Black Bullet:Volumen7 Capítulo 2

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Parte 1

Mientras el Área de Tokio estaba envuelta en una atmosfera de guerra, el clima fallaba completamente en leer la atmosfera y parecía incomparablemente soleado. Los insectos jugaban una sinfonía de sonidos, aturdiendo a Rentarō.

Después de enviar a Enju a la escuela primaria, Rentarō llamó a la preparatoria Magata para avisarles que iba a ausentarse. Luego de limpiar su sudor sin parar, tomó un autobús público, bajándose en el hospital municipal de la universidad de Magata.

Pasó por la recepción solo para mostrar su rostro, antes de dirigirse directamente al laboratorio de Sumire, caminando por unas escaleras tan inclinadas que parecían como si fueran a conducir al infierno.

Antes de ir a reunirse con Litvintsev, había algo que le preocupaba que debía disipar antes sin importar que.

—Sensei, estas…

¿Aquí?... Antes de que pudiera terminar, algo de repente voló directamente a su cara, acompañado de una explosión repentina.

—¡¿Qu…?!

Rentarō frenéticamente cubrió su rostro. Un momento después, sintió algo cubriendo su cabeza.

Abriendo lentamente los ojos, tomó lo que tenía en la cabeza y lo frotó frente a sus ojos. Era una bola de papel aluminio triturado y cintas.

Inmediatamente después, la historia del fantasma que vive en el hospital universitario apareció frente a sus ojos, con gafas de Groucho y un sombrero en forma de cono.

—¡Por Dios! Felicitaciones, joven Satomi.

Tirando de una cuerda junto a ella, causó que una bola suspendida arriba se abriera, bajando una pancarta que decía «Fiesta de condolencias de Satomi

Rentarō por conseguir ser rechazado por Kisara».

Rentarō se sintió mareado y presionó su mano contra su frente.

—... Hey Sensei, ¿realmente planeó una emboscada como esta solo para hacer algo sin sentido?

—«Tomar la iniciativa para hacer cosas desagradables para los demás» es el precepto de la familia Muroto.

La profesora en bata blanca de laboratorio se quitó las gafas de Groucho para revelar una sonrisa maliciosa detrás de ellas.

—¿Cómo diablos sus padres se casaron, sensei?

—Ese sí que es un misterio enorme. Por cierto…

Sentándose en una silla junto a ella, Sumire sonrió con alegría excesiva.

—¿Escuché que fuiste rechazado?

—No fui rechazado.

—En ese caso, explícalo en detalle. Sólo escuché la razón áspera por teléfono. Por favor, déjale tus dificultades de amor a tu consejera de amor, la doctora Muroto.

Viéndola realizar un gesto de «V» con sus manos y guiñar un ojo de forma alegre a pesar de su edad adulta, Rentarō no pudo encontrar palabras para comentar sobre eso.

—¿Has tenido suficiente experiencia en el amor para ofrecer consejos a otros, sensei?

—Nop… Aparte de los cadáveres entregados aquí, no he tenido parejas potenciales. Los hombres con los que salí terminaron todos como cadáveres, por lo que en otras palabras, todos mis compañeros son cuerpos básicamente muertos. Fundamentalmente, odio a todas las personas que viven.

—¿Me odias?

—¡Por supuesto! Tu mocoso de mierda, ¿tomaste el hecho de que me gustabas por sentado? Ptooey.

—Woah, no me escupas.

Entonces, Rentarō reflexiono amargamente en lo que Sumire quería decir con ser rechazado. De hecho, si miraba la situación actual objetivamente, era tal como ella decía.

—... Creo que, probablemente no tiene mucho sentido discutirlo contigo.

Rentarō lanzó esas palabras con un corazón roto. Sumire se encogió de hombros.

—¿Querías discutir algo conmigo?

—...

Impulsado por Sumire, Rentarō se sentó en un taburete, mirando fijamente al suelo.

Si se trataba de Sumire, probablemente podría explicar esta situación con claridad.

Rentarō tocó sus labios ligeramente con un dedo. La sensación fría le recordó el pasado a su mente.

Después de frustrar el Proyecto Cisne Negro, había reanudado su relación incómoda con Kisara y en el proceso, Rentarō había dado un paso para acortar la distancia.

Sin embargo, lo que sucedió después, superó completamente el rango de lo que Rentarō podía predecir.

Kisara de repente se puso pálida y comenzó a temblar, incluso envolviendo sus brazos alrededor de su cuerpo. Empujando a Rentarō lejos, huyó de la escena lo más rápido que pudo.

En un principio, Rentarō se preguntó si su confesión fue correspondida, pero al pensar de nuevo, ese no parecía ser el caso. Aun así, sin importar cuanto pensara sobre eso, siempre quedaba estancado en ese punto.

Hasta ahora, aún no tenía idea de por qué ella reaccionó de esa forma. Aunque trató de preguntarle directamente, ella siempre cambiaba de tema, dejando así los sentimientos de Rentarō suspendidos, sin poder avanzar o retroceder.

—Ese ya es un problema del corazón de la doncella.

Después de escuchar la historia completa, Sumire apoyó su barbilla en una mano, mientras sus ojos reflexionaban profundamente con una seriedad sin precedentes.

—... ¿No vas a burlarte de mí usando tonterías como «En última instancia, debiste haber actuado un poco más sucio y tocar sus tetas primero» o «Debiste haberle tocado el trasero»?

—Podría hacer bromas, pero seguramente te deprimirás hasta la muerte si las escuchas. Mi principio es atormentar a las personas hasta que estén medio muertas. Si fracaso en lograr un equilibrio y animarte a seguir avanzando con Kisara, entonces, no tendría sentido.

A pesar de mezclarlo con un tono burlón, esas palabras no transmitían ninguna intención secreta, haciendo sentir a Rentarō mucho más relajado. En su mente, le dio las gracias a Sumire.

—Tal vez Kisara se siente culpable por el hecho de que se ha vuelto feliz.

Rentarō no pudo evitar levantarse de su asiento.

—¿Por qué?

Sumire movió su flequillo lejos de sus ojos con molestia.

—Cálmate. Entiendes que Kisara mantiene el deseo de vengar a sus padres, ¿no? A pesar de que fue hace mucho tiempo, he leído su historial clínico a través de algunas conexiones. Recuerdo una nota sobre dosis de insulina y datos clínicos sobre los consejos del psiquiatra después de que sus padres fueran asesinados. El archivo mencionaba que Kisara pensaba que si era feliz, sentiría culpa hacia sus padres. En ese momento, ella vería apariciones de sus padres muertos de vez en cuando, de pie frente a sus ojos en forma de fantasmas, exigiendo a su hija sobreviviente vengarlos.

—No hay forma.

Eso era idéntico a Hamlet que veía el fantasma del rey muerto. Tío Osamusan y tía Yomico no le dirían algo así a su hija.

—Después de un tiempo, los registros ya no decían nada como esto más. El médico escribió al final de la historia clínica que la paciente finalmente se había liberado a sí misma de la tragedia, por lo que decidió vivir su vida correctamente, pero me parece muy sospechoso. ¿No persiguió Kisara recientemente a uno de los culpables y se vengó? En ese caso, no sería una sorpresa que ella literalmente se estuviera preocupando por los fantasmas del pasado una vez más.

—...

Incluso si eso fuera verdad, Rentarō no podía alegrarse por eso.

El significado del comportamiento de Kisara, un tema que había quedado atrapado en su garganta durante mucho tiempo, finalmente recibió una explicación lógica a pesar de que era puramente especulativa. Eso no se sentía como una brisa refrescante que soplaba en su corazón.

Rentarō se rascó la cabeza y actualizó su estado de ánimo.

—Sensei, ¿está realmente bien que le filtres la información confidencial de un paciente a alguien como yo?

Sumire se encogió de hombros.

—Es inútil pedirle ética profesional a un médico caído, ¿no?

—Supongo que te debo una otra vez.

—No te preocupes por pagarlo. Después de todo, la deuda combinada que me debes hasta ahora ya es imposible de pagar, incluso si utilizas tu próxima vida. Pero, de nuevo, hablando de eso…

Sumire respiró, levantó los brazos y se estiró.

—Las áreas de Tokio y Sendai están actualmente a punto de entrar en una guerra total. No puedo creer que todavía te estés preocupando por ese pequeño romance. Lo que es alguien completamente inconsciente de las crisis.

—Entonces, ¿cuál es tu punto de vista sobre los acontecimientos recientes, Sensei?

—Sin ningún valor. Es evidente que los humanos eventualmente morirán incluso sin sacrificarse unos a otros.

Sumire sonrió con plena confianza y continuó:

—Los seres humanos mueren todo el tiempo. Un día, la humanidad llegará a darse cuenta de que resistir la muerte es algo completamente sin sentido.

—Sigues siendo la misma de siempre, Sensei.

Sumire extendió sus brazos pretenciosamente.

—Eso es porque soy la que embalsama la muerte. Además, morir es morir. No puedo entender a las personas como tú, que le dan importancia a los sentimientos o a la muerte.

Rentarō se levantó de su asiento.

—Sensei, me gustaría conocer su orientación sobre algunas cosas que ocurrieron recientemente. El «Anillo de Solomon» de un laboratorio ruso y la «Cabeza de Scorpion» de un laboratorio japonés fueron robados.

Un destello de luz apareció en el fondo de los ojos de Sumire.

—Continua.

Después de haberle solicitado autorización a Seitenshi de antemano, Rentarō le dijo a Sumire todo lo que había escuchado ayer.

—Mmhmm, Anillo de Solomon ¿Uh? Y pensar que eligieron ese nombre clásico para lo que es meramente un mecanismo de conversión.

Después de escuchar todo, Sumire se levantó perezosamente.

—«El rey Solomon hablaba también con los animales, aves, reptiles y peces»… Esa es una cita del libro de los Reyes en el Antiguo Testamento de la Biblia. Pero volviendo al tema, esa interpretación de entender el lenguaje de los animales mediante el uso de un Anillo era al parecer una idea errónea que apareció durante una copia o traducción.

—¿Sabes algo acerca de las cosas robadas?

Sumire sacudió la cabeza con impaciencia y añadió un «No».

—Mi investigación estaba dirigida hacia soldados mecanizados para resistir al Gastrea. Nunca intenté entra al camino de domar al Gastrea, ni siquiera una vez. Aunque creo que es una idea bastante interesante, ya que esa cosa no estaba completa, entiendo que debieron haber chocado contra un muro durante su investigación.

—Aun así, no podemos ignorar el hecho de que podrían poder emitir órdenes a libra mediante el uso de la «Cabeza de Scorpion».

—Tus preocupaciones son razonables, pero, por desgracia, no puedo ser de mucha ayuda sobre un dispositivo de traducción de una investigación extranjera. Sin embargo, puedo imaginarme cómo las cosas se van a desarrollar si las áreas de Tokio y Sendai siguen enfrentándose de esta forma.

—¿No es una guerra a gran escala entre las dos áreas?

—No, es aún más grave que eso.

Como si le enseñanza algo a un estudiante estúpido, Sumire desaceleró su ritmo mientras hablaba.

—Una guerra nuclear a escala mundial. En otras palabras, una Tercera Guerra Mundial.

Rentarō se olvidó de respirar durante unos segundos, mirando fijamente a Sumire.

—¿Q–Qué? Sensei, ¿no vistes las noticias?

Después de forzar esas palabras a salir, Rentarō intentó torcer sus labios para reírse de la exclamación de Sumire como si fuera una broma, pero después de ver su expresión fría y rígida, no pudo hacerlo.

—La realidad a menudo se convierte en una pesadilla más allá de tu imaginación. Sólo enciende el televisor y echa un vistazo.

Con una expresión sin alma, Rentarō operó un control remoto que estaba tirado, apuntándole a un televisor con moho en la esquina de la habitación.

Tan viejo que te hacía dudar si la pantalla aún funcionaba, el televisor finalmente proyectó luz lentamente. Al final, muchas flotas de barco atravesando el mar, aparecieron en la pantalla.

Acompañado de cruceros, destructores y buques de suministro, ¿no era el objeto gigantesco en el centro un portaviones de propulsión nuclear?