Editing To Aru Majutsu no Index:NT Volumen5 Capítulo4 (section)

===Parte 2===

Mientras tanto, Fraulein Kreutune observaba un puesto de takoyaki mientras permanecía sentada con los brazos alrededor de sus rodillas.

Debido a los preparativos para el Ichihanaransai, aquellos restaurantes y cafés que tenían como objetivo a los estudiantes se encontraban muy activos a pesar de que ya había pasado la hora usual del toque de queda. Además de los usuales restaurantes, varios puestos callejeros que vendían comida a precios exorbitantes habían sido instalados. Básicamente, se trataba del tipo de tiendas que eran características de los festivales.

Ya que el 80% de la población de Ciudad Academia estaba compuesta de estudiantes, el puesto parecía estar a cargo de un trabajador a tiempo parcial el cual aparentaba tener la edad de un chico de escuela secundaria.

Y eso implicaba que el debería estar ayudando a su escuela con los preparativos para el Ichihanaransai. Como tal, este no quería ser visto por ninguno de sus compañeros. Las personas que hacían lo que él durante el Ichihanaransai eran etiquetados como “traidores”.

La manera en la que aquel chico usaba el extremo puntiagudo de una herramienta similar a un punzón para rotar rápidamente la redonda comida sobre una placa de metal debe haber estimulado en demasía la curiosidad de Fraulein Kreutune. Su mirada no se había movido de aquel puesto por un buen rato.

Mientras tanto, aquel estudiante trabajando en el puesto pensó hacia adentro.

(Ahora que lo pienso, nunca he visto que un takoyaki contenga crema o chocolate adentro. ¿es que acaso nade quiere un revolución al estilo taiyaki) ¿…qu-quien es ella?)

El takoyaki era un misterioso platillo del cual creías saberlo todo, pero una inspección mas de cerca revelaba un sorpresivo numero de errores en tus supuestos y preconceptos. Por mucho tiempo, aquel trabajador estudiante había pensado que el takoyaki era cocinado usando una sola de esas herramientas en forma de punzón (el no sabía cual era el termino apropiado para esta), pero luego aprendió que en realidad eran necesarias dos de estas cuando observo la cocina de una cadena de restaurantes.

Además de esto, él había confundió al takoyaki común con aquellos que se vendían en las tiendas y como resultado, pensaba que los rellenos tenían que estar completamente cocidos. Eso lo había llevado a un casi por completo fracaso.

Aquel joven trabajador naturalmente pensó que era rara la forma en como Fraulein Kreutune lo estaba mirando, pero el no podía detenerse ya que el takoyaki en la placa de metal estaba a punto de estar listo. Sin embargo, puede que esto haya tenido algo que ver con tratar de mantener su tranquila de forma subconsciente mediante el proseguir de aquella labor tan familiar.

(¿Qu-qué? ¿¿¿Acaso esta hambrienta? Pero no puedo regalarle así como así.)

Regalar uno o dos no habría implicado una gran perdida para el negocio, pero seria un problema distinto si otros lo vieran y empezar a exigir lo mismo.

Pero entonces fue cuando aquel chico se dio cuenta de que su suposición había estado equivocada.

Las manos de Fraulein Kreutune empezaron a moverse ligeramente mientras se encontraba sentada en cuclillas sobre el piso. Eventualmente, aquel chico se llego a dar cuenta de que ella estaba imitando sus movimientos con sus manos a medida que el rotaba el takoyaki. En un principio, aquellos movimientos eran torpes, pero luego se volvieron mas precisos. Ella no estaba sosteniendo nada en sus manos, pero aquellos suaves y curvilíneos movimientos de las puntas de sus dedos realizando una pantomima lo hacían ver casi como si ella realmente estuviese sosteniendo aquella particular herramienta. 

(Ahora que lo pienso, ¿quién es ella? Estaba vestida en forma muy extraña… ¿¿¿acaso no tiene frio??? ¿acaso estaba siendo preparada para vestir alguna especie de disfraz para el Ichihanaransai?)

Y entonces…

“¡¡Heyy!! ¡¡Tu que estas allí!!” clamo una profunda voz masculina.

Aquel joven trabajador se sobresalto, se dio la vuelta, y se volvió a sobresaltar. El hombre que había gritado era un miembro de Anti-Skill completamente equipado. Y además estaba acompañados por otros 3. Aquel grupo de 4 era suficiente como para detener el robo de tienda en poco mas de 10 segundos.

Por un instante, aquel estudiante se pregunto si es que acaso su “traición” de estar trabajando durante el Ichihanaransai estaba violando alguna ley, pero rápidamente se dio cuenta de que estaba equivocado. Aquel grupo de 4 rodeo a Fraulein Kreutune.

Uno de los miembros de Anti-Skill saco un radio y contacto a alguien.

“Esta es definitivamente ella. Estamos a punto de proceder a retenerla.

“…”

Aquel chico sabía que algo había sido dicho desde el otro lado de la radio, pero no podía determinar exactamente que.

“¿Cómo? Esa no nuestra jurisdicción. ¿Por qué habríamos de llevarla allí? ¡Si no nos va a dar una razón, no vamos a hacerlo! ¡¡Ella ya ha destruido 4 helicópteros no tripulados. Lo mas seguro seria llevarla hacia el lugar mas cercano posible!!”

“…”

“Espere. Por favor espere. Escuche. El procedimiento estándar es llevarla hasta nuestra sucursal. ¿Por favor, tan solo podría decirnos el por que no podemos hacerlo? Si no obtenemos una respuesta aceptable, simplemente seguiremos el procedimiento estándar.

Los Anti-Skill tenían un aura muy intimidante que parecía como una versión súper evolucionada del aura que emitían los maestros de educación física, pero esa aura parecía volverse el doble de temible cuando estaban discutiendo entre ellos mismos.

Aquel trabajador estudiante empezó  temblar por ninguna razón aparente, pero Fraulein Kreutune no se veía particularmente concernida a pesar de ser el blanco de toda esa hostilidad. Ella solo inclino su cabeza en perplejidad.

(¿…Pe-pero que? ¿acaso ella es una espía industrial disfrazada como un visitante diplomático o algo por el estilo?)

El Ichihanaransai era básicamente un evento interno dirigido hacia otros estudiantes, pero no era inusual que altos oficiales de importantes instituciones cooperativas visitaran la ciudad durante el festival. Además habían rumores de personas que ocasionalmente se disfrazaban de estos oficiales, pero…

una vez que los pensamientos de aquel chico llegaron a ese punto, este vio algo que deseo nunca haber visto.

Fraulein Kreutune había estado imitando sus movimientos mientras este cocinada el takoyaki, pero el movimiento de sus manos había cambiado hacia otra cosa. Y no era debido a que simplemente era tan mala con los movimientos del takoyaki que lucia como si estuviera haciendo otra cosa totalmente distinta. Se trataba realmente de unos movimientos completamente distintos.

(Espera. Eso es…)

El trabajador estudiante miro en la dirección en la que Fraulein Kreutune estaba observado mientras yacía sentada con sus rodillas hacia arriba.

Ella estaba mirando a los miembros de Anti-Skill.

Debido a algunos problemas en la comunicación, aquellos expertos a cargo de armas de fuego se encontraban discutiendo a través de la radio. Mientras tanto, Fraulein Kreutune estaba asimilando algún tipo de información mientras los observaba. Y ella lo manifestó con los movimientos de sus manos.

Fue justo tal como con el takoyaki.

En un principio, los movimientos eran torpes.

Pero luego se volvieron mas precisos a un ritmo que se aceleraba a medida que pasaba el tiempo.

“¡¡Como sea!! ¡¡A menos que nos de una explicación razonable o un fundamento legal para hacerlo, no vamos a seguir esas instrucciones!! Si no lo entiende, entonces ¿por que no manda a un experto legal hacia nuestra sucursal? ¿Qué me dice acerca de un profesor de una escuela de leyes)

(Esto no es bueno.)

Los miembros de Anti-Skill no habían notado la variación en los movimientos de Fraulein Kreutune. Y el tenia el presentimiento de que la pequeña diferencia entre notarlo y no notarlo iba a conducirlos a la diferencia entre la vida y la muerte.

Debido a cuan enojados se encontraban los miembros de Anti-Skill, el trabajador estudiante dudo por un instante sobre si debía hacer algo o no al respecto.

Y esa duda fue todo lo que basto.

“¡Momozawa, esposa al sospechoso. Yashiro, trae la camioneta! podemos ignorar simplemente esa extraña interrupción. Esta es nuestra-…”

El miembro de Anti-Skill se desvaneció.

Fraulein Kreutune se había incorporado lentamente.

Los 4 la tenían rodeada, así que debían haber sido capaces de agarrarla del hombro y sujetarla al piso en el instante en que esta empezara a moverse. Y aun así… 

“¡¡H-hey!!

El miembro de Anti-Skill frenéticamente dejo escapar un grito de advertencia, pero aquel trabajador estudiante pensó que había algo raro con este.

Para él sonó como si alguien estuviera desesperadamente tratando de argumentar lo maravillosa que era la vida hacia alguien quien justo acababa de saltar a las líneas de un tren en camino.

En otras palabras, fue una acción demasiado tardía.

Un sordo sonido se hizo escuchar repetidamente debido a las acciones de aquella mujer quien había asimilado algo violento de aquella escena ante sus ojos.