Editing Toaru Majutsu no Index: ITEM Capítulo 1 (section)

===Parte 2===

-¡¡Ah, ja, ja!! ¡¡Básicamente, siempre he sido la víctima del acoso en lo que respecta al tamaño del pecho, pero finalmente hemos encontrado a alguien que hace que incluso mi ropa luzca holgada!!

-…

Frenda Seivelun se sostuvo los costados y se rió con lágrimas en los ojos mientras Kinuhata, la recién llegada, hacía pucheros. Kinuhata había pedido prestada algo de ropa ya que no podía quedarse solo con una toalla por siempre y este fue el tratamiento que recibió. Fue aún peor porque había pensado que las dos no eran tan diferentes en tamaño.

Quince Campanas se dividía aproximadamente entre los apartamentos de lujo en los pisos superiores, las oficinas en los pisos de nivel medio y el moderno centro comercial de marcas en los pisos inferiores. Kinuhata Saiai se había visto obligada a ponerse un vestido de verano demasiado grande con uno de los tirantes resbalando hacia abajo y ahora se encontraba en un pasillo de una tienda de marcas de lujo donde incluso una de sus cajas vacías te daría algo de dinero en una casa de empeño.

Eran las 10 de la mañana y las puertas de cristal del frente del centro comercial no se abrían hasta las 11, pero era un momento secreto en el que sólo los residentes de los apartamentos de arriba podían comprar. Los verdaderamente ricos no luchaban entre multitudes ni participaban en sorteos en línea para comprar los productos que querían.

-¿Realmente podemos comprar en un lugar como este? ¿No son ustedes un grupo criminal al que les pagan dinero sucio por trabajo ilícito?

-Está bien, está bien, está bien. Básicamente, acabamos de completar un gran trabajo, ¿verdad? Nuestro pago se deposita inmediatamente al finalizar, por lo que no hay nada de qué preocuparse. ¡Ahora es el momento de ir de compras con la tarjeta negra de tus sueños! ¡¡¡Es hora de gastar dinero para transformar a una joven inocente en mi propia muñeca de vestir!!!

No parecía que Frenda estuviera dispuesta a escuchar un argumento razonable. Ni siquiera se había molestado en negar que fueran un grupo criminal.

Junto a Kinuhata Saiai, la chica del chándal rosa llamada Takitsubo Rikou estaba mirando a lo lejos.

El aire acondicionado debía haber hecho un poco de frío en sus pantalones cortos que dejaban al descubierto toda la longitud de sus muslos porque de vez en cuando se frotaba las piernas.

-¿Esta súper rara siempre es así? -Kinuhata le susurró a Takitsubo.

-Frenda normalmente usa a su hermana como muñeca disfrazada, pero esa hermana tiene un resfriado de verano. Frenda dijo que iba a explotar si no encontraba otra salida para aliviar la presión.

¿Cómo se suponía que debía responder a eso?

A la propia Frenda no pareció importarle en absoluto.

-De todos modos, compré algunas cosas para celebrar, pero ¿tienes alguna petición? Básicamente, elegiré por ti si no lo haces.

-Si es posible, me gustaría algo con lo que sea más fácil moverse. No me importa si es corto, pero un montón de adornos sueltos y cosas que se enganchan en el aire serían muy molestos.

-¿Entonces básicamente prefieres ropa de estilo unisex?

-No me importa mucho esa distinción.

Las tres discutieron mientras caminaban por el centro comercial. En un lugar similar a una plaza pública, varios empleados tenían una gruesa lona extendida en el suelo. Aparentemente estaban partiendo sandías como un evento estacional. Había bolsas de papel más pequeñas que una novela ligera reunidas en una esquina, que parecían ser los premios para cualquiera que la consiguiera de una sola vez. Por pequeños que fueran, seguían siendo productos de marca que los anfitriones y azafatas anhelaban como cachorros.

Las chicas eligieron arbitrariamente una tienda con aspecto deportivo y entraron. Kinuhata eligió una prenda que parecía fácil de usar y de mantener, pero sus mejillas se tensaron cuando vio todos los ceros en la etiqueta del precio. Espera. ¿Se ha convertido Japón en un país en el que se necesita mucho dinero en efectivo para comprar un solo bolígrafo?

Mientras tanto, a Frenda y Takitsubo no les importaba en absoluto.

-Eh. Básicamente, Francia es realmente el país ideal para las bicicletas. ¡Vamos, Takitsubo! ¡Es hora de que le digas adiós a ese chándal! ¿¡Qué tal si cubrimos tus curvas con un traje de bicicleta de carretera ajustado!?

-Oh, no. Ninguno de esos coloridos trajes ceñidos que usan las pilotos en el anime de robots.

-¿No sería más como la integrante femenina de un programa Sentai? Los domingos por la mañana, mi hermana prefiere programas de tokusatsu como Kabuto Driver al anime. Ella tiene 7 años, así que no es fácil mantenerse al tanto de esas cosas para poder discutirlas con ella. ¡¡De todos modos, toma este traje ajustado!!

-¡¡Hey hey hey!! -Rápidamente interrumpió a Kinuhata. -¡Tal vez deberían ver todos los ceros en la etiqueta antes de jugar con estas cosas! ¡¡Una huella en un súper descuido y estarás en serios problemas!!

-No subestimes a los criminalmente ricos justo después de que les paguen por un trabajo, novato. Básicamente, ¿encontraste algo que quisieras ponerte? ¿Es eso lo que estás sosteniendo?

-¿Eh? Um, súper, uh, esto es demasiado caro.

-¡Entonces vayamos al probador! ¡Básicamente, es hora de vivir la emocionante y vergonzosa experiencia de cambiarse detrás de una sola tela tan delgada que pareciera que el aire acondicionado la fuera a quitar de en medio!

-¡Dije que es demasiado caro! ¡¡Estoy súper aterrorizada de usar esto!!

Sus quejas fueron ignoradas, por lo que Frenda y Takitsubo la agarraron de los brazos y la arrastraron al probador como a un extraterrestre capturado. Confiaba en su fuerza, pero no se atrevía a luchar y rasgarse la ropa.

-Básicamente, si no cierras la cortina tú misma, todos podrán verte, como alguien que no configuró su perfil de redes sociales solo para amigos.

-¡¡Ya lo entiendo!!

Ella cerró la cortina de un tirón.

La mirada de Takitsubo Rikou en traje deportivo vagó perezosamente por el aire vacío antes de aterrizar en Frenda.

-Te estás divirtiendo.

-¡¡Wah, ja, ja!! Básicamente, esto es tradición. ¡La miembro más nueva de ITEM está condenada a ser la muñeca de vestir de la segunda más nueva!

Esto significaba que Takitsubo le había hecho esto a Frenda y Mugino a Takitsubo. Frenda todavía estaba traumatizada después de experimentar un leve caso de descomposición de la forma<ref>Decía Gestaltzerfall, y viene a referirse a un efecto donde al pasar mucho tiempo viendo un mismo objeto se empieza a ver sus componentes pos separado. Por poner un ejemplo sencillo, es como ver una escena de alguna serie animada y en lugar de fijarse en la escena, empiezas a fijarte en los elementos de la misma por separado.</ref> cuando esa chica había alineado 72 colores de trajes deportivos sencillos y la presionó silenciosamente para que eligiera uno.

Y finalmente…

-Me lo he súper puesto.

El telón se abrió y apareció Kinuhata Saiai.

Su atuendo consistía en un vestido con capucha, una blusa con los hombros al descubierto y mallas. Le sentaba mucho mejor que el disfraz que le habían impuesto.

-Oh.

-Eres un nuevo tipo para ITEM.

Kinuhata parecía incómoda ante la atención de las otras dos.

Frenda se cruzó de brazos y asintió dos veces por alguna razón.

-Podemos usar esto como punto de partida y probar otros géneros. Vayamos a las otras tiendas para que puedas probarte una amplia variedad de estilos.

-Espera, um, ¿¡vas a súper comprar esto!? ¡¡Pero los ceros!!

-Frenda, también necesitas comprar la ropa interior de Kinuhata.

-Espera con eso porque estoy guardando lo mejor para el final. ¡Sí, sí! Básicamente, ¿qué te resultará más vergonzoso: la lencería para adultos que hace que parezca que perdiste una apuesta o la ropa interior para niños con una gran cara de gatito impresa en el trasero?

-¿Eh? ¿Quieres decir que Kinuhata no lleva ropa interior ahí debajo? Eso es un problema.

-¿¡~ ~ ~!?

Kinuhata se sonrojó y tembló. En realidad, fue culpa de la tienda de deportes por no vender ropa interior. Pero sin una identidad oficial, dirección o identificación de estudiante (o ropa), no tendría adónde ir si se fuera ahora. Y probablemente volvería a estar desnuda. Entonces, en ese sentido, Frenda y la tarjeta negra ilimitada que agitaba seguían siendo el “paraguas” más confiable aquí.

-Disculpe, ella llevará estas prendas, así que nos gustaría pagarlo.

En Ciudad Academia, el crimen no era el resultado de la pobreza. Kinuhata adoptó una postura indiferente al notar que no se podía escapar del lado oscuro incluso si se tenía una pila tan grande de dinero en efectivo que se podía morir en una avalancha de dinero.

-Umm.

La empleada con aspecto de gyaru popular tenía que estar aterrorizada de molestar a un cliente tan bueno porque su miedo era casi palpable mientras hablaba con Frenda.

-No sé cómo decir esto, pero parece que nuestro lector no puede aprobar su tarjeta. Revisé y no es un error del chip de la tarjeta ni del lector, entonces debe ser la cuenta a la que está vinculada.

La empleada parecía legítimamente angustiada, por lo que no parecía una broma.

El tiempo se congeló.

Frenda Seivelun miró vacilante hacia atrás.

La chica rubia estaba temblando al presenciar una situación mucho peor de lo que esperaba.

-Vaya, ¿de dónde sacaste esas tijeras?

-Kinuhata, debes quitarte las etiquetas si vas a usar esto. Allí, todo cortado. Ahora esta ropa es tuya.

-¿También cortaste las instrucciones de lavado? Uf, y memorizarlos es una gran molestia.

-Ah, ja, ja. Ahora no puedes devolverlos.

Frenda no se atrevió a entrometerse en esa conmovedora escena.

No tuvo el coraje de contar los ceros en las etiquetas de precios que caían al suelo.