Difference between revisions of "Gekkou:Volumen 1 Vivir"

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Yo tenía ganas de ir al funeral al día siguiente de igual manera que tendría ganas de ir a un concierto de mi artista favorito.
 
Yo tenía ganas de ir al funeral al día siguiente de igual manera que tendría ganas de ir a un concierto de mi artista favorito.
   
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Después de acabar la tercera lección, Usami y yo fuimos llevamos a la funeraria en el auto de Ukai. No había ni una sola nube en el
 
amplio cielo azul que se veía por la ventana.
 
 
Durante el trayecto fui capaz de reunir algunos detalles sobre el medio ambiente de la familia de Tsukimori de Ukai.
 
 
Su familia consistía en sus padres y ella, su única hija. Esto era, de hecho, me sorprendió bastante, ya que dado su comportamiento
 
maduro me había hecho pensar que tendría alguien a quien cuidar, como un hermano menor.
 
 
Aparentemente, su padre había sido la cabeza de una compañía de diseño estructural. Ya que mi propio padre trabajaba en un banco cerca de esa compañía, planeé preguntarle sobre ello más tarde.
 
 
Tan pronto hubimos llegado a la funeraria y pasado por las formalidades en la entrada, procedimos hacia el salón que estaba marcado
 
con un letrero en el que se leía “Tsukimori”.
 
 
Se estaban haciendo muchas ofrendas florales, por lo que la hilera de personas se salía del salón. Fue como si estuviese viendo la
 
escena en la que un arcade había instalado una nueva máquina de juegos.
 
 
La amplia y poco iluminada habitación estaba llena de gente vestida de luto. El altar lucía más magnífico que alguno que hubiese visto en cualquier funeral visitado en el pasado.
 
 
Nos sentamos en los asientos que habían sido preparados para las personas en general y esperamos pacientemente a que comenzase
 
la ceremonia.
 
 
Mis ojos buscaban a Tsukimori, y la encontraron sentada cerca del altar, donde se habían reunido sus parientes. Estaba consolando a
 
la mujer a su lado, quien tenía la cabeza inclinada, dándole apoyo, y palmaditas en la espalda.
 
 
A juzgar por lo que veía, supuse que era su madre. Era una dama hermosa que se parecía a ella.
 
 
Sin embargo, estaba sorprendido de lo aparentemente serena que estaba Tsukimori.
 
 
Fue entonces cuando recordé que una vez le había preguntado a Usami la razón de por qué todas las chicas llamaban a Tsukimori con un “-san” añadido a su nombre. Su respuesta había sido:
 
 
“Tal vez Youko-san tenga la misma edad que nosotros, pero, ¿no luce y se comporta de una forma más madura? Así que, básicamente, alguien comenzó a llamarle Youko-san, lo que nos llevó a la situación actual”.
 
 
Así era. Estaba casi inseguro de quién era la madre y quién era la hija.
 
 
- … Lo siento tanto por Youko-san.
 
 
Miré a mi costado y encontré a Usami con los ojos llorosos.
 
 
No daba simplemente sensación de “haber nacido para ser una hermana menor”, ella en realidad tenía un hermano mayor.
 
 
- Eres toda una llorona, ¿eh? -, le dije, y le ofrecí un pañuelo.
 
 
– ¡Sólo mira lo calmada que se mantiene a pesar de estar triste en realidad! Si fuese yo, no sería capaz de…
 
 
Usami arrebató el pañuelo de mis manos y se frotó los ojos con él. Ciertamente, Usami habría llorado a todo pulmón.
 
 
Pero yo estaba reacio a estar de acuerdo con ella en que Tsukimori estuviese triste por la muerte de su padre. Si estaba en lo cierto respecto a Tsukimori deseando la muerte de él… entonces estaba complacida más que apenada, porque en ese caso este funeral era, de hecho, un evento para celebrar su plan de asesinato.
 
 
Mientras pasaba el tiempo, los asientos de salón se fueron ocupando, y antes de que me diese cuenta, el salón completo estaba
 
pintado de negro.
 
 
Desde todas direcciones podía oír que los susurros habían disminuido en respeto al ambiente solemne que venía con las funerarias.
 
Decidí escuchar atentamente esas conversaciones, como medio combinado para matar el tiempo y reunir información.
 
 
Me concentré en la conversación de dos mujeres que conversaban sumisamente en la fila que estaba delante de la mía. ¡Me hubiese encantado tomar nota!
 
 
Su charla fue interrumpida. Hubiese preferido escuchar un poco más, pero no había caso, ya que la ceremonia había comenzado.
 
 
El Sutra dirigido por el sacerdote resonaba claramente en todo el salón. El ambiente solemne había llevado a mi mente a un estado de descanso, y conducido así hacia un entorno para permitir sumergirme en mis pensamientos. Decidí repasar en mi mente la conversación que había acabado de oír y poner la información en orden:
 
 
La reputación de su padre era extremadamente buena.
 
 
Primero habían hablado acerca de su aspecto, lo cual no era demasiado sorprendente, dado que era el padre de Tsukimori. Un vistazo a la imagen del altar mostraba que lucía como algún actor y me hacía comprender el por qué era tan popular entre ellos.
 
 
Luego, continuaron con su compañía y la situación económica de su familia. Siendo una PYME, el negocio iba bien y su estándar de vida privada era bastante alto. Aparentemente, su casa había sido construida recientemente, hace dos años, con un diseño complejo, como se esperaría de un director de un negocio de diseño estructural.
 
 
Finalmente, hablaron sobre la familia en sí. Ambos, padre y madre habían sido bastante sociables y tenían una buena relación con sus vecinos. Las mujeres también sacaron a conversación a Tsukimori. Era valorada como una hermosa hija con buenos modales.
 
 
Dejé salir un suspiro.
 
 
Admito que estaba feliz de poder poner mis manos sobre información nueva, pero no había algo que pudiese gatillar mis fantasías.
 
 
El periódico me había emocionado demasiado y había causado que tuviese expectativas demasiado altas respecto al funeral.
 
 
Respiré el silencioso aire del salón.
 
 
Recobrándome, decidí entregarme al tranquilo ambiente del salón nuevamente. ¡Era un funeral prometedor, después de todo! Sería un desperdicio no tomar ventaja de la ocasión y espiar algunas relaciones humanas.
 
 
No había necesidad de apresurar las cosas. Mientras más durase este juego, mejor.
 
 
Cuando dirigí mi mirada hacia el área cercana al altar, me di cuenta de que la madre de Tsukimori había roto en llanto.
 
 
Aparentemente su llanto también era la razón de por qué las mujeres alrededor me proveían con voces sollozantes de trasfondo. Por cierto, Usami seguía llorando también.
 
 
Sin embargo, no había lágrimas en los ojos de Tsukimori. Su mirada estaba cautivadoramente fija en el altar.
 
 
Dado que su vestido de luto enfatizaba el brillo de su piel, casi parecía como si Tsukimori estuviese resplandeciendo. Más que el
 
hombre difunto, más que el lujosamente decorado altar o la madre sollozante o alguien más en el salón, era Tsukimori y su apariencia silenciosa quien más resaltaba.
 
 
 
Para mí, Tsukimori se parecía a la luna en medio de la noche. Sensacionalmente hermosa.
 
 
 
Era hora de que se llevasen el ataúd. Mientras hacía sonar su fuerte y sobrio claxon, el coche fúnebre partió ante los ojos de la gente vestida de negro.
 
 
Los parientes del difunto, con Tsukimori entre ellos, abandonaron el salón y se dirigieron al crematorio. Los tres decidimos que esperaríamos a que regresase para así poder intercambiar unas pocas palabras con ella.
 
 
- Ustedes dos deben tener hambre, ¿no? Dejen que les invite a almorzar por hoy. Pero manténganlo en secreto de los demás, ¿está bien?
 
 
- ¡Sí! ¿Oíste, Nonomiya? -, se alegró Usami sin contenerse.
 
 
Este debe ser uno de esos famosos cambios de humor.
 
 
Bueno, al ser cercano a la palabra “secreto”, también acepté con gusto su oferta.
 
 
Momentos después, estábamos sorbiendo ramen en una tienda cercana a la funeraria.
 
 
- —Tal vez ustedes dos aún no estén conscientes de ello, pero la muerte es una parte inevitable de la vida -, dijo Ukai de repente, con sus anteojos empañados por el vapor de su sopa. - Decir esto puede que sea insensible para con Tsukimori, pero aún así me gustaría que atesoraran las impresiones de este hecho triste y poco común, el fallecimiento del padre de un camarada.
 
 
Usami asintió seriamente, con su boca llena de fideos, como una ardilla.
 
 
- Así es. Me fue recordado que nuestras vidas tienen un límite—y además, que este hace que la vida sea más valiosa -. Al estar en compañía del profesor encargado de mi clase, elegí mis palabras cuidadosamente al decir mis impresiones.
 
 
- Eres increíble Nonomiya -, me halagó Usami con los ojos bien abiertos después de haber engullido sus fideos.
 
 
- Por supuesto. A diferencia de ti, no estuve llorando todo el tiempo durante la ceremonia.
 
 
- ¡T-También tuve muchos pensamientos cruzando mi mente!
 
 
- ¿Por ejemplo…?
 
 
- ¿Eh? Ah, este, que lo siento por ella…
 
 
- ¿Qué más?
 
 
- … ¿Q-Que lo siento por ella?
 
 
- Ya oí eso.
 
 
- ¡N-No… no me malinterpretes! ¡En verdad estaba pensando en mucho más que eso, es sólo que no puedo expresarlo en palabras como tú!
 
 
Ukai rió al escuchar nuestra conversación.
 
 
- Bueno, bueno, digamos que al final ambos tuvieron sus respectivos pensamientos, ¿bien? Nonomiya fue más analítico, y Usami más emocional.
 
 
Ukai lo resolvió como un profesor lo haría.
 
 
La vida es interesante porque tiene un límite. La emoción de no saber cuando acaba es lo que te hace darte cuenta de que estás vivo.
 
 
A primera vista puede parecer contradictorio que la muerte, la antítesis de la vida, resalta el valor de esta, pero la verdad es que tiene sentido. Hasta había concebido la idea de que la mayoría de las cosas en el mundo funcionasen de forma similar.
 
 
En ese mismo momento, embelesado por la riesgosa receta para asesinar—definitivamente, yo estaba viviendo.
 
 
 
 
Saludamos a Tsukimori cuando volvió al salón.
 
 
Ukai primero expresó su más sincero pésame antes de confortarla. - No te preocupes por la escuela. Tómate tu tiempo y regresa
 
cuando te sientas cómoda.
 
 
- Muchas gracias por su consideración. Sin embargo, tengo en mente asistir normalmente a la escuela a partir de pasado mañana, porque creo que me ayudará a distraerme -, sonrió débilmente.
 
 
- … Estoy un poco preocupada respecto a dejar a mi madre sola en casa, ya que fue un duro golpe para ella, pero sus hermanos y los hermanos de mi padre me aseguraron que la estarán apoyando por un tiempo.
 
 
Tsukimori parecía agotada. A juzgar por su apariencia, no había dormido apropiadamente. Pero sabiendo que no era de mucha delicadeza, no pude evitar tener la impresión de que su rostro blanco, ahora acentuado por su vestido de luto, lucía aún más sensual que en la escuela.
 
 
- Ya veo. En cualquier caso, asegúrate de no presionarte demasiado, y siéntete libre de consultarme en cualquier momento.
 
 
Ukai le dio una palmada en el hombro.
 
 
- Gracias por venir también, Chizuru, Nonomiya-kun.
 
 
- Todos en la clase están preocupados por ti.
 
 
- Me siento halagada.
 
 
- Youko-san… -, Usami nuevamente estaba al borde de las lágrimas, aparentemente conmovida por el valiente comportamiento de Tsukimori.
 
 
Le di un toque en su cabeza, y dije, - ¿No deberías calmarte un poco? Querías expresar tus condolencias apropiadamente, ¿no?
 
 
- … Sí -, asintió Usami, con los ojos humedecidos. - Este… Youko-san, será duro para ti, pero… s-será duro padha ti, pedho… -, Usami comenzó a lloriquear en mitad de la frase, no pudiendo contenerse más.
 
 
Tsukimori no dudó en abrazar a Usami alrededor de su cabeza, y consolarla. - Gracias Chizuru. Estoy muy feliz de que te preocupes tanto por mí -. Mientras daba palmadas en su cabeza como una hermana preocupada, murmuró, - … Creo que uno se puede considerar feliz si tiene a alguien que se preocupe por ti -. Después de eso, le susurró las gracias a Usami una y otra vez.
 
 
En ese momento, la dulce y frágil chica no me pareció en lo más mínimo alguien que pudiese planear un asesinato.
 
 
 
 
 
 
 
   
   

Revision as of 17:02, 18 October 2012

Vivir

La primera clase era Inglés, pero yo no recuerdo nada. Estaba pensando en el accidente del padre de Youko Tsukimori.

También jugué con la idea de navegar por algunos sitios de noticias en mi teléfono móvil, a escondidas del profesor, por supuesto, pero decidí no hacerlo porque yo era conocido como un estudiante con bastante buen comportamiento. Me decía a mí mismo que estaba guardando lo mejor para el final y así pasé una hora dolorosa.

En el mismo momento de la lección de Inglés terminó, salí corriendo de la sala de clase, entusiasmado por obtener detalles sobre el accidente, y me dirigí directamente a la sala de la biblioteca.

Debían tener el periódico de hoy, y ya que había una víctima, también tenía que haber un artículo sobre el tema.

Y justo como había esperado, había un artículo que trataba del accidente en cuestión. Estaba un poco decepcionado cuando empecé a leer; había un artículo, sí, pero era uno muy corto y escrito muy brevemente en una esquina de la página de noticias.

Sin embargo, mientras leía el latido de mi corazón se hizo más rápido. En el texto encontré algunas de las palabras clave que estaba buscando.

"... camino a casa en un puerto de montaña..."

"... una curva cerrada con poca visibilidad..."

"... víctimas anteriores..."

"... demasiada velocidad debido a la pendiente..."

Había varios pasajes de texto que me recordaron a "La Receta de Asesinato del Accidente de Tráfico Fingido", como se indicaba en la receta de asesinato. No pude evitar emocionarme al pensar que Youko Tsukimori había ejecutado su plan de asesinato.

Y también, no pude evitar sentir un escalofrío por mi espalda cuando me imaginé el accidente con ese pensamiento en mente.

Igual importancia tenían los hechos no escritos.

El artículo no hubiera sido tan pequeño si la policía había considerado la posibilidad de un asesinato. Del mismo modo, no habría permanecido ajeno hasta llegar a la escuela.

¿Había entendido algo muy equivocadamente?

El plan parecía infantil a primera vista, como un truco incierto que se basa en varios elementos inestables.

Pero tal vez ejecutó el plan precisamente por esas fallas.

¿Quién supondría la existencia de un plan de asesinato así de torpe?

¿Quién vería un asesinato maquinado en algo que se parece a nada más que un accidente?

Y como los hechos demostraban, la policía estaba convencida de que se trataba simplemente de un accidente de tráfico. Lo mismo ocurría con mis compañeros de clase, todo el mundo consideraba Tsukimori una pobre muchacha que había perdido a su padre en un accidente.

Apuesto a que ni siquiera la propia víctima había soñado con ella siendo un asesino.

Tampoco yo me lo habría creído, si no hubiera sabido de la receta de asesinato.

Probablemente ni siquiera habría sido un gran problema si el plan hubiera fracasado. Se basa en la suerte de todos modos; si nos fijamos sólo en las probabilidades, es poco probable que tenga éxito en el primer lugar.

Pero precisamente ese aspecto era la idea de la receta de asesinato.

Había varios planes escritos en esta, que eran todos dependes de circunstancias externas aleatorias. Así que, ¿no será que ella esperaba que fracasasen desde el principio?

El objetivo de Tsukimori su padre, alguien que siempre estuvo cerca de ella, lo que por lo tanto, le dio muchas oportunidades para matarlo. Puede ser una expresión tosca, pero se podría decir que incluso un mal tiro da en el blanco si lo intentas el suficiente numero de veces.

Tsukimori ciertamente no tenía la intención de llevarlo a cabo tan rápido como sea posible. Ella simplemente quería que muera tarde o temprano. Supongo que eso es lo que sentía.

Sin embargo, no quería que la arrestasen por ello.

Me había dado cuenta desde el momento en que había leído la receta, que el plan no fue diseñado principalmente para matar, sino para vivir con normalidad después de ejecutarlo.

En ese caso, los resultados estaban claros. Tsukimori lo había realizado–

El asesinato perfecto.

No podía evitar pensar así.

Por supuesto, todo esto era sólo producto de mi mente y sin suficiente base para ser considerado algo seguro.

No la conocía mejor que mis compañeros de clase. Si se trataba de ella, Kamogawa tenía en realidad mucho más conocimiento que yo. Estos pensamientos no eran más que una extensión de mi habitual pasatiempo de "imaginar y disfrutar" y no algo erguido como "solucionar un caso".

Sin embargo, por alguna razón no podía llamar a mi conjetura una ilusión barata y dejarlo así.

La clase libre después de las clases de ese día iba de la muerte del padre de Tsukimori.

– Creo que todo el mundo sabe de la muerte del padre de Tsukimori. El funeral se celebrará mañana por la tarde, y yo voy a asistir. Así que, la quinta clase, biología, va a ser libre.

Cuando la palabra "libre" salió de la boca de nuestra profesora Ukai, una ola de alegría pasó por las filas de mis compañeros de clase.

– Oye, eso se llama falta de tacto, ¿sabéis? Identificados un poco con Tsukimori, ¡que acaba de perder a uno de sus padres! –nos reprendió Ukai, no con un tono especialmente fuerte, pero el aula quedó en silencio.

Un silencio pesado.

Aparentemente satisfecho con la contemplación inesperada de sus estudiantes, cerró el asunto.

– Por otra parte, los oficiales de la clase están obligados a venir al entierro como representantes de la clase. Cuento con vosotros. Bueno, la clase se acabó.

Justo cuando Ukai estaba a punto de terminar:

– Sensei –Usami levantó la mano– El oficial de la clase femenina es Youko.

– Ah, tienes razón. Pues bien, Usami, ¿puedes ir tú?

– Ah, sí.

– El otro eres tú, Nonomiya, ¿verdad? Espero que vayas.

– Si.

Asentí con calma y sonreí secretamente.

Era exactamente lo que había deseado. No había soñado que iba a tener la oportunidad de asistir al funeral oficialmente.

En realidad, después de leer el artículo de la biblioteca, había reflexionado acerca de cómo podría ir al funeral, porque había querido obtener más información sobre Tsukimori. Mientras que imaginaba, que las ceremonias estaría más allá de mi alcance, había pensado que podía asistir por lo menos la vigilia.

– ¡Sólo vosotros dos! ¡Eso no es justo!

Después de asegurarse de que Ukai había salido, Kamogawa frunció el ceño mirando alternadamente a Usami y a mi.

– ¿Quién fue el irresponsable, que me propuso como el oficial de la clase al comienzo del trimestre?

Por una vez estaba agradecido por esa personalidad suya tan irresponsable.

– ¿No sé? Soy un hombre que no mira hacia tiempos ya pasados.

– Tu irresponsabilidad merece admiración. En el sentido malo.

– ¡Es un honor!

Sólo podía sonreír con ironía a la respuesta de Kamogawa.

– Kamogawa, ¡eras un bruto! ¿No escuchaste a Ukai-sensei? No seas indiscreto –Usami izo un mohín al notar su actitud.

– Esto es un malentendido, Usami. Simplemente estoy preocupado por un compañero de clase que ha perdido a un ser querido, ¿sabes? –Kamogawa nos aseguró con una expresión mansa.

– Eso es una mentira. Está claro que sólo quieres ver a Youko-san por tus motivos ulteriores! –afirmó Usami.

– ¡No es así, idiota! ¡Yo nunca tendría motivos ocultos! Simplemente deseo aliviar el dolor de Tsukimori en estos tiempos difíciles –objetó de inmediato–. Bueno, pero claro, no me importaría si se enamorase de mí en el proceso, ¡je!

– Realmente eres un bruto, ¡Kamogawa! –Usami parecía completamente anonadada.

Al igual que yo:

– Kamogawa, escucha bien: eso es a lo que llamamos un motivo ulterior.

– Ahaa, ¡ya veo! Nunca se deja de aprender, ¿verdad? –evadió Kamogawa mi comentario con ignorancia fingida. No hay cura para él.

– Espero que tú no tengas un motivo ulterior también, Nonomiya.

Se dio cuenta de que Kamogawa estaba más allá de la salvación y me puso como su nuevo objetivo.

–Por supuesto que no. Voy a la ceremonia fúnebre porque soy un oficial de la clase, no porque quiero ir –puse una sonrisa débil–. Además, no me gusta el aire sombrío en los funerales. Para ser honesto, prefiero no ir.

– ¿Verdad? ¡Sabía que no eras como Kamogawa!

Usami esbozó una sonrisa brillante, como si ella misma había sido elogiada.

– ¡Tu actitud hacia mí y Nonomiya es demasiado diferente! ¡Siento discriminación! Si yo fuera de Estados Unidos, te llevaría a la corte ahora mismo.

– Pero tú eres japonés, de la cabeza a los pies. Y es la diferencia entre vuestros comportamientos diarios, que te distingue de Nonomiya. Cúlpate a ti mismo.

Aunque de naturaleza completamente diferente, yo también tenía un motivo ulterior. A decir verdad, me encantaban los funerales. Sobre todo porque allí se pueden encontrar todo tipo de personas. Yo tenía ganas de ir al funeral al día siguiente de igual manera que tendría ganas de ir a un concierto de mi artista favorito.

En proceso de traducción...


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