Editing Heavy Object:Volumen 4 Capítulo 2 (section)

=== Parte 5 ===

Había sido un día infernal.

Para el momento en que Quenser y Heivia se reunieron cerca de la zona base de mantenimiento, ya se acercaba la noche.

"... ¿Cómo te fueron las cosas a ti?"

"... ¿Y a ti?"

A partir de ese intercambio, estaba claro que ambos habían dejado escapar grandes oportunidades.

Quenser suspiró y dijo: "¿Qué hice mal? La escena debería haber sido perfecta. Entonces, ¿qué sucedió...? ¿qué salió mal...?"

"Después de regresar a una niña rica que ignora cómo funciona el mundo de vuelta a sus guardias, tuve a esos mismos guardias persiguiéndome por ahí con armas de fuego por 3 horas... "

Estas dos almas cansadas repentinamente sintieron que sus dispositivos de mano vibraron al recibir un correo electrónico.

"¡¡No quiero leerlo!! ¡¡Esa tiene que ser la señal de que las ridículas demandas de Froleytia han comenzado de nuevo!!"

"Quenser, te prestaré mi pistola, así que por favor ¿me darías un tiro en la pierna?"

Así de lejos estaban dispuestos a llegar para no tener más trabajo, pero se encontraron con otra cosa cuando en realidad leyeron el correo electrónico.

::<span style="font-family:Calibri; font-size:115%">Quiero tener una fiesta de Navidad para darnos a todos un descanso, pero no puedo dejar entrar a un camarero civil a la base de mantenimiento.<br>Por esa razón, todos menos el mínimo requerido para la vigilancia de turno reúnanse en el punto YI.<br>Perdamos el control bebiendo esta noche.</span>

"..."

"..."

Quenser y Heivia intercambiaron una mirada sin palabras.

A continuación, en silencio pero fuertemente apretaron sus puños.

"¡¡Todavía tenemos una oportunidad!!"

"¡¡Espera, espera, espera!! Esta es una fiesta de Navidad con la princesa y nuestra comandante de enormes pechos. ¡¡Y en diciembre es verano en Australia!! ¡¡Nunca veremos una Santa Claus normal aquí!! ¡¡Esta tendrá pieles desnudas, minifaldas, muslos y pechos desnudos rebotando!!"

El punto YI no estaba muy lejos.

No había forma de que el tráfico congestionado les hiciera perdérsela.

Es posible que hayan quedado sin los trajes de baño, pero seguía habiendo la posibilidad de una sexy Santa.

Los dos idiotas llamados Quenser y Heivia inmediatamente tomaron medidas para llegar a ese cielo de probabilidades cambiadas.

Un autobús rojo brillante y un taxi azul se presentaron delante de ellos.

"¡¡Tomaré el autobús rojo!!" dijo Quenser.

"¡¡Entonces, sólo por diversión, tomaré el taxi azul!!"

Y así sus destinos fueron divididos...