Black Bullet:Volumen7 Capítulo 1

From Baka-Tsuki
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Parte 1

Mientras el borde del cielo se hacía cada vez más azulado en el amanecer, el ambiente se volvía más tenso. Con la lluvia de la noche anterior acumulada en la superficie de la carretera, tanto los árboles como las hierbas y las flores se alimentaban.

Para el joven, Satomi Rentarō, esta escena antes de ir a la escuela estaba especialmente llena de nervios.

Tal vez eran las emociones de la chica con colas gemelas delante de él, mirando hacia atrás, que lo estaban infectando.

Las manos de Aihara Enju estaban agarrando con fuerza las manijas de la mochila escolar roja.

—Ya debería ponerme en marcha.

Rentarō colocó sus manos sobre los hombros de Enju.

—Antes de eso, vamos a confirmar algunas cosas, Enju. Debes absolutamente abstenerte de usar tu poder, sentarte sin participar en las clases de educación física y si por alguna razón eres herida…

—»Date prisa y coloca tu mano sobre la herida y dirígete hacia algún lugar sin gente, para evitar que otras personas la vean regenerarse sin importar que». ¿Cierto? Ya me he cansado de escucharlo.

—Sí... Supongo.

Mientras recordaba que le había dicho eso muchas veces, Rentarō rascó su cabeza. Por otro lado, Enju estaba mostrando una expresión de confianza, diciendo «Esta vez realmente me pondré en marcha», balanceando sus colas gemelas mientras movía una mano verticalmente.

Aunque Rentarō estaba preocupado, sabiendo que Enju se había preparado, no podía retenerla por más tiempo.

No tenía idea de si Enju entendía sus preocupaciones, pero aun así, la observó mientras desaparecía en la niebla de la mañana sin mirar hacia atrás.

—¿Ya se fue?

Rentarō miró hacia atrás a la entrada principal del dōjō donde una belleza vestida con un uniforme escolar negro de estilo marinero salía, además de a la rubia de ojos azules a su lado. Al parecer, acababan de terminar su entrenamiento de la mañana. Kisara Tendō limpiaba el sudor de su cara con una toalla.

—¿Estás preocupado por ella?

—No exactamente...

Rentarō miró de nuevo hacia la carretera donde Enju había desaparecido.

—Pero la verdad, nunca esperé que ella aún tuviera la perseverancia para ir a la escuela.

Kisara sonrió y lo miró de reojo.

—¿Por qué los seres humanos no pueden vivir sus vidas en paz?

Rentarō hizo una expresión amarga.

—Qué, ¿no es lo mismo por tu parte también?

A pesar de todo, en el primer día en que Enju asistía a una nueva escuela, que debía ser una ocasión para celebrar, Rentarō notó que era incapaz de compartir la alegría de Enju de forma honesta.

En última instancia, ¿realmente valía la pena celebrar el hecho de que el polvo había dejado la mochila abandonada en un rincón de su casa?

Enju había sido expulsada de la escuela debido a ser una Niña maldita. Después de eso, el salón de clases al aire libre había recibido un destino incluso aún más trágico.

Temida y maldecida por la gente, Enju tenía pleno derecho a lamentar su propia desgracia y revolcarse en emociones negativas. Sin embargo, ella no lo hizo.

Rentarō no creía que su orientación fuera la que causó esto. Más bien todo fue gracias a la fuerza de espíritu innata de Enju. Si tenía algo de lo qué enorgullecerse, era ese lado suyo.

Viendo que todas las escuelas cercanas se negaban a recibir a Enju, no tuvo más remedio que encontrar esta escuela que estaba lejos.

Esa era la razón por la que Enju tenía que levantarse temprano para irse por su cuenta.

—Tina, ¿qué planeas hacer tu?

Rentarō le preguntó a la chica rubia a su lado. Ella también estaba mirando en la dirección por donde Enju había desaparecido.

—Por favor, déjame pensar más sobre ello, incluyendo el hecho de si realmente tengo que ir a la escuela.

—...

La chica delante de él ya había notado las cosas. Desde la catástrofe de hace diez años, en este mundo que se acercaba lentamente a la destrucción, era cuestionable si seguir los pasos habituales arreglaría el asunto, o terminar la escuela y conseguir un trabajo era realmente lo correcto.

Si había algo claro, era más cercano a ser el vacío que los miembros de la generación perdida como él o Kisara cargaban debido a lo duro que fue su destino.

En ese momento, una leve vibración provino desde algún lugar, por lo que Rentarō detuvo sus movimientos.

Para el momento en que se dio cuenta de que era el sonido de un avión, Rentarō reconoció el pequeño punto de luz en el cielo occidental.

El ruido se hacía más fuerte conforme el punto de luz se hacía gradualmente más grande. Con un gran rugido repentino, el avión pasó sobre ellos con una velocidad supersónica. Luego de un momento, un fuerte viento sopló, obligando a Rentarō a cubrir su rostro a toda prisa.

Los árboles de los alrededores también se estremecieron. Rentarō movió su mirada para ver muchas hojas rasgadas revoloteando a su alrededor.

Observando detenidamente, notó que el punto de luz de justo ahora había volado lejos, siendo imposible de ver a menos que lo mirara fijamente.

—En serio, ¿por qué un avión tiene un despegue de emergencia tan temprano en la mañana?

Escupiendo las hojas que habían entrado en su boca, Kisara se quejó.

—Ese es uno de los aviones de combate de apoyo del Área de Tokio, ¿no? ¿No fueron casi todos derribados durante la Tercera batalla de Kanto?

—Al parecer, construyeron más a través de producción de emergencia. En este momento, las cosas están todavía bien en un concurso de miradas, pero la diferencia en potencial de combate entre nosotros y el Área de Sendai sigue siendo difícil de compensar. Tan pronto como estalle la guerra, será muy desventajoso para nuestro lado.

—... ¿Realmente empezará una guerra?

Al ver a Tina mirando hacia abajo preocupada, Rentarō al instante quiso consolarla y decir que siempre habría una solución, pero se quedó en silencio antes de hablar.

Esta vez, ni siquiera Rentarō podía ver de qué forma las cosas se estaban desarrollando.

—Ella no te ha informado esta vez, Satomi.

Rentarō resopló en respuesta a la ligera desaprobación de Kisara.

—¿Por qué tengo que ser mencionado? En un conflicto entre estados no hay lugar para que las seguridades civiles entren al escenario.

—Eso puede ser cierto, pero siempre te ha envuelto en asuntos similares.

—A diferencia de la Tercera batalla de Kanto, esta situación es muy complicada. En lugar de seguridades civiles, lo que realmente necesitamos movilizar es a un embajador experto en negociaciones.

Levantando los brazos en un gesto de rendición, Rentarō sintió un escalofrío recorrer al instante sus palmas.

El sol comenzó a asomarse desde las nubes del este, iluminando el suelo a sus pies.

Como si le dijera a Rentarō que prestara atención, Kisara aplaudió con sus manos.

—Es precisamente en momentos como estos que tenemos que proteger cuidadosamente nuestra vida cotidiana. Vamos. Si no nos apuramos, vamos a llegar tarde a la escuela.

Parte 2

Para Aihara Enju, este lugar tenía una atmosfera diferente en comparación a la Escuela Primaria Magata y el salón de clases al aire libre.

Había escuchado previamente que se trataba de una escuela de élite. Enju se preguntó si ésta era la razón.

Debido a su factor Gastrea, el sentido del olfato de Enju era más agudo que el de un ser humano normal. Al caminar por el pasillo, sintió un fuerte olor a adrenalina en su nariz.

Este lugar estaba lleno de terror y nervios.

Esa impresión se mantuvo sin cambios, incluso cuando entró en la sala de profesores a conocer a su maestra.

Llamándose a sí misma Yagara, la profesora de mediana edad tenía unas líneas de expresión profundas en las que Enju se preguntaba si podía meter un dedo. Cuando sonreía, esas líneas se hacían incluso aún más y más grandes. Sus labios gruesos eran anormalmente grandes, mientras que por el contrario, sus ojos eran pequeños, dando una impresión muy fría.

No era el tipo de maestra con quien los estudiantes se sintieran cómodos para acercarse a hablar de asuntos privados.

Después de escuchar las explicaciones simples y de que la campana para el inicio de clases sonara, Enju fue llevada al salón de la clase 5 del cuarto año, donde hizo su auto-presentación.

Aunque el tutor legal del Enju siempre la llamaba a ella descuidada e insensible, no podía evitar sentir su espalda tensa con casi cuarenta ojos fijos en ella.

—Hola a todos, soy... Soy Aihara Enju. Me trasladé aquí debido a mis padres. Por favor, un gusto conocerlos a todos.

Después de realizar su saludo preparado lo suficientemente corto como para no cometer errores y hacer una reverencia, Enju fue asignada a un asiento aparentemente preparado para ella en la última fila al lado de la ventana.

Se escuchaba a algunos susurrando entre ellos. «Una estudiante transferida en este momento». De hecho, que sucediera la crisis de libra durante su transferencia solo podía considerarse una gran desgracia.

Sin estar interesada particularmente en Enju, la maestra Yagara les recordó a todos que «No tiene nada que ver con la situación en la que estamos, por favor, llévense bien» poniendo así fin a la auto-presentación ordinaria.

En ese momento, un chico alegre sentado en la primera fila gritó «¡Maestra!» y levantó la mano para preguntar algo:

—la primaria Funagasaki de cerca detuvo sus lecciones. ¿Por qué nosotros todavía tenemos que venir a la escuela?

Aunque nadie asintió, todos los compañeros de clase estaban mostrando un acuerdo silencioso.

Yagara sonrió ligeramente y dijo:

—Sus padres le han confiado a nuestra escuela que todos ustedes se conviertan en personas increíbles. Ninguno de sus padres quiere que se atrase el plan de estudios.

Aunque el tono de la maestra era calmado, había una actitud de autoridad en ella.

El ambiente del aula cambió inmediatamente. Yagara organizó el registro de clase en el atril y dijo «Aunque es muy pronto» para cambiar de tema, pero en ese momento...

Los rostros de todos los estudiantes se tensaron y cerraron la boca completamente.

Esa tensión era muy incómoda. Era el mismo olor a adrenalina de antes. En comparación a los chicos, el nerviosismo en las chicas era abrumadoramente superior.

Enju miró a Yagara en el atril para ver sus labios arrugarse con frialdad, mostrando una sádica y alegre expresión.

—Hoy, tengo una noticia importante para todos. La señorita Kamo de la clase 2 ha sido expulsada después de que el personal tomó una decisión. Ella será entregada a la IISO. Ese es el destino más acorde a los transportistas del virus Gastrea.

Enju al instante se colocó tensa, rompiendo con toneladas de sudor frío en todo su cuerpo.

—Así que, ya que un portador del virus fue eliminado. Espero que todos sean buenos estudiantes a partir de ahora. Eso es todo. Oh, cierto, aunque lamento tener que decir esto después de que acabaras de trasladarte, Aihara-san, vamos a ir a un viaje escolar en una planta de energía en las afueras pasado mañana. Por favor, decide en que grupo vas a estar.

Diciendo eso, la maestra salió del salón, mientras sus tacones chasqueaban.

Era hora del breve descanso después de clase. En medio de la charla ruidosa, Enju se olvidó de limpiar el sudor goteando de su cuerpo, y simplemente miraba hacia abajo, sosteniendo sus rodillas mientras sus uñas se clavaban en ellas.

Ella sentía que ya estaba muerta.

—Yagara-sensei es un poco neurótica, así que no te sientas demasiado preocupada.

Enju miró hacia el rostro de quien le habló sorprendida. Una chica estaba de pie frente a ella. Estaba vestida con una chaqueta corta, de pie elegantemente como si fuera una actriz.

Tal vez debido a que se sentía nerviosa, la chica seguía frotando su mano contra la parte posterior de su muslo.

Tenía un peinado rizado con una sonrisa irónica en su rostro. Aunque parecía estar tratando de actuar de forma calmada, daba la impresión de ser muy tímida.

La chica señaló tímidamente al escritorio de Enju.

—Aihara-san, eso es...

Siguiendo su mirada, Enju vio el portátil que estaba usando para la clase. Estaba cubierto por todas partes con pegatinas de las Tenchuu Girls.

Como si se resolviera a sí misma, la chica sacó sus manos de detrás de su espalda y las levantó ante los ojos de Enju.

Estaba sosteniendo una tablet. Cuando Enju miró el panel posterior, inmediatamente abrió mucho los ojos.

—¡E–Eso es! La edición limitada con contraportada multicolor especial de la Tenchuu Red ofrecida a los suscriptores de la revista mensual Girls Dream…

Mirando más de cerca, Enju notó que incluso el lápiz era un producto relacionado a las Tenchuu Girls.

¿Quién podría ser? Pensando en eso, Enju reexaminó a la chica. La chica hizo «Ehehe» y sonrió al encontrar a una fan como ella, entonces agitó la tablet ruidosamente.

—Eh…. ¡No hay forma! ¿Así que recorres todo ese camino desde Magata?

—Mm-hmm, me tardo hora y media para llegar en tren.

Enju devoró el perro caliente del almuerzo escolar, mientras la chica con el cabello rizado miraba hacia abajo sosteniendo fideos fritos con su tenedor.

—Ya veo… Es por tus padres. Debe ser duro para ti. Esta es una escuela de élite después de todo, así que hay un montón de tareas.

—Oh.

—Sí. Ah, sobre todo ten cuidado de Katakura-sensei que da la clase de ciencias. Él siempre hace preguntas difíciles a propósito para poner a prueba a los estudiantes más malos.

Así que existe ese tipo de maestro en todas las escuelas… Viendo a Enju cruzarse de brazos, la chica sonrió.

Para la hora del almuerzo, Enju y la chica ya eran grandes amigas.

Desde la perspectiva de Enju, no podía ser más afortunada al tener una compañera de clases de buen corazón que pudiera enseñare las reglas y las cosas de las que prestar atención.

La chica con el cabello rizado se llamaba Momoka Hieda. En este punto, Enju y Momoka ya eran lo suficientemente cercanas como para llamarse la una a la otra por su primer nombre directamente.

—Oh, mi casa está en dirección a la estación de tren. Uh, si está bien para ti, ¿podemos irnos juntas a casa después de la escuela?

—Mm-hmm, por supuesto, está bien.

Momoka juntó sus manos, sonriendo mientras decía: «De verdad, estoy tan feliz» en voz baja. Esta chica es muy linda. Enju la analizó mientras se preguntaba si ella era del tipo de Rentarō, pero no podía pasar por alto el hecho de que la personalidad de Momoka difería de la de ella por mucho.

—Umm, Momoka, umm... ¿Qué estaba sucediendo antes?

Encontrando una oportunidad, Enju le hizo la pregunta que estaba pesando en su mente.

—¿Sobre qué?

—Umm, eso. Lo de la chica expulsada que dijeron esta mañana.

Adivinando probablemente lo que Enju quería decir, Momoka sonrió irónicamente y dijo:

—Ese tipo de ambiente tenso era muy desagradable, ¿cierto? La escuela ha estado impulsando una tendencia de alentar a los informantes, con Yagara-sensei como autor principal.

—Uh, así que la señorita Kamo que fue expulsada... ¿Era una de las llamadas Niñas malditas?

La chica negó con la cabeza.

—No estoy segura. Enju la miró con los ojos abiertos.

—¿No estás segura?

—Nuestra escuela es especial. De hecho, no importa si alguien es un Niño Maldito o no, siempre y cuando sea sospechoso, será llevado a la IISO.

Incluso si la IISO vuelve con resultados negativos, a casi todos les resulta imposible continuar su estancia en la escuela después de que se sospecha de ellos una vez... De acuerdo a los rumores, los estudiantes no deseados por parte de la escuela serán acusados por la fuerza y enviados a la IISO.

Ya veo, así que por eso el ambiente de la clase, especialmente en las chicas, era tan tenso.

Enju recordó lo que Rentarō le había dicho antes. La escuela era muy conservadora y podría fácilmente convertirse en un infierno si ocurría algo peculiar. Probablemente se refería a eso.

Sin notar el silencio de Enju, la chica delante de ella habló con alegría, tal vez tratando de ahuyentar el ambiente tenso:

—No podemos ser uno de esos «Ojos rojos», ahaha.

Enju sólo pudo sonreír torpemente para encubrir las cosas.

—¡Hey! Así que en el episodio 13 de las Tenchuu Girls’ «Population Explosion», la aterradora alga del estanque que se dice que capturó al señor del lago, el rey carpa, ¿no estaba arreglado?

—Al parecer, fue real, el personal realmente fue y atrapó una.

—Entonces, en la segunda temporada, el episodio 21 «Waiting for Godot», ¿qué fue eso? Tenchuu Red pasó treinta minutos esperando al señor Godot mientras organizaba sillas y hablaba de Dios. En Internet dijeron que era un homenaje a Samuel Beckett...

—Ah, sí, parece que fue escrito después de que el guionista tuviera una crisis nerviosa, por lo que los demás no tuvieron más remedio que hacer la historia de un tipo narrativa.

—...

—De todas formas, olvídate de eso. ¿Sí? En el último episodio de la segunda temporada de Tenchuu Girls’, a pesar de que invadieron la casa de Kouzukenosuke Kira para derrotarla, Kira había utilizado la clonación para hacer siete clones de sí misma…

—¡Uwah! ¡Aún no lo he visto y lo echaste a perder!

Ignorando a Enju que estaba gritando con los oídos cubiertos, Momoka rió alegremente.

Después de terminar las clases, Enju y Momoka estaban de camino a casa desde la escuela.

Todavía era bastante caliente por el verano, el sol de septiembre brillaba, atacando sin piedad su piel, pero aun así, Enju caminaba con pasos muy animados.

Los girasoles floreciendo alrededor de la escuela sonreían completamente abiertos. Las cigarras cantaban sus canciones favoritas con todas sus fuerzas.

—Estoy muy contenta de haber venido a la escuela.

Enju levantó su sombrero de paja y sonrió, mirando hacia el sol radiante. Momoka inclinó la cabeza ligeramente desconcertada.

—¿Por qué dices eso?

—Debido a que te conocí, Momoka.

Probablemente no acostumbrada a la forma directa de expresarse de Enju, Momoka bajó un lado de su sombrero para ocultar su rostro. Al final, ella finalmente dijo «Yo también» tranquilamente con una voz que casi era cubierta por el sonido de las cigarras.

En ese momento, un grito preocupado de «¡Momoka!» vino desde otra dirección.

Inmediatamente, Momoka fue fuertemente abrazada casi como si se estrellaran contra ella.

—¡Madre!

La abrazada Momoka exclamó, sintiéndose preocupada. Bajando su guardia contra la mujer que había aparecido de repente, examinó su rostro.

—Dios mío... Gracias a Dios. ¿Estás bien?

La mujer que Momoka llamó madre, usaba gafas con montura de cobre, vestida con un traje-pantalón negro con rosca de oro. Parecía una madre de una familia rica, sin importar como se viera. Tras un examen más detallado, había un coche de aspecto caro estacionado en la orilla. Probablemente había venido corriendo al ver a Momoka.

—Estaba preocupada después de escuchar que uno de esos ojos rojos apareció en tu escuela. ¿Fuiste tocada por esa cosa? Es posible que hayas sido infectada con el virus.

—En serio, madre, te preocupas demasiado. Oh, esta de aquí es Enju, permítanme hacer las presentaciones. Enju, esta es mi madre.

Momoka presentó a su madre entusiasmada. La madre de Momoka se inclinó con cautela.

—Gracias por cuidar de mi Momoka. Como puedes ver, la personalidad de Momoka es de esta forma, así que gracias por tu atención.

—Por Dios, madre, no vayas diciendo esos clichés incomodos…

Momoka le dio un codazo ligero a su madre y protestó tímidamente.

—Pero volviendo al tema, ¿cuál es el pensamiento de esos pequeños mocosos al infiltrarse en las escuelas? Tan repugnante. Hace poco escuche a un vecino decir que los niños no deseados fácilmente se convierten en «Ojos rojos».

—Eh… Pero escuché de un amigo en la escuela que los «Ojos rojos» solo nacen debido a la promiscuidad.

—Hija, te prohíbo usar palabras como esas.

—Mentira.

—¿Hmm? Enju, ¿dijiste algo?

Momoka inclinó su cabeza ligeramente. Mirando con sus grandes ojos vivaces, sonrió y dijo:

—Ah, claro, Enju, por favor, ven a mi casa. Podemos ver el episodio final de la segunda temporada de Tenchuu Girls’ juntas, ¿qué te parece?

Mirando hacia arriba con una expresión amarga, Enju apretó los dientes y forzó una sonrisa.

—Todavía tengo cosas que hacer.

Después de decir eso, Enju se dio la vuelta y corrió a la estación.

Parte 3

Una fragancia a salsa de soja venía de la cocina y un sonido de burbujeo salía de una mezcla hirviendo.

Girando el sartén con la muñeca, Rentarō apagó la estufa a gas después de que se hizo la cocción. En ese momento, el timbre sonó.

Comprobando la hora, eran las 20:00. Quitándose el delantal y abriendo la puerta, descubrió a un mensajero quemado por el sol.

—Por favor, estampe o firme— Después de recibir la pluma que el mensajero le dio, Rentarō le hizo un gesto a Enju para que dejara de ver la televisión y viniera.

Con los ojos brillando por la curiosidad, Enju corrió hacia la puerta. Entonces Rentarō colocó el recibo en su frente y firmo.

Con una expresión de incredulidad en su rostro, el mensajero se fue.

—Ya lo sabía, utilizar tu frente como apoyo para escribir en realidad se siente diferente.

Feliz por alguna razón desconocida, Enju sonreía como un gato:

—Aparte de eso, ¿qué fue lo que entregó el mensajero?

Soltando la cabeza de Enju mientras ella saltaba alrededor de la curiosidad, Rentarō abrió el paquete y sacó dos boletos del interior.

Con el ceño fruncido, leyó las palabras en la parte superior. Estos resultaron ser boletos de cortesía a la plataforma de observación de un nuevo rascacielos en la ciudad de Magata. La fecha había sido fijada para que coincidiera con unos fuegos artificiales que iban a ser lanzados pronto.

En cuanto a la carta adjunta, Rentarō descubrió que era de un cliente anterior. Recordó que ese tipo era el dueño de una tienda de conveniencia que le había encargado un trabajo para deshacerse de unos delincuentes que se negaban a irse.

La carta expresaba gratitud y relató lo que sucedió después, terminando con una nota final en la que decía que esperaba que ellos dos pudieran ir a ver los fuegos artificiales y relajarse un poco.

Rentarō tenía sentimientos encontrados, pero Enju junto a él estaba alzando lo boletos por encima de su cabeza, gritando «¡Wowwww!» mientras sus dos ojos brillaban intensamente.

—Debo agradecerle al cliente la próxima vez. Estoy deseando que llegue el festival de verano.

—Sobre eso, Enju...

Rentarō miró hacia ella de nuevo.

—El festival probablemente va a ser cancelado.

—¿Por qué?

Ver Enju inclinar la cabeza perpleja, le causó dolor al corazón de Rentarō, pero aun así, respondió con una indiferencia deliberada:

—En este momento, estamos en una situación tensa con el Área de Sendai, con ambas partes enviando aviones patrulla para amenazarse mutuamente. Lanzar fuegos artificiales en este tipo de situación podría definitivamente provocar al otro lado.

La asociación de vecinos no era tan estúpida como para pasar por alto ese hecho. Incluso el festival de verano en si era probable que fuera cancelado, dependiendo de la situación.

En un principio, Rentarō pensó que Enju haría una expresión decepcionada, pero en vez de eso, ella habló con valentía:

—Entonces voy a arreglar las cosas antes del festival de verano. Con eso, el festival continuará como estaba planeado, ¿cierto?

—Estás diciendo cosas ridículas de nuevo...

Rentarō pensaba que no habría oportunidad para que ellos entraran en acción esta vez, pero el firme e inquebrantable espíritu de Enju se sentía enormemente cómodo.

—Bueno, vamos a dejar de lado ese tema por ahora…

—¿Dejarlo de lado…?

Con los brazos cruzados, Rentarō acercó su rostro a Enju.

—Vamos a comer primero.

Encima de la mesa había unos platos casi desbordantes de arroz con pollo, cebolla y huevos amontonados en la parte superior. El huevo parcialmente cocido estaba envuelto suavemente alrededor de los otros ingredientes. Esta era la obra maestra de la que se enorgullecía Rentarō. El olor de la salsa dulce junto al vapor flotando, acariciaba el rostro de Enju.

—… ¡Mmm!

Incapaz de resistirse, Enju apoyó sus manos sobre la mesa y se balanceó hacia arriba y abajo.

—Así que, Aihara-san, ¿sabes cómo se llama este plato?

—¡Oyako-don!

Con un rostro lleno de alegría, Enju movía de izquierda a derecha mientras cantaba una canción extraña de «Rentarō y yo comemos amantes-don ~ ♪»

—No existe ningún «-don» como ese.

—Entonces debes inventar el «Amantes-don» para que lo comamos la próxima vez. ¡Debe ser tan apasionado como la relación entre Rentarō y yo!

—Entiendo, entonces será mejor que haga también la receta del «Gorróndon». La velocidad con la que ese plato se pone frío debe ser aterradora.

Instando a Enju a sentarse después de dar un grito de «Itadakimasu» para comenzar a comer, Rentarō cerró los ojos y llevó cuidadosamente los palillos a su boca antes de comenzar a masticar.

El rico sabor del huevo, la dulzura perfectamente afinada y la acidez de la salsa se propagaron por su boca.

Sí, excelente. Como era de esperar de mi cocina. La pobre niña rica y la iniciadora-conejo realmente necesitan mejorar un poco de la fase de hacer comida explosiva.

Abriendo un ojo ligeramente, vio las mejillas de Enju llenas. Parecía que le había prestado atención a la comida, por lo menos.

—Bien Enju, ¿cómo estuvo la escuela hoy?

Enju sonrió con un grano de arroz pegado en su cara.

—Hice una amiga.

—¿Algo te perturbó?

Enju hizo una expresión como si quisiera decir algo por un instante, pero al final, sacudió la cabeza con una sonrisa irónica.

—...

Aunque estaba bien que ella no dijera nada de inmediato, ya que Enju quería ocultarlo, Rentarō decidió que sería raro continuar insistiendo.

—Enju, si estoy adivinando como un idiota, no dudes en reírte, pero no es necesario pensar en lo que pasó con la familia Aihara, ¿está bien? La reacción torpe de Enju superó con creces sus expectativas.

—¿P–Por qué estás hablando de eso?

—Si encuentras algo que no puedes resolver por tu cuenta, no dudes en preguntármelo, no seas tímida. No importa lo que pase, siempre estaré a tu lado.

Enju pasó algún tiempo pensando sobre algo en su corazón.

Finalmente, sonrió tímidamente diciendo «Mmmhmm, entiendo», y asintió con la cabeza.

En el momento en que Rentarō pensó que la conversación debía terminar y dijo «Okey, comencemos antes de que la comida se enfríe», el timbre sonó de nuevo.

¿Quién diablos es? Impaciente, se levantó a abrir la puerta.

Sin previo aviso, un objeto blanco se abalanzó sobre su pecho, sorprendiendo enormemente a Rentarō.

Frenéticamente lo sostuvo en sus brazos, sintiendo algo lleno de elasticidad y suavidad.

Mirando hacia abajo agitado, se encontró con la mirada de un par de ojos llorosos. Rentarō se sorprendió.

—¡Te ruego que me escondas en tu casa, Satomi-san!

—¿S–Seitenshi-sama?

No podía ser un error. Esta era precisamente la jefa de estado que era tan hermosa que mirarla desde una cerca sería peligroso para el corazón.

—¡Rentarō! ¡Prohibidos los pechos!

Escuchando los regaños desde atrás, Rentarō frenéticamente liberó a Seitenshi, con todo su cuerpo rígido.

—¿Qué quieres decir con que te esconda? Además, ¿qué diablos estás haciendo aquí…?

Rentarō preguntó torpemente mientras la jefa de estado del Área de Tokio enderezaba su espalda y lo miraba directamente a los ojos.

—¿Puedo explicarlo dentro?

La casa de Satomi era un apartamento del tamaño de ocho tatamis sin ningún mérito aparte de la baja renta y la fácil amistad con las cucarachas, por lo que sería reconocido públicamente como un apartamento barato. La fuga en las tuberías era tan mala que arreglar una produciría otra, la insonorización era escandalosamente pobre y fallaba completamente en ocultar el sonido de las peleas una pareja vecina que arrojaba ollas y sartenes.

Con una princesa capaz de emitir luz, sentada en posición vertical en este tipo de lugar, sin duda era una escena inusual. La fragancia de rosas viniendo de ella era muy impresionante. Rentarō recordó una vez más, que Seitenshi era realmente una gran belleza.

Después de escuchar la explicación de Seitenshi con los brazos cruzados, Rentarō finalmente levantó la mirada.

—En otras palabras, ¿estás siendo perseguida por las personas en la Sagrada Residencia y deseas contratarme para ocultarte de ellos?

—Efectivamente.

—Además, no puedes decirme la verdadera razón.

—Efectivamente.

—Hey, deja de jugar, ¿de acuerdo?

Rentarō trató de intimidarla, pero la chica lo miró con una expresión digna. Su voluntad indomable podía verse en sus ojos firmes muy claramente. Esto es realmente muy problemático… Pensando eso, Rentarō rascó su cabeza.

—¿Conoces la situación actual del Área de Tokio?

—Muy claramente.

—A pesar de ello, ¿no volverás a la Sagrada Residencia?

—Efectivamente.

—Por cierto, ¿cómo escapaste de la Sagrada Residencia?

—Arranqué una cortina para hacer una cuerda y descendí desde una ventana, entonces me colé en la parte trasera de un camión que estaba entregando alimentos en la Sagrada Residencia.

Rentarō y Enju intercambiaron miradas sorprendidos. De forma extraña, el rostro de Enju estaba mostrando incluso una expresión de preocupación que decía: «¿El sistema de seguridad en la Sagrada Residencia está realmente bien?»

—... Además, ¿eres capaz de pagar por el trabajo?

—Voy a pagar por esto.

Seitenshi despreocupadamente sacó una tarjeta de su bolso blanco. Era de suponer que porque ella no tenía la costumbre de salir con su bolso, la tarjeta había sido guardada directamente en el bolso y despedía una luz de color blanco plateado. Probablemente era una tarjeta de crédito ilimitada que podía ser usada en varios lugares.

—¿Cómo llegaste aquí?

Tal vez sin entender la verdadera intención detrás de esa pregunta, Seitenshi lo miró con una expresión de sorpresa.

—Al tomar el transporte público. ¿Por qué?

—En otras palabras, bajaste del tren en la estación Magata, ¿cierto?

—De hecho es así...

Qué molestia… Rentarō presionó su mano contra su frente.

Parecía que esta princesa no tenía idea de que incluso usar una tarjeta de crédito dejaría registros.

Una vez que sus perseguidores se enteraran de que la había usado en la Estación Magata, no sería difícil pensar en el apartamento de Rentarō.

Los instintos le advertían a Rentarō rechazar este trabajo de forma inmediata.

Completamente inconsciente de los pensamientos de Rentarō, mientras examinaba el apartamento con una expresión de curiosidad, la mirada de Seitenshi se detuvo de repente en el cuarto de baño.

—Disculpe, Satomi-san, ¿puedo pedir prestado el baño?

—¿El baño?

En el momento en que Rentarō iba a preguntar por qué, miró su vestido cuyo dobladillo estaba todo sucio. Sus piernas también estaban hinchadas.

Antes de llegar aquí, ¿dónde exactamente había vagado mientras estaba perdida?

Pensándolo un poco más, había escapado de la Sagrada Residencia ayer, lo que significaba que un día y una noche habían pasado antes de que ella apareciera aquí.

No podía haber estado perdida por tanto tiempo, ¿cierto? Ella probablemente podría imaginar fácilmente las consecuencias de involucrar a Rentarō y a los suyos en esto.

Rentarō se imaginó que ella debió haber luchado fuertemente con si misma antes de pulsar el timbre de la puerta, ¿no es ese tipo de noción demasiado benevolente?

Esta doncella digna y honrada no mencionó esas experiencias en lo absoluto. Rentarō no pudo evitar temblar, incómodo, sintiendo lástima por ella.

—Oh hombre, entiendo, lo que deseas es tomar un baño. Siéntete libre de usarlo como quieras.

Mientras señalaba el baño y se rendía. Escuchó a Seitenshi decir, «Entonces discúlpeme», antes de irse.

El roce de la ropa podía escucharse desde el vestidor fuertemente cerrado. Mientras el vestido formal, se deslizaba por sus pies, Rentarō pudo ver una silueta con un cuerpo asombrosamente delgado, aparecer desde detrás del vidrio.

Mientras su corazón latía con fuerza, la silueta deslizó el sujetador hasta el suelo y luego bajó las bragas a lo largo de sus piernas… En ese momento, la vista de Rentarō quedó oscurecida.

Rentarō volteó hacia atrás asustado, sólo para ver a Enju apretando las manos, que había utilizado para bloquear su vista, en puños, con una expresión completamente llena de ira.

—¡Tu nuca me has mirado tan enserio cuando me estoy desvistiendo!

No había nada digno de ver en la figura de Enju cuyos tres tamaños eran idénticos. Pero si Rentarō decía eso aunque fuera verdad, ella probablemente lo mordería, por lo que todo lo que Rentarō podía hacer era mirar lejos del baño y cubrir sus orejas.

Tratando de no ser demasiado consciente del sonido de las salpicaduras de agua, Rentarō trató de volver a conectar sus pensamientos interrumpidos.

Una vez que aceptara este trabajo, tendría que tomar medidas de emergencia en consecuencia.

Su propia casa no era un escondite adecuado. Aunque había otros lugares para esconderse, sería muy difícil mantener a los expertos de la Sagrada Residencia lejos durante mucho tiempo.

En ese momento, se escuchó el timbre una vez más, sorprendiendo a Rentarō. Mientras pensaba «Mierda, ¿sus perseguidores ya están aquí?»

Afortunadamente, eso no fue todo. El sonido de una llave insertándose en la cerradura se escuchó mientras el mango de la puerta cerrada con llave era girado.

De pie con los pies separados, una expresión digna y un impresionante cabello negro, estaba la directora general de la Compañía de Seguridad Civil Tendō.

Sin embargo, tenía los ojos llenos de sospecha. Caminando con impaciencia, sus pasos eran excepcionalmente rápidos.

—¿Por qué huele a perfume aquí?

—¿Uh?

—Hay una chica en la casa aparte de Enju y Tina. Por lo tanto, debe ser Miori.

Irrumpiendo en el apartamento abiertamente, Kisara miró a su alrededor y luego llegó a la mesa con los brazos cruzados.

—Satomi, siéntate correctamente por favor.

—O–Okey.

Intimidado por el asombroso instinto asesino de Kisara, Rentarō cumplió obedientemente sus órdenes al verla abrir los con ira mirando hacia él.

—Escucha, Satomi. Si tuviera que hablar de lo que odio de Miori, es el hecho de que a pesar de saber claramente que Satomi me pertenece a mí, se coloca ropa de gala y entra a tu casa sin permiso, dejando atrás ropa interior sin permiso, incluso tirando mi secador de cabello… Oh cierto, ella incluso colocó su cepillo de dientes rojo como un marcador junto a tu cepillo de dientes azul en tu taza. ¡Yo odio todo eso! Hey, ¿estás escuchando? Frente a Kisara regañándolo enfadada con toda la cara roja, Rentarō perdió la oportunidad para mencionar la visita de Seitenshi.

En ese momento, los sonidos de la ducha se pudieron escuchar durante esa pausa en la conversación, lo que provocó que Kisara mirara en dirección al baño.

—Por allí, ya veo.

—Oh, mantén…

Kisara entró en el baño sin decir nada más. El brazo extendido de Rentarō apenas pudo rozarla…

—¡Kyahhhhhhhhhhhhhhhhh!

—¡¿E–Ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh?!

Al escuchar los dos gritos provenientes de forma simultánea desde el baño, Rentarō se agarró la cabeza lamentándose por ser un paso demasiado lento. En ese momento, de repente fue golpeado por la inspiración.

Ese pensamiento le hizo aplaudir con sus manos una vez.

Había encontrado el lugar perfecto para esconder a Seitenshi.


Treinta minutos más tarde...

El timbre sonó por cuarta vez hoy. Por fin están aquí, pensó Rentarō. Trató de abrir la puerta con la mayor impaciencia fingida posible.

—Eres Satomi Rentarō, ¿cierto?

Un hombre fornido de barba blanca apareció de repente, dando un paso bruscamente mientras intentaba entrar por la fuerza.

Su zapato de cuero forzaba la puerta mientras su pecho musculoso emitía una presión indescriptible.

—¿Qué quieres de mí?

—Soy de la Sagrada Residencia. La razón no puede ser revelada, pero queremos revisar su hogar.

—¿Por qué debo dejarlos buscar? ¡Fuera de aquí rápidamente!

—Eso no va a pasar.

El hombre gritó hacia detrás de él y un grupo de hombres con trajes de color blanco con el emblema de la Sagrada Residencia apareció de la nada, entrando en el apartamento de ocho tatamis.

Haciendo caso omiso del nervioso Rentarō, el hombre de barba blanca ordenó «¡Comprueben el techo y bajo el tatami!». Mientras comía su Oyakodon, Enju también mostró una expresión de consternación por la repentina aparición de los hombres.

—Señor Hashiba.

El hombre de barba blanca llamado Hashiba escuchó algo de una subordinada vestida de blanco y luego asintió.

Junto a su subordinada, se acercó a la puerta del baño, desde donde los sonidos del agua podían escucharse.

—¡No pueden entrar allí!

—Eso no nos importa a nosotros.

Haciendo caso omiso de los esfuerzos de Rentarō para detenerlos, Hashiba empujó la puerta que separaba el baño de la sala de estar. En ese instante, la otra puerta en el vestidor se abrió, en medio del vapor nebuloso, una figura gritó brevemente y se abrazó a sí misma en las profundidades del baño.

—¡D–Discúlpenos!

Corriendo fuera del baño, Hashiba frenéticamente sacó un pañuelo para secarse la frente y trató de suavizar las cosas.

—Si la señorita Tendō estaba dentro, ¿por qué no lo explicó claramente de antemano?

—Ustedes se negaron a escuchar y forzaron la puerta para entrar.

—Señor Hashiba, ¡La búsqueda dio negativo!

Rentarō miró en dirección de la voz para ver al subordinado de Hashiba, que había movido una escalera para abrir las placas del techo y revisar el interior, mirando a Hashiba con una expresión de preocupación junto a otro tipo que había levantado el tatami. Rentarō cruzó los brazos con arrogancia.

—Así que, viejo, ¿cómo van a asumir su responsabilidad aquí?

Hashiba miró a Rentarō disgustado con una expresión arrugada. Sacando una tarjeta de presentación del bolsillo de su traje, y colocándola en la mano de Rentarō.

—Todos los daños serán compensados por la Sagrada Residencia. Supongamos que Su Alteza viniera a visitarlo en su casa, por favor contacte con nosotros utilizando este número.

Hashiba hizo un gesto con la cabeza para irse. Por lo que, sus subordinados se desvanecieron como una tormenta tan rápido como habían llegado.

Confirmando que el último hombre había desaparecido por la puerta principal, Rentarō abrió el bote de basura y tiró dentro la tarjeta de Hashiba.

Dándose la vuelta, dijo: «Hey, puedes salir». Poco después de eso...

Abrazada por la vergüenza, la chica con el uniforme negro de estilo marinero, salió finalmente del vestidor. Detrás de ella, Seitenshi salió tranquilamente en su vestido.

Profundamente impresionada, Seitenshi sostuvo sus palmas juntas frente a su pecho y dijo:

—Impresionante, como esperaba de Satomi-san. El plan fue bastante perfecto.

—¿Cómo que fue perfecto? ¡Me vieron desnuda!

Incluso Hashiba no habría esperado que Seitenshi se escondiera en un punto ciego en la pared interior del baño de vapor, ¿cierto?

—Se llama «¡Técnica secreta Ninja! Los baños de mujeres son una barrera inquebrantable contra los hombres», ¿de acuerdo?

Murmurando «Nin-nin» mientras hacía un símbolo ninja con sus dedos, Enju causó que Seitenshi explotara de la risa.

—¿Y entonces?— Rentarō le preguntó a Seitenshi rascándose la parte posterior de su cabeza.

—Con esto, el trabajo está hecho, ¿cierto?

—Me gustaría encomendarle un trabajo más. Más bien, este es el punto principal.

—Maldita sea, sigues causándome más problemas.

Después de escuchar la observación irónica de Rentarō, Seitenshi sonrió. Sosteniendo sus manos frente a su vestido, anunció:

—Presidenta Tendō, Satomi-san, me gustaría pedirles que recuperen el «Anillo de Solomon» y la «Cabeza de Scorpion».

Parte 4

El dispositivo de almacenamiento de cristal que Seitenshi había traído, brillaba con una luz de color azul real. Su tamaño era tan compacto que podía confundirse con un zafiro si no era dicho lo que era de antemano.

Después de apagar las luces de acuerdo a las instrucciones de Seitenshi, el cristal colocado sobre la mesa despidió una luz azul, produciendo de repente un modelo gigante de tres dimensiones de lo que parecía ser una fábrica.

—El incidente ocurrió cinco días atrás en un laboratorio de investigación en Rusia.

Reaccionando a las palabras de Seitenshi, el modelo a escala reveló la estructura del edificio y mostró unas cuantas fotografías.

Había sangre salpicaba dentro de las instalaciones y líneas de tiza dibujadas en el suelo. Estas fotos fueron tomadas probablemente durante la escena del crimen. El ambiente en el interior era un desastre con signos de saqueos. Sólo las líneas de tiza y las manchas de sangre transportaban las silenciosas protestas de las víctimas.

Sosteniendo los palillos, Rentarō miró a su Oyako-don en la mesa varias veces, mostrando un rostro claramente enfermo. Al menos, esto era algo que no debía verse en medio de la cena.

—Alguien invadió este laboratorio y robó una investigación de alto secreto.

—¿Así que lo que acabas de nombrar es el tan llamado sujeto de investigación...?

Enju inclinó la cabeza y preguntó. Seitenshi asintió con seriedad.

—Sí, el nombre clave de este elemento en fase de desarrollo es «Anillo de Solomon». Tenemos razones para creer que tiene una fuerte conexión con el reciente incidente.

—Recuerdo de las leyendas del rey Solomon que había un anillo que le dio la capacidad para hablar con los animales.

Muy impresionado, Rentarō miró a Kisara, que tenía los brazos cruzados con una expresión malhumorada y habló:

—Por supuesto que sé algo de ese nivel.

Rentarō miró a Seitenshi.

—¿Así que lo que deseas recuperar es ese anillo?

—Tal como he mencionado, el anillo de Solomon es sólo un nombre clave. Su verdadera identidad es un dispositivo de traducción que el gobierno ruso estaba desarrollando con el fin de comunicarse con el Gastrea.

—¡¿Qué...?!

Rentarō no fue el único que saltó de la impresión.

En cuanto a sus compañeras, Kisara y Enju estaban con los ojos abiertos a la vez, congeladas como estatuas, intercambiando miradas. —Algo como eso, ¿es realmente posible...?

Seitenshi negó con la cabeza.

—No, la comunicación lograda por el anillo es muy limitada. Aunque puede transmitir pensamientos e ideas sencillas al Gastrea, el significado de los aullidos del Gastrea sigue siendo desconocido.

—Entonces, ¿por qué las personas que atacaron el laboratorio buscaban el anillo?

—Anteriormente, habíamos escuchado de este incidente sin prestar mayor atención, hasta que Libra apareció.

—No hay forma...

Lo ojos entrecerrados de Seitenshi brillaban con la luz del holograma.

—Casi al mismo tiempo, un laboratorio en el Área de Tokio fue también invadido. Los investigadores fueron trágicamente masacrados. A juzgar por los métodos, el crimen fue cometido por la misma organización. Y lo que fue robado es…

—La «Cabeza de Scorpion»... ¿no?

En el instante en que ese nombre fue mencionado antes, Rentarō ya se había preparado en cierta medida.

Un Gastrea del zodiaco, Scorpion, era el Fase V que había aparecido durante el incidente de Kagetane Hiruko, así como uno de los Gastrea que hizo que Rentarō siguiera este camino.

En un principio, pensó que no quería oír ese nombre otra vez.

—Precisamente. Hemos recuperado el cadáver de Scorpion que Satomi Rentarō y Aihara Enju derrotaron, entonces llevamos a cabo investigaciones en secreto.

—¿Por qué?, supongo que soy realmente estúpido por preguntar eso.

—Los cuerpos de los Gastrea, en particular los del Zodiaco, son difíciles de obtener. Las organizaciones de investigación dispuestas a pagar miles por gramo son demasiadas para enumerarlas.

—¿Qué tienen que ver estos dos objetos robados con Libra?

Kisara no pudo evitar preguntar.

—Hace diez años, cuando los once Gastreas del zodiaco aparecieron en todo el mundo al mismo tiempo, alguien especuló que los Fase V eran capaces de comunicarse entre sí a través de sonidos vocales. De hecho, tomando de la cabeza de Scorpion, más precisamente, las cuerdas vocales tomadas de Scorpion, aplicándole un líquido activador de células y estimulación eléctrica, se puede observar una mezcla de impulsos eléctricos y ultra sonidos emitidos por ellas. Sin embargo, no es nada más que ruido sin ninguna información para nosotros los seres humanos. Los investigadores encargados de analizar la longitud de onda están atrapados en un dilema.

—Es por eso que se necesita el anillo de Solomon como mecanismo de conversión para interpretar eso, ¿cierto?

Seitenshi continuó sin confirmar o negar nada.

—Tal como mencioné anteriormente, el anillo de Solomon está todavía en fase de desarrollo. Aunque en general, prácticamente no hay especies con las que sea posible descifrar lo que dicen, Libra es aparentemente una excepción.

Rentarō frotó su barbilla y reflexionó.

—Espera un segundo. El incidente de Libra ocupando esa mina en Nasu sucedió inmediatamente después de los dos robos… ¿Así que dices que la razón por la que Libra apareció en la mina y se quedó allí para sintetizar virus letales fue todo debido a las órdenes de alguien?

—... Esa posibilidad existe. Es un hecho de que ambos laboratorios fueron atacados.

—¿Por qué no lo ha manejado la Sagrada Residencia? Este es un problema serio.

—Por desgracia, todo lo mencionado hasta ahora esta puramente en el plano teórico. Sin evidencia para explicárselo a las demás áreas, anunciarlo unilateralmente sólo va a sonar como una excusa. De hecho, el «Legado de las Siete Estrellas» tiene el poder de invocar Gastreas. Esta vez, no somos capaces de censurar al primer ministro Inou por su temprana acusación al Área de Tokio como culpable.

Con los brazos cruzados, Rentarō jugó con sus dedos agitado.

—Todo este desastre fue provocado por su política de mantener secretos. ¿No has oído hablar del proverbio que advierte contra mantener una actitud sospechosa durante momentos difíciles, «No ajustes tu zapato en medio de un campo de melón»?

—De hecho, estoy dispuesta a aceptar mi parte de la culpa por mantener en secreto eso. Sin embargo, después de haber sido preparado en el pasado como un futuro político Tendō, Satomi-san, usted debe ser muy consciente del carácter del primer ministro Kaihoku y el Presidente Saitake. Incluso si la información del «Legacy» fuera a darse a conocer, ¿de verdad crees que la utilizarán para la paz?

—... Así que, ¿quién demonios perpetró este estúpido acto en primer lugar?

—Los sospechosos habrían atacado el laboratorio usando armas ligeras para suprimir al personal. Profesionales, a juzgar por sus métodos de invasión. Las cámaras de seguridad también confirmaron la identidad de uno de los miembros de la organización, un terrorista internacional buscado.

Seitenshi giró el modelo del edificio, entonces, tocó la esquina de un pasillo para ampliarlo.

La imagen tomada desde arriba era muy clara, mostraba a una persona que usaba un chaleco táctico, levantando un arma de fuego hacia la pantalla. Con el rostro cubierto dejando ver sólo sus ojos, era imposible saber quién era.

—No hay forma de identificarlo con esto, ¿cierto?

—No necesariamente.

Seitenshi golpeó rápidamente el holo-teclado para recortar la pantalla, por último, se centró en los ojos del hombre.

Tras analizar los patrones de iris pregrabados y compararlos con la lista de personas buscadas internacionalmente, la foto de un hombre blanco apareció repentinamente junto a un perfil detallado.

—Mark Meyerhold, un bielorruso que sirvió durante siete años en las fuerzas especiales «Spetsnaz» de Rusia. Hay otros dos sospechosos que han sido identificados como ex-convictos bielorrusos que cometieron crímenes en Bielorrusia.

—¿Bielorrusia? ¿Pero Bielorrusia no está ya...?

Seitenshi asintió, muy impresionada de que Rentarō entendiera.

—En efecto. La mayor parte de Minsk, que solía ser la capital de Bielorrusia, fue destruida por nada menos que Libra. Estaba muy curiosa y traté de buscar información sobre los últimos momentos de Minsk... Fue muy trágico.

Después de sacudir la cabeza y cerrar los ojos con dolor, Seitenshi finalmente miró a Rentarō.

—Además, hay algo que debo informarle, Satomi-san. Estos terroristas solían ser subordinados que trabajaban bajo el mando de Andre Litvintsev.

Esta vez, Rentarō quedó completamente estupefacto.

—¿Dijiste Andrei Litvintsev...?

Rentarō sintió un escalofrío a lo largo de su espalda, como si le hubieran colocado cubos de hielo frío.

Era un nombre que conocía, que no podía olvidar, incluso si quisiera.

—¿Quién es ese tipo?

Rentarō miró a Enju que estaba inclinaba su cabeza con una expresión de duda en su rostro.

—Piensa de nuevo un poco, hace más o menos medio año. ¿No hubo un residente local que se quejó de que había gente sospechosa merodeando cerca? Ese es el tipo.

Enju juntó sus manos comprendiendo.

—Oh, así que es ese intruso ilegal.

Kisara suspiró.

—En realidad, no fue simplemente un problema de alguien sospechoso. Ese incidente fue considerado uno de los más grandes incidentes de espionaje desde el de los medios de comunicación en Sorge. Esto fue ocultado de los noticieros.

Rentarō miró hacia Seitenshi de nuevo.

—¿Qué pasa con ese tipo?

—Está pagando una sentencia de cadena perpetua en una prisión en una isla artificial. Creo que es muy posible que Litvintsev sea el que mueve los hilos detrás de las incursiones a los laboratorios, por eso, en este momento estamos en negociaciones para reducir su condena. Sin embargo...

—¿No se pudo llegar a un acuerdo?

—No, posiblemente sea peor. Particularmente, desde su punto de vista, Satomi-san.

—¿Qué quieres decir?

Seitenshi vaciló. Rentarō silenciosamente le pidió que continuara.

—Litvintsev te nombró, Satomi-san, para que sirvieras como mediador en la negociación.

Rentarō sintió un malestar difundiéndose en su pecho, por lo que no pudo evitar fruncir el ceño.

—¿Yo? ¿Por qué?

—La razón es desconocida, pero Litvintsev insistió en que solo estaba dispuesto a negociar si tú vas.

Rentarō acarició su barbilla para organizar sus ideas.

—En otras palabras, es muy probable que los hombres de Litvintsev allanaran los laboratorios en Rusia y el Área de Tokio y usaran los objetos robados para controlar a Libra, ¿no? Entonces, ¿cuál es su objetivo?

—Eso también es desconocido. La situación actual es que el lado de los perpetradores no ha hecho demandas a la Sagrada Residencia. Sin embargo, adivinar sus motivos y tomar medidas es algo de suma importancia en este momento.

La fecha límite se acerca, segundo a segundo, minuto a minuto. Incluyendo hoy, sólo quedan tres días para eliminar la amenaza de Libra y prevenir que una guerra total estalle entre las Áreas de Tokio y Sendai. Antes de eso, debes encontrarte con Litvintsev en la isla artificial y averiguar el paradero de sus hombres. Cuento contigo.

Una noche sin viento en la ciudad de Magata, era tan tranquilo que incluso las cigarras dejaban de hacer ruido.

Mostrando esquinas agudas, la luna iluminaba las calles donde los coches pasaban uno tras otro de vez en cuando.

—¡Estoy absolutamente en contra de esto!

Mirando la espalda de Kisara mientras caminaba a zancadas con sus hombros subiendo y bajando de la ira, Rentarō no tuvo más remedio que hacer una expresión impotente.

—No, pero no se puede evitar. En este momento, mi casa es el único lugar seguro.

Rentarō golpeó su nariz contra la espalda de Kisara cuando ella se detuvo repentinamente. Con los brazos cruzados, Kisara se dio la vuelta.

—¡Tu gran idiota! Esa no es la cuestión. Una chica como Seitenshi-sama absolutamente no puede dormir bajo el mismo techo con un chico. Rentarō miró hacia el cielo, atormentado por este dilema.

Su respuesta al trabajo de Seitenshi aún estaba pendiente. Cuando hablaron sobre dejar a Seitenshi vivir allí por ahora, Kisara se opuso vehementemente.

Desde que ellos estaban escondiendo a Seitenshi sin que las personas en la sagrada residencia supieran, la casa de Rentarō era la única opción, pero por alguna razón, Kisara todavía no podía aceptar eso. Desde hace un rato, ella había estado insistiendo con firmeza «¡Por supuesto que no!»

Rentarō no pudo evitar suspirar.

—¿Soy tan indigno de confianza?

—¿Cómo podría confiar en ti?

Kisara miró hacia abajo, de mal humor, murmurando en voz baja «Incluso hiciste un movimiento conmigo también», con sus mejillas rojas.

Rentarō al instante sintió que su cuerpo comenzó a sudar y su temperatura aumentaba.

—No, eso fue porque, uh, en otras palabras...

Mientras estaba tratando de buscar una excusa en su mente hecha un caos, la conciencia de Rentarō fue llevada repentinamente al incidente ocurrido un mes antes.

Con el caso del asesinato de Kihachi Suibara, Rentarō, que fue inculpado, había investigado y expuesto el proyecto cisne negro, frustrando así la conspiración de Atsurō Hitsuma.

Después de resolver el incidente, en un determinado entorno, había besado a Kisara. Pero después de eso, Kisara había…

—Umm... Kisara-san, en ese entonces, ¿por qué tú…

—¡Oh! Ahora lo recuerdo.

Kisara golpeó repentinamente sus puños y miró de forma inquieta.

—Aún tengo que comprar productos de descuento en el supermercado hoy. Tina debe tener hambre. Está bien si me acompañas hasta aquí, Satomi. Adiós.

—Ah, hey…

Tan pronto como terminó, Kisara salió corriendo, su figura se hizo gradualmente más pequeña ante los ojos de Rentarō.

Después de que ella salió como si fuera un vendaval, Rentarō quedó solo en el lugar.

Miró a su alrededor para notar que habían llegado a la parte delantera del parque de Magata. Las instalaciones estaban envueltas en oscuridad. En este momento, un reloj iluminado mostraba que era media hora pasada la media noche. Ningún supermercado seguía abierto a esa hora, al menos, según la información de Rentarō.

—¿Qué diablos... pasa con ella?

—Estoy en casa.

Con complicados problemas en su mente, Rentarō se quitó los zapatos bruscamente en la entrada, sólo para ver una extraña escena con Enju y Seitenshi sentadas lado a lado delante de él.

Seitenshi estaba sentada formalmente en un seiza haciendo todo lo posible para parecer una dama, Enju estaba imitándola, apenas manteniendo su espalda recta mientras miraba hacia la televisión en la sala de estar.