Editing High School DxD:Volumen 1 Life 4 (section)

===Parte 3===

Nosotros tres bajamos las escaleras bajo el altar. Las lámparas del sótano también se encontraban prendidas. Con Kiba delante de nosotros seguimos de frente. Después de las escaleras había un solo pasillo que llevaba al fondo.

“Posiblemente al final del pasillo…Porque este olor es el de esa persona….”

Eso es lo que dijo Koneko-chan mientras apuntaba al final del pasillo. Así que Asia esta aquí. De repente empecé a motivarme. Asia, espera por mí. ¡Pronto estaré allí! Al ir mas adentro, encontramos una gran puerta.

“¿Es aquí?”

“Es posible. Estoy seguro que hay grupos de Exorcistas y Ángeles Caídos adentro. ¿Están listos?”

Koneko-chan y yo asentimos a la pregunta de Kiba.

“Muy bien. Entonces abriré la puerta….”

Cuando Kiba y yo estábamos a punto de abrirla, la puerta se abrió por si mismo. Mientras hacia un gran ruido, el interior del lugar para el ritual se volvió visible. 

“Demonios, Bienvenidos.”

Reynalle, el Ángel Caído hablo desde el final de la habitación. La habitación se encontraba llena de sacerdotes, todos ellos llevaban empuñadoras que hacían las espadas de luz en sus manos. Mire a la chica atada a una cruz y grite:

“¡¡Asiaaaaa!!”

“¿…..Ise-san?”

“¡Así es! ¡He venido a salvarte!”

Le sonreí y una lagrima cayo de su ojo.

“Es una conmovedora reunión, pero es demasiado tarde. El ritual esta por terminar justo ahora.”

¿El ritual acabo? ¿A que se refiere….? De pronto el cuerpo de Asia comenzó a brillar.

“¡¡……Aaaaaah, noooooooo!!”

Asia grito dolorosamente.

“¡Asia!”

Traté de alcanzarla pero los sacerdotes me rodearon.

“¡No te dejaré interferir!”

“¡Yo te destruiré Demonio!”

“Muévanse, ¡montón de mierdas! ¡No tengo tiempo de molestarme con ustedes!”

¡BANG! Un fuerte sonido. Cuando mire, Koneko-chan había golpeado a uno de los Sacerdotes sacándolo de ahí.

“….Por favor, no me toques.”

Kiba desenvaino su espada oscura.

“Al parecer tendré que ir a toda marcha desde el inicio. Odio a los Sacerdotes. Si hay tantos entonces no me contendré en devorar su luz.”

Los ojos de Kiba se volvieron feroces pude sentir que se volvía despiadado. La oscuridad mostraba un negro instinto asesino. Esta será una guerra a gran escala.

“Noooooo…”

Al mismo tiempo una gran luz salió del cuerpo de Asia. Reynalle la tomo con su mano.

“¡Este es! ¡El poder que por tanto tiempo he deseado! ¡Sacred Gear! ¡Con esto finalmente seré amada!”

Con una expresión de éxtasis, Reynalle abrazo la luz. Entonces la brillante luz envolvió la habitación del ritual. Cuando la luz se detuvo ahí estaba un Ángel Caído emanando una luz verde de su cuerpo.

“Fufufu ¡Ahahahaha! ¡Finalmente lo obtuve! ¡El poder supremo! ¡Con esto…! ¡Con esto me convertiré en un Ángel Caído supremo! ¡Con esto todos aquellos que me despreciaron me las pagaran!”

El Ángel Caído soltó una gran carcajada. No le puse atención y fui directamente con Asia. Los sacerdotes trataban de detenerme, pero Kiba y Koneko-chan me ayudaron dándoles una paliza. La espada de Kiba devoraba la luz y Koneko-chan golpeaba a los sacerdotes con un poderoso golpe. La combinación de los dos era impresionante y era obvio que este tipo de combinación no era posible con tan solo unos días de práctica.

“¡Gracias, a ambos!”

Asia, que estaba atada a la cruz parecía sin vida ¡No, aun esta bien! Desate sus brazos y piernas, y la tome entre mis brazos.

“…I-Ise-san….”

“Asia, vine a recuperarte.”

“…Si."

Cuando me contesto su voz era muy débil y no sonaba animada. ¡Hey! ¡Hey! Debería estar bien, ¿cierto?  Ella no podría…

“Es inútil.”

Reynalle hizo una mueca mientras rechazaba mis pensamientos una vez más.

“A los Poseedores de Sacred Gear que se les son arrebatados terminan muriendo. Esa chica pronto morirá.”

“¡…Entonces devuelve el Sacred Gear!”

Le grite, pero ella solo se rio. 

“No hay forma de que lo devuelva. Incluso mentí ante mis superiores para poner mis manos en esto. Y los mataré a todos para eliminar toda evidencia.”

“…Mierda. No eres nada parecida a la Yuuma-chan que recuerdo.”

Al escuchar eso comenzó a reír a todo pulmón.

“Fufufu, fue divertido. Ese tiempo en el que salía contigo.”

“….Tu fuiste mi primera novia, ¿lo sabes?”

“Si, era lindo observarte. Es divertido jugar con chicos que no tienen experiencia con las mujeres.”

“…Era en serio lo de hacerme cargo de ti, ¿sabes?”

“Fufufu, Si, te hiciste cargo de mi. Cuando estaba en problemas te las arreglaste para encargarte de ello asegurándote de que no saliera lastimada. ¿Pero sabias que todo eso lo hice a propósito? Porque era divertido ver tu rostro confundido.”

“…Me aseguré de planear cuidadosamente nuestra primera cita. Para asegurar que fuera una grandiosa cita.”

“¡Ahahaha! ¡Si, tienes razón! ¡Fue una majestuosa cita! ¡Gracias a eso, estuve tan aburrida!”

“…Yuuma-chan.” 

“Para finalizarlo, decidí asesinarte al atardecer. ¿Hermoso cierto? ¿Pero que crees Ise-kun?”

Mi furia habia pasado del limite. Y exhale mi rabia hacia ella:

“¡¡Reynalleeee!!”

“¡Ahahaha! ¡No quiero que un mocoso malcriado como tu diga mi nombre!”

Reynalle se estaba burlando. Tenía tanto rencor dentro de mi que mis intestinos se tornaban negros. En toda mi vida jamás había conocido alguien tan despreciable como ella. Era a la única que uno podría llamar un verdadero “demonio”.

“¡Hyoudou-kun! ¡Nuestra formación esta en desventaja mientras protegemos a esa chica! ¡Así que sube las escaleras inmediatamente! ¡Nosotros te haremos un camino! ¡Ahora, apresúrate!”

Kiba lo dijo mientras derribaba a los sacerdotes. Esta en lo cierto. Aún quedaba un gran numero de sacerdotes, y pelear contra el Ángel Caído mientras protegíamos a Asia era seria difícil. Lance mi mirada hacia Reynalle, tome a Asia y deje el lugar.

“¡Koneko-chan! ¡Haremos un camino para que escape Hyoudou-kun!” 

“…Afirmativo.”

Ellos comenzaron a derribar a los sacerdotes que se interponían en mi camino. Gracias a su apoyo fui capaz de llegar a la entrada de la habitación del ritual.

“¡Kiba! ¡Koneko-chan!”

“¡Tu adelántate! ¡Nosotros nos encargamos de esto!

“…Por favor vete pronto.”

“¡Pero!”

“¡Solo vete!”

¡Maldición! ¡Kiba! ¡Koneko-chan! ¡Ambos se están luciendo demasiado! Pero ahora tendré que confiar en ellos. ¡Mis superiores Demonios no pueden morir en un lugar como este!

“¡Kiba! ¡Koneko-chan! ¡Cuando regrese llámenme ‘Ise’! ¡Definitivamente! ¡Somos camaradas!”

Eso fue lo que les dije. Sentí como si ambos sonrieran. Deje ese lugar y fui directo al pasaje.