Editing Toaru Majutsu no Index: ITEM Capítulo 1 (section)

===Parte 6===

Varias carreteras estaban unidas entre sí mediante bucles de un cruce de múltiples capas.

La zona directamente debajo estaba protegida de la vigilancia por satélite gracias a los numerosos pasos elevados que bloqueaban el cielo. Era el lugar perfecto para atacar un vehículo incluso si estaba escoltado por varios camiones militares por delante y por detrás.

Primero, algunos rayos de luz brillaron desde atrás.

El más mínimo roce derritió el blindaje del camión de atrás, provocando que se estrellara de forma espectacular, por lo que el resto del convoy aceleró. En el momento en que dispararon un láser infrarrojo que cruzaba la carretera a una altura de un metro, un cohete no tripulado se disparó desde el costado de la carretera.

-¡¡Bien, la mina fuera de ruta los atrapó!!

Frenda apretó el puño en señal de victoria a poca distancia.

Con el camión delantero envuelto en llamas, nada pudo detenerlos.

El auto de lujo negro terminó en un accidente de varios vehículos con su parachoques atrapado debajo de la parte trasera del camión más alto que tenía delante, por lo que sus neumáticos chirriaron en un intento inútil de moverse hacia adelante o hacia atrás.

Mientras los camiones tuvieran una estructura adecuada a prueba de balas y antichoque, los soldados que estaban dentro estarían heridos pero vivos. Las llamas sólo afectaban el exterior, pero todavía estaban fuera de combate ahora que sus puertas estaban demasiado dobladas y quemadas para abrirlas. Los camiones a prueba de balas eran resistentes, por lo que los soldados que el VIP había pagado tanto para contratar quedaron atrapados dentro. En Ciudad Academia, había un dicho(?): si necesitas deshacerte de un auto a prueba de balas, tíralo al agua.

-No bajes la guardia todavía, recién llegada.

-Sí, súper, sí.

Mugino y Kinuhata abandonaron el autobús del estudio que se detuvo detrás del comedor. Mugino usó Meltdowner para quemar la puerta del lado del conductor lo suficiente como para atrapar al conductor adentro. El coche objetivo también era a prueba de balas, por lo que se aplicaron las mismas condiciones. Kinuhata clavó su delgado brazo en la puerta trasera a prueba de balas y la arrancó con fuerza bruta.

Se escucharon sonidos de estallidos secos.

Kinuhata Saiai recibió una ráfaga de disparos de un arma de defensa personal con forma de T poco más pequeño que un cachorro, pero ni siquiera se inmutó. Una capa de aire concentrado detuvo por la fuerza las balas de pequeño calibre.

-¿¡E-e-eeeeek!?

Kinuhata sacó a rastras a un hombre que sostenía un arma ahora vacía. Takitsubo llevaba un bolso de golf grande. Si doblabas las extremidades de alguien y las metías dentro, funcionaría como una camisa de fuerza.

Takitsubo infló sus mejillas sin expresión alguna.

-Mugino te dijo que no bajaras la guardia.

-No lo hice. Por eso no estoy herida. Entonces, ¿a dónde vamos a llevar a este tipo?

-Aunque está insonorizado, no quiero llevarlo a nuestro escondite habitual. Haré que nuestra organización de apoyo encuentre un lugar decente para nosotros. Tal vez una fábrica o un hospital abandonado.

Debió haber decidido que no había forma de saber qué le iban a hacer estas chicas.

El anciano, que se veía un 50% más asqueroso de lo normal con todo el sudor que estaba sudando, lanzó un grito desesperado.

-¡¡K-Kouzaku-kun!!

-Que molestia.

Se parecía mucho a una sábana ondeando al viento.

Alguien puso un pie sobre el techo del auto de lujo negro destruido con tanta suavidad que era como si la gravedad no la afectara. La pelinegra lúgubre vestía una blusa de manga corta con el pecho desabrochado y una minifalda. Probablemente era algún uniforme escolar, por lo que parecía una estudiante de secundaria, o tal vez una estudiante de preparatoria. Bueno, si no fuera por los cuernos plateados a los lados de su cabeza, las alas de murciélago en su espalda y la cola puntiaguda en la parte posterior de sus caderas.

Mugino frunció el ceño.

-Metal. …¿Y es líquido? ¿Quién te contrató para repartir pañuelos con ese atuendo?

-Ah, ja, ja. ¿De verdad crees que esto es sólo un disfraz? Originalmente fue producto de una investigación de alto nivel sobre amortiguación, pero resultó que era demasiado pesado para su uso práctico. Pero es una combinación perfecta para mi poder☆

¿El extraño énfasis en algunas palabras pretendía ocultar su habla natural? A pesar de su falda corta, la chica demonio de cabello negro llamada Kouzaku se inclinó hacia adelante, permitiendo que su cola plateada se elevara como un escorpión.

-Ahora, los viejos grasientos no son mi tipo, pero este mal adulto prometió contarme todo lo que sabe sobre el Edificio Sin Ventanas. Al menos me gustaría tener algunos planos del lugar antes de atacar, así que lamento decir que estaré trabajando un poco para él.

-Ja. ¿Qué puede hacer una chica solitaria? En combate, la defensa es un papel mucho más difícil que el ataque. Tienes que derrotarnos a todas mientras mantienes vivo a ese tipo, pero no podrás lograrlo incluso si tu poder te permite hacer crecer 6 brazos fríos. ¡¡Todo lo que harás será darme un poco de práctica de tiro rápida sobre metal, solitaria!!

-¿Ah, en serio?

Algo chocó contra el parabrisas del autobús del estudio.

Se parecía mucho a una gota de lluvia.

Excepto que era plateada.

Además, ninguna gota de lluvia normal podía llegar al autobús que se encontraba debajo del paso elevado.

-¿Mmm? Todas, miren hacia arriba. -Susurró Takitsubo Rikou cuando notó algo.

Comenzó un aguacero plateado.

Las “gotas de lluvia” eran en realidad flechas de metal un poco más largas que un lápiz. Pero estas caían desde una altitud de más de 10 mil metros, por lo que tenían fuerza suficiente para atravesar el paso elevado y atravesar el blindaje de un vehículo antibalas.

El paso elevado del cruce en espiral se derrumbó en bloques.

Coches de colores se estrellaron junto con él.

Con una carretera pasando por encima, los vehículos comunes no se libraron de la devastación cuando la carretera se derrumbó repentinamente debajo de ellos. Esta destrucción violaba todas las reglas y estándares del lado oscuro, que prefería mantener oculta su presencia.

El mortal aguacero de flechas plateadas continuó descendiendo.

-Tch. ¡¡MTAs!! -Gritó Frenda, moviendo su brazo horizontalmente.

Inmediatamente, su falda corta ondeó con el viento. Más de cinco objetos con forma de lanza emergieron y se dispararon hacia el cielo. Cilindros explosivos mucho más gruesos y largos que los cohetes de botella explotaron ruidosamente en lo alto.

Explosiones y piezas de acero se esparcieron en todas direcciones, las dos barreras chocaron en el aire y la distribución de la lluvia mortal se desvió.

Se crearon a la fuerza pequeños agujeros, zonas seguras.

-¿¡Eek!? -Gritó entre lágrimas Hanano Choubi, aferrándose a las caderas de Frenda y cayendo sobre su trasero.

Pero ni siquiera múltiples Misiles Tierra-Aire de corto alcance de microondas/IR podrían derribar decenas de miles de “gotas de lluvia”. Frenda sintió un escalofrío recorrer su espalda.

-¡¡Takitsubo!!

La lluvia plateada chocó bruscamente con el asfalto. Un chirrido metálico ensordecedor ahogó el grito de Frenda. Cada última flecha de metal que vibraba en el momento del impacto creaba un ruido mucho más fuerte que el de una lámpara de araña gigante cayendo al suelo. El duro pavimento aceptó las flechas como arcilla, dejándolas clavar profundamente.

Pero la chica del chándal rosa no quedó destrozada junto con él.

Eso fue gracias a Kinuhata Saiai.

Se tumbó encima de Takitsubo y bloqueó el aguacero de metal con una barrera invisible de nitrógeno. Las flechas desviadas yacían a su alrededor.

-Takitsubo-san, ¿estás bien? Este es mi trabajo aquí, ¿verdad?

-No te rindas, Hanano. Aún puedes llegar a la cima.

Pero ella sólo había logrado proteger esta pequeña área. No había nada que ella pudiera haber hecho con respecto al paso elevado derrumbado o a los autos que habían caído con él. Un coche quedó gravemente aplastado y su parabrisas quedó destrozado. Algo sobresalía de la parte inferior de su puerta rota: un juego de fuegos artificiales familiar que se vendía en casi cualquier tienda departamental.

El embalaje de plástico estaba teñido de rojo oscuro.

Frenda Seivelun le escupió en voz inusualmente baja.

-Al final, no te saldrás con la tuya matando a gente corriente sin ningún motivo. Si quieres jugar, primero encuentra un oponente digno.

-Estoy muy de acuerdo. Y ahora es nuestro turno.

Hubo un destello de luz más brillante que un rayo cercano.

Después de todo esto, Mugino había dejado su defensa completamente en manos de Frenda. Ni siquiera había mirado hacia la “lluvia” que caía mientras extendía la mano. Todo para poder vaporizar a su objetivo con Meltdowner.

-Uf. ¿Renunciar a la defensa por una ofensiva total? Qué emocionante☆

Con el sonido de un batir de alas, la chica sombría movió sus alas de murciélago de metal y saltó desde el techo del auto negro a prueba de balas. Puso los pies sobre el pavimento que acababa de borrar.

El viento finalmente trajo un olor a óxido.

Si bien el autobús de ITEM era a prueba de balas, aún así estaba hecho pedazos. Las flechas de metal habían atravesado el techo e incluso el chasis para llegar al asfalto de abajo. El parabrisas se había vuelto blanco por todas las grietas. No, allí también había rojo. El conductor delincuente probablemente estaba muerto.

Lo mismo tenía que ocurrir con el enemigo.

Esa chica demonio había protegido a su cliente, el director general, pero nadie necesitaba ver qué les había pasado a los guardaespaldas atrapados en sus vehículos. Tenía que haber una mezcla de sangre y gasolina acumulándose en el camino debajo de esos vehículos.

Mugino chasqueó la lengua.

Esa chica era completamente indiscriminada. El lado de mierda de Ciudad Academia se estaba filtrando hacia el lado soleado.

-No mates a todos. Limpiar esos cadáveres de forma segura no es barato, ¿sabes? Lo hiciste, así que espero que pagues la factura de la limpieza. Y si el #6 se entera de esto, lidiarás con la supuesta Perdición del Lado Oscuro por tu cuenta.

-Eres tan agradable enojarte por las personas que murieron, Mugino.

Takitsubo estaba tan inexpresiva como siempre mientras Kinuhata la ayudaba a levantarse. Tal vez tu sensibilidad tenía que ser tan anormal si querías llevarte bien con un Nivel 5 violento.

Y Kouzaku no se molestó en esperar.

Las decenas de miles de flechas de metal que perforaban el pavimento comenzaron a perder su forma. Se reunieron y se levantaron muñecos de plata. Tenía que haber al menos 50 muñecas de tamaño natural que se parecieran mucho a la propia Kouzaku.

-Ah, las muñecas son realmente las más fáciles de controlar.

El demonio se rió mientras ella levantaba las manos, recogía aire en sus alas y movía la cola de forma seductora.

-Como puedes ver, yo también tengo muchos compañeros de equipo.

Usaba metal en forma líquida. Eso debería haber sido una pista suficiente. Era absurdo pensar que una chica delgada y de cabello negro pudiera transportar cientos de kilogramos o incluso varias toneladas de un metal con una densidad relativa mayor que el agua. Y si podía alterar libremente su forma, allí había una solución sencilla.

No mediante una niebla sino un globe.

Al llenarlo con mucho aire y estacionarlo a gran altura, podría condensarlo y dejarlo caer como lluvia cuando lo necesitara. Si el bombardeo aéreo sorpresa no funcionaba, entonces tendría un ejército de soldados sobre el terreno.

-Entonces, ¿qué estabas diciendo acerca de tener un mayor número?

-…

-Como dijiste, necesito derrotarlas a todos mientras mantengo a este tipo con vida. Esto debería ser suficiente para eso, ¿no crees? Me parece que ahora son ustedes las que están a la defensiva.

Junto con su comentario casual, las innumerables muñecas plateadas corrieron hacia ITEM desde todos lados.