Zero no Tsukaima - Spanish Versión: Volumen 9 Capítulo 9

From Baka-Tsuki
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Capítulo 9 - Confrontación con el ave misteriosa[edit]

Saito abandonó la torre principal e inmediatamente fue a la habitación de Louise a encontrarla. Sin embargo, ella no había vuelto.

"De cualquier forma, si no puedo encontrar a Louise..." Ese era su único pensamiento.

Nunca antes había visto a Louise tan triste.

Él la había hecho así... sin importar las circunstancias, eso era imperdonable.

Quería encontrarla y disculparse.

Mientras corría, Saito se imaginaba los sentimientos de louise. Ella vio a la princesa que estimaba y... el familiar quien siempre pensó ser leal, abrazandos uno al otro como si fueran amantes; ¿Cuánto fueron heridos sus sentimientos?

Aunque ellos no eran amantes... Louise lo había visto permitir a Henrietta ir tan lejos para besarlo. ¡Qué doloroso debió ser para ella! De solo pensar acerca de esto, el corazón de Saito dolía.

Abandonando la habitación, inmediatamente corrió en la noche al patio de la academia.

En la bruma de la casi negra oscuridad... la figura de luise no podia verse por ningún lado.

Cuando atravezaba el patio Vestry...

Las nubes clarearon, y la luz de la luna reveló una figura; una sombra que estaba sentada en la banca podía verse.

"¡Louise!"

Gritó espontaneamente y corrió adelante, solo para encontrar que estaba equivocado.

"¿Qué? ¡Oh! eres tú..."

Era Thabita.

Aún sin asistir al baile en una noche como esta, leer un libro en una banca a la cual nadie asistiría, era algo realmente típico de ella.

"Hey, ¿Has visto a Louise?"

Tabitha no respondió.

Mirando fijamente al libro, solo así, su cuerpo no se movió ni una pulgada.

¿No me habrá escuchado? Pensó, y repitió nuevamente.

"¿Sabes dónde está Louise?"

El rostro iluminado por la luz de la luna, era completamnete pálido.

En ese momento.... Saito se dio cuenta que habia una sombra rondando en medio del aire de espaldas a la luna.

"¿Qué es eso? No es un ave.... y tiene piernas?"

Con una figura humana y batiendo alas, parecía una criatura extraña. Era como la figura de los demonios que había visto en mangas y televisión en tiempos anteriores.

"Gárgola"

Tabitha dijo brevemente.

"¡Tu...!" Al momento de decir esto, Tabitha agitó su varita.

¡Boom! El aire frente a él se expandió, y Saito salió volando.

"¡¿Qué estas...?!"

Sin tiempo para gritar, flechas de hielo apuntaban a Saito y volaban hacia él.




En un lugar algo lejos de la Academia de Magia, Louise lloraba amargamente.

"Cruel... muy curel... ¿Por qué? ¿Por qué?"

La densa oscuridad la rodeaba.

Era como si hubiera sido dejada completamente sola en el mundo. Justo ahora no tenía miedo a la oscuridad. En cambio, Luise sentía que parte de su corazón también estaba igual.

"Imperdonable... cruel... absolutamente imperdonable..."

Las palabras y las lágrimas fluian al mismo tiempo, sin detenerse. Sus sentimientos de miseria seguían multiplicándose.

Murmuró eso muchas, muchas veces, y....

"¿Qué es imperdonable?"

En medio de la oscuridad, una voz podía escucharse.

Louise, que estába en un estado de confusión, sintió algo reverberar dentro de su corazón.

"He sido traicionada. Por eso, es imperdonable."

"¿Por quién fuiste traicionada?"

"Por alguien que era valioso para mi..."

"Siendo así, debes tomar venganza."

"¿Venganza?"

"¿Es imperdonable, cierto? Siendo ese el caso, debes tomar venganza. Puedes hacerlo, usuaria del gran Vacío."

En eso, Louis recuperó sus sentidos.

"...¿Quién eres tú?"

"Uno de tus amigos. Desde hace mucho tiempo... uno que sirve a usted."

"¡¿Quién eres tu?! ¡Sal de ahí!"

Louise gritó a la oscuridad. Entonces recordó el incidente previo en Albion.

"¿Myoznitnirn?"

"Es verdad, pero aún así estas equivocada."

Ella entornó los ojos.... y una sombra alada quedo a la vista.

"... ¿Una gárgola?"

Como Louise iba a tratar de levantarse.

"No te preocupes. No te haré daño."

La gárgola que había aparedico de la oscuridad se inclinó a los pies de Louise en una reverencia.

"¡¿Cuál... cuál es tu intención?! ¡Myoznitnirn! ¡Dices que no vas a hacerme daño! ¡Entonces sal de ahi! ¡Déjame ser tu oponente!"

Sin embargo, la gárgola abrió la boca.

"Por lo ocurrido anteriormente, me disculpo. pero, eso solo fue una prueba. Para determinar si deseabas ser nuestro aliado o no."

"¡Habla apropiadamente! ¡¿Piensas que creeré esas palabras?!"

"Bien, entonces, pregúntate. ¿En este mundo, en qué vale la pena creer?"

Louise enmudeció. Solo poco tiempo atrás... ¡no fue ella traicionada por esos dos?

"Mi amo puede enseñarte eso."

"Una mentira... ¡eso es una mentira!"

La voz de Louise se iba suavizando constantemente.

"El único que verdaderamente puede entenderte... es un compañero usuario del Vacío. Queremos que nos prestes tu poder."

"...¿Mi poder?"

"Es natural ser cauto. sin embargo, la precaución excesiva puede alejar tus ojos de la verdad."

Si era o no mágia, la voz de la gárgola era encantadora.

Gradualmente, la precaución de Louise desapareció.

Louise, que estaba confundida por su rabia, no se dio cuenta que había caido en una trampa.

"Tú... ¿En verdad eres mi amigo?"

"Por supuesto."

"¿Mi amigo? ¿No me traicionarás?"

"Definitivamente no te traicionaré."

La gárgola lentamente dio la vuelta, mostrandole su espalda a Louise.

"Por favor móntame. Uno de nuestros grandes maestros."

Louise ya no pudo resistir esa voz.

Sintió la espalda de la gárgola... y los sentidos de Louise se esfumaron. Lentamente, como si cayera dormida, Louise se recostó en la espalda de la gárgola.




Gaa!

Gagaa!

Gagagagagaaa!

Con infinitos témpanos voladores golpeándolo, Saito se arrojó a un lado para evitarlos.

Claramente, era un ataque con el objetivo de... matar a Saito.

Si no se hubiera sometido al entrenamiento de Agnes, no habría sido capaz de evitarlos.

"¡¿Qué demonios?! ¡¿Qué es lo que intentas?!"

Saito gritó rabioso. No entendía del todo la razón tras este ataque.

"¡Oi! ¡Tabitha! Tú, qué demonios... ¡¿Qu-?!"

La respuesta fue magia.

Tabitha lanzaba témpanos voladores en todas direcciones, rodeándolo, y enviándolos volando.

¡Bashushushushushuuuu!

Cuando la cortina de vapor de agua producida por incontables témpanos voladores se desvaneció...

Contrario a sus espectativas, en lugar de ver una figura atravesada, Saito estaba ahí de pie con Derflinger desenvainado. Los témpanos voladores fueron absorvidos por Derflinger, mientras que los restantes fueron desviados a un lado con su hoja.

"¿Por qué? ¿Cuál es la razón? ¡Explicalo!"

Tabitha bajó su varita.

"Por una orden."

"¿Orden? ¡¿Quién te ordenó?!"

Como se esperaba, su respuesta fue magia.

Saito sujetó fuertemente a Derflinger y saltó. Planeaba acortar la distancia en un respiro... y golpear la varita que Tabitha sujetaba. Pero Tabitha reaccionó a los movimientos de Saito y se hizo a un lado, esquivándolo. Su cuerpo se movía agilmente, tal como el elemento del Viento del que estaba tan orgullosa.

Como si fuera una marioneta mecánica, Tabitha combino sus habilidades físicas y mágicas para esquivar la espada que Saito blandía.

"!?"

Ella birncaba arriba y abajo, evadiendo la espada, y al mismo tiempo,

"Deru Bagaraasu."

Ella cantó el hechizo, y subsecuentemente, uso magia para volar esquivándolo. Muy lentamente, como si estuviera casando copos de algodón. Y algunas veces realizaba encantamientos que podrían causar ataques como aguijones de abejas.

El aire se distorsionó, y atacó a Saito.

"Air Hammer."

En ese instante la espada estaba levantada, pero, tomado por sorpresa, Derflinger no pudo absorverlo.

Recibiéndolo por completo, Saito fue lanzado al aire.

"Maldición..."

Sin embargo, ese ataque no tenia mucha fuerza.

Parecía como si ambas partes carecieran de un golpe decisivo. Para igualar la velocidad de Gandalfr ella tenía que esforzarse demasiado. Debido a que no tenía demasiado tiempo para su invocación, no podia usar encantamientos poderosos. Naturalmente, los témpanos voladores y el Air Hammer eral algo débiles.

En cambio, Tabitha era veloz.

Con un cuerpo pequeño y ligero, sus movimientos eran más veloces que los de Wardes, con quien había peleado antes.

"Esta chica es así. Los movimientos de un asesino."

Derflinger reveló sus sentimientos.

"¿Asesino?"

"Si. Evitando batallas directas, y cuando el oponente revela sus debilidades, decidiendo la victoria en un instante. Esa chica, cada uno de sus ataques no es muy fuerte. Sin embargo, sus movimientos y velocidad son extraordinarios."

"... comparada a nosotros, ¿No es que tenga una varita?"

"El corazón del compañero sacudiendose, es el por qué"

"Es muy cierto. ¡¿Por qué estoy combatiéndola...!"

Saito no podía mostrar ni la mitad de su poder habitual.

Incapaz de comprender su razón para atacar, no podía pelear con Tabitha.

Antes de darse cuenta, en su batalla defensiva, Saito había sido acorralado. No... incluso si pudiera usar todo el poder de Gandalfr, Saito no sería capaz de pelear con Tabitha seriamente. Ahora, solo empuñaba su espada tratando lo mejor posible para que Tabitha soltara su varita. Saito era de ese tipo de personas.

Los ataques de defensa y ataque continuaron por ambas partes.

Saito y Tabitha se enfrentaban a una distancia de 15 metros. (En ingles dice "15 mails" y realmente no aparece una medida para eso, suponiendo que a pesar de que Saito dice" Era apenas un pequeño espacio" y por la mención de abajo en como se transcurriría la batalla y siendo Gandalr, es distancia parece conveniente).

Era apenas un pequeño espacio.

Instantaneamente, Saito se retiró ligeramente tras la distancia donde podría atacarla inmediatamente. Una distancia a la cual Tabitha pudiera evitarla si él fuera a atacarla...

Era lo mismo para Saito también. Incluso si Tabitha liberaba un hechizo... tenía la confianza de manejarlo desde esta distancia.

"¡Oi! ¡Ya es hora que me des una razón...!"

En ese momento,

"¿Tienes algún problema para hacerte cargo de él?"

Como si reverberara en sus cabezas, una voz podia escucharse desde arriba en el cielo.

La gárgola que habían visto hacía poco tiempo, iba llevando algo detrás y los rodeaba. Era una sombra.

A la luz de la luna, brillo una cabellera rosada.

"¡LOUISE!"

Habiendo perdido su espiritu, se colocó a la espada de la gárgola, como confiando su cuerpo completamente a ella.

instintivamente avanzó hacia el lugar directamente bajo ella... pero antes de poder hacerlo, Tabitha bloqueó su camino.

"Tú... ¡Haste a un lado!"

Con ojos que no revelaban ninguna emoción como siempre, Tabitha miró a Saito.

"No hay razón para que ella se haga a un lado. ESta niña es el Caballero de North Parterre. Nuestro leal perro guardián."

"¿Perro guardián?"

"Algo interesante, ¿eh? Chevalier contra Chevalier. Una combinación por la cual mi Maestro estaría brincando de gusto."

Tabitha dobló ligeramente su cuerpo y levantó su varita.

Muy Pesado...

El aire alrededor pareció volverse pesado abruptamente.

Sus poderes mágicos se transformaron en un aura que emanaba alrededor de Tabitha, como un halo de calor. Bajo la iluminación de la luz de luna, esa aura se agitaba amenazadoramente.

Azul.

Un aura que era como la manifestación del poder de Tabitha.

Saito trago saliva.

El poder magico de este individuo no es un alarde.

"Oi, Tabitha. Ya que Louise está involucrada, me pondré serio."

"..."

"Ya que eres fuerte, no sere amable contigo."

Tabitha comenzó a recitar encantamientos.

"Oi, Tabitha. Ya que Louise está involucrada, me pondré serio." "..." "Ya que eres fuerte, no sere amable contigo." Tabitha comenzó a recitar encantamientos.

"Hey, Gandalfr. Si no eres serio, saldrás herido. ¿Lo captas? Si continuas como hasta ahora, no podrás salvar a tu apreciada ama."

"¡Hazte a un lado! ¡Solo hazte a un lado!"

A su grito de rabia... Tabitha continuó recitando su encantamiento.

"Laguz Water Is Isa Hagalaz"

Igualando su canto, Tabitha agitó su varita simultaneamente.

Lanzas de hielo rodearon su cuerpo como serpientes.

Guiadas por la varita... las lanzas de hielo rotaron.

Mientras rotaban, se fundieron... mas largas, mas afiladas, y el brillante azul seguía incrementándose.

Derflinger murmuró.

"Esas son 'javalinas'. Su poder destructivo es fuerte. Que no te golpeen, compañero."

"¡Oi, Tabitha! ¡Para salvar a Louise, te mataré! ¿¡Lo captas!?"

El grito de la gárgola reververó.

"También es lo mismo para esta pequeña."

"¡Hazlo! ¡Compañero!"

Saito meneó su cabeza rindiéndose, y saltó.

Simultaneamente, Tabitha agitó su varita descendiendo.

Junto a la varita, las javalinas apuntaron a Saito y se dispararon.

La espada y las javalinas chocaron.

Las javalinas fueron rebanadas y cortadas en pedazos.

Las relucientes astillas de hielo que eran como vidrios rotos, atacaron a Saito.

"¡Espé...!"

En el tiempo en que el hielo se fundía, Tabitha parecía haber levantado la varita sobre su cabeza para disparar otra ronda de javalinas.

"¡La primera ronda era un engaño!"

Gritó Derflinger.

Tabitha había creado dos rondas de javalinas al mismo tiempo.

"¡Uoooooooo...!"

Junto a su grito, la mano izquierda de Saito brilló.

En medio segundo, atacó y tiró a Tabita al suelo.

A horcajadas sobre su pequeño cuerpo, apuntó su espada hacia ella.

Pero Tabitha no soltó su varita.

"¡Suelta tu varita!"

Saito levantó su espada ferozmente sobre su cabeza, y gritó.

Tabitha miró a Saito completamente inmovil.

Esos ojos eran... completamente helados. Cualesquiera que fueran sus emociones, no se mostraban.

La única cosa era, "Matar al enemigo". Porque estaba ahi. Solo podía leer hasta ahi en esos ojos.

En la varita de Tabitha, largas javalinas se apiñaban a su alrededor. Tan solo bajando la varita... las lanzas podrían desatarse, y probablemente atravesarían el cuerpo de Saito.

Sin la más ligera duda, Tabitha agitó su varita.

"¡Alto!"

Saito gritó, hundiendo su espada.

Las javalinas fueron lanzadas, y ¡BANG!, fueron envueltos en vapor de agua.



Tabitha miró a Saito, confundida.

La espada de Saito estaba clavada en el suelo junto al rostro de Tabitha.

Las javalinas de Tabitha que brillaban con un color blanco azulado... atravezaban el costado de Saito. Sangre roja manaba de la herida de Saito... y goteaba en las mejillas de Tabitha.

Las mejillas blancas como la nieve se tiñeron de rojo.

"...¿por qué?"

Sin el menor remordimiento, Tabitha preguntó a Saito.

Saito debio haberme empalado a estas alturas.

Sin embargo, Saito apunto su espada a un lado.

"No lo sé... apunté a un lado reflexivamente. Qué vergüenza... Y tengo que proteger a Louise... ¿Por qué perdoné al enemigo...? Yo..."

Saito murmuró con una cara afligida.

"Pero... tu nos has salvado tantas veces, supongo que no puedo matarte...."

"..."

"Proteger a la persona mas valiosa de mi vida... aun así, ¿como puedo sacrificar a una persona así...?"

Los ojos de Tabitha se abrieron enormes.

Después de eso... desde dentro de los transparentes ojos azules, brotaron lágrimas, escurriendo del costado de sus ojos... y deslizandose sobre sus mejillas.

"¿Qué pasa? ¿Por qué estás llorando? Tu trabajo aún no ha concluido. ¡Lanza tu ataque final rapidamente!"

Tabitha reaccionó, y con "Wind Break", mandó a volar a Saito.

"¡Ouch!"

Tumbado de espaldas, Saito trató de levantarse... pero el costado de su estomago dolía, y su cuerpo se entumeció - no podía moverse.

Tabitha agitó su varita unas cuantas veces.

"¡Gou!" Recitó, y el viento que se agitaba vigorozamente alrededor de Tabitha la envolvió.

En medio de éste, fragmentos de nieve regilgieron, brillando.

¿Seré herido por esta hermosa nieve...? Pensó en un instante.

Tabitha no apuntó su varita a Saito, sino a la gárgola, y la agitó.

Mezclado con la nieve, el viento tempestuoso atacó a la gárgola con terrible fuerza, cortandole las alas. Esta cayó al suelo, lanzando a Louise al mismo tiempo.

Tabitha volteó su cara hacia Saito.

"Termínala."

Soportando el dolor de su vientre, Saito se levantó y avanzó para clavar su espada en la gárgola.

"¡Oh cielos...! Caballero de Noth Parterre. ¿Una mascota desafiando a su amo?"

Tabitha levantó su varita al instante.

"... No te confundas. Yo nunca mostre lealtad a ninguno de ustedes, ni una vez."

Mirando a la gárgola, declaró en una suave voz.

"Reportaré tu traición. Aún así, ya he recibido mi recompenza gratamente."

El momento en que dijo eso....

Del cielo, una inmensa sombra descendió.

Su anchura debió de ser alrededor de 30 metros... era una gárgola gigantezca.

"¡E-Enorme!"

Esta gárgola era varias veces más grande que la anterior.

Tomando a la inconsciente Louise con su mano izquierda, se elevó en un respiro.

Con una sola aleteada de la gárgola gigante, Saito y Tabitha salieron volando y golpearon el suelo con fuerza.

Tabitha, quien se había levantado, silbó.

Rugiendo, Sylphid voló y aterrizó frente a Tabitha.

Ágilmente, Tabitha se agachó sobre Saito y lo apuró.

"Levántate."

Sosteniendo el costado de su vientre, Saito trepó en la espalda de Sylphid. Tabitha sujetó su mano ayudándolo a subir.

"Síguelos."

Tras la breve orden de Tabitha, con un ¡Kyui! ronroneado, Sylphid subió al cielo.



Saito y Tabitha viajaban a la espalda de Sylphid, persiguiendo a la enorme gárgola. ¿Estaba Myoznitnirn controlando a las gárgolas desde algun lugar? Su figura no podia ser vista tras ellos.

"Hey, Tabitha. Dime. ¿Por qué me atacaste? ¿Quienes son esos tipos?"

Tabitha miraba hacia adelante... y murmuró,

"Hablaremos mas tarde."

"Bien."

Saito asintió. Es verdad, no es momento para escuchar razones.

Agitando sus alas, la velocidad de la gárgola no era muy grande. Sylphid podria alcanzarla con facilidad.

Volando bajo la luz de la luna, esa monstruosa figura parecía distinta.

Antes de darse cuenta, Saito recordó el rumor que escuchó en el comedor.

Un jinete de dragón habia visto en los cielos de Tristania, con enormes alas...

Su figura debio confundirse con la misteriosa ave.

Su verdadera apariencia debió ser esta.

Los rumores de que la longitud de sus alas fuera de 150 metros simplemente debió ser una exageración... el tamaño debió parecer varias veces más grande debido a la oscuridad y el miedo.

"¡Más cerca! Como sea, ¡debo hacer algo!"

Tabitha asintió, y le ordenó a Sylphid.

"Más Cerca"

¡Kyui!. En ese momento, cuando Sylphid ronroneo...

En el cielo, un pequeño punto negro comenzó a aparecer gradualmente.

"¿Qu-qué es eso...?"

Eran gárgolas.

Como una parvada de cuervos, en un número que cubría el cielo, las gárgolas avanzaron hacia ellos.

Moviendose por magia, los amarillos ojos de las gárgolas brillaron. Comenzaron a rodear a Sylphid.

"¡Mierda!"

Había docenas de ellas.

Para detenerlos de acercarse a la gárgola que transportaba alouise, los atacaron con sus fauces y garras.

"¡Kyui, kyui!"

Sylphid dejó escapar un sonido aterrado.

Tabitha recitó "Windy Icicle" nuevamente... solo uno de ellos cayó. Debido a su combate previo con Saito, parecía que su fuerza de voluntad se había terminado.

Saito rechinó sus dientes.

Sin armas de fuego, Gandalfr era inútil en una situación como esta.

"¡Maldita sea!... ¿Qué Gandalfr? ¡Sin un arma no puedo hacer absolutamente nada!"

Siendo un caballero o un Chevalier, estaba avergonzado de si mismo por celebrarlo anticipadamente.

En ese momento... Tabitha informó a Saito con suavidad,

"Ahí arriba."

Miró hacia arriba... la cosa que se extendía... era una enorme sombra.

"¿Qu-qué es eso?"

Verdaderamente enorme... además de eso, no habia como describirlo. Volaba con sus negras alas.

Esa apariencia era como un demonio extendiendo sus alas...

Shushushushushu... un sonido único podía oirse de él.

El reporte del jinete de dragón no estaba equivocado.

Su anchura total era más de 150 metros.

"Esta cosa tan grande... ¿En verdad existe?"

Comparado al montón de gárgolas y la que transportaba a louise, era alrededor de 50 veces más grande. Aparentemente, era una gárgola ultra gigante...

sin importar lo que pienses, ir contra tal oponente es irracional.

Si no querían morir, tenían que escapar de ahí.

En lugar de eso, Tabitha no intentó hacer que Sylphid se retirara.

Por el contrario, dejó de perseguir al enemigo, e hizo que Sylphid volara al mismo nivel que esa cosa.

"¡Oi, Tabitha! ¡Es imprudente!"

Tabitha miraba directamente a la gárgola que sostenía a Louise.

Para detener a Tabitha, las gárgolas atacaron desde el frente y se prepararon a romper las alas de Sylphid.

Había siete de ellas.

Eran más de las que Saito podía manejar.

"¡Huye Tabitha! ¡Morirás!"

"Tu me ayudaste."

"¿EH?"

"Ofrezco esta vida por ti."

Por él, Tabitha estaba yendo tan lejos como sacrificar su vida. Desesperado, Saito apretó sus dientes con fuerza.

"¡Maldita sea!"

De un flashazo, las caras de Louise, Siesta y el Sr. Colbert atravesaron su mente.

¡Qué con lograr los deseos del profesor!

¡Qué con las cosas que puedo hacer!

¡Proteger a la chica que amo... ni siquiera puedo hacerlo!

"¡Profesor! Las cosas que usted hizo, no puedo hacer la mitad de ellas... no, ni siquiera la décima parte!a

De cara al cielo, Saito gritó.

Las siete gárgolas se aproximaban desde el frente...

Al momento en que se cruzaran, Tabitha, Sylphid, y él mismo... serían cortados en pedazos por esas afiladas garras. En ese instante en que pensaba que sería golpeado y caería...

Desde la gigantezca negra sombra, las llamas se extendieron.

Esa era... una llama rugiente.

Como una serpiente, rodeo a las gárgolas que trataban de golpearlos... y las redujeron a cenizas.

Saito y Tabitha estaban sorprendidos, y miraron arriba hacia el cielo.

"¿Por qué?"

"¿Aliados...?"

Podian oir voces.

"Ni la décima parte. ¿Qué significa eso?"

Desde los cielos, esa voz resonó.

Como si se transmitiera por un megafono o algo parecido, hizo un extraño eco.

Sin embargo, esa voz hizo sonar una campana.

En el laboratorio, en el salón de clases, en el patio... una voz que escuchó muchas veces.

"¿Profesor?"

Murmuró Saito.

Agitó su cabeza despues de eso. Era una alucinación, el profesor supuestamente había muerto.

Era solo una voz imaginaria que escuchaba cerca del final.

El ataque de las gárgolas continuaba. Sylphid comenzó nuevamente a evadir los ataques ferozmente. Debido a esto, Tabitha y Saito solo podían asisrse con todas sus fuerzas. No podian contraatacar.

"Tú no eres Yo, ¿Cierto? No hay por qué avergonzarse."

Esa voz podía oirse de nuevo.

Saito levantó su cara y gritó,

"¡¡¡Profesor!!!"

No había oido mal. Era la voz de Colbert.

Su corazón latía de júbilo y sorpresa.

Guonguonguon... Sonaba el cielo.

Shushushushushushu... El sonido se hacía más fuerte.

La ultra grande sombra descendió lentamente, y se acercó a ellos que eran atacados por las gárgolas.

La boca de Saito se abrió completamente.

La cosa que parecia como un demonio, o una misteriosa ave... eran sus enormes alas.

Si.

Esas tenían que ser alas. Enormes alas con una longitud de aproximadamente 150 metros. Tras de las alas, varias enormes propelas giraban.

Ese era un objeto volador que tenía alas en forma de un triángulo isóceles, y enormes propelas con un fuerte empuje...

Algo diferente a la misteriosa ave, esta era la cosa real.

Cuando vió las propelas... la esperanza de Saito se transformó en realidad.

"Está vivo..."

Tras eso, una voz de mujer que contenía un excelente y sensual encanto que no había escuchado en un largo tiempo, resonó.

"Ustedes, ¿Qué estaban haciendo? Parecía divertido, ¿No creen? ¿Desde cuándo hacen amistad con gárgolas?"

A esa voz, Tabitha levantó su rostro.

"Pensaba llegar secretametne a la academia, y mostrar el Ostland para sorprenderlos a todos. Pero recientemente, cometimos un error y accidentalmente navegamos hacia el cielo de Tristania, tras lo cual regresamos frenéticamente."

"¡Kirche!"

Con seguridad, esa era la voz de kirche que no se había mostrado en la academia desde que llevó los restos de colbert a Germania.

Después, la voz de Colver pudo escucharse.

"Como sea... las 'serpientes voladoras" van a moverse, sean cuidadosos."

Saito gritó a Tabitha.

"¡En Picada!"

Tabitha asintió. Sylphid bajo su cabeza y escapó callendo en un suspiro.

Baraaa... barabarabarararararaaa! Muchos disparos se escucharon de las troneras bajo el Ostland.

Detrás de las balas que caían, brillaba un resplandeciente fuego encendido.

Tras eso, ¡shupooooo! El sonido que había escuchado cuando era perseguido por los jinetes de dragón en Albión el otro día, resonaron en el cielo.

Como fuegos artificiales lanzados al cielo nocturno, las serpientes llameantes de Colbert se encendieron completamente.

Las puntas de las serpientes voladoras estaban equipadas con un artículo mágico "detector de magia". Ese artículo mágico reaccionaría hacia las gárgolas, y las serpientes llameantes avanzarían hacia ellas rápidamente.

En general, había dos o tres serpientes llameantes persiguiendo a cada gárgola.

En un punto cercano a las gárgolas, las serpientes llameantes explotarían, convirtiendo a las gárgolas en pedacitos.

Las gárgolas no podían pensar en escapar. Una a una, fueron cayendo al suelo.

Una de las serpientes reaccionó a la magia de Tabitha, y voló hacia ella.

Saito Saltó de arriba de Sylphid, y la atrapó.

Antes de que lo supiera, no podía sentir el dolor de su costado.

El profesor está vivo.

La persona que me reconoce... aún vive.

La persona que me ha ayudado tantas veces sigue con vida.

Y de nuevo... está tratando de salvarme.

Ese hecho le dio a Saito el coraje.

"No estoy solo."

Las runas de su mano izquierda brillaron.

Usando la explosión justo ahora, sosteniendo a Derflinger con su mano izquierda, Saito atrapó una de las serpientes llameantes en el aire.

Aferrándose a ella, con una altura similar a la de Saito, forzó la cabeza de la serpiente para volar hacia la gárgola que transportaba a Louise. El artículo mágico que tenia el Detector de magia, sintió la gárgola, y se dirigió rapidamente hacia ella.

Arriba de la serpiente llameante, Saito adoptó una postura como si se inclinara en una tabla de surfear.

Se aproximaba a la gárgola a una furiosa velocidad.

Calculó propiamente.

Precisamente un segundo antes de la colisión, Saito saltó desde arriba de la serpiente, y cortó através del brazo que mantenía prisionera a Louise. Así, atrapó a Louise en el aire.

Casi simultáneamente, una explosión ocurrió revelando que la serpiente y la gárgola cuyo brazo fue cortado, volaron en pedacitos.

Fueron lanzados hacia arriba por la fuerza de la explosión... pero Saito no soltó a Louise.

Fragmentos de la gárgola chocaron con su cuerpo, causándole mucho dolor.

Y aún así, Saito no soltó a Louise.

Se elevaron por la explosión hasta alcanzar la máxima altura, y comenzaron a caer debido a la gravedad.

Había marcas de lágrimas en los ojos de Louise.

Viendo eso, Saito comenzó a pensar en los pensamientos que oprimían su corazón. ¿Había quedado libre del hipnotismo mágico debido a la gárgola...? Esos ojos se abrieron rápidamente.

"¡Hola! ¡Hola!..."

Saito dijo, y...

"¡Suéltamme!"

Louise comenzó a luchar.

"¡I-idiota!, ¡Estamos cayendo! ¡Deja de luchar!"

"¡No me importa! ¡Es suficiente, suéltame! ¡¡Te odio!! ¡Solo muere! ¡Te odio a tí y a la princesa! ¡Ambos me mintieron! ¡Definitivamente imperdonable!"

"Ya lo dije, así acabaron las cosas..."

Aún cuando Saito trataba desesperadamente de calmarla, Louise aun estaba gritando y luchado con sus manos. Tal vez ella podría liberarse accidentalmente. Sería terrible si se separaran durante la caida. De alguna forma debo tranquilizarla.

"¡Te odio! ¡Déjame ir! ¡Es suficiente!"

Mirando a la gritona Louise... Saito supo que no podría hacerla entender con palabras.

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¿Qu-qué debo hacer...?

No podía hacer más que preocuparse. Saito miró directamente a Louise, y dijo.

"Te amo, Louise. ¡Solo a ti!"

"¡Mentiroso!" ¡No te creo! ¡Te ODIO!"

Louise dejo correr su ira cada vez más.

Si no hay otra manera. Maldición, si las cosas son de esta forma...

Saito abrazó a la rabiosa Louise firmemente. Louise estaba pateando y luchando, pero él presionó sus labios fuertemente contra los suyos. Louise, quien había estado luchando por un poco tiempo más... eventualmente... ngu... murmuró, y se quedó quieta.

¡Pero vamos a morir si continuamos cayendo así!... Mientras pensaba de esta forma, ¡buon! Su voz pudo escucharse cuando Sylphid los atrapaba.

Abrazando a la aún sollozante Louise, miró hacia el cielo...

Bajo la luz de la luna, navegando enormemente en el cielo, el Ostland en el que viajaban Colbert y Kirche podía ser visto.


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