Zero no Tsukaima Español:Volumen2 Capítulo8: Difference between revisions

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Zero no Tsukaima Volumen 2, Capítulo VIII
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==Capítulo VIII: La Víspera de la Batalla Final en Newcastle==
== La Víspera de la Batalla Final en Newcastle ==


El barco de Guerra llamado Águila llevó a Saito a la línea costera de Albion. Tomó tres horas de viaje antes de que pudieran ver la costa.  
El buque llamado ''Águila'' llevó a Saito y compañía a través de la escarpada costa de Albión. Les llevó tres horas de viaje, pero ya podían ver el cabo, donde un castillo inmenso estaba erigido.


Un gran castillo se elevaba en el borde de la costa.
Wales le explicó a Saito, que estaba parado en la parte de delante de cubierta, que ese era el castillo de Newcastle. Sin embargo, el ''Águila'' no fue directo a Newcastle, sino que navegó descendiendo en la costa.


Wales explicó a Saito, que estaba de pie en la parte delantera cubierta, que ese era el castillo de Newcastle. Sin embargo, el Águila no se dirigió directamente al catillo, sino que navegó hacia debajo de la costa.
-¿Por qué estamos descendiendo?


“¿Por qué estamos bajando?”
Wales señaló el cielo sobre el castillo, donde un barco gigantesco flotaba; pero aquel barco no podía ver que el suyo se estaba escondiendo al otro lado de una nube.


Wales señaló al cielo detrás del castillo donde un enorme buque estaba flotando. Sin embargo,  no se podía ver su barco que estaba escondido al otro lado de la nube.
-Nave rebelde.


“Un barco de guerra de los rebeldes.
Se podría describir solamente como una nave enorme, con el doble del tamaño que tenía el ''Águila'', y un número increíble de velas. Parecía que apuntaba hacia el puerto de Newcastle. Sin ninguna advertencia, abrió fuego hacia el castillo. La primera bala se estrelló contra el muro, despidiendo un pequeño fuego. La onda de choque que produjo el impacto se pudo sentir en el ''Águila''.


Podía verse solo como un gran buque –era dos veces más grande que el Águila con un increíble número de marinos, parecía como si su objetivo fuera el puerto del Newcastle. Sin aviso, abrieron fuego hacia el castillo. La primera bala de cañón se estrelló en el muro y un pequeño fuego pudo verse. La onda de choque del impacto puso sentirse en la cubierta del Águila.
-Ese buque, el ''Soberano Real'', perteneció alguna vez a la flota de nuestro país, pero cuando los rebeldes tomaron control de él, le cambiaron el nombre a ''Lexington''. Lo llamaron así en honor al campo de batalla donde esos tipos ganaron su primera batalla contra nosotros- dijo Wales con una sonrisa, dejando notar un hoyuelo-. Ese buque bloquea constantemente Newcastle desde el cielo. Dispara al castillo de vez en cuando, no para causar daño sino para molestarnos.


“Ese barco llamado ‘Royal Sovereign” perteneció una vez a la flota de nuestro país. Sin embargo, cuando los rebeldes lo tomaron bajo si control, le cambiaron el nombre a ‘Lexington’. Fue llamado así en honor al campo de batalla donde esos tipos nos arrebataron la victoria por primera vez.”
Saito miró el buque a través de la nube. Tenía muchos cañones a ambos lados, y un dragón pintado en la superficie.
Wales lo dijo con una sonrisa. Se podía ver un agujero.


“Esa nave de guerra mantiene un constante bloqueo a Newcastle desde el cielo. Dispara al castillo de cuando en cuando, no para causar algún daño, sino para molestarnos.
-Tiene ciento ocho cañones y en verdad parece un dragón lanzallamas algunas veces. Toda la rebelión comenzó por este barco. No somos rival para él, así que es mejor ir por esta nube y mantenernos fuera de vista. Podemos llegar a Newcastle por otro lado, por un puerto secreto que sólo nosotros conocemos.


Saito miraba a través de la nube a la nave de guerra. Tenia muchos cañones a cada lado, y un dragón fue pintado en la superficie de la nave.


Tiene 108 cañones y a veces parece como si fuera realmente el aliento de fuego de un dragón. Toda la rebelión comenzó a partir de este barco. No podemos contra el así que es mejor navegar a través de esta nube y mantenernos ocultos. Podemos llegar a Newcastle desde el otro lado, hay otro puerto secreto que solo nosotros conocemos.”
*-*-*-*-*-*-*


* * *


De pronto todo se volvió oscuro cuando el barco fue hacia abajo del continente, ya que la luz del sol no llegaba, además todavía estaban envueltos por la nube. No podían ver nada. Wales explicó que los rebeldes nunca iban debajo del continente por que atravesar un camino así era peligroso. Un viento frio y húmedo golpeo las mejillas de Saito.
Pronto, todo se volvió muy oscuro cuando el barco flotó debajo del continente, porque el sol ya no les brindaba su brillo, y estaban rodeados por nubes. No podían ver nada. Wales explicó que los rebeldes nunca iban debajo del continente porque viajar de esa manera era peligroso.  


“Casi siempre usamos medidas de luz y magia para navegar ya que no hay un verdadero fomento a la navegación en la fuerza aérea real.
El aire frío, húmedo y fresco golpeó las mejillas de Saito.


Wales rió, el noble, el noble que no conoce el cielo no es una persona inteligente.
-Casi siempre usamos mediciones básicas y poca magia cuando navegamos, ya que no existe un edificio de control aéreo en la fuerza aérea real- rió Wales-. El Noble que no conoce el cielo no es una persona inteligente.
Navegaron por un tiempo, luego la magia fue emitida y se podía ver una cueva de unos 300 metros de diámetro. La vista era impresionante.


“Nos detendremos aquí por ahora.
Navegaron por un rato más. Luego, la magia fue lanzada. Un hoyo de por lo menos trescientos metros de diámetro podía ser visto.  La vista era impresionante.


“Si señor, ¡Alto aquí!”
-Parad aquí por ahora.


La orden de Wales fue dada a la tripulación la cual estaba aún muy enérgica y animada. Las velas fueron izadas y el Águila comenzó a dirigirse a la cueva.
-Sí, sí, señor. ¡Parad aquí!
“Incrementen la velocidad lentamente”


“Si señor, ¡Incrementen la velocidad lentamente!”
La orden de Wales llegó a la tripulación, que aún estaba muy enérgica y avivada. Las velas fueron recogidas, y el ''Águila'' comenzó a desviarse justo bajo el hoyo.


El Águila, también conocida como Marie Galante, comenzó a entrar lentamente en la cueva.
-Lento, aumentad la velocidad.
Wardes asintió.


“Ustedes definitivamente no son piratas, Su Alteza.
-Sí, sí señor. ¡Aumentad la velocidad!


“Definitivamente no lo somos, Vizconde.
El ''Águila'', también llamado ''Marie Grande'', comenzó a acercarse lentamente hacia el oscuro hoyo.


* * *
-Ustedes definitivamente no son piratas, Su Alteza- asintió Wardes.


Una luz podía verse dentro de la cueva y era ahí a donde se dirigía el Águila.
-La mayoría de nosotros somos definitivamente piratas, Vizconde.  


La nave de guerra había arribado al puerto secreto de Newcastle. Dentro de la gran cueva de piedra caliza todo estaba cubierto con musgo blanco. Mucha gente estaba esperando en el muelle. Las amarras fueron lanzadas a los marinos para asir al Águila. Y por último una rampa de madera fue puesta.


Wales apresuró a Louise y a los otros a bajar la rampa. Un mago alto y de edad se acercó a ellos.
*-*-*-*-*-*-*


“Ja ja,  Estupendos resultados militares, ¿cierto, Su alteza?”


El viejo mago parecía haber aparecido de la nada ante el Águila.
La luz se filtraba dentro del agujero, y era ahí hacia donde el Águila se dirigía.


“Estoy feliz, Paris. Azufre, es azufre.
El buque de guerra había llegado al puerto secreto de Newcastle. Dentro, la enorme cueva  de piedra caliza estaba cubierta por un musgo blanquecino. Mucha gente esperaba en el muelle. La sogas fueron arrojadas hacia los marinero para que ataran el Águila. Finalmente, una rampa de madera fue colocada.


Cuando Wales dijo esto, A su alrededor se juntaron soldados animados.
Wales apresuró a Louise y los demás para que bajaran por la rampa. Un mago alto y entrado en años se les acercó.  


“¡Oh! ¡Azufre! ¡Esto es por el honor de nuestra tutela!”
-Oh, oh. Maravillosos resultados militares, ¿cierto, Su Alteza?


El viejo mago comenzó a llorar.
Parecía que el viejo mago había aparecido de la nada frente al Águila.


“Serví por sesenta años al rey anterior… no habrá días tal felices de nuevo, Su alteza. Después de que la revuelta comenzó todo se volvió una pena… incluso con el azufre no lo lograremos…”
-Estoy muy contento, Paris. ¡Es azufre! ¡Azufre!


Wales se rió con una sonrisa.
Cuando Wales gritó eso, a su alrededor se juntaron muchos soldados sonrientes.


“Incluso si somos derrotados, le mostraremos a los revoltosos el coraje y el honor de la familia real.”
-¡Oh! ¡Azufre! ¡Es lo que mejor honra a nuestro gran barco!- comenzó a gritar el anciano mago-. He servido por sesenta años al anterior Rey… No habrá más días tan felices como aquellos, Su Alteza. Luego de que comenzara la revuelta, todo se volvió triste… Incluso con el azufre no lo lograremos…


“Muerte y gloria. Mis viejos huesos están temblando de emoción. Me informaron que los rebeldes van a atacar el castillo mañana. Realmente ahora es todo o nada, su alteza.
-Incluso si cae la derrota sobre nosotros- rió Wales con una sonrisa-, les mostraremos a esos rebeldes la valentía y el honor de la Familia Real.


“¡Con nuestro último aliento vamos a poner en ridículo a sus soldados!”
-Muerte en una gloria. Mis viejos huesos tiemblan de emoción. Se reportó que los rebeldes irán a atacar el castillo mañana. Sólo puede ser ahora o nunca, Su Alteza.


Wales y los otros estaban riendo de felicidad desde el fondo de sus corazones. Louise se preocupó al escucha la palabra derrota. En otras palabras, ellos morirán ¿A esta gente no le asusta la muerte?
-¡Aún sea con nuestro último aliento, pondremos a sus soldados en vergüenza!
Wales y los demás estaban riendo desde el fondo de su corazón como si fuera la cosa más normal.  


“¿Y quienes son estas personas?
Louise se sintió preocupada cuando oyó la palabra  ‘derrota’. En otras palabras, morirían. ¿No están asustados por la muerte?


El viejo mago, de nombre Paris, preguntó a Wales después de ver a Louise.
-¿Y quiénes son éstas personas?- preguntó el viejo mago llamado Paris a Wales luego de ver a Louise.


“Ella es un embajador de Tristain. Vino por un importante asunto del reino.
-Ella es un embajador de Tristain. Ha venido por importantes asuntos del reino.
Paris pareció sorprendido por sólo un momento, preguntándose qué estaría haciendo la embajador de otro reino en esas ruinas, pero pronto la sonrisa volvió a su rostro.


Paris se sorprendió por el momento. ¿Qué podría estar buscando un embajador de otro reino en unas ruinas como esas? Pero pronto la sonrisa volvió a su rostro.
-Así que usted es la embajadora. Paris Chamberlain a su servicio, señorita. Muy considerado de su parte recorrer todo el camino hacia Albión. Aunque puede que no sea mucho, tendremos un pequeño festín esta noche. De todas formas, por favor, asista.


“Así que es una embajadora. Paris Chamberlain está a su servicio mi señora. Es agradable que haya recorrido todo el camino hasta Albion. Aunque tal vez no sea mucho, tendremos una pequeña fiesta esta noche. Por favor acompáñenos.”


* * *
*-*-*-*-*-*-*


Louise y los otros siguieron a Wales a su habitación. La habitación del príncipe esta situada detrás de la cocina y tenia una apariencia muy ordinaria.


Una cama de madera, mesa y un par de sillas. También una pintura en la pared que ilustra una escena de batalla.
Louise y los otros siguieron a Wales a su cuarto. La habitación del Príncipe estaba situada detrás de la cocina, y lucía más bien ordinaria, con una cama de madera, una mesa y un par de sillas. Había también una pintura en la pared que ilustraba una escena de batalla.


El príncipe se sentó en la silla y abrió en dibujo. Había un pequeño joyero. El príncipe tomó el collar de su cuello.
El Príncipe se paró sobre una silla y descolgó la pintura. Un joyero quedó al descubierto. El Príncipe se quitó el collar de su cuello. Colocó la punta de ésta como llave en la cerradura de la cajita y la abrió. El retrato de Henrietta se hallaba descansando ahí.


Puso una pequeña llave en el cerrojo de la caja. Wales la abrió. Dentro estaba el retrato de Henrietta.
Wales, que había notado el interés de Louise en la caja, dijo avergonzado:


Louise recibió mientras se inclinaba profundamente. Wales, que había notado a Louise mirando la caja, dijo apenado.
-Caja fuerte.


“Mi caja fuerte.
Dentro, había una carta. Parecía ser también de la Princesa. Wales la sacó con amor y la leyó. Aquella carta parecía más vieja de lo que era por las lecturas constantes.


Había una carta adentro. Parecía que también era de la princesa. Wales la tomó amorosamente y la leyó. La carta parecía más vieja de lo que era debido a las constantes lecturas.
[[Image:ZnT02-201.jpg|thumb|''"Después de leerla, Wales la dobló cuidadosamente y la volvió a poner en el sobre. Luego se la tendió a Louise."'']]


Después de leerla, Wales gentilmente la dobló y la puso en un sobre. Luego se la dio a Louise.


“Esta es la carta que me dio la princesa. La devuelvo ahora.
Después de leerla, Wales la dobló cuidadosamente y la volvió a poner en el sobre. Luego se la tendió a Louise.


“Gracias”
-Ésta es la carta que me dio la Princesa. Carta que ahora devuelvo.


Louise recibió la carta con una profunda reverencia.
-Gracias- Louise recibió la carta con una pronunciada reverencia.


“El Águila los llevará de regreso a Tristain mañana. Ya que no lo usaremos en batalla.
-El Águila los llevará de regreso a Tristain mañana, ya que no lo usaremos en batalla.


Louise hablo decisivamente después de ver la carta por unos instantes.
-Pero, Su Alteza…- Louise abrió su boca con decisión luego de ver un rato la  
carta, y preguntó con duda-. ¿Qué tenía en mente cuando dijo ‘ser derrotados con gloria’?


“Pero, Su Alteza… ¿Qué es lo que tenia en mente cuando dijo lo de ser derrotado con gloria?”
-Es así- respondió Wales sueltamente-: nuestra armada tiene trescientos hombres, mientras que las fuerzas enemigas son de cincuenta mil. No hay posibilidades de ganar. Así que moriremos con gloria.


Louise preguntó vacilante. Wales respondió fácilmente.
Louise bajó la mirada.


“Así es. Mi ejército tiene 300 hombres mientras que las fuerzas del enemigo son de 50,000. No hay posibilidad de ganar. Así que al menos moriremos con gloria.”
-¿Su Alteza también se refiere a él mismo cuando habla de morir en batalla?


Louise bajó la vista.
-¡Por supuesto! Moriré también.


“Su Alteza, ¿También se refería a usted cuando dijo lo de morir en batalla?”
Saito, que había presenciado la conversación desde un lado, suspiró. El Príncipe estando tan poco preocupado por la muerte al día siguiente lo hacía todo más confuso. Parecía que no era algo real sino algún evento de una obra de teatro.


“Por supuesto. Voy a morir también.
Los hombros de Louise cayeron más cuando se inclinó más ante Wales. Aún tenía más cosas que preguntar.


Saito, que estaba viendo la conversación desde algún lado, suspiró. El príncipe, estando tan despreocupado por morir mañana lo hacia mas confuso. Parecía que no era verdad, sino una obra de teatro.
-Su Alteza… Disculpe mi descortesía, pero hay algunas cosas más que quiero decir.


Louise bajo los hombros cuando hizo una reverencia a Wales. Tenia mas cosas que decir.
-¿Qué deseas decir?


“Su Alteza… perdone mi imprudencia, pero hay algunas cosas que debo decirle.”
-¿Cuál es el contenido de la carta?


“¿Que es lo que quieres decir?”
-Louise- protestó Saito. Después de todo, ciertamente, el contenido de la carta era un asunto personal.


“¿Cuál es el contenido de la carta?”
Pero Louise, luego de preguntárselo a Wales, miraba de una manera más resuelta.


“Louise”
-Cuando la Princesa me encomendó esta misión, parecía como si se estuviera preocupando por su amado. Y en aquella caja hay un retrato de la Princesa. Y viendo aquella cara soñadora suya luego de besar y leer la carta… Usted y la Princesa…


Saito protestó. Es cierto que el  contenido de la carta es personal después de todo. Pero Louise después de preguntar a Wales lo miro de manera determinante.
Wales sonrió, adivinando lo que Louise quería decir.


“Cuando la princesa me dio esta tarea parecía que estaba preocupada por su amor. Y en la caja hay un retrato de la princesa, y viendo su cara sombría después de besar y leer la carta… Usted y la princesa son…”
-¿Quieres saber si mi prima Henrietta y yo tenemos una relación amorosa?


Wales sonrió. Adivinó lo que Louise quería decir.
-Al parecer es así- asintió Louise-. Perdone mi sorpresiva descortesía, pero , si es así, entonces el contenido de la carta es…


“¿Te refieres a que mi prima Henrietta y yo tenemos una relación amorosa?”
-Una carta de amor, tal como pensabas- dijo Wales, luego de poner su mano en la frente, haciendo el gesto de cuando a uno le preocupa qué decir y qué no-. Si ésta carta de amor llega a ser descubierta por la Casa de Germania, como me informa Henrietta en su carta, sería una gran amenaza. En ella, Henrietta me jura eterno amor en nombre del Fundador Brimir. Un juramento de amor en nombre del Fundador es como el juramento al casarse. Si ésta carta llega a conocerse, ella sería acusada de cometer el crimen de bigamia, el Emperador de Germania se aseguraría de romper el compromiso con una Princesa que viola la reglas. Con esto, ya no habría alianza, y Tristain sería ignorado políticamente por las familias Nobles de otros países.


Louise asintió.
-¿La Princesa y Su Alteza tienen un romance, entonces?


“Así parece. Perdone mi repentina descortesía. Si así es, el contenido de la carta es…”
-Es una larga historia…


Despues de poner su mano en su frente, y haciendo un gesto de preocupación por un momento por que decir y que no, Wales dijo.
-¡Su Alteza, vuelva!- dijo Louise a Wales en un tono ferviente-. ¡Vuelva a Tristain!


“La carta de amor. Tal como lo adivinaste. Tontamente, si esta carta de amor llega a la casa imperial de Germania tal como Henrietta informó en su carta, podría convertirse en una gran amenaza. En la carta ella jura amor eterno hacia mí en nombre del fundador Brimir. Si es como un juramento cuando se casan, un juramento de amor en nombre del fundador Brimir. Si la carta sale  a la luz, ella será acusada de cometer el crimen de bigamia. El emperador de Germania seguramente romperá el compromiso con la princesa que violó las reglas. Entonces, no habrá alianza. Tristain será políticamente ignorado por las familias nobles de otros países.
Wardes puso una mano en el hombro de Louise abruptamente. Sin embargo, eso no impidió que Louise siguiera.


“¿Así que la princesa y Su Alteza están enamorados?”
-¡Se lo ruego! ¡Por favor, vaya a Tristain con nosotros!


“Esa es una larga historia”
-No es possible- dijo Wales con una sonrisa.


Louise dijo a Wales en un tono ferviente.
-Su Alteza, me opongo. ¡La Princesa tampoco estaría de acuerdo! ¿Acaso no dice eso en la carta? Conozco a la Princesa desde nuestros días de niñez. Conozco su manera de pensar muy bien. La Princesa no merece que muera la persona a la que ama. Su Alteza, usted no lo ha dicho, pero estoy segura de que la Princesa le dijo que huyera.


“¡Su Alteza, regrese! ¡Regrese a Tristain!”
Wales negó con la cabeza.


Wardes puso su mano abruptamente en el hombro de Louise. Pero esto no detuvo a Louise.
-No hay tal línea escrita.


“Se lo suplico, ¡Venga a Tristain con nosotros!”
-¡Su Alteza!- siguió presionando Louise a Wales.


“Es imposible.
-Soy de una familia Real. No estoy mintiendo. En esa carta, no está dicho por la Princesa que escape, lo juro por mi honor- dijo Wales, como si estuviera dolido. Parecía que las palabras de Louise lo habían golpeado-. Henrietta es una princesa. Tiene que dar prioridad al reino en vez de a mí.


Wales dijo con una risa.
Louise entendió lo que Wales quería decir. Incluso si él amaba a Henrietta, en esta situación, aquello no sería apoyado por otros nobles.


“Su alteza, no estoy de acuerdo. ¡La princesa tampoco lo estaría! ¿No lo dice así en su carta? Conozco a la princesa desde la infancia, se como es su manera de pensar. ¡La princesa no merece a la gente que ama! <-- Así esta en la versión en inglés, algo se perdió en la traducción ^_^° -->. Su Alteza, ¡Usted no lo ha dicho pero estoy segura de que la princesa le dijo que escapara!”
Wales palmeó el hombro de Louise.
Wales golpeo su cabeza.


“No había nada de eso escrito.
-Eres una chica honesta, la Vallière. Tienes ojos sinceros, transparentes y amables.


“¡Su Alteza!”
Louise bajó la mirada con tristeza.


Louise seguía presionando a Wales.
-Pero déjame darte un consejo. No es muy bueno para un embajador ser así de honestos- sonrió Wales, con un gesto atractivo-. Sin embargo, eres un embajador perfecto para un reino arruinado como el nuestro.  


“Provengo de una familia real. No miento. La princesa no me dice en su carta que escape, lo juro por mi honor.
»Porque el Gobierno que será destruido mañana es más honesto que cualquier otro. Y ya no tiene nada más que defender aparte del honor- después de decir eso, sacó algo de su bolsillo. Por la forma y la manecilla que giraba, parecía ser un reloj-. Oh, ha llegado la hora de nuestra pequeña fiesta. Como son los últimos invitados de nuestro reino, me gustaría que asistieran.


Wales lo dijo con dolor. Parecía que las palabras de Louise lo habían lastimado.
Saito y Louise salieron de la habitación. Wardes se quedó atrás, y se inclinó ante Wales.


“Henrietta es una princesa. Tiene que darle prioridad a su país antes que a mi.”
-¿Quiere decir algo más, Vizconde?


Louise entendió lo que Wales quería decir con eso. Aún si Wales amaba a Henrietta, Los otros nobles jamás lo aprobarían.
-Hay un favor que me gustaría pedirle, Milord.


Wales tocó el hombro de Louise.
-Pregunte.


“Eres una chica honesta, La Vallière. Tienes ojos honestos, claros y amables.”
Wardes susurró al oído de Wales, quien sonrió.


Louise bajo la vista solitariamente.
-Ah, a tan encantadora petición, será un placer.


“Pero déjame darte un consejo. No es muy bueno que un embajador sea así de honesto.”
Wales sonrió con una sonrisa atractiva.


“Sin embargo, eres el embajador perfecto para un país arruinado como el nuestro. Porque el gobierno que será destruido mañana es más honesto que ninguno. Dado que no tiene nada mas que defender que el honor.”
*-*-*-*-*-*-*


Después de eso puso algo en su bolsillo. Por la forma y funcionamiento de la flecha parecía ser un reloj.


“Ajajaja, ha llegado el momento para nuestra pequeña fiesta. Dado que son los últimos huéspedes de nuestro reino, me gustaría que asistieran.
La fiesta se llevó a cabo en el salón del castillo, con el Rey de Albión, James I, sentado en su trono, y los Nobles y vasallos reunidos. A pesar de que todos irían a morir al día siguiente, era aún un festín. Y la mesa estaba llena de varios platos.


Saito y Louise fueron al salón. Wardes permaneció detrás de Wales.
Saito y los otros estaban observando esta colorida fiesta desde un rincón del salón.


“Oh ¿Tiene algún otro asunto que tratar, Vizconde?”
-Dejan todas sus preocupaciones de mañana a un lado y tratan de disfrutar el presente


“Hay otro favor que me gustaría pedirle, Milord.
-Así es, se comportan alegremente- asintió Wardes, en respuesta a las palabras de Saito.


“Dime.
Cuando el Príncipe Wales apareció, hubo varias miradas entusiastas entre las mujeres. Parecía que no sólo era popular como Príncipe sino como hombre atractivo también. Cuando se acercó al trono, la gente empezó a murmurar.


Wardes susurró al oído de Wales quien sonrió.
James I trató de pararse para saludarlo, pero por su avanzada edad se tambaleó y case cae al suelo.


“Ah una hermosa petición, será para mí un placer.
-¡Su Majestad! ¡Aún es muy temprano para morir!- se escuchó una risa en el salón.


* * *
-¡Ciertamente! ¡Guárdese para mañana!


La fiesta se celebró en el salón del castillo. El Rey de Albion, James I, se sentó en el trono, los nobles y vasallos que se habían reunido a los lados.
James I no estaba siendo insultado por aquellos comentarios.


Aunque mañana todos iban a morir, era una fiesta todavía. Y la mesa se llenó con variados platillos.
-No se preocupen. Es sólo que mis piernas estaban entumecidas por sentarme tanto tiempo- sonrió.
Saito y los otros estaban viendo esta fiesta colorida mientras estaban de pie en una esquina del salón.


“Han hecho de lado los problemas de mañana y están intentando disfrutar ahora.
Wales se acercó y ayudó al Rey apoyándolo en él. Hubo otras pocas risas.
Wardes asintió en respuesta a las palabras de Saito.


“Si, se están divirtiendo.
-Gente, les digo a todos ustedes, bravos y leales vasallos, que mañana los Reconquistadores planean atacar nuestro Newcastle con todas sus fuerzas. Ustedes siguieron y pelearon valientemente por este Rey viejo e inútil. Sin embargo, mañana no será una batalla. Será una matanza para un solo lado. Resistamos y mostremos nuestro valor por una última vez- el Rey tosió fuertemente, y luego continuó hablando-. Pero sería mucho pedir que todos murieran. Por esto, por la mañana, el Águila se llevará a todas las mujeres y niños y a los que quieran irse a un lugar más seguro lejos de este olvidado continente.


Cuando el príncipe Wales apareció, hubo signo de entusiasmo entre las damas. Parecía que era popular no solo como príncipe sino también como un hombre bien parecido. Cuando se acercó al trono, la  gente comenzó a susurrar.
Sin embargo, nadie respondió.


James I intentó ponerse de pie recto para saludarlo. Pero debido a su avanzada edad tropezó y casi cayó al suelo.
-¡Su Majestad, estamos esperando la orden! ''“¡A la carga! ¡A la carga! ¡A la carga!”''. Ya que nuestros oídos están tan mal hoy, dudo que podamos oír otras órdenes.
 
Alguna risas se oyeron en el salón.
 
“¡Su Majestad! ¡Es muy pronto para caer!”
 
“¡Es verdad! ¡Eso déjelo para mañana!”
 
James I no se sintió ofendido por esos comentarios y sonrió.
 
“No se preocupen, solo se me adormecieron las piernas por tanto estar sentado.”
 
Wales se acercó y apoyó el cuerpo de la del rey con el suyo. Hubo unas cuantas risas más.
 
“Ustedes, les dire a todos valientes y leales vasallos, que mañana Los Reconquistadores planean atacar nuestro castillo con todas sus fuerzas. Ustedes han seguido y peleado por este viejo rey e incapaz, sin embargo, mañana no será una batalla. Será más bien como un sacrificio. Vamos a soportarlo y a mostrar nuestro valor una última vez.”
 
El rey tosió fuerte, después continuó hablando.
 
“Pero tal vez sea demasiado pedirles que todos mueran. Así que mañana la nave de guerra Águila llevará a todas las mujeres y niños y a todos los que decidan irse a un lugar mas seguro lejos de este continente abandonado.”
 
Sin embargo, nadie contestó. Un noble, en voz alta dijo al Rey.
 
“¡Su Majestad! ¡Esperamos su orden! [¡Al ataque! ¡Al ataque! ¡Al ataque!]Dado que nuestro oido está muy mal esta noche dudo que podamos escuchar cualquier otra orden.


Todos asintieron.
Todos asintieron.


“¡Siii! ¿Qué dirían otro si huimos ahora?
-Cierto. ¿Qué dirían los demás si fuéramos a huir?
 
“Es muy tarde para retractarse, Su Majestad”
 
“¡Cierto! ¡Continuaremos sirviendo al Rey como lo hemos hecho desde hace años! ¡Esta es una buena noche! ¡El fundador nos ha bendecido con una maravillosa luna y una noche cálida! ¡Disfrutemos bebiendo y bailando esta noche!”
 
Con esto, todos regresaron a la fiesta. Los tres invitados de Tristain atrajeron mucha atención. Los noble no parecían estar tristes o preocupados, se mantenían bromeando y ofreciendo vino y comida a los invitados.
 
“¡Embajador! ¡Pruebe este vino! ¡Díganos de que país es el mejor vino!”
 
“¡Aquí! ¡Pruebe este! ¡Es el especial de Albion – pollo con miel, la harán fuerte y saludable seguramente!”
 
Albion seguía divirtiéndose incluso hasta el final.
 
Saito se puso melancólico. La gente que actuaba con alegría a la puerta de la muerte se veía más que valiente. Louise parecía haberlo sentido más. No podría soportar la atmosfera, sacudió la cabeza y corrió fuera del salón.
 
Por un momento, Saito quiso ir tras ella, pero le dijo a Wardes que vaya en su lugar.
 
Wardes aceptó y fue tras ella. Saito se agachó y suspiró.
 
Wales vio a Saito comportándose así y se acercó a él desde el centro del salón.
 
“Este chico es el Tsukaima de la señorita La  chico es el Tsukaima de la señorita La Vallière. Sin embargo, no es común que una persona sea un Tsukaima. Tristain es un país muy inusual.”
 
Wales reía cuando lo dijo.
 
“Tampoco es común en Tristain.”


Dijo Saito cansadamente.
-Es muy tarde para echarse atrás, Su Majestad.


“¿Te sientes deprimido?”
-Todo está bien. Continuaremos sirviendo al Rey como hemos hechos todos estos años. ¡Hoy es una gran noche! El Fundador nos ha bendecido con una luna maravillosa y una noche cálida. ¡Disfrutemos la bebida y el baile por hoy!


Ansioso, Wales miró el rostro de Saito. Saito todavía estaba adolorido del brazo y ver a esa gente preparándose para morir lo deprimía. Saito se levantó y le pidió a Wales.
Con esto, todos regresaron a la fiesta. Los tres invitados de Tristain atraían mucho la atención. Los Nobles no parecían estar tristes o preocupados, sino que juguetonamente seguían bromeando y ofreciendo vino o comida a los huéspedes.


“Discúlpeme por mi descortesía… pero ¿no está asustado?”
-¡Embajador, pruebe este vino! Díganos el vino de qué país es mejor.


“¿Asustado?”
-¡Aquí, pruebe esto! Es el especial de Albión, pollo con miel; le hará bien para la salud y la fuerza, lo aseguro.


Wales miró a Saito en blanco.  
''Albión sigue divirtiéndose. ¡Incluso al final!''


“¿No tienes miedo de morir?”
Saito se puso melancólico.


Wales comenzó a reír después de oír las palabras de Saito.
Las personas que actuaban tan alegremente frente a la muerte se veían más tristes que valientes. Louise parecía haberlo percibido más. No pudo soportar la atmósfera. Sacudió la cabeza y salió corriendo del salón.


“¡Estas preocupado por nosotros! ¡Por nosotros! ¡Que chico tal agradable!"
Por un momento, Saito quiso seguirla, pero luego urgió a Wardes a ir en vez de él. Wardes asintió y fue tras ella. Saito se agachó en el piso y suspiró.
Wales vio a Saito actuar de esa manera y se dirigió hacia él desde el centro del salón.


“No, es solo que es terrorífico para mi. No podría estar riéndome como tu lo haces si supiera que voy a morir mañana.
-Éste muchacho es el Familiar de la señorita la Vallière. Pero es muy inusual que una persona sea un Familiar. Tristain es en verdad un país insólito-rió Wales, mientras hablaba.


“Estoy asustado. No hay ninguna persona que no tenga miedo de morir. No importa si eres un Noble o un plebeyo.”
-Es inusual en Tristain también- dijo Saito cansadamente.


“Entones ¿Por qué?
-¿Deprimido?- Wales miró a la cara a Saito ansiosamente.


“Es porque tengo algo que defender. Algo que me hace olvidar la frialdad de una tumba.”
Saito aún sentía su brazo adolorido, y ver gente preparándose para su propia muerta lo hacía sentir peor.  


“¿Qué es lo que defiendes? ¿El honor? ¿La fama? Es una tontería morir por esas cosas.”
Se levantó y le preguntó a Wales:


Saito lo dijo en voz alta.
-Disculpe si suena rudo, pero, ¿no está asustado?


Wales respondió con la mirada distante.
-¿Asustado?- Wales miró a Saito, extrañado.


“La facción aristócrata de los Reconquistadores es nuestro enemigo que trata de unir Halkeginia. Ellos se cuelgan el ideal de la ‘Tierra Sagrada’. Es bueno que la gente tenga ideales como esos. Pero no deben unirse por la fuerza y con sangre. Todos los países caerían en ruina.”
-¿No tienen miedo a morir?


“Como sea, ¿ya no hay posibilidad de ganar? ¿De que sirve morir aquí? Quizá podrías encontrar otra manera de ganarles luego… "
-¡Estás preocupado por nosotros!- rió Wales, luego de oír las palabras de Saito-. ¡Por nosotros! ¡Qué buen chico eres!


“No, al menos debemos mostrar un último vistazo de valentía y honor a otros nobles con esto, incluso si no hay posibilidades de ganar, podemos mostrar que las familias reales de Hilkeginia no son enemigos débiles. Aunque no parezca que vayan a abandonar sus ambiciones de 'Unión' y 'Recuperación de la tierra sagrada' tan pronto.
-No, digo, es sólo que es aterrador para mí. No podría reír de la forma en que ustedes lo hacen si supiera que moriré mañana.


“¿Por qué?"
-Estoy asustado. No hay una sola persona que no tenga miedo a morir. No importa si eres un Noble o un Plebeyo.


Dijo Saito, Saito quien creció en el Japón moderno no podía entender porque alguien mostraría tal valor de ese modo.”
-Entonces, ¿por qué?


Wales declaró decisivamente.
-Es porque tengo algo que defender, algo que me hace olvidar la frialdad de la tumba.


“¿Por qué? Fácil, es nuestra obligación. La obligación de aquellos que nacen en la familia real. La obligación impuesta a la familia real de defender el reino hasta el fin.
-¿Qué defiende? ¿El honor? ¿La fama? Esas son cosas estúpidas por las que morir- dijo Saito con voz más fuerte.


Saito no entendía. Sin embargo, ya que Wales tenia una persona a la que amaba y quien a su vez amaba a Wales. ¿No era su obligación sobrevivir por esa persona? Pensó de cierto modo.
-La fracción aristócrata Reconquistadores es nuestra enemiga- contestó Wales con ojos fríos-. Tratan de unificar Halkeginia, aferrándose a la idea de Tierra Santa. Es bueno que la gente tenga ideales como ese, pero no debería hacerse por la fuerza y con sangre. Todos los países estarán arruinados.


“La princesa de Tristain te ama ¿Ya olvidaste su carta?
-Pero, ¿ya no hay oportunidades de ganar? ¿Cuál es el punto de morir aquí? Quizá puedan encontrar otras maneras de derrotarlos después…


Después de oír las palabras de Saito, Wales sonrió recordándolo.
-No, por lo menos debemos mostrar un mínimo de valor y honor a otros Nobles. Aún si no es posible ganar, podemos demostrarles que las Familias Reales de Halkeginia no son un enemigo débil. Aunque no quieran abandonar su ambición de ‘Unión’ y ‘Recuperación de la Tierra Santa’ tan pronto.


“Por amor, a veces es necesario pretender no saberlo. Por amor, a veces es necesario abandonarlo. Solo le dará una excusa a otros para invadir Tristain.”
-¿Por qué?- preguntó Saito, quien había crecido en el moderno Japón y no podía entender por qué uno debía mostrar su valor de esa manera.


“Pero, pero… “
-¿Que por qué? Simple, es nuestra obligación- declaró decisivamente Wales-. La obligación de aquellos nacidos en la Familia Real. La obligación impuesta en cada Familia Real para defender su reino hasta el final.


Saito dudaba. La decisión de Wales no cambiaría. Wales tomo a Saito de los hombros y miró profundamente a sus ojos.
Saito aún no entendía. ''Además, ya que Wales tiene alguien a quien ama, y quien los corresponde también, ¿no es sobrevivir una obligación con esa persona?'', pensó.


“Ya que está claro, no lo menciones a Henrietta. No hay necesidad de afligir su hermoso rostro con preocupaciones innecesarias. Ella es como una bella flor ¿no lo crees?
-La Princesa de Tristain lo ama. ¿Ha olvidado la carta?


Saito asintió. Ella en verdad es una hermosa princesa. No quiero ver su rostro triste o preocupado.
Wales sonrió, recordando, luego de oír las palabras de Saito.


Pero Wales no iba a cambiar de parecer por eso.
-Por amor, a veces es necesario pretender no saber. Por amor, a veces es necesario abandonar. No hacerlo sería solo dar una excusa para que otros invadan Tristain.


Es lo que decían los ojos de Wales.
-P-Pero…- Saito dudaba. Wales no cambiaría de opinión.  


“Solo dile que Wales peleó y murió valientemente. Eso será suficiente.”
Wales cogió el hombro de Saito y lo miró directo a los ojos.


Wales regresó al centro del salón después de decir esto.
-Ya que está todo claro, no se lo digas a Henrietta. No hay necesidad de preocupar su hermoso rostro con cosas innecesarias. Ella es como una bella flor, ¿no lo crees?


* * *
Saito asintió. ''Ciertamente es una princesa muy bella. Tampoco quiero ver su rostro triste o preocupado. Pero Wales no cambiaría de opinión por eso''. Eso era lo que decían los ojos del Príncipe.


Saito dejó la fiesta, pero como se sentía perdido, preguntó al mozo donde estaba su habitación.
-Sólo dile que Wales peleó valientemente y murió valientemente. Eso será suficiente.


Después de que le explicó donde estaba su habitación, alguien tocó su hombro desde atrás. Saito vio a Wardes cuando volteo.
Wales regresó al centro del salón luego de decir eso.


“Tengo que decirte algo.”


Dijo Wardes con voz ronca.
*_*_*


“¿Qué podrá ser?”


“Louise y yo nos casaremos mañana.
Saito dejó el festín, pero, como se sentía perdido, le preguntó al camarero dónde estaba su habitación.


Saito se quedó helado. En ese momento no entendió el significado de esas palabras.
Luego de que le explicara dónde se encontraba, alguien tocó su hombro desde atrás. Saito vio a Wardes cuando se volvió.


“¿En un momento como este? ¿Por qué?”
-Te tengo que decir algo- dijo Wardes, con un tono frío.


“Porque queremos pedirle al valiente príncipe Wales que sea quien nos case. El príncipe aceptó placenteramente. Haremos la ceremonia antes de la batalla decisiva.”
-¿Qué cosa?


Saito guardó silencio y asintió.
-Louise y yo tendremos una boda aquí mañana.


“¿Vendrás?”
El cuerpo de Saito se congeló. No fue capaz de entender el significado de las palabras por un momento.


Preguntó Wardes. Saito sacudió la cabeza.
-¿Justo ahora? ¿Por qué?


“Entonces podrás irte de una vez con el barco mañana. Louise y yo regresaremos en el Grifo.
-Porque queríamos pedirle al valiente Wales, Príncipe de la Corona, que haga de intermediario en nuestro matrimonio. El Príncipe de la Corona ha aceptado gustosamente. La ceremonia se llevará a cabo antes de la batalla decisiva.


“Pero ¿No es una gran distancia para un vuelo así?”
Saito se quedó en silencio y asintió.


Debido a su confusión, Saito hizo esa pregunta irrelevante.
-¿Asistirás?- preguntó Wardes.


“Solo si volaras rápido sin resistirte.
Saito sacudió la cabeza.


Respondió Wardes.
-Entonces puedes irte con el barco de la mañana. Louise y yo regresaremos con mi grifo.


“Bien entonces, me retiro.
-Pero, ¿no es una distancia muy larga para que vuele?- Saito, confundido, preguntó algo poco importante.


“B-bien.
-Sólo si se vuela rápido y sin descansar- respondió Wardes-. Bueno, entonces, me tengo que ir.


Saito bajó los hombros.
-E-Está bien…


A pesar de que ya sabía que esto pasaría. Aún tenía un sentimiento de soledad.
Los hombros de Saito cayeron. Aunque sabía que esto vendría de cualquier manera, se sentía muy solo.


* * *


Saito caminaba en un pasillo oscuro con una vela.
*_*_*


La luna brillaba a través de la ventana abierta a mitad del pasillo. Había una chica que caminaba sola en el pasillo.


Tenia cabello largo color rosa… lagrimas que parecía perlas caían de sus blancas mejillas. Saito la miró muy admirado por ese rostro tan hermoso pero preocupado.
Saito caminaba por un pasadizo oscuro, sosteniendo un candelero.


Louise  volteo y notó a Saito, que estaba de pie con una vela. Sus ojos estaban húmedos aunque trataba se los limpiaba.
Las lunas se veían brillar a través de una ventana abierta a un lado del pasillo. Había una chica que caminaba sola bajo ellas. Tenía el cabello largo y rosado… Lágrimas parecidas a perlas caían por sus blancas mejillas.  Saito contempló en silencio aquel hermoso pero entristecido rostro.


El rostro de Louise se tornó triste de nuevo. Cuando Saito se le acercó, ella se recargó en su cuerpo, como si hubiera perdido sus fuerzas.
Louise se volvió y se dio cuenta de que Saito estaba ahí, parado con un candelero. Aunque trató de limpiarse los ojos, seguían húmedos. Su expresión se volvió triste de nuevo.


“Estas llorando, ¿Por qué…?”
Cuando Saito caminó hacia ella, Louise se encogió, como si perdiera toda su fuerza.


Louise no respondió, sino que apretó su rosto en el pecho de Saito.
-Tú… estás llorando. ¿Por qué…?


Louise no respondió sino que apretó su rostro contra el pecho de Saito.
Saito la abrazó firmemente.
Saito la abrazó firmemente.


Saito al principio se quedó perplejo por Louise aferrándose a él. No estaba acostumbrado a ese tipo de cosas. Sin embargo, ella sollozaba como una chica, y se sentía como Louise se aferraba a el fuertemente. Louise estaba herida y él sentía lástima por ella. ¿Qué significa esto?
[[Image:ZnT02-217.jpg|thumb|''"En un primer momento, lo desconcertó que Louise se le pegara. No estaba acostumbrado a este tipo de cosas. Sin embargo, ella estaba llorando como una niña. La sentía como si lo abrazara muy cariñosamente."'']]
 
''Probablemente Louise aferró a mí, porque yo estaba aquí por casualidad''. Al igual que una niña de aferrarse a un peluche. ''No se trata de mí, sino Wardes quien realmente le importa''.
 
Sin embargo, Saito no dijo nada, y acariciaba la cabeza de Louise de un modo torpe con su mano. La cabeza de Louise parecía tan pequeña que parecía caber en su palma.
 
Louise dijo mientras lloraba.
 
“No… esa gente… ¿Por qué? ¿Por qué escogieron morir? Aún cuando la princesa… Aún si Wales la ama… ¿Por qué el príncipe heredero escogió la muerte?”
 
“El dijo que el propósito era defender algo importante.”
 
“¿Qué es mas importante en este mundo que la persona que amas?”
 
“No entiendo la manera de pensar del príncipe tampoco.”
 
“¡Voy a persuadirlo! ¡Voy a persuadirlo otra vez!”
 
“No.”
 
“¿Por qué?”
 
“Porque tienes que entregar la carta de la princesa. Esa es tu única misión.”
 
Louise murmuró mientras sus lágrimas seguían cayendo de su rostro.
 
“Quiero regresar pronto, Quiero regresar a Tristain. No me gusta este país. Esta gente tonta y su irracional príncipe que abandona lo que sea.”
 
Aunque a veces Louise actuaba como si todavía fuera una niña. Louise no podía entender el mundo de Wales. Pero Saito la entendía aunque pensaba del mismo modo. Louise, como si de repente se acordara, tomó algo de su bolsillo.


“Pon tu mano.” Dijo Louise.
En un primer momento, lo desconcertó que Louise se le pegara. No estaba acostumbrado a este tipo de cosas. Sin embargo, ella estaba llorando como una niña. La sentía como si lo abrazara muy cariñosamente. Louise estaba herida y a él le apenaba eso. Pero, ¿qué significaba esto?


“¿Qué?”
''Probablemente Louise me está abrazando porque me encontraba aquí de casualidad. Como una niña abrazando a un animal de peluche. No soy yo sino Wardes quien es importante para ella.''


“Solo hazlo.
Pero Saito no dijo nada. Palmeó con su mano la cabeza de Louise de una manera extraña. Su cabeza parecía tan pequeña que cabía en su palma.


Saito mostró su mano izquierda como se lo pidió. Era una lata que Louise sacó. Ella metió su dedo en la lata y tomó algo de una pegajosa medicina, que tenia un gracioso olor.
-E-Esas personas… ¿Por qué? ¿Por qué quieren morir? A pesar de que la Princesa… Incluso si Wales la ama… ¿Por qué el Príncipe de la Corona Wales elige morir?


“Lo conseguí de una persona en el castillo hace un momento. Esta medicina de magia de agua es muy efectiva contra quemaduras. Solo pude conseguir esta medicina. Pero puede ser suficiente.”
-Él dijo que su propósito era defender lo más importante.


Louise guardó silencio mientras lubricaba el brazo de Saito con el.
-¿Qué es más importante en este mundo que la persona que uno ama?


''Nunca pensé que ella fuera tan amable. Pero no debo depender de esta amabilidad mucho ya que pronto se irá''.
-Yo tampoco entiendo la manera de pensar del Príncipe.


Saito sacudió su cabeza y alejó a Louise de él. Louise miró sorprendida la cara de Saito.
-¡Lo persuadiré! ¡Lo volveré a persuadir!


Saito tenía una expresión de dolor en el rostro.
-No.


Después de ver ese rostro, Louise se mordió en labio.
-¿Por qué?


“… ¿Por qué esa cara? ¿Pasó algo?”
-Porque tú estás aquí para entregar la carta de la Princesa. Ésa es tu única misión.


“No es nada.
-Yo… quiero regresar pronto- murmuró Louise, mientras las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas-. Quiero regresar a Tristain. No me gusta este lugar…. Ésta gente tonta y su Príncipe Irrazonable que abandonan todo…


“Entiendo. Tan pronto como regresemos, buscaré un modo para enviarte de vuelta a tu mundo.
Aunque a veces Louise actuaba dura, era aún una niña. No podía entender el mundo de Wales. Pero Saito la entendía, pues él pensaba de la misma forma.  


Dijo Louise mientras vacilaba. Aparentemente, ella no lo entendió. Sin embargo, Saito pensó que sería mejor dejarlo así.
Louise, como si de pronto recordara, sacó algo de su bolsillo.


“… Está bien aún si no puedes ayudarme.
-Extiende tu brazo izquierdo- dijo Louise.


“¿Qué?
-¿Qué?


“Es decir, te casarás pronto, no deber molestarte en buscar una manera de regresarme.
-Sólo hazlo.


“¿Qué? No me digas que estabas preocupado por eso. ¿Aún estás pensando en lo que dije el hotel La Rochelle? Es verdad, dije que me casaría en ese momento… pero, pero no lo decía en serio.
Saito hizo como le decía. Era un frasco lo que Louise había sacado. Metió un dedo y sacó un poco de medicina pegajosa que olía curiosamente.


Louise apartó su rostro de Saito.
-Obtuve esto de una persona del castillo hace un rato- murmuró Louise mientras lubricaba el brazo de Saito con ella-. Ésta medicina mágica de agua es muy efectiva contra las quemaduras. Sólo pude conseguir esto. Pero le hará bien.


“No es posible casarse aún. Todavía no soy una esplendida maga… y aún no he encontrado una forma de enviarte de vuelta…”
''Nunca pensé que pudiera ser tan amable. Pero no debo volverme tan dependiente de esta gentileza porque se irá pronto''… Saito sacudió la cabeza y empujó a Louise lejos de él.


Saito pensó.
Louise lo miró sorprendida. Saito tenía una expresión dolida en su cara. Luego de verlo, Louise se mordió el labio.


''Es verdad. Louise no puede casarse porque ella se siente responsable de mí. Y es por eso que no será capaz de casarse hasta que yo regrese a casa''. Pero Saito pensó que no era justo para Louise. ''No creo que sea justo para esta deslumbrante, hermosa, agradable y amable Louise''.
-¿P-Por qué esa cara? ¿Pasó algo?


“Está bien. Buscaré la manera de regresar a casa por mi mismo. Por lo tanto, debes casarte.”
-No es nada.


“¡Que cosas tan egoístas dices, eres mi Tsukaima! ¡Protégeme hasta que encontremos un modo de regresarte!”
-Entiendo. Tan pronto como regresemos, buscaré la manera de mandarte de nuevo a tu mundo- dijo Louise, dudando. 


Dijo Louise y miró a Saito agudamente.
Aparentemente, lo había malentendido. Pero Saito pensó que era mejor así.


“No puedo protegerte.
-E-Está bien… incluso si no ayudas.


Saito estaba de hombros caído cuando dijo esto.
-¿Qué?


“Recuerda lo que pasó.
-Me refiero a que te casarás pronto, así que no deberías molestarte en buscar la forma de enviarme de regreso.


El espectáculo del viaje revivió en la cabeza de Saito. Cuando comenzaron a arrojarles flecha, Wardes lo salvó. Fue derrotado en el duelo contra Wardes. Cuando fueron atacados por el hombre enmascarado, no puso salvar a Louise.
-¿Qué? ¿No me digas que te estás preocupando por eso? ¿Aún estás pensando en eso que dije en el hotel de La Rochelle?- Louise apartó la mirada de Saito-. Ciertamente, dije ‘casarme’ en ese momento… P-Pero, no lo decía en serio… No es posible que me case aún. Todavía no soy una buena maga… Y tampoco he encontrado la manera de enviarte de regreso…


Wardes siempre está salvándote. Yo no pude hacer nada más que solo mirar.
''Es cierto, Louise no se casaría porque se siente responsable por mí. Y por esa razón no será capaz de casarse hasta que encuentre la manera de regresar a casa'', pensó Saito, pero eso no era justo para Louise. ''No creo que esto sea justo para esta deslumbrante, bella, tierna y gentil Louise''.


“No soy un mago poderoso como el Vizconde. Solo soy una persona normal, aunque digan que soy el Tsukaima legendario ‘Galdalfr’. No se pelear. Lo único que se hacer es agitar una espada imprudentemente.
-Está bien, encontraré la manera de regresar solo. Por lo tanto, debes casarte.


Louise tocó la mejilla de Saito.
-¡Qué cosa tan egoísta dices! ¡Eres mi Familiar! ¡Defiéndeme hasta que encuentre la manera de regresarte!- dijo Louise, mirando intensamente a Saito.


“¡Cobarde!”
-Yo no puedo defenderte- los hombros de Saito cayeron solitarios cuando habló-. Recuerda lo que pasó.


“Vamos a separarnos desde ahora Louise. Regresa con el Vizconde en el Grifo mientras yo regreso en el Águila. Cuando regrese, buscaré la manera de regresar a mi mundo. Estoy en deuda contigo como están las cosas.
Las escenas del viaje revivieron en la cabeza de Saito. Cuando comenzaron a llover flechas, fue Wardes quien lo salvó. Fue derrotado en un duelo por Wardes. Cuando fueron atacados por el hombre de la máscara blanca, no pudo salvar a Louise.


“¿Hablas en serio?”
''Siempre es Wardes quien te salva. No pude hacer algo que no sea pararme y mirar.''


“Si.
-No soy un gran mago como el Vizconde. Sólo soy una persona normal, a pesar de que digan que soy el legendario familiar Gandalf. No sé cómo pelear. Todo lo que puedo hacer es balancear una espada imprudentemente. No puedo protegerte.


“¡Idiota!”
La palma de Louise abofeteó la mejilla de Saito.


Gritó Louise. Lagrimas comenzaron a salir de sus ojos de nuevo. Sin embargo, Saito no dijo nada. Solo miraba a Louise tamblar.
-¡Cobarde!


“¡Te odio! ¡Te odio!”
-Hay que separarnos desde aquí, Louise- dijo Saito, sin cambiar de expresión-. Tú regresa con el Vizconde en su grifo mientras yo regreso con el Águila. Cuando aterrice, buscaré la forma de volver a mi mundo. Ya estoy demasiado en deuda contigo por todo lo que has hecho.


Saito murmuró mientras cerraba los ojos.
-¿Hablas en serio?


“Lo sé.
-Sí.


Louise giró sobre sus talones y corrió por el pasillo. Saito tocó su mejilla. Aún podía sentir el toque de ella y eso lo hizo sentir muy triste.
-¡Idiota!- gritó Louise, las lágrimas empezando a correr de sus ojos otra vez. Saito no respondió, sólo la miraba temblar-. ¡Te odio! ¡Te odio!


“Adiós, Louise.
-Lo sé- murmuró Saito, cerrando los ojos.


Dijo Saito en voz baja. Aunque pensó en no llorar, las lagrimas salían y no se detenían.
Louise se volvió sobre sus talones y corrió por el oscuro pasillo.
Saito se tocó la mejilla. El lugar donde había sido golpeado aún dolía, y lo hacía sentir muy triste.


Adiós, mi dulce y encantadora ama.
-Adiós, Louise- dijo Saito con voz débil. Aunque pensaba que no lloraría, las lágrimas escapaban y no paraban. -Adiós, mi tierna y adorada Ama.


'''Fin de capítulo ocho.'''
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Latest revision as of 03:35, 22 November 2010

La Víspera de la Batalla Final en Newcastle[edit]

El buque llamado Águila llevó a Saito y compañía a través de la escarpada costa de Albión. Les llevó tres horas de viaje, pero ya podían ver el cabo, donde un castillo inmenso estaba erigido.

Wales le explicó a Saito, que estaba parado en la parte de delante de cubierta, que ese era el castillo de Newcastle. Sin embargo, el Águila no fue directo a Newcastle, sino que navegó descendiendo en la costa.

-¿Por qué estamos descendiendo?

Wales señaló el cielo sobre el castillo, donde un barco gigantesco flotaba; pero aquel barco no podía ver que el suyo se estaba escondiendo al otro lado de una nube.

-Nave rebelde.

Se podría describir solamente como una nave enorme, con el doble del tamaño que tenía el Águila, y un número increíble de velas. Parecía que apuntaba hacia el puerto de Newcastle. Sin ninguna advertencia, abrió fuego hacia el castillo. La primera bala se estrelló contra el muro, despidiendo un pequeño fuego. La onda de choque que produjo el impacto se pudo sentir en el Águila.

-Ese buque, el Soberano Real, perteneció alguna vez a la flota de nuestro país, pero cuando los rebeldes tomaron control de él, le cambiaron el nombre a Lexington. Lo llamaron así en honor al campo de batalla donde esos tipos ganaron su primera batalla contra nosotros- dijo Wales con una sonrisa, dejando notar un hoyuelo-. Ese buque bloquea constantemente Newcastle desde el cielo. Dispara al castillo de vez en cuando, no para causar daño sino para molestarnos.

Saito miró el buque a través de la nube. Tenía muchos cañones a ambos lados, y un dragón pintado en la superficie.

-Tiene ciento ocho cañones y en verdad parece un dragón lanzallamas algunas veces. Toda la rebelión comenzó por este barco. No somos rival para él, así que es mejor ir por esta nube y mantenernos fuera de vista. Podemos llegar a Newcastle por otro lado, por un puerto secreto que sólo nosotros conocemos.


  • -*-*-*-*-*-*


Pronto, todo se volvió muy oscuro cuando el barco flotó debajo del continente, porque el sol ya no les brindaba su brillo, y estaban rodeados por nubes. No podían ver nada. Wales explicó que los rebeldes nunca iban debajo del continente porque viajar de esa manera era peligroso.

El aire frío, húmedo y fresco golpeó las mejillas de Saito.

-Casi siempre usamos mediciones básicas y poca magia cuando navegamos, ya que no existe un edificio de control aéreo en la fuerza aérea real- rió Wales-. El Noble que no conoce el cielo no es una persona inteligente.

Navegaron por un rato más. Luego, la magia fue lanzada. Un hoyo de por lo menos trescientos metros de diámetro podía ser visto. La vista era impresionante.

-Parad aquí por ahora.

-Sí, sí, señor. ¡Parad aquí!

La orden de Wales llegó a la tripulación, que aún estaba muy enérgica y avivada. Las velas fueron recogidas, y el Águila comenzó a desviarse justo bajo el hoyo.

-Lento, aumentad la velocidad.

-Sí, sí señor. ¡Aumentad la velocidad!

El Águila, también llamado Marie Grande, comenzó a acercarse lentamente hacia el oscuro hoyo.

-Ustedes definitivamente no son piratas, Su Alteza- asintió Wardes.

-La mayoría de nosotros somos definitivamente piratas, Vizconde.


  • -*-*-*-*-*-*


La luz se filtraba dentro del agujero, y era ahí hacia donde el Águila se dirigía.

El buque de guerra había llegado al puerto secreto de Newcastle. Dentro, la enorme cueva de piedra caliza estaba cubierta por un musgo blanquecino. Mucha gente esperaba en el muelle. La sogas fueron arrojadas hacia los marinero para que ataran el Águila. Finalmente, una rampa de madera fue colocada.

Wales apresuró a Louise y los demás para que bajaran por la rampa. Un mago alto y entrado en años se les acercó.

-Oh, oh. Maravillosos resultados militares, ¿cierto, Su Alteza?

Parecía que el viejo mago había aparecido de la nada frente al Águila.

-Estoy muy contento, Paris. ¡Es azufre! ¡Azufre!

Cuando Wales gritó eso, a su alrededor se juntaron muchos soldados sonrientes.

-¡Oh! ¡Azufre! ¡Es lo que mejor honra a nuestro gran barco!- comenzó a gritar el anciano mago-. He servido por sesenta años al anterior Rey… No habrá más días tan felices como aquellos, Su Alteza. Luego de que comenzara la revuelta, todo se volvió triste… Incluso con el azufre no lo lograremos…

-Incluso si cae la derrota sobre nosotros- rió Wales con una sonrisa-, les mostraremos a esos rebeldes la valentía y el honor de la Familia Real.

-Muerte en una gloria. Mis viejos huesos tiemblan de emoción. Se reportó que los rebeldes irán a atacar el castillo mañana. Sólo puede ser ahora o nunca, Su Alteza.

-¡Aún sea con nuestro último aliento, pondremos a sus soldados en vergüenza! Wales y los demás estaban riendo desde el fondo de su corazón como si fuera la cosa más normal.

Louise se sintió preocupada cuando oyó la palabra ‘derrota’. En otras palabras, morirían. ¿No están asustados por la muerte?

-¿Y quiénes son éstas personas?- preguntó el viejo mago llamado Paris a Wales luego de ver a Louise.

-Ella es un embajador de Tristain. Ha venido por importantes asuntos del reino. Paris pareció sorprendido por sólo un momento, preguntándose qué estaría haciendo la embajador de otro reino en esas ruinas, pero pronto la sonrisa volvió a su rostro.

-Así que usted es la embajadora. Paris Chamberlain a su servicio, señorita. Muy considerado de su parte recorrer todo el camino hacia Albión. Aunque puede que no sea mucho, tendremos un pequeño festín esta noche. De todas formas, por favor, asista.


  • -*-*-*-*-*-*


Louise y los otros siguieron a Wales a su cuarto. La habitación del Príncipe estaba situada detrás de la cocina, y lucía más bien ordinaria, con una cama de madera, una mesa y un par de sillas. Había también una pintura en la pared que ilustraba una escena de batalla.

El Príncipe se paró sobre una silla y descolgó la pintura. Un joyero quedó al descubierto. El Príncipe se quitó el collar de su cuello. Colocó la punta de ésta como llave en la cerradura de la cajita y la abrió. El retrato de Henrietta se hallaba descansando ahí.

Wales, que había notado el interés de Louise en la caja, dijo avergonzado:

-Caja fuerte.

Dentro, había una carta. Parecía ser también de la Princesa. Wales la sacó con amor y la leyó. Aquella carta parecía más vieja de lo que era por las lecturas constantes.

"Después de leerla, Wales la dobló cuidadosamente y la volvió a poner en el sobre. Luego se la tendió a Louise."


Después de leerla, Wales la dobló cuidadosamente y la volvió a poner en el sobre. Luego se la tendió a Louise.

-Ésta es la carta que me dio la Princesa. Carta que ahora devuelvo.

-Gracias- Louise recibió la carta con una pronunciada reverencia.

-El Águila los llevará de regreso a Tristain mañana, ya que no lo usaremos en batalla.

-Pero, Su Alteza…- Louise abrió su boca con decisión luego de ver un rato la carta, y preguntó con duda-. ¿Qué tenía en mente cuando dijo ‘ser derrotados con gloria’?

-Es así- respondió Wales sueltamente-: nuestra armada tiene trescientos hombres, mientras que las fuerzas enemigas son de cincuenta mil. No hay posibilidades de ganar. Así que moriremos con gloria.

Louise bajó la mirada.

-¿Su Alteza también se refiere a él mismo cuando habla de morir en batalla?

-¡Por supuesto! Moriré también.

Saito, que había presenciado la conversación desde un lado, suspiró. El Príncipe estando tan poco preocupado por la muerte al día siguiente lo hacía todo más confuso. Parecía que no era algo real sino algún evento de una obra de teatro.

Los hombros de Louise cayeron más cuando se inclinó más ante Wales. Aún tenía más cosas que preguntar.

-Su Alteza… Disculpe mi descortesía, pero hay algunas cosas más que quiero decir.

-¿Qué deseas decir?

-¿Cuál es el contenido de la carta?

-Louise- protestó Saito. Después de todo, ciertamente, el contenido de la carta era un asunto personal.

Pero Louise, luego de preguntárselo a Wales, miraba de una manera más resuelta.

-Cuando la Princesa me encomendó esta misión, parecía como si se estuviera preocupando por su amado. Y en aquella caja hay un retrato de la Princesa. Y viendo aquella cara soñadora suya luego de besar y leer la carta… Usted y la Princesa…

Wales sonrió, adivinando lo que Louise quería decir.

-¿Quieres saber si mi prima Henrietta y yo tenemos una relación amorosa?

-Al parecer es así- asintió Louise-. Perdone mi sorpresiva descortesía, pero , si es así, entonces el contenido de la carta es…

-Una carta de amor, tal como pensabas- dijo Wales, luego de poner su mano en la frente, haciendo el gesto de cuando a uno le preocupa qué decir y qué no-. Si ésta carta de amor llega a ser descubierta por la Casa de Germania, como me informa Henrietta en su carta, sería una gran amenaza. En ella, Henrietta me jura eterno amor en nombre del Fundador Brimir. Un juramento de amor en nombre del Fundador es como el juramento al casarse. Si ésta carta llega a conocerse, ella sería acusada de cometer el crimen de bigamia, el Emperador de Germania se aseguraría de romper el compromiso con una Princesa que viola la reglas. Con esto, ya no habría alianza, y Tristain sería ignorado políticamente por las familias Nobles de otros países.

-¿La Princesa y Su Alteza tienen un romance, entonces?

-Es una larga historia…

-¡Su Alteza, vuelva!- dijo Louise a Wales en un tono ferviente-. ¡Vuelva a Tristain!

Wardes puso una mano en el hombro de Louise abruptamente. Sin embargo, eso no impidió que Louise siguiera.

-¡Se lo ruego! ¡Por favor, vaya a Tristain con nosotros!

-No es possible- dijo Wales con una sonrisa.

-Su Alteza, me opongo. ¡La Princesa tampoco estaría de acuerdo! ¿Acaso no dice eso en la carta? Conozco a la Princesa desde nuestros días de niñez. Conozco su manera de pensar muy bien. La Princesa no merece que muera la persona a la que ama. Su Alteza, usted no lo ha dicho, pero estoy segura de que la Princesa le dijo que huyera.

Wales negó con la cabeza.

-No hay tal línea escrita.

-¡Su Alteza!- siguió presionando Louise a Wales.

-Soy de una familia Real. No estoy mintiendo. En esa carta, no está dicho por la Princesa que escape, lo juro por mi honor- dijo Wales, como si estuviera dolido. Parecía que las palabras de Louise lo habían golpeado-. Henrietta es una princesa. Tiene que dar prioridad al reino en vez de a mí.

Louise entendió lo que Wales quería decir. Incluso si él amaba a Henrietta, en esta situación, aquello no sería apoyado por otros nobles.

Wales palmeó el hombro de Louise.

-Eres una chica honesta, la Vallière. Tienes ojos sinceros, transparentes y amables.

Louise bajó la mirada con tristeza.

-Pero déjame darte un consejo. No es muy bueno para un embajador ser así de honestos- sonrió Wales, con un gesto atractivo-. Sin embargo, eres un embajador perfecto para un reino arruinado como el nuestro.

»Porque el Gobierno que será destruido mañana es más honesto que cualquier otro. Y ya no tiene nada más que defender aparte del honor- después de decir eso, sacó algo de su bolsillo. Por la forma y la manecilla que giraba, parecía ser un reloj-. Oh, ha llegado la hora de nuestra pequeña fiesta. Como son los últimos invitados de nuestro reino, me gustaría que asistieran.

Saito y Louise salieron de la habitación. Wardes se quedó atrás, y se inclinó ante Wales.

-¿Quiere decir algo más, Vizconde?

-Hay un favor que me gustaría pedirle, Milord.

-Pregunte.

Wardes susurró al oído de Wales, quien sonrió.

-Ah, a tan encantadora petición, será un placer.


  • -*-*-*-*-*-*


La fiesta se llevó a cabo en el salón del castillo, con el Rey de Albión, James I, sentado en su trono, y los Nobles y vasallos reunidos. A pesar de que todos irían a morir al día siguiente, era aún un festín. Y la mesa estaba llena de varios platos.

Saito y los otros estaban observando esta colorida fiesta desde un rincón del salón.

-Dejan todas sus preocupaciones de mañana a un lado y tratan de disfrutar el presente

-Así es, se comportan alegremente- asintió Wardes, en respuesta a las palabras de Saito.

Cuando el Príncipe Wales apareció, hubo varias miradas entusiastas entre las mujeres. Parecía que no sólo era popular como Príncipe sino como hombre atractivo también. Cuando se acercó al trono, la gente empezó a murmurar.

James I trató de pararse para saludarlo, pero por su avanzada edad se tambaleó y case cae al suelo.

-¡Su Majestad! ¡Aún es muy temprano para morir!- se escuchó una risa en el salón.

-¡Ciertamente! ¡Guárdese para mañana!

James I no estaba siendo insultado por aquellos comentarios.

-No se preocupen. Es sólo que mis piernas estaban entumecidas por sentarme tanto tiempo- sonrió.

Wales se acercó y ayudó al Rey apoyándolo en él. Hubo otras pocas risas.

-Gente, les digo a todos ustedes, bravos y leales vasallos, que mañana los Reconquistadores planean atacar nuestro Newcastle con todas sus fuerzas. Ustedes siguieron y pelearon valientemente por este Rey viejo e inútil. Sin embargo, mañana no será una batalla. Será una matanza para un solo lado. Resistamos y mostremos nuestro valor por una última vez- el Rey tosió fuertemente, y luego continuó hablando-. Pero sería mucho pedir que todos murieran. Por esto, por la mañana, el Águila se llevará a todas las mujeres y niños y a los que quieran irse a un lugar más seguro lejos de este olvidado continente.

Sin embargo, nadie respondió.

-¡Su Majestad, estamos esperando la orden! “¡A la carga! ¡A la carga! ¡A la carga!”. Ya que nuestros oídos están tan mal hoy, dudo que podamos oír otras órdenes.

Todos asintieron.

-Cierto. ¿Qué dirían los demás si fuéramos a huir?

-Es muy tarde para echarse atrás, Su Majestad.

-Todo está bien. Continuaremos sirviendo al Rey como hemos hechos todos estos años. ¡Hoy es una gran noche! El Fundador nos ha bendecido con una luna maravillosa y una noche cálida. ¡Disfrutemos la bebida y el baile por hoy!

Con esto, todos regresaron a la fiesta. Los tres invitados de Tristain atraían mucho la atención. Los Nobles no parecían estar tristes o preocupados, sino que juguetonamente seguían bromeando y ofreciendo vino o comida a los huéspedes.

-¡Embajador, pruebe este vino! Díganos el vino de qué país es mejor.

-¡Aquí, pruebe esto! Es el especial de Albión, pollo con miel; le hará bien para la salud y la fuerza, lo aseguro.

Albión sigue divirtiéndose. ¡Incluso al final!

Saito se puso melancólico.

Las personas que actuaban tan alegremente frente a la muerte se veían más tristes que valientes. Louise parecía haberlo percibido más. No pudo soportar la atmósfera. Sacudió la cabeza y salió corriendo del salón.

Por un momento, Saito quiso seguirla, pero luego urgió a Wardes a ir en vez de él. Wardes asintió y fue tras ella. Saito se agachó en el piso y suspiró. Wales vio a Saito actuar de esa manera y se dirigió hacia él desde el centro del salón.

-Éste muchacho es el Familiar de la señorita la Vallière. Pero es muy inusual que una persona sea un Familiar. Tristain es en verdad un país insólito-rió Wales, mientras hablaba.

-Es inusual en Tristain también- dijo Saito cansadamente.

-¿Deprimido?- Wales miró a la cara a Saito ansiosamente.

Saito aún sentía su brazo adolorido, y ver gente preparándose para su propia muerta lo hacía sentir peor.

Se levantó y le preguntó a Wales:

-Disculpe si suena rudo, pero, ¿no está asustado?

-¿Asustado?- Wales miró a Saito, extrañado.

-¿No tienen miedo a morir?

-¡Estás preocupado por nosotros!- rió Wales, luego de oír las palabras de Saito-. ¡Por nosotros! ¡Qué buen chico eres!

-No, digo, es sólo que es aterrador para mí. No podría reír de la forma en que ustedes lo hacen si supiera que moriré mañana.

-Estoy asustado. No hay una sola persona que no tenga miedo a morir. No importa si eres un Noble o un Plebeyo.

-Entonces, ¿por qué?

-Es porque tengo algo que defender, algo que me hace olvidar la frialdad de la tumba.

-¿Qué defiende? ¿El honor? ¿La fama? Esas son cosas estúpidas por las que morir- dijo Saito con voz más fuerte.

-La fracción aristócrata Reconquistadores es nuestra enemiga- contestó Wales con ojos fríos-. Tratan de unificar Halkeginia, aferrándose a la idea de Tierra Santa. Es bueno que la gente tenga ideales como ese, pero no debería hacerse por la fuerza y con sangre. Todos los países estarán arruinados.

-Pero, ¿ya no hay oportunidades de ganar? ¿Cuál es el punto de morir aquí? Quizá puedan encontrar otras maneras de derrotarlos después…

-No, por lo menos debemos mostrar un mínimo de valor y honor a otros Nobles. Aún si no es posible ganar, podemos demostrarles que las Familias Reales de Halkeginia no son un enemigo débil. Aunque no quieran abandonar su ambición de ‘Unión’ y ‘Recuperación de la Tierra Santa’ tan pronto.

-¿Por qué?- preguntó Saito, quien había crecido en el moderno Japón y no podía entender por qué uno debía mostrar su valor de esa manera.

-¿Que por qué? Simple, es nuestra obligación- declaró decisivamente Wales-. La obligación de aquellos nacidos en la Familia Real. La obligación impuesta en cada Familia Real para defender su reino hasta el final.

Saito aún no entendía. Además, ya que Wales tiene alguien a quien ama, y quien los corresponde también, ¿no es sobrevivir una obligación con esa persona?, pensó.

-La Princesa de Tristain lo ama. ¿Ha olvidado la carta?

Wales sonrió, recordando, luego de oír las palabras de Saito.

-Por amor, a veces es necesario pretender no saber. Por amor, a veces es necesario abandonar. No hacerlo sería solo dar una excusa para que otros invadan Tristain.

-P-Pero…- Saito dudaba. Wales no cambiaría de opinión.

Wales cogió el hombro de Saito y lo miró directo a los ojos.

-Ya que está todo claro, no se lo digas a Henrietta. No hay necesidad de preocupar su hermoso rostro con cosas innecesarias. Ella es como una bella flor, ¿no lo crees?

Saito asintió. Ciertamente es una princesa muy bella. Tampoco quiero ver su rostro triste o preocupado. Pero Wales no cambiaría de opinión por eso. Eso era lo que decían los ojos del Príncipe.

-Sólo dile que Wales peleó valientemente y murió valientemente. Eso será suficiente.

Wales regresó al centro del salón luego de decir eso.


  • _*_*


Saito dejó el festín, pero, como se sentía perdido, le preguntó al camarero dónde estaba su habitación.

Luego de que le explicara dónde se encontraba, alguien tocó su hombro desde atrás. Saito vio a Wardes cuando se volvió.

-Te tengo que decir algo- dijo Wardes, con un tono frío.

-¿Qué cosa?

-Louise y yo tendremos una boda aquí mañana.

El cuerpo de Saito se congeló. No fue capaz de entender el significado de las palabras por un momento.

-¿Justo ahora? ¿Por qué?

-Porque queríamos pedirle al valiente Wales, Príncipe de la Corona, que haga de intermediario en nuestro matrimonio. El Príncipe de la Corona ha aceptado gustosamente. La ceremonia se llevará a cabo antes de la batalla decisiva.

Saito se quedó en silencio y asintió.

-¿Asistirás?- preguntó Wardes.

Saito sacudió la cabeza.

-Entonces puedes irte con el barco de la mañana. Louise y yo regresaremos con mi grifo.

-Pero, ¿no es una distancia muy larga para que vuele?- Saito, confundido, preguntó algo poco importante.

-Sólo si se vuela rápido y sin descansar- respondió Wardes-. Bueno, entonces, me tengo que ir.

-E-Está bien…

Los hombros de Saito cayeron. Aunque sabía que esto vendría de cualquier manera, se sentía muy solo.


  • _*_*


Saito caminaba por un pasadizo oscuro, sosteniendo un candelero.

Las lunas se veían brillar a través de una ventana abierta a un lado del pasillo. Había una chica que caminaba sola bajo ellas. Tenía el cabello largo y rosado… Lágrimas parecidas a perlas caían por sus blancas mejillas. Saito contempló en silencio aquel hermoso pero entristecido rostro.

Louise se volvió y se dio cuenta de que Saito estaba ahí, parado con un candelero. Aunque trató de limpiarse los ojos, seguían húmedos. Su expresión se volvió triste de nuevo.

Cuando Saito caminó hacia ella, Louise se encogió, como si perdiera toda su fuerza.

-Tú… estás llorando. ¿Por qué…?

Louise no respondió sino que apretó su rostro contra el pecho de Saito. Saito la abrazó firmemente.

"En un primer momento, lo desconcertó que Louise se le pegara. No estaba acostumbrado a este tipo de cosas. Sin embargo, ella estaba llorando como una niña. La sentía como si lo abrazara muy cariñosamente."

En un primer momento, lo desconcertó que Louise se le pegara. No estaba acostumbrado a este tipo de cosas. Sin embargo, ella estaba llorando como una niña. La sentía como si lo abrazara muy cariñosamente. Louise estaba herida y a él le apenaba eso. Pero, ¿qué significaba esto?

Probablemente Louise me está abrazando porque me encontraba aquí de casualidad. Como una niña abrazando a un animal de peluche. No soy yo sino Wardes quien es importante para ella.

Pero Saito no dijo nada. Palmeó con su mano la cabeza de Louise de una manera extraña. Su cabeza parecía tan pequeña que cabía en su palma.

-E-Esas personas… ¿Por qué? ¿Por qué quieren morir? A pesar de que la Princesa… Incluso si Wales la ama… ¿Por qué el Príncipe de la Corona Wales elige morir?

-Él dijo que su propósito era defender lo más importante.

-¿Qué es más importante en este mundo que la persona que uno ama?

-Yo tampoco entiendo la manera de pensar del Príncipe.

-¡Lo persuadiré! ¡Lo volveré a persuadir!

-No.

-¿Por qué?

-Porque tú estás aquí para entregar la carta de la Princesa. Ésa es tu única misión.

-Yo… quiero regresar pronto- murmuró Louise, mientras las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas-. Quiero regresar a Tristain. No me gusta este lugar…. Ésta gente tonta y su Príncipe Irrazonable que abandonan todo…

Aunque a veces Louise actuaba dura, era aún una niña. No podía entender el mundo de Wales. Pero Saito la entendía, pues él pensaba de la misma forma.

Louise, como si de pronto recordara, sacó algo de su bolsillo.

-Extiende tu brazo izquierdo- dijo Louise.

-¿Qué?

-Sólo hazlo.

Saito hizo como le decía. Era un frasco lo que Louise había sacado. Metió un dedo y sacó un poco de medicina pegajosa que olía curiosamente.

-Obtuve esto de una persona del castillo hace un rato- murmuró Louise mientras lubricaba el brazo de Saito con ella-. Ésta medicina mágica de agua es muy efectiva contra las quemaduras. Sólo pude conseguir esto. Pero le hará bien.

Nunca pensé que pudiera ser tan amable. Pero no debo volverme tan dependiente de esta gentileza porque se irá pronto… Saito sacudió la cabeza y empujó a Louise lejos de él.

Louise lo miró sorprendida. Saito tenía una expresión dolida en su cara. Luego de verlo, Louise se mordió el labio.

-¿P-Por qué esa cara? ¿Pasó algo?

-No es nada.

-Entiendo. Tan pronto como regresemos, buscaré la manera de mandarte de nuevo a tu mundo- dijo Louise, dudando.

Aparentemente, lo había malentendido. Pero Saito pensó que era mejor así.

-E-Está bien… incluso si no ayudas.

-¿Qué?

-Me refiero a que te casarás pronto, así que no deberías molestarte en buscar la forma de enviarme de regreso.

-¿Qué? ¿No me digas que te estás preocupando por eso? ¿Aún estás pensando en eso que dije en el hotel de La Rochelle?- Louise apartó la mirada de Saito-. Ciertamente, dije ‘casarme’ en ese momento… P-Pero, no lo decía en serio… No es posible que me case aún. Todavía no soy una buena maga… Y tampoco he encontrado la manera de enviarte de regreso…

Es cierto, Louise no se casaría porque se siente responsable por mí. Y por esa razón no será capaz de casarse hasta que encuentre la manera de regresar a casa, pensó Saito, pero eso no era justo para Louise. No creo que esto sea justo para esta deslumbrante, bella, tierna y gentil Louise.

-Está bien, encontraré la manera de regresar solo. Por lo tanto, debes casarte.

-¡Qué cosa tan egoísta dices! ¡Eres mi Familiar! ¡Defiéndeme hasta que encuentre la manera de regresarte!- dijo Louise, mirando intensamente a Saito.

-Yo no puedo defenderte- los hombros de Saito cayeron solitarios cuando habló-. Recuerda lo que pasó.

Las escenas del viaje revivieron en la cabeza de Saito. Cuando comenzaron a llover flechas, fue Wardes quien lo salvó. Fue derrotado en un duelo por Wardes. Cuando fueron atacados por el hombre de la máscara blanca, no pudo salvar a Louise.

Siempre es Wardes quien te salva. No pude hacer algo que no sea pararme y mirar.

-No soy un gran mago como el Vizconde. Sólo soy una persona normal, a pesar de que digan que soy el legendario familiar Gandalf. No sé cómo pelear. Todo lo que puedo hacer es balancear una espada imprudentemente. No puedo protegerte.

La palma de Louise abofeteó la mejilla de Saito.

-¡Cobarde!

-Hay que separarnos desde aquí, Louise- dijo Saito, sin cambiar de expresión-. Tú regresa con el Vizconde en su grifo mientras yo regreso con el Águila. Cuando aterrice, buscaré la forma de volver a mi mundo. Ya estoy demasiado en deuda contigo por todo lo que has hecho.

-¿Hablas en serio?

-Sí.

-¡Idiota!- gritó Louise, las lágrimas empezando a correr de sus ojos otra vez. Saito no respondió, sólo la miraba temblar-. ¡Te odio! ¡Te odio!

-Lo sé- murmuró Saito, cerrando los ojos.

Louise se volvió sobre sus talones y corrió por el oscuro pasillo. Saito se tocó la mejilla. El lugar donde había sido golpeado aún dolía, y lo hacía sentir muy triste.

-Adiós, Louise- dijo Saito con voz débil. Aunque pensaba que no lloraría, las lágrimas escapaban y no paraban. -Adiós, mi tierna y adorada Ama.


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