A Simple Survey:Volume1 Final 4: Difference between revisions

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Caso de Aisu[edit]

Parte 1[edit]

-Oh, obtuviste resultados similares a los míos. Supongo que a veces pasan cosas raras. -Dijo la chica con el nombre del siglo XXI de Aisu.

Antes de que Anzai pudiera responder, Harumi levantó la mano y dijo.

-Fuiste completamente diferente a mí.

-Tampoco se parecía en nada a lo mío. -Dijo Kozue.

-¿No podemos hablar de esto después de llegar a la cafetería? Les gusta cerrar si tienen oportunidad, así que tenemos que darnos prisa. -Dijo Hotaru.

Y así salieron del auditorio.

La cafetería del campus formaba parte de una cadena internacional, pero era famosa por ignorar su horario oficial y cerrar temprano.

-Oh, ¿has oído los rumores sobre el menú secreto?

-Pensé que no era más que el gerente no pudo preparar un espresso e intentó hacerlo pasar por una bebida secreta.

-…¿Eh? -Dijo Anzai.

Metió las manos en los bolsillos y luego revisó su pequeño bolso. No estaba.

-¿Dejé mi celular en algún lugar?

-¿Quizás esté en el auditorio? -Preguntó Aisu, pero Anzai negó con la cabeza.

-No, no recuerdo haberlo mirado durante la encuesta… Quizás esté en el aula.

-¿Puedes buscarlo con GPS?

-He desactivado todas las funciones de rastreo. Ese tipo de cosas me asustan.

-Suenas como una chica virgen. -Comentó Harumi.

Anzai se rascó la cabeza y dijo.

-Voy a revisar la escuela. Lo siento, pero tendré que saltarme la cafetería.

-¿Eh?

-Harumi, dadas las circunstancias, no podemos detenerlo.

-Creo que debería ayudarlo.

-Ay, Dios mío. Tenerlo caminando en la oscuridad solo con Kozue lo pondría en demasiado peligro, así que creo que debería ir yo también.

Anzai quería solucionar el problema del celular cuanto antes, así que se despidió de las chicas con indiferencia y se fue. Caminó por el sendero frío y casi completamente oscuro. Normalmente, podría haber parecido un poco espeluznante, pero la apremiante preocupación realista lo disipó todo.

Entonces oyó una voz detrás de él.

-¡Oye, espera!.

-¿?

Se giró y vio a la chica (bronceada) que parecía venir de un club de cabaret llamada Aisu corriendo detrás. Y Kozue estaba con ella.

-¿Qué?

-El buen corazón de Kozue (con un motivo oculto) no la dejaba relajarse, así que déjanos ayudar.

-Eso no es cierto. -Kozue parecía un poco hosca. -Y me gustaría que dejaras de usarme como amortiguador para suavizar el golpe cuando algo te avergüenza.

-¿¡Mgh!? ¿¡De qué estás hablando!? ¡Ja, ja!!

-¡Cada vez que esa costumbre tuya de amortiguar se manifiesta, el nivel de peligro que me atribuyes se dispara sin cesar! ¡Quienes me rodean podrían ser agentes de seguridad pública!

-Oh, pero es cierto que sigues a la gente, Kozu-… ¡¿Gyah gyah gyah?!

Aisu soltó un grito como de estática cuando Kozue usó sus pequeñas manos para despeinar a la chica-club de cabaret.

-Ya veo. ¿Y qué haces aquí? -Le preguntó Anzai a Aisu.

-¿Hm? Es que no suelo tener la oportunidad de entrar a un edificio de humanidades.

-¡No es justo! ¡Siempre te quedas con la respuesta genial!

-¡Para, para! En fin, era solo curiosidad. ¡Ja, ja, ja!

Eso debía significar que Aisu estudiaba ciencias. A pesar de parecer una chica de club de cabaret. Pero también habría buscado un lugar fuera de las ciencias.

-¿Sorprendido?

-Supongo… -Dijo Anzai sin comprometerse. -¿Hotaru…-san era? La chica alta de pelo negro. Es la que habría asumido que estudiaba ciencias.

-A pesar de su aspecto, Hotaru es bastante romántica. Se especializa en literatura francesa.

-Vaya, qué sorpresa.

-Sí, se vería más cómoda creando humanos artificiales en algún laboratorio espeluznante.

La forma en que podían decir cosas tan horribles con tanta naturalidad probablemente significaba que se conocían desde hacía mucho tiempo o que se conocían muy bien.

-Harumi y Hotaru fueron a la cafetería. Si no conseguían una mesa, el encargado cerraba de verdad. Vamos a buscar tu teléfono y volvemos para hablar.

-¿Eh? ¿Aún iremos a la cafetería?

Mientras hablaban, Anzai y las dos chicas entraron al edificio de la universidad. Como los estudiantes de posgrado se quedaban a dormir todo el año, la puerta no estaba cerrada con llave y algunas habitaciones tenían las luces encendidas.

-Por cierto, ¿cuál es tu especialidad? -Preguntó Aisu.

-Sociología. Pero soy estudiante de primer año, así que solo estoy cursando educación general.

-¿Eres estudiante de primer año?

-Me llevó dos años entrar a la universidad.

-Cursos de educación general, ¿eh? Cuando llegué, me sorprendió descubrir que tenías que cursar educación física. Ponerte un chándal y correr largas distancias no es lo que yo llamaría inteligente.

-Kozue, no te enfades por correr solo porque no tienes nada que rebote al correr.

-No es inteligente.

No había nadie en el aula, pero no estaba cerrada con llave. Tras una breve búsqueda por la sala, Anzai encontró su móvil con casi demasiada facilidad. Había caído debajo del escritorio donde había estado.

-Qué alivio.

-¿Qué tal si revisas el registro? Quieres asegurarte de que nadie sospechoso haya introducido la contraseña.

Anzai usó el pulgar para revisar algunas cosas, pero no había señales de que alguien la hubiera manipulado.

-Se ve bien.

-Entonces le enviaré un correo electrónico a Harumi y Hotaru para avisarles que vamos de camino.

-Pensándolo bien. -Murmuró Anzai mientras salían de nuevo al pasillo. -Quizás deberíamos informar a la oficina que el auditorio no tiene llave. Ese profesor simplemente se fue sin ocuparse de ello.

-Está cerca, así que podemos pasar fácilmente.

-La forma en que reunió las encuestas y luego desapareció me recuerda a las historias del código negro.

En cualquier universidad, aunque fuera mínimamente conocida, corrían rumores de ese tipo. Cosas como la desaparición repentina de un destacado investigador de terremotos. Esta universidad no era la excepción. Era posible que referirse a ella como “esa universidad” fuera suficiente para que cualquiera en Japón supiera de qué universidad se hablaba.

Mientras Aisu escribía el correo electrónico con el pulgar, dijo:

-Sí, he oído la historia. Aquí se presentan más de 1000 informes cada año, pero se dice que hay un estante lleno de los pocos cuyo contenido es demasiado peligroso para revelarlo al público.

-He oído que uno de esos informes contiene datos obtenidos mientras se investigaba la verdad sobre cierta misteriosa bacteria asesina. -Dijo Kozue.

-Lo que oí fue que un profesor añadió, medio en broma, la pregunta ‘¿Alguna vez has apuñalado a alguien?’ en una encuesta que les dio a sus alumnos. Obtuvo resultados increíbles y nunca más lo vieron. -Dijo Anzai.

Mientras hablaban, habían llegado antes de la oficina. Podían ver luz saliendo de la puerta, así que debía de haber al menos un trabajador allí.

Anzai llamó suavemente a la puerta y entró. Cuando hablaron con la mujer de mediana edad que trabajaba allí, frunció el ceño y dijo:

-Pero nunca autorizamos el uso del auditorio esta noche.


Parte 2[edit]

-¿Eh? ¿Qué, qué? ¿Entonces qué era esa encuesta? -Preguntó Harumi en la cafetería, pero Anzai no pudo responder.

Solo sabía que nadie había recibido permiso para usar el auditorio ese día. No podía decir qué significaba eso.

Hotaru frunció el ceño y preguntó:

-¿Así que ese profesor realizó esa encuesta sin informar a la universidad?

-Es más que eso. -Anzai suspiró. -Ese profesor se presentó como Tanaka-san, ¿recuerdas? Bueno, no hay ningún profesor con ese apellido en la universidad.

-¿Entonces quién era?

-No lo sabemos. -Dijo Aisu con una vaga resignación. -Parece que un anciano extraño, ajeno a la universidad, llegó al campus, nos envió una notificación sobre la encuesta y luego llevó a cabo el evento. Lo que no entiendo es qué consiguió con todo eso.

Mientras mezclaba un poco de gelatina de café en su bebida, Kozue habló en voz baja.

-¿Quizás nuestra información personal?

-Lo único que consiguió fueron nuestros nombres.

-Estabas dormido, ¿verdad? -Dijo Harumi. -Después de que terminó la encuesta, ese profesor dijo algo sobre nuestra numeración para los cortometrajes, lo cual revela algo sobre el funcionamiento de nuestros corazones.

-¿Pero qué le aporta eso? -Preguntó Aisu. -Nuestras direcciones y números de teléfono son una cosa, pero ¿cómo puede ganar dinero aprendiendo sobre nuestros corazones?

-Exactamente. -Dijo Anzai. No podía quitarse de la cabeza toda la incomodidad, pero la carga mental se alivió al no imaginar ningún daño real que pudiera derivar de ello. -Pero me temo que alguien de fuera de la universidad supiera de mi falta de créditos.

-Así que los créditos eran para ti.

-¿Eh? ¿No lo eran para ustedes cuatro?

-Teníamos nuestras razones. -Dijo Hotaru desviando la mirada.

-¿Qué?

-Déjalo ya. -Dijo Aisu intentando disimularlo con una sonrisa.

-¿Qué pasó con ustedes cuatro?

-Fue algo parecido a tu situación. No te preocupes. -Dijo Kozue con claridad.

-Quiero saber qué pasó exactamente.

-¡Ja, ja, ja, ja, ja…! -Harumi intentó arreglárselas solo riendo.

Al final, ninguna le respondió. El mundo era un lugar frío.

Aisu cambió de tema rápidamente.

-En fin, la mujer de la oficina decía que necesitaban investigar esto, así que probablemente sería más rápido si esperáramos a que nos dieran una respuesta.

Los demás estuvieron de acuerdo con ella.

E incluso si nunca supieran quién había sido ese profesor, Anzai dudaba que los pusiera en peligro. Si los oficinistas descubrían quién era, sería genial. Si no podían hacerlo, con el tiempo lo olvidarían todo. Eso era todo lo que sucedía con sucesos extraños como ese.

…O eso creía Anzai.


Parte 3[edit]

Cosas misteriosas ocurrían.

No se podía hacer nada al respecto.

Era como un caso de mala sincronización, como preparar un pastel en clase de cocina, ir a almorzar y descubrir que en el almuerzo escolar había pastel de postre, y luego volver a casa y encontrar un pastel. Uno no controlaba su horario, así que no podía evitar que tales cosas sucedieran.

¿Pero qué había pasado exactamente?

Anzai pronto encontraría la respuesta.


Parte 4[edit]

-Uuh...

Anzai se despertó con el sonido de un despertador.

Instintivamente, extendió la mano para detener el ruidoso reloj, pero entonces se dio cuenta de algo.

(¿Qué pasa?)

Anzai usaba la aplicación de su celular para despertarse. No usaba un despertador.

Una vez que su mente, aturdida por el sueño, recuperó la capacidad de pensar, se dio cuenta de que ese no era el problema principal.

No estaba en su apartamento.

Estaba tumbado en el duro suelo y le dolía el cuerpo. La habitación rectangular estaba bastante oscura, pero no del todo. Una tenue luz provenía de una pared. Parecía que una ventana estaba cubierta por una cortina.

-Espera. ¿Es esto...?

No se encontraba en un entorno residencial como un apartamento. Tampoco parecía un espacio comercial como un restaurante familiar o una tienda de conveniencia. Sin embargo, lo reconoció. No era ningún lugar especial.

Así es.

-¿Es esta la universidad?

Se preguntó por qué estaba allí. Sin embargo, el deseo de salir de allí era mucho más fuerte. Era como alguien en una casa en llamas que desea escapar a un lugar seguro más que devanarse los sesos tratando de averiguar qué había causado el incendio.

¿Significaba eso que estar allí era peligroso?

Anzai decidió posponer esa pregunta hasta que él también se hubiera ido e intentó levantarse.

Al hacerlo, oyó un ruido metálico.

Era el sonido de una cadena al moverse.

Algo parecido a un reloj de pulsera estaba atado a su muñeca izquierda. Lo tocó en la penumbra y se dio cuenta de que parecía unas esposas. Sin embargo, la cadena era bastante larga. Medía aproximadamente un metro de largo y conducía a…

Por alguna razón, Aisu estaba tumbada en el suelo igual que Anzai, y llevaba un traje de baño en forma de V ridículamente corto que dejaba casi toda su piel al descubierto.

-………………………………………………………………………………………………………………¿Qué?

Estaba bastante seguro de que se llamaba traje de baño tirachinas. El traje de baño en forma de V, hecho de un material sintético rosa, era de esas cosas que solo se permitían en el mundo aislado de las revistas de pin-up, así que verlo de cerca le provocó más ganas de reír que resultarle sexy.

Sin embargo, no era momento para reírse.

De hecho, incluso sonreír sería malo en su posición.

Estaban uno contra uno en esa situación extrema. Todo tipo de malentendidos eran inevitables. Si las otras tres chicas del día anterior también hubieran estado allí, él habría sufrido menos malentendidos. Sin embargo, las otras tres no parecían estar presentes.

-Pero…

(¿Qué demonios pasó? ¿Cómo terminé en el entorno perfecto para ser víctima de las acusaciones falsas más absurdas del mundo?)

Aunque se esforzara mucho por resolver la situación, dudaba que fuera digna de una película de Hollywood y presentía que solo encontraría una conclusión extremadamente insatisfactoria si lograba llegar al fondo del asunto. Anzai instintivamente intentó alejarse de Aisu, pero el hecho de que sus muñecas estuvieran unidas por esa cadena provocó su perdición.

Los movimientos de Anzai tiraron de la muñeca de Aisu, lo que le despertó la consciencia.

-Uuh...

Dijo lo mismo al despertar.

Por un instante, solo un instante, Anzai consideró seriamente darle un golpe de karate en el cuello para intentar que volviera a dormirse, pero logró contenerse.

Y entonces las puertas del infierno se abrieron de par en par.

Al principio, Aisu frunció el ceño confundida y miró a su alrededor. Entonces, se dio cuenta de que algo no encajaba con su vestimenta. Cuando comprendió la esencia de la situación, se le puso la cara roja como un tomate.

-¿¡Gyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh!? ¿¡Así que no fue un sueñooooooooooooooooooooooooooooo!?

-¿¡Eh!? ¿Así que te despertaste antes que yo y te desmayaste de nuevo por la sorpre-… ¡¿gbvheh?!

Tras resistir el golpe de karate, Anzai recibió un golpe a toda potencia. (Aisu -> Equipar -> Despertador Caído Equipado)

Al experimentar la rara experiencia de desmayarse por un golpe en la cara, Anzai empezó a cuestionarse seriamente su decisión anterior.


Parte 5[edit]

Ahora, una pregunta.

-Parece que esto es un aula de la universidad. Solo he cursado cursos de educación general, así que nunca he estado en una sala tan pequeña. Además, son las 8 de la mañana. Los profesores ya deberían estar aquí. Algunos de los estudiantes más apresurados también podrían estar aquí. Los de último año que pasaron la noche aquí escribiendo su tesis definitivamente están aquí. Sin embargo, la mayor afluencia de estudiantes debería ser entre las 8:30 y las 9:00. En otras palabras, solo nos queda media hora.

-…Entonces, si no encontramos un cambio de ropa en ese tiempo, ¿me veré obligada a hacer una escena de fanservice a toda la universidad esposada a ti?

-Por supuesto, será un gran problema si sales del edificio vestida así. Por eso debemos encontrar la importante prenda "Ropa de Algodón" en algún lugar del edificio.

-Me parece que hay ropa aquí mismo. Llevas algo puesto, ¿verdad? ¡Al menos préstame tu camisa! No importa si un chico está en topless. ¡Parecerás salido de una película de kung fu!

-Hay un problema con eso, señorita Aisu.

-¿Hm? ¿Eh? ¿¡Los botones de tu camisa están pegados con pegamento instantáneo!?

-Mis pantalones y mi cinturón también. Me acabo de dar cuenta. Parece que quienquiera que haya organizado esto tiene la intención de hacer una película de espías y acción con una chica en traje de baño diminuto corriendo por el edificio de la escuela.

-¡Nunca perdonaré a quienquiera que haya hecho esto! ¡No puedo creerlo! Ya sé, puedo envolverme con la cortina... ¡¿Ahh?! ¡¡¡Solo tiré ligeramente de esta cortina gruesa y empezó a deshacerse!!!

Anzai supuso que o se había corroído con algún tipo de químico o que la habían cambiado por un material fácil de romper mientras dormían.

Quienquiera que lo hubiera organizado había sido bastante meticuloso, pero ¿qué sentido tenía hacerlo todo?

De hecho, ¿quién lo había hecho?

-¡N-no hay nada más con lo que pueda cubrirme!

-Hay una especie de tarjeta de notas por ahí. Puede que la haya dejado algún profesor.

-Veamos… «Si lo que veo es la realidad, entonces necesito gente que pueda llamarse Ab Busters. He reunido demasiada como para oponerme. Por eso necesito gente nueva que actúe como Ab Busters y…» ¡Argh, me da igual! ¡Es diminuta! ¡No puedo ocultar nada con esta tarjeta tan pequeña! ¡Mi palma es más grande!

Enfadada, Aisu rompió la tarjeta en pedazos y tiró los trozos.

(¿De verdad debería haber hecho eso? No entiendo bien qué está pasando, pero creo que era información esencial, necesaria como prólogo a lo que sea que esté pasando…)

-¿Pero dónde se supone que encontraremos un cambio de ropa? ¿Tienes alguna idea?

A diferencia de la secundaria o el bachillerato, en las universidades no había un aula, así que no era costumbre dejar las pertenencias personales en ningún sitio. Eso cambiaba un poco para quienes asistían a seminarios específicos o a estudiantes de posgrado que iban y venían constantemente de un laboratorio específico, pero Anzai solo cursaba cursos de educación general, así que no estaba familiarizado con esos espacios personales cercanos.

Aisu se abrazó para ocultar su cuerpo, pero Anzai presentía que eso hacía que algunas partes resaltaran más.

Dejó escapar un gemido y dijo:

-…Uhm. Si llegamos al edificio de actividades del club, podríamos encontrar algunos chándales o uniformes.

-¿Estás en un club?

-Sí, el Club de Duelos al Estilo Francia Occidental Renacentista.

Anzai no estaba muy seguro de qué haría un club así, pero juró en su corazón no hacer más bromas que pudieran hacerla querer hacerle daño. Solo esperaba que fuera un club cultural.

-Pero el edificio de actividades del club está bastante lejos de este edificio.

-Además, las llaves de las salas del club se guardan en la oficina de profesores, así que nos verían…

-Entonces necesitamos otra opción.

-Pero no hay ningún otro sitio donde la gente deje cosas personales.

-Entonces, ¿qué tal un lugar con ropa que no sea de propiedad personal? …Mmm, ¿como la cafetería, quizás?

-¿?

-Supongo que es por salud, pero todos los cocineros llevan chándal y delantal, ¿verdad? Lo mejor son los gorros y la ropa de materiales sintéticos finos, como la de los que trabajan en una planta de fabricación de semiconductores, pero los clientes probablemente no quieran que los cocineros parezcan cubiertos de químicos.

-¿Qué quieres decir?

-Esos no son de particulares. Seguramente hay varios juegos en la cocina.

-¡Sí! ¡Bien hecho!

-¡Gyaahhhh! ¡Que estés tan contenta no es motivo para venir a abrazarme con tu aspecto actual!

Aisu recuperó el sentido y le dio una bofetada completamente injusta. Entonces empezaron a irse.

...Pero primero, Anzai hizo una pregunta para asegurarse.

-¿Y tus amigas de ayer? Harumi y las otras dos. ¿No puedes contactarlas y pedirles que traigan ropa para cambiarse?

-No. Para nada. Si descubrieran que ando por la escuela vestida así, el mundo se derrumbaría violentamente.

Y así, el thriller de espías y acción comenzó con la vida de alguien sin relación con Anzai en juego. Salió arrastrando consigo a Aisu, el rey demonio que había llegado al siglo XXI.

La cadena era relativamente larga, así que Anzai se adelantaría para asegurarse de que estuviera a salvo y luego Aisu lo seguiría con su cuerpo hecho un ovillo.

En una esquina del pasillo, Anzai vislumbró un largo cabello blanco. Parecía que una niña de unos 12 años se había girado hacia ellos, pero no pareció notarlos.

(…¿No es esto una universidad?)

Era una visión un poco absurda, pero no tuvo tiempo de prestarle atención. Lo que importaba era que no había nadie más. La chica de antes había desaparecido. Parecía seguro caminar por el frío pasillo de la mañana.

-…Se ve bien.

-Acabemos con esta estúpida emergencia.

-Pero probablemente deberías agacharte mientras caminas. Si te levantas, alguien podría verte por las ventanas del pasillo.

Anzai y Aisu resistieron el impulso de gritar y correr a toda velocidad, y en su lugar avanzaron lenta y silenciosamente por el pasillo. Naturalmente, el corazón de Anzai también latía con fuerza. Si Aisu metía la pata y se ponía a llorar en esta situación, presentía que su vida estaría arruinada, independientemente del contexto.

-¿En qué piso estamos?

-Por lo que veo por las ventanas, parece el tercer piso. Lo sé por la altura a la que estamos.

-La cafetería está en el primer piso.

-Es más fácil esconderse aquí que en un pasillo que lleva directo allí. Aumenta el riesgo de encontrarse con alguien de repente, pero... espera. ¡Shh!

-¿¡Gyaaaaahhhh!? ¡Vienen pasos hacia aquí!

Al acercarse a la escalera, oyeron pasos abajo. Anzai y Aisu se dieron cuenta de que los verían, así que cambiaron de plan frenéticamente y subieron. Asomando la cabeza por el rellano, observaron la situación.

-(¡Van a parar en el tercer piso, ¿verdad?! ¡Si siguen subiendo, nos verán! ¡Quizás deberíamos poner un cartel de "piso mojado"!)

-(¡¿Y qué clase de aventura planeas emprender para conseguir ese cartel?! ¡Tenemos que mirar arriba! ¡Si alguien empieza a bajar, no tendremos adónde ir!)

Los dos agitaron las manos sin sentido mientras discutían, pero por suerte, el dueño de los pasos se detuvo en el tercer piso. Por lo que podían ver de espaldas, parecía ser la profesora Shinagawa, una terca madame que era objeto de un dudoso rumor que decía que ya no daba créditos a las chicas con maquillaje recargado.

-Si nos hubiera visto, estaríamos muertos.

-…Creo que podría haberme enterrado bajo un cerezo del campus.

Sin embargo, no tenían más remedio que seguir adelante ahora que su camino estaba despejado.

Anzai y Aisu bajaron al primer piso desde el rellano entre el tercer y el cuarto.

De camino, Anzai preguntó de repente:

-¿Quién crees que organizó esto?

-Bueno, no se me ocurre nada que nos conecte. De hecho, no nos conocíamos hasta ayer.

-Entonces… -Anzai sabía que la idea tenía varios defectos, pero aun así lo dijo. -¿Fue Harumi, Hotaru o Kozue?

-No. -Negó Aisu sin vacilación. No era que tuviera pruebas reales de ello. -Por muy aparentadas que parezcan, saben qué límites no cruzar. Con algo tan extremo, podemos descartarlas. Esto no es algo que haría una mejor amiga del tipo que sueñan los niños de primaria.

-¿De verdad?

-Sí. Si resultaran ser ellas, las apuñalaré.

Dijo esa escandalosa afirmación sin dudarlo.

Anzai le asustaba cómo las chicas a veces se lanzaban a la ofensiva de formas tan locas. Sin importar cuán profunda fuera la herida, nunca dejaban pasar nada como si fuera un anzuelo clavado en ellas. Anzai, legítimamente, no podía decir si estaba bromeando o no.

-¿Pero tenemos alguna conexión aparte de ellas? -Preguntó.

-Bueno… -La voz de Aisu se apagó antes de poder continuar.

Al principio, Anzai pensó que era porque habían llegado sanos y salvos al primer piso, pero actuaba de forma extraña.

Cuando Anzai asomó la cabeza por la escalera para ver cómo estaba el pasillo, Aisu le habló por detrás con su ridículo traje de baño.

-Eh, me acabo de dar cuenta de algo.

-¿Qué?

-…La cafetería está al otro lado del edificio. Eso significa que tenemos que pasar por la entrada central.

-…

Eran las 8:10.

No quedaba mucho tiempo para la hora pico de las 8:30.

-¿E-entonces deberíamos subir al segundo piso, cruzar el edificio y luego bajar por la escalera del otro lado?

-Me gustaría, pero… ¡espera, espera! ¡Oigo pasos acercándose por las escaleras!

Como si estuvieran construyendo una pirámide de naipes, su plan frenéticamente elaborado se desmoronó por un gran impacto. Forzados por la situación, salieron al pasillo sin estar seguros de que fuera seguro.

Y una vez que avanzaron, no tuvieron más remedio que seguir en esa dirección.

La duda solo aumentaría el riesgo de fracaso.

-¡Creo que el profesor de la encuesta es el más sospechoso! -Dijo Aisu mientras avanzaba agachada.

-¿Por qué?

-Esa encuesta es la única conexión entre nosotros, además de Harumi, Kozue y Hotaru.

-¿Pero por qué nosotros? Había un montón de participantes.

Era posible que hubiera otras parejas filtrándose en otras partes de la universidad, pero Anzai decidió ignorar la posibilidad, ya que no tenían pruebas.

Abrazándose, Aisu miró a su alrededor y dijo:

-¿Recuerdas lo que supimos ayer? Nuestros resultados en la encuesta coincidieron exactamente. Probablemente fuimos los únicos a los que les pasó eso.

-¿Tienes alguna prueba de eso?

-Es una simple cuestión de matemáticas. ¿Cuál crees que es la probabilidad de obtener una coincidencia exacta al ordenar 24 cortometrajes?

-¿Eh? ¿Eh...? ¡Sé hacer matemáticas con calculadora, lo juro!

-Puedes usar calculadora si quieres, ¡pero solo haz los cálculos! -La cara de Aisu se sonrojó aún más, esta vez por algo más que vergüenza. -La respuesta es aproximadamente 10 elevado a la 23ª potencia x 1/6. El denominador es algo más que un billón y un cuatrillón, así que no sé cómo llamarlo, pero es una probabilidad ínfima.

-..No me había dado cuenta de que fuera algo tan asombroso.

-Claro, las probabilidades no son 0, así que es posible que haya una tercera persona, pero... bueno... eso sería prácticamente un milagro. Con solo dos ya es bastante asombroso. -Al oír eso, Anzai empezó a sentir que el resultado de la encuesta era más importante que el hecho de haber hablado con las otras chicas.

Por otra parte, era posible que las probabilidades de conocer a alguien en concreto fueran menores que las de encargar 24 cortometrajes de la misma forma.

-…Hemos llegado a la zona minada.

-Pareces más tranquila. ¿Se te han adormecido los sentidos?

Estaban en la entrada. En ese momento, esta era la zona donde tenían más probabilidades de encontrarse con alguien.

Algunas universidades eran diferentes, pero esta seguía usando el sistema de zapatillas de casa. En otras palabras, la entrada tenía taquillas para zapatos alineadas. Probablemente para asegurar que el costoso equipo de investigación y los libros viejos no se arruinaran con la suciedad. Quitarse los zapatos antes de entrar en las aulas parecía más popular, pero los profesores parecían preocupados de que la suciedad del edificio pudiera filtrarse por debajo de las puertas.

Sin embargo, los estudiantes iban a edificios diferentes según su clase, así que nadie tenía su propia taquilla. Se guardaban los zapatos en una taquilla cualquiera y luego se ponían unas zapatillas comunes.

Al igual que antes, Anzai se adelantó y asomó la cabeza para ver si era seguro continuar.

-No veo a nadie...

De repente, Aisu lo empujó violentamente por detrás. Lo obligaron a salir a la zona entre las filas de taquillas.

Se dio cuenta de lo que estaba pasando antes de poder quejarse.

Oyó a unas chicas hablando en el espacio que había más allá de la siguiente fila de taquillas.

-Harumi, llegas temprano.

-Cambié mi cuenta bancaria, así que tengo que decirles a los de la oficina que cambien el lugar de donde retiran mi matrícula. Todo este trámite es muy molesto. ¿Por qué estás aquí, Hotaru-san?

-Por ninguna razón. Esa calle principal suele estar mucho más concurrida, pero hoy casi no había tráfico.

Las personas de dificultad jefe, a quienes menos podían dejar que descubrieran, habían aparecido.

Como solo había una fila de taquillas entre ellos, la distancia real entre ellos era de unos 60 cm.

Para asegurarse, Anzai preguntó:

-¿Qué pasa si se enteran?

-El mundo será destruido.

Ella insistía en eso.

El problema era que no podían hacer nada proactivo al respecto. Solo podían rezar para que Harumi y Hotaru se fueran.

Y, por supuesto, el mundo no era tan generoso como para darles esa seguridad completa.

Al instante siguiente, el celular de Anzai comenzó a sonar de la nada.

Su escondite silencioso fue en vano. Además, Aisu entró en pánico y gritó.

-¡Vaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!

Pero una vez que recuperó la calma, Anzai se dio cuenta de que Harumi y Hotaru no tenían forma de saber cómo sonaba su tono de llamada, así que no había ningún problema real en que lo oyeran. El verdadero problema era…

-¿Eh? Acabo de oír la voz de Aisu.

-A este paso, también encontraremos a Kozue aquí.

Anzai oyó sus pasos acercándose mientras hablaban. Claramente estaban dando vueltas alrededor de la fila de taquillas.

Las dos chicas solo pensaban en saludar como siempre, pero Anzai y Aisu no podían permitirlo.

Sabiendo perfectamente que ella misma había provocado la situación, Aisu agarró el cuello de Anzai con ambas manos en un ataque de ira.

-(¿¡Por qué no apagaste eso!?)

-(¡Pero esto claramente fue tu cul-... ¡¡¡gweh!!)

Si se quedaban en donde estaban, Harumi y Hotaru las descubrirían, el thriller de espías y acción fracasaría y el mundo, aparentemente, quedaría destruido. Mientras las dos chicas rodeaban la parte trasera de la fila de taquillas, Anzai y Aisu rodearon la delantera.

-¿Eh?

-¿Adónde se fue?

Al oír las voces de Harumi y Hotaru al otro lado de las taquillas, salieron corriendo de la entrada. Se dirigieron por el pasillo hacia la cafetería.

La cafetería abrió justo antes del mediodía y la preparación de la comida comenzó sobre las 10, así que probablemente el lugar estaba vacío. Tras atravesar la zona más peligrosa de la entrada, no les quedaba nada que temer.

Salieron corriendo del pasillo hacia la cafetería.

La cocina estaba a unos 30 metros.

-Esto parece una continuación de la encuesta.

-¿?

-Es solo que la forma de las preguntas ha cambiado. ¿Bajamos por las escaleras o recorremos el pasillo? ¿Pasamos por la entrada o la rodeamos? Parece una colección de preguntas cortas como esa.

Y una vez más, estaban respondiendo lo mismo.

-¿Pero para qué?

-Bueno, ni siquiera sabemos para qué era la encuesta. Pero por las acciones anteriores del profesor, me parece que quiere que otros hagan algo para su propio beneficio.

¿Eso significaba que la encuesta era la pregunta 1, el tema del traje de baño la 2 y las preguntas tres y cuatro continuarían después?

¿Cuánto duraría?

¿Para qué era una preparación y para qué una evaluación?

¿O habrían logrado el objetivo del profesor simplemente completando todas las preguntas?

-Entonces, ¿se supone que debemos derrotar al malvado rey demonio?

-Cualquier mundo que tenga como requisito para ser el héroe llevar un traje de baño tirachinas puede ser destruido, por mí. -Dijo Aisu con un puchero. -Pero si está creando estas situaciones absurdas con la esperanza de que las superemos, podría estar buscando personas con ciertas habilidades especializadas.

-¿Qué quieres decir?

-Tal vez necesite desesperadamente personas con la capacidad de oponerse a todo tipo de absurdo. Puede que no sea nada tan loco como luchar contra un rey demonio o la flota espacial galáctica de ovnis, pero tal vez haya alguna otra absurdidad gigantesca.

En cualquier caso, primero tenían que resolver la segunda pregunta.

Anzai y Aisu atravesaron la cafetería y llegaron a la cocina. Fueron a la parte de atrás y encontraron un espacio de almacenamiento. También servía como zona de descanso, así que tenía taquillas altas y estrechas, una mesa y un televisor.

Encontraron lo que buscaban en una de las taquillas.

Los que trabajaban en la cafetería siempre llevaban los mismos chándales y delantales.

-¡O-ohhhhhhh! ¡De verdad que hay un delantal aquí! ¡Sin duda, este es el objetivo!

-Pues date prisa y póntelo.

Anzai intentó actuar con frialdad, pero en realidad se resistía a desprenderse de la Aisu en traje de baño. Sin embargo, presentía que recibiría un puñetazo si lo decía en voz alta, así que guardó silencio.

Mientras tanto, Aisu parecía encantada de haber evitado esa peligrosa situación.

-¡Un delantal! ¡Un delantal! ¡Un delantal! ¡Un delantal! ¡Un delantal! ... ¿Un delantal?

Por alguna razón, añadió un signo de interrogación la última vez.

Anzai frunció el ceño y notó que Aisu palideció.

-...Eh, aquí no hay nada más que delantales.

-¿¡Eh!? ¿¡Qué pasó con el chándal!? ¿¡Lo escondió el profesor!?

Por cierto, el profesor había dejado una nota. Decía: «Este delantal contiene una sustancia química inofensiva para los humanos. En cuanto el traje de baño toque la tela del delantal, se corroerá y se desmoronará».

Era demasiado pronto para empezar a pensar en la tercera pregunta.

Las opciones para la segunda pregunta aún no se habían acabado.

¿Se pondría el delantal? ¿O no?

En cuanto a la superficie cubierta, debería ponerse el delantal sin dudarlo.

Sin embargo, ¿sería correcto desechar la pequeña, pero al menos existente protección que tenía por detrás?

¿Pero no fue también, de alguna manera, un error decidir ahora que el traje de baño en V estaba bien?

Ahora bien.

¿Cuál decisión crees que es la correcta?