Editing To Aru Majutsu no Index:Volumen18 Capítulo 8 (section)

=== Parte 2 ===

Algunas personas están observando la pelea.

Estas personas no son magos, pero no se puede decir que no tienen ninguna relación con la pelea. Ellos son los sirvientes, cocineros, y jardineros que trabajan para la Familia Real dentro del Palacio de Buckingham.

Las únicas personas que en verdad pueden acercarse a la Familia Real son personas entrenadas en magia y especializadas en intercepción conocidas como sirvientas reales o ayudantes armados. Sin embargo, estas personas son diferentes. La mayoría de ellos han sido traídos por la Tercera Princesa Villian y son civiles sin ninguna conexión verdadera con la Familia Real.

Lograron infiltrarse a Londres, pero fueron incapaces de llegar al Palacio de Buckingham donde se encuentra el centro del campo de batalla. Sin embargo, su vacilación ha expuesto su poco profesionalismo. Después de todo, el lugar que ellos consideran el lugar más seguro podría ser destruido por Carissa en cualquier momento si ella así lo quisiera.

Ellos observan la batalla sin darse cuenta de eso.

Hasta ahora, ellos han sido más bendecidos por ser británicos como nunca lo hubieran pensado. Lo dieron todo por Villian, así que quieren protegerla y honestamente quieren pelear por la Familia Real.

Pero no tienen idea de que hacer ante una escena tan impresionante frente a sus ojos.

Ya sea un golpe de estado militar o una guerra civil a gran escala utilizando magia que excede las leyes de la física, es simplemente demasiado para esos sirvientes. Decidieron pelear en el túnel del metro, pero solo pudieron quedarse inmóviles y con piernas temblorosas en el momento crucial. Es igual ahora. No hay pensamientos de vergüenza u honor. Esas personas simplemente están “asustadas” al ver la pelea que se desarrolla frente a sus ojos. Eso excede el nivel de valentía o sentido de justica. Sus reacciones son las apropiadas para un ser humano.

Carissa la tirana es un símbolo de desesperación.

Ahora que su verdadera razón para pelear ha sido revelada, los sirvientes tiemblan aún más.

Incluso mientras pelea contra los monstruos conocidos como Acqua de la Retaguardia y Kanzaki Kaori dentro de los terrenos destruidos del Palacio de Buckingham y haber perdido la mayoría de sus caballeros, la segunda princesa no muestra señales de disminuir su crueldad. De hecho, ella está aplicando violencia más severa y aplastante a aquellos que se le oponen. Sus ataques han dejado a la mayoría de los magos profesionales tirados en el suelo.

No es una pelea a la que sea fácil unirse.

Seguramente serían rebanados en el momento en el que lo intentaran. Es posible que se metieran en el camino de uno de los magos profesionales provocando la derrota de los magos y posiblemente afectarían el resultado final de la batalla.

Pensando todo eso, no tienen otra opción más que quedarse donde están.

Desde el punto de vista de un civil, simplemente no pueden unirse.

“No es como si tuviéramos otra opción,” alguien comenta.

Son simples personas normales. Ahora que algo como la magia se está utilizando, no hay nada que puedan hacer. Ahí se encuentra un chico que pelea con su puño derecho a pesar de ser una persona normal, pero parece que en verdad tiene algún tipo de poder especial. Si ellos tuvieran algún tipo de poder especial que los ayudara a oponerse a la magia y si fueran del tipo de persona que pelearía contra unos terroristas en un avión, entonces serían capaces de entrar en la pelea sin titubear. Sin embargo, ellos no tienen ese tipo de poder especial.

Es por eso que no tienen otra opción.

“¿En verdad piensan eso?” dice una voz.

Los sirvientes se dan la vuelta rápidamente y observan un rostro familiar.

“¿En verdad piensan que la diferencia entre ustedes y ese chico es simplemente una diferencia entre las habilidades de sus manos derechas?”

“…”

Los sirvientes se quedan en silencio después de escuchar esa pregunta.

Ellos en verdad lo saben.

Saben que ese chico no está peleando en la línea frontal debido al poder especial de su mano derecha. Ellos sienten que sería más específico decir que la mano derecha de ese chico está peleando en la línea frontal y que casualmente tiene un poder especial. En otras palabras, si ellos pueden participar o no en la guerra civil depende de su propio coraje y valentía.

“¿Tienen lo que se necesita?” la mujer pregunta. “No me importan los sentimientos personales que puedan tener. No importa que tipo de razones subjetivas puedan tener. Simplemente les pregunto si tienen ese coraje necesario para levantarse y pelear contra ese miedo aplastante que amenaza al país.”

Alguien alza la vista al escuchar esas palabras.

Todos alzan la vista al decidir que no hay necesidad de bajar la cabeza en vergüenza.

Su respuesta está clara.

Los sirvientes deciden que no perderán ante ese chico refiriéndose a sus sentimientos.
 
La razón que les permitía estar ahí y no huir a pesar de saber que temblaban de miedo es por su deseo de pelear. Eso es lo que eventualmente los llevó a quedarse ahí a observar la pelea.

Así que hablan.

Todos declaran que quieren pelear.

“Muy bien,” dice la mujer, la Reina Elizard, mientras una poderosa sonrisa que parece como si perteneciera al capitán de un enorme barco aparece en su rostro. “Entonces vengan conmigo. Les daré eso que les hace falta.”

Ahora, ella tiene todo lo que necesita.

Lo único que falta es la victoria si logran revertir la situación.