Editing Toaru Majutsu no Index: ITEM Capítulo 1 (section)

===Parte 8===

La habitual limusina de lujo de ITEM disfrazada de autobús de estudio usado había sido destruida, pero tenían otras opciones.

Después de llamar a una grúa y a un limpiador de calles (ambos pertenecientes a su organización de apoyo) y de encargarse de los autos destruidos y las manchas de sangre, ITEM abordó una minivan cuadrada con una sensación de delincuente. En opinión de Mugino, el alerón trasero del vehículo cuadrado le daba el aspecto barato perfecto que quería disfrazado. Aerodinámicamente, en realidad aumentaba la resistencia, por lo que era más un obstáculo que otra cosa. Nadie en el planeta le prestaría atención a alguien tan estúpido como para hacer eso. Aunque si esos fueran los gustos legítimos del conductor, ella los sermonearía y desecharía inmediatamente la camioneta.

-¡Hanano! ¿¡Qué estás haciendo!? ¡¡Apresúrate!!

-¡Oh sí! ¡¡Ahí voy!!

La chica nueva subió al asiento trasero. Mugino miró hacia atrás con curiosidad para ver qué había estado haciendo la niña, pero aparentemente había cogido una pequeña flor de algún lugar y la había colocado como ofrenda. Es posible que haya estado guardando un momento de silencio por la gente común y corriente asesinada por la lluvia de flechas de metal. En esta ciudad de mierda de la ciencia, no importaba qué ofrendas pusieras al borde de la carretera. Especialmente cuando su organización de apoyo borraría cualquier rastro de la presencia de ITEM aquí.

Después de cargar la camioneta con la bolsa rellena que se retorcía como una oruga, se dirigieron a una conocida fábrica abandonada en el desordenado Distrito 10. Mugino tomó una caja de herramientas de sus subordinados, extendió una lona sobre el suelo polvoriento, abrió la cremallera de la bolsa y arrastró a su objetivo.

El anciano, que había ganado un +80% de aumento en su humedad, inmediatamente le gritó. Pero debió estar demasiado aterrorizado para moverse porque no hizo ningún intento de escapar a pesar de no estar esposado ni atado.

-¿¡Quienes son ustedes!? ¿¡Qué hice para merecer esto!?

Kinuhata hizo a un lado la bolsa innecesaria y se acercó.

-¿Es él el súper cliente? Sólo sabíamos el nombre de la compañía de seguros y el puesto de director general.

-Él no tiene que ser el cliente. Siempre y cuando tenga los mismos privilegios en la misma empresa.

Mugino Shizuri no parecía particularmente interesada mientras se aplicaba un poco de crema de manos en el dorso de la mano. Debió haber raspado la superficie de un clavo en el pestillo de la caja de herramientas, por lo que sacó una pequeña botella de esmalte de uñas con mucho más interés del que mostraba por el destino del humano frente a ella.

-Pero si es una persona normal que no tiene ningún papel en nada de esto, ¿por qué tenía esa arma? Y una persona común y corriente no contrataría a un esper del lado oscuro como guardaespaldas.

Cliente, compañía de seguros, director general. Los fragmentos de información que escuchó fueron suficientes para que el hombre se diera cuenta de lo que estaba pasando.

Su actitud cambió inmediatamente.

-Oh, ¿son ustedes esos matones de ITEM que mencionó la voz en el teléfono? ¡E-en ese caso, soy tu cliente! ¿¡Ya te ocupaste del Coliseo!? No creas que puedes salirte con la tuya. ¡Le diré a la voz del teléfono lo que has hecho! ¡¡Esto te va a costar!!

-Hahh. Realmente no me gusta tener que torturar a la gente.

Ese comentario hizo callar al frenético anciano.

Mientras aplicaba otra capa de esmalte de uñas, Mugino pateó la caja de herramientas con la punta de su zapato lo suficientemente fuerte como para producir un sonido metálico sólido.

El violento sonido resonó una y otra vez en la silenciosa fábrica abandonada.

-Siempre llevo las cosas demasiado lejos y se me mueren. No tengo ningún cadáver para mostrarte, pero aún puedes ver sus contornos chamuscados en las paredes. Como allí. O por allí.

-¿¡…!?

-Desafortunadamente, esos accidentes realmente han reducido el valor del lugar. Pero no tienes que preocuparte por que nos vean.

Mugino se sopló la uña.

Cuando movió el dedo brillante para señalar varios puntos de las paredes, el viejo grasiento comenzó a temblar.

-Cuéntanos todo lo que sabes sobre el Coliseo. Estoy seguro de que tienes toneladas de secretos que no le contaste a la voz del teléfono. Se sincero y no tendré que preocuparme por la sangre que salpicará la lona. No es que fuera a limpiarlo. Ese es un trabajo para nuestra organización de apoyo.

-Mugino. -Interrumpió Takitsubo en voz baja.

-¿Mmm? Sí, lo sé. Si lo hago, morirá antes de que le saquemos algo.

-Entonces, ¿básicamente tengo que hacerlo?

Frenda inclinó la cabeza mientras abría una lata de caballa para darse un capricho.

-¿Quieres que haga lo de siempre? ¿Ese en el que le meto una cantidad no letal de explosivos por la nariz y le abro la cara lo suficiente para que sobreviva sin importar cuánto desee estar muerto?

-No.

Incluso la sugerencia aparentemente sobrehumana de Frenda fue rechazada.

Mugino continuó tan casualmente como si estuvieran hablando de parar a comer dulces después de la escuela.

-Tú y tú.

Su dedo brillantemente pulido señaló a Kinuhata Saiai y Hanano Choubi.

-Sea cual sea la que elijamos, es necesario conocer su trabajo. Elige la herramienta que quieras de la caja de herramientas y dale a este anciano una paliza no letal. Simplemente ablandarlo un poco, porque lo necesitamos vivo para decirnos lo que queremos.

-¡Espera, espera, espera, por favor espera!

Fue Hanano Choubi, no el hombre, quien gritó en protesta. Sacudió su pálido rostro de lado a lado.

-Apuñalar a un villano en defensa propia es una cosa, pero es otra completamente distinta. ¿T-t-tortura? ¿Quieres que usemos estos martillos y sierras con un anciano que no ofrece resistencia y que parece lo suficientemente mayor para ser director de escuela? ¡¡No puedo, no puedo, no puedo!! ¡¡Nunca podría hacer eso!!

-Mmm.

A pesar de la contundente negativa, Mugino no parecía particularmente ofendida y extendió la palma de su mano.

Meltdowner atravesó el grueso muro de hormigón.

-Pero si no lo haces, seguro que lo mataré.

-…

-Entonces, si quieres darle alguna posibilidad de sobrevivir, tendrás que hacerlo tú misma.

En un mundo pequeño y aislado del mundo exterior, los valores de las personas eran fácilmente reemplazados.

Especialmente en un lugar al borde de la muerte.

Mugino volvió a soplarse la uña antes de continuar.

-¿Cuántas veces tengo que decirte que lo mantengas con vida? Tal vez usar la violencia para quitar una vida sea demasiado difícil para ti, pero ¿qué pasa con usar la violencia para salvar una vida? Incluso Anti-Skill y Judgment hacen eso cuando vienen corriendo para proteger la paz de Ciudad Academia.

Kinuhata Saiai y Hanano Choubi intercambiaron una mirada.

Silencio.

Finalmente, algunos sonidos metálicos resonaron en la fábrica abandonada.

El único que no guardó silencio fue el hombre de la compañía de seguros.

La tímida Hanano parecía especialmente sorprendida por su propio cambio de opinión. Se suponía que ella era la representante de la benevolencia aquí. Para ella, puede haber sido como si el ascensor se detuviera repentina y silenciosamente. La altura mortal siempre había estado ahí, por lo que el mayor miedo procedía de las características de seguridad, normalmente desapercibidas, que de repente habían dejado de funcionar.

El anciano, cuya confianza se había pegado a él como grasa, ahora intentaba engatusar a las chicas.

-E-espera, ¿¡qué están haciendo ustedes dos!? ¿Qué es eso? ¿Una lima? ¿¡Un destornillador!? ¿Qué podrías planear hacer con eso? Oye, ¿¡estás escuchando!?

Mugino Shizuri y Frenda Seivelun estaban acostumbradas a usar la violencia ellas mismas.

Ni siquiera Takitsubo Rikou hizo ningún movimiento para detenerlas.

Este era el lado oscuro.

La lógica fue retorcida y reconectada como una cinta de Möbius para llegar a conclusiones evidentemente distorsionadas.

-Pero si no hacemos esto, súper morirás.

-Todo esto es por tu propio bien.

Incluso una persona virtuosa podría convertirse en un asesino en las circunstancias adecuadas y sin darse el lujo de elegir.

Sucedió muy fácilmente siempre que la violencia obvia tuviera una razón virtuosa adjunta.

Así fue como la gente perdía todo control.