. Así, hay muchas leyendas que los han conectado a los dos. La enraizada ilusión que el Espíritu Heroico llamado por el Grial, Gilles de Rais, está viendo ahora, no puede ser más que locuras. Es imposible saber tan solo cuanta semejanza existiría entre la Saber Arturo y Juana de Arco, pero ellas dos ciertamente debían ser muy similares. Sin importar qué, Gilles – Caster ya cree firmemente que Saber es aquella persona en la que él siempre pensó, y no permitiría ninguna duda al respecto.

“Juana, por favor deja de referirte a ti como Saber, o a mí como Caster. Pronto nosotros estaremos libres del lazo de estos grilletes del Sirviente. ¡La Guerra del Santo Grial está a punto de acabar!”

“Esas son solo tus propias ilusiones.”

Esta vez fue Irisviel quien contestó en lugar de Saber, que ya estaba demasiada furiosa para hablar.

“Oye, General de Rais, ya que dijiste que la guerra ya ha terminado, ¿Qué hay del Grial?”

“Es tan obvio; ¡el omnipotente Grial, la maquina concede deseos ya está en mis manos!”

Caster, lleno de satisfechas sonrisas, dijo orgullosamente.

“Mi único deseo era que la santa doncella Juana de Arco resucitara, ¡y ahora ese deseo se ha realizado! ¡Sin ni siquiera la necesidad de competir con nadie, mi deseo ya se ha hecho realidad! El Grial ya me ha escogido – Gilles – ¡sin siquiera pelear en absoluto!”

¡Ding! Un estridente sonido reverberó. El asfalto frente a los ojos de Caster se dividió perfectamente en dos. Era la espada invisible de Saber. Aunque Caster no podía verla, él podía sentir el aura de la aguda hoja justo en la punta de su nariz.

“Si continuas ridiculizando los deseos de nosotros los Espíritus Heroicos – Te partiré sin piedad, Caster.” Sus palabras estaban libres de emociones, pero la misma voz de Saber era fría como la hoja de una espada.

“Anda, párate. Los caballeros no puedes atacar a alguien que está arrodillado. Si tú eres un soldado, entonces te puedes guardar tus ingeniosos argumentos para ti y obtener el Grial con tu lucha frontal. ¡Permíteme a mí, Saber, ser tu primer oponente!”

La furiosa llama en los ojos de Caster desapareció.

Su cara, que estaba torcida con emoción, también retornó gradualmente a su calma. Caster alzó su cabeza para mirar a Saber; la formidable voluntad albergada dentro de su mirada no cambió en lo más mínimo.

Era una cara de silenciosa resolución. Él meramente había cambiado su determinación en una creencia aún más firme.

“Parece que las palabras no serán suficientes… ¿Aún está sellado tu corazón, Juana?”

La sombría voz de Caster ya no tenía más el lamento de justo antes.

“Entonces lo lamento mucho. Parece que es necesario forzar una terapia en ti. Lo que sea que sea – yo definitivamente tendré lista todas las preparaciones para la próxima vez.”

El largo manto negro flotó abruptamente hacia atrás, creando una gran distancia entre él y Saber. Caster, parándose nuevamente, era casi una persona distinta a la que estaba arrodillada en la tierra sollozando justo hace un momento. Un gran aire de majestuoso comando que parecía capaz de manchar a la tierra entera de rojo con sangre se emitía de su persona… no solo Espíritus Heroicos, sino incluso tiranos sentirían la opresiva tensión de ese miedo.

El hombre en frente a ella sin duda no es un enemigo fácil – Saber, que se plantaba en frente a Caster, entendía sin lugar a duda esto por sus instintos.

“Te juro, Juana. La próxima vez que nos encontremos, yo definitivamente… salvaré tu alma de la maldición de Dios.”

“Guárdate las palabras. Vete si no posees la voluntad de enfrentar una espada.”

A la fría respuesta de Saber, Caster silenciosamente se quitó su forma material y desapareció en la noche.

Dejando salir un largo suspiro, Saber también suprimió su tensión de lucha. Irisviel colapsó en el parachoques del Mercedes, exhausta.

“Confrontar a un oponente tan absurdo… fue más bien exhaustivo.”

“Cierto. Como sea, Lo voy a rebanar antes de que abra la boca la próxima vez – Voy a vomitar si se quedara un minuto más alguien como él.”

Aunque Caster ya había desaparecido, Saber aún dijo eso indignadamente.

“¿Lamentas que haya escapado tan fácilmente?”

“Uh huh. Estaba a punto de hacerlo pagar por su comportamiento de hablar absolutas ridiculeces aquí – es lo que quería decir.”

Por un breve instante, la docilidad cubrió su ira, cuando Saber reaciamente fruncía sus cejas.

“Pero en toda mi honestidad, puede ser que la retirada de Caster esta noche haya sido una buena porción de suerte para mí.”

“¿Cómo? ¿De verdad?”

Al oír a Saber decir esas palabras tan disgustada, Irisviel estaba muy sorprendida.

Para un oponente tan diestro en batalla taumatúrgica como el Sirviente Caster, su perdición hubiera sido Saber, que tiene la mayor resistencia a la magia. Si el par realmente hubiera comenzado a pelear, Saber debía haber conseguido la victoria con sobrecogedora velocidad.

Pero Saber, con una expresión que ni ella comprendía completamente, sacudió su cabeza con una amarga sonrisa.

“Ese Caster… era un poco diferente. O más bien no es igual comparado con otros magos. Aunque no puedo estar segura tampoco… pero se sintió muy peligroso para mi pelear contra él en esta condición, teniendo mi mano izquierda inútil.”

El sexto sentido de Saber también se veía fortalecido debido a las especialidades de su clase, casi al nivel de la premonición. Si ella se sentía insegura respecto al enemigo, Irisviel también debía reevaluar a Caster.

“En todo caso, Lancer debe ser primero…”

“Sí. Es extremadamente afortunado que Lancer también sea un noble guerrero, que no escape ni se encubra a sí mismo. Él también espera ansioso nuestro duelo.”

Aunque ellos son enemigos mutuamente, Saber era benévola con el espíritu Lancer. Pero aún así, eso no quitaba un matiz de intranquilidad de Irisviel. Después de todo, sin importar cuánto un Sirviente este lleno del espíritu de la caballería, es difícil decir cuánto de eso aplicará para el Maestro.

Y la Rey de los Caballeros, quién fue atada en los grilletes de ser un Sirviente, ¿aún sigue peleando según la reputación de la espada…? Cuando ella pensó esto, Irisviel no pudo evitar sentirse triste.


Desconocido a Irisviel, Saber o incluso a Caster, quién primero se retiro, el proceso entero de este oportuno encuentro entre ellos había estado bajo la vigilancia de perseguidores.

En el denso bosque conectado a la autopista estatal, los perseguidores vistiendo las fantasmales mascaras de calaveras se encubrían a sí mismos en las cimas de los arboles tragados por la oscuridad y evaluaron todo lo que tan solo recién había ocurrido con un ojo vigilante.

No solo se fundían en las sombras; los perseguidores que cortaban todos sus rastros para evadir los sentidos de Saber parecían ellos mismos ser sombras. Nadie más puede lograr esto aparte de Assassin. Parece que Assassin, de acuerdo al comando del Kotomine Kirei, siguieron a Saber e Irisviel de los almacenes hasta aquí.

Assassin, quien inicialmente solo recibía la orden de marcar a Irisviel, el Maestro de Einsbern, obtuvo un inesperado premio. El último Sirviente, que no se mostró a sí mismo en el combate de los distritos de almacenes, Caster, fue finalmente descubierto por Assassin.

Aunque el aroma de Caster, quién partió en forma espiritual, desaparecía rápidamente, los agudos sentidos espirituales de Assassin aún podían detectarlo. Justo ahora es la mejor oportunidad para perseguirlo.

“Por supuesto, esa no es una tarea para ti.”

Repentinamente una voz sonó detrás de Assassin. Un vago contorno emergió difusamente del sombrío bosque – es, inesperadamente, otra máscara de calavera.

El segundo Assassin difería del anterior solo en la forma del cuerpo, mientras que la máscara y el manto negro que vestían eran idénticos. A la vez, ambos diferían del Assassin que hacía el reconocimiento en el distrito de almacenes en constitución y forma del cuerpo. Aunque ellos son Sirvientes de la misma clase, ellos son clara e inconfundiblemente individuos diferentes.

“¿Y qué tal si te lo encargo a ti?”

“Sí. Tú solo debes seguir detrás de Saber y su Maestro… Por cierto, ¿Vio el Maestro Kirei la situación aquí?”

“No, el Maestro Kirei no compartió su percepción conmigo.”

El Assassin que inicialmente seguía a Irisviel sacudió su cabeza. Parece que era otro Assassin el que hacía el reconocimiento en el distrito de almacenes en ese momento.

El segundo Assassin chasqueó sus labios cuando oyó su respuesta.

“Solo para estar del lado seguro, nosotros aún deberíamos reportarle al Maestro Kirei las cosas que pasaron aquí…”

“Encárgame eso a mí.”

Siguió una tercera voz. Ya no es nada de que sorprenderse, otra blanca máscara de calavera apareció en la oscuridad.

Esta vez, era un Assassin de apariencia infantil con una aguda voz y baja estatura. Quizás nadie sepa tan solo cuantos Assassin estén reunidos aquí.

El monstruoso sonido del motor del Mercedes resonó una vez más en el cielo nocturno y partió rugiendo en la autopista estatal. Quizás Irisviel y Saber rápidamente emprenderán nuevamente su camino.

Al mismo tiempo las tres sombras asintieron entre sí y también desaparecieron como un torbellino en la vasta noche.


※※※※※


En la oscuridad tan espesa como la sangre, solo titubeaba una solitaria vela. La tenue luz se reflejaba en el apuesto rostro de Uryū Ryūnosuke.

Sangre escarlata manchaba completamente esos dedos demasiado delicados para un hombre. En frente del hombre, que se sentaba al lado de una larga mesa, se ubicaban tres corridas de carne cruda que reflejaban un rojo brillante.

Eran intestinos. Eran intestinos en la larga mesa.

Ryūnosuke observó resueltamente a los intestinos en frente de él y entonces tomó un diapasón con su mano izquierda y dio un golpecito con él en la mesa. Ding. El diapasón emitió un claro sonido.

Antes que el sonido del diapasón desapareciera completamente, él rápidamente pinchó en todos lugares de los intestinos con su mano derecha.

En ese momento –

Ahhh…

Haaa…

Un sonido angustiado repentinamente salió de la oscuridad.

Ryūnosuke escuchó cuidadosamente el sonido emitido y asintió satisfactoriamente luego que lo comparó con el resto del eco del diapasón.

“Muy bien, así que aquí es ‘mi’.”

En cuanto habló, marcó un punto en los intestinos con un alfiler. Muchas notas similares ya se habían hecho en el intestino temblando incesantemente.

Los intestinos parecían estar vivos. Más correctamente, parecía que el dueño de los intestinos seguía vivo.

En el crucifijo en la cima de la larga mesa, estaba atada una niña que sollozaba incesantemente con el dolor. Había un corte horizontal hecho en su abdomen, y los contenidos que habían sido extraídos eran acariciados en las manos de Ryūnosuke.

Incluso Barba Azul elogió a Ryūnosuke por su idea de hacer un órgano de tubos a partir de un humano vivo para hacer música de lamentos. Para hacer que la niña elegida como el material no muriera de la masiva pérdida de sangre o de infecciones, Barba Azul puso algunos conjuros de sanación y rejuvenecimiento en su cuerpo, e hizo especialmente algunos ajustes para prevenir que el dolor nublara su cerebro.

Ryūnosuke siempre había estado frustrado con el hecho de que el cuerpo humano cesara sus actividades vitales tan pronto como se encontrara con una estimulación ligeramente extrema.

Pero ahora, con la ayuda de la taumaturgia, todos estos obstáculos previos se solucionaban fácilmente. Ahora, Ryūnosuke puede agitar sus alas de percepción libremente, improvisando a su voluntad.

“Muy bien, ahora una vez más. ‘Do re mi-“

Ryūnosuke tarareó mientras presionaba el intestino-órgano. Pero el sonido de agonía que acompañaba a sus movimientos estaba muy fuera de armonía con su propia entonación.

“… ¿Hm?”

El afinador untado en sangre fruncía sus cejas, inclinaba su cabeza y una vez más presionaba en el lugar que recién afinó con el diapasón. Como sea, el sonido hecho por la muchacha en el crucifijo era completamente distinto al de la nota marcada.

Tras una cuidadosa reflexión figuró que aunque la estimulación ocurra en el mismo lugar, no garantiza que el quejido hecho sea el mismo. Este instrumento humano falla en el diseño de su concepción original.

“Huh… que fracaso.”

Ryūnosuke suspiró tristemente y rascó su cabeza.

Después del dosel humano que intentó arduamente de diseñar ayer, este instrumento humano también termino siendo un fracaso. Si esta frustración continua más allá, incluso Ryūnosuke perdería su confianza.

Pero justo entonces, Ryūnosuke recordó repentinamente lo que Barba Azul le dijo en consolación tras su fracaso al hacer el dosel ayer:

“Sin importar qué, la idea es lo más importante. Incluso aunque el final no resulte tan satisfactorio como lo imaginaras, ya es importante el hecho de desafiarlo.”

Ryūnosuke estaba inspirado por las palabras del exaltado entusiasta. Para un joven que nunca era comprendido por nadie, quién creaba arte solo, el ánimo de estas palabras sostenían un gran significado.

Es necesario el trabajo duro. Ryūnosuke alzó una vez más su espíritu. No funcionará temerle al fracaso. El fracaso es la madre del éxito; un largo viaje comienza de la tierra bajo sus pies.

Después de todo, él tiene que pensar progresivamente. Es muy temprano para descartar la fabricación de este instrumento humano. Si él puede encontrar la raíz del problema, podría encontrar alguna clase de solución.

Y, dejando de lado los sonidos, la expresión de dolor que tenía la niña cuando él se agasajaba con los intestinos retirados de su cuerpo también era extraordinariamente atractiva. Sería un desperdicio descartar una expresión tan preciosa.

El aire, lleno del hedor de la sangre, repentinamente se sintió pesado. La densidad del prana flotando en el aire se volvió aún más espesa. Todo esto señalaba que el dueño de este taller taumatúrgico ha vuelto.

“Ah, bienvenido de vuelta, Señor.”

Apareciendo gradualmente en la luz de la vela, Barba Azul, el Sirviente Caster, no le dio a Ryūnosuke ni una mirada. La cara sin emociones, La cara sin emociones, comparada a la expresión que tenia mientras bailaba y cantaba de goce al salir, había tenido un completo giro de ciento ochenta grados.

Parece que algo desagradable ocurrió cuando él estaba fuera. Aunque Ryūnosuke estaba un poco preocupado, él no podía esperar para reportar los frutos de su investigación a él.

“Señor, lo lamento mucho. Como usted dijo, el instrumento no funcionó. Pero yo–“

“– no es suficiente.”

“¿Cómo?”

Ryūnosuke no había resuelto lo que la frase repentinamente pronunciada por Barba Azul significaba. Caster dejó a un lado al atónito Ryūnosuke, tendió una mano fuera del interior del manto negro y la puso como la garra de un águila en la niña atada en el crucifijo gritando sofocadamente.

“¡Definitivamente no es suficiente! ¡Hasta este punto!”

“Ah, sí. Me figuré eso también… ¿Huh?”

La frase de Ryūnosuke se detuvo a la mitad. Los dedos como araña de Caster gradualmente aumentaron la fuerza en ellos; la cabeza de la niña fue aplastada en pedazos en su mano como si fuera una fruta.

“E-Esto…”

Ryūnosuke no era infeliz con la actitud de Barba Azul hacia él. Él entendía que justo ahora él estaba en un estado de agitación emocional e ignoraba completamente la existencia de Ryūnosuke.

“¡Oh tú, abominable Dios, incluso ahora tú encierras el alma de Juana y no dispones a dejarla ir! ¡Estos blasfemos sacrificios aún no son suficientes!”

No había ninguna luz de razón en los ojos de Barba Azul que rugía con saliva saltando de su boca. Aunque Ryūnosuke no sabía qué había ocurrido, la Juana que mencionó debía ser la muchacha en armadura que ellos vieron en la bola de cristal.

Probablemente son traumas causados por problemas emocionales con su ex.

Ryūnosuke comenzó a compadecerse de él. Aunque ellos no habían pasado mucho tiempo juntos, Ryūnosuke sabía que este demonio de extraña apariencia en frente de él es de hecho extremadamente simple en sus emociones.

“Debo hacerle saber que en este mundo el tal-llamado Dios es tan solo un mito vacio. Cosas como salvar al mundo entero son solo mentiras presuntuosas. ¡Las plegarias del silencioso cordero jamás pasarán a los Cielos!”

“Hum, sí. Comprendo, Señor.”

Hablando a la par de él, Ryūnosuke no tenía idea de lo que las palabras de Barba Azul significaban, ni tenía intención de tratar de averiguarlo; él piensa que es muy vulgar entrometerse en los problemas emocionales de otras personas.

“¡Con solo blasfemar a Dios no es suficiente! ¡También debemos probarle al mundo la impotencia de la autoridad de Dios y la hipocresía de su amor! ¡Necesitamos probar que es capaz de ajuiciar! Sin importar cuánto mal hayas cometido, no sufrirás el castigo de Dios. ¿No es así, Ryūnosuke?”

“Ah, cosas como Dios son solo trucos aburridos para que la gente estúpida crea. Señor, usted es mucho más genial comparado con ese falso Dios.”

“Entonces, ¡Blasfememos a Dios aún más vigorosamente! Apilaremos los sacrificios de blasfemia tan alto como montañas, y pondremos esa escena en frente de ella.”

Tras la declaración de Barba Azul, Ryūnosuke lo contempló solo un poco.

“Um, eso significa… ¿vamos a ir más allá en lo que estamos haciendo en calidad y en cantidad?”

“¡Sí, exactamente! ¡Estás en lo correcto, Ryūnosuke! Tú entiendes bien lo que trato de decir.”

Cuando él vio que Ryūnosuke entendía completamente lo que él quería decir, Barba Azul inmediatamente tenía la cara llena de sonrisas y le dio una palmada en el hombro. Ryūnosuke se fue acostumbrando a estos cambios radicales de temperamento hace mucho.

Solo que, acerca del cambio de métodos del que acaba de hablar… Ryūnosuke no tenía ningún interés en absoluto en eso.

“Ryūnosuke, ¿Cuántos niños siguen encerrados en las celdas?”

“… Aún quedan once de ellos vivos. Tres murieron cuando solo jugué un poco con ellos.”

“Muy bien. Comienza con esos once; sacrifícalos tan pronto como sea posible. Cuando terminemos con ellos, capturaremos a otros niños como reemplazo antes de mañana en la mañana.”

“Eso es… más bien una lástima.”

Después de todo, la masacre en masa no encaja al gusto de Ryūnosuke. A lo más, él disfruta el arte de matar, y no es una máquina de matar. Tales artes que no saborean el sentimiento de matar, sino que solo apila los cadáveres como montañas, no eran muy diferentes de las guerras o los desastres naturales. Es un desperdicio de vidas. Solo masacrando gente de una en una se pueden experimentar las maravillas de la vida.

Barba Azul percibió el descontento de Ryūnosuke; por eso, con una cara llena de angelicales sonrisas, él le habló a Ryūnosuke como alguien que razona con un niño revoltoso.

“Oye, Ryūnosuke, este no es momento para ser mezquino. Cada vida en el mundo es de nuestra propiedad. Por lo tanto debes tener el correcto tipo de actitud y un corazón tan generoso como el de un rey. Siéntete libre de despilfarrar. Por favor recuerda que tu riqueza nunca caducará. Solo así, tú serás apto de ser llamado mi Maestro.”

“¿Cómo un rey?”

Sí. Ryūnosuke es muy rico.

Ryūnosuke no está ni remotamente interesado en cosas como el dinero. Para él, la única cosa con valor gastable es la vida humana. A la vez él, quien obtuvo la ayuda de Barba Azul, no será perseguido por la ley sin importar como mate a la gente. Él es libre de matar cuando sea, donde sea, y usando el método que sea. Solo que, estos poderes eran otorgados a él por Barba Azul.

Si uno puede hacer lo que sea que uno desee y consumir de cualquier manera que guste todo en este mundo, es efectivamente lo mismo a poseer todas las cosas. Incluso el Papa o el Presidente no serían capaces de compararse a él. Uryū Ryūnosuke es actualmente el hombre más rico en el mundo.

“Pero yo aún pienso que deberíamos planear un poco en como los usemos.”

“Ryūnosuke, tú has sido envenenado muy profundamente por la sociedad capitalista. Viviendo en esta era, es inevitable que tú tengas esos pensamientos. Pero tú debes saber que para los nobles, el despilfarro es una virtud. Alguien que posee riqueza tiene el deber de exhibir esta riqueza al mundo. Solo haciendo eso podrás mostrar el brillo de la riqueza y hacerla aún más significativa.”

“Hum…”

Las pocas palabras de Barba Azul convencieron completamente a Ryūnosuke. Este maestro de la muerte y la destrucción una vez más recibió nueva inspiración.

De todos modos, tal como dijo Barba Azul, solo concéntrate en deshacerte de esos niños esta noche. A lo mejor pueda encontrar nuevas formas de jugar en ese corto periodo. Ryūnosuke sintió más ansias al pensar en esto.

Pero aún así –

Aunque él aceptó el punto de Barba Azul, Ryūnosuke no podía olvidar la figura de la chica que había sido usada como el instrumento humano.

Su cara que había sido aplastado por Barba Azul y que ya no era visible - originalmente era muy linda.



Regresar a: Volumen 1, Postface 2 Ir a: Página Principal Avanzar a: Acto 5, parte 2