Zero no Tsukaima Español:Volumen2 Capítulo9

From Baka-Tsuki
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La Batalla Final[edit]

A la mañana siguiente:

En el puerto de Newcastle dentro de la cueva, Saito hacia fila para abordar el Eagle, rodeado de personas presurosas que no habían podido irse con el Marie Galante.

“Por causa del amor, a veces es necesario dejar libre…” Murmuró Derflinger silenciosamente. Este colgaba de un cordón en la espalda de Saito. Era insoportable, durante días como esos no tener alguien con quien hablar.

-“Deja de decir eso…”

-“¿Por qué?”

-“Me siento mal cuando lo dices”

-“Ósea, cuando digo ‘por causa del amor a veces es necesario dejar libre’ ¿…Eso?”

-“¿Por qué no dejas de decirlo?”

-“Entiendo. No lo diré nuevamente, si mi compañero me lo pide. Aun tenemos que discutir unas cuantas cosas de nuestro futuro. ¿Has decidido a donde iremos, ya que tenemos tanto tiempo libre ahora?”

-“Talvez a Rub’ Al Khali.”

-“¿Y allí buscaremos la manera de volver al mundo de mi compañero?”

-“¿Porque buscarías eso? Soy el único aquí que no pertenece a este mundo, ¿verdad?” dijo Saito.

¿Una forma de volver a casa? Louise dijo que ella le ayudaría en esa búsqueda, pero no podía depender mucho en eso. Sin embargo, dejar la ciudad de Louise era algo difícil que hacer.

-“Entonces debes volverte un mercenario”

-“¿Mercenario?”

-“Si. Con una espada al hombro, buscando una batalla hoy, luego vagando hacia otro país y otro campo de batalla mañana. La paga no es buena, pero por lo menos la ira es satisfecha, ¿cierto?”

Saito murmuró.

-“Y un mal compañero de equipo.”

-“Qué, sin mi como tu compañero, un tipo ordinario como tu sería abandonado instantáneamente.”

-“¿Incluso si tu enorme poder se esta oxidando?”

-“Que grosero eres. Pero te perdono, ya que eres mi compañero. Por cierto, compañero, recordé algo el otro día…”

-“¿Qué?”

-“Compañero, ¿te llaman Gandalfr, verdad?

-“Ajá, ya que ese es el nombre del familiar legendario. Cuando lo escuché por primera vez estaba sorprendido. Yo-”

-“Espera. Espera solo un momento compañero. Creo que recuerdo el nombre…”

-“¿En serio?”

-“No. Es un recuerdo extremadamente viejo… Fue hace mucho, acabo de toparme con el en algún rincón de mi cabeza.”

Derflinger seguía murmurando “hm”, “Aha”, y “aah” repetidamente.

-“Tal vez estás confundido ya que eso fue hace mucho tiempo. De todas formas, ¿donde está la cabeza de una espada?”

Derflinger pensó en ello por un momento.

-“¿En la empuñadura tal vez?” dijo él, haciendo reír a Saito.

Finalmente era el turno de Saito abordar la nave. Cuando caminaba por la pasarela, vio que la nave de refugiados era todo lo que uno podía esperarse: Muchas personas apretujadas una al lado de la otra, así que no era posible encontrar un lugar para sentarse en la cubierta.

Saito miró la cueva de piedra caliza desde la borda. En ese momento, Louise estaba en medio de su boda. Saito cerró fuertemente sus ojos ante ese triste pensamiento.

Más personas seguían abordando la nave, una detrás de otra. Estaba realmente abarrotado, y la masa de personas empujaba a Saito por la cubierta. El codo de alguien golpeo su brazo herido, haciendo gritar a Saito.


Mientras tanto, en la capilla donde colgaba el retrato del Fundador Brimir, Wales, el príncipe heredero, esperaba que el novio y la novia aparecieran. No había nadie más, ya que todo el mundo se estaba preparando para la batalla que se avecinaba. Wales también había planeado, una vez terminara la ceremonia, preparase para la batalla. Wales estaba vestido con el uniforme formal del príncipe heredero. Vestía un manto púrpura brillante, el símbolo de la familia real, y un sombrero de 7 alas coloreadas, símbolo de la familia real de Albión.

La puerta se abrió, Louise y Wardes habían llegado. Louise estaba allí mirando, como estupefacta, así que Wardes tuvo que pedirle que viniera a pararse frente a el.

Louise estaba confundida. Todo paso tan de repente. Wardes se apareció en su habitación esta mañana y la trajo aquí, sin siquiera despertarla apropiadamente. Ella estaba confundida, por que sentimientos desesperados posaban en su mente. Ella llego aquí sin pensarlo, todavía medio dormida. Ya que el príncipe había determinado morir, y con la actitud de Saito ayer, ella estaba muy deprimida.

Wardes, luego de decirle a Louise que era “tiempo de realizar la boda”, puso un velo de novia que tomo prestado de la familia real de Albión en la cabeza de Louise. El velo estaba primorosamente hecho, y las flores, que estaban eternamente frescas debido a la magia, hacían que se viera indescriptiblemente bella.

Entonces, Wardes quitó la capa negra de Louise y la reemplazo con una blanca, que también fue tomada prestada de la familia real de Albión. Solo estaba permitido a las novias usarla, ya que era la manta de una virgen.

Sin embargo, incluso mientras era vestida por las manos de Wardes, Louise seguía indiferente. A pesar de eso, Wardes entendió esta actitud de Louise como una evidencia de su consentimiento.

Wardes y Louise se pararon frente a Wales, que los esperaba bajo la imagen del Fundador Brimir, vistiendo su uniforme oficial. Wardes, quien vestía sus ropas comunes y su manta mágica, hizo una reverencia.

-“Pues bien, empecemos la ceremonia.”

La voz del príncipe alcanzo los oídos de Louise, pero sonó como el débil tintineo de una campana lejana. La mente de Louise estaba aún perdida en la niebla de sus propios pensamientos.

-“Novio, Vizconde Jean-Jacques Francis de Wardes. Tomas esta muchacha como su esposa, y juras respetarla y amarla en el nombre del Fundador Brimir?”

Wardes asintió solemnemente y agarro el bastón con su mano izquierda, sosteniéndolo frente a su pecho.

-“Lo juro.”

Wales miró a Louise y sonrió alentadoramente.

-“Novia, la tercera hija del Duque de La Vallière, Louise Françoise le Blanc de La Vallière…”

Wales leía el juramento con clara voz.

Justo entonces, Louise se dio cuenta que estaba en medio de la celebración de una boda. Su compañero, el confiable Wardes, a quien una vez anhelo. Un matrimonio arreglado por sus padres. Solo que ahora, su infantil, despistado y distante futuro empezaba a volverse realidad.

No es que yo odie a Wardes. Quizás incluso me guste. Pero si es así, ¿por qué siento tanto dolor? ¿Por qué me siento tan triste?

¿Es porque presencié como un reino se convierte en ruinas? ¿O es porque estuve frente a un príncipe que desertó de su amor y sus esperanzas, para morir?

No es eso. Aunque esos fueron eventos tristes que le dolieron, no habría tal nube de tristeza ocupando su mente solo por causa de eso.

Era una nube profunda, melancólica, con la cual era difícil lidiar.

Repentinamente, Louise recordó la expresión en la cara de Saito cuando ella le menciono “matrimonio”.

¿Por qué le dije algo así?

Es porque quería ser detenida por alguien.

¿Por quién?

Porque quería que Saito me detuviera.

¿Por qué?

Louise empezó a ruborizarse pensando en una razón. También pensaba en la razón por la que la noche previa, ella, aunque sentía una profunda pena, saltó tan fácilmente a los brazos de Saito, con quien se encontró accidentalmente en el corredor. Pero, ¿eran reales esos sentimientos? No lo se. ¿Pero no vale la pena descubrirlo?

Después de todo, no importa que tan emocionada o triste ella se sintiera, nunca antes había saltado a los brazos de otro hombre.


Mientras tanto…

En la cubierta del navío de guerra “Eagle”

Saito, quien deprimido se apoyaba contra el borde de la popa, empezó a perder de foco todo lo que le rodeaba.

-“Mmm?”

-“¿Qué pasa, compañero?”

La visión de Saito se volvía más y más borrosa. Justo como cuando el calor abochorna en medio del verano, la visión de su ojo izquierdo empezó a oscilar.

-“Mis ojos están actuando extraño.”

-“Es porque estás cansado.” - Dijo Derflinger, pretendiendo no conocer la verdadera razón.




-“¿Novia?”

Wales miro hacia ella. Louise levanto la mirada presa del pánico.

Tenia la expresión de una persona que no tiene ni idea de lo que esta haciendo allí. Louise estaba confundida. ¿Que debía hacer? ¿Que debía hacer en momentos como estos? Nadie nunca le había enseñado eso. Solo el familiar de Louise, que debía de estar partiendo ya, podría saber la respuesta.

-“¿Estas nerviosa? Esta bien. Es tu primera vez, es normal que estés nerviosa.”

Wales sonrió, mientras le hablaba.

-“Oh querida, todavía debemos seguir el protocolo. Esto solo tiene sentido si seguimos el protocolo. Entonces, déjame repetir. ¿Tomas a este hombre como tu esposo, y juras respetarlo y amarlo en el nombre del Fundador Brimir…?”

Louise se dio cuenta. Ella no debía dudar de su respuesta, esperando que alguien le dijera que hacer. Ella tenia que decidir por si misma. Llena de determinación, Louise respiro hondo, muy hondo y, antes que Wales terminara de hablar, Louise sacudió su cabeza.

-“¿Novia?”

-“¿Louise?”

Dos personas miraron sospechosamente la cara de Louise. Ella miro a Wardes con una expresión triste y una vez más sacudió su cabeza.

-“Adelante, Louise. ¿Te sientes mal?”

-“No, no es eso. Lo siento…”

-“Si el día de hoy no es apropiado, entonces en otro momento…”

-“No es eso, no es eso. Lo siento Wardes, no puedo casarme contigo.”

-Wales observo dubitativamente el repentino revés de las cosas.

-“Novia, ¿este no es el matrimonio que desea?”

-“Si. Exactamente. Quiero disculparme con ustedes, por ser maleducada, fue una decisión difícil de tomar, pero no me quiero casar.”

Rápidamente la cara de Wardes se coloreó de un rojo furioso. Wales se volvió hacia a el y le dijo en un tono avergonzado, dubitativo y arrepentido “Vizconde, estoy terriblemente apenado, pero la novia no quiere continuar con esta ceremonia.”

Sin embargo, Wardes no le presto atención a Wales, y tomó la mano de Louise.

-“… Solo estás nerviosa. Mi querida Louise. No estarás rechazando mi oferta en serio.”

-“Lo siento, Wardes. Te anhelé. Quizás… quizás incluso llegué a amarte alguna vez. Pero, ahora es diferente.”

Entonces, Wardes agarro el hombro de Louise. La expresión de sus ojos cambió. Su cara afable se había ido, y había sido reemplazada por la mirada fría de un reptil.

Wardes gritó febrilmente

-“¡El mundo, Louise! ¡Yo dominaré el mundo! ¡Tú eres necesaria para eso!”

Asustada por el cambio repentino de Wardes, La mano de Louise temblaba.

-“Yo… Yo no soy necesaria para eso.”

Wardes extendió ambas manos, atrayendo a Louise hacia si.

-“¡Tú eres necesaria para mi! ¡Tu habilidad! ¡Tu poder!”

Este Wardes asustaba a Louise más y más. Ni siquiera en sus peores pesadillas ella imaginaba al gentil Wardes gritando o frunciendo el ceño se esa forma. Louise trató de darle la espalda.

-“¡Louise, olvidaste lo que te dije una vez! ¡No eres inferior ni siquiera ante el Fundador Brimir, te convertirás en una maga excelente algún día! ¡Es solo que aún no lo sabes! ¡Ese talento!”

-“Wardes, tu…”


En el navío de guerra Eagle Saito se frotó sus ojos nuevamente.

-“¿Qué pasa compañero?”

-“Mi ojo izquierdo esta actuando realmente extraño.”

-“Eso es solo porque estas cansado.”

Sin embargo, la visión del ojo izquierdo de Saito se distorsionaba más y más.

-“¡¡Uahh!! ¡Puedo ver algo!”

Saito gritó. Era realmente la visión de alguien más.

El ojo izquierdo y el derecho de Saito se sentían como partes completamente separadas.

-“Puedo ver…”

-“¿Qué puedes ver compañero?”

-“Tal vez esta es la visión de Louise.” Dijo Saito.

Ahora el recordaba lo que Louise dijo una vez. “Un familiar se constituye en los ojos y oído de su maestro. Esa es su habilidad.”

Sin embargo, Louise dijo que no podía ver nada a través de mis ojos. Debe ser que hay casos en los que las reglas se invierten.

¿Pero porqué repentinamente puedo ver lo que Louise está viendo?

Saito miró su mano izquierda. Las runas, talladas allí, resplandecían intensamente, aunque el no estaba sosteniendo ningún arma. Ciertamente, debía de estar en lo correcto.

Esta era su habilidad. Ciertamente debía de ser otra habilidad del familiar legendario, Gandalfr.

Veamos, entonces supongo que ¿esto es lo que Louise esta viendo con su ojo izquierdo? Mientras pensaba eso, la curiosidad natural de Saito tomó el control.


Wales, que no podía soportar la actitud amenazadora de Wardes hacia Louise ni un momento más, se interpuso.

-“Vizconde…, es suficiente. Compórtese como un caballe…”

Sin embargo, Wardes golpeo la mano que Wales extendía.

-“¡Cállate!”

Wales se quedo ahí parado, sorprendido por las palabras de Wardes. Wardes estrechó la mano de Louise y ella sintió como si una serpiente se enroscara en su mano.

-“¡Louise! ¡Eres necesaria para mí!”

-“No tengo ningún talento como maga.”

-“¡Ya te lo dije muchas veces! ¡Simplemente no estás consciente de tu poder, Louise!”

Louise trató de sacudirse de Wardes, pero era inútil, debido a la increíble fuerza con la que él sostenía su mano. Con una mueca de dolor, Louise hablo.

-“Preferiría morir antes que casarme contigo Wardes. Ahora entiendo que nunca me amaste. Solo amas el poder mágico que estúpidamente crees que yo tengo. Es cruel casarse con alguien por una razona si. ¡Es un insulto!”

Louise enfureció. Wales puso su mano en el hombro de Wardes, tratando de apartarlo, pero en vez de eso Wardes lo empujo, y Wales cayó al suelo. La cara de Wales se enrojeció y luego de levantarse saco su bastón. “¡Quita tus manos de La Vallière ahora mismo! ¡O de otro modo mi cuchilla mágica te despedazará!”

Sólo entonces la mano de Wardes soltó a Louise. Una sonrisa amable se extendió por sus labios. Sin embargo, la sonrisa era obviamente falsa y forzada.

-“¿Incluso si te lo pido de esta forma no accederías, verdad? Louise. Mi Louise.”

Louise habló, mientras temblaba de ira.

-“No, no hay duda que no es contigo con quien me casaré.”

Wardes miro arriba, al cielo.

-“Y pensar que me esforcé tanto por conquistar tus sentimientos durante este viaje…”

Wardes extendió sus manos mientras echaba su cabeza hacia atrás.

-“Bueno, me imagino que no hay mas que hacer. Supongo que no cumpliré esta meta.”

-“¿Meta?”

Louise se veía dubitativa. ¿En qué el estaba pensando?

Las comisuras de los labios de Wardes se elevaron, formando una sonrisa enfermiza.

-“Es cierto. Debía lograr tres metas durante este viaje. Tristemente, solo logré dos de ellas.”

- “¿Lograr? ¿Dos? ¿De que estás hablando?” pregunto Louise, sintiendo temblores de incomodidad viajar por su columna vertebral. Su mente trabajaba a toda capacidad, intentando descifrar qué estaba pasando.

Wardes levantó su mano derecha extendiendo tres dedos, y dobló su dedo índice.

-“La primera eras tú, Louise. Debía conseguirte. Sin embargo, parece que no seré capaz de lograr eso.”

-“¡Obviamente no!”

-“La segunda meta, Louise, está en tu bolsillo – La carta de Henrietta.”

Louise estaba sobresaltada.

-“Wardes, tu…”

-“Y, la tercera…”

Luego de escuchar decir “la carta de Henrietta” Wales entendió todo, sacó su bastón y empezó a recitar un hechizo.

Sin embargo, Wardes ya tenía preparados dos hechizos completos.

Wardes apuntó su bastón de viento que empezaba a brillar, y con la punta, traspaso el pecho de Wales.

-“M-maldito seas… ‘Reconquista’…”

La sangre repentinamente brotó de la boca de Wales, y Louise gritó.

Wardes murmuro mientras hundía aun más su bastón en el pecho de Wales.

-“La tercera, es tu maldita vida, Wales.”

Con esto, Wales cayó al piso.

-“¡Un noble! ¿¡No eres un noble de Albión también!? ¡Wardes!”

Louise grito mientras temblaba. Wardes era un traidor.

-“Es cierto. En verdad soy parte de la facción de nobles de Albión, ‘reconquista’” Wardes respondió en una voz fría, insensible.

-“¡Por qué! ¿Por qué tu, un noble de Tristain, haría algo así?”

-“Somos los primeros heraldos del futuro de Halkeginia – Una unión de nobles que no tiene fronteras nacionales. Somos sin fronteras.”

Wardes levantó su bastón nuevamente.

-“Halkeginia será unida por nuestras manos, y una vez mas tomaremos la ‘Tierra santa’ de nuestro Fundador Brimir.”

-“Antes… No eras así antes. ¿Qué te ha cambiado tanto? Wardes…”

-“Años, accidentes y el destino. A pesar de que el Wardes que tu conocías cambió, la naturaleza interior de la que hablas no ha cambiado. Y estás hablando demasiado.”

Louise trato de agacharse cuando Wardes movió su bastón. Sin embargo, su hechizo la alcanzo fácilmente, tirándola al suelo.

-“Auxilio…”

La cara de Louise se volvió pálida. Trató de levantarse, pero sus piernas dejaron de responderle.

Wardes echó su cabeza hacia atrás.

-“¡Por esto! ¡Por esto tú rechazaste mi oferta de gobernar el mundo juntos!”

Él empezó a recitar otro hechizo de viento. “Viento Rompiente”. Y Louise fue lanzada lejos como un pedazo de papel.

-“No… Auxilio…”

-“Ni siquiera el más pequeño pajarito puede oírte. ¿Parece que tendrás que inclinar tu cabeza ante mí y reconocer tu derrota, eh, Louise?

Ella había sido lanzada contra la pared, y estaba tumbada en el suelo, gimiendo de dolor. Lágrimas empezaron a rodar por su cara.

Ella aún le pedía ayuda a su familiar, que no estaba allí.

-“Ayúdame… por favor…”

Louise repetía esas palabras como si estuviera recitando un hechizo. Disfrutando el momento, Wardes empezó a recitar despacio.

-“Nube de relámpago”

-“Es una lastima… que tu vida sea arrebatada por estas manos…”

Si incluso el brazo de Saito fue chamuscado por intenso ataque de este hechizo, no había manera de sobrevivir si era golpeada directamente por el.

Por el susto, su respiración era pesada y todo su cuerpo le dolía. Louise, asustada como una niña, gritó.

-“¡Saito! ¡Ayúdame!”

En ese momento, Wardes terminó el hechizo y bajó su bastón, apuntando a Louise y…

La pared de la capilla colapsó con un rugido, y una fuerte ráfaga de viento sopló desde afuera.


- “¡Maldito seas!”

Wardes murmuró

Luego de romper la pared, Saito se interpuso sosteniendo en su mano a Derflinger y detuvo el bastón de Wardes.

- “Tú…!”

Saito blandió la espada de lado a lado. Wardes lo evadió saltando hacia atrás.

Accidentalmente, Saito miró a Louise con el rabillo del ojo.

Luego de gritar sus últimas palabras, Louise se había desmayado y no se había movido desde entonces.

Con el fuego de la cólera en sus ojos, Saito miro a Wardes. El deseo de matar hervía en su cuerpo. Saito balbuceo mientras se mordía fuertemente el labio inferior.

- “¡Imperdonable!”

- “¿Por qué estas aquí, Gandalfr?” Wardes preguntó con una cruel sonrisa en sus labios.

Sin responder, Saito airadamente blandió su espada. Sin embargo, la espada solamente golpeo contra el suelo. Wardes se elevó en el aire, evadiendo el ataque satisfactoriamente.

- “Cierto. Debes de haber sentido que tu maestro estaba en peligro.”

Wardes cruzó los brazos mientras flotaba cerca del retrato del Fundador Brimir. Se veía confiado y seguro de sí mismo.

- “Tú traicionaste a Louise!”

Saito gritó, mientras daba una estocada hacia delante. Sin embargo, Wardes se elevó, lo evadió y aterrizó elegantemente en el piso. Se movía como una pluma.

- “Para cumplir con una meta, no puedes ser selectivo con los medios.”

- “¡Louise creía en ti! Tú eras su prometido… ella te anhelaba cuando era pequeña…”

- “Que tonterías.”

“Wardes evadió la espada mientras flotaba. Entonces agitó el bastón y disparó otro hechizo. Aunque Saito trató de bloquearlo con la espada, el hechizo “Viento rompiente” lo envió lejos.

Saito gimió de dolor al golpear la pared. Su brazo izquierdo, herido, le dolía y por eso no podía moverlo libremente.

- “¿Eso es todo? Gandalfr. Tus movimientos son demasiado lentos. Por lo menos ponle mas empeño y haz que sea entretenido.”

Una sonrisa cruel afloró en los labios de Wardes.

En ese momento, Derflinger exclamó

- “¡Ya recuerdo!”

- “¡¿De que hablas, en un momento como este?!”

- “Cierto… ¡Gandalfr!”

- “¡Qué!”

- “No, en mis viejos tiempos. La mano que me sostenía. Gandalfr. Pero lo había olvidado. Fue hace 6000 años, viejos tiempos.”

- “¡No digas tonterías!”

Wardes despidió “Viento rompiente” nuevamente. Saito trató de esquivarlo pero fue capturado y salió despedido nuevamente.

- “Es tan nostálgico. Podría llorar. Cierto, no, eso es lo que estaba faltando. ¡Mi compañero – Ese ‘Gandalfr’!”

- “¡Ya párale!”

- “¡Estoy contento! ¡Ahora nadie podrá ignorarme! ¡Mostraré lo genial que soy!” Derflinger gritó y su cuchilla empezó a brillar.

Saito quedo desconcertado por un momento y observó a Derflinger maravillado.

- “Derf?”

- “¿Si?”

Wardes recitó “Viento rompiente” de nuevo.

Una furiosa ráfaga de viento voló apuntado hacia Saito, mientras situaba al resplandeciente Derflinger al frente.

- “¡No servirá de nada! ¡Una espada no puede detenerlo!” exclamó Wardes.

Sin embargo, el viento, en vez de enviar a Saito a volar, fue absorbido por la cuchilla de Derflinger.

Y…

La luz que emitía Derflinger se intensificó.

- “Derf? Tú…”

- “¡Esta es mi verdadera forma! ¡Compañero! ¡La había olvidado! ¡Mi cuerpo cansado cambió por si solo! ¡De cualquier modo, es una historia interesante, compañero!”

- “¡Resúmela!”

- “Impaciente. Lo olvidé. Pero no te preocupes compañero. Yo absorberé toda la magia a mí alrededor. Ese soy yo, la mano izquierda de Gandalfr – Derflinger-sama!”

Wardes miró con interés la espada que Saito sostenía.

- “Es verdad, no eres una espada normal. Debí darme cuenta cuando atenuaste mi “Nube relámpago”.

Aún así, Wardes no perdió su confianza.

Sonrió ligeramente, mientras sacaba su bastón.

- “Entonces podemos ponernos más serios, ¿De acuerdo?” Es tiempo que te enseñe porqué se dice que esta magia es la mas fuerte.

A pesar de que Saito se abalanzó hacia el, Wardes lo esquivó como un acróbata y pronunció el hechizo.

- “Viento Ubicuo…” (N.T. La traducción literal es algo como Cavidad de viento ubicuo)

Cuando el hechizo se completó, el cuerpo de Wardes repentinamente se duplicó.

Uno… dos… tres… cuatro… Los dobles de Wardes, junto con el cuerpo real, rodearon a Saito.

- “¡Dobles!”

- “No son solo ‘dobles’”. Es “Viento ubicuo”, distribución desigual…el viento esta distribuido desigualmente. Y no es solo cuestión de apariencia, también tienen un poder sustancial.”

Uno de los dobles de Wardes repentinamente sacó una mascara de su capa y se la puso.

El cuerpo de Saito se estremeció. Estaba temblando de ira y miedo. ¡El hombre enmascarado era Wardes! El hombre que estaba parado junto a Fouquet… ¡el que golpeó a Saito con ese bombardeo no era otro que Wardes!

- “Hombre enmascarado… tú… entonces debes haber sido tú quien ayudo a escapar a Fouquet también. Que hechizo tan engañoso. Puedes aparecer en cualquier parte.”

- “Verdaderamente. Es más, cada uno tiene el poder del original. ¿Te lo dije verdad? ¡El viento esta distribuido desigualmente!”

Uno de los Wardes se abalanzó sobre Saito, mientras el otro recitaba un hechizo, haciendo que el bastón brillara.

“Aguja de Aire”, el mismo hechizo que antes atravesó el corazón de Wales.

- “¡El bastón esta rodeado por un remolino mágico, así que la espada no puede absorberlo!

El bastón temblaba mientas el remolino giraba a su alrededor, formando una cuchilla, cuya punta estaba dirigida al cuerpo de Saito durante el ataque.

Derflinger lo bloqueó, pero aun así el impacto del golpe alcanzó la mano herida de Saito, haciéndolo caer al suelo.

Wardes se rió.

- “No esta mal para un plebeyo. Después de todo eres el legendario Gandalfr. Sin embargo, aquí es donde termina todo. ¡No eres rival para mi hechizo de ‘Viento ubicuo’!”

Gradualmente los Wardes rodearon al caído Saito.

- “¡Oye, espada legendaria! ¡Aquella que ‘Gandalfr’ usó”! ¡Derf!”

- “Eso es lo que soy. ¿Que pasa?”

- “Si eres tan legendaria, entonces haz algo, o de otra manera seremos asesinados.”

- “Bueno, estoy brillando y absorbiendo la magia del enemigo, ¿o no?”

- “No, no es eso, ¿no hay algo mas? ¿Algo como un ataque especial? Como tirar al enemigo de un solo golpe…”

- “¿Qué? Solo soy una espada.”

Uno de los Wardes saltó y trató de alcanzar a Saito con su bastón.

Saito brincó, defendiéndose con su espada, y evadiendo el ataque.

- “¡Inútil! ¡Que tipo de leyenda es esta!”

- “¡Pero no puedes esperar tanto!”

Los Wardes seguían atacando violentamente, pero ya que la espalda de Saito estaba protegida por la pared, solo 3 de ellos podían atacar simultáneamente. De alguna forma logró bloquear todos sus ataques.

- “¡A este paso, seré derrotado! ¡Y asesinado!”

- “¡Santo cielo! ¡Mi más sentido pésame!”

Mientras tanto… a 15 pies del lugar donde Saito estaba peleando, Louise se levantó. Cuando Louise vio a Saito peleando duro, su cara palideció momentáneamente por la sorpresa, pero entonces ella tomo su varita.

- “¡Corre mientras puedas! ¡Idiota!”

Saito gritó, pero Louise no se detuvo. El hechizo fue recitado y la varita fue apuntada. Ella recito el hechizo “bola de fuego”. El hechizo dirigido a Wardes explotó, impactando el suelo a sus pies.

¡Boom! Con ese fuerte ruido Wardes desapareció, mientras Louise observaba sorprendida.

- “¿Eh? ¿Desapareció? ¿Por causa de mi magia?”

Los Wardes restantes trataron de abalanzarse sobre Louise.

“¡Huye!” gritó Saito, pero Louise tercamente empezó a recitar el mismo hechizo nuevamente. Sin embargo, esta vez fue lanzada por los aires gracias al bastón de Wardes.

Saito observo con asombro.

Empezó a temblar de rabia. Cuando el cuerpo de Louise golpeó la pared justo ante sus ojos, un rugido como de bestia escapó de su boca.

- “¡Como te atreves a hacerle eso a Louise…!”

Una vez que el cuerpo de Louise fue lanzado por los aires nuevamente, los Wardes que quedaban se concentraron en Saito, intentando acorralarlo. Sin embargo, los movimientos de Saito iban ganando velocidad.

La respiración de todos los Wardes se convirtió en irregular y pesada. Pero, aún entonces su expresión no cambio.

Mientras bloqueaba la espada, Wardes pregunto.

- “¿Por qué volviste aquí a morir? ¿A arriesgar tu vida por alguien que te desprecia? ¡No puedo entender como funciona la mente de un plebeyo!”

Saito gritó mientras blandía su espada. “¡¿Entonces por qué tú bastardo intentaste matar a Louise?! ¡Tu eras su prometido!”

- “Jajaja, ¿entonces continúas enamorado de Louise? ¡El amor imposible de un sirviente por su maestro! ¡Eso es realmente cómico! ¡Esa arrogante de Louise nunca se fijara en ti! ¡Confundiste una simple compasión con amor! ¡Tonto!”

- “¡Y qué si me enamore!”

Saito exclamó mientras se mordía el labio.

- “Sin embargo…”

- “¿Sin embargo, qué?”

- “¡Está latiendo!”

- “¿Qué?”

Una expresión confundida afloro en la cara de Wardes.

- “¡Ajá! ¡Cuando veo esa cara, mi corazón late más rápido! Esta razón es lo suficientemente buena para mí. Por lo tanto, ¡defenderé a Louise!”

Saito exclamó.

Las runas empezaron a brillar.

Igualando el brillo de las runas, Derflinger también resplandeció más.

- “¡Bien! ¡Esto esta bien compañero! ¡Correcto! ¡Esa es la clave! ¡Lo recordé! ¡Yo conozco la fuente del poder de Gandalfr! ¡Bien compañero!”

Finalmente, la espada de Saito destajo otro Wardes

- “¿Qué?”

El rostro de Wardes se deformó ante el dolor insoportable.

- “¡La fuente del poder de Gandalfr son los sentimientos! ¡Ira! ¡Tristeza! ¡Amor! ¡Placer! ¡Cualquiera sirve! ¡Y ahora mismo pareces estar realmente conmovido, Gandalfr mío!

"“¡La fuente del poder de Gandalfr son los sentimientos! ¡Ira! ¡Tristeza! ¡Amor! ¡Placer! ¡Cualquiera sirve! ¡Y ahora mismo pareces estar realmente conmovido, Gandalfr mío!."

[1]

Saito giró su espada. Debido a su increíble velocidad, Wardes no pudo reaccionar a tiempo y desapareció.

- “M-Maldito seas…”

Solo quedaban tres ahora.

- “¡No lo olvides! ¡Estas luchando contra mi! ¡No puedes sobrepasar mis habilidades!”

Saito saltó en el aire, sosteniendo su espada. Wardes también se elevó.

- “¡El aire es mi elemento… no lo olvides! ¡Gandalfr!”

Cada uno de los bastones de los Wardes apuntaba a Saito, pero el blandió a Derflinger como si fuera un molinillo.

Derflinger grito.

- “¡Esa es la forma de pelear, Gandalfr! ¡Blándeme al ritmo de tu corazón!”

Al momento siguiente, los tres Wardes fueron destrozados en un pestañeo.

Saito aterrizó.

Con su ‘viento ubicuo’ derrotado, el cuerpo del Wardes real calló al piso. Su brazo izquierdo, que había sido destajado, calló unos segundos después.

Saito también aterrizó, pero se tambaleo y tuvo que apoyarse en sus rodillas. Su agotamiento había alcanzado un límite crítico.

Wardes se levantó asombrado y miro a Saito.

- “Maldición… este ‘resplandor’ en verdad me derrotó…”

Saito trato de levantarse y correr hacia el, pero su cuerpo dejó de obedecerle.

- “Ku…”

- “Ah, compañero. No hagas nada estúpido ahora – Gandalfr no puede moverse luego de usar toda su energía. Esto es porque este familiar fue creado para defender su maestro mientras este recita el hechizo.”

Explicó Derflinger.

Wardes tomo su bastón con la mano derecha que conservaba y flotó hacia arriba.

- “Oh, que cosa. Parece que solo cumplí con una meta. Pero de todas formas, eres mío ‘Gandalfr.’ – un gran ejército se aparecerá aquí pronto. ¡Hey! ¡Puedes oír el ruido de los cascos de los caballos y las alas de dragones!”

En verdad, se podía escuchar el ruido de cañones y el sonido de explosiones mágicas afuera, así como también las rugientes voces de nobles y soldados mezclados en la batalla.

- “¡Tú y tu estúpido maestro pronto serán ceniza! Gandalfr!”

Con estas ultimas palabras de despedida, Wardes desapareció a través del agujero en la pared.

Saito, que usaba a Derflinger como muleta, trastabillando caminó hasta Louise.

- “¡Louise!”

Saito sacudió a Louise intentando despertarla, sin resultado alguno. Saito colocó su oreja en el pecho de Louise, presa del pánico.

Tump, tump, tump…

Escuchando el tenue latido, Saito respiró aliviado. Louise estaba maltrecha. Su manto estaba rasgado y sus rodillas y sus mejillas estaban magulladas.

Y también debe de haber más magullones bajo su ropa.

La mano de Louise se agarraba a su pecho. El botón del bolsillo de su blusa se salió, y se podía ver la letra de Henrietta sobresaliendo ligeramente desde el interior. Parecía que, incluso inconcientemente, Louise aun estaba protegiendo la carta.

En verdad estoy contento de estar vivo. Y llegue justo a tiempo. Pensó Saito.

- “Pero compañero… ¿qué hacemos ahora?” el Eagle ya dejó el puerto…”

Es cierto. Para salvar a Louise Saito saltó desde la cubierta del Eagle que ya estaba zarpando.

- “¿Eh?”

- “¿Eh? Es verdad. ¿Puedes oír los gritos desde afuera? ¿Qué crees que pensarían los hombres de Wales al ver su cuerpo tirado en el suelo? Seguramente pensaran que somos los traidores.”

En verdad, las explosiones y el griterío de la batalla se acercaban más y más a las paredes. Era solo cuestión de tiempo hasta que irrumpieran allí dentro.

Saito tranquilamente recostó a Louise en la silla.

Y luego se levantó, en guardia.

- “¿Que estas haciendo?”

- “Defendiendo a Louise.”

Cuando Saito dijo esto, Derflinger temblaba y se retorcía.

- “Ha. Entiendo. Aparte de eso, Compañero Gandalfr, fue agradable conocerte a ti y a esta chica noble, tu maestro.”

- "Deja de bromear."

- "¿Hm?"

- "Louise y yo, ambos sobreviviremos."

- "¿Estabas escuchando el discurso del rey? Hay 50,000 enemigos."

- "No importa."

Saito, con sus últimas fuerzas, asió la espada. Sean 50,000, incluso 100,000, el sentía que podía ganar. Hoy el podía derrotar a cualquier mago, incluso si estaba extremadamente cansado.

La agitación de Derflinger creció más y más.

- "¡Eso es! ¡Así es que me gusta! ¡A quién le importan que sean 50,000! ¡Que vengan!"

Y Saito, sosteniendo a Derflinger, observaba la entrada de la capilla.

Ellos esperaban, que tarde o temprano un enemigo vendría...

Pero entonces...

El suelo, cerca de donde reposaba Louise, se abulto.

- "¿Qué?"

Saito miró el suelo.

- "¿Es un enemigo? ¿Excavando bajo la tierra?"

Descendió su espada apuntando al montón de tierra, desde el cual pronto un animal marrón asomó la cabeza.

- "Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah?"

Y entonces, ese animal marrón empezó a tentar el cuerpo de Louise que estaba posando cerca de los lados.

- "Tu... ¡Tu eres Verdandi, el topo enorme! ¡El familiar de Guiche!"

Saito exclamó, y pronto, desde el mismo agujero del que salio verdandi, la cara de Guiche se asomó.

- "¡Hey! ¡Verdandi! ¡Puedes excavar un agujero en cualquier sitio! ¡Buen chico! Guiche volvió su cara embadurnada de lodo hacia Saito, y notó a Louise recostada cerca, y luego dijo pretendiendo no saber.

- "¡Ha! ¡Tú! ¡Estas aquí!"

- "¿¡Q-Qué estas haciendo aquí!?"

Saito exclamó.

- "Luego de vencer a Fouquet la tierra desmoronada, y luego de un breve descanso, decidimos seguirlos. Es nuestro deber ya que el honor de la princesa henrietta depende de ello, ¿verdad?"

- "¡Pero este lugar está en el cielo! ¿¡Cómo llegaron aquí!?"

Entonces, cerca de Guiche, la cara de Kirche se asomó.

- "El Sylphid de Tabitha."

- "¡Kirche!"

- "Llegamos a Albión sin problemas, pero ya que es un país extranjero, no sabíamos hacia donde ir. Pero entonces, así de repente verdandi empezó a excavar un agujero, así que le seguimos."

Mientras tanto, el enorme topo presionaba su nariz contra el "rubí de agua" que brillaba en el dedo de Louise.

- "Es cierto. El siguió el olor del rubí, y empezó a cavar un túnel hasta aquí. Mi adorable verdandi, debido a su amor por las joyas fue capaz de seguirlos desde la Rochelle y cavó un agujero hasta aquí."

Saito abrió su boca en asombro. Seguramente, él nunca planeó ser salvado por un topo.

- "¿Estás bien? Casi capturo a fouquet otra vez, pero ella logro escapar. Esa mujer, a pesar de ser una maga, realmente sabe como correr. Por cierto, querido, ¿que haces aquí?" Kirche pregunto mientras se sacudía la tierra de su cara con un pañuelo.

Saito se reía nerviosamente.

- "ja, ja, jaja..."

- "¿Querido? ¿Pasa algo malo querido?"

- "¡Hablaremos de eso mas tarde! ¡El enemigo irrumpirá aquí pronto! ¡Huyamos!"

- "¿Huyamos? ¿Y la misión? ¿Qué pasó con el vizconde Wardes?"

- "¡Tenemos la carta! ¡Wardes era un traidor! ¡Regresemos ahora!"

- "¿Qué? bueno, no lo entiendo, pero parece que ya todo terminó." dijo Kirche en un tono despreocupado.

Con Louise en brazos, Saito lentamente se acercó al agujero, pero entonces recordó algo, dejó a Louise al cuidado de Guiche y se apresuró de vuelta a Wales en la capilla.

Sin embargo, Wales ya había muerto.

Saito cerró los ojos y rezó en silencio.

- "¡Hey! ¡Qué haces allí! ¡Vuelve rápido!" Guiche llamaba a Saito.

Saito miró el cuerpo de Wales. Pensó en algún recuerdo que darle a Henrietta. Saito notó un gran rubí en su dedo.

El rubí pertenecía a la familia real de Albión. Saito lo removió de su dedo y lo puso en su bolsillo.

- "príncipe valiente... no serás olvidado." Murmuró Saito.

- "Te juro que yo también defenderé aquellas cosas en las que creo."

Saito dijo esto mientras hacia una reverencia, y luego corrió de vuelta al agujero.

Justo en el momento que Saito se sumergió en el agujero, los soldados nobles y los magos irrumpieron por la puerta y entraron a la capilla.


El túnel que verdandi excavó llegaba justo por debajo del continente de Albión, así que el momento en que Saito Salió del agujero, no había mas que nubes debajo de el. Sin embargo, Sylphid logró capturar las cuatro personas y el topo que caían.

El topo que el dragón de viento capturo con la boca, dejo salir un grito de protesta.

- "Por favor trata de soportarlo, mi adorable Verdandi. Aguanta hasta que nos bajemos en Tristain nuevamente."

Con aletazos poderosos, el dragón de viento atravesó las nubes circundantes y dirigió su rumbo hacia la academia de magia.

Saito, con Louise en brazos miró arriba, el continente de Albión.

Nubloso y vacío, el continente de Albión se perdió en el azul del cielo. A pesar de que fue una corta estancia, Saito tenía varias cosas para recordar, mientras el país blanco se desvanecía ante su vista.

Saito observó a Louise que descansaba en sus brazos. Sus mejillas blancas estaban sucias de tierra y sangre, pero aún en este estado, uno podía notar sus rasgos aristócratas. Se podían ver dos rayas que descendían desde sus ojos hasta sus mejillas, dejadas por sus lágrimas.

Saito limpió la cara de Louise con su manga. No podía soportar ver la cara de su preciosa maestra sucia.

Louise seguía inconciente por el shock. Mirar a Louise a la cara era de alguna forma doloroso para Saito. "Querida Louise. Mi Louise..."

Latido, latido. Su corazón estaba latiendo fuerte.

Ahora Saito sólo miraba la cara de Louise suavemente presionada contra su pecho.


Mientras tanto, Louise vagaba abstraídamente en un sueño.

El sueño era en la casa de la Vallière, en su pueblo natal.

Un estanque en un patio olvidado.

Allí había un pequeño bote flotando. Allí Louise estaba tendida. Cuando enfrentaba alguna dificultad, Louise siempre se escondía y se dormía allí. Su mundo, en el cual nadie podía entrometerse. Su lugar secreto…

El corazón de Louise estaba adolorido.

Pero Wardes no vendría más. El gentil vizconde Wardes, su noble obsesión amorosa de su niñez, su prometido en un matrimonio arreglado por sus padres en un acuerdo mutuo…

La joven Louise sollozaba suavemente, ya no había ningún Wardes que la sacara de su lugar secreto. Él era un sucio traidor que asesinó al valiente príncipe. Esas amables manos pertenecían a un asesino…

Louise lloró en su chalupa.

Pero entonces, alguien vino.

- “¿Eres tu, vizconde?”

Louise preguntó en su sueño. Pero sacudió su cabeza inmediatamente. No, el vizconde no vendría más. ¿Entonces, quién?

Era Saito. La espada colgaba de su espalda, cuando el sin miedo a mojarse se metió al estanque y se aproximó a la chalupa de Louise.

El corazón de Louise latía con fuerza.

Saito recogió a Louise de la chalupa y la cargo en sus brazos.

- “¿Has estado llorando?”

Saito preguntó. Louise asintió infantilmente en su sueño.

- “Deja de llorar. Louise. Mi Louise.”

Louise intentó enfurecerse. Este familiar, como se le ocurre llamarme ‘Mi Louise’. Pero cuando abrió la boca para regañarlo, sus labios fueron nuevamente cerrados por un beso. Aunque se retorcía de rabia al principio, pronto sus fuerzas la abandonaron.

Louise despertó en el lomo del dragón de viento, en los brazos de Saito.

Ella se dio cuenta que estaba siendo cargada en brazos por Saito. Ellos estaban sentados cerca de la cola del dragón de viento, y Saito la abrazaba. Ella observaba su cara de perfil, ya que aparentemente él no había notado que ella estaba despierta.

Kirche, Tabitha, Guiche -- todos estaban sentados delante, en el lomo del dragón.

El viento soplaba en su mejilla.

- “Aah, esto no es un sueño”

Entonces…

- “Yo sobreviví.”

La mente de Louise estaba llena de pensamientos febriles.

Casi muero a manos de ese traidor de Wardes, pero entonces Saito intervino. Entonces me desmayé. Entonces desperté nuevamente y recité alguna magia. Luego de eso, perdí la conciencia… Tal vez Saito ganó de nuevo.

Pero solo nosotros sobrevivimos, talvez el ejército real fue derrotado de todos modos.

Wales murió también.

La alegría de haber sobrevivido mezclada con la tristeza casi hace llorar a Louise, Sin embargo, no queriendo llorar frente a Saito, cerró sus ojos.

A ella también le apenaba decir Gracias. Aunque no podía entender porqué, ella se sentía cómoda con Kirche, Tabitha, Guiche -- con todos ellos. Pero agradecerle a Saito frente a ellos la hacia sentir muy avergonzada. Debido a ello, Louise decidió pretender que estaba dormida.

No obstante, Louise aún lo miraba secretamente con el rabillo de sus ojos entrecerrados. Saito la miró a los ojos. La miró directamente.

Esos ojos hacían que Louise recordara su último sueño.

El dragón de viento incrementó su velocidad.

Un fuerte viento golpeaba sus mejillas.

Pero ese viento se sentía placentero.

Ese viento y la mirada ardiente de Saito. Louise no podía ocultar sus sentimientos.

Su mente estaba sumida en la confusión…

El traidor de Wardes.

La muerte del príncipe heredero…

La victoria de la unión de nobles, ‘reconquista’

El reporte a la princesa.

Por varias razones, y aunque ciertamente Louise se sentía apenada por todos ellos, ahora mismo el viento se llevaba todos los pensamientos de Louise.

Luego de escapar una muerte segura, ella quería saborear la vida por un momento.

El rostro de Saito se acercó.

Su corazón se aceleró.

Los labios de Saito cubrieron los de Louise.

Louise instintivamente levantó su mano para empujarlo… pero en cambio la devolvió a su pecho.

El viento fuerte golpeaba las mejillas de Louise, mientras Sylphid volaba por el cielo.

Algo tibio llenaba su corazón. Un corazón herido por sucesos tristes era sanado.

Hace unos momentos, ella se resistía violentamente contra ese sentimiento en su sueño.

Pero al menos por ahora…

El viento placentero soplaba desde un mundo diferente…

Descansando sus mejillas contra su pecho, ella cayó dormida silenciosamente.


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