Editing Black Bullet:Volumen7 Capítulo 2 (section)

=== Parte 5 ===  

La brisa del mar soplaba a través de los barrotes, haciendo que la campana de viento sonara. 
 
En lo más profundo de la oscuridad sin fin alrededor de la luna, el sonido de las olas persistía junto al olor acre de la marea.  

Después de que apagaran las luces, Andrei Litvintsev estaba sentado en la cama con los ojos cerrados, contando el sonido de las olas.  

En la celda de una cárcel, bañada por luz de la luna, el hombre corpulento cuyo físico era como un cerdo, no podía dormir, rascándose la barriga con su traje de prisión levantado.  

Sonidos de llanto y murmullos se podían escuchar desde las otras celdas.  

Después de un período de tiempo indeterminado, su conciencia despertó de la frontera entre el sueño y la realidad.  

Al instante, una voz silenciosa de «Capitán» lo impulsó a abrir los ojos. Fuera de las barras oxidadas de la celda, un par de ojos brillantes 
aparecieron. No, él notó que detrás de esa persona, había un gran número de personas en estado de alerta, mientras suprimían sus respiraciones.  

—Que puntuales.  

Se levantó y se acercó a los barrotes. La cerradura electrónica se abrió como por arte de magia. Junto al sonido de pasos, los visitantes nocturnos entraron en esta única celda que definitivamente no era amplia, formados organizadamente.

Contó cinco hombres y dos mujeres.  

—Ha pasado un tiempo, Capitán.  

La voz del hombre era emocional mientras se quitaba el casco. Litvintsev reconoció su rostro. Siguiendo al hombre, todos los demás se quitaron sus cascos y le saludaron.  

Litvintsev asintió y miró sus rostros a la vez.  

—Max, Misha, también Sanja. Están aquí. ¿Dónde está Yulia?  

—Aquí.  

En medio de la oscuridad, otra chica entró en la celda. Sus ojos azules y cabello plateado brillaban ante la luz de la luna. De pie erguida, la chica lo saludó.  

Después de saludar, la expresión de Yulia se distorsionó al instante. Abrazando con la parte superior de su pequeño cuerpo a la cintura de Litvintsev, enterró su cara en él.  

—Te extrañé mucho, capitán.  

—¿Situación?  

—Todo de acuerdo a sus órdenes.  

Probablemente recordando que todavía estaba en una misión, Yulia dio un paso hacia atrás y se arrodilló.  

—Apoyaré a mis compañeros en la obtención de la sala de control.  

Poniéndose de pie, se dio la vuelta y desapareció silenciosamente. Tomando su lugar, Max se acercó y lo saludó.  

—Por favor, tenga cuidado de las cosas dentro de veinte segundos. Las cerraduras electrónicas que encarcelan a todos los presos serán liberadas 
para ocasionar un caos momentáneo que usaremos para abordar el barco en el que escaparemos. La operación de invasión probablemente será descubierta muy rápidamente.  

Como si cumpliera con sus palabras, unas campanas ruidosas sonaron de repente. Los internos durmiendo saltaron debido a la situación inusual haciendo un gran escándalo.  

—Hablando del diablo.  

Max se colocó el casco de nuevo y liberó el seguro de su rifle.  

—Por favor, dese prisa, encargarnos de esto es nuestro trabajo. La «Cabeza» y el «Anillo» están preparados, así que por favor, disfrute de la escena final con sus propios ojos.  

Alguien se acercó por detrás de él y le colocó su uniforme chaqueta favorita sobre los hombros del uniforme de prisión.  

Litvintsev movió su mirada a través de los rostros de sus compañeros una vez más.  

—Vamos a hacerlo, para acariciar nuestro deseo.  

Detrás de sus compañeros que avanzaban sosteniendo fusiles, Litvintsev caminaba con arrogancia.   

Despertados por la alarma, la prisión se vio inmersa en un torbellino de confusión.  

Los pisos de clavos destinados a activarse de inmediato para evitar que los presos escaparan no aparecieron. Tampoco era posible comunicarse con el exterior.  

Notando la anomalía, los guardias de la prisión se apresuraron a la sala de control, pero se sorprendieron por las ráfagas de balas esperando por ellos…  
   
… Numerosos disparos se escucharon mientras volaban chispas hacia la mesa de acero usada como cubierta.  

Uno de los guardias de la prisión rugió con enojo hacia los otros guardias, en medio el sonido de los disparos.  

—¡Esto no está funcionando! ¡Esos tipos bloqueando la sala de control son soldados profesionales! ¡No podremos ganar!  

—¡Entonces, ¿qué vamos a hacer?!  

Los guardias se asomaban por detrás de la cubierta para disparar sus escopetas cada vez que había una abertura, pero siempre eran recibidos por una gran cantidad de balas inmediatamente, lo que los obligó a retroceder.  

Maldita sea. Alguien maldijo.  

Naturalmente, los guardias de la prisión no eran soldados profesionales.  

A pesar de que estaban equipados con armas para solucionar los disturbios, en comparación con profesionales bien entrenados, no tenían ninguna posibilidad de ganar.  

Mientras un guardia sostenía su cabeza mientras pensaba, los disparos cesaron de repente. Notando que era sospechoso, el guardia se asomó.  

Vio a un hombre con casco lanzar algo al aire. Al ver el objeto esférico, el guardia no pudo evitar sentir terror.  

… Una granada de fragmentación.  

Retirando su rostro mientras esperaba que todo su cuerpo fuera desgarrado por el dolor, escuchó un impacto seguido de una explosión. Escondiéndose detrás de la barricada, los guardias sintieron la onda de choque, mientras el polvo producido por los materiales con los que estaba hecha la cárcel, llenaba el aire.  
  
—¡Dense prisa y escapen, ustedes son demasiado débiles!  

¿Aún estoy vivo?  

El guardia de la prisión abrió los ojos asombrado al ver la espalda de una niña pequeña frente él. Ella estaba de pie, sosteniendo una hoja de Varanium de 60 cm de largo en cada mano.  

Los pendientes de la chica temblaron cuando miró hacia atrás. El guardia pudo ver una pica pintada debajo de su ojo derecho.  

—Ah, claro, ¡Aun tenemos a un Iniciador!  

La muchacha hizo hmph, levantando la barbilla como si estuviera aburrida.  

—Soy Ritsu Urabe, ocupó el IP 550. Por cierto, dense prisa y salgan del edificio a pedir refuerzos. Yo me encargo de estos chicos.  

Aunque el guardia se sentía incómodo mezclando a un iniciador en su trabajo, después de verla patear la granada, fue sorprendido por algunos segundos.  

—E–Entendido. Hay dos enemigos bloqueando la entrada a la sala de control. Cuídate.  

Después de instar a los demás guardias a retirarse, Ritsu miró una vez más hacia adelante.  

Moviendo sus dientes horizontalmente, sonrió ferozmente. Alguien detrás de la barricada tomó medidas.
  
Entonces, con un fogonazo violento, volaron balas hacia ella.  

Sin embargo, Ritsu saltó lejos, prediciendo de antemano el ataque de su oponente.  

El enemigo al interior reaccionó con una expresión de asombro.  

Sin darle la oportunidad de recuperar la compostura, hundió su espada en el hombro de un tipo, como divirtiéndose. Haciendo un grito ahogado, el hombre dejó caer su rifle. 
 
Entonces la chica se movió, impulsada por sus instintos bestiales.  

Al instante, la anterior ubicación de Ritsu fue traspasada por disparos de rifle dispersando esquirlas por todas partes.  

—¡Escogiste al enemigo equivocado!  

Girando su cuerpo, ella pateó el techo, cargando hacia el enemigo disparándole, cortando en diagonal con sus hojas izquierda y derecha tan pronto como aterrizó.  

Las hojas de Varanium de Ritsu fácilmente cortaron el chaleco antibalas, infringiéndole heridas incapacitantes a su enemigo.  

—Ga... ah...  

La victoria estaba decidida. El hombre enmascarado se desplomó salpicando sangre y mirándola con disgusto.  

Ritsu seguía lamiéndose los labios. Luchar contra enemigos más débiles que ella, realmente le producía un placer indescriptible.  

—Realmente no quiero matarte aún. Hay tantas cosas que me gustaría preguntarte.  

Justo cuando estaba a punto de darse la vuelta y entrar en la sala de control, Ritsu miró hacia atrás al detectar un fuerte instinto asesino.  

Como era de esperar, una chica salió lentamente de las profundidades del corredor.  
 
Cabello plateado con ojos tranquilos de color azul hielo, usando un uniforme militar de color caqui.  

En un entorno diferente, podría confundirla con una niña pérdida y delicada, naturalmente, no era alguien que debería aparecer en este tipo de entorno.  

Los terroristas enemigos, al parecer estaban usando a un iniciador también.  

La chica lentamente miró a sus compañeros caídos mientras hacía un gesto de comprensión.  

De pie, una contra la otra, las iniciadoras se convirtieron en enemigas.  

Incluso sin palabras, ambas partes sabían claramente que vendría derramamiento de sangre después de esto.  

La chica sacó su arma.  

En ese momento, Ritsu no pudo evitar estallar en carcajadas.  

—¿Qué es eso? ¿Vas a luchar con ese tipo de arma?  

Como si fueran protectores para nudillos, unas varillas de metal en sus brazos estaban unidas a ganchos en cada una de sus manos. Había un anillo en la base de las garras donde podían insertarse los pulgares.  

Con la forma de protectores de nudillos, este tipo de arma oculta estaba especializada en asesinos, al parecer capaz de dejar heridas como si fuera desgarrado por una bestia feroz de un solo golpe. Ambos brazos poseían una de estas.  

El material era Varanium. Aunque se podría esperar una alta movilidad debido al ligero peso, tenía una gran falta de alcance. No era más que una reliquia obsoleta del pasado.  

—IP Rank 550, Modelo Tiburón. Soy Ritsu Urabe.  
  
Ritsu se presentó de forma habitual, y la chica de enfrente respondió cortésmente.  

Al instante siguiente, Ritsu hizo un sonido de «¿Eh?».  

Inclinando la cabeza perpleja, pensando que su oponente no había escuchado bien, la chica de cabello plateado bajó su centro de gravedad entrando en una posición de combate.  

Entonces, miró directamente a Ritsu.  

—IP Rank 77, Modelo Guepardo. Mi nombre es Yulia Kochenkova. No pienso detenerme.  

En medio de las balas, saltó a un lado mientras cargaba hacia adelante, cortando a través de la barricada en un instante.