Toaru Majutsu no Index: GT Volumen 9 Epílogo

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Epílogo: Una cierta verdad y el colapso de todo lo demás – Humor_Negro.[edit]

Fue su propio gemido el que lo despertó.

La mente de Kamijou Touma se sacudió y se despertó en una cama.

Estaba en el hospital.

-Honestamente. ¿Por qué me obligas a salvarte, tonto?

Escuchó una voz enfurruñada.

Una mujer pequeña y malvada estaba sentada a su lado en la silla de visitas, con algo insertado en la parte interior de su codo. La sangre se acumulaba en una bolsa a través de un tubo. Aparentemente ella había dado su propia sangre para salvar a Kamijou de la pérdida masiva de sangre al cortarse el brazo.

Esa era Anna Sprengel.

No estaba soñando.

No había confiado en el ridículo poder de Alice.

Había puesto toda la fuerza que tenía un humano e incluso se había preparado para la muerte para finalmente lograr este pequeño milagro.

Esto era por lo que había apretado los dientes todo este tiempo para ver.

-…Ya veo.

El tubo de transfusión que descendía del soporte conducía al brazo derecho de Kamijou. El brazo que supuestamente había perdido ahora estaba pegado a su hombro como de costumbre.

Todavía no podía levantarse, pero de alguna manera logró mover su boca terriblemente seca.

-¿Cuánto pasó?

-Es casi medianoche.

-¿Qué le pasó a los demás?

-Murieron.

Esas fueron palabras heladas.

Pero la cosa no terminó ahí.

-Hiciste bien en confiar en Buena Vieja Mary y su resurrección hasta el final. Si la hubieras obligado a sacrificarse, ahora mismo estarías limpiando después de una tragedia.

No estaba seguro de poder decir que esto era algo bueno.

Pero al menos no fue el final.

Misaka Mikoto, la Diosa Bruja Aradia y todos los demás involucrados en la batalla del hospital deben haber sido revividos. Esa resurrección sólo revertía el cadáver al momento de la muerte, permitiendo un intento de RCP. Eso significaba que tenía que haber restricciones y la posibilidad de fallar, por lo que le alegró saber que habían superado todo eso. El gran hospital habría tenido suficiente sangre y suplementos de hierro para todos.

-Los distritos 12, 23, 18 y 7 fueron liberados de la arena amarilla de Citrinitas. Y al igual que en Los Ángeles, no tienes nada de qué preocuparte, tonto.

Si fuera posible, quería añadir a alguien más a la lista.

Pero…

-Alice no será tan simple.

-…

-Buena Vieja Mary es una Trascendente regular, por lo que no puede interferir con una irregular como Alice Anotherbible, que ha superado con creces los límites habituales de la categoría. Si ella está muerta, eso no se puede revertir. Nos guste o no, la simple jerarquía impide que un Trascendente ordinario cambie eso.

-Ya veo. -Fue todo lo que Kamijou pudo decir, liberando el aliento que quedaba en sus pulmones.

Tendría que aceptar esa despedida.

Alice Anotherbible estaba muerta. No había reducido el número de pérdidas a cero.

Pero la tragedia se terminó allí.

Había arreglado las cosas con Christian Rosencreutz.

Sabía que esto era sólo la idea egoísta de un sobreviviente, pero sentía que Alice hubiera querido que terminara de esta manera.

Entonces Anna Sprengel hizo una pregunta.

-¿Por qué?

-¿?

-¿Por qué me salvaste, tonto?

Su tono parecía señalar que su muerte habría significado el fin de toda la calamidad que comenzó con el surgimiento de R&C Occultics.

Su respuesta fue obvia.

-No estaba arriesgando mi vida para determinar la verdad y nombrar a un culpable.

-Le traje sufrimiento a mucha gente. Y eso te incluye a ti.

-Eso significa que somos nosotros los que podemos elegir perdonarte por ello.

-No soy más que una villana.

-Esa no es razón para dejarte morir.

-Elegí dejar que la Bebida Reductora me golpeara. Estaba preparada para morir.

-Pero nunca dije que dejaría que eso sucediera.

Él no dudó.

Ni siquiera necesitaba pensar en ello. Las palabras se sintieron tan naturales en sus labios. Como si estuvieran saliendo de su boca antes de llegar a su mente.

Eso era lo que significaba hacer lo correcto.

No era necesario devanarse los sesos para descubrir qué era lo correcto. No era necesario buscar confirmación ni probarlo. No era necesario disfrazarlo con palabras elegantes ni descubrir cómo hacerlo lucir bien.

Por supuesto, alguien que lo pensara primero tendría problemas para encontrar una respuesta.

Finalmente, Anna Sprengel bajó la cabeza y presentó una idea más.

-Podrías haber terminado con esto mucho antes y más fácilmente si yo hubiera muerto.

-Ni pensarlo, Anna Sprengel.

Él no dudó.

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Sintió algo suave.

Mientras Kamijou yacía en la cama, la pequeña mujer malvada había presionado su frente contra el centro de su pecho.

Ella sollozó.

Y no pudo pronunciar más palabras.

Al final, esa era la respuesta.

Anna Sprengel había creado una gigantesca empresa de TI que abarcaba tanto la ciencia como la magia, había provocado problemas en todo el mundo y había llevado a cabo todo tipo de malas acciones. Pero antes de conocer a este chico, ¿había tenido a alguien a quien decirle lo que pensaba?

-No necesitas un rey.

Kamijou obligó a su todavía rígido e incómodo cuerpo a moverse y frotó la cabeza de Anna.

Ella no desapareció ante el toque de su mano derecha.

Eso demostraba que ella realmente estaba viva.

-Hay paraguas más grandes para protegerte en este mundo. Muchas personas confiables arriesgarán sus vidas para luchar por ti. Así que te prometo, Anna Sprengel, que no necesitas vagar por este mundo en busca de algún rey inexistente.

Al mismo tiempo, confirmó que podía sentir su propia mano derecha.

Definitivamente estaba allí.

Solo recordaba vagamente cuando su sombra parpadeó como una luz fluorescente moribunda y su existencia fue gradualmente arrastrada a una ilusión. ¿No había sido lo suficientemente consciente como para crear los recuerdos correctamente, o había tocado un tabú tan grande que su cerebro se negó a acceder a los recuerdos? De cualquier manera, sabía una cosa: ese era un camino directo a la muerte. Para él y para su oponente. Fue el camino del rechazo lo que aseguró que alguien quedara en el campo de batalla. Era un codicioso pozo de hormiga león que se tragó toda la vida, tanto enemiga como aliada.

¿Qué habría pasado si Buena Vieja Mary no hubiera estado allí?

¿Cuántas personas se habrían perdido durante esa noche?

-…

Nunca volvería a hacer eso.

Nunca más elegiría desperdiciar su propia vida y la de los demás.

Nunca renunciaría a su humanidad y, en cambio, recurrir a la ilusión.

Pero.

Todavía estaba contento de haber hecho todo lo posible para salvar a Anna Sprengel.

Hubo un momento definitivo en el que se permitió pensar eso también.


La puerta del hospital estaba entreabierta.

Dos chicas habían perdido la oportunidad de entrar y terminaron escuchando.

-¿Qué hacemos al respecto, Misaka-saaan?

-No me preguntes.

Christian Rosencreutz había sido un enemigo extremadamente formidable. Todavía era difícil creer que habían arreglado las cosas de manera segura con ese monstruo. Lo que habían hecho era motivo de celebración, pero eso no abordaba lo que debían hacer con Anna Sprengel y sus muchas malas acciones.

Misaka Mikoto pensaba que Anna merecía ser castigada.

Esa fue su honesta opinión.

No por el bien del mundo ni de las personas que vivían allí.

Esto no era nada tan grandioso.

Para ella, fue el simple hecho de que el chico que conocía tan bien casi había sido asesinado.

Pero…

-Él la ha perdonado antes de que podamos expresar nuestra opinión.

-Cualquier cosa que hagamos ahora sería súper incómodo, ¿no?


Algo más estaba en marcha también.

Era medianoche, lo que marcaba el comienzo del 6 de enero.

-¿Era por aquí?

Una monja con un hábito blanco puro caminó hacia el Distrito 12 con un pequeño Dios Mágico en su hombro.

Su enfoque había sido diferente desde el principio.

Cuando el caos de la batalla dividió a todos, Index y Othinus abandonaron intencionalmente la línea de batalla. Christian Rosencreutz era un mago poderoso cuyos hechizos eran un misterio incluso con el conocimiento de una biblioteca entera de grimorios a los que recurrir.

Por eso sintieron una fuerte necesidad de observarlo cuidadosamente y encontrar una debilidad.

Index estaba especializada para ese papel en primer lugar.

…Kamijou y los demás habían terminado la pelea de una manera bastante contundente antes de que estas dos pudieran descubrir los hechizos de Rosencreutz, pero la coincidencia había funcionado a su favor allí.

Habían visto con éxito lo que le sucedió a CRC después de que atravesó la pared del hospital y salió volando como una estrella fugaz.

Othinus corrió hacia Index desde encima de su hombro.

-Apúrate. Ya han pasado varias horas. Si aún puede moverse, podría decidir retirarse. Todo esto será en vano si logra recuperar sus fuerzas y regresa para una revancha.

-Lo sé. -Espetó Index, todavía mirando hacia adelante. Con una expresión que nunca mostraría frente a Kamijou. -Esa claramente no fue una batalla que Touma debería haber ganado. Si se ve obligado a luchar contra algo así otra vez, no habrá forma de que sobreviva.

Y lo encontraron.

Fue difícil pasarlo por alto. El asfalto estaba roto y destrozado en un lugar. Algo se agitó en el mismo centro.

-Hee.

Era Christian Rosencreutz.

Él todavía estaba vivo.

-Hee ha. Esto no ha terminado. Las pasiones de este anciano no se han extinguido. Así que no tengo motivos para parar. Y lo he encontrado. Los Trascendentes de la Cábala Constructor de Puentes, los que crearon este cuerpo, no son quienes obstruirán la curiosidad de este anciano. Sólo hay uno. ¡¡¡Solo una vida patética de la que ni siquiera se habla en la historiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

-Lo haré. -Afirmó fríamente el dios de 15 cm, a pesar de la gran discrepancia de alturas. -Soy un dios de la guerra, así que estoy acostumbrada a quitar vidas. Biblioteca de Grimorios, mantén tus manos limpias. Eso sería lo mejor para mi entendedor.

La cabeza de CRC giró hacia ellas.

¿Qué aspecto tenían para aquel joven feo que sólo podía ver el mundo a través de sus pasiones?

-¿Intentarías detenerme?

-¿?

-No importa cuán desgarrada esté mi carne y cuán rotos estén mis huesos, quitar dos vidas es una tarea sencilla. ¿Me las llevo de recuerdo? ¡¡No es que tengan nada que decir al respecto!!

-No, es que...

Por alguna razón, Othinus ya no miraba a CRC.

Hasta el final, no entendió por qué.

Porque el dios de 15 cm había renunciado a conversar con él.

-Lo que sea. No es como si salvarte fuera a lograr algo.

Hubo un sonido pegajoso de desgarro.

Nuevamente, Index no entendió.

Tenía más de 103.000 grimorios en su cabeza, pero todavía no podía explicar lo que acababa de suceder ante sus ojos.

A CRC le habían quitado un gran trozo del costado del cuello.

-¿Eh? ¿Oh?

Sus gruñidos de sorpresa fueron inquietantemente húmedos.

Si ni siquiera Index lo entendía, no había manera de que CRC pudiera saber lo que le había pasado.

La respuesta fue una mano pequeña.

La mano del infante se abría y cerraba lentamente en el aire vacío, como si arrancara un trozo de pan tierno.

-¿¡Gbwah!? ¿Eh? ¿Eh? ¿¡¡Qué pasó con… este viejo!!?

El dolor debió haberlo alcanzado porque Christian Rosencreutz se llevó una mano al costado del cuello y alzó su voz ensangrentada. El líquido rojo oscuro continuó saliendo de entre sus dedos. Y de su boca. ¿De dónde venía la sangre y dónde estaba conectado el flujo? Era algo aterrador de imaginar.

No recibió piedad.

Resbaló en su propia sangre y cayó al suelo sucio donde encontró a alguien mirándolo. Alguien muy pequeño. Para empezar, era baja, pero era aún más baja debido a la falta de algo por encima de su cuello.

Él la reconoció.

Sólo había una persona que podría ser esta.

Alice Anotherbible.

Ese pequeño cadáver sin cabeza se mantuvo firme sobre sus dos piernas.

Una figura oscura estaba junto a ella.

El joven mayordomo vestía frac y sostenía un bastón espada.

No pronunció una palabra.

H.T. Trismegistus no había cambiado en absoluto y seguía sirviendo a su maestra como dictaba el sentido común, por lo que no debió sentir ninguna necesidad particular de hablar.

Sólo ese mayordomo permaneció dedicado.

Era un verdadero Trascendente en el sentido de que no había puesto un pie fuera de sus propias condiciones de salvación.

-¿Por qué?

El dolor desapareció una vez más dentro de CRC.

Una pregunta mucho mayor había adormecido todo su cerebro.

O tal vez fue el miedo común.

-Sí, este anciano hizo uso de su cuerpo. ¡Hice que su carne muerta volviera a levantarse para lanzar un ataque sorpresa contra Anna Kingsford! ¿¡Pero, cómo es esto posible!? ¿¡Por qué volvería a levantarse ahora!? Ese hechizo no dura para siempre. ¡¡El rigor mortis debería haberse desvanecido y la descomposición ya debería haber comenzado!!

-Para.

Esa palabra no estaba dirigida a Alice ni a Rosencreutz.

Othinus había impedido que Index entrara sin pensar.

Esa calamidad ya había pasado.

Así que no te involucres.

-Estás viendo esto al revés. ¿Mataste por completo a Alice Anotherbible? ¿Y eso qué? Ni siquiera sabemos con certeza si Alice es realmente humana. Podría ser una baraja de tarot o el resultado de que la mano derecha especial de alguien se separara de alguien. Deberías haber sido más minucioso y asegurarte de que su cuerpo no pudiera volver a moverse después de la muerte: colgando su cadáver de un árbol, ensartándola y levantándola en el aire, o cualquier otra cosa.

-…

-Buena Vieja Mary es una de los Trascendentes menores y puede resucitar personas. Entonces, ¿por qué te sorprende saber que Alice Anotherbible, una Trascendente mayor y altamente irregular, tiene una versión más poderosa del hechizo? Buena Vieja Mary no tiene opciones si es ella la que muere, pero tal vez Alice pueda absorber el poder de una línea ley o reunir Telesma para activar su magia y revivir después de la muerte.

-……………………………………………………………………………………………

Rosencreutz no pudo hacer nada.

La muerte se cernía sobre él, pero estaba clavado en el lugar. Aunque cada movimiento de la manita producía un sonido inquietante mientras más parte de su cuerpo era arrancado.

Entonces.

No pudo detener el movimiento del cadáver decapitado.

Las cuerdas vocales incompletas vibraron.

Debería haber detenido esto inmediatamente.

-…Ah…

-¿?

-El hombre siempre…se molestaba.

Fue como el comienzo de un libro de cuentos.

Las palabras fueron pronunciadas en el tono suave y gentil de una madre que le lee a su hijo pequeño.

-Le molestaba su propia creación. Le molestaba que una leyenda que debería haberse ridiculizado como una mentira obvia, en cambio, cobrara vida propia. Así que intentó ponerle fin y rechazarlo. Quería que no fuera más que una broma. Pero en ese momento, demasiadas personas habían llegado a creer verdaderamente en esa leyenda. Entonces nadie creyó lo que dijo.

Sin embargo, la historia real que se contó fue terriblemente cruel.

CRC miró fijamente, olvidándose por completo de la destrucción de su cuerpo.

No es que no se hubiera dado cuenta.

Era más bien como si el shock fuera tan grande que su mente se había quedado en blanco.

-Al final, las palabras del hombre lamentable fueron completamente ignoradas. Y a medida que pasó el tiempo, el conocimiento sobre él se fue desvaneciendo hasta quedar completamente olvidado. ¿Por qué? Porque eso era más conveniente para la gente del mundo. Porque a nadie le importaba si su verdad era en realidad una mentira obvia. Por eso el pobre hombre se molestó aún más. Le molestaba la gente tonta que se negaba a escucharlo. Pero más que nada, le molestaba que el personaje que había creado hubiera ganado fama eterna mientras él había desaparecido en la oscuridad.

¿Por qué?

¿¡Por qué sabía esto!?

(¿Está leyendo esto de los pedazos de mi cuerpo que está arrancando? ¿¡Como un alfarero revisando los fragmentos rotos en el horno para ver qué salió mal!?)

-Así que para darle un mal nombre a su personaje…

-Detente. Espera…

-… él eligió convertirse en su personaje.

-Cierra el pico. ¡¡Justo en este instante!!

Ella no se detuvo.

Algo más afilado que cualquier espada se clavó profundamente en el pecho de Christian Rosencreutz.

No…

-Johannes Valentinus Andreae. El tonto hombre corriente que creó la leyenda rosacruz ficticia y quedó aplastado por la verdad que surgía de esa ficción. Oh, qué trágico. Pero ahora le han quitado la máscara del payaso autodegradado y todo llega a su fin.

Había humo.

Humo extraño y de aspecto poco saludable, muy parecido al creado a partir de productos químicos o ácidos.

Él gritó.

Y cuando el humo se disipó, no reveló a ningún joven plateado.

Ahora era un anciano arrugado y descuidado que no era más que piel y huesos. Todo el carisma había sido despojado.

Esta era su verdadera identidad.

Era un autor que había odiado tanto su propia creación ficticia que había elegido interpretar a ese personaje y llevar a cabo suficientes acciones despreciables como para desilusionar al mundo entero. Esa fea naturaleza se mostraba aquí.

-Esto explica por qué el supuesto fundador del rosacrucismo estaba tan decidido a matar a Anna Sprengel. Su objetivo declarado de masacrar a los Trascendentes era sólo un camuflaje para disfrazar su débil voluntad. Johann sólo quería destruir el CRC y todo lo que había construido la leyenda de ese hombre inexistente.

-¡¡Ahhhh!!

Colapsado y tendido en el suelo, el anciano arrugado todavía levantaba la palma vacía.

Esta acción fue claramente impulsada por el miedo, no por la pasión o la alegría.

El aire estaba comprimido.

Kamijou Touma ya había demostrado que esto no era más que un ataque con proyectiles.

Pero.

-Yo... no puedo creerlo. -Murmuró Rosencreutz.

La chica sin cabeza no había movido un dedo. Ella no lo había dignificado con ningún tipo de respuesta. En cambio, un bate de cricket entró volando y bloqueó la bala por sí solo. Parecía carbón negro del tamaño de una pelota de golf, pero su superficie brillaba con un brillo extraño.

Ésta era la verdad.

-Diamante.

Esto había eliminado de un solo golpe a Kamijou a pesar de su brazo derecho especial.

Esto había herido a Buena Vieja Mary.

Esto había arrojado a Aleister fácilmente en el hospital.

-Todo lo que hiciste fue aferrarte a viejas leyendas. Tu magia fue un refrito de St. Germain. Cierta mano derecha no pudo negarlo porque el cristal de diamante crece constantemente demasiado rápido para ser negado por completo.

Para aquellos que lo saben, eso puede haberles recordado el hechizo de Innocentius. Sí, no era imposible atravesar el Imagine Breaker con pura magia.

Obligar al oficial Anti-Skill a contar con los dedos también fue una aplicación de ese hechizo de control de carbono. No había nada desconocido sobre CRC. Todo podría explicarse utilizando el estilo rosacruz de St. Germain.

-Pensando en retrospectiva, algo en lo que dijo mi entendido parecía fuera de lugar desde el principio. -Escupió Othinus de 15 cm en el hombro de Index.

Cuando Kamijou Touma se enfrentó por primera vez con Rosencreutz, ese chico fue fácilmente derrotado.

Pero ¿por qué CRC había empezado por destruir la Bebida Reductora?

Ese objeto espiritual solo era efectivo contra los Trascendentes que asumieron roles para desempeñar, por lo que el renacido Christian Rosencreutz no debería haber tenido nada que temer de él.

Entonces.

Si Rosencreutz temía a la Bebida Reductora, él también tenía que ser un farsante que desempeñaba un papel.

Eso también explica por qué Index y su vasto conocimiento no habían podido predecir las acciones y pensamientos de Christian Rosencreutz.

Porque él no era CRC.

El conocimiento contenido en la biblioteca de grimorios en realidad no era defectuoso ni estaba incompleto. Nunca encontraría la contramedida correcta si buscaba en la estantería equivocada.

-Esto es simplemente triste. -Murmuró Othinus.

CRC había dicho frecuentemente que la magia no era más que una ilusión aburrida.

Y había una facción dentro de la Cábala Dorada que afirmaba que la magia no era algo que se utilizara para influir en el mundo físico, sino que, en última instancia, era algo para enriquecer la propia alma.

Entonces.

¿Había estado tratando de enriquecer su alma tergiversando su imagen y arruinando la reputación del personaje ficticio? Era como alguien que se odiaba a sí mismo. Mostró la forma de malicia más improductiva del mundo.

-Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas termina siendo todo un sueño. Alice se despierta antes de que termine el juicio culminante y eso es todo. Se trata de una historia sin sentido mundialmente famosa, disfrazada de innumerables ilusiones, pero también es una historia que presenta al lector una realidad dura e inquebrantable justo al final. Admito que es un lado de Alice, pero parece demasiado.

Esta puede haber sido una pequeña parte de la verdadera razón por la que todos los Trascendentes temían a Alice. Ella tenía el poder de revelar verdadera naturaleza de uno, sin importar cuán profundamente intentaras enterrarla.

Y no había necesidad de asestar un golpe final.

Ella ya le había arrancado un costado del cuello.

No, fue mucho más que eso.

Le habían arrancado pedazos por todo el cuerpo. Le había quitado trozos de músculos, grasa, vasos sanguíneos e incluso huesos. Es posible que el legendario Christian Rosencreutz hubiera podido recuperarse de eso, pero el castigado Johann Valentinus Andreae no tendría tanta suerte. El color desapareció de su rostro mientras la sangre brotaba de sus heridas, sus ojos se pusieron en blanco y el anciano yació inmóvil en el frío suelo.

Nunca volvería a moverse.

Él estaba muerto.

Este desagradable destino no dejaba lugar a la resurrección ni a ninguna otra forma de salvación. Y…

-Cacacah.

Algo pasó.

Provino de la niña sin cabeza. Debido a que, para empezar, había sido tan encantadora y hermosa, la pérdida de la cabeza, su rasgo más identificable, le dio a sus restos una belleza horriblemente grotesca.

Las cuerdas vocales cortadas vibraron en el muñón del cuello drenado de sangre.

Incluso al dios de la guerra le tomó varios segundos darse cuenta de que se trataba de una risa.

-¡¡¡Cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah, cacacah!!!

Aquí no había lugar para la conversación.

¿Alice Anotherbible siempre había ocultado esta crueldad dentro de ella?

¿O la destrucción de su cabeza había aflojado algunos engranajes?

De cualquier manera, una cosa era segura.

-Esto no ha terminado. -Dijo Index.

La farsa de CRC no fue la única. Se enfrentaron a un mago que la sabiduría de la biblioteca del grimorio realmente no había podido comprender.

-Nada de esto ha terminado.

¿Qué era Alice Anotherbible?

¿Cómo estaba definida?

Esa pregunta había estado ahí desde el principio y la habían pospuesto hasta ahora.

Y ahora el mayor de los misterios estaba realmente mostrando sus colmillos.


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