Zero no Tsukaima Español:Volumen3 Capítulo2

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TOMO 3 Capítulo Dos: El Mal de amor de Louise

La mañana después de volver de Albion, la actitud de Louise empezó a cambiar. Sencillamente, ella empezó a ser agradable. Después de levantarse, Saito preparó la cubeta con agua para que Louise se aseara. Él llenaba la cubeta con agua y después lavaba la cara de Louise. Era molesto, pero si Saito se olvidara de la cubeta del lavado, las consecuencias serian severas.

Una vez, cuando Saito se olvidó de preparar la cubeta del lavado, no le permitió comer. La mañana siguiente, estando bastante enfadado, él cogió una rana del estanque detrás de la Academia de Magia y lo puso en la cubeta del lavado. Louise que odiaba las ranas lloró solo con ver al anfibio que nadaba tranquilo. Ella estalló en las lágrimas cuando de repente apareció la rana delante de ella. Saito se disculpó profusamente, pero Louise no lo perdonó por hacerla llorar.

En ese momento, insatisfecha con meramente dejar hambriento a Saito, Louise intentó golpearlo con el fuete, haciendo que Saito escapara del cuarto y durmiera fuera de él.

Ellos siempre comenzaban a pelear tan solo por una cubeta de agua, pero después de ir a Albion algo cambió. Unos sentimientos calurosos para Saito empezaron a crecer dentro de Louise y viceversa. Sin embargo, ellos no comprendían los sentimientos uno del otro.

Por la mañana, Saito preparó la cubeta del lavado el se sentía ligeramente apenado. Louise se sentó en su cama con una mirada soñolienta.

Con la cubeta del lavado puesta en el suelo, Saito movió el agua con ambas manos pero Louise no se movió. Su pelo rubio rosado se balanceo en el aire ante su cara. Aparentemente cansada, ella frotó sus ojos. Con una expresión claramente ausente, ella dijo, -"Déjalo ahí, lo haré yo sola."

Saito se sorprendió. Nunca pensó que las palabras " lo haré yo sola " podrían venir de la boca de Louise.

-"¿Louise?"

Saito pasó su mano delante de la cara de Louise, la cual puso mala cara, mientras miraba lejos. Ella se ruborizo. Como si ella estuviera enfadada, Louise dijo -"yo lo haré. Déjeme sola."

Louise zambulló su mano en la cubeta del lavado, sacudió el agua, agitó su cabeza y lavó su cara. El agua se esparció por todas partes.

-"¿Así, usted es el tipo de persona que no le gusta que la miren cuando se lava la cara, huh?"

Louise fue tomada ligeramente desprevenida por el comentario de Saito. Su cara se ruborizó y ella se enfadó. -"¿t-tiene algún problema con eso?”

-"No, en absoluto… "

Saito tomó la ropa de Louise del armario y la puso boca abajo en la cama, mientras Louise se puso las bragas. Saito, mientras tanto sostenía el uniforme de Louise, él se dio la vuelta cuando pensó que ella ya había terminado.

El próximo paso era vestir a Louise. Cuando Saito se dio la vuelta, Louise, llevando sólo las bragas, empezó a actuar asustada y rápidamente cubrió su cuerpo con sus sabanas.

-"Deje la ropa ahí", dijo Louise, con su cara medio cubierta por las sabanas. “¿Qué ha pasado?” era el pensamiento de Saito. “Ella normalmente diría algo como Rápido vístame...” con una cara somnolienta. Lo que es más, ella se estaba escondiendo detrás de las sabanas. Normalmente, ella no se preocupaba por ser vista. ¿Por qué ella se avergonzaba?

"¿lo dejo ahí? ¿Um, Estas segura? "

Louise movió enérgicamente su cabeza sobre las sabanas, -"¡¿he dicho que las dejes ahí, o acaso no escuchaste?!”

Louise enterró entonces de nuevo la mitad su cara en las sabanas y miro a Saito.

Bien esto es extraño, pensaba Saito cuando él puso la ropa al lado de Louise como ella se lo dijo.

"voltee la cara.”

"¿Eh?"

"ya le dije, voltee la cara.”

Era como si ella fuera otro tipo de persona una que no quería ser vista mientras se cambiaba. Ésta es una reacción muy normal para las muchachas jóvenes, sin embargo Louise había estado bien en el pasado.

Saito le dio la espalda a Louise pensando ¿Que demonios pasa?

Bien, muchas cosas pasaron en Albion. Su prometido la traicionó y Henrietta, su amiga de niñez, perdido su amante. Era una experiencia horrible para Louise. Quizás esos eventos la cambiaron.

¿Louise realmente ha cambiado?

Con una cara inexpresiva, Saito recordó la sensación de los labios de Louise. Él había besado a una semidormida Louise suavemente en los labios mientras volaban en el dragón. Besar a alguien dormido es patético y cobarde, algo que no debió de haber hecho, pero él no pudo controlarse. Quería cuidar siempre de ella.

¿Eso podría ser…, pensó Saito, que Louise sabe sobre ese beso? ¿Ella no cambió porque sentía que yo era peligroso y pensaba que yo iba hacer algún movimiento obsceno en ella, verdad?

Saito detuvo sus pensamientos ahí y agitó su cabeza. Si Louise estuviera despierta en ese momento, ella no se habría quedado callada. Si se hubiera despertado. Se hubiera enfadado. Por ese abuso. Cualquier sentido de armonía habría explotado en pedazos. ¿Hace poco tiempo yo me arrastre a su cama por que pensé que le gustaba y acaso no reacciono horrible? Un perro. Ése es yo, un perro. Un perro que se lleva por una cadena y que dice woof