Editing The Zashiki Warashi of Intellectual Village:Volume5 Epílogo

El día conocido como "hoy" terminó y comenzó el nuevo día conocido como "mañana".

Incluso ese simple hecho me llenó de emoción.

Mi tío, el fenómeno de los misterios llamada Hishigami Enbi, su hermana Hishigami Mai y el Sunekosuri se habían reunido con nosotros. Estábamos un poco más arriba en la ladera, en el claro cerca de la entrada del túnel.

Por cierto, la situación se resolvió rápidamente en cuanto los efectos del Amanojaku desaparecieron. La líder de Hyakki Yakou y sus guardaespaldas se precipitaron hacia la villana como si hubieran recordado algo.

La criada de minifalda, cuyo nombre aparentemente era Hasukawa Yumi, estaba arrodillada rodeada de todos.

Hishigami Enbi, que por alguna razón caminaba por la montaña con un traje de conejita, frunció el ceño y habló:

-¿Eh? ¿Ella estaba detrás de todo? ¿Eso significa que la CIA era la que mataba a escritores independientes con dispositivos electrónicos defectuosos?

-Probablemente. Fueron ellos quienes interfirieron con el Paquete Usuhiki Warashi y quienes habrían querido ocultar los movimientos de la isla, ya que eran ellos quienes estaban desesperados por controlar el Amanojaku.

Por alguna razón, mi respuesta molesta hizo que la conejita de secundaria hiciera pucheros y empezara a quejarse. Parecía ser de las que no le gustaba tener un agente de la CIA, una familia de exorcistas ni un dios con un rol en su drama policial.

Pero ese era su problema.

Tenía que hacer lo que me quedaba por hacer.

-Oye. -Le dije a Hishigami Mai. -¿Tienes una cuchilla cualquiera? Un cuchillo servirá.

-Sí.

Sacó una cuchilla inquietantemente larga y delgada del lateral de su bota y me ofreció el mango. La hoja de un solo filo medía más de veinte centímetros y parecía un cuchillo de sashimi hecho a medida para matar.

-¿Pero para qué la vas a usar? ¿Te apetece acabar con la villana tú mismo?

-No, no es eso. Aún queda un misterio.

-¿?

-El Amanojaku. Ese Youkai es la causa de todo esto, pero ¿dónde está?

Apreté el cuchillo con fuerza mientras escupía las palabras.

-Se supone que corrige la realidad basándose en la historia de Singer Song Liar, pero eso no basta para que todo salga según el plan de la CIA. Simplemente estaban usando mi historia para sus propios fines, así que la historia en sí no basta. Primero tendrían que obligarme a crear la canción que querían para que la historia que querían se hiciera realidad.

Bastaba con recordar las características del Amanojaku.

Era un símbolo de mentiras que respondía a cualquier pregunta con una mentira.

Leía la mente de las personas y las imitaba para sorprenderlas.

Hacía bromas sencillas, pero también era un Youkai letal que mataba personas, se ponía su piel y ocupaba su lugar.

-Y lo más importante, cuando Hasukawa Yumi quiso corregir su plan, intentó capturarme. ¿Por qué me necesitaría para interferir en el mundo de mentiras construido por el Amanojaku?

Usaron su habilidad para leer la mente de alguien e imitarlo para crear un punto de entrada y salida que permitiera leer y escribir el contenido de mi mente. Es obvio dónde se escondería algo así. Sobre todo para un youkai que puede usar la piel de la gente para disfrazarse.

Sí.

Había una señal cada vez que recordaba la historia de Singer Song Liar.

El lado derecho de mi cabeza.

Había notado palpitaciones y latidos allí.

¡Así que!

Me llevé la estrecha y afilada hoja del cuchillo de sashimi a un lado de la cabeza.

Oí un breve chillido de una voz desconocida, pero lo ignoré y moví la hoja aún más.

No tenía ni idea de cuándo "esto" había empezado a esconderse en mi cabeza. ¿Tan pronto como terminé de escribir la canción y la historia con Singer Song Liar? ¿Al llegar a la isla? ¿En el avión? ¿O alrededor de cuando me conectaron la memoria USB a la maleta antes del despegue? Pero eso no importaría mientras pudiera sacarla.

No podía volver al mundo normal con "esto" todavía dentro. Tenía miedo de hacerlo, pero no tenía forma de saber qué efecto tendría dejarlo.

Oí un desagradable astillamiento a medida que la extraña sensación de retorcimiento bajo mi piel crecía y se expandía. No era sangre acumulándose. Podía sentir algo mucho más fuera de lugar empujando desde afuera.

Pero…

-¿Qué? ¿No es esto… demasiado grande?

Me estremecí al recorrer su contorno con los dedos. Supuse que sería como mucho del tamaño de la uña de mi meñique, pero era mucho más grande. Era como un globo inflado al límite. En un abrir y cerrar de ojos, había crecido más que mi cráneo. Sabía que los youkai no obedecían las leyes de la física, pero ¿no era esto demasiado? ¿Qué había pasado dentro de mi cabeza con esto metido dentro?

Con el sonido de gas burbujeando desde un pantano, "eso" se separó por completo.

Era el Amanojaku.

Medía menos de un metro, así que era más o menos del tamaño de un niño pequeño de tamaño normal. Era pequeño para una persona, pero estaba bastante seguro de que era un récord mundial para un tumor. Dos cuernos parecían sobresalir del cabello despeinado. Su sexo era difícil de determinar a través del fino kimono, pero como símbolo de mentiras, puede que no tuviera un sexo definido.

No decía nada.

Solo soltó una risa escalofriante y me miró de reojo.

Ah, ya entiendo. Esto es lo que esperaba de un youkai inconformista que siempre responde con mentiras.

Era la fuente de todo lo sucedido.

Sin embargo, solo lo había usado la CIA y no tenía malas intenciones.

Me tambaleé y agité la mano ensangrentada como si lo espantara.

-Vete y desaparece en algún lado. No te necesitamos.

-''No te lo agradeceré, humano.''

Parecía un niño, pero su respuesta fue descarada. Y con eso, corrió hacia el oscuro bosque sin mirar atrás.

Se supone que siempre responden con mentiras, así que ¿eso significa que de verdad está agradecido?

Me lo pregunté mientras le devolvía el cuchillo de trinchar humano a Hishigami Mai.

Fue entonces cuando nos llegó un gran estruendo cuando un gran helicóptero de transporte se acercó y aterrizó. Supuse que era de Hyakki Yakou, pero no. Pertenecía al mismo país que lo había fabricado: Estados Unidos.

Hasukawa Yumi me guiñó un ojo con las manos aún entrelazadas tras la cabeza.

-Perdí esta vez. No matarme seguro te beneficiará en el futuro.

-No olvides que te dejé ir. No vuelvas a intentar nada con nosotros.

-No lo haremos. Eso al menos lo prometo.

Se levantó lentamente, sin apartar las manos de la nuca.

Demostraba su confianza.

Me sonrió, con hombres con uniformes militares a ambos lados.

-Me iré de este país por ahora. Me siento mal por dejar atrás a quienes están en nuestras bases militares, pero si me quedo aquí más tiempo, sin duda me veré involucrada en el problema de la luz azul. Y será demasiado tarde para escapar cuando eso suceda.

-Espera un segundo. ¿De qué estás hablando? ¿De la luz azul?

-¿No te expliqué que todo esto era por tu bien y por el bien de tu país?

El rotor del helicóptero casi ahogó su voz.

Así de transparente era esa voz angelical.
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-La CIA fracasó. Los altos mandos no van a estar contentos con esto. Parecía que la NSA y la FRB solo pensaban en detener cualquier influencia que llegara a nuestras costas, así que acabas de perder tu última oportunidad… Todo se derrumbará ahora. Intenté detener la luz azul, pero tu país no lo quiso.

-¡De nuevo, de qué estás hablando! ¿¡Qué es esta luz azul!?

-El destino de tu país era hundirse sin saberlo, pero te debo una. Solo por esta vez, te daré información.

Al irse, Hasukawa Yumi le ofreció una tarjeta de memoria más pequeña que un sello.

Los soldados que la rodeaban no la detuvieron.

Entonces subieron al gran helicóptero y volaron hacia el cielo nocturno. Era como si intentaran escapar de la montaña antes de que se convirtiera en un incendio forestal.

-¿Qué?

Me invadió una extraña sensación de inquietud.

El pequeño dispositivo de memoria que tenía en la mano pesaba demasiado.

-¿Qué hay aquí?

Recuperé el smartphone que guardaba en el escote de la Zashiki Warashi y metí la tarjeta de memoria.

Los datos estaban llenos de inglés y mi conocimiento teórico del idioma no era suficiente. Era un ejemplo perfecto de que las puntuaciones de los exámenes no tenían ninguna utilidad práctica.

La líder de Hyakki Yakou, Hafuri, hizo una mueca al mirar la pantalla.

-119.º Informe de Estrategia Oriental… Un sistema de contrainteligencia inadecuado… Un enemigo interno… Simulación de riesgo de un ataque terrorista a gran escala en el futuro cercano… Una reacción en cadena negativa en la economía mundial producida por la caída de una sola nación… 99.9%… Contramedidas… Es necesario reformar de inmediato el sistema de defensa, incluso si eso significa tomar temporalmente el control administrativo del gobierno japonés…

Incluso los fragmentos que escuché fueron suficientes para darme cuenta de que este no era un informe normal.

-¿Qué significa eso? ¿La CIA y Estados Unidos intentaban apoderarse de Japón para protegerlo? ¿Existe entonces un enemigo real en algún otro lugar?

Habían decidido que esas medidas extremas eran necesarias para lidiar con ese enemigo.

Y ese enemigo permaneció intacto.

Estados Unidos se había retirado sin enfrentarlo.

¿Qué significaba eso?

¿Qué nos iba a pasar a nosotros… no, a la tierra que llamábamos hogar?

-El supuesto enemigo es un Espíritu Japonés… un Youkai…

Hafuri entonces pronunció un solo nombre.

-La Lámpara Azul.

Una sensación desagradable recorrió todo mi cuerpo.

Eso no era solo un nombre en clave. Los Youkai japoneses a veces tenían nombres que no se podían representar con precisión en inglés. Probablemente solo usaban ese extraño nombre en lugar de su nombre original.

La luz azul.

Eso era algo que conocíamos muy bien.

Recordé el nombre del Youkai irremediablemente letal que habíamos creado.

-¿¡Se refiere al Aoandon!?


Levanté ambos brazos para estirar la espalda.

Sí, fue una sensación de crujido muy agradable. Mi espalda no hizo ningún ruido, ¡pero esa era la forma más rápida de describir esa sensación liberadora!

-En fin, parece que fallaron.

Una isla entera se había convertido en una mentira gracias a un plan descabellado que implicaba moverla por completo.

El Paquete de Alteración Nacional con el Amanojaku había sido un enemigo formidable. Si se hubiera completado como mi rival, la competencia que se avecinaba se habría vuelto mucho más interesante.

Pero el país había rechazado a su propio salvador.

Eso significaba que las cosas iban a ser más aburridas. Qué lástima.

No solo el sol estaría ocultándose en el cielo para ellos, sino que se desvanecería en el horizonte.

-Sea quien sea nuestro enemigo, nuestros preparativos están completos. -Dijo una voz impasible.

Venía del hombre que estaba a mi lado, Saiki Kazu.

Desde mi punto de vista, supongo que él era el representante humano. Un Youkai no podía desplegar todo su poder solo. Necesitaba un humano conveniente cerca para las técnicas que solo ellos podían usar.

Supongo que era como la relación entre la fundación y la implementación. O tal vez la relación entre el fuego abrasador y la maquinaria precisa que mantenía en funcionamiento una central térmica. Era más una división de roles que una relación amo-sirviente.

-No importa lo que definamos como nuestro enemigo hipotético, es lógicamente imposible que debilite el sistema que hemos establecido.

-Lo sé. Por eso estoy soñando despierta con tanta calma sobre todas las posibilidades.

Reí entre dientes mientras respondía.
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Una pequeña figura corría por el oscuro bosque. Parecía ser un Amanojaku. Parecía preocupado por nuestra presencia, así que saludé rápidamente con la mano.

-Soy la forma condensada de cien miedos y aún me sobran, así que si se arma un Paquete que me incluya, realmente cambiará el mundo☆.

Visualicé algunas caras en mi mente.

El que más me había impresionado era, por supuesto, ese chico.

Esa carta del triunfo que una vez me llevó casi a la muerte.

Jinnai Shinobu-kun.

-Ahora, ¿qué tal si les damos jaque mate?

Sonreí y animé al hombre a que siguiera.

-Cumplamos los miedos que la gente desea y respondamos a sus llamadas.


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===Notes===
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