Zero no Tsukaima:Volume11 Capitulo2

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Capítulo 2: La Reina y el Duque


En el estudio del Palacio Real de Tristania, la Reina se estaba procupando en su soledad. Justo acababa de enviar una carta a Louise en Germainia.

estaba felíz y tranquila porque su amiga estaba sana y salva, pero, aunque no se complicaron las cosas, aún se sentia inquieta.

"En estos momentos, estos sucesos no significan nada para Galia..."

Fuh - dejo escapar un largo suspiro, cuando se escuchó que alguien llamaba a la puerta.

"¡Quien es?"

"Soy yo, Su Majestad"

Era la Comandante de la tropa de mosqueteros Agnes.

"Ahh, llegaste en el momento mas adecuado, Comandante".

Henrietta se levantó y abrió la puerta. Agnes y unos cuantos miembros de su tropa estaban ahí, firmes y orgullosos como el hierro. La Reina mostro una

expresion de agradecimiento.

"Porfavor escoge unos cuantos de tus subordinados mas confiables y preparate para salir"

"Estamos preparados para salir en cualquier momento, Su Majestad solo tiene que ordenar a donde".

Interrumpida por uno de los ansiosos soldados, Henrietta sonrió un poco.

"En ese caso nos dirijimos hacia la hacienda de La Valliere. Como esta es una visita informal preparen porfavor un crruaje adecuado".

"¿Acaso hay algo que le preocupe?"

Agnes se percato del cansado rostro de Henrietta y le preguntó antes de dejar la habitación.

"Si - la carta que llego de Louise".

"No veo cual sea el problema, ella rescató a la princesa de Galia sana y salvo".

"No me refiero a eso. Ella escribió que aceptaria respetuosamente cualquier castigo que me pareciera necesario. Acaso no se da cuenta esa chica de cuan

preocupada me pone?"

Henrietta se esimismó.

"¿Hubo alguna protesta oficial de Galia?"

Henrietta negó con la cabeza.

"Entonces los unicos crimenes serian escaparse de prision y salir de la frontera sin permiso. No, Galia ha estado actuando de una manera sediciosa desde hace

algun tiempo, de manera que tener a un antiguo miembro de la familia real a la mano no de beria ser politicamente contraproducente. Los beneficios compensan

las perdidas, asi que ¿porque no lo deja en no dar recompensas ni castigos?"

"Eres amable, Comandante"

"Su Majestad, ¿porque insiste en pasar juicio en la hacienda de La Valliere?

"Queria hacer publico que aun cuando ella es mi amiga, la justicia se hara presente con firmeza"

Agnes miró a henrietta con gentileza

"Su Majestad se esta sobresforzando. El juicio será presenciado por una corte de miembros de las familias nobles".

"Y justo por esa razon he de mostrar firmeza en mi resolucion"

Henrietta mordió su labio con un gesto de chica reflexiva pero exigente. Agnes desenfundo suavemente su espada.

"Yo soy la espada de Su Majestad. Usted solo necesita dar la orden y yo le servire con esta espada. Y, aún así, tambien soy su escudo. En cualquier momento

que note peligro, protegeré a Su Majestad con mi propio cuerpo. Sin embargo, ¿cuantos de los miembros de esa corte son sus espadas y escudos?. Confiables en el momento que se les necesita, con la ética y las razones de una simple criada como yo, que esta completamente devota a Su Majestad. ¿quién tendriía el

corazón de hierro para no dudar de Usted bajo ningun concepto no importando que?. Si usted tiene esa clase de amigos valorelos como se debe, Su Majestad".

Al escuchar las palabras de Agnes, Henrietta volvió a morder su labio. Sus dedos comenzaron a ponerse inquietos y a jugar con su falda.

"Pero estoy deacuerdo con Su Majestad; el perdon sin disciplina no es aceptable. Si ese es el caso, yo confiaré en el juicio de Su Majestad. Entonces, ¿qué le

pareceria retribuir el trabajo que ha estado sin pago hasta ahora?"

Henrietta volteó insegura.

"Se necesitaría el concenso de todos"

"Y exactamente ¿cuantos de estos -todos- se necesitarian para igualar su noble acto?"

Henrietta se quedó en silencio.

"Es la respuesta de todos"

Agnes se inclinó y se marchó del despacho para preparar el carruaje de la reina. Y sola, Henrietta miró la carta de Louise. Entonces puso una cara como si estuviera a punto de llorar.

"¡Todo mundo es tan egoista!, ¡el corazon de la gente es un misterio! y no solo yo padre, ¡toda la familia!".

Despues de arrojar todas esas palabras iracundas, Henrietta presionó la carta contra su corazón. Ademas, había algo que tenía que hablar con la familia de Louise. Era muy triste.

De cualquier manera, lo primero que tenía que hacer era expresar su gratitud por la seguridad de su amiga, pensó.

"Me alegro que estes bien. Gracias Pionero Brimir por traer de vuelta sanos y salvos a mis amigos."


Despues de demarcharse, Agnes se dirigió al establo a preparar los caballos. Después camino hacia el no muy lejano edificio de los mosqueteros y despues de llamar a la vicecomandante de las tropas, le dio las instrucciones de que hacer durante su ausencia. No llevó mucho tiempo terminar los preparativos y poco después ya montaba un caballo y salia por las puertas del castillo.

Allí esperaba por anies un hombre cuya cara estaba escondida por una gruesa capucha.

Anies notó al hombre y se detuvo delante de el.

"Nos dirigiremos hacia la hacienda de los Valliere; tambien deberias venir"

"¿Acaso no me trajiste para meterme en prisión?"

La capucha del hombre se movió y la honesta cara de Colbert apareció.

"Nunca hubo tal cosa como un escape de prision con tu ayuda"

"¿Qué!?"

"No podemos hacer del conocimiento público que alguien puede escapar de prision con la ayuda de solo dos personas"

Se notaba el desagrado de Agnes en su cara. Colbert asintió.

"¿Pero para qué llevarme a la hacienda de los Valliere?"

"¿Acaso no te apetece encontrarte con tus pupilos?"

La cara de Colbert se ilumino al escuchar estas palabras.

"¡Ahhh!, ¡entonces quiere decir que ellos lo lograron!, ¡que bien, jajaja, me alegro mucho!"

Acto seguido Agnes ordeno a una de sus subordinadas mosqueteras que le prepararan un caballo a Colbert. Despues esperó junto con el escuadron de mosqueteros a que el carruaje de la Reina llegara a las puertas del castillo.


En el castillo de La Valliere, poderosos mimbros de la familia se juntaron y esperaban impacientes. Un espléndido almuerzo fue servido en una gran mesa en el comedor; aunque nadie tocó un solo plato.

El Duke de La Valliere estaba en la cabecera de la mesa, con su ojos gris oscuro brillando.

¡Bam!, su puño golpeó la mesa. Aún cuando fue un ruido estridente, ni un solo empleado movio un músculo. No era inusual para el duke expresar su descontento de esta forma tan abierta.

"Louise..... esa cría; ¿acaso no se da cuenta de lo preocupados que estamos?!"

"Es justo como padre dice. sin el consentimiento de su familia tomo parte en la guerra, cruza la frontera nacional sin permiso y luego ¡se infiltra en Galia!,¡esto se podría convertir en otra guerra!"

Los agudos ojos de Eleanore estaban llameantes detras de sus lentes al momento de coincidir con las palabras de su padre. Ella habia recabado la informacion que se habia filtrado de la academia de Tristania.

Cattleya solo escuchaba en silencio las palabras de su padre y su hermana antes que su cabello rosa como el de Louise se comenzara a alborotarse mientras ella se reía placidamente.

"¿No es fantástico? salvar a un compañero de Galia - que herico. Estoy orgullosa"

Eleanore le lanzo una mirada matona.

"Este no es el momento para estarse riendo; ¿no fuiste tu quien ayudo a esa chica a escaparse la ultima vez? ¿no fuiste tú la que derritió la cadena de oro del puente no hace mucho?"

"Hmmmm..... no recuerdo haber hecho tal cosa"

prosiguió mientras reía suavemente.

"¿En serio? pero esta vez esa niña rompió las leyes del país. ¿Acaso no viene Su Majestad hacia acá por esa razon; para darle un juicio directamente? ¡Esto podría significar hasta la destruccion total de la familia!"

"Estas exagerando"

dijo Cattleya mientras se reía.

"No estoy exagerando. Como esta el asunto el gobierno no estara de humor porque no mandamos tropas a las guerras anteriores y probablemente no sean condescendientes"

Era cierto. La casa del duque de La Valliere no habia mandado nisiquiera un soldado durante la reciente campaña contra Albion. Como resultado, un enorme impuesto por servicio militar les fue impuesto y, aunque la casa del duque obedientemente lo pagó, los nobles que fueron a la guerra criticaron al duque como "desleal"

"Esto no es un golpe de estado contra la familia real ademas; ¿acaso no es Louise amiga de Su Majestad? no creo que el castigo sea muy grave".

"Probablemente ella no recuerda tal cosa pero sobre todo, escuche que Louise vuelve desde la Hcienda de Von Zerbest, no es cierto?. Los Ancestros se revolcarian en su tumba si escucharan tal cosa."

Entonces ambas hermanas hicieron silencio cuando su madre, la Duquesa de L Valliere, abrio su boca.

"Antes que ella reciba jucio alguno de Su Majestad, esta familia tiene sus propios castigos por imponer"

El aire en el comedor se congeló con estas palabras. La cara del duque de La Valliere perdió su color.

"¿Imponer castigo?"

"Justo como lo dije, yo misma me encargaré del castigo."

Los siervos, que habian estado en silencio, comenzaron a temblar.

Eléonore tenía una inusual media sonrisa en sus labios.

"E....Esto no es nada con lo que madre debería preocuparse...... verdad, Cattleya?"

La voz de Cattleya sonó nerviosa por un momento.

"S....Si, yo tambien lo creo."

Ehhjeem - tosió el duque de La Valliere

"Ummm, Karin. Es como dicen las hijas, nada con lo que debas molestarte, no crees Jerome?"

El duque busco una coincidencia con el mayordomo.

"Ahhh!, justo acabo de recordar que tengo algunos asuntos que atender asi que, si me disculpan"

El viejo mayordomo rapidamente se retiro y como si fuese una señal todos los demas sirvientes se retiraron con presteza del comedor.

Simultaneo al sonido de la puerta cerrandose la duquesa se levantó. Su expresion no cambió pero algo fuerte comenzo a salir de su cuerpo commo en camara lenta.

"La imprudencia de mi hija es mi responsabilidad así que yo misma la educaré. No lo ven así?"

El Duque de La Valliere comenzó a jugar con su mostacho con sus dedos temblorosos. Recordaba los viejos tiempos. La juventud, belleza y el severo pasado de su esposa....

"Porsupuesto! una estricta llamada de atención ! Dame un segundo..."

Estas palabras fueron apagadas por un fuerte rugido. polo se junto en la mesa. mirando hacia el frente, uno podía ver una pared completa desvanecerse bajo el indescriptible poder de un hachizo. La duqueza que sostenia la varita movio su cabeza y dijo.

"Con mayor razón no debemos parecer debiles.... almenos eso creo"

"K...Karin, entonces Louise va a....."

La duqueza miro a la cara de su marido.

"Ella es tu hija y tambien mia! debemos ser estrictos! si miras atras en el tiempo te daras cuenta de que equivocamos su crianza por tu capricho egoista!"

Al grito de su esposa el duque instintivamente bajo la cabeza.

"Lo lamento!"

"Nuestra familia es importante, y nuestra hija tambien. No quiero pasar por alto nada y es por eso que el castigo de nuestra hija sera dado por la mano de "el viento pesado". Su Majestad lo verá"


"Hey, Louise. Porque no me dices cual es el problema?"

Saito miraba a Louise preocupado; desde que el carruaje habia entrado en territorio La Valliere, Louise se habia puesto a temblar, era al mismo tiempo intenso e incansable.

Sentados en el asiento opuesto Guiche, Malicorne y Montmorency tambien miraban a Louise misteriosamente.

"Tienes una fiebre? tienes resfriado?" preguntó sorprendida Kirche quien estaba sentada a un lado de Saito mientras ponia su mano en unons sorprendentemente frios dedos.

Tabatha se sentaba al lado de ellos. Su madre fue dejada en la residencia de Kirche en lugar de llevarsela a Tristania. Aunque Kirche le recomendó a Tabatha que se quedara con su madre, Tabatha fue obstinada. Bien, ella podía dejar la casa de Kirche porque iba a ser tomada en cuenta como parte del grupo de viaje. La mente de su madre estaba estable por la enfermedad, pero le comenzó a gustar ver a Tabatha mas seguido y ya no estaba mas asustada por su presencia.

"No estas deacuerdo en que Louise actua muy extraña, Tabatha?"

Ignorando la pregunta Tabatha lanzó una mirada hacia Louise. Inusualmente ella no portaba un libro. Apretó fuertemente el baston que encontró en la habitacion del Baron Misscoeur mientras escapaban del castillo de Al-hambra y la miró de cerca.

Tabatha podia ver los hombros de Louise estremecerse.

"Asustada" dijo

"Cuando invadimos el castillo de Al-hambra no estaba asustada, ¿pero volvemos a casa de sus padres y lo está? que chica tan rara."

Saito recordó a los padres de Louise. Su padre que portaba una dura armadura, el impenetrable Duque de La Valliere...

Su hermana mayor, Eleanore, quien hizo palidecer la personalidad de Louise...

¿Acaso pdía alguien ser culpado de tener miedo de volver a tal lugar?

"Pero bueno, a mi no me parece razon suficiente para dejar de comer. La ultima vez te marchaste sin tener permiso para tomar parte en la guerra"

"Las circunstancias son diferentes"

Dijo Louise con una voz temblorosa.

"¿Circunstancias? "

"Tomar parte en una guerra sin permiso no cuenta como romper las reglas"

Saito le dió unas suaves palmadas ene el hombro a Louise.

"Si no rompiste las reglas, entonces ellos son como la princesa?; estan enojados contigo como lo estaria un gobierno de una prefectura monarquica por romper la ley? Me imagino que tu padre y tu hermana mayor han de estar enojados tambien; pero igual no creo que sea tan malo como para que te decapiten...."

Saito recordo la cara furiosa del padre de Louise y le dieron escalofrios.

"Al contrario. En mi familia, si uno viola las regulaciones, ser odiado es crecano o lo mismo a la muerte"

Louise se abrazó a si misma y comenzó a temblar fuertemente.

"¿Qué?! acaso estas tan asustada?, quién es? es el padre? o la mujer joven?"

"M...M.MM..MM"

"M?"

"Mother"

Saito trató de buscar el pequeño recuerdo que tenía dentro de si de la madre de Louise. Aunque tenía un aura fuerte e implacable a su alrededor ella estaba sentada en silencio. Ciertamente no parecia que fuera una persona capaz de hacer a otros temblar de terror.

"¿Que, te va a dar unas nalgadas?"

Al escuchar esas palabras Louise apretó el estómago como si le doliera.

"Louise! Louise! ¡Que sucede?!"

"Eeeh, Louise, tu madre de tanto miedo?"

Dijo Malicorne con una voz cadavez mas senilica.

"¿Conocen al antiguo comandante del Escuadron de Manticoras?"

"¡¿Cómo podriamos no saber de tal celebridad?! Karin "el viento fuerte" se llamaba? se dice que la mitad de abajo de su cara siempre estaba cubierta por una mascara de hierro.... ella sirvió al reino desde el principio como usuaria del viento. Le llamaron a su magia "viento fuerte", pero "tormenta iracunda" habria sido un nombre mas apropiado para ella".

Despues de Malicorne, Guiche tambien recordo algunas cosas.

"Cuando Eustace se levanto en armas, fue "el viento fuerte" quien le acabo con la mano en la cintura. Papá me lo contó que, cuando era joven, llevo a sus tropas a que tomaran el Puente de Cardin, pero ya había sido tomada por Karin "el viento fuerte", y que se ha dicho que acostumbraba a trabajar sola"

Pronto comenzaron a recitar antiguas historias heróicas una tras otra.

"Cuando las tropas de Germania estaban alborotando la frontera, se dice en el momento que las tropas escuchaban el nombre del "viento fuerte" en el frente de batalla, las tropas enemigas huian"

"Aunque se dice que ella era una persona muy hermosa. Una belleza en un atuendo masculino..."

"En verdad, pero uno no puede evitar preguntarse; existe realmente una mujer disfrazada de hombre tan fuerte?"

La cara de Guiche se puso azul tras las palabras de Montmorency.

"Podria ser que Karin el "viento fuerte" sea....."

Louise dijo con una voz aterrada.

"Mi madre"

Todos se miraron unos a otros y le preguntaron a Louise nerviosamete.

"Mientes?? "

"No. Conocen el lema del Escuadron de Manticoras en ese momento?"

Todos los miembros del grupo negaron con la cabeza; como era de esperarse ninguno sabia aquel lema.

"Reglas de hierro. Lo que mas odiaba mi madre era la falta de disciplina"