Fate/Zero:Prologo 3

From Baka-Tsuki
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1 año atrás[edit]

Él inmediatamente reconoció a la mujer a la que estaba buscando.

Temprano por la tarde en medio de las vacaciones, uno puede ver a los niños jugando en la tierra bañada por la pacifica luz del sol de inicios otoño, con sus padres cuidándolos a lo lejos, siempre sonriendo. La plaza alrededor de la fuente del parque se encontraba repleta de gente del pueblo que había traído a sus familias para relajarse un momento.

Aun en tal multitud, él no perdió su camino.

Sin importar que tan lleno estuviera, sin importar que tan lejos, estaba seguro de que podría encontrarla sin ningún esfuerzo. Aun si no sabía si podría verla siquiera una vez al mes, aun si ella ya tenía un compañero.

Solo cuando caminó hasta ella, la mujer bajo la sombra de los árboles noto su llegada.

"— Hey, hace mucho tiempo que no nos vemos. "

"Oh — Kariya-kun."

Mostrando una modesta y cortes sonrisa, ella levanto su mirada del libro que estaba leyendo.

Cansada — Al verla de esa manera, Kariya se sintió atrapado por la ansiedad. Algo parecía estarla atormentando.

Él inmediatamente deseo preguntar cuál era la causa de ese problema, para forzarse a sí mismo a encontrar una solución a ese ‘algo’ — pero Kariya ni siquiera pudo mencionarlo aunque se encontraba guiado por ese impulso. Él no era lo suficientemente cercano como para mostrar tal cariño sin reservas; esa no era su posición.

“Han pasado 3 meses. El viaje realmente ha sido largo en esta ocasión.”

"Ah... Eh, si."

Seguramente su sonrisa aparecería en sus sueños más dulces. Pero no posee el coraje para enfrentarla cuando de verdad se encuentra ante él. Ha sido así por los últimos 8 años, y Kariya probablemente jamás será capaz de encarar esa sonrisa hasta el fin de sus días.

Esto es a causa de que ella lo pone tan nervioso, tanto que nunca sabe que decir después de que ambos se han saludado el uno al otro y un sutil silencio hace su aparición. Eso también sucede en cada ocasión.

Para romper el incomodo silencio, Kariya busco a aquella persona con la que siempre ha podido hablar fácilmente.

— Ahí. Jugando en medio de los otros chicos en el césped, las dos coletas se encontraban moviéndose felizmente. Aunque aun era muy joven, la chica ya mostraba signos del bello rostro que había heredado de su madre.

"Rin-chan."

Kariya la llamo, agitando su mano. Tan pronto como ella lo noto, la niña llamada Rin se apresuro hacia él con una brillante sonrisa.

“¡Bienvenido tío Kariya! ¿Acaso me trajiste otro regalo?”

“Rin, cuida tus modales…”

La jovencita parecía no notar la voz apenada de su madre. Los ojos de Rin brillaban con expectación, y Kariya, respondiendo con la misma sonrisa, mostró uno de los dos regalos que llevaba tras su espalda.

"Waah, hermoso..."

Un elaborado broche hecho de cuentas de vidrio de varios tamaños capturo el corazón de la chica a primera vista. Aunque parecía demasiado para una chica de su edad, Kariya estaba bien consiente de los precoces gustos de Rin.

“Tío, te lo agradezco como siempre. Lo cuidare mucho.”

“Ha ha, mientras te guste, tu tío también será feliz”

Acariciando gentilmente la cabeza de Rin, Kariya busco a la receptora del otro regalo que él había traído.

Por alguna razón, ella no estaba en ningún lugar del parque.

“¿Dónde se encuentra Sakura-chan?”

Escuchando la pregunta de Kariya, la sonrisa de Rin se desvaneció inmediatamente,

Su rostro se veía como si ella hubiera dejado de pensar totalmente, el rostro de un niño resignado a aceptar la realidad sin pensarlo.

“Sakura, ella ya se ha ido.”

Con un rostro inexpresivo, Rin soltó una respuesta en un tono monótono, entonces, como si quisiera evadir las preguntas de Kariya, ella corrió de regreso con los chicos con los que se encontraba jugando hace unos momentos.

"..."

Sorprendido por las incomprensibles palabras de Rin, Kariya miro a la madre de Rin de manera inquisitiva sin darse cuenta. Ella evadió la mirada observando un punto vació con un rostro triste.

“¿Qué significa eso…?”

“Sakura ya no es mas ni mi hija, ni la hermana de Rin”

Su tono era áspero, pero más fuerte que el de su hija Rin.

“Esa niña, se ha ido con la familia Matō.”

Ma - tō —

El nombre, sonando tan profundamente familiar y aun así abominable, arranco violentamente el corazón de Kariya.

“Eso no puede… ¿¡Qué demonios significa eso, Aoi-san!?”

“Tú ni siquiera deberías de preguntarlo ¿cierto? Especialmente tú Kariya-kun.”

Aplastando el corazón de Kariya, la madre de Rin — Tōsaka Aoi, dejo salir un dura y fría respuesta sin siquiera mirarlo, como si le resultara indiferente.

“Por supuesto que tú, de entre toda la gente, debería de saber porque los Matō necesitan a un niño con sangre de mago que sea su sucesor ¿o no?”

“¿Cómo pudiste aceptar eso?”

“Esto es lo que él decidió. Esta es la decisión del jefe de la familia Tōsaka, accediendo a la petición de sus viejos amigos, los Matō… Mi opinión no importa.”

Por esa razón, madre e hija, hermana mayor y hermana menor, fueron separadas.

Por supuesto que ella no estaría de acuerdo. Pero tanto Aoi como la joven Rin saben bien que no pueden hacer nada más que aceptarlo. Eso es porque ese es el resultado de vivir como un mago. Kariya conocía ese cruel destino demasiado bien.

“… ¿Estás de acuerdo con ello?”

Aoi respondió con una débil y amarga sonrisa ante la fuerte voz de Kariya.

“Yo estaba preparada para algo como eso cuando decide casarme con alguien de la familia Tōsaka, cuando decide convertirme en la esposa de un mago. Cuando uno entra en la línea de sangre de un mago, es un error el buscar la felicidad de una familia normal.”

Y, encarando a Kariya quien parecía desear hablar de nuevo, la esposa del mago, gentil pero claramente, lo detuvo —

“Este es un asunto entre los Tōsaka y los Matō. Esto no te concierne a ti, quien has dado la espalda al mundo de los magos.”

Ella termino esa frase asintiendo ligeramente.

Con esto, Kariya no pudo moverse más. Como si se hubiera transformado en uno de los árboles del parque, sintió como su pecho se ahogaba con debilidad e impotencia.

Desde hace mucho tiempo cuando ella era una niña, después cuando ella se convirtió en esposa, e incluso después de que tuvo dos hijas, la actitud de Aoi hacia Kariya nunca cambio. Tres años mayor que él, amigos desde la infancia, ella siempre atendió a Kariya, amablemente y sin ataduras, como una verdadera hermana a un hermano.

Esta era la primera vez que ella había resaltado claramente sus respectivas posiciones.

“Si tú eres capaz de ver a Sakura alguna vez, por favor trátala con cariño. Ella siempre te ha querido, Kariya-kun.”

Con Aoi cuidándola, Rin se encontraba jugando resplandeciente, llena de energía, como si tratara de ahuyentar su dolor.

Como si el comportamiento de Rin fuera la respuesta que empujara de su lado a Kariya, Tōsaka Aoi mostraba solo el perfil de una pacifica madre en medio de sus vacaciones.

Pero aun así Kariya no dejo de darse cuenta. No había manera de que él pudiera no darse cuenta.

La firme y serena Tōsaka Aoi, quien había aceptado su destino.

Ella ni siquiera era capaz de ocultar las lágrimas que se juntaban en sus ojos.


※※※※※


Kariya se apresuro a través del escenario de su tierra natal, que él pensaba que jamás volvería a ver.

Cada vez que el regresaba a la ciudad de Fuyuki, él nunca cruzaba el Puente hacia Miyama.

De eso han pasado 10 años. A diferencia del área Shinto donde se realizaban negocios todos los días, nada había cambiado en este vecindario donde el tiempo parecía haberse detenido.

Las tranquilas calles llenas de memorias. Pero ninguna placentera vendría a él si se detuviera a mirar. Ignorando una nostalgia tan inútil, Kariya pensó sobre su conversación con Aoi una hora atrás.

"... ¿Estás de acuerdo con ello?"

El indulto inesperado que Aoi le lanzo mientras apartaba su vista de él. Él no había usado un tono tan duro en muchos años.

No levantes la mirada, no seas una molestia…. Era así como él ha vivido. Enojo, odio, Kariya lo había dejado todo en las desoladas calles de Miyama. Después de deshacerse de su ciudad natal, Kariya jamás había hecho un escándalo de nada. Aun el más horrible de los asuntos no era nada comparados a lo que había odiado en esta tierra.

Es por eso — si. Deben de haber pasado 8 años desde que su voz cargó con tales sentimientos.

En esa ocasión, ¿Acaso no fue con la misma mujer que Kariya había utilizado el mismo tono, las mismas palabras?

“¿Estás de acuerdo con ello?” — Él lanzo la misma pregunta en aquella ocasión. Girándose hacia su amiga de la infancia la noche anterior a que ella recibiera el apellido Tōsaka.

Él nunca lo olvido. La expresión que ella llevaba en aquel momento.

Ella había asentido levemente, como si estuviera pidiendo perdón, aunque seguía sonrojada de pena. Kariya había sido derrotado por esa sonrisa silenciosa.

“…Ya estaba preparada…Es un error el buscar la alegría de una familia normal…”

Tales palabras eran una mentira.

Ese día, 8 años atrás, cuando le pidió matrimonio el joven mago, su sonrisa definitivamente mostraba su fe en encontrar la felicidad.

Y así, Kariya acepto completamente su derrota, porque él creía en esa sonrisa.

Tal vez, el hombre que se casaría con Aoi, ese hombre era el único que podría hacerla feliz.

Pero eso fue un error.

Más que nadie en el mundo, Kariya debió de haberse dado cuenta de ese error fatal.

Porque él ya se había dado cuenta completamente de que tan despreciable era la hechicería, ¿Acaso no había rechazado su destino y había abandonado a su familia?

No importa, él podía perdona eso.

Aun él, quien le había dado la espalda a causa del miedo, bien consciente de que tan abominable era en realidad la hechicería… La mujer más importante para él se había rendido, de entre toda la gente, al hombre que era más afín a la palabra mago.

Lo que arde ahora en el pecho de Kariya es la culpa.

No solo una vez, si no dos, él había escogido las palabras equivocadas.

No debió de haber preguntado “¿Estás de acuerdo con ello?”, si no que debió de haber concluido “No debes de hacer eso.”

Y 8 años atrás, si hubiera detenido a Aoi — tal vez habría habido un futuro diferente al del día de hoy. Si no se hubiera unido a los Tōsaka, el día de hoy, ella habría escapado de la maldición de ser un mago, y ella podría haber llevado una vida normal.

Y el día de hoy, esta tensión en el parque, si hubiera reaccionado diferente a la decisión entre los Tōsaka y los Matō, — tal vez la habría sacudido. Ella podría haber rechazado las tonterías de un extraño.

Pero aun así, ella no podría culparse solo a ella misma de esa manera. Ella no tendría que suprimir sus lágrimas completamente.

Kariya absolutamente jamás podría perdonar esto. Él, quien repitió la misma falla dos veces. Por este castigo es que regresó al lugar de esos días que había dejado atrás.

Ciertamente había ahí una forma de obtener el perdón. El mundo al que una vez le había dado la espalda. El destino al que había escapado tan pobremente.

Pero ahora, podría confrontar eso.

Si pensaba en la única mujer en el mundo a la que no quería ver sufrir —

Bajo el cielo donde el crepúsculo se acercaba, él se detuvo ante la imponente y lujosa casa de estilo occidental.

De un salto de 10 años, Matō Kariya estaba de pie ante las puertas de su casa nuevamente.


※※※※※


Observando la puerta frontal, una pequeña pero riesgosa discusión se llevó a cabo dentro de la residencia Matō donde Kariya se sentó en un sofá dentro del cuarto de dibujo.

“Creo haberte dicho que jamás mostraras tu rostro enfrente de mi nuevamente.”

Sentado frente a Kariya, el pequeño viejo que escupió esas detestables palabras era Matō Zōken, el jefe de la familia. Él estaba tan marchito que su calva cabeza y sus miembros lo hacían parecer como si hubiera sido momificado, pero la luz en lo profundo de sus ojos llenaba su espíritu, tanto su apariencia como su personalidad lo hacían una persona poco común y misteriosa.

A decir verdad, ni siquiera Kariya podía determinar la edad exacta del viejo. La aberrante entrada en el registro familiar decía que él era el hermano del padre de Kariya. Pero incluso con su bisabuelo, su ancestro de la tercera generación, había registros de un viejo llamado Zōken en el árbol familiar. No había forma de saber por cuantas generaciones este hombre había reinado sobre la familia Matō.

Hablando de logros repulsivos, él era un mago que podía ser llamado inmortal, alargando y alargando su edad. Una persona en las raíces de la línea de sangre de los Matō con muy poca conexión directa con Kariya. Él era un espectro genuino sobreviviendo en la era actual.

“Me entere de algo imperdonable. Acerca de como la casa Matō estaba llevando a cabo una verdadera desgracia.”

Kariya había admitido múltiples veces que el mago que estaba enfrentando era poderoso y con una crueldad incomparable. Un hombre que era la personificación de todo lo que Kariya había llegado a odiar, despreciar y menospreciar en toda su existencia. Aun si ese hombre fuera a matarlo, Kariya lo odiaría hasta el final definitiva y severamente. Con la confrontación 10 años atrás, Kariya había enfrentado a ese fuerte espíritu y había escapado de los Matō, logrando obtener su libertad.

“He escuchado que adoptaste a la segunda hija de los Tōsakas. ¿Acaso tanto quieres preservar la línea de magos de los Matō?”

Zōken frunció el ceño ante el tono provocador de Kariya.

“¿Acaso quieres hablar de ello? ¿De nada más? ¿Quién crees que fue el responsable de la caída de los Matō?”

“Al final, el hijo con el que termino Byakuya resulto ser alguien desprovisto de Circuitos Mágicos. La línea de pura sangre de los Matōs ha colapsado con esta generación. Pero, más que tu hermano mayor Byakuya, tú eres el que se ha realizado en las bases de un mago, Kariya. Si tú hubieras recibido obedientemente tu herencia y aceptado los secretos de los Matō, nosotros no hubiéramos presionado las circunstancias. Y todo esto es tú…”

Pero Kariya, con un resoplido, rechazo la actitud amenazadora del viejo que estaba enojándose aun más generando espuma en su boca.

“Detén tu comedia, vampiro. ¿Cuál es la necesidad de que la línea Matō persista? No me hagas reír. No tiene nada de malo aun si no se produce una nueva generación de Matō. La discusión se terminó dado que tú mismo continuaras viviendo por doscientos años o dos mil años, ¿eh?”

Dado que Kariya había adivinado correctamente, Zōken soltó una sonrisa recelosa, como si el enojo de hasta ahora fuera una mentira. Esa era la sonrisa de un monstruo que ni siquiera considera las emociones humanas como fragmentos.

“Como siempre, eres un tipo agradable. Hablas y te comportas de manera muy franca.”

“Lo que digas, fue así como me entrenaste. No me gusta darle vueltas a los asuntos.”

Un sonido húmedo fue producido de lo profundo de la garganta del viejo, como si se estuviera riendo placenteramente.

“Es cierto. Tú probablemente vivas más que yo en un futuro distante, más incluso que el hijo de Byakuya.”

“Pero aun entonces, es solo una cuestión de cuánto tiempo pueda preservar este cuerpo de pudrirse aun mas cada día. Aun si un heredero Matō es innecesario, un mago Matō si es requerido. Solo para obtener el Grial.”

“… Así que al final, ¿De eso se trata tu meta?”

Eso iba de acuerdo a lo que había adivinado Kariya. La inmortalidad era lo que este viejo mago venia persiguiendo.

La máquina de los deseos llamada el ‘Grial’ podría realizarlo una vez que fuera completado… Lo que estaba asfixiando a este monstruo que no podía morir aun después de siglos era la esperanza puesta en ese milagro.

“El regreso del ciclo de 60 años se espera para el siguiente año. Pero para la Cuarta Guerra del Grial, el cuarto Toque del Cielo, no habrá ningún jugador por parte de los Matō.”

Byakuya no tiene el nivel de prana para un Sirviente. Él ni siquiera tiene los Sellos de Comando.

“Pero aun si nosotros tenemos que desistir de esta batalla, habrá una oportunidad para la siguiente dentro de 60 años. No hay dudad de que un excelente usuario nacerá de la hija de los Tōsaka. Tengo grandes expectativas de que será una gran recipiente.”

El rostro de Tōsaka Sakura apareció detrás los parpados de Kariya.

Floreciendo tardíamente, siempre detrás de su hermana Rin, una chica de apariencia frágil.

Una niña demasiado joven para soportar el cruel destino de un mago.

Tragándose su ardiente rabia, Kariya fingió una actitud tranquila.

Justo aquí y ahora, él se encontraba aquí para negociar con Zōken. No ganaría nada dejándose llevar por sus emociones.

“— Si eso es de lo que se trata, si tú deseas el Grial, entonces no hay necesidad de utilizar a Tōsaka Sakura, ¿cierto?”

Los ojos de Zōken se entre cerraron, sospechoso del significado oculto en las palabras de Kariya.

“Tú, ¿Qué clase de truco tienes en mente?”

“Un trato, Matō Zōken. Yo llevare el nombre de los Matō al siguiente Toque del Cielo. A cambio, soltaras a Tōsaka Sakura."

Sorprendido solo por lo que duraría un respiro, Zōken se burlo con desprecio.

“Kha, no seas estúpido. ¿Un fracasado que jamás ha estudiado nada podría ser el Maestro de un Sirviente en solo un año?”

“Tú posees el secreto para hacer eso posible, ¿o no?. Con tus habilidades de control de gusanos de las cuales estas tan orgulloso, viejo.”

Kariya salto directamente al punto, observando directamente a los ojos del viejo mago.

“Planta tus “Crestas Gusano” en mi. Puedes hacer eso en la carne y sangre de los sucios Matō. La compatibilidad debe de ser mucho mejor que la que hay con la hija de otra casa.”

El rostro de Zōken cambio del de un humano al de un mago, todas las expresiones se desvanecieron.

“Kariya — ¿Deseas morir?”

“¿No me digas que te preocupa? ‘Tío’.”

Zōken pareció darse cuenta de que Kariya hablaba en serio. Fríamente, el mago evaluó a Kariya, observándolo, entonces respiro profundamente,

“Debo decir que deseo mas de ti que de Byakuya. Después de expandir tus Circuitos Mágicos con las Crestas Gusano, si podemos entrenarte duramente durante un año, tal vez el Grial termine seleccionándote.”

“…Aun así, no puedo entenderlo. ¿Por qué llegar tan lejos solo por una niña pequeña?”

“Solo deja que los Matō sean quienes se encarguen de la tenacidad de los Matō. No involucres a gente del exterior que no está involucrada. ”

“De nuevo con tu admirable dedicación.”

Como si estuviera disfrutándolo, Zōken mostró una sonrisa complacida, llena de su maligna disposición.

“Pero Kariya, si tu propósito era que nadie se viera involucrado, ¿no llegaste un poco tarde?”

“¿Acaso sabes cuantos días han pasado desde que la hija de los Tōsaka llego a nuestra familia?”

La desesperación, creciendo rápidamente, oprimió el pecho de Kariya.

“Viejo, quieres decir —"

“Hubo terribles lamentos por los primeros tres días, pero para el cuarto día, ella cayó en el silencio. Hoy, ella fue lanzada al amanecer en el almacén de los gusanos para probar que tanto duraría, pero, ho ho, ella lo resistió por medio día y aun sigue respirando. Quien lo diría, el material de los Tōsaka no es defectuoso”

Los hombros de Kariya temblaron con un ansia asesina más allá del odio.

Él deseaba sujetar al maligno mago por el cuello, estrangularlo con todas sus fuerzas, romperlo, justo en ese instante —

— Ese era el impulso que estaba enloqueciendo a Kariya desde dentro.

Pero Kariya lo acepto. Aun cuando estaba llegando al punto de marchitarse, Zōken era un mago. Kariya no podía ni siquiera intentar asesinarlo justo aquí. Él ni siquiera tenía un fragmento del poder requerido para ello.

Para salvar a Sakura, no había otro camino que negociar.

Viendo a través del conflicto dentro de Kariya, Zōken dejo salir una risa satisfecha y oscura.

“Así que, ¿Qué es lo que harás? La niña ya está rota, llena con los gusanos de pies a cabeza.”

“Pero si aun piensas que deseas salvarla, bien, yo no lo pensare dos veces.”

“…No tengo objeciones. Solo hagámoslo.”

Respondió Kariya con una voz fría. Por supuesto que él no tenía otra opción.

“Excelente, excelente. Bien, nosotros aun podemos entrenarte tanto como sea posible. Pero, ten en cuenta que proseguiré con el entrenamiento de Sakura mientras no seas capaz de mostrar resultados”

Carcajeándose, el buen humor del mago se debía a burlase de la ira y desesperación de Kariya.

“En vez de reiniciar con un fracasado que ya nos ha traicionado, la probabilidad de éxito de obtener un niño de esto es mucho mas grande. Yo favorezco lo mejor de cada oportunidad una a la vez. Estoy abandonando el Toque del Cielo en esta ocasión, dado que ya lo considero una batalla perdida.”

“Pero, si hay una probabilidad de una en un millón de que obtengas el Grial — estoy de acuerdo. Si eso sucede, naturalmente no tendré ningún asunto con la hija de los Tōsaka. Habré acabado con la única razón de entrenarla.”

“…No estás haciendo una apuesta doble ¿o sí? Matō Zōken."

“Kariya, si piensas que necesitas múltiples rostros para hablar conmigo, trata de soportar las Crestas Gusano primero.”

“Si, primero trata de ser el sustento de los gusanos por una semana. Si no has muerto de locura para entonces, aceptare que en verdad estás hablando en serio.”

Recargándose en su bastón, enderezando su espalda con dificultad, Zōken giro hacia Kariya con una sonrisa alienígena que mostraba su crueldad.

“Entonces, comencemos con las preparaciones sin desperdiciar un segundo. Finalizaremos con el tratamiento de inmediato. Si deseas reconsiderarlo, hazlo ahora.”

Simplemente asintiendo silenciosamente, Kariya abandono sus últimas dudas.

Él se convertirá en la marioneta de Zōken una vez que deje entrar a los gusanos a su cuerpo. Con eso, no habrá ninguna forma de rebelarse contra el anciano mago. Si es que él siquiera puede calificar como un mago, Kariya y su sangre Matō definitivamente recibirán los Sellos de Comando.

El Toque del Cielo. La única esperanza de salvación de Tōsaka Sakura. La elección que él nunca será capaz de alcanzar con su carne y sangre.

Kariya podría perder su vida a cambio. Aun si no es derribado por los otros Maestros, la carne de Kariya será devorada por los gusanos al utilizar las Crestas Gusano por un tiempo tan corto como un año, y su esperanza de vida no será más que la de un par de años.

Pero eso no importa.

La decisión de Kariya fue demasiado lenta. La hija de Aoi podría haber vivido pacíficamente con su madre si él hubiera tenido la misma determinación hace 10 años. El destino que había rechazado había sido trasladado y había recaído en una niña inocente.

No había redención para eso. Si hubiera un camino para redimirse, no sería otro que regresarle una vida normal a esa niña.

En adición, si él tuviera que exterminar a los seis Maestros restantes para llegar al Grial…

Entre aquellos que han traído la tragedia a la niña llamada Sakura, al menos habría una persona a la que podría llevarle un réquiem.

"Tōsaka, Tokiomi..."

Como el jefe de una de las 3 familias del inicio, no había dudad de que él llevaría los Sellos de Comando.

A diferencia de su sentimiento de haber cometido un crimen en contra de Aoi, y de su odio hacia Zōken, había un odio estancado que se había acumulado hasta este día.

Un sentimiento oscuro de venganza había estado ardiendo en las profundidades del corazón de Matō Kariya, como si se tratara de un incendio.


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