Difference between revisions of "Black Bullet:Volumen6 Capítulo5"

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No sería extraño que una persona ordinaria tuviera todos sus huesos fracturados si recibiera el primer golpe. Incluso si él era un soldado mecanizado y relativamente robusto...
 
No sería extraño que una persona ordinaria tuviera todos sus huesos fracturados si recibiera el primer golpe. Incluso si él era un soldado mecanizado y relativamente robusto...
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—¡Gah!
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Rentarō abrió los ojos nuevamente por la sorpresa.
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Contrayendo su cuerpo para hacer un movimiento, Yuuga se sostuvo de la barandilla y se levantó. Esta vez, no dijo nada. Su cabello desordenado cubría un ojo mientras el otro giraba y miraba a Rentarō.
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—Voy a matarte.
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—.Esa fue la venganza por aquella vez en el hotel…
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—¡No puedo perder contra el estilo Tendō una segunda vez…!
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… ¿Una segunda vez?
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Con un rugido, Yuuga sacó dos cuchillos de combate de su cintura y se abalanzo de nuevo.
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El instinto de Rentarō le dijo que no se acercara a Yuuga. Sacando su arma de la funda, Rentarō apretó el gatillo dos veces. Las balas de 9 mm produjeron un potente retroceso.
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En el momento en que pensó que lo habían impactado, el cuerpo de Yuuga se balanceó ligeramente y las esquivó.
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El enemigo también era usuario de ojos artificiales. Mientras este dentro de su rango visual, podía predecir la trayectoria de las balas usando los cálculos de sus ojos.
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Yuuga bajó su postura y se lanzó hacia Rentarō. El remolino de niebla blanca detrás de él indicaba que tan rápido iba.
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En el momento en que Rentarō intentó apuntar la Beretta de nuevo, Yuuga de repente lanzó un cuchillo. El cuchillo voló hacia la boquilla del arma, haciendo que Rentarō perdiera su objetivo y apretara el gatillo accidentalmente. La boquilla soltó un fuerte fogonazo. El otro cuchillo fue lanzado de inmediato hacia la cintura de Rentarō, brillando con fuerza.
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Sintiendo que era demasiado tarde para esquivar, Rentarō no tuvo más opción que bajar su centro de gravedad, bloqueando el arma letal por la fuerza con su brazo de Super Varanium.
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Al instante en que ambos chocaron, todo su cuerpo sintió un impacto masivo. Las suelas de los zapatos de Rentarō se deslizaron al instante en el suelo. La fricción hizo que soltaran un olor a quemado.
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La hoja del cuchillo hizo un ruido ensordecedor de fricción. Para cuando volvió en sí, Rentarō notó la cuchilla girando a unos centímetros de su nariz.
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Rentarō bloqueo el ataque sorpresa del enemigo en el momento preciso.
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El rostro de Yuuga, torcido con odio, todavía no estaba dentro del rango de alcance de Rentarō.
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Pero incluso en ese momento, Rentarō calculo mal el nivel de amenaza de Yuuga.
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Yuuga sólo estaba sosteniendo un cuchillo en su mano derecha.
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Usando su mano izquierda, empujó un pequeño objeto esférico hacia Rentarō.
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Sintiendo un frío intenso, como si tocaran su corazón con una mano helada, Rentarō gimió.
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Tenía una cierta impresión de que era el objeto.
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… Una mini granada HG-86.
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El pin de seguridad ya había sido retirado. Si usaba eso mientras ambos estaban tan cerca, era evidente que ambos iban a recibir heridas fatales.
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''… ¿Un ataque suicida?''
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Mientras todo el cuerpo de Rentarō era traspasado por el terror, su cuerpo reaccionó de forma automática ante la desesperación. Usando su codo libre, golpeó la granada lejos.
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La granada cayó del andamio. Al segundo siguiente, la explosión produjo una fuerte onda de choque.
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Yuuga uso su otra mano para darle un golpe en el estómago a Rentarō mientras el movía su codo y descuidaba su defensa.
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Sólo después de medio latido, Rentarō comprendió la intención de Yuuga.
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''Mierda, esta palma es…''
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Viendo la sonrisa en los labios de Yuuga, Rentarō sintió un fuerte terror a lo largo de su columna vertebral.
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—¡Vairo Orchestration! ¡Tritúralo y espárcelo!
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Al instante siguiente, todo su cuerpo se llenó de un dolor inimaginable.
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—¡Gahhhhhhhh!
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Su visión se oscureció, el intenso dolor casi estaba desgarrando el cuerpo de Rentarō.
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Pateando el suelo por reflejo, se retiró del enemigo.
   
   

Revision as of 23:12, 30 January 2016

Parte 1

La batalla a muerte, celebrándose bajo la oscuridad de la noche mientras el barro salpicaba por todas partes, se había convertido en una lucha desesperada.

Habiendo luchado con ellos antes, Rentarō estaba muy familiarizado con la motosierra de Varanium de Tamaki Katagiri, que se fusionaba con sus guantes y el territorio de Yuzuki Katagiri, de hilos invisibles. Sin embargo, los feroces ataques ejecutados por el cuerpo pequeño de Mibu Asaka, superaban su imaginación.

Su Doble espada, consistía en una hoja adicional que se extendía desde la parte superior de la empuñadura de una espada ordinaria. Una extraña arma. Sólo en términos de longitud, podría igualar a una lanza. Como si estuviera bailando, Asaka movía sus caderas balanceando su arma. En comparación con el primer ataque, el segundo ataque, que realizaba cuando retiraba su arma, era uno del que debía tenerse más cuidado.

No sólo eso, haciendo uso de su fuerza como Iniciadora, utilizaba la espada para golpear el suelo a sus pies, produciendo ondas de choque parecidas a terremotos. El suelo temblaba tanto que Rentarō casi perdía el equilibrio.

En ese momento, Yuzuki y Tamaki aprovechaban la oportunidad para saltar por encima con un ataque repentino. Emitiendo gruñidos aterradores, la motosierra pasaba zumbando junto al oído de Rentarō.

En cualquier caso, Asaka debía neutralizarse primero. Encontrando una abertura, Hotaru y Rentarō dispararon al mismo tiempo. Los disparos fueron acompañados de chispas y balas rebotando. Al notar que Asaka usaba su espada para desviar las balas, Rentarō no pudo evitar sentirse aturdido. Si lo pensaba cuidadosamente, el antiguo IP Rank de Asaka era 275, era la tercera Iniciadora más fuerte que Rentarō había enfrentado después de Tina y Kohina. No había ninguna razón para subestimarla.

Al mismo tiempo, Rentarō intentaba gradualmente categorizar sus habilidades.

Su factor Gastrea probablemente le permitía aumentar su fuerza. El Exoesqueleto en forma de armadura fortalecía aún más ese rasgo.

Siempre que Rentarō atacaba, golpeaba las fibras absorbentes del exoesqueleto, por lo que Asaka casi no recibiría ningún golpe.

La única forma en la que Rentarō podría acabarla seria con un movimiento final usando un cartucho de su pierna, pero su oponente era capaz de retirarse cuando notara que Rentarō se preparaba para hacerlo.

La regeneración mejorada de Hotaru que le permitía revivir después de recibir una herida mortal era completamente inútil en este momento.

Si Hotaru dejaba la batalla por tan sólo un momento, Rentarō no sería capaz de manejarlos a los tres, por lo que rápidamente perdería. Entendiendo eso, Hotaru evitó cuidadosamente los golpes letales, y sólo proporcionaba fuego de cobertura desde lejos.

Sin tener en cuenta el poder base de Hotaru de regeneración mejorada, ella era demasiado inferior a Asaka e incluso Yuzuki en todo lo demás. Rentarō no podía encontrar ninguna oportunidad de victoria.

En esta situación en la que cualquiera se rendiría, Rentarō seguía luchando mientras mostraba movimientos asombrosos que dejaban sin habla al grupo de Tamaki.

—¡¿Por qué?!

Aunque se suponía que tenían una ventaja abrumadora, Yuzuki gritó mientras agitaba su cabello bajo la lluvia.

Usando su ojo artificial, Rentarō esquivó por poco tres golpes consecutivos de la Doble Espada de Asaka mientras bloqueaba el ataque de la motosierra de Tamaki y la patada de Yuzuki con su brazo y pierna protésica respectivamente.

La pierna izquierda de Rentarō se hundió en la tierra mientras el apretaba los dientes y aguantaba.

—¡Ohhhhhhhhhh!

Reuniendo todas sus fuerzas, empujó los ataques de sus oponentes hacia atrás, causando que los hermanos Katagiri tropezaran.

El cartucho en su pierna artificial exploto al mismo tiempo, impulsándola con una fuerza abrumadora.

Rentarō pisó el suelo, tratando de comprimir el barro bajo sus pies. Esto creó una depresión masiva en el terreno, que como resultado, produjo un violento temblor en la zona.

Aparte de Asaka, que había notado la intención de Rentarō y rápidamente se retiró, Yuzuki y Tamaki perdieron el equilibrio por el suelo y cayeron. Omitiéndolos a ambos, Rentarō se lanzó al ataque. No podrían ganar esta batalla al menos que derrotaran a Asaka.

Preparándose para atacar, Asaka levantó su doble espada en lo alto. Aun había veinte metros entre ella y Rentarō.

Notando que se había precipitado en el momento equivocado, y no podría llegar a tiempo, Rentarō se estremeció de terror.

Decidiendo en una fracción de segundo, saltó a un lado antes de escuchar el sonido de la tierra dividiéndose que lo congelo de terror. El lugar donde se encontraba antes había sido cortado en dos.

Rentarō se sintió totalmente aterrorizado.

Una espada… A diferencia de Kisara, Asaka cortaba el suelo a través de simple fuerza bruta.

El siguiente ataque giró hacia él horizontalmente.

Rentarō se agachó para esquivarlo, mientras escuchaba el sonido de algo dividiéndose detrás de él. Sin atreverse a dejar de moverse, miró hacia atrás para ver el segundo piso de la fábrica colapsando, mientras emitía una nube de humo negro.

Rentarō suprimió el chirrido de sus dientes mientras se movía tan rápido como podía.

En su campo de visión, Asaka se acercaba poco a poco. Una vez que estuviera en su rango de ataque, los cortes de su Doble Espada, serían tan cambiantes e impredecibles como los vientos de un huracán, atacándolo mientras rebanaba el suelo a sus pies.

Gracias a los cálculos a alta velocidad de su ojo artificial, Rentarō leyó desesperadamente la trayectoria de sus ataques y esquivo dos de ellos, entonces, realizo una finta mientras saltaba con fuerza hacia la derecha.

Asaka hizo una expresión de sorpresa.

… ¡Es el momento!

Rentarō planeaba encender el cartucho de su pierna izquierda para contraatacar. Pero, de repente, algo tiro hacía de él, haciéndole perder el equilibrio.

Mirando hacia atrás, Rentarō no pudo evitar abrir sus ojos.

Una farola, con forma de lirio, estaba iluminando la seda de araña.

Y quien usaba ambas manos para tirar de ella era Yuzuki, tirada en el suelo con una expresión de odio.

Cuando esquivo los ataques de hace un momento, su brazo se enredó en la seda de araña.

Sin ni siquiera tiempo para rechinar los dientes, vio la doble espada de Asaka aprovechando la apertura.

Rentarō cerró los ojos con fuerza. ¿Esto es todo?

Con un sonido agudo, el arma de Asaka salió volando de sus manos.

La más aturdida no fue nadie más que Asaka.

La espada fue lanzada a un lado por una bala que vino desde algún lugar, produciendo una gran cantidad de chispas antes de que saliera volando hacia un lado.

Eso no era todo. Casi al mismo tiempo, otra bala cortó la seda de araña extremadamente dúctil.

Un disparo increíblemente preciso.

—¡Rentarō!

Sin esperar a que la voz de Hotaru llegara a sus oídos, Rentarō entró en acción, atacando de lleno a Asaka.

Con un brillo segador lo suficientemente fuerte como para iluminar la noche oscura, la parte inferior del cartucho de su pierna artificial fue golpeada por el percutor, detonando la pólvora.

Rentarō observó el rostro de Asaka, que parecía tan indefenso como el de un niño perdido.





Diez minutos después...

Rentarō estaba inmóvil en el suelo fangoso, siendo golpeado repetidamente por las gotas de lluvia cayendo sin parar.

Tiradas junto a él, había dos personas.

A un lado, junto a los fragmentos de un exoesqueleto esparcidos desordenadamente, Mibu Asaka estaba en el suelo como un trapo, con su rostro dentro del agua fangosa.

La persona derrumbada al otro lado era Yuzuki Katagiri.

—Guh... Maldita sea... ¿cómo pudo suceder esto?

Escuchando un gemido, Rentarō volteó para ver a Tamaki desplomado contra una pared, limpiando la sangre de las comisuras de su boca.

Después de que Asaka fuera derrotada, las debilidades de los hermanos Katagiri fueron siendo más claras.

Estaban usando una técnica para evitar los ataques instantáneos de los cartuchos en la pierna de Rentarō. Pero por otro lado, también significaba que Rentarō podría usar tácticas para enfrentarlos de otra forma.

Ambos hermanos estaban centrados en ataques a corta distancia. Aunque el arma en la cintura de Tamaki podía funcionar a media distancia, a pesar de su poder destructivo increíble, las magnum tenían un retroceso muy fuerte, por lo que era casi que exclusivamente para enfrentar Gastreas.

El revólver magnum era completamente incapaz de oponerse a la Beretta de Rentarō en un combate, dada la diferencia en la capacidad de los cartuchos. Mientras atacaban a Tamaki, Hotaru y Rentarō obligaron a Yuzuki a saltar continuamente para salvar a su hermano. Atacarla en el momento en que estuvo fatigada fue tarea fácil.

Una vez que Tamaki fue el único que quedaba, no era más que un problema menor.

A través de sus gafas color miel, Tamaki miró Rentarō como si mirara a un traidor.

Rentarō simplemente lo soportó con una expresión fría.

—¡Mátame!

Rentarō lanzó un puñetazo al estómago de Tamaki.

Tamaki gimió mientras murmuraba «bastardo» y se desmayaba.

Rentarō lo observó por un momento antes de cerrar los ojos, dejando que las lágrimas fluyeran libremente.

—Rentarō...

Rentarō miró hacia atrás para ver a Hotaru de pie con las manos cruzadas frente a su pecho, mirando hacia él inquieta.

Rentarō negó con la cabeza y se acercó a su lado.

—Debemos irnos, este lugar es peligroso.

Había cosas que debía hacer.

Todo se arreglaría una vez que el Proyecto del Cisne Negro fuera sacado a la luz.

Sin importar la cantidad de maldiciones y odio que tuviera que cargar en sus hombros mientras lo hacía, era algo que debía terminar...

Parte 2

Rentarō se protegió sus ojos con una mano y miró hacia arriba. La mitad del amanecer era bloqueada por la pared masiva, pero a pesar de que era sólo el amanecer, podía sentir el calor abrazador del verano invadiendo su piel.

Al parecer, las nubes oscuras habían desaparecido con gran rapidez. El clima de hoy era un hermoso cielo azul, sin una sola nube.

Debajo del enorme muro había una placa de acero inoxidable que tenía escrito No. 0013.

Este muro de rocas negras, era un monolito. Moviéndose en medio de la noche para evitar a los peatones, Hotaru y Rentarō habían llegado junto al Monolito N º 13.

Mirando hacia atrás, podían verse los edificios y ruinas cuyos tejados habían sido aplastados. Los postes de electricidad se enredaban en los cables, como si trazaran patrones complicados en un juego de La cuerda del gato.

Por suerte, ya que era temprano en la mañana, no había ni un solo habitante.

—¿Realmente es aquí?

—Creo que debe serlo.

Hotaru respondió inmediatamente. Su voz sonaba tan fría como de costumbre, pero Rentarō podía sentir sus emociones dentro de ella.

—De acuerdo al repartidor, debe haber una alcantarilla cerca. Vamos a buscarla.

Había todo tipo de cosas en el lugar, incluyendo latas de aluminio y basura plástica. Usar las manos para buscar a través de ella requería una cierta cantidad de coraje. Rentarō uso sus botas para patear los objetos que estaban húmedos por el roció de la mañana. Probablemente debido a la basura podrida, el aire desde abajo estaba caliente.

Madera, recipientes y cosas como clavos oxidados estaban esparcidos por el suelo, por lo que era difícil verlo.

En el momento en que Rentarō se preguntó si el repartidor lo había engañado, finalmente encontró algo como una alcantarilla entre la basura.

Rentarō llamó a Hotaru, en el momento en que lo vio, ella dijo: Este debe ser el lugar.

—¿Por qué estás tan segura?

Con la punta de su pie, señalo hacia un lado de la tapa de alcantarilla. Allí estaba una pequeña estrella con plumas que uno podría omitir fácilmente. Rentarō sintió que sus vasos sanguíneos se contrajeron al instante.

Hotaru activo su poder y desprendió la tapa. El aire frío ataco hacia ellos mientras un olor a acre irritaba sus fosas nasales.

Rentarō iluminó con la linterna el interior. Tubos oxidados parecían extenderse de izquierda a derecha.

Tirando una bolsa hacia abajo y una caja que estaba llena de armamento, Rentarō reunió su coraje para bajar peldaño por peldaño por la escalera oxidada. A pesar de que no era el primero en bajar, entre más se adentraba al lugar en el que la luz del sol no brillaba, más terror sentía, como si estuviera entrando en la boca de un demonio.

Naturalmente, no había luz en el interior. Sólo las cosas dentro del círculo de luz producido por la linterna Maglite podían verse.

Escuchando ruidos extraños que parecían los gemidos de un fantasma, Rentarō se convenció a sí mismo que sólo era el viento soplando en el interior del espacio hueco.

Hotaru iluminó hacia delante de izquierda a derecha respectivamente en el momento en que se encontró con una encrucijada.

—Hacia el monolito o hacía de donde vinimos. ¿Qué camino usamos?

—¿Cuál elegirías tú?

—Hacia la dirección de donde vinimos.

—Entonces vamos hacia el Monolito.

Hotaru pateó a Rentarō en la rodilla. Realmente duele.

—¡Te odio, idiota!

Viendo a Hotaru hacer una expresión enojada, Rentarō no pudo evitar sonreír con ironía.

—De todos modos, vamos a ir hacia el Monolito y miramos. Si llegamos a un callejón sin salida, simplemente podemos devolvernos. Hotaru no parecía estar enfadada de verdad. Al final, asintió con la cabeza.

Cada paso que daban, producía sonidos en el agua gorgoteando debajo de ellos. El eco del ruido se hacía más evidente en cuanto más se acercaban al Monolito, mientras la expectativa en sus corazones aumentaba proporcionalmente.

A parte de algunas pequeñas curvas, el camino era prácticamente recto.

Después de caminar unos doscientos metros más o menos, Hotaru y Rentarō se detuvieron.

—Un callejón sin salida, ¿eh?

Un enorme muro, más o menos de un metro de ancho estaba bloqueando su camino.

Aunque no habían contado sus pasos, su ubicación actual estaba probablemente justo debajo del monolito.

Iluminada por una linterna, la superficie de cromo negra emitía un brillo oscuro. Eso era probablemente para evitar la invasión Gastrea. —Parece que nos dirigimos por la dirección equivocada.

—No, es demasiado pronto para decir eso.

—¿Rentarō? Habiéndose volteado para irse, Hotaru se dio la vuelta de nuevo.

Tocando a lo largo de la suave superficie fría del Varanium, Rentarō encontró una pequeña depresión con sus dedos. —Hotaru, ven y echa un vistazo.

Rentarō dejó que Hotaru viniera a su lado y tocara. Al instante, hizo una expresión como si saltara del miedo. Había un pequeño agujero en el Varanium de por lo menos dos centímetros de diámetro.

—¿No escuchábamos un ruido como un silbido justo ahora? Probablemente era debido al viento soplando a través de este agujero. Además…

Rentarō hizo una pausa y apuntó con la linterna en dirección al agujero.

—¿No parece el ojo de una cerradura?

Aunque no entendía al principio, Hotaru de repente pareció comprender. Tapándose la boca con una mano, comenzó a buscar desesperadamente en el bolsillo de su chaqueta.

—La encontré.

Hotaru sacó una llave en forma de hoja de arce. La habían tomado de Sword Tail y ninguno de los dos sabía que era, hasta ahora, sólo lo consideraban un objeto misterioso.

Rentarō dio un paso hacia atrás, Hotaru introdujo la llave y la giró. Con un sonido leve de un desbloqueo, la pared se abrió en silencio, como si se agitara desde adentro para saludarlos.

—¡Esto es...!

Era un espacio en forma de cúpula de aproximadamente el tamaño de una casa. Además, había algo parecido a un tren detenido allí. Su tamaño era demasiado pequeño para ser uno, pero demasiado grande como para llamarlo un microbús. —¿Un vehículo riel de luz (LRV)...? ¿Por qué hay uno aquí?

Los LRV eran trenes terrestres de última generación que funcionaban con luz y rápidamente alcanzaban altas velocidades.

Después de pasar la puerta, Rentarō notó que el techo del lugar era muy alto. Detrás del LRV, un túnel y una pista se extendían a la distancia.

Tratando de usar la linterna para iluminar hacia allí, la parte posterior de la pista estaba envuelta por oscuridad, y no podía verse claramente.

Probablemente era la estación del LRV.

—¿Es lo que creo que es...?

—Sí.

Ese túnel probablemente llevaba a alguna de las bases del Five Wings Syndicate.

Pensándolo mejor, este lugar estaba justo debajo del monolito. Una vez que tomaran el LRV entrarían al área Inexplorada.

Por alguna razón, estas personas habían comprado grandes cantidades de Trihidroxicina, y por eso, identificaron la droga al interior del Gastrea.

Suibara Kihachi, Surumi Ayame, Hōbara Kenji, Takamura Saya y Ebihara Giichi. De los asesinatos conocidos por Rentarō, ya contaban cinco. Ese número probablemente sólo era la punta del iceberg.

¿Qué secreto sabían estas víctimas? ¿Por qué debían ser silenciadas a cualquier precio? ¿Quiénes eran realmente los que los cazaban? ¿Por qué el Proyecto del Cisne Negro requería que se derramara tanta sangre?

Teniendo en cuenta la posibilidad de una trampa, Rentarō se acercó cuidadosamente el LRV antes de finalmente abordarlo.

Con el anillo en forma de mano para sostenerse y los asientos, la cabina era muy similar a la de los trenes ordinarios. La falta de polvo significaba que había sido utilizado recientemente.

Preguntándose cómo activar el LRV, Rentarō se colocó en el asiento del conductor. Inesperadamente, las distintas partes del tablero estaban cuidadosamente etiquetadas con instrucciones. Después de leerlo todo, Rentarō parecía confiado de poder conducirlo.

Girando una llave, poniendo en marcha la máquina. Las luces tenían mucho alcance, más allá que la pequeña linterna Maglite, iluminando la oscuridad por delante.

Colocando su mano sobre la superficie metálica fría del panel de control, Rentarō lo operó lentamente. El indicador de velocidad al instante se disparó, acompañado de intensas vibraciones. Al mismo tiempo, el anillo en forma de mano para sostenerse, comenzó a balancearse.

Después de que Rentarō empujó la barra de control para el engranaje P5 y verificó la aceleración del tren, el LRV cambió a modo de velocidad constante después de alcanzar los cincuenta kilómetros por hora.

Sintiendo que había alguien detrás de él, Rentarō se dio la vuelta para ver a Hotaru mirando fijamente la pared interior del muro. —El interior del túnel parece ser de Varanium.

Escuchándola decir eso, Rentarō entrecerró los ojos y observó. —Ya veo, así que este túnel fue cavado con una Shield Machine8. 8 Maquina escudo.

—¿Una Shield Machine?

—Es una maquina utilizada para cavar túneles. Hay algo parecido a un corte en el frente. Los últimos modelos colocan en las paredes materiales segmentados, reforzándola para evitar que colapse. El material segmentado utilizado para este túnel probablemente fue Varanium.

—Que increíble tecnología.

El comentario de Hotaru fue muy corto, pero Rentarō podía entender a lo que ella se refería.

El Five Wings Syndicate necesito transportar una Shield Machine aquí, montarla, hacer que escavara el túnel y luego desmontarla pasando desapercibidos. Aparte de las vías del túnel, también construyeron un sistema LRV. Sólo la ingeniería por sí sola era un proyecto increíblemente monumental.

Una vez existió un Proyecto llamado Cassiopeia en el pasado, que sugería el uso de Shield Machines para construir una red ferroviaria gigante que conectara las cinco áreas de Japón. Pero aparte de las dificultades técnicas que eran muy difíciles de superar, fue difícil promover el proyecto debido a los políticos y los que tenían intereses ocultos que no querían que la competencia producida por la circulación de mercancía hiciera los productos más baratos.

Siendo capaces de hacer algo como esto incluso antes que el estado, ¿qué tan grande era el Five Wings Syndicate exactamente?

Después de que el diálogo se detuvo, el estado de ánimo se volvió sombrío. Lo único que se escuchaba era el sonido del vehículo moviéndose sobre las vías, haciendo que el interior se sacudiera violentamente.

Colocando su mano en el panel de control para operar los faros, Rentarō miró hacia la oscuridad que era imposible de iluminar totalmente por un buen rato, cuando de repente, escuchó un sonido metálico detrás de él. Mirando hacia atrás, vio a Hotaru abrir la bolsa y la caja con las armas preparándose para la batalla.

Agarrando un subfusil ametralladora vectorial KRISS e inspeccionando la cámara, Hotaru murmuró con indiferencia.

—Rentarō, he pensado sobre eso. Supongo que no debemos ayudarnos unos a otros después de todo. Si me golpean, no te preocupes y sigue luchando. Por el contrario, no vas a importarme cuando este luchando.

Era casi como si hubiera regresado a su actitud fría de cuando se conocieron. Ofendido, Rentarō estuvo a punto de replicar cuando entendió por qué estaba diciendo eso.

Tal vez ella ya tenía un presentimiento sobre lo que iba a pasar ahora.

Algo estaba esperándolos allí a ambos.

Viendo una señal de Stop escrita con letras rojas en las paredes, Rentarō se movió rápidamente hacia el panel de control para presionar el freno.

Después de que la inercia los llevara hacia adelante, su cuerpo se echó hacia atrás como si rebotara. Rentarō casi pierde el equilibrio.

—Es aquí.

Junto al muro de hormigón que impedía el paso, había una puerta de color metálico. Por encima de la puerta, había una caja de luz de color verde con las palabras Tercer Laboratorio de Investigación Bioquímica.

—¿Laboratorio de investigación? ¿Este lugar es un laboratorio de investigación?

—¿Exactamente en qué lugar estamos?

—Viajamos a 50 km/h durante veinte minutos por lo que un cálculo simple dice que recorrimos un poco más de dieciséis kilómetros.

Naturalmente, este lugar no estaba protegido por los campos magnéticos del Monolito. En términos de superficie del suelo, esto también contaba como Área Inexplorada.

Probablemente era un laboratorio de investigación subterráneo. Supongamos que hubiera una instalación así debajo del suelo, ¿cómo evitaba una invasión Gastrea?

Rentarō limpió la gran cantidad de sudor de sus manos en su pantalón y sostuvo la manija de la puerta mientras miraba a Hotaru a los ojos.

—Vamos a entrar.

Después de abrir la puerta, ambos entraron.

El interior era muy oscuro. Una línea de focos en el techo dejaba salir una luz azul pálida como luces fantasmales, reflejándose en las paredes y el suelo gris. Era muy similar a un hospital después que apagaban las luces.

No había ni un alma a la vista. Todo lo que podía escucharse era el sonido de maquinaria operando en alguna parte. El aire estaba lleno de un olor a productos químicos. El suelo estaba muy limpio, por lo que sólo podía suponer que había sido limpiado hace poco.

Después de pasar a través de una puerta grande, llegaron a un vestuario. Había placas con nombres tales como Firebird, Huckebein o Squid, lo más probable es que fueran nombres clave.

Todas las placas de identificación estaban colocadas, lo que significaba que ninguno había venido a trabajar. Probablemente hoy era un día libre. O también podría ser que Five Wings Syndicate hubiera abandonado este lugar, preocupados por la investigación de Hotaru y Rentarō. Después de entrar en la oficina, Rentarō se convenció aún más de la segunda posibilidad.

Por todo el suelo había cenizas de papeles cuidadosamente quemados, además de otros restos triturados. Esta instalación aparentemente confiaba aún en los papeles impresos, y seguía utilizándolos.

Naturalmente, el Five Wings Syndicate sabía que Rentarō había derrotado a Hummingbird y a Sword Tail. Decidiendo que su objetivo final probablemente sería este, probablemente habían decidido marcharse por su cuenta.

Si su especulación era correcta, entonces la verdad que Rentarō buscaba ya no estaría aquí.

Pero contradiciendo la voz de su razón, una casi imperceptible presencia fue captada por Rentarō.

Era casi como si alguien estuviera reprimiendo su respiración, mirándolos fijamente desde algún rincón oscuro de esta instalación.

A pesar de que había un ascensor funcionando. Hotaru y Rentarō decidieron instintivamente que era demasiado llamativo viajar allí.

Por el panel de información del ascensor, podían decir que sólo había dos pisos más por debajo de este.

Tomando la escalera hacia el piso debajo, Rentarō sintió el aire inusualmente frío.

Tras continuar caminando, por fin llegaron a una sala blanca.

Allí, simple esterilización podía realizarse, y había trajes blancos guindando de las paredes. Pero no había nada para detener a Hotaru y Rentarō que seguían avanzando.

Después de activar la partición interior, vieron algo que parecía un muro grueso al otro lado. En el muro había algo así como un panel de control de aspecto futurista. Rentarō sintió como si hubiera entrado en una estación espacial.

Sólo después de que la partición anterior se cerrara correctamente, se abrió la siguiente.

Delante de ellos había un pasillo enorme. En las profundidades del pasillo frente a ellos había algo increíble.

—¿Jaulas...?

Había jaulas rectangulares incorporadas en las paredes a lo largo del pasillo. No sólo una o dos, sino que a ambos lados del pasillo, habían hileras tan largas de jaulas que llegaban hasta donde alcanzaba la vista.

El problema era el tamaño de las jaulas. Eran claramente demasiado grandes para ser utilizadas para retener ratas o conejos para experimentos. Además, podían escucharse débiles respiraciones del interior de las jaulas.

Las jaulas contenían ciertas criaturas. Y no sólo una o dos. Algo estaba conteniendo el aliento, mirando hacia su dirección.

Rentarō estaba a punto de dar un paso hacia el pasillo, cuando de repente sintió algo tirando de él, por lo que miró hacia atrás para ver a Hotaru sacudiendo la cabeza hacia él. Aunque Rentarō podía comprender completamente lo que ella sentía, no podía dar marcha atrás ahora que estaba aquí. Sin importar que, entendía eso.

—Vamos a confirmar la verdad.

Rentarō caminó ligeramente hacia el pasillo. Un sentimiento de pesar carcomía su mente como si hubiera entrado en un mundo paralelo.

Después de caminar por un tiempo, a pesar de mirar hacia lo que había en las jaulas, no podía ver lo que había dentro.

Con su mano temblando, Rentarō encendió su linterna Maglite y apuntó hacia la jaula más cercana.

Unos ojos de color rojo brillante se iluminaron. En ese instante, Rentarō supo que lo que había adentro estaba cargado con locura. Aparte del ruido ensordecedor de los ladridos, la criatura ataco con fuerza contra la jaula, royéndola como loca con sus dientes como si intentara romperla. Presa del pánico, Hotaru corrió y disparó su metralleta.

—¡Geeeeeeeeeeeeeeee!

Haciendo un extraño sonido como si fuera una rata, la criatura se retiró a las profundidades de la jaula. Como si las paredes hubieran explotado, todas las jaulas emitieron ruidos fuertes. Asustadas por los disparos, las criaturas en las otras jaulas gritaban con fuerza y golpeaban contra ellas.

—¡Date prisa y escapa!

Sin esperar una respuesta, Rentarō sostuvo la mano de Hotaru y corrió por el pasillo.

Sólo después de golpear la puerta con su hombro y saltar hacia el otro lado, Rentarō pudo soltar la respiración que estaba conteniendo.

—Esas cosas no podrían ser eso, ¿cierto?

—Cierto.

Después de esperar a que su pulso se calmara, Rentarō se acercó a una jaula agitada. Una vez más, apuntó con su linterna hacia ella.

Tenía una superficie reflectante viscosa. La piel podrida segregaba algo parecido al limo. En las profundidades de la jaula, había un grupo de criaturas haciendo ruidos horribles.

—¿Todos estos son Gastreas?

—Ignoremos eso por ahora, primero, vamos a echarle un vistazo a esto...

Rentarō apuntó la linterna a la jaula en vez de a los Gastreas.

El cuerpo de Hotaru se tensó, como si hubiera sido golpeado por una bala.

—¿Jaulas hechas de Varanium...? No puede ser… ¿Cómo puede ser eso posible?

La gran mayoría de los Gastrea eran débiles al Varanium. Si estaban confinados en un espacio hecho de Varanium, se debilitarían y morirán.

Este laboratorio de investigación probablemente fue abandonado en los últimos días, pero los Gastrea encerrados en estas jaulas tenían probablemente mucho más tiempo aquí que eso.

Incluso un Fase IV estaría medio muerto en un estado lamentable después de haber sido encerrado en algo como esto durante medio día. ¿Cómo sobrevivieron estos?

Sin embargo, lo único que podían hacer ahora era poner sus preguntas a un lado y seguir adelante.

Dentro de una pequeña habitación de madera del tamaño de tres tatamis que poseía normas de seguridad de nivel P4, había un monstruo pulpo con tentáculos entrelazados haciendo ruidos extraños mientras intentaba romper la ventana de cristal.

Después de entrar en una sala de cirugía y ver el estado trágico de las mesas quirúrgicas, Rentarō renunció a seguir investigando y cerró la puerta. Este laboratorio de investigación llevaba a cabo todo tipo de experimentos Gastrea. No había duda sobre eso. Los investigadores probablemente se dieron por vencidos en aplicarles la Eutanasia a estos Gastrea y simplemente huyeron.

Rentarō había presenciado muchas escenas abrumadoramente ilícitas, pero de alguna forma, tenía la sensación de que todavía no había visto la prueba decisiva.

Y esa era la columna vertebral del Proyecto del Cisne Negro, probablemente situada en algún lugar de este laboratorio.

Después de recorrer varias zonas del lugar, finalmente llegaron a una puerta gigantesca.

De acuerdo al mapa pegado en el pasillo, el espacio detrás de esta puerta era tan grande como una sala de conciertos.

La placa en la puerta decía Cámara de incubación.

—Vamos a entrar.

Rentarō dijo eso para estimularse antes de tocar el panel de control para abrir la partición. Después de entrar, encontraron otra partición. Con un sonido de presurización, la partición donde estaba Rentarō se llenó con aire frío para activarla. Una fuerte ráfaga de aire frío pasó junto a sus pies.

Entonces eso finalmente entró a su vista…

Esferas abultadas de color amarillo-verdoso temblaban como si se tratara de movimientos fetales.

Las bolsas abultadas estaban rodeadas por una red de tubos de sangre. Un gran número de esas cosas estaban colgando del techo. Cada bolsa era lo suficientemente grande como para contener a una persona. En las bolsas translucidas había todo tipo de figuras, incluyendo un Hombre-pez de múltiples cabezas, un escarabajo con verrugas que crecían de todo su exoesqueleto, y un organismo gigante similar a una cuerda que no se podía saber si era una serpiente o una lombriz.

La densa cantidad de bolsas amarillo-verdosas parecían extrañamente un racimo de uvas. El interior de esta cúpula estaba lleno con muchas de esas cosas formando muchos racimos. Cada bolsa contenía un Gastrea en su interior.

Era casi como una cantidad de uvas creciendo en un viñedo.

—… El Vineyard debe ser quemado…

A pesar de que nunca había escuchado a la Dra. Surumi durante su vida, podía escuchar esa voz resonando vacíamente en su mente.

—N-No puede ser... ¡Imposible!

—¿Qué quieres decir? ¡¿No hay forma...?!

Hotaru también pareció entender la verdad, sólo que seguía fingiendo no darse cuenta. Su actitud de negación estaba haciendo a Rentarō ponerse nervioso.

—¡Es la cámara de incubación! ¡Incuban Gastreas! ¡Y no sólo Gastreas ordinarios!

Aunque Rentarō sabía que ella era la persona equivocada para descargar su ira, debido a la sangrienta escena frente a él, no pudo evitar perder el control de sí mismo.

—Una vez que estos Gastreas se desarrollan y maduran, son colocados en las celdas que vimos antes. ¡Esos no son Gastreas ordinarios...! Han sido modificados para tener resistencia contra el Varanium, por lo que no mueren incluso cuando están encerrados en jaulas hechas de Varanium. Maldita sea... Así que eso es lo que está pasando.

¿No lo había dicho Sumire antes?

Las personas en un principio pensaban que todos los cisnes eran blancos, pero después de que se descubrieran cisnes negros en Australia, se armó un gran revuelo entre los Ornitólogos. En un mundo que en un principio creyó que todos los cisnes eran blancos, nadie podía predecir la existencia de cisnes negros…

Desde entonces, el término «Teoría del cisne negro» fue usado para describir fenómenos donde las personas sufren pérdidas sin ningún tipo de preparación porque consideraban que era imposible debido a su adhesión al sentido común.

Una predicción como «Ya que esta área ha tenido buenas cosechas durante cinco años, inevitablemente habrá una inundación» sería considerada una tontería, ¿no?

De hecho, nadie podría imaginar que existieran Gastreas con resistencia contra el Varanium. Si estas cosas se multiplicaban rápidamente a través de infecciones, eventualmente se harían cargo de todas las naciones de la humanidad, estableciendo así un imperio Gastrea.

Eso era el Proyecto del Cisne Negro. Demasiado Horrible. Demasiado sucio. Rentarō no podía creer que otros humanos pensaran en hacer algo así. —Pero ¿Con que fin el Five Wings Syndicate realiza este tipo de investigación...?

Rentarō negó con la cabeza.

—Un brote de infección podría iniciarse fácilmente sólo por liberar a tantos de estos Gastrea resistentes al Varanium.

—¡Imposible! Los Gastrea no van a escuchar a los seres humanos sin importar como los críes o intentes darles órdenes. Muchos experimentos que intentan controlar a los Gastrea insertando chips en sus cerebros han fracasado. Si estos Gastreas encarcelados fueran liberados al mismo tiempo, sólo se dispersarían como animales salvajes.

—Trihidroxicina.

Todo el cuerpo de Hotaru se congeló al instante.

—Pero aún hay un problema sin resolver, ¿no? ¿Por qué la organización compra tan grandes cantidades de Trihidroxicina en el mercado negro aun a riesgo de ser descubierta? Esta droga tiene un poderoso sedante. Aunque no sé los detalles, parece que al criar a estos Gastreas en un estado sedado, pueden obligarlos a atacar el área de Tokio y dirigirse hacia ella, ¿cierto? Piensa en ello, ¿no fue lo mismo allí? Durante la guerra, la gente estaba obligada a desarrollar grandes reflejos, por lo que entrenaban para dispararle a un arma de fuego tan pronto como veían un blanco.

Condicionamiento era el término que se refería a la capacidad de entrenar animales para que respondieran a un cierto estimulo de control.

Por ejemplo, poniendo ratas de laboratorio en un laberinto y dándoles comida para hacerlas aprenderlo, al final, las ratas serian capaz de salir del laberinto casi sin dudarlo.

Si condicionaban a los humanos en los entrenamientos para disparar tan pronto como vieran el objetivo, desarrollarían un mecanismo para apretar el gatillo sin necesidad de una voluntad consiente, aumentando considerablemente su eficiencia a la hora de acabar con los enemigos.

Eso era lo que a los comandantes les gustaba ver en las mayorías de las guerras, pero también causó el mal hábito de que los soldados mataban a quien apuntaban de inmediato, incluso si no era necesario, resultando en un trastorno postraumático grave Postraumatic Stress Disorder en otras palabras, el auto reproche por los asesinatos causaba inestabilidad mental en los soldados. El precio era incomparablemente alto.

Esos experimentos demostraron que, incluso como animales superiores, los seres humanos podían desarrollar un condicionamiento. No había que decirlo de los Gastrea...

—Pero... incluso si es posible en teoría, ¿cuáles son las posibilidades de que todo vaya según lo previsto en la práctica?

—Es por eso que necesitan experimentar.

Rentarō miró el centro de la estructura en forma de cúpula. Los racimos de Gastreas atraían toda su atención, por lo que en un principio no notó que en el centro de la cúpula, de unos veinte metros de diámetro, había algo enorme que se extendía hacia arriba con un complicado dibujo de cables y tubos, que recordaba el tronco de un árbol.

De hecho, era como un árbol construido mecánicamente. Esas cosas que parecían tubos eran probablemente para apoyar todos los racimos desde arriba.

—El Five Wings Syndicate probablemente libera a los Gastrea para realizar experimentos, para probar si realmente son capaces de colarse en el área de Tokio. Por eso, agregaron los pentagramas alados para evitar que se confundieran con los otros Gastrea. Además, prepararon un equipo de antemano para que estuviera a cargo de recuperar esos cadáveres. El Gastrea que Suibara y tu derrotaron era probablemente uno de esos «Gastrea resistentes al Varanium». Originalmente iba a ser recuperado rápidamente antes de ser entregado a la Dra. Surumi, pero al final... La Dra. Surumi descubrió algo, por lo que contacto a Suibara y ambos comenzaron a investigar juntos, descubriendo finalmente la verdad que no estaba destinada a ser conocida. Por ese motivo, ambos fueron silenciados…

… Suibara, ¿fue esto lo que no tuviste la oportunidad de decirme en aquel entonces?

Un llanto repentino causó que Rentarō mirara hacia atrás, para ver a Hotaru de rodillas, tapándose la cara con ambas manos.

Ella negó con la cabeza y gritó de dolor.

—N-No puedo creer que fuera por este tipo de cosas que Kihachi-san... Yo estaba muy feliz sólo con Kihachi-san a mi lado. ¡Pero al final…! En efecto. Ella era una víctima más del Proyecto del Cisne Negro.

Sólo por liberar todos esos «Cisnes Negros» el área de Tokio seria destruida. Suibara estaba decidido a avisar sobre esta crisis, a pesar de que sabía que intentar hacerlo podría poner en riesgo su vida.

Si Hotaru y Rentarō perdían ahora, entonces el secreto por el que Suibara y los demás entregaron sus vidas para revelar se hundiría en la oscuridad de nuevo. El Five Wings Syndicate reanudaría estos experimentos macabros en alguna parte.

Todo el dolor y la tragedia habían comenzado aquí. Por ese motivo, aquí debían llegar a su fin.

Rentarō movió ligeramente su cabeza y miró hacia el árbol gigante.

—Hotaru, me equivoqué. Originalmente quería colarme en este laboratorio para encontrar pruebas que limpiaran mi nombre. Pero ya no es una cuestión de probar mi inocencia. Ni uno de los Gastreas que están aquí debe salir. Todos deben ser exterminados aquí.

—Pero ¿Cómo planeas hacer eso?

Rentarō miró hacia el centro de la cámara de incubación.

En el árbol gigante, había caminos que conducían hacia afuera desde allí. Esos caminos utilizaban andamios sin ningún tipo de decoración. Rentarō reunió su determinación para subir por ellos, sus botas traquetearon contra el metal.

Mirando hacia abajo desde los andamios, Rentarō vio gas blanco «hinchando» la raíz del árbol gigante y convirtiéndose en niebla. El aire frío que estaba sintiendo desde hace un rato probablemente era el resultado del nitrógeno a una muy baja temperatura. Si caía de aquí, las consecuencias serían impensables.

Al llegar al centro de la cúpula, Rentarō examino la maquinaria que parecía el equipo para controlar el Vineyard. Probablemente era posible matar a los Gastreas siendo incubados si destruía esa máquina.

¿Qué tan grande era esta organización como para ser capaz de construir un sistema de este tipo? ¿Hasta dónde se había infiltrado en el área de Tokio? Afortunadamente, Rentarō estaba alerta en todo momento por si habían enemigos detrás de él, por lo que, muy pronto, fue capaz de notar la intención asesina cerca de ellos.

Rentarō movilizó su brazo prostético. El propulsor interno empujó el cartucho después de que el extractor lo expulsara.

Estilo de Artes Marciales Tendō, Tipo Uno, Número Tres…

—¡Rokuro Kabuto!

Trazando un círculo, su puño se abrió violentamente, impactando con fuerza al objeto que se acercaba a Hotaru. En un abrir y cerrar de ojos, una onda expansiva atravesó el aire, produciendo un fuerte ruido mientras desviaba el objeto… Una bala de rifle volando hacia ella.

Rentarō miró hacia la dirección de donde la bala había venido. Hotaru sólo lo notó después de ver el movimiento de Rentarō y frenéticamente miró hacia el mismo lugar.

—Bienvenido, Satomi. Sabía que vendrías.

Una figura se acercó lentamente desde el otro lado del andamio, produciendo sonidos que resonaban en el lugar.

Con el puente de la nariz recto y ojos tranquilos, el rostro del joven, que estaba usando un uniforme hasta el cuello, mostró una sonrisa. Colocando a un lado el rifle de francotirador cuya boquilla botaba humo, se acercó con las manos en los bolsillos.

—Yuuga… Mitsugi...

Rentarō murmuró su nombre con una voz llena de odio, sin sentir ningún tipo de sorpresa. Después de todo, esperaba que este tipo apareciera frente al para impedir su camino.

Aparte de eso, Rentarō también sabía que no podía esperar vencer al Five Wings Syndicate si antes no vencía a este tipo. Mirando fijamente a Yuuga, Rentarō le susurro a su compañera:

—Hotaru, tengo que pedirte un favor. ¿Podrías llevarte los explosivos en la bolsa y colocarlos en los puntos críticos de la instalación? Voy a encargarme de él.

—Yo también…

—Por favor. Debo decidir las cosas entre él y yo.

Hotaru parecía que quería decir algo más, pero de mala gana acepto resignada.

—...Te deseo buena suerte, Rentarō. Por favor, no mueras sin importar lo que pase.

Dejando atrás esas palabras, Hotaru sostuvo la mochila en sus brazos y salió corriendo como si tratara de sacudir su vacilación.

Después de mirar hacia los lados para asegurarse que saliera por la puerta, Rentarō miró de nuevo hacia adelante.

Un solitario silencio fluía que fue remplazado por el sonido de un vapor refrigerante. Rentarō sentía una ilusión como si estuviera en un puente en las montañas, donde la niebla colgaba en el aire.

Rentarō bajó la voz y preguntó:

—Parece que ya se dé que se trata todo, Mitsugi Yuuga. Voy a exponer toda esta mierda que ustedes están haciendo.

—Por favor, ten misericordia.

—¿Cuál es el objetivo del Five Wings Syndicate? ¿Venderles Gastreas resistentes al Varanium a terroristas del tercer mundo?

—¿Venderlos? ¿Por qué deberíamos hacerlo? Por supuesto que vamos a utilizarlos.

Rentarō se sintió preocupado, sin entender lo que quería decir. Su mente racional se negaba a comprender sus palabras.

—¿Dijiste... utilizar?

—En efecto.

Yuuga extendió sus manos y le dijo a Rentarō:

—Nosotros, el Five Wings Syndicate, tenemos como objetivo precisamente, la hegemonía de administrar el mundo.

Yuuga caminó con un aire de superioridad alrededor de Rentarō explicándole.

—Aunque no estoy muy seguro de cómo eran las cosas antes de la guerra, las cinco Áreas de Japón son los principales productores de Varanium. Eso, combinado a que nuestra nación se basa en la ciencia y tecnología, nos convierte en uno de los pocos países ricos del mundo. Debido a que los distintos países del mundo han perdido la forma de ayudarse a sí mismos, se esconden en cuevas como osos hibernando. Nuestro objetivo es restablecer el orden y limpiar el mundo de los Gastrea. Para eso, debemos primero unificar el mundo y colocar todo bajo nuestro control.

—...

—Lo trágico es que la gente del mundo se divide por razas, religión y mentalidad. Incluso si queremos darles órdenes, no serán pocos los que se nieguen a obedecer, ¿cierto? Con el fin de hacer que el mundo coopere en unidad, los países desobedientes deben ser erradicados. Esa es la razón por la que nacieron los Gastrea Resistentes al Varanium.

—¿Qué...? ¿Erradicar? ¿Cuál es la diferencia entre eso y conquistar el mundo por la fuerza?

—Completamente diferente. Estamos tratando de crear un mundo sin Gastreas, llevando al mundo hacia una mejor dirección. En el proceso de eso, debemos suplantar a la superpotencia considerada como policía mundial mientras hacemos varias naciones más grandes y a las más pequeñas las sometemos a nosotros. Se supone que somos la especie más avanzada, pero los animales sociales llamados seres humanos son, lamentablemente, aun incapaces de crear modelos de gobierno sin una clase dirigente. A pesar de tener cerebros inteligentes, la tendencia humana a seguir ciegamente a la autoridad no los hace diferente a las hormigas, por lo que, alguien debe servir de hormiga reina para enseñarle a las masas a moverse correctamente. Quien cumplirá ese rol es precisamente el Five Wings Syndicate, reclutando patriotas de las cinco áreas de Japón y los países exteriores, reuniendo a todos bajo una ideología para convertirse en una organización que supere al estado.

—¿Estás hablando en serio?

—Por lo menos, los que están por encima de mi creen eso. Es por eso que somos la fuerza de choque que transcenderá a los Nuevos Humanos para construir el Nuevo Mundo.

Rentarō sacó su arma de fuego a la velocidad de un rayo y disparó a los pies de Yuuga. Una bala abrió un agujero en el suelo.

A una temperatura igual de alta que su rabia, la boquilla soltó un calor abrazador en un extremo de su brazo.

—Deja de estar bromeando... ¿Sólo por algo como eso Suibara murió? ¿Por este tipo de caos mundial hicieron llorar a Hotaru?

Yuuga se encogió de hombros indiferente.

—Ya escuché bastantes absurdeces. Tu y yo nunca nos llevaremos bien... ¡Vamos a ponerle fin a esto ahora mismo!

El ojo izquierdo artificial de Rentarō y los dos ojos de Yuuga activaron su poder al mismo tiempo y empezaron a calcular.

—Es un día maravilloso. Vamos, vamos a hacerlo. Entre el Nuevo Plan de Creación Humana y el Nuevo Plan de Creación Mundial, ¡Veamos cual es la correcta evolución de la humanidad!

Rentarō y Yuuga finalmente comenzaron la batalla final.

Justo en ese momento, una neblina aún más densa que antes ocultó sus figuras.

Rentarō detuvo los cálculos predictivos de su ojo artificial. Sin embargo, el enemigo se enfrentaba a las mismas condiciones también.

Usando la postura Tipo Uno Número Cinco del Estilo de Artes Marciales Tendō, Tiger Prevails Over Heaven, Rentarō atacó.

Incluso sin necesidad de utilizar un cartucho, Rentarō fue capaz de alejar la cortina de niebla lejos con el movimiento a la velocidad del sonido de su brazo. Al final, el que fue sorprendido terminó siendo el mismo Rentarō. No encontró a su enemigo.

En ese instante, sintió un intenso dolor en un costado de su cabeza, haciendo que su visión se oscureciera de inmediato.

—¡Guh!

Mirando más de cerca, notó que Yuuga retiraba su pierna después colocarse a su lado y desatar una patada.

En la mano izquierda de Yuuga, había un cuchillo de grandes dimensiones similar a una daga. Cuando Rentarō giró para seguir sus ataques, sólo pudo ver sus movimientos como las imágenes residuales de un rayo.

Forzando la habilidad de cálculo de su ojo hasta el punto que sintió que estaba a punto de explotar, Rentarō apenas pudo ver la trayectoria de la hoja y torcer el cuello para evadirlo. Después de enredar el codo de su enemigo, torció su brazo en un intento de golpearlo en la mandíbula inferior, pero, lamentablemente, fue bloqueado por el arma que su enemigo usaba.

El rostro de Yuuga, lleno de odio, estaba muy cerca de él. Cuando su rostro se acercó de repente, causó que Rentarō casi viera estrellas saliendo de su propia cabeza.

Para cuando Rentarō notó que habían chocado sus cabezas, estaba sangrando por la nariz y había retrocedido unos pasos.

Su visión se sacudió. La sangre en su nariz goteo ruidosamente en el suelo metálico, salpicando de una manera aterradora.

Cuando Rentarō miró hacia delante de nuevo, la figura de Yuuga volvió a desvanecerse en la niebla densa.

Rentarō entró en pánico por un momento, pero de pronto suprimió esa sensación.

Usar su ojo para capturar al enemigo no iba a funcionar.

La persona era el arma. El arma era la persona. Durante la batalla contra Tina, Rentarō había entendido «El poder cuando la persona y el arma se vuelven una» incluso hasta el punto de no sólo sentir su propia arma, sino también el sonido del enemigo apretando el gatillo y el martillo de su arma descendiendo.

En el momento en que saltó a la derecha, un fogonazo salió del otro lado de la niebla. Rentarō escuchó el sonido ensordecedor de los explosivos detonando.

—¿Qué?

Inesperadamente, pudo evadir la bala sin usar su ojo artificial.

Rentarō no desaprovecho la oportunidad para acercarse a Yuuga. Para el momento en que Yuuga quiso apuntar la boquilla del arma hacia Rentarō de nuevo, ambos estaban a un rango muy cercano.

Con ambas manos libres, Rentarō caminó en el piso con ambos pies y gritó:

—¡Estilo de Artes Marciales Tendō, Tipo Uno, Numero Quince…!

El cartucho hizo un sonido destructivo mientras expulsaba el casquillo. Con un impulso a un nivel increíble, el puño de Super Varanium atacó ferozmente hacia arriba desde abajo. Este golpe era similar a una bola de demolición oscilada por una grúa en un sitio de construcción. No sólo supero la barrera del sonido, también alejo la niebla.

Yuuga cruzó frenéticamente ambos brazos para defenderse, pero fue inútil.

-¡Carpa en el lago de las montañas nubladas!.

El gancho dirigido hacia arriba golpeó el brazo izquierdo de Yuuga que usaba para defenderse, lanzándolo casi diez metros a la distancia.

Las cosas no habían terminado aún. Orientando el cartucho de su pierna hacia atrás y activando el propulsor una vez más, Rentarō continuó su ataque.

Saltando en el aire a la misma altura que la curva parabólica de Yuuga, hizo detonar un cartucho de su pierna, lo que causó otro sonido explosivo intenso mientras el casquillo caía en el aire.

Este movimiento era del Estilo de Artes Marciales Tendō, Tipo Dos, Numero Dieciséis: Zen Oculto: Huracán Negro.

—¡Rahhhhhh!

Ejecutando una patada giratoria en el aire, Rentarō golpeó a Yuuga que todavía estaba volando por el primer ataque. Esto causó que el vector de Yuuga se invirtiera, estrellándose abajo. Rentarō escuchó su cuerpo chocando intensamente contra el suelo, produciendo un sonido nítido. Sin embargo, esto por sí sólo no fue suficiente para disipar el impacto por completo. Yuuga rebotó varias veces hasta que golpeó una barandilla que le impidió caer.

…¿Cómo te pareció eso?!

No sería extraño que una persona ordinaria tuviera todos sus huesos fracturados si recibiera el primer golpe. Incluso si él era un soldado mecanizado y relativamente robusto...

—¡Gah!

Rentarō abrió los ojos nuevamente por la sorpresa.

Contrayendo su cuerpo para hacer un movimiento, Yuuga se sostuvo de la barandilla y se levantó. Esta vez, no dijo nada. Su cabello desordenado cubría un ojo mientras el otro giraba y miraba a Rentarō.

—Voy a matarte.

—.Esa fue la venganza por aquella vez en el hotel…

—¡No puedo perder contra el estilo Tendō una segunda vez…!

… ¿Una segunda vez?

Con un rugido, Yuuga sacó dos cuchillos de combate de su cintura y se abalanzo de nuevo.

El instinto de Rentarō le dijo que no se acercara a Yuuga. Sacando su arma de la funda, Rentarō apretó el gatillo dos veces. Las balas de 9 mm produjeron un potente retroceso.

En el momento en que pensó que lo habían impactado, el cuerpo de Yuuga se balanceó ligeramente y las esquivó.

El enemigo también era usuario de ojos artificiales. Mientras este dentro de su rango visual, podía predecir la trayectoria de las balas usando los cálculos de sus ojos.

Yuuga bajó su postura y se lanzó hacia Rentarō. El remolino de niebla blanca detrás de él indicaba que tan rápido iba.

En el momento en que Rentarō intentó apuntar la Beretta de nuevo, Yuuga de repente lanzó un cuchillo. El cuchillo voló hacia la boquilla del arma, haciendo que Rentarō perdiera su objetivo y apretara el gatillo accidentalmente. La boquilla soltó un fuerte fogonazo. El otro cuchillo fue lanzado de inmediato hacia la cintura de Rentarō, brillando con fuerza.

Sintiendo que era demasiado tarde para esquivar, Rentarō no tuvo más opción que bajar su centro de gravedad, bloqueando el arma letal por la fuerza con su brazo de Super Varanium.

Al instante en que ambos chocaron, todo su cuerpo sintió un impacto masivo. Las suelas de los zapatos de Rentarō se deslizaron al instante en el suelo. La fricción hizo que soltaran un olor a quemado.

La hoja del cuchillo hizo un ruido ensordecedor de fricción. Para cuando volvió en sí, Rentarō notó la cuchilla girando a unos centímetros de su nariz.

Rentarō bloqueo el ataque sorpresa del enemigo en el momento preciso.

El rostro de Yuuga, torcido con odio, todavía no estaba dentro del rango de alcance de Rentarō.

Pero incluso en ese momento, Rentarō calculo mal el nivel de amenaza de Yuuga.

Yuuga sólo estaba sosteniendo un cuchillo en su mano derecha.

Usando su mano izquierda, empujó un pequeño objeto esférico hacia Rentarō.

Sintiendo un frío intenso, como si tocaran su corazón con una mano helada, Rentarō gimió.

Tenía una cierta impresión de que era el objeto.

… Una mini granada HG-86.

El pin de seguridad ya había sido retirado. Si usaba eso mientras ambos estaban tan cerca, era evidente que ambos iban a recibir heridas fatales.

… ¿Un ataque suicida?

Mientras todo el cuerpo de Rentarō era traspasado por el terror, su cuerpo reaccionó de forma automática ante la desesperación. Usando su codo libre, golpeó la granada lejos.

La granada cayó del andamio. Al segundo siguiente, la explosión produjo una fuerte onda de choque.

Yuuga uso su otra mano para darle un golpe en el estómago a Rentarō mientras el movía su codo y descuidaba su defensa.

Sólo después de medio latido, Rentarō comprendió la intención de Yuuga.

Mierda, esta palma es…

Viendo la sonrisa en los labios de Yuuga, Rentarō sintió un fuerte terror a lo largo de su columna vertebral.

—¡Vairo Orchestration! ¡Tritúralo y espárcelo!

Al instante siguiente, todo su cuerpo se llenó de un dolor inimaginable.

—¡Gahhhhhhhh!

Su visión se oscureció, el intenso dolor casi estaba desgarrando el cuerpo de Rentarō.

Pateando el suelo por reflejo, se retiró del enemigo.



continuara....