A Simple Survey:Volume1 Video 14

Video 14: ¿Te gustaría algo de la serie de Rostro humano?

Los cíborgs se habían vuelto bastante diversos, pero no habían abandonado la forma humana. Si la silueta del cuerpo humano se alteraba demasiado, era necesario instalar un software de movimiento especializado que parecía transformar la mente humana en algo más.

Por eso, los humanos aún manejaban herramientas con los dedos y usaban bolígrafos para escribir o dibujar.

Sin embargo…

-Cariño, mira. Es una sartén con piel artificial. ¡Gracias a los sensores de detección de calor, dice que podemos despedirnos de la comida quemada!

-¡Esa sartén suave y color carne me da miedo! ¡Parece un libro malvado de la mitología de Lovecraft!

-Este cucharón tiene labios. Saborea el contenido y muestra el resultado numéricamente. ¡Qué lindo!

Estas ollas, tablas de cortar y cosas por el estilo con orejas, narices o lo que fuera humanas increíblemente realistas se conocían como Medios Electrodomésticos. No podía entender cómo mi joven esposa podía llamarlos “lindos”. Quizás yo era simplemente un anticuado.

Por supuesto entendí que no era más que usar tecnología cíborg para colocar sensores que superaban la capacidad de los sentidos humanos, pero aún así…

-Cariño, ¿te aburres porque esta es la sección de cocina?

-N-no, no es eso. Solo me parece sospechoso que una zona llena de orejas y narices se llame 'sección de cocina'.

-Supongo que preferirías la sección de cámaras digitales y demás. Creo que tienen unas con ojos para ver a distancias larguísimas.

-¡Qué miedo! ¡De verdad que da miedo! ¿Soy la único a la que le da miedo una cámara réflex que parpadea y tiene pestañas?

La tasa de criminalidad había bajado desde que se añadieron ojos a las cámaras de seguridad, pero pensé que era porque te hacía sentir una mirada extraña y cruda en la espalda.

Eran muy impopulares cuando se usaban en complejos de apartamentos u hoteles.

-Ah, claro. Cariño, dijiste que querías herramientas para el jardín, ¿verdad? Creo que tienen las cortadoras de césped por allí.

-Solo veo máquinas con múltiples brazos cubiertos de uñas afiladas y máquinas con bocas llenas de un montón de dientes humanos gigantes.

-Sí. Quizás sean un poco grandes para nuestra casa.

Lo que decía mi joven esposa parecía un poco fuera de lugar. De hecho, viendo la sociedad en general, quizá fuera mi opinión la que estaba un poco fuera de lugar.

No me gustaba cómo habían colocado ojos y narices humanas realistas en la parte delantera de los trenes bala como sensores. Sabía que era más eficiente así, pero simplemente no me gustaba.

La forma de los humanos no había cambiado demasiado.

Sin embargo, la tecnología seguía vigente. Y la idea de una vida más cómoda en el futuro también. Sin embargo, para alcanzarla, la tecnología se había extendido a todo lo que rodeaba a los humanos, no a los humanos mismos.

Gracias a esto, los teléfonos móviles tenían tímpanos integrados y las consolas de videojuegos portátiles tenían sinapsis artificiales.

El mundo cambió rápidamente.

Así como los adultos no podían seguir el ritmo de la sociedad de internet, yo no podía seguir el ritmo de estos cambios psicodélicos del escenario.

-¿Quieres una afeitadora eléctrica nueva?

-Tienes que reponer la sangre artificial de esos muy rápido, así que no.

-Sí, llenarlo de oxígeno una y otra vez lo desgasta.

-Hablando de sangre artificial, tenemos que reponer la sangre del refrigerador pronto, ¿no? Están de oferta por allá.

-No podemos. El nuestro es un Carrier QW2. No puede usar el tipo B. Pero deberíamos comprar líquido cefalorraquídeo. El folleto mencionaba un paquete múltiple.

De camino, pasamos junto a una mascota robot con forma de perro. Parecía ser un modelo de exhibición. Era un producto que sangraba si lo lastimabas, pero no te causaba culpa si lo rompías.

-Me pregunto si estos aparatos alguna vez adoptarán la misma forma que los humanos.

Si se desarrollaran lo bastante, sentí que lo grotesco desaparecería.

Pero…

-No podemos permitirlo.

-¿Por qué no?

-Porque entonces lo dejaríamos todo en manos de los aparatos y no nos moveríamos ni un centímetro. Eso es como estar postrado en cama.

Quizás ella tenía razón.

Las ancianas vendedoras ambulantes de antaño llevaban una cantidad increíble de cosas sin mayor problema.

-Pero…

-¿Qué pasa, cariño?

-Entonces no estoy seguro de quién controla a quién.

-¿?

-O sea. -Hice una pausa por un segundo. -Compramos todas estas herramientas para facilitarnos la vida, pero la fuerza de nuestras piernas y espalda se decide por lo convenientes que sean estas herramientas… Casi podría decirse que nos están rehaciendo en formas que facilitan el uso de estos aparatos.

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