Difference between revisions of "Kaze no kishihime capitulo1 Karin"

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te sueño,
Kaze no kishihime capitulo 1 Karin, llega a la capital imperial.
 
 
¿Es acaso un chico ese caballero que ha aparecido? Sin embargo al pasar por el portón que indica la entrada a la capital imperial, esto no importa, ya que de todos modos,
 
su sola presencia asombra y hace perder el aliento a todo aquel que al transitar por la calle junto a el, vislumbra su bella figura.
 
Su edad 14, quizás 15 años. Su atuendo, un ropaje azul el cual se ve resistente aunque muy barato, este cubre una llamativa camiseta blanca con olanes, y al final de sus
 
pantalones para montar con solapa que podían verse ya muy pasados de moda, podían observarse sus botas negras ya decoloradas por el uso.
 
Lo único deslumbrante en su vestimenta, era la varita que llevaba a la cadera, sin embargo aun esta no era posible decir que fuera de alta calidad.
 
Aun así el merito de esta varita, era algo mas, ella parecía haber sido usada en incontables duelos, y tenia las marcas que lo probaban.
 
Por donde lo vieras aquel joven parecía haber salido de una época más antigua, un tiempo en que su atuendo pasado de moda era popular.
 
En la capital imperial alguien con esa apariencia tan pasada de moda, solo podía evocar las burlas de aquellos que pasaban por la calle, sin embargo había algo en aquel joven noble, algo misterioso que evitaba que la gente fuera capaz de reírse de el.
 
Y a propósito, seria difícil no preguntarse como lucia el rostro de aquel sujeto tan extravagante. y precisamente era la imagen de ese rostro, la que impedía que la burla se produciera, al echar una mirada al mismo, esto se hacia imposible. El largo cabello de un vivido color rubio rosado, hacia juego con su apariencia hermosa, que aun conservaba esa gracia infantil que, seria casi imposible de describir detalladamente solo con palabras, parecía como si su gracia y refinamiento no pudieran ser superados, incluso si se midiera a la par con los nobles de clase más alta.
 
Y además...talvez lo que atraía mas la atención a cerca de él era, el "genero" de aquel joven noble vestido con aquellos atuendos tan baratos y pasados de moda.
 
Oh ya lo entiendo, esa belleza, una belleza que parecía no pertenecer a su genero, si el joven fuera envuelto en un vestido, y se le enseñara un poco mas de garbo, este podría plantarse en cualquier baile real, sin la necesidad de avergonzarse absolutamente de nada. Pero, esa figura sin importar por donde lo vieras, pertenecía a un hombre.
 
Aunque aun era posible que se tratase de una hermosa joven vestida como hombre pero...era esa apariencia aun infantil, la que impedía llegar a una conclusión definitiva, de si se trataba de una bella joven, o un apuesto chico.
 
Aunado a esa confusa impresión que daba, el joven poseía además una desbordante y difícil de describir, aura de misterio. Era precisamente esa aura, la que hacia que todo aquel que posara su mirada en el, fuera impedido de apartar la vista por la misteriosa fascinación que provocaba en ellos.
 
La orgullosa mirada llena de convicción en los ojos color marrón rojizo del joven, parecían como dos brillantes lunas reflejadas en un estanque, este solo aspecto hacia mucho más notoria su existencia, provocaba que la impresión que daba este infantil noble se volviera mucho más dramática.
 
Y una cosa más, su pecho era espléndidamente plano. Si de una mujer se tratase, su par seria casi inexistente.
 
De cualquier forma, la gente que caminaba por la calle, seguía debatiéndose entre susurros, si ese galante caballero, ese noble con facha de niño que parecía estarles jugando una broma con ese atuendo, era realmente hombre o mujer.
 
Pese a todo lo dicho, aclaremos un poco las cosas el era verdaderamente una "chica", si debajo de esa pinta de caballero pasado de moda se encontraba el cuerpo jovial de una bella joven.
 
El nombre de esta joven era Karine Degire Do Maller (kariinu dejire do maiyaaru), sin embargo ella no se hacia llamar se esa manera, ella acortaba su nombre como "Karin" para que resonara con un aire mas masculino. Para así ayudar a que no se descubriera que en realidad era una mujer.
 
Pero habría que preguntarse, cual era la causa de que Karin emprendiera su viaje, a esta la ciudad imperial, y sobretodo por que con esa facha.
 
Pues verán. Todo esto era para cumplir su sueño.
 
Un día...cuando aun se encontraba en su tierra natal, un caballero que pasaba por ahí había salvado su vida, lo que había sido el comienzo de su más anhelado sueño...
 
"Convertirse en caballero".
 
Y ya que hablamos de sueños, el convertirse en el mejor caballero de todo el reino...
 
Si se hablaba de los mejores caballeros de todo el reino, tenían que ser aquellos a los que se les había concedido el honor de "proteger al rey" no podría tratarse si no de El escuadrón mágico de defensa real de la guardia imperial (Guardia imperial Mahou ejitai)
 
Todos los jóvenes nobles aspiraban a tener el honor de usar uno de sus mantos negros, la gloria de pertenecer a el escuadrón mágico de defensa real (Mahou ejitai). Sin embargo era bien sabido, que a las mujeres no les era bien visto el que decidieran, embarcarse por los caminos de la caballería.
 
Y es por eso que Karin ocultando su cuerpo de doncella vistiéndose de hombre, e imitando lo mejor que pudo, lo que ella consideraba un comportamiento masculino, es que se encamino aquí a la capital.
 
Por supuesto su familia estaba en contra de todo esto. Pero al final la determinación de Karin había prevalecido, y aun sin gustarles la idea, aceptaron que emprendiera su viaje.
 
Lo único que esta joven noble pudo recibir de sus padres, fueron 40 ekyuu, y una sola maleta, solamente con esto es que planeo arribar a la capital imperial.
 
Poco antes de iniciar Karin su travesía, el noble sumido en la pobreza que era su padre, con un rostro lleno de resignación, le dirigió unas palabras.
 
-Siempre quise que uno de mis hijos fuese un caballero, sin embargo tu eres la única que me ha visto a los ojos con la determinación de querer serlo, por lo que no me queda mas alternativa que aceptar tu decisión de emprender tu viaje, pero tienes que darte cuenta de lo que estas haciendo, al tú como mujer tratar de convertirte en un caballero Karine, tendrás que tener mas resolución que cualquier hombre, y te será mucho mas difícil que si fueras uno. Tu eres perseverante y tu talento para con la magia es grande, pero aun así, eso no es suficiente para que enfrentes al mundo, lo que se necesita para hacer frente al mundo, lo mas importante que el talento para usar magia, es el VALOR. Lo has entendido hija mía. así que aunque inicies tu jornada tan magramente, eso no importa... ¡Un caballero nunca ha necesitado de oro para mostrar su valía! Entiendes. Lo único que un caballero necesita es VALOR, si mucho VALOR.
 
No importa lo que encuentres en tu camino, no importa quien se plante ante ti como tu oponente, nunca debes de dar un solo paso hacia atrás. Al único con el que debes bajar la cabeza es con tu rey, al único que trataras de igualar es a tu comandante en la guardia imperial.
 
Recuerda que tú cargas sobre tus hombros el nombre de la familia Do Maller, por lo tanto nunca des un solo paso atrás, por tu honor nunca debes retroceder. Pero sobre todo necesitas VALOR, ¡mucho mucho VALOR! además tu eres un tanto cobarde, así que eso me preocupa un poco...
 
Fue allí cuando su padre se avergonzó un poco, del acalorado discurso que había dado.
 
-Lo siguiente más importante, es que mantengas oculto a toda costa el hecho que eres mujer, tu éxito dependerá en que también puedas lograr hacer esto. En estos días ya no es tan extraño, encontrase con algunas mujeres, que an adoptado el camino de la caballería, pero por lo que se, es allí que por tradición, y lo orgullosos que son por su gloria, donde no les es permito enlistarse a las mujeres, el escuadrón mágico de defensa real de la guardia imperial.
 
Si llegaran a descubrirte, echarte de la guardia seria el menor de tus males, ¡concentra todas tus fuerzas en que esto no pase!
 
Resguardando estas palabras en su pecho Karin partió a la capital.
 
Ella odiaba a su yo cobarde, por eso uno de sus más grandes anhelos era ya no serlo.
 
Un día, al igual que el caballero que la había salvado... Ella quería convertirse en un esplendido caballero, para después poco a poco, convertirse en alguien al que la gente llamara héroe.
 
Ese era el único gran sueño que poseía Karin.
 
La primera impresión que le dio la capital imperial, fue que esta desbordaba vitalidad y gente, sobre todo mucha gente.
 
Al ver tantas personas juntas, provoco en Karin un gran mareo, pero de alguna forma se fue acostumbrando a ello poco apoco.
 
A ambos lados del camino ella podía observar, como una gran cantidad de puestos se enfilaban uno tras otros empequeñeciendo el espacio para transitar, al ver esto, ella sintió el impulso de querer visitarlos todos, uno por uno y pretender ser un cliente, pero inmediatamente reconsidero y se olvido de la idea.
 
-Por ahora lo más importante, es hacerle una visita al señor Draggnian del escuadrón mágico de defensa real...
 
Pero, ¿por donde es que tengo que ir para poder encontrarme con el señor Draggnian?
 
Aun sin estar muy entusiasmado con la idea, el padre de Karine no podía dejar que su hija partiera con las manos vacías, solo un poco antes de dejar su hogar, su padre le dijo: si en verdad deseas ser enlistada en el escuadrón mágico de defensa real, entonces ve a visitar a mi viejo amigo Draggnian y entrégale esta carta.
 
Entonces Karin saco una carta que llevaba guardada en el pecho, esta parecía llevar 2 sobres, al igual que en ella no podía verse ningún sello de cera, de ese sobre saco un papel en el cual estaba escrito "señor Draggnian" y una dirección:
 
"calle Fort Wallal (fossowaiyaaru) tercer bloque, Juvie Draggnian (Juvie doraginyan)". Al preguntar a las personas que pasaban por la calle, se entero que la calle Fort Wallal estaba a una distancia considerablemente larga de donde se encontraba.
 
Si nos pusiéramos a contar las calles, esta que buscaba estaría hasta el fondo, pero Karin que hasta hoy solo había vivido en el campo, poco o nada acostumbrada a la ciudad, con sus estrechos corredores, y lo confuso de la dirección de las calles, termino perdiendo el rumbo.
 
Pues bien, ¿Y ahora donde estoy?, entonces Karin comenzó a acelerar su paso mientras miraba desconcertada de un lado a otro, tanto que no se percato del enorme hombre que se acercaba enfrente de ella.
 
Por el otro lado ese hombre enorme, el cual sostenía fuertemente desde el hueso una enorme pieza de pollo, al estar demasiado concentrado en una charla con un amigo que lo acompañaba, tampoco se dio cuenta como es que Karin se dirigía hacia el.
 
Como los dos caminaban justo por en medio de la calle, los dos terminaron por chocar estrepitosamente.
 
Era obvio que el que salio volando era aquel que parecía solo tener la tercera parte del peso del otro, Karin.
 
Por el contrario, parecía que aquel gigante ni siquiera se había inmutado, al ver a Karin tumbada en el suelo se soltó a reír fuertemente.
 
-¡Wa ha ha ha! ¡Que te pasa niño! tienes que prestar atención cuando caminas por la calle, si no te vas a lastimar.
 
Y después, mientras continuaba su ruidosa risa, siguió caminando.
 
Normalmente, si un tipo tan grande te decía aquello, no le quedaría a nadie la menor intención de quejarse con él, y aquella chica vestida de hombre pensaba igual.
 
En ese momento su naturaleza miedosa se hizo evidente y sin pensarlo comenzó a temblar, pero en ese momento, remembro las palabras de su padre. "¡sobre todo debes de tener VALOR!".
 
Eso era, no podía estar mas en lo correcto, no me dejare menospreciar por nadie, ¡nunca podrás convertirte en caballero si eres una cobarde Karin!
 
Karin se volteo decididamente, y al mirar a aquel hombre le grito.
 
-Qu, ¡que es lo que te crees al empujar así a la gente y seguir caminando como si nada!
 
Entonces los pies de aquel hombre enorme se detuvieron repentinamente, y se dio la media vuelta.
 
Al verlo podía decirse que parecía un gladiador como aquellos de tiempos antiguos, la fortaleza en su cuerpo era evidente, su mandíbula era grande y sólida, como si pudiera ser capaz de triturar hasta los huesos, además de su cabello rubio que se dejaba caer en la nuca de su gran cabeza tan parecida a una roca...
 
La circunferencia de sus brazos era equiparable a todo el ancho de la cintura de Karin. Si no fuera por la varita que llevaba a la cintura, se hubiera podido pensar que era un espadachín o un lancero.
 
-¿Que te pasa? si me quieres decir algo, adelante inténtalo.
 
Los habitantes de la ciudad que veían esa escena no podían más que temblar. Como era posible que alguien se atreviera a levantar una queja contra un sujeto tan gigantesco. Ese niñito noble tenía que ser en verdad estupido.
 
Debido a su menudo pecho y a su vestimenta masculina ninguno de los allí presentes hubiera imaginado que Karin era una "mujer", todos la veían solo como un chico atractivo al cual parecía faltarle un tornillo.
 
-Un tipo tan grande como tú estorba demasiado, así que piensa un poco y camina por la orilla de la calle.
 
Dicho esto, Karin ya no podía dar marcha atrás, ella inevitablemente había declarado esto, y lo único que podía hacer era calmarse a si misma para dejar de temblar.
 
En ese momento aquel hombre enorme dejo escapar una sonrisa.
 
-Me lo estas diciendo a mi, alguien con un semblante de héroe como yo, debe caminar por el centro de la calle, ¡el que debería caminar por la orilla eres tu ratoncito, alguien podría pisarte sin querer!
 
Al oír esto, Karin que aun con los escalofríos que le provocaba el sudor frió que recorría su espalda, no pudo quedarse callada.
 
-Deja de decir tonterías, si alguien será aplastado aquí, serás tú.
 
 
 
 
Al oír esto el rostro de aquel hombre enorme cambio de color, Pero en el siguiente instante, por alguna razón la cara de ese hombre se apaciguo.
 
La razón era que una hermosa dama espléndidamente vestida pasaba por allí, parecía que era la hija de alguno de los nobles que por allí residían, ya que la escoltaba un considerable número de personas.
 
Inesperadamente, en un instante aquel hombre enorme se hallaba arrodillado a los pies de aquella dama.
 
-¡Hiiiuuhh!
 
-¡Déjeme servirle por favooor!
 
¡Que diablos es esto! era la idea que empezó a zozobrar en el grupo que escoltaba a aquella hermosa dama.
 
Pero el alboroto se torno en un completa desconcertacion, al ver como aquel hombre enorme comenzó a frotar su cabeza en las piernas de aquella bella dama.
 
-¡Yo!, ¡solamente he vivido para tener la oportunidad de ser un caballero que pudiese servir a tan hermosa doncella! ¡Por favor! ¡se lo suplico, déjeme servir como uno de sus escoltas!
 
La cara de aquella noble tan bella, parecía como si se fuese a echar a llorar en cualquier momento. Aun así las suplicas de ese hombre enorme no cesaban.
 
-¡Se lo ruego! ¡Se lo ruego por favor déjeme servirle!
 
-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
 
Las piernas de aquella noble dama parecían ya haberse cansado, por lo que de una patada se libro de la cabeza de aquel hombre enorme.
 
Con aquel hombre tendido en el suelo, la noble dama y su escolta, no perdieron su oportunidad y salieron corriendo de allí.
 
Con ojos estupefactos, la gente que se había reunido allí por el escándalo, podía ver como aquel hombre enorme lentamente se levantaba.
 
-...Um ¿Que es lo que te pasa?
 
Karin que aun en shock solo murmuraba unos cuantos sinsentido, vio como el hombre enorme le mostraba una sonrisa.
 
-Veras, es que yo tengo una debilidad por las mujeres hermosas, precisamente he venido aquí a la capital para poder servir a una hermosa dama, aunque a decir verdad no me ha ido muy bien. Ahh que gusto me da que seas solo un tipo guapo, si fueras una mujer, por tu bellaza valla que tendríamos un problema, un chico bonito como tu no creo que tenga este tipo de problemas con las mujeres, ¿verdad?
 
Esto lo decía despreocupado mientras sonreía mostrando sus enormes, blancos y brillantes dientes.
 
-...Pervertido.
 
Sin pensar, las palabras fluían de su boca, lo que hizo que el rostro de aquel hombre enorme cambiara de color.
 
-¿Me has dicho pervertido? ¡Le has dicho pervertido a este puro admirador de la belleza femenina! ¡imperdonable! ¡has dicho lo único imperdonable! como te has atrevido a decir esa palabra, ¡pero talvez si te hago brocheta sea suficiente para
 
hacerte reflexionar!
 
-¡Cállate!, pervertido, PERVERTIDO PERVERTIDO.- Dijo Karin al dejarse llevar por la situación.
 
Si aparte de ser una miedosa, otro aspecto a resaltar de la personalidad de Karin, era que se dejaba llevar muy fácilmente. Lo cual obviamente siempre le traía problemas, pero aun así no era algo de lo cual ella ya se hubiese dado cuenta.
 
-¡Yo no soy un pervertido! ¡Solo tengo más amor que la mayoría de la gente!
 
-Un pervertido como tu no debería pasearse por en medio de la calle, mejor dicho ni siquiera debería de atreverse a salir se su casa, lo único que haces es causarle problemas a la gente, y a mí mas que a nadie me haces sentir muy mal.
 
Una tras otra Karin no dejo de decir palabras crueles
 
-Qqu...,qu...e...
 
La cara de aquel gigantesco hombre se tornaba cada vez en un rojo mas brillante, saco su varita y con esta señalo a Karin amenazante, mientras le gritaba.
 
-¡Bien! si así lo deseas, ¡te probaré si es realmente que solo soy un pervertido!
 
El cuerpo de Karin no podía dejar de temblar.
 
Aaah esto es...¿¡el desafió a un duelo, verdad!?
 
Cuando ella estuvo en el campo, muchas veces tuvo encuentros usando su varita, teniendo como oponentes a los jóvenes nobles de las cercanías pero...
 
Nunca con una caballero que se viera tan absurdamente fuerte como este oponente.
 
Maldición, por pensar en lo pervertido que es, no pude contenerme. Ya al haberse dejado llevar, los insultos no fueron mas que acumulándose.
 
Recuperando la compostura de alguna manera, aquel hombre enorme siguió hablando.
 
-Mañana a la dos de la tarde, tienes que venir a la parte trasera de la iglesia de Santo cristo, ¡Tratar de huir es inútil! tengo varios amigos en la capital imperial, y ¡te mostrare lo rápido que podemos encontrarte!
 
Sacudiendo los hombros por la ira, aquel hombre gigantesco se alejo de ahí.
 
Maldición...quería ponerse a llorar Karin, sabiendo que ya era muy tarde. Pero de alguna forma la consolaba un poco, saber que había demostrado su valor.
 
Esforzándose todo lo que pudo, abandono ese lugar con el pecho en alto.
 
Era por de mas evidente, que la gente que había presenciado todo el espectáculo, no podía saber que es lo que pasaba por la mente de Karin, ellos solo la veían como un pequeño niño, con tanto coraje que de seguro no debería caber en ese cuerpo tan diminuto.
 
Entonces Karin inicio una vez mas su búsqueda de la calle Fort Wallal, dio vueltas buscando por aproximadamente 30 minutos, pero seguía sin encontrar tal calle.
 
Ya dándose por vencida de encontrar el lugar por si misma, Karin decidió en vez de buscar la calle, buscar a alguien que fuera capaz de guiarla hasta el lugar
 
al que deseaba ir.
 
En ese momento se encontró enfrente de una gran plaza que se extendía al pie de la iglesia, cerca de ahí Karin observo un particular negocio, era un bar el cual con las mesas fuera atendía a sus clientes, parecía, había sido buena idea, hacer disfrutar de la bebida a sus clientes mientras estaban debajo del gran azul del cielo, ya que
 
el lugar se veía bastante popular.
 
Aquí encontrare a alguien que me ayude, pensando esto Karin se acerco al lugar, cuando de repente escucho una voz que se oía como si su dueño tuviera aires de grandeza.
 
-Bellas damas no desean que les entone una bella canción en su nombre.
 
-¡Sii! ¡Narcisse! (narushisu) ¡eso seria maravilloso!
 
Al ver hacia el lugar donde provenía la voz, podía observarse a un joven noble sentado en una silla, el cual estaba rodeado por una gran cantidad de chicas esperando por el.
 
Pero al verlo su apariencia te provocaba dolor de cabeza, la camisa con que iba vestido no era lo que podría llamarse escandalosa, pero aun así, esta resplandecía con la luz que reflejaba, era una camisa violeta que parecía haber sido fabricada con hilos de oro.
 
también la cara de aquel hombre que usaba esa camisa, si uno dijera que se veía muy afeminado, estaría cometiendo un cierto error, sus ojos eran rasgados, con una nariz que terminaba en una punta afilada, todo esto bien distribuido en un rostro delgado.
 
Seria correcto decir que era un adonis pero él, como si de un actor se tratase, podía verse usar una fina capa de maquillaje.
 
Todas las chicas que lo rodean, que es lo que ven en ese tipo, elogiándolo y desfalleciendo por el.
 
-Pues veamos, ustedes hermosas damas, al igual que las estrellas que brillan en el cielo, son las estrella que resplandecen aquí en la tierra, y esas estrellas están en sus ojos, son bellos capullos de rosa cual belleza parece que te absorbe, mejillas color de rosa, labios en forma de rosa...
 
Que le pasa, que todo son rosas. Ese tipo que parece ser solo apariencia, que pobre vocabulario tiene, esa fue la impresión que provoco en Karin, sin pensarlo como si sintiera nauseas, vomito estas palabras.
 
-Que horrible canción.
 
Al oír esa voz, el hombre inmediatamente reacciono, y mirando hacia donde Karin estaba, le dirigió una mirada desdeñosa.
 
Aquel hombre quedo sorprendido por la belleza de Karin pero, eso no hizo que pasara por alto su vestimenta, una vez mas el brillo de su mirada se encendió. Por un momento, el pensó que Karin eran una Hermosa jovencita, pero esa ropa que llevaba, lo había convencido de que era un hombre, valla que aquel era un hombre simple aquel sujeto.
 
-canción horrible, me pareció oír que alguien decía eso, ¿Dime, fuiste tu?- Dicho esto el hombre cruzo las piernas con un gesto desafiante.
 
Maldición, pensó Karin, mientras su cara se tornaba azul. parecía que estaba apunto de iniciar otra pelea sin quererlo, pero ella no podía permitirse mostrar miedo ante un hombre que se veía tan delicado.
 
Lo mejor que pudo, ella trato de engañarlo pareciendo arrogante y dijo.
 
-Si, fui yo.- dicho esto, aquel hombre al que llamaban Narcisse resoplo por la nariz.
 
Conque fue este tipo quien se atrevió a difamar mi canción, pero tengo que guardar la compostura, no puedo permitirme un desplante frente a los ojos de las damas, eso fue lo que pensó Narcisse. Ahí fue cuando, usando como arma el atuendo que vestía Karin, rió sonoramente.
 
-Solo véanlo, ¡valla atuendo! ¡eso que lleva es algo que solo un pueblerino de Gallia se atrevería a usar!
 
Aun así, el no pudo lograr que las jóvenes se rieran, ellas al ver a ese extravagante pero bello joven que creían era Karin, solo podían seguir admirándolo en silencio.
 
Al parecer Narcisse se había percatado del extraño encanto, que Karin producía en ellas, la ira que esto le producía le hizo inflar las mejillas.
 
-Ciertamente es un joven hermoso, si tan solo fuera una fémina, estaría gustoso de permitirle ser una de mis admiradoras, pero desafortunadamente es un hombre. Es triste que no puedas aspirar a ser el numero uno, por que veras en esta la capital imperial ya me encuentro yo, ¡el gran Narcisse!- Después de decir eso aquel hombre empezó a adoptar una serie de poses extravagantes, apoyo la mano en su mentón con mirada provocativa, después tomo con su boca una flor del jarrón que se encontraba en medio de la mesa, y termino por ofrecerles una sonrisa, a sus admiradoras, las cuales al parecer les había encantado el espectáculo.
 
-¡Que niño tan lindo! que hermosas mejillas, pero les falta algo, ¿que te parece si te pongo un poco de rubor?
 
-¿De donde vienes? cuéntanos donde es que tan hermoso joven ha nacido.- dicho esto, Karin les dirigió a las jóvenes una mirada fría.
 
-Eso es algo que a ustedes no les incumbe.
 
Al ver esa escena Narcisse, comenzó a comportarse como si algo se hubiera rasgado en su interior, pero el tan confiado en su apariencia, no pudo dejar de señalar.
 
-Naa, Díganme mis pequeñas florecillas, ¿cual de los dos les parece mas bello, yo o ese chico? decidiremos este asunto con su respuesta.
 
Dicho esto, las jóvenes comenzaron a verse entre ellas con un rostro de consternación, pensaron que si fueran totalmente honestas, herirían los sentimientos de Narcisse.
 
Al parecer aquí a nadie le había pasado por la cabeza, que aquella Karin, vestida de hombre, con su apariencia infantil, y su poco prominente pecho, pudiese llegar a ser en verdad una "mujer", ahí fue cuando Karin, una vez mas profirió unas palabras, de cualquier forma ella también quería evitar una pelea inútil.
 
-Discutir quien es el mas apuesto de los dos, no es algo a lo que un caballero debería darle importancia. Dime tú, no crees que ya eres lo suficientemente apuesto, no creo que tengas la necesidad de ir por ahí comparándote con las demás personas.
 
Si eso es, eso es, aunque es tan joven, usted habla con la verdad caballero. Las mujeres armaron un alboroto, al estar de acuerdo con lo que Karin decía.
 
-Mis, mis queridas da, damas...¿podrían estarse quietas por favor!- Dijo Narcisse temblando, al observar esto, a Karin le pareció muy divertido, y decidió provocar un poco a Narcisse.
 
-Que camisa tan interesante.
 
-¿Haah?
 
Narcisse se quedo sin palabras, al oír tan extraña declaración por parte de Karin.
 
-No, que interesante eres tú por usar ese tipo de camisa, donde es que la conseguiste, donde se puede encontrar una camisa tan carnavalesca, valla que eres un tipo interesante al atreverte a usar esa camisa, ¿que es lo que pretendes? ¿acaso eres un actor que esta apunto de debutar en una comedia? ya que el único que podría usar con orgullo esa camisa, no seria otro más que un bufón.
 
Que alguien se atreviera a menospreciar la camisa de la cual Narcisse sentía tanto orgullo, provocaba que la sangre le hirviera en la cabeza. Este apretó los puños, y su respiración se acelero alarmantemente.
 
-c, cc, ccc, ca, canalla, ¿acaso pretendes hacer burla de mi?
 
Era extraño, pero Karin no pudo frenar el impulsó de seguir provocándolo.
 
-¡No, como crees! acaso crees que tengo el tiempo de burlarme de un tipo como tu, no, soy una persona muy ocupada, pero tenia que decírtelo, ya que a decir verdad esa camisa me parece demasiado.
 
Dicho esto , las jóvenes comenzaron a reír.
 
-Tiene razón Narcisse, esa camisa es demasiado.
 
-¡Si es tan luminosa que incluso el sol huiría de su brillo!
 
Que alguien se atreviera ha reírse de su preciosa camisa, provocaba que se saltaran las venas en las sienes de Narcisse.
 
Diablos, parece que me deje llevar otra vez. Karin trato de alejarse de ahí tan rápidamente como pudiera.
 
-...entonces, si me disculpan.
 
-Espera ahí.
 
-¿Que se le ofrece?
 
-Acabas de decir que esta camisa te parecía interesante, no es cierto.
 
-si, es una muy bonita camisa, cuídela mucho, si me disculpa.
 
-Quieto ahí.
 
-todavía se le ofrece algo...
 
-Caballero, ¿acaso pretende negarme la oportunidad de recuperar el honor de mi camisa?, ¡le prometo!, que no tomara mucho de su tiempo.
 
otro duelo. Como es posible. Uwaah, Karine no pudo dejar de asombrarse de la horrible mala suerte que tenía.
 
-Mañana a las dos de la tarde, detrás de la iglesia de santo cristo, ¿le parece bien?, ahh y le recomiendo no tratar de huir, ya que en esta ciudad tengo una gran cantidad de amigos.
 
En lo único en lo que no debe serse reservado, se dice, es en demostrar el valor de uno, al partir de casa Karine había recibido estas instrucciones, si en verdad deseas convertirte en caballero, siempre, lo mas importante es demostrar tu valor.
 
así que, con una cara de total desesperanza, Karine no pudo mas que aceptar.
 
Y ahora que hago.
 
Apenas acababa de llegar a la capital, y ya se había involucrado en dos duelos. Tengo miedo, tanto miedo que siento que me muero.
 
Mientras se movía como un fantasma, Karin se alejo de aquel lugar.
 
Karin comenzó a preguntar por direcciones en todas partes, después de pasar todo el día teniendo dificultades en encontrar la calle Fort Wallal, por fin llego a su destino solo poco antes de caer la noche.
 
La noche flotaba, sobre las hileras de casas construidas con ladrillos de la calle Fort Wallal. La ya muy antigua zona residencial, saltaba a la vista por su diseño bicolor, lo ladrillos marrones unidos con mortero blanco, eran muy sobrios, debido al decoloramiento que habían sufrido por el tiempo, pero sobretodo, el lugar te brindaba una sensación tranquila y acogedora.
 
Por las calles la gente que pasaba por ahí, en su totalidad, por su vestimenta parecían tratarse solo de nobles.
 
Wahh, eso explica el refinamiento de este lugar, solo un momento después de pensar esto, Karin fue asaltada por la esplendorosa aparición de una tropa imperial.
 
Era una tropa de caballeros, los cuales tenían estampado en rojo el símbolo de la iglesia, sobre sus sobrevestas de un color blanco increíblemente puro. Si uno se fijaba detenidamente, podía darse uno cuenta que las monturas de esos hombres no eran caballos,
 
Aquellas monturas eran criaturas, que en orden desfilaban, reluciendo su brillante pelaje blanco, eran unicornios.
 
Sin pensarlo, de tanta emoción que sentía, Karin se olvido incluso de respirar. Realmente parecía como si esa sublime escena hubiera escapado de una pintura que existiera solo para retratar lo esplendido de esa tropa de caballeros.
 
En perfecta formación, todos los integrantes de aquella tropa, se dirigían graciosamente, justo en la dirección en que Karin se encontraba, al pasar tan cerca de ella, Karin admiro la intrépida mirada de esos hombres, tanto fue su estupor que no pudo hacer ningún movimiento frente a ellos más que temblar de emoción.
 
Cada uno de esos soldados, se veían por si mismos como poderosos guerreros. Hábiles guerreros que provocarían con su presencia el terror en sus enemigos, era incluso posible pensar, que cada uno de ellos solo, pudiese derrotar a un pequeño batallón.
 
Karin se quedo ahí parada, observándolos fijamente con unos ojos repletos de admiración.
 
-...El escuadrón mágico de defensa real- Susurro con una pequeña voz.
 
Esa tropa en realidad, no estaba tan alejada en fama y prestigio del escuadrón mágico de defensa real al que Karin tanto admiraba.
 
Eran la compañía de caballeros, que mas orgullo había traído al reino de Tristain. El objeto de adoración de los nobles de todo el reino, era aquella que compartía con el escuadrón mágico de defensa real, a los mejores soldados de todo el reino.
 
Su nombre provenía de esas esplendidas criaturas que habían tomado por montura, ellos eran El escuadrón unicornio (Unicor tai)...
 
AAAhh, era el único sonido que con la boca abierta podía decir Karin por la emoción.
 
Estaba tan absorta con su fantasia, en que se veía a si misma, usando una de esas sobrevestas mientras montaba uno de aquellos blancos unicornios, que para ella todo lo demás del mundo había desaparecido.
 
-¡escuadrón mágico de defensa real-escuadrón unicornio! ¡escuadrón mágico de defensa real-escuadrón unicornio! ¡escuadrón mágico de defensa real-escuadrón unicornio!- Mientras cantaba esto, Karin comenzó a buscar nuevamente la residencia del señor Draggnian.
 
Que clase de esplendido noble seria el señor Draggnian, si era capaz de presentarla ante tan magnifica tropa, con esta idea en mente, Karin no podía dejar de temblar de la emoción, mientras contaba casa por casa, para no errar su destino.
 
Pero...
 
Cuando se encontró con el tercer lote, lo que hallo ahí no fue sino un "Ristorante".
 
-..............
 
Con una mirada atónita Karin se quedo mirando ese ristorante.
 
¿No me habré equivocado?. No, ya lo comprobé. aquí es el tercer lote de la calle Fort Wallal. Entonces Karin decidió entrar,
 
justo en el momento de abrir la puerta, un amistoso y joven sirviente le dio la bienvenida.
 
-Bienvenido...¿da? (bienvenida)- Viendo la confusión de si llamar señor o señora a su cliente, Karin aclaro sus dudas con una refrescante sonrisa.
 
-Soy un hombre, no se preocupe no es la primera vez que alguien duda, al ver mi apariencia, por cierto ¿podría decirme si es aquí la residencia del señor Draggnian?- Dicho esto el joven se quedo con un rostro pensativo.
 
-Vera aquí es nuestro humilde negocio el cual llamamos "zephyr"(soyokaze) pero lo que usted busca...
 
Al ver esa escena, un hombre fornido que parecía ser el dueño se aproximo a ellos.
 
-¿Que es lo que acontece aquí?
 
-Vera este caballero ha preguntado, que si aquí es la residencia del señor Draggnian- Al oír esto el dueño, asintió como si se dijera así mismo "ahora entiendo".
 
-El señor Draggnian vendió esta residencia, digamos, hace aproximadamente 10 años, entonces yo tome posesión del lugar y decidí convertirlo en un ristorante.
 
-Entonces donde puedo encontrar al señor Draggnian...
 
El dueño sacudió su cabeza, en señal de que no lo sabía.
 
-Entonces...piensa regresar al campo, o quizás...sea de su agrado aceptar la hospitalidad del ristorante de este viejo.
 
Karin al salir del negocio, quedo petrificada, y en su rostro podía verse fácilmente su desolación. El bello rostro de Karin se había nublado por todo lo sucedido.
 
Debido a la incertidumbre que colmaba su pecho, Karin no pudo evitar caer de rodillas al suelo.
 
Al poco rato de llegar me involucre en dos duelos, y ahora, mi ultimo rayo de esperanza el señor Draggnian, no se como encontrarlo.
 
Era la desesperación total.
 
después de permanecer un rato así, colgando la cabeza, Karin recupero la entereza y apretó fuertemente sus puños.
 
-No puedo perder No puedo perder No puedo perder No puedo perder No puedo perder...- Dijo una y otra vez para convencerse así misma.
 
Pero había llegado al punto en que solo decirlo no resolvería nada.
 
Tengo que utilizar esa "magia".
 
Si esa magia era el ultimo recurso de Karin, no comprendía bien el principio de como funcionaba, pero, seguro que si usaba esa magia podría convocar "valor".
 
Karin escribió con su dedo índice izquierdo, la palabra "valor" en la palma de su mano y después lo lamió.
 
Después de hacer esto, su pecho comenzó a sentirse calido...desde el fondo de su estomago podía sentir fluir el "valor". Anteriormente...un caballero por el cual fue salvada, le había enseñado este hechizo
 
"El encantamiento para invocar valor".
 
Cuando se encontraba en el campo, solo había usado este encantamiento en ocasiones de verdadera necesidad, por ejemplo cada vez que tenia que enfrentarse a un duelo, sin duda lo usaba, si lo hacia bien, este hechizo lograba desvanecer por completo el miedo, tanto así, que hacia sentir a Karin invencible.
 
Oh querido caballero enmascarado del cual no se su nombre...¡No importa lo que pase!, ¡mientras tenga este encantamiento que me enseñaste estaré bien!
 
Ciertamente la situación es desesperanzadora.
 
Pero, "Yo me convertiré en caballero".
 
Nunca, nunca abandonare este sueño,
 
 
después de todo tengo VALOR ¡VALOR!, Karin repetía esto una y otra ves como si de un encantamiento se tratase, y mientras lo hacia emprendió su camino.
 
después de todo tengo VALOR ¡VALOR!, Karin repetía esto una y otra ves como si de un encantamiento se tratase, y mientras lo hacia emprendió su camino.

Latest revision as of 00:43, 31 July 2016

te sueño,

después de todo tengo VALOR ¡VALOR!, Karin repetía esto una y otra ves como si de un encantamiento se tratase, y mientras lo hacia emprendió su camino.