Editing Heavy Object:Volumen 4 Capítulo 2 (section)

=== Parte 12 ===

Después de salvar a la gente de Oceanía y el resto de su batallón de mantenimiento móvil, el soldado de primera clase Heivia Winchell finalmente llegó a la fiesta de Navidad.

"Lo hice... ¡¡por fin llegué a la utopía!! ¡¡Gracias, yo!! ¡¡El gran Heivia es simplemente demasiado poderoso!! ¡¡Ahora, es hora de comer, beber y disfrutar de la vista de un Santa de enormes pechos!! ¡¡Vamos a pasar un buen rato esta noche y tal vez tengamos algunos incidentes divertidos para mantener los recuerdos!!"

Pero...

La gran mesa que debería tener un montón de comida alineada estaba cubierta con nada más que grandes platos vacíos. Los platos tenían un poco de salsa roja en ellos, pero los camareros estaban en el proceso de remoción de la mesa.

Ningún alimento o bebida se podía encontrar.

Heivia se negó a aceptar esa verdad y sacudió su cabeza.

"No me digas que ya está ter-... ¡¡No, no, todavía no!! ¡¡Todavía queda la parte más importante!! ¡¡El tiempo para que Santa brille es después de todos los buenos niños se han ido a la cama!! Tiene que haber una por aquí. ¡¡Después de superar todos esos peligros, tiene que haber algún tipo de recompensa para mí!!"

Heivia buscó alrededor de la zona de fiesta con sus ojos tan abiertos como platos, pero no encontró más que camareros de limpieza. Todos y cada uno de los soldados que seguramente habían estado celebrando allí se habían ido y una Santa de enormes pechos no era más que un sueño dentro de un sueño. Heivia ni siquiera pudo detectar a una sola camarera.

Por un instante, el rostro de Heivia perdió toda expresión.

Pero en el siguiente instante, la cara se torció, como si estuviera a punto de llorar lágrimas de sangre y gritó: "¡¡Esto es un desierto!! ¡¡Esto no es nada más que un desierto reseco!!"

Fue en ese momento que Heivia encontró a Quenser Barbotage caminando hacia él con las piernas tan inestables como las de Heivia. Al ver la cara de su compañero, Heivia alzó su guardia.

"No me digas que tuviste que ir a través de un campo de batalla por tu cuenta. ¡¡No, espera!! ¡Yo fui el héroe esta noche! ¡Yo soy el más exhausto! ¡¡Y es por eso que la mayor recompensa debe venir a mí!! ¡¡No te daré nada de eso incluso a ti!!"

Sin embargo, Quenser estaba demasiado desahuciado para oírlo.

Antes de que llegara hasta Heivia, Quenser se derrumbó sobre la arena endurecida de tierra. Heivia acercó confundido y Quenser trató de hablar con la boca en movimiento abriéndose y cerrándose.

"Te ..."

"¿Qué es, Quenser? ¿'Te'? ¿¡Qué quieres decir con 'te'!?"

"... Villa de las Tetas... "

Toda la fuerza abandonó el cuerpo de Quenser y su rostro palideció aún más. Heivia dejó escapar un grito de lamento.

"¿¡Qué clase de mensaje agónico es ese!? ¡¡Hay un significado demasiado profundo allí!! ¿Qué pasó? ¡Hey, Quenser! ¡¡Quenseeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!"

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