Zero no Tsukaima ~Versión Española~:Volumen5 Capítulo1
Capítulo Uno: La posada "Hadas Encantadoras"
Parte 1
"Bien, mañana comienzan las vacaciones de verano."
Dijo Louise, mientras miraba hacia su familiar tendido en el suelo.
"Si."
Saito murmuró, observando a su dueña y el pie que tenía puesto sobre él.
"¿Qué tal si nos tomamos una semana de descanso?"
Estaban en el Jardín Vestri. Como siempre, Saito estaba siendo pisoteado por Louise, y él, de nuevo tenía que explicar las razones por las que estaba siendo maltratado.
"Bueno, Siesta dijo que iba a ir de viaje a Tarbes,su pueblo. ¿No estaría bien si me quedara allí un poco y después volviera a tu territorio? A veces no está mal estar solamente con tu familia sin nadie ajeno incordiando, ¿cierto?
Pero, juzgando la expresión de Louise, parecía que la sugerencia había sido rechazada de nuevo.
La puerta principal, llena de estudiantes que volvían a casa, podía ser vista desde el jardín. Los estudiantes, que habían esperado mucho tiempo para volver a sus hogares, serían transportados por carruajes. Volverían a sus ciudades natales, alentados por sus padres de que regresaran a la capital de Tristaina. La Academia de Magia de Tristain comenzaba las largas vacaciones de verano a partir de mañana. Serían dos largos meses y medio.
"S-sabe, Miss Vallière. creo que Saito-san necesita un descanso también."
Una lanzada Siesta decía a Louise, que estaba incordiando a Saito. Debido a su pronta marcha, Siesta no llevaba su uniforme de sirvienta habitual, sino ropas de calle consistentes en una camisa verde oscura y una falda marrón.
Louise la observó. Pero... Siesta no era la misma. Con el espíritu ardiente de una chica enamorada, le devolvió la mirada sin vacilar.
"U-un descanso también es necesario, ¿no es cierto? Vos siempre le hacéis trabajar a vuestro antojo...; eso es terrible."
"El chico está bien; porque él es mi familiar".
Siesta parecía haber detectado algo en esa actitud.
"¿Familiar, eh? ¿Me pregunto si esa será la única razón...?"
Siesta murmuró. Sus ojos se entornaron, como si estuviera preparando una trampa para cazar a un conejo. Las chicas enamoradas realmente son bastante susceptibles cuando encaran a una rival.
"¿Eh? ¿Qué significa eso?"
"¿N-nada?"
Murrmulló Siesta mientras se hacía la tonta.
"Dilo."
"Es que...recientemente, la forma en que vos mirábais a Saito-san resulta un poco... sospechosa. Es lo que pensaba."
Dijo Siesta, que al acabar la frase miraba hacia un lado. Louise la observó intensamente.
Incluso una criada está mofándose de mí. Es culpa de Saito. A pesar de ser un plebeyo, hace toda clase de cosas extrañas. Incluso los plebeyos de la Academia están empezando a crecerse. Louise había escuchado ese tipo de rumores antes. Así que esto es lo que había. La autoridad del reino, la autoridad de los nobles. Bien, eso no importa tanto realmente, pero, ¡¡MI autoridad!!
Louise temblaba mientras hablaba.
Siesta, que había entornado sus ojos debido al brillo resplandeciente de los rayos de sol, suspiró "fuuh", se arregló los pechos, y se retiró en sudor con un pañuelo.
"Realmente... el verano es tan caluroso."
Como una hermosa flor abriendo sus pétalos, raudales de encanto emanaron de tal escena.
Casi a cámara lenta, el canal entre sus dos colinas se abrió ante sus ojos. Louise soltó un "Ha-!" y miró a Saito. Bajo su pie, el familiar estaba desesperadamente intentando echar un vistazo a la camisa entreabierta de Siesta. Louise estuvo a punto de pisotearlo con todas sus fuerzas pero se contuvo.
¡Como si yo fuera a perder! Cierto, soy una noble. Incluso permanenciendo callada, la nobleza emanará desde todos mis poros y más allá de mi vestido.
Louise imitó la escena. Murmuró "Fuuh, qué calor." y se desabrochó los botones de la camisa. También se secó el sudor con un pañuelo. Pero... ahí no había un canal entre dos colinas, sino una lisa planicie...
Saito parecía preferir el terreno con altibajos, porque no apartó su mirada de Siesta.
Viendo el resultado de la batalla, Siesta soltó una risa satisfecha, haciéndo que Louise se enojara.
"¡Q-Qué! ¡Acabo de verte reír!"
"¿Qué? No habría manera de que me riera. Imposible, ¿cierto? Yo, mirar a un noble y reír..."
Dijo Siesta, tranquilizando a Louise con una mirada asustadiza. Aunque entonces volvió la cara y murmuró
".....Con ese cuerpo de niña, ¿una noble?.....Heeh."
"Kaha", Louise exhaló aire ruidosamente.
"¿Qué acabas de decir? ¡Ey!"
"...Quién sabe...nada. De todas formas, hace tanto, tato calor.Ah...qué caluroso..."
Louise tembló de rabia. Saito murmuró,
"Ey, maestra."
"Qué."
"¿Puedo ir a Tarbes??
"Kauha", Louise exhaló de nuevo más ruidosamente, y empezó a golpear a Saito con toda su voluntad, pensando ¿Cuántas veces tienes que pedirlo?
Siesta dijo "¡Cálmese! ¡Miss Vallière! ¡Por favor tranquilícese!" y la agarró de la espalda. Justo cuando el follón habitual iba a formarse...
*flap**flap* una lechuza apareció.
"Nn?"
La lechuza se posó en el hombro de Louise y le dio en la cabeza con sus alas.
"¿Qué le pasa a esta lechuza?"
La lechuza estaba sujetando con el pico una carta. Louise se la cogió. Reconociendo el sello impreso en ella, Louise adoptó una expresión más seria.
"¿Qué es esta lechuza?"
Siesta la miró.
Cuando Louise se puso seria, Saito preguntó,
"¿Qué es?"
Examinando su contenido, Louise analizó severamente el único papel de que constaba. Entonces Louise dijo, "La vuelta a casa se cancela."
"¿Qué quieres decir cancelada? Pero si Siesta me invitó... Estoy muy decepcionado, ¿sabes?"
Dijo Saito, viendo a Louise volver a su cuarto y abrir su equipaje, que previamente había empacado para las vacaciones.
Louise enseñó a Saito la carta que había traído la lechuza.
"No, no puedo leer las letras de aquí."
Louise se sentó en su cama y empezó a hablar.
"Tras el anterior indicente... creo que sabes que su majestad la Princesa está más deprimida, ¿cierto?"
Saito asintió. Fue un suceso trágico. Su amante, muerto... fue resucitado por su enemigo en un intento de secuestrarla. Obviamente debía de estar deprimida.
"Lo siento mucho por ella... pero creo que no debería hundirse en los abismos de la tristeza para siempre."
"¿Qué quieres decir?"
Louise explicó lo que había escrito en la carta.
Albion se había retractado de una invasión militar hasta que sus tropas se recuperasen, así que estaban intentando luchar con métodos más ortodoxos - es lo que los ministros habían previsto, con Mazarin al cargo de todos ellos. Tienen sospechas de que planean atacar Tristain desde dentro incitando a la revolución y la rebelión desde la ciudad. Dado que Henrietta y sus hombres temen estas conspiraciones, y ella estaba reforzando el mantenimiento del orden público...
"Está bien reforzar el orden público, pero ¿qué quiere que hagas tú?"
"Una misión de inteligencia para recopilar informacion, de incógnito. ¿Hay actividades sospechosas en la ciudad? ¿Corren extraños rumores entre los plebeyos?
"¡Uwah, una misión de espionaje!"
"¿Espionaje?"
"En mi mundo, ese tipo de trabajos de recolectar información son llamados así."
"Huunn... De todas formas, es básicamente espionaje, cierto..."
Por alguna razón, Louise parecía insatisfecha.
"¿Qué ocurre?"
"Bien... es que no es esto un poco trivial?"
"No, ¿acaso la información no es importante? Mi abuelo dijo que los japoneses antiguamente perdieron la guerra porque se obcecaron en ignorar la importancia de la información.
"¿Qué?"
"Nada. Realmente no importa..."
En la carta de Henrietta, había anotada la direccion de una posada para alojarse en Tristania, esconder su identidad y hacer algo como vender flores, y recolectar todo tipo de información que se trapichease entre plebeyos. Un documento para costear los gastos de la misión iba incluído.
"Ya veo."
"Por eso estaba deshaciendo mi equipaje. No puedo llevarme tanta ropa."
Louise señaló a su maleta que se había aligerado bastante.
"Así que tengo que trabajar incluso en vacaciones de verano..."
Saito murmuró tristemente.
"Deja de refunfuñar. Vamos, ¡nos marchamos!"
Después de que todo esto sucediera, los dos marcharon a Tristania. Para esconder su status social, no usaron carroza. Los caballos de la Academia eran propiedad de ésta, por lo que tampoco pudieron usar esos. Así que al final, acabaron por ir andando.
Louise y Saito caminaron por la vía bajo en sol abrasador, encaminados hacia Tristania. Tardarían dos días en llegar allí.
Mirando con tirria al sol, Saito murmuró,
"Maldición... y pensar que podría estar en casa de Siesta ahora bebiendo agua bien fría..."
"¡No te quejes! ¡Vamos, camina!"
Louise, que había hecho cargar a su familiar con todo el equipaje, gritó enfadada.
Tras llegar a la ciudad, los dos visitaron la oficina de finanzas para intercambiar el documento por monedas de oro. Seiscientas monedas de oro. Cuatrocientos écus.
Saito recordó el dinero de Henrietta que llevaba en la bolsa de su cinturón. Le quedaban sobre cuatrocientas monedas de oro. Aproximadamente doscientos setenta écuos.
Saito encontró una sastrería y compró ropas de plebeyo para Louise. A ella no le gustaron, pero llevar una capa con un pentagrama la delataría irremediablemente como noble. Sería imposible mezclarse con los plebeyos para recabar información, y no tendría sentido haber venido hasta aquí.
Pero Louise, forzada a llevar ropas de plebeyo, parecía insatisfecha.
"¿Qué pasa?"
"No es suficiente"
"¿El qué?"
"El dinero asignado para esta misión. Con sólo cuatrocientos écuos, nos arruinaremos tras comprar un caballo."
"No necesitamos ningún caballo. Las órdenes son ocultar tu estatus social, ¿cierto? En otras palabras, se supone que debes actuar como un plebeyo. Anda. Tienes piernas."
"Actuaré como un plebeyo, pero no puedo ser totalmente eficaz sin contar con un caballo."
"Un caballo barato irá bien, ¿no? Aceptarás eso."
"¡Esos caballos son inútiles cuando realmente los necesitas! También necesita arneses. Y también... no vamos a ser capaces de alojarnos en una posada. Con este dinero, nos arruinaremos si tenemos que tirarnos dos meses y medio!"
¿En qué tipo de posada podrían pedir seiscientas monedas de oro?
"Una posada barata irá bien, ¿cierto?"
"¡Ni soñarlo! ¡No puedo dormir bien en un hospedaje barato!"
Era de esperar de una muchacha noble. Incluso aun teniendo encomendada la misión de infiltrarse con los plebeyos y recabar información, quería alojarse en una posada de alta clase. Saito se preguntó "¿Qué demonios está pensando?"
"Yo también tengo algo de dinero. Compartiré contigo."
"...Aún no es suficiente. El servicio cuesta dinero."
"¿Entonces qué vamos a hacer?"
"¿No hay una forma de ganar más dinero?"
Y mientras lo decía, discutiendo acerca de ganar más dinero y encontrar un sitio barato, entraron a un bar donde Saito encontró una mesa de apuestas en un rincón del local. Allí, hombres medio ebrios y mujeres de sospechosa apariencia ganaban y perdían fichas.
Sin preocuparse de Louise que enarcaba una ceja mirándole, Saito observó las apuestas.
"¿Qué miras?"
"Bueno, estaba pensando en ganar dinero con esto. ¿Qué tal?"
"¿No es eso apostar? ¡Pues vaya cosa!"
"Ahora, sólo mírame. Lo he hecho miles de veces antes en juegos."
Saito cambió fichas por treinta monedas de oro. Veinte écus los apostó en la ruleta. La circunferencia estaba dividida en treinta y siete partes, cada una con un nombre y un color rojo o negro.
Una bola de metal giraba dentro de la ruleta. Y cerca de ella, mujeres y hombres con los ojos fijos miraban intensamente la bolita moverse.
Era la ruleta.
Saito miró las apuestas iniciales. Primero, probaré mi suerte. Copiando a los jugadores ganadores, Saito puso una ficha de unos diez écus en el rojo.
La bola entró en un hueco rojo.
"Observa. ¡He ganado algo! ¡Soy increíble!"
Saito estaba de algún modo receloso, así que apostó cuidadosamente y ganó unos treinta écus en fichas.
"¿Ves? ¡El dinero que tenemos para la misión ha aumentado! Geez, ¡es muy diferente a lo que hace cierta persona que sólo sabe quejarse!"
Saito dijo mientras giraba su pecho. Los ojos de Louise centellearon.
"Préstame algo."
"Tú no deberías. Es imposible para ti."
"¿Qué estás diciendo? Si el familiar gana, su dueña debe ganar al menos diez veces más si prueba."
Louise inmediatamente apostó lo que Saito había ganado en negro. Pero... no acertó. Lo que Saito había ganado fue perdido en un instante.
"¿Qué estás haciendo? ¡Tras haber ganado algo!"
"¡C-Cállate!"
“Fuu… A pesar de que siempre vas de orgullosa, ni siquiera puedes ganar algo de dinero. Aprende un poco de Siesta. Aprende a cocinar o algo. Entonces podrías ir como cocinera a algún restaurante. Eso es lo que significa trabajar.”
Algo se encendió en Louise al escuchar las palabras “Aprende de Siesta”,
“S-S-Sólo mírame. ¿Quién demonios va a perder?”
“¿Louise?”
Saito inquirió asustado.
Treinta minutos después…
Louise tenía los hombros gachos y miraba con odio la mesa. Las fichas que acababa de apostar momentos antes habían desaparecido quedamente retiradas por la mano del croupier. Los hermosos hombros de la muchacha permanecieron bajos durante un rato, pero entonces alzó la cabeza orgullosa, y apostó todas las fichas en un número. Saito, que había estado observándola desde atrás, la cogió de los hombros.
“Louise…”
“¿Qué?”
Louise respondió en un tono claramente alterado. Saito dijo,
“Dejémoslo ya.”
“A la próxima ganaré. Definitivamente ganaré.”
“¿Cuántas veces has dicho eso?”
El grito de Saito resonó. Los otros jugadores se giraron y pusieron amargas sonrisas.
Era una escena que ocurría a diario.
“Ni siquiera has ganado una sola vez.”
Saito movió el dedo en frente de la nariz de Louise. Era la primera vez que Saito veía un ser humano tan malísimo en los juegos de azar. Louise había perdido ya alrededor de cuatrocientos écus… la mayoría del dinero requerido para la msión. Si ganaran la apuesta de Louise, apenas obtendrian más de treinta écus. Si lo perdían, se habrían arruinado.
“Todo va bien. Voy a usar mi método de victoria segura.”
“Cuéntamelo”
“Hasta ahora, he estado apostando a negro o rojo, ¿cierto?”
“Si. Perder quince veces en negro o rojo… es bastante espectacular.”
“Cállate. ¿Me oyes? En tal caso, si gano, sólo consigo un poco más de lo apostado. ¿Por qué?”
“Eso es normal.”
“Entonces me dí cuenta. Al rojo/negro, sólo se gana el doble. Pero…”
“Pero, ¿qué?”
Saito tembaba. Louise hablaba como si estuviera poseída.
“Si gano por números, consigo treinta y cinco veces mi apuesta. Sería capaz de recuperar lo que perdimos y más. ¡Debería haber hecho esto en primer lugar!”
“¿Es ése tu método de victoria segura?”
Louise asintió gravemente.
Saito cogió suavemente el brazo de Louise y lo retiró.
“¿Qué haces?”
“La probabilidad de que ganes así es de una entre treinta y siete?”
“¿Y qué? Ya he perdido quince veces. No importa cómo lo pienses, ganaré la próxima vez. Sería extraño si no lo hiciese. Y si voy a ganar, ¡será mejor que gane a lo grande!”
Los ojos marrón rojizos de Louise brillaban. Le recordó a Saito los ojos de su tio, que había fracasado en sus inversiones de Bolsa y tuvo que huir a medianoche. Él tenía esos mismos ojos la última vez que Saito le vio.
Ese día, la Bolsa que el pronosticaba que iba a aumentar enormemente, tuvo un crash terrible.
“Cálmate. Cambiemos las fichas por monedas y usémoslas para encontrar un sitio donde alojarnos, ¿okay?”
“No. Si me voy cuando estoy perdiendo, el nombre de La Vallière sería deshonrado.”
“¡Qué importa eso!”
En cuanto dijo tal cosa, fue golpeado en la entrepierna y cayó rodando al suelo.
“Aghhh….. ¿tienes algo contra mi área sensible?”
Tras apartar a su molesto familiar, Louise se volvió a la ruleta.
El croupier estaba apunto de lanzar la bola en la ruleta. Ella aún podía hacer la apuesta.
Louise puso todas sus fichas restantes en el numero que tenía en la cabeza un momento antes.
Entonces miró a la ruleta y la bolita, y sus ojos en aquel momento no podían ser más serios.
Haciendo un ‘’clip-clop’’, la bola del destino entró en un casillero. La expresión de Louise se iluminó durante un momento, pero cambió en incredulidad al momento. El casillero era justo el contiguo al que Louise había apostado.
Mientras se aliviaba sus partes nobles, Saito se levantó y cogió a Louise.
“Vámonos.”
“¿Qué dices?”
“¿Eh?”
“Ha caído en la casilla vecina. La siguiente, será la mía.”
“No tenemos más dinero, ¿verdad?”
“El que tú tienes podría ayudar.”
“¡Idiota!¡Este es mi dinero!”
Sauto cubrió su cinto. No podía permitir que se apostara eso también. Si lo hubieran hecho, obviamente habrían acabado sin un céntimo.
“¿Acaso no lo sabes? Las cosas del familiar son las cosas del amo. Eso es obvio.”
“¡Ni de broma!”
Pero al contrario que con Siesta, no llegó a los oídos de Louise, cuyo cerebro estaba aún ardiendo por su fervor ludópata. Ella intentó golpear a Saito de nuevo en sus partes bajas.
Pero Saito estaba distinto a lo normal. Rápidamente cerró sus piernas y se protegió. Entonces cogió el tobillo de Louise.
“¡Como si te fuera a dejar golpearme de nuevo!”
Louise murmuró en una voz gélida.
“Vasra.”
El artefacto de restricción mágica envolvió el cuerpo de Saito y descargó sobre él una corriente eléctrica.
Convulsionándose violentamente, Saito cayó al suelo.
“…Ya veo, no me preparé para eso.”
Saito dijo débilmente mientras maldecía su curiosidad. “Ah, si no me hubiera interesado por las apuestas, esto nunca hubiera…”
Louise buscó en el cinto de Saito, cogiendo todas las monedas que les quedaban, y rápidamente las cambió por fichas. Saito estaba ligeramente satisfecho. Incluso alguien como Louise que tenía cero talento para apostar, no podría perder todas las fichas antes de que su cuerpo se recuperara de la descarga. Cuando se levantara, cubriría la boca de Louise y se irían sin dejarla decir nada. Eso es lo que Saito decidió hacer.
“Apostar en un sitio no funciona, parece. Volveré al principio.”
“Es cierto… Rojo y Negro. Sólo una pequeña cantidad al rojo y al negro. Al menos eso funcionará…”
“Para mostrar respeto a mi leal familiar, apostaré en ese color de ojos y pelo.”
“¿Negro?”
“Sí.” Asintiendo, Louise puso monedas al negro.
Todas… Doscientos setenta écus en fichas. Todo.
Saito casi tropezó.
“¡¡¡P-A-R-A!!!”
Louise sonrió con complacencia a Saito.
“Tonto. Incluso si recuperamos el doble, el dinero es dinero. Si gano, recuperaremos todo lo que he perdido e incluso más. Aún mejor, en una sola vez. Sólo tengo que apostar una vez.”
“¡P-O-R F-A-V-O-R!!”
“Tendría que haber hecho esto desde el principio.”
El croupier hizo girar la ruleta. La bolita empezó a girar también, llevando consigo el destino de ama y familiar.
Con un sonido seco, la bola giraba y giraba sobre la ruleta. La rotación disminiuyó su velocidad y, como si se debiera a un destino cargado de ironía, apuntó al casillero correcto. Louise tenía una gran cantidad de dinero apostada en el negro, así que los otros jugadores habían apostado al rojo. La única con negro era Louise.
Entró en rojo, salió, en negro, salió… Louise hablaba como si estuviera febril.
“Soy una leyenda. Nunca pierdo, si, en situaciones como esta.”
Y la bola entró en un casillero… y se detuvo.
Louise cerró los ojos sin pensar.
A su alrededor, suspiros de tristeza asomaron.
“…¿Eh?”
Todos excepto Louise habían apostado al rojo. Los suspiros venían de ellos. En otras palabras, debía ser que los que apostaron al rojo perdieron. Lo que significaba…
“¡Realmente soy la maga del ‘Cero’ después de todo!”
Gritando eso, Louise abrió los ojos. Justo después, su boca se abrió.
La bola… no había entrado rojo o negro, sino en el único casillero verde. En el centro del casillero, como si fuera una broma hacia Louise, el número 0 brillaba.
Saito y Louise estaban sentados en un rincón de la plaza de la ciudad.
La campana de la iglesia de San Rhemy daba seis campanadas. Era por la tarde y la luz naranja bañaba la escena.
Estaban cansados y hambrientos pero no tenían a dónde ir.
Louise llevaba el vestido liso que Saito le había comprado antes. En sus pies calzaba rústicos zapatos de madera. Su capa y su varita estaban dentro de la volsa que Saito acarreaba. Sólo por sus ropas, parecía una chica de campo, pero merced a su cara de noble y su pelo rosa, creaba un contraste curioso.
Saito llevaba sus ropas normales, pero debido a que no podía andar por la ciudad con una espada en la mano, había envuelto a Derflinger en trapos y la llevaba a la espalda.
Louise murmuró quedamente mostrando que había entendido el lío gordo en que los había metido.
“¿Qué…qué deberíamos hacer?”
Saito miró a Louise.
“Nunca te dejaré llevar el dinero de nuevo.”
“Uuh…”
Louise se quejó tristemente, abrazándose las rodillas.
“Bueno, ¿qué deberíamos hacer?. Dinero. Si no podemos encontrar una posada donde alojarnos, no seremos capaces de comer. ¿Qué pasa con la misión? Oh, alteza, Majestad, por favor mostrad el camino a este humilde familiar. ¿Por favor?”
Saito dijo con amargura. Incluso su dinero se lo había gastado. La haría pagárselo apropiadamente algún dia, pero ahora mismo el problema más inmediato era encontrar una posada y comida que llevarse a la boca.
“Estoy pensando en ello ahora mismo.”
Louise dijo con una cara deprimida.
“Agachemos obedientemente nuestras cabezas a la princesa y pidámosle más dinero.”
“Eso es imposible. La pincesa me dio esta misión secreta bajo su propia discreción. Los ministros probablemente no iban a dejarnos el dinero. Ella seguramente no puede usar más que lo que dispone para sí misma. Quizás, eso era lo máximo que nos podía dar.”
“Y tú tiraste ese dinero en treinta minutos. ¿En qué estabas pensando?”
“¡Eso es porque no podía conseguir servicios satisfactorios con sólo cuatrocientos!”
“¡Eso es porque siempre pides lujos!”
“¡Son necesarios!”
“¿Si? ¿Entonces ahora qué? Habla con tu casa. Si, ey, Duque”
“Imposible. Es una misión secreta. No se lo puedo decir a mi familia tampoco.”
Mientras se abrazaba las rodillas, Louise apoyó su mejilla en ellas.
Realmente es una señorita ignorante de cómo funciona el mundo… Ni siquiera es capaz de comprar algo adecuadamente. Incluso Saito, que venía de otro mundo, podía apañárselas mejor. Nada saldría de dejarla hacer las cosas.
Pero tampoco Saito podía pensar alguna buena idea. Miró distraídamente la fuente de la plaza, pero…
“¿Nnh?”
Se dio cuenta de que la gente que pasaba miraba con curiosidad a Louise.
Incluso si no quería, el encanto y la nobleza que emanaba Louise atraía la atención. Especialmente si abrazaba sus rodillas y parecía una chica de pueblo. La gente la miraba con una expresión que decía “Probablemente se haya escapado de algún cabaret”.
A Saito se le iluminó la mente.
Louise se sorprendió.
“¿Qué pasa?”
Ignorando las palabras de Louise, Saito se volvió a la gente de la plaza y empezó a hablar.
“Eh… ¡Damas y caballeros!”
La gente que andaba se detuvo, intentando adivinar qué ocurría.
“Eh… Esta chica de aquí es una mujer-lobo que escapó del circo.”
“¿Qué?”
“¿Qué dice este chico?”
“Siendo criada por lobos, ¡ella aúlla y ladra! ¡Es realmente problemático! ¡Pero la cosa más increíble es que puede rascarse su cuello con el pie! ¡Atentos! ¡Ella se va a rascar el cuello con el pie ahora!”
Saito murmuró a Louise quedamente
“Bueno, ráscate el cuello con el pie. Vamos.”
Saito la tentó con su mejilla. Louise estampó la planta del pie en su cara. Saito cayó al suelo.
“¿Qué estás pensando? ¿¡Q-Q-Quieres que actúe como una bestia!?”
Saito se levantó, cogió el brazo de Louise, y gritó.
“No tenemos otra cosa que actuar, ¿cierto? ¿Hay otra forma de ganar dinero? ¡Ahh!”
Agarrando su pelo violentamente, Louise empezó a discutir con Saito. “Realmente es una chica-lobo.”
La audiencia extrañamente parecía satisfecha.
Pero en cuanto se dieron cuenta de que era sólo una disputa, rápidamente se aburrieron y se fueron. No consiguieron nada. Las fuerzas abandonaron a Saito y este cayó en el suelo. Louise estaba también cansada y perdió sus fuerzas también, así que se sentó en su espalda.
“Estoy hambrienta…”
“Yo también.”
A estos dos sentados así, alguien les arrojó una moneda de cobre. Saito saltó y la agarró. Louise se levantó con voz enfurecida.
“¿Quién es? ¡Sal ahora!”
Tras decir eso, un extraño hombre salió de entre la multitud.
“Oh, vaya, vaya… Pensaba que erais vagabundos…”
Extrañamente, hablaba en un tono femenino.
“¿Haaah? ¡Preséntate! Sabes, yo, increíblemente, vengo de una familia del duq…”
Cuando intentó decir eso, Saito saltó y cubrió la boca de Louise.
“¿Familia del Duq…?”
“¡No-No es nada! Su cerebro no funciona muy bien a veces. Eso.”
Atrapada, Louise se revolvió, pero Saito la ignoró y continuí cubriendo su boca. Si resaltaban aún más, no iba a ser una misión secreta.
El hombre miró intensamente a Saito y louise. Él llevaba ropas bastante llamativas. Bueno, las roaps de Guiche también eran llamativas, pero en un modo diferente. Pelo negro untado con aceite, una chillona camisa violeta abierta por el pecho donde el vello le asomaba, bajo su nariz se situaba una amplia barbilla y tenía un recortado bigote. Un fuerte aroma de perfume alcanzó la nariz de Saito.
“¿Entonces, por qué estáis durmiendo en el suelo?”
“Bueno, no tenemos sitio donde comer o dormir…”
“Pero no somos vagabundos.”
Louise dijo abruptamente. El hombre observó intensamente a Louise.
“Ya veo. Bueno, entonces venid a mi local. Mi nombre es Scarron. Regento una posada. Os prepararé una habitación.”
El hombre dijo sonriendo. La forma en que hablaba y vestía era extraña, pero parecía buena persona. La cara de Saito se encendió.
“¿En serio?”
“Sí, pero hay una condición.”
“Haremos lo que sea.”
“Llevo un pub en la primera planta. Esta chica ayudará. Esa es la condición, ¿okay?”
Louise lo miró reticente, pero obedientemente asintió cuando Saito la observó.
“¡Trés biennn!”
Scarron juntó sus manos y las puso en su mejilla, y apretando los labios, sonrió. Actuaba un poco gay. De hecho, no podía ser otra cosa que gay. Hay personas homosexuales en otros mundos, también… Y aquel “trés bien”…
“Entonces está decidido. Seguidme.”
El hombre empezó a caminar, moviendo sus caderas como si siguiera un ritmo. Saito con una extraña expresión tomó la mano de Louise y lo siguieron.
“Creo que no quiero ir. Es raro.”
Saito miró a Louise con una extraña expresión.
“Piensas que estamos en situación de escoger?”
Part 2
-“¡Están listas! ¡Hadas!”
Scarron decía mientras movía sus caderas mientras veía alrededor del establecimiento.
-“¡Si! ¡Sr. Scarron!
Vitorearon las chicas envueltas en llamativos vestidos
-“¡Incorrecto!”
Scarron grito, mientras movía sus caderas de un lado a otro, después de oír el vitoreo de las chicas.
-“Señor no, llámenme Mi Madeimoselle, ¿está bien?”
-“¡Si! ¡Mi Madeimoselle!”
-“Tres Bien.”
Scarron temblaba placenteramente, mientras movía sus caderas. Viendo al hombre de mediana edad que lo había llevado allí, Saito se sintió enfermo.
Pero las chicas en el establecimiento quienes se habían acostumbrado a este hábito, ni siquiera mostraban cambio en sus rostros.
-“Esta bien, empezaremos con noticias entristecedoras de Mi Madeimoselle. Recientemente, las ventas de la Posada Hadas Encantadoras han venido disminuyendo. Un establecimiento llamada ‘café’ a estado sirviendo ‘te’ que ha sido recientemente importado del este y están robándonos a nuestros clientes… sniff…”
-“¡No llore! ¡Mi Madeimoselle!”
-“Están en lo correcto. Si nosotros perdemos ante este ‘te’, las palabras ‘hadas encantadoras’ podrían llorar.”
-“¡Si! ¡Mi Madeimoselle!”
Scarron salto sobre la mesa y pregunto intensamente.
-“¡La promesa de las hadas encantadoras! Un ~~”
-“¡Servir con una sonrisa alegre!”
-“¡La promesa de las hadas encantadoras! Deux ~~”
-“¡Que el interior del establecimiento siempre este limpio y reluciente!”
-“¡La promesa de las hadas encantadoras! Trois ~~” (un, deux, trois=1, 2, 3 en francés) -“¡Recibir muchas propinas!”
-“Tres Bien.”
Scarron sonrió de una manera satisfecha. Entonces movió sus caderas e hizo una pose. Los jugos gástricos subían por su garganta, pero Saito desesperadamente los volvió a tragar.
-“Bueno entonces, les tengo un grandioso anuncio, para ustedes Hadas. Nosotros conseguimos hacer una compañera hoy.”
Las chicas aplaudieron.
-“¡Entonces! ¡Déjenme introducirles a Louise-chan! ¡Ven aquí!”
Rodeada por los aplausos, Louise apareció, con un rostro completamente rojo por la timidez y la ira.
Saito trago su aliento. En el establecimiento habían peinado el pelo rubio-rosa de Louise, haciéndole pequeños rizos al lado de su cabeza. Ella también estaba vistiendo una pequeña camisola muy sugestiva, muy pegada como si fuera un corsé haciendo que las líneas de su cuerpo fueran más pronunciadas. Estaba abierta por la parte de atrás, dejando ver un evidente encanto. Y también con una falda muy corta que dejaba ver sus piernas, en donde ella tenía puesto un pequeño ligero Vistiendo así se parecía mucho a una encantadora hada.
-“Louise-chan estaba a punto de ser vendida al circo, pero justo en ese momento se las arreglo para escapar con su hermano. Ella es una linda niña, pero muy pobre.”
Los suspiros de simpatía llegaron de las chicas. Esa era una mentira que Saito le había contado en el trayecto hacia el establecimiento. En desesperación, el decidió decirle que era el hermano mayor de Louise. Aunque ellos no parecían hermanos no importara como uno los mirara, pero Scarron no se dio cuenta de esta parte. Parecía que a el no le importaba.
-“Bueno entonces, Louise-chan. Saluda a las hadas que se convertirán en tus compañeras.”
A Louise le temblaba todo su cuerpo. Parecía que estuviera enojada. Intensamente. Fuertemente. A una noble orgullosa como Louise le habían dicho que hiciera una reverencia a unos plebeyos vistiendo de esa manera. Saito estaba asustado ella podría enloquecer y lanzar el hechizo ‘explosión’ por todas partes.
Pero… el sentido de la responsabilidad de Louise, le decía que para cumplir la misión debía suprimir su ira.
Pensando en ello, ella comprendió que los rumores tienden a contarse en los bares. Que era perfecto para la recopilación de información. Aparte, ellos estaban quebrados. Diciéndose a sí misma que esto era una misión, Louise reverencio con una sonrisa forzada. -“Y-y-y-yo soy Louise. E-e-e-encantada de conocerlos.”
-“¡Esta bien, aplausos!”
Demandando Scarron. Un gran aplauso hizo eco en todo el establecimiento. Scarron miro el reloj que estaba en la pared. Era hora de que finalmente el establecimiento abriera.
El chasqueo sus dedos. Reaccionando a eso, las muñecas hechas con magia en la esquina del establecimiento empezaron a tocar música chillona. Era el ritmo de una marcha. Scarron hablo con una voz entusiasmada.
-“¡Ahora! ¡Es tiempo de abrir!”
Las puertas cubiertas con plumas se abrieron con un ‘BAM’ los clientes que esperaban se aglomeraron para entrar al establecimiento.
La posada ‘Hadas Encantadoras’ a la que Saito y Louise habían llegado, lucia solo como un bar, pero en realidad era un establecimiento popular donde las chicas lindas en prendas sugestivas, les servían las bebidas a los clientes. Scarron había notado la hermosura y la belleza de Louise y la llevo allí para trabajar como mesera.
Dándole un mandil con el logotipo del la tienda, a Saito le habían dado el trabajo de lavar platos. Mientras el viviera en la posada, tenía que hacer un tipo de trabajo.
El establecimiento estaba a reventar, así que las montañas de platos le eran entregadas a él, por montones.
Parecía que no importaba de donde fueras, incluso en otro mundo, lavar los platos era un trabajo para los nuevos. Saito no quería lavar los platos en el establecimiento de un hombre tan raro, pero lo soporto.
Era por el bien de la misión de Louise. Ella era una pequeña niña deficiente, egoísta, de voluntad fuerte, terca y arrogante que nunca escuchaba lo que Saito le decía, pero eso no evitaba querer ayudarla ya que él se sentía atraído por ella. A pesar de todas sus quejas, parecía que ella se estaba esforzando duramente esta vez para el éxito de la misión y así obtener información. Y también, el triste perfil de Henrietta que él vio en la orilla del lago Ragdorian… él quería hacer algo por la conmovedora princesa. Si él podía ayudar a las personas que quería haciendo lo que él pudiera, él no podría pensar en una manera de regresar a su mundo. Aunque era un conjunto de problemas, la sencillez que tenía le hacía pensar de esta manera.
Saito batallaba con los platos. Pero todo tiene algo llamado ‘limite’. Después de un rato, él ya no podía mover sus manos cansadas. Pero incluso si el empezaba a cansarse, la cantidad de platos que el tenia que lavar no desaparecía, si no que empezaba a aumentar, apilándose junto a él.
Una chica de aspecto llamativo apareció junto a Saito, quien solo estaba mirando sin expresión la montaña de platos mientras estaba parado cansado y sin sentido en frente del fregadero. La linda chica tenía el pelo de color negro, era largo y lacio. Sus cejas dejaban salir un aura llena de vida. Parecía que era de la misma edad de Saito. Saito rápidamente se quebrantó cuando sus ojos cayeron en los pechos de la chica, que aparecían en pronunciado escote de su vestido verde de una solo pieza.
-“¡Hey! ¡Ya no tenemos platos!”
Ella grito, poniendo sus manos sobre su cintura.
- “¡L-lo siento! ¡Los lavare inmediatamente!”
Siendo usado para recibir órdenes de las lindas chicas de alrededor, Saito saltó al fregadero reflexivamente y comenzó a lavar los platos. Viendo la inexperiencia de sus manos para lavar, la chica de pelo negro inclino su cabeza.
-“Déjame ver.”
Diciendo eso, ella tomo el trapo usado para lavar los platos de las manos de Saito y empezó a fregar los platos de una forma experimentada. Con movimientos suaves que no dejaban ningún desperdicio en ellos, los platos gradualmente se empezaron a limpiar. Saito se dio cuenta que había un secreto para lavar los platos.
-“Toma tiempo pulirlos de un lado y después del otro, ¿verdad? Tu puedes poner los dos lados en medio del trapo y tallar fuertemente.”
-“Asombroso.” Dijo Saito.
Viendo que el realmente estaba sorprendido, la chica sonrió.
-“Yo soy Jessica. ¿Tú eres el hermano de la nueva muchacha, verdad? ¿Y tu nombre es?”
-“Saito. Hiraga Saito.”
-“Ese es un nombre raro.”
-“Esta bien siempre me lo dicen. Déjalo así.” Saito empezó a lavar los platos con Jessica. Después de mirar alrededor, ella le susurro a Saito en voz baja.
-“¿Hey, esa cosa sobre ti siendo hermano de Louise fue una mentira, verdad?”
-“No. En verdad ella es mi hermana pequeña y yo soy su hermano mayor.”
Saito dijo con frialdad.
-“Su color de pelo, de ojos, y la forma de su cara son completamente diferentes. No hay nadie que te crea eso.”
Saito se quedo mudo.
-“Aunque eso no importa. Las chicas de aquí están bien con cualquier motivo. No hay ninguna persona aquí, quien quiera entrometerse en su pasado. Relájate.”
-“Y-ya veo…”
Jessica se quedo viendo a los ojos de Saito. Por un momento, el se sobresalto.
-“¿Pero me lo puedes decir en secreto? ¿Solo dime cuál es la relación entre ustedes dos? ¿Te has escapado de algún lugar?”
Al parecer Jessica tendía a ser curiosa. Ella miro apasionadamente a Saito. Pero no había forma de que él le dijera la verdad.
Saito miraba el traje vistoso de Jessica. Ella probablemente era una de las ‘Hadas’ meseras. Su innecesaria e impertinente curiosidad era molesta, así que Saito agitaba sus manos para hacer que se fuera.
-“¿Está bien para ti que estés perdiendo el tiempo aquí? Tú tendrás tú propio trabajo. Ir y llevar vino o cerveza a alguien. El dueño Scarron se podría enojar contigo.”
-“Esta bien para mí.”
-“¿Por qué?”
-“Por que yo soy la hija de Scarron.”
Saito soltó un plato. Haciendo un sonido terrible, el plato se rompió en pedazos.
-“¡Ah! ¡¿Qué quebraste?! ¡Vas a pagarlo de tu salario!”
-“¿Su hija?”
-“Eso es correcto.”
Para tener una hija tan linda, nacida del dueño de un establecimiento que era gay… Saito se preguntaba en qué estaba pensando cuando la estaban haciendo. -“¡Vamos! ¡No solo hables y empieza a mover tus manos! ¡El establecimiento va a estar más ocupado a partir de ahora!”
Saito estaba teniendo dificultades, pero Louise estaba sufriendo mucho más.
-“…A-aquí esta su orden.”
Desesperadamente tratando de sonreír… ella dejo una botella de vino y baso de cerámica en la mesa. En frente de ella, un hombre estaba viendo a Louise mientras sonreía vulgarmente.
-“Pequeña niña, sírveme un poco.”
‘¿Yo sirviéndole alcohol a un plebeyo, a un plebeyo, a un plebeyo? ¿Una noble como yo? ¿Una noble como yo? ¿Una noble como yo?’ pensó Louise.
Esos humillantes pensamientos giraban alrededor de la cabeza de Louise.
-“¿Ah? ¿Cuál es el problema? ¿No te dije que te apures a servirme algo de vino?”
Louise exhalo y trato de calmarse ella misma.
‘Esta es una misión. Esta es una misión. Reunir información mientras nos disfrazamos de plebeyos. Reunir información…’
Susurrando eso como un hechizo, ella de alguna forma se las arreglo para sonreír.
-“B-bueno entonces, yo te serviré algo de vino.”
-“Huun…”
Louise tomo la botella y empezó a servir lentamente el vino en el vaso del hombre.
Pero… debido a que ella estaba temblando por la ira, ella derramo un poco de vino en la camisa del hombre.
-“¡Uwah! ¡Me lo derramaste encima!”
-“P-per…don.”
-“¡Crees que una disculpa puede ayudar!”
Entonces el hombre empezó a mirar a Louise.
-“Tu… ni siquiera tienes pechos, pero eres considerablemente bonita.”
La sensación de sangre dejo el rostro de Louise.
-“Me has empezado a gustar. Tal vez te deje alimentarme boca a boca. ¡Entonces te perdonaría! ¡Ja, ja, ja!” Louise tomo la botella, bebió un poco de vino, y lo escupió sobre la cara del hombre.
-“¡¿Qué estás haciendo, tu malcriada?!”
‘BAM’
Poniendo una pierna en la mesa, Louise miro bajo al hombre que estaba sentado.
Por un momento, el hombre puso una cara de susto por la intensidad de la pequeña niña.
- “C-c-c-corriente. ¿Q-q-q-quien crees que soy yo?”
-“¿Q-que?”
-“P-p-para tu información, soy de la familia de un d-d-d…uqu…”
En el momento que ella iba a decir ‘familia de un duque’, Louise fue empujada hacia atrás.
-“¡yo~~ lo siento~~!”
Fue Scarron. Sentado atrás del hombre, el empezó a limpiar la camisa del hombre con un servilleta que tenía en su mano.
-“Q-que es lo que te pasa, gay bastardo… no te necesito…”
-“¡Esto no se hace! ¡Esta empapado en vino! ¡Hey, Louise-chan! ¡Ve por más vino! ¡Mientras ella lo trae, Mi Madeimoselle te hará compañía!”
Decía Scarron mientras se inclinaba al hombre. El hombre parecía como si quisiera llorar, pero Scarron lo abrazo con su fuerza sobrehumana y el no se pudo mover.
-“¡S-si!” dijo Louise, finalmente como un chasquido regresando a la realidad, y corrió hacia la cocina.
-“Eh, ¡Bien entonces, gracias por el arduo trabajo!”
Cuando el establecimiento cerro, el cielo empezaba a aclarar. Saito y Louise se encontraban allí temblorosos. Ellos se encontraban muy cansados, ellos se sentían como si se fueran a morir. Ellos se encontraban completamente exhaustos haciendo un trabajo el cual no estaban acostumbrados a hacer.
-“Todos ustedes han hecho un gran trabajo, así que parece. Que estaremos en números verdes este mes.”
Scarron empezó a entregar los sobres de pago a las chicas que trabajaban de meseras y a las personas de la cocina, quienes estaban dando gritos de alegría.
Parecía que ese día, era el día de pago.
-“Vengan aquí, Louise-chan, Saito-kun.”
Pensando ‘¿vamos a obtener algo también?’, los rostros de Saito y Louise se iluminaron por un momento, pero… la única cosa en el, era un pedazo de papel.
-“¿Qué es esto?”
Saito pregunto. La sonrisa del rostro de Scarron desapareció.
-“Una cuenta. Saito-kun, ¿Cuántos platos rompiste? Louise-chan ¿Cuántos clientes hiciste enojar?”
Louise y Saito se miraron el uno al otro y suspiraron.
-“Esta bien. Todos comenten errores en el principio. Solo traten de dar lo mejor de ahora en adelante y paguen la cuenta.”
Y… los suspiros no pararon después de todo.
La habitación que le habían dado a Louise y a Saito se encontraba siguiendo un corredor alineada con la puerta de la habitación de huéspedes… y usando una escalera para subir y llegar al ático.
No importaba como lo mirara uno, no era un cuarto que estaba hecho para que la gente vivieran en el. Estando polvoriento y oscuro, parecía que había sido usado como almacén. Vitrinas y sillas rotas, cajas de madera llenas de botellas de vino, y barriles… todo tipo de objetos estaban apilados. Una dura cama de madera había sido puesta allí. Cuando Louise se sentó, sus piernas cedieron lo que causo que se dejara caer en la cama, notando lo dura que estaba.
-“¡¿Qué es esto?!”
-“¿Una cama?”
Mientras limpiaba quitando un nido de arañas, Saito abrió la pequeña ventana. Haciendo que los murciélagos que parecían vivir en el ático, colgados de una viga, volaran chillando.
-“¡¿Qué fue eso?!”
-“Probablemente nuestros compañeros de cuarto.”
Dijo Saito con una voz calmada.
-“¡¿Tu quieres que una noble como yo duerma en un lugar como este?!”
Louise grito enojada.
Saito silenciosamente agarro la manta que se encontraba sobre la cama y la sacudió para quitarle el polvo. Entonces se acostó en la cama de madera y puso la manta sobre él. -“Vamos, ven a dormir. Scarron-san ya nos dijo. Que despertáramos a medio día y preparáramos el establecimiento. Vamos a limpiarlo.”
- “¡¿Por qué estas tan bien con esto?!”
-“No es muy diferente de la forma en que alguien usualmente me trata.”
Diciendo eso. Saito, probablemente por el cansancio, rápidamente se quedo dormido.
Louise se quejo haciendo -“uu” y -“mu”, pero lo dejo después de un tiempo y se acurruco junto a Saito. Moviéndose alrededor, ella puso su cabeza en el brazo de Saito.
Era definitivamente un horrible lugar… pero había una cosa que la hacía feliz.
La sirvienta no estaba allí.
-“¡Dios, no sé, que le ve mi familiar de bueno a esto! Realmente no me gusta este lugar pero… la sirvienta que le gusta a Saito no está aquí. Eso honestamente es maravilloso.”
Louise murmuraba con tono un poco alegre, moviendo su mejilla junto a Saito y cerrando sus ojos. Sonrojada ella le susurro.
-“Espero que me trates bien en estas vacaciones de verano.”
‘Y también… escuchar los rumores en la ciudad y darle un reporte detallado a la princesa.’
Pensando eso, entendió que iba a estar muy ocupada, así que Louise se durmió.
Pero.
La pequeña felicidad de Louise se quebró rápidamente. La causa fue la noche del siguiente día. La posada Hadas encantadoras estaba llena de gente ese día también. Louise servía con cansancio comida o bebidas a los clientes como el día anterior.
Los hombres tenían dos tipos de reacciones cuando ellos veían a Louise.
Los primeros eran las personas que veían que Louise tenía varias partes de su cuerpo pequeñas, y decían enojados.
-“¿Este establecimiento está usando niñas?”
A esos clientes, Louise les servía mucho vino. Enojada les hacia tomar la botella completa de un solo trago.
Por el otro lado, había clientes que presentaban un interés especial. Solo la apariencia exterior de Louise era hermosa, así al contrario de las otras, para las personas con esta línea de pensamiento, era una cosa maravillosa. Estos clientes subestimaban a Louise debido a que ella parecía obediente cuando ella estaba quieta y ellos extendían sus manos sobre su pequeño trasero o piernas. Para estas gentes, Louise decidía serviles la palma de su mano. Ella les servía, en ambas mejillas, y a veces, incluso en su nariz.
Louise era incapaz de actuar con cortesía, así que, al final no recibía ninguna propina.
Scarron le dijo.
-“Espera aquí y observa como lo hacen, las otras chicas.”
Y la hizo esperar en una esquina.
Si, las otras chicas eran hábiles. Ellas sonreían brillantemente y nunca se enojaban no importando lo que les dijeran o hicieran. Ellas conversaban gentilmente y complacían a los hombres… y cuando los hombres trataban de tocarlas, ellas gentilmente tomaban sus manos para prevenir que las tocaran. Haciendo esto los hombres trataban de ganar el favor de las chicas derrochando el dinero con ellas y al final dejándoles una buena propina.
‘No hay manera de que yo pueda hacer eso.’ Louise pensó mientras fruncía el ceño.
‘La familia en la que yo nací en este mundo es la familia Valliere, quienes son nobles y magos. Y, lo que es más importante, ¡es la familia de un duque! ¡Si yo regreso a mi casa, yo soy una princesa! Incluso si me dijeran que el mundo se va a acabar mañana, yo no podría actuar tan cortésmente enfrente de ellos. Y, lo que es más importante, en este vergonzoso vestido…’ pensó Louise.
-“¿Vestido?”
Louise se dio cuenta en ese momento. Que ella vestía la misma camisola del día anterior. Incluso ella pensó que interiormente, no era bonita, pero ella estaba bastante segura de su exterior. En ese momento vio detenidamente alrededor y encontró un espejo en la tienda. Entonces empezó a hacer numerosas poses enfrente del espejo. Al mismo tiempo ella intentaba poner la punta del dedo índice dentro de su boca.
‘Si. Aunque estas ropas son vergonzosas, aun soy bonita. Una noble incluso si me desarreglo. Ninguna de las chicas de aquí pude competir con la nobleza que emana de mí. Eso es verdad.’ Pensó Louise
‘Tal vez Saito está encantado con mi apariencia’ Pensó Louise y se puso feliz.
‘¿Que idiota? El se está tardando, en darse cuenta de mi encanto y cuando lo haga. Sin duda el dirá algo como ‘aah, Louise es tan hermosa, maravillosa, ah, aunque una chica tan hermosa, estaba junto a mi… yo no me daba cuenta… sin embargo, yo estaba tan absorto con una sirvienta… dándole a vestir un traje de marinera y hacerle dar vueltas… yo me arrepiento… este estúpido perro se arrepiente’. Hmph ¿Eres un idiota? Seguramente te tomo bastante tiempo en darte cuenta de los encantos de tu ama. Pero eres solo un familiar, así que no mires a tu ama de esa forma tan grosera. ¡Ve y pule mis zapatos o algo! ¿Qué? Tú no puedes. Tú no puedes tocar a tu ama. Un perro como tú, ¿Qué estas acariciando? Pero si me prometes, servirme por el resto de tu vida, voy a dejar que lo hagas por un corto tiempo. Pero a cambio, ponte de rodillas en el piso. Ponte de rodillas en el piso y discúlpate por todas las veces que me desairaste. ¿Entiendes?’
Imaginando eso, Louise cubrió su boca para contener su risa. Entonces miro a los lados… y dio un vistazo discretamente a la cocina, pensando que él estaba deslumbrado por ella en ese momento.
‘¡Allí esta! ¡Ese estúpido perro esta lavado los platos con esa estúpida mirada!’ pensó Louise.
-“¿Eh?”
De hecho, Saito estaba intentando observar el área donde Louise estaba con su mente ausente mientras lavaba los platos. Pero… él no estaba viendo a Louise. Louise siguió su mirada. Y lo que encontró allí fue a una chica de pelo negro, largo, que se estaba contoneando de la risa con un cliente. Era Jessica.
El pelo rubio-rosa de Louise se empezó a elevar y a mover ondulantemente.
-“De nuevo, tu y esa. Esa tipa de pelo negro.”
Observando a Jessica aun más, vio que estaba vistiendo un traje de una sola pieza muy apretado y tenía un escote que mostraba sus grandes pechos. Entonces siguió la mirada de Saito mas detenidamente y se dio cuenta de que él estaba apuntado su vista al los pecho de la chica que sobresalían del escote del vestido de una pieza.
‘Sus pechos. ¿Realmente, amas tanto los pechos grandes? ¿Por qué a mi perro, le gustan los pechos como esos?’ pensó Louise.
- “Hou.” Saito dejo salir un triste suspiro. Luego con un rostro embelesado, el dibujo círculos con sus dos manos como si midiera la circunferencia de los pechos de Jessica. Algo se quebró en la mente de Louise, así que en ese momento, ella decido arrojar un vaso que estaba cerca, con toda su fuerza.
Directamente golpeándolo cerca de su sien, Saito cayó en frente del fregadero.
-“¡¿Qué estás haciendo?!”
Le pregunto el dueño del vaso que fue arrogado, poniéndose de pie trato de agarrar el hombro de Louise. Entonces Louise se subió a una mesa y trato de servirle al hombre un golpe en la cara, con la suela de sus zapatos. Era su servicio especial doble.
Pero antes de servirlo, Scarron grito -“Louise-chan”. Entonces Louise miro hacia atrás y vio que Scarron se aproximaba hacia donde ella se encontraba. Al mirar esto, Louise cerró con firmeza su puño, mientras todo su cuerpo temblaba por la ira que tenía que contener.
‘Ese familiar… solo espera ¡Te voy a dar un servicio adecuado!’ pensó Louise.
Cuando Saito despertó… lo primero que vio fueron los grandes pechos de Jessica. Pensando. ‘¡Que es esto!’, se quedo con la boca abierta.
-“Wah, ¿finalmente recuperaste la conciencia?”
Mirando alrededor, el se dio cuenta de que estaba acostado en la cama.
-“¿Dónde estoy?”
-“En mi cuarto”
Jessica dijo sonriendo mientras estaba sentada en una silla junto a la cama.
-“¿Por qué?”
-“Tu, te desmayaste cuando un objeto golpeo tu cabeza.”
-“Ya veo… ¿Qué fue lo que me golpeo…?”
Pero parecía que Jessica no estaba interesada en lo que decía Saito.
-“Hey, hey, ya lo tengo.”
-“¿Qué?”
-“Louise. ¿Ella es una noble, verdad?”
Saito empezó a toser violentamente.
-“Tu no tienes que hacerte el tonto. Mi papa me encomendó la dirección de las chicas de la tienda. Mi habilidad para discernir entre las chicas es bastante buena. Dios, esa Louise ni siquiera sabe como cargar los platos. No solo eso, su orgullo es extrañamente alto. Y ese comportamiento… probablemente una noble.”
Saito agarro su cabeza pensando.
‘¿Incluso cuando vestía sencillamente… eso era completamente obvio? ¿No es así? ¿Qué ‘esconder su condición social’ ni que nada? No lo estaba ocultando en absoluto’
-“¡Ha! ¿Ella una noble? ¡De ninguna manera! Ella es tan violenta, ruda y no tiene gracia alguna…“
-“Esta bien. No le voy a decir a nadie. Ustedes tienen algún tipo de circunstancia, ¿Verdad?”
Viendo a Saito permanecer en silencio, Jessica sonrió. Jessica realmente tendía a ser una masa de curiosidad… ella quería preguntarle, el propósito de por qué, ella lo había llevado todo el camino hasta allí.
-“Es mejor si tu no metes tu cabeza en esto.” Le dijo Saito en voz baja. El quería espantarla y hacer que no le preguntara nada más.
Pero eso no dio resultado en Jessica.
-“¡Eh! ¿Qué fue eso? ¿Están involucrados en algo malo? ¿Eso es más interesante?”
Inclinando su cuerpo aun mas, ella llevo su rostro… y sus pechos aun más cerca de Saito.
‘Por que su escote esta tan enfatizado, la razón de que su ropa sea más atrevida que la de Siesta es porque ella es una chica de ciudad.’
Pensó Saito, mientras su rostro se empezaba a sonrojar, por lo que Jessica puso una sonrisa reveladora.
-“Hey.”
-“¿Qué sucede?”
- “¿Tu nunca has salido con una muchacha antes o sí?”
-“¿Q-que? Eso, tú no puedes subestimarme o…”
‘Eso era muy acertado. Ella es muy perspicaz para esas cosas…’ pensó Saito mientras que el sudor frió le comenzaba a fluir.
-“Yo lo entiendo. Después de todo soy una chica de ciudad muy perspicaz. Es realmente fácil imaginarse lo que pasa por las mentes de la gente de pueblo.”
Siendo llamado una persona de pueblo, Saito se trastorno un poco.
‘Tu sabes, a pesar de que creas que Tristainia es grande, en Tokio, no sólo hay algunas insignificantes estructuras. Tu llorarías si vieras la torre de Tokio.’ Pensando esto Saito contesto.
-“¿Quién es una persona de pueblo? No quiero que la hija de un gay me diga así.”
-“Que quieres decir. Incluso si él es así, el es un papa tierno. Cuando mi mama murió, el dijo ‘bueno entonces, tu papa también ocupara el papel de tu madre…”
-“¿Eso está ‘tres bien’?”
Jessica asintió.
-“Bueno, podemos poner el tema de mi papa a un lado. Hey, ¿Qué estas planeando hacer con la chica noble? ¿Tu no eres un noble, verdad? ¿Eres su sirviente?”
-“Yo no soy su sirviente”
Debido a que Saito lo dijo bruscamente, Jessica rió satisfecha y tomo las manos de Saito.
-“¿Q-que?”
-“¿Quieres que te enseñe algo a cerca de las mujeres?”
-“¿Qué?”
Saito se puso rígido en un instante, viendo a Jessica se puso inquieto. Jessica que sabía muy bien cómo usar sus encantos, noto el cambio instantáneo en Saito.
-“Pero, a cambio ¿dime la verdad? Acerca de lo que ustedes dos están planeando…”
Jessica tomo la mano de Saito y la acerco a su escote. Saito estaba estupefacto.
‘Cooperando con una chica del bar. ¿No es una excelente manera de conseguir información? Toda clase de personas visitan los bares. Los rumores mayormente se comparten en un lugar como este. Las personas que están planeando algo, pueden dejar su guardia baja con las chicas y decirles sus secretos. Por eso hacer a Jessica una aliada en un lugar como este, probablemente sería beneficioso de ahora en adelante.’
Pensando de esa manera, en el momento cuando sus dedos sentían la calidez de la piel de Jessica…
La puerta del cuarto de Jessica se abrió bruscamente.
Saito dio un pequeño salto. Louise, temblando toda por la ira mientras vestía su camisola blanca, estaba parada en la puerta.
-“¿Qué están haciendo?”
Saito miro su mano y la quito en un momento por el pánico.
-“R-reuniendo información.”
-“¿A quién le estas pidiendo y de que lugares, te estás informando?”
Mientras el entraba en pánico, Louise camino con un paso ligero dentro de la habitación y cuando llego a donde estaba, lo piso en su entrepierna. Saito se retorcía del dolor. Cuando se iba a caer de la cama, alguien lo agarro de la rodilla.
Jessica llamo y detuvo a Louise
-“Espera un momento.”
-“¿Qué?”
-“¿Por qué no estás sirviéndole a los clientes? ¿No estabas en medio del trabajo?”
Siendo cuestionada de tal forma por una simple chica de ciudad, Louise se empezó a agitar, pero eso no servía en ese momento, ya que podía revelar su misión.
-“¡Solo cállate! ¡Después de disciplinar a mi… estúpido hermano, yo regresare al trabajo!”
Saito se había convertido en hermano de Louise en ese lugar.
-“¿De verdad tienes mucho tiempo libre? Incluso cuando tú no has podido recibir una simple propina adecuadamente…”
-“Eso no tiene nada que ver.”
-“Si lo tiene y mucho. Y eso es porque yo soy la encargada de dirigir a las chicas. Chicas como tu son un problema. Tu enfadas regularmente a los clientes, no recibes ordenes, tiras vasos donde quiera, y provocas peleas.”
-“Bueno, supongo que no tienes remedio. Mocosas como tú no pueden trabajar en un bar, como camareras.” Dijo Jessica aburrida.
-“No soy una mocosa. Tengo dieciséis años.”
-“¿Eh? ¿Eres de la misma edad que yo?”
Jessica miraba genuinamente sorprendida a Louise.
Entonces miro el pecho de Louise y los suyos. Entonces ella cubrió su boca antes de poder reírse.
-“Buena suerte entonces. Aun que no voy a esperar nada. Pero si tú te equivocas o haces un lió, estas despedida, ¿Entiendes?”
Louise se trastorno con el comportamiento de Jessica.
-“Q-que… estúpida mujer y sus pechos grandes… llamando a las personas mocosas, o niñas, o inútiles…”
Saito, todavía en el piso, reclamo.
-“No, nadie ha dicho inútil…”
Louise pisoteo el rostro de Saito. Saito gimió y se quedo tranquilo.
-“Yo voy a conseguir tantas propinas como para construir un castillo.”
-“¿Eh, realmente? ¡Estoy tan feliz!”
-“Por que si yo hago mi mejor esfuerzo, soy sorprendente. Esos hombres, todos me miraran a mí.”
-“¿Si tu lo dices, huh?”
-“En verdad ¿Quién perdería contra alguien como tú?”
Dijo Louise mientras empezaba a odiar los pechos de Jessica. Y pensando.
‘Mi estúpido perro miro esos pechos. Mi estúpido perro acerco su mano allí.’
-“Que momento más perfecto. Va a ver un competencia de propinas la siguiente semana.”
-“¿Competencia de propinas?”
-“Es correcto. Es una competencia donde las chicas del establecimiento compiten para ver quien recibe más propinas. También hay un premio preparado para la ganadora.”
-“¿No suena interesante?”
-“Has lo mejor que puedas. Si tú me vences en la competencia de propinas, yo no voy a llamarte mocosa de nuevo.”
Part 3
-“¡Hadas! ¡Finalmente, la semana que esperaban a llegado!”
-“¡Si, Mi Madeimoselle!”
-“¡Vamos a empezar la competencia con entusiasmó!”
Aplausos y ovaciones se escucharon por todo el establecimiento.
-“Ahora bien, como todas ustedes saben… la creación de la posada ‘Hadas Encantadoras’ data de hace más de cuatrocientos años, durante el régimen de Su Majestad, Henry III, también llamado el rey atractivo de Tristain. Su Majestad Henry III, conocido por ser hombre guapo incomparable, que se decía era la encarnación de una hada.”
Scarron comenzó a hablar en de una manera cautivadora.
- “Un día, ese rey visito la ciudad en secreto. Y entonces, sorprendentemente, puso sus pies en este bar. En ese tiempo, el nombre del establecimiento era Posada ‘cama de las anguilas’, que no tiene ningún atractivo ni nada. Allí, el rey ¡Como les dijo! Se enamoro de una mesera que conoció allí.”
Entonces Scarron sacudió su cabeza con tristeza.
-“Pero… un rey no puede enamorarse de una chica que trabaja en un bar… al final, el rey se dio por vencido con este amor. Entonces… el rey preparo un bustier y se lo mando a la chica como un recuerdo de su amor. Mis antepasados quedaron muy impresionados por ese amor y cambiaron el nombre del establecimiento, basándose en el bustier. Que historia más hermosa…” (bustier: el vestido negro que se ve en el anime)
-“Que historia más hermosa ¡Mi Madeimoselle!”
- “¡Este es el ‘Bustier de las Hadas Encantadoras’!”
Enfáticamente, Scarron se despojado de su indumentaria y su pantalón. En ese momento, Saito, quien estaba viendo a la distancia, dio un -“Ouue” y vomito. Eso era por que Scarron estaba vistiendo un corto y sexy, bustier negro que se ajustaba perfectamente a su cuerpo.
- “¡Este es el ‘Bustier de las Hadas Encantadoras’ que el rey le mando a la chica que amaba hace cuatrocientos años es una reliquia de mi familia! Este bustier tiene una magia que le permite cambiar de talla dependiendo de la persona que lo esté vistiendo, así como la magia ‘atracción’ esta puesta sobre el.”
-“¡Eso es maravilloso! ¡Mi Madeimoselle!”
-“¡Nnnn~! ¡Tres bien!”
Scarron poso con una voz eufórica.
En ese momento… sorprendentemente, el sentimiento de ‘No está mal’ rozo el interior de Saito. De buena voluntad hacia Scarron… ese tipo de sentimiento. Aunque su apariencia fuera desagradable, Saito comenzó a sentir ¿No está bien seguir tu propio camino?
Entonces Saito se dio cuenta. Que eso era por la magia de ‘atracción’. Pero la apariencia de Scarron en el, era un poco desagradable, el único efecto que podía conseguir era el de ‘a el no le queda ni bien ni mal’.
‘Ya veo. Debido a que Scarron lo está vistiendo, solo pensé a ese nivel. Si una chica normal lo vistiera… puede ser que la vea como a una belleza sin igual. La magia realmente asusta.’ Pensó Saito asintiendo.
Aun posando, Scarron continuo su discurso.
-“¡El hada que gane la competencia de propinas que empieza esta semana ganara el derecho de vestir este ‘bustier de las hadas encantadoras’ por un día! ¡Dios! ¡Me pregunto cuantas propinas podrá obtener el día que lo lleve puesto! ¡Me emociono solo de pensarlo! ¡Es por eso que todas tiene que dar su mayor esfuerzo!”
-“¡Si! ¡Mi Madeimoselle!”
-“¡Muy bien! ¡Bueno, entonces todas! ¡Levanten su copas!”
Todas las chicas levantaron su copa al mismo tiempo.
-“Por el éxito de la competencia de las propinas y los negocios, prosperidad y…” Entonces, Scarron dejo de hablar y se paro recto con una apariencia seria después de que limpio su garganta. Y entonces, no en su forma femenina de hablar habitual, sino con la voz de un hombre de mediana edad, dijo, alzando su copa.
-“una oración por la salud de su Majestad la Reina. Salud.”
Entonces con esto la competencia de las propinas empezó, pero…
Debido a que ella pensó que a ese ritmo, ella no lograría ninguna propina, Louise decidido dejar de hablar. Louise pensó que ella enojaba a los clientes siempre que ella abría la boca. Por eso decidió estar lo más callada que pudiera. Decidiendo eso, ella estaba sirviendo vino para un cliente cuando él le hablo.
‘Funciono. Es una oportunidad para recibir una propina.’ Pensó Louise.
-“Hey, tu, solo por un momento. Muéstrame tu mano.”
Louise le mostró su mano.
-“Yo practico la adivinación, así que voy a adivinarte.”
El cliente miro la palma de Louise y dijo.
-“Acordando con lo que veo en tu palma, tu… naciste en una familia que tiene un molino de harina. ¿Estoy en lo correcto?”
‘¿Cómo te atreves a comparar una noble como yo, con la familia de un molino de harina?’ pensó Louise.
El hombre siguió adivinando.
-“¡OH! ¿A ti te gusta alguien que está junto a ti? ¿Tienes a un chico que te gusta?”
Ella pensó en el rostro de su familiar. Ella no podría perdonarse pensar eso.
‘No tengo ninguno’ pensando eso. Louise agito su cabeza.
-“¿No? ¡¿Tú si tienes, o no?! ¡Entonces voy a adivinar tu compatibilidad con el…! ¡Wa! ¡Estoy sorprendido!”
El hombre trágicamente agito su cabeza.
-“La peor.”
‘Yo sé eso, incluso si no me lo digiera. Yo lo sé muy bien. Además yo no le guste en primer lugar.’ Pensó Louise
Ofendida, Louise le dio las gracias por la adivinación con su pie. Para Louise, la persona del sexo opuesto más cercana a ella era Saito. Así que no sabía tratar a las personas por lo que su costumbre de tratar a Saito accidentalmente salió. -“¡¿Q-que es lo que te pasa?! ¡Mocosa!”
No soy una mocosa. Tengo dieciséis años. Ella quería responder, pero con firmeza se mantuvo quieta.
‘Yo decidí quedarme quieta hace solo un momento’ pensó Louise.
-“¡Di algo! ¡Niña presuntuosa!”
‘Que es lo que intentas decir. Solo crezco lento.’ pensó Louise.
Pensaba la manera apropiada de decirle su edad al cliente. De repente Louise pateo el rostro del hombre dieciséis veces.
Esta fue la manera en que actuó, todo el tiempo, así que Louise no consiguió ninguna propina en todo el día.
Louise se estremeció por el resultado de permanecer en silencio, el número de veces que la suela de su zapato voló al rostro de los clientes se incremento en lugar de su abusivo lenguaje. Parecía que los sentimientos que no podía expresar con su boca, eran dichos por la suela de su zapato. A la mañana siguiente Louise consulto con Saito que hacer. Saito le propuso que para prevenir que la suela de su zapato volara, ella no debería de llevar ropa interior cuando estuviera trabajando, para así evitar que alzara su pierna, al terminar de decir eso, Louise lo golpeo.
En el segundo día.
Louise se estaba preocupando de no dejar que su pie volara.
Así que decidió permanecer sonriendo no importando lo que pasara, o lo que alguien le digiera, por lo que puso alambre en su boca y fijo su rostro en una sonrisa. La siempre preparada Louise nunca dejo de sonreír. Pero… ella no recibía ninguna propina. Ella retuvo sus pies en el suelo para evitar que salieran volando, y fijo su sonrisa. Pero incluso así no recibía nada.
Increíblemente, el problema venia de su rostro.
Un cliente tuvo interés en Louise. Parecía que a él le gustaba su rostro.
-“OH, ¿Tu eres… un poco hermosa, no es así? Sírveme un poco de vino.”
El hombre estaba satisfecho con el rostro de Louise, pero pronto se dio cuenta de una indiscutible falla. Su pecho.
‘Que es esto. Completamente plano.’ Pensó, así que involuntariamente, las palabras de burla empezaron a salir.
-“¿Qué pasa contigo? ¿No me digas que eres un chico? Bueno, tu rostro no está bien ni está mal, aunque… Escucha, déjame decirte un truco. Al menos pon algunas ropas o cosas allí. ¡Si tú haces eso, tú te convertirás en la número uno de aquí! Ahora sírveme algo de vino”
Por las palabras del hombre, los músculos del rostro de Louise empezaron a tirar, pero su sonrisa estaba fijada con seguridad por el alambre. A ese paso parecía que todo iba a salir bien gracias al alambre.
Pero no fue así.
Louise sirvió el vino sobre la cabeza del hombre.
-“¡¿Qué estás haciendo?!”
El hombre se puso de pie. Louise, sintiendo peligro para su cuerpo, quebró la botella de vino en la cabeza del cliente.
El hombre cayó al piso así que ella no tuvo que servirle más, por lo cual no pudo conseguir ninguna propina.
Así, Louise se escandalizaba cada vez que alguien se burlaba de la medida de sus pechos, su mano se movía por su propia voluntad, sirviéndoles a los clientes el vino sobre la cabeza.
A la siguiente mañana, Louise volvió a consultar con Saito. Saito le propuso que para dejar de servir el vino sobre la cabeza de los clientes, ella debería de poner la botella de vino en medio de sus pechos y serviles.
La botella de vino no alcanzaría físicamente la cabeza de los clientes si sus manos están posicionadas en sus pechos. Y como extra, la pose que tomaría Louise sería muy agradable para los clientes.
Pero Louise, pensando que Saito estaba diciendo algo malo acerca del tamaño de sus pechos, ella lo volvió a golpear.
El tercer día.
Louise estaba cuidando mantener sus manos quietas. Después de poner la botella de vino en la mesa, ella tomaba sus manos y las ponía atrás de su espalda y les daba una sonrisa brillante. Incluso si le dijeran que sirviera algo de vino, lo único que Louise hacia era sonreír.
-“Sírveme un poco de vino.”
Ella sonreía con intensidad.
- “Dije que me sirvieras un poco de vino”
Ella sonreía con intensidad.
-“Te estoy diciendo que me sirvas un poco de vino” Ella sonreía con intensidad.
-“¡¿Qué pasa contigo?!”
No había manera de que ella pudiera recibir una propina. Cuando consulto con Saito, el le dijo que sostuviera la botella en su boca mientras servía. La boca de Louise era chica. Una botella de vino no podría caber dentro de ella. Mirando con cuidado, parecía que Saito estuviera dormido.
‘Solo porque estas dormido no significa que debas decir cosas al azar.’ Pensó Louise y después golpeo a Saito.
El cuarto día.
La competencia ya estaba a la mitad. Y el número de propinas que había recibido era un cero. Como era de esperase, Louise había llegado a la desesperación. Louise le servía a los clientes mientras cuidaba la suela de su zapato, la posición en la que ella servía el vino y de sus palabras.
-“Tu pareces que no tienes habilidad, pero tus modales son extrañamente refinados. Puedes tener esto.”
Era posible que debido al esfuerzo de Louise, ella recibiera una moneda de oro como propina de lo que parecía ser el primer cliente noble al que ella le servía.
-“¿D-dé verdad? ¿Puedo tener esto?”
-“Ah. Tómalo.”
-“¡Waai!”
Saltando de la felicidad, ella volteo un plato y le tiro toda la comida sobre la camisa del cliente.
-“OH perdone…”
Louise se disculpo, pero el cliente noble no la disculpo.
-“Tu… esta camisa era una joya hecha de seda, que tu salario nunca podría pagar. ¿Qué vas a hacer sobre eso?”
-“En realidad lo siento… Auu…”
-“Bueno entonces ¿Qué es lo que vas a hacer acerca de esto?”
-“Pagare por el daño…”
-“Hmph, entonces vamos a hacer esto. Te voy a dejar que me compenses por esto con algo que puedas hacer.”
-“¿Qué es lo que debo de hacer?”
-“No mucho, solo venir a mi cuarto en medio de la noche.”
-“¿Y luego?”
-“¿Tu entiendes que va a pasar después de eso? ¿Tu no eres una niña?”
-“¿Q-que es lo que significa?”
- “Significa que me compensaras bastante con tu cuerpo. Eso es lo que significa. Muhoho.”
La sangre voló a la cabeza a Louise.
‘I-i-incluso aunque eres un noble, ¡Que es lo que pensabas hacerme! Una noble como yo no va a dejar siquiera que los plebeyos se acerquen a su lujuria. Como una representante de Su Majestad, tengo que concluir y castigar esta deshonra de noble.’ Pensó Louise.
La tercera hija de la familia de un duque se enfureció.
-“¡Tu deshonra! ¡Es debido a que existe la gente como tú! ¡La autoridad del reino! ¡La autoridad! ¡Y mi autoridad también!”
-“¿Q-que estás haciendo? ¡Uwah! ¡Detente! ¡Detente, te digo!”
Su pie, las palabras, y el vino volaron fuera todos a la vez.
-“¡Te regreso esto!”
Louise le tiro la propina que finalmente había obtenido sobre la cara del cliente noble.
Louise fue llamada por Scarron y él le dijo que iba a lavar los platos todo el día de mañana como castigo. Louise estaba muy irritada por lo que decidió golpear a Saito.
El quinto día… mientras Louise estaba lavando los platos con Saito, Jessica se les aproximo.
-“¿Qué está haciendo? Joven ama, yo he recolectado ciento veinte Ecus hasta ahora.”
-“¿No es algo por que sorprenderse?”
Louise contesto bruscamente.
-“Tu no vas a conseguir ninguna propina mientras estés lavando los platos.”
-“Yo sé eso.”
Dijo Louise mientras lavaba los platos de manera poco profesional.
-“Dios, ¿Tu no pues ni lavarlos platos correctamente?”
Jessica se quejó mientras miraba el plato que Louise había lavado.
-“…Estoy lavando correctamente los platos.”
-“Mira, todavía tiene grasa en el. Tu no le puedes llamarle lavar a eso.”
Jessica tomo el plato que estaba lavando Louise y lo limpio con rápidos movimientos de su mano. Louise la miraba de una manera ofendida.
-“Hey.”
Jessica miro con enojo a Louise.
-“¿Qué?”
-“Alguien te está enseñando. ¿Por qué te ofendes de esa manera?”
-“......Uu...”
Saito observaba la plática de las dos con un aspecto sorprendido.
-“¿Cuándo alguien te enseña algo, le dices ‘gracias’? Eso es lo básico, lo básico.”
-“…G-gracias.”
-“Dios, es debido a que haces esa cara, que no consigues ninguna propina. Mañana es el último día, ¿entiendes? Obténgalo juntos, joven ama.”
Diciendo eso mientras se marchaba, Jessica desapareció detrás del el bar. Louise agacho su cabeza desalentada.
Como el día se dirige hacia la mañana…
Louise, después de lavar los platos toda la noche, miraba a sus manos y suspiraba. Los dedos de Louise que nunca habían lavado nada antes se habían puesto de color rojo brillante debido al constante trabajo de la cocina y le lastimaban debido al agua fría y al jabón.
‘¿Por qué tengo que hacer algo como esto?’ Louise pensaba. Aun cuando ella era una noble, ella tenía que lavar los platos… y también tenía que servirle a esos plebeyos… y lo que era más importante, una chica que trabajaba en un bar le había hablado con impertinencia.
-“No mas.” Louise susurro.
‘Sea para conseguir información o lo que sea, este no es mi trabajo. Yo soy una leyenda. Yo soy una usuaria del vació. Sin embargo, ¿Por qué debo de ser mesera en un bar? ¿No debería de haber una misión más vistosa esperando por mi?’
Pensando así, las lágrimas le salían como un torrente debido a la tristeza. Abriendo la puerta del ático, Saito asomo su cabeza mientras estaba parado en las escaleras así que Louise se arrastro a la cama. Ella no quería que Saito la viera llorar.
-“Ten, es algo de comida.”
Saito llamo a Louise, poniendo el plato lleno de guisado en la mesa. Pero Louise solo respondió con voz cansada desde el interior de la cama.
-“No la necesito.”
-“No hay forma de que no la necesites. Si tu no comes no vas a tener fuerzas.”
-“No está rica.”
-“Incluso si tú dices que no está rica, no hay nada más que comer así que no es de mucha ayuda.”
Incluso entonces, Louise se cubrió con la manta y no quiso salir fuera de la cama. Saito se aproximo a la cama y jalo la manta. Louise estaba acurrucada en la cama con su pijama.
-“Come. Tu cuerpo no va a sopórtalo.”
-“Mis manos me duelen. No puedo sostener la cuchara.”
Louise gimoteo como una niñita. Viendo que era inútil, Saito tomo un poco de guisado con la cuchara y lo llevo a la boca de Louise.
-“Entonces, te voy a tener que alimentar. Come. ¿Está bien?”
Louise finalmente tomó un sorbo. Derramando lágrimas de sus ojos.
-“Ya no quiero esto. Me voy a regresar a la academia.”
-“¿Qué hay de la misión?”
-“No me importa. Esta no es mi misión.”
Saito retiro la cuchara poniéndola nuevo dentro del plato y se le quedo viendo a Louise.
-“Sabes.”
-“Que.”
-“¿Tienes motivación después de todo?”
-“La tengo”
-“La princesa te confió este trabajo debido a que ella confía en ti, ¿verdad? Mezclarse con los plebeyos y recolectar información. Debido a que si ella hubiera usado a alguien de la corte real, ella se habría negado… ella no puede depender de nadie así que ella depende de ti. No es así.”
-“Eso es correcto.”
-“Sin embargo que es lo que pasa contigo. Pierdes todo el dinero en el área de apuestas debido a que estabas enojada, arrastras tu orgullo de noble aquí y no puedes conseguir ni una sola propina. Tu solo enojas a los clientes. Ni si quiera estamos cerca de recolectar información.”
-“Solo cállate. ¿Pero qué tiene que ver con la misión lavar los entupidos trastes o servirle a alguien? Quiero hacer trabajos más grandes. No más de esto. Porque una noble como yo…”
Saito agarro los hombros de Louise y la volteo hacia el rostro de él.
-“¡¿Qué?!”
-“¿Adivina que, joven ama? Todo el mundo trabaja. Ellos hacen su mejor esfuerzo en su trabajo que llamas estúpido y comen esta comida. Solo los nobles juegan alrededor y hacen que las personas los alimenten.”
Dijo Saito con una voz seria. Louise, con miedo de los ojos fríos por la ira de Saito, miro hacia abajo sin pensar.
-“No puedo decir muchas cosas jactanciosas, debido a que yo fui criado igual que tu, pero después de llegar aquí, he sufrido de varias maneras y he entendido. Que es bastante difícil solo vivir.”
De alguna manera no podía decir nada para responder las palabras de Saito, Louise permaneció en silencio. Saito continúo hablando.
-“No entiendo muy bien, pero quizás las personas que se preocupan mucho acerca de su estúpido orgullo ¿No pueden hacer grandes trabajos? Yo creo que de todas formas. Bueno, si tú me dices que renuncie, yo renunciare. De todas maneras no me importa mucho. Debido a que no es mi trabajo de todos modos.”
Louise cerró su boca despacio.
-“¿Tu ya no quieres esto?”
Saito pregunto, retirando la cuchara del plato. Louise salto fuera de la cama, tomo la cuchara de las manos de Saito, y empezó a devorar el guisado.
Saito extendió sus manos hacia su bolsa, giro su cabeza, y tomo algo. Era un recipiente pequeño de cerámica.
-“… ¿Qué es eso?”
-“Es una crema para las manos resecas. Jessica me la dio.”
Entonces Saito le dijo a Louise que extendiera sus manos. Louise lo hizo obedientemente.
Louise miraba culpable la cara de Saito mientras el untaba la crema, pero… después de un rato susurro en voz débil.
-“Hey…”
-“¿Qué?”
-“Yo cumpliré. Seré una mesera. ¿Eso está bien?”
-“Si, está bien.” Saito dijo con voz aliviada.
-“¿Pero, estas bien?”
-“¿Qué cosa?”
-“¿Esto está bien?”
Louise se sonrojo y dijo con voz disgustada.
-“Servir está bien. Incluso puedo decir una palabra de cortesía. Pero…”
-“¿Pero qué?”
-“¿E-está bien si los clientes tocan a tu ama por todas partes?”
Saito con firmeza permaneció en silencio.
-“Hey. ¿Qué te parece? No digas cosas egoístas y responder correctamente si está bien o mal”
Saito empezó a comer el guisado en silencio.
-“Hey, te pregunte ¿Si está bien o mal? Contéstame.”
Louise le preguntaba mientras jalaba la oreja de Saito.
Sin despegar la vista del guisado. Saito murmuro.
-“…S-si tu permites que te toquen de esa forma, yo daría una bofetada.”
-“¿A quién le darías una bofetada?”
-“…a ti.”
Louise miro de repente a los ojos de Saito.
-“¿Por qué el amo va hacer abofeteado por el familiar? así que explica la razón.”
Todo quedo en silencio.
Mirando a un lado, Saito dijo con voz débil.
-“A-aunque. V-voy a perdonar que sostengas sus manos.”
-“¿Y que con eso?”
Louise mando a volar a Saito de un golpe.
-“¿Por qué dices ‘voy a perdonar que sostengas sus manos’? ¡Te estoy preguntando la razón por la cual vas a abofetearme! ¡Idiota!”
-“D-debido a…”
-“Además, ¿Qué quieres decir con ‘voy a perdonar’? actuando tan orgulloso. Si sostengo sus manos o lo que sea, no es decidido por ti. ¡Soy yo la que decido, yo! ¡Hmph!”
Louise peinó su pelo rubio-rosa y puso una expresión compuesta. Ella cruzo los brazos y dijo.
-“Bien. ¿Qué fue del Bustier de las Hadas Encantadoras? Voy a vestir eso y a cautivar a todos los clientes. Si, por el bien de las propinas. Voy a perdonarles todo. No solo mi mano…”
Saito se paro dando un salto y le grito a Louise.
-“No estés bromeando.”
Louise volteo su rostro a un lado y se acostó de nuevo en la cama. Justo entonces, Saito se pudo poner bajo control y moviendo su cabeza de un lado a otro dijo.
-“Bueno, el Bustier de las Hadas Encantadoras es imposible. Es el premio de la ganadora. Justo en este momento, tu probablemente eres la ultima en la competencia.”
Louise no le contesto.
Sintiéndose preocupado Saito le pregunto.
-“¿…Podrías realmente perdonarlos? Pon la victoria de la competencia de propinas a un lado ¿O estas, determinada a hacerlo? Vamos.”
Louise no le respondió.
-“¿Realmente lo vas a hacer?”
Casi con una voz llorosa, Saito persistentemente le preguntaba a Louise. Pero Louise grito, -“¡Cállate! ¡Ya me voy a dormir!” y Saito deprimido se arrastro dentro de la cama.
Part 4
The final day of the tip race had come. On the evening of that day, Scarron announced the progress so far.
"Now I will now announce the current top three! First is third place! Marlene-chan! Eighty-four écus, fifty-two sous, and six deniers!"
Applause resounded. The blond girl called Marlene gave an elegant bow.
"Second place! Jeanne-chan! Ninety-eight écus, sixty-five sous, and three deniers!"
Applause once again. The chestnut-haired girl called Jeanne smiled and nodded.
"And then...... First place!"
Scarron slowly scanned over the girls and nodded repeatedly.
"Without match, my daughter! Jessica! One-hundred-sixty écus, seventy sous, and eight deniers!"
"Wahhhhhh!" As cheers of joy rang out. Jessica, wearing a suggestive dress with a profound slit that was prepared for this day, bowed.
"Now! Whether you cry or laugh, today is the last day! But today is the day of daeg in the week of teuz! Because it is the end of the month, lots of customers will come! If you try hard, you might get lots of tips. The top places are still in range!"
"Yes! Mi mademoiselleー"
Saito poked the serious-looking Louise. Louise had the type of face that said she had resolved to something.
"How much do you have?"
Without answering, Louise opened her tightly gripped fist. What was there...... were several glittering copper coins.
Saito stroked his chest down. With that, victory was impossible even if Louise tried her very best.
Louise's words "If I obtain the Charming Faeries' Bustier, I'd allure the customers and forgive everything" was still bothering Saito even now.
What is "forgive everything"?! What do you mean?! Even though, I... I haven't even done anything! Though it's not like I have the right to do so. Not at all though.
After all, I'm just a familiar......
I want her to try her best, but not to that level was the type of convenient emotion that ran through Saito.
Scarron shouted in a loud voice.
"Then let's do this with enthusiasm!"
Cheering filled with all kinds of feelings resounded through the store.
Now then...... Louise was a bit different this day. She took out the wire that fixed
her smile and revealed a natural smile.
She would smile brightly and then fidget embarrassedly. Doing so, the customer would ask.
"Is there something wrong?"
Louise would nibble her thumb and continue fidgeting. And then as if saying something really difficult to say,
"Well, Mr. customer, because you're so wonderful......" She would try hard and mutter.
But the customer himself seemed to be used to that level of flattery. Without moving, he held out his wine cup. Here, Louise would unleash her finishing move.
Pinching the hem of her camisole, she bowed gracefully. As expected of a duke family as she did it. The bow, which was done as if in front of a king, was filled with the spirit of a noble. None of the girls there could imitate such a manner.
Doing so, the customer would become interested in Louise's background. I see. When I get a better look, her features are quite similar to a noble's.
"You were born in the upper class, right?"
Even then, Louise would not cease showing embarrassment. Then sorrowfully and with melancholy, she looked outside. The man becomes more and more enchanted at Louise's refined behavior. Bending himself forward, he spoke his expectations.
"Did you serve at some noble's house? They taught you good etiquette there, right?" Louise continued to smile brightly. The delusions inside the customer started to become as overexaggerated as he pleased.
"If a cute and quiet girl like you served them, it probably didn't end there. Not just etiquette, but those type of things and these type of things...... were forcibly trained into you, perhaps?"
Louise gave a graceful bow. Louise's only weapons were that smile and the bow.
"Kuh! What a cruel story! A cute girl like you...... But how did a servant like you come to work at this store...... I see! I got it! You got tired of that forcible master who was trying to get you to do those type of things and these type of things and ran out of the mansion, right? But the debt left behind by your parents still remains. To return the money, you're desperately working. Something like that, right?!"
Louise smiled while looking at the customer. Being gazed at like that by Louise's jewel-like reddish-brown eyes, the customer, as if enchanted by some spell, wanted to loosen the string on his wallet.
"What a poor child. Hmm, then use this to help repay your debt. By the way, well, those type of things and these type of things... are what kind of things? Please tell me. Okay?"
The customer, who believed in his own delusions because of Louise's demeanor, would give Louise silver and gold coins. The moment she got it, she ran at full speed back into the kitchen, squatted, and let out a rough breath. Her forcing herself to be courteous and her act that caught people's sympathy felt like leprosy, so Louise decided to hit Saito, who was washing dishes, for now. Doing so, she felt a bit refreshed. Then she rushed back to the table.
Afterwards, it was time for her "job". It was the information gathering entrusted to her by Hime-sama. She didn't want to lose at the tip race, but this job was more important.
Sitting beside the customer, she asked
"Geez, they say it's a war. You'd get tired of this......"
"Pretty much so. They behold her as a "holy woman", but how about the government!"
"What does that mean?"
"I'm saying that that ignorant princess can't govern this country!"
He was insulting Henrietta, but she firmly endured it. She had to hear all kinds of stories from him.
"Like that battle in Tarbes... it was like we won by chance! I'm not so sure about next time!"
"Is that so......"
Just like that, Louise slowly collected the rumors in the town. The drunkards liked to discuss about the situations in the world. When Louise brought up the subject to interest them, they would start criticizing the government as if they were waiting for her to ask. The drunkards would talk about the government as if they had become a cabinet minister.
"Besides, it’d be better for the country if Albion governed us, right?"
If such an outrageous opinion was said,
"I'm saying we should hurry up and attack Albion!" such a brave opinion would jump out.
Someone,
"There's a rumor that the army will be strengthened! The taxes will increase again! They've got to be kidding us!"
says this, and,
"Can the current armaments protect the country? I wish they'd hurry and organize the armada!" a completely opposite opinion comes up.
Anyways...... putting it together, the popularity Henrietta received for defeating Albion at the battle of Terbes seemed to have started to darken.
The war remains unfinished...... Looks like the depression will continue. Henrietta is young. Can she guide this country well from now on? Was the anxiety everyone is feeling.
It's probably a painful story to Henrietta, but I have to properly report to her...... Louise thought.
Like that, Louise started collecting tips and information but......
Jessica's tip collecting was simply unmatchable.
Anyway, Jessica was good at making customers think "She has fallen for me."
Louise started to observe how Jessica did things. If you do not know the enemy, you cannot win the fight.
Jessica would first act cold to the customer she chose.
She placed the food in front of the customer while looking angry. The customer was surprised at that attitude.
"Hey, what's this, Jessica? Aren't you in a bad mood?"
Jessica glared at the customer with cold eyes.
"Who were you talking to earlier?"
Whether you call it a skill or otherwise, that jealousy was godly. After all, it really looked like she was jealous. At that moment, the customer misunderstood and thought that she was in love with him and currently very jealous.
"Wh-what...... Cheer up."
"It's nothing...... You like that girl, right?"
"Stupid! The one I love the most is you! Come on......"
He said and tried to hand over a tip. But Jessica brushed away that money.
"It's not money! What I want are kind words! What you said before... was that a lie? I was really serious! What?! I don't care anymore!"
"There's no way that was a lie."
The man became desperate and tried to soothe Jessica.
"Please cheer up...... You're the only one for me. Okay?"
"You say that to everyone. Just because you're a bit popular with girls..."
No matter how you looked, the man did not have a popular face. Usually, he would not believe such flattery. But condemning words were coming out of Jessica's mouth. In a way that seemed as if she did so unintentionally. The man was completely tricked.
"I'm not popular! Really!"
"You're right. The only one who would think to kiss your lips is me."
"That's right. Very much so!"
"Hau...... But I'm tired."
"What's wrong?"
"You know, right now, we're doing this stupid race called a tip race. I don't really care about tips but...... I'd get scolded if I only get a small amount."
"If it's tips, I'll give you some."
"It's okay! You give me kind words, so it's okay! In exchange, I'll get mad at you if you say the same thing to other girls, got it?"
Then she looked upwards at him. With this, the man was completely defeated. "Hah...... But it is really tiring to speak flattery for the sake of tips...... Because honestly revealing your feelings to the person you love and flattery are different......"
"I understand. I'll give you this, so don't go sucking up to other people. Okay?"
"I said it's fine! I don't need it!"
"It's my feelings. My feelings."
The man made the refusing Jessica take the tip. "Thank you" Jessica whispered embarrassedly and grasped the man's hand. The man then tried to get that Jessica into going on a date with him.
"Then, today, when the store's closed......"
"Ah! This isn't good! The food will burn!"
After she got what she wanted, there was no need for him anymore. Jessica stood up.
"Ah, hey......"
"Let's talk again later sometime! Don't look at other girls amorously!"
Turning her back on the man, Jessica stuck out her tongue. Everything was just acting.
After Jessica left, the customer turned to his friends and went, "Iyah, getting jealous like that......"
Louise was completely impressed. The truly fearsome techniques of a town girl that made Kirche look like a child.
Her coaxing ability, that would make people wonder how many ways she had for showing jealousy, allowed her to collect tips as if she swept them up with a broom.
Jessica wasn't really outstandingly beautiful. But... she was at the border of the line that made men think "At this level, maybe even I can do something." These type of girls tend to be more popular in the world compared to the people that were peerlessly beautiful.
Louise, who had been observing, met eyes with Jessica. Jessica grinned and showed Louise her placing the tip in between her cleavage.
Probably, even if she didn't gamble, Saito would have become penniless, Louise thought. If that town girl knew he had money, no one would know just what she would do. And that stupid familiar...... would be rolled up and sun-dried in no time. She thought of Siesta's face.
She thought of Jessica's face.
She thought of Saito's face as he looked at the two's cleavages.
Like I'll lose. Louise firmly squeezed her fist...... puffed up her flat chest, and triumph rose up on her feet.
While the girls were competing for the number of tips like that......
The feather door opened, and a new group of customers appeared. At the head was a middle-aged man who was wearing a mantle that meant he was a noble. He seemed to be growing fat, and thinning hair was stuck on his smooth forehead. The ones with him seemed to be lower class nobles. They had rapier-like wands hung on their hips, and there were some nobles wearing military uniforms mixed in.
When the noble entered, everything in the store fell silent. Scarron quickly rushed over to the new guest while rubbing his hands together.
"If it isn't Chulenne-sama. Welcome to the 'Charming Faeries' Inn."
The noble called Chulenne twisted his catfish-like mustache and bent it backwards.
"Hmm. Cough. The store seems to be flourishing, huh, shop manager?"
"No, no. Not at all. It's just a coincidence today. Usually, the only thing that happens is the cuckoo sounding. I was soon going to consult with my daughter about visiting the temple tomorrow to get permission to save my neck. Yes."
"What, it isn't a job today. You don't have to make such excuses."
Sorrily, Scarron continued his words.
"It's just my words, Chulenne-sama, but as you can see, the store is fully occupied today......"
"I do not see such a thing though?"
When Chulenne exaggerated like that, the nobles that followed him pulled out their wands. The customers, afraid of the nobles' shining wands, woke from their drunkenness, stood up, and disappeared out of the entrance at full speed. The store became empty at once.
"It seems that speaking of a cuckoo was true after all."
His belly quivering, Chulenne's party reached the seat in the middle.
When Saito realized it, Jessica was beside him, looking frustratingly at Chulenne.
"Who is that guy?"
When Saito asked that, Jessica explained angrily.
"Chulenne, the tax collector around here. Just like that, he comes to the stores under his jurisdiction and swarms around us. A horrible person! He won't even pay a single copper coin."
"Is that how it is......"
"Swaggering like that just because he's a noble. If you displease him, he'll place an outrageous tax on you and bankrupt your store, so everyone is listening to what he says."
It seemed that in any world, there are people who abuse their power and extort off the common people. No one came to serve him, so Chulenne became irritated. In time, he started complaining.
"Oh! This store is seems to be making quite the profit! Isn't this wine a well-cured sake from Gronyu? The clothes that girl is wearing are tailored by Gallia! I guess I have to look over this year's tax rates."
The surrounding nobles went "That's right!" or nodded in agreement to Chulenne.
"Is there not a girl who will pour alcohol for Her Majesty the Queen's tax collector?! This store at least sells that, right?!"
Chulenne shouted. But, none of the store's girls approached him.
"Who would pour for you, when you won't hand over a single tip no matter how much you touch us?"
When Jessica muttered that detestably......
A small shadow wearing a white camisole approached him while carrying a tray with wine placed on it.
It was Louise.
She had many faults...... one of them was "not being able to read the mood". Her head was so full of "working hard as a waitress" that she didn't bother to understand the atmosphere around the customers and the store.
"What? Who are you?"
Chulenne looked suspiciously at Louise. Smiling, Louise left the wine in front of Chulenne.
"Th-that idiot......" Saito murmured in shock while looking at her worriedly
"Mister... you're so dreamy."
Acting as if following a manual, Louise, unable to read the mood, complimented him. But, it seemed Chulenne didn't find Louise to his tastes.
"What's this?! The store is using children?!"
Without moving, Louise held her camisole and bowed. That was all she could do.
"Now, go away, go away. I have no need for children. Off with you."
Saito saw Louise's temple twitch. It seemed she was angry. Saito prayed. Louise, don't snap! That guy's too dangerous!
"Oh, looking closer, you're not a kid...... just a girl with small breasts."
Louise's face went pale. Her legs started to tremble slowly. Chulenne's face twisted with lust.
And then...... extended his hands out towards Louise's small breasts.
"Now, how about this Chulenne-sama check and see just how big they are."
At that moment......
The sole of a foot exploded onto Chulenne's face.
Toppling the chair, Chulenne rolled backwards.
"Wha, why you!"
The surrounding nobles pulled out their wands all at once.
In the front...... was the silhouette of a boy who's shoulders were shaking with anger.
"Saito......"
Louise looked at the back of Saito, who had stood up to protect her. While looking at that back...... something hot filled her chest that had been shaking with anger.
As expected, Saito couldn't endure it anymore. Louise is trying her best, isn't she? My master doesn't have breasts, but she's cute, right? That Louise tried hard to compliment you, and what do you do? Just complain!
Well, complaining is fine. I say some at times too. It's Louise, so there's no helping that.
But...But......
There is one thing I can't forgive.
"Hey, old man, cut it out already."
"Da-damn you...... To a noble's face, you......"
"Whether they're a noble, a prince, or a god...... I definitely won't allow them to do it. It's my own special privilege. Who cares about nobles?! The only one that can touch Louise is me!"
Saito shouted.
Without thinking, Louise blushed. Even though you're just a familiar, what kind of conceited things are you saying?! You don't have that right either! She tried to say, but...... for some reason, those words did not come out. Her brain was growing blank, as if being boiled. Even with the situation around her like it was, Louise ended up spacing out.
"Seize those people! I'll have them hanged!"
Chulenne's subordinates surrounded Saito.
Saito slowly looked around him.
"Who's going to catch who? Unfortunately for you, I......"
"Unfortunately, what?"
"Fortunately or unfortunately, I received this thing called a legendary power......"
Muttering that, he turned his hand to his back. And...... realized that Derflinger, who was supposed to be there, wasn't there.
"Eh?"
Troubled, Saito scratched his head.
"That's right...... I left the legend in the attic...... After all, it would be only a bother while washing dishes."
"Seize him and that washboard girl!"
The nobles brandished their wands.
"Ti-time out!"
But there was no time out. The enraged nobles chanted their spells. A small rope appeared like a tornado, and the moment it tried to wrap around Saito......
A pure white light flashed through the store and blew the armed nobles all the way to the entrance.
After the light slowly disappeared...... Louise appeared, having raised herself to full height on top of a table. The attack was Louise's "Void" spell, Explosion.
Her whole body shaking with anger, her favorite, inherited wand was glittering in her hand. Louise had tied it to her thigh and hidden it, just in case something happened.
Confused, the nobles fell into panic.
Louise muttered in a small voice.
"......Washboard wasn't necessary, was it?"
Her rarely attained happy mood was blown away with that single statement. She recalled a lot of her dark past with that single word "washboard". She thought of Jessica's and Siesta's cleavages in her mind.
It's too much. For you to say something like that when someone finally goes to serve you.
"Hii! Hiiiiiiii!"
The intensity of the legend...... "Void's" intensity frightened the nobles.
"Why do you have to go so far and say those things? Isn't it too much for you to call me a washboard when I came to pour you some alcohol? You better prepare yourself!"
The nobles scrambled to escape.
Without moving, Louise waved her wand.
The ground in front of the entrance was annihilated, creating a large hole. The nobles all dropped into it nicely.
Those nobles piled onto each other and looked up. Louise slowly appeared, and the nobles started trembling even more.
"Wh-what are you? Who are you? From which renowned mage?!"
Chulenne, while trembling, asked Louise. He had never seen or heard of that light that blew people away.
Without answering, Louise took out the permit she got from Henrietta and thrust it in Chulenne's face.
"......H-H-Her Majesty's permit?"
"I am Her Majesty the Queen's court lady, and the third daughter of an esteemed family lineage that boasts of a righteous history. I have no name to tell some petty official like you."
"I-I-I'm very sorry!"
Chulenne bent his fattened body and forcibly bowed in the hole. The nobles that got pushed by him let out moans.
Louise stood up.
"Spare me! At least my life!"
Saying that, Chulenne rummaged through his body and threw his entire wallet to Louise. He urged the nobles around him, and had them do the same and present their wallets to Louise.
"With these! Ignore what has happened! I beg of you!"
Without even looking at the wallets, Louise declared.
"Forget everything you've seen and heard today. Otherwise, no matter how many lives you have, it won't be enough."
"Yes! I swear! I swear to Her Majesty and the Founder that I will not reveal what has happened today to anyone!"
While yelling that, he got out of the hole in a tumbling manner, and Chulenne and his men disappeared into the darkness of the night.
Louise gallantly returned back inside the store. Earsplitting applause assaulted Louise.
"That was amazing! Louise-chan!"
"Couldn't get enough of that look on Chulenne's face!"
"I feel refreshed! That was great!"
Scarron, Jessica, and the store's girls surrounded Louise all at once.
There, Louise returned to her senses, though "Now I've done it...", and hung her head in shame. She had lost it when she was called a washboard. Saito was about to get caught, so she chanted the spell without thinking.
Saito approached her and whispered to her
"......Idiot! You shouldn't use magic, right?!"
"Uu...... But......"
"Sheesh...... Hah, good grief...... Now we have to start back from zero......"
Scarron patted Louise's and Saito's shoulders.
"It's fine."
"Heh?"
"I knew Louise-chan was a noble beforehand."
Saito glared at Jessica. Panicking, Jessica waved her hands in front of her face to tell him "I didn't say anything."
"Ho-how?"
Louise asked while dumbfounded.
"Because, well, that is......"
The store's girls took over for Scarron.
"It was completely obvious from your attitude and behavior!"
Uu, so that's it...... Louise thought, feeling disheartened.
"Just how many years do you think we've been running this bar? My eye for discerning people is top class. But you have circumstances right? Relax. There isn't a girl here that would expose a co-worker's past's secrets."
The girls all nodded at once.
I see. Saito thought. Jessica wasn't the only sharp one here.
"The girls here all are pretty accepting. That's why you can relax...... Continue earning tips from now on, okay?"
Louise nodded. Saito felt relieved.
Clapping his hands together, Scarron said in a cheerful voice
"Now! All of the customers have gone home now, so I will announce the results of the tip race."
Cheering voices erupted.
"Well, there is no need to count, right?"
Scarron said after looking at the wallets Chulenne and his men left on the ground.
Looking at the wallets, Louise realized what he meant. Inside...... a large amount of money was stuffed there.
"Eh? This is......"
"Tip, right?"
Scarron said and winked an eye. Then he seized her hand and raised it up.
"Winner! Louise-chan!"
Applause resounded through the store.
The evening of the next day...... Louise did not come out of her bed.
"Hey, let's go to work."
"I'm resting today."
"Heh?"
Saito looked blankly at her. Then he rethought. Well, it's been a while since she used magic, so she's probably tired. I guess it's fine if she rests today.
"Got it. Tell me when you are feeling bad."
The winning prize, "Charming Faeries' Bustier", was hung on the wall. Even though it was a prize...... she could only wear it today. Well, it was an heirloom after all.
Descending the stairs, Scarron came up to him.
"Oh? What happened to Louise-chan?"
"It seems she plans to rest for the day."
"My...... No way, what a waste......"
"Why is that?"
"Because, she can only wear the 'Charming Faeries' Bustier' today. I'm going to have her return it tomorrow."
"Guess that's true."
"If you wear that, you can get as many tips as you want...... What a waste, what a waste."
Murmuring that, Scarron disappeared into the store, which was starting to get tumultuous.
Saito went to his dish-washing, unable to make sense of what was going on.
After working hard and finishing his job, Saito returned to the attic. Looking up from the corridor...... light was leaking through the room's floorboards. It seemed that Louise was still awake.
What's with her...... Even though she said she was tired and was going to rest, she isn't sleeping at all. She should have just wore the bustier and earned some money in this case.
Pushing the attic's floorboard up, Saito poked his head up. Instantly, astonishment.
The room had been swept clean, and it seemed a dust cloth had been used since not a bit of dust fluttered about. The piled up junk had been placed in one spot, and the room had been adjusted so it actually looked like someone could possibly live there.
“What…… happened?”
“I did it. It’s disgusting to live in a dirty place all of the time.”
Facing her voice, Saito became even more astonished.
Food and wine had been lined up on top of the table...... and a candle was illuminating it.
And that light...... was also shining on Saito's beautifully dressed master.
Saito swallowed his saliva. The fatigue from the day's manual labor started to fly away.
Louise was sitting on a chair beside the table. Crossing her legs, her hair had been done with a barrette just like some time before. And...... Her divine appearance also included the "Charming Faeries' Bustier". The black bustier made Louise's beauty even more prominent.
Gaping, Saito just stared at her.
"How long do you intend to put on that stupid expression? Come on, let us eat." Louise said in an awkward tone. A feast had been lined up on the table.
"What is this?!"
"I made those."
Saito stared at Louise, who seemed to be embarrassed.
"Seriously?"
"I had Jessica teach me." Looking at Louise, who blushed and said that, Saito's heart throbbing intensified. The line of the center of her upper body became a mesh, allowing her white skin to peak through. The black bustier fitted her perfectly, making her body's lines more pronounced. The considerably short-lengthed pannier was overturned around her waist at an apologetic level. It looked more erotic than her naked.
Saito unintentionally averted his eyes. He felt like he'd go crazy if he stared at her. Whether he felt he'd go crazy because he had already been in love with her, or if it was because of the "Attraction" magic that was cast on the bustier, Saito did not know, but...... there was one certain thing.
It was charming.
But without being able to say that, Saito spoke in an angry voice.
"......Weren't you going to wear that and service the customers to your heart's content?"
"If I let them touch, you would slap me, right?"
Louise replied in a pouting manner.
"Well, let's eat."
Saito nodded, and began to eat the food Louise made. But...... blood had rushed to his head and prevented him from figuring out the taste. This was probably bad. But, either way was fine. Louise made it. That was progress.
"How is the taste?"
Louise asked.
"I-isn't it delicious?"
Saito answered in a manner to avoid the main point.
"I cleaned up the room. How is it?"
"Whew, it's quite something."
"But, how about, me?"
Leaning on her elbow, Louise leaned and peered at Saito.
The light of morning plunged in through the skylight. The morning light covered the attic, invigorating it. He had firmly shut his mouth up until now, but Saito finally thought up some words.
"Tres bien."
"......At least compliment me with a different word."
Louise sighed. Is an attraction magic really cast on this? What? Even though I was thinking of having him treat me kindly. His attitude is the same as ever. As if he is mad, as if he is troubled, that kind of attitude.
Boring. I thought he would court me like an idiot if I wore this. Then I would treat him as coldly as possible. It's too late to realize how charming your master is! What, you idiot? Don't touch me. But, yeah, when you said "The only one that can touch Louise is me!", I was a bit happy for some reason, so I'll allow a little bit. But, a little. Only a little, got it?
Even though she imagined that, despite her spending the whole day to prepare, Saito only looked elsewhere.
How boring Louise thought sourly.
In the end, Louise never realized it.
Saito had been madly in love with her since a long time ago...... so, that "Attraction" magic was already meaningless.
Volver a la Página Principal | Capítulo 2 |