Zero no Tsukaima - Spanish Versión: Volumen 7 Capítulo 2

From Baka-Tsuki
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Capitulo Dos: El Hada[edit]

Era el tercer día después del retorno milagroso de los caballeros dragón. Rene y Saito, acompañado de los otros, estaban festejando en su tienda por todo este tiempo.

Desde que tuvieron esa fiesta, Rene y los otros miembros del 2do escuadrón de los caballeros dragón se estában haciendo los ridículos en la tienda de Louise todos los días. Siendo llamados “guardias” era solo una excusa; en realidad, ellos estaban allá por otras razones.

-¡Brinden! ¡Por nuestro milagroso retorno!

Saito dirigió el 17vo brindis de ese día, aunque estaba medio borracho.

-¡Brinden! ¡Brinden!

El coro de voces ebrias de los caballeros dragón se unieron. Otra vez, el grupo vació sus tazas, llenadas hasta el borde de vino de uvas, en un trago.

-Que bueno es estar vivo. ¡Todavía podemos beber así! - dijo el segundo al mando, un joven de cabello color carmesí llamado Matthew Pennterdon, mientras agitaba casualmente su varita mágica, creando un pequeño torbellino que agito su vino. Como el era el hijo de una familia de nobles sin mucho prestigio, el siempre bebía en esta manera miseriosa - diluyendo el vino con agua antes de beberlo. Así que ocasionalmente usaba su magia de esta manera para moverlo.

El par de caballeros dragón, mellizos, a quienes le encantaban la atención, eran llamados Gillbert y Siegfried. Con sus pelos suaves y dorados, y sus caras femeninas, ellos venían de una familia de nobles que habían caído en malos tiempos. Ellos se ayudaron el uno al otro a llenar sus tazas de vino, con una sonrisa de oreja a oreja en sus rostros.

A excepción de Louise, todos ya estaban borrachos. No... uno de ellos parecía como si tuviera algún tipo de problema, y estaba pensando profundamente, Fernand, que todavía estaba un poco taciturno. Cuando Saito le brindo, el apenas se negó con la cabeza. Parecía como si estuviera preocupado sobre algo.

En este punto, Rene, un poco gordito, apareció abrazando un saco lleno de cosas.

-¡El capitan del 2do escuadrón de caballeros dragón, Rene Vonke, ha retornado!

-No cabe duda, a sido difícil para ti.

Saito, quien estaba sentado el centro, se exploto de la risa, los caballeros dragón después hicieron lo mismo.

Sentada en un esquina de la tienda y abrazando sus rodillas, Louise no podía hacer mas que ver este espectáculo en frustración.

-¿Que es lo que le pasa a este grupo?

Poniendolo simple, ellos estaban tratando este lugar como si fuera su habitación. Fingiendo ser guardias, pero viniendo aquí solo para beber, afuera de las miradas penetrantes de los oficiales de mas alto rango. Aquí podían hacer lo que les diera la gana.

Louise se mordía su labio en irritación. Claro, no les fue fácil para ellos escapar de la muerte, un poco de vino para la celebración era tolerable.

Pero...

¡Ellos estaban haciendo esto cada día! ¡CADA DÍA! ¡Y era desde el amanecer hasta el final del día!

¡Y estos individuos no tenia ninguna idea en absoluto en como mantener a una habitación limpia! El crujido de los dientes de Louise se volvió hizo mas perceptible. Botellas, los huesos de algún ave y sobras de comida estaban tiradas por todas partes; era un paisaje espantoso.

Cada vez que ella se quejaba, ella conseguía un alegre “¡Esta bieeeen!” como respuesta, pero eso no era todo. Nadie limpiaba este tiradero <-- O “desorden”-->. Como resultado, la pila de basura crecía cada día, al Igual que la frustración de Louise.

Saito era el mas imperdonable. Inicialmente, ella pensó que el les advertiría en su lugar. En vez, ese idiota comenzó a dirigir esta tienda, y ahora era el “Comandante Supremo”. “Un absoluto general de los tontos, que bien le pega,” pensó Louise, mientras suspiraba.

-¡Reportaje de estado!- Ordeno Saito, quien en verdad pensaba que se había convertido en general. Rene abrió el saco ruidosamente.

-Jamón ahumado, carne seca, salchichas... ¡Y Vino!

Al ver todo esta comida que había sido “provista” por el almacén; todo el mundo se animo al momento.

-Ahora, para decorar a este oficial con una medalla...

Pero, el no tenía ningún tipo de medalla con el. Justo cuanto Saito se estaba preocupando por esto, alguien le metió algo en su mano. Era una pieza de tela muy ligera, de un blanco bien puro.

-¡Qu-Que es esto?

Habiendo descifrado la verdad de ese “algo”, Louise se puso de pie rápidamente.

-¡Hey! ¡Esa es mi ropa interior! ¿¡Que es lo que ustedes están pensando!?

-Ah, es que lo habían dejado aquí- dijo Matthew, quien fue el que se lo paso a Saito.

-De seguro... ¡De seguro hay mucho allí!- gritaron los temblorosos Gilbert y Siegfried mientras abrían el armario de Louise.

-¡Esta es la mejor medalla del mundo!- Uno a uno, todos los caballeros dragón se comenzaron a reír.

-¡Que bajo! ¡Ustedes en verdad son lo mas bajo!

Louise, sonrojada, golpeo la cabeza de Gilbert y el pecho de Siegfried con una botella de vino, le tiro un hueso de ave al tirado Rene, y los demás caballeros dragón fueron pateados y golpeados.

De ultimo, Louise pateo a un Saito turbado en sus genitales, y se sentó sobre su cuello.

-¡Haciendo ruido constantemente! ¡El habito de un familiar! ¡Ese es el estatus de un familiar! ¡El estatus de un p-p-perro! ¡Perros! ¡Que bien les queda!

Comentando sobre las posiciones sociales. Son pensamientos irresponsables.

-No puede ser; ¡Así que tu eres su familiar!- Rene y los otros miraron las caras turbadas de Louise y Saito y comenzaron a reir a carcajadas otra vez.

-Una persona, un familiar, ¡que cuento mas raro!

Rene y los otros hicieron un “¡Pon!” y muchos familiares entraron a la tienda. Como eran magos de viento, la gran mayoría de sus familiares tenían alas... Un búho, un halcon, un zorro volador... un grifo, un hipogrifo, hasta se podía ver hasta una bestia fantasma.

-¡Estos son familiares! ¡Hahahaha!

-¡No crean que yo a-amo a este tipo o algo! ¡Este idiota vino en su propia cuenta!

-Bueno, ¡“Invocar Sirviente” no te deja elegir a tu camarada!

Rene, riendose se acerco Louise y dijo.

-Ahora, tu, señorita Valliere, invocaste a un novio. Tu familiar y tu amante combinados, ¡Podría ser lo ideal para un mago!

Los caballeros dragón se explotaron de la risa.

-¡El no es mi amante! ¡Idiota! ¡Todos ustedes son idiotas! ¡¿Por que no lo pueden entender?!

-Y que paso el otro día, ¡eh? ¡Estaban desnudos debajo de la manta! ¡¿Y que paso ahí?!

Hasta el cuello de Louise se puso rojo.

-¡Ridículo! ¡Que bajo! ¡Los chicos de tu edad no deberían tener pensamientos como estos!

Al fin, Louise agarro una manta y se la puso sobre su cabeza. Aun después que se calmo, ella no salió de allí, en vez de ello, fingió estar dormida.

-Que intenso. ¿Me pregunto por que está tan enojada?

Rene murmuro ansiosamente. Después de esto, todos comenzaron a buscar simultáneamente por Saito a ver su reacción.

Y Saito... Tenía el ceño fruncido en su preocupación.

“¿Adonde estamos?” “¿Cual es nuestro tipo de relación ahora?” “Familiar y amo, aunque había parecido que su relación había progresado...” “¿Pero, en verdad progresó?” Penso Saito.

Aunque, esa vez en el bote, habían estado cerca cuando llamó a Louise. “¿Pero que es lo que Louise piensa en verdad acerca de mi?”

Saito se sentía inseguro.

-No queríamos hacer algún daño, lo siento camarada.

-A-ahh- Con sus pensamientos mesclados, Saito asintió.

-Hemos metido la pata.

-No se pudo evitar. Somos de la clase mas baja de nobles.- Dijo Matthew

-¡Esto pasaría aunque fuésemos del mismo nivel! ¡Pero la señorita Valliere lo calificó de insultante y se ofendió! ¡Ahahaha!- Siegfried y Gilbert se rieron uno en la cara del otro.

Es cierto, pensó Saito. Los estudiantes en la Academia de Magia eran todos nobles jóvenes. Ellos todos venían de las familias de las clases mas altas como la de Louise, aunque las familias de Guiche y Montmorency tenían problemas financieros. Aun así, el padre de Guiche era un mariscal de campo, y un mariscal de campo es una buena posición para los militares, ¿no?

Louise y los otros estudiaban en una prestigiosa escuela privada que es muy diferente a las escuelas publicas.

“¡Ah!, así que por eso es que me he sentido tan cerca de este grupo desde el principio,” pensó Saito.

Ahí, recordó las palabras de Rene.

Él había dicho, que tu solo puedes mejorar tu rango en el campo de batalla. Sintiendo simpatía, Saito se volvió sobrio en ese mismo instante.

-Ha, beber en serio que me hace feliz, ¡después de una gran hazaña!- dijo Rene.

-¡Es cierto! Aun sin alas, ¡el 2do escuadrón de los caballeros dragón mostraran que tan buenos son!

-Ahahaha- Gilbert y Siegfried resoplaron.

-Ahh, ¿y cuando es que vamos a atacar el ejercito de Albion en Londinium? ¡Ya han pasado diez días desde que aterrizamos!- dijo Matthew, impacientemente.

Es verdad. No hay ninguna orden de avanzar de las fuerzas aliadas. Parecían que estaban esperando a que el ejercito de Albion viniese a Rosais donde podrían repulsarlo... Pero el ejercito de Albion no parecía como si se estuviera moviendo tampoco.

En ese instante... Como si lo deseos de los caballeros dragón se hubieran hecho en realidad, un solitario niño del ejercito entro a la tienda.

-Haah, una orden para la base central del batallón de los caballeros dragones.

El niño parecía tener algunos trece años. Tenía una expresión de miedo en su cara al ver a todos estos mas importantes, pero vulgares, nobles con un desorden por todas partes.

-¡El centro de comando de los caballeros dragón? ¿Que bien pueden hacer los caballeros dragón sin dragones?- Rene le pregunto sarcásticamente.

-Yo no se. Solo estoy reportando mis ordenes...

¿Que hazañas les pudieron haber dado? Gilbert refunfuño, y todos, ahora con una expresión seria, comenzaron a limpiar su desorden.

Pero... Desafortunadamente para los caballeros dragón, esto no les daba una oportunidad de probar su valentía. Rene, quien corrió hacia dentro de la tienda con su espada lista, después de ver a Earl Ginnumer bostezar, perdió cualquier tipo de esperanza.

-Olviden ese reporte. Por ahora, cuenten nos la historia de como volvieron vivos.

Saito y Louise también vinieron. Ya que no podían salir sin sus “guardias”.

Rene, en una voz no muy motivada, comenzó el reporte. La mayoría de lo que dijo era igual que lo que había dicho el otro día.

A ellos le dispararon, ellos cayeron... Una semana después, todos se despertaron sobre el lomo del dragón. Eso fue todo.

Era sin duda una historia misteriosa. Aunque, durante la guerra en el continente mágico de Halkeginia, las cosas inesperadas pasan a menudo.

De todas formas, Louise escucho la historia en silencio. Pareció haberle picado su interes.

Bueno, cuando llego al final.

Un niño, solo, comenzó a hablar, hesitando.

Era el obediente Fernaud. Él, después de hacer una cara pensativa, dijo.

-E-eso...

-Que pasa Fernand, ¿quieres ir al baño?

-¡N-no es eso! ¡Reporte! ¡Paren de burlarse!

Ya que el siempre obediente Fernand tenía una expresión seria en su cara, todo el mundo cayo en silencio.

-B-bueno... Yo no puedo estar seguro si fue una illusion o una realidad lo del otro dia... Pero cuando pienso en ello tranquilamente, aunque...

-Que ocurre? Dame un reporte breve- Le ordeno Ginnumer

-¡S-si! ¡Reporte! Cuando yo me estrellé, fui tirado del lomo de mi dragón... Y me quede en el suelo por un buen rato. Sin mover nada... Mi cuerpo estaba paralizado. Ha ha, yo pense que estaba a punto de morir... pero entonces, lo vi.

Ginnumer no parecía estar de humor para esto, y lo impulso para que hablara.

-¿Que?

El niño, en duda por un momento sin saber sin decirlo o no, hesitando, el murmuro,

-Era un hada.

-¿Que tipo de hada? ¿Agua? Entonces ¿era un espíritu?

-¡Era diferente! ¡No era tan fofa! era... más "bella" ¡Una hada del viento!

-Las “hadas del viento” no existen. Las hadas, al contrario de los espíritus de los muertos, son seres vivientes legendarios.

-¡Yo mismo no lo entiendo! Pero, sé que fue una hada...

-¿Como era?

-Era una muy bella... chica. Con un bello cabello rubio... Su cuerpo brillaba. Sin duda, ¡Era una hada! ¡Una antigua hada!

Todo el mundo desprecio las palabras de Fernand.

Entonces.

-Un bello cabello rubio, ¿Cómo el mío?

Dijo una voz bien clara. Esa voz sonaba tan dulce que en el principio era difícil de decir si era de un hombre o una mujer.

Un chico alto y rubio entro a la tienda. Los ojos de Saito y Louise fueron inmediatamente atraídos hacia el bello muchacho. Los del 2do escuadrón de caballeros dragón plegaron la cara.

-¿Qué quieres decir sobre tu cabello rubio, Romalliano?

-Por favor aprende mi nombre primero; Julio Cesar.

El nombre parecía masculino. Un guapo caballero dragón, quien se presentó como Julio, después de dar una reverencia a Ginnumer, se reportó.

-El 3er escuadrón de los caballeros dragón a retornado de su vuelo de patrulla.

Ginnumer asintió con una sonrisa.

-¿Fue la primera unidad exitosa?

-Si.

-Bueno entonces, toma un descanso.

-Seguro.

El caballero dio una pequeña reverencia.

Julio miro para en todas las direcciones dentro de la tienda. Esto le recordó a Saito el sentimiento de antipatía que sintió con Wardes la primera vez que se encontraron. “¿Huuh?”, a Saito de verdad que no le agradaba nada este sujeto.

Bueno, de todas maneras, esto no era sorprendente. Aunque Guiche era un verdadero caza-novas, este sujeto era diferente. ¿Es que era una mujer? Se parecía a una, con esos finos y delgados labios. Tenia unas pestañas largas que creaban una sombra bella. Mientras jugaba con dandole vueltitas a su cabello con su dedo delgado que estaba cubierto con un guante blanco.

Viendo a Saito sorprendido, el paro de jugar con su pelo.

Aunque el ojo izquierdo del muchacho que se introdujo como Julio era del mismo color que el de Louise... El ojo derecho que había estado escondido detras de su cabello era un azul cristalino. En otras palabras; el color de sus ojo derecho con el izquierdo era diferente.

-¿Es que es tan raro que el color de mis ojos sea diferente?

-N-no...- dijo el, sonrojandose instintivamente. “¿Que fue eso? El es un hombre” Saito se intento persuadir.

-Entonces no te veas tan tímido mirandolos.

El lo dijo sin ningún tipo de timidez. Es mas, el estaba sonriendo, parecía estar disfrutando la reacción de Saito. “Que tipo mas engañoso” pensó Saito.

-Hablando de anormalidades. Tu eres el familiar de los rumores, Saiton, ¿verdad?

-Es Saito.

Dando un movimiento elegante con su mano, se alejo un poco y se presentó e hizo una reverencia con gracia.

-¡Perdón! ¡Estaba siendo grosero! Yo soy un sacerdote de Romalia, Julio Cesar. Yo estaba ansioso de conocerte... Ya que un ser humano como un familiar es muy raro. Quería verte al menos una vez... Ah, y tu...

Notando a Louise, Julio quito la expresión fría de su cara, y dio una gran sonrisa. Era una sonrisa inocente, como una flor que a florecido.

-¿Y tu eres la señorita Valliere? ¡Tal como en los rumores! ¡Eres muy bella!

Louise se quedo con la boca abierta, mientras el tomo su mano y la coloco en sus labios.

Louise se quedo con la boca abierta, mientras el tomo su mano y la coloco en sus labios.

Saito tembló.

"¿De quien crees que es la mano que estas besando? Largate, es mía. Mi ama."

Saito se intento calmar. “Louise, teniendo una boca presionada a su mano tan repentinamente, no perdonará la insolencia. Una patada, un puñetazo saldrá volando, y gran cantidad de sangre será derramada.” Saito se quedo mirando fijamente en anticipación... Pero nada sucedió en lo absoluto.

En cambio.

-No deberías- Louise miro hacia abajo, con sus buches rojos, mientras lo dijo con timidez.

A Saito le brotó un sudor frío.

¿Que es lo que hay con esa reacción?

Esto lo recordó de Wardes. Se recordó como Louise era débil en contra de tales encantos. Saito se sintió con ganas de vomitar.

-¡Esto es inexcusable! Encontrar tal belleza fuera de Romalia, ¡En el medio de una guerra! ¡Yo nací solo para encontrarme con tal belleza! ¡Maravilloso!

El estaba hablando porquerías como Guiche. Los hombros de Saito temblaron. El también estaba enojado con Louise por no tomar ninguna ofensa por las acciones de este patán.

-¿Es que los sacerdotes están permitidos de tocar una mujer en esa manera? Es que eso es común entre los Romallianos...

En vez de Saito, fue Matthew que lo dijo con mala cara. Parece que Julio no era muy popular entre los miembros del 2do escuadrón de caballeros dragón.

-Ya que iba a la guerra, recibí un permiso temporario de vida secular del papa.

-Eso es sofisma.

-Yo lo llamaría un expediente. El privilegio de un sacerdote. Aunque, lo que dices es cierto. Señorita, lo lamento. Mi cuerpo no fue contenido por mi sacerdocio, y reaccionó solo después de ver una mujer tan encantadora.

De vuelto a su tono hablando en bromas, sonrío tentadoramente y le hizo una reverencia a Louise.


-Pero... aun cuando guía nuestras vidas, Dios es un gran ser, a veces piadosamente cierra sus ojos. Estoy ansioso de verte cada día.


Tan superficial como un tonto.

Aunque... La manera en la que actúa. Aunque Guiche es superficial y un caza-novas, que intenta escapar de los compromisos. Del otro lado, este tipo no tiene tal falta. Comparado con Wardes, quien se sentía frío de alguna manera, este individuo se sentía extrañamente amigable. Saito lo entendió a base de su instinto.

Este tipo era una un increíble caza-novas.

Sin ninguna debilidad tampoco.

Entonces Julio puso una cara seria otra vez. Con un cambio tan súbito de su humor, solo le hizo sentir mas desprecio hacia este hombre. Saito comenzó a morder su pañuelo en su enojo.

-La historia de antes. ¿Estabas diciendo la verdad sobre esa hada?

Fernand asintió.

-S-si.

-¿Me puedes enseñar donde fue que te dispararon?

Julio le pregunto, apuntando al mapa del continente de Albion que estaba tendido en la mesa.

Rene le contesto.

-Claro... Volando como a una hora de distancia del borde del continente...

Le señaló una esquina del mapa.

Interesado, Julio asintió.

-¡Mmm!, esta cerca de Saxe-Gotha.

En ese momento, Ginnumer tosió.

-Tal vez sea hora de que cuides a tu dragón.

Julio separo sus manos, -Le tengo envidia a aquellos que no tienen que cuidar a un dragón, después de este mensaje sarcástico, se marchó. Todos los del 2do escuadrón de caballeros dragón, quienes habían perdido sus dragones en la batalla, miraron la espalda de Julio con odio.

-Quien es ese patán tan superficial.

Cuando Saito, quien había salido del centro de comando de los caballeros dragón, pregunto, Rene frunció el ceño.

-Es un sacerdote de Romalia. Un sacerdote fingiendo ser un caballero dragón... Que asco.

-¿Romalia?- Pregunto Saito, en el aire.

-¿No conoces Romalia?

Rene le pregunto, sorprendido. Saito se negó con su cabeza. Saito, quien no era de este mundo, no conocía los diferentes países o localidades. De todas formas, decir que era de otro mundo iba a ser problemático, por lo que se invento una excusa.

-Vengo del este... De Rub’al Khali.

-¡Hee! ¡Así que vienes de la tierra que siempre tienen problemas con los elfos! ¡¿Has pasado por el territorio donde viven los elfos?!- Estaba sorprendido. Al parecer, en este mundo, los elfos tenebrosos parecían ser una raza beligerante. Peor aun, parecían estar de malas con los humanos.

-Romalia es un país con una “autoridad religiosa”, que maneja los templos de Halkginia. Es un país donde hay muchos sacerdotes, quienes son dominantes, aun mas que los nobles.

-Los sacerdotes de Romalia, por su posición como sirvientes de Dios, pueden viajar libremente.

Aunque ellos son nobles, sus actitudes eran igual de arrogantes.

-¿Es que los sacerdotes también pueden usar hechizos?

-¡Claro!- Le grito un noble.

-Si a nacido en la casa de un noble, donde se practica la magia, entonces naturalmente tiene la la misma sangre que aunque se conviertan en un sacerdote... En el caso de que sea un plebeyo, entonces, naturalmente, no puede usar magia.

-Julio viene de los plebeyos- dijo alguien.

Ahh, así que no era un mago.

-¿Entonces por que es que un tipo como el esta cabalgando a un dragón? ¡Y sobre todo es comandante de un escuadrón!

-¡Aah!, es que para un plebeyo, es anormalmente bueno cabalgando dragones.

-Es algo muy mortificante.- murmuró alguien.

-Es dicho que aunque el no es un mago, los dragones lo escuchan. Aunque no sé si esto es verdad.

-Por eso, es el favorito de Earl Ginnumer, y se convirtió en el Comandante del tercer escuadrón. Como el 3er escuadrón es una legión de extranjeros, ¡Esto es una carrera sin precedentes! Ya que un sacerdote se convirtió en el comandante de caballeros dragón, ¡los caballeros dragón ahora son el objeto de las burlas de las otras tropas!

Saito continuo esta charla, pero fue parada por un official con una varita quien entro a la tienda.

-¡Hey, hey! ¡No se sienten a hablar aquí! ¡Molestias! ¡Molestias!

Saito y los otras se miraron mutuamentes.

-Vallamos de regreso a la tienda de la señorita Valliere. Ahi es que esta nuestro lugar.

Entonces, acordándose de Louise, Saito se dio la vuelta.

Louise estaba para allí, sola, con una *Haaah* expresión risueña en su cara.

Saito se puso sospechoso.

“¿Por que esta Louise haciendo una cara así?” Entonces recordó.

“¡Uh! ¿No sera por Julio? ¿Por ese caballero dragón? No, ¿Por ese sacerdote? ¡Eeeh!, ¡Como sea que le llamen!”

De todas formas, desde hace algún tiempo, el color rojizo aun no había abandonado su cara...

Saito comenzó a quemarse de celos.

“¡Esta haciendo una cara así solo por que su mano fue besada! Que mujer. ¡Desleal! ¡Desleal!” Aunque este mismo no era su amante, Saito maldecía.


“Esto esta ciertamente ‘equivocado’. ¡Solamente por que fue alabada por esa cara bonita! ¡Y que paso con mi confesión de amor? No... ¿Por que?” Pensó por un momento...

Algo apareció en la mente de Saito.

Él se acordó de la ultima fiesta con Rene y los otros. “Louise y yo, ¿Que tipo de relación tenemos ahora?” y sus dudas incrementaron.

“Antes, en la casa de Louise, ella había hablado sobre ‘premiar su lealtad’ aun cuando yo me confesé. Entonces... Si lo piensas lógicamente...”

“La guerra comenzó ahora y estábamos en un apuro, y cuando yo estaba deprimido en una habitación, pensando que todos habían muerto...”

Cuando lo piensas bien...

“¿Tal vez esto es debido a mi rechazo?”

“Yo pensé que estaba siendo favorecido o al menos aceptado... Pero cuando lo piensas... ¿Es esto su aceptación?

“Premiando su lealtad. Asi que esto es lo que eso era.”

En otras palabras... Había sido rechazado.

Saito se sintió como si lo hubiera golpeado un martillo. Se postró en una rodilla y meneo su cabeza. Rene, viendo a Saito en este estado, le pregunto turbado.

-H-hey... ¿Saito?

Aunque, las palabras del otro fallaron de llegar a Saito.

Él estaba completamente perdido en su propio mundo.

Y después vino la desesperación y el enojo.

Que sea maldecida cien veces por ser tan linda.

“¡Aah!, por los deseos de esta mujer, he venido a una guerra que no deseaba.

¿Por qué estoy trabajando tan duro arriesgando mi vida? ¡Te maldigo! ¡Culpable! ¡Te maldigooooooo!”

Su enojo hacia Louise daba vueltas violentamente. Como la lava que salía disparada de un volcán, eso ahogo al hombre sensible dentro de el.

El jurado privado de Hiraga se abrió y un veredicto fue alcanzado dentro de dos segundos.

“La defensa - el abogado de la reina, la dama de la corte Louise Françoise Le Blanc de La Valliere.”

“El juez - yo.”

“¡Ahhh!, ¡Culpable! ¡Culpable! Vallan a la sala de consideración para sus circunstancias.” “Es el mandato del Juez.”

“Llevando las normas de la sociedad este hombre dijo ‘Te amo♪ Vallamos de amigo a amante♪’ Pero su respuesta fue...” “¡E! ¡S! ¡T! ¡A!”

“Premio de lealtad.”

“Puedes tocar solo un un lugar, el que te guste mas.”

“No esta permitido tocar a tu ama en publico”

“Mi perro. No un perro. Ah, todavía un perro”

Entonces, se recordo de lo que paso el otro día en la tienda de Louise.

Él había pensado que Rene estaba muerto y estaba triste, ni siquiera podía entender, que ella solamente estaba usando esa manta para cubrir su cuerpo desnudo. “¡E-esa mujer es una idiota! ¿Es que no puede entender los sentimientos de un hombre?”

“Juez Hiraga Saito, basado en el Articulo 3 del Amor Entre Un Hombre y Una Mujer, da el veredicto al acusado.”

“Veredicto - Ignorar.” “Efectivo desde ahora”

Saito comenzó a caminar hacía afuera, ignorando a Louise.

Después de dejar atrás el centro de comando de los caballeros dragón, la historia del chico bello confundía la mente de Louise.

Ella se sentía incomoda.

Cuando le veía, sentía una incomodidad extraña.

¿Es que estaba asombrada por que era un chico hermoso?

Un poco. Louise era una chica yendo a través de su pubertad y no odiaba a los chicos bellos. Pero para ponerlo simple, no pensaba en él como un amante. Solo un chico ocupa sus pensamientos, aun cuando ella no estaba consciente de ello, los otros chicos aun que tuvieran una “linda cara” fallaban en moverse a ese lugar.

Aunque el inquilino siempre estaba haciendo al propietario enojarse.

Esta inquietud era parte de la atracción natural.

Pero esta inquietud no era por eso.

Era por el “hada” que uno de los caballeros dragón había visto. Aunque pudiera ser fácil olvidarse de ella como un sueño... Ellos todos en verdad perdieron sus memorias de esa semana. Aunque era sus actitudes de no preocuparse de nada después de volver vivos que irritaba a Louise.

“Pero eso es por que son soldados,” pensó ella, “ellos no pueden pensar sobre cada cosita en el medio de la guerra.”

Los caballeros dragones estaban riendose de una forma raro, y estaban comenzando a beber alcohol otra vez, ignorando a Louise. “Ese idiota, justo ahora, ¿por qué se esta riendo de esa forma tan poco natural?”

“¿Es que estaba intentando ignorarme como de broma?

“¿Y discutir las cosas en lo que esta bebiendo otra vez?

“¡¿Qu-Qué?! Déjate de bromas.”

-Hey, ¡Espera!

Pero Saito no le respondió. ¿Es que no escucho? Esta vez, ella grito.

-¡Saito! ¡Espera!¡ Escolta a tu ama a su tienda apropiadamente!

Pero el continuo a ignorarla.

-¿Eh? ¡¿Que?! ¡¿Que es esto?!

Saito ni siquiera se dio la vuelta. “La distancia entre nosotros no es tan grande. Él me tuvo que haber... escuchado.”

La sangre de Louise comenzó a hervir con su enojo hacia Saito. Tal comportamiento por su compañero (Unido con Louise) hizo que el temperamento de la chica de cabello rosa explotara.

No se le puede echar la culpa a Louise por su temperamento. Cuando estas enamorado de alguien, hasta las cosas mas pequeñas pueden hacer daño y hacen que tu te pongas feliz o enojado fácilmente.

Aunque Louise no estaba consiente de su amor, su amor estaba 100% apuntando hacia Saito. Por eso, hasta su mas mínima acción la podía volver muy enojada.

¡Oye! ¡Yo ni siquiera he ofendido a este tipo! ¡Y aun así me esta ignorando!

-¡Para de ignorar mis palabras!

Apretando sus puños fuertemente, Louise pateo a una piedra en el camino.

Dandose cuenta del enojo de Louise, Rene miro a Saito y le susurro,

-¿No es ella tu ama? ¿Estas enojado con ella? ¿Por que la ignoras?

Saito miro a Louise.

Louise estaba enojada. Estaba furiosa con la calle.

“Enojada al ser ignorada por su familiar. Eso es comprensible. Soy solo un familiar de todos modos. Sí, sí.” “¡Ah!, es verdad. Es imposible para un noble enamorarse de un humilde familiar.”

Saito casi lloro, mientras pensaba eso.

Quería llorar, amargado, y dejar que Rene lo confortara.

Pero... Saito se trago sus lagrimas.

¿Que tipo de chica crees que sea Louise? Una chica noble.

Tienes que ser gentil.

Saito se agarro sus manos y miro hacia arriba a la noche.

La estrella que parpadeaba... Que bonita.

Las dos lunas brillaban... Como un sueño.

“¡Aaah!, luna-estrella, por favor limpia estos feos celos míos.” “Si, ¿soy un hombre verdad? “Debería ignorar en mi enojo... Después de todo.”

Entonces, Saito, pensando de esa forma, dio una sonrisa forzada.

“Yo soy un hombre honorable,” intentó persuadirse así mismo mientras temblaba.

Sintió que había sido vencido con su sudor frío.

Pero cuando se dio la vuelta para conceder y decir “...Ah, Louise, ven acá...”... ¡Sorprendentemente!

Louise miro hacia el otro lado.

-Ven acá, ¿no?

Con sus brazos cruzados y haciendo pucheros, Louise se dio la vuelta.

-¡¿Qu-que es esto?!

¡Que asco! Hasta ahora, ésta mujer lo seguía tratando fríamente.

Pero esta vez, no era la actitud usual de enojo de Louise.

Pero... esta vez la cara de Louise se veía incomoda

“¿Es esto todo lo que Louise piensa de mi? Incomodo.”

La actitud de Louise era exagerada.

Saito se dio la vuelta y comenzó a caminar rápidamente, alejandose.

-Hey, ¿Que es esto? Ustedes deben estar bromeando.

Rene miro ansiosamente entre Saito y Louise... Y después, corrió atrás de Saito.

Louise, a quien habían, dejado atrás, temblaba en su enojo.

Ella grito hacía la dirección a donde Saito se había ido.

-¡¿Qué fue eso?! ¡Ven acá!

Ella espero por un rato. Pero... él no regresaba.

-¡Qu-q-q-que cosa mas egoísta!

Louise estaba fuera de sus casillas.

“Aunque yo me siento insegura en el medio de la guerra.. Me están explotando ... ¿Y que tipo de compasión recibo?”

Saito no parecía estar de humor para explicar nada.

Poco a poco, sus ojos se fueron humedeciendo. Recientemente, ella solo quería escaparse de todo esto.

“Separados, bueno, eso esta bien. Malo, pero esta bien. Lo perdonaré. Ese chico es así, no se puede hacer nada. A mi no me gusta, en serio, no me gusta, ¡ahh!, tal vez un poco.”

Louise sacudió su cabeza.

No pienses. No es bueno. Esto no es bueno en lo absoluto.

“Honestamente, bueno, dijo que me amaba”, ella pensó.

Aunque, cual es este “amor”. ¿Es de verdad? < “Pero si es amor, por que me trata tan fríamente.” Ella no podía entender.

Ademas, él no debería pasar tanto tiempo con esa sirvienta.

“En serio, debe estarle diciéndole eso a todas las chicas. Idiota. No solamente a la sirvienta.”

“me dijo ‘te amo’ a mi también.”

“Imperdonable. Mentiroso. Desagradable. Desagradable.”


“Es suficiente” Louise murmuro mientras se mordía los labios.


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