Zero no Tsukaima Español:Volumen12 Capítulo1b

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Segunda Historia: ¡Cuerpo de Caballeros del Espíritu del Agua, A la Carga!


Capítulo 1


"Me arrepiento. Yo, el sub-comandante del Cuerpo de Caballeros del Espíritu del Agua y el familiar de la dama de la cámara privada De la Valliere's, Saito Chevalier De Hiraga, dentro de los terrenos de la enfermería de la Academia Mágica de Tristain, usando ambas manos, masajeé los pechos de la señorita Tiffania inapropiadamente. Sin embargo, esto no fue hecho por proposición mía, sino por la petición '¿Estas cosas parecen falsas?' de la que recibió, por ende, estaba totalmente ausente de algún oculto motivo sexual. En el año 6243 en el calendario de Brimir, en la semana de Ing de la fase lunar de Hemdall. El Saito Chevalier De Hiraga de Su Majestad."

Solemnemente, Saito leyó la cláusula de arrepentimiento. Sin embargo, él se veía miserable. Él fue despojado de su usual parka y estaba solo en su ropa interior. En su cuella colgaba un cartel de madera. Allí, en el lenguaje oficial de Tristain, estaba escrito:

'No me gustan los pechos grandes.'

Al lado de Saito estaba parada Siesta, con una gran sonrisa en su cara. Atrás de ella... con su espalda hacia Saito, sentada en una silla, Louise escuchaba la cláusula de arrepentimiento.

Su espalda emanaba una persistente y helada ira. Aún cuando había pasado un tiempo desde aqello, la ira de Louise no solo no había disminuido, sino había crecido más fuerte que antes. -¿Quizá incluso sea un veneno que mate un pajarito que pase por aquí?- pensó Saito negativamente. Tres días habían pasado desde que Saito salto desde la ventana de la enfermería. Cuando él estaba apunto de chocar contra el suelo, fue el familar de Tabitha Sylphid quien salvó su pellejo.

Pero aunque Saito evitó milagrósamente serias heridas... no le fue posible escapar de Louise sin ninguna herida, más aun, heridas mágicas. Como no podía moverse, fue capturado fácilmente y llevado a la habitación, donde tuvo que aguantar durante tres días segidos, continuas violencias y 'arrepentimientos' forzados.

El nivel de ira era mayor que todas sus anteriores. No solo él la había ignorado cuando ella estaba dispuesta, él incluso se había ido a la enfermería para agarrar los pechos de esa semi-elfa.

No podía ser de otra manera, pues había sido tratada como una tonta. Uno tiene que estar agradecido por que ella no haya tomado su vida. "¿Cómo estuvo el arrepentimiento de Saito-san ahora, Miss Valliere?

Siste le pregunto a Louise con una sonrisa. Louise estaba en silencio. Con un fuerte suspiro, Siesta sacudió su cabeza. "Rechazado, supongo."

La vena de la sien de Saito empezó a palpitar. ¡¿Pero cuantas veces más debo de arrepentirme hasta que ella este sastifecha?! No importaba cuantas veces el escribía, nunca complacía a Louise.

Saito no estaba al tanto de la razón detras de los paseos de la semana pasada de Louise. Y porque él no entendía cuan terriblemente había herido el orgullo de su señora, se estaba acumulando su ira por ser tratado de esa forma.

Caray. ¡Sí, yo estaba tocando sus pechos, pero solo porque Tifa me lo pidio! ¿Por qué esta chica excesivamente celosa es tan egocéntrica? La ira Saito temblaba de ira.

¿Qué pasaría si alguien se casa con una chica como esta?

Saito se sumergió en una fantasía.

De seguro::: cuando el regrese de su trabajo, ella olisquearía su aroma.

"¿Qué es este perfume?"

"Ah, supongo que se me impegnó en el metro, estaba lleno"

"¡¿No te dije que no estas permitido acercarte a una mujer por mas de dos radios de metro?!

"Eso es absurdo"

"¡No es absurdo! Si ella se acerca ¡Empújala! Probablente el sentido común no funcionaría...

O talvez... ésa es la razón por la cual esta chica nunca le dijo que lo amaba, era solo un fuerte deseo de dominarlo. Saito miró la espalda de Louise.

Es verdad, Louise es aun una niña... penso Saito, mirando la espalda de la niña quien era un año menor. En este mundo, un año compuesto por doce meses, los cuales consiten en cuatro semanas y éstos por ocho días. En este mundo, un año son 384 días.

Louise, a los diciséis años, es un año menor que Saito, pero en el mundo de Saito, un año tiene 365 días, una diferencia entre ellos era 16x19 y así 304 días, dejandolos con una edad casi identica en años terrestres... Saito sacudió su cabeza en esos pensamientos. Aún cuando el no es malo en matemáticas, it no era algo en lo cual pensar en este momento.

De todas formas, Louise era casi de la misma edad que Saito.

Y aún así, ¡Qué inmadura era esta niña! Saito, sin darse cuenta de su propia insensibilidad, tuvo esa impresión de Louise. Mientras pensaba en ello, una helada ira se formó.

Y en cuanto a Louise, para prevenir que él se escape, ella se apoderó de todas las ropas de Saito. Y para dejar las cosas peores, él tenía que agachar su cabez frente a ella... Oye Louise. Tu pecho no es lo único inmaduro de ti...

Saito agarró el cartel 'No me gustan los pechos grandes' con tal fuerza que se trilló.

No, no es que la odie... es amor en todo caso, pero, no del todo... Saito entrecerró los ojos y miró hacia arriba, pero no habían estrellas visibles. Estaba el techo. Sí, quiero ver las estrellas. Cuando estaba pensando vagamente sobre sus razones para verlas, Siesta murmuró.

"Umm... Saito-san. ¿Puedo preguntarte algo?"

"¿Hm? ¿Qué es?

Después de ver que la cara de Siesta se volvía profunda, Saito tambien se puso serio.

"¿Son los pechos de Tiffania-san reales de verdad?"

"Sí. Creo que son reales."

"¿Se sentían algo así?"

Siesta tomó la mano de Saito y los presionó en su pecho.

Los pechos de Siesta cubrieron las palmas de Saito y los empujaron un poco hacia atrás. Aunque usualmente él se excitaría y le saldría sangre por la nariz, por la casual actitud de Siesta, Saito estaba despreocupado y sobó los pechos de Siesta.

"Bueno, se siente familiar, pero..."

"¿Eran más grandes? Dime la verdad, por favor."

Saito asintió solemnemente, Siesta asintió también.

"¿Quisieras tocarlos diréctamente? Solo de esa forma puedes evaluar la talla real corréctamente."

Murumuró Siesta.Tentado, Saito asintió. "Oh no, no puedes."

Louise, con su látigo de montar en su mano, ferozmente azotó a la criada y al familiar.

"¡Duele, duele!

"¡Detente!¡Oye!

Entonces, la cara de Louise se retorció y mirando hacia otro lado le dijo a Saito.

"¿Qué hay con el arrepentimiento?"

Su voz era cortante y su cuerpio temblaba. Su cuerpo estaba hirviendo de ira con esas palabras. Esa era el aura que ella emanaba.

Sin embargo, Saito estaba en su límite. La única cosa que podía ayudarlo.

Simplemente las palabras 'te amo'.

Pero Louise no solo no devolvía mis sentimientos, pero tambien demandaba más arrepentimientos.

Esta chica.

"...¡Es suficiente!"

"¿Si?"

Louise dijo, mirando a Saito. El coraje que Saito reunió se desvaneció en un instante.

¿Por favor, es suficiente?

Louise estaba convencida desde un principio que las palabras de Saito eran mentiras.

"¿Piensas que esto es suficiente? ¡Que tu los tocaste solo porque te lo pidio, que clase de mentira es esa! ¿Oye? ¿Se sintió bien? ¿Estabas feliz de tocarlos? ¡De seguro se tuvieron que sentir bien!"

La vena en la cabeza de Saito palpitó.

"¡Sí, se sintieron bien! Mejor que los de cierta persona..."

"Cual persona?"

Honestamente Saito se desvaneció hasta sus más pequeñas moléculas y decidió lanzar una mentira por el momento.

"Guiche"

Sin embargo, en este día todas las palabras eran inútiles contra Louise.

"Heeh, ya veo. Así que estoy en el mismo nivel que Guiche. ¿Éso es lo que tratas de decirme?"

"¡Y-yo no dije tal cosa!"

"Lo siento. De verdad. Realmente lo siento. Estoy honéstamente arrepentido."

Pero, Louise hizo orejas sordas para todas las excusas. Ambos, con sus mandíbulas apretadas, se miraron el uno al otro. Después de mirarse un rato más, Saito tomó sus jeans, su parka y a Deaf del rincón de la sala y suspiró.

"¡Saito-san! ¡¿Adónde vas a ir?!"

Se veía claramente sorpresa en la cara de Siesta.

"Afuera. I can't soportar ser tratado así por siempre."

Saito se volvió para salir de la sala. Siesta trató de seguirlo, pero fue detenida por Louise.

"Déjalo solo."

"Pero, pero..."

Siesta miró entre Louise y Saito y suspiró.


Después de que Saito se fue de la habitación, el primer lugar al cual se dirigió fue al laboratorio de Colbert. Estaba construido al lado de la Torre de Fuego.

Viendo que había luz dentro, Saito se sintió relajado. El profesor podía dejarlo quedarse por una noche.

"Colbert-san..."

La mano de Saito que estaba apunto de tocar la puerta se paralizó.

"Hey Jean. Es hora de ir a dormir."

"Señorita Zerbst, por favor regrese hacia su propio dormitorio inmediátamente. Este es mi laboratorio y usted es mi alumna."

"¿Ara? Me está tan tarde?"

"¡O-oye, det-detente, heyyy!"

Saito se fue del laboratorio de Colbert. Por como se tornaron las cosas, no le parecía que hubiera suficiente espacio para que pudiera pasar la noche allí.

Entonces Saito se fue hacia la torre de los dormitorios masculinos. Si las cosas llegaron hasta este punto, puedo pedirle a Guiche que me deje entrar, él pensó.

Cuando se paró enfrente de la puerta de Guiche y estuvo apunto de tocar...

"¡Vamos, Montmorency! ¡No digas nunca! ¡Yo soy solo tuyo!"

"Mentiroso. ¿Para qué son esas ropas entonces?"

"Es un regalo para tí, lo conseguí desde Tristania."

"¡¿Entonces por qué todas las tallas son diferentes?! ¡¿A cuántas más planeabas regalarlas?!"

Luego Montmorency empezó a golpear a Guiche continuamente. Se oía sonidos de una violenta lucha desde dentro. Por lo que se ve...Guiche tambien esta en problemas.

Saito se apoyó contra la pared, planeando esperar hasta que todo el problema acabe.

Pero Montmorency no parecía dejar la habitación pronto. Colocando la oreja contra la pared, él oía los sollozos de Montmorency y la voz de Guiche intentando calmarla.

"Estoy preocupada. Eres el comandante de de la guardia imperial ahora. Las chicas no te dejaran solo."

"No digas cosas tontas. No nocesito a nadie que no seas tú. Ahora, mi Perfume, muestrame tu hermosa cara."

La modestia de Montmorency, algo que ella no le había mostrado a nadie, dejó a Saito estupefacto. ¡¿Qué, Monmon puede ser tierna tambien?!

Alguien con el cabello rosado no lo era... murmurando, Saito se alejo penosamente.

Al final, Él tendrá que ir al lugar de reunión del Cuerpo de Caballeros del Espíritu del Agua. Aunque se volvió un lugar de reunión, originalmente no lo era, porque estaba construido con el salario de chevalier de Saito para guardar el Zero fighter.

Hubiera ido allí desde un principio, pensó mientras se acercaba al establecimiento. Habían luces encendidas dentro. ¿Quién podría estar allí en medio de la noche? Su estan tomando, entonces me junto con ellos. Cuando el observó por la luz de la ventana, vió un espectáculo increíble.

"Que poema tan fantástico, Malicorne-sama."

¡Una bonita chica de cabellos oscuros estaba sentada al lado de Malicorne! El color de su capa mostraba que ella era de primer año. Era una chica bien tierna. Dos personas componiendo poemas. Malicorne, con una cara presumida, recitó otro verso.

"Mi redonda panza es un fragmento de la Luna que ilumina tu noche..."

"Panza huh? Pensó, pero la chica estaba escuchando hipnóticamente. Al parecer la primavera por fin llegó al patio de Malicorne."

Malicorne tímidamente le pregunto a la chica.

"¿Oye, qué opinas sobre mi cuerpo?"

"¿Qué Malicorne?" Su nerviosismo le llegó tambien a Saito.

Por un momento, se veía preocupación en los ojos de la chica, luego hizó le hizo una gran sonrisa a Malicorne.

"Tu eres algo gordo... pero eso no me importa."

Aah... que chica tan tierna. Saito casi llora.

"...'Gordo' sonó como una poderosa palabra, ¿Puedes repetirlo otra vez?"

Con una excitada voz como la de un hombre que encontró una mina de oro, pregunto Malicorne.

"¿Eh? Gor-gordo..."

Avergonzada, la chica contesto, Las mejillas de Malicorne se sonrojaron.

"Répitelo esas palabras de nuevo." "¿Gor-Gordo?" "Má-más. ¡Más!"

La chica estaba apunto de llorar, pero repitió esas palabras de nuevo.

"Gordo."

"Haah haah. Genial. Ahora más fuerte. Añade algun sentimiento de abuso en ello."

"¡Fat!"

"¡Naaa!"

Definitivamente la primavera llegó. Decidió no molestarlos, Saito se fue del lugar de reunión.


Sin tener ningún otro lugar al cual poder ir, Saito se dirigió hacia el salón comedor de Alviss en la torre. Cuando entró al salón por la puerta trasera, un fantástico espectáculo se formo enfrente de él.

Los alvisses que estaban en el banco de la pared durante el día, estaban ahora danzando. Combinado con la luz de la luna que caía por la ventana, se veía como si fuera un sueño.

"Cuando la noche llega, ellos bailan."

Él recordó las palabras que Louise dijo antes.

Saito se tornó hacia el banco en donde los alvisses estaban puestos. Como sus ocupantes estaban bailando, él pensó que podía usarlo como cama.

Saito se acostó en el banco que estaba a la altura de su pecho. Exceptuando de que de hecho era duro, era una cama decente.

Él enrrolló su parka y lo puso bajo su cabeza como si fuera una almohada, intentando tener un poco de descanso por el momento, y así cerró los ojos.

Sin embargo, sus pensamientos sobre el día siguiente no lo abandonaron.

No podía volver a esa habitación otra vez. Saito aún se acordaba de la crueldad de esos últimos tres días. Comparado con la cantidad de amor, la cantidad de enojo era injusto.

Aún si ella llora o se disculpa no volveré, pensó Saito determinadamente.

Mientras más pensaba, mas rabia sentia. Dormir así... Saito oyó un extraño ruido que venía desde la esquina del banco.

¿Es una rata? pensó mientras miraba. Un antiguo jarrón cayó y algo estaba ligera, pero ruidosamente moviendose debajo del jarrón

Saito se estiró y levanto el jarrón.

"¿Qué?"

Debajo, estaba una figurita femenina de un alviss. Como estaba en un rincón, ésta estaba cubierta de polvo.

"Mira, estas totalmente negra."

Saito sacó el pañuelo de su bolsillo y limpió el alviss.

"Ahora estás mejor. Oye, ve a bailar con tus amigos."

Traqueteando, poco a poco, el muñeco dio unas cuantas vueltas enfrente de Saito.

"¿Quiéres agradecerme"? Interesante."

Después de dar una reverencia de gratitud, corrió hacia el salon comedor, en donde habían un montón de alvisses bailando. La figurita se unió al circulo de bailadores y pronto se volvió indistinguible.

La silenciosa danza continuó bajo la lúz de las dos Lunas, esta lúz que podría ser llamada misteriosa.

Saito recordó el baile en donde había bailado con Louise.

Ha pasado un año desde entonces... la personalidad de Loiuse no ha cambiado desde entonces. Con un profundo suspiro, Saito sacudió su cabeza y cerró los ojos otra vez.


Mientras tanto, dejada sola en la habitación, envuelta en sábanas, Louise estaba silenciosamente acostada en la cama.

¿Que Tiffania te lo pidió por si sola?

¿Acaso cree que caeré con una mentira tan obvia?

Hay un límite de cuanto quieres que sea una tonta.

Yo creo que la tocaste por tu cuenta. Por tu cuenta...

Louise fírmemente mordió el futón.




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