Mushoku Tensei Spanish:Chapter 163

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Esta traducción ha sido realizada a partir de la versión inglesa encontrada en esta misma página (enlace) realizada por Octopus.

Traducido por Sergiocamjur (talk) 01:18, 18 February 2016 (UTC)

Volumen 17 Capítulo 163 - Mad Sword King VS Dios Dragón

1ª Parte

Los motivos que llevaron a Eris a aparecer frente a Orsted en esa situación no fueron para nada especiales.

Hace unos días, un par de mujeres atravesaron la entrada de Sharia, la capital de la magia.

Una de ellas era una mujer de la raza feral con tonos grises en su pelaje y que le sacaba una cabeza a su acompañante, una mujer de raza humana, con una majestuosa melena carmesí. Ambas iban vestidas con atuendos similares, y ambas llevaban espadas en el cinto.

Se trataba de Eris Greyrat y Ghyslaine de Dordia, que por fin habían llegado a su destino tras un largo viaje.

El viaje en absoluto se lo tomaron con tranquilidad, sino que para reencontrarse con Ludeus tan rápido como fuera poosible, habían decidido tomar un atajo a través de un bosque.

Donde se perdieron.

Mientras intentaron buscar la salida, acabaron adentrándose más y más hasta acabar en un nido de Goblins.

Donde tuvieron que pelear.

Tras lo que consiguieron por fin salir del bosque y llegar a una ciudad cercana donde tuvieron un encontronazo con unos vándalos.

Contra cuya banda entera acabaron teniendo que pelear.

Finalmente tuvieron que abandonar la ciudad sin información debido a los asaltos constantes de esos vándalos.

Por lo que no sabían bien cómo llegar a Sharia desde su posición.

No obstante, ambas son aventureras consumadas, y conforme se pusieron en marcha, consiguieron retomar la ruta y llegar al reino de Ranoa; y una vez allí, el resto del viaje fue mucho más tranquilo.


Una vez llegaron a Sharia, todo parecía estar yendo sobre ruedas, puesto que en cuanto llegaron al gremio de aventureros para averiguar información de Ludeus, casi todos en la ciudad sabían dónde vivía y pudieron aprender el camino con facilidad.

Resultó que no solo en el gremio de aventureros, sino que toda la ciudad había escuchado y conocía sobre Ludeus Greyrat.

Para encontrarle con facilidad, les comunicaron que en su jardín podía verse una extraña bestia proveniente de Begarito y una planta extraña que sospechaban se trataba de alguna clase de Treant, estaba entre los cultivos. Por todo esto, no tuvieron problemas en encontrar el lugar.

Cuando llegaron a su destino, observaron que el edificio en el que se alojaba, aunque ni por asomo llegaba al nivel del palacete de Sauros en Roa, era de suficiente envergadura como para ser considerado una posada; y hasta el jardín era suficientemente extenso para entrenar en él.

Hablaron entre ellas, pero ocurrió un evento poco común.

Eris no se atrevía a entrar, sino que se quedó frente al pórtico de la casa de pie inmóvil y con una postura imponente, con la barbilla alzada observando la casa.

Casi como si pretendiera que Ludeus la viera por las ventanas y saliera a recibirla.

El motivo de estas dudas fueron los rumores que habían ido escuchando sobre Ludeus mientras viajaba.

Ludeus Greyrat, el Quagmire. Aventurero que había acabado en solitario a un Dragón Errante, vencido a un Rey Demonio, con el título de más poderoso en toda la Universidad de Magia de Ranoa. Temido por todos y hasta con una actitud arrogante, pero aún así, protegiendo a los más débiles.

Eso, junto con varios rumores más humoristas que no tenían fin; pero básicamente, parecía que era un mago aceptado y no odiado, poseyente de una habilidad indescriptible y que conseguía que Eris se deleitara escuchando los rumores como si hablaran de ella misma.

El problema es, que de todos los rumores que circulaban sobre él, los que más atrajeron la atención de la pelirroja no fueron los que hablaban de su habilidad y poder, sino los más humorísticos.

Rumores que por ejemplo detallaban cosa como:


"Ludeus es un esposo atento y dedicado que acompaña a su esposa a hacer la compra cuando salen de la universidad."

"Mientras compran, aprovechará para acariciar el trasero de su esposa, lo que la hará enfadar y reñirle."

"Está casado con una chica que casi parece una niña pequeña."

"Se ha casado en 2 ocasiones, una ofensa imperdonable para los seguidores de Milis."


Básicamente, los rumores sobre las esposas de Ludeus es lo que había captado más la atención de Eris.

Y es que, cada vez que Eris recordaba el contenido de la carta, fruncía el ceño de tal forma que una enorme arruga se dibujaba en su frente. Y poco después de entrar en Ranoa, averiguó el nombre de las 2 mujeres.

Sylphiette Greyrat y Roxy M. Greyrat.

¿Qué debería hacer cuando las viera? ¿Qué pasará?

Había escuchado sobre ellas en la carta por encima, y varios rumores llegaron a sus oídos mientras viajaba; y aunque había estado pensando durante el viaje sobre varios aspectos de su regreso, a la hora de la verdad, cuando tenga que discutir el tema, no estaba segura de que todo saldría como lo había pensado.

Y por eso, Eris se quedó de pie frente al portón de la casa de Ludeus y su familia.

Pero para sorpresa de ella, la persona que se dirigió a ella fue una joven sirvienta a la que reconoció casi al instante como Aisha, la hermana pequeña de Ludeus que habían rescatado en Shirone.

La pequeña fue hasta ella, y parece que también la reconoció.


"Eres... ¿Eres Eris-san? Sí, ¿verdad?"


La pequeña vestida de sirvienta que se encargaba de las tareas del hogar, había visto a Eris hacía un rato, pero había esperado que esta fuera la que se decidiera a entrar, por cortesía, principalmente. El problema es que una hora más tarde, la pelirroja no había dado el primer paso, y fue Aisha la que fue a recibirla.

Para Aisha, Eris era una persona a la que le debía en parte su vida. Porque aunque la persona a la que principalmente le debía haber sido rescatada de Shirone fue a su hermano Ludeus, no tenía duda de que Eris había sido parte activa en su rescate.

Y como su madre le había enseñado, toda ayuda debe ser recompensada.

El día que su hermano mencionó que iba a aceptar a Eris, internamente, la pequeña decidió, que siempre y cuando Eris siguiera enamorada de su hermano, la ayudaría en lo que pudiera.

Aisha invitó a Eris a pasar, y Eris la siguió en silencio.

Una vez entró en el interior de la vivienda, tanto Lilia como Aisha le dieron una cálida bienvenida, y segundos más tarde, la pequeña fue a llamar a Sylphy y a Roxy, mientras Lilia le explicaba la situación actual de Ludeus.

En brazos de Lilia se encontraba Lucy, la hija de Ludeus; y Eris, al principio preocupada del rechazo que pudiera sentir, se dio cuenta de que no sentía repulsión por la pequeña.

Después de todo, yo también puedo darle un hijo, y hasta podría darle su primer varón.

El único motivo por el que Eris fue capaz de mantener semejante compostura, fue gracias al apoyo y calidez recibido por Aisha y Lilia.


Poco después, Sylphy y Roxy regresaron, acompañadas por Norn; y el encuentro fue bastante tranquilo.

Lo único a mencionar fue una reacción extraña al ver el físico de la pelirroja, con la mirada extrañamente colocándose a la altura del pecho, bastante pronunciado; pero a parte de eso, no hubo ningún tipo de actitud desafiante ni ofensiva contra Eris.

Seguramente no todos en la habitación lo comprendieron, pero si el encuentro fue así de suave, fue únicamente gracias a la participación sutil tanto de Aisha como de Lilia, que consiguieron manejar la situación y calmar el ambiente, preparándolo inicialmente y asegurándose de ir limando asperezas. Y hasta Norn, que al principio se había mostrado distante, no tardó en unirse a la conversación sin mostrarse negativa ni insultante.

Y el grupo, aún sin Ludeus delante, tenía muchas cosas de las que hablar.

Todos comprendían que pasara lo que pasara, la intención de Ludeus era, como mínimo, resolver el malentendido con Eris; pero conforme Eris comenzó a relatar su historia, quedó constancia del respeto y amor que sentía por la persona que no se encontraba presente.

Y aun con cierto recelo y con un tema tan delicado, el ambiente no se tensó. Ya que a todo el mundo le agrada escuchar elogios y admiración por la persona que ama.

No obstante, la tranquilidad no duró demasiado, puesto que Eris realizó una pregunta que cambió la situación por completo.


"¿Y bien...? ¿Dónde está Ludeus?"

"Fue... Fue a luchar contra Orsted, Eris-san."

"¡¿Le habéis dejado ir solo?! ¡¿ACASO QUERÉIS QUE MUERA?! ¡Ambas estáis a su lado! ¡Deberíais haberle acompañado!"


Los comentarios de Eris golpearon fuertemente a las 2 mujeres; aunque Sylphy fue quizás la más dolorida por las mismas, respondiendo entre lágrimas.


"Q-Queríamos...SNIF... Queríamos ayudarle... p-pero... si íbamos con él... solo seríamos un estorbo... SNIF..."


Las lágrimas de la joven de orejas puntiagudas conmocionó a Eris, y recordó entonces el motivo de todos los años que había estado entrenando en la Tierra Santa de la Espada.

Fue necesario para NO ser un estorbo...

Y como, viendo que no había nadie que pudiera ayudarle en esa situación, le escribió una carta a Eris específicamente, aun teniendo a su lado a sus 2 esposas. Este hecho le causó celos entonces, pero ahora... ahora le ocasionó una ligera sensación de superioridad.


"Si queréis ayudar, hacedlo. Yo iré a ayudarle, porque así lo he decidido."


Llegó a tal determinación, que llevando casi a la fuerza a Sylphy y a Roxy, y acompañadas por Ghyslaine, se fueron en dirección a donde se encontraba Ludeus.

Lo que llevó a la situación actual.


2ª Parte

Sin conocer bien el destino y a un ritmo vertiginoso, llegaron incluso a pasar de largo la aldea desierta hasta que vieron una enorme explosión en el horizonte.

Se acercaron y oyeron sonidos inequívocos de un combate al que intentaron seguir el ritmo a toda velocidad buscando a Ludeus.

Para finalmente encontrárselo al borde de la muerte.

Eris no dudó en dar un rápido paso al frente para colocarse...

Justo en frente de Orsted.

Se preparó para combatir contra él, alzando a Ohgaryuken, una de las 7 espadas del Dios del Filo conocida como Equilibrio del Dragón-Fénix[1] sobre su cabeza, amenazante y preparada para el combate.


"¡Ghyslaine! ¡Encárgate de la retaguardia!"


Sin embargo, Orsted no se había posicionado para el combate, sino que tan solo observaba a Eris extrañado.

No, en realidad sus ojos enfocaban a espaldas de Eris, observando detenidamente a las 2 mujeres que se acercaron al cuerpo agotado de Ludeus.

Pero Eris no perdió de vista ni un instante a Orsted; observando que la parte superior de su cuerpo había quedado completamente expuesta, con sangre emanando de distintas heridas incluyendo de su cabeza, causando que se le notara algo magullado. Incluso su pelo parecía haberse quemado parcialmente y se podían observar moratones en distintas partes de su cuerpo.

Se trataba del daño acumulado durante el combate hasta ahora.

Pero herido como se encontraba y algo desganado, en su mano derecha mantenía la sujeción firme de su espada; arma que no había visto nunca hasta ahora. Y aunque Eris no era una persona capaz de saber sobre espadas a simple vista, llegó a la conclusión de que era una espada apropiada para él.

Similar a las espadas que atesoraba el Dios del Filo, comprendía que la espada en manos del Dios Dragón ocultaba un increíble poder.

En nuestro último encuentro, ni siquiera usó una espada... mejor dicho, ni siquiera necesitó usarla... le bastaron sus manos desnudas para vencernos.

Que Ludeus haya conseguido herirle tanto solo... que hasta haya conseguido forzarle a usar esa espada......... Uhhh.... Me encantaría poder mostrarle ahora todo lo que he avanzado en estos años... pero no debo apresurarme. Necesito ganar algo de tiempo primero...

Eris se autoconvenció de esto, ya que su intención no era vencer a Orsted en solitario.

Principalmente, porque le era imposible.

Solo con ponerse delante de semejante monstruo, había comprendido instintivamente la diferencia entre ambos.

En ese paso de montaña me fue imposible siquiera comprender que estaba más allá de mi alcance... Para mí, era una montaña vertical que se extendía hasta el infinito, pero no por ello inalcanzable.

Ahora...

Ahora puedo comprender la brecha que nos separa... Y como lo supe ese día, Orsted es un obstáculo enorme, una dificultad pasmosa...

Algo fuera de mi alcance.


"¿Eris Boreas Greyrat...? ¿Tan importante es para ti un hombre que no es Luke?"

"..... ¿Luke?"

"El hombre destinado a casarse contigo."

"Eso no tiene nada que ver conmigo."


Ignoré sus palabras, porque no conozco a ningún Luke.

Para mí, el único hombre que me importa es Ludeus... nadie más. No necesito más.


"Eso pensé."


Orsted no se colocó en posición frente a mí, sino que solo observaba mientras curaban a Ludeus a mi espalda.

¿Puedo atacarle por donde quiera.......? ya veo...

Lo comprendí en el acto.

Claro que puedo atacarle por donde quiera... es lo que pretende conseguir. Quiere que me lance a por él.


"..."


Viéndole actuar de esa forma, recordé mi última reunión con Gull Farion, Dios del Filo.


3ª Parte

En ese día, Gull Farion invitó a Eris a su habitación, donde colocó frente a sí 3 espadas.


"¿Cuál quieres?"


Tuve en mis manos las 3 armas.

Hace años, habría dicho que la espada que me dio Ludeus en el continente demoniaco sería suficiente. Pero he crecido... esa espada ya no encaja con mi físico.

Quiero una espada de mayor envergadura, además de que con la otra, es posible que no pueda herir a Orsted.

Alguna vez había escuchado a supuestos maestros decir palabras grandilocuentes como:

Depender de una espada para combatir... como espadachín, tu orgullo es insuficiente.

Pero Eris tenía clara otra idea.

El orgullo por sí mismo es basura.


"Esta."


En mis manos se encontraba la espada más simple de todas; una espada de una única hoja fina con una leve curva en el extremo. Era la única arma de las 3 ofrecidas de la que no emanaba una poderosa y siniestra aura, sino que hasta tenía un toque agradable[2].


"Así que Ohgaryuken... Contra Orsted es una buena elección."

".... ¿Por qué motivo?"

"Porque esa espada mágica, aunque a primera vista no parezca nada especial, fue forjada con la finalidad de dotarla de la habilidad especial de ignorar el Touki defensivo de tu oponente. Aunque en el caso del Dios Dragón, su Touki es tan poderoso que ni siquiera esa espada es capaz de ignorarlo por completo. No obstante, sí que es capaz de ignorarlo parcialmente."


Se trataba de la espada que el maestro herrero Yori Sazukatta conocido como Emperador Dragón, había hecho con la finalidad de que un Dios del Filo pudiera llevar su habilidad hasta el máximo posible.

El Equilibrio del Fénix-Dragón, una espada con la habilidad de ignorar el Touki defensivo. Una espada hecha específicamente para un Dios del Filo.


"Esa espada no encajaba conmigo, pero es probable que sí lo haga contigo."


El Dios del Filo posee 7 espadas famosas; de las cuales, 1 está en su posesión directa, otras 2 se las entregó a los actuales Emperadores del Filo, una más para Ghyslaine, la Reina del Filo; otra para Eris; y las 2 restantes estaban reservadas para los Santos del Filo, Nina y Jino, una vez alcanzaran el siguiente nivel.


"Pero ahora quiero hablar del motivo por el que te he hecho llamar. El primer punto importante contra Orsted es..."


Escuché con atención la advertencia del Dios del Filo.


"Bajo ningún concepto tomes la iniciativa."


No necesitaba preguntar el motivo; era algo que yo misma había sufrido en mis carnes.


"No cabe duda de que ha llegado al nivel de Dios del Cauce Celestial. Si le atacas primero, su contraataque te matará, no hay duda."


Recordé entonces el evento de mi primer y único encuentro con Orsted hasta la fecha, y cómo este me lanzó por los aires de un solo golpe de sus manos desnudas.

Tcht... '

Un recuerdo desagradable.


"Aunque ese es solo el primer punto."


4ª Parte

En definitiva, Gull Farion le había dicho, que aunque el Filo Celestial se base en tomar la iniciativa, en este caso, haga lo contrario.

La estrategia del Dios del Filo contra Orsted era sencilla y razonable, por lo que decidí hacerle caso y no atacar.

El Cauce Celestial siempre espera y no es agresivo, sino defensivo; en cambio, el Filo Celestial es agresividad pura.

Por esto, para los practicantes del Filo Celestial, un oponente del Cauce Celestial era el peor posible; puesto que los contraataques de estos son certeros y mortales, y la única forma de sobreponerse a ellos es poseer una habilidad superior.

Con todos mis entrenamientos con Isolte, lo sé... lo entiendo... por eso no atacaré primero..........

La chica que había obtenido el título de Mad Dog por su agresividad, estaba sufriendo enormemente con esta situación.


"¿Hm...? ¿No vienes?"


Controlando su posición y preparada para cualquier cambio en el combate, pero controlando al máximo la agresividad.

Esta escena pareció sorprender a Orsted, quizás porque el Filo Celestial se precia de siempre tomar la iniciativa, al ser la base del estilo en sí.


"Debo esperar... Para así poder atacarte junto a Ludeus."


Calmando mis emociones, respondí secamente.


"... Qué sorpresa... Eris Boreas Greyrat peleando junto a sus aliados... ¿Esta también es parte de tu locura? Ciertamente, posees un mayor juicio, Eris Boreas Greyrat, así que eso es lo que sucede cuando te enseña el maestro adecuado..."

"Ya no soy una Boreas. Tan solo soy Eris Greyrat."

"En ese caso, la Eris que conozco... es otra persona, ¿no es así?"


Mientras pronunciaba estas palabras, Orsted lentamente se recolocó y sujetó la espada con decisión en su mano derecha, elevándola ligeramente para señalar a Eris con la punta de la misma, mientras mantenía su mano izquierda libre.


"Bueno, entonces tendré que comenzar yo."


Sin que ninguno de los 2 hiciera absolutamente nada, el combate había llegado a la 2ª fase.


5ª Parte

La 2ª fase que el Dios del Filo le había relatado a Eris de la siguiente forma.


"Orsted es capaz de utilizar sus manos como si fueran espadas para lanzar con cada una de ellas una Hoja de Luz. Hasta este día, has entrenado con Nina lo suficiente como para ser capaz de contrarrestar sus ataques, ¿no es así?

"Debes comprender que Orsted no puede superar tu velocidad y alcance solo con sus manos desnudas, por eso, apunta a la muñeca de su ataque y rebánasela.

"El mayor problema será comprender de qué mano viene su ataque, si la derecha o la izquierda; y en el caso de que ataque con ambas al mismo tiempo, ¿cuál crees será su ataque principal? O, ¿será un ataque alto o bajo? Esa será tu principal tarea en la 2ª fase."


Esas fueron las palabras exactas que Gull Farion le dedicó sobre la 2ª fase de su estrategia; a lo que Eris solo pudo tragar saliva con fuerza.

Orsted ya ha desenvainado su espada... No está usando sus manos como sustituto...

Su ataque será una Hoja de Luz perfecta... ¿Seré capaz de superarle así?

Pero me mantuve positiva.

No... no será perfecta... Orsted no está en su mejor condición, está cansado y herido, y hasta sangra por la mano que sujeta su espada... Además, tampoco está sujetando su espada solamente con su derecha... Así que debo hacer un ataque bajo...[3]

¿Cómo puede usar solo una mano para el ataque estando en ese estado...? Me está menospreciando...

Por lo general, ese hecho me habría hecho enfurecer, pero por raro que sea, en su lugar, me pareció perfecto.

Jamás pensé que llegaría el día que le viera utilidad a ser menospreciada...

Y justo en este preciso instante, Orsted hizo un gesto pavorosamente rápido.

Técnica del Filo Celestial: HIKARI NO TACHI (Hoja de Luz)

Y siguiendo el ritmo y reaccionando al gesto de su adversario, yo me lancé al ataque.

Técnica del Filo Celestial: HIKARI GAESHI (Contraataque de Luz)[4][5]

El ataque de Eris recorrió un tramo que la pelirroja había practicado durante decenas de miles de veces con la finalidad de contrarrestar la Hoja de Luz.

En esta situación, conseguí tomarle la delantera al que no podía alcanzar su velocidad máxima con mi velocidad máxima; y mi espada terminó su movimiento antes que el suyo.

La mano biseccionada de Orsted que todavía sujetaba su espada, saltó por los aires tras el corte dando vueltas en el aire.

¡Lo conseguí!

Pero justo en el instante siguiente, Orsted realizó una acción sorprendente que no me permitió ni celebrar el evento.

Con su mano izquierda, Orsted cogió al vuelo la mano que acababa de perder y la colocó en su lugar original aunque habiendo soltado su espada. Al mismo tiempo, revolucionó su cuerpo para dar una patada giratoria.


"....¡Tsu-!"


Igualmente, conseguí esquivarlo, puesto que el Dios del Filo me advirtió que esta acción por parte del Dios Dragón era posible; lo que me llevó a dar medio paso hacia atrás para alejarme lo suficiente.

La respuesta de Orsted fue atacarme con su mano izquierda colocada imitando una hoja afilada lanzada contra mí, que tuve que apartar con un corte normal y corriente de mi espada.

CLANG

Pero mi ataque no consiguió atravesar la piel de Orsted.

Si no es una técnica al nivel de la Hoja de Luz no podré herirle...

Igualmente, la mano amenazante de Orsted fue rechazada, aunque sin ningún rasguño, y aterrizó en el suelo perfectamente colocado.

... SWOSSHH

Poco después, la espada de Orsted cayó al suelo clavándose a algunos metros de su cuerpo.

Observé mejor la escena, y pude ver como la mano que acababa de cortar había terminado de curarse y unirse correctamente al cuerpo, de la misma forma que el resto de heridas que se podían apreciar en su cuerpo habían desaparecido por completo.

Ha... ¿ha usado magia Curativa?

No solo había conseguido atacarme en 2 ocasiones tras nuestro intercambio sino que ADEMÁS había sido capaz de curarse.

El hasta ahora herido Orsted se había curado por completo.

Es inhumano...

Estas palabras rondaron por mi cabeza.

El ataque de ahora no era una Hoja de Luz, pero tampoco era un ataque débil.... y ni así fui capaz de herirle con él.

Solo la Hoja de Luz y el Hikari Gaeshi son capaces de atravesar el Touki del Dragón Sagrado de Orsted, aunque le ataque con el Equilibrio del Dragón-Fénix.


"¿Esa estrategia de combate contra mí te la sugirió el Dios del Filo? Veo que ese hombre te aprecia enormemente, Eris Greyrat."


Habiendo conseguido controlar mis dudas y mantenerme en calma, alcé la espada sobre mi cabeza para prepararme en caso de ataque.

Pero las siguientes palabras dichas con una fuerte voz me sorprendieron.


"¿También te contó sus batallas en las visitas nocturnas a su dormitorio?"


Porque las palabras claramente no iban dirigidas a mí, sino a las 3 personas a mi espalda. Aunque en realidad, el destinatario era únicamente una persona, Ludeus.

Orsted había escogido usar palabras malinterpretables contra mí, algo que por lo general JAMÁS se lo podría perdonar.

Por mucho que me cueste reconocerlo, respeto enormemente al Dios del Filo. Ha sido el único que me ha ayudado a entrenar todos estos años para llegar a este momento, y hasta me ha confiado su sueño de derrotar al Dios Dragón.

Pero nuestra relación no es la de un hombre y una mujer, sino la de un Shishou con su discípulo. Una camaradería entre maestro y estudiante que comparten la misma meta.

Pero... ¡Pero...!

Por suerte, Gull Farion ya me había avisado...


"Si el combate avanza favorablemente, llegará un punto en el que Orsted lo más seguro es que intente provocarte. ¿Piensas consentírselo?"


Gracias a que el Dios del Filo supuso quel as provocaciones llegarían, Eris fue capaz de mantenerl a calma.

No pienso dejar que me provoque con nada que diga... Debo de asegurarme de que Orsted sigue bailando en la palma de la mano de Gull Farion.


"¡Jum!"

"... Oh. Veo que has mejorado mucho."


Orsted murmuró estas palabras casi con cierta lástima en su voz.

Y segundos después, recolocó ambas manos a modo de cuchillas para combatir contra Eris, y comprendiendo ahora lo difícil que se había vuelto el combate. Rememoró el último consejo de Gull Farion para este combate.


"El tipo ese, por cualquier motivo, nunca pelea en serio.

"Y aunque sea capaz de usar tanto una increíble variedad e técnicas y hechizos, siempre que pueda se conformará con usar Touki y combatir conl as manos desnudas; en especial cuando conoce la habilidad de un oponente.

"Solo cuando el uso de Touki con sus manos desnudas no sea suficiente, decidirá usar magia; como si su finalidad fuera vencer de la forma más eficiente posible. Salvo en situaciones... poco comunes.

"Orsted, siempre que vea una técnica por primera vez, se dedica a estudiarla en profundidad. Así que para ti, esa será su debilidad."


Esas palabras recordaron el primer encuentro que tuvo con Orsted, y como al ver a Ludeus hacer usos extraños de la magia, en lugar de acabar de inmediato con él, lo que hizo fue jugar con él, como si fuera un ratoncillo atrapado en su red.

En aquel entonces no lo comprendí... pero ahora...


[Gri]


While Eris grinded her teeth, she removed her left hand from the Phoenix Elegant Dragon sword. Her aim is the beloved and inscription-less sword she received from a town in the Magic continent, placed on the left side of her waist.

The Phoenix Elegant Dragon sword raised overhead with just her right hand; the inscription-less sword still stored in its scabbard.

An irregular two sword style.


But the Sword God style didn't have any dual wielding techniques.

Only the North God style had a dual wielding pattern.


Still not enough.

It's still not enough. No matter how strongly the Phoenix Elegant Dragon sword is cursed.

She couldn't release a sword of light with just one hand.

Even with Sword Draw techniques, she can't perform an IAIGIRI with a reverse grip.[6]

A futile posture.

A futile action.

This isn't a posture a Sword King who mastered the Sword God style should have taken.


"Mu..."


And that's exactly why Orsted's movement stopped.

With his handswords at the ready, he observed Eris.

His eyes no longer reflected Rudeus who was receiving healing magic.


He was only looking at Eris.

However, he won't just let time pass by.

If Eris doesn't start doing anything, Orsted will start attacking.


For such a situation, with the intent to deceive, Eris practiced a single technique.

The North God style's technique which she learned from the North Emperor, Auber.

A technique which she only witnessed once.

Eris trained to draw a sword from the scabbard with one hand as fast as possible.

It was incomplete but, it was a technique that can be relied upon to steal a person's life.


(A cornered North God Style practitioner will throw his sword.)


Though it was rough, Eris moved her left hand in a direct path.

Hooking her finger to the sword guard, she unsheathed it, and threw it while aiming at Orsted.

The sword that spent a long time and experienced countless trials with Eris, with its tip pointing at Orsted, soared towards him.


Eris's left hand, without slowing its throwing momentum, continued to the sword she held in a overhead position.

As fast as she could, she moved her left hand towards Phoenix Elegant Dragon sword.


Upon reaching it, the sword was held with two hands and she instantly released a sword of light.


"!"


The sword of light that was released using the force of her whole body, overtook the nameless sword she threw away in mid-air. And then, travelling the shortest distance at the fastest speed possible, it should have drilled into Orsted's forehead.

A clinking sound could be heard.


"...tch"


Having released a longsword of light, Eris clicked her tongue without re-positioning herself.

Orsted deflected her sword.

The sword she had thrown seriously.

Even though the nameless sword hit Orsted's body, his holy dragon fighting spirit repelled it, and sent it rebounding far behind Eris's back.


"Better than expected. But, is this all you have?"

"No."


Before the nameless sword could fall down,

Before Eris could look behind her,

Rudeus was already standing.

He has already finished healing.


"We're just starting!"


Eris turned around, his figure reflected in her eyes.

Rudeus.

Rudeus is there.


His lower eyelids have turned completely black.

His bright brown hair looked white.[7]

With legs that trembled,

a pale face, violet lips,

and looking like he could die at any moment, he stood up while being supported by Sylphy and Roxy.


"..............."

"What do you mean, just starting?"


Even as a compliment, Rudeus was in no state to fight.

His magic power has been depleted, his strength already left him, even his willpower was gone.

He was ragged all over his body.


"I meant exactly what I said."


Seeing that, Eris made her resolve.


Part 6

"Take Rudeus and escape!"


Eris called out.


"I'll stop Orsted even if it costs me my life!"


That resolve was comprehended by Sylphy.

She already witnessed something similar.

Once before, Ariel's travelling companion had the same resolve.

A resolve with no regard for one's own life.


"I.. I'll help!"


Sylphy shouted.

Her legs were trembling.

Ever since the first time she laid her eyes on Orsted.

In front of an existence that can be called a symbol of terror.

She was prepared to die.

For the sake of protecting Rudeus, deciding wasn't hard at all.

Even more scary than Orsted, was the regret of no longer being able to see the one she loved.


[Do you want to kill Rudeus?] Eris's words from the time in Sharia still lingered in her ears.

She didn't have that intent.

Even though Rudeus was worrying, it was the same as always. She thought it was fine.

Rudeus will return as always. He had power that was beyond imagination.

Even his magic armor held an amazing power.

She didn't think an opponent that could win against that would exist.

That she was mistaken was something Sylphy never even thought about.


".......!"


Eris looked at Sylphy, saw the resolve in her eyes, and then nodded.


".... then, I'll be relying on you to guard my back! Ghyslaine! Escort Rudeus and Roxy away from here!"

"Eris! Protecting you is my duty!"


The one who refused those words, was the Sword King of the Beast Race.

She had seen Eris's struggle.


She had seen Eris's effort.

That's why she didn't say or do anything and just watched.

For Eris's grandfather who had died...

She believed it was her duty, and payment for the debt of honor she owed Sauros.


"Are you listening?! I'm telling you to protect the most important person to me!"

"... I won't! If you die, I won't be able to face Master Sauros and Master Philip!"


She couldn't permit her dying an untimely death.

She will not let her die needlessly.

.... Ghyslaine hasn't thought that far yet. In any case, she replied reflexively.


"... right now, we should run!"


Roxy understood that fighting with a pregnant body is too much for her.

Even though she followed this far, she knew she would just be a hindrance when it came to a fight.

And so, she sought to drag Rudeus outside the forest where horses waited and then run away at full speed.

Even if she had a miscarriage, as long as Rudeus escaped.

She didn't think of what would happen after. Right now, she believed running away was the priority.


Seeing Eris's and Ghyslaine's argument.

Seeing Sylphy's and Roxy's determination.


"................ fuu"


Orsted breathed out a protracted sigh.

Towards that sigh, everyone except Rudeus reacted.

Orsted didn't ignore what he saw.

In a loud voice, he spoke.


"Rudeus Greyrat!"


Rudeus's body trembled with a start.


"As long as you're allied to the Human God, I will not let you escape! Even if I have to kill everyone here! Even if I have to murder each and every person inside the city! I will hunt you down and kill you!


Rudeus's trembling became even more severe.

With his legs trembling, he pointed his gaze at his feet.


"I don't believe in anything the Human God would say but... if what the Human God told you is true, then after killing you, I will kidnap your children!"


With those words, Rudeus's body stopped trembling.

His eyes burned with renewed vigor.

He slapped his left hand onto his trembling leg and reached for Roxy's staff with his right hand as if to steal it.

Without realizing it, his hands failed him, and he began to lose his balance.

While a panicked Roxy supported him, he glared at Orsted.

With bloodthirsty eyes.


"However, with your armor that imitates the Fighting God, and with magical power that's comparable to Laplace, along with a constitution that is immune to my curse, you are somebody who is useful!"

"...?"


At Orsted's words, Rudeus's bloodlust decreased.

Towards a puzzled Rudeus, Orsted continued.


"Betray the Human God, and join me!"


Two people immediately responded to his words.


"That's just dumb!"

"Rudi, don't!"


Eris and Sylphy were convinced he was telling a lie.

They didn't have a basis.

But they were still confident.

Ghyslaine and Roxy remained silent, however they started to search for any hidden intent in Orsted's words.


"If you do, I'll forget about this ambush of yours, and I'll heal your injured arm!"

"........"


However, Rudeus was different.

He realized there was something in Orsted's voice.

He realized that his inner throat trembled.


"If you have my.... the Dragon God's divine protection, the Human God shouldn't be able to easily lay his hands on you."


Inside Rudeus's eyes were, doubt and hesitation.


"Right now, even this conversation, will not reach him!"

".........."

"If you unwillingly followed the Human God, this shouldn't be a bad deal for you!"

".........."

"Choose! Rudeus Greyrat! Side with the Human God, and lose everything to me! or follow me, and fight the Human God together! If it's you, since it's you who is immune to my curse, then you should be able to choose with your own will!"[8]


Rudeus and Orsted stared at each other.

Rudeus slowly exhaled.

As if trying to confirm something, he stared at the other's face.

Trying to find the truth under his facial expression.

Of course, there's no reason Rudeus could see such a thing, and several seconds passed.


"Rudi?"


While stumbling, Rudeus let go of Roxy's hand.

Looking like he could fall over any moment, he walked slowly and clung to Ghyslaine's shoulder, staggering towards Sylphy he clung to her, finally arriving on Eris's side.


He dropped down in front of Orsted.

While on both knees, he raised his face towards him.


"Is it true, a method to protect my family from the Human God, exists.....?"

"There is! His ability to see the future is powerful but, there is no reason that he should be able to see everything. His ability shouldn't be omniscient or omnipotent."

"And that method... is absolutely, absolutely, effective?"

".......... it's not absolute. Even I, don't have a complete understanding of his power."


Orsted couldn't give a guarantee.

He didn't say it would be safe or it would be alright.


Rudeus, with eyes similar to someone wanting to be saved looked at Orsted on the verge of tears, what was he thinking about?

Rudeus made his decision.


"... I, put my life in your hands. Please help me."


On that day.

Rudeus Greyrat became the Dragon God's subordinate.


Notas del traductor y Referencias

  1. 鳳雅龍剣/オウガリュウケン/Ohgaryuken: creada usando los kanjis para fénix, puro/elegante/perfecto, dragón y espada. En la mitología china, el dragón(macho) y el fénix(hembra) representan las partes del Yin y el Yan; y cuando se unen, representan el todo. Si queréis darle otro nombre, comentad vuestras sugerencias. Imagen Ejemplo
  2. En la literatura japonesa, un herrero podía forjar armas maldiciendo a una persona las armas para convertirlas en espadas malditas, o bañarse en la sangre de sus enemigos durante tantos años, que conseguían el mismo efecto. Muramasa, Espadas Malditas
  3. No entiendo suficiente de kendo como para saber si la traducción y representación ha sido correcta. Si alguien tiene un aporte, que lo haga.
  4. Gaeshi es una expresión japonesa aplicada en Karate para referirse a técnicas que contrarrestan otras. La expresión surgió en honor al samurai Sasaki Kojirō, cuya técnica especial era el Tsubame Gaeshi. Para Más Información
  5. Hemos preferido dejar los nombres en japonés, porque no encontrábamos un buen nombre para sustituir el Hikari Gaeshi, pero de dejarlo de esa forma, resaltaría demasiado con respecto al a Hoja de Luz.
  6. In real life, one hand reverse grip Iagiri is very rare, as shown by the number of videos filming it on Net. Kendo fanatics say it's weak in power, and they mostly change to proper grip if they can.
  7. I do not think this was a permanent color change like Sylphy had?
  8. Because every living beings are afraid of Orsted, so they can not make a decision of your own will while they are scared shitless. And Rudeus is not, so he can choose without being influenced by the curse.
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