The Zashiki Warashi of Intellectual Village:Volume1 Capítulo 1

From Baka-Tsuki
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Capítulo 1: Acerca de Jinnai Shinobu[edit]

Parte 1[edit]

La gran residencia con techo de paja parecía más el escenario de una película de época que un lugar donde realmente viviera alguien. Al abrir la puerta principal, mis ojos se encontraron con los de un ladrón lo suficientemente joven como para salirse con la suya si fuese un nini[1].

-¿Eh? Espera... ¿tú?

Con el corazón en un puño, alcancé el paragüero y agarré una espada de madera que había comprado como recuerdo en Kioto.

-¿¡Qué demonios pasó con la seguridad de nuestra casa!?

Grité más fuerte de lo necesario, más para controlar mi corazón en pánico que cualquier otra cosa. Cuando blandí la espada con relativa seriedad, el ladrón logró descongelar su cuerpo y moverse. Su cuerpo se preparó para huir. Con pasos fuertes, salió disparado al porche abierto y luego al patio innecesariamente grande.

El ladrón tropezó con una piedra en el patio y cayó de bruces. Carteras y un oso de peluche se desbordaron de la mochila que llevaba. Dudó si recogerlos, pero finalmente decidió priorizar la huida.

Mi abuela, que era pequeña, debió de darse cuenta del alboroto porque salió al porche. Olía a incienso, así que debía de estar limpiando el altar budista.

-¿Qué pasa, Shinobu? ¿Ha entrado un gato callejero?

-Fue un ladrón. En serio, ¿qué pasó con los sensores de nuestra casa?

-Lo siento. A tu abuela le gusta la brisa, así que tenía una ventana abierta. Eso debió apagar el interruptor.

-No, no te culpo. Y cuando digo 'sensores', tampoco me refiero a la empresa de seguridad.

-Todos los productos agrícolas en estas Aldeas Intelectuales son de marca, así que nos roban muchísimo. Me quedé sin palabras cuando oí que un racimo de uvas cuesta 30.000 yenes.

-Sí, pero el junmai daiginjo[2] que papá y los demás hacen en las instalaciones de atrás cuesta al menos 50.000 yenes la taza, ¿verdad?

El ladrón había derramado su botín por el patio, pero la abuela revisó dentro para asegurarse de que no se hubieran llevado nada más. Los ladrones habían empezado a robar incluso los paneles solares del tejado, así que podría ser un verdadero fastidio.

Mientras tanto, devolví el recuerdo de Kioto al paragüero y decidí que mejor lo denunciaba a la policía con mi móvil. Probablemente no serviría de nada. Las comisarías del pueblo tenían una escasez increíble de agentes y rara vez respondían a las llamadas del 110, ya sea porque escuchaban música con auriculares durante el día o dormían en sus puestos por la noche. Además, apenas podían hacer frente a un grupo armado de ladrones. Si la gente realmente creyera que la policía podía hacer algo, no pagarían tanto dinero a las empresas de seguridad de su propio bolsillo, ¿verdad?

Cuando terminé con ese proceso que había decidido que "bien podía" hacer, caminé por el suelo de madera del pasillo y me adentré en la residencia.

La casa con techo de paja no tenía ningún valor añadido más allá de su antigüedad, pero sí tenía algunos puntos a su favor.

Uno de ellos era la verdadera Zashiki Warashi que vivía dentro.

-En serio, ¿no es el trabajo de una Zashiki Warashi proteger la casa y evitar que pasen estas cosas? -Murmuré al llegar a una puerta.

Sin tocar la puerta corredera (¿acaso se puede tocar en puertas correderas?), la abrí con fuerza y grité a todo pulmón.

-¡Tú, Zashiki Warashi! ¡Deja de holgazanear y haz tu trabajo!

Pero la Zashiki Warashi en cuestión no estaba allí.

Después de contemplar la habitación vacía por un segundo, me dirigí hacia un nuevo destino. Sabía dónde probablemente estaría si no estaba allí. Era posible que estuviera fuera (aunque fuera una Zashiki Warashi), pero eso era muy improbable en pleno día de verano tan caluroso como este. Solo salía a pasear temprano por la mañana o por la noche.

Puede que fuera el caso de todas las Zashiki Warashis, pero había una característica que la de nuestra casa sin duda poseía. Por eso, conocía un lugar donde aparecía con mayor o menor frecuencia.

Ese lugar era mi habitación.

-…Esa maldita Youkai de interiores.

Esta vez no había motivo para llamar ni decir nada. Agarré el pomo de la puerta corrediza de mi habitación y la deslicé con fuerza hacia un lado.

-Te estás descuidando, Zashiki Warashi. ¿Cómo demonios pudiste pasar por alto a un ladrón?

La Zashiki Warashi que había entrado en mi habitación sin permiso me miró de reojo. Era una belleza de cabello negro que lucía perfecta con un yukata rojo. Las proporciones corporales de la youkai eran demasiado notables para ser considerada una “jovencita”.

Llevaba unas gafas especiales para una película en 3D.

Sostenía un mando inalámbrico y controlaba a un personaje que se mostraba en la pantalla grande.

Por un instante…

Solo un instante…

Mi cuerpo se paralizó a pesar de saber que así eran realmente los youkai. Una sola palabra se apoderó de mi mente. Impulsivamente, abrí la boca y grité:

-¡¡Las apariencias!! ¡Como youkai, tienes que mantener las apariencias! ¡La cultura youkai es parte de las artes tradicionales de este país! ¿¡Quieres perder eso!?

-Sí, pero ¿no es esa idea de Youkai una mera copia del manga y el anime? Se supone que los Youkai se integran en el contexto de cada época. La idea de los Youkai de siempre que encajan en los viejos tiempos no es más que una moda reciente. No hay ninguna razón real para que sigamos siendo exactamente iguales.

-Sí, pero se supone que un Zashiki Warashi trae fortuna a la casa donde vive, además de ahuyentar a los ladrones y demás.

-¡No quiero hacerlo!

Esta glamurosa Zashiki Warashi se quitó las gafas protectoras, hizo una pausa en el videojuego y luego se giró hacia mí, aún sentada con las piernas cruzadas.

El dobladillo de su yukata estaba levantado y la blancura de sus muslos me clavó en los ojos, pero no pareció importarle.

-¡Preferiría que no nos dejaras toda la batalla a nosotras, las Zashiki Warashi! ¡Estoy completamente segura de que perdería estrepitosamente contra otro Youkai, e incluso contra un humano, si fueran alguna clase de Onmyouji[3]!

-Estamos en el siglo XXI, así que dudo que esa profesión exista. Además, si fuera un ladrón maestro Onmyou o algo sacado de una novela ligera, creo que robaría cosas de una forma más fantástica, maldita Youkai.

-Además, si hiciera más cosas como las típicas de una Zashiki Warashi, ¿no te enojarías conmigo?

-¿Te refieres a colarse en mi futón y sentarse a horcajadas sobre mí sin previo aviso en plena noche?

Al parecer, eso era característico de todas las Zashiki Warashi, y habría estado bien si pareciera de 10 años, como la típica Zashiki Warashi. Sin embargo, cuando lo hacía una cuyo busto superaba los 90 cm, era más de lo que un adolescente podía soportar. En lugar de sentirme afortunado, sentía una descarga eléctrica que me recorría el cuerpo como si el corazón me diera un vuelco y me rompiera las costillas.

La Zashiki Warashi, con su cuerpo explosivo, no se daba cuenta de nada, así que cambió de tema con naturalidad.

-Y lo que es más importante, fuiste al Sanatorio, ¿verdad? La tienda de dulces está de camino. Supongo que al menos compraste unas paletas al volver. ¿Puedo contar con eso al menos?

-Cállate. ¿Eh? Ya no quedan... Oh, cuando agarré la espada de madera, yo...

Regresé a la entrada principal, pero no para atender a la Zashiki Warashi. Simplemente no quería que las paletas que había comprado se derritieran antes de que nadie pudiera comerlas. La caja de 10 paletas estaba en el suelo. Se me habían caído al coger la espada de madera para encargarme del ladrón.

Regresé a la habitación con la Zashiki Warashi y ella inmediatamente sacó una paleta con sabor a refresco de la caja. No recibí ningún agradecimiento. Sin embargo...

-¡Nnnn! El aire acondicionado no está mal, pero es insuperable el refrescarse por dentro.

-Tus sonrisas en momentos como este realmente encajan con la parte de 'jovencita'.

Ignoró mi comentario. Como una youkai tan antigua como la casa, puede que lo haya visto como la tonta visión de un niño humano.

-Hablando del Sanatorio, ¿Madoka dijo algo problemático?

-…Es más o menos problemática de principio a fin, pero hoy lo fue aún más.

-Si es tan grave, creo que me tapo los oídos ahora mismo.

-No, vas a escuchar esto. Te voy a involucrar en esto aunque tenga que obligarte.


Parte 2[edit]

La razón por la que había salido al calor durante las vacaciones de verano era para ir a unas instalaciones conocidas como el Sanatorio y visitar a una conocida llamada Madoka.

Sin embargo, Madoka no tenía ninguna enfermedad terrible.

Era simplemente una compañera de clase.

Como sugiere la antigua palabra "Sanatorio", su propósito era simplemente realzar la atmósfera de la Villa Intelectual, al igual que el techo de paja de mi casa. La instalación no tenía nada que ver con la tuberculosis, las enfermedades mentales ni nada relacionado con la medicina. La Villa Intelectual creó una imagen de marca de los "buenos tiempos", y el Sanatorio era algo así como una atracción.

No tenía ni idea de por qué los ricos pagaban tanto dinero solo para ser hospitalizados allí a pesar de no tener nada. Pero claro, hacer una visita de prueba a la JSDF[4] se había convertido en una forma popular de hacer dieta, así que se crearon negocios que ofrecían formas extrañas de mantenerse sano.

Como estaba dirigido a gente rica con gustos peculiares, el precio era, por supuesto, desorbitado.

Mi compañera de clase, Madoka-chan, tenía una familia bastante adinerada, pero ella misma era una estudiante de preparatoria excepcional que se dedicaba a las finanzas actuales[5].

Debían de estar preocupándose por dar la imagen esperada, porque la sala de espera tenía medidas de seguridad excesivamente estrictas para evitar escapes.

-Hola, ¿qué tal están las cosas afuera? -Preguntó una chica con una bata quirúrgica fina y una sonrisa tan vivaz que dudaba que alguien pudiera estar más sana que ella.

-Todo tranquilo… salvo por la Yuki Onna[6] que conocí en la parada del autobús fuera de temporada. Sabes, no me van a pasar cosas interesantes todo el tiempo.

-Pero son vacaciones de verano para estudiantes.

-Una chica perfectamente sana que decide encerrarse en este centro médico no tiene derecho a decir eso.

-Eso no me impide decirlo. -Dijo Madoka.

Estaba allí simplemente porque era el delegado de la clase. Siendo sincera, Madoka era una niña problemática. No se llevaba bien con sus padres y no disfrutaba de la escuela. No había sufrido abuso ni acoso escolar, pero seguía aislándose.

Nuestra tutora prefería evitar cualquier conflicto, así que me habían encomendado la tarea de vigilarla periódicamente, aunque eran vacaciones de verano.

-¿Estás haciendo los deberes?

-Eso no suena relevante viniendo de alguien que no ha hecho los suyos.

-No lo niego, pero solo intento iniciar una conversación. Si no encuentro nada de qué hablar, la conversación no durará mucho. Te he estado cuidando desde abril y todavía no sé qué tipo de comida te gusta.

-Si no tenemos nada de qué hablar, puedo enseñarte a ganar dinero.

-Ese es el problema contigo. Puedes ganar todo el dinero que quieras por ti misma, así que nunca confías en nadie. Y por lo tanto tampoco te interesa conocer a nadie a medias. ¿Es por eso qe has decidido aislarte pese a no tener razón para hacerlo?

-Dices eso, pero ¿qué quieres que haga? ¿Debería tirar 30 mil millones de yenes a la basura de la estación solo para llevarme bien con todos? ¿O debería obligar a otros a hacer tareas problemáticas aunque no necesito que se haga nada solo para hablar? Ya sabes, algo como: “Oye, tú, el de ahí. Te doy 5 mil millones de yenes, así que úsalos para ganar el doble". De hecho, creo que eso sería suficiente para mandar a un estudiante normal de preparatoria a un hospital psiquiátrico.

-Sí, probablemente. -Respondí con indiferencia.

Por desgracia, mi papel era solo hablar con Madoka, no resolver sus problemas. ¿Por qué iría tan lejos? No es que ser presidente de la clase sea un trabajo remunerado.

-Por cierto, unos tipos trajeados han estado dando vueltas por ahí. ¿Quiénes son? ¿Contrataste algún tipo de servicio otra vez?

-No están aquí por mí. Todavía no he vivido tanto.

-¿?

-Son agentes de herencias. -Madoka movió ligeramente su delgado dedo índice. -Como saben, el Sanatorio se centra más en crear el ambiente adecuado que en cualquier función propiamente dicha. Aquí solo hay entusiastas de la salud como yo o ancianos hartos de ganar dinero en una ciudad sucia, así que simplemente quieren pasar sus últimos días en paz rodeados de la belleza de la naturaleza.

-¿Y para qué están aquí esos agentes?

-La verdad es que no lo sé. Las razones varían según la persona. Algunos no quieren dejarle la herencia a su familia. Otros prefieren dársela a su amante en lugar de a su esposa. Otros quieren dárselo todo a su nieto sin dejarle ni un solo yen a su hijo.

No puedo decir cuál era mi expresión en ese momento, pero Madoka tenía una mirada traviesa mientras me miraba fijamente.

Tenía una forma de animarse cuando se trataba de dinero.

-Todos tienen sus razones para dejar a sus familias y venir al Sanatorio, así que no me sorprende que estos agentes de herencias sean tan comunes aquí.

-Ser rico debe ser duro… -Murmuré sin pensar.

Solo por vivir en una Villa Intelectual, podría haberme considerado rico, pero mi paga no era mayor que la de un niño normal, así que nunca me lo pareció.

-Podría ser mucho peor que eso. -Madoka sonrió. -Hace un tiempo, corrió el rumor de que cualquiera que entrara en cierta habitación moriría. Un anciano rico, de hecho, hizo que su familia intentara con entusiasmo arrojarlo allí.

-…¿En serio?

-En serio. Pensé que podría tener algo que ver con Youkai y un Paquete, pero no debe ser así, ya que nunca salió nada. O tal vez simplemente el montaje no se completó.

No me gustó cómo sonaban los términos que usó.

Cansado, respondí: -Si vas a hablar de cosas peligrosas, al menos que sea sobre mi puesto como delegado de la clase…

-¿De qué hablas? Si no me has traído ninguna anécdota interesante, solo me queda reírme de tu tragedia. Así que aprovecho para contarte algo.

-¡Lala lalala! ¡No te escucho!

-Mencionaste que te encontraste con una Yuki Onna fuera de temporada por el camino, ¿verdad? Probablemente estés en serios problemas por eso. ¿Por qué los youkai siempre parecen esconderse cuando llegan los reporteros de un programa espiritual, pero siempre aparecen en el peor momento para ti?

-¡No me preguntes!

-¿Hay algún olor que solo los youkai puedan detectar? Quizás tenga algo que ver con el sake que hace tu familia.

-Mi viejo trata a esa Zashiki Warashi como si fuera una reina del miedo ante la que debería temblar, mientras que mi tío es conocido por dejarse llevar solo por sus bromas.

-Pero lo cierto es que ambos tienen una alta probabilidad de encontrarse con ella, ¿verdad? Al igual que con esa Yuki Onna, siempre pareces encontrarte con personas con las que podrías haber evitado cruzarte fácilmente, y es bastante peligroso encontrarse con ellas.

Parecía estar disfrutando de verdad.

Como si contrastara con mi cansancio, el rostro de Madoka se iluminó al añadir: -Lo que te contaba antes apenas cuenta como peligroso comparado contigo y esa Yuki Onna. Pero ahora que te la has topado, probablemente ya estés involucrado y nada de lo que diga lo cambiará.


Parte 3[edit]

La Zashiki Warashi, con su yukata roja, se dio la vuelta, abrió una laptop que estaba sobre el tatami y empezó a navegar por una página para compartir vídeos.

-Lo entiendo, lo entiendo. La cosa se ha puesto peligrosa y alguien está intentando matarte. Eso no tiene nada que ver conmigo. ¡O-Ohhhhhh! ¡¡¡Un vídeo de pandas!!!

-¡Qué tan insensible puedes ser!

-Ya te dije que no esperaras ninguna batalla Youkai de mí. Soy básicamente una niña, ¿recuerdas? No sirvo para batallas ridículas como la Shichinin Misaki o la Hyakki Yakou[7], donde esparcen maldiciones por todas partes y masacran a cualquiera que se cruce en su camino.

-¡Seguro que hay otras maneras de ayudar! Además, ¡esa consola y ese ordenador son míos! Un youkai no puede hacer un contrato con el proveedor. ¡Si muero, no podrás acceder a esos sitios para compartir vídeos!

-Chehh...

Parecía que eso era lo único que la molestaba. La Zashiki Warashi de tamaño adulto apartó la mirada del vídeo del panda peludo y me miró de nuevo.

-Así que ahora estás negociando con youkai. Es decepcionante cuánta inocencia has perdido. Antes tenías unos ojos brillantes y puros.

-Tienes que dejar de intentar arreglártelas haciéndote la sabia cuando te acorralan.

-Eras más lindo cuando te bañaba todos los días o cuando te ayudaba a cambiarte en el vestuario de la piscina.

-¡Dije que pararas! ¡Los humanos no tenemos forma de ganar cuando se trata de antigüedad!

-De verdad no sabía qué hacer cuando te agarrabas a mi traje de baño y tirabas todo el tiempo porque tenías miedo de perderte. El problema era que tirar de mi traje de baño no era tu objetivo.

-¡Kyaaaaaaaaaaaahhhhh!! -Grité mientras mi alma se desgarraba por dentro.

Tenía ese cuerpo glamuroso desde antes de que naciera mi abuelo. ¡Esas cosas me parecían tan subidas de tono cuando las recordaba!

-¿De verdad alguien está intentando matarte?

-Por desgracia.

-¿Cuál es la razón esta vez? -Preguntó la Zashiki Warashi mientras se daba la vuelta y sus piernas blancas se dejaban ver bajo el dobladillo despeinado de su yukata. -Vives en una Villa Intelectual, no en una gran ciudad, así que encontrarse con Youkai no es precisamente raro. Sobre todo para ti, Shinobu. En ese viaje a la playa para nadar, recibiste una carta de amor de una sirena.

-…Sí, y después casi me arrastran al fondo del océano.

-¿Hiciste algo para que esa Yuki Onna intentara atormentarte y matarte? Como mencionar esa historia de una Yuki Onna que perdonó al hombre con el que se casó.

-No. -Negué con la cabeza. -No es eso.


Parte 4[edit]

Después de lo que Madoka me había dicho, por supuesto, estaba alerta.

De regreso del Sanatorio, bajé con dificultad por la carretera de montaña porque era demasiado tacaño para pagar el autobús. Debido a la densa vegetación de los árboles, que proyectaba demasiada sombra, la zona no tenía ninguno de los paneles solares que cambiaban de ángulo como girasoles. En cambio, un pequeño canal corría junto al camino con un gran número de pequeños generadores hidroeléctricos de ruedas hidráulicas que funcionaban con agua natural, cuyo precio era de 300 yenes el litro. Incluso algo así había sido cuidadosamente calculado con mecánica de fluidos para asegurar que la forma y el ancho impidieran que las hojas caídas obstruyeran el canal.

Puede que estuviera alerta, pero había pasado por alto un hecho obvio. La carretera de montaña era el único camino de regreso, así que, como era de esperar, pasaría por cierta parada de autobús cerca de una curva cerrada. Y si la Yuki Onna que había conocido antes seguía allí, por supuesto, me la volvería a encontrar.

-…Soy un idiota…

-Así que nos volvemos a encontrar. Jejeje… Quizás sea el destino. ¿Qué tal si intentas casarte conmigo?

Parecía tener unos 13 años. Tenía el pelo largo y azul pálido y vestía un kimono blanco puro que fácilmente podría confundirse con ropas de entierro. Un extraño crujido de origen desconocido parecía provenir del banco de la estación de autobuses, intencionadamente anticuado. El plástico podría haber sufrido algún tipo de alteración debido a la congelación.

-…¿Eras una Yukinko[8]?

-Soy una Yuki Onna. Una Yuki Onna es el ejemplo representativo de una hermosa Youkai. Por favor, no confundas a una mujer de belleza mortal como yo con una de esas mocosas a las que les gusta jugar con la nieve. Además, casémonos.

-Una Yuki Onna de pecho plano como tú probablemente debería intercambiar cuerpos con cierta Zashiki Warashi de pechos grandes que conozco.

Mientras hablaba, pude ver una luz de advertencia brillar dentro de mi cabeza. También pude sentir un cambio de temperatura definitivo mientras me alejaba de ella.

Encontrarse con una Yuki Onna podría ser mortal.

A diferencia de la Zashiki Warashi de mi casa, la Yuki Onna era una Youkai cuya característica principal era matar humanos. Así como una Zashiki Warashi era conocida por subirse a tu futón en plena noche y sentarse a horcajadas sobre ti, una Yuki Onna mataría a alguien simplemente por ser una Yuki Onna.

Para ser sinceros, era más peligrosa que una mascota feroz que un dueño irresponsable hubiera abandonado.

Reflexioné sobre algunas condiciones.

La mayoría de la gente probablemente conoce la historia de la Yuki Onna más como un libro ilustrado o un cuento antiguo que como un cuento Youkai. Y eso era todo lo que yo sabía.

Dos hombres quedaron varados en una montaña nevada en invierno y una Yuki Onna mató al hombre mayor. Dejó ir al joven, pero le hizo prometer que nunca le contaría a nadie lo sucedido. Más tarde, el hombre se casó con cierta mujer y terminó contándole descuidadamente la historia de la Yuki Onna. Sin embargo, resultó que la mujer con la que se casó era realmente la Yuki Onna.

A simple vista, la Yuki Onna parece bastante voluble, pero si es que planeaba casarse con el hombre más joven desde el principio, en realidad parece mucho más meticulosa. La historia incluía varias promesas, tanto obvias como ocultas. Por ejemplo, si el hombre más joven se hubiera casado con otra mujer antes de que la Yuki Onna se le apareciera disfrazada, podría haberle enseñado los colmillos en ese momento.

Dado que las historias antiguas suelen tener moraleja, una teoría afirma que la Yuki Onna podría representar los horrores de una montaña durante el invierno y la promesa de matrimonio podría representar el conocimiento adecuado para escalar montañas. Con el conocimiento adecuado, una montaña puede ser disfrutablemente majestuosa, pero muestra sus colmillos si se es descuidado.

Pero basta de explicaciones creadas por eruditos de la ciudad que nunca han visto un Youkai real.

El problema era que la existencia que representaba los horrores de una montaña en invierno estaba sentada tranquilamente en un banco frente a mí. Naturalmente, esta era una situación en la que las condiciones podrían hacer que me mostrara los colmillos de inmediato.

Estaba en una posición peligrosa.

Decidí que la mejor manera de evitar pisar una mina terrestre por descuido era no hacerle ninguna promesa. Había algunos Youkai por los que morirías con solo verlos, así que podría haber sido peor.

-...Entonces, ¿por qué está una Yuki Onna como tú en este caluroso verano?

-¿Prometes casarte conmigo si te lo digo?

-No, no lo haré. ¿Y no es eso apresurar un poco las cosas? Apenas puedes decir que nos conocemos.

Esa solicitud de matrimonio probablemente fue el detonante que la impulsó a atacar. Le pediría matrimonio a cualquiera que cumpliera ciertos requisitos. Cualquiera que aceptara estaría atado por promesas y moriría congelado. Apenas podía tomarla en serio. Se estaba tomando el matrimonio a la ligera. Era tan ligero como el aire.

La pequeña Yuki Onna me miró con rencor.

-Si no prometes casarte conmigo ahora mismo, me aseguraré de que mueras…

-¡Geh! ¿Preparaste dos caminos para atacar?

Si no hago esa ridícula promesa, me matarán, pero si la hago, ¿me atará con promesas y me matará? ¿Acaso las características de una Yuki Onna podrían ser peores?

-S-soy menor de edad

-Solo con las reglas humanas. Según las reglas Youkai, incluso una promesa verbal es suficiente. Así que casémonos. ¡Casémonos ya!

-¡Me gusta la forma humana! ¡Y no creo que durara ni un día si me arrojaran a las llanuras nevadas de donde vienes!

-Entonces promete casarte conmigo en cuanto tengas la edad para casarte según la Constitución Japonesa.

-¡Qué lástima! La Constitución Japonesa no reconoce el matrimonio entre humanos y Youkai, ¡así que nunca será posible!

Tradicionalmente, los Youkai eran tratados como algo similar a los humanos, pero no había una base legal real para eso. Ni siquiera podían firmar un contrato de telefonía móvil.

La Yuki Onna ladeó la cabeza y dijo: -¿Entonces dices que no puede suceder a menos que se revise la Constitución Japonesa por alguna razón? Je, je, je, je, je, je.

Geh. Mal. Dudo que la ley cambie pronto, pero me da miedo que dentro de 50 años me persiga diciendo que rompí mi promesa. Dentro de 1000 años se verá exactamente igual, así que es totalmente posible.

-Ni se me ocurra hablar de casarme con alguien cuyo nombre ni siquiera sé.

-Soy #58902385Ra4.

¡Rayos, habla en serio! Ese era su número de registro nacional, que ya nadie usa, ¿no?

-P-pero también necesito saber al menos una debilidad de alguien antes de hablar de casarme con él.

-No me gustan las cigarras ni las presas de hormigón.

-¡Toma esto! ¡Lanzamiento de cigarra!

-¡Nyaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh!

Agarré una cigarra de un árbol cercano y se la tiré. La Yuki Onna se cayó del banco de la parada y salió corriendo. No le vi bien la cara, pero presentí que estaba llorando.

Mmm.

Menos mal que era idiota.

Esa era una forma de ahuyentar a un Youkai.

Lo que más importaba era que había logrado no prometerle nada.

-No recuerdo haber oído que a la Yuki Onna no le gusten las cigarras. ¿Era una debilidad personal en lugar de una de toda la raza?

Con una mirada inquisitiva, comencé a bajar por el camino de la montaña.

Había superado la primera amenaza tras la advertencia de Madoka, así que no puedo negar que bajé un poco la guardia.

Sin embargo, no habría podido evitar lo que vino después ni siquiera estando alerta.

Inmediatamente después, alguien me disparó en el pecho con un rifle de caza.


Parte 5[edit]

La Zashiki Warashi, con el yukata rojo brillante, se dio la vuelta y su brillante cabello se extendió por el tatami.

Con expresión de aburrimiento, dijo: -Eso es una tontería. Si de verdad te hubieran disparado, no habrías vuelto a casa.

-Vale, vale. Exageré un poco. En realidad, no me dispararon en el corazón.

-De hecho, te va bien en la escuela, pero no lo pareces para nada, así que intenta no decir esas tonterías.

Gracias a eso, mi apodo era “Yakuza Intelectual”.

En fin…

-No quiero que un youkai tan inútil me llame estúpido. Y ya nada de lo que dices suena ni remotamente a youkai. Deberías decir cosas que suenen significativas y que te hagan parecer alguien con vasta experiencia por haber vivido desde antes del amanecer de la civilización, ¡no mirando la hora de los conciertos en internet todos los días!

-¿Ah, sí? ¿Preferirías debatir sobre el rango de números aleatorios X que se relaciona con la frecuencia con la que aparecen los youkai?

-¡No menciones uno de los 10 problemas sin resolver del siglo XXI! Además, eres un youkai, ¿no te da demasiada ventaja?

-¿Dices que debería saberlo todo sobre los Youkai solo por ser uno? Qué ingenuo. Shinobu, ¿podrías darme el rango aleatorio de los genes que determinan si un humano es hombre o mujer? ¿Y explicarme cuándo, dónde y cómo se expresan?

-Nhh...

-Hay cosas que simplemente desconocemos. Vivimos como somos. Ninguno de los dos es un erudito y podemos vivir perfectamente bien sin saber por qué nacimos. -Dijo la Zashiki Warashi con una leve sonrisa. -Además, los comentarios que suenan cargados de significado o de experiencia antigua no son tan valiosos. Todo eso solo suena tan impresionante porque las diferencias entre el lenguaje moderno y el arcaico hacen que las cosas cuesten más en comprenderse. Ese supuesto significado no es más que lo que vemos a diario. Si lo dijeras en lenguaje moderno, solo estarías describiendo cosas que todo el mundo ya sabe. ¿Qué sentido tiene forzar esas cosas en un lenguaje antiguo y formal?

Tuve la sensación de que la conversación no avanzaría si no cedía.

-¿…Podemos retomar el tema?

-Prefiero divagar un poco más.

-¿Por qué eres tan pesada, Zashiki Warashi?

-Ah, eso es otra cosa. Me gustaría quejarme de que me llamen simplemente 'Zashiki Warashi'. No me gusta que me hayan dado un nombre propio y, sin embargo, nadie lo use. Siento como si tuviera un montón de tarjetas de presentación que nunca se hacen más pequeñas.

-No finjas saber de lo que hablas si nunca has trabajado en una empresa.

-¿Cuál era tu número?

-No, no es el número que me dio el gobierno. ¿Olvidaste que mi nombre es Yukari?

-…¿De verdad? Bueno, no tiene sentido recordarlo. Zashiki Warashi lo dice todo perfectamente.

-¿Y si hay otras dos Zashiki Warashi a cada lado?

-En ese caso, una Zashiki Warashi inútil o una Zashiki Warashi de interior deberían funcionar.

-…

Siguiendo sonriendo, la Zashiki Warashi de pelo negro que se veía bien con el yukata rojo brillante se quedó en silencio.

Y entonces, de repente, me pellizcó el pezón derecho.

-¡Ky-kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!

Todo mi cuerpo empezó a temblar.

¿¡Q-qué!? ¿Se está abriendo alguna puerta inexplorada?

-…Los nombres de las personas son importantes, ¿verdad?

-Espera, para… ¡Ayayaya, no te tuerzas!

-¿Verdad?

-¡Ahh, ahh! ¡Sí, claro que sí, Yukari-sama!

-De acuerdo.

Con esa extraña aprobación, por fin apartó los dedos de esa protuberancia de mi cuerpo.

Mientras intentaba recuperar el aliento, dije: -¿P-podemos… por fin… volver al tema principal?

-Todavía quiero divagar un poco más…

-¡No, gracias! ¡Retomemos esto! ¡Retrocedamos!

No tenía ni idea de cuánto nos desviaríamos del tema si dejaba que Zashiki Warashi siguiera controlando la conversación. A pesar de mi aspecto, ¡intento estar al menos un poco del lado S! No tenía intención de verlos como dos caras de la misma moneda y, por lo tanto, desarrollarme en ambas direcciones, así que mi única opción era recuperar el control a la fuerza.

-V-vale... ¿Hasta dónde llegué?

-La diferencia de sensibilidad entre el derecho y el izquierdo.

-¡No! ¡Ah, ya lo recuerdo! ¡Me dispararon con un rifle de caza!

Fue entonces cuando ella dijo que era mentira.

Sin embargo...

-La verdad es que alguien sí me disparó.

-¿Quién? ¿La Yuki Onna?

-Alguien. No sé quién, pero un humano. Me disparó un humano. Solo un humano se tomaría la molestia de usar específicamente un rifle de caza. Claramente estaban siendo precavidos con las leyes.

-Supongo. En esta Villa Intelectual, donde un racimo de uvas cuesta 30.000 yenes, el exterminio de animales dañinos como cuervos y jabalíes es cosa de todos los días. Es cierto que aunque se oiga el disparo de un rifle de caza por todo el pueblo, nadie pensará que ha ocurrido algún incidente peligroso.

Eso era lo que hacía que las zonas rurales fueran tan aterradoras.

-Normalmente, la gente asumiría que algo anda muy mal con solo oír un disparo. Sin embargo, la norma aquí era un poco diferente. El hecho de que nadie se sorprendiera de ver a alguien deambulando con un arma hace que uno se pregunte si el pueblo siquiera forma parte de Japón.

-¿Y quién era? ¿Viste a la mafia china enterrando un cadáver mutilado?

-No enterrarían a nadie en una zona donde la naturaleza está tan bien cuidada.

-¿Entonces quién era? -Preguntó la Zashiki Warashi.

Suspiré y respondí.

-Un agente de herencias.


Parte 6[edit]

Mi primer pensamiento al oír el disparo del rifle de caza fue que alguien estaba lidiando con algún animal peligroso. El sonido me dolía, lo que significaba que estaba cerca, pero yo estaba en la montaña. Un cazador trabajando cerca no era tan sorprendente.

Había otras cosas, aparte del disparo, que me parecieron extrañas.

En primer lugar, había un coche eléctrico subiendo por la carretera de la montaña. La Villa Intelectual era una encarnación del auge ecológico y sanitario, así que eso en sí mismo no era tan extraño. Sin embargo, era inusual que el efecto de sonido del motor, destinado a advertir a quienes no podían verlo, estuviera desactivado. Esto significaba que se acercaba silenciosamente.

En segundo lugar, la ventanilla trasera del coche eléctrico estaba abierta y un hombre con traje se asomaba sosteniendo un rifle de caza. Nunca había oído hablar de un cazador disparando desde dentro de un coche, y alguien que persiguiera a un animal peligroso no llevaría traje. Los cazadores siempre caminaban por las montañas y llevaban chalecos de color naranja fluorescente. Esto era para reducir el peligro de ser confundidos con un oso y recibir un disparo de otro cazador.

En tercer lugar, una parte del banco de la parada de autobús junto a mí se hizo añicos con el disparo.

El disparo no solo me había ido por error.

¡El hombre me apuntaba claramente!

-¿¡…!?

¿Quién?

¿Por qué?

Por supuesto, había una razón por la que pude empezar a moverme antes de responder a las preguntas que me asaltaban.

Esto se debía a que no podía imaginarme el daño que un rifle de caza podía causar. Incluso si hubiera destrozado un banco justo delante de mí, no podía imaginarme el dolor que sentiría si me atravesara la piel.

Si hubiera sido un cuchillo o un bate de metal, habría podido imaginar claramente el dolor y, por lo tanto, me habría paralizado de miedo.

La potencia del rifle de caza era tan grande que el coche eléctrico que se acercaba silenciosamente me parecía aún más intimidante. Como presentía que el camino era peligroso, miré más allá de la barandilla en la pronunciada curva de la carretera de montaña y sentí un escalofrío de miedo al ver la caída de 5 metros.

El hecho de que el peligro fuera tan grande me dio una salida.

No pensé ni una sola vez si podría escapar del rifle de caza saltando desde ese pequeño acantilado.

En cambio, me incliné sobre la barandilla simplemente para evitar el coche que se dirigía hacia mí.

No salté exactamente.

Perdí el equilibrio y caí rodando por la pendiente de 70 grados antes de tener la oportunidad de prepararme mentalmente.

-¡¡Gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaghhhhhh!!

Mi visión daba vueltas y vueltas.

Un dolor sordo me recorrió todo el cuerpo.

Dejé de respirar.

Un dolor punzante me recorrió cada centímetro de la piel.

Al rodar hacia abajo, rompí las ramas de los matorrales cortos y el olor de la hierba que aplastaba adquirió un aroma rojo oscuro, parecido al hierro. No sentía que me hubiera roto ningún hueso, pero no tenía fuerzas. Respiraba con dificultad. Me recordó el golpe que recibí una vez en un juego de castigo. Me había excedido. El dolor y el sufrimiento eran tan grandes que me olvidé por completo del rifle de caza y del coche eléctrico.

La realidad me atrapó de nuevo con un ruido explosivo desde arriba.

Era el sonido del rifle de caza de dos cañones al dispararse de nuevo.

¿No me vas a dejar escapar después de caerme por un precipicio? Solo soy un estudiante de preparatoria. ¡No se me ocurre nada que haya hecho que justifique llegar tan lejos!

-¡Maldita sea...!

En cualquier caso, ¡mi única opción es encontrar un lugar para esconderme y salir corriendo!

Arrastré mi cuerpo dolorido y empecé a avanzar frenéticamente entre la maleza, abriéndome paso entre los árboles. Fue entonces cuando me di cuenta. Si el hombre se hubiera tomado su tiempo y me hubiera apuntado, me habría dado. Me había perdido de vista, y ese disparo anterior había sido para ver si reaccionaba.

Caí en la trampa, sin miramientos.

El ruido que hice al moverme debió de delatar mi posición.

Sentí que palidecía, pero lo hecho, hecho estaba.

¡Supongo que no tengo más remedio que correr a un lugar seguro!

El atacante del traje dudaría en saltar desde esa altura. Sin embargo, con el tiempo se armaría de valor. Tenía que alejarme lo máximo posible en ese tiempo.

Pensando normalmente, no podría escapar corriendo de alguien con un rifle de caza. Sin embargo, era demasiado pronto para rendirme. La Tipo 32 de Yasuda Firearms que usaba el atacante era una escopeta. Era el mismo que usaba el anciano de al lado. Comparado con un rifle estándar, tenía un alcance corto. Además, la zona estaba llena de cipreses japoneses de gran calidad. Cuanto más me alejaba, más densa era la cobertura entre nosotros. De 40 a 50 metros era la distancia más letal. Una vez que llegara a 100 metros, probablemente sobreviviría incluso si me alcanzaban.

Puede que me haya equivocado por completo.

Puede que solo fuera el cálculo erróneo de un estudiante de preparatoria aficionado.

Pero, me equivocara o no, esa visión esperanzadora me impidió quedarme paralizado.

Corrí entre los árboles y pisoteé la maleza mientras sacaba mi celular. Solo podía esperar que funcionara lo mínimo, ya que incluso la lente de la cámara estaba rota. (También tenía un teléfono inteligente, pero la Zashiki Warashi solía usarlo como reproductor de música). Lo bueno de una Villa Intelectual era que tenías tres barras de señal incluso en las montañas. Por un instante, temí que pudieran rastrearme usándolo, pero decidí que no valía la pena preocuparse. Después de todo, el atacante estaba lo suficientemente cerca como para verme.

Sin embargo, no llamé al 110. Los servicios de rescate nunca llegarían a tiempo. Quienes actuarían primero si lo denunciaba serían el pequeño departamento de policía de la aldea. Solo un anciano estaría allí en ese momento. Si ese anciano fuera un soldado de élite lo suficientemente bueno como para manejar la situación, los que producían frutas de alta calidad no pagarían tanto por contratar guardias de seguridad armados.

Llamé sin dudarlo.

Mi compañera respondió con una voz tan vivaz que avergonzaría a los equipos deportivos del colegio.

[-¿Qué pasa? ¿Olvidaste algo?]

-Madoka-san. ¡Tengo algo que preguntarte!

[-No he hecho la tarea de verano, si es de eso.]

El estruendoso rugido de un disparo resonó cerca. El sordo sonido de la corteza de los árboles al ser arrancada continuó después. Seguí corriendo, convencido de que mi infundada y esperanzada visión era acertada. No tenía más remedio que creerla, aunque fuera infundada. Si hubiera dejado que el miedo me venciera, me habría paralizado. Así que solo pensé en las cosas convenientes que me permitirían sobrevivir. Huí. Mientras lo hacía, grité al teléfono, casi desesperado.

-¡Dijiste que encontrarme a esa Yuki Onna era peligroso!

[-Sí, eso dije.]

-Bueno, ¿no sabías nada de que esos agentes de herencias fueran aún más peligrosos?

[-Vaya, Shinobu-kun. Así que ya lo has adivinado.]

-¡Te mataré, maldita sea! ¿Por qué no me lo dijiste desde el principio?

Oí el sonido del agua fluyendo e hice una mueca. Si hubiera un río, los árboles que me servían de refugio se dispersarían. El peligro de recibir un disparo aumentaría. Sin embargo, no había forma de detener mis piernas. Sabía que era peligroso, pero no tenía más opción que seguir adelante.

Conociera o no mi situación, la voz de Madoka era completamente indiferente al decir: [-¿Eh? Pero esperaba una buena historia. Habría sido un completo desperdicio decírtelo antes.]

-¡…!

Gracias por el coraje de seguir adelante ☆

``¡Sobreviviré a esto pase lo que pase para poder darte un buen puñetazo!``

[-Los agentes de herencias anuncian sus servicios como 'transferir con éxito la herencia del cliente a la persona que este elija, independientemente del ordenamiento jurídico'. Supongo que se podría pensar en ellos como un grupo de abogados un poco más activos que la mayoría. Ya lo expliqué aquí en el Sanatorio.]

-¡Si fueran un negocio de verdad, no andarían por ahí con un rifle de caza! ¡Supongo que hay algo más oscuro en esto!

[-El problema radica en su método para transferir la herencia. Hacerlo ignorando el ordenamiento jurídico normalmente sería imposible. Esto significa que el cliente no puede cederlo todo directamente a su nieto y pasar por alto a su hijo. Saben que los tribunales lo impedirían.]

Los árboles se acabaron.

Me detuve sin pensarlo y encontré un pequeño río y una ribera rocosa. Ambos juntos tenían unos 30 metros de ancho. Sin embargo, no podría mantener mi ritmo habitual entre esas rocas duras y en el agua. Pero si me quedaba cerca, el atacante me alcanzaría y me dispararía.

[-Los clientes primero transfieren sus bienes al agente sucesorio. Se trata de una donación de bienes, no de una herencia. Transferirlo a un tercero en ese momento no es diferente a que una empresa lo entregue a una persona específica, por lo que puede dárselo a un nieto, una amante o cualquier otra persona. La cantidad entregada es menor debido a que se debe pagar el impuesto sobre donaciones dos veces. Sin embargo, el agente sucesorio puede recuperar la cantidad perdida mediante inversiones.]

-¿Te refieres a esas inversiones que tanto te gustan?

[-Cuando se trata de una Villa Intelectual, también pueden negociar futuros agrícolas de alta calidad.]

El sonido de alguien moviéndose entre la maleza y las ramas se acercaba gradualmente.

No tuve tiempo de dudar.

Sabía que era peligroso, pero me lancé a la orilla rocosa del río.

-Si lo consiguieran, no andarían por ahí con un rifle de caza. ¿Fracasaron sus inversiones y ahora han perdido los activos que se supone que debían entregar?

[-No, nunca tuvieron intención de entregar esos activos a la persona indicada. Después de recibirlos legalmente, se los quedan.]

-¡Entonces son solo unos estafadores!

[-Exactamente. Sin embargo, ganan cientos de millones, si no miles de millones de yenes por trabajo. Con tanto dinero en juego, estarán dispuestos a deshacerse de alguien que se ha vuelto inoportuno.]

Corrí por la orilla del río, cubierta de rocas redondas, y luego me abalancé hacia el pequeño río. La corriente era más fuerte de lo que esperaba. Seguí adelante, asegurándome de que no me torcieran los pies.

No vengas.

No vengas.

No vengas.

Si ese hombre con el rifle de caza de ese grupo de abogados corruptos salía de entre los árboles, era casi seguro que me dispararía por la espalda.

-Vale, entiendo que tengan una razón para matar a alguien. ¿¡Pero por qué yo!? ¡No tengo ninguna prueba de su deshonestidad y nunca me encontré con nada incriminatorio!

Había visto a esos agentes de herencias yendo y viniendo dentro del Sanatorio, así que ¿había visto algo peligroso allí? No se me ocurría nada. No se me ocurría nada que justificara dispararme con un rifle de caza y deshacerse de mi cuerpo en algún lugar.

-¡Espera! ¡Espera!

[-¿Qué?] -Respondió Madoka.

-¿Cuál es la conexión?

El agua que me llenaba los zapatos me resultaba bastante incómoda. No podía creer que en las ciudades la gente pusiera 300 yenes por cada litro. Aun así, seguí adelante. Crucé el pequeño río y volví a correr sobre las piedras lisas.

-Dijiste que Yuki Onna era peligrosa, ¿verdad? ¿Hay alguna conexión entre ella y los agentes de herencia?

[-Eso es exactamente lo que decía.]

-¿¡!?

Un crujido provenía de un matorral al otro lado del arroyo cristalino.

Casi al mismo tiempo, crucé la orilla rocosa y me adentré en los árboles del bosque.

Sentí el disparo resonar en mi estómago más que oírlo. Aves salvajes alzaron el vuelo a mi alrededor.

Apenas lo había logrado.

Pero no había garantía de que lo lograra la próxima vez.

Cruzar el río había ralentizado demasiado mi ritmo. De alguna manera, logré esconderme en un matorral, pero estaba demasiado cerca. La densidad de árboles a mi alrededor era demasiado baja como para servir de cobertura adecuada.

Una bala de plomo me alcanzaría.

Sin embargo, tenía una forma de alcanzar la victoria.

Antiguamente, los ríos se usaban a menudo como fronteras entre territorios. El ejemplo más simple probablemente sea el de una prefectura o una ciudad.

La propiedad privada no era la excepción.

Y en una Villa Intelectual, donde la agricultura era de tan alta calidad que un racimo de uvas costaba 30.000 yenes, la gente se aseguraba de tener redes de seguridad que protegieran sus cultivos.

Solo tuve que levantar una mano.

En el instante en que el sensor infrarrojo la detectó, algo sucedió.

Algo se elevó en línea recta para bloquear mi paso.

Era una red de seguridad de alambre con electricidad de alto voltaje.

Probablemente estaba diseñada para mantener alejados tanto a animales peligrosos como a ladrones. Las bestias seguirían adelante y serían asadas, pero un humano se daría cuenta del peligro y retrocedería.

Para asegurar que los humanos no escaparan, una red de alto voltaje similar se alzó detrás de mí en la orilla rocosa del río. Estaba rodeado por las paredes de la red.

Oí la ligera estática de los altavoces instalados en la zona al encenderse.

Lo más probable es que estuvieran programados para reproducir una grabación cuando se determinara que el intruso era humano, ya que no se había "asado" a nadie.

-``Más allá de este punto hay un huerto de mandarinas propiedad de Granjas Tanaka. Se prohíbe la entrada a todo personal no autorizado. Se están enviando miembros de seguridad, pero Granjas Tanaka no se hace responsable de ningún daño causado por la corriente de alto voltaje que tienen delante. Repito…``

Oí el sonido de alguien caminando entre la espesura.

Apareció el hombre de traje con un rifle de caza.

Sin embargo, él también había oído el anuncio. Debía saber que los guardias de seguridad no relacionados llegarían pronto. Aunque me matara allí, no tendría tiempo de recuperar el cuerpo y eliminar todo rastro del crimen.

Nos miramos fijamente durante unos segundos.

Finalmente, el hombre de traje retrocedió lentamente sin dejar de apuntarme con el rifle de caza. Chasqueó la lengua y salió corriendo.

Quizás se debiera a que estaba rodeado por esas redes de alto voltaje, pero la conexión del celular se había cortado.

Mientras esperaba a que llegara el rescate en esa montaña, murmuré en voz baja.

-…¿Un Paquete, eh?


Parte 7[edit]

La Zashiki Warashi, con su yukata rojo brillante, habló con las mejillas llenas del ohagi que nos había traído mi abuela.

-Hengo anbhe. (Tengo hambre)

-¿Qué clase de persona hambrienta eres? ¿Y podrías de verdad escuchar mi historia?

-Me pregunto por qué la gente cae en las estafas. -Dijo en un tono que parecía inapropiado para un youkai.

Entonces ella se metió otro ohagi a la boca. Ella todavía estaba echada, así que era bastante irrespetuoso.

-Es obvio que es peligroso desde el momento en que tienes que entregar tu dinero temporalmente a alguien. No es como si pudieras exigir que te lo devuelvan después de dárselo.

-La situación ideal para un estafador no es un método adecuado que nadie considere sospechoso. Prefieren algo que parezca atractivo en el momento y que parezca que vale la pena, aunque sea un poco arriesgado. Eso es lo que nubla la capacidad de decisión racional de las personas.

-¿Entonces, algo así como la oportunidad de ser uno de los ganadores inteligentes de la vida?

-Eso, o dicen que te están dando un consejo especial porque fuiste uno de los pocos afortunados en ser elegido.

Mis palabras dibujaron una sonrisa extrañamente cautivadora en el rostro del Zashiki Warashi.

-¿Entonces, el deseo de dar tu herencia a alguien que no es tu familia legítima es una oportunidad lo suficientemente atractiva como para nublar el juicio de la gente?

Lo cierto es que eso también me dejó un mal sabor de boca, pero hubiera preferido que no me mirasen como si fuera el representante de las malas intenciones de la humanidad.

-Pero por lo que has dicho, solo son un grupo de estafadores.

-Sí, y por la fluidez con la que Madoka lo explicó todo, la gente debe estar empezando a entender su forma de actuar. Probablemente estén en la etapa en la que solo necesitan pruebas.

-Es esa Yuki Onna que mencionó Madoka la que me llama la atención. -Dijo. -Como el hecho de que la vieras se convirtió en ese ataque con rifle de caza, esa Yuki Onna debe ser un factor importante para esos agentes de herencia. Lo que significa…

-Lo que significa que podría tener algo que ver con un Paquete.


Parte 8[edit]

Después de que el hombre de mediana edad que se autodenominó jefe de Granjas Tanaka me llevara en su camioneta eléctrica a la tienda de dulces al pie de la montaña, llamé a Madoka al Sanatorio una vez más.

[-¡Ajá! La conexión se cortó tan de repente que pensé que habías muerto♪]

-Bueno, me alegra que estés tan contenta como para dejar que tu personaje cambie al de una loca. Pero prepárate, que luego te daré una buena paliza.

[-Creo que tu personaje también está cambiando un poco, Shinobu-kun. En fin, ¿aún necesitas algo?]

-Se trata de estos agentes de herencia. -Dije rápidamente. -Si sabías que tenían algo que ver con esa Yuki Onna, supongo que algo debió haber pasado en el Sanatorio. Dime.

[-¿Mmm? Tengo una idea bastante clara de lo que está pasando, pero no tengo pruebas.] -Respondió Madoka sin dudarlo. [-¿Recuerdas que te dije que había una habitación aquí donde cualquiera que se quedara moriría?]

-Sí.

[-En realidad, nunca se determinó qué habitación era. Hay algunas teorías, pero quién sabe cuál, si alguna, es correcta.]

-Pero para que un rumor como ese se propagara, algo extraño debió haber sucedido. Algo que sugiriera la participación de Yuki Onna.

[-Sí. Aunque no fueron más que unos ancianos que se congelaron en pleno verano.]

-…¿Es eso siquiera posible?

[-Aquí se pueden ignorar todos los problemas ecológicos y poner el aire acondicionado a voluntad, y la gente suele estar postrada en cama, así que sí. Puede que una brisa fresca les rozara la piel continuamente durante horas y horas. Sin embargo, una vez que ocurrió cuatro o cinco veces, claramente algo más estaba sucediendo. El Sanatorio es tanto una atracción turística como un sector de servicios. Que incidentes como ese continuaran dañaría la imagen de su marca, así que parece que los trabajadores estaban un poco asustados.]

-Pero este rumor se calmó.

[-Sí, pero la causa nunca se determinó. Si alguien lo estaba haciendo con malicia, debieron haberlo dejado por completo.]

-¿Y crees que fueron los agentes de herencias?

[-Ya iban y venían cuando ocurrieron los temores por congelación, pero no he visto una relación clara entre ellos. Sin embargo, los ancianos que sufrieron congelación poseían inmensas fortunas. Sin duda, eran el tipo de personas a las que los agentes de herencias querrían prestar atención.]

-Te haré una pregunta. Dijiste que los agentes de herencias iban y venían cuando hubo casos de congelación. ¿Hubo víctimas de su estafa en el Sanatorio durante ese tiempo?

[-Eres bastante perspicaz.] Parecía que Madoka sonreía al otro lado del teléfono. [-No hubo víctimas en ese momento. Por lo que pude ver, se acercaron a algunas personas tentadoras, pero no lograron sacarles dinero. …Sin embargo, su estafa se volvió bastante más provechosa una vez que se calmó el pánico por la congelación. La verdad es que no he hablado con ninguna de las víctimas.]

-Lo sabía. -Murmuré sin pensar.

Eso dejaba una posibilidad.

-Los primeros casos de congelación fueron sujetos de prueba para armar un Paquete. Después de ajustar la potencia y el alcance de las condiciones, comenzaron la verdadera estafa.

[-Un Paquete…] -Dijo Madoka.

-Un sistema criminal creado por humanos usando las características y condiciones de los Youkai. Es el estereotipo para casos de daño espiritual.

Una tarjeta de crédito que puede extraer una cantidad ilimitada de dinero. Un cuchillo que puede matar a cualquier número de personas sin que el criminal sea atrapado.

En el pensamiento normal, esos objetos eran imposibles que jamás podrían existir en la realidad. Sin embargo, ese tipo de cosas podían lograrse mezclando astutamente los poderes de aquellos que no eran normales.

El objeto específico que se veía superficialmente era solo la punta del iceberg.

Cuando los grandes engranajes del funcionamiento de un Youkai y una organización criminal se unían para formar un sistema masivo de crimen perfecto, se le conocía como un Paquete.

Piensa en objetos como el Uchide no Kozuchi[9] que se ve en historias antiguas o en las balas creadas con poderes demoníacos de las que se habla en una ópera famosa. Ahora, imagina que tales cosas pudieran ser reunidas como "objetos sin forma" para cometer fraude.

Lo peor era que los Youkai que las armaban no tenían ni idea de que estaban cometiendo delitos o causando problemas a la gente.

Una Yuki Onna te mataría si hablaras sobre el perdón, y luego se disfrazaría de mujer y se casaría contigo. Un grupo de estafadores querría usar esa compulsión hacia las promesas. Y como ella mataría a cualquiera que los delatara, tenían una forma de evitar que se les demandara.

El verdadero problema era que las promesas de la Yuki Onna giraban en torno a la idea del matrimonio.

Si tuvieran libertad para cambiar la parte del matrimonio, podrían usarla para imponer cualquier tipo de contrato financiero injusto.

-¿Cómo consiguieron que la gente hiciera la promesa? -Me quejé. -Esos casos de congelación debieron de deberse a que las promesas no se cumplieron. O tal vez la gente se negó a prometer. Puede que llevaran a Yuki Onna directamente al Sanatorio en ese momento. Pero los agentes de herencia debieron pensar en una forma diferente de manejarlo una vez que los sustos por congelación cesaron repentinamente.

[-¿Estás a punto de preguntarme si se me ocurre alguna opción?]

-¡Oh, me leíste la mente!

[-¡Lo siento, pero no se me ocurre nada!]

-¡Maldita sea!

Sentí ganas de aplastar mi móvil, pero mi visión de la situación no era lo suficientemente clara como para saber exactamente qué quería que encontrara. Quizás me equivoqué al esperar algún resultado de Madoka cuando ni siquiera podía darle las instrucciones adecuadas.

No tenía elección.

-Creo que volveré al Sanatorio. ¿Llegaré a tiempo para el horario de visita habitual?

[-Espera, espera. Shinobu-kun, ¿no te apuntaron con un rifle de caza?]

-Por eso quiero acabar con esto cuanto antes. Prefiero que uno de esos no me siga apuntando mientras camino por un sendero oscuro de noche.

[-Ya veo. Bueno, probablemente llegues a tiempo. Si hay algún problema, puedo usar mi condición de cliente habitual para avalarte. Además, la próxima vez deberías usar el autobús. Y no uno que pare en todas las paradas. Uno de esos caros y directos. Si no tienes que parar en esa carretera de montaña, correrás menos riesgo. Aunque eso no eliminará por completo el riesgo de ataque.]

-Lo haré. …En realidad, ¿estás a salvo allí?

[-El Sanatorio está lleno de gente adinerada, así que su seguridad es de primera. Y si la situación se pone peligrosa aquí, te atacarán antes de que te vayas.]

-Gracias por ese desagradable aviso.

Terminé la llamada.

No se trataba solo de un grupo de estafadores que atacaban a ancianos. Con la situación cada vez más peligrosa, me di la vuelta con cansancio y regresé por el camino de montaña del que acababa de bajar.

Me dirigía de nuevo hacia las garras de la muerte.


Parte 9[edit]

Los paquetes tenían un gran problema.

-¡Bon bobobon bobobo bon bonsái[10]!

-¡No pierdas el interés, Zashiki Warashi! ¡Mi historia aún no termina!

Mientras me ignoraba, la Zashiki Warashi tarareó, ajustó la posición de la luz ultravioleta que emitía una luz blanca azulada y usó un gotero para añadir nutrientes a una maceta transparente llena de una sustancia acuosa. Un bonsái en sí mismo encajaba con la Youkai con yukata, pero la atmósfera general de ciencia ficción no encajaba en absoluto.

Por cierto, sospecho que esta afición suya es la razón por la que mi abuelo le ha cogido tanto cariño a pesar de ser una completa inútil.

-Bueno, cuanto más avanzas, menos me preocupa. ¿Qué tal si envías esto a uno de esos sitios de preguntas en línea?

-No puedo confiar en los sabelotodo que escriben respuestas a esas cosas...

Y no te desvíes del tema.

¿Puedes seguir ignorándome cuando pongo esos ojos de cachorrito?

-¿Q-qué pasa, Shinobu? Tienes la misma mirada que una serpiente acechando a su presa. ¿Acaso tus impulsos sexuales de adolescente finalmente te han vencido?

-Ya basta. ¿Podemos volver a mi historia, por favor?

-Mmm. ¿Entonces este Paquete consigue que la gente transfiera la propiedad de sus bienes usando las promesas de una Yuki Onna? -La Zashiki Warashi con el yukata rojo brillante finalmente se volvió hacia mí después de terminar con su bonsái de ciencia ficción. -Si han desarrollado esto en un Paquete, ¿estos agentes de herencia buscan en última instancia… ya sabes qué?

-Como siguen yendo y viniendo del Sanatorio incluso después de algunas sospechas, es totalmente posible.

-Exportando el Paquete…

Sí.

Un Paquete era un plan criminal ideado por humanos y construido a partir de las características y condiciones especiales de los Youkai. Una vez establecido, el plan y la metodología podían venderse como un producto. Era igual que un método de fraude que se extendía por todo el país.

Naturalmente, la sociedad se distorsionaría si estas cosas se extendieran.

Esto iría mucho más allá del Sanatorio.

Esto era diferente a alguien que poseía el único e inigualable Uchide no Kozuchi. Los paquetes simplemente usaban los poderes de los Youkai y eran creados por humanos. Siempre que la persona tuviera el deseo de completar uno y las técnicas y materiales necesarios para construirlo, cualquiera podía crearlo. Para bien o para mal.

-Parece que los agentes de herencias ya han estafado a algunos ancianos adinerados. Han hecho una fortuna. Podrían estar planeando vender su Paquete a una organización criminal aún mayor para cambiar de identidad y desaparecer.

Durante el pánico por congelación, los agentes de herencias habían empezado a fracasar en su estafa, lo que los expuso a un grave riesgo. Probablemente eso no formaba parte de su plan. Era posible que su objetivo final ya hubiera pasado de "ganar un montón de dinero" a "escapar sanos y salvos".

-Si se encuentra una falla en su Paquete después de venderlo, la gran organización criminal podría intentar atraparlos. Podrían permanecer en el Sanatorio a pesar del riesgo para poder seguir perfeccionándolo cuidadosamente. -Dijo la Zashiki Warashi.

-También es posible que la gran organización criminal los enviara al Sanatorio para ensamblar el Paquete... No, eso es improbable. Si todo hubiera sido solo una prueba, no habrían tenido que apuntar a gente realmente rica.

-Mmm. Así que los agentes de herencias pensaron que era posible que hubieras notado la conexión entre las estafas del Sanatorio y la Yuki Onna, así que vinieron a deshacerse de ti. No querrían ninguna interferencia que pudiera alterar lo esencial de su Paquete antes de completarlo.

-Precisamente.

-…Esto suena cada vez más peligroso. Ahora también tenemos involucrada a una gran organización criminal. Por lo que parece, no me sorprendería oír hablar de un tiroteo nocturno en un muelle.

-Lo sé, ¿verdad?

-Y una letal Yuki Onna también está involucrada. Como los objetivos de los que no pueden sacar dinero están muriendo congelados, podrían provocar un fallo intencionado y usar a la Yuki Onna ofensivamente. Esto es una combinación de organización, armas y lo sobrenatural. Me pregunto si la policía local podrá con esto.

-Por eso te consulto, inútil Zashiki Warashi. En serio, ¿por qué tuve que encontrarme con esa Yuki Onna en el peor momento posible?

-Si te espera una batalla enorme, no hay lugar para mí allí. ¡Bon bobobon bobobo bon bonsai!

-¡Te dije que no perdieras el interés!


Parte 10[edit]

Usé un autobús eléctrico para regresar al Sanatorio.

Los hombres trajeados estaban ocupados preparando su estafa dentro y parecían sorprendidos de verme. Sin embargo, los guardias armados, contratados directamente por los adinerados ocupantes del Sanatorio, actuarían si sacaran un rifle de caza. Temblaban, pero no pudieron hacerme nada al pasar junto a ellos.

-Madoka.

-Hola.

Me encontré con mi compañera de clase una vez más en esa sala de espera con una estricta seguridad invisible a simple vista.

-Mencionaste divulgar los detalles del Paquete usando a la Yuki Onna, pero ¿qué vas a investigar exactamente? Para que lo sepas, será difícil hacerle preguntas a nadie aquí. El Sanatorio es como un hotel para excéntricos y adinerados, así que nadie habla con sus vecinos. Mi palabra solo tiene influencia sobre los trabajadores, así que no cuentes con que pueda hacer nada.

-No creo que lo necesite. -Agité la mano en el aire. -La idea principal de este Paquete son las promesas. Si le dices a alguien que la Yuki Onna te perdonó la vida, esta te matará, pero también puede disfrazarse de mujer y venir a casarse contigo. Usan ese doble engaño para que la gente transfiera sus bienes.

El matrimonio en este contexto no se refería a un estado legal que exigiera el registro matrimonial. Fue una promesa verbal de matrimonio lo que desencadenaba el ataque de la Yuki Onna. En otras palabras, no era el matrimonio en sí lo importante. Era la promesa de matrimonio. Por esa razón, el matrimonio que parecía ser el centro de todo podía ser reemplazado por otra cosa.

-Suena ideal, ¿verdad? Tras establecer una línea defensiva impidiendo que la persona le cuente a nadie sobre el grupo de estafadores, se acercan con su ridículo trato. Y si te niegas, recibes una multa. Alterando astutamente las características y condiciones de una Yuki Onna, pueden crear un caso modelo de fraude masivo que nunca saldrá a la luz.

-Pero ¿eso no provocaría la muerte de mucha gente? -Fruncí el ceño. -Si simplemente le dicen a la gente que tendrán control total sobre sus bienes e insisten en que no hay nada sospechoso en ello, cualquiera que aceptara tendría que ser un completo idiota. Cualquiera con dos dedos de frente lo encontraría sospechoso. Y parece que los agentes de herencias fallaron al principio.

-Pero si te niegas a prometer, te matan, ¿verdad? Entonces…

-Entonces era de esperar que algunos se negaran y murieran. Algunos no creerían que una Yuki Onna estuviera realmente involucrada.

-Ah. -Dijo Madoka de repente.

Debió de darse cuenta de algo.

-El pánico de la congelación. -Dije. -Lo más probable es que al principio usaran directamente a la Yuki Onna o que los agentes llevaran el trato directamente a los ancianos. Y fracasaron. Los ancianos casi mueren por la penalización. Parece que lograron evitar muertes manipulando las características y condiciones de la Yuki Onna hasta cierto punto, pero seguía siendo demasiado poderosa.

-Y entonces los agentes de herencias abandonaron ese método.

-Empezaron a usar un método para que la gente hiciera la promesa que no plantearía ninguna duda. Si no dudan en hacer la promesa, los ancianos no tienen por qué morir por la penalización. Esa entrada inicial es el problema. Una vez que las víctimas son atrapadas en la promesa de la Yuki Onna, los agentes son libres de hacer lo que quieran.

-¿Hay alguna manera de hacer eso? -Madoka parecía escéptica. -Los agentes de herencias claramente no son muy hábiles para convencer a la gente. Incluso con Yuki Onna involucrada, lograron arruinarlo todo durante esos sustos de congelación. Por mucha ayuda que reciba un mal hablador, nunca van a ser perfectos.

-Cierto. Por eso no lo hacen con palabras. Los objetivos ni siquiera saben que han hecho la promesa.

-¿…?

-Vi este método en un Paquete que encontré antes. -Hice una pausa. -Puedes hacer que alguien prometa algo ocultándolo en el acuerdo de usuario de software libre. Nadie lo lee, pero no puedes usar el software a menos que aceptes. La promesa está oculta en el texto largo.

-No querrás decir…

-Tienes uno aquí, ¿verdad? -Miré a mi alrededor. -El Sanatorio debe tener un acuerdo de residentes. ¿Recuerdas haberlo consultado? Si añadieran una cláusula para que la gente haga una promesa con algún youkai desconocido, sería demasiado conveniente para esta gente.


Aparentemente, el acuerdo de residentes original se guardaba en la recepción del Sanatorio. Puede que Madoka no tuviera influencia con los demás residentes, pero sí con los trabajadores como para permitirme revisar ese acuerdo de residentes que parecía una guía telefónica.

  • Mientras la Parte A use las instalaciones administradas por la Parte B, la Parte A está obligada a revelar y explicar siempre cualquier objeto que se introduzca en ellas.
  • Mientras la Parte A utilice las instalaciones administradas por la Parte B, esta hará todo lo posible por cuidar sus pertenencias. Sin embargo, esto constituye un esfuerzo, no una obligación. Por lo tanto, cualquier pérdida o daño a las pertenencias de la Parte A durante el uso de las instalaciones administradas por la Parte B no implica responsabilidad alguna para esta última.
  • Mientras la Parte A utilice las instalaciones gestionadas por la Parte B, esta está obligada a tratar adecuadamente el equipo y los accesorios gestionados por esta. Si la Parte A incumple esta obligación y el equipo o los accesorios de la Parte B sufren daños, la Parte A deberá compensar el coste total de las reparaciones o el reemplazo.

-…¿Por qué los acuerdos y contratos legales siempre se redactan con un lenguaje tan rígido?

-Es para que no entiendas su significado al leerlo por encima. Mira, ¿cómo es esto justo? Si se pierde la cartera de un residente, la institución no se hace responsable, pero si algo aquí se daña, el residente tiene que pagarlo.

-Pero no veo ninguna señal de nada relacionado con la Yuki Onna.

La parte que decía “cualquier pérdida o daño a las pertenencias de la Parte A durante el uso de las instalaciones gestionadas por la Parte B no genera ninguna responsabilidad para la Parte B” era ciertamente injusta, pero carecía de algo necesario para que la Yuki Onna se apropiara de los bienes del objetivo.

-¿Lo leímos mal?

-No... -Pensé un momento. -Aunque reescribieran el original completo aquí en recepción, todos en el Sanatorio caerían en la estafa de Yuki Onna. Y eso te incluye a ti, Madoka. Sin embargo, no he oído nada sobre que hayan ganado tanto dinero.

-¿Entonces dices que la teoría del acuerdo entre residentes del Sanatorio era un callejón sin salida?

-Tienen que tener acuerdos de residencia aparte de este. Este lugar es un "sanatorio" solo de nombre. En realidad, es un hotel para gente rara y excéntrica.

Cierto.

Cuando surgieron los temores por congelación, los agentes de herencias cambiaron sus métodos en lugar de seguir adelante. Seguramente no querían que el pánico se extendiera más de lo necesario. Aunque generara mucho dinero, la posibilidad de levantar sospechas en la policía aumentaría si involucraban a todo el Sanatorio. Por lo tanto, el éxito no parecía probable. Era casi como si el grupo de estafadores hubiera retrocedido ante la posibilidad de que, en el peor de los casos, todos en el Sanatorio pudieran morir congelados.

Por eso los agentes de herencias se habían esforzado por contener cualquier daño que pudieran causar.

Sus promesas solo afectarían a su objetivo específico.

Utilizarían un acuerdo de residencia que podrían limitar a una sola persona.

-¿Las habitaciones de aquí incluyen un folleto que presenta el sanatorio a los recién llegados? Podrían incluir instrucciones sobre cómo usar el servicio de habitaciones o internet. Si existe un archivo así, probablemente incluya una copia del contrato de residente.

-Ahora que lo pienso…

-Además, ese contrato de residente simplificado no necesita firmarse ni sellarse. Normalmente, se aceptan automáticamente sus condiciones con solo entrar en la habitación.


Cuando entré en la habitación de Madoka, efectivamente había una carpeta gruesa sobre una mesita. Como era de esperar, la introducción al Sanatorio incluía una versión simplificada del acuerdo de residentes.

-Si todas las habitaciones tienen una de estas carpetas, podrían cambiar la carpeta de la habitación de su objetivo.

-Sin embargo, no podemos revisar las habitaciones de otros residentes.

-¿Quedan habitaciones vacías después de una salida no natural? Si le dices a alguien que te salvaste, te matarán. Incluso sino, se disfraza de mujer y viene a casarse contigo. Incluso con el doble engaño de Yuki Onna, nada impide que la gente se vaya sin decir nada.

-Quizás pueda conseguir permiso de un trabajador para revisar una habitación vacía.

Madoka le preguntó a una trabajadora que pasaba y que nos abriera una habitación vacía. (Me pregunto cuánta influencia tenía mi compañera en ese lugar). Entonces entramos.

-Es posible que nos viéramos atrapados en un laberinto de promesas en cuanto entramos en esta habitación. Debemos tener cuidado.

-Lo tendré, pero es una Yuki Onna de la que hablamos, ¿verdad? Quiero decir, soy mujer.

-El detonante del ataque solo usa la palabra «matrimonio», pero parece bastante vaga, ¿no crees?

-Quizás. Pero el contrato de residencia de la habitación solo se aplica a la persona que firmó el contrato de arrendamiento con el propietario, así que no tiene nada que ver con nosotros.

Esperaba que tuviera razón, pero era posible que el grupo de estafadores hubiera alterado bastante el contenido. Era muy posible que el sentido común no fuera aplicable.

Cogí la carpeta y revisé.

El texto, diseñado para darte ganas de dormir, seguía siendo idéntico al de recepción durante un rato, pero empecé a notar algunas cosas que parecían fuera de lugar.

Como la fuente era idéntica, era difícil distinguirlo, pero había algunas cláusulas añadidas que no había visto en la de recepción.

-Esto menciona a una Parte C, además de las Partes A y B.

-¿Esa es la Yuki Onna?

-Podrían ser los agentes de herencia.

El texto ya estaba escrito de forma que fuera difícil de entender, pero el grupo de estafadores le había añadido más trucos. Casi parecía que el texto se confundía en mi cabeza, pero de alguna manera logré captar el significado.

  • Mientras la Parte A utilice las instalaciones gestionadas por la Parte B, la Parte A debe respetar siempre la relación de la Parte A con la Parte C.
  • La Parte C considera que la relación con la Parte A se ha modificado para transferir todos los activos financieros.
  • Las pérdidas de la Parte A serán sociales y la Parte C deberá asumir todas las sanciones mediante medidas financieras.
  • En caso de que la Parte C no pueda celebrar legalmente un contrato financiero, las medidas financieras mencionadas serán realizadas por los agentes de herencias en su lugar.

-Aquí vamos. Supongo que el término "relación" sustituye al de matrimonio. Es cierto que el orden de herencia de los bienes cambia cuando dos personas se casan, pero...

-Esta parte sobre las pérdidas probablemente cambia la pena de muerte de la Yuki Onna a una de muerte social al perder todo el dinero.

-Y usan el hecho de que los youkai ni siquiera pueden firmar un contrato de telefonía móvil para transferir todo el dinero a los agentes sucesorios.

En resumen:

El residente que usara la habitación con la carpeta modificada se casaría automáticamente con la Yuki Onna. Los bienes de la víctima pasarían a ser propiedad conjunta de la víctima y la Yuki Onna. Esto significaba, básicamente, que ella se había apropiado de todo el dinero de la víctima.

Además, si la víctima se negaba o intentaba hablarlo con alguien más, recibiría un castigo financiero lo suficientemente severo como para acarrearle una "muerte social".

En cualquier caso, se le entregaba una gran cantidad de dinero a la Yuki Onna. Sin embargo, la Yuki Onna no podía abrir una cuenta bancaria, así que los agentes de herencias tomarían el control de la herencia en su lugar.

Al final, el grupo fraudulento se quedaría con todo el dinero.

Con solo la presencia de esta carpeta, se hizo la promesa, por lo que el poder de la Yuki Onna podría usarse sin su presencia.

Me preguntaba si la Yuki Onna siquiera entendía qué era la versión actual del Paquete.

-¿Ah? ¿Entonces el objetivo pierde su herencia, tenga éxito o fracase? Entonces, podría haber gente que decida sacrificarse para revelar lo que está pasando.

-Se dice que la pena es solo económica, sin especificar una cantidad. Si tiene éxito, se le confiscarán todos sus bienes, pero si fracasa y es castigado, podría acabar con una deuda considerable.

-Si el castigo económico fuera lo suficientemente severo como para llevar a una gran organización criminal a préstamos en el mercado negro, eso encajaría con la descripción de una muerte social.

Esa era una situación más aterradora para los humanos que morir congelado en una montaña invernal.

-Bueno, eso prácticamente lo deja claro.

-¿Pero tenemos alguna prueba real de que la Parte C se refiera a la Yuki Onna?

-Creo que sí.

Señalé un texto en la gruesa carpeta.

Decía:

  • A la Parte C no le gusta el verano, así que odia las cigarras, que son un símbolo de la mencionada estación.


Parte 11[edit]

-¿Mmm? Necesito grabar algo. Esta noche ponen el Cronógrafo del Infierno y no quiero perdérmelo.

-¡Hazlo en tu habitación! ¡Estoy grabando una telenovela extranjera, así que no acapares el sintonizador!

-...Bueno, parece que ya descubriste cómo funcionaba el Paquete de Yuki Onna. A estas alturas, no me necesitas para nada.

-¿De verdad quieres ayudar a pesar de todas tus quejas…?

Puede que esto sea un rollo, pero ¿acaso la raza de las Zashiki Warashi en su conjunto quiere ayudar a sus familias? En ese caso, ¿su mente está en modo tsun pero sus instintos están en modo dere?

A pesar de mis esperanzas…

-No, quiero saber por qué me has obligado a escuchar todo esto. Podría haber aprovechado este tiempo para subir a mi personaje del nivel 7 al 8.

-Presentía que era por eso, Youkai de interiores. Si no me escuchas, enviaré todas las consolas a casa de Madoka para que no puedas jugar con ellas, maldita sea.

Se aferró a mí y parecía a punto de llorar.

Esa Youkai necesitaba entretenimiento tanto como un humano necesitaba agua u oxígeno.

-Pero esos agentes de herencias intentaban exportar su Paquete a una gran organización criminal para obtener ayuda para escapar, ¿verdad? ¿De verdad te dejarían en paz mientras intentabas descubrir sus métodos?

-Esa es la cuestión. -Me incliné hacia adelante. -Ese fue el mayor problema al final.

-Es irónico cómo los humanos codiciosos pueden ser mucho más aterradores que los Youkai.

-Tanto en Rokubu Goroshi como en Yonaki Ishi, el villano es un humano ahogado en la avaricia[11]. De hecho, los Youkai y lo sobrenatural solo entran en juego para darle un final a la historia de alguna persona horrible.

-Si el karma funcionara tan bien como en las historias antiguas, el mundo sería mucho mejor. -Dijo la Zashiki Warashi con indiferencia. -Así que supongo que los agentes de herencia finalmente actuaron.

-Sí, lo hicieron.

Un escalofrío me recorrió la espalda.

Sabía que el miedo no cambiaría la situación, pero los sentimientos tenían una forma de escapar a la razón.

El ejemplo más obvio de algo que infundía en la gente un miedo tan irracional eran los Youkai como el Zashiki Warashi o el Yuki Onna.

Me enfrenté a la avaricia humana, capaz incluso de usar ese miedo para lucrarse.

-Estaba en un apuro. Estaba en un verdadero apuro.

-Es una pena que los estudiantes de instituto de hoy en día tengan un vocabulario tan limitado.


Parte 12[edit]

Tenía un mal presentimiento sobre algo.

El presentimiento no tenía una base específica y apenas podía idear una contramedida a partir de una simple premonición, así que esa afirmación carecía de sentido. Sin embargo, era como si me llevaran a un incinerador en una cinta transportadora que se movía lentamente. El hecho de que no me mataran de inmediato hacía que todo fuera aún más incómodo.

Cuando salimos de la habitación vacía después de revisar la carpeta, Madoka frunció el ceño y expresó el motivo de mi inquietud.

-…Los agentes de herencia se han ido.

-¿En serio?

La situación avanzaba.

Al igual que con el cáncer, ya era demasiado tarde cuando el dolor empezaba a notarse.

Una joven trabajadora corría por el pasillo hacia nosotros.

-Kotemitsu-san, Kotemitsu-san.

-Hey. ¿Qué pasa?

Kotemitsu Madoka miró a la trabajadora cuando la llamaron por su nombre.

-Tengo noticias que podrían interesarle a su visitante.

-¿Pasó algo?

-El autobús que va de aquí a la base de la montaña pinchó una de sus ruedas, así que probablemente llegue con retraso.

Geh.

¿Así que así es como va a ser?

-Dada la distancia, probablemente pueda llegar a la base de la montaña al atardecer a pie, pero si tiene planes, una de las trabajadoras puede llevarlo en coche.

-Espere, espere. ¿Podría darme un segundo para pensarlo?

Cortésmente a la trabajadora, agarré la mano de Madoka y la aparté un poco. Ahí, empezamos a hablar en privado.

-Debieron ser los agentes de herencias. Planean que me disparen “accidentalmente” con un rifle de caza al regresar. Por eso sacaron el autobús para solucionar ese problema.

-¿Qué tal si aceptas la oferta de los trabajadores?

-Simplemente le dispararían al trabajador también. Han decidido ser un poco más audaces. Madoka, ¿cuántos agentes de herencias había yendo y viniendo aquí?

-¿Mmm? No lo recuerdo exactamente, pero creo que eran entre 10 y 20.

-Entonces debemos asumir que podrían rodearme, todos armados con rifles de caza. El camino de la montaña es la única forma de volver. Pueden simplemente esparcir vidrios rotos por el camino para detener el auto y luego dispararle hasta que no quede más que chatarra.

-…¿Qué tal si llamas a un helicóptero?

Eso sí que era un inversionista rico. Ella pensaba las cosas a una escala completamente diferente.

Sin embargo, negué con la cabeza.

-Si uno de sus rifles de caza es un rifle de verdad en lugar de una escopeta, eso no funcionará. Eso bastaría para disparar a través del cristal o la placa de un helicóptero civil.

Las Aldeas Intelectuales tenían muchas ventajas, pero también sus inconvenientes.

Por ejemplo, el número de policías era extremadamente bajo.

No había una gran comisaría de distrito ni nada por el estilo. La aldea solo tenía una pequeña comisaría. Además, nadie allí respondía a las llamadas durante el día porque escuchaba música con auriculares y se quedaba dormido al ponerse el sol. Los racimos de uvas de 30.000 yenes eran suficientes para hacer brillar de alegría a cualquier ladrón, por lo que la situación policial era patética. Por ello, las Aldeas Intelectuales dependían de guardias de seguridad armados contratados para mantener la paz, en lugar de la policía nacional. (Aunque esos guardias de seguridad privados sí cometían delitos en ocasiones).

Madoka lo sabía, así que dijo: -¿Entonces no sería más seguro quedarnos aquí en el Sanatorio? Los agentes de herencias han tendido una trampa en la montaña. ¿No será porque no tienen suficiente fuerza para enfrentarse a los guardias armados que protegen el Sanatorio?

Agradecí su sugerencia.

De verdad que sí, pero...

-Si no se hubiera hecho nada al respecto, yo también podría haber acabado siendo el objetivo del Paquete de Yuki Onna. El Sanatorio está lleno de gente adinerada. Todos aquí han contratado guardias armados para protegerlos. Si todos esos guardias estuvieran reunidos, los agentes de herencias no podrían tocarte.

-Sí... pero dudo que eso pase. -Ladeé la cabeza mientras pensaba. -Tu grupo podría ayudar, Madoka, pero dudo que los guardias armados contratados por los demás lo acepten. Si me dejaran quedar aquí correría el riesgo de que un grupo criminal atacara con rifles de caza, así que probablemente me echarían del Sanatorio. -Su trabajo era proteger a los clientes, así que no dudarían en hacerlo.

Además, había una diferencia entre el número de guardias contratados por Madoka y el total de guardias contratados por los demás. Si entraban en conflicto, los demás ganarían. Era posible que mis únicas opciones fueran irme solo del Sanatorio o que todos los guardias se unieran para echarme.

-¿Y si te envío a algunos de mis guardias?

-¿De verdad esos asalariados aceptarían algo así fuera de su contrato? E incluso si aceptaran, se enfrentarían a 10 o 20 personas. Si todos van armados con rifles de caza, las cosas no pintan bien para nosotros. Aunque consiguiera bajar de la montaña gracias a ellos, preferiría que no fuera a costa de que unos pocos se hundieran en charcos de sangre.

No se trataba solo de una cuestión de justicia o moral.

Una vez que un colega moría por la ridícula petición de su cliente, incluso los guardias de Madoka podrían unirse en mi contra. No eran funcionarios del gobierno ni aliados de los ciudadanos del país. Si se veían en una situación irrazonable, era posible que recurrieran a medios irrazonables.

-Entonces, ¿qué vas a hacer? Cuando te atacaron antes, apenas lograste escapar.

-…Sí. Al final, solo soy un perdedor. Estaba desgarrándome en una huida desesperada de un hombre solo armado con un rifle de caza. Esto es inútil. Esto no es una novela ligera[12]. No puedo esperar una oportunidad para contraatacar. Simplemente no funcionará. Simplemente sobrevivir valdría un récord mundial Guinness.

-No pongas esa mirada distante. Esta vez te van a atacar 10 o 20 a la vez, ¿verdad? No es una situación en la que puedas simplemente correr entre los árboles y escapar.

No podía quedarme en el Sanatorio.

Si me adentraba en la montaña, me atacaría un grupo de 10 o 20 estafadores armados con rifles de caza.

Tenía que bajar sano y salvo de la montaña de alguna manera, pero esto era tan inútil como jugar un partido de fútbol contra un equipo de 11 solo. Acabaría rodeado. No era una situación de la que pudiera salir con un plan o una técnica ingeniosa.

E incluso si lograba salir sano y salvo de la montaña, ¿podría volver a unas vacaciones de verano tranquilas?

Sé que lo sigo diciendo, pero iban armados con rifles de caza.

No quería pasar el resto de mi vida escondido por miedo a un ataque, y era muy posible que descubrieran dónde vivía y atacaran mi casa. Estaba claro como el agua cuál sería mi destino si irrumpían en mi casa con sus zapatos de calle y portando esas armas peligrosas.

Quería sobrevivir.

Quería volver a mi vida cotidiana y segura.

Para lograrlo, tendría que hacer algo más que bajar de la montaña sin que los agentes de herencias me encontraran.

-...Supongo que tengo que llegar hasta el final.

-¿Shinobu-kun?

-Madoka, dijiste que podías pedirles favores a los trabajadores, pero no a los demás residentes, ¿verdad?

-S-sí. Todos estamos al mismo nivel. Esto es como un hotel, así que no hay sensación de vecindario. Nadie responderá ni siquiera a que llamen a la puerta.

-Está bien. -Tomé la carpeta con el contrato simplificado de residencia de Madoka. -¿Podrías pedirles un favor a los trabajadores? No puedo pagarles, pero pregúntales si puedo quedarme en la habitación vacía donde estaba esta carpeta.

-Eso podría ser difícil.

-Dile que un grupo de ladrones atacará con rifles de caza si no me dejan.

-Haré lo que pueda. -Dijo Madoka. -Pero una habitación completamente vacía podría ser demasiado. Sería un poco más fácil conseguir que permitieran que otra persona se quedara en mi habitación.

-No, tu habitación no sirve. Para salir de esta situación, necesito sumergirme directamente en la vorágine.

-¿Qué?

-Además, con las inversiones que haces, debes tener varias herramientas para el negocio, ¿verdad? Seguro que no lo haces todo en la computadora. Me gustaría pedir prestada una de esas herramientas analógicas.

-¿Qué, específicamente?

-Un sello.


Aún no era tarde en la noche.

Y la naturaleza de la zona tampoco se había extinguido.

El verano era sofocante. Los árboles y la maleza desprendían un denso olor a verde. Los rayos de sol que se filtraban por los huecos de los árboles que cubrían el cielo eran tan brillantes que podían considerarse saludables. El agudo canto de las cigarras era tan fuerte que ahogaba el susurro del viento entre las ramas.

La escena era perfecta para un recuerdo del diario ilustrado de un niño.

Esta era la imagen rural que las Villas Intelectuales usaban como atracción.

Sin embargo, la situación en la que me encontraba convertía ese mundo en uno cruel. Así podría haber sido el mundo para alguien que se dirigía a un acantilado para suicidarse. No tenía la calma suficiente para conmoverme con el paisaje que se extendía ante mí. Solo podía ver las imágenes como información visual.

Intenté concentrarme y prestar mucha atención.

Sin embargo, terminé asimilando incluso menos información de lo habitual.

Cada paso que daba era pesado.

Sentía que el objeto invisible conocido como alma que había en mi se desgastaba.

Incluso si hubiera tenido un mapa preciso, probablemente me habría perdido en ese estado mental. Y no tendría ni idea de si el mapa que tenía era preciso o no. ¿Debería seguir esa sensación de peligro dentro de mí? ¿Debería ignorarla porque me llevaría a mi propia destrucción? ¿Pasaría por alto algún peligro por miedo a dirigirme a mi propia destrucción? Las opciones giraban en mi mente en un bucle infinito. Sin darme cuenta, ese bucle me dejó sin saber qué criterio tomar. Era como si me hubieran convertido en un humano robótico incapaz de realizar acciones complejas.

No tenía ni idea de lo que estaba pensando.

No podía ordenar mis pensamientos.

No sabía si mis pensamientos provenían de mis verdaderos sentimientos o si se debían a que el miedo me había llevado por el mal camino.

De diez a veinte hombres armados con rifles de caza yacían ocultos en la montaña.

Encontrarme con uno solo de ellos pondría mi vida en peligro. Luchar contra ellos era un sueño dentro de un sueño. Incluso si me diera la vuelta y corriera de inmediato, mis probabilidades de sobrevivir serían probablemente inferiores al 10 %. De hecho, probablemente me dispararían mientras me paralizaba, indeciso entre luchar o huir.

E incluso si sobrevivía, el agente de herencias contactaría a los demás y me rodearía en un abrir y cerrar de ojos. Si eso sucedía, no habría salvación. Aunque la montaña fuera extensa, solo había un número limitado de zonas y rutas por las que la gente pudiera pasar fácilmente. Con 10 o 20 personas, podrían cubrir todas esas rutas y dejar algunas.

¿Cuándo vendrían?

¿De dónde vendrían?

Aunque no hubiera tenido otra opción, me arrepentía profundamente de haber dejado el Sanatorio. Ya no me importaba. No me importaba que esos guardias armados me atacaran en grupo. Solo quería refugiarme en un edificio seguro.

Justo cuando estaba a punto de regresar por donde había venido, comenzó el ataque con rifles de caza.

Un gran grito resonó, destrozando la paz de la naturaleza.


En ese momento, un agente de herencias llamado Hanazono sintió una tremenda presión en el estómago. Estaba escondido en un matorral, montando guardia a lo largo del zigzagueante camino de la montaña. Sostenía un rifle de caza de dos cañones en sus manos. El calor del pleno verano había empapado de sudor el interior de su traje y su rostro parecía rociado con agua. Su propia respiración agitada resonaba con fuerza en sus oídos. Cada hoja del matorral que rozaba sus mejillas le desgarraba la concentración. Estaba tan lleno de miedo y arrepentimiento que se sentía débil.

Podía ver al estudiante de preparatoria que era su objetivo.

Apretó la culata del rifle de caza contra su hombro para evitar que temblara. Sin embargo, todo su cuerpo temblaba.

No le tenía miedo al chico.

Temía tener que dispararle a otro ser humano.

Los agentes de herencias se habían reunido para ganar dinero fácil.

Sin embargo, lo siguiente que supieron fue que estaban atrapados en esta situación.

El asesinato estaba yendo demasiado lejos.

Evidentemente, habían ido más allá del riesgo que estaban dispuestos a correr. Siempre que veía historias en las noticias sobre ladrones que acababan matando a su objetivo, se preguntaba por qué no usaban la cabeza. Nunca habría participado en este plan criminal si hubiera sabido que terminaría con alguien muerto. Debería haberse quedado con el fraude que podía llevar a cabo por teléfono.

Se sentía como una pieza de sugoroku[13] avanzando contra su propia voluntad.

Sin embargo, lo perdería todo si no disparaba.

Hanazono supuso que su líder, Shironaka, había preparado los rifles de caza para asegurarse de que actuaran. Con un cuchillo o un bate de metal, habrían dudado. El simple hecho de mover el dedo índice les ayudaba a distanciarse del hecho de que estaban perforando o destrozando carne humana.

Si ese chico no hubiera interferido, podrían haber terminado todo sin problemas.

Quitarle la vida habría sido ir demasiado lejos.

Sin embargo, no podían dejarlo ir y disfrutar de su vida.

Solo un dedo.

Solo tenía que mover el dedo índice.

Ese chico había hecho algo que valía mucho esa acción.

La bala impactaría sola. Lo que sucediera después de apretar el gatillo no era asunto suyo.

Si el chico moría, era culpa suya.

Hanazono respiró hondo.

Llevó el dedo índice al gatillo del rifle de caza y miró por la mirilla como en las películas.

Solo necesitaba impulso.

Podía aprovecharlo y apretar el dedo índice.

Sin embargo, no sonó ningún disparo.

La culata no le golpeó el hombro por el impacto del disparo y no se disparó una bala de plomo.

-¿?

¿No se había movido su dedo? ¿Se le habían paralizado los músculos por la ansiedad?

Con esas preguntas en mente, Hanazono apartó la mirada de la mirilla y se fijó en su dedo índice. Vio algo realmente extraño allí.

Su dedo índice había adquirido un color mucho más oscuro.

La parte del dedo, desde la segunda articulación, se desmoronó como arcilla seca y cayó al suelo.

-…Gyah.

Alguien que hubiera sufrido una desgracia escalando una montaña en invierno podría haber presenciado algo similar.

Fue una congelación severa.

-¡¿Gyah gyah gyah gyah?! ¡¡Gyah gyah gyah gyah gyah gyah gyah!

Sin embargo, la vida de Hanazono no estaba llena de experiencias tan diversas.

Como si sus sentidos finalmente hubieran captado el extraño fenómeno, balanceó su brazo derecho con un dolor intenso. Se oyeron repetidos sonidos de algo seco crujiendo. La mitad de su palma y tres de sus dedos se desprendieron y volaron por los aires.

(¿¡Qué!?)

(¿¡Qué está pasando!?)

Oyó el crujido de algo moviéndose entre la espesura. ¿Acaso alguno de sus compañeros escondidos cerca estaba atacando al estudiante en su lugar? ¿O habían venido a salvarlo? Eso pensó Hanazono, pero se equivocó. Cuando apareció el rostro familiar de Murokawa, se retorcía de intenso dolor y terror. La mitad izquierda de su rostro había cambiado de color. Se había vuelto de un rojo púrpura y le faltaba una oreja.

Finalmente, sonó un disparo.

Sin embargo, no iba dirigido al estudiante. Había sido un disparo accidental. Alguien había disparado su rifle sin querer. Hayashida salió de entre la espesura y salió a la carretera. Su brazo derecho se rompió en varios pedazos y se unió a la chatarra tirada en el camino. ¿Habría sido la fuerza explosiva de la bala al dispararse? ¿O habría sido simplemente el efecto de la congelación? No estaba claro qué le había hecho perder el brazo.

No fue solo Hanazono.

Lo mismo ocurría al otro lado de la montaña.

Hanazono había entrado en pánico total, pero finalmente se dio cuenta de que el chico de preparatoria sostenía una simple carpeta.

Hanazono había visto una vieja serie policial donde se usaba una gruesa revista de manga en lugar de un chaleco antibalas, pero era evidente que el chico no había traído la carpeta para ese propósito.

Los agentes de herencias reconocieron la carpeta.

Contenía la versión alterada del acuerdo de residente, colocada en la habitación del objetivo durante su Paquete Fraudulento, que utilizaba las características y condiciones de la Yuki Onna.

-Si intentas manipular a un Youkai, probablemente no deberías dejar el núcleo de tu control al alcance de cualquiera.

El chico lo abrió.

Lo abrió por la página que debería contener las condiciones reorganizadas.

Sin embargo, había unas líneas adicionales escritas con letra descuidada que Hanazono y los demás no reconocieron.

  • La Parte C garantizará la seguridad de Jinnai Shinobu. Para cumplir la cláusula anterior, el Grupo C está obligado a usar todo su poder.
  • La Parte C puede atacar preventivamente mientras usa su poder. Al confirmar que alguien o algo intenta atacar de forma que afecte negativamente la seguridad de Jinnai Shinobu, el Grupo C lo eliminará. No se requiere consentimiento para aplicar esta cláusula.

Y junto a cada texto añadido había una pequeña marca roja que coloreaba la página, que por lo demás era en blanco y negro.

Se había estampado un sello con tinta roja.

Para ser más específicos, era un sello de corrección.

Esa marca se usaba para indicar que los cambios en un contrato se realizaban con el consentimiento de quien lo aceptaba.

-¡Ah!

Los habían eliminado porque intentaron disparar.

Todos los que intentaron disparar fueron eliminados.

Las cláusulas adicionales eran casi demasiado fáciles de entender. Y su significado era simplemente abrumador. Incluso si hubieran reunido a docenas o incluso cientos de personas, toda su fuerza habría sido neutralizada con solo intentar atacar a ese chico de preparatoria.

(¿¡Tomó el control del Paquete que armamos!?)

Y entonces llegó el invierno.

El Youkai que simbolizaba la severidad de la naturaleza y el rechazo del frío intenso apareció entre el verdor de la naturaleza.

Las puertas del infierno se abrieron.

El chico de preparatoria se tocó el hombro con el lomo de la carpeta y habló a los hombres en la zona.

-Este es el ser mortal que prepararon. Estoy seguro de que saben muy bien lo peligrosa que es. Preferiría que nadie sufriera más daño del necesario.

-¡Qué están haciendo, idiotas! ¡Hanazono, Hayashida! ¡Para esto preparamos la seguridad! -La voz de su líder, Shironaka, provenía del celular que Hanazono había dejado caer. -¡Las cigarras! ¡Voy a sacar la jaula para insectos! ¡Si sacamos a ese monstruo de aquí, podremos silenciar a ese niño!

Shironaka salió disparado de un matorral.

En una mano sostenía una de esas pequeñas jaulas para insectos que usan los niños. Normalmente, usarla como arma parecería una broma de mal gusto. Sin embargo, en la situación que Hanazono y los demás habían armado, era un amuleto protector con efectos casi absolutos.

Y aun así…

-¿Gh?

Se había congelado.

La jaula para insectos se cubrió de blanco y se agrietó. Entonces, las cigarras que estaban dentro y la mano de Shironaka que sostenía la jaula quedaron envueltas en la escarcha.

La congelación severa cambió el color de su piel, la consistencia de su carne se retorció lentamente, y entonces la ubicación de sus uñas claramente se desplazó.

El intenso dolor hizo que Shironaka intentara apretar los dedos, pero al instante se le rompieron.

-¡Bah, bah! ¿Se-se desprendieron? ¡¿Qué?! ¿Se cayeron? ¡¿Se han ido?!

Shironaka parecía más asustado por lo absurdo de esa situación que nunca debería haber sucedido que preocupado por el dolor. El estudiante de preparatoria abrió la carpeta por otra página.

En esa página, decía:

  • A la Parte C no le gusta el verano, así que odia las cigarras, que son un símbolo de la mencionada estación.

Había sido removida.

La única protección que Hanazono y las demás habían preparado había desaparecido.

Ahora no tenían forma de detener a Yuki Onna.

¡¡Nadie podía detenerla!!

-Claro que cambié lo que pusieron ahí. Si hubiera usado las modificaciones que hiciste tal cual, me habrían quitado todos mis bienes. Antes de volver a armarlo como quería, me aseguré de eliminar las cláusulas que no necesitaba. ¿Por qué no lo haría?

El estudiante de preparatoria cerró la carpeta, se la dio otra palmadita en el hombro y sonrió.

-Bueno, ¿tendrá que lidiar con todos ustedes o se rendirán por su cuenta? La decisión la dejo en sus manos.


Parte 13[edit]

La Zashiki Warashi frunció el ceño.

-¿Ah, sí? El punto de vista de esa escena retrospectiva cambió a mitad de camino. ¿Fue algún tipo de error?

-No es un error. Después de que esos asesinos se rindieran, reuní información.

-Bueno, parece que todo quedó bien. Me parece que no hay nada más que necesites discutir conmigo.

-Sí, idiota. De hecho, lo más peligroso de todo sigue ahí fuera. La Yuki Onna.

-¿Sigue vigente ese acuerdo simplificado de residencia? ¿Entonces vas a vivir el resto de tu vida con esa Yuki Onna como tu guardiana?

-Me aseguré de añadir una parte que dice que los efectos de las cláusulas modificadas caducan tres horas después del cambio, así que no hay problema. Pero la cosa es… -Me rasqué la cabeza. -Parece que Yuki Onna me ve como un objetivo por perfecto, sin necesidad de las condiciones de ese contrato de residencia. Por eso me pidió matrimonio en la parada del autobús para intentar matarme. Si no me ocupo de eso rápido, podría acabar atrapado en todas sus preguntas.

-Debe ser duro ser un chico popular.

-La promesa de matrimonio de Yuki Onna es claramente solo una forma de matar al objetivo más rápido. Y la doble preparación acorta aún más el proceso. Pedirle matrimonio a alguien es como un hechizo mágico para ella.

-¿Ah, sí? ¿Entonces dices que los youkai no pueden tener sentimientos humanos de amor?

-Bueno, tú no eres humana.

En ese momento, mi abuela, que era pequeña, llamó a la puerta. Había estado comprobando si el ladrón había robado algo, pero el tamaño de la casa hacía que le llevara un tiempo. Tenía la sensación de que se había parado a preparar ohagi en algún momento, pero aun así habría tardado.

-Shinobu, sobre ese ladrón.

-¿Encontraste algo que faltaba?

-No, al contrario. Es muy extraño. Tenemos algo extra.

-...¿Hah?

-Esto.

Mi abuela me dio una carpeta.

Sí.

Era la carpeta gruesa que creía haber enviado al sanatorio por mensajería en bicicleta.

-¡Oh, no… -Murmuré.

Ese ladrón.

¡No era un ladrón en absoluto! ¿Se las arregló para escapar algún idiota de esos agentes de herencias? ¡Y ahora regresaba al final con una venganza insoportable!

El contrato de residencia en la carpeta tenía una página desgastada.

Se había usado un bolígrafo y un sello de corrección para añadir una sola cláusula:

  • La Parte C deberá regresar al propietario.

Oí un sonido como una grieta que atravesaba el edificio. Era el sonido de algo helado. El ambiente local estaba cambiando con la llegada de algo horrible. Un escalofrío me recorrió la espalda.

No era una metáfora ni un estado psicológico.

La temperatura en la habitación bajó.

-...casémonos...

Oí una voz detrás de mí.

La voz de una chica frágil.

-…Casémonos…

¡Oh, mierda! ¡Oh, mierda! ¡Oh, mierda! ¡Oh, mierda! ¡Oh, mierda! ¡Oh, mierda!

Esta era una Youkai de verdad que había derrotado fácilmente a 20 hombres armados con rifles de caza. Y la debilidad de la cigarra que los agentes de herencia habían preparado había desaparecido. No había forma de que pudiera derrotarla ahora. Si sellaba mi escape con promesa tras promesa, tanto explícita como implícita, acabaría fastidiándola. ¡No tenía intención de convertirme en un personaje de una vieja historia!

-¡E-es cierto! ¡Zashiki Warashi-sama! ¡Por fin ha llegado el momento de que demuestres tu poder como una verdadera Youkai que protege su casa y su hogar... espera, ¡se ha ido! ¡Ha desaparecido por completo!

La Youkai inútil del yukata rojo brillante se había desvanecido en algún momento.

Dudaba que mi abuela me ayudara, así que tenía que hacer algo yo mismo. Por suerte, tenía el contrato que podía interferir con las características y condiciones de la Yuki Onna. Podía usarlo.

  • El Grupo C regresará con su dueño.

¿Debería tacharlo dos veces para borrarlo? No. La Yuki Onna ya está aquí y parecía querer matarme desde el principio. Incluso si elimino las condiciones irregulares y la devuelvo a su estado original, simplemente vendrá y me matará como siempre.

Si iba a hacer algo, tenía que ser añadir algo.

Si añadía un texto que identificara al "propietario" como la persona que trajo la carpeta a la casa Jinnai, podría cambiar el objetivo de Yuki Onna. Eso también eliminaría la amenaza de que uno de los agentes de herencia se escapara, así que eran dos pájaros de un tiro. Todavía tenía en el bolsillo el sello de corrección que le había pedido prestado a Madoka. ¡Solo tenía que hacer...!

-¡¡¡Un bolígrafo!! ¡Necesito uno! ¡¿Dónde hay uno?! ¡¡¡Mierda!!!

La temperatura de la habitación bajó drásticamente. No hacía tanto frío como en un refrigerador, pero casi. Podía ver cómo las hojas del bonsái de ciencia ficción de Zashiki Warashi cambiaban de color donde las había dejado en el suelo. No tenía tiempo. Busqué frenéticamente el porta lápices de mi escritorio.

-¡Wah!

Las yemas de mis dedos tocaron el porta lápices cilíndrico.

El porta lápices se inclinó hacia un lado.

-¡Wah!

Y todos los útiles de escritura que contenía se esparcieron por los tatamis. Justo cuando estaba a punto de coger el bolígrafo que necesitaba, rodaron fuera de mi alcance.

-¡¡¡Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!


Parte 14(tercera persona)[edit]

Las Treinta y Seis Estratagemas no se comparan con una simple huida. Huir de los problemas que no puedes controlar era la clave para una larga vida. Y le había estado diciendo desde el principio que no tendría suerte si esperaba que tuviera algún tipo de extraños poderes especiales.

Sinceramente, ¿cómo se supone que una simple Zashiki Warashi puede derrotar a algo tan letal?

¿Acaso cree que soy la reina del mundo de la sala de estar[2] y que tengo algún tipo de habilidad oculta suprema?

-Oye, Zashiki Warashi. ¿Quieres un té de cebada?

En el porche de más de 20 metros de largo, un anciano que jugaba al shogi[14] me invitó. Tomé una taza llena de una bebida fría. A este anciano le encantaban los juegos de mesa como el go y el shogi, pero no le gustaba que los recrearan con computadoras. Sinceramente, no entendía por qué. Para el shogi era más fácil que la IA se encargara de los movimientos del oponente y te ahorraba tiempo al colocar las piezas. Parecía que a este anciano le encantaba que todo fuera igual que antes. Lo pasó mal cuando incluso los youkai esperaban cambios modernos.

Bueno, no tengo intención de criticar los intereses y gustos de nadie.

Eso aplica tanto a humanos como a youkai.

-Parecía que le gustaba cuando se conocieron y luego él la liberó de ese Paquete. No es de extrañar que se lo tomara en serio.

-¿De qué estás hablando? -Preguntó el anciano.

-Jejeje. El amor es una cosa peligrosa.

-¿?


Notes[edit]

  1. Forma de llamar a alguien que ni estudia ni trabaja.
  2. Es un tipo de sake de alta gama en Japón.
  3. Se llama Onmyouji a aquellos sacerdotes/exorcistas con conocimientos del budismo y sintoísmo japonés, o sea, en la lucha y manejo de yokais y fuerzas paranormales del folklore de Japón.
  4. Siglas de Japan Special Defense Forces, o fuerzas especiales de defensa japonesa, son como se conoce al ejercito de un país como Japón, que legalmente no se le permite tener un ejército propiamente dicho.
  5. O sea, ventas y compras de acciones y divisas cuyo valor fluctúa rápidamente.
  6. Mujer de las nieves. Probablemente debido a que la hipotermia arruina los nervios hasta el punto de que quien se congela cree que tiene calor y se desviste, los que encuentran cuerpos desnudos en la nieve en tiempos antiguos se lo han atribuido a un Yokai con forma femenina, quien seduce a los hombres en el frío y los mata congelándolos.
  7. El Shichinin Misaki ya se menciono como una reunión de 7 yokais, pero el Hyakki Yakou es como se conoce al “festival de los 100 demonios”.
  8. Parece un nombre, pero Yukinko es como se conoce a ciertas criaturas, a veces humanas o animales, que se cubren con una capa de paja para protegerse del frio.
  9. También conocido como el martillo de la fortuna, es un martillo que al agitarse trae buena suerte, prosperidad y riquezas.
  10. Sientanse libres de leer esto con la tonada de los chocobos de Final Fantasy.
  11. Rokubu Goroshi o “El asesinato del monje errante” es una historia para niños que va de una familia que acoge a un monje peregrino y lo matan para robarle, siendo maldecidos mas tarde. Yonaki Ishi es la historia de un bandido que mata a una embarazada cerca de una roca, solo para encontrarse años después con el hijo de dicha mujer quien venga a su madre.
  12. ………
  13. Equivalente al juego de la oca para los japoneses, mueves fichas en un tablero según el resultado de los dados.
  14. Juego de mesa similar al ajedrez, pero con fichas y movimientos japoneses.
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