Black Bullet:Volumen7 Capítulo 1

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Parte 1

Mientras el borde del cielo se hacía cada vez más azulado en el amanecer, el ambiente se volvía más tenso. Con la lluvia de la noche anterior acumulada en la superficie de la carretera, tanto los árboles como las hierbas y las flores se alimentaban.

Para el joven, Satomi Rentarō, esta escena antes de ir a la escuela estaba especialmente llena de nervios.

Tal vez eran las emociones de la chica con colas gemelas delante de él, mirando hacia atrás, que lo estaban infectando.

Las manos de Aihara Enju estaban agarrando con fuerza las manijas de la mochila escolar roja.

—Ya debería ponerme en marcha.

Rentarō colocó sus manos sobre los hombros de Enju.

—Antes de eso, vamos a confirmar algunas cosas, Enju. Debes absolutamente abstenerte de usar tu poder, sentarte sin participar en las clases de educación física y si por alguna razón eres herida…

—»Date prisa y coloca tu mano sobre la herida y dirígete hacia algún lugar sin gente, para evitar que otras personas la vean regenerarse sin importar que». ¿Cierto? Ya me he cansado de escucharlo.

—Sí... Supongo.

Mientras recordaba que le había dicho eso muchas veces, Rentarō rascó su cabeza. Por otro lado, Enju estaba mostrando una expresión de confianza, diciendo «Esta vez realmente me pondré en marcha», balanceando sus colas gemelas mientras movía una mano verticalmente.

Aunque Rentarō estaba preocupado, sabiendo que Enju se había preparado, no podía retenerla por más tiempo.

No tenía idea de si Enju entendía sus preocupaciones, pero aun así, la observó mientras desaparecía en la niebla de la mañana sin mirar hacia atrás.

—¿Ya se fue?

Rentarō miró hacia atrás a la entrada principal del dōjō donde una belleza vestida con un uniforme escolar negro de estilo marinero salía, además de a la rubia de ojos azules a su lado. Al parecer, acababan de terminar su entrenamiento de la mañana. Kisara Tendō limpiaba el sudor de su cara con una toalla.

—¿Estás preocupado por ella?

—No exactamente...

Rentarō miró de nuevo hacia la carretera donde Enju había desaparecido.

—Pero la verdad, nunca esperé que ella aún tuviera la perseverancia para ir a la escuela.

Kisara sonrió y lo miró de reojo.

—¿Por qué los seres humanos no pueden vivir sus vidas en paz?

Rentarō hizo una expresión amarga.

—Qué, ¿no es lo mismo por tu parte también?

A pesar de todo, en el primer día en que Enju asistía a una nueva escuela, que debía ser una ocasión para celebrar, Rentarō notó que era incapaz de compartir la alegría de Enju de forma honesta.

En última instancia, ¿realmente valía la pena celebrar el hecho de que el polvo había dejado la mochila abandonada en un rincón de su casa?

Enju había sido expulsada de la escuela debido a ser una Niña maldita. Después de eso, el salón de clases al aire libre había recibido un destino incluso aún más trágico.

Temida y maldecida por la gente, Enju tenía pleno derecho a lamentar su propia desgracia y revolcarse en emociones negativas. Sin embargo, ella no lo hizo.

Rentarō no creía que su orientación fuera la que causó esto. Más bien todo fue gracias a la fuerza de espíritu innata de Enju. Si tenía algo de lo qué enorgullecerse, era ese lado suyo.

Viendo que todas las escuelas cercanas se negaban a recibir a Enju, no tuvo más remedio que encontrar esta escuela que estaba lejos.

Esa era la razón por la que Enju tenía que levantarse temprano para irse por su cuenta.

—Tina, ¿qué planeas hacer tu?

Rentarō le preguntó a la chica rubia a su lado. Ella también estaba mirando en la dirección por donde Enju había desaparecido.

—Por favor, déjame pensar más sobre ello, incluyendo el hecho de si realmente tengo que ir a la escuela.

—...

La chica delante de él ya había notado las cosas. Desde la catástrofe de hace diez años, en este mundo que se acercaba lentamente a la destrucción, era cuestionable si seguir los pasos habituales arreglaría el asunto, o terminar la escuela y conseguir un trabajo era realmente lo correcto.

Si había algo claro, era más cercano a ser el vacío que los miembros de la generación perdida como él o Kisara cargaban debido a lo duro que fue su destino.

En ese momento, una leve vibración provino desde algún lugar, por lo que Rentarō detuvo sus movimientos.