Editing To Aru Majutsu no Index:Volumen14 Capítulo4 (section)

=== Parte 3 ===
  
El interior del Palacio de los Papas era inmenso.

Pero Kamijou consideraba que esa inmensidad le daba una sensación de aislamiento solitario. Por lo menos, no había nada dentro. Las paredes no tenían siquiera tapiz, sino que eran de piedra desnuda. Nada más aparte de los pilares equidistantes que sostienen el techo estaban allí. Era como una pirámide después de que todos sus tesoros habían sido removidos. 

(Parece que la Iglesia Católica Romana en realidad no tenía ninguna fuerza importante aquí. Unos pocos querían usar el Documento C sin el conocimiento del resto de la iglesia. O tal vez Terra estaba actuando solo usando un escuadrón personal.)

-Parece que nadie está aquí… - Itsuwa dijo mientras sostenía su lanza preparada. 

El sitio estaba abierto a los turistas entre semana, pero no había ningún turista en un momento como este. Antes, Aviñón estaba asustada por los manifestantes y ahora los trajes de poder estaban arrasando toda el área. 

Los disparos y explosiones continuaban.

Si continuaban, eso significa que una batalla real se estaba produciendo en lugar de una supresión de un solo lado.

Terra no era el único mago en la ciudad porque alguien tenía que estar operando el Documento C. Los trajes de poder eran asombrosos, pero esos magos Católicos Romanos tenían que tener algo más para encararlos directamente de esa manera. 

Como no quería atraer el fuego de ningún lado, Kamijou estaba caminando en silencio. 

-… ¿De dónde vienen exactamente esos trajes de poder?

-¿Eh? – Itsuwa miró a Kamijou. 

-¿Hay personas de Ciudad Academia piloteándolos? ¿O fueron prestados a una organización que coopera con Ciudad Academia? Y no pueden ocultar exactamente lo que están haciendo aquí. ¿Qué está pensando Ciudad Academia…?

Su teléfono tenía una función de televisión. 

Provocar ruido innecesariamente era peligroso, pero necesitaba información. 

Kamijou revisó para asegurarse de que no hubiera nadie cerca, sacó su teléfono y trató de encender la función de televisión. Sin embargo, no funcionó. Tal vez no funcionaba con estaciones extranjeras. Pensó por un segundo y luego se movió a los números registrados. Llamó a uno de ellos.

-¡¡Misaka!!

-¿Qu-qué?

Había llamado a Misaka Mikoto.

-¿Estás ocupada? Hay algo que quiero preguntarte. 

-O-Oh, ya veo. ¿Tengo que ser yo? ¿No podrías preguntarle a alguien más? Como a mi madre tal vez.

-¿Eh?… Oh, supongo que tienes razón. Puedo preguntarle a Misuzu-san o a alguien…

-¡¡No no no no!! ¡Pensé que me llamaste porque tenías algo que preguntarme!

-¿¿¿??? Bueno, supongo que alguien en Ciudad Academia sería más útil que Misuzu-san.

Kamijou ladeó la cabeza hacia un lado confundido y fue a la razón por la que había llamado. 

-Misaka, ¿puedes consultar las noticias? Pueden ser de internet. ¿Puedes ver si las noticias extranjeras dicen lo que sea sobre algo que sucede en la ciudad de Aviñón?

-¿Huh? – respondió Misaka.

Tal vez su pregunta había sido un poco brusca. 

…O al menos eso pensaba. Al parecer, ese no era el caso. 

-¿De qué estás hablando? Si enciendes cualquier televisor, vas a encontrar el informe especial de noticias. Aviñón es una ciudad francesa, ¿verdad? Parece que algunos grupos religiosos están violando la ley internacional usando un tipo especial de arma de destrucción y una operación para detenerlos ha comenzado. Hay un gran alboroto al respecto. 

-… ¿Qué?

Kamijou estaba completamente sorprendido, y entonces continuó Misaka. 

-Están diciendo que, normalmente el gobierno francés se haría cargo de esto, pero necesitaban algunos expertos con acceso a tecnología especial, por lo que Ciudad Academia ha quedado atrapada en todo…En realidad, ¿dónde estás? Sería difícil encontrar algún lugar que no disponga de esta información todavía. 

-B-bueno… - Kamijou pensaba sobre cómo explicar esto, pero algo lo distrajo. 

No podía oír nada más.

Los disparos y otros sonidos de la batalla cercana se habían detenido en algún momento. Este era el estado natural del Palacio de los Papas, pero el silencio casi dañaba sus oídos. 

(…)

Mikoto estaba diciendo algo al otro lado del teléfono, pero Kamijou no respondió. 

Dejó de respirar y centró su atención, pero aún no podía escuchar nada.

Intercambio miradas con Itsuwa que estaba de pie junto a él y se movieron lentamente hacia adelante.

(¿Qué está pasando aquí…?)

Sentía como que alguna tensión desconocida se filtraba desde el fondo de los pasillos, de las grietas en las paredes, y desde el otro lado de las puertas. Se sentía como que toda la atmósfera del área había cambiado.

Kamijou no fue capaz de averiguar qué lo había causado. 

Esto fue porque la respuesta se mostró antes de que tuviera la oportunidad de hacerlo.

¡¡PUM!!

Con un fuerte golpe, el grueso muro al lado de Kamijou estalló.

Un traje de poder vino atravesándolo. 

Se estrelló contra Kamijou y lo tiró al suelo. El teléfono en su mano cayó al suelo y la pantalla LCD se rompió. 

-¿¡!?

Itsuwa apresuradamente empujó la punta de su lanza al traje de poder, pero se detuvo a la mitad. 

Esto fue porque el traje de poder tenía sus brazos y piernas colgados hacia abajo mostrando que había perdido toda funcionalidad. Debe haber sido arrojado allí por alguien.

Una serie de objetos cilíndricos estaban esparcidos por el traje de poder. Los cilindros del tamaño de una lata de 350 milímetros eran los proyectiles que la escopeta anti barreras del traje de poder usaba. La escopeta gigante estaba tirada cerca en el suelo.

-Kh… - Sacudiendo la cabeza, Kamijou se puso de pie y escuchó pasos.

Levantó la cabeza. 

Itsuwa blandía su lanza para cubrirlo.

Y más allá de ella…

A través de la pared destruida, un mago estaba sosteniendo una gigante cuchilla blanca.

Era Terra de la Izquierda.

El hombre que había destruido el traje de poder sin empezar a sudar usando su magia de “prioridad”.

-Realmente lo han hecho ahora… - dijo con una voz lenta con un toque intencional de irritación mezclada en ella. – No esperaba que calmaran el caos de los disturbios, creando un caos aún mayor, en el que podría envolverme. Sólo sirve para mostrar lo seria que es Ciudad Academia. Sintieron que tenían que hacer algo con esto, incluso si les trae una cierta cantidad de críticas internacionales. 

En su mano izquierda, contraria a la mano que sostiene la guillotina blanca, tenía un pedazo de pergamino enrollado. Era pequeño. Tenía sólo unos 15 cm de largo y 3 cm de diámetro. Ese pergamino que había sido sellado con cera era…

-El Documento C… - Itsuwa murmuró en completo shock. 

Ese era el poderoso objeto espiritual que hacía que las palabras de un orador se creyeran que son “completamente correctas” para la Iglesia Católica Romana. Y si Terra lo sostenía en lugar de los magos que en realidad lo habían estado usando…

-Esto es realmente un dolor. Yo podría derrotarlos por mi cuenta, pero centraron su ataque a los magos usando esto. Y eso claramente tendrá un efecto en el hechizo. Ahora realmente, no ser capaz de usar hechizos humanos puede ser un verdadero problema a veces. Ya que la victoria se me fue de las manos gracias a esos magos mediocres. Parece que poner punto final aquí e irme sería el mejor plan ahora.

-¿Realmente crees que sólo vamos a dejar que te vayas? – dice Kamijou mientras lentamente levanta su mano derecha. – Ustedes pueden usar el Documento C cuando regreses al Vaticano. ¿De verdad crees que te vamos a dejar ir sabiendo eso?

-Pero, ¿qué puedes hacer al respecto? Ni siquiera la unidad de Ciudad Academia atacando Aviñón puede detenerme. ¿O crees que eres más poderoso que todos ellos con esa mano derecha tuya? ¿Tienes alguna prueba de ello?

-…

Como no había más disparos procediendo de ningún lugar en el Palacio de los Papas, era mejor asumir que todos los trajes de poder habían sido derrotados por Terra.

Con tanto poder a su disposición, Terra sonrió burlonamente hacia Kamijou e Itsuwa.

-Aunque, supongo que será difícil convencerte si no hago nada. – Puso el Documento C en su bolsillo con la mano izquierda y levantó la guillotina blanca con la derecha. – Desafíame con el contenido de tu corazón y luego renuncia a él. Me resulta mucho más agradable de esa manera.