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The Zashiki Warashi of Intellectual Village:Volume4 Capítulo 1
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==Capítulo 1: Zashiki Warashi Yukari /El pasado es el presente que alguna vez fue== [[Image: Zashiki_v04_485.jpg|right|400px]] ===Parte 1=== 24 de marzo, 5:00 AM. Estaba durmiendo la siesta y no estaba segura de si estaba experimentando un sueño o la realidad. Mi mente había caído en un estado extraño, entre despierto y dormido. En ese estado, de repente sentí una sensación que se filtraba desde mi pecho. Era como si una especie de barrera se hubiera debilitado. Era evidente que algo andaba mal. Desde la coronilla hasta la punta del trasero, sentía como si unos cables muy finos me atravesaran el centro del cuerpo. No eran robustos ni fuertes. De hecho, parecía que se romperían como pasta seca si giraba el cuerpo incluso un poco. Sin embargo, sentí un vago escalofrío de inquietud, como si dejar que esos fragmentos afilados se extendieran por mi cuerpo fuera un error fatal. En ese momento, lo recordé con claridad. Ahh. Definitivamente no soy una Zashiki Warashi normal. ID de Registro Nacional n.° 36110054Ra2. XXXXX Prototipo Ver. 39 XXX. Designación tradicional de la especie: Zashiki Warashi. Nombre personal dentro de la familia Jinnai: Yukari. Había muchos términos que podían referirse a mí, pero ni siquiera yo sabía cuál representaba realmente a "mí". Incluso si existiera un "yo" que quisiera ser, la verdad del mundo no me favorecería tan fácilmente. Mientras reflexionaba sobre mi vaga definición de mí misma, la sensación de que algo andaba mal me recorrió la espalda. La sensación de un cable fino parecía indicar que era lo único en lo que podía confiar para identificarme realmente. -… Incluso suspirar parecía demasiado, así que cerré los ojos una vez más bajo la gruesa manta del futón. Era un patrón de pensamiento que solo existía en este vago nivel de consciencia. Era una fluctuación. Un error. Una vez que me despertaba o me quedaba completamente dormida, esta inquietud desaparecía. Y odiaba esforzarme, así que volver a dormir siempre era la mejor opción. O eso creía. Otra acción interfirió en mi pobre plan. Algo empezó a crujir a mi lado en el futón. -Yukari. Oí la voz de un niño pequeño y la cabeza de un niño asomó por debajo de la manta. Tenía unos seis años y el pelo corto y negro. Su cara estaba tan roja como un pulpo cocido mientras hablaba. -Hace calor y me cuesta respirar. -Eso te pasa por taparte la cabeza con una manta tan gruesa. Era conocido por dar vueltas en la cama mientras dormía, así que su almohada estaba tirada al otro extremo de la habitación. Y no era obra de un Makura-Gaeshi<ref>Los Makura gaeshi son Youkai conocidos por voltear las almohadas de la gente mientras duermen.</ref>. Si estaba despierto, volver a dormir sería difícil. Me di la vuelta para mirar el reloj digital y vi que habían pasado diez minutos desde la última vez que lo miré. Ese reloj rectangular no era de mi gusto. De hecho, el futón en sí no era mío. Escabullirse en los futones de la familia por la noche es propio de las Zashiki Warashi, ¿no? Me froté los ojos, di un bostezo rápido y hablé con el verdadero dueño del futón. -Buenos días, Shinobu. Me gustaría cambiarme, ¿podrías moverte un poco hacia atrás? ===Parte 2=== -Busto: 98 cm. Cintura: 54 cm. Cadera: 85 cm. ¿No es un poco improbable llamar a esto una Zashiki 'Warashi'<ref>La definición Zashiki Warashi se traduce como “niña del salón”, y la parte de Warashi es la que se refiere a niña. Evidentemente, nuestra Yukari no es para nada de aspecto infantil.</ref>? De hecho, es hacer trampa. Estaba dentro de una gran casa con techo de paja. Cuando me dirigí perezosamente a la sala del altar, encontré a la madre de Shinobu esperándome. Como los youkai no tenían esperanza de vida, podía ser difícil calcular nuestra edad una vez superada la etapa de crecimiento, pero era cierto que, según sus estándares, probablemente me clasificarían como una "esposa joven". Además, solo podía decir una cosa ante las palabras que me lanzaron en cuanto abrí la puerta: -No sé qué quieres que haga al respecto. -Supongo que tienes razón. -Y otra cosa. La especie referida como Zashiki Warashi también incluye jóvenes samuráis y monjes con una sola pierna. No tiene por qué ser una niña pequeña con kimono. -Claro, claro. ¿Cómo está Shinobu? -Insistió en que podía cambiarse solo, así que apuesto a que tiene la cabeza metida en el agujero del cuello mientras se agita como una ameba gigante de peluche. -¿Se hizo pis en la cama? -Si lo hubiera hecho, ahora mismo estaría mucho más disgustada. -Es mi suegra la que se enfadaría, ya que te usa como muñeca para vestir. No hay mucha gente que use kimono. -¿Entonces por qué no los usas tú? Por cierto, estaba en el altar para traerme el desayuno. En la casa Jinnai, los humanos comían en la sala y los youkai en el altar. Era una regla bastante laxa, así que no había ninguna restricción para cambiar de sitio después de que empezara la comida. Después de dejar la comida y colocar un tazón de arroz frente al altar budista, la madre de Shinobu me saludó con la mano. -Bueno, disfruta. Y asegúrate de traer fortuna y prosperidad a nuestra casa como se supone que debe hacer una Zashiki Warashi☆ Después de asegurarme de que se había ido de la habitación, me quedé aturdida un rato. En lugar de querer dormir pero no poder, sabía que tenía que despertar, pero hacerlo era demasiado complicado. Decidí encender la televisión de pantalla plana en un rincón de la habitación y pasé de un canal a otro mientras esperaba a que mi mente despertara. El hambre parecía jugar un papel importante como apoyo mental. -[¡Aquí está el número uno de hoy, 24 de marzo! Si eres Aries, ¡atención! ¡Tu pareja ideal es Virgo! Y tu color de la suerte es…] -[Aquí está el best seller de hoy. ‘El clavo que sobresale es clavado ~Cómo crear una sociedad donde solo los idiotas puedan sobrevivir~’. ¡Esta es la última novela del autor de ‘Los idiotas cuyos nombres merecen pasar a la historia’! Supera con creces a su predecesora, famosa por tener opiniones tan divididas que terminaban en auténticas peleas a puñetazos.] -[¡Belleza! Este será el ejercicio de tres minutos de la mañana. Si quieres sonreír bajo el sol de verano, ¡tienes que esforzarte ya! Este es el ejercicio perfecto para los cerditos que tienen miedo de mirarse al espejo.] -[‘Mueren por razones tan estúpidas ~Motivos egoístas directamente de la boca del asesino~’. El drama especial de esta semana es la novena entrega de la serie de historias reales que revelan los misterios tras crímenes brutales que te helarán la sangre. ¡No te lo pierdas el viernes a las nueve!] Justo cuando creía recordar que mi estómago estaba vacío después de otros quince minutos, oí un sonido. Sonó como el tintineo de platos. Enseguida me di cuenta de que no solo "sonaba" así. -Yukari, Yukari. No puedes comer sola. -¿Shinobu? El niño de seis años llevaba una bandeja con manos temblorosas que elevó el indicador de peligro al 130 %. Parecía que la había llevado hasta la sala del altar. -Dijeron en la tele que la comida sabe mejor cuando todos están juntos. -Shinobu, no entiendes el punto y además estás derramando sopa de miso a un ritmo preocupante. -¡Yukari! No comas sola. Me vi obligada a coger un trapo y ponerme a arreglar un desastre que solo haría las delicias de un artesano de tatamis. Parecía pensar que estaba a punto de volverme una hikikomori, pero así eran los Zashiki Warashi. Era igual de inútil animar a un murciélago o a un topo a tomar el sol. En fin, dejé la tele encendida mientras desayunaba con Shinobu, cuyo malentendido persistía. -La comida de la abuela está buena, pero es toda muy marrón. -Bueno, ella prefiere la comida japonesa, mientras que tu madre prefiere la occidental. -La abuela también debería hacer omurice. ¡Eso le daría un toque amarillo y rojo! ¡Y si le añadiera perejil, también tendría verde! Hizo pucheros mientras se quejaba, pero era interesante notar que terminaba las verduras con más frecuencia cuando su abuela preparaba la comida. Hacer que un niño de seis años comiera las verduras me parecía un buen indicador de habilidad. -Yo puedo comer morrones. -Ah, ¿en serio? -Yo también puedo comer apio. -Personalmente, preferiría no hacerlo. Me negué a comer apio como base, así que rechacé su insistencia de agregar mayonesa. Sus pequeñas manos hicieron un movimiento extraño. Sacó varias brochetas de metal divididas en diferentes colores brillantes. -Eh… ¿Shinobu? ¿Qué son esas? -¿No lo sabes? ¡Belleza! Tenía la sensación de haber oído esa palabra antes en la tele y él metió las brochetas de colores en su berenjena y taro hervidos. -¡Puedes ponerte a dieta pinchando esto en la comida antes de comértela! -¿Eh, una dieta? ¿Un niño de seis años a dieta? -Este es para carne y este para pescado. Pero solo puedes comer uno u otro. ¡Este es para verduras verdes, este para verduras rojas y este para verduras amarillas! -Ah, ya entiendo. Tiene muchas más brochetas para verduras, así que si las usas uniformemente, obtendrás las verduras que necesitas de forma natural. -¡Lo dijo Belleza! ¡Lo dijo en la tele, así que tiene que ser cierto! Entonces recordé a ese personaje de televisión afeminado con el pelo teñido de un color brillante. Era conocido como un líder de la moda y el que inició el último boom de las dietas, pero por alguna razón nadie quería ser como él. Me parecía una postura extraña. -Si haces dieta, te pondrás grande y fuerte. ¡Grande y fuerte! -Shinobu, te equivocas de concepto y me temo que se te atascará la brocheta en la garganta, así que deja de metértela en la boca para comer. Mejor muerde la comida por un lado. ¿Entonces estas brochetas de colores son un producto oficial? Dudaba que hubiera una tienda especializada en la zona rural, así que alguien de la familia tuvo que haberlos comprado por internet. La mayor sospechosa era la madre de Shinobu. Tenía la mala costumbre de comprar cosas por capricho y solo usarlas una vez. El juego de platos de porcelana compartimentados y el juego de galletas de arroz caseras del sur eran dos de los últimos. -Yukari, ¿sabías que ikra significa hueva en ruso? -Seguro que sabes mucho. -¡Priozhki! -Aunque tal vez tu conocimiento no sería tan raro si no tuviéramos todos esos canales de cable. ===Parte 3=== No ocurrían incidentes importantes. No hubo grandes altibajos. Mi trabajo como Zashiki Warashi consistía en holgazanear en una gran casa rural, así que solo tenía que encontrar un sitio que no estorbara mientras pasaba la aspiradora y tumbarme en los tatamis. Estaba despreocupada, muy lejos de mi pasado de ser encarcelada y sometida a experimentos por la organización Hyakki Yakou. O eso esperaba. Por desgracia, oí un alboroto en la entrada. Como siempre, era la voz de Shinobu. Di la vuelta hacia la entrada principal, me puse mi geta y salí. Allí encontré a Shinobu discutiendo un poco en la calle, frente a la casa. Su oponente era… algo. Era un perro gigante de tres ojos, del tamaño de un camión pequeño, que cruzaba la calle para bloquear el paso. -Soy un Nurikabe y no te dejaré pasar<ref>Efectivamente, los Nurikabe son Youkai con aspecto de perro de tres ojos, enormes, que disfrutan de bloquear el paso, y con la capacidad de extenderse si es que intentas rodearlos. Su debilidad es patearlos en la parte de debajo de sus cuerpos.</ref>. -¿¡Por qué!? ¿¡Por qué no lo haces!? -Si vas a algún sitio, debes ir acompañado de un adulto. Ve a llamar a alguien. -¡Estúpido youkai! ¡Apuesto a que te llaman Barricada o algo así! -Soy un Nurikabe. Ya te lo expliqué. Ahora ve a llamar a un adulto. -Shinobu agarró el grueso pelaje del costado del perro gigante y tiró, pero al Nurikabe no pareció molestarle. Ese youkai eran tan inofensivo como parecía, pero había oído que afectaba gravemente la economía doméstica cuando aparecía uno en una carretera o una vía férrea. A los youkai como nosotros no nos haría daño que nos atropellara un camión de volteo o que nos explotara un camión cisterna, así que los humanos no podían hacer mucho. Sin embargo, yo pensaba que un Nurikabe parecía un gran trozo de tofu con brazos y piernas cortos. Dejar que esto continuara indefinidamente no serviría de nada, así que decidí llamar a Shinobu. -¿Shinobu, qué haces? -¡A la escuela! ¡Voy a la escuela! Movió los brazos para intentar persuadirme. -¡Empiezo la escuela en primavera, así que necesito asegurarme de conocer el camino! Mientras tanto, el Nurikabe me miró con sus tres ojos y desapareció lentamente, como si se disolviera en el aire. -¡Ah, la Barricada desapareció! ¡Bien, vamos! -Shinobu. Parecía que iba a salir corriendo y no pararía hasta llegar a la luna o algo así, así que lo agarré suavemente de la nuca para detenerlo. -¿Sabes siquiera dónde está tu escuela? -Te dejaré unirte a mi grupo de exploración. Deberías estar agradecida. Si me negaba, probablemente se perdería solo y lograría escapar del Sistema Solar o algo así, así que no tuve más remedio que acompañarlo. Era una mañana a finales de Marzo. El clima era extraño, con temperaturas que cambiaban bastante cada día, pero ese día hacía bastante calor. Además, hacía sol e incluso había mariposas revoloteando tras madrugar. -Los árboles llevan bufandas. -Son de paja. -Deben de no soportar el frío. ¡Qué calor hace hoy! Decidí guardar el secreto: las pusieron para que los insectos anidaran en ellas y luego las quemarían para matar a los insectos que se acumulaban en su interior. Mientras tanto, Shinobu miraba a su alrededor confundido. -Esto es complicado. -Dijo, forzando una mirada de experto. -Orientarse sin puntos de referencia es complicado. Ante nosotros se extendía el típico paisaje de arrozales que uno vería en una postal para turistas extranjeros. El paisaje contenía arrozales inundados, casas con techo de paja y estrechos caminos y canales que lo conectaban todo. Sin embargo, no se trataba de una simple zona rural. En los postes colocados a intervalos determinados a lo largo de los caminos había paneles solares que cambiaban de ángulo como girasoles. Los canales contenían pequeñas ruedas hidráulicas para generar energía, y los arrozales sin agua estaban siendo arados por tractores no tripulados. También había oído que los espantapájaros contenían sensores que emitían con precisión una onda sonora similar a una lanza ante cualquier movimiento animal mediante altavoces direccionales con forma de trompeta o megáfono. Para combatir la abundancia y el bajo precio de las verduras importadas, esta aldea especial creó una marca de altísima calidad a partir de los limitados cultivos nacionales. Se había creado una nueva idea de lo rural para competir con esas otras naciones. Se creó una fusión de tradición y tecnología de vanguardia que usaba las palabras "seguro" y "delicadeza" como armas para vender un racimo de uvas por 30.000 yenes y un litro de agua de sus ríos por 300 yenes. Esta era una Villa Intelectual. Japón había sufrido una grave derrota en la industria de la maquinaria de precisión y estas aldeas se habían creado durante el gran cambio de enfoque destinado a impulsar la recuperación económica. Ese era el tipo de aldea en la que vivíamos. Y al mismo tiempo… -Mira, Yukari. Hay un Youkai Paraguas y un Youkai Linterna. -Eso parece. Pero creo que tienen prisa, así que dejémoslos en paz. Shinobu señalaba un camino más allá de un arrozal. Una sombrilla de papel y una linterna de papel, ambas con un solo ojo cómico, hablaban en voz alta mientras corrían (¿?). -''¡Date prisa! ¡Ya empezaron los dolores de parto de la señora Yonesaki!'' -''¡Ay, Dios mío! ¡Tenemos que volver a casa cuanto antes!'' El paisaje rural, perfectamente recreado, había invitado a los youkai de vuelta a la civilización humana tras ocultarse durante el auge de la modernización. Ese paraguas y esa linterna seguramente estaban causando problemas en alguna casa de la aldea, igual que yo. -Shinobu, no creo que necesites buscar puntos de referencia en un camino recto. -¡T-tienes razón! ¡Escribiré en el mapa que esta parte está bien! -Shinobu. Empezó a escribir un comentario sin sentido en un papel de dibujo. Al llegar a una bifurcación crítica, habló con expresión preocupada. -Estoy en el borde del papel, así que no puedo dibujar el resto del mapa. -Esto no era más que un camino recto y vacío, ¿por qué lo dibujaste tan largo en tu mapa? Por supuesto, viajaría en grupo durante un tiempo después de empezar la escuela, así que no necesitaba dibujar un mapa ni recordar el camino. Al final, le dio la vuelta al papel, dijo "¡Seguiré desde aquí!" y continuó dibujando mientras me arrastraba. Estaba tan concentrado en el papel que no estaba seguro de si había visto siquiera la bifurcación. Al poco rato, alguien se acercó por el estrecho camino. Era una niña de la edad de Shinobu, más o menos, que llevaba un perro grande con correa. Puede que fuera el blanco de unos padres sobreprotectores, ya que cada prenda de ropa era casera. Parecía la ilustración de Caperucita Roja de un cuento. -¡Oh, es Nagisa! ¡Belleza! -B-belleza. …Si entiende ese saludo, esa afeminada personalidad de la televisión debe ser popular no solo con Shinobu. Me pregunto si eso se ha convertido en una frase de moda. Parecía que los padres de Nagisa habían malinterpretado las duras subidas y bajadas de las temperaturas de finales de marzo porque se veía acalorada con el atuendo de Caperucita Roja. Shinobu a veces le lanzaba huesos de pollo frito para jugar a la pelota, así que el San Bernardo que protegía a la niña de aspecto nervioso meneó la cola para darle la bienvenida. Se rumoreaba que los padres de Nagisa lo habían sometido a un programa de entrenamiento de perros de guerra y que estaba entrenado para arrancarle la tráquea de inmediato a cualquiera que se acercara a la niña con sospecha, pero me preguntaba si era cierto. En ese momento, se escondió detrás del perro que parecía un peluche gigante. "Shinobu-chan, ¿estás con ese Youkai otra vez? ¿N-no tienes miedo?" Oh, qué problemático. La existencia de los Youkai era generalmente aceptada en la Villa Intelectual, así que no era común ver a alguien temernos así. Claro, la nación no tenía leyes que juzgaran a los youkai. Se trataba igual que un accidente por la caída de una roca o un rayo, así que no podía quejarme si la gente nos tenía miedo. Shinobu, por otro lado, se sentía cómodo con los youkai de una forma inusual. -¿Mmm? ¿Miedo de Yukari? No tienes que preocuparte por ella. No muerde. … Bueno, entonces. -¡Roarr! ¡Grrrrr! -¡No hagas eso, Yukari! ¡Nagisa no entenderá que es una broma! ¡Mira, se cayó! Por cierto, aunque Nagisa se había desplomado rígidamente como la piel de una cigarra, el San Bernardo no hizo más que mirarme tranquilamente con la lengua fuera. Aunque, claro, probablemente se dio cuenta a simple vista de que no pretendía hacerte daño. -Shinobu-chan, eres cruel. Si mientes, tienes que tragarte mil agujas. -No, Nagisa. Los mentirosos tienen que tragarse un pez espinoso. En tan solo unos segundos, su conversación dio un giro zigzagueante hacia las raíces de palabras antiguas. Sus conversaciones eran bastante peculiares. Eran lógicas, pero daban giros repentinos basados en el instinto o la emoción. Si perdías de vista el hilo de la conversación, aunque fuera por un instante, nunca encontrarías el enlace. Y si no podías seguir el hilo de la conversación, no podías participar. Sin nada que hacer, miré al educado San Bernardo a sus pequeños y redondos ojos. No, no puedo ni empezar a empatizar con un perro. No voy a quedarme sentada esperando así. Mi posición tiene que ser más alta. -Adiós, Shinobu-chan. Tengo que terminar mi recado. Mientras pensaba en mi dignidad y respeto como youkai, su conversación finalmente terminó. Nagisa parecía mas bien ser arrastrada por la correa que realmente caminar con el perro, pero aun así echó a andar hacia la pequeña oficina de correos. Correcimos el rumbo hacia nuestro destino. O mejor dicho, yo corregí el rumbo de Shinobu. El pueblo tenía solo una escuela primaria, una secundaria y un instituto, y todas estaban cerca una de la otra. Para garantizar un paseo seguro a la escuela, probablemente era mejor que todas usaran el mismo camino. -Tengo sed. -Bueno, cainamos unos dos kilómetros. Después de avanzar un poco más, vimos una amplia zona rodeada por una valla metálica y un gran edificio rectangular en su interior. -¿Esa es mi escuela? -No, no es ahí adonde irás. Creo que es la preparatoria. Ya sabes, a la que va Hayabusa. Era finales de marzo, así que estaba bastante seguro de que todos los colegios habían cerrado por vacaciones de primavera, pero aún había bastantes estudiantes en el patio. Equipos deportivos como béisbol o fútbol podrían haber estado practicando. Por alguna razón, Shinobu temblaba pegado a la valla. -¿Qué pasa, Shinobu? Si tienes sed, ¿qué tal si entramos y tomamos prestada su fuente de agua? -¡No, nunca podría entrar al instituto! ¡No tengo derecho! No era ningún consulado, así que no entendía por qué tenía que preocuparse por eso. Sin embargo, parecía que se había topado con una barrera de edad o curso escolar con la que los niños parecían tener problemas. Al oír el alboroto, unas chicas en chándal se acercaron desde el otro lado de la valla. -¿Mmm? ¿Qué haces aquí? ¿Tienes comida para tu hermano o hermana mayor? Si es así, ve a la entrada principal del otro lado. -¿¡Ee!? ¡N-no, no tengo almuerzo! ¡Y no tengo un hermano mayor que practique deportes! -Ja, ja. ¿Por qué habla tan educadamente de repente? Shinobu había empezado a entrar en pánico, pero su confusión se disipó con el tiempo. Abrió los ojos de par en par mientras miraba el patio del colegio a través de la valla. -¡Esa es una barra horizontal enorme! -Sí, no creo que pudiera hacer un círculo de caderas con eso. -Respondió una de las chicas. -Hay un arenero ahí, pero no hay tobogán ni columpios. Parece aburrido. -Bueno, eso es para el salto de longitud. En ese momento, Shinobu finalmente pareció interesarse en las chicas con las que hablaba a través de la valla. -Por cierto, ¿quiénes son ustedes? -Preguntó con expresión confusa. -Somos el equipo de tenis. -Si mientes, te tienes que tragar un pez puercoespín. -¿Por qué me llamas mentirosa sin más? -Preguntó una chica en chándal que parecía dispuesta a seguirle el juego. Shinobu, orgulloso, sacó pecho y resopló mientras le anunciaba algo: -Las chicas que juegan al tenis usan ropa que ondea. -Eso solo es en los partidos oficiales. No vamos a usar esa cosa vergonzosa todo el tiempo. Unos chicos que aparecieron de la nada empezaron a hacer pucheros y a protestar mientras blandían sus raquetas. -¡Vamos, pónganse esos trajes tan vergonzosos! La mitad de la razón por la que empezamos a jugar al tenis fue para ver eso, ¿así que por qué llevan esos horribles chándales todo el año? -¡Porque los canallas como ustedes tienen ojos, malditos chicos! ¡Largo! ¡Cualquier tipo sin ojos puros tiene que irse! Tras oír todo el ruido, una profesora que parecía ser la entrenadora empezó a enviarles pelotas con su raqueta, así que los chicos y chicas empezaron a correr desorientados. La profesora se acercó a Shinobu, quien, confundido, era la causa del alboroto. -¿Te interesa el tenis? -Preguntó sin expresión alguna. -¡No conozco las reglas! ¡Solo sé que se golpea algo de un lado a otro como en bádminton! -Ya veo. Entonces déjame darte una oportunidad. Esta es una pelota vieja. Si te interesa, aprende a usarla. Metió la pelota amarilla por un agujero en la valla metálica y se la entregó. Una de las chicas en chándal que corría por el patio abrió los ojos de par en par. -¡No es justo! ¿Lo estás atrayendo con juguetes como Papá Noel, vieja bruja? ¡Diga lo que diga, eres la más amable con los niños pequeños! -¡Cállate! ¡Que sepas que en realidad quería dar clases en primaria! ¡Pero de repente me encontré lidiando con ustedes, pequeños adultos engañosos, y sus ojos muertos! Sin embargo, Shinobu no había oído esa conversación porque estaba demasiado concentrado en la pelota que tenía en la mano. -Es amarilla, redonda y esponjosa. Nunca había visto una pelota como esta. Parece un patito. -Ahhh, Shinobu. Esto no está bien. -¡Guau! Rebota de maravilla. ¡Este patito rebota más que una pelota de béisbol! Gritaba de alegría mientras lanzaba la pelota de tenis contra la calle una y otra vez, pero yo gemía al verlo. Había reaccionado de forma muy parecida cuando le dieron una pelota de goma en el festival del templo. Después de hacer un agujero en todas las puertas corredizas y mosquiteras de la casa, rompió el cristal del reloj de pared y ayudó a revivir la antigua leyenda del niño que lloraba encerrado en el almacén como castigo. Sin embargo, parecía que todo eso se había desvanecido de su mente. Esperaba de corazón que no se acercara una pequeña tormenta a la casa Jinnai esa noche. -Shinobu, la escuela primaria está por aquí. -Claro. ¡Con esta pelota patito, no le tengo miedo a nada! Con la legendaria Bola Patito en la mano, se atrevió demasiado e intentó caminar por el centro de la calle, así que lo agarré de la nuca y lo jalé hacia un lado. La escuela primaria a la que empezaría a asistir en abril estaba bastante cerca de la preparatoria. La escuela secundaria también estaba cerca, así que los planificadores del pueblo probablemente habían decidido vagamente que "las escuelas van aquí". Y hablando de eso, el pueblo no tenía universidad. Un lugar de aprendizaje ordenado tal vez no encajaba en una Villa Intelectual estratégicamente gestionada para tener la imagen adecuada. Siguiendo la lista de Shinobu de antes, este patio tenía algunos columpios, toboganes y otros juegos. Las barras horizontales parecían tener diferentes alturas para los grados inferiores y superiores. Además, las porterías de fútbol y baloncesto eran más pequeñas que las del instituto. Sin embargo, un youkai como yo notó algo más primero. -¿Por qué hay alumnos de instituto jugando a la pelota fuera de la primaria? Para empezar, eran las vacaciones de primavera. En la primaria no existía el concepto de equipos deportivos ni clubes, así que, para empezar, no habría habido alumnos de primaria. Pero al encontrar alumnos de secundaria y preparatoria más grandes, parecía que habían echado a los más pequeños para tener el lugar para ellos solos. Y puede que no estuviera muy lejos de la realidad. Los niños del instituto eran deportistas apasionados. Habría sido difícil desalojarlos si solo querías jugar. Y si luego querían jugar en otro sitio, era natural lo que pasaría después. Puede que ni siquiera se dieran cuenta de que estaban expulsando a los niños más pequeños que deberían haber estado allí. Sin embargo, ¿realmente los niños de primaria elegirían reunirse en un lugar lleno de niños claramente mayores y más grandes? Así como Shinobu, curiosamente, se había mostrado reacio a entrar en el instituto, los niños de primaria podrían haberse marchado de forma natural sin ser amenazados activamente por nadie. Del instituto a la secundaria y de la secundaria a la primaria. A medida que los niños se quedaban fuera, se desplazaban a la siguiente escuela de la fila. Sin duda, era una estructura social retorcida. Se hubiera dado cuenta o no, Shinobu tiró de mi kimono y me hizo una pregunta. -¿Es esta mi escuela? -Parece que sí. Vendrás aquí todos los días a partir de abril. Antes de que terminara de hablar, un balón de fútbol se estrelló con fuerza contra la valla metálica. Rodó por el suelo delante de Shinobu, que tenía los ojos muy abiertos. Supuse que alguien había pateado el balón sin querer de esa manera, pero enseguida me equivoqué. -¿Qué haces aquí? Oí una voz rasposa, como metal al chocar. Parecía que este chico de instituto nos había pateado el balón a propósito. -Ya te dijimos las reglas, ¿recuerdas? ¡Estamos usando este lugar ahora mismo! Incluso obtuvimos permiso del profesor como exalumnos. No vamos a lidiar con mocosos como tú. Si no tener tu patio es un problema, ve a delatarnos, ¡pero no me culpes por lo que pase entonces! -¿Hm? ¿Hm? Shinobu no estaba acostumbrado a ser blanco de ese tipo de hostilidad, así que estaba más confundido que asustado. El chico parecía haberlo confundido con un niño de primaria que había venido a jugar. Un vistazo a través de la valla mostró que no había niños pequeños a pesar de ser una escuela primaria. Todos allí eran estudiantes de preparatoria más altos. -Maldita sea. ¿Por qué ellos son la primera categoría y nosotros solo la segunda? Nos dividen según sus preferencias y se apropian de todo el equipo y el espacio de práctica. Practicar... necesito practicar. Pensar que se puede ganar con agallas o espíritu de lucha es una completa tontería. Les demostraré que la gente crece más con un régimen de entrenamiento calculado por un programa. Shinobu ladeó la cabeza y me miró. -Yukari, ¿de qué habla? -Dice que es difícil no ser un ganador porque no puede cumplir con las expectativas de sus padres ni conseguir a las chicas guapas de su clase. Hice un comentario arbitrario con una sonrisa encantadora y recibí un claro insulto por la molestia. -¡Cállate, maldito Youkai! Sé que no tienes ningún derecho humano, así que ¿qué tal si te doy una paliza aquí mismo? -Todos sabemos que no puedes hacer eso☆ El chico al que decidí llamar Gruñón-kun pateó la valla y se fue. Eh, ¿qué se supone que debo hacer en momentos como este? Ah, claro. Levantar el dedo del medio. -Yukari, ¿qué fue todo eso? -No te preocupes. Chicos como ese probablemente nunca le han dado la mano a una chica. Lo has vencido por un amplio margen, así que no tienes que preocuparte por nada. -¿¿¿??? Shinobu no tenía nada más que ver. O mejor dicho, el patio de la escuela se había convertido prácticamente en una tierra postapocalíptica donde todos lucían un mohicano, así que quedarse allí probablemente no sería una experiencia agradable para él. El tema de hoy había sido "aprender el camino a la escuela", así que terminar con eso e ir a casa era la mejor opción. -Las cosas pueden verse diferentes al volver, así que intentémoslo también. -¿De qué hablas? Es el mismo camino, así que no hay forma de perderse. -Shinobu, ya te estás equivocando de camino en la primera bifurcación. Lo agarré por la nuca y le corregí el paso. Agitó los brazos y las piernas en señal de protesta durante un rato, pero finalmente hizo un comentario desganado, como si fuera una planta marchita. -Estoy cansado de tanto caminar. -Lo siento, pero no voy a cargarte. ¿Por qué? Porque parece mucho trabajo. ===Parte 4=== Cuando regresamos a la casa, que tenía un sistema de seguridad completo y paneles solares en el techo de paja, parecía ser la hora de comer. El almuerzo del día era oyakodon. Las comidas siempre las preparaba la madre o la abuela de Shinobu, pero la comida siempre era sencilla pero fiable cuando la preparaba su abuela. Después de comer, no tenía nada que hacer y me quedé holgazaneando hasta que oí a alguien hablando por teléfono. La voz provenía del pasillo. Vi el pelo corto teñido de castaño y brillantes accesorios plateados. Saber que era un adolescente podría hacerte pensar que era el hermano mayor de Shinobu, pero en realidad era su tío. Se llamaba Jinnai Hayabusa. Era un chico delincuente evidente que andaba en su maxi scooter eléctrico y se metía en peleas. -Sí, sí. Ya lo entiendo. ¿Qué? ¿Crees que soy un idiota? Estoy de acuerdo en que el instigador de la tele es claramente sospechoso, pero alguien tan conocido jamás haría algo tan peligroso. -[O sea… todavía… como… funciona el truco? -¡Ya te lo dije! ¡No sé cuál es el truco ni cómo funciona! Pero definitivamente están usando un Paquete que involucra a un Youkai. Desde una docena hasta cientos de personas están involucradas en un solo crimen, ¡así que no las encontraremos tan fácilmente! ¿¡Estás seguro de que no eres el idiota!? -[Ja… ja. Ojo con lo que… dices o… una patada… los huevos.] ¿Ah, un Paquete? Esto suena peligroso. Ese era un método criminal que incorporaba la vaga existencia y los rasgos de un Youkai en un solo sistema. Por ejemplo, la capacidad de un Satori para leer las mentes podía usarse para tráfico de información privilegiada. Por ejemplo, la capacidad de un dios de la peste para enfermar a la gente podía usarse para provocar la muerte natural de alguien a quien odiabas. Estos crímenes de vanguardia que involucraban lo oculto solían ser postergados por la policía profesional. Esto no era algo en lo que un chico de preparatoria debería involucrarse, así que decidí intervenir. En concreto, me acerqué sigilosamente por detrás y le di una patada justo como amenazaba la voz del teléfono. -¡Toma esto! -¡Anyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! Parece que calculé mal mi fuerza porque Hayabusa se quedó rodando por el suelo. Lo ignoré, recogí su celular del suelo y escuché una voz femenina digna. -[Hola. No sé quién es, pero gracias por evitar que Hayabusa-kun se altere demasiado. Je, je, je. Ese grito fue sorprendentemente tierno. ¿Qué hiciste?] -Se podría decir que ayudé a la presidenta del consejo estudiantil con las travesuras por las que es famosa. En fin, por favor, no metas a nuestro estúpido chico en nada. La mitad de las veces que lo suspenden es por las peticiones que le haces. -[Nunca le pido que llegue tan lejos. Aunque quiero evitar que nadie en nuestra escuela se involucre en Paquetes, tiene la mala costumbre de precipitarse. Es porque se excede en su manejo de la justicia. En una excursión, rescató a una chica de su clase de unos chicos de otra escuela y terminó haciendo que la chica que rescató le tuviera miedo.] Mientras me aburría de su respuesta evasiva, escuché lo que sonó como un gemido de los muertos en las profundidades de la tierra. Hayabusa, el chico delincuente, me tendió la mano mientras estaba acurrucado en el suelo, pulido hasta adquirir un color ámbar. Suspiré, le lancé el teléfono y le di un consejo importante. -Involucrarse a medias en crímenes relacionados con Youkai solo acortará tu vida. No puedes resolver este tipo de cosas, así que si tienes tiempo para hablar de estas tonterías, intenta buscarte problemas más de tu talla. Quizás podrías lidiar con esos completos idiotas que se han apoderado del patio de la escuela primaria a la que Shinobu asistirá pronto. -¿Sabes que la agresión es un delito, verdad? Había hecho lo que tenía que hacer y no era mi trabajo decidir si me escucharía o no. No había cura para la estupidez ni para la muerte. Empecé a salir del pasillo, pero otra voz me llegó desde atrás. -¡Vwooooom! Era Shinobu. Para cuando me di cuenta de que estaba haciendo ruido de avión, ya había chocado contra mi trasero. -¡Crash! -¿Shinobu, qué estás haciendo? -¡Chomp! ¡Hyah! La acción inesperada me hizo saltar. ¡No porque me doliera! Me giré frenéticamente y Shinobu estaba confundido por mi reacción extrema. -¿Mmm? Yukari, ¿qué pasa? -Shinobu, eh, no hagas eso. Se supone que no debes morder a la gente. Eso era algo que nunca debería haberle dicho a nadie, pero él solo ladeó aún más la cabeza. -Pero mami lo hace todo el tiempo. Me muerde el brazo o el costado. -¡Esa madre idiota! ¿¡Es que no piensa en cómo las cosas influirán en su hijo!? -En fin, ¿qué haces aquí? Mientras me lo preguntaba, hizo un gesto débil con la mano y me preguntó algo. -¿Adónde ibas? -¿? -Voy a dormir, pero no puedo dormir sin ti. -Ah, querías echarte una siesta, ¿verdad? Normalmente, un Zashiki Warashi se colaba en los futones de la familia como una broma inocente, pero Shinobu se había acostumbrado tanto que no podía dormir sin alguien en el futón con él. Extendí el futón en su habitación y ambos nos acostamos. -Yukari, está demasiado apretado. -Ten paciencia. Lo abrazaba con más fuerza de la necesaria por una buena razón: daba muchas vueltas en la cama mientras dormía. Era completamente normal que terminara boca abajo, que me quitara toda la manta al darse la vuelta, que se acomodara debajo de mí, que se enredara en mi pelo largo o cualquier otra cosa. Sin embargo, no tuvo problemas para conciliar el sueño. El viaje de ida y vuelta a la escuela debió ser muy pesado para él, porque se quedó profundamente dormido solo cinco minutos después de quejarse. No tenía nada que hacer hasta que se despertó y mis párpados se volvieron pesados por el tiempo que pasé sin hacer nada. Sin embargo, volví a abrir los ojos antes de quedarme dormida del todo. Alguien se había colado en la habitación. -Je, je, je. Están dormidos. Profundamente dormidos. Pero, esto me da un poco de envidia como su madre. Era la madre de Shinobu. Por alguna razón, se levantaba los pechos con las manos. -¿Elige naturalmente a la que tiene los pechos más grandes y la piel más suave? Supongo que no puedo compararme con una youkai que no envejece. -No tienes por qué enfadarte por esto. La única razón por la que puede acercarse a mí tan fácilmente es porque no soy tan cercana a él. De hecho, es porque soy muy diferente. -¿Qué quieres decir? -Los niños a veces tienen quejas que les cuesta expresar a sus padres, pero pueden contárselo a un peluche. Ser algo más que un humano tiene sus ventajas... Sin embargo, esa puede ser una dura realidad para quien recibe ese trato. Si quieres ser su madre, no quieres eso, ¿verdad? -Mmm. No estoy segura de que le dé tanta importancia. -Es aún más duro porque lo hace inconscientemente. Le esbocé una sonrisa oscura y fría que nunca dejaría que Shinobu viera. Esta era una buena oportunidad y sentí que necesitaba decirle algo más al adulto que se suponía debía protegerlo. -Hay algo en Shinobu que me preocupa. -¿Qué pasa ahora? -Desconoce por completo esa línea prohibida que todos pueden percibir de forma natural. Piensa en una escuela de noche, un hospital abandonado o un túnel cerrado. Puede que esos lugares le den miedo, pero jamás pensaría en retroceder. Por ejemplo, no tenía ningún problema en llevar su comida a la sala del altar, que se relacionaba con la muerte, para comerla con algo tan inhumano como un youkai. Creí que valía la pena destacar las posibilidades positivas de llevarse bien con cualquier youkai, pero nuestras características no siempre tenían un efecto positivo. -No puede percibir esa línea como todos los demás, así que siempre termina entrando en zonas que es mejor evitar. Hay que tenerlo en cuenta. Si un lugar está separado, hay una razón. Entrar en territorio prohibido no siempre tiene un final feliz como con Momotaro. También podría terminar como Kaguya-Hime o Urashima Tarou<ref>Historias mas bien conocidas, pero que describiré brevemente por si acaso. La historia de Momotaro es la de un niño que nació de un durazno y fue criado por ancianos, y que mas adelante se aventuraría a enfrentar a los onis acompañado de un perro, un mono y un faisán. La historia de la princesa Kaguya inicia con esta naciendo de una planta de bambú, atrayendo pretendientes a los que ahuyenta con encargos imposibles de cumplir, hasta que el emperador la va a ver e insiste en que se case con el, pero Kaguya debia volver a su hogar en la luna, dejandole como regalo el vino de la inmortalidad, pero este lo quema en un intento de que el humo llegase a la luna. La historia de Urashima Tarou ya ha sido vista un par de veces, pero es la del pescador que salva a una tortuga de las redes que puso, esta lo invita al palacio bajo el mar, y tras pasar un dia allí, resulta que pasaron décadas fuera, y cuando el epscador abre el paquete que le dijeron que no abra, este envejece esas décadas de golpe.</ref>. La madre de Shinobu se pasó suavemente el dedo índice por la barbilla. -Urashimia Tarou, ¿eh? Es una historia realmente extraña. A diferencia de muchas historias antiguas, no tiene moraleja. El protagonista rescata una tortuga y termina en desgracia. Así era la historia desde una perspectiva humana. Ninguno de los personajes principales de la historia, Urashima Tarou, la tortuga y Otohime, había tenido malas intenciones. Urashima Tarou había rescatado a la tortuga sin intención de obtener nada a cambio, la tortuga había intentado compensarlo sin segundas intenciones, y Otohime se había enamorado perdidamente de él. Sin embargo, la historia terminó con su desesperación. Puede que nos parezcamos mucho y usemos las mismas palabras, pero los humanos y los youkai tenían valores definitivamente diferentes. En el caso de Urashima Tarou, esa diferencia radicaba en la visión del tiempo. Los youkai no tienen esperanza de vida, así que no sabían que a Urashima Tarou no le gustaría lo que le sucediera. -No tiene nada que ver con buena voluntad ni malicia. Es un peligro constante cuando los humanos y los youkai entran en contacto, y es un riesgo que nunca ocurre entre padres e hijos. ¿Entiendes ahora que no te estoy robando el puesto? -Mmm. Eso fue todo lo que dijo la madre de Shinobu. Fue breve y conciso. Pero luego añadió algo más con una leve sonrisa. -Pero no quieres que a Shinobu le pase algo como lo que le pasó a Urashima Tarou. No es una mala reacción como padre, ¿sabes? ===Parte 5=== Parecía que me había quedado dormida en algún momento. Cuando abrí los ojos, Shinobu no estaba en el futón. Empecé dirigiéndome a la cocina y bebiendo una lata de refresco frío del refrigerador. El refrigerador tenía una computadora de pantalla plana en la puerta para buscar recetas. Pasé el dedo por encima para despertarla del modo de suspensión y abrí la página de noticias en línea. -[‘¿Cómo llega la pizza a tu puerta en solo treinta minutos?’ ¡Por fin tendrá una película! Este nuevo misterio de horarios (¿?) es del autor de la obra maestra ‘Hamburguesas, la magia de los noventa segundos desde el pedido hasta la finalización’. Será otra película problemática llena de curiosidades sobre comida rápida que desearás no saber. Está dirigida por…] -… Con la lata roja en la mano y la cara azul, volví a poner la computadora en modo de suspensión. No era un artículo que quisiera leer mientras bebía eso. Por supuesto, corrían rumores de que las críticas extremas a la comida chatarra eran una forma de oponerse a los productos importados. Llevé la lata fría por toda la casa y encontré un montón de aviones de papel esparcidos por la sala japonesa, tan grande que podría ser un salón para peleas de judo. Esto no era el resultado de que alguien raro se obsesionara con una sola acción. Un Kappa, un Tengu y un Yamanba, un grupo que no necesitaba explicación debido a sus apariciones en libros ilustrados y manga Youkai, estaban creando un sistema para producir aviones de papel en masa usando la enorme pila de papeles que Shinobu había preparado. Decidí preguntarle al respecto. -¿Qué hacen? -¡Ay, Yukari! ¡Estamos celebrando un campeonato de aviones de papel! ¡Aún estamos a tiempo de ponernos al día! -¿Y ustedes qué hacen? -Pregunté de nuevo. Mi voz sonó más amenazante la segunda vez y se dirigía a los Youkai más que a Shinobu. Levantaron la vista como si hubieran recuperado la cordura. -¡Oh, no! ¡Regresé a mi infancia por un momento! ¡No fuimos a las montañas para hacer esto! (<– Tengu) -¡Estamos aquí para tomar un sorbo del misterioso sake de la Cervecería Jinnai! (<– Kappa) -Está hecho por humanos, así que no espero mucho. Pero lo probaré, así que date prisa y trae un poco. (<– Yamanba) No mostraron intención de disculparse por entrar en la casa sin permiso. La casa Jinnai parecía servir de posada para Youkai viajeros. Shinobu estaba explicando su nuevo descubrimiento: doblar una esquina del papel rectangular y cortar el sobrante para formar un cuadrado, pero ladeó la cabeza al oír lo que dijo el Youkai. -¿Hablas de trabajo? Puedo ir a llamar a papá y al abuelo. -Fwa, ja, ja, ja. Probablemente no deberías. Si se enteraran de que el maestro del Monte Kurama vino corriendo hasta aquí tras oír rumores, probablemente se desmayarían de miedo. Es mejor que no sepan los detalles. Ese hombre musculoso era el enemigo natural de los youkai, que no dudaría en asestarle un puñetazo a cualquiera que se desviara del camino correcto, ya fuera un Mikoshi-Nyuudou o un guardián del infierno, pero era mejor que estos youkai no supieran los detalles. Serían ellos los que se desmayarían de miedo entonces. Shinobu habló entonces con total inocencia. -¿Quieres verlos trabajar? ¿Quieres ver lo increíbles que son? -Si su sake es lo suficientemente bueno como para que los youkai lo acepten, sin duda sería increíble. -¿Qué tan increíble? -Increíble como un Premio Nobel. ¡Ah, este grupo tan aleatorio, les acaba de dar un título aleatorio! Pero Shinobu estaba completamente concentrado en el repentino término extranjero. -Nobel… ¡Solo necesitas un poco de sake, ¿verdad?! ¡Te mostraré lo increíbles que son! ¡Vamos, Yukari! ¡Creo que hay un poco ahí! -Sí, sí. Me jaló de la mano y me llevó de vuelta a la cocina. Por supuesto, no estaba simplemente siguiendo sus deseos. Mi verdadera razón era impedirle entrar en el daiginjo de primera clase. El sake de la familia Jinnai costaba 50.000 yenes la copa, así que a algunos no les haría gracia que un niño le quitara el tapón para seguirle el juego a unos bromistas. Sin embargo, mis temores resultaron infundados cuando Shinobu hizo algo inesperado. Abrió la nevera con sus pequeñas manos, metió la parte superior del cuerpo dentro y sacó un líquido blanco y espeso en una bolsa de plástico transparente. -¡Aquí está, Yukari! Es del tipo que hasta yo puedo tomar en Año Nuevo, así que tiene que ser el mejor. -Bueno... supongo que puedes sacar el amazake<ref>Bebida con muy bajo contenido en alcohol hecha con arros fermentado y azúcar.</ref>. Al menos no es un producto. Lo trataban como si fuera una comida de sobras hecha con restos de carne y el centro de las verduras. Por otra parte, todo, desde los ingredientes hasta la preparación, pertenecía a las marcas de una Villa Intelectual, así que una taza probablemente te dejaría con una factura de 10.000 yenes. -¿Cómo se calienta? ¿En el microondas? -Se pone en una olla y se usa la estufa. Como Shinobu empezó a ponerse nervioso, lo agarré de la nuca para detenerlo. ¿Debería un niño pequeño estar alejado de la cocina, llena de fuego, agua caliente y cuchillos? ¿O debería familiarizarse con la cocina desde pequeño para que se familiarizara con el proceso? Ambos argumentos eran válidos, pero no me correspondía tomar esa decisión. Si la familia de Shinobu hubiera optado por lo primero, yo tendría que lidiar con la olla en el fuego. No es que se me diera muy bien cocinar. Por mucho que intentara hacer bolas de arroz, nunca me quedaban bien triangulares. No podía dejar que Shinobu lo viera. Un poco se quemó en el fondo de la olla, pero logré calentar el amazake en unos diez minutos. Le pedí a Shinobu que trajera unas tazas y llevé la olla entera a la sala. Los Kappa, Yamanba y Tengu se mostraron algo escépticos al ver el líquido blanco y espeso en las tazas transparentes. -Oh, esperaba un sake misterioso, pero es solo una maravilla para niños. Si crees que le vamos a dar la máxima puntuación, ¡bvgrfaaaahhhh! -¿Qué pasa, Kappa? ¡No me digas que vivir en el agua te ha vuelto hipersensible al calor! -No, Tengu. Mírale la cara. Está tan eufórico que tiene las pupilas dilatadas. Parece que este sake se conoce como el Triturador de Youkai por algo. Creo que necesito prepararme y probarlo yo mismo... ¡¿bhyaaaaaaaaah?! -¡Y-Yamanbaaaaa! Los youkai no morirían apuñalados ni disparados, así que era un misterio por qué estaban tan influenciados por este amazake. Y, sin embargo, serían capaces de comerse un pez globo entero o una medusa asesina sin problema. El Tengu asumió que él solo estaría bien sin importar el desastre, así que se bebió su taza de amazake de un trago y terminó desplomado en el suelo de la sala. -¿Ves? Papá y el abuelo son increíbles, ¿verdad? -Dijo Shinobu. -Mwa, ja, ja, ja. Hacía mucho que no me sentía tan bien. ¡Te convertiré en Ushiwakamaru! -¿Eh? Pero Benkei mola mucho más. ¡Así podría ser grande y musculoso como papá! No necesitas ser grande y musculoso. El abuelo de Shinobu entró desde la destilería de sake de detrás de la casa para descansar, pero se detuvo al ver los cuerpos tirados por la sala. Me dirigió la pregunta problemática. -¿Qué pasa aquí? -Estoy totalmente preparada para que me metan en el almacén con Shinobu, pero déjenme decir algo primero. Shinobu parece creer que son artesanos dignos de un Premio Nobel. -Es difícil no enfadarse después de ver el alboroto aquí, pero es digno de mencionar que humanos y youkai se llevan bien usando algo que uno mismo fabricó. Ese musculoso probablemente les seguirá gritando como un demonio, pero después podría llorar en secreto. ===Parte 6=== Shinobu y yo recibimos una reprimenda severa. Por suerte, no estábamos encerrados en el almacén. Por otro lado, siempre que Shinobu estaba encerrado en el almacén, lloraba y los youkai salvajes llegaban para consolarlo. La última vez, unos animales tipo mascota, ya fueran zorros o tanukis, acabaron llenando el almacén con él. Sus padres habían desarrollado un método más efectivo. Solo necesitaban una enciclopedia ilustrada de peces de aguas profundas. Luego, solo necesitaban pasar las páginas lentamente. -Pez remo gigante. -¿¡Nooo!? -Pez rape. -¡Está todo espinoso! ¡Está vivo, pero está todo espinoso! -Cangrejo de las nieves. -¡Ah, el cangrejo es un poco genial! -Granadero. -¡¡Gyaaah!! Me vi obligado a quedarme quieta mientras él se aferraba a mi torso e intentaba desesperadamente apartar la mirada del libro. En cuanto a por qué tenía tanto problema con los peces de aguas profundas… -¡Estos dan miedo! ¡Ese parece que va a reventar si lo tocas! ¡Ese se infla si lo agarras y algo le sale de la boca! Ya era de noche. Después de que finalmente me soltaran, caminé por el pasillo iluminado por la luz naranja del sol. Shinobu estaba viendo la televisión en la gran sala de estar occidental. Estaba sentado con un zorro gigante y un tanuki que se habían colado de alguna manera. Probablemente eran youkai ambulantes que pasaban la noche allí. Oía voces en la televisión. -[Hay udon de zorro y soba de tanuki, pero ¿por qué no hay nada con tejones? ¡Nos preocupa mucho esa pregunta!] -[¡Pero los tejones no suenan muy deliciosos! ¡A nadie le gustan las serpientes!] -[¡Esa tiene víboras! ¡Sus nombres son diferentes!] -[Entonces, ¿qué es un tejón?] -[Es de la misma familia que las comadrejas y los carcayús.] -[¡Carcayús! ¡Ahora sí que me asustas!] -[¡Un tejón no da tanto miedo! ¡Se parece más a un panda rojo o a un mapache!] -[¡Ah, entonces es como un tanuki! ¿Y por qué no decir simplemente tanuki?] -[¡Porque es un tejón! ¡El zorro, el tanuki y el tejón son los tres grandes exponentes de Youkai que se transforman!] El escenario en la pantalla tenía un solo soporte de micrófono con dos personas trajeadas a cada lado. En otras palabras, era un acto de manzai, pero uno de los dos era claramente un youkai. No había leyes ni obligaciones que nos restringieran, pero la falta de derechos humanos también significaba que no podíamos trabajar. Después de todo, no éramos "humanos". Sin embargo, parecía que había una laguna legal en adoptar una postura similar a la de un perro que formaba parte de un acto. Sin embargo, desconocía los detalles de la situación. No tenía ganas de interrumpir, así que me fui por el momento. Sin embargo, seguía sin tener nada que hacer, así que quería que alguien me ayudara a pasar el rato. Y había una persona que sabía que era la más fácil de tratar. -¡Haaayaaabusaaaaa! ¡Ayúdame a matar el tiempo! -¡No! ¿Por qué está esta masa de egoísmo aquí? Como era de esperar, Jinnai Hayabusa, el delincuente castaño y lleno de accesorios, soltó una voz aguda y aniñada. Había estado dándole mantenimiento a su maxi scooter en el garaje que había construido en el cobertizo. Se había buscado este destino irrazonable al intentar parecer genial bebiendo un Cassis Naranja que él mismo había preparado. Claro que, en realidad, no era alcohólico. Había hecho una imitación derritiendo mermelada de grosellas en agua caliente y mezclándola con jugo de naranja. Sin embargo, mi enemigo(¿?) era hábil. Para oponerse a mi habilidad especial "Forzar el Flujo de los Eventos", se recuperó del pánico por sí solo. -Oye, dios de la peste. Seguro que solo estás aquí porque Shinobu no quiere jugar contigo, pero como puedes ver, estoy ocupado. -Ahh, ahh. Prueba de micrófono, prueba de micrófono. Por favor, responde, Jinnai Hayabusa-kun, el chico indecente que siente un ligero latido en el corazón cuando oye la palabra 'cuñada'. Repito… -¿¡Bphhhh!? ¡¡¡Idiota, deja de inventar cosas que podrían causar una ruptura irreversible en nuestra familia!!! -Pero es profano de otra manera que te obsesiones tanto con la palabra 'cuñada' y a ella no le interese en absoluto. ¿Acaso no te importa lo más mínimo lo que quieran los demás? -¡Te equivocas de nuevo! ¿No irás a afirmar que estas acusaciones infundadas son parte de tus 'bromas inocentes' como Zashiki Warashi? -Shinobu es una cosa, pero también tienes un rasgo problemático. No es frecuente ver a alguien asustado por un Hitotsume-Kozou o un Nopperabou<ref>Los Hitotsume-Kozou son Youkai con el aspecto de un pequeño monje de un solo ojo, que pese a su aspecto son mas bien juguetones que peligrosos. Los Nopperabou por otro lado son Youkai con aspecto de humano pero con sin rostro, como Slenderman.</ref>. Claro que todos se unirán para asustarte. -Sí, pero a mí también me atacan los más letales, como un Kappa o un Makuragaeshi. Gracias a eso, podría morir en cualquier momento. Parecía creer que los youkai lo odiaban, pero en cierto modo, podría haber sido lo contrario. Lo trataban como al monstruo de un juego de rol que daba una cantidad ridícula de puntos de experiencia. -¿Y que planeas hacer para matar el rato? -Bueno, te haré rodar y… -¡No me asustes! ¡Y pedí detalles! No soy un comediante de reacción cuya arma es una respuesta elocuente. ¡Si te digo que pares, tienes que parar de una vez! Tch. Este parecía ser otro rasgo de ser un Zashiki Warashi. Si la otra persona llegaba al punto de llorar, yo, naturalmente, frenaba. Mis reglas estaban configuradas para detenerme en la línea de lo que calificaba como "inocente". No tenía elección, así que fui al grano. Metí la mano en el pecho de mi kimono y saqué una consola portátil que se anunciaba por sus gráficos. [[Image: Zashiki_v04_057.jpg|right|400px]] -Shinobu dijo que era muy mala en este juego de caza. No quiero que me odie, así que ayúdame a practicar. -Me sorprende mucho ver a un youkai de un dibujo del periodo Edo sosteniendo una consola portátil. El juego consistía en humanos armados que destruían máquinas gigantescas fuera de control y les quitaban las piezas que no usaban. Era famoso por el anuncio en video en línea, donde el equipo de desarrollo discutía sobre la importancia de la clasificación porque no había sangre real. Parecía que Hayabusa también tenía una de esas consolas. A pesar de estar a menos de un metro de distancia, no apartamos la vista de nuestras pantallas. Mientras presionaba los botones, hablé: -Hayabusa. -¿Qué? -Me interesa muchísimo la escritura que llena esa pizarra blanca y las innumerables flechas que la conectan. -¿¡Mgh!? S-simplemente ignóralo. -¿Estás escribiendo toda la información de un 'caso' y conectándola? ¿Quieres ser detective de un drama policial o algo así? -¡¡Te dije que lo ignoraras!! ¡Si sigues destrozándome el corazón, cancelaré esta misión para quitarle las alas a Giga Gordon! ¡Presionaré el botón de inicio y seleccionaré 'rendirme'! -Si haces eso, espero que estés preparado para una tormenta en la mesa esta noche. En cuanto mencione el término "cuñada", se abrirán las puertas del infierno. Ese supuesto Cassis Naranja tuyo proviene de una receta que tu cuñada inventó para evitar beber estando embarazada, ¿no? -¡Idiota! ¿Cuánto tiempo vas a seguir con eso? ¡Y todo está en tu cabeza! -La verdad no es lo que importa. Lo que importa es a quién le creerán. -¡Eres tan horrible como alguien que hace falsas acusaciones de abuso! Por cierto, la pizarra tenía escrito lo siguiente: "ganarse la confianza", "un nombre famoso", "la información falsa no es un delito", "muy pocas víctimas", "¿alguna otra regla para limitar los objetivos?", etc. Eso no era suficiente para ver qué perseguían Hayabusa (y la guapa presidenta del consejo estudiantil de su instituto). Por otra parte, era una investigación amateur, así que puede que ellos tampoco lo supieran. -De verdad te gusta hacer cosas sin recibir nada a cambio, ¿verdad? -¡Algún día conseguiré algo! Es solo que la probabilidad de conseguir las alas de Giga Gordon es del 2%. ¡En el peor de los casos, tendremos que luchar contra este mismo enemigo poderoso 50 veces! -No creo que así funcione la probabilidad. Además, hablaba de tu investigación sobre el crimen organizado usando Paquetes. -No me meto porque quiera. -¿En serio lo crees? -Mi compañera de último año no para de decirme cosas que no quiero oír. Y sabe que no puedo fingir que no lo veo una vez que lo sepa. -¿Te has enamorado de ella? -N-no le preguntes eso a un adolescente tan bruscamente. -¿En serio? Resolver estos asuntos no te quitará la etiqueta de delincuente, así que no entiendo por qué quieres ponerte en peligro por quienes te la pusieron. -No tengo opción. Al parecer, la policía ha postergado los delitos relacionados con youkai y a veces oigo hablar de gente de mi escuela involucrada. Parecía molesto, pero por la situación más que por lo que había dicho. -Y esta vez, ha salido el término 'tráfico de órganos'. No puedo pasarlo por alto. ===Parte 7=== Al caer la noche, salí del garaje improvisado y regresé a casa. Parecía que la cena estaba lista, pero Shinobu estaba formando una protesta individual tras entrar corriendo a la cocina. -¡Abuela, haz también un filete Salisbury! ¡Aún tienes tiempo! -Lo siento, Shinobu, pero tengo problemas con las recetas escritas horizontalmente. -¡No puedes rendirte antes de intentarlo! ¡Te ayudaré, así que intentémoslo! Era evidente que estaba molestando a su abuela, así que me acerqué sigilosamente por detrás, le pasé las manos por debajo de los brazos y levanté su pequeño cuerpo como si fuera una carretilla elevadora. Incluso hice los efectos de sonido. -¡Piiiiiiiiiiip! ¡Biiiiiiiiiiiip! -¡Ah! ¡Para! ¿Qué estás haciendo? -¡Quitando a cierto niño del camino! ¡Piiiiiiiiiiiiiiiiiip! -¡Ahhhh! ¡Pero las ambiciones del Imperio del Filete Salisbury! Lo siento, Shinobu, pero el filete Salisbury no combina bien con nikujaga y salmón. Lo llevé a la sala de estar occidental justo a tiempo para que su madre asomara la cabeza. -La cena tardará un poco más, ¿puedes bañar a Shinobu? -Ya la oíste. -¡Pero me muero de hambre! ¡No puedo concentrarme en un baño sin filete Salisbury! A pesar de sus protestas, corrió a su habitación en cuanto lo bajé. Probablemente estaba cogiendo su set de baño. Me dirigí al altar para preparar el yukata con el que dormiría. En ese momento, Shinobu corrió hacia mí. -¡Date prisa, Yukari! ¡El baño te espera! -Veo que estás tan bien equipado como siempre. Su lavabo tenía un patito de goma, un submarino y un aro de alambre para hacer burbujas. También sostenía unas gafas y un flotador alrededor del estómago. Era evidente que tenía una idea fundamentalmente errónea de para qué servía un baño. -¿De qué hablas? ¡No sería tan divertido sin un montón de juguetes! -Vale, vale. …Bueno, pues. Me falta mi obi de repuesto. Seguiré buscando, así que ve al vestuario. -¡Date prisa! Sus pasos resonaron al salir del altar a toda velocidad. Pronto encontré un obi de un color que combinaba con mi yukata y seguí tras él. Sin embargo, no estaba en el vestuario. Recibí el siguiente testimonio de su madre: -¿Shinobu? Se fue al baño con mi suegro hace un rato. -Shinobu. ¡Shinobuoooooobuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!! -¡N-no! No importa quién esté ahí. ¡Aún puedo unirme a ellos! -De verdad que no deberías. Me preocupa la presión del viejo. Terminé lanzándome de cabeza al kotatsu y enfurruñándome hasta que Shinobu, recién bañado, salió del vestuario en pijama. Abrió los ojos de par en par al notar mi ocupación ilegal del kotatsu. -Estás jugando a la base secreta. -Shinobu. No pienso hablar con niños pequeños que no cumplen sus promesas. -¡Wahh! ¡Estarías a salvo en un terremoto estando así! ¡Déjame entrar, déjame entrar! -¡Ay, ay! ¡No hay suficiente espacio! ¡Tu talón está clavado en mi plexo solar! Salí del kotatsu como un oso expulsado de su cueva tras perder una pelea. Uuh… Ni siquiera puedo enfurruñarme en paz. La madre de Shinobu esbozó una sonrisa amarga. -A diferencia de los youkai, los humanos no se dejan influenciar tanto por las obligaciones ni los rencores. Solo tienes que mantenerte constructiva y positiva haciendo otra promesa. ¿Qué tal dormir en el mismo futón esta noche? Mh. Era cierto que tumbarme en el suelo de la sala se sentiría demasiado vacío. No ganaba nada con seguir enfurruñada y lo hecho, hecho está, así que decidí darme un baño. Al abrir la puerta del vestuario, oí que Shinobu se movía. Estaba hablando con otro youkai que había llegado como invitado sorpresa a nuestra "posada". -''¡Soy un Tsuchigumo! No sigo las reglas de los humanos, así que trasnochar me parece bien. ¡La gente dice que soy desobediente porque soy un delincuente<ref>Los Tsuchigumo, o por su traducción Arañas de tierra, son youkai con forma de araña grande, que comen gente, aunque el termino también era usado como insulto hacia aquellos que no estaban sometidos al emperador.</ref>!'' -Me da igual, pero ven conmigo. Ir al baño por la noche da miedo, así que puedes llevarme hasta la puerta del baño. -''Claro. Los delincuentes son buenos con los niños pequeños y con los gatos abandonados los días de lluvia, ¡así que déjamelo a mí!'' Estaba hablando con una araña de varios metros de diámetro, pero como era un Youkai, no le tenía ni el más mínimo miedo. Claro que los niños de su edad también podrían atrapar un bicho normal. Me hizo preguntarme qué edad tendrían que tener los humanos para empezar a tenerles miedo a los bichos. Lo pensé un rato, pasé media hora en el baño, me puse el yukata y salí del vestuario. Shinobu ya se había marchado. Recibí el testimonio de un testigo. -¿Shinobu? Cenó, se cepilló los dientes y luego… ¿qué hizo? Ah, sí, sí. Se acostó con ese Tsuchigumo. -… ¡¡¡¡¡Shinoooooooooobuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!! ===Parte 8=== -[¡Belleza! Hoy les presento una bebida que recomiendo totalmente. La llamo la bebida que te cambia la piel por completo en cinco años. Si beber esto no te hace saludable, ¡deberías renunciar a la vida! Ahora bien, los verdaderos ingredientes son…] Un hombre travesti de mediana edad con el pelo teñido de colores brillantes (no era transexual y simplemente lo consideraba una opción de moda masculina) se meneaba mientras gritaba algo en la televisión. Sin embargo, ninguno de los adultos en la sala de estar lo estaba viendo. La elaboración de sake había sido la ocupación de la familia Jinnai durante generaciones, y 50.000 yenes por taza resumían su habilidad. Claro que juzgar a un artesano solo por su valor monetario los enfurecía. En nombre de la investigación de productos, la casa se llenaba de alcohol casi todas las noches. Y no daban señales de limitarse al sake japonés. -Si no tienes la mente lo suficientemente abierta como para reconocer honestamente lo que hacen bien tus rivales, no puedes con el mundo. ¡Agh! ¡Este vino es todo burbujas! ¿Qué combina bien con el vino Shaoxing? La comida china me parece demasiado fuerte. Para decirlo sin rodeos, esta era una familia que necesitaba hígados fuertes. Parecía que la línea Jinnai siempre había sido capaz de manejar el alcohol, y a cualquier mujer que se casara con un miembro de una familia de productores de sake le tendría que gustar el alcohol. Esto creó una familia selectivamente criada para tener hígados fuertes gracias al mendelismo<ref>Siglos atrás, un botánico de apellido Mendel realizo experimentos y observaciones en la cria selectiva de granos y consideró que podría hacerse lo mismo con humanos a lo largo del tiempo. Por favor, no relacionar con el Mendel de la segunda guerra mundial.</ref>. En cualquier caso, todos estaban ebrios, así que hice la pregunta obvia: -Eh, ¿por qué estoy aquí? -Tu corazón iba por mal camino después de que Shinobu te dejara. ¡Es el momento perfecto para beber y olvidarlo todo! -Soy un Youkai al que no pueden matar ni aunque me apuñalen o me disparen, así que es absurdo pensar que me emborracharía. Técnicamente ni siquiera necesito comer. Solo lo hago si me apetece. -Tranquila. Sé que quieres reprimir tus emociones cuando estás deprimida, ¡pero no puedes! ¡No puedes, no puedes, no puedes! Es mejor dejarlas salir cuanto antes. ¡Reprimirlas solo permite que se acumulen! ¡Olvídate de la lógica y bebe un buen trago! -Hahhh. En realidad no importaba. Podía tragar cianuro o acónito sin problema, así que decidí beber un poco e irme en cuanto los demás se desplomaran. … ………… … -Hic. ¿Eh? ¿Por qué el mundo está tan revuelto aunque soy un Youkai? -¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¡Es el poder mágico del sake! ¡Nada es imposible y puedes olvidar todo lo desagradable! Esto no estaba bien. Ni siquiera estaba segura de cuánto tiempo había pasado, así que intenté mirar el reloj de la pared. ¿Qué? No puedo leer esto. Está todo derretido como el cuadro de ese tipo. El mero hecho de no recordar el nombre de un artista tan famoso demostraba lo bajo que había caído. -Ah, ya entiendo. Los youkai se centran más en las leyes mentales que en las físicas, así que el efecto placebo nos funciona de maravilla. Si creo que me estoy emborrachando, lo haré. Ahora que lo pienso, ¿no incluía el proceso antiyoukai de Hyakki Yakou la investigación de métodos de engaño que usaban ilusiones ópticas y suposiciones incorrectas? -¿Qué? ¿Aún puedes pensar con lógica sobre esto? ¡Entonces necesitas otra copa! ¡Sigue bebiendo! -Oh, en serio. Ya ni me importa que Shinobu me deje plantada. -¡Nya, ja, ja, ja, ja! Las dos mujeres se rieron como idiotas. El padre, el abuelo y la abuela de Shinobu también estaban allí. Su abuela simplemente sonrió mientras bebía sake a un ritmo rápido, pero los hombres parecían incapaces de seguir nuestro entusiasmo. En resumen, estaban un poco perturbados por nosotras. Y eso no me sentó bien. Me levanté lentamente y me acerqué al padre de Shinobu, que estaba cubierto de músculos y tenía un puño que excedía los límites de la humanidad. ¿Eh? ¿No suelo verlo como el señor del miedo y ni siquiera puedo mirarlo a los ojos? -¡Oye, musculoso! ¿Qué pasa con esa cara de gruñón? ¡Se supone que beber es divertido! ¡A por ello! ¡Y esa expresión ambigua está prohibida! -No sirve de nada. Solo tiene la mirada gruñona de una máquina de matar con gafas de sol del futuro porque es tímido y no sabe cómo comportarse con las mujeres☆ En nuestra primera cita, lo encontré parado en el punto de encuentro con una mirada que me hizo sospechar que en realidad me había invitado a una pelea. -Ahora que lo pienso, ¿por qué siempre llevas esas camisetas ajustadas? ¿Mm? ¿Tienes algún problema? ¡Dilo alto! ¡Ahora que Shinobu me ha dejado, no le tengo miedo a nada! -¡Hya hya hya hya hya hya! -¡Gwa ja ja ja ja! Ahhh. Tengo la sensación de que estoy diciendo un montón de cosas que causarán problemas más adelante, pero no puedo pensar con claridad. ===Parte 9=== -Oh, Tengu. ¿Has oído hablar de________? -Solo son rumores. Pero solo escuchar el nombre me da asco. Definitivamente, desmiente la definición general de_____________. No es frecuente ver una versión tan especializada en matar y nada más. -Ha aparecido. -Esto va a ser duro. Muchos ____________ van a morir de nuevo. -Pero no es que podamos hacer nada al respecto. Existe como un ser que se ha liberado de la simple jerarquía del poder. -El Aburatori, ¿eh? ===Parte 10=== A la mañana siguiente del 25 de marzo, mi palma voló instintivamente hacia el despertador y un extraño escalofrío me recorrió el brazo al levantarse del futón. ¡Hace frío! ¿Y cuándo y dónde me quedé dormida anoche? Las persianas estaban completamente cerradas, lo que impedía la entrada de luz solar y dejaba la zona casi a oscuras. Eso dificultaba aún más comprender la situación. Una voz femenina se coló en mi oído desde muy cerca. De hecho, estaba en el mismo futón. -Je, je, je. Esta es la habitación de un matrimonio, ¿sabes? Eres bastante agresiva al meterte entre una pareja tan joven. -¡Ah! De repente, me preocupé mucho por las lagunas en mi memoria, pero la situación no tardó en recuperarme de esa confusión. -Yukari, ¿estás aquí? ¡Es increíble! ¡Es increíble afuera! -¿…? Shinobu entró en la habitación en penumbra y me llevó un rato comprender por qué estaba tan emocionado. Fueron sus siguientes palabras las que me dieron la pista. -¡Está nevando! ¡Todo está blanco afuera! -¡¡¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!! Me agarré al futón con todas mis fuerzas para defenderme. Shinobu era de los que salían a correr por el patio en lugar de acurrucarse en el kotatsu. Si tuviera que supervisar sus juegos, tendría que estar a la intemperie, bajo cero, de una ventisca matutina. Su madre pareció darse cuenta de mi reticencia, ya que le habló a su hijo, emocionado. -Shinobu, si quieres jugar afuera, asegúrate de desayunar primero. -¡Uf... Pero mira! Ya verás si abro la ventana. ¡Es increíble ahí fuera! -¿¡Friooooooooooooooooo!? -¿¡Friiiiiiiiiiiiiiiiiioooooooooo!? Las acciones de Shinobu convirtieron toda la habitación en un refrigerador gigante y la traidora me echó del futón como sacrificio. -¡Shinobu, ve a jugar con el Zashiki Warashi! ¡Seguro que te encantaría hacer un muñeco de nieve! -¡Un muñeco de nieve... ¡Vamos, Yukari! -¡¡No!! ¡Por favor, no! ¡Hace un frío glacial por todas partes! ¡Solo caminar por el pasillo de madera me causa dolor en la planta de los pies! ¿¡Qué me va a pasar afuera!? Mis súplicas desesperadas cayeron en oídos sordos. La magia de la nieve hizo que los ojos de Shinobu brillaran de forma inquietante mientras me arrastraba hacia el paisaje nevado, descalza y vestida solo con un yukata. -¡B-brr! ¿¡Brrrrrrr!? -¡¡Guau! ¡Ni siquiera puedo ver el suelo! ¡¡Todo está blanco!! Estaba completamente equipado con una chaqueta de plumas, mitones, botas altas y un gorro de lana, pero yo estaba recibiendo suficiente daño como para darme un infarto si no fuera un Youkai. -¡Mamá dijo que hiciéramos un muñeco de nieve! ¡Nos lo recomendó, así que tenemos que hacerlo! -¡N-n-n-no puedo! ¡No hay manera de que pueda agarrar la nieve con las manos! Se me van a caer los dedos. ¿Estás seguro de que esto es agua? ¡Parece más bien nitrógeno líquido! ¡Hace tanto frío! -Si no te das prisa, la nieve te cubrirá y te convertirás en un muñeco de nieve. No morir no siempre es bueno. Mientras mi mente se llenaba de lo que parecía una frase del ensayo de un especialista en cuidados terminales, me resigné a formar la bola de nieve para que se convirtiera en el núcleo y luego rodarla. Ni siquiera recuerdo qué grité en ese momento. Mis recuerdos se desvanecieron por una razón completamente diferente a la del sake de la noche anterior. -¿¡A-ah!? ¡Afha! ¡Shinobu, seguro que es suficiente! ¡Hicimos un muñeco de nieve maravilloso, ¿verdad?! ¡Por favor, suéltame! Por suerte, su madre llegó para decirnos que el desayuno estaba listo. Sin embargo, la odié por llevar un abrigo de piel gigante. El interés de Shinobu se centró en la comida y me permitieron volver a la casa con techo de paja. -¡Me estoy congelando! ¡Tengo el pelo literalmente congelado! -He calentado un baño, así que te sugiero que te des uno antes de comer. Quería decirle que debería haber llamado a Shinobu antes si hubiera tenido tiempo, pero seguir discutiendo me habría dejado paralizada como un pez, aunque no me hubiera matado. Pero en cuanto entré en la bañera y empecé a meter una pierna, la ventana se abrió de golpe. La bañera se transformó rápidamente en una nevera. -¡Es increíble, Yukari! ¡Papá está haciendo algo increíble! -¿¡Byaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!? Shinobu supuestamente había ido a la sala, pero salió directamente al patio trasero para atacar por sorpresa desde afuera. Señalaba hacia un extremo del patio una y otra vez. -¡Ha tirado un montón de nieve del techo y ha formado una montaña blanca! ¡Es un aluvión de nieve! ¡Es increíble! E-ese maldito hombre es nuestro enemigo. ¡Es enemigo de todos los Youkaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaai! Estaba desnuda y temblando, pero pronto me di cuenta de que Shinobu había desaparecido por la ventana y oí pasos dando vueltas. ¡Oh, no! ¡Se acerca al vestuario! Corrí frenéticamente al vestuario y agarré mi yukata con desesperación. Antes de que pudiera ponérmelo, el chico irrumpió en la habitación. -¡Rápido! ¡Rápido, Yukari! -¿…? Había logrado evitar que me tiraran desnuda a la nieve, pero mis defensas no eran mucho mejores. Diez minutos después, regresé a casa temblando como un cervatillo recién nacido. -A-aprendí algo nuevo hoy. Calentarse antes de que te tiren al frío lo empeora aún más. Fue entonces cuando sonó el timbre. Ya nadie podía detener a Shinobu. A su edad, los niños solían pensar solo en comida cuando tenían la más mínima hambre, pero la nieve del exterior parecía estimular su mente más que el desayuno. Corrió por el pasillo y habló en voz alta desde la entrada. -¡Oh, es el abuelo de Nagisa! -Así es. ¿Eres tú el chico que ha estado corrompiendo a mi nieta? Dudaba que los niños de esa edad se metieran en problemas de ese tipo, pero puede que intentara pintarse los labios de su madre o algo así. No tenía energía para arreglarme el yukata y caminar hasta la entrada, así que me quedé tirado en el suelo escuchando. -¿Qué haces aquí? -Estoy usando mi camioneta para revisar todas las casas que probablemente tengan dificultades para quitar la nieve del techo. Estoy reuniendo a todos los jóvenes para que ayuden, pero supongo que en la Cervecería Jinnai hay suficientes jóvenes para hacerlo ellos solos. -¿Jóvenes? ¿Y Nagisa está aquí? -No quería traerla conmigo, pero no podía dejarla caminar por más de un metro de nieve solo con el San Bernardo... ¿Eh? Oye, viejo. Estoy aquí con unos voluntarios. Nos encargaremos del techo y de la carretera frente a la casa, así que haz que tu hijo cuide de Nagisa. Oí pasos que se alejaban, así que supuse que Shinobu había vuelto a jugar en la nieve. Le deseé lo mejor mientras lo hacía tan lejos de mí. Sin embargo, su madre llegó pronto con una bandeja de comida. -Perdona, pero ¿puedes llevarle esto a Shinobu? Seguro que ahora está concentrado en la nieve, pero no quiero que se salte el desayuno. -¿Por qué yo? -Si lo hiciera, acabaría dándole la lata y diciéndole que comiera. No quiero arruinarle la diversión mientras Nagisa-chan esté aquí. -¿Y la verdadera razón? -No quiero salir con frío. Voy a pasarme el día acurrucado en el kotatsu. Noté que la bandeja contenía algunos bocadillos en platos pequeños, además de la comida de Shinobu. Supuse que serían para Nagisa. -Si están haciendo una guerra de bolas de nieve, dudo que quieran comer. -Esos dos no lo harían. He oído que ya hicieron un muñeco de nieve y que probablemente jugará a las casitas ahora que Nagisa-chan está aquí. ¿Qué tal si le ponemos comida de verdad☆? Le pedí prestado un impermeable a la abuela de Shinobu y salí con escepticismo. Pero para mi sorpresa, Shinobu y Nagisa estaban jugando a las casitas en un iglú de nieve en el amplio patio. Dudaba que pudieran hacer un iglú tan bonito, así que la gente que se había reunido para quitar la nieve probablemente lo había hecho para ellos. Probablemente para que la casa pareciera más realista, el iglú tenía un pequeño televisor de baño impermeable dentro. -[¡Ha llegado una traducción japonesa de 'Filósofos Inocentes: 100 Preguntas de Niños que Dejaron Perplejos a Senadores'! Lo más asombroso del libro es…] Sin embargo, los niños ignoraban el televisor. -¡Bienvenidos! El lenguado de hoy está barato. -Shinobu-chan, esta es nuestra casa, así que no hablamos así de la comida. Nagisa quería un hogar tradicional, mientras que Shinobu improvisaba cada vez más cosas poco convencionales. Parecía preferir la aventura a la estabilidad. El tema del atuendo de hoy de Nagisa parecía ser un muñeco de nieve, ya que estaba cubierta de pies a cabeza con una suave lana blanca. -Shinobu-chan, tú eres el papá, así que cuida de la bebé. Asegúrate de que duerma bien para que no llore por la noche. -Pero esos días de paz no durarían mucho para Máscara de Insecto, quien protege en secreto la paz del mundo. ¡Babum! ¡Es el FBI! -¡Huye, cariño! Espera. ¿Qué has hecho, Shinobu-chan? Shinobu empezó a agitar las extremidades y casi sin querer destruyó el iglú, así que lo interrumpí con la bandeja de comida. -¡Wow! ¿Desayunas pan en tu casa? -Cuando lo hace la abuela, es arroz, pero cuando lo hace mamá, es pan. Shinobu sacó las coloridas brochetas que le recomendó Bella y las clavó en las verduras. -¿Tú también haces esto, Nagisa? -Yo sí. E incluso estoy bajando de peso poco a poco. Al pensarlo, me di cuenta de que ese método de dieta solo funcionaba si eras tú quien decidía el menú. -¿Tomas leche, Shinobu-chan? -A los adultos les encanta cuando lo hago. Los dos se pusieron a comer, pero también tenían "comida" hecha con bolas de nieve junto a ellos. Sin mi intervención, podrían haber comido nieve indefinidamente. Puede que la madre de Shinobu me haya pedido que lo detuviera a propósito. -¿Eh? Mientes. No hay manera de que puedas hacer eso. ¡Eres un pez puercoespín, Nagisa! -N-no miento. Y son mil agujas. Empezaron a discutir, ignorando la consideración de los adultos. Me costó unirme porque la conversación se descontroló, pero de alguna manera logré captar el tema general. -¿Hablan de gambas fritas? Shinobu y Nagisa me miraron. -Nagisa dice que puedes comer colas de gamba fritas, pero de ninguna manera puedes comer esa cosa que parece de plástico. -T-puedes comerlo. Simplemente no en tu casa. Puedes comer camarones fritos de la cabeza a la cola. Shinobu ladeó la cabeza, confundido. -Pero los camarones fritos no tienen cabeza. -¡Sí que la tienen! ¡Son camarones! ¿Cómo nadarían en el océano sin cabeza? -Ja, ja. No sabes nada, Nagisa. Los camarones fritos no nadan en el océano. Su exterior frito se mojaría. -¿E-entonces dónde crees que viven? -Bueno… Su exterior es crujiente, así que… -No puede ser en tierra. Se les llenaría de barro por fuera. -El cielo. -¡No vuelan! ¡Las gambas fritas no vuelan! ===Parte 11=== Después de limpiar los tejados de la casa Jinnai y la vecina, el abuelo de Nagisa y los jóvenes que lo acompañaban se dirigieron a otra zona. Eso significaba despedirse de Nagisa. Gracias a la afición de la madre de Shinobu por la comida occidental, almorzamos gambas fritas. Shinobu intentó comerse la cola y dio otro paso hacia la edad adulta. Así es. Podías comerte las colas. Oía un programa de entrevistas vespertino en la tele. -[¿Eh? Mi recomendación es… Ah, ya sé. Elegiré ‘Técnicas de gestión financiera de diez años que no puedes permitirte ignorar’. Lo mejor de este libro es…] -[Ese es un libro de negocios que escribiste! ¡No empieces a promocionarlo así!] Después de terminar de almorzar, Shinobu habló con su abuela, que estaba planchando la ropa. -Mira, abuela. Doblé la camisa. -¡Qué maravilla! -Yo también sé doblar pantalones. -Eres muy hábil con las manos, Shinobu. Con una sonrisa en el rostro, la anciana aprovechó el instante en que Shinobu no miraba para doblar la ropa a toda velocidad. Había perfeccionado el estilo de elogiar a las personas para ayudarlas a crecer. Una vez que terminó de planchar, Shinobu volvió a hablar. -Ya que terminé de ayudar, ¿me contarías un secreto de la familia Jinnai? -De acuerdo. ¿Sabías que esta casa tiene escalera? -¿Hm? Pero es una casa de una sola planta, así que no tiene escaleras. -Pero sí las tiene. Hay una pequeña puerta en algún lugar que da a una escalera corta y estrecha. Ah, ¿se refiere a las escaleras del ático? Shinobu fue a buscar una bolsa con un botiquín de primeros auxilios y artículos de emergencia. Sacó la linterna y el casco y volvió corriendo. -¡Yukari, vamos a buscar un tesoro enterrado! La historia parecía haber crecido en su cabeza, pero con la emoción que sentía, no se echaba una siesta hasta comprobarlo. Apretó y aflojó un manojo de cuerda que no sabía cómo usar y su madre lo llamó. Sostenía hábilmente una bandeja de té helado y galletas en una mano. -Shiiinobuuu. ¿Llevarías esto a la sala japonesa? -¡Estoy buscando el tesoro enterrado ahora mismo! -Solo te perderás si intentas eso sin un mapa, y no te daré un mapa de la casa a menos que me ayudes. -¡Rayos! -Maldijo Shinobu mientras tomaba la bandeja. Mientras lo veía tambalearse por el pasillo, le hice una pregunta a su madre. -¿Alguien viene de visita otra vez? -Sí, y con este día nevado, nada menos. Parece ser amiga de Hayabusa-kun. Je, je, je. Y es bastante elegante, si quieres saber mi opinión. -¿Elegante, dices? Solo se me ocurría una candidata para amiga "elegante" de Hayabusa. Claro que solo había una chica humana capaz de tener una conversación como Dios manda con ese chico de aspecto feroz. Como siempre, cogí un trapo y limpié el té helado que Shinobu había derramado camino a la sala. Dentro, una chica con uniforme de marinera de instituto estaba sentada tranquilamente a la mesa de té. Se llamaba Atou Minori. Llevaba el pelo negro recogido en la nuca con una horquilla y sus enormes pechos desentonaban terriblemente con el uniforme escolar. Las piernas que se extendían bajo la minifalda y su postura excesivamente informal resultaban bastante seductoras. Estaba envuelta en un aura que anunciaba que cada parte de su cuerpo era de primera calidad. -Aquí tienes. Es té negro. -¿Hm? Oh, disculpa. Eres el hermano de Hayabusa-kun… no, sobrino, ¿verdad? ¿Qué tal si jugamos a un juego? Con las galletas apiladas así, tenemos que sacarlas una a una sin que se derrumben. Esbozó una sonrisa amistosa, pero Shinobu parecía preocupado. -Cuando hay invitados, no debo jugar. -¿Eh? Ah… Es cierto, pero duele un poco que te traten como a un completo desconocido. Por cierto, Shinobu no se mostró tan tímido con los youkai que entraban en la casa sin permiso. Parecía que éramos seres tan distantes que no veía la necesidad de preocuparse. Hayabusa entró entonces en la sala con una libreta en la mano. -Disculpa la espera… ¿Por qué agachas la cabeza así? -La impresión de un ligero rechazo me impactó mucho. ¿Puedo irme a casa por hoy? -¿Qué es esto? ¿Eres una completa idiota o algo así? Tras completar su tarea, Shinobu parecía no tener nada en mente excepto el mapa del tesoro que su madre le iba a dar. Sin embargo, la hermosa presidenta del consejo estudiantil (ja) parecía interesada en el casco que llevaba. -Una pregunta rápida. ¿Qué es eso? -¡Estoy explorando el ático! El viaje al cofre del tesoro secreto es duro y peligroso. Será una aventura peligrosa. -Kh. ¿Por qué todo lo que dices tiene que despertar mi interés? -Atou-san. Ese breve comentario bastó para que Atou Minori se enderezara a regañadientes. Mientras tanto, agarré la mano del curioso Shinobu y lo llevé de vuelta a la sala de estar occidental. Recibimos un plano de la casa dibujado a mano y nos dirigimos a una puerta corredera en una esquina del pasillo que no llevaba a ninguna parte. Dentro había una escalera empinada que casi parecía una escalera de mano. -Es una escalera de subida. -Sí, lo es. -¡Guau, Yukari! ¡El mapa del tesoro es real! -Eso parece. Lo seguí por las escaleras hasta el ático. Al ser un ático, el techo era bajo y no era plano como en una habitación normal. Seguía la forma del tejado de paja y se elevaba en un ángulo agudo en el centro. A cambio, se extendía bastante hacia los lados. Era una casa grande, así que debería haber sido obvio que quitar las paredes interiores crearía un espacio más amplio. Hacía un calor sorprendente, pero supuse que se debía a que el calor de la casa se desplazaba hacia arriba. -E-está oscuro... ¡pero no voy a perder! ¡Esto no es nada comparado con ir al baño por la noche! Mientras se animaba a sí mismo, Shinobu continuó adentrándose. Parecía no haberse dado cuenta de que había bombillas desnudas colgando aquí y allá y que podía iluminar la zona con solo pulsar un interruptor. La oscuridad acechaba en ese espacio. Lugares como este me recordaban a la organización Hyakki Yakou que una vez me tuvo prisionera, pero este lugar no tenía ninguna conexión con ese sombrío pasado. Originalmente había sido una gran habitación donde dormían los sirvientes. La casa Jinnai era famosa por su cálida recepción, así que dudaba que estuviera llena de ese extraño tipo de rencor que hacía agua la boca a los espirituales. -[¡Ksshh! ¡Kssshhhhh! 'Elecciones de ingredientes que acortarán tu vida' empieza el jueves a las siete. Esta semana, analizaremos a fondo las partes peligrosas del pescado que suelen considerarse más saludables que la carne de cerdo o de res.] -¡Wahh! ¿Q-qué fue eso? Acabo de oír una voz. ¿Hay alguien ahí? -Shinobu, tu linterna de emergencia tiene radio. Probablemente le diste al interruptor. Tras mi comentario exasperado, me di cuenta de repente. -¿Hm? -Como las luces estaban apagadas, podía vislumbrar la luz de la casa a través de los huecos del suelo. Miré hacia abajo y vi la sala de estar japonesa de antes. Hayabusa y Minori hablaban con la mesa de té y el cuaderno entre ellos. -Como dije antes, ese método significaría demasiadas víctimas. Un delito como el tráfico de órganos es tan grave, que querrían mantenerlo en secreto. Debe haber algo más que desconocemos. -Pero si un vendedor sospechoso viniera a la sociedad cerrada de una Villa Intelectual, nadie caería en la trampa. Usar la televisión sería el mejor método. -No me entiendes. No niego del todo tu teoría de la celebridad. Intento decir que hay algo más. Algo que evitaría que apareciera algo incluso si la policía registrara la casa de la celebridad. Hay algo que me llamó la atención relacionado con eso. -¿Te refieres a la tienda online? Pensé que también sería el mejor lugar. La linterna se giró hacia mí. Me cegó un poco y la voz emocionada de Shinobu me llegó. -¡Mira, mira, Yukari! ¡Esto es increíble! -¿Qué pasa, Shinobu? -Encontré el cofre del tesoro. ¡Y tenía una mochila dentro! ¡Una nueva! ¡Esta es la mochila legendaria que solo los niños de primaria pueden usar! Su abuela probablemente había preparado todo esto antes de empezar a planchar. Pero a pesar de ese pensamiento reconfortante, no podía concentrarme. Algo más me llamó la atención. Las voces que salían de los pequeños huecos en las tablas del suelo me dieron un mal presentimiento. -El famoso lo anuncia en la tele y los clientes compran los productos oficiales en la tienda online. Es lo habitual. -Pero si pudieras crear una página web lo suficientemente similar a la oficial como para atraer a algunos de esos clientes, comprarían un producto completamente diferente pensando que están comprando lo que recomienda la famosa. -Además, el famoso de la televisión no sabría de la existencia de la otra página web. No tendría ninguna conexión con su negocio, así que ni siquiera sabría que está involucrando a sus fans en un delito. -Los verdaderos criminales no tienen ninguna conexión con la celebridad, así que no importa si la policía registra su casa. Así es como los criminales usan una transmisión nacional para su crimen. Shinobu me miró con la mirada perdida. Las voces debían de estar llegando a él, pero puede que le sonaran como noticias de un país lejano. -Hayabusa-kun, repasemos el Youkai que se está usando aquí. -El Aburatori. Se originó en la región de Tohoku, pero a diferencia de otros Youkai, no apareció hasta el periodo Meiji. Eso lo convierte en un recién llegado. Sin embargo, sus características lo hacen lo suficientemente peligroso como para abrumar incluso a otros Youkai. ¿No es así? -Es un Youkai que se disfraza de granjero y se cuela entre los demás aldeanos que trabajan en las granjas. Sin embargo, nadie ha visto su verdadera forma. De la nada, ya se ha colado, ha secuestrado a un niño, lo ha atravesado con una brocheta gruesa para cocinar pescado y lo ha asado al fuego. -Se supone que su objetivo es el aceite de los órganos del niño, pero se desconoce por qué mata a los niños para obtenerlo. -Es un Youkai sin las moralejas presentes en la mayoría de las historias de fantasmas japonesas. Su historia no enseña a volver a casa antes de que oscurezca, o a no nadar en el río, ni nada por el estilo. El Youkai simplemente aparece, secuestra y mata. Esto es un producto negativo de tiempos más modernos, cuando se ha perdido la tradición del miedo, pero es un problema cuando la gente empieza a difundir un miedo sin remedio. Sentí que me daba vueltas la cabeza. Sentí que había pasado por alto algo terrible y que solo lo notaba ahora que su fatal desenlace se estaba manifestando. Una celebridad. Una tienda en línea. Un youkai que mata niños. Dietas. Tráfico de órganos. Brochetas de colores. Un método para perder peso. Aceite extraído de los órganos. Secuestro de niños y extracción de sus órganos. Un youkai que cometía asesinatos sin sentido. El Aburatori. Un paquete que usaba a ese horrible youkai. Giré la cabeza con los movimientos rígidos de una muñeca que necesita ser engrasada y lo miré. Su supuesta dieta le había reducido visualmente el peso, pero la verdadera razón estaba en otra parte. Con la ligereza de una marioneta a la que le cortan los hilos, Jinnai Shinobu se desplomó en el suelo. La mochila dentro del "cofre del tesoro" salió rodando. Ni siquiera pude gritar. Usé mis manos temblorosas para ponerlo boca arriba y, vacilante, toqué su vientre por encima de la ropa. En ese momento, casi me desmayo. Como si tocara una fina película de goma, las yemas de mis finos dedos se hundieron cada vez más. Era como si los órganos que debían estar allí hubieran desaparecido. ===Parte 12=== Perdí la noción del paso del tiempo. Lo siguiente que supe fue que estaba en la habitación de Shinobu y él dormía en el futón. Era de noche afuera y oía a alguien hablando desde algún lugar. Mientras escuchaba distraídamente, finalmente me di cuenta de que era la voz de Jinnai Hayabusa. Así de mal estaba mi capacidad para comprender la situación. -El Aburatori es un Youkai que secuestra niños y les extrae el aceite de los órganos. Estamos persiguiendo a un grupo de tráfico de órganos que usa esa habilidad para robar órganos sin que nadie lo sepa. Más específicamente, extrae órganos a niños de diez años o menos para trasplantarlos. -… -El tráfico de órganos parece eliminarse de forma natural mediante la ingeniería de tejidos, pero con los niños pequeños, al parecer, la historia es distinta. Esta tecnología preserva el tejido sano antes de que se produzca la enfermedad y crea nuevos órganos cuando es necesario posteriormente. Un bebé que nace con una enfermedad incurable no puede proporcionar tejido sano, así que incluso si el tejido enfermo se utiliza para crear un nuevo órgano, existe el riesgo de que la enfermedad reaparezca. Por eso, incluso esa maravillosa nueva tecnología no es perfecta. -… -Y con los trasplantes normales, tienen que esperar su turno en una larga lista. Además, los niños muy pequeños no pueden usar órganos de adultos. El pulmón o el hígado se pueden reducir a un tamaño adecuado para el trasplante, pero según mi compañero de último año, eso también tiene un límite. Sin embargo, la probabilidad de recibir un trasplante de un niño con muerte cerebral es casi nula. …E incluso si la gente dudara en hacer el mal para salvar su propia vida, un padre estaría dispuesto a ensangrentarse las manos por sus hijos. Algún imbécil se está aprovechando de esos sentimientos para ganar dinero. -… -Shinobu usó las brochetas de colores que promocionaron en ese programa de dietas, ¿verdad? Pensé que parecía peligroso, pero parece que eres el objetivo del Aburatori si te pinchas el interior de la boca con ellas. En otras palabras, te quitan los órganos. No me había dado cuenta hasta hace poco. ¡Si hubiera estado seguro, se los habría quitado! -… -El Aburatori es un Youkai que mata sin que nadie se dé cuenta, así que ni siquiera los niños a los que les extraen los órganos en el Paquete de Tráfico de Órganos sienten dolor. Algo así como un emulador compensa lo que les robaron. Claro, eso no durará para siempre. Si eso fuera suficiente, a los niños que esperan su cirugía se les podrían emular los órganos. En otras palabras, los emuladores tienen un límite de tiempo. Una vez que eso llegue, Shinobu morirá. -… -La clave de todo esto son, por supuesto, las brochetas que usaba. Ese famoso que las promocionaba a tope en televisión y la tienda online donde las vende no tienen nada que ver con todo esto. Si investigamos en el otro sitio, encontraremos a la gente detrás de este Paquete. Una vez que lo hagamos… -Ya he oído suficiente. -Interrumpí en voz baja. Así es. No me interesaban las respuestas que buscaban los humanos. En resumen, un Paquete que robaba y vendía órganos infantiles sin que nadie lo supiera se había desatado en esta aldea. La celebridad afeminada de la televisión había anunciado una dieta de brochetas y los delincuentes habían creado una versión falsa de la página web oficial para atraer a algunos de sus clientes. Los clientes que accedían a la página web falsa y compraban las coloridas brochetas idénticas a las reales recibían artículos peligrosos que contenían el poder letal del Aburatori. A partir de ahí, era cuestión de probabilidades. Si un porcentaje de los usuarios se pinchaba la boca con las brochetas, se convertirían en objetivo y les extirparían los órganos en secreto. Así fue como los niños de la aldea, como Shinobu y Nagisa, se vieron involucrados. A medida que los niños continuaban con su despreocupada vida diaria, su situación se había vuelto realmente desesperada. Además, probablemente sabía quién era el tonto humano detrás de todo esto. La vida real no era una novela de misterio, así que la persona más sospechosa casi siempre era el criminal. En ese caso, solo había un posible candidato que había visto recientemente. Sabían mucho de programación y software, eran pesimistas, tenían muchas quejas sobre las Villas Intelectuales y era poco probable que les importara involucrar a los aldeanos. Pero no tenía tiempo de reunir pruebas y acusar al criminal. El tiempo límite de Shinobu llegaría mientras estuviera en eso. Podrían ser unas horas o solo media hora. No sabía los detalles, pero se había desplomado porque el emulador empezaba a fallar. Dudaba que me quedara mucho tiempo y tenía que acabar con todo antes de que se diera cuenta de que le habían extraído los órganos. -Yukari… Habló desde el futón, así que sonreí y mentí. -Estás resfriado. Jugar mucho en la nieve no es buena idea. -Mmm. No supe si era un sí o una mueca de dolor. -Tengo que pedirle disculpas a Nagisa. -¿? -Cuando se me pase el resfriado, tengo que pedirle disculpas por haberle dicho que no podía comer colas de gambas fritas. Dicho esto, cerró los ojos como si se le hubieran agotado las fuerzas. Verlo me hizo reflexionar en silencio. Ah, de verdad va a morir. Ya no hay forma normal de salvarlo. La mochila nueva que había encontrado en el ático yacía junto a su futón. Jamás la usaría. Se convertiría en un símbolo de la tragedia y se llenaría de polvo porque nadie se atrevía a tirarla. Nadie la quería, pero una interferencia indeseada lo había echado todo a perder. Mientras mis pensamientos se dispersaban en mil pedazos, algo, en silencio, se fue formando. Me di cuenta de que había tomado una decisión. Shinobu no se había quedado exactamente dormido. Su mente subía y bajaba como si tuviera fiebre alta. Tras ver cómo perdía la consciencia temporalmente, le hablé en voz baja a Hayabusa: -Ustedes, los humanos, pueden seguir juzgando al criminal humano, pero yo tomaré un camino diferente. Como Youkai, aplastaré directamente al Youkai que está en el centro de esto. El proceso estándar era resolver el misterio gradualmente, encontrar al criminal, usar los rasgos del Paquete contra él y resolverlo con una batalla de ingenio. Pero no iba a seguir eso. Contra alguien que existía fuera de las reglas, no había necesidad de seguirlas uno mismo. Haría que su escenario cuidadosamente preparado fuera inútil en el nivel más básico. Incluso destruiría el mundo si eso significara salvar a Shinobu y a los demás. -Espera. No me digas… Solo una vez, acaricié la frente de Shinobu mientras yacía en el futón con los ojos cerrados. Entonces me levanté y le di lo que equivalía a una sentencia de muerte. -Mataré personalmente a ese Youkai de mierda conocido como Aburatori. ===Parte 13=== Para quienes no sabían la verdad, podría haber parecido una acción inútil. Sin embargo, no existían acciones inútiles en este mundo. -… Salí de casa y me adentré en la nieve. La luna llena se veía justo encima en esa extraña noche nevada. Mis manos ansiaban un arma y mis pies me llevaron al cobertizo. Dos pequeñas figuras me siguieron apresuradamente. Eran un Hitotsume-Kozou y un Nopperabou. No los conocía, pero puede que se hubieran encontrado con Shinobu en alguna parte. -''¿Vas a luchar contra el Aburatori? Entiendo cómo te sientes, pero esto no tiene sentido. Un Youkai en un Paquete simplemente está siendo maltratado por la peor clase de humano. El Aburatori simplemente tiene la capacidad de matar. En realidad, no quiere matar.'' -''Además, los Youkai no morimos aunque nos apuñalen o disparen. Eso no siempre aplica cuando es Youkai contra Youkai, pero eso significa que eres tú quien está en peligro aquí, Zashiki Warashi.'' Eso no importaba. Cuando llegué al cobertizo, agarré el grueso candado de la puerta. No necesitaba ninguna técnica. Solo necesitaba una oportunidad. Introduje un alambre al azar en la cerradura y lo moví a la izquierda y a la derecha. La cerradura se abrió enseguida, así que abrí la puerta, miré a mi alrededor y extendí la mano al azar. -¿Un podador de ramas altas, eh? Era una vara de aluminio de dos o tres metros con unas tijeras de podar en el extremo. La silueta parecía una naginata. Y lo más importante, era más que suficiente para pinchar y cortar. Me mordí el labio con el canino, recogí la sangre roja con la lengua y la presioné contra la hoja de la herramienta. El Hitotsume-Kozou y el Nopperabou parecían preocupados. -''No puedes luchar contra el Aburatori solo porque tienes el poder de matar. Ni siquiera importa si tienes una conexión con el Hyakki Yakou.'' -''Su verdadera esencia reside en algo más que la fuerza. Simplemente aparece, secuestra y mata. En otras palabras, nadie sabe dónde está. Eso es lo que lo hace tan aterrador.'' Ah, eso. Era cierto que era improbable que la policía humana encontrara al Aburatori por mucho tiempo que buscara. Ni siquiera la seguridad no tripulada de vanguardia podía resistir el poder de un Youkai que superaba el conocimiento humano. Pero había una excepción, y yo la tenía. -¿Sabes sobre qué tiene control un Zashiki Warashi? -''¿?'' -El destino. ===Parte 14=== La lógica y el instinto no eran necesarios. Simplemente tenía que obedecer a mi poder innato. Salí de la propiedad Jinnai con el alto cortaramas apoyado en mi hombro como si fuera una naginata y corrí a través de la noche nevada iluminada por la luna llena. Giré a la derecha en una bifurcación sin dudarlo, seguí recto en la siguiente intersección y entré en un camino rural muy estrecho. Un Zashiki Warashi tenía el control del destino. Era algo así como una tentación sin forma. Así como los anuncios de televisión, los anuncios de revistas, los temas de internet y otras cosas similares creaban una gran ola que impulsaba a los clientes a elegir un producto, la gente se deslizaba hacia la dirección más fácil de entender o hacia la que era más fácil moverse, sin siquiera darse cuenta. Pero si entendías cómo funcionaba esa tentación, podías ir contra la corriente y combatirla. Normalmente, no había forma de encontrarme con el Aburatori simplemente corriendo por ahí. Así era como funcionaba el mundo. En ese caso, solo necesitaba continuar en la dirección que normalmente nunca tomaría. Tenía que moverme en la dirección que parecía más fuera de lugar y hacia la que sentía más reticencia. Si iba contra la corriente, naturalmente me encaminaría hacia el destino más improbable. Me encontraría con el Aburatori que supuestamente nunca podría conocer. Y llegué a ese destino. -¿Ah, vaya? ¿Qué tenemos aquí? La voz ronca de un anciano me detuvo en un rincón de la Villa Intelectual. La luna llena destacaba de forma extraña en la ventisca. Al principio, pensé que era un espantapájaros parado en el centro de un arrozal nevado y sin agua. Era el símbolo de una rareza que invadía una aldea agrícola. Como si fuera una ilusión, toda la escena parecía aislada del resto del mundo. Casi parecía sacada de una carta de hanafuda. Este lugar estaba "completo". Era un lugar al que nadie debería haber podido entrar. Por mucho que hubieran cambiado los tiempos y por mucha cultura extranjera que se hubiera importado, Aburatori y yo estábamos rodeados por el puro paisaje del "Japón rural". Nadie podía invadir este territorio. Era un mundo alternativo transitorio. Y su gobernante, el letal Aburatori, se alzaba en el centro de ese paisaje azul. -¡Vaya! Qué intruso tan adorable. Sin embargo, no me interesas ni aunque tu nombre te identifique como 'niño'. ¿Por qué estás aquí? Su kimono estaba teñido de oscuro para ocultar cualquier mancha y se ajustaba a sus piernas. Vi unas mallas para protegerle la parte inferior de las piernas. Además, llevaba un amplio sombrero cónico. Este era el típico atuendo de un granjero, pero los brazos y piernas que sobresalían del kimono se parecían más a los de una momia que a los de un anciano. Llevaba el sombrero demasiado bajo para verle la cara, pero dudaba si aún tenía ojos. El sombrero que le ocultaba el rostro tenía un dibujo que parecía un solo ojo grande. El ojo gigante brillaba con un brillo imprudente, como si jugara con la vida de la gente. Pero nada de eso importaba y mi respuesta fue contundente. -Estoy aquí para matarte por Shinobu. -Jo. Respondió con una voz torcida que sonaba como una mezcla de sorpresa y risa. -Vaya, vaya. Había oído rumores de que me estaban usando para cometer crímenes contra la humanidad, pero ¿qué ha hecho ahora mi poder? Puedes hablar de esto conmigo. Me duele pensar que mi poder se esté usando para hacer daño sin que yo lo sepa. Ahora, ¿cómo empezamos? [[Image: Zashiki_v04_102.jpg|right|400px]] -Intenta no llorar. -Mi voz salió como si lo hiriera. -Eso lo decidió. Pensé que las probabilidades eran del 50/50, pero ahora estoy segura. Aburatori, te mataré y he encontrado mi razón para hacerlo. Estoy 100% segura de que esa parte tuya está jugando con Shinobu. ¿Sabes a qué me refiero, verdad? -¡Espera! Es cierto que quizá fui descuidado, pero seguro que lo entiendes, como youkai que se ha acercado a los humanos. Los humanos son listos. Siempre nos superan en astucia. Por muy cuidadoso que seas, a veces simplemente no puedes evitar ser incorporado a un Paquete. ¡Yo... yo también soy una víctima! Sentí que esto era tomarme la justicia por mano propia. En esencia, estaba matando a un desconocido para proteger a alguien que conocía. Eso no era diferente de los padres de los niños enfermos que compraban los órganos. Para salvar a su precioso hijo, estaban dispuestos a quitarle la vida a otro. Esa era la esencia. -No me digas que no estás involucrado. Sin embargo, no iba a quitarle la vida a alguien "completamente ajeno". En otras palabras… -Después de todo, te incorporaste a propósito a este Paquete porque, en el fondo, disfrutas matando. Se hizo un breve silencio. Tan silencioso que casi creí oír la nieve caer a la luz de la luna llena. Solo mi voz rompió ese silencio. -Hay muchos tipos diferentes de Youkai. Algunos se maldicen por poseer un poder mortal, otros llegan a un acuerdo y coexisten con los humanos a pesar de poseer tal poder, y algunos… algunos disfrutan atacando a los humanos desde el fondo de su corazón. Querías saciarte matando niños mientras culpabas a algunos humanos para mantenerte como víctima. Por eso pasaste por alto el Paquete que sabías muy bien que se estaba armando. ¿Me equivoco? Empezó a retorcerse. Un espeluznante retorcimiento, como si fueran gusanos, se apoderó del rostro invisible bajo el sombrero. El movimiento provocó una risa. -¡Je, je! ¡Kah kah kah kah kah kah kah kah! ¡Así que lo adivinaste! ¡Lo adivinaste todo! Pero no te proporcioné el material necesario para llegar a esa respuesta. ¿Será también porque eres una Zashiki Warashi a cargo del destino? Los youkai como nosotros éramos lo oculto y teníamos una mente encerrada en nosotros. Por lo tanto, cuando nos usaban en forma de un shikigami, alguna magia o en un Paquete, se necesitaba una forma de controlar la mente más allá de la simple lógica. Es decir, si no nos apaciguabas, enseñábamos los colmillos. Así que, antes de hablar de la maldad del Paquete, a veces había que preguntarse si el youkai en sí era bueno o malo. -Este Paquete de tráfico de órganos infantiles usa la televisión y una tienda en línea. Pensé que era una estrategia interesante, pero parece que ha ido demasiado lejos. Tengo la mala costumbre de priorizar a mis presas sobre la seguridad. -Claro que sí. Este tipo de cosas se descubren enseguida. Incluso algunos estudiantes de secundaria de la zona se dieron cuenta. -No, no necesariamente. Oí un sonido pegajoso que me hizo imaginar una sonrisa tras el sombrero. -Los compradores de órganos infantiles jamás dirían una palabra. Si revelaran que un órgano obtenido por medios ilícitos se encontraba dentro de su preciado hijo, afectaría tanto el futuro del niño como el suyo propio. Así que nunca hablarán de ello. Y lo que es más importante… Oí lo que sonaba como objetos pesados cayendo en la nieve a nuestro alrededor. -El insensato responsable de esto tenía un plan perfecto, pero dudó en el último segundo. Dijo que simplemente no podía matar niños, así que extrajo los órganos lo más rápido posible. Le dije que desactivaría los emuladores y mataría a los niños si no cumplían con su cuota mensual, así que mientras exista este sistema criminal, seguirán recibiendo víctimas como en una cadena de montaje. Reorganicé todo el sistema de esa manera. Parecían filetes Salisbury envasados. Los objetos blandos, del tamaño de un puño, estaban envueltos en plástico transparente. Pero no los miré. Sabía que eran el “producto”, pero no los miré en ese momento. -Así que te hiciste cargo del Paquete. -Mmm, no lo interpreto exactamente así. Prefiero pensar que estoy reuniendo todo lo necesario para secuestrar niños con mayor eficacia. -Ya ni siquiera obtienes nada a cambio de la vida de los niños. -El Aburatori no busca obtener nada. Tomar el aceite no tiene sentido. Soy… sí, soy el caos. Actúo únicamente para sembrar el miedo en la humanidad. Este Paquete había sido creado por manos humanas, pero se les había escapado completamente de las manos. Era similar a la amenaza de un arma biológica filtrada. Este monstruo había evolucionado desde un Youkai letal que simplemente vagaba por la oscuridad, y sus atrocidades se habían extendido a una zona más amplia. -Ni siquiera me molestaré en preguntar por qué. -Oh, pero eso es precisamente lo que quiero que me preguntes. Tengo mi propia opinión sobre matar. Los entendidos siempre son exigentes. -Si te mato, le abro el camino a Shinobu para vivir. El destino me lo dice. Así que muere. No te dejaré negarte. Pisé la nieve acumulada y blandí la larga hoja cubierta de mi propia sangre. Mientras tanto, el Aburatori simplemente sonrió. -¿Acaso alcanzar a conocerme te hizo creer que eres especial? Soy una variante de un Youkai letal, mientras que tú eres una inofensiva Zashiki Warashi. La diferencia de fuerza es obvia, así que una pelea no debería tener sentido. -No, sabes que sí lo tiene. -¿Por qué dices eso? -Porque te estás preparando para pelear. Esos pinchos para cocinar pescado que llevas en las manos son el símbolo del asesinato de “niños”, ¿verdad? -……… Parecía haberse dado cuenta solo cuando se lo señalé. Su mirada penetrante se posó en las varias docenas de pinchos metálicos extendidos como un abanico. Uno de los youkai más letales no tendría motivo para reaccionar así ante una inofensiva Zashiki Warashi, así que esto era prueba suficiente de que yo no era un Zashiki Warashi cualquiera. -Qué extraño. Esta amenaza, con apariencia de granjero, habló mientras sus hombros temblaban. Por supuesto, se estaba riendo. -Si sigues las leyendas, ambos somos youkai de Tohoku. Uno es el símbolo de los misteriosos atacantes que matan niños. El otro, el símbolo de todos los niños asesinados por sus padres para tener menos bocas que alimentar. Pensar que nos encontraríamos en el mismo lugar… El Paquete ya no importaba. Fue una lucha a muerte entre yōkai, sin posibilidad de intervención humana. Nos pusimos nombres de forma natural, como si hiciéramos temblar cruelmente a un criminal al describirle su ejecución. -Prototipo de Hyakki Yakou Versión 39 de Zashiki Warashi. Nombre personal dentro de la familia Jinnai: Yukari. -Un Aburatori. Una variante creada en tiempos modernos, cuando la tradición del miedo se ha perdido. Y como si lo hubiéramos acordado de antemano, chocamos. ===Parte 15=== El sonido del metal chocando llenaba el aire. Chispas anaranjadas irrumpían en el extraño paisaje blanco y azul oscuro de la luna llena sobre la nieve. El Aburatori parecía un campesino que ocultaba su rostro tras su sombrero, y sus brazos y piernas parecían ramas de árbol. Cada vez que giraba, esparcía decenas de brochetas como si disparara una escopeta. Parecía tener munición ilimitada, pues varias docenas más se dispersaban como un abanico cada vez que el anciano movía los dedos. Veinte metros de distancia no eran nada para ese Youkai. Aparecía, secuestraba y mataba sin que nadie se diera cuenta. Probablemente, el concepto de distancia no le resultaba familiar. -Maravilloso. Mientras esparcía incontables brochetas como si bailara, el Aburatori habló con una voz ensordecedora. Chispas anaranjadas se dispersaban y su sonrisa parecía ensancharse cada vez que el cortador de ramas derribaba un proyectil. -¡Maravilloso! ¡Un solo roce de mis brochetas basta para que te extraiga todos los órganos! ¡Pisar una de las brochetas que has tirado al suelo sería fatal! ¡Sin duda perderás tus órganos en algún momento, pero tu rasgo Youkai te permite evitar ese destino! No importaba lo que dijera. No tenía de qué preocuparme. Hice todo lo posible por proteger mi territorio. Solo tenía que resistir la tentación y elegir la opción más alejada de aquella hacia la que me sentía naturalmente atraída. Dado que un Zashiki Warashi era tan débil, ese "destino imposible de elegir" me permitiría sobrevivir. -Aun así, es un extraño giro del destino. -Dijo el Aburatori mientras hacía girar el abanico de brochetas en su mano. -Podría ser visto como un símbolo de los adultos que matan niños. La existencia de seres monstruosos como esos es aterradora, pero esa misma existencia permite que la gente se deshaga de los niños sin ensuciarse las manos. Esos pensamientos perversos fueron los que me dieron la vida. -En esta época no falta comida, ¡así que no puedes justificar el asesinato diciendo que es una boca menos que alimentar! -¡Ja, ja, ja! Pero los masacran en cuartos oscuros, los dejan en el aparcamiento de los salones de pachinko, y últimamente creo que incluso los matan antes de nacer cuando se les detecta una enfermedad incurable. Si cabe, esta época es aún más cruel. ¡No hay ninguna razón apremiante para matar niños, y sin embargo, cada vez es más frecuente! -¿De verdad crees que esta época desea semejantes atrocidades sin sentido? -¿Qué otra explicación hay? Este país es una tierra maldita con una cultura de fratricidio a un nivel pocas veces visto en el mundo. Durante mucho tiempo han matado a sus padres con la práctica del ubasute<ref>El ubasute es una practica que consiste en llevar a los ancianos y enfermos graves a la montaña y abandonarlos para que mueran de hambre, evitando asi dedicarles recursos.</ref> y a sus hijos cuando escasea la comida. Pero incluso ahora que tienen abundancia, el fratricidio continúa. Esta gente es capaz de matar a su familia incluso después de olvidar el motivo. Esa es su verdadera esencia. ¡Me he convertido en el ejemplo a seguir! A pesar de la lluvia de pinchos, avancé. El ataque no era tan desesperanzador como parecía. Mientras comprendiera el destino, supe fácilmente cómo abrirme paso desviando solo dos o tres de los pinchos. -Por otro lado, tú eres el símbolo de los niños asesinados por esas prácticas. ¡Surges de la conveniente idea de que los hijos asesinados por sus propios padres traerán prosperidad a la familia como deidades guardianas! Puede que yo sea el atacante y tú la víctima, pero en realidad somos bastante parecidos. En el fondo, ¡ambos fuimos creados por los deseos de los padres que mataron a sus hijos! El concepto de distancia era irrelevante. No existía el corto ni el largo alcance. El Aburatori claramente lo creía, pues renunció a su ventaja y dio un paso hacia mí. -Por eso no pudiste perdonar a alguien que mató niños sin razón. ¿Disfrutaste sintiéndote como el guardián de un niño? Pero esto no te traerá consuelo. Incluso si salvas a este niño al que llamas Shinobu, no revivirás a los muchos niños que fueron asesinados en el pasado para dar origen al ser conocido como Zashiki Warashi. Ahora estaba al alcance de la podadora de ramas que usaba como si fuera una naginata. Oponiéndome al destino, lancé la hoja que normalmente nunca me alcanzaría. El Aburatori se deslizó unos centímetros hacia un lado de la hoja. ¿Estaba un paso por encima de mí? ¿¡Ni siquiera mi poder… no, el poder sobre el destino que Hyakki Yakou desarrolló fue suficiente para alcanzarlo!? -Nunca podrás salvarte. -Susurró el Aburatori tan cerca que podía sentir su aliento. Varias docenas de brochetas se extendían como abanicos en sus manos. -Nadie puede cambiar lo que ya terminó. Eso aplica tanto a los hijos del pasado como a quien llamas Shinobu. Un instante después, una lluvia de más de cien afilados fragmentos de metal se precipitó hacia mi estómago a escasos centímetros de distancia. ===Parte 16=== ¡¡Ksshh!! ¡¡Kssssssshhhhhhh!! Clic…kssshhhhhhh…clic…ksssshhhh!! ===Parte 17=== Todo terminó. La podadora de ramas altas que usaba en lugar de una naginata era un arma con una hoja gruesa, parecida a unas tijeras de podar, unida al extremo de un mango de dos metros. Tenía un gran alcance, pero era inútil cuando estaba muy cerca del enemigo. Por otro lado, el Aburatori podía usar más de cien brochetas gruesas con ambas manos. Si las lanzaba todas lo suficientemente cerca como para que su aliento me alcanzara, no tenía forma de desviarlas. Había previsto cualquier intento de evasión y había esparcido las brochetas en forma de abanico. Moverse a izquierda o derecha, o incluso agacharme, me dejaría cubierta de brochetas. Esas brochetas eran el símbolo del asesinato de niños, la extracción de sus órganos, su cocción al fuego y la extracción del aceite. Un solo rasguño, siguiendo la lógica del tráfico de órganos infantiles, dividiría mis órganos y los empaquetaría en plástico, y más de cien de ellos volaban hacia mí. Como no podía defenderme ni esquivarlo, era obvio lo que iba a suceder. Sin embargo, esa era la lógica del Aburatori. Yo podía controlar el destino, así que no tenía obligación de seguir su lógica. El sonido del metal chocando llenó el aire cuando el podador de ramas derribó todos los pinchos. -Qué? El Aburatori se quedó completamente atónito por un momento. No lo culpaba. Se había movido a pocos centímetros de mí y mi naginata medía más de dos metros. Habría sido imposible derribar todos los pinchos a menos que los cien, o más, salieran volando hacia atrás. Además, golpear a cinco o diez era una cosa, pero derribarlos a todos requeriría que se movieran como si los atrajera un poderoso imán. -¿De verdad es tan extraño? Fue un error pensar siquiera en los Youkai usando las leyes de la física. -¿Qué-… pe-… No me digas… No me digas que lo habías hecho desde el principio… ¿Pensaba que había resuelto el misterio de este incidente que lo rodeaba? ¿Pensaba que me había vengado usando las características o debilidades de los Youkai usados en el Paquete? Si realmente pensaba eso, era demasiado engreído. Esta era una historia sobre revelar las reglas que controlaban a los Youkai y usarlas para derrotarlos. Sin embargo, no era el único Youkai aquí. Este era mi campo. Este era un cruel cuento de hadas donde encontraría un final trágico a menos que analizara los rasgos del Zashiki Warashi, encontrara una debilidad y tomara las medidas adecuadas. Desde el principio, luché contra el destino que rigen las reglas del Zashiki Warashi. Mis acciones solo buscaban combatir el destino que llevaría a la muerte de Shinobu. Casualmente, ese destino tomó la forma física de tomar un arma, correr por la aldea y luchar contra un Aburatori. La forma en que blandía la podadora no importaba. El cómo y adonde se lanzaron las brochetas no importaban. Mientras luchara contra el destino que llevaría a la muerte de Shinobu, todo a mi alrededor se ajustaría para propiciar ese resultado. La posición de la podadora y la brocheta podían manipularse para que encajaran. -Parece que te equivocas en algo. Giré alrededor de la podadora. La sostuve de forma que pasara por mi espalda y por debajo de mi brazo izquierdo, como si intentara un tiro de billar. -Vine aquí para rescatar a Shinobu. ¡No me importabas en absoluto! Volví a clavar la hoja a quemarropa. Con un sonido sordo, la gruesa hoja se hundió profundamente en el centro del pecho del Aburatori. Un Youkai no moriría por una puñalada o un disparo, pero en una batalla entre Youkai las cosas eran distintas. Esa hoja ya estaba cubierta con mi sangre, así que el daño sería inevitable. -¿Gh…bh…? Miró hacia abajo, a su propio pecho, como si viera algo muy extraño. Luego se desplomó hacia atrás, como si ensanchara la herida al arrancarse con fuerza la gruesa hoja. La sangre que finalmente brotó era negra y parecía indicar la naturaleza del Youkai. -Se acabó. -Sí, se acabó. Me sorprendió recibir una respuesta. Miré hacia donde el Aburatori hablaba, tendido en la nieve. Era difícil distinguir si las palabras provenían de la boca oculta por el sombrero con forma de ojo o del enorme agujero en su pecho. -El paquete de tráfico de órganos infantiles se desmoronará al desaparecer el Youkai que lo sustentaba. Para corregir esta acción injusta, es probable que los órganos robados regresen a los niños originales. Esto era extraño. Algo no cuadraba. Si eso era todo, ¿por qué sonreía ese Youkai malvado? -Pero si eso ocurre, ¿qué pasará con los niños enfermos que ya han recibido sus trasplantes de órganos? Ni siquiera yo lo sé. Puede que les arranquen el órgano y mueran, o puede que recuperen el órgano enfermo original. El resultado es el mismo en ambos casos. No tienen futuro. No has hecho más que matar niños para salvar a uno. -………………………………………………………………………… Sentí que se me cortaba la respiración. Después de todo… -Quienes intentaron lucrarse con el tráfico de órganos probablemente eran basura. Los padres que compraron los órganos sabiendo de dónde provenían deberían ser castigados por sus acciones. Sonrió. Incluso después de perder y hundirse en la muerte, el Aburatori saboreó su sádica victoria. -Pero los niños enfermos no hicieron nada malo. Para que quede claro, el número de niños salvados fue mayor que el de los atacados. Cuando los órganos se dividen y se entregan a pacientes individuales, un solo niño puede salvar a varios. ¡Significa! ¡Has creado una situación en la que matas a un mayor número de niños para salvar a un número menor! ¡Je, je, je, ja, ja! Bienvenida al camino de la matanza. Espero que disfrutes hundiéndote en este lodazal insalvable. Por lo tanto, no me rogó que lo salvara y que todo volviera a la normalidad. Prefería disfrutar de la situación actual. No importaba lo que hiciera ni a quién intentara salvar, o los niños cuyos órganos habían sido robados morirían o los salvados por esos órganos robados morirían. Este Youkai se había interpuesto en el camino del cliché de "salvar niños", pero había esperado hasta ahora para obligarme a cargar con la pesada cruz de dejar morir a alguien. -… Por un rato, permanecí inmóvil bajo la nieve iluminada por la luna. El arma improvisada me pesaba en la mano. Finalmente, apreté mi mano y recordé en silencio que sostenía un arma. -Ja, ja. El Aburatori rió mientras una cantidad espantosa de sangre brotaba de su pecho reseco. -Mátame si quieres, pero no cambiará nada. Ahora, elige dejar morir a los niños con la tranquilidad de que nadie verá esta acción vergonzosa. Claramente no lo entendía. Supongamos que hay una Persona A y una Persona B, y una de ellas debe morir. Eso no significa que no puedas salvar a A y a B. Sí. Si la Persona C viera esa terrible situación y ofreciera su propia vida como alternativa, esa vida necesaria podría ser arrebatada mientras A y B se salvan. -¿Recuerdas que me llamé Prototipo de Hyakki Yakou Versión 39 de Zashiki Warashi? -¿Y qué? -¿De verdad crees que el Hyakki Yakou se embarcaría en un proyecto que simplemente les permitiera elegir entre los destinos existentes? ¿De verdad crees que son una organización tan débil que no podrían completar un proyecto de esa envergadura y que este se estancaría en la fase de prototipo? -No me digas que… ¿va más allá? ¡Pero el único fenómeno superior a lo que ya has demostrado es…! -Ya te he demostrado que puedo modificar el destino. Es decir, elegir libremente entre las opciones existentes. Pero esto va más allá. Hyakki Yakou intentó, sin éxito, crear un método para crear un destino completamente diferente de la nada. En este caso, eso significaría salvar a todos los niños cuyos órganos habían sido extraídos y también a todos los niños a quienes se les permitió vivir gracias a ellos. La única manera de permitir esa situación claramente contradictoria era crear un destino completamente nuevo. El mundo tenía que ser engañado para que pensara que existían dos órganos completamente idénticos, como si fueran gemelos. Lo que tenía que hacer era simple. Era lo que siempre hacía: mover mi cuerpo para oponerme a la tentación invisible. Sin embargo, esto era completamente diferente a antes. Era como un ser humano insignificante que usara solo sus manos desnudas para oponerse a una prensa destinada a aplastar coches. Bajo cualquier cálculo normal, yo sería aplastada. Como si el destino del mundo rechazara las circunstancias de un simple individuo, el destino normal continuaría incluso si eso significara aplastar a quien deseaba el cambio. Pero forzaría esa acción temeraria a que funcionara. Un crujido llenó el aire mientras me arrodillaba en el sitio. Sujeté la podadora con ambas manos y presioné la punta contra mi estómago. No sabía qué significaba aquello. Probablemente no tuviera ningún significado real en un sentido físico. Pero el dolor abrumador, como si me aplastara cada uno de los dedos y me comprimiera la columna vertebral, me recordó el destino que tenía que combatir. Me di cuenta de la tenue sensación extraña que me recorría la cabeza hasta la punta de mis pies. Había sido colocada dentro de mí. Era producto de las ideas descabelladas y las técnicas fiables de Hyakki Yakou. La teoría nunca se completó, pero la obligué a funcionar de todas formas. Como resultado, una sensación de cables largos y delgados se retorcía en mi interior. Ahh. Se va a romper. Naturalmente lo sabía. Sin importar el resultado, iba a perderlo todo como Zashiki Warashi. Como un autómata con sus engranajes alterados, ya no funcionaría como un Youkai. -¿Por qué llegarías tan lejos? De repente escuché una voz ronca. Venía del Youkai que aún gobernaba la zona a pesar de haber perdido. -La vida humana es finita. Por muchos que mates, ¡aparecen más como brotes de bambú tras la lluvia hasta cubrir la superficie de la tierra! Hay mejores opciones para un Youkai eterno. Incluso si alguien muere en esta generación, solo tienes que elegir a tu favorito de la siguiente. Y aun así... -Probablemente nunca lo entenderías, ni aunque vivieras una eternidad. -Le espeté. -Por eso ni siquiera sirves como cuento de fantasmas. No enseñas nada, como no mentir o tratar bien a tus padres. No puedes aportar nada más que crueldad y desprecio inútiles. Por un instante, solo un instante, oí cómo el rostro del Aburatori se curvaba tras el sombrero. Pero no seguí mirando. Tenía algo mucho más importante que atender que ese Youkai fracasado. Clavé la gruesa hoja en mi estómago. La extraña sensación, fina como un alambre, que recorría mi cuerpo se hizo añicos como cristal. [[Image: Zashiki_v04_002-003.jpg|center|1100px]] ===Parte 18=== Y así fue como lo perdí todo. Al día siguiente, la nieve había cesado por completo. El amplio jardín más allá del porche seguía cubierto de blanco y brillaba maravillosamente bajo la suave luz del sol primaveral. Yo era perezosa por naturaleza. En un día frío como este, me habría gustado fundar una nación independiente dentro del kotatsu, pero ese día me senté en la terraza. Mi estructura interna como Zashiki Warashi había colapsado por completo. Ni siquiera yo sabía qué efecto tendría en mí. Ni siquiera visitar a un especialista en medicina espiritual probablemente me ayudaría. Ni siquiera un negocio clandestino cualquiera podría lidiar con un Youkai que tuviera la esencia de Hyakki Yakou insertada y que, además, hubiera sufrido daños graves. Incluso perder mi poder relacionado con la fortuna o el destino sería doloroso. Era posible que esto afectara mi capacidad para mantener mi cuerpo, que no estaba sujeto a las leyes de la física. Podría ser destruida o podría sufrir eternamente sin posibilidad de ser destruida. El miedo a tales cosas podía hacerme perder la cabeza. Era el miedo a lo desconocido. El hecho de estar bien un día no significaba que lo estaría al día siguiente. Tendría que vivir rezando, como quien cruza un viejo puente colgante. No sabía cuánto tiempo podría seguir viendo esta escena, así que la grabé en mi memoria como si la quemara a fuego en mi mente. Era un ritual. Pero entonces, el tintineo de los platos interrumpió mi pacífico y pesimista ritual. Miré y vi a Shinobu cargando su bandeja de desayuno con la misma fuerza de siempre. -Yukari, no puedes comer sola, así que comamos juntos. El mismo sentimiento de antes me suavizó las mejillas. Shinobu, Nagisa, los demás niños cuyos órganos habían sido extraídos, e incluso los niños enfermos que se habían sometido a cirugías ilegales, habían sido rescatados a la fuerza. Este resultado era el lado positivo de la situación. Parecía que Hayabusa había encontrado al ingenuo humano responsable, así que ya no quedaba rastro del mal. Me levanté con cautela del porche para dirigirme a la sala del altar, donde mi desayuno estaba listo. No sabía cuánta fuerza podía usar, así que tendría que poner a prueba mis límites en algún momento. Por el momento, la ausencia de dolor era lo más inquietante y aterrador. En lugar de hacerme sentir bien, me hacía pensar que estaba en un estado similar a perder la sensibilidad al dolor por una lesión en la columna. -Date prisa, Yukari. La comida se enfriará. -Espera, Shinobu. Camina más despacio. -¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Hay algo que no te guste? Se supone que debes comer de todo, ¡pero no te preocupes! Si estás muy mal, te ayudaré. Sus palabras inocentes me hicieron sonreír en silencio. Así es. -Quizás algún día realmente me salves. ===Parte 19=== En el presente, la tarde estaba impregnada del calor sofocante de finales de verano. Un chico de preparatoria, con el pelo teñido de rubio, las piernas cruzadas de forma descortés, un helado en la boca, miraba con fastidio unos sobres que parecían contener cartas de amor. Esta Zashiki Warashi suspiró profundamente mientras lo observaba. -Shinobu, estoy muy decepcionada. -Un momento. ¿Por qué la crítica tan gratuita?? <noinclude> ===Notes=== <references/> {| border="1" cellpadding="5" cellspacing="0" style="margin: 1em 1em 1em 0; background: #f9f9f9; border: 1px #aaaaaa solid; padding: 0.2em; border-collapse: collapse;" |- | Retroceder a [[The_Zashiki_Warashi_of_Intellectual_Village:Volume4_Ilustraciones|Ilustraciones]] | Volver a [[La_Zashiki_Warashi_de_la_Villa_Intelectual_Español|Página principal]] | Avanzar a [[The_Zashiki_Warashi_of_Intellectual_Village:Volume4_Capítulo 2|Capítulo 2]] |- |} </noinclude>
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