Editing Black Bullet:Volumen7 Capítulo 2 (section)

=== Parte 6 ===

Empujando su billetera hacia la mano del conductor del taxi sin comprobar cuánto dinero había en ella, salió fuera del coche. El sol cegador inesperadamente lo saludó, obligándolo a entrecerrar los ojos. 
 
El aire aún estaba muy frío, pero el sol ya se había levantado en el cielo del este.  

Las olas hacían un sonido refrescante cuando se estrellaban. Esta escena probablemente no cambiaría, incluso dentro de mil años.  

Sólo había pasado un día desde que había visitado por última vez esta prisión flotante, sin embargo, un cambio muy trascendental había tenido lugar.  
Un ligero hedor a sangre estaba mezclado en el aire.  

Su cuerpo estaba lleno de una tensión tranquila.  

Después de cruzar el largo puente colgante, pudo ver las espaldas de una multitud reunida para ver la escena, además de algunas personas que debían ser policías.  

Empujando a través de la pared humana para llegar hasta la cinta de prevención, fue recibido por un oficial de policía que se acercó con el ceño fruncido.  

—Hey, este lugar está fuera de límites…  

Antes de que el hombre pudiera terminar, Rentarō sacó su licencia de Promotor y se la arrojó.  

El policía anciano la atrapó antes de levantar una ceja con una expresión molesta.  

—¿Por qué entras en nuestro territorio? Este no es un caso Gastrea.  
 
—Pero es muy probable que hayan iniciadores involucrados. Tengo todo el derecho a entrar.  

—Mmm.  

El policía quitó la cinta con desagrado.  

Después de pasar a través de la cinta y exigir ver al encargado. El policía levantó su barbilla, diciendo «Sígueme», antes de empezar a caminar por su cuenta.  

Atraído por el ajetreo y el bullicio, giró su cuello para mirar a su alrededor.  

Esta isla artificial, normalmente habitada sólo por guardias, sus familias y los internos, ahora estaba llena de investigadores, agentes de policía del distrito y equipos de investigación móviles. En este tipo de entorno, este tipo de actividad sería como una fiesta alegre.  

Bajo las flores blancas floreciendo junto a la pared, semillas habían volado hacia quien sabe dónde. Los pétalos de lirio araña casi teñidos por completo de rojo, se balanceaban con el viento.  

Había sangre esparcida en el área junto a marcas de tizas y un sinfín de agujeros de bala.  

—... ¿A cuál lado pertenecen?  

—Quién sabe.  

Después de entrar a la cárcel, las marcas dejadas por el tiroteo eran aún más aterradoras.  

De repente, un equipo especial de asalto armado con chalecos antibalas, rifles de asalto y ametralladoras ligeras llegó y pasó de largo.  

Probablemente después de haber pasado toda la noche sometiendo a los internos amotinados sin la oportunidad de dormir, sus rostros estaban llenos de fatiga.  
  
Inmediatamente después, pasaron los guardias de la prisión, instando a los reclusos esposados a apresurarse. Los presos se detenían disgustados mientras los guardias se quejaban.  

—¡Hey, date prisa y sigue el ritmo!  

Notando que había dejado de seguirlo, corrió hacia el policía anciano que se había adelantado, llegando finalmente a la puerta principal, donde un título de «Cuarto de supervisión y control» estaba colgando.  

Había signos de barricadas instaladas previamente. Una batalla probablemente había tenido lugar aquí.  

Había una pared humana erigida frente a la puerta principal.  

Mientras Rentarō saludaba y se acercaba, el personal de investigación de la escena vestidos con ropa de trabajo miró hacia el antes de abrir un camino para que pasara.  

Entonces una chica derrumbada fue revelada.  

—...  

Desde el punto de vista de la psicología, la vestimenta de una persona simbolizaba cómo deseaba ser percibida por el mundo exterior.  

Derrumbada, con sus brazos y piernas extendidos, la chica probablemente quería que las personas en los alrededores pensaran en ella como alguien rebelde.  

Tal vez su sueño era convertirse en una estrella de rock con un montón de fans enloquecidos mientras estaba expuesta al flash incesable de las cámaras.  

Si ese era el caso, entonces podría decirse que su deseo fue cumplido. Sin embargo, los flashes dirigidos hacia ella eran los de los investigadores en la escena del crimen.

La causa directa de la muerte fue un shock causado por un desgarre a través del abdomen. 
 
Sus entrañas se habían salido, formando un patrón similar al de una extraña flor en el suelo. Como si hubiera sido desgarrada por una bestia feroz, su herida estaba expuesta a simple vista.  

Los ojos de la chica se mantenían muy abiertos por la sorpresa. Al final, ella debió haber comprendido lo que le había sucedido.  

—La víctima es Ritsu Urabe, una iniciadora con un IP Rank de 550.  

Volteando hacia atrás, vio a un detective vestido de civil de pie, usando una camisa de manga corta.  

Con un rostro cuadrado, la mitad de su cabello de color gris y gafas de montura negra; despedía una impresión intelectual como si fuera un erudito, 
pero sus cejas gruesas parecían transmitir una gran fuerza de voluntad.  

—¿Estas a cargo...?  

—Mi nombre es Yoshitatsu Akutsu, superintendente de la oficina central. En cualquier caso, soy quien manda aquí.  

Akutsu sacó un paquete de cigarrillos del bolsillo de su pecho, colocó uno en su boca y lo encendió.  

—Dejar de fumar en la escena de un crimen, ¿de acuerdo?  

—Mmm, como si alguien pudiera soportar este olor sin mezclarlo con el humo de los cigarrillos… ¡Hey, suficiente de fotos, llévense a esa chica también!  

Akutsu les indicó a los investigadores que terminaran de dibujar la silueta de la chica con tiza y se la llevaran. Moviendo el cuerpo a una camilla, lo cubrieron con una tela blanca y lo transportan a la morgue.  
 
A pesar de tener una apariencia diferente, el superintendente Akutsu emitía un aura muy similar a la del Inspector Tadashima. Ambos seguramente debían ser el tipo de persona que obstinadamente se apegaba a la escena del crimen de principio a fin sin ningún tipo de compromiso.  

Una vez que había entendido ese punto, no debía ser difícil para Rentarō manejar a este tipo.  

—¿Es realmente necesario reunir pruebas en la escena?  

—¿Solo podrá ser sentenciado el culpable si está claro quién mató a quién?  

—Ahhh, ya veo.  

Rentarō volteó hacia Akutsu.  

—¿Ya fue suprimido el motín de los reclusos?  

Cerrando los ojos, Akutsu exhaló humo blanco por su nariz.  

—Supongo.  

Rentarō estaba completamente atónito cuando vio la noticia esta mañana.  

Ayer por la noche, los internos de la prisión flotante se habían amotinado. Trescientos ochenta presos, en medio de su condena, habían escapado.  

Capturaron a los guardias de la prisión y a sus familias que no habían abandonado la isla, para un total de 120 rehenes, y se apoderaron del lugar.  

Habían pedido dinero por el rescate, además de una salida segura del Área de Tokio. Aunque se anunció que iban a matar a un rehén por cada hora de retraso, debido al período de tiempo que exigieron, no era suficiente para preparar el dinero y las rutas de escape.  

Las negociaciones se rompieron. A medida que pasaba el tiempo límite, los presos mataron al primer rehén. 
  
El color de la desesperación se apoderó del rostro de todos en el lugar.  

—Estoy impresionado de que los hayan controlado en menos de medio día.  

—Los tipos del SAT son los sorprendentes. Con el fin de evitar las minas navales, enviaron buzos por la parte posterior de la isla y se apoderaron del cuarto de control. Una vez que todos los gases lacrimógenos fueron liberados en la prisión, lo utilizaron como señal para asaltar todo el lugar por la puerta principal.  

Akutsu exhaló una bocanada de humo blanco hacia el aire con una expresión agotada.  

—Suspiro, por desgracia, un cierta cantidad de rehenes fue finalmente sacrificada, pero eso fue por qué las cosas no se pudieron resolver con rapidez. 

En este momento, la administración penitenciaria se encuentra en un dilema debido a la escases de camas en la enfermería y cuartos de castigo.  

—¿Bajas en el SAT?  

—Ninguna, aparentemente.  

Rentarō exclamó, impresionado desde el fondo de su corazón:  

—Como era de esperar de los profesionales.  

Akutsu lo miró con desagrado.  

—Hey, ¿dejémonos de sarcasmos? ¿No hubo una cierta persona que se encargó solo de todo un escuadrón del SAT en el hotel de la plaza Magata? Eso no es algo que un humano normal pueda hacer, ¿no le parece? señor Héroe del Área de Tokio.  

En el momento en que Rentarō estaba a punto de meter su mano en el bolsillo, para sacar su licencia, la retiró.  

—¿Sabes quién soy? 
  
—Duh. Te voy a decir esto primero, ahora mismo, probablemente hay un millar de personas en el MPD que quieren salir contigo. ¿Quién te pidió que hicieras que el superintendente Hitsuma, además de otras personas en la cima de poder, cayeran de sus puestos? Ahora, el sistema de recursos humanos es un desastre total. Yo era un simple inspector, pero de repente recibí una promoción para convertirme en jefe de sección. ¡Me gusta estar alrededor de las escenas del crimen, mas no quería ser un jefe de sección ¿Okey?!   

—No es como si hubieras sido promovido todo el camino a superintendente general.  

Rentarō sonrió con picardía. Sintiéndose totalmente molesto, Akutsu agitó su mano y dijo «Dame un respiro, no me traigas mala suerte».  

Rentarō recordó entonces sus propios asuntos.  

—Andrei Litvintsev está entre las víctimas.  

—No, no ha sido encontrado. Aunque es posible que aún se esconda en la isla, mi instinto dice que es distinto. De acuerdo al testimonio de los demás reclusos, él fue el primero en desaparecer después...   

Akutsu abrió su cuaderno de policía, acercándolo a sus gafas de montura negra.  

—Aparte de eso, otros presos fueron testigos de un barco de motor dejando la isla artificial. A pesar de que este lugar abandonado por Dios es lo 
suficientemente paranoico para establecer minas navales para evitar que los presos escapen, escaparon con éxito sin disparar ninguna de las minas. 

Esos tipos deben haber obtenido de antemano la ruta para evitarlas.  

—¿No es obvio? Esos tipos se hicieron cargo de la sala de control como primer paso, bloqueando los sistemas de seguridad para prevenir quedar atrapados. Sólo a partir de eso, se puede deducir que estaban completamente preparados.

Akutsu se rascó la cabeza, sintiéndose muy molesto.  

—Maldita sea, ¿por qué algo como esto sucede justo cuando la guerra a gran escala está a punto de estallar contra el Área de Sendai?  

... Hablando de eso, estos dos incidentes estaban conectados en el fondo.  

En ese momento, Rentarō escuchó un a alguien diciendo «Disculpe…».  

Mirando hacia atrás, vio a un joven oficial mover la esquina de su sombrero incómodo.  

—Usted es el señor Satomi Rentarō, ¿no? Una mujer lo está buscando...  

¿Quién diablos puede ser? Rentarō se sentía agitado en su corazón.  

No tenía tiempo para eso ahora mismo.  

—Dile que estoy ocupado.  

—Le enfatice muchas veces que las personas no autorizadas no pueden entrar, pero ella es muy terca. Además...  

El oficial de policía dudó un poco antes de continuar:  

—Aunque no podía ver su rostro claramente debajo de la capucha, aun así, es una belleza increíble. De alguna forma se siente como si tuviera un aire inusual de nobleza, por lo que me es difícil oponérmele...  

Sintiendo un presentimiento ominoso, Rentarō sintió sus órganos contrayéndose.  

Corriendo a toda velocidad, salió para ver a alguien detrás de las cintas de advertencia agitando vigorosamente su mano hacia el e incluso saltando hacia arriba y abajo.  

—¡Satomi-san, soy yo!  

Rentarō no pudo evitar agarrarse la cabeza y gemir. 
   
—Pasa por un momento.  

Levantando la cinta policía y jalando a la chica por su mano, Rentarō la llevó a un lugar desierto dentro de las instalaciones de la prisión.  

—¡¿Por qué viniste a este lugar?!  

La chica se quitó la capucha para revelar una piel blanca como porcelana, mientras un cabello de un hermoso color blanco, que rivalizaba con la nieve, brillaba bajo la luz del sol.  

De hecho, ella era precisamente Seitenshi.  

—¿No escapaste a mi casa para evitar a tus perseguidores? Vas a terminar siendo descubierta.  

Juntando sus manos como si rezara, Seitenshi cerró sus ojos.  

—Sin embargo, Satomi-san está corriendo por todas partes con el fin de cumplir la misión que le he encomendado, y yo solo estoy escondiéndome en su casa todo el tiempo incapaz de hacer nada en lo absoluto. Además, deseo contribuirle de alguna forma, así sea escasa, a Satomi-san. Estaba pensando que este disfraz sería impecable.  

Seitenshi giró su cuerpo en ese momento. Debido al viento, la falda revoloteaba como las olas del mar.  

Un suéter de color blanco puro con una chaqueta blanca desabrochada encima y botas blancas. La chaqueta incluso tenía una capucha plegable.  

''Muy hermosa.''  

La agitación de Rentarō desapareció al instante. Fue derrotada por esa indescriptible belleza.

Rentarō revisó sus recuerdos lentamente. Él nunca la había visto con otra ropa aparte de su vestido formal.  

Renunciando a su espacio personal para convertirse en una figura pública al 100%, ella usaba ese vestido formal y oficial a toda hora, aparte de cuando dormía, eso era probablemente un símbolo de su imparcialidad desinteresada.  

Aunque había dejado de usar ese traje con el fin de esconderse, Rentarō no podía evitar preguntarse si algún tipo de cambio se había producido en la 
forma de pensar de Seitenshi, o si solo estaba pensando demasiado las cosas.  

Al ver la reacción muda de Rentarō, Seitenshi bajó la cabeza con inquietud, antes de hacer una expresión vulnerable como si suplicara.  

—¿Este vestido se ve bien en mi...?  

Rentarō movió su rostro.  

—S–Si quieres un disfraz, no vayas eligiendo cosas que hagan que las cabezas de los hombres giren hacia ti cada vez que des diez pasos.  

Las mejillas de Seitenshi se pusieron rojas mientras inclinaba su cabeza aún más.  

—En serio, Satomi-san... No hay forma, podría ser que...  

Mientras el estado de ánimo se hacía más incómodo, tres investigadores de sexo masculino pasaron por el edificio del frente mientras charlaban y reían. Seitenshi levantó la capucha de su chaqueta apresuradamente.  

Rentarō suspiró de alivio.  

De repente, notó a Seitenshi mirando a los investigadores con ojos llenos de tierno afecto.  
 
—A pesar de la posibilidad de que estalle una guerra después de hoy, la organización policial todavía sigue funcionando normalmente. Eso es gracias a la administración capaz de Kikunojō-dono.  

Rentarō siguió su mirada.  

—En realidad no. Los expertos en desastres llaman a esto «Sesgo de la normalidad».  

Seitenshi abrió mucho los ojos y se volvió para mirarlo.  

—«Sesgo de la normalidad»... ¿En serio?   

—Es correcto. Incluso cuando se enfrentan a una situación anormal, a los seres humanos les resulta muy difícil activar el interruptor de «Esto es anormal, debo tomar acción inmediata». Las mentes humanas son en realidad inesperadamente lentas. Además, si las personas en los alrededores se mantienen tranquilas, sería «Muy lamentable» si ellos entran en pánico, por lo que incluso si el fuego ha llegado hasta sus pies, aún tienen problemas para tomar acción.   

—Pero creo que los residentes tenían un fuerte sentido de la crisis durante la Tercera batalla de Kanto...  

—Eso fue porque todos habían aprendido la lección y conocían acerca de la amenaza de extinción que vendría si colapsaba un monolito. Después de todo, la Guerra Gastrea sucedió hace sólo una década, con brotes aislados de infección ocurriendo esporádicamente, por lo que los residentes se han acostumbrado a esa clase de evacuación por lo menos.  

»Por el contrario, la última participación de Japón en una guerra a gran escala entre humanos terminó en 1945 con la Segunda Guerra Mundial. Las personas que sirvieron como libros de historia vivientes casi todos han muerto. Las personas tampoco pueden predecir el futuro. Incluso es posible que estén pensando «Una guerra no es tan terrible como una epidemia».   

Seitenshi entrecerró los ojos con tristeza.  
  
—La guerra es claramente más aterradora...  

Rentarō se cruzó de brazos.  

—El Área de Sendai tiene un problema aún más grande. Ellos se enfrentan a una crisis de extinción aún más urgente que nosotros. En medio de la desesperación, es imposible saber lo que ese tipo Inou va a hacer...  

En ese momento, uno de los investigadores gritó «¡Hey, chicos!» y corrió hacia los tres investigadores conversando.  

—¡Dense prisa y vean la televisión, las cosas se han vuelto muy serias!  

Los tres investigadores intercambiaron miradas y finalmente asintieron con la cabeza, corriendo para seguir al tipo que les avisó.  

Rentarō miró a Seitenshi. Mirando directamente hacia él, ella asintió.  

—Vamos a echar un vistazo también.  

Al entrar en la prisión, Rentarō y Seitenshi siguieron a los investigadores hasta la cafetería.  

La espaciosa habitación tenía una televisión de pantalla plana en el frente, con detectives e investigadores rodeándola desde todos lados.  

Bajo el ambiente tenso, todos miraban hacia el televisor mientras contenían la respiración.  

Rentarō se colocó de puntillas para mirar la pantalla desde detrás de ellos.  

Al instante siguiente, sintió un escalofrío en su columna vertebral.  

En la pantalla, un Gastrea gigante parecido a un ciempiés hacía que la montaña imponente en el fondo pareciera una miniatura. Tenía un rostro de reptil y sus peripopodos y guadañas eran demasiado numerosos para contarlos.  

Era precisamente el rey de la pestilencia… Libra.

Pero lo que sorprendió a Rentarō, no fue la apariencia de Libra, sino los sacos de virus en su abdomen. 
 
Con la apariencia de unos globos, los sacos conteniendo virus mortales temblaban ligeramente, como si no pudieran esperar para ser liberados.  

Rentarō secó el sudor en las palmas de sus manos en los pantalones.  

La escena cambió de la imagen de libra a lo que parecía ser una transmisión en vivo de una conferencia de prensa con Inou.  

Agitando su puño violentamente con ira, las palabras de Inou no eran muy claras. Después de mucho esfuerzo, Rentarō finalmente entendió lo que estaba diciendo: «Al menos que el Área de Tokio haga que libra se retire para las tres de la mañana, vamos a lanzar un ataque sorpresa sobre Libra y ellos».  

Los policías alrededor de Rentarō dejaron escapar un gemido.  

La escena cambió para mostrar el lugar de emisión donde un locutor estaba dando instrucciones sobre qué hacer después de que estallara la guerra, «Deben mantenerse lo más alejados posible de las fábricas de armas y edificios del JSDF que podrían convertirse en blancos de ataques». Luego de eso, el locutor informó sobre conocimientos simples anti desastres.  

Rentarō miró nerviosamente a un lado. Seitenshi estaba mostrando ojos solemnes bajo el borde de su capucha, mientras miraba también la televisión.  

—Antes de escapar de la Sagrada Residencia, hice enviar un emisario al Área de Sendai, pero las negociaciones diplomáticas aparentemente han llegado a un callejón sin salida.  

Seitenshi miró a Rentarō.  

—Satomi-san, ¿los has notado? A pesar de su expresión furiosa, el primer ministro Inou aún mantiene cierta racionalidad en su forma de hablar. Si pensáramos a la inversa, a pesar de emitir un discurso con una postura tan dura, el Área de Sendai está dudando acerca de si deben iniciar una guerra, ¿no es así? Los que entienden estos signos, podrían discernir claramente que el Área de Sendai está expresando su voluntad para esperar hasta el último instante ¿no?   

Rentarō estaba completamente impresionado de las palabras de Seitenshi hasta el punto de quedarse mudo.  

Naturalmente, ella no era alguien que se había convertido en un símbolo nacional usando solo su belleza física y aura de idol.  

Después de un momento, cuando ya no había ninguna información que valiera la pena en la televisión, Seitenshi relajó sus hombros y dijo: «Vamos a tomar un descanso» con una expresión cansada mientras señalaba un rincón de la cafetería.  

Por lo tanto, Rentarō sacó una silla para sentarse. A pesar de que todavía era temprano por la mañana, un aroma salía de la cocina.  

—Este debe ser el desayuno preparado por el personal de la prisión para los agentes de policía que han pasado toda la noche limpiando las secuelas. Satomi-san, voy a preguntar si podemos participar de su desayuno.  

Antes de que Rentarō pudiera detenerla, Seitenshi se colocó de pie dirigiéndose a la cocina para hablar con el chef a cargo. Poco después, Seitenshi se inclinó profundamente hacia la otra persona.  

En el momento en que regresó mientras decía «Lo siento por la espera», sostenía en sus manos una bandeja con curry.  

A pesar de que sólo surgió por casualidad, cuando pensó que la máxima autoridad del Área de Tokio, le estaba llevando comida...  

Rentarō pensó para sí mismo «Si las asistentes que sirven a Seitenshi vieran esto, seguramente gritarían». Al mismo tiempo, fue recibido por el vapor caliente del curry presentado frente a él, por lo que respiró el aroma fresco de la comida. 
   
A pesar de que no sentía hambre, tomó una cucharada y la llevó a su boca.  

Rentarō se sorprendió hasta el punto en que sus ojos salieron de su cabeza.  

La combinación de dulce, picante y sal era absolutamente magnífica. El sabor de la cebolla y la papa dulce fluyó por su garganta junto al curry. 

Rentarō fue completamente derrotado por un fuerte sentimiento de felicidad.  

Para ser honesto, Rentarō no tenía apetito antes de comer este bocado, pero para cuando lo notó, ya estaba sosteniendo el plato, empujando la comida en su boca vorazmente.  

Entonces, mirando hacia adelante, vio a Seitenshi sosteniendo una cuchara humeante mientras la miraba fijamente.  

—¿Qué pasa...?  

—Bueno... Debido a que mi dieta en la Sagrada Residencia es controlada a nivel de miligramos para mantener el equilibrio entre los nutrientes, me pregunto qué dirían ellos si vieran esto...  

—Eres la jefa de estado. Sólo come lo que quieras.  

Seitenshi negó silenciosamente  con su cabeza.  

—No soy un monarca que domine sobre la población, sino simplemente un portavoz elegido por el pueblo. Por lo que, debo hacer todo lo que pueda por ellos.  

Seitenshi cerró los ojos y acarició su mejilla.  

—Por suerte, muchas personas me alaban por mi aspecto. Esperan que continué así de hermosa por siempre. Si eso permite que mi voz le llegue a las personas, voy a seguir manteniendo esta belleza con el concepto de que este cuerpo no me pertenece a mí. Una vez que el equilibrio nutricional sea 
roto, mi belleza se perderá y la relación invisible entre el pueblo y yo dejara de… ¡Mmmmph!   

Viendo una cuchara siendo metida a su boca por la fuerza, Seitenshi levantó sus parpados sorprendida.  

El culpable que había insertado la cuchara, Rentarō, frotaba su propio hombro con su mano libre.  

Sólo escucharla hablar parecía haberle causado dolor de espalda.  

Seitenshi se estremeció levantándose de su silla.  

—¡¿Q–Qué estás haciendo?! I–Incluso mi propia madre nunca fue tan grosera conmigo…  

—… De todas formas, termina la comida en tu boca antes de hablar.  

Siendo señalada, Seitenshi notó que estaba hablando mientras masticaba. Al instante, tapó su boca y todo su rostro se puso rojo.  

Cuando terminó de masticar la cuchara que había sido llevada a su boca, fue su turno de hacer una expresión de asombro.  

—... Muy delicioso.  

—Lo sé, ¿cierto? Olvídate de esas cosas molestas por ahora, simplemente disfruta de la comida primero. Mientras estés conmigo, olvida el hecho de que eres quien representa un estado. Si no puedes hacer eso, vete a casa inmediatamente.  

—En ese caso, tienes un punto... Gracias, Satomi-san.  

Con una sonrisa floreciente, el rostro de Seitenshi era verdaderamente demasiado deslumbrante. Rentarō no tuvo más remedio que voltear hacia otro lado. Con el fin de ocultar su vergüenza, empezó a comer varios encurtidos, pero el sabor era inesperadamente agridulce. 

Después de eso, ninguno de los dos siguió con la conversación, y simplemente comieron en silencio durante un rato.  

Al final, Seitenshi fue quien rompió el silencio.  

—Satomi-san, hiciste una ronda en la prisión flotante ¿No?  

—Sí, Litvintsev ya ha escapado.  

—¿Notaste algo más?  

Rentarō detuvo al instante la cuchara que estaba dirigiendo a su boca.  

—Hay un punto que me tiene muy preocupado. Una iniciadora fue asesinada en la entrada del cuarto de control. Ella fue enviada por la IISO para ayudar en la vigilancia. Su IP Rank era de 550. El asesino más probable es la chica de la que me estuviste hablando ayer, Yulia Kochenkova.  

—¿Ya está confirmado?  

—Vamos, alguien que ocupaba el Rank 550 fue asesinada de un solo golpe después de todo.  

Rentarō recordó la herida abdominal que parecía haber sido hecha por un tigre, además de la expresión en shock en el rostro de la víctima.  
Entonces, negó con la cabeza lentamente.  

—¡Debe ser broma...! Esa chica, Yulia Kochenkova, es sin duda más fuerte que Enju, es el tipo de iniciador con quien absolutamente no puedo enviar a Enju a luchar...  

—Satomi-san, yo también he pensado sobre las acciones de Litvintsev, pero no entiendo algo, ¿por qué correr el riesgo de hablarte el día antes de escapar de la cárcel?  

—...  
 
—Mi conjetura es que eso probablemente sea un mensaje para ti, Satomisan. Algo así como «Atrápame si puedes».  

Rentarō recordó el par de ojos oscuros que no parpadeaban mientras lo miraban desde detrás de las rejas.  

Entonces, frotó sus brazos para entrar en calor y evitar que sus dientes castañearan.  

En otras palabras, ¿esta conspiración masiva que fue suficiente para sacudir el mundo fue causada sólo por él y sus hombres?  

¿Sin ninguna ayuda?  

Para ser honesto, Rentarō ya no quería tener nada que ver con ellos. Sólo con saber el nivel de poder de Litvintsev y su compañera Yulia, Rentarō ya quería retirarse.  

Si continuaba persiguiendo a Litvintsev, su intuición le indicaba que iba a perder indudablemente.  

Los enemigos eran soldados, todos ellos profesionales. Una organización sin piedad ni escrúpulos que usaba el asesinato para lograr sus fines. Un mundo completamente diferente al suyo.  

Pero Rentarō también entendía que no podía cometer ningún error esta vez.  

Después de todo, el precio de no tomar acción sería el sacrificio de una cantidad inimaginable de personas.  

—La batalla aún no ha terminado. Ahora es el momento de forzar nuestros cerebros para encontrar los posibles escondites de Litvintsev.  

Rentarō exhaló con fuerza, apenas manteniendo su equilibrio mental.  

—Buen punto. Entonces, en primer lugar, imaginemos a que lugares pudieron haber ido Litvintsev y los suyos.  
 
Seitenshi sonrió suavemente.  

—Me siento muy honrada de luchar a su lado.  

Incluso si solo era actuar de forma temeraria, Rentarō se ordenó a sí mismo sólo mirar hacia adelante. Apoyando su cuerpo en la parte posterior de la silla, cruzó las piernas.  

—¿No podemos estrechar los lugares donde podrían estar escondidos? No es como si pudieran escapar del Área de Tokio en solo un día.  

—He considerado ese punto también. No importa que tanto este reforzado con Varanium el casco de un barco, no es suficiente para oponerse a la amenaza de los Gastrea marinos. Muy probablemente, han anclado en algún lugar para esconderse en el Área de Tokio.  

—¿Qué hay de la posibilidad de escapar del área usando transporte aéreo?  

—Debido a las relaciones tensas con el Área de Sendai en este momento, ni siquiera una hormiga puede arrastrarse fuera de la red de defensa aérea del Área de Tokio. A pesar de que las posibilidades de que eso suceda no son cero, deberían ser insignificantes.  

Rentarō exprimió aún más sus pensamientos.  

—Anteayer dijiste que los chicos de Litvintsev estaban usando el anillo de Solomon y la cabeza de Scorpion para controlar a Libra, ¿cierto?  

—De hecho, debido a que los Fase V están equipados con la capacidad de comunicarse entre sí utilizando ondas electromagnéticas y de sonido, es posible utilizar corrientes eléctricas para estimular las cuerdas vocales recuperadas del cadáver del Scorpion y hacerlas emitir señales electromagnéticas y ondas de sonido, enviándolas a través del mecanismo de conversión del anillo. Dicho más simplemente, es posible engañar a Libra haciéndolo pensar que Scorpion aún está vivo.  

—Pero si pensamos en eso, ¿cómo podrían enviarse las ondas electromagnéticas hacia Libra que se encuentra en Nasu en la prefectura de Togachi? 

Recuerdo que la distancia directa desde aquí hasta Nasu es de más de 150 km, ¿cierto? Aunque no se mucho de ingeniería, ¿pueden viajar las ondas de sonido tanto sin debilitarse?   

—Esa respuesta está justo encima de su cabeza, Satomi-san.  

Siguiendo el dedo índice extendido de Seitenshi, Rentarō sólo pudo ver el techo sucio y las rejillas de ventilación de gases lacrimógenos.  

Pero, por supuesto, ella no se refería a eso.  

Siendo golpeado repentinamente por un momento de inspiración, Rentarō no pudo evitar decir «¡Ah!».  

—Ya veo, un satélite...  

Seitenshi asintió con firmeza.  

—Como era de esperar de usted, Satomi-san, una reacción rápida. Con un satélite en una órbita geoestacionaria equipado con un dispositivo de retransmisión conocido como transponder, son enviadas ondas electromagnéticas desde el suelo al satélite, luego amplificadas utilizando el transponder y finalmente enviadas de vuelta a la tierra. Con eso, la limitación de la distancia física casi no supone obstáculo. Litvintsev de seguro está usando ese método.  

—E–Espera un segundo.  

Rentarō extendió su mano para interrumpir a Seitenshi antes de organizar los pensamientos en su mente.  

—Algo tan caro como un satélite… ¿Cómo podría usarlo cualquiera...?  

—Efectivamente. En el actual año 2031, la policía, las seguridades civiles y los militares son esencialmente los únicos capaces de conectarse a los satélites. Lanzar satélites por su cuenta, como en Shiba Heavy Industries es una excepción entre las excepciones. Por ejemplo, la función de llamadas satelitales en su teléfono móvil, Satomi-san, fue algo que te ganaste el derecho a obtener solo después de obtener tu licencia de Promotor.

Rentarō asintió.  

De hecho, cuando se realizan trabajos que necesitan de salir al Área Inexplorada, teléfonos satelitales capaces de realizar llamadas sin la recepción normal de un teléfono móvil, eran claramente indispensables. De igual forma, las funciones GPS de alta precisión, también necesitan de autorización.  

—¿Son los satélites tan preciados hoy en día?  

—Sí, la vida útil de un satélite geoestacionario varía de cinco a quince años. Por lo tanto, deben ponerse en marcha con frecuencia, pero después de la Guerra Gastrea, casi todos los países han perdido la capacidad de lanzar satélites. Además, durante la guerra, muchos satélites fueron derribados por Sagitario.  

—Ahora que lo mencionas, eso es verdad...  

Aguantando la amarga saliva en la boca, Rentarō miró hacia abajo.  

—Como resultado, el escondite de Litvintsev debe estar equipado con dispositivos para enlazarse ascendente y descendentemente a un satélite. La limitación a las ubicaciones estrecha mucho el rango.  

—Con enlazarse ascendentemente te refieres a lo que acabas de decir sobre enviar mensajes a un satélite, ¿no? Y descendente significa recibir señales enviadas por un satélite a la tierra... ¿no?  

—Efectivamente.  

—Entonces, es lo mismo que cargar y descargar en internet.  

Inclinando la cabeza con su dedo índice en la barbilla, Seitenshi frunció el ceño.  

—Completamente diferente.  

Rentarō fingió no escucharla y siguió pensando profundamente. 
  
—Así que, instalaciones capaces de hacer enlaces ascendentes y descendentes, ¿cuántas hay en el Área de Tokio?  

—Una.  

—¿Uh?  

Rentarō se quedó atónito.  

—Entonces, ¡¿No hemos encontrado el escondite esos chicos?!  

Seitenshi negó solemnemente con su cabeza.  

—No es ese lugar.  

—Uh, pero…  

—… Ese lugar es absolutamente imposible, es por eso que el personal de la Sagrada Residencia no ha podido encontrarlos.  

Sintiéndose inexplicablemente intimidado, Rentarō no sabía si debía profundizar más en el asunto.  

Pero debido a que ya le había dicho que ese lugar era imposible, debía descartarlo de la lista de sospechosos por ahora.  

Maldita sea, al final, todos sus pensamientos superficiales ya habían sido contemplados por Seitenshi antes.  

¿Todas las pistas habían llegado a un callejón sin salida? ¿No había nada que pudiera hacer excepto rechinar los dientes y ver a Litvintsev provocar una guerra entre el Área de Tokio y el Área de Sendai?  

En el momento en que estaba a punto de darse por vencido, un salvador llegó de un lugar inesperado.  
  
Colocándose repentinamente junto a Rentarō y haciendo un sonido de «Oooh» como si fuera un anciano, tomó asiento de forma contundente. Era el superintendente Akutsu que sostenía un plato de curry en sus manos.  

Los ojos hundidos en su rostro flaco y seco, miraron a Rentarō bruscamente.  

—Tú, mocoso de mierda, ¿cómo puedes ser tan descarado de comer el desayuno que estaba preparado para nosotros? Incluso trajiste a tu mujer a la escena de un crimen.  

Seitenshi se colocó de pie, provocando que la silla hiciera un fuerte ruido ruido. Su rostro estaba completamente rojo mientras su boca se abría y cerraba.  

—N–Nosotras definitivamente no somos la… Mujer de Satomi-san o algo por él estilo, ¡¿Entendido?!  

—¿Uh? ¿Nosotras?  

—D–De cualquier forma, dejando eso de lado, ¿qué pasó?  

Rentarō se obligó a cambiar de tema. Aunque Akutsu murmuró «Su voz me parece familiar de algún lugar» con la cabeza inclinada, al final, orientó todos sus pensamientos hacia Rentarō.  

—Ustedes dos están tratando de rastrear el paradero de Litvintsev, ¿cierto?  

—Sí.  

Akutsu entrecerró los ojos y sonrió malévolamente:  

—… Entonces están de suerte. He encontrado un testigo ocular que podría saber a dónde fue.