Difference between revisions of "Zero no Tsukaima Español:Volumen20 Capítulo5"

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search
(Created page with "Sentimientos de hada -¿Que es lo que te preocupa? Pregunto extrañada Umihaha al ver a Saito una mañana unos cuantos días después de que vio el submarino, ese día tambi...")
 
m
Line 167: Line 167:
 
-¿No eres acaso un amigo muy importante para mi?
 
-¿No eres acaso un amigo muy importante para mi?
   
-Así es… Gracias.
+
-Tienes razon… Gracias.

Revision as of 10:11, 23 May 2016

Sentimientos de hada

-¿Que es lo que te preocupa?

Pregunto extrañada Umihaha al ver a Saito una mañana unos cuantos días después de que vio el submarino, ese día también Saito estaba desencajado y perdido en sus pensamientos. Como decirlo, es "nuclear". Esta palabra lo deprimía.

-NO... La verdad es que yo soy un familiar legendario.

-Que curiosidad.

-Y tengo la habilidad de poder usar cualquier arma.

-Eso es sorprendente.-Dijo umihaha sin ninguna emoción en las palabras que decía.

-Esto es en serio.

-Te creo, pero después de una vida tan larga como la mía es difícil ya que a esta edad algo te sorprenda.

Al oír a un dragón tan gigantesco decir algo así, las preocupaciones de Saito ahora se sentían insignificantes.

-Bueno, entonces lo que pasa es que, un gran ancestro de mi ama, me envió esta "arma", no se que magia uso, pero esta arma es un arma de mi mundo.

-Entonces lo que te preocupa es esta arma que encontraste.

-Si.

-Pero dices que la envió para ti ¿no? ¿Eso no te hace feliz?

-El problema es su poder, en mi mundo esta es el arma más poderosa. Usarla seria el fin de todo, nada que ver con una lanza.

-Jaah, ¿que tipo de objeto será entonces?

-Te había dicho que un submarino, esta a diez minutos de aquí yendo en delfín.

-¿Ah, con que allí? la cosa esa que construyeron que parece un edificio de metal.

-¿La conocías?

-Así es, no hay nada que no conozca en estos alrededores, entonces con que todo eso eran armas de tu mundo.

¿Todo eso? Saito sintió curiosidad por esas palabras.

-¿Que, hay mas?

-Si ¿quieres verlas?

-¿quieres verlas? dices...

-Solamente las estaba juntando como si fueran basura, nunca pensé que fueran armas.

Umihaha señalo entonces al fondo de la cueva. Allí había otro agujero de 20 meiru de diámetro lleno de agua de mar.

-Por aquí.

-¿Dentro del agua?

-No, por aquí se va a un lugar parecido a este, te llevare allí así que monta en mi espalda.

Un extraño estremecimiento en su pecho comenzó, mientras le decían eso Saito se monto en la espalda de Umihaha.

-¿Saito, donde vas?

Tifania había despertado.

-Al parecer hay mas armas en los alrededores.


-Yo también voy.

Inmediatamente Tifania se levanto. Al ver a esos 2, Rukushana que estaba jugando con los delfines se acerco.

-¿Adonde van ustedes?

-Umihaha nos dijo que tenía mas armas de mi mundo.

-De que hablas, yo también quiero ver, mejor dicho ¿por que no me lo dijiste antes?-Dijo Rukushana agitada.

-Por que pensé que solo era basura, ya que los elfos y los humanos las tiraron...

-Nosotros no tiramos basura.

Mientras se quejaba Rukushana se subió apoyándose en las escamas de Umihaha.

-Vamos, llévanos a ese lugar, rápido.

Imitando a Rukushana, Tifania también se monto en Umihaha. Después de confirmar que todos estaban montados, Umihaha se levanto con esfuerzo y comenzó a andar, entrando en el hoyo lleno de agua de mar. Se expandía a lo largo de la enorme roca submarina, parecía como si estuvieran recorriendo un nido de hormigas. Después de bucear por unas decenas de segundos entonces emergieron en otra cueva. Había un agujero que dejaba entrar el agua de mar de fuera, comparándola con la otra cueva esta estaba más iluminada. Al estar en este lugar Saito recordó las grutas de piedra caliza que había visto hace mucho en revistas y en la televisión. Sin embargo, lo que Umihaha había traído a este lugar le daba un aura totalmente diferente al de esos lugares misteriosos. Una gigantesca montaña de artículos tan vividos eran los culpables de esta aura. Inadvertidamente Saito dejo escapar un suspiro. Varios tipos de armas se encontraban desperdigados en ese lugar. Pistolas, cañones, tanques...incluso aviones de combate... Entonces recordó la ves que Jurio lo llevó a aquellas catacumbas, en ese lugar también armas de todos los tamaños se encontraban esparcidas por todo el lugar, pero, la cantidad que había aquí era mucho mayor. Aun así, estas armas habían sido encontradas en el fondo del mar, por lo que casi todas estaban llenas de oxido y totalmente inutilizables, esto en contraste con las armas encontradas en tierra firme por Romaria. Saito paso su mano por un tanque tan desgastado por el oxido que le era imposible identificar de que país provenía. El olor del acero corroído llego a su nariz, inesperadamente este olor provoco en Saito una irrefrenable nostalgia y pesar. Armas arrancadas de su propio mundo, las cuales estaban abandonadas y olvidadas hasta hacerse polvo sin realmente llegar a servirle a nadie... En cierta manera esto podía considerarse felicidad. Ya que ellas ya jamás podrían ser usadas para dañar a ningún ser... El había sido lanzado también aun mundo extraño al igual que estas armas, ¿pero eso era todo el parecido? no seria que el había sido invocado también como un "arma"... NO, el no era ninguna "herramienta", el tenia voluntad, un alma. Y con ellas un asombroso poder destructivo para el cual no sabia su verdadero propósito. ¿Su destino podría ser también yacer en esta cueva hasta que su vida terminara, al igual que el agua salada corroería hasta hacer polvo a todas las demás armas? ¿Esto seria lo mejor? Este tipo de pensamientos eran los que invadían a Saito en este momento. Al verlo tan deprimido Tifania coloco gentilmente su mano en su hombro, al dirigir su mirada hacia a ella y ver lo serio de su expresión, el sacudió su cabeza. Esos ojos tenían el poder de hacerlo avergonzar por tener la sola idea de que la verdadera felicidad se alcanzaría si el se rendía y se quedaba en este lugar a pudrirse.

-Es malo que te preocupes tu solo ¿no?-Dijo Tifania con una gentil voz.

-Perdón, es solo que...

-¿Que pasa?

-Nada, solo pensaba si yo no era igual que todas estas armas abandonadas. Tifania entonces sacudió la cabeza.

-Tu no eres una herramienta, ¿acaso no eres una persona? no solo una persona...

Entonces Tifania bajo su mirada avergonzada.

-¿No eres acaso un amigo muy importante para mi?

-Tienes razon… Gracias.