To Aru Majutsu no Index:NT Volumen5 Capítulo1
Capítulo 1: De pronto, Esto Comienza Open_the_Festival.
Parte 1
Kamijou Touma despertó en un asiento frente a la estación.
“¿?”
Frunció el seño al escuchar el sonido de un tren a través del claro aire de Noviembre, se sentó, y miro a su alrededor. Una estación familiar de Ciudad Academia yacia frente a él. La personas que pasaban por allí no le prestaban atencion alguna. Ël era una parte mas del escenario de Ciudad Academia y todo lo que podia ver era mas del escenario propio de Ciudad Academia.
Y…
Kamjou Touma no tenia la mas mínima idea sobre como o por que había terminado en un lugar tan familiar.
(…Huh? Recuerdo haber partido hacia ciudad Baggage en el este de Europa luego de lidiar con el incidente en las islas hawaianas, ¿¿¿pero que sucedió después de eso???)
Él recordaba hasta el punto en que su brazo derecho había sido destruido por la chica del parche en el ojo quien parecía ser la líder de Gremlin, ¿pero que sucedió luego de eso? Él intentaba recordar pero estaba paralizado bajo un estado de dolor y miedo. Su mente aun se sentía algo borrosa, así que era probable que recordara de forma mas clara al rato.
Pero lo bizarro de la situación gradualmente termino por sorprenderlo.
Esa incomoda sensación se adentro dentro de él junto con el viento helado y parecía introducirse bajo su piel.
Alguien tuvo que haberlo traído desde ciudad Baggage hasta allí.
Eso era casi seguro. Pero hacer algo como eso no podía ser fácil de ninguna manera. Ciudad Baggage en el este de Europa y Japón en el lejano este estaban prácticamente en dos lados opuestos del mundo. Llevar consigo a algo tan sospechoso como un humano inconsciente a través de las fronteras tuvo que haber sido extremadamente difícil.
Además…
Kamijou se encontraba dentro de Ciudad Academia. Esa ciudad estaba protegida por una seguridad de un nivel completamente diferente al de Japón. Unos cuantos grupos de magos habían logrado escabullirse en la ciudad en el pasado, ¿pero podían haberlo logrado tan fácilmente de haber estado llevando consigo a un chico inconsciente?
Y aun así claramente alguien lo había logrado.
Alguien había llevado a Kamijou Touma al otro lado del mundo y luego desapareció sin dejar un solo rastro.
“…”
Pensó por un momento.
(Fiamma de la derecha. Y… Ollerus, ¿no era así? ¿Acaso fueron ellos?)
Miro a su alrededor frenéticamente, pero no vio mas que el familiar escenario de Ciudad Academia y a los usuales chicos y chicas pasando por allí. No vio ni un solo signo del mago quien una vez provoco la tercera Guerra mundial e hizo temblar al planeta tierra y a la raza humana ni del hombre que aparentemente había ido incluso mas allá de eso.
De repente, escucho unos pasos.
En ese lugar lleno de gente, esa clase de sonido proveniente de un humano no tenia por que resaltar tanto. Pero aun así, ese sonido se adentro en el oído de Kamijou Touma y penetro directo en su cerebro como si fuera una gota de agua cayendo del techo en lo profundo de una cueva. Algo frío recorrió su espalda. El sonido había venido directamente detrás de él. Alguien se estaba acercando desde atrás del asiento en el que él había estado durmiendo.
¿De quien se trataba?
¿Era Fiamma de la derecha?
¿Era el hombre llamado Ollerus?
Como se señalo anteriormente, cargar a Kamijou Touma hasta Ciudad Academia tuvo que haber sido difícil. Y ya que lo habian hecho de todos modos, ellos debían tener una razón para hacer que todo ese esfuerzo valiera la pena. Y la razón no necesariamente tenia que ser guardada en secreto.
Kamijou silenciosamente apretó su puño derecho.
Una vez que su puño se encontraba tan duro como una roca, lentamente se dio vuelta.
Y se encontró con…
“¿Huh? ¿Fukiyose?”
Se trataba de Fukiyose Seiri, su compañera (de dotada delantera) quien tenia un largo y oscuro cabello que tapaba su frente. La estudiante de secundaria vestía una uniforme de marinero con mangas largas el cual era el uniforme de invierno de su escuela, y llevaba una amplia bolsa de plástico en cada mano. Las bolsas no estaban llenas de comida de un supermercado o de cualquier otra tienda. En vez de eso, parecían contener artículos tales como papeles y herramientas.
Kamijou frunció el seño.
“¿Por qué estas aquí? ¿Y qué estas haciendo?
“¿…Que estoy haciendo?” dijo Fukiyose, comenzando con voz baja. “¡¡Tu eres el que se ha saltado por completo las preparaciones para el Ichihanaransai, Kamijou Toumaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
“¿¡Gbh!?”
Su visión empezó a teñirse de blanco. Fukiyose lo había golpeado con una de las bosas de plástico, pero esta se sentía extrañamente dura y pesada. Resulto que la bolsa contenía un gigantesco rollo de cinta adhesiva.
“No, ¡espera! ¡¡Fukiyose, esa cosa es como el arma improvisada de un convicto!! ¿gbh?! ¡¡Mi cabeza se va a partir en dos!!”
“¡¡Cállate!! ¡¡Esto es lo que te mereces!!”
Fukiyose saco de la bolsa el rollo de cinta adhesiva que había fungido de arma improvisada y arrancó de ella un enorme pedazo de cinta. Ella uso esto para atar las manos de Kamijou detrás de su espalda.
“¡Te voy a llevar inmediatamente a la escuela! ¡Estamos extremadamente faltos de personal para hacer el estante de nuestra clase!"
“¿Ahora? ¿¡…Espera, justo ahora!? Pero, um… me gustaría dirigirme a mi dormitorio primero. ¡¡Tengo curiosidad por saber como esta Index!!
Ignorando los gritos de protesta de Kamijou, la gran agente policial Fukiyose Seiri tomo a su prisionero para llevarlo a enfrentar su castigo.
Parte 2
La habitación era inquietantemente limpia y estaba envuelta en olor a alcohol desinfectante. Esta contenía un asiento especial que podía reclinarse electrónicamente y varias herramientas yacían encima de las mesas de trabajo que estaban tanto a la izquierda como a la derecha del asiento. Las herramientas eran del tamaño de un bolígrafo. Sin embargo, estas herramientas metálicas que emitían un brillo plateado difícilmente podían ser encontradas a la venta en cualquier tienda. Los extremos eran o filosos o tenían pequeños espejos o algo así como una lima redonda que podía recortar objetos duros con poder motorizado.
Todas estas eran herramientas profesionales que harían temblar a cualquiera que supiera para que servían.
Todas ellas podían producir un dolor tan intenso que incluso resulta difícil creer que haya alguien de entre cien personas que afirme poder soportarlo.
“Déjame decirte algo antes de empezar” susurró un hombre que vestía un atuendo especial similar a una bata blanca pero hecha de un material a prueba de agua como una gabardina. Su cabello estaba completamente oculto por una especie de gorra de plástico y tenia puesta una gran mascara sobre su rostro, así que uno no podía saber como lucia esta persona. Pero aun así, la forma en como todo su cuerpo estaba cubierto te hacia saber de que tipo de persona se trataba y cuales eran sus intenciones mucho mas que cualquier expresión facial podía haberlo hecho.
“Tratar de resistir es en vano. Esto no es algo que se pueda superar con esfuerzo o con agallas. Es tu propia falta el que hayas sido traída a este lugar. Ignoraste las advertencias. Siento decirlo pero no podemos seguir siendo frágiles contigo” dijo el hombre con unos ojos aun mas inhumanos que una cámara de seguridad. “Por favor entienda su situación” Luchar no la va a llevar a nada y resistirse solo prolongara el sufrimiento. Lo mejor para ti es darte por vencida. Si lo haces, todo acabará mucho mas rápido.”
Una chica de pelo rubio y de aproximadamente 8 años se sentó encima del asiento especial que podía reclinarse electrónicamente. Dos o tres otros hombres y mujeres vestidos justo como el aquel sujeto la tenían rodeada. A medida que ella “se recostaba” en la silla ya completamente reclinada, ellos se quedaron mirándola sin expresión alguna.
“Ah…ah…”
Y por lo tanto, no iban a contenerse incluso a sabiendas de todo el dolor que estaban a punto de infringir. Ellos sabían muy bien que contenerse a causa de los sentimientos solo los iba a llevar a un destino aun mas terrible.
“¿Te quedo claro, Fremea Seivelum? Si es así, vamos a comenzar. Espero que te arrepientas de las acciones que has llevado a cabo hasta ahora”
La boca de la chica fue abierta por la fuerza y las afiladas puntas de las herramientas fueron introducidas dentro de ella.
“¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!”
Cuando Hamazura Shiage oyó ese grito soprano desde la sala de espera del dentista, levanto la mirada de la revista de automovilismo deportivo que estaba muy desgastada por haber sido leída tantas veces. La pared tenia un poster hecho a mano que decía “¡Dientes sanos para niñas y niños buenos. No olviden cepillar sus dientes antes de irse a acostar!”
Casualmente le hablo a Takitsubo Rikou, la chica de traje deportivo rosado sentada junto a él.
“Creo que ser dentista es la única profesión en Japón en donde eres recompensado por hacer llorar a las niñas”
“¿…Acaso no hay unas cuantas otras? Como casas embrujadas y el Namahage”
“¿Te pagan por eso?”
Fremea estaba siendo sometida a una cirugía en su boca por que obstinadamente ignoro las advertencias de Hamazura y Takitsubo y continuo bebiendo un vaso de chocolate caliente todas las noches antes de acostarse. Ya que aun tiene 8 años, estos aun eran probablemente sus dientes de leche, pero todavía no estaban en la etapa en donde empezaban a caerse.
Tanto las cavidades como el tratamiento parecían una molestia innecesaria para Hamazura.
Parte 3
“U-um… como tu maestra, realmente encuentro estas repetidas ausencias un serio problema, Kamijou-chan. De hecho, esto ha llegado al punto en donde ni las tareas ni las lecciones suplementarias pueden cubrirlo todo.”
“Entendido.”
“Ahora, teniendo en cuenta que la atención a clases no es obligatoria, aun necesitamos pensar en como te vas a recuperar de todo esto. Y también quiero saber que clase de problemas estas enfrentando, Kamijou-chan.”
“Uhherhooh…”
“¡Pero primero, necesito preguntarte por que luces tan maltratado, Kamijou-chan! ¿¡Acaso metiste tu cabeza en una colmena de avispas!?
La persona gritando dentro del pasadizo de una ordinaria escuela era Tsukuyomi Komoe, una maestra en miniatura que solo media 135 cm de alto. Hace algún rato, Kamijou Touma había sido arrastrado por la ciudad por su compañera de clases, Fukiyose Seiri con sus manos atadas atrás de su espalda con cinta adhesiva. Debido a esto, le había sido imposible detenerse cuando tropezó con una piedra en el camino. Su cara había caído directo en una parte bastante suave y pronunciada de la parte superior del cuerpo de su compañera y… bueno, ya tienen una idea.
Fukiyose Seiri abrió la puerta corrediza del salón de clases, empujo a Kamijou hacia adentro, y dijo “Aquí y ahora, he capturado a un fugitivo.”
Luego del anuncio, ella se dirigió rumbo a su propia estación de trabajo.
El salón no lucia para nada similar a como normalmente se ve durante clases. Todas las sillas habían sido llevadas al fondo y un número de grandes láminas de madera contrachapada y herramientas estaban alineadas en el espacio vacío que había sido dejado. Fukiyose había mencionado algo de hacer un estante, pero Kamijou no vio una construcción en forma de cubículo. En vez de eso, la construcción parecía haberse detenido en la fase de crear los grandes paneles.
Esos paneles serian traídos una vez el Ichihanaransai comenzara y posteriormente armados como un estante. Esto era así por que simplemente había la posibilidad de que un grupo beligerante destruya el puesto durante la noche si este era armado un día antes. Al tipo de persona que rompe ventanas por ninguna razón aparente definitivamente le hubiera encantado destruir un estante como ese. En una ciudad de 2.3 millones con un 80% de población estudiantil, este tipo de pequeños problemas eran bastante comunes.
Tsuchimikado Motohari y Aogami Pierce se acercaron a Kamijou quien lucia algo así como un gusano de tierra.
No obstante, no mostraron intención alguna de remover la cinta adhesiva.
“¿Que piensas de esto, Kami-yan? ¿Acaso no es un café o una casa embrujada el estándar para un festival cultural? ¡¡Tu sabes, algo que tenga que tenga que ver con cosplay!! ¡No hay nada mas divertido acerca de un puesto de takoyaki! ¡¡Sería demasiado desproporcionado tener a las chicas cocinando takoyaki y vestidas como sirvientas!! ¡¡Eso estaría simplemente fuera de serie en el medidor de lo ridículo!!”
“Y aparentemente tampoco vamos a tener un concurso de bellezas escolares. No habrá trajes de baño, no habrán chicas avergonzadas. No habrá nada. ¿Qué ha sucedido? ¿Qué sucedió con la cultura del festival cultural?”
Kamijou tenia la sensación de que el festival no era acerca de la cultura de las sirvientas o de los trajes de baño, pero el sabia que esos dos nunca iban a escuchar.
Se retorció sus atadas muñecas varias veces en un intento por deshacerse del adhesivo poco a poco.
“El Ichihanaransai es un evento interno, ¿correcto? Es básicamente un campus abierto en donde las personas pueden probar aquellas escuelas en las que están interesadas. Los maestros le están prestando atención a todo para asegurarse de que esto funcione como un comercial a gran escala para la escuela. En otras palabras, estamos siendo observados muy de cerca. No podemos volvernos locos y hacer lo que se nos plazca, ¿entendido?”
“¡¡Tu, grandísimo idiota!! ¡¡En la cercana escuela secundaria Eiri van a tener un concurso de belleza!! ¡¡Con trajes de baño y todo!! ¡¡Y van a permitir que personas ajenas entren al certamen, así que hay un rumor andando por allí que afirma que Kumokawa-sempai estará participando!!
“¡¡Y nosotros estamos en escuela secundaria ahora!! ¡¡Nuestro nivel de libertad durante el Ichihanransai esta en un nivel completamente diferente al de la escuela media!! ¿¡Acaso no quieren dar el siguiente paso en el sexy camino al cual solo nosotros los de escuela secundaria estamos permitidos a entrar!?
“¡¡Ok, ok!! Supongo que esa es la única fuerza que motiva a los jóvenes adolescentes!!”
El prisionero Kamijou Touma finalmente confesó. Lo que ellos necesitaban era atraer tanta gente como les fuera posible de las afueras de la escuela. Para hacerlo, necesitaban algo que llamara la atención. Pero si ellos iban simplemente por algo que los adultos encontraran apropiado para un festival cultural, el área estaría completamente desierta.
Aogami Pierce levanto su dedo índice y dijo, “¡¡Aun no es demasiado tarde. Creo que deberíamos hacer que las chicas que trabajen en el puesto vistan trajes de baño!!”
“Los trajes de baño son geniales, pero este no es el lugar para eso. Se quemarían con el aceite. Komoe-sensei seria encargada con la labor de escribir una montaña de cartas rogando disculpas.”
“Entonces que tal si castigamos a cualquier chica que accidentalmente queme el takoyaki haciéndola pararse en frente del estante con clara de huevo y mayonesa cubriendo todo su rostro.”
“Dudo que eso vaya a ser tan genial como lo estas imaginando. Solo sería pegajoso y desagradable. Seria mas grotesco que nada. La idea de que un poco de crema batida en la mejilla hace ver a una chica provocativa no es mas que una ilusión.”
“¿¡Pero que sucede con tu pesimismo!? ¿¡Y que hay de malo con las ilusiones!? ¿¡Acaso estas en la edad de la rebeldía en donde clamas victoria luego de haber destruido las ideas de todos los demás!?
Aogami Pierce trataba sin compasión de darle una paliza a su compañero cuyas manos habían sido atadas atrás de su espalda, pero Kamijou Touma, la bestia salvaje que la selva de concreto, arremetió contra el otro chico y lo mordió en un costado. Tsuchimikado Motoharu empezó a hacer cálculos aun mas precisos que aquellos usados para una entrada de vuelta a la atmosfera con el fin de determinar cual ángulo de entrada en esa gresca lo iba a terminar mandando hacia algunas de las chicas en el salón.
Ahí fue cuando el usual miembro del comité del Ichihanaransai, Fukiyose Seiri exploto.
“¡¡Detenganseeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!! ¡¡Si solo se van a interponer en mi camino, yo misma voy a cortarlos en pequeños pedacitos y usarlos para hacer galletas de la fortuna!!
Si eso sucediera, su estante seria inmediatamente clausurado y llegaría a ocupar los encabezados de las noticias en internet.