Editing Toaru Majutsu no Index: MisakavsShokuhou Capítulo 2 (section)

===Parte 8===

-¡¡Tch!!

Anti-Skill estaba operando armas de próxima generación, incluidos los Five Overs, y Shokuhou le lavaba el cerebro a su grupo. A Mikoto no le gustaba la idea de ser atrapada por ninguno de los dos.

Chasqueó la lengua y usó su magnetismo.

Puso un pie en la pared de un edificio cercano alrededor del décimo piso.

Luego saltó hacia otro edificio.

El ejército con lavado de cerebro en tierra no pudo alcanzarla cuando saltaba magnéticamente de un edificio a otro. No era una garantía del 100% gracias a los poderes Esper y las armas de próxima generación, pero la barrera de la altura a veces podía superar una diferencia numérica.

Alguien en el suelo formó un megáfono con sus manos y le gritó a Mikoto.

-¡¡Eres toda una fanfarrona, Misaka-san!! ¡¡Eres tan… tan…!!

-Lo soy ¿y qué?

-Qué falta de tacto. Eres el tipo de persona que desea tanto ser popular. ¡¡Apuesto a que configurarías tu teléfono y comenzarías a bailar en una tienda de conveniencia o en un lugar de sushi con cinta transportadora!!

-Mira, ya sé que estás tratando de pelear conmigo.

-¡Pero si sigues saltando ahí arriba, es posible que te quedes sin capacidad de resistencia! Je je. No necesito nada especial para esto☆ Solo tengo que esperar hasta que todas tus acrobacias innecesarias te alcancen y caigas en tu- oye, ¿¡estás escuchando!?

-¡¡Uh oh!!

Después de algunos saltos más, la ventana de vidrio templado en la que Mikoto planeaba aterrizar fue repentinamente destrozada por alguien que golpeó una silla desde adentro. La chica de rostro inexpresivo parecía ser Kuriba Ryouko<ref>La científico juvenil que se hizo un doppelganger mecanico al dividir su vida en dos cuerpos y recomponerse</ref>.

(Espera, ¿Mental Out funciona normalmente en un cyborg que reemplazó algunos de sus órganos con máquinas? ¿¡Qué clase de dios cruel le da un poder tan conveniente a alguien como ella!?)

La barrera de la altura no funcionaba. Shokuhou podía lavarle el cerebro a cualquiera con solo apuntarle con el control remoto de su televisor, por lo que aparentemente podía buscar a la gente común junto a las ventanas de los pisos superiores.

Mikoto se dio cuenta de nuevo de lo útil que era Mental Out y de cuánto debería habérsele dado a alguien que no fuera Shokuhou.

(A este paso, ella podría lavarles el cerebro a algunas personas delante de mí. Podría estar en problemas si ella me captura en un ataque de pinza... ¿Hm?)

Mikoto miró hacia el camino confundida y vio a la Reina luchando por recuperar el aliento.

Shokuhou había dicho que estaba esperando a que Mikoto se quedara sin energía, pero ¿acaso no había estado usando Mental Out muchísimo también?

-P-pantalón. Hah, hahh. Urp, ¿qué me está pasando?

-Esto no se ve todos los días. La planificadora realmente cayó en uno de sus planes.

Pero no podían tener este final con el #3 y el #5 agotando sus poderes, quedándose sin resistencia, desplomándose en el suelo y temblando mientras luchaban como orugas. O mejor dicho, Mikoto no tenía ningún interés en unirse a la idiota poco atlética de allí.

(Pero esto sigue siendo un problema.)

Las personas a las que Shokuhou le lavó el cerebro no eran la única amenaza para Mikoto.

El contraataque organizado por parte del recién recuperado Anti-Skill se estaba convirtiendo en una verdadera molestia.

Y Shokuhou cambió de rumbo con una sonrisa.

Ella no dudó ni un segundo.

-Ji, ji. Si le lavo el cerebro a la agencia de investigación a cargo de las reglas, ¿no puedo establecer una dictadura para obligar a las masas tontas a seguir mis leyes, mi moral y mi habilidad de violencia?

-Realmente eres una dominatriz sádica que se vestiría con ropa de bondage, ¿¡no es así!?

-Ara ara. Un consejo gratis, Misaka-san. Si estás tratando de insultar a alguien, debes tratar de evitar hacerle un cumplido obvio.

-Debería haber sabido que a una pervertida le encantaría que la llamaran pervertida.

Y.

No había luz brillante ni ruido fuerte.

Sucedió de repente pero había sido inevitable.

Cuando los estudiantes de Tokiwadai cruzaron la línea, era sólo cuestión de tiempo antes de que ella apareciera.

Caminaba sobre asfalto duro con tacones, pero se movía en total silencio. Lo que lo hizo aún más aterrador. Ella no era un fantasma ni un fantasma. ¿Cómo podría un humano con masa real moverse así?

Ella estaba aquí.

Se había jugado la última carta de triunfo.

Sus gafas brillaron a la luz.

La supervisora del dormitorio fuera del campus de la escuela secundaria Tokiwadai finalmente había hecho su movimiento.

La mente de Mikoto se quedó en blanco.

Hubo un lapso de unos pocos segundos en los que sólo encontró un vacío en sus recuerdos.

Es posible que haya gritado algo durante ese tiempo perdido.

Y ella había dado media vuelta y había huido. Por alguna razón, saltó desde la pared del edificio y salió corriendo a toda velocidad. Por mucho que lo intentara, no podía recordar lo que había sucedido antes de eso. Los dientes del #3 de Ciudad Academia castañeteaban y tenía lágrimas en los ojos.

El color finalmente volvió al mundo, el sonido distorsionado volvió a la normalidad y la realidad volvió a alcanzarla.

Continuó corriendo con todas sus fuerzas.

-¿¡Ay!?

-¿¡¡Ay!?

Su voz estaba en perfecta sincronía con la de Shokuhou a su lado. El terror debe haber eliminado los limitadores mentales de la poco atlética número 5. Parecía que su tendón de Aquiles podría explotar y sus rodillas podrían romperse en cualquier momento, provocando que cayera hacia adelante, pero por una vez estaba manteniendo el ritmo de Mikoto. En ocasiones, el miedo era un motivador mayor que la ira.

Una presencia distorsionada se acercó por detrás.

Era como ser perseguido por un grueso muro invisible.

Esto no tuvo nada que ver con sus especificaciones. Shokuhou podía lavarle el cerebro a cualquiera y controlarlo, pero había decidido huir en lugar de apuntar con su control remoto. Porque sus instintos le decían que incluso la más mínima acción innecesaria permitiría a su perseguidor alcanzarla silenciosamente y ponerle una llave en la muñeca.

Mientras corrían a máxima velocidad, las dos chicas intercambiaron bromas amistosas.

-Hah, hahh. ¡¡M-Misaka-san, tú eres la luchadora física, así que asume la responsabilidad y ve a luchar contra esa supervisora de dormitorio del infierno!!

-¡No seas ridículo! ¡Incluso los Mariyo Bros. que pisotean y queman su camino a través del reino de su enemigo morirán instantáneamente si caen en un pozo! ¿¡Me estás pidiendo que luche contra el equivalente humano de uno de esos pozos de muerte instantánea!?

Detenerse por agotamiento simplemente no era una opción.

Se enfrentaban a la supervisora de dormitorio del infierno. Si ella siquiera les ponía una mano en el hombro, estaban muertas.

Tuvieron que huir a toda costa.

-¿¡Qué vamos a hacer, hah, Misaka-saaan!?

-Esto.

Como la mayoría de las grandes ciudades, Ciudad Academia tenía muchas bicicletas y scooters estacionados ilegalmente en las aceras junto a las calles principales. Mikoto miró a través de ellos, vio uno que parecía especialmente rápido y destruyó la gruesa cadena antirrobo con una espada de hierro y arena.

Había elegido un monociclo eléctrico con neumáticos muy gruesos y manillar en forma de T.

La chica de miel número 5 entró en pánico cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando.

-¿¡Disculpa!?

-¿Son realmente legales en la calle? Las reglas de tránsito de Ciudad Academia son muy laxas.

Shokuhou no quería escuchar eso de una chica que violaba activamente la ley al robar el vehículo, pero Mikoto lo arrancó fácilmente con un sonido de motor mucho más liviano que con un motor de gasolina. Salió calle abajo a más de 60 km/h. Y no hace falta decir que un scooter sólo tenía un asiento.

Sí.

Escalar la pared vertical de un edificio no era la única forma de escapar de un grupo sin sentido. Si la administradora de dormitorio del infierno secretamente usaba un ascensor para llegar a una ventana en el mismo piso que Mikoto, todo había terminado. Así que la forma más sencilla y efectiva de mantenerse a salvo era ganar velocidad y poner distancia horizontal entre ellos.

Shokuhou quedó atrapada a pie.

Podría intentar utilizar un coche o una motocicleta, pero con su grupo de apoyo con lavado de cerebro repartido por la carretera, sus propios aliados se interpondrían en el camino de cualquier vehículo que intentara utilizar. Curiosamente, esa multitud se tragó la administradora de dormitorio más fuerte. Desafortunadamente para ella, quedó atrapada en una avalancha de niños pequeños como Fremea, Azumi y Kanou Shinka. Fue bueno que ella solo atacara a las estudiantes de Tokiwadai que se portaban mal.

(Esa estúpida abeja reina sacrificó la eficiencia por una imagen más intimidante.)

-Misaka-san, oye, no me dejes ☆ Por favor, coff, ahhg.

Mikoto pensó que escuchó a alguien acercándose muy seriamente y llorando detrás de ella, pero no iba a retroceder por eso. Ahh, el viento se sentía tan bien.

(De todos modos, ¿dónde estoy?)

Había estado huyendo sin rumbo gracias a la fuerza de Shokuhou, Anti-Skill, y luego a la supervisora de dormitorio del infierno persiguiéndola. Quería ver fuera de la muralla de la ciudad para descubrir qué era este mundo, por lo que quería evitar dar vueltas en círculos. Si continuaba viajando en una dirección, eventualmente encontraría lo que buscaba.

Vio un letrero azul al costado de un puente peatonal sobre su cabeza.

-¿Distrito 18?

(¡Entonces la ruta más corta sería hasta la puerta del Distrito 11 que conduce a Shinjuku! ¡¡Finalmente tengo una ruta hacia la meta!!)

Pero esto era al mismo tiempo un problema.

El Distrito 18 albergaba muchas escuelas de élite, incluidas la Academia de chicas Kirigaoka y la Academia Nagatenjouki. La singularidad de esas escuelas se podía ver en el hecho de que se referían abiertamente al Jardín Escolar como su rival. Mientras que el Jardín Escolar era un espacio anticuado para chicas con clase, el Distrito 18 tenía la sensación más fría y dura de una tecnología inhumanamente eficiente.

Y con tantos secretos de investigación que guardar en esas escuelas de élite, las defensas serían estrictas.

El asfalto a la derecha de Mikoto de repente se derritió en una sustancia viscosa negra.

Se detectó a un intruso y se disparó sin previo aviso.

O tal vez el intruso problemático que vestía un uniforme de verano Tokiwadai los había molestado.

Debido a que Mikoto era la Railgun número 3, el pico de los espers eléctricos, instantáneamente identificó el ataque invisible.

Provenía de una torre de metal gigante muy lejos en el centro del Distrito 18.

-Un arma mortal enfocada en microondas… ¿¡Por qué Ciudad Academia usa algo así!?

Por supuesto, Mikoto nunca había visto esto antes, por lo que esta observación no fue suficiente para decir nada sobre la identidad de este mundo.

Intentó emitir muchas ondas EM desde su cuerpo para confundir el objetivo de la torre de armas EM, pero luego su cabeza se tambaleó pesadamente.

(Oh… no. Mi… resistencia…)

Ni siquiera tuvo tiempo de gritar.

Una pared invisible de EM se estrelló contra Misaka Mikoto.