Editing Seirei Tsukai no Blade Dance:Volumen15 Capitulo6 (section)

===Parte 2===

Mientras estaban pasando el rato en la plaza, el sol se puso gradualmente... 

"Es tiempo de volver al castillo. Restia se preocupará por nosotros cuando se despierte." 

"Supongo que tienes razón..." 

Leonora dijo con ligera decepción. 

"... Entonces, para terminar, vamos a tener un paseo en eso." 

"¿Eso?" 

Leonora tiró de la manga de Kamito y señaló al cielo crepuscular. 

Kamito levantó la mirada para ver a un grupo de dragones que volaban en el aire, transportando cajas gigantes con ventanas. Las cajas estaban decoradas lujosamente. A primera vista, se veían como carruajes de lujo, excepto que no tenían ruedas. 

"¿Que son esos?" 

"Dragóndolas, una forma de transporte utilizada para tours aéreos. Da a los pasajeros una vista de paisajes de Dracunia. Te recomiendo que pruebes una vez." 

"Parece bastante divertido, entonces, vamos a intentarlo." 

"Muy bien, te llevaré a la plataforma de embarque." 

Leonora tomó el brazo de Kamito y se acercó a la plataforma de embarque para las Dragóndolas. 

Si bien tenía a Kamito esperando en la entrada, Leonora comenzó a negociar con el personal. Durante este tiempo, Kamito miraba las Dragóndolas con gran interés. 

Algunas de ellas imitaban la forma de dragones, algunas parecían templos para adorar a espíritus, otras tenían suelos de cristal. Las Dragóndolas realmente venían en todo tipo de variedades. 

Leonora regresó después de las negociaciones. 

"¿Pudimos conseguir una?" 

"Sí, a la que vamos a subir es esa Dragóndola—" 

Leonora señaló al cielo. En ese momento, una Dragóndola que se asemejaba a un pequeño castillo descendió lentamente. 

"Esa es una muy extravagante..." 

"Su diseño se basa en un antiguo castillo en Ordesia." 

Leonora abrió la puerta de la Dragóndola descendida. 

Entonces— 

"Esto es..." 

Al ver el interior, Kamito no pudo evitar pasar saliva. 

Lo primero en entrar en su visión fue la gran cama con dosel colocada en el centro de la habitación. Decorada con relieves exquisitos, era como las camas utilizadas por los miembros de la realeza y la aristocracia. 

Las paredes eran de color rosa claro con cristales espirituales incrustados para iluminación. El techo tenía incluso un gigantesco espejo redondo incrustado. 

"Es como un palacio ..." 

Kamito comentó. 

"Sí, he seleccionado la más lujosa habitación real." 

"¿Estás segura de que esto está bien? Parece muy caro..." 

"Soy una princesa de esta nación, después de todo. Esto no es nada en absoluto. Además, e-esta es mi primera vez, ¿sabes? Cualquier otra cosa sería inaceptable." 

"¿Tu primera vez? Eso es bastante sorprendente..." 

Kamito frunció el ceño. 

"¿Es muy sorprendente? Lamento que reúnas esa impresión." 

Leonora se puso roja e hizo un puchero. 

"Lo siento..." 

Hmm, pensándolo mejor, ya que ella puede montar un espíritu dragón, por supuesto que no necesita utilizar Dragóndolas. No hay nada de que sorprenderse. 

"¿Eres muy experimentado?"

"Oh no, es mi primera vez también ..." 

"Ya veo ... Es bueno saberlo." 

Por alguna razón, Leonora dio un suspiro de alivio. 

"Sin embargo, no hay lugar para sentarse." 

"¿Por qué no simplemente te sientas aquí?" 

Dicho esto, Leonora dio unas palmaditas en la cama. 

"...Bueno, supongo." 

Al ver a Leonora sentarse con aprensión en la cama, Kamito se sentó en el borde. 

(Urgh, no puedo evitar la sensación extraña de estar sentado uno al lado del otro en una cama así...) 

Después de estar sentados por un tiempo... La habitación empezó a agitarse intensamente. 

Dos dragones voladores estaban sosteniendo la dragóndola y comenzaron a extender sus alas para volar. 

"Está temblando mucho ..." 

Kamito miró por la ventana un poco nervioso. 

"Empieza moviéndose un poco, pero pronto se estabilizará." 

La Dragóndola llevándolos voló más alto y más alto. 

"¿A-Algunas han caído?" 

"No te preocupes, las Dragóndolas son mucho más seguras que los carruajes de caballos." 

Así como Leonora dijo— 

El temblor se atenuó gradualmente, convirtiéndose en un confortable balanceo.
 
Mirando por la ventana desde el borde de la cama, se podía obtener una vista completa de las calles de Dracunia teñidas con el color de la puesta del sol. 

"Ya veo, ahora esto es bastante espectacular." 

Kamito alabó en admiración. 

"Sí, la vista de la calle desde una Dragóndola es muy bonita, después de todo." 

"¿No era tu primera vez en una Dragóndola?" 

"¿...? No, las he montado muchas veces—" 

(... Entonces, ¿qué quería decir con su primera vez hace un momento?) 

Kamito frunció el ceño. 

"Hablando de eso, la primera vez que me encontré contigo estabas en el cielo también." 

"Sí, ese momento... Fue entonces cuando estabas tratando de cortar mi ya-sabes-qué." 

Kamito asintió con una sonrisa irónica. Había ocurrido durante su viaje a Ragna Ys, el lugar de la competencia para el Blade Dance. Leonora había abordado su barco volador y trazó su espada contra Kamito, tratando de castrarlo. 

"Por favor borra de tu memoria eso ..." Leonora apartó la mirada con vergüenza. 

(... El Blade Dance. Se siente hace tanto tiempo.) 

Conociendo a Claire y las demás en la Academia, la transferencia de Fianna, la batalla contra Velsaria—Kamito no pudo evitar recordar el pasado sobre sus días luchando junto a sus compañeras del Equipo Scarlet. 

Pronto, la Dragóndola llegó a la capa de nubes y comenzó a descender lentamente. Tras el reciente período de acontecimientos turbulentos, este era un momento de paz y relajación. 

"Muchas gracias por lo de hoy, Leonora. Yo tuve un muy buen tiempo." 

Kamito agradeció sinceramente a Leonora. 

"¿En serio? Estoy muy contenta de escuchar eso ..." 

Leonora sonrió. 

"Entonces es momento de empezar—" 

"¿...?" Kamito estaba desconcertado. 

(... ¿Empezar?) 

Que diablos—Justo cuando Kamito iba a preguntar ... 

Leonora agarró con fuerza los hombros de Kamito y lo tumbó sobre la cama. 

"¿¡Leonora!?" 

Kamito frenéticamente trató de levantarse—

(... ¿N-No puedo moverme?)

Sus brazos estaban retenidos hacia abajo con fuerza.
 
... Tal poderosa fuerza de brazos. 

"... ¿¡Q-Qué estás tratando de hacer!?" 

A través de ese uniforme militar, suave su pecho estaba presionando contra él, haciendo a Kamito confundirse. 

"Fufu, incluso si me superas en la esgrima, sigo siendo imbatible en un concurso de fuerza pura. Después de todo, las doncellas de la familia Lancaster tienen sangre de dragón." 

Cuando ella estaba usando atributos dragón para mejorar su cuerpo, incluso Kamito sería impotente en una situación de este tipo. Al mismo tiempo, la iluminación del techo se volvió de color rosa, mientras que la cama también comenzó a girar.

"¿¡Q-Qué está pasando!?" 

Kamito se sumió en confusión. Él no podía entender por qué Leonora de repente lo había asaltado ni por qué esta cama de repente empezó a girar ... 

—En ese momento, Kamito se dio cuenta de algo. 

Desde el espejo en el techo, pudo ver la parte inferior de Leonora, vestida con pantimedias. 

La falda de su uniforme militar ya se había deslizado hasta sus muslos, mostrándole así una visión completa de lo que debería estar debajo. 

Kamito se sonrojó y volteó para apartar la mirada. 

"Que embarazoso..." 

Mientras Leonora estaba manteniendo a Kamito sujetó así, un dulce aliento escapó de sus labios. 

"Qué diablos es lo que quieres..." 

"Kamito, lo prometiste en la capital imperial, ¿verdad? Cualquier cosa que quiera—" 

"Sí ... definitivamente dije eso." 

—Es cierto, el sin duda había dicho eso. Cualquier cosa que quieras, siempre y cuando esté en mi poder. 

Leonora comenzó a desnudarse con timidez. En realidad, no llevaba ropa interior. Su busto masivo quedó expuesto. 

"¿¡...!?" 
 
Luego— 

"En ese caso ... Déjame tener a tu bebé." 

Leonora susurró en el oído de Kamito.
 
"¿¡Qué diablos estás diciendo!?" 

"Los bebés concebidos en el cielo son conocidos como Tesoro del Dragón, un evento muy prometedor." 

Su dulce voz resonó en su oído. 

"O... ¿Odiarías hacerlo conmigo?" 

Leonora hizo una expresión triste. 

¿Podría ser que la Sangre de Dragón en su cuerpo había empezado a salirse de control, como durante el Blade Dance? No, no lo parece. 
Sus ojos eran de color negro, como de costumbre. 

"¿¡C-Cómo las cosas resultaron así!? ¡Estoy totalmente perdido!"
 
"... ¡N-No lo sé tampoco!" 

Leonora gritó, con su rostro rojo. 

(¿¡Su vergüenza se convertirá en ira!?) 

A pesar de pensar eso, Kamito no lo dijo en voz alta.
 
"C-Cada vez que te miro, mi corazón late sin parar y me siento muy rara. Desde la primera vez que peleamos, ha sido así todo el tiempo—"
 
"Leonora ..." 

Al verla a punto de llorar, Kamito no pudo evitar cerrar la boca. 

"Durante todo este tiempo, he estado pensando acerca de por qué esto está ocurriendo. Cada día, casi no he podido dormir, siempre pensando en ti ... Ahora, finalmente me he dado cuenta—" 

Leonora se quedó mirando a Kamito. 

"¡Este es mi instinto, derivados de la Sangre de Dragón que heredé, desean obtener tu poderosa semilla!" 

"Espera un segundo, ¿¡qué pasa con ese loco salto de la lógica!?" 

Kamito no pudo evitar replicar. 

De vuelta en la capital imperial, cuando dijo que sería problemático si Kamito muriera, ¿ella se refería a esto? 

Aunque Kamito quería huir, las manos de Leonora no se movían lo más mínimo ... O más bien, si se movía imprudentemente, su rostro se quedaría enterrado en ese pecho, lo que sería demasiado peligroso, por lo tanto, no se atrevía a moverse en absoluto. 

"Ríndete, Kamito. Los dragones de Dracunia hacen todo lo que esté a su alcance para obtener lo que quieren." 

"¡C-Cálmate! ¡Estás pensando demasiado como un dragón!" 

Del mismo modo que Kamito gritó así— 

"¿¡...!?" 

De repente, sintió un dolor punzante en la mano izquierda enguantada como si hubiera sido quemada por el fuego. 

"—Ah, gah ..." 

"... ¿Kamito?" 

Al darse cuenta del cambio, Leonora relajó su agarre. 

"... Urgh, ah... Guh... Urghh..." 

"... ¿Q-Qué está pasando?" 

Al ver a Kamito adolorido, Leonora le preguntó con preocupación. 

Sin embargo, Kamito ni siquiera podía hablar correctamente. 

El dolor punzante se sentía como si un fierro caliente estuviera presionando sobre su cuerpo. 

En medio de este intenso dolor —

Kamito se dio cuenta al instante de una cierta posibilidad. 

(... ¿¡Restia está llamándome!?)