Editing Rakudai Kishi no Eiyuutan:Volumen 1 Capitulo 4 (section)

=== Parte 10 ===

“Stella-chan…”

Ante su abrupta acción, ella sabía que Shizuku y Arisuin estaban mirando con asombro.

¿Pero le importaba? Stella ya no podía soportarlo. Maldiciendo a los espectadores con sus ojos ardiendo con indignación, soltó sus palabras como aliento de fuego.

“¿Es imposible que un Rango F pueda ganar contra un Rango A? ¡Ese tipo de cosa, ¿no es una valoración que decidieron ustedes por su cuenta?! Ustedes no pueden hacer nada para superar a un genio. ¡Al ponerse dentro de límites por su propia cuenta, sólo están justificando su propia resignación! Se están rindiendo así por conveniencia, saben. ¡Pero no usen esa resignación como razón para negar la fuerza de Ikki!”

Solo eso era intolerable. Absolutamente intolerable. ¡Porque Ikki era inferior a todos aquí, pero estaba negando esa resignación continuamente!

Siendo mirado con desprecio por cada persona, y que además siendo maldecido como un inútil, y que ese talento era un obstáculo insuperable, si se trataba de él, podría superar eso, así es como ella creía en el valor de Ikki. Y entonces al final del recorrido de esa extraordinaria ruta, él lo obtuvo. Sin perder contra ningún talento, el minuto más poderoso. La brillantez del espíritu de Ikki que ella vio ese día, incluso ahora seguía grabado en los párpados de Stella. Ella no había pensado tan fuertemente en otra persona por un momento. No había admirado tanto a otra persona por un momento. Era porque Stella entendía lo grande que era su orgullo—

“Algo como el talento, esa persona no lo tiene. ¡Para ustedes que se cuelgan de algo tan pequeño como eso, no hay forma que entiendan la fuerza de Ikki! ¡No hay forma en que lo puedan percibir! ¡¡¡Por eso con esa clase de boca con ese todo sábelo todo, no se burlen del caballero que amo!!!”
“Stella…”

Ante tales emociones que emergieron, ante las palabras que lo golpearon, Ikki quien estaba golpeado levantó su rostro.

Ante esa expresión en el rostro de Ikki, el pecho de Stella latió dolorosamente.

“¡Qué, estás poniendo una cara miserable…!”

Esa expresión era una cosa frágil que podría derrumbarse en cualquier momento. Era entendible. Ikki después de todo no era lo mismo que ella, más bien él estaba en la edad donde estaba bien llamarlo niño. Hasta qué punto él pretende ser duro, hasta qué punto pretendió ser fuerte, a qué punto cargo una determinación de acero—no había forma que pudiera estar endureciendo hasta su corazón. Saldría herido si se burlaban de él, su corazón se lastimaría si recibía abusos.

Y esa angustia, atormentaba constantemente a Ikki quien está caminando continuamente por ese camino. Perder y colapsarse aquí, pudo ser por el bien de la persona llamada Kurogane Ikki. ¡Pero aun- pero aun…….!

“Ikki lo dijo, ¿no…? ¡Sin importar lo que los demás digan, él no se rendirá…! ¡Pensé que si era esa clase de Ikki, lo seguiría al máximo! ¡Por eso aunque esas personas digan lo que les plazca, no pongas ese rostro como si te estuvieras rindiendo! ¡No tengo la intención de perder contra un hombre débil! Porque… al que admiro, del que me enamoré, al que siempre miro con admiración, es el caballero del que sigo estando orgullosa llamado Kurogane Ikki! —Así que…

¡¡¡CUANDO ESTÉS EN FRENTE DE MÍ, TIENES QUE SER TAN GENIAL COMO SÉ QUE ERES, IDIIIOOOOOTTTTTAAAAA!!!”

Pero aun así, como ella quería alcanzar un lugar junto con Ikki—era por eso que Stella puso todos sus sentimientos dentro de ese grito.
Las personas que creían en el valor del chico llamado Kurogane Ikki, ya no eran solamente Ikki.

En ese momento—

¡*Gon*! E Ikki se golpeó su propia mejilla con su puño, con tanta fuerza al grado que el sonido podía ser oído desde lejos.

[[[¡¿Qué?!]]]

Ante el excéntrico y abrupto comportamiento, todos en el lugar alzaron sus voces perplejos. ¿Qué diablos estaba haciendo? En medio de las miradas que preguntaban, Ikki—

“Gracias. Stella… Realmente me devolviste la vida.”

Lentamente, pero con fuerza, se levantó.