Editing Toaru Majutsu no Index: SSBiohacker Capítulo 1 (section)

===Parte 2===

-Ugh.

Solo después de escucharlo, Kamijou Touma se dio cuenta de que el gemido había venido de su propia boca. Su visión borrosa se enfocó para revelar que estaba acostado de lado.

Le dolía todo el cuerpo.

El tipo de dolor varió. Un dolor que palpitaba lo hizo intensamente consciente de su piel, un dolor sordo se extendió lentamente por el centro de su cuerpo y un dolor caliente cubrió las partes hinchadas de todo su cuerpo. Solo podía considerarse afortunado de no sentir ese dolor afilado como el de un cuchillo que se negaba incluso a ser tocado.

(Suerte, ¿eh?)

Fue una noche horrible. Estaba rodeado por el sofocante aire de verano y acostado en un callejón que apestaba a moho y orina mientras una sonrisa aparecía en sus labios. Si esto era lo que él llamaba "suerte", entonces el promedio para él debe haber sido mínimo.

Había aprendido algo con su intento aquí.

Enfrentar cinco a la vez no funcionaba. Podía manejar tres como máximo. Y solo cuando tenían que acercarse a él por un único sendero estrecho. Cuando podían atacarlo desde varias direcciones a la vez, era difícil incluso verlos a todos al mismo tiempo. No había nada que pudieras hacer a menos que fueras un maestro espadachín que pudiera esquivar un ataque directamente desde atrás al sentir una presencia allí.

Nada salió como él esperaba.

Su inutilidad lo frustró sin fin. Se había cansado de la aburrida rutina de la vida cotidiana y se salió de los rieles en busca de algo de emoción, pero este fue el resultado. Se sentía como si una fuerza poderosa lo hubiera empujado hacia los rieles.

Este puede haber sido el alcance de la libertad permitida a un estudiante de secundaria.

Mientras reflexionaba perezosamente sobre eso, finalmente notó algo que no encajaba con el resultado obvio de sus acciones. Específicamente, su mejilla sintió algo mucho más suave y cálido que el asfalto. Y un leve aroma floral le hizo cosquillas en la nariz en el callejón mohoso.

Se preguntó si el dolor había sido tan grande que su cerebro había emitido una ráfaga de endorfinas.

Pero esta ilusión no parecía ser del tipo que su mano derecha pudiera destruir.

-Santo cielo.

Alguien estaba allí.

Y bastante cerca. Lo miraba desde arriba. No, prácticamente estaba inclinado sobre él.

Parecía ser mayor que él. Para los estudiantes de secundaria, una poderosa barrera se interponía entre ellos y la escuela preparatoria. Si le decían que separara a los estudiantes de secundaria de los de preparatoria en el bullicioso distrito comercial del Distrito 15, estaba seguro de que podría hacerlo en cinco segundos. Así de grande era la diferencia.

(¿Una chica?)

Tenía el cabello negro brillante hasta los hombros sujeto por una banda para el cabello que dejaba ver su frente y tenía un rostro hermoso. Hermoso, no lindo. Llevaba un uniforme de marinero de manga corta, pero o era demasiado corto o su pecho era demasiado grande porque el subir y bajar de esas masas gemelas cuando respiraba tiraba de la tela lo suficiente como para dejar entrever su ombligo bien formado. Al igual que la historia del Viento del Norte y el Sol, es posible que haya elegido un atuendo más diminuto después de sucumbir al calor en esta noche sofocante.

Ella estaba demasiado cerca.

Podía sentir algo cálido y suave en la parte posterior de su cabeza y estaba mirando su rostro mientras se derrumbaba en el suelo, lo que significaba...

(¿¡Una almohada de regazo!?)

-¿¡Bwah!? ¡¡Espera, tu- ay!!

-Quédate quieto. No podrás moverte de inmediato. Fuiste golpeado desde casi todas las direcciones.

Intentó levantarse frenéticamente, pero todo su cuerpo fue arrojado a un vórtice de agonía. Se congeló en una pose extraña, por lo que la belleza de cabello negro lo agarró por los hombros y guió su cabeza hacia su regazo.

No había hecho nada para ganar esto.

Y cuando le daban algo gratis, se asustaba. Nunca sabías lo que exigirían a cambio. … Por supuesto, esa visión del mundo puede haber sido el resultado de su constante desgracia.

Por otro lado, a esa persona misteriosa no parecía importarle.

Pero, de nuevo, ella era una chica adulta (?), una de esas chicas de preparatoria que siempre había soñado con conocer. Una vez que una chica alcanzaba ese nivel, aparentemente no se ponía nerviosa por algo tan simple como una almohada para el regazo. Se sentía como ver a una mujer de negocios antes del día de San Valentín que se enfocaba en el costo-rendimiento al comprar una caja de productos de cacao procesados en lugar de preocuparse por el romance o la competencia.

Y con una chica mayor de pecho grande, incluso un suspiro de exasperación podría sonar sexy.

-Había oído rumores de un chico que deambulaba por esta zona y causaba problemas, pero no eres exactamente lo que esperaba. Ciertamente no pensé que fueras tan estúpido.

-¿Quién eres?

-¿Estás seguro de que quieres que te lo diga? Hay algunas cosas que es mejor que no sepas.

A esa negativa sugerente le siguió inmediatamente un cambio total.

Aparentemente, esta misteriosa chica de alto riesgo lo arrastraría a esto sabiendo que era peligroso.

-Soy Kumokawa Seria. Puedes pensar en mí como una chica de preparatoria que estaba en el área.

-…

-Ah, y no tienes que preocuparte por esos Skill Outs que te atacaron.

Ella lo hizo sonar tan simple.

Era terrible decir algo sobre un grupo armado con porras plegables y pistolas de gas modificadas, pero era cierto que no había señales de ellos en este callejón. Sin embargo, la niña no tenía cortes ni magulladuras evidentes. ¿Significaba eso que los había ahuyentado fácilmente? Eso ciertamente se ajustaba al perfil de los personajes de “Senpai” que se ven en dramas y películas, pero ¿cómo logró eso una chica desarmada con brazos y piernas tan delgados?

Solo se le ocurrió una posibilidad al chico de Nivel 0 (y vino con algo de celos).

-¿Eres un esper?

-Solo tú le harías una pregunta tan estúpida a un estudiante de Ciudad Academia. ¿Has olvidado cuál es el plan de estudios primario aquí?

Los Espers podían crear movimiento, fuego, electricidad y vacío con sus mentes.

Con un nivel lo suficientemente alto, de hecho podrían hacer un trabajo rápido con tantos oponentes. Después de todo, en los niveles más altos, se decía que no necesitaban ningún tipo de arma para ejercer tanto poder destructivo como el arma de un acorazado. Incluso si un grupo de matones débiles se reuniera y uniera sus fuerzas, serían fácilmente derrotados. Fríamente lógico y fríamente eficiente, esas eran las reglas que regían Ciudad Academia.

-Tienes una idea equivocada.

Pero sus pensamientos fueron volcados un momento después.

A esta chica de secundaria llamada Kumokawa Seria aparentemente le gustaba confundir a la gente.

Se apartó el cabello de su hombro mientras continuaba.

-Todavía vivimos en la era de la televisión.

-¿?

-El equilibrio de poder de los medios puede colapsar en poco tiempo, pero la televisión sigue siendo fuerte. Cualquiera que no haga nada bueno huirá cuando las cámaras enfoquen su camino.

Él no lo entendió.

Sin embargo, pudo escuchar la voz de una mujer proveniente de la calle principal bien iluminada donde las luces brillantes y los letreros electrónicos permitían que todos viajaran en paz. Pero esto no parecía ser alguien charlando en la acera. ¿Respiración abdominal? ¿Enunciación correcta? Los métodos en los que solo pensó durante la clase de música o el karaoke se utilizaron para producir una voz artificialmente clara y contundente.

“¡La espera finalmente ha terminado, todos! ¡L.S.S. presenta el Street Corner Kitten Show! Es hora de dar un paseo mientras busca algunas bellezas. ¿Dónde estarán esos gatitos esta noche, me pregunto? ¿Oh? ¿A dónde se fue ese de antes? Escuché que hay un lugar de reunión para lindos gatitos entre algunos de los edificios por aquí.”

Había mucho movimiento en el frente.

Algunos espectadores aburridos deben haberse reunido alrededor del equipo de televisión y la reportera. Era cierto que los villanos (si se les puede llamar así) que trabajaron para mantener una reputación en las calles no querrían que sus estúpidos rostros se mostraran en las salas de estar de toda la ciudad. Y si las cámaras los atrapaban en el acto, tendrían a Anti-Skill tras ellos.

-Puede ser esa enfermedad exclusiva de los estudiantes de secundaria. -dijo la chica de secundaria mientras su gran pecho subía y bajaba ligeramente por su suave respiración. -Pero todo el mundo parece juzgar las armas y los poderes Esper basándose completamente en su utilidad directa en una pelea. Se dice que la cultura de Ciudad Academia está 30 años por delante del mundo exterior, pero basándome en lo que veo aquí, solo puedo suponer que todo el planeta pronto se convertirá en un páramo posapocalíptico de mohicanos y motocicletas.

Kamijou Touma pensó que tenía razón.

Ciudad Academia estaba muy por delante del resto cuando se trataba de tecnología, pero los cerebros de las personas que vivían allí no necesariamente alcanzaban los mismos estándares. La codicia, la lujuria y el orgullo eran lo que gobernaba las mentes de la forma de vida más inteligente del planeta. …Y Kamijou no estaba dispuesto a afirmar que él era una excepción allí.

La tecnología conveniente conducía a la depravación.

¿La humanidad siempre estaría luchando con los mismos problemas, sin importar cuánto progresara la tecnología?

Podía quejarse de la depravación todo lo que quisiera, pero ¿qué decía que ni siquiera podía seguir el ritmo de ese mundo degradado? Solo podía sonreír cínicamente mientras estaba cubierto de heridas y moretones.

No podía llegar a ningún lado por su cuenta. Ni siquiera había decidido un destino.

-¿Así que se escaparon por culpa de las cámaras?

-No asumas que fue una coincidencia.

Después de un suspiro de alivio, al chico se le ocurrió algo.

-¿¡Qué hay de esa chica!? ¡¡Agh!!

-De nuevo, no te obligues a levantarte. Solo traerás de vuelta el dolor.

Trató desesperadamente de sentarse, pero se congeló en el lugar a mitad de camino y la misteriosa estudiante de preparatoria presionó su dedo contra su frente y devolvió su cabeza a su regazo.

-¡Ay, ay! ¿E-entonces qué pasó con esa chica? Ghhh, ¿qué pasó con la chica a la que estaban atacando en primer lugar?

Eso fue todo.

Kamijou Touma no era un idiota. Bueno, en realidad era un idiota al que le gustaba creer que no lo era, pero incluso él había aprendido a mantenerse a salvo en las calles de Ciudad Academia. No fue lo suficientemente imprudente como para entrar en un callejón peligroso y pelear con un grupo de delincuentes armados sin motivo alguno.

Sí, tenía una razón para ello.

Y eso era lo que importaba ahora.

-No me digas que simplemente desapareció. Ay, maldita sea. No se la llevaron durante la confusión, ¿verdad?

Tenía que forzarse a sí mismo ahora.

Había un coche usado averiado cerca de la entrada del callejón.

El coche redondo y ligero destinado a las amas de casa había sido adornado con alerones y un silenciador modificado en un intento de que pareciera varonil. Era el compromiso obvio de alguien que quería rebelarse contra la sociedad pero no podía rebelarse contra el precio. Dudaba que nadie más que esos delincuentes quisieran tocar esa cosa. Era poco probable que intentaran algo tan arriesgado como arrastrar a una persona entera con ellos, pero aún era una posibilidad. Si los atrapaban, esos idiotas probablemente tratarían de afirmar que era solo una broma y que no querían decir nada con eso, incluso si eso no explicaría exactamente por qué estaban empuñando un cuchillo. La lógica no siempre fue el mejor predictor de lo que haría la gente así.

Sin embargo…

-Oh, ¿te refieres a Mitsuari Ayu?

-¿?

-Espera, ¿te precipitaste al peligro y ni siquiera sabías su nombre? No puedo decir que esperaba eso. -Kumokawa colocó una mano en su famosa frente y negó con la cabeza, pero luego sonrió. -Pero puedes sacar algunas conclusiones del hecho de que logré preguntarle su nombre, ¿no? Mira, puedo decir que el dolor te impide pensar con claridad, así que lo diré de nuevo: logré preguntarle su nombre.

-¿Te refieres a…?

Mientras seguían sentados en el sucio suelo con sus rostros tan cerca que sus narices casi se tocaban, Kamijou movió solo su cabeza.

No estaba seguro de si esto calificaba como una vía pública o una propiedad privada, pero el callejón trasero estaba lleno de cosas misceláneas: un bote de basura de plástico, una bicicleta oxidada y algunas herramientas de limpieza que prácticamente se habían convertido en uno con la suciedad.

Entre todo, una pila de cajas de cerveza amarillas se sacudió ligeramente.

Había alguien detrás.

-Uhh…

El pequeño rostro que finalmente asomó pertenecía a una chica incluso más joven que Kamijou. La brecha entre la secundaria y la preparatoria era enorme, pero también ocurría lo contrario. Parecía muy joven, pero el chico de pelo puntiagudo podía decir que era igual que él. Probablemente estaba en la escuela secundaria.

Tenía el cabello castaño esponjoso y una constitución delgada. El tamaño de su pecho y toda su estructura esquelética parecían estar todavía en proceso de crecimiento. Llevaba una blusa de manga corta, un suéter beige sin mangas y una minifalda gris oscuro. Estaba bastante seguro de que era el uniforme de alguna escuela famosa u otra, pero no tenía idea de cuál. Ella también tuvo el descaro de usar una pequeña (supuso) bolsa de marca sobre su hombro a pesar de que solo estaba en la escuela secundaria.

Había lágrimas en sus ojos, sus hombros estaban tensos y sus piernas estaban juntas y temblaban.

Por otro lado, su cabello y su ropa no parecían haber sido tocados y no parecía tener un rasguño.

Estaba tan ilesa que en realidad confundió a Kamijou.

Su conciencia no podía seguir el ritmo de lo que había hecho.

-Te interpusiste entre ellos y ella y causaste suficiente escena para llamar la atención y ganar algo de tiempo. Por supuesto, probablemente tuviste suerte de comprar incluso 10 minutos así.

No había funcionado como una película de samuráis donde el héroe podía blandir una espada y cortar a la gente en 360 grados o como un western donde todos querían enviar a su rival a la tumba en un tiroteo rápido uno contra uno.

Todo lo que el chico había logrado era acurrucarse en una bola para proteger sus órganos vitales.

Solo había logrado aguantar y aguantar mientras se agotaba el reloj.

Sin embargo…

-Pero sin esos 10 minutos, no podría haber notado lo que estaba sucediendo y haber traído a ese equipo de televisión aquí. Entonces, a Mitsuari Ayu le habrían atado los brazos, las piernas y la boca con cinta adhesiva antes de que la arrojaran a la parte trasera de un automóvil y se la llevaran.

Su tono decía que se negaba a aceptarlo.

Pero al mismo tiempo, la situación exigía que ella lo dijera.

Y Kumokawa Seria dijo más en voz baja después de apartar la mirada de él.

-Bien hecho, héroe. Hacía tiempo que no me sentía tan emocionada.