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The Zashiki Warashi of Intellectual Village:Volume4 Capítulo 3
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==Capítulo 3: Sunekosuri| Nadie puede predecir el futuro== ===Parte 1 (3ra persona)=== [[Image: Zashiki_v04_487.jpg|right|400px]] Una estación de tren sin personal se alzaba en medio de un tranquilo paisaje rural. El andén carecía de techo; sobre el camino de grava crecían algunos manojos de hierba cebra, que se mecían con la fresca brisa otoñal. El cielo era de un azul despejado y estaba repleto de libélulas. Un hombre de traje estaba sentado solo en un banco que llevaba mucho tiempo sin usarse. Estaba en la frontera entre la mediana edad y la vejez, pero era bastante musculoso. No llegaba ningún tren. Antes, la estación recibía menos de diez trenes al día y la línea había sido clausurada hacía más de medio año. Para su disgusto, quienes utilizaban el tren se vieron obligados a usar el autobús comunitario, menos práctico. Se quejaban, pero la comodidad que ofrecían los trenes era algo a lo que podían renunciar si era necesario. Y con el paso del tiempo, la estación pasó de estar sin personal a estar abandonada. El hombre había elegido sentarse allí porque le encantaba el paisaje. Sostenía una lata de cerveza bien fría y a sus pies había un cubo lleno de hielo y latas. -Hola. -Dijo de repente. Alguien más había aparecido en esa estación cerrada que todos deberían haber olvidado. En algún momento llegó una mujer con un atuendo ridículamente revelador: una camiseta de tirantes y unos pantalones cortos. Se llamaba Hishigami Mai. Su nombre era muy conocido en un pequeño sector. -Siéntate. -Dijo el hombre, mirando a Mai con la cerveza en la mano. -El paisaje desde aquí es maravilloso. Todos esos pueblos de moda están convirtiendo las zonas rurales en parques temáticos, así que este paisaje japonés tan auténtico se está extinguiendo. -¿Siempre haces esto? -No, es algo reciente. Algo me llevó a reflexionar sobre la vida. Hishigami Mai se sentó junto al hombre y lo escuchó. La pintura se desprendía del banco de madera, que crujía bajo su peso. El hombre habló rápidamente mientras miraba las libélulas que volaban libremente por el cielo. -Tengo cáncer. El médico me dijo que me quedaban tres meses de vida, pero eso fue hace dos años. Podría morir en cualquier momento, pero estoy harto de vivir paralizado por el miedo. Si pudiera morir mañana, quiero vivir sin remordimientos. Esto me ayudó a replantearme algunas cosas. -¿Y eso es lo que te llevó a esto? Con cierta exasperación en el rostro, Mai volvió a mirar a su alrededor. Vio una estación de tren rural sin personal. Unos cuantos manojos de hierba cebra crecían en el camino de grava; la hierba se mecía con la fresca brisa otoñal, y el cielo estaba repleto de libélulas. Sin embargo… Aquel paisaje estaba tan cubierto de rojo que esa impresión cambió por completo. Una rápida mirada a los montones de carne esparcidos bastó para saber que más de veinte hombres habían muerto al instante. -Dijeron que iban a urbanizar estas tierras. -Afirmó el hombre sin rodeos tras dar un sorbo a su cerveza. -¿A esto le llaman el fin de una era? Las zonas rurales de Japón sufren una presión constante para unirse a las Villas Intelectuales o convertirse en ciudades regionales. Y todo porque estos idiotas intentan aumentar el valor de la tierra sin saber distinguir entre lo auténtico y lo falso. Así que los invité y los maté. Un objeto largo y estrecho yacía sobre el regazo del hombre. Parecía una espada dentro de una simple vaina, pero técnicamente no lo era. Era bambú tallado con forma de espada. Era un arma letal. Así como una hoja de bambú o una página de libro pueden cortar un dedo, incluso una espada de bambú puede matar si se calculan bien el ángulo y la velocidad. Este hombre era tan diestro en el arte de la esgrima que podía cortar fácilmente el cuello o el torso de una persona con ella. Debido a la ligereza de la hoja en comparación con una de metal, se decía que podía atacar cinco veces en un solo aliento. Esto le permitía ignorar que esta arma no podía bloquear el ataque de un oponente. Además, el bambú necesario para fabricar la espada se podía conseguir fácilmente en cualquier parte del archipiélago, excepto en Hokkaido. Incluso si se rompía, podía conseguir otra con solo tener un cuchillo. Existía el peligro de que quedara un trozo de bambú en la herida del cadáver, pero las espadas de bambú se podían quemar. Si quemaba el arma homicida después de cada trabajo y conseguía una nueva, una prueba de ADN vegetal no supondría ningún problema. Aunque tuvieran pruebas claras, serían inútiles sin nada con qué compararlas. La facilidad para conseguir el arma también le permitía introducirla en zonas acordonadas o vigiladas de cerca. De hecho, que encontraran una espada de bambú durante una inspección o un interrogatorio policial no era un problema. Incluso se podían llevar en avión. Era, sin duda, la herramienta de un profesional. -Oh, vamos. Seguro que te has dado cuenta de que el motivo del asesinato no importa. -Dijo Mai con tono aburrido. -Eres el tipo de persona que solo puede vivir luchando. Deseas luchar y solo entonces empiezas a buscar una razón para hacerlo. Este negocio con los paisajes reales y el desarrollo urbanístico de hormigón realmente no importaba. -Ni siquiera es slgo así de puro. -Dijo el hombre sonriendo mientras hacía girar la poca cerveza que quedaba en la lata. -Soy un profesional. Todos mis trabajos fueron una mierda, pero estoy orgulloso de mi habilidad. Simplemente no soporto que me mate una enfermedad. No puedo soportar una muerte silenciosa. Como profesional, quiero que la espada de un enemigo formidable acabe conmigo. Pensé que alguien acabaría por mí si me descontrolaba un poco. Lo seguí haciendo, pero de alguna manera he logrado vivir hasta ahora. Soy de una generación anterior, así que diría que una asesina mujer fue algo inesperado. Pero supongo que es otra señal de los tiempos que cambian. -Sean cuales sean tus razones, hiciste un buen trabajo matando a tanta gente. Ni siquiera los altos mandos de Hyakki Yakou saben qué hacer. Si hubieras aceptado trabajos oficiales, probablemente te darían un premio o un trofeo o algo así, pero saltarse ese proceso significa que tienes que ser ejecutado. -Ja, ja. Se me olvidó mencionarlo, pero, aunque soy un profesional, también me enorgullezco de no haber trabajado nunca para nadie. No habría aceptado esos trabajos aunque me los hubieras pedido. Le dio un último trago a la cerveza, agitó la lata para asegurarse de que estuviera vacía y la aplastó fácilmente con una mano. -Señorita, no recuerdo si es la cuadragésima o quincuagésima vez, pero le haré la misma pregunta de siempre: ¿velará por este hombre en sus últimos momentos? -Claro. Hishigami Mai aceptó de inmediato. Habló con la ligereza de una niña que promete jugar con una amiga ese fin de semana. Sin embargo, esta promesa se refería a una verdadera lucha a muerte entre profesionales. -Pero ya terminó. Los hombros del hombre temblaron mientras se sentaba en el banco. De repente se dio cuenta de que ni siquiera tenía fuerzas para ponerse de pie. Completamente atónito, solo movió los labios. -¿Cuándo me apuñalaste? -Mucho antes de lo que probablemente piensa. Mai se encogió de hombros mientras se sentaba a su lado. Algo sobresalía entre el cuello y la clavícula del hombre. Era una aguja tan larga como el dedo índice de una persona y estaba clavada hasta la base. -Una aguja asesina. -Dijo con una sonrisa. -¿Cuánto trabajo te llevó llegar hasta aquí? -Setenta y dos horas desde que acepté el trabajo hasta que pude visualizar tu cadáver. No estuviste en mi mente tanto tiempo como para llamarlo amor, pero quizá podría llamarse anhelo. Mai también esbozó una leve sonrisa. -No me gusta usar armas especiales porque disfrazarlo de accidente o suicidio es más seguro, pero decidí mostrar respeto a alguien con más experiencia que yo en este oficio. ¿Qué te parece? -Lo hiciste bien. Hoy en día, no se ve a menudo a gente matar con una aguja sin veneno ni anestesia. Además, colocaste la punta justo delante del punto vital para que mis propios músculos la empujaran al tensarlos. Es como servir un pescado aún vivo. Satisfecho, el hombre se recostó en el banco y cerró lentamente los ojos. Parecía saborear el momento mientras hablaba. -Hacía tiempo que no veía algo así. No puedo evitar sentirme satisfecho tras recibir este trato. -Quisiera hacerte una pregunta. Hishigami Mai sonaba completamente despreocupada mientras miraba al cielo rural. -Eres una leyenda en este pequeño sector, ¿cómo has podido caer tan bajo? Si hubieras querido, podrías haber superado el miedo al cáncer. -Como dije, eso fue solo el comienzo. -Respondió lentamente con los ojos cerrados. -La gente como nosotros es invencible mientras avanzamos sin mirar atrás. Pero hay momentos en que queremos mirar atrás. Es una mera tentación. Son las yemas de los dedos de la muerte rozándonos la columna. Lo sabía. De verdad que lo sabía. -¿Pero tu enfermedad mortal te dio un último empujón en esa dirección? -Me volví y vi el camino que había recorrido. También vi lo que había ganado con todo ello… No diré qué fue lo que vi allí, pero quiero morir en batalla. Después de todo, preferiría no morir junto a mi enemigo. Esas fueron sus últimas palabras. Su brazo colgaba, aun sosteniendo la lata aplastada. Permaneció reclinado en el banco, con la cabeza gacha. Parecía como si se hubiera dormido. Una leyenda había llegado a su fin. -Sé lo que viste. -Murmuró Mai ahora que estaba sola. -No viste nada, ¿verdad? Tras incontables combates a muerte, creíste haber ganado mucho, pero al darte la vuelta, no había nada. Fue tu propia debilidad la que te hizo desesperar. O tal vez este hombre había sido igual. Puede que se hubiera repetido una y otra vez que lo entendía. Puede que tuviera miedo de comprenderlo de verdad y simplemente fingiera que sí. -Se acabó. Hishigami Mai sacó un gran teléfono satelital y llamó a alguien. Miró al hombre muerto que parecía dormir a su lado y los incontables cadáveres que había esparcido a su alrededor. -Este era un trabajo oficial, así que puedo dejarte la limpieza, ¿verdad? Sí, sí. Dejaré todo esto aquí y me iré. Quiero mi pago de inmediato… Pero este podría ser un poco complicado. ===Parte 2=== El término Sunekosuri se refería a pequeños youkai caninos como yo. Medíamos unos treinta centímetros de alto y quizá nos parecíamos un poco a un shiba inu de juguete. No teníamos rasgos aterradores que pudieran causar la muerte de alguien. En cambio, éramos famosos desde hacía mucho tiempo por frotarnos contra las espinillas de los viajeros. Por eso se nos conoce como Sunekosuri o “rozaduras de espinillas”. Yo era algo así como una mascota, sin nada peligroso en mi apariencia ni en mis rasgos. Sin embargo, pertenecía a Hyakki Yakou, una gigantesca organización criminal capaz de intimidar hasta a un niño que lloraba hasta enmudecerlo. -''Sí, sí. ¡Quítate de en medio, quítate de en medio! No te impediré que malgastes el dinero de la organización con tu existencia, pero al menos no te interpongas en el camino de los demás Youkai. ¿De verdad crees que vale la pena causarme la más mínima demora, a mí, la conocida como la reina del mundo Mamedanuki?<ref>Un mamedanuki, también conocido como Tanuki, es un Youkai mapache con testículos hinchados que puede cambiar su aspecto para parecerse a otras personas.</ref>'' -''¡Mmm!'' ¿Cómo puedes decir eso si eres incluso más baja que yo? -''¡Tú tampoco haces nada! Solo te la pasas sentada fumando día tras día. ¿Y cómo puedes llamarte reina con esas cosas colgando entre tus piernas?'' -''¡Ni se te ocurra, idiota! Un Mamedanuki se transforma extendiendo sus testículos, así que no puedo hacer nada, ¿verdad? Además, trabajo como doble de cuerpo de la damita, ¡así que mejor que no tenga nada que hacer!'' -''¡Llámenla Hafuri-sama! ¡No se refieran a la jefa de Hyakki Yakou como “la damita”!'' -''¿Qué significa eso? ¿¡Quieres pelear!?'' -''¿¡Por qué…!?'' El Mamedanuki y yo nos enzarzamos en una trifulca, como de costumbre. Para otros, podría haber parecido una bola de peluche dando vueltas, pero para nosotros era una batalla seria. [[Image: Zashiki_v04_255.jpg|right|400px]] Pero entonces llegó alguien más. En lugar de más Youkai, eran dos humanos. -¿Qué es esto? ¿Qué es esto? Unas cositas adorables están jugando. ¡Déjenme unirme! Una era Hishigami Mai. Según los estándares humanos, tenía un buen cuerpo. Sin embargo, era una agente independiente que no pertenecía a Hyakki Yakou y se especializaba en asesinar. En su ámbito, se decía que con solo encontrarse con ella se perdía la vida. -¿Por qué se pelean ustedes dos? La otra era Hafuri-sama. Como ya dije, era la líder de Hyakki Yakou. La chica del kimono tendría apenas diez años, pero en Hyakki Yakou se le daba mucha importancia al linaje. La Mamedanuki y yo nos separamos rápidamente. -''¡Ah, Hafuri-sama!'' -''Damita, eh, verá…'' En cuanto hablamos, volvimos a mirarnos con furia. -''¡Te dije que la llamaras Hafuri-sama!'' -''¿Por qué estás tan distante? No la vas a traicionar en cuanto tengas problemas, ¿verdad?'' Saltaron chispas entre nosotras, Mai-san soltó una carcajada y Hafuri-sama se llevó una mano a la frente y suspiró. Entonces me fijé en un youkai apoyado en la pequeña pierna de Hafuri-sama. Parecía un peluche de cinco centímetros. -''Papi, ¿qué haces?'' -¿Eh? -Mai-san se puso un poco rígida. -¡No me digas que eres papá! ¿¡Con esa pinta!? -''N-No tengo por qué explicarte nada.'' -¡Y mira qué lindo es! ¡Quiero ponerle un broche en el trasero y hacerlo una correa para el móvil! -''¡Haré lo que me pidas! ¡Solo aléjate de mi hijo! ¡Me da miedo pensar que podrías verte haciéndolo!'' ¡Maldita sea! ¡Es experta en sabotaje, así que detectó mi debilidad enseguida! Mai-san sonrió con gran interés, así que aparté la mirada y hablé casi con desesperación. -´´Ríete si quieres, pero la razón por la que dejé mi vida tranquila por este trabajo fue para encontrar a mi esposa, que desapareció un día.´´ -¿¡Qué clase de motivación tan dura es esa!? ¡No pega nada con tu apariencia! ===Parte 3=== Hishigami Mai-san y yo éramos socios provisionales. Y eso significaba que yo también participaba en negocios del crimen dignos del nombre Hyakki Yakou. -La cumbre del G20<ref>El G20 es como se conoce a la reunión de 20 representantes de 20 paises desarrollados y en desarrollo con el fin de discutir el rumbo de sus gobiernos y futuras decisiones.</ref> suena a un evento terriblemente formal, pero ¿acaso no se siente más cercana al saber que se celebra en Hakone? Los ministros de las distintas naciones extranjeras insistieron en que la reunión tuviera lugar en un pueblo termal japonés. Dentro de un restaurante de soba cerca de la estación de tren, a la entrada de Hakone, el viejo y visiblemente aburrido dueño del restaurante veía la televisión. El local estaba casi desierto a pesar de ser la hora del almuerzo, pero a él no parecía importarle demasiado. Como Youkai, no me gustaban mucho el hormigón ni la maquinaria de precisión, pero esto era tan poco que podía soportarlo. Quizá fuera porque la ciudad estaba enclavada en el bosque y las montañas. Mai-san sorbía una mezcla de soba regional barata, y le hice una pregunta mientras me frotaba contra su espinilla. -''¿No te parece extraña esta misión? ¿Por qué te piden que esperes en Hakone hasta recibir nuevas órdenes?'' -¿Eh? Bueno, puede que necesiten localizar al objetivo antes de enviarme a atacar. La cumbre del G20 está en marcha, ¿no? No lograrían asesinar a un miembro del gabinete, pero aun así podría aparecer alguna persona peligrosa. Puedo aprovechar la oportunidad para ganar puntos capturando a algún idiota que normalmente desaparecería sin dejar rastro. -''Ya veo.'' -Pero eligieron un lugar muy complicado para una reunión internacional. Puede que sea parte de la trampa para atraer a ese supuesto idiota. -''¿?'' -Hakone se divide entre varias Villas Intelectuales, que son principalmente pueblos termales, y una ciudad regional que gestiona la infraestructura. Nos encontramos en esa ciudad. Hace mucho tiempo, era común combinar ciudades, pueblos y aldeas. Hoy en día, las dividen aún más para impulsar su propia marca. -''¿Y qué tiene eso de complicado?'' -Las Villas Intelectuales reproducen fielmente la imagen que la gente tiene del Japón rural y la convierten en una marca, pero eso significa que no pueden construir grandes almacenes ni centros comerciales. Tienen que comprar en línea, lo que lleva a la construcción de centros de transporte de camiones eléctricos en forma de rosquilla alrededor de las Villas Intelectuales. -''O sea, ¿las Villas Intelectuales ganan mucho dinero pero casi no ofrecen servicios, así que se asocian con las ciudades regionales que tienen pocos recursos pero pueden proporcionar los servicios necesarios?'' -Oficialmente, sí. Sin embargo, en realidad está plagado de resentimiento. Por ejemplo, los hospitales tienen muchos helicópteros ambulancia, pero no los usan cuando un paciente llega a la ciudad regional. Al fin y al cabo, esos helicópteros son caros, así que solo los usan para las Villas Intelectuales, aunque los hospitales estén en las ciudades. …Mientras tanto, los habitantes de las Villas Intelectuales están molestos porque tienen que cargar con la deuda de otros. Quieren saber por qué tienen que pagar impuestos tan altos para la ‘salud financiera regional’. -''Así que cuando dices complicado…'' -Si ocurre algún incidente a gran escala, será difícil determinar si iba dirigido contra el G20 o si fue causado por el conflicto social local. Un profesional podría infiltrarse y ocultarse entre el odio que impregna la zona. Esto es un verdadero fastidio. Si das por hecho que alguien es un asesino, podrías acabar atacando a un chico del barrio que pintaba una protesta en la pared… Claro que también puede ocurrir lo contrario. Justo cuando hablábamos de esto, el tono de la voz en la televisión del restaurante cambió. Miré confundido y vi que el programa de entrevistas matutino, de tono relajado, había sido interrumpido por un informativo. En lugar de un estudio propiamente dicho, las imágenes mostraban una sala de edición con montones de monitores alineados. -''¿Es una transmisión de emergencia?'' -Pregunté. -¿Cómo voy a saberlo? Con la cumbre del G20 en la ciudad, una transmisión de emergencia no era ninguna broma. Me concentré en la pantalla mientras una joven presentadora hablaba con rigidez. -[El cuerpo de Hishigami Mai, que estaba de visita en la ciudad, fue hallado desmembrado en las montañas de Hakone. Presentaba heridas graves y la policía investiga el caso como posible asesinato o ataque de un animal salvaje.] Parecía que el tiempo se había detenido. El dueño del restaurante no comprendía la gravedad de la situación, por lo que seguía con su expresión de aburrimiento. Levanté la vista hacia Mai-san y ella se encogió de hombros. -¿Cómo voy a saberlo? Sin importar lo que dijera, pude percibir que su “esencia” había cambiado. Esa “esencia” se había vuelto mucho más peligrosa. -Pero esto es extraño. -''S-sí, es extraño que un rumor falso se difunda tanto.'' -No me refería a eso. -Interrumpió. -No uso el nombre Hishigami Mai en mi vida cotidiana. De hecho, técnicamente no existe ningún registro de nacimiento con ese nombre. En mi familia, las mujeres Hishigami son consideradas abominaciones. Normalmente, las matan al nacer, así que una mujer Hishigami es aquella que fue liberada al mundo tras escapar de alguna manera a ese destino. -''…'' -Así que el nombre Hishigami Mai puede existir, pero no está registrado en ninguna parte. Y sin registros, nadie puede usarlo. Si conoces mi nombre, significa que te has alejado al menos un paso del mundo normal. Y eso significa… Esto era un verdadero problema. Esa era la conclusión obvia y Mai-san era la persona más directamente involucrada. Y aun así, sonreía. -Alguien del mismo mundo al que yo pertenezco me reta a una pelea que involucra lo oculto. Si ese espectáculo formara parte de un paquete o algún otro truco, esto podría ser un problema. ===Parte 4=== Piiiip. -[El número al que intenta llamar no está en uso. Por favor, verifique el número y…] Bip bip. -[¿Eh? ¿¡Tú!? ¡Pero se supone que estás muerta! ¡Clic!] Bip bip bip. -[¿Eh? ¿Qué pasa, Mai-san? Dicen en las noticias que te hicieron pedazos. ¿Te echaron del más allá?] ¿De verdad había razón para ser tan cautelosa después de una sola noticia? Mientras me lo preguntaba, Mai-san estaba sentada en el capó del coche de alquiler y llamaba a distintos números con su gran teléfono satelital. Había intentado contactar con gente de su mismo nivel, pero se habían negado a hablar con ella hasta que por fin logró comunicarse con uno. -¿Llegué tan solo al tercero? Fue sorprendentemente fácil. Estaba segura de que todos en la memoria de esta cosa se negarían. -[Así de peligrosa eres, Mai-san.] -Dijo el hombre al teléfono. –[Si alguien está dispuesto a cambiar de enemigo a aliado si la situación lo requiere, sin duda lo considerarás un enemigo. Y preferiría no pelear contigo. Además, pelear no es lo mío.] Por cierto, estábamos en el estacionamiento de un supermercado cerca de la estación de tren de Hakone. Pero incluso tan cerca de la estación, la zona no estaba completamente cubierta de asfalto y hormigón. Había oído que Hakone se dividía entre la ciudad y varias Villas Intelectuales, pero parecía que todo estaba lleno de vegetación. Como Youkai amante de la naturaleza, no me iba a quejar. -Proveedor, ¿cuánto sabes? -[No mucho. Solo que la red clandestina está revolucionada por la noticia local de que has muerto.] El aparcamiento estaba cubierto de grava y situado justo al lado de un bosque. Mweh heh heh. Escuchar esta conversación tan peligrosa me está asustando, así que ¿qué tal si doy un paseo por el bosque? Hora de recargar mis baterías. -[Ten cuidado, Mai-san. La forma de lidiar contigo implica mucho miedo y violencia. Por lo que he visto en internet, todos tienen sus dudas al respecto, pero aquellos a quienes has estado reprimiendo podrían aprovechar esta ‘caída de la reina’ para actuar. Y si actúan todos juntos, podrían volverse demasiado engreídos.] -Le das demasiada importancia a esos ladronzuelos, pero supongo que tienes razón. ¡Maldita sea! ¿Crees que revisarán mis cuentas bancarias en paraísos fiscales, mis arsenales o mis escondites? Bueno, los he preparado de tal manera que el Rango 1 solo contiene trampas o cebos, el Rango 2 los dejaría satisfechos, y los Rangos 3 y superiores no aparecerán en su búsqueda. -[Después de arrancarle las alas y las patas al bicho, algunos podrían rematarlo. No sé si su objetivo es simplemente matarte o si esa transmisión de noticias de emergencia formaba parte de un Paquete que usa un Youkai para enviar registros al pasado, pero esto no es fácil de predecir. Al fin y al cabo, se trata de ti.] -Esto ya es demasiado para acosarme. Supongo que tendré que matarlos. -[Ja, ja. Hay que ser idiota para enemistarse con un monstruo como tú. Seguiré trabajando como proveedor, ya que una guerra es un buen momento para ganar dinero. ¿Qué necesitas?] -¿No eres de Tokio? ¿Trajiste esa enorme autocaravana a Hakone? -[No, no estoy tan cerca. Pero tengo mis “productos” repartidos y escondidos por todo el país. Si necesitas algo, puedes usar lo que encuentres en mi almacén de Hakone. Pero lo que te lleves lo comprarás, no lo alquilarás. -Ya veo. -Mai-san pensó por un momento. -Entonces, ¿podrías hacer correr el rumor de que me estoy dirigiendo a ese almacén? Compraré todo el edificio y lo que haya dentro. -Gracias por su compra☆ Colgó y sacó algo largo y delgado del bolsillo de sus pantalones cortos. Parecía un estuche de pastillas para la tos, pero… -Bien, Sunekosuri. Empecemos reuniendo armas y equipo para esta guerra. Espero que ese noticiero no sea parte de un paquete; seguro que hay varias trampas preparadas, y probablemente muchos idiotas que no sepan de qué estamos hechos, así que terminemos los preparativos mientras todos corren hacia el almacén del Proveedor. -''¿Armas?'' -Solo la pistola escondida en mi bota y la Princesa Dragón Mortal no son suficientes. Necesito armamento más pesado si voy a luchar sola en esta guerra. -''P-pero ¿dónde lo conseguirás? ¿Acaso hay una armería en Hakone, como en un pueblo de un juego de rol?'' -Ahora mismo se está celebrando la cumbre del G20 en Hakone. Para prevenir posibles atentados terroristas, se inspeccionarán todas las taquillas y los trasteros. ¿Qué pasará con la gente que suele esconder objetos peligrosos en sitios así? Me da la impresión de que se apresurarán a esconder sus cosas en otro sitio. -''¿Q-quieres decir que robarás armas a terroristas y bandas de verdad?'' -En el mundo del hampa, cada uno tiene su territorio, así que si intentaran esconder esos objetos peligrosos fuera de la ciudad, se les avecinan problemas. Eso significa que los esconderán en la zona de Hakone que la policía querrá evitar a toda costa. Al ser una de las principales ciudades termales de Japón, tiene que tener un volcán activo. Si excavamos la zona cercana al cráter, que está llena de gas sulfúrico, encontraremos muchas armas y munición empaquetadas en plástico. Ahí es donde yo las escondería si fuera ellos. Así que… Su voz se apagó. Giró lentamente la cabeza y vio a una anciana vestida de luto, completamente negra. La mujer, sonriendo, agitó el brazo horizontalmente y una hoja sorprendentemente larga salió disparada de su manga con un agudo sonido. De hecho, era lo suficientemente larga como para considerarse una espada, no un cuchillo. Mai-san, sin embargo, suspiró con exasperación y se frotó la sien con el índice. -¿Así que el primer Idiota está entre la clase B y la clase C, eh? Señora, lamento decirle esto, pero ¿de verdad entiende la situación? La anciana no respondió. Simplemente ladeó la cabeza levemente, sin dejar de sonreír. Y dio un paso lento y silencioso hacia adelante. -¿Cree que alguien con una espada tiene una ventaja abrumadora sobre un oponente desarmado y que podría ganar si atacaba antes de que yo encontrara armas? …Si es así, estabas muy equivocada. Mai-san habló con suavidad y lentamente, como intentando convencer a la mujer de que se retractara. Agitó ligeramente el maletín que tenía en la mano mientras continuaba: -¿Aún no lo entiendes? Si agarras a alguien del pelo para que quede boca arriba y le abres la tráquea, puedes matarlo fácilmente tirándole una pastilla para la tos. Y se tratará como un accidente que apenas se registrará... Cuando la gente habla de las siete herramientas de un asesino profesional, se refiere a algo como esto. ===Parte 5=== -Ahora, veamos si podemos encontrarlas. Estoy segura de que las armas estarán enterradas con un chip como los que ponen en las patas las especies en peligro de extinción, pero el campo magnético alrededor de un volcán activo es tan inestable que no estoy segura de que podamos captar esa débil señal. Treinta minutos después, Mai-san condujo el coche de alquiler hasta el cráter del volcán activo que sustenta el pueblo termal de Hakone. Seguía estando dentro de Hakone; era evidente que los miembros del gabinete y otros líderes del G20 no se acercarían para la cumbre, y era peligroso investigar debido a los gases volcánicos. Mai-san desenterró con éxito las armas de fuego y demás pertenencias que los comerciantes clandestinos locales habían trasladado temporalmente allí. -''Brrr, brrr.'' -Bien, bien. Tal como pensaba, estaban enterrados en el lugar, dejando una señal inequívoca. Tengo subfusiles, granadas, un rifle de francotirador semiautomático e incluso una ametralladora pesada del calibre .50. Con eso debería bastar. -''Mhh, mhhhh.'' -¿Eh? ¿Qué pasa, Sunekosuri? ¿Está el aire acondicionado del coche demasiado fuerte? -''¡No! No es eso…'' Su éxito significaba que había eliminado fácilmente a la anciana vestida de luto, y en este negocio, “eliminar” a alguien tenía un significado específico. -[En las noticias,] -Dijo un locutor de radio. –[poco después del mediodía, encontraron a una anciana desplomada cerca de la estación de Hakone. La llevaron rápidamente al hospital, donde se confirmó su fallecimiento. No presentaba heridas externas visibles y tenía una pastilla para la tos en la garganta, por lo que la policía lo considera un accidente.] ¿Cómo puede este locutor hablar con tanta frialdad? ¡Es como si estuviera hablando del fin del mundo con toda naturalidad! -''¿Q-q-qué... qué haremos ahora?'' -Mmm. Para manejar esto en orden, la transmisión de emergencia sobre la muerte de Hishigami Mai probablemente sea lo primero. Es la parte más importante y la que menos quiero dejar desatendida. Vamos a revolucionar la estación de televisión, considerándola a toda la cadena como un enemigo. Mai-san sonaba completamente despreocupada al decir eso, con todo tipo de armas y bombas llenando el maletero del coche de alquiler. ¡Eso sonaba mucho a lo que diría un terrorista, ¿verdad?! Seguí temblando y miré hacia el asiento del conductor. Mai-san seguía sonriendo. -¿Mmm? No voy a volar la estación por los aires ni nada parecido. Buscar al culpable infiltrándome a largo plazo es más del estilo de mi hermana. Sería más rápido cortarle el tendón de Aquiles, así que creo que atacaré al máximo responsable y me haré con todos los secretos de la empresa. -''P-pero las cadenas de televisión se consideran objetivos de alto riesgo para el terrorismo, ¿no? La seguridad será estricta, así que no creo que puedas acceder a ellas tan fácilmente.'' -Es cierto que sería difícil desestabilizarlos por mi cuenta, pero los ricos casi siempre tienen enemigos. Puedo obtener ayuda de ellos. -''¿Quieres decir que el enemigo del enemigo es un amigo? ¿Pero cómo piensas encontrar a los enemigos de este alto directivo?'' -Puedo buscarlos en internet. En las zonas rurales suele haber una cadena nacional y una local. La riqueza y el poder tienden a concentrarse en un solo lugar y monopolizan la libertad de prensa y la publicidad. Veamos la televisión y observemos qué empresas locales se anuncian con frecuencia. Luego, solo tenemos que buscar en internet otras empresas del mismo sector. Estarán perjudicadas por esos anuncios, así que guardarán rencor a la cadena de televisión. -Explicó Mai-san. -Además, no soy tan generosa como para llamar amigo a un completo desconocido solo porque tenemos un enemigo común. Llamarlo amigo es como invitar a un nuevo enemigo. -''¿?'' ¿Entonces…? ===Parte 6=== ¡Tiemblo, tiemblo, tiemblo, tiemblo, tiemblo! ¡No puedo parar de temblar! Estaba en el aparcamiento subterráneo de un complejo de apartamentos en la zona urbana de Hakone, pero el problema no era que estuviera rodeado de hormigón. Algo mucho peor estaba justo delante de mí. Mai-san sostenía un insecticida en aerosol que emitía un humo para eliminar cucarachas y lo arrojó al maletero de un deportivo italiano. Sin dudarlo, cerró el maletero de golpe. Ignoró la tos y los golpes que sacudían el maletero desde dentro. -Un final apropiado para unos insectos. -''¡Un momento! ¿¡No eran personas normales!?'' -La gente normal no tiene coches importados, no vive en apartamentos lujosos ni tiene membresías en campos de golf exclusivos. Seguro que te diste cuenta de lo terribles que eran. -Eh… Bueno, sí que me pareció extraño. -Probablemente eran villanos con enormes cantidades de dinero sucio. Las cadenas de televisión rurales suelen tener pérdidas y aceptan cualquier propuesta de patrocinio. Como rechazaron la mía, deben tener algo turbio que ocultar. Y revisé los antecedentes de las personas a las que apunté, por eso no intentaste detenerme en serio. Lo peor de este negocio es que el enemigo del mal no es bueno. No es que yo sea quién para hablar de eso. Se sentó en el maletero y miró la televisión de 1seg en su celular. -Mmm. Ya he matado a unos cuantos, así que debe haber un sistema para evitar que se filtren noticias incómodas. Pero si la cadena lo está bloqueando, significa que están al tanto de los asesinatos en serie. Parecía estar disfrutando y empezó a llamar a alguien por teléfono. -¿Eh? Sí, sí. Hola, hola. ¿Me puede comunicar con el presidente ahora mismo? ¿Ah, no puede? Ya veo. Entonces esto no es suficiente. Seguiré matando a sus enemigos hasta que le caiga bien. -''¡Qué crueldad!'' -Grité. Si las personas A, B y C eran un problema para la persona D y empezaban a morir de forma sospechosa, era obvio de quién sospecharían todos primero. Debió de estar esperando mientras la transferían, porque Mai-san se quitó el teléfono de la oreja y se llevó el índice a los labios, diciendo: “Cállate o te mato”. -Sí, sí. Buenos días, buenos días. Con alguien tan ocupada como usted, pedir una cita normal podría significar esperar meses para hablar con usted, así que tomé medidas de emergencia. -[¿T-t-tiene idea de lo que ha hecho? ¡T-tú...!] -Sí, eliminé a algunos obstáculos tal como me pidió. Ah, ¿esto se está grabando para sonsacarme la verdad? Ya veo. Está bien. Podemos usar esa grabación como prueba. Presidente, los eliminé a todos, así que págueme los cien millones que prometió después. Al fin y al cabo, usted me ofreció este puesto. Si supiera que una llamada se está grabando, podría falsificar pruebas fácilmente. Mai-san siempre le llevaba la delantera. Si desaparecía allí, la policía consideraría al presidente de la cadena de televisión como el principal sospechoso, así que no podía simplemente ignorarla. -[¿Q-qué quieres saber?] -Preguntó. -Algo que dudo mucho que quieras que quede grabado. Quedemos pronto. Y por supuesto, iré a verte. Relájate en tu gran sillón de cuero y espérame☆ ===Parte 7=== Hakone se dividía entre la zona urbana al pie de las montañas y la zona natural en las montañas, pero me sorprendió encontrar la cadena de televisión en cuestión en las montañas. -Los idiotas, el humo y las antenas de transmisión suelen verse en lo más alto posible. Mai-san aparcó el coche de alquiler en el estacionamiento de la cadena local, Ashinoko TV, y me llevó al interior del edificio. Por fin habíamos entrado en las montañas, pero el edificio moderno me produjo una sensación parecida al mareo. Subimos en ascensor hasta el último piso. El despacho del presidente ocupaba toda la planta y en él se encontraban un anciano de pelo gris con un traje a medida, una mujer hermosa con una falda ajustada y varios jóvenes musculosos. Mai-san ladeó la cabeza. -¿Quién es la mujer? -Soy Asano, su secretaria. Mai-san ladeó aún más la cabeza. -¿Y todos esos machotes? -Cuando una persona peligrosa dice que va a venir, es lógico contactar con gente experta. Trabajan en los bajos fondos como especialistas en revertir maldiciones. Normalmente, tener a estos seres del ocultismo rondando por la estación sería… -Ya veo. Treinta segundos después… No, quince segundos después. De hecho, puede que solo hubiera pasado un segundo o menos. Para ser sincero, la escena era tan surrealista que perdí la noción del tiempo. Lo que un momento antes había sido un espacio tan ordenado, ahora estaba cubierto de un líquido rojo oscuro. El presidente, de pelo gris, estaba acurrucado en un rincón de la habitación, temblando. Todos los demás habían sido masacrados. Mai-san era la única que quedaba en el centro de la gran sala. -Tú mismo dijiste que son especialistas en revertir maldiciones. Con maldiciones como la promesa a una Yuki Onna o la petición de una Ubume<ref>Asumo que recuerdan la historia y Paquete de la Yuki Onna, pero la promesa consiste en no hablar del encuentro con la Yuki Onna o esta te matará. La Ubume por otro lado, es un Youkai creado en la base de una mujer que muere durante el parto, y persiste buscando a alguien vivo que pueda hacerse cargo del bebe, o a alguien a quien pueda darle al bebe fallecido, el cual al ser aceptado se volverá cada vez mas pesado hasta aplastar a quien lo haya aceptado.</ref>, puedes revertirlas si conoces el truco. Ni siquiera tuve que usar un arma. Quizás te hubiera convenido más usar a unos simples aficionados con armas normales en lugar de usar un Youkai y hacerlo mal. -''¿Q-qué fue lo que…?'' -Pregunté. Me costaba hablar y esta Parca respondió con una sonrisa. -Como ya dije, intentaban extraerme los órganos usando las características de un yōkai llamado Aburatori, pero lo arruinaron por completo y el Aburatori se volvió contra ellos. Además, puede que todo esto fuera una treta para publicar primero una noticia y luego tergiversar la verdad. Al fin y al cabo, el Aburatori genera confusión al ser mencionado en los periódicos. Sinceramente, fueron demasiado ingenuos como para extraer los símbolos de esa manera. Lo hicieron tan mal que roza la blasfemia. Es como ver a alguien coger un atún rojo del Pacífico de primera clase y convertirlo en atún enlatado. Y aun así, alguien con verdadera habilidad podría haberme matado en el primer ataque con eso. -''¡E-eso es cruel! ¿No te estás pasando un poco?'' -¿Cómo? Solo me defendí. -''¿¡Entonces por qué la secretaria también está muerta!? ¡Y con una pluma estilográfica clavada en la cabeza! ¡Parece que la van a cocinar en una brocheta! ¡Guau, guau!'' -¿No había razón para matarla? ¿En serio? ¿Ni una sola? ¿Hablas en serio, Sunekosuri-chan? No ignores las leyes del mundo y pretendas que la mano derecha de un hombre tan malvado jamás se extralimitó. Su expresión no cambió en lo más mínimo. Se sentó en la pesada mesa y habló con el presidente. -Piensa qué crees que quiero saber y dame una respuesta clara. Tienes tres oportunidades. Agótalas y te unirás a ellos. ¿Entendido? -Tengo un crucero en el puerto de Ashinoko y hay una caja fuerte oculta a bordo. La combinación es… -Dos intentos más. -¡Yo di la orden de enviar la alerta de emergencia sobre la muerte de Hishigami Mai! Pero solo cumplía órdenes. ¡No sé cómo encaja esa noticia en el paquete! -Te queda un intento más. -¡Goudo Akira! Es su contacto. ¡No sé nada más! ¡Si hubiera investigado más, también me habrían matado! -Ya veo. Goudo Akira, ¿verdad? Dime cómo se escribe. Tras obtener la información que necesitaba, Mai-san me alzó en brazos y se dirigió a la puerta de la oficina. Mientras caminaba, habló sin volverse. -Ah, claro. Encárgate de esos cuerpos. -¿¡P-por qué tengo que hacer eso!? -Puedes llamar a la policía si quieres, pero en el juzgado, te garantizo que acabarás siendo declarado culpable. Al fin y al cabo, este mundo es injusto. -… -Haces negocios con asesinos del lado ocultista como yo, ¿verdad? Trabajar en el periodismo te da acceso especial a información privada de las víctimas y puedes filtrarla “accidentalmente”. Solo contáctalos. Sabrán cómo deshacerse del cuerpo de forma segura y eliminar las manchas de sangre. Dicho esto, salió del despacho del presidente. Después de pulsar el botón y esperar el ascensor, le pregunté qué me preocupaba. -''¿Por qué... por qué llegaste tan lejos?'' -¿De qué sirve pensar en eso ahora? -''Formaban parte de una organización, igual que nosotros. Aunque estuvieran en el nivel más bajo, ¿acaso la organización no pensará en vengarse ahora que los has matado?'' -Sunekosuri-chan, ¿viste el tatuaje en el dorso de sus manos? -''¿Eh?'' -A primera vista, parece un tatuaje tribal a la moda, pero en realidad es la insignia de rango de la organización Jouzai Senjou. Añaden una línea cada vez que ascienden, y un error lo suficientemente grave como para que los degraden les corta la mano entera. Son una organización de tercera categoría que no hace honor a su nombre y ganan dinero vendiendo Paquetes a toda clase de criminales. Pero yo aniquilé a todos sus líderes durante un incidente anterior. La organización logró recuperarse, pero dudo que quieran volver a tener algo que ver conmigo. -''¿Quieres decir…?'' -Es probable que ese presidente vaya suplicando que le den alguna forma de contraatacar, pero eso hará que mi nombre llegue a oídos de los altos mandos. Ahora bien, ¿crees que alguien allí todavía quiere enfrentarse a mí? Si la alternativa es ser completamente aniquilados esta vez, probablemente entierren a ese presidente en las montañas por su conexión conmigo… Por supuesto, pasaré a darles las gracias más tarde. -''P-pero solo estás adivinando. En realidad no sabes lo que ese presidente intentará hacer, ¿verdad?'' -Sí, suelo improvisar mis planes. Aun así, ya me imaginaba que Jouzai Senjou iba a aparecer. Son la única organización lo suficientemente barata como para infiltrarse en los medios locales y recabar información de primera mano. Llegó el ascensor y las puertas automáticas se abrieron a ambos lados. Mai-san no dudó en marcharse dejando a ese “factor incierto” aún allí. -Le di tres oportunidades y solo recibí pistas. Y eso que le dije que me diera la respuesta clara que quería. ===Parte 8 (3.ª persona)=== El cuartel general de Hyakki Yakou era móvil. Estaba compuesto por una gran formación que incluía un ala volante en forma de V, una nave de transporte llena de repuestos, una nave de reabastecimiento en vuelo y cazas de escolta. El interior se asemejaba a la Corte Imperial de la antigua capital o a la antigua mansión de un noble, pero en realidad era una residencia voladora construida con tecnología punta. En una esquina, una niña de diez años vestida con un kimono sostenía el teléfono pegado a la oreja. Se llamaba Hafuri y era la líder de la mayor organización del país relacionada con los yōkai. -Ufff. No sé qué decirles. Seguimos sin poder contactar con Hishigami Mai. Y, por supuesto, ustedes fueron quienes lo desencadenaron todo, ¿verdad? -[No me refiero a eso. Ella es miembro de Hyakki Yakou, ¿no? Ya ha asesinado a cuatro personas influyentes y a más de diez en la oficina del presidente de una cadena de televisión regional. Y luego ese presidente se “suicidó”. Si esto continúa, su supervisor será el responsable. ¿Estás segura de que quieres eso?] -Parece que te equivocas en algo, así que déjame explicarte. Hishigami Mai no es más que una agente independiente. -[¿Estás diciendo que no pueden enviar a su departamento disciplinario interno?] -A veces solicitamos trabajos, pero ella no pertenece a Hyakki Yakou. Cuando lucha en otros lugares, no la apoyamos ni la protegemos directamente. A cambio, no tenemos forma de castigarla. A menos que el asunto entre en conflicto directo con nuestros intereses. -[Ya veo.] El Sunekosuri, miembro oficial de Hyakki Yakou, estaba con Hishigami Mai, pero, para bien o para mal, ese hecho nunca se mencionó. A veces, no ser de ayuda en una pelea resultaba útil. Aunque, claro, el Youkai probablemente lloraría si lo supiera. -Y yo que creía que sabías cómo son las mujeres Hishigami. -Dijo Hafuri con un tono casi exasperado. -Hishigami es la compañía comercial general que representa a Japón y se dedica principalmente a la industria pesada. Pero su familia principal aún practica una tradición maldita: los hombres Hishigami y las mujeres Hishigami. El concepto es similar a los términos psicológicos Eros y Tánatos. -… -Los hombres Hishigami se centran en las reuniones estáticas, mientras que las mujeres Hishigami se centran en las separaciones dinámicas. Se dividen entre quienes intentan expandir las organizaciones pacíficamente y quienes intentan destruirlas radicalmente. Para bien o para mal, los hombres Hishigami tenían una gran capacidad para conectar a las personas, por lo que, naturalmente, formaron una compañía comercial general de gran poder. Mientras tanto, las características de las mujeres Hishigami indicaban que la harían pedazos. Ninguno de los dos estaba equivocado. En tiempos de caos, los hombres Hishigami se alzaban al frente y construían un sistema gigante y estable. En tiempos de estancamiento, las mujeres de Hishigami se alzaban al frente y desmantelaban el sistema corrupto y opresivo. A las mujeres de Hishigami se las consideraba presagios de mal agüero, pero simplemente percibían hacia dónde se dirigía la era y actuaban en consecuencia. -En pocas palabras, una sola mujer Hishigami posee el poder suficiente para destruir una corporación global. Una Hishigami se enamoró e, inconscientemente, intenta suprimir su poder de separación con el poder de la conexión, y otra Hishigami ha mostrado el deseo de vincularse con la ‘obligación’ de una relación cercana con Hyakki Yakou… Sin embargo, has cortado uno de esos hilos. Esta batalla ya no se rige por las reglas de Hyakki Yakou, sino por las de una mujer Hishigami. ¿De verdad me estás diciendo que no sabías lo que iba a pasar, Goudo Akira-san? -[O sea, ¿dices que Hyakki Yakou es inútil? De acuerdo. Yo me encargaré del problema, pero prepárate para que la influencia de Hyakki Yakou disminuya… ¿¡Ghch!?] La llamada terminó. Hafuri bajó la mirada al auricular, suspiró y colgó el teléfono. Solo pudo decir “mis condolencias”. ===Parte 9=== -¿Goudo Akira, eh? Tras comprobar la seguridad de los explosivos y el transmisor, Mai-san subió al coche de alquiler. -No esperaba que esto tuviera que ver con los Hishigami. ¿Se está convirtiendo esto en una disputa familiar? -''¿H-Hishigami?'' -No te preocupes. Pero sí que simplifica las cosas. Puede que a una persona normal le resulte difícil atacar a un miembro de la compañía comercial Hishigami, pero soy de la familia. Sé cómo funcionan las cosas. -''¿E-entonces qué vas a hacer?'' Golpeó el volante y dio una respuesta simple. -Los secuestraré. ………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………… Puede que pareciera un perro, pero tenía mi dignidad como Youkai inteligente que había vivido cientos de años. Fue una prueba de mi valentía el haber logrado no orinarme encima. -''¡¡Q-quieta ahí!! Probablemente ya sea demasiado tarde para regañarte, ¡pero aun así voy a gritar! ¡¡Todo el mundo está de acuerdo en que secuestrar está mal!!'' -Uf… ¡No puedo creer que le des una lección a una delincuente como yo! ¡Profesor! ¿Puedo ofrecerle mi cuerpo en la sala de tutorías? -''¡No solo no me escucha, sino que además se comporta de forma totalmente inapropiada!'' No importaba lo que hiciera, el derramamiento de sangre a su alrededor no pararía. Ni siquiera dudó un poco al manejar el volante. -Por cierto, ¿adónde vamos? -Al Paso del Infierno. Es uno de los pueblos termales de la región de Hakone. Es un lugar singular, centrado en el turismo en lugar de la agricultura. Ah, y haremos un pequeño desvío. -''¿Infierno?'' -Allí no hay tradiciones extrañas, así que no hay nada que temer. No es raro que los lugares con aguas termales y volcanes tengan la palabra "infierno" en su nombre. -''No me refería a eso. ¡Está justo en el centro de la cumbre del G20! Si andas por ahí con una pistola, te encontrarán enseguida y causarás un buen lío.'' -Por eso dije que haremos un pequeño desvío. Como siempre, parecía estar disfrutando. -Una tienda de souvenirs poco auténtica en la zona urbana de Hakone probablemente funcionaría. Necesito algún tipo de vestimenta autóctona que oculte mi identidad y tenga un aire religioso. Como la de una adivina, tal vez. Tendrá que ser algo con lo que una asiática como yo no desentone. Mmm… Quizás algo de la India. -¿? Quince minutos después, Mai-san había conseguido la ropa y conducía hacia la Villa Intelectual llamada Paso del Infierno. El camino de montaña serpenteaba, yo daba tumbos en el asiento del copiloto, y finalmente llegamos a la entrada del Paso del Infierno. En lugar de entrar al centro del Paso del Infierno, Mai-san se detuvo en el estacionamiento de una estación de una compañía de transporte y me sacó del auto con ella. -''¿Eh?'' -Me tomé la molestia de cambiarme de ropa, pero harían una inspección minuciosa si condujera hasta la zona de la cumbre. Eso arruinaría todo. Caminó lenta y tranquilamente hacia el Paso del Infierno, sosteniéndome en brazos. ¿E-esto realmente funcionará? ===Parte 10=== -¡Oigan, ustedes! Treinta segundos después de cruzar al Paso del Infierno, un joven con uniforme de policía nos llamó. ¡Lo sabía! ¡Claro que vas a llamar la atención con ese atuendo llamativo de adivina que deja al descubierto el ombligo en un pueblo termal con ambiente japonés! ¡Es completamente inútil taparte la boca con el velo! El policía nos miró con una profunda sospecha, totalmente justificada. -Disculpen, ¿puedo verles la cara? Muéstrenme su identificación y déjenme revisar su bolso. Ahora mismo tenemos que… -¡Oh! No puedo mostrar interior de la bolsa. Mi religión solo me permite mostrar gran maestro purificado el interior de la bolsa. ¡De lo contrario, virtud acumulada desaparece! -¿Eh? ¿Qué? No, no me refiero a eso. Es un asunto de seguridad… -¡Vaya, vaya! ¡Vengo hasta la Villa Intelectual para aprender sobre la cultura japonesa superior y me tratan con semejante falta de respeto! ¿Qué pasó con la libertad religiosa? Casi podía sentir las miradas penetrantes de la gente a nuestro alrededor. Los camarógrafos y periodistas extranjeros que estaban allí para cubrir la cumbre del G20 habían visto algo interesante. Mai-san fingió sollozar mientras me susurraba al oído, como si me mordisqueara suavemente la oreja, y me abrazaba contra su pecho. -(Con la cumbre internacional del G20 en marcha, este lugar está lleno de gente de diferentes países y culturas: los miembros del gabinete, sus equipos de guardaespaldas y los periodistas que los acompañan. ¿Qué titulares crees que saldrán si un policía que representa a la autoridad del país reprime la religión de otra cultura? Criticar al representante japonés podría convertirse en el tema central de la cena de esta noche.) -''¡Qué cruel!'' -(Además, en las Villas Intelectuales odian a la policía. Cuando eran zonas rurales en decadencia, la policía ni siquiera construía una sola comisaría y solo se acercaban con calma desde la estación cuando había un robo. Puede que hayan cambiado de opinión y quieran construir comisarías ahora que la zona ha ganado mucho dinero, pero eso no significa que vayan a recibirlos con los brazos abiertos. En cambio, usan sistemas de seguridad en sus casas y guardias armados para protegerse mejor que una universidad. Si este forastero la lía aquí, nadie va a salir a protegerlo). -Eh... este... este... El joven policía estaba claramente nervioso y miraba a su alrededor. En ese momento, el pobre funcionario solo tenía dos opciones. Podía volverse excesivamente opresivo y agresivo e intentar hacer alarde de su autoridad o... -M-mis disculpas. Por favor, siga. Se rindió por completo y se puso muy educado. Y así, Hishigami Mai-san llevó sus armas con confianza a su destino, a pesar del estricto dispositivo de seguridad dispuesto para la reunión de los líderes y miembros del gabinete del G20. ===Parte 11=== Nuestro destino era una antigua posada de lujo en las montañas. Era un edificio de madera de varios pisos, en lugar de la típica estructura plana de las residencias japonesas. A pesar de estar ubicado en el fondo de un cañón verde, se elevaba lo suficiente como para asomarse entre las montañas. Lo había construido un carpintero de templos y tenía una tradición de más de doscientos años, por lo que parecía más un santuario sintoísta o un templo budista que un alojamiento. Se parecía mucho al escenario del Kiyomizu-dera de Kioto o al torii oceánico del santuario Itsukushima de Hiroshima, en el sentido de que la construcción humana acaparaba la atención del paisaje a pesar de estar rodeada de naturaleza. -''¿V-vamos a ir aquí?'' -Dije que Goudo Akira tiene una conexión con los Hishigami, ¿no? La región de Hakone tiene innumerables zonas seguras, pero puedes reducirlas bastante si te centras en las que cuentan con el apoyo de Hishigami. Esta es la más fuerte, la más elegante y la más cómoda, así que es perfecta para la fortaleza del jefe. Mai-san aún vestía el traje de adivina extranjera, pero no dudó en entrar en la posada. Como era de esperar, las camareras abrieron los ojos como platos. -Un Hishigami me llamó y tiene que ver con Youkai. No hace falta que me traten como a una invitada; aquí no ha pasado nada y no han visto a nadie. Así es como deberían actuar. Cuando mencionó algunas palabras clave como esas, la mirada de las decenas… no, más de cien trabajadores cambió por completo. Parecía como si la luz se hubiera apagado en sus ojos. Era una escena extraña, sin duda, ver a todo un grupo ignorando a alguien así. -Si sabes cómo funcionan las cosas, esto es fácil. La gran cantidad de testigos y la seguridad de vanguardia no significaban nada. Mai-san caminó con decisión directamente hacia la sala VIP que oficialmente no existía. -Pobrecita. Tienen tantas reuniones turbias día tras día que nadie se atreve a asomarse, por mucho alboroto que oigan viniendo de ahí dentro. Bastó un instante para romper el candado de la puerta corredera. Y apenas tres segundos para reducir a la persona que estaba dentro, que hablaba elegantemente por teléfono. -A-agh. Mghmgh. Un gemido salió de la boca amordazada con cinta adhesiva de la mujer vestida con ropa de oficina. Su falda y traje ajustados eran hechos a medida y parecían bastante caros; ahora mismo estaba colgada del techo con las manos atadas. Naturalmente, Mai-san parecía tener un motivo para hacerlo, pero… -¿Así que usaste una habitación VIP aislada al estilo de una aldea escondida? ¿Eh? ¿Usaste al Aburatori otra vez? ¿Es un paquete especial? -''¿Un paquete especial? ¿Qué es eso?'' -Los Youkai, sobre todo los más peligrosos, son difíciles de capturar o contactar, ¿verdad? Así que, en vez de capturar a varios, trabajas con uno solo desde distintos ángulos para preparar varios paquetes diferentes. Sunekosuri, ¿cuánto sabes del Youkai conocido como Aburatori? -''Bueno, solo que es horrible. Es un yōkai relativamente nuevo y peligroso que apareció durante la era Meiji. Se cuela en las aldeas disfrazado de campesino y secuestra y mata niños en secreto, ¿cierto?'' -Técnicamente, les extrae los órganos, los cocina con una brocheta de pescado y se queda con el aceite del niño. Los folcloristas dicen que es una historia de fantasmas sin la “tradición del miedo”, ya que no tiene moraleja. Algunos dicen que el Youkai en sí da menos miedo que la histeria colectiva excesivamente suspicaz, muy parecida a la caza de brujas. -Levantó el dedo índice. -Por ejemplo, los guardaespaldas de Ashinoko TV que enfrentamos aislaron el simbolismo del asesinato de niños del Aburatori para crear un paquete de asesinatos. -''Sí, supongo.'' -Pero eso deja sin usar el simbolismo de ‘infiltrarse y secuestrar’. Al usar esa porción sobrante para este Paquete de la aldea oculta, pueden operar simultáneamente varios Paquetes con un solo Youkai. Se llaman Paquetes de estilo separado. Ahora mismo, parece que hay tres: la transmisión de noticias, los asesinos y la aldea oculta. -''H-has estado pensando en esto… Pero ¿no tendrían que estar ensamblados con mucho cuidado para evitar cualquier competencia que pudiera descontrolar los Paquetes?'' -Sí. En esencia, es una forma de ser económicos. Con su enorme fuerza de combate, Hyakki Yakou puede capturar varios Youkai. Que estas personas hayan elegido usar el estilo separado nos dice algo sobre su fuerza, Sunekosuri-kun. Justo cuando estaba a punto de suspirar, comprendiendo, oí unas protestas ahogadas a un lado. Ah, claro. Esa oficinista sigue ahí. ¿Puedo suponer que es Goudo Akira? -''¿¡Espera!? ¿Por qué le estás quitando la ropa?'' -Porque es necesario. Pero si todo este alboroto y el crujido de las cuerdas no levantan sospechas, ¿qué clase de reuniones secretas suelen celebrar aquí? Espero que no sean espectáculos sadomasoquistas. Goudo Akira quedó rápidamente en ropa interior y medias, y nos miró con hostilidad. Mai-san lo ignoró y se arrancó bruscamente la cinta adhesiva de la boca para que le doliera. -Sabes por qué te dejo hablar, ¿verdad? Te haré una pregunta y solo tendrás una oportunidad. Eres la asesora legal de un hombre Hishigami, ¿cierto? Pensaba que eras del tipo de persona que da consejos sobre actividades delictivas pero evita involucrarse directamente, pero ¿qué opinas? ¿Eres realmente la mente maestra detrás de todo esto o hay alguien más detrás de ti? Por favor, dímelo. -No hablaré. -Ah, ¿sí? Mientras hablaba, Mai-san sacó algo de la bolsa que había dejado sobre los tatamis. Pero no era un instrumento de tortura tan desagradable como unos alicates, una sierra o un soldador. -¿Eh? ¿Un rotulador? -Salvo algunas excepciones, la mayoría de los instrumentos de tortura especializados son demasiado voluminosos para llevarlos encima. Al infiltrarse en territorio enemigo, se puede usar algo así para conseguir que la gente hable rápidamente. Mai-san destapó el rotulador y se acercó a Goudo Akira-san. -¡Adelante! No te diré nada... ¡Hyah! ¡Espera! Je, je. ¿¡Qué clase de tortura es esta!? ¿Por qué me estás llenando de equis? Je, je. ¿¡Qué sentido tiene este garabato!? Existía un tipo de tortura conocida como "cosquillas", pero no vi nada aquí que fuera lo suficientemente intenso como para romper el diafragma. Parecía que Mai-san simplemente estaba garabateando sobre la mujer. -Sí, sí. Si no lo soportas más, puedes hablar. -¡Ja, ja, ja! Yo… yo no… no cederé ante… ¡je, je! -Por cierto, Akira-chan, ¿conoces la doncella de hierro? -¿Qué? Goudo Akira-san se había estado retorciendo para soportar la marca, pero la repentina mención de ese término peligroso la hizo paralizarse como si le hubieran arrojado agua fría. Mai-san continuó sin inmutarse. -Como seguramente sabrás, es el instrumento de tortura más famoso del mundo. Por cierto, el instrumento de ejecución más famoso es la guillotina.☆ Vaya, vaya, ¿has oído hablar de ella? …Esa cara que pones me hace pensar que vas a decir que es de dominio público en Occidente. Así que supongo que sí sabes qué es la doncella de hierro, ¿verdad? -¿Qué tiene que ver eso con…? -Es como un ataúd metálico con doble puerta, lleno de púas afiladas, y la víctima simplemente queda encerrada dentro. Es fácil de usar. Pero cuando las púas están colocadas justo donde deben para no alcanzar ningún órgano vital, el sufrimiento se prolonga bastante. Esa es la leyenda que rodea a ese instrumento de tortura, pero estoy segura de que la mitad es pura exageración. Con un chirrido, Mai-san dibujó la última X en el costado desnudo de Goudo Akira-san, tarareando para sí misma. -Pero si sabes dónde apuñalar, no necesitas ese aparato tan grande y sofisticado. -¿Eh? Espera. No querrás decir… La mujer que colgaba del techo miró lentamente su estómago. Tenía varias docenas de sospechosas marcas en forma de X dibujadas por todo el cuerpo. Mientras tanto, Mai-san se apartó, guardó el rotulador en su bolso y sacó otra cosa. Su silueta recordaba a una pistola, pero la herramienta eléctrica era más grande y voluminosa. -¡Tachán! ¡La clavadora neumática es la aliada de cualquiera con un problema! Puedes usarla para tus proyectos de bricolaje y cuando no tengas una pistola a mano, pero ¿se te ocurre algún otro uso? -¡¡…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………!! Goudo Akira-san se retorció tanto que hizo crujir toda la habitación, pero eso no cambió el hecho de que seguía colgando en el aire. -No perderé tiempo disparando clavo por clavo. Ya sé que no te matará, así que creo que clavaré todos los clavos en sus marcas antes de volver a preguntarte. -¡¡Espera, espera!! Aunque hagas eso, yo... ¡¡no lo haré!! -Ya es inútil. Te convertiré en un alfiletero humano con púas digas lo que digas. Incluso si me dijeras la verdad ahora mismo. Así que ríndete. -¡¡Ah…!! Pero… tú… ¡¡eso no tiene sentido!! -Dije desde el principio que solo te haría una pregunta y que solo tenías una oportunidad. Es tu culpa por no aprovecharla. Dicen que lo más aterrador del mundo es alguien cuyos pensamientos simplemente no puedes comprender. Estaba casi segura de que Mai-san solo fingía para dar esa impresión, pero aun así... -Puedo sacarte la información que quiero cuando lo hayas perdido todo y estés cubierta de heridas innecesarias. ¿De acuerdo? No dudó. Con esta actuación, demostró estar dispuesta a crear un verdadero cadáver. Aún sonriendo, presionó la punta de la pistola de clavos contra el cuerpo de Goudo Akira-san. Un poco por encima del estómago y debajo de su voluminoso pecho, donde se le marcaban las costillas. Y Mai-san no dudó en aplastarle una costilla. -''¡No puedo ignorarlo más! ¡Toma esto!'' -Sunekosuri, ¿por qué juegas a mis pies? Tu ayuda, completamente inútil, solo aumentará su desesperación. ¿Acaso en verdad intentas ayudarme? -''¿¡¡¡Hyaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh!!!?'' No podía hacer nada, así que simplemente cerré los ojos con fuerza. Pero entonces… -Oh, ¿qué es todo esto? Mai, ¿podrías dejar de comportarte de forma tan extraña? Una nueva voz interrumpió la escena. Era una voz masculina y suave. Abrí los ojos con vacilación y vi a un joven de unos treinta años vestido con ropa informal de estilo japonés, de color azul índigo. Sí, un joven. Lo rodeaba un aura invisible que me impedía llamarlo de otra forma. Mai-san entrecerró los ojos al volverse hacia él, pero mantuvo la pistola de clavos cerca del cuerpo de Goudo Akira-san. -Hishigami Kyou, tercero en la línea sucesoria de la familia principal. -Podrías llamarme hermano, ¿sabes? Somos familia, si lo piensas bien. [[Image: Zashiki_v04_005.jpg|right|400px]] El joven, aparentemente llamado Hishigami Kyou, frunció el ceño con preocupación y se dejó caer pesadamente en una silla de mimbre. Extendió la mano con calma hacia la silla de enfrente. -Siéntate. Si quieres té, prepáralo tú misma. Somos hermanos, así que tratarte como a una invitada sería una descortesía. -Qué tranquilo estás. Si quisiera… -Sí, mi muerte sería inevitable. A diferencia de ti, no poseo una fuerza descomunal. Tanto si me resistiera como si no, podrías matarme si lo intentaras. Ese es el destino de quien vive en un mundo racional. -… Un escalofrío pareció llenar el aire y Mai-san se sentó en la silla de enfrente con gesto adusto y la pistola de clavos aún en la mano. ¿Eh? Entonces… -Espera. Sé que no somos quiénes para hablar, pero… ¿qué pasa con Goudo Akira-san, que sigue colgada ahí? -¿Eh? Es mi asesora legal, la que me ha apoyado en las buenas y en las malas. Además, es muy hábil. Me encantaría salvarla, pero como ya dije, vivo en un mundo razonable. No puedes esperar que haga un rescate espectacular como un superhéroe. -¡…! Ya no tenía la boca tapada con cinta adhesiva, pero Goudo Akira-san parecía incapaz de hablar. A pesar de la joven y hermosa mujer que colgaba del techo en ropa interior entre ellos, los hermanos hablaban como si estuvieran solos. No tenía sentido discutir si los hombres o las mujeres Hishigami estaban más locos. ¡Todos estaban chiflados! -Mai, ¿sabes por qué estoy aquí? -No parece ser para salvar a esa mujer ni para darme información. -Hishigami. Kyou interrumpió con esa palabra y continuó, a pesar de estar frente a Mai-san. -Estamos al tanto de la noticia de emergencia que dice que Hishigami Mai ha muerto. Algunos reporteros incluso han preguntado, con poca sensatez, si tenía alguna relación conmigo. Claro, eso no es problema. Hishigami es un apellido común en Japón… no, en todo el mundo. Decir que probablemente alguna persona no identificada usaba el nombre resolverá el problema fácilmente. -… -Pero dar esa explicación no es razonable. Mentir delante de la policía o de los periodistas no es algo que hagamos los hombres de la familia Hishigami. Es fácil, pero no me gusta hacerlo. Por favor, no nos causen más problemas. Hagan lo que sea necesario para asegurarse de que no tengamos nada que ver con esto. ¿No lo entienden? -Esta es la verdadera esencia de los hombres de la familia Hishigami, Sunekosuri. -Dijo Mai-san, visiblemente exasperada. -Lo razonable esto y lo razonable aquello. Lo repiten una y otra vez, pero en realidad son los más locos de todos. Sostienen gran parte de la economía japonesa e incluso controlan la producción y el suministro de armamento. Están locos y se creen superiores a todos, pero aun así hablan de lo que es razonable. Si alteraran lo que es razonable y, por ende, las tendencias de la gran mayoría de la población, podrían fácilmente desencadenar una guerra o un golpe de estado. -Bueno, si esa es la razón de ser de esta época, poco se puede hacer al respecto, ¿verdad? Incluso si el país entrara en decadencia y perdiéramos a más de la mitad de la población, sería consecuencia de sus propios deseos. Simplemente nos dejamos llevar por esa tendencia. Eso es lo que hay que hacer cuando uno es una buena persona que desea mantener el orden. -Y sientes que nos necesitas, a las mujeres Hishigami, aunque nos odies. Quieres un interruptor que puedas usar si el sistema gigante se descontrola. -Por favor, detente. Si los hermanos Hishigami realmente se pusieran a pelear, la población mundial se reduciría a unas cinco cifras. Y eso no es razonable en absoluto. Orden y destrucción. Estos hermanos existían en una escala que parecía sacada directamente de la mitología hindú. -Entonces, ¿cómo se supone que voy a obtener la información que necesito para resolver esto sin una pelea como esa? ¿Debería convertir a esa mujer en un alfiletero humano con púas o colgarte en su lugar? -En realidad no me importa, pero ¿qué tal si simplemente te lo digo? Habló sin rodeos. Sonaba exactamente como un hermano dándole a su hermana un mensaje de sus padres. -Parece que te has ganado un gran enemigo, Mai. ¿Has notado que el término Aburatori aparece mucho a tu alrededor? -¿Qué pasa con eso? -Básicamente, alguien está tramando algo malo usando a un Aburatori. Mai, ¿cuál es tu función? ¿Has considerado la posibilidad de que te vean como un elemento que podría arruinar su plan? -No sé nada de ese supuesto plan. Ellos fueron los que me atacaron. -En el mundo del crimen no hay policía ni juicios. La existencia o falta de pruebas no importa. En tu mundo, la gente es castigada incluso por la mera sospecha, ¿verdad? ¿Estás segura de que no hiciste nada para provocar un malentendido? ¿O hiciste algo tan injusto que podrían decidir aplastarte antes de que te convirtieras en un problema? -… Sin soltar la peligrosa pistola de clavos, Mai-san pareció reflexionar un instante. Su apariencia no era un indicio, ya que era una maestra del póker, pero parecía tener dificultades para aceptar algo. -¿Quién es esta persona? Para que Hishigami aparezca así, debe ser alguien del mundo económico, como usted. ¿Tiene alguna relación con la política? -Sí. Si es alguien como yo, podemos suponer con seguridad que ha extendido su influencia allí. Si lo pensamos con detenimiento, claro. -¿Cómo puede decir eso cuando está involucrado con bloques de votantes, grupos de expertos en políticas y financiando macrodatos para apoyar elecciones? ¿Acaso me he ganado la enemistad del primer ministro o algo así? -Más alto que eso. Hishigami Kyou-san no dudó en hacer ese comentario impensable. ¿Eh? ¿Pero qué cargo es más alto que el de primer ministro? -En el este, Akasaka. En el oeste, Gion. La política japonesa está controlada en secreto por un grupo de operadores dividido en dos facciones. Para ellos, las fronteras entre partidos políticos no significan nada. Controlan todo lo relacionado con la política. Mai, seguro que hasta tú has oído las leyendas urbanas. Esos rumores tan ridículos como el del refugio nuclear en la estación de Nagatachou. -¿Te refieres al Maestro del Restaurante? En cuanto murmuró esas palabras, sentí un frío extraño invadir la habitación, como si hubiéramos tocado un tema tabú. Era como si hubiera profanado un pequeño altar de origen desconocido. -No sé cuántos están involucrados, pero el Restaurante Occidental está tramando algo con un Aburatori. -¿El Restaurante Occidental está tramando algo descabellado? -Mai-san frunció el ceño, confundida. -Eso no pinta bien. Ahora que lo pienso, hace poco me descontrolé un poco en Gion, Kioto. Estaba investigando un incidente relacionado con un “monje”<ref>El monje probablemente se refiera al Umibozu y su relación con el grupo Akki Rasetsu al que se enfrentó en el segundo volumen.</ref> y terminé creando bastantes cadáveres. -Y esa es la sede del Restaurante Occidental. Por eso te tienen en la mira. Kyou-san sonaba exasperado. -Oriente se ha entusiasmado con la torre de radio más alta del mundo y su campaña de renacimiento al estilo Edo, así que el incipiente nacionalismo occidental ya estaba a flor de piel. Metiste la pata hasta el fondo, Mai. -¿La campaña de renacimiento al estilo Edo? Un momento. ¿No es eso solo un pasatiempo de algún VIP? -El hecho de que tengan el poder de convertir un simple pasatiempo en un proyecto nacional de esa envergadura ha enfurecido al Restaurante Occidental. -Dijo Kyou-san encogiéndose de hombros. -En cualquier caso, es simplemente irrazonable que el verdadero centro del gobierno dependa de un paquete criminal. Deben estar perdiendo la cabeza. ¿No crees que eso es un problema? -¿Qué es esto? ¿Acaso esta persona resulta ser una molestia para los hombres de Hishigami? -Por supuesto que no. Somos perfectamente razonables, así que jamás pensaríamos en algo tan peligroso. El joven vestido con ropa informal de estilo japonés sonrió mientras se levantaba de la silla de mimbre. -La persona del lado occidental se llama Udou Itsuki. Si le interesa, no dude en contactarla. Debe estar planeando reunirse con los miembros del gabinete internacional, ya que casualmente se encuentra en una de las Villas Intelectuales de Hakone. -No me estarás dando información falsa para eliminar a un rival político, ¿verdad? -Entonces asegúrate de investigar esto a fondo con antelación. Y que te manipulen así no es propio de alguien tan irracional como tú. Como tu hermano, me entristecería verte en ese estado. Sería como ver a un héroe de película caer en desgracia. Dicho esto, Hishigami Kyou-san se dirigió rápidamente a la salida de la habitación. ¿Eh? ¿¡Pero qué hay de Goudo Akira-san!? -¡Kyou-san! Eh, espera… ¡Por favor, espera! Debió de pensar que de verdad la iba a dejar, porque gritó desesperada. -¿Hmm? -Yo… yo… yo… Pero… yo… -Desafortunadamente, no puedo protegerte. Puede que Mai sea una persona irracional a la que no le importa a quién tenga que involucrar para lograr su objetivo, pero al menos sabe juzgar a quién mata. Debes haber hecho algo sucio que la enfureció, y eso no es razonable. Simplemente está más allá de mi poder. -¡Pero! ¡No tienes permitido salirte de la norma, así que decidí lo que querías y apoyé tu prosperidad de una manera que no te mancillara! ¡Establecí una conexión con el Lado Occidental, aunque significara ensuciarme las manos, porque pensé que te ayudaría en el futuro! ¡Y la única razón por la que ascendiste al tercer puesto en la línea de sucesión en los últimos años es porque…! -Pero yo no quería nada de eso. La voz de Hishigami Kyou parecía preocupada, y eso bastó para que Goudo Akira guardara silencio. Era como ver a alguien terminar un discurso que había durado años solo para descubrir que el oyente no había entendido el idioma que hablaba. -La línea de sucesión no importa. Si mi posición va a caer, que así sea. Siempre y cuando esa caída se deba a acciones razonables, claro. De hecho, es extraño que alguien como yo esté en tercer lugar. Desde un punto de vista razonable, al menos. Esto me resulta bastante incómodo. Que me hayan sacado del camino que había planeado podría incluso considerarse doloroso. -Ja… ja… -¿Establecer una conexión con el Lado Occidental? Eso es justo lo contrario de cómo operan los hombres de la familia Hishigami. Escucha. Las conexiones entre las personas se dan cuando deben darse. Intentar forzarlas solo creará conexiones indeseadas. El peor resultado posible es desear haber conocido a alguien en otras circunstancias y haber usado esa carta con alguien tan importante como esto. Probablemente ya no haya forma de formar una conexión razonable y pacífica con el Lado Occidental. Qué desperdicio. Esa es la única manera en que puedo verlo. -Ja ja… ja. Ja ja ja ja ja ja ja. -Pero sería cruel abandonarte aquí. -¿¡En serio!? -Llamaré a la policía. Si lo piensas bien, seguro que te rescatarán. Esta vez, el rostro de Goudo Akira palideció de verdad. Todos aquí sabían que esa regla básica no aplicaba, pero él simplemente no quería salir de ese mundo de ideales racionales. Mai-san agitó ligeramente la pistola de clavos mientras seguía sentada. -Oye, Hishigami Kyou. -No hay razón para llamar a tu hermano por su nombre completo. -¿Acaso esta posada hace honor a su nombre de “alta clase”? Por ejemplo, ¿se deshace de cadáveres y manchas de sangre que te estorban? -No sé nada de ese mundo irracional. -Hishigami Kyou-san se encogió de hombros levemente. -Pero Akira-kun frecuenta este lugar, así que probablemente sí lo sepa. Pregúntale a esa mujer irracional que tantas veces hizo cosas tan horribles y nunca dio señales de ser atrapada. -¿¿¿¡¡¡…!!!??? La tensión en sus músculos faciales debió ser una respuesta suficiente. Antes de darme tiempo a cerrar los ojos, los clavos comenzaron a clavarse en sus órganos vitales sin acertar en las marcas. ===Parte 12=== -Esto es sospechoso. Una vez que salimos del Paso del Infierno y regresamos al coche de alquiler estacionado en la gasolinera de la carretera de montaña, Mai-san murmuró esas tres palabras. Ya era de noche y el rojo de los arces de la montaña era muy hermoso, pero también me recordó las escenas sangrientas que había presenciado recientemente. -''¿Q-qué es sospechoso?'' -Todo lo que ha pasado hasta ahora tiene sentido, pero le falta algo. La idea general es correcta, pero siento que falta una pieza. Una pieza que no puedo pasar por alto. -''Eh… ¿Tienes algo que lo confirme?'' -No. Pero el secreto para una vida larga es revisarlo todo de nuevo cuando sientes que la muerte te acecha. Claro que, si te pasas, te invade la paranoia, así que tienes que saber cuándo parar. Mientras tanto, aceleró el coche de alquiler y salió de la gasolinera. Condujo por la carretera, zigzagueando montaña abajo, y yo hablaba intentando no marearme. -''¿A dónde vamos?'' -Hakone alberga varias Villas Intelectuales. La ciudad creció absorbiendo otras ciudades, pero luego se dividió de nuevo. Para despistar a esta misteriosa muerte, lo mejor será ir a otra aldea. Su respuesta no bastó para calmar mi ansiedad. Quizás no me había expresado bien. -''¿Qué piensas hacer?'' -Sunekosuri, ¿cómo se llama la persona detrás de todo esto? -''Udou Itsuki, miembro del Restaurante Occidental, ¿verdad?'' -¿Estás seguro? -''¿Eh?'' -Respondí sin pensar. Mai-san sonrió mientras giraba el volante. -Bueno, no importa si no te habías dado cuenta. Por ahora, el problema es cómo abordar a Udou Itsuki. Pertenece a uno de los "Restaurantes" que controlan tanto al partido gobernante como a la oposición. En pocas palabras, incluso usar la palabra "Restaurante" de esta manera es peligroso. Necesitamos prepararnos si vamos a atacar a alguien así. -''P-pero todo salió tan bien hace un momento.'' -Eso es solo porque Goudo Akira fue una incompetente. Dudo que nuestro próximo oponente sea tan fácil y dudo que la estrategia de la adivina funcione. -''¿Entonces qué vas a hacer?'' -Udou Itsuki será poderosa. Su influencia está muy extendida por todo el país, pero al mismo tiempo, el Lado Occidental solo representa a Japón. No puede controlar estructuras más grandes que esa. -''E-espera… Esto no tiene nada que ver con la cumbre del G20, ¿verdad?'' -Ya veo que lo has comprendido. -Sonrió. -Secuestremos a alguien aún más poderoso y amenacemos a Udou. Ya sé. ¿Qué tal un subsecretario general de la ONU? ===Parte 13=== ¡Tiemblo, tiemblo! ¡Tiemblo, tiemblo, tiemblo! -Sunekosuri, no tienes por qué estar tan asustado. Si sigues temblando así, te usaré de masajeador. ¿Quieres que te restriegue contra mi cuerpo? -''¿¡C-cómo se supone que voy a mantenerme tranquilo!? ¿¡Un Subse… algo de la ONU!?'' -Subsecretario General. Dos puestos por debajo del Secretario General. Pero los cinco países miembros permanentes tienen el privilegio especial de elegir a los Subsecretarios Generales. Al fin y al cabo, es una organización pacífica creada por los vencedores de la guerra. La noche ya había caído sobre toda la zona, así que todo estaba oscuro. El coche de alquiler estaba iluminado por la luz del techo y Mai-san usaba un dispositivo portátil con modificaciones sospechosas para buscar algo en internet. Sorprendentemente, con solo buscar en sitios de noticias y similares bastó para averiguar qué líderes nacionales y miembros del gabinete estaban en Japón para la cumbre. Debieron pensar que nadie usaría esa información para provocar algún incidente. Mai-san chasqueó los dedos. -Bien, bien. Hay alguien cerca que podemos usar. Thomas Albert Jr. Es estadounidense y subsecretario general. ¡Vamos a por él!☆ -''¡No podemos! Si atacamos a algún VIP de la ONU, ¡enviarán a los SWAT, a la Fuerza Delta o a algún otro grupo de hombres musculosos con máscaras negras para dispararnos!'' -No lo harán, así que no te preocupes. Y ni siquiera yo voy a intentar ninguna técnica de kung-fu a quemarropa con dos pistolas en la mano. Sería agotador y un auténtico fastidio. -''¿Eh? P-pero dijiste que tenías asuntos con un subsecretario general de la ONU, cuya seguridad es muy estricta.'' -Hay un resquicio legal. Y en este negocio, es de buena educación tomar nota de las características y debilidades de los líderes mundiales, aunque no necesites nada de ellos. Incluso recortar artículos de tabloides para llevártelos marca la diferencia. Dudo que algo de lo que hay ahí sea cierto, pero aún así puedes encontrar la verdad en esa información distorsionada. -''Pero se trata de un VIP de la ONU. ¿Qué tipo de oportunidad podría haber?'' -Es una cuestión de sistemas diferentes. Algo puede ser legal en un país, pero ilegal en otro. Ahí es donde daremos el golpe. ===Parte 14 (3.ª persona)=== O un jugador estrella de fútbol americano o un sicario. Esa solía ser la primera impresión que la gente tenía al ver a Michael Lucas. Era un hombre negro, musculoso, de más de dos metros de altura. Sus brazos tenían una sorprendente circunferencia de 49 centímetros. Con gafas de sol, su aspecto era tan intimidante que hasta los pandilleros de los barrios bajos se apartaban de su camino, pero él no quería nada de eso en absoluto. El atletismo no era su fuerte. No le gustaban las películas de terror ni las pruebas de valentía. Estaba completamente desconcertado sobre por qué había durado tanto tiempo en el negocio de guardaespaldas, pero cada vez que preguntaba, los VIP se reían y decían que era por lo buena persona que era. Por eso, aún no había resuelto el misterio. -En serio. Qué fastidio. Su mano, suave como un guante, sostenía una pequeña nota manuscrita y la revisó nerviosamente una y otra vez. En pocas palabras, era una receta médica. El subsecretario general de la ONU, Thomas Albert Jr., a quien Michael había sido contratado para proteger, le había entregado esta nota secreta a este hombre en quien sabía que podía confiar. Existía un acuerdo tácito de que no se podía tener ninguna preocupación sobre el estado físico o mental de nadie involucrado en la política o la administración, pero esto era un poco diferente. Esto tenía que ver con las diferencias entre naciones. Era más fácil conseguir medicamentos recetados en Estados Unidos que en Japón. Los médicos recetaban analgésicos y somníferos a diario, como si fueran vitaminas B, C u otros suplementos. Oficialmente, padecían migrañas, insomnio u otra dolencia, pero en realidad se había convertido en un hábito. Los tomaban porque no se sentían bien sin ellos, no porque tuvieran algún problema de salud. Algunos medicamentos que en Estados Unidos se podían recetar en grandes cantidades con una sola firma del médico eran inaccesibles en Japón por considerarse demasiado potentes. Además, la dosis letal se basaba en el peso corporal del paciente. Al comparar el tamaño de un japonés promedio con el de un occidental promedio, esta diferencia en los estándares no resultaba sorprendente. No tenía sentido discutir quién tenía razón. Era simplemente una diferencia entre naciones. -Pero, ¿qué se supone que debo hacer? ¿De verdad está bien esto? Espero que todo salga bien… Dicen que donde fueres, haz lo que vieres, así que creo que no deberíamos causar problemas si podemos evitarlo. Michael Lucas murmuraba para sí mismo, incapaz de contenerse. Era una persona generalmente tímida. Tanto es así que, al ver una iglesia en la ciudad de Hakone, sintió la tentación de confesarlo todo. Sin embargo, apenas logró contenerse. Se estaba celebrando una importante cumbre del G20, por lo que impedir que el subsecretario general se centrara en ella podría generar un caos innecesario en Estados Unidos e incluso en el mundo entero. O al menos eso se decía a sí mismo. Ya era de noche, así que la recepción de pacientes ambulatorios del hospital y la farmacia contigua estaban cerradas. Además, era poco probable que encontrara el analgésico mencionado en la nota allí. Michael se dirigió entonces a una gran farmacia que permanecía abierta hasta altas horas de la noche. Sin embargo, el producto en cuestión no estaba en sus estantes. Caminó directamente hacia la caja registradora de aquella tienda iluminada con brillantes luces fluorescentes y, con timidez, habló con el dependiente, que parecía aburrido. -Disculpe. -¿Eh? ¿Puedo ayudarle? -No se preocupe. Hablo japonés. A Michael le deprimió un poco el miedo del dependiente, pero no lo demostró. Siempre había sido así. Antes de entrar en la secundaria, ya medía 1,80 metros. No solo los niños del barrio lo miraban con temor, sino también sus padres. El joven dependiente se dirigió a la trastienda y regresó con una caja de cartón lo suficientemente grande como para contener un balón de fútbol. En un lateral de la caja figuraba el logotipo de una tienda online conocida incluso en el país de origen de Michael. Una vez levantada la prohibición de vender medicamentos en línea, las tiendas diversificaron rápidamente sus servicios. Este era uno de ellos. En lugar de recibir el paquete en casa, se podía recoger en una tienda local. Al pedir medicamentos para el pie de atleta, para el crecimiento del cabello, para la disfunción eréctil, anticonceptivos de emergencia y otros productos que se deseaban mantener en secreto, este servicio minimizaba cualquier contacto con el destinatario. Ni siquiera los familiares lo sabrían. Al comprar a una empresa extranjera, las dificultades para obtener los productos podían ser confusas. -Ah, sí, creo que es esto. El producto se llama "pastillas". Sí, como siempre, es una categoría muy amplia. -Esto es lo que se llama un recado embarazoso. Debería haberse dado cuenta cuando le ofrecí pagar en efectivo en lugar de con tarjeta. -¡Oh, eh! No quería ser entrometido. Serán cinco mil yenes. Impuestos incluidos. Mmm... ¿Cómo se dice eso en inglés? -Puedo entenderle. Michael entregó el dinero, tomó la caja y sintió una agradable sensación de frescor en sus palmas enguantadas. La caja debía de haber estado guardada en el refrigerador. La salida de la gran tienda parecía bastante lejana, pero en realidad no tardaba más de veinte segundos en llegar. Tras cruzar la puerta automática de cristal y pisar el aparcamiento, finalmente suspiró. -¿De verdad tiene que ser tan fácil? Incluso los medicamentos para el resfriado y el dolor de cabeza se fabrican reuniendo solo los componentes con una centrífugadora casera. -Tienes razón. Pero gracias a esto, logré capturarte. Ni siquiera alcanzó a ver quién le habló. Un instante después, su visión se nubló, cayó de lado y, al final, un dolor sordo se extendió por su cabeza. ===Parte 15=== Mai-san tomó una pequeña caja de cartón y un celular del hombre negro corpulento que yacía desplomado en el estacionamiento de la farmacia. Tiemblo, tiemblo. No me gustaba especialmente el asfalto del estacionamiento, pero la presión en mi estómago me hizo olvidar por completo esa incomodidad. -''¿C-cómo… cómo es que esto salió tan bien?'' -¿De verdad es tan extraño? Ya es de noche, así que el hospital, las farmacias y los apartados postales están cerrados. No pueden enviar a un mensajero en bicicleta directamente al hotel debido a la presencia de los medios. Eso deja como opción más probable una compra en línea con envío a una farmacia. Puede llegar en tan solo tres horas después de hacer el pedido. -''P-pero esta es una cadena nacional. Hay muchísimas farmacias de esta misma cadena en la ciudad de Hakone.'' -Aun con tiendas de conveniencia en la misma calle, algunas prosperarán y otras fracasarán. Con la cumbre en marcha, un vistazo al informe de seguridad revelará dónde se reúne la gente. Y seguramente enviarán su paquete a la tienda que menos llame la atención y que esté más alejada de la multitud. Miré a mi alrededor, al asfalto, y mi vista se detuvo en el fornido guardaespaldas. Quiero creer que me equivoco, pero… -¿Por qué estás tan preocupado, Sunekosuri-chan? -''¿Eh? B-bueno…'' -No te preocupes. Ni siquiera yo mataré a quien no sea necesario. El mayor problema no son las personas con habilidades de combate llamativas o gran influencia. Son los ciudadanos honestos de un pueblo pequeño, a quienes todos quieren. Si los matas sin pensarlo, la gente afectada por la “gentileza ordinaria” jamás te dejará en paz. Prefiero evitarlo. Seguí a Mai-san hacia el coche de alquiler y usó el móvil que había robado para llamar a alguien. -Hola, hola. Buenas noches. Sí, una línea directa es una maravilla. Oh, sería mejor que no rastrearas ni grabaras la llamada. Eso sería como ahorcarte tú mismo. -[…] -El guardaespaldas que enviaste en misión secreta ha fallado. Tengo el paquete, ¿qué vas a hacer? Planeo entregarte estos analgésicos que te tragas como si fueran pastillas de menta, así que asegúrate de que la puerta trasera esté abierta. -[…] -Si prefieres que no lo haga, no hay problema. Simplemente eliminaré a la siguiente persona que envíes. Pero ¿cómo vas a sobrevivir a esa migraña? Podrías sufrir toda la noche. Dicho esto, Mai-san colgó y dejó caer el teléfono a sus pies. Tras aplastarlo con el pie, me guiñó un ojo. -Las negociaciones han terminado. ¡Hagamos una entrega directa!☆ ===Parte 16=== -[¿Qué? ¿Cómo puedes decir que está nublado? ¡Mira, la luna llena está justo ahí…! No, espera un segundo. ¡No me digas…!] -[El Pon Poko Pon flota en el cielo nocturno.] -[¿E-estás bromeando? ¡Ese… ese tipo no es la luna llena! ¡Eso es…!] -[Un estómago maravilloso que puede confundirse con una luna perfectamente redonda… ¡Destruyo el mal para proteger el bien! ¡Soy el Samurái Pon Poko!] Mai-san y yo nos dirigimos a la Aldea Ennetsu, una de las varias Villas Intelectuales recién creadas a partir de un fragmento de Hakone. El subsecretario general estadounidense de la ONU, Thomas Albert Jr., se hospedaba en la posada de lujo. Thomas-san era un anciano blanco de complexión robusta. Debía de acabar de bañarse, porque llevaba un yukata proporcionado por la posada y estaba viendo un drama de época en la televisión con una botella de sake en la mano. Quizá fuera un fan de japón, así que esperaba que este incidente tan peculiar no cambiara demasiado su impresión del país. Mai-san sostenía la pequeña caja de cartón y abrió mucho los ojos al mirar la televisión. -¿Eh? ¿También están poniendo Samurai Pon Poko aquí? Personalmente, ¡¡prefiero Kokkuri-san Conquers!! ¡Esa trata de las aventuras de un zorro, un perro y un tanuki que viajan por el país y reforman el mundo! El tanuki era especialmente simpático. -''Mmm. ¿Qué tiene de especial un tanuki? Esos youkai gordos solo se la pasan bebiendo.'' -Je, je, je. Sunekosuri, ¿estás celoso? -''¿Celoso? ¿De qué?'' -¡Chomp☆! ¿¡Bfohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!? ¡De repente me levantó y fue directo a la cara! No a la nariz ni a la mandíbula. ¡Me mordió toda la cara! -''¡¡G-geh!! ¡¡Cof, cof!! ¿¡Q-qué estás haciendo!?'' -Es que fuiste tan lindo que no pude evitar darte un beso estimulante. -''¡Pensé que me ibas a arrancar la cara de un mordisco! ¡Como en un anuncio de tomates!'' Oí que alguien se aclaraba la garganta y Thomas-san interrumpió nuestra conversación como si deslizara una fina hoja entre nosotros. -¿Qué haces aquí? -Aquí tienes un regalo para el pequeño y consentido Junior… Pero, ¿estás seguro? Son mucho más fuertes que algunas hierbas ilegales. -Es un problema del sistema. En mi país, esto se trata como si fueran caramelos para la tos. -¿Y qué sistema de control utilizan? -¿Qué? -¿Qué sistema occidental utilizas para extraer el poder de lo inhumano? ¿La Rusalka? ¿La Nixie? No soy especialista en esto, pero percibo un aroma femenino a muerte. Si no puedes contener la fatalidad del espíritu, no lograrás controlar su poder inhumano. De hecho, acabarás perdiendo la vida. -Leannán Sídhe.<ref>La Rusalka es un tipo de espíritu relacionado con las aguas continentales según la mitología eslava, y tienen características de ninfa, sirena y súcubo. Las Nixies son también espíritus que habitan las aguas estancadas, pero de diversas mitologías europeas, cantando y uniéndose a las personas. La Leanan Sidhe por otro lado, es un hada de la mitología celta que suele tomar interés en aquellos que viven vidas cortas y valientes.</ref> -De entre todas las opciones, tenías que elegir la que implica tomar tu fuerza vital a cambio de su habilidad. Entiendo por qué necesitas analgésicos tan fuertes. -Pero es necesario. Hace tres años, enviamos una gran cantidad de plantas industriales en contenedores a África central como ayuda humanitaria. Las grandes cajas estaban decoradas con cintas y llevaban una tarjeta con un mensaje. Combinadas con energía solar, esas plantas podrían cosecharse más de veinte veces al año, por lo que deberían haber resuelto la grave escasez de alimentos en la zona. Sin embargo, no muestran signos de recuperación debido a un giro inesperado de los acontecimientos. -¿Un grupo criminal local se apoderó de ellas y las convirtió en fábricas de narcóticos? -Las fábricas de plantas completamente cerradas pueden ocultarse en interiores o bajo tierra, por lo que ni siquiera las fotografías satelitales sirven de nada. Si no se encuentran de inmediato, el desarrollo de toda la zona podría retrasarse treinta años. Necesito localizarlas, aunque implique recurrir a una inspiración que trascienda lo humano. Así que… En un país donde las recetas de grandes cantidades de medicamentos eran habituales, incluso los síntomas graves podían ocultarse. En ese caso, el precio de proteger algo probablemente lo había dejado en un estado terrible. -¿Qué ganas yendo tan lejos? -Supongo que mi sueño. Lo alcancé, pero para entonces ya lo había perdido todo. Mai-san suspiró con aburrimiento, se pasó una mano por el flequillo y espetó una palabra con fastidio. -Caladrius. -¿Qué? -Ese es el nombre de una sociedad médica alemana. Investigan el uso de un hada del mismo nombre que parece un pajarito. Cura al paciente absorbiendo la enfermedad que lo infesta, lo que la convierte en la enemiga natural de cierto tipo melancólico que conozco. Usa tus contactos al máximo para investigar. Si tienes suerte, podrías cambiar tu vida. El anciano del yukata guardó silencio un rato. Pero al final… -Bien, entonces. Perdonaré tu descortesía para que estemos a mano. No vi nada esta noche. -Muchas gracias. -Pero tu objetivo no era entrometerte en los asuntos de un anciano, ¿verdad? ¿Qué haces aquí siquiera? Mai-san se encogió de hombros rápidamente. -Lo siento, pero no tengo ningún interés en ti. Pero eso también significa que no te haré daño. Yo tampoco maté al guardaespaldas musculoso que enviaste a hacer un recado. Espero que puedas aceptarlo de buena fe. -Entonces… -Shh. Pronto lo sabrás. Aunque quizá sea mejor que no lo sepas. Justo cuando se llevó el índice a los labios, el teléfono de la habitación sonó. Thomas-san extendió la mano hacia el auricular por costumbre, pero ella se lo arrebató antes de que pudiera. -Hola. ¿Ya estás empezando a sudar? ¿Hacía más de una década que no te sentías así? -[¿Quién sería capaz de tal atrevimiento? Se trata de un representante de la ONU y una persona respaldada por Estados Unidos. ¿Te imaginas cuánto daño podría causarle un simple rasguño en él a nuestros intereses nacionales? Incluso podría afectar a nuestra seguridad nacional.] -Y por eso llamaste directamente en lugar de usar un agente o negociador. ¿Verdad, Udou Itsuki, del Restaurante occidental que controla Japón? Te agradezco que hayas dedicado algo de tiempo a una simple agente independiente que merodea por los bajos fondos. -[Vayamos al grano.] -Quiero saber toda la verdad. Para ser franca, no mencioné nada relacionado con el plan criminal usando un paquete Aburatori, así que ¿por qué intentaste acabar conmigo difundiendo esa noticia falsa? -[¿Por qué tengo que responderte?] -¿Estás seguro de que deberías decir eso? Tú mismo lo elaboraste por separado, ¿no? -[Bueno…] -¿Lo has olvidado? El estilo separado altera la fragmentación del simbolismo de un solo Youkai para ejecutar varios Paquetes simultáneamente. Es un sistema práctico que te permite concentrar tus esfuerzos y cortar el suministro de energía de inmediato si alguien te traiciona, pero también significa que cada Paquete está vinculado a ese núcleo principal. -[…] -Ya he tenido contacto con algunos incidentes paranormales relacionados con tu Aburatori, así que tengo la oportunidad de llegar a ese núcleo. No sé qué intentas hacer, pero si sigues así, destruiré el núcleo. Aguzando el oído, apenas alcancé a oír un suspiro proveniente del teléfono. -[¿Qué sabes del Aburatori?] -Es una variedad letal especializada en matar niños. -Respondió Mai-san. -Es una nueva que apareció en las aldeas de montaña de Tohoku durante el período Meiji. Se infiltra disfrazado de granjero, secuestra en secreto a los niños de la aldea, les extrae los órganos y los cocina para obtener el aceite. Es fácil de usar para ataques especiales, pero debe ser difícil de controlar. -[Patético. ¿Estudiaste con libros ilustrados para niños?] Quizás este era el verdadero carácter de Udou Itsuki. O quizás fingió una gran superioridad mental para eliminar su ansiedad. -[La característica más destacada del Aburatori es su relativa falta de trasfondo histórico. -Dijo la voz al teléfono. –[A los Youkai se les puede considerar fenómenos paranormales con voluntad propia, afinada tras un proceso de selección natural que duró cientos o incluso miles de años. Algunos incluso son considerados dioses que cayeron en desgracia al no haber nadie que los venerara. Pero…] -El Aburatori es un recién llegado que apareció repentinamente durante el período Meiji. En poco más de un siglo, se ha transformado en un yōkai importante, a la altura de los más grandes. Casi como si hubiera subido las escaleras de tres en tres. ¿En eso se centraban? -[Nuestra intención era acelerar el proceso de maduración de las leyendas.] -Explicó Udou Itsuki con franqueza. –[¿Cuánto saben los japoneses modernos sobre los dioses? ¿Pueden nombrar siquiera diez dioses de la mitología japonesa de memoria? Y me refiero a sin consultar internet y actuar como si lo supieran todo. -¿No podemos dejar que los libros de historia se encarguen de eso? -[La religión es intocable. Esa es la norma no escrita de esta nación. Y aun así, rezan cuando tienen problemas y sienten cierta espiritualidad en todo… Es todo demasiado vago. Se hacen llamar ateos, pero tienen un miedo generalizado a los lugares que se dice que poseen poder espiritual o místico. Y al mismo tiempo, no siguen ninguna doctrina o tradición estricta. Su fe es frágil. Por eso la amenaza de los Paquetes criminales es tan rampante. Este país es demasiado impotente ante lo sobrenatural. Los Paquetes pueden ser la única amenaza en este momento, pero en un futuro no muy lejano, una calamidad mucho mayor asolará el país por culpa de esto.] Por eso quería “algo” que renovara la visión del país sobre la religión. Por eso se había centrado en el Aburatori, que rápidamente había alcanzado el nivel de los Youkai históricos. Por eso había intentado usar un ser tan letal que solo traía miedo y muerte. -¡Ja, ja ja ja ja! Y aun así, Mai-san soltó una carcajada, como burlándose de una causa justa. -¿Querías adoctrinar religiosamente a la imprudente generación joven? No me hagas reír. Lo que haces no es diferente a usar el nombre de un noble famoso para tender una estafa con más facilidad. ¿Qué intentas exactamente aumentar y difundir artificialmente por todo el país? Probablemente sea alguna ideología perversa que jamás se propagaría en circunstancias normales. Algo que crearía una era de locura, pero que te reportaría una fortuna inmensa. -[Di lo que quieras. Nosotros…] -Además, no estás pensando en la opinión de Japón con todo este plan, ¿verdad? Parecía que el mundo se había quedado en silencio. Así de impactantes habían sido las palabras de Mai-san. -Es cierto que Japón es un país lo suficientemente peculiar como para que los vídeos de fantasmas y artistas espirituales tengan una influencia real, pero eso no significa que todos en el país tengan complejos con el ocultismo. Incluso si no saben mucho sobre sintoísmo o budismo, se enorgullecen de saber que tienen una historia de más de un milenio. Este país no necesita el tipo de sistema del que hablas. Por mucho esfuerzo que inviertas en crear este ‘nuevo producto’, nadie le prestará atención. -[…] -En ese caso, ¿acaso se dedican a exportar lo paranormal? ¿Vino algún representante del G20 a negociar con ustedes aquí en Hakone? Probablemente a algunos les interese mucho ese tipo de cosas. Y miró hacia la esquina de la sala donde el Subsecretario General de la ONU estaba sentado en una silla sin patas. -Por ejemplo, Estados Unidos. Su país se fundó hace apenas trescientos años. Puede que sea una nación religiosa que utiliza la Biblia durante los juicios y el juramento del presidente, pero también encabeza la lista mundial de muertes con armas de fuego. No querrían que eso se transformara en tiroteos indiscriminados o suicidios colectivos. ¿Qué es lo que perturba a sus ciudadanos? ¿Cómo pueden detenerlo? Si tan solo tuvieran un sistema que les inculcara, de forma contundente, una sólida base histórica que les asegurara que todo estaría bien, podrían calmar esa inquietud. Me parece que eso establecería la oferta y la demanda necesarias para exportar allí. -[Acabar con el caos en Estados Unidos también es importante para nuestro país. No importa qué excusas pongan, es un hecho que dependemos de ellos. Es un problema cuando tu compañero tropieza en una carrera de tres piernas, ¿verdad? Así que, para ayudarlos…] -¿Cuántas personas han muerto por esto? Debió haber habido bastantes intentos fallidos antes de que lograras vencer a un Youkai especialmente horripilante, incluso entre los más letales. ¿Y dónde nacieron esas personas? -[¡No tienes derecho a decir eso después de haberle puesto la mano encima a tus propios hermanos con una sonrisa en la cara! Estamos haciendo todo lo posible para resolver estos problemas, con la vista puesta en el futuro a cinco o diez años. ¡Nos centramos en el futuro! ¡No somos como una mujer Hishigami que mata gente sin razón por conveniencia! ¿Acaso crees que sacrificamos a ciudadanos de nuestra propia nación porque quisimos?] -Espero que tus compatriotas japoneses acepten tu excusa. ¿Cuál será? ¿Que temíamos que nuestra nación aliada en la carrera de tres piernas nos traicionara, así que exportamos un paquete con una puerta trasera para crear un entorno que nos permitiera manipular la opinión pública estadounidense? -[¿¡Qué… tú!?] -Ja, ja, ja. ¿Quieres saber por qué mencioné de repente la puerta trasera? Porque sé que harías algo como eso. Esto no se trata de pruebas para una investigación policial o un juicio. Ambos vivimos en un mundo donde no se necesitan pruebas. Pero, ¿estás segura de que es buena idea? Si esto se descubre, tanto Japón como Estados Unidos te colgarán como si fueras un trofeo de caza. Probablemente también te echen del restaurante occidental. -[Por eso no quería tener nada que ver con una bestia salvaje como tú.] Ese comentario sonó como un gemido y como una maldición. La voz grave parecía emanar del teléfono e inundar la habitación. -[No importa cuánta información se restrinja o se oculte, llenas los vacíos con una lógica incomprensible que solo tiene sentido para ti. Dices lo que habría hecho, pero eso basta para encontrar la respuesta correcta, ¡y atacas ese punto débil! ¡El control de los medios y la destrucción de pruebas son impotentes ante la inspiración de una loca!] -Muchas gracias. Mi trabajo no me deja tiempo para buscar con calma entre una cantidad ingente de información. Al final, es la intuición de una bestia salvaje la que encuentra la respuesta. Y si no me crees, probablemente no durarás mucho. La expresión de Mai-san permaneció inalterable. Mantuvo una sonrisa relajada de principio a fin. -Más importante aún, lo tienes al revés. Fuiste tú quien atacó primero con esa noticia de emergencia. Puedes intentar atacarme cuanto quieras, pero no seas tan egoísta como para rogarme que no me defienda. -[¿De qué estás hablando? ¡Sabemos que nos estabas investigando!] -… -[Y de todas formas, te habrías enterado del proyecto en cuanto empezara a avanzar. Como dije, estábamos mirando hacia el futuro. No podía hacer daño eliminarte antes. Incluso si el método de las noticias fallaba, sin duda te mataremos…] -Hahhh. Fue como si de repente se hubiera accionado un interruptor. Mai-san dejó escapar un suspiro gélido. Contenía la misma abrumadora decepción que una pareja de casados de muchos años que rechaza todos sus recuerdos nostálgicos y decide separarse. -Ya basta. Ahora lo entiendo casi todo. Tenía mis sospechas, pero esto lo aclara. Siento haber interrumpido tu entusiasmo, pero no tengo nada más que tratar contigo. -[¿¡Qué!?] -Es decir, se supone que eres Udou Itsuki, ¿verdad? Perteneces al Maestro del Restaurante que controla Japón desde Akasaka en el este hasta Gion en el oeste… Si de verdad fueras tú, no serías tan descuidado. Quizás creas que hablas con lógica, pero es evidente que te dejas llevar por la emoción. Y eso te dominó. Sonaba apática. Su voz no expresaba ni respeto ni cautela. -Y te equivocas por completo al pensar dónde radica el problema. La mayor amenaza no es Hishigami Mai, el lobo solitario. Es el Subsecretario General de la ONU, que está escuchando a escondidas, ¿verdad? Es un ciudadano estadounidense, así que es la última persona que querrías que se enterara de que estás exportando un paquete con una puerta trasera. Si tuvieras dos dedos de frente, tu prioridad sería encontrar la forma de eliminar de forma discreta a una persona tan conocida. Claro que, a estas alturas, llevar a cabo un asesinato de forma discreta y rápida sería imposible para casi cualquiera, excepto para una mujer como esta Hishigami. Durante un rato, no hubo respuesta del teléfono. Sin embargo, pude oír un sonido extraño, una especie de gemido, un murmullo. Mai-san continuó, visiblemente harta de todo esto. -¿Esto te deja la mente en blanco?… Ya lo entiendo, así que transfiéreme con tu jefe. Hablar con un niñito como tú no me llevará a ninguna parte. -[¡N-no hay nadie por encima de mí! Ja, ja. Parece que al menos lo has malinterpretado. ¡Tu astucia parece haber cruzado la línea y se ha convertido en paranoia! ¡En otras palabras…! -Y Udou Itsuki puede tener mucho “poder”, pero se refiere al equilibrio de poder político. Los enfrentamientos directos usando lo oculto están fuera de su campo de especialización. El cerebro de la operación debe estar cerca de ti… ¿Cuándo te diste cuenta de que simplemente te estaban halagando? Te atrajeron hasta el punto de no retorno y luego te usaron como un títere, ¿no? “Ese” es el verdadero líder y cerebro de la operación, que se inclina respetuosamente ante ti. -[¿Q-qué?] -Espera. ¿En serio no te diste cuenta? Vaya. No esperaba semejante incompetencia. Pero en ese caso… Mmm. Al menos deberías saber eso, ¿no? Aunque, si de verdad eres tan incompetente… es posible. -[¿¡Qué!? ¿¡Qué escondes!?] -Bueno. -Dijo Mai-san con una leve sonrisa. -¿Sabes que solo eres un doble de Udou Itsuki? -[¿Qué?] Esta vez, el teléfono quedó en completo silencio, como si el vacío se lo hubiera tragado. Tras varios segundos, por fin sucedió algo. Sin embargo, no era Udou Itsuki quien hablaba. Se oyó un fuerte disparo y el sonido de algo pesado desplomándose contra el suelo. -[Esto no tiene remedio.] Tras una pausa, oí la voz de una joven, claramente distinta a la del hombre anterior. ¿Quién es? -[Absolutamente inútil. Pensé que un idiota sería más fácil de controlar, pero acaban metiéndote en problemas cuando son tan estúpidos. En cierto modo, ha sido una buena lección.] -Ah, ¿así que tú eres el cerebro? ¿Pero por qué trabajaste con el doble? Podrías haberte enfrentado al verdadero Udou Itsuki. -[¿Tú tampoco tienes remedio? ¿Qué le pasa a este país? El verdadero está demasiado vigilado como para acercarse. Pero al doble le dan parte de la autoridad del restaurante, así que nadie puede distinguirlo, y con eso me bastó.] -¿Te refieres a preparar los paquetes Aburatori? -De verdad que no tienes remedio. ¿O es que soy demasiado lista? El Aburatori no era más que un cebo para atraer al doble.] -Sí, aunque decía que veía el futuro, todo lo que decía estaba completamente equivocado. Era como si alguien lo estuviera guiando. -[Siempre pensé que el mayor villano del cuento de Blancanieves era el espejo de la verdad. Muy parecido a un Ungaikyou.<ref>El Ungaikyou o Ungaikyo es un espejo embrujado por espíritus que se hayan reflejado en el a lo largo de los años, y reflejando una versión monstruosa de quien se vea en él.</ref> -Dijo la voz molesta. -[Por cierto, mi objetivo eres tú, Hishigami Mai.] -No recuerdo haber hecho nada para guardar rencor. -[No voy a matar a nadie por algo así. ¿Eres estúpida?] -[¿Entonces por qué?] -[Porque este es un negocio pequeño. Sé que nos encontraremos en algún punto del proyecto siguiente si no me ocupo de ti ahora. Así que te mataré por el bien del futuro. Astuta, ¿verdad?] No mataba a Mai-san porque se hubiera interpuesto en su camino. La mataba porque probablemente se interpondría en su camino tarde o temprano. Y para lograrlo, estaba dispuesta a engañar a cualquiera y a involucrar a cualquiera en esto. Si tenía éxito, se convertiría en una asesina; si fracasaba, en una víctima. Se había arrojado a ese abismo sin esperanza por lo que tal vez fuera un sueño imaginario. -Ah, pues es lo que suelo hacer. -Respondió Mai-san. -[Por favor, no me compares con una idiota como tú. Te lo acabas de inventar, ¿verdad?] Parecía que simplemente estaban charlando. Para Mai-san, eso podría haber sido bastante acertado. Pero esta persona estaba decidida a matarla por su propia seguridad, así que ¿cómo consideraba a la feroz Hishigami Mai, que seguiría adelante y rompería cualquier barrera? Las dos agentes continuaron su “charla” sin prestarme atención. -[Pero mi plan seguirá adelante aunque este doble idiota esté muerto. No creas que sobrevivirás para ver el amanecer.] Oí un sonido extraño, parecido a una risa. Venía de la garganta de Mai-san. -No, no. Eso no es correcto. -[¿Qué? No me digas que eres tan estúpida como para pensar que despertarás algún poder especial si te acorralan. Acercarte a la verdad no va a cambiar nada. Siempre te están persiguiendo en este mundillo y me colaré por esos resquicios para matarte. Saber la verdad solo resuelve el problema en misterios baratos. Eso no funciona en la realidad.] -Ja, ja. Creo que te voy a devolver el golpe con esas mismas palabras☆ Mai-san respondió de inmediato con un tono claramente burlón. Uno de sus rasgos más inquietantes era su tendencia a mostrarse irrespetuosa en lugar de gritar con ira. -En este mundo, lo que tenga que pasar, pasará. No se dice que las cosas pasan pase lo que pase. Se dice que lo que tenga que pasar, pasará. ¿Entiendes la diferencia? Una de las situaciones implica que la voluntad humana intente cambiarlo, y la otra no. Su voz era gélida, pero aun así esbozó una sonrisa de auténtico placer. -Parece que intentas usar la estrategia más drástica para asegurar tu victoria, pero, en mi experiencia, la lógica se rinde si impones el resultado deseado a la fuerza. Por eso no me llegó tu aviso de emergencia, a pesar de ser supuestamente un método infalible. Podrías llamarlo la esencia de las mujeres Hishigami. Y después, la gente de nuestro entorno lo limpia todo. Quienes se dan cuenta de que el desastre también les afectaría si no lo controlaban, se apresurarán a limpiar tras nuestras acciones. -[Ya veo. ¿Y estás diciendo que su número e influencia son mayores que los de la gente que he movilizado? ¿Crees que esto son unas elecciones en las que cuentan los votos negativos del miedo y la violencia?] -No tienes ninguna posibilidad si crees que esto se convertirá en unas elecciones de verdad. Mi método es destrozar las urnas e introducir miles de millones de votos falsificados para que todo salga a mi favor. Parecía estar disfrutando muchísimo. Su expresión reflejaba la hostilidad de una bestia que atormenta a su presa. Pero, al mismo tiempo, la persona al teléfono quizá tuviera la misma expresión. -No llegaste muy lejos. -Dijo Mai-san. -Te mantuviste dentro de los límites establecidos y acumulaste una violencia lógica que puede entenderse en un sentido normal. Es una lástima. Las cosas son mucho más fáciles si te liberas de esos límites, y no es frecuente ver a alguien llegar tan lejos en nuestra industria. Realmente me resulta incomprensible que la gente se convierta en esclava de las reglas aquí, a pesar de haber caído en estos callejones oscuros del mundo porque no soportaban seguirlas. -[Intenté escucharte, pero eso no es más que la lógica de una necia. ¿Acaso crees que las guerras se ganan con más esfuerzo? Si es así, es bastante triste. Las verdaderas batallas a muerte se deciden por la superioridad numérica. Si se pudiera aumentar el valor de un individuo con tanta facilidad, cualquiera de los seis o siete mil millones de personas en la Tierra podría convertirse en emperador. Y la raza humana se habría extinguido hace mucho tiempo.] Cuando ambas partes hablaban sin intención de llegar a un entendimiento mutuo, ¿acaso se le puede llamar conversación? Ambas lanzaron una avalancha de palabras para aplastar al otro, y estaban prácticamente igualadas. Parecía una prueba de que estaban en el mismo campo. Y aun así, no estaba seguro de cuántas personas, o incluso Youkai, podrían enfrentarse a estos monstruos sin ser "devorados". -Ya que estamos, ¿qué tal si me dices tu nombre? -Preguntó Mai-san. -Eso lo haría más interesante. -[¿Eres tonto? Mejor te espero y te mato.] La llamada terminó ahí. Terminó tan fácilmente como una llamada entre amigas que se llaman todo el tiempo. Mai-san se encogió de hombros y colgó el teléfono fijo. -Vamos, Sunekosuri. De ahora en adelante, es una carrera contra el tiempo. -''¿Eh? ¿Eh? ¿Quieres decir que vas a luchar contra esa agente uno contra uno?'' Mi pregunta sincera provocó una expresión de preocupación en su rostro. Parecía decir: “¡Oh, encontré a un verdadero idiota!” -No. Eso definitivamente no va a suceder. ===Parte 17=== Tras salir de la elegante posada y regresar al coche de alquiler, Mai-san dijo lo siguiente: -Nuestra enemiga nunca reveló su nombre y silenció a nuestro único contacto: Udou Itsuki… o su doble, supongo. Es fácil centrarse en cómo hablaba de atacar, pero sin duda se estaba asegurando de eliminar cualquier información que pudiéramos usar para localizarla. Si no resolvemos esto antes de que escape, estaremos siempre en peligro de ser atacados. -''¿E-entonces por qué actuaba tan agresivamente?'' -Para poder escapar a un lugar seguro mientras yo me ponía a la defensiva. El ejemplo más claro fue: “No creas que sobrevivirás hasta el amanecer”. Alguien que realmente tuviera miedo probablemente se atrincheraría en un edificio, sellaría las ventanas y las puertas, y esperaría hasta el amanecer. Mientras tanto, ella habría desaparecido y podría esperar un mes o un año para matarnos. Pero no voy a permitir que eso suceda. Me mareaba la forma en que estas personas siempre tenían uno o dos planes ocultos detrás de lo que decían. Me sentía agotado, pero no me quedaba otra opción que preguntar. -''¿Qué vas a hacer ahora?'' -Para desaparecer con éxito, se apresurará a destruir cualquier rastro que pueda delatarla. En ese caso, podemos interceptarla si encontramos uno de esos rastros antes que ella. Ahí podremos eliminarla. Era una carrera contrarreloj. Para llegar antes que ella, debíamos movernos más rápido. Para cuando hubiera destruido todas las pruebas, sería demasiado tarde. Y, una vez más, esta gente daba por hecho que matarían a su oponente. Simplemente no podía seguirles el ritmo. -En fin, la pista más grande y obvia sería el Aburatori. Si ella misma ensambló el Paquete, las peculiaridades y características del ensamblaje podrían revelar su información personal. Como dijo, este es un negocio pequeño. Sin duda querrá destruirlo si planea desaparecer aquí. -''No logro imaginarme la situación.'' -Ella creó un Paquete de estilo independiente. Eso significa que extraer al Youkai central destruirá todos los Paquetes para los que se usó. Así que, si quisieras destruirlo todo por completo lo más rápido posible, ¿qué harías? -''¿Te refieres a usar alguna técnica ridícula para matar a un Youkai letal que no puede ser asesinado al ser apuñalado o disparado?'' -Cualquiera en este negocio debería ser capaz de matar a un Youkai. Lo haces sonar tan fácil. ¡Para que lo sepas, yo también soy un Youkai canino! ¡En serio, tengo miedo! -En ese caso, el problema es dónde se encuentra el Aburatori. Probablemente estaba engañando a su doble para mantener todo esto en secreto, y no puede dejar a un Youkai tan peligroso a la intemperie. Seguramente está encerrado en algún lugar o en un estado similar a la hibernación. -''¿Estás diciendo que hay una base secreta o algo así escondido en Hakone?'' -Eso llamaría demasiado la atención. -Mai-san truncó mi idea. -Cuando se trafica con drogas, se pueden meter en la mochila de un turista desprevenido. Incluso si se descubren las drogas, se puede escapar. Así es como un profesional maneja cualquier cosa realmente peligrosa. Yo diría que el Aburatori fue escondido en el ático o el sótano de alguna persona normal que no tiene ninguna conexión con el ocultismo. -''P-pero si va a destruir esa evidencia tan rápido…'' -Mira esto. Mai-san giró su dispositivo hacia mí. Mostraba un artículo de un sitio web de noticias. [Incendios misteriosos en la nueva zona urbana de Hakone. Tres casas completamente destruidas. Se encontraron residuos de gasolina en las paredes exteriores, por lo que la policía lo investiga como incendio provocado] -Muy extraño. Estos incendios tan oportunos casi me están pidiendo que los investigue. Y mientras yo rebusco entre los escombros, ella estará tranquilamente acabando con el Aburatori. -''¿Por eso hizo esto? ¡¡¡Estás bromeando!!! ¡¡La gente que vivía allí perdió sus casas y algunos podrían haber muerto!!'' -Podemos hablar de moralidad después. Viéndolo de otra manera, cree que la superaré si no se lo toma así de en serio. Eso significa que nuestro objetivo debe estar en un lugar bastante obvio. Un lugar que se vea con solo mirar el mapa. Mientras hablaba, Mai-san abrió el mapa de su dispositivo. También buscó la ubicación de los incendios en la zona residencial de la ciudad de Hakone. Parecía que en esa zona se vendían más casas prefabricadas que apartamentos en alquiler. -Sunekosuri, ¿qué es lo que más te llama la atención? -''¿Eh? B-bueno, todo el lugar está perfectamente organizado, como una tableta de chocolate, pero supongo que un sitio con una cantidad de terreno desmesurada destacaría más. Por ejemplo…'' -Ah, pero nada de elegir los parques. Si el lugar no tiene un dueño claro, no puedes culpar al dueño si algo sale mal. En otras palabras, tiene que ser un edificio privado. -''¿E-entonces aquí, tal vez?'' Señalé casualmente un edificio con mi pata delantera. -''¿Eh? ¿Hogar Hojas Verdes? ¿Una residencia de ancianos? ¿Eh?'' -En otras palabras, una residencia de ancianos. Se construyó hace medio año, así que está casi nueva. No sé cuándo empezó el proyecto del señuelo Aburatori, pero alguien pudo haber excavado un hueco bajo el suelo durante la construcción y creado un espacio secreto que ni siquiera la dueña conoce. En otras palabras, pudo haber hecho lo que quisiera. -''¿Así que la persona detrás de todo esto irá allí? ¿Para destruir las pruebas matando al Aburatori? P-pero entonces…'' -Claro. -Mai-san asintió alegremente. -Vigilemos el lugar para ver qué hace. Una vez que sepamos qué métodos usa, matarla será fácil. Por un instante, mi cerebro se negó a comprender lo que quería decir. ¿Eh? Quieres decir… eh… lo que estás diciendo es… ¡En resumen…! -''¡E-e-e-e-espera! No sé quién es esta enemiga, pero vendrá a estas instalaciones si no hacemos nada, ¿verdad?'' -Así es. -''¡Roció con gasolina y quemó las casas de gente inocente solo para despistarnos! ¿De verdad puede matar a este Aburatori oculto con un solo ataque? Porque… porque si se enzarza en una batalla a gran escala con él, ¿qué pasará con los ancianos que viven allí?'' -Da igual si se ven involucrados. Nuestra enemiga tampoco tiene tiempo, así que no va a entrar sigilosamente ni nada parecido. Probablemente fingirá ser una ladrona y se dedicará a matar gente. Si roba algunas libretas bancarias y sellos al azar, engañará a la policía. Y si luego retira dinero y lo cambia en el extranjero, pensarán que fue obra de un grupo extranjero. Ese no es el punto. ¡No es de eso de lo que estoy hablando! ¡No lo entiendes para nada! -''Si sabes eso, ¿cómo puedes sugerir que nos quedemos mirando?'' -No es como si yo los estuviera matando. -''¡Esos ancianos son completamente inocentes! ¿Vas a quedarte de brazos cruzados mientras los matan?'' -Si no lo hago, no sabré de qué es capaz el enemigo. Sentí claramente que mi mente se estremecía. ¿Por qué no podía entender algo que cualquiera debería saber sin necesidad de que se lo dijeran? ¿Y por qué alguien así ocupaba un puesto en el que tenía en sus manos la vida de todos en esas instalaciones? -Mmmh, Sunekosuri. Es algo obvio, pero no vine a este mundo para ser una heroína de la justicia. ¿De verdad creías que no involucraría a civiles? ¿Y qué hay del subsecretario general de la ONU? ¿Era un villano? -''…'' -Puedes pensar lo que quieras, pero yo no sigo esas reglas. Tomo las medidas necesarias para una victoria segura y, a veces, ese proceso, por casualidad, salva vidas civiles. Sin embargo, eso no tiene suficiente valor como para abandonar el camino hacia una victoria segura. Ah… Probablemente, tenía toda la razón. Al menos en este pequeño sector. El idealismo no significaba nada aquí. Nunca ganarías, nunca sobrevivirías y nunca dejarías de perderlo todo. Lo sabía. Incluso mi esposa desapareció repentinamente un día y no la encontré por más que la busqué. No creía que algo tan irracional pudiera justificarse aferrándome a ideas idealistas. Por eso mismo entré en una organización peligrosa como Hyakki Yakou. Todo esto me lo había enseñado la misma organización que me había traído hasta aquí. Pero… Aun así… -''¡Al diablo con eso, maldita cucaracha! ¿Sabes lo que estás diciendo?'' Un silencio incómodo se apoderó del coche de alquiler. Había dicho algo decisivo. Lo entendí y, por eso, volví a hablar. -''¿Crees que llegarás a la cima del mundo si te comportas como un superhumano y miras a todos por encima del hombro? Te tomas las vidas a la ligera. Tu posición no mejora solo por menospreciar a los demás. No has ganado nada.'' -Sunekosuri. -''¿Tienes miedo de trabajar de verdad? ¿Tienes miedo de que te restrieguen la derrota en la cara si aceptas un desafío real como proteger a esos ancianos y fracasas? ¿Es por eso que ni siquiera intentas minimizar las pérdidas? Si es así, das risa. No proteges nada. ¡Absolutamente nada! ¡Dejas que las cifras te engañen mientras abandonas lo que de verdad importa!'' -Sunekosuri. No sabía si era el reflejo de la luz de la luna que entraba por la ventanilla oscura del coche o si era otra cosa, pero una luz inconfundible llenaba sus ojos mientras me miraba en silencio. -Puedes regañarme aquí si quieres, pero Hakone es un campo de batalla. La regla de que los yōkai no mueren no se aplica aquí… ¿Estás seguro de que lo entiendes? No estarás pensando que algún poder misterioso lo va a solucionar todo al final, ¿verdad? -… -Puede que sientas que Dios está de tu lado ahora mismo y que, erróneamente, creas que un poder divino reside en ti por haber tomado la decisión correcta, pero eso no es más que una ilusión. Si sigues así, te encontrarás rodeado de enemigos. Te darás la vuelta, pero no encontrarás a nadie y nadie te ayudará. La fuente de tu poder es una vana ilusión. ¿Lo entiendes? -''Sí.'' Yo era un Sunekosuri. No tenía el poder cruel de matar gente como una Yuki Onna o una Shichinin Misaki. Tenía el aspecto de un perrito y lo único que hacía era rozar las espinillas de los viajeros que pasaban. Sabía lo peligroso que era para un Youkai tan pequeño e indefenso aventurarse solo. -''Pero estoy aquí. Ya sea por casualidad o por el destino, estoy aquí ahora. Por muy débil o insignificante que sea, puedo influir en la situación general ahora que estoy en el escenario. Esa posibilidad sigue ahí, así que lo demás es mi problema. ¡No tienes derecho a decirme qué hacer!'' -¿Ah, sí? Bueno, si lo entiendes, no te detendré. Mai-san bajó la ventanilla del copiloto. No había nada más que decir, así que me asomé y entré en la noche de Hakone. Estaba seguro de que no era tan mala persona como decía. Si de verdad viviera una vida libre de ataduras como la de nuestra misteriosa enemiga, no tendría por qué elegir sus objetivos con tanto cuidado. Disfrazándolo como un intento fallido de recuperar munición sin detonar o una repentina erupción volcánica, podría haber aniquilado al enemigo junto con toda la ciudad de Hakone sin importarle los civiles ni los líderes del G20. Sonaba absurdo, pero con su poder y habilidad, habría sido posible. Pero no lo hizo. Sin importar lo que dijeran los demás, e incluso si ella misma se burlaba de la idea, tenía claro a quién mataría y a quién no. Pero ella misma no se había percatado de ello. Y en ese momento, intentaba aplastar ese pequeño brote de consciencia sin siquiera darse cuenta de que estaba ahí. Aunque fuera algo temporal e impuesto por mis superiores, yo era su compañero. No podía permitir que aplastara ese pequeño brote. ¡Y para evitarlo, tenía que proteger a los ancianos del asilo de nuestro enemigo! ===Parte 18=== No podía confiar en el gran poder de Hishigami Mai. Tenía que enfrentarme solo a alguien de igual o mayor poder. La situación era desesperada. De hecho, mi tamaño era similar al de un perro pequeño, así que incluso llegar a la zona residencial en cuestión sería difícil. Me acerqué a una camioneta que esperaba en un semáforo en la ciudad oscura, intenté saltar varias veces sin éxito y, finalmente, reuní todas mis fuerzas para subirme a la parte trasera. En el camino, casi me desvié por completo, pero cambié de camioneta varias veces antes de llegar a mi destino. Me recibió un silencio tan profundo que sentí como si el mundo hubiera sido destruido. La noche era completamente oscura. Mi visión se nubló, probablemente debido a algo más que la aversión de un Youkai por las ciudades modernas. Había una presencia desconocida allí, una presencia capaz de infundir miedo incluso en un Youkai como yo. Incluso a esas horas, era extraño no encontrar ninguna luz. Sentí la misma aura intensa que cuando cortan la electricidad antes de que un equipo SWAT irrumpa en un edificio donde se encuentra un criminal atrincherado. ¿Había llegado ya el enemigo? ¿Llegaría a tiempo? Por el momento, corrí por la carretera asfaltada hasta llegar a la Casa de las Hojas Verdes. El terreno era más pequeño que el de una escuela. Más bien del tamaño de un jardín de infancia. El césped bien cuidado tenía algunos juegos infantiles y una parrilla como las que se encuentran en los campamentos. Quizás la usaban cuando los nietos de los residentes los visitaban. Una rápida mirada alrededor no reveló señales de ventanas o puertas rotas. Decidí que había llegado primero y toqué el timbre. Mejor dicho, me puse a saltar. Kh… ¡Apretar el botón con mi pata delantera es sorprendentemente difícil! Al rato, se encendieron algunas luces dentro del edificio y unos pasos ligeros se acercaron a la puerta. Cuando la puerta se abrió, salió una anciana bajita. -¿Ah? ¿Qué quieres a estas horas, pequeño Youkai? -''Soy…'' Casi me presento, pero enseguida me di cuenta de algo. ¿Qué ganaría identificándome como una Sunekosuri sin poderes? Reconsideré mi plan y solté un bufido sin sentido. -''Soy un Youkai que predice el futuro.'' -¡Oh, cielos! -''¡Se acerca un tornado! ¡Se avecina un desastre enorme! En solo unos minutos pasará por aquí. Si lo entienden, despierten a todos y evacuen. Se ha despejado una sección rectangular del césped y hay un espacio subterráneo, ¿verdad? Eso debería servir como refugio anti tormentas.'' -¡Ay, ay, ay! Esto sí que es un problema. Tenemos que avisar también a los vecinos. -''¡Rápido! ¡Voy a avisar a los vecinos!'' Cuando la animé, pareció preocupada, pero aun así regresó al interior del edificio. A pesar de la hora, los entre treinta y cincuenta ancianos obedecieron mis instrucciones. Quizá fuera su edad lo que les hacía confiar en las palabras de un Youkai como yo. -''¡Rápido! No sé si es un almacén o qué, pero debería haber una puerta en el patio que da a un sótano. ¡Por favor, vayan allí!'' -¿Ah? ¿No eres un Sunekosu…? -''¡Rápido, rápido! El tornado llegará pronto. ¡Guau, guau!'' Uno de los ancianos casi descubrió mi mentira, pero lo silencié con mi pura fuerza. En ese momento, yo era un Youkai canino ominoso que predecía desastres. Tras asegurarse de que todos habían bajado al sótano, la anciana comenzó a cerrar la puerta desde dentro, pero se detuvo un instante. -¿Y tú? Se acerca una tormenta, ¿verdad? -''Se acerca un tornado, pero no te preocupes. Puede que no lo parezca, pero soy un Youkai y aún tengo trabajo que hacer. Necesito avisar a todos los vecinos.'' -De acuerdo, pero vuelve aquí si la cosa se pone peligrosa. Que seas un Youkai fuerte no significa que podamos cargarte todos nuestros problemas. Dije que lo haría y finalmente cerró la puerta. Bien. Me imaginé la distribución general de la residencia de ancianos y me apresuré a recorrerla para comprobarlo con mis propios ojos. Había un edificio rectangular de hormigón, un tanque de lo que probablemente era gas natural en la parte de atrás, columpios y un tobogán en el amplio patio, y la parrilla. ¿Había algo que pudiera usar como arma o para cualquier otra cosa? Habría cuchillas en la cocina, un extintor en la entrada y una caja de herramientas... pero no la encontré. Probablemente habría algún armario o algo así por ahí. Después de buscar un poco, encontré las herramientas de jardinería: agroquímicos, cuerda de plástico y estacas de acero. Haría todo lo posible y me puse a preparar todo. El enemigo llegaría tarde o temprano y mataría a todos los testigos, incluso si fueran cien o mil. Esas personas mayores no podían escapar a pie en plena noche, así que interceptar al enemigo aquí era la única opción. Y mientras tanto, la única persona que tiene una posibilidad real de lograrlo es… Justo cuando ese pensamiento cruzó mi mente, algo sucedió en un instante. El estruendo de la destrucción fue ensordecedor y tardé un rato en comprender lo que había pasado. Estaba a gatas en el gran patio, pero mi visión comenzó a dar vueltas sin control. Todo se transformó en una serie de líneas ondulantes sin sentido. Mi cuerpo estaba en el aire e incluso los bloques de cemento que rodeaban el patio y el suelo mismo habían sido destrozados por un impacto masivo, como el de un avión estrellándose. Para cuando me di cuenta de todo aquello, mis pensamientos finalmente se ordenaron. Algo aterrador me había lanzado por los aires. Era un brazo gigante de varias decenas de metros de largo. Parecía estar hecho de paneles de armadura y cuero grueso unidos con pegamento. Un gancho ascendente había atravesado los bloques de cemento y el suelo para golpearme sin piedad. Eso fue todo lo que hubo en el ataque, pero salí disparado a través de los terrenos de la residencia de ancianos y me estrellé sin piedad contra la pared del edificio. Las piedras que volaban conmigo rompieron las ventanas e incluso la pared. -¿¡G-gah!? ¡Gbbh! ¡Bebhh! ¡No puedo… respirar! ¡Mi propia sangre… me obstruye la garganta! -¡Cof… tos, tos! ¡Ugh, ahhhg! De alguna manera logré toser la sangre y abrirme paso para respirar, pero mi cabeza seguía temblando. Era un Youkai y, por lo tanto, no moriría ni aunque me apuñalaran o me dispararan, así que ¿qué era esto? Sentía el dolor de que me apretaran las costillas hasta el límite y me aplastaran todos los órganos. Sin duda, me había acercado a la muerte. Para cuando oí el sonido de metal raspando, el brazo gigante había desaparecido. En su lugar, alguien pisó los bloques de cemento destrozados y entró en el patio. Era una chica que parecía de secundaria y que vestía un llamativo uniforme amarillo de marinera. No sabía si alguna escuela usaba ese uniforme, pero había otro asunto más importante. El simple hecho de encontrarse con una persona así significaba la muerte, así que ¿era siquiera posible que tuviera una vida escolar normal? Me miró con absoluto desprecio mientras intentaba ponerme de pie con dificultad. -No me digas que de verdad creías que te habías adelantado a una agente profesional y que, por pura casualidad, te ataqué justo cuando terminabas tus patéticos preparativos. Si es así, no eres muy listo. Para nada listo. Por supuesto que eso no fue lo que pasó. Al acercarse, percibí un dulce y jugoso aroma similar al de los melocotones. Aquel agradable olor desentonaba tanto en aquella escena de pesadilla que sentí como si mis sentidos se hubieran desequilibrado. -Soy una agente independiente, ¿sabes? Me abro camino en este mundo sin la ayuda de ninguna organización y he sobrevivido así hasta ahora. ¿De verdad creías que eras más rápido que alguien como yo? Fue lo opuesto. Completamente opuesto. Ya había llegado y te estaba vigilando para evaluar tu fuerza. Eso fue lo que pasó. Puede que seas estúpido, pero supongo que ahora lo entiendes. -''…'' -Ahora, te hago una pregunta. Si me tomé la molestia de evaluar tu fuerza, ¿por qué te ataqué de frente? ¡La respuesta es porque consideré que no había nada que temer! Con un sonido metálico, su delgado brazo derecho se transformó de la punta de los dedos al hombro. Ahora era una masa de acero y cuero unidos con pegamento. Casi parecía una antigua armadura japonesa. Esa era la identidad del ataque anterior. Era una armadura transformable. Pero en cuanto pensé eso, la realidad superó con creces mi imaginación. -El Valiente Guerrero del Melocotón Escarlata. Ese es el nombre del Youkai artificial que creé. En otras palabras, este es mi Shikigami. Ahora bien, ¿en qué leyenda crees que me basé? El Melocotón Escarlata. Un aroma suave y dulce llenó el aire. Me estremecí y se me erizó el pelaje. No puede ser… Pensé en un nombre tan conocido que hasta un niño lo reconocería. -¿¡Momotaro!? -Su exterminio de los oni es el simbolismo más simple que existe cuando se trata de matar Youkai. Incluso si reunieras miles y miles de Youkai letales, podría acabar con la horda entera sin sufrir daño alguno. Lo siento, pero si fueras un humano que pudiera morir por medios normales, tal vez habrías durado más. Ni siquiera intentaría usar un arma de fuego o un cuchillo. Era del tipo de persona que elegía un arma diferente para luchar contra un humano o un Youkai. Y aquí, cambió de estrategia para convertirse en mi verdadera enemiga. ===Parte 19 (3.ª persona)=== Dentro del ala voladora en forma de V que servía de cuartel general móvil de Hyakki Yakou, la Mamedanuki del grupo dejó escapar un suspiro humeante. La Youkai medía menos de treinta centímetros y parecía un tanuki de peluche, pero su función era la de doble. Por eso, era increíblemente buena analizando información. ¿Qué información debía descartarse y cuál debía protegerse? ¿Quién sospechaba de ella y quién confiaba en ella? Si decía una sola mentira para protegerse, ¿cómo se volvería en su contra? Si no hubiera podido analizar todo eso al instante y tomar una decisión con fluidez, jamás le habrían ofrecido el trabajo de doble. En ese momento, aquella experta en Manedanuki hacía una mueca mientras miraba fijamente los documentos sobre la mesilla donde ella yacía. -''Sinceramente, se dejó llevar por el idealismo. ¿De verdad cree que un contacto que maneja los hilos en secreto podría derrotar a un monstruo profesional si se pusiera en peligro? Y encima, contra alguien que construyó un Momotaro especializado en masacrar Youkai.'' Era difícil pensar que tuviera alguna posibilidad. Y, curiosamente, cierta mentalidad vería eso como un motivo para luchar. Esa mentalidad era aliada de los débiles. Esos eran los héroes de las epopeyas contadas en todo el mundo y de los dramas históricos y westerns ficticios derivados de ellas. Las hazañas de esos héroes eran, sin duda, atractivas, pero ese era el atractivo de hacer algo que normalmente nunca tendría éxito. Si cien personas lo intentaran, no todas lo lograrían. Ese atractivo era la como boca de un gran monstruo. Si te dejabas tentar, serías incapaz de resistir su fuerza y sus múltiples colmillos te destrozarían. -''Ese idiota va a morir. Y sin embargo, ha visto desaparecer a incontables personas de la misma manera.'' En ese momento, una voz contradijo directamente el acertado análisis de la Mamedanuki. -''No perderá.'' La voz provenía de un cachorro de una especie ya de por sí pequeña. El cachorro medía apenas cinco centímetros y miró a la Mamedanuki con sus cuatro patas apoyadas en el suelo. La miró fijamente. -''Papá no perderá contra un villano.'' -''Tienes razón.'' -Murmuró la Mamedanuki mientras jugaba con su delgada pipa de estilo japonés. ''Todavía no ha arreglado las cosas conmigo. Y no le dará a esto un final que entristezca a la damita.'' ===Parte 20=== El crujido de la armadura continuó. Se acercaba. No sabía cómo funcionaba, pero ese ataque ridículo que crecía instantáneamente hasta alcanzar varias docenas de veces su tamaño se acercaba. -''¡¡¡¡¡¡…!!!!!!'' El puño descomunal rasgó el aire mientras volaba directo hacia mí. Solo tenía la agilidad de un perro pequeño, así que no podría evitarlo ni aunque saltara para esquivarlo. Pero yo era un Sunekosuri. Yo era un Youkai que no podía hacer más que frotarme en las piernas de los viajeros en la noche. Pero incluso si esa habilidad era inútil, mis movimientos podían alcanzar lo sobrenatural al hacerlo. -¿Ah? La chica que vestía la Armadura del Valiente Guerrero del Melocotón Escarlata pareció sorprendida. Para ella, mi pequeña forma pudo haber parecido desvanecerse de repente. En realidad, solo me había acercado sigilosamente a sus pies. La gran destrucción llegó un instante después. Ese edificio parecía tan sólido, pero un estruendo ensordecedor estalló cuando la planta baja se hizo añicos con la facilidad de una telaraña. Me dolía el pecho, pero había evitado el ataque. ¡Y desde aquí…! Tan pronto como pensé eso, oí un fuerte ruido. La suave piel de la chica contra la que rozaba mi mejilla se transformó en metal frío y duro. …………………………………………………… Se recuperó con tal destreza que mi mente quedó completamente en blanco. No dudó en descargar su pie blindado japonés sobre mi espalda. Fue un golpe seco, como el de un martillo neumático. Al mismo tiempo, la armadura de metal y cuero se expandió, aumentando su fuerza destructiva con su increíble masa. Casi puedo asegurar que oí algo romperse dentro de mí. Pero en realidad, sentía cómo el suelo se hundía y se derrumbaba bajo mis pies por todo el peso que me aplastaba. Sí, había un espacio subterráneo. Debería haber quedado aplastado entre el pie gigante y el suelo, pero la fina capa de tierra se rompió y caí al vacío. Pero espera. ¡El espacio bajo el césped sería…! -Cof, cof. Oí una tos sorprendentemente cerca. Un gran montón de tierra me cubría la cabeza y alguien me miraba desde arriba en lugar de preocuparse por sí mismo. -¿Q-qué pasa? Esto no es un tornado. ¿Qué ocurre? Y… ¿y por qué sangras tanto? ¡Maldita sea! ¿Cómo pude dejarme caer justo al lugar al que hice evacuar a los ancianos? ¡Esto es como empujarlos directamente delante de la bestia salvaje! -Je, je. Justo encima, oí reír a la Valiente Guerrera de Melocotón Escarlata. El suave aroma de los duraznos invadió esta supuesta zona segura. -Je, je. Je, je, je. -''¡¡Ahhhhhhhhhh!!'' No podía permitir que la pelea llegara hasta aquí. Tenía que evitar un lugar que pudiera involucrarlos. Me abrí paso rápidamente entre el grupo de ancianos, moviéndome de pierna en pierna. Mis movimientos ágiles parecían los de alguien que se desliza entre los árboles de un bosque, o los de una serpiente o una anguila. Mi objetivo era la escalera que conducía a la puerta de salida. Lo único que importaba era volver a empezar desde una posición que no pusiera en peligro a los ancianos. Pero mis esfuerzos fueron en vano. Para cuando subí corriendo las escaleras y llegué a la puerta, el Valiente Guerrero del Melocotón Escarlata ya había atacado. El enorme brazo de armadura anuló por completo el propósito de la estructura subterránea, como si se destruyera el techo de un coche para convertirlo en descapotable. El puño, como una bola de demolición, se abalanzó sobre mí junto con una tremenda nube de tierra, lanzándome por los aires junto con la puerta de acero. Ni siquiera tuve fuerzas para gritar. Cuando mi pequeño cuerpo finalmente se estrelló contra el suelo, me encontré a una distancia inquietante. Era la zona de juegos. Concretamente, había aterrizado encima de la parrilla de la barbacoa. No hay manera de que gane. Aunque se desplegaran ante mí infinitas opciones, todas y cada una de ellas me llevarían a la muerte. La chica que vestía la Armadura del Valiente Guerrero del Melocotón Escarlata lo había hecho realidad. Lo había planeado todo así antes de empezar la batalla. Por eso no podía ganar. No importaba cuánto luchara. De hecho, cuanto más luchaba, más me acorralaban. -Ah, ah. Me han visto. Oí un paso. -¿Qué prefieres? ¿Que masacre a esos viejos después de asarte o que espere a asarte después? Ahora que han visto a una profesional en acción, su destino está sellado. Puedes elegir el orden que quieras. Oí otro paso. Se acercaba lentamente, pero yo no podía moverme. Era como un pez en el asador. Ni siquiera podía moverme lo suficiente para salir de la peligrosa cocina de gas. El aroma a melocotón, extrañamente suave, llegó a mi nariz. La chica que controlaba y vestía la Armadura de la Guerrera Valiente del Melocotón Escarlata se había acercado lo suficiente como para observar mi cuerpo ensangrentado. Su expresión era más la de una niña torturando a un insecto capturado que la de alguien que prepara una comida. Pero, a pesar de saber el destino que me aguardaba, no podía imitar la agilidad de una estrella de cine. Una vibración ominosa sacudió la estufa y me recorrió a mí. Cuando me di cuenta de que sus dedos delgados habían agarrado el interruptor de encendido, un escalofrío me recorrió la espalda. -¿Ya aprendiste cuál es tu lugar? -''D-demasiado bien.'' -Entonces muere. Sus palabras suaves y sin titubear me quemaron el estómago mientras hablaba sin contenerse. -La verdad es que preferiría no comer perro, pero sería una pena que te desperdiciaras. ¿Qué tal si te doy de comer a esos ancianos? Me pregunto cómo reaccionarían. -''Pero gracias a esto, he descubierto parte del secreto de tu Valiente Guerrero del Melocotón Escarlata.'' Sus dedos sobre el interruptor se detuvieron un instante. Pero esa pausa nacía del interés y la curiosidad, no del miedo y la precaución. Parecía decir que encendería la estufa de gas en cuanto se le pasara la inquietud. -''No es del todo exacto decir que una armadura extraña me perjudica como Youkai. Los puñetazos y las patadas no son lo que realmente importa. Si así fuera, no estarías intentando cocinarme en una estufa de gas. No puedes matar a un Youkai apuñalándolo o disparándole, ni siquiera a uno inofensivo como yo. Incluso una estufa de gas es un método común e inefectivo. Usarla para torturarme es una cosa, pero no la elegirías como golpe final.'' -¿Qué quieres decir? -''Utilizas dos poderes sobrenaturales distintos. El primero es la armadura y el segundo, la creación de un campo donde los Youkai pueden ser asesinados con métodos normales. Fuera de la armadura, solo hay un símbolo de Momotarou: ese aroma a melocotón. Lo esparces para preparar el entorno necesario para exterminar a los oni.'' La chica soltó una risita de confirmación sorprendentemente adorable. -Puede que parezcas bastante tonto, pero llegaste a entender eso, ¿no? El Valiente Guerrero del Melocotón Escarlata incluye tanto un shikigami como un altar de fuego. Combinar onmyoudou y mikkyou es un método herético, como combinar alimentos incompatibles para un plato extravagante<ref>El onmyoudou es el conjunto de conocimientos sobre cosmología y cosmogonía que entremezcla las ciencias y artes para darles significados, mientras que el mikkyou va, en pocas palabras, de la preparación del cuerpo y la mente para alcanzar la iluminación.</ref>. Por eso debería haber pasado desapercibido para cualquier especialista en este campo… Parece que enfrentarse a una idiota te salió el tiro por la culata. -''Nunca empuñaste un poder especialmente fuerte; nos estabas debilitando a los youkai. Esa armadura se usa exclusivamente para atacar. En realidad, no te protege en absoluto.'' Si de verdad pudiera ejercer un poder tan incomparable, no habría necesitado usar un arma de fuego para matar al doble de Udou Itsuki. Lo más lógico sería asumir que su poder sobrenatural, el de la Guerrera Valiente del Melocotón Escarlata, solo podía manifestarse plenamente contra un Youkai. -¿Y qué? -Inclinó la cabeza. -Sea como sea, vas a morir aquí. Como cualquier perro viejo, te pueden matar fácilmente con un cuchillo o una pistola ahora mismo. ¿O es que eres tan estúpido que ni siquiera sabes dónde estás tumbado o qué tengo en la mano derecha? -''Ja, ja.'' -Reí sin querer. -''Quizá sea porque esparces ese aroma a melocotón por todas partes, pero ¿de verdad no has notado nada raro?'' -¿…? -''Esto es, efectivamente, una cocina de gas exterior para barbacoas. Y es muy fácil que se incendie porque un conducto de gas enterrado le suministra combustible. Pero ¿y si alguien la hubiera saboteado de antemano?'' Dejó de respirar al oír eso. Parecía que por fin había notado el hedor mezclado con el aroma a melocotón. -''Soy un youkai débil que no puede hacer nada más que un perro pequeño y no tengo ninguna habilidad que me permita matar a un humano, pero incluso la broma de un perro pequeño puede causar un desastre. Por ejemplo, podría morder la manguera de goma conectada a la tubería de gas.'' -¿De verdad entiendes lo que estás diciendo? -''¡Y tu técnica solo sirve para atacar! Ignoraste por completo la defensa porque asumiste que cualquier Youkai debilitado por el aroma a durazno no podría hacer nada de qué preocuparse. ¿Y qué si alguien usa un método normal? ¡Si te ves envuelta en una explosión de gas, dudo que salgas ilesa!'' -Mi altar de fuego aún te está debilitando, así que no puedes decir que no morirás solo por ser un Youkai. Si hay una explosión aquí, ese método normal... ¡¡¡…!!! [[Image: Zashiki_v04_366.jpg|right|400px]] -''Sí, lo sé.'' Mientras hablaba, moví la boca para mostrar mis dientes. En concreto, mostré el trozo de pedernal del tamaño de una semilla de sésamo que tenía pegado a mi colmillo. Lo había sacado desmontando un encendedor barato que encontré dentro de las instalaciones. Y después de mostrarlo, hice un anuncio. -''¿Pero qué importa eso, maldita cucaracha?'' Inmediatamente castañeteé los colmillos. Probablemente nunca comprenderás la fuerza que llena mi corazón cuando deseo ayudar a estos completos desconocidos sin esperar nada a cambio. ¡Y por eso perderás! Una pequeña chispa naranja iluminó la noche oscura. La expresión del rostro de la chica era la de alguien que jamás había pensado en nada más que en su propia victoria, pero en ese instante, vi cómo esa expresión se distorsionaba. Y un momento después… …mi visión… …quedó …en blanco. ===Parte 21=== Jadeaba buscando aire. Mi visión se nublaba intermitentemente. Sentía que perdería el conocimiento si dejaba de concentrarme un instante. Estaba tendido en el césped, bastante lejos de la parrilla. Oí lo que parecía el crepitar del fuego y una esquina del recinto brillaba con un resplandor anaranjado. Intenté levantarme desesperadamente, pero no podía bajar las piernas. Mi pierna derecha no respondía a mis órdenes. La mitad de mi visión estaba cubierta por una oscuridad. Quizás tenía alguna herida o quemadura, pero era un Youkai, así que era posible que me recuperara poco a poco. Al fin y al cabo, generalmente recobrábamos fuerza con el paso del tiempo. Aun así, no tenía forma de curar mis heridas de inmediato. -''Esto no se…'' Me di por vencido y prácticamente arrastré la cara por el suelo, moviéndome a la velocidad de una oruga. -''Esto aún no ha terminado…'' Tuve que evacuar a los ancianos del recinto. No había podido predecir dónde atacaría usando el Valiente Guerrero del Melocotón Escarlata, así que saboteé las tuberías de gas por todo el terreno para crear tantos puntos de ataque como fuera posible. Casualmente, terminé usando la parrilla exterior. Por ejemplo, también había provocado una fuga de gas en la cocina, así que necesitaba prepararme para una posible ignición. Y si la predicción de Mai-san era correcta, la chica había estado controlando la organización de Udou Itsuki (o su doble) y tenían al letal Aburatori en algún lugar de este recinto. Desconocía el método que utilizaban, pero era imposible saber a quién atacaría el Youkai si la batalla o el fuego lo despertaban. Eso significaba que lo mejor sería que los ancianos escaparan cuanto antes. Mi objetivo no era derrotar a la Guerrera Valiente del Melocotón Escarlata. Sin importar el motivo, si tan solo uno de ellos moría al final, significaría que había perdido. Y así, arrastré mi cuerpo maltrecho hacia aquellos ancianos. Un día, cuando encontrara a mi esposa desaparecida y recuperara a mi familia, podría contarles con orgullo el camino que había recorrido para llegar hasta allí. No puedo rendirme ahora. ===Parte 22(3ra persona)=== Un ruido sordo resonó desde el mar de llamas que se extendía tras la explosión de gas. -Oh…gh… Tenía boca para hablar. Sin embargo, la exposición al intenso calor le había destrozado los labios y la garganta. -¡G-g-gah-gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! Incapaz de hablar con claridad y emitiendo un sonido parecido a un rugido, se incorporó con dificultad en medio de aquel infierno naranja abrasador. El daño iba más allá del rostro. Toda su piel se había derretido hasta convertirse en una especie de crema, fusionándose con sus ropas desmoronadas. Su cuerpo entero se había convertido en una masa retorcida de fibras musculares. Su cabello había desaparecido entre las llamas. Su suave grasa subcutánea se había cocido por completo y separado de su cuerpo, dándole la apariencia de un modelo anatómico sin sexo. Aun así, no murió. Algo extraño se mezclaba con ese modelo. Un material teñido de ámbar, de al menos cien años de antigüedad, se ocultaba bajo la piel. El material rodeaba el cuerpo como si reforzara el esqueleto, dándole la apariencia de un cíborg creado con mecanismos tradicionales japoneses. Con un sonido húmedo, atravesó las llamas. Sus globos oculares casi hervían y su visión era tan borrosa como mirar a través de un cristal esmerilado, pero seguía buscando un único objetivo. Un inofensivo Youkai. El Sunekosuri. Aparentemente, ese Youkai no había salido ileso, pero estaba en mejor estado que ella. Su menor peso quizá le había permitido a la explosión lanzarlo fuera de aquel infierno abrasador. No podía aceptarlo. No podía aceptar que sus heridas fueran menores que las suyas, que estuviera en mejor posición, que se arrastrara desesperadamente por aquella escena infernal para salvar a gente normal, ni que hubiera vencido a pesar de estar infectado por los idealismos. En resumen, no podía aceptar nada de eso. (Lo mataré). La chica intentó murmurar, pero sus labios derretidos se habían fusionado y ni siquiera pudo hacerlo. (¡Lo mataré! ¡Lo aplastaré! ¡Lo arruinaré todo! ¡Tengo que hacerlo si quiero recuperarme! ¡Sea que convierta a ese maldito Youkai en un cadáver o en un montón de carne, lo haré pedazos!) Avanzó con su cuerpo derretido hacia el Sunekosuri. Primero, haría pedazos al youkai canino, se lo mostraría a esos ancianos y luego les pediría que se lo comieran. A cualquiera que se negara, lo mataría allí mismo. A cualquiera que lo comiera, lo pondría en fila y lo mataría al final. De cualquier forma, los masacraría a todos. Pero justo cuando hizo esos planes, oyó algo que sonó más como una explosión que como un disparo y un agujero del tamaño de un puño se abrió en su pecho. -¿Ah? Lo que una vez fue una chica miró hacia abajo, a su propio pecho. La carne, la sangre, los huesos y los órganos habían desaparecido. La habían atravesado de lado a lado, y lo que había allí era el más importante de los órganos humanos: el corazón. Se había desvanecido como por arte de magia, robando el aliento de cualquiera que lo viera. Lo habían hecho con tanta habilidad que olvidó morir. Era como un pescado preparado y servido aún vivo. Y sus oídos, derretidos, oyeron un tono electrónico sordo. Un celular sonaba. Los restos de lo que había sido una falda estaban pegados a la cintura de aquel modelo anatómico carbonizado. Tomó el aparato, que se había transformado en algo parecido a queso derretido sobre una tostada, y contestó. La conexión era tan nítida que parecía una ilusión. Se separó con fuerza los labios pegados y finalmente logró hablar. -Hishigami… Mai… -[Así es. Tú estás detrás de todo esto, ¿verdad? ¿Sabes lo que hice☆?] -¿Un rifle antimaterial? -[No. Te equivocas. Era una ametralladora pesada del calibre .50. Pero hay algunos locos que las usan para tiros de precisión a 2000 metros. Al fin y al cabo, la munición es la misma.] -No… el sonido del disparo y el impacto… fueron casi simultáneos. Esto es como un trueno y un relámpago… Tienes que estar cerca. ¿Dónde… estás? Te estaba esperando aquí… para capturarte. Pero… tenías a ese Youkai… persiguiéndome. Sal… aquí. Te mataré… con mis propias manos. -[¡Ja, ja, ja! ¿Que el Sunekosuri te perseguía? ¿¡De verdad quieres que tus últimas palabras sean una broma así!? Y lo siento, pero no voy a enfrentarme a ti de frente cuando todavía puedes moverte después de todo esto. Y no creo que se equivocara cuando dijo que un método normal te mataría, así que muere de una vez… Además, tengo un 80% de chances de perder si es que necesito usar un arma, así que definitivamente no quiero participar en esta pelea.] -… El cuerpo aun de pie guardó silencio brevemente, pero finalmente volvió a hablar. -¿Por qué… estás aquí? ¿Para salvar a los residentes… del asilo de ancianos? ¿O para… salvar a ese Sunekosuri? -[Lo siento, pero soy una profesional que sabe dónde están los límites. Sé perfectamente lo aterrador que puede ser ese idealismo. No soy tan tonta como para arriesgar mi vida por algo así.] -Entonces… ¿Por qué había atacado ahora? Ya fuera el Sunekosuri o los ancianos, el mejor momento para disparar habría sido justo después de que la chica convertida en modelo anatómico matara a su objetivo y bajara la guardia. -[Para ser sincero, mi plan era provocar al Sunekosuri, hacer que corriera hacia donde me esperabas y luego dispararte en cuanto aparecieras, porque te irritaba la presencia de ese Youkai tan molesto.] -… -[Pero lo hizo mejor de lo que esperaba. De hecho, logró llevar a cabo su absurda fantasía. No terminó el trabajo, pero sacar a la luz tu secreto fue muy valioso. …Así es. Momotarou no tenía poderes especiales gracias a un arma legendaria ni a un entrenamiento extraordinario. Su nacimiento incluía el simbolismo del melocotón, una fruta que se cree que aleja el mal. Así que eres un cíborg que destruye el mal, potenciado por la madera aromática que te implantaron. Si no me hubiera dado cuenta, podría haberte subestimado y haber cometido un error.] Esa mujer terriblemente arrogante decía que su vida había sido salvada por ese Youkai que parecía un peluche. -[En ese caso, se trata de un acuerdo entre profesionales. Ahora que el Sunekosuri ha logrado su objetivo de salvar a esos ancianos y también ha descubierto tu debilidad por mí, debo terminar mi trabajo. Te mataré, me encargaré del Aburatori y pondré fin a este incidente. Ese tipo de trabajo sucio es mi papel.] Sonaba casi celosa. Jamás usaría ese tono frente al Sunekosuri. Era como si hubiera visto algo que una vez poseyó, pero que desechó para sobrevivir. Y, muy probablemente, no se trataba de este modelo anatómico que había sido su enemiga. Cabeza, abdomen, cintura, extremidades, etc. Antes de destrozar por completo cada parte del cuerpo de esa chica con balas del calibre .50, del tamaño de cabezas de martillo, Hishigami Mai murmuró una última frase. -Fuiste genial, pequeño☆ <noinclude> ===Notes=== <references/> {| border="1" cellpadding="5" cellspacing="0" style="margin: 1em 1em 1em 0; background: #f9f9f9; border: 1px #aaaaaa solid; padding: 0.2em; border-collapse: collapse;" |- | Retroceder a [[The_Zashiki_Warashi_of_Intellectual_Village:Volume4_Capítulo 2|Capítulo 2]] | Volver a [[La_Zashiki_Warashi_de_la_Villa_Intelectual_Español|Página principal]] | Avanzar a [[The_Zashiki_Warashi_of_Intellectual_Village:Volume4_Capítulo 4|Capítulo 4]] |- |} </noinclude>
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