Fate/Apocrypha:Volumen1 Capitulo2

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Y así, el clan Yggdmillennia reunió a los Servants negros en su fortaleza Millennia. Ya habían obtenido toda ventaja concebible, pero aún era demasiado pronto para bajar la guardia.

Archer y Lancer ya habían hablado con los magos de Yggdmillennia en múltiples ocasiones, pasando el tiempo preparando medidas contra los Servants enemigos.

Rider, a pesar del estricto control de su Master Selenik, aún se marchaba del castillo a las calles de Trifas por su propio placer. Por supuesto, las ropas con las que había sido convocado llamarían demasiado la atención así que se cambió al traje utilizado por los homúnculos.

Y hablando de Caster, quien había situado su taller dentro de la Fortaleza, este se había dedicado solamente a la producción de golems. El taller, formado por la habilidad de Creación de Territorio propia de la Clase Caster, era más parecido a una fábrica especializada en la construcción de golems. A pesar de ser débil en términos de defensa, poseía el poder de producir treinta golems en un solo día, siendo que para un mago moderno el construir uno solo de ellos apenas sería posible en el lapso de un año.

En este mismo momento dos hombres se encuentran sentados en lados opuestos de una mesa de este taller. Un golem delgado hecho de madera espiritual situó dos tazas ante ellos, sus acciones fluidas y sin un solo rastro del típico comportamiento extraño de los golems.

Tomando un poco del te que se le había ofrecido, Darnic dio un vistazo alrededor del taller que se encontraba lleno de actividad. Sin embargo, aquellos que se encontraba ocupados no eran personas, si no golems – algunos construidos con la forma de un humano, algunos con múltiples apéndices similares a las arañas, y aun mas – quienes se encontraban limpiando el taller y organizando las herramientas.

“… Acerca de los materiales que solicite hace varios días atrás, ¿Podría saber en qué fecha arribaran?”

Darnic asintió con una sonrisa ante la pregunta de Caster. Anteriormente él había solicitado algunas gemas las cuales serían utilizadas como los órganos de los golems, y pliegos de pergamino que servirán como su piel. Ambas cosas deben de tener al menos ochocientos años de antigüedad, eso fue lo que imploro, y los requería en grandes cantidades; incluso para Yggdmillennia, cuyo linaje estaba repartido por todo el mundo, el buscar estas cosas era una tarea más que difícil.

“Ya debería de encontrarse en nuestras manos. El proceso llevo mucho más de lo que esperábamos dado que no pudimos pasar a través de la Torre del Reloj. Sobre ello debo ofrecerte mis disculpas.”

Al ser el cuartel general de la Asociación, todo tipo de implementos taumatúrgicos circulaban a través de la Torre del Reloj. Ya fuera que estuvieras buscando gemas de ochocientos años de antigüedad o un pergamino de la misma edad, mientras tengas los recursos y las conexiones, el obtener tales cosas podría ser muy simple.

Sin embargo, esa ruta ya no se encontraba abierta ahora que se habían separado de ellos. Ya no tenían más opción que utilizar las rutas de comercio, o generar pedidos bajo nombres falsos, o ir al mercado negro en busca de tales objetos. Cualquiera que fuera el caso, se requería algo de tiempo para obtener tales cantidades sin atraer sospechas.

“Bien, cualquier cantidad será bienvenida. Lo cual nos deja con…”

Golem Keter Malkuth
Corona Real, la Luz de la Sabiduría


- el Noble Phantasm de rango A anti armada que poseía el Caster Avicebron.

“Mi Noble Phantasm fue hecho para consumir. Una vez invocado requerirá continuamente una cantidad infinita de prana. Por ello es que requiere un núcleo.”

“Si, lo entiendo. Pero debemos de ser prudentes en nuestra selección. Después de todo, aun no existe.”

Caster asintió ante sus palabras.

“Eso es verdad… tal vez estaba siendo algo apresurado. En cualquier caso, comenzare por forjar los componentes adicionales, y los armonizare para que el núcleo pueda ser insertado en cualquier momento.”

“¿Cuánto tiempo requerirá?”

“Si todo va bien debería de tomar alrededor de tres días.”

“…Eso no será un problema. Entonces te dejare para que trabajes en ello.”

Mientras Darnic se marchaba pasó a un lado de Roche, quien retornaba al taller. Él llevaba consigo una gran cantidad de pergaminos y gemas en sus manos.

“Han llegado, señor.”

“Excelente. Comencemos con la producción de los modelos más grandes de inmediato.”

“¡Si señor!”

Roche observaba a Caster – su propio Servant – con respeto.

La relación normal entre un Master y un Servant se había revertido. Si un Servant había sido un rey en su vida anterior, por ejemplo, entonces debía de ser tratado de esa manera para evitar herir su orgullo; sin embargo, Caster no era ni un rey ni un caballero. En su vida, él había sido un simple filósofo – y un hechicero, justo como lo era ahora.

Pero si uno consideraba el trasfondo de ambos, era claro que este tipo de relación era algo natural.

Roche Flyn Yggdramillennia – en lo referente a magos la casa de Flyn, eran bastante conocidos en el campo de la ingeniería de muñecas. Los niños de las casa eran dejados al cuidado de golems desde su nacimiento, y hasta que llegaban a una edad donde la cresta de la familia podía ser transferida a ellos, sus padres prácticamente nunca abandonaban sus talleres para verlos. Los golems tenían la completa responsabilidad incluso de su educación.

Como tal, cada niño del clan se volvía muy familiar con los golems. Las acciones y habla de estas muñecas modeladas de seres humanos – la forma en que continuaban trabajando día y noche – se convertía en algo de sentido común para ellos.

Al haber sido criado de una manera tan excéntrica, se convertían en magos para los cuales los golems eran más la norma que otros humanos. Ellos habían olvidado incluso las caras de sus propios padres, pero recordaban la forma de cada golem que los había cuidado.

Roche era de esa misma manera. No tenía interés en ningún otro humano, o algún tipo de mago. Podía conversar con otras personas, por supuesto; llevaba a cabo negociaciones con otras personas, de la misma manera que había combatido con otros en mortales apuestas para asegurar sus preciados recursos. Pero no tenía nada de la cordialidad que uno encontraría entre dos seres humanos, o incluso entre magos. Para Roche, el acto de hablar con un perro o un gato difícilmente significaba que ambos se entendían el uno al otro.

Sin embargo, el Caster ante él era una excepción más allá de las excepciones.

Avicebron – Salomon ibn Gabirol – fue un poeta y filósofo del siglo doce, nacido en Málaga, España, y aquel que llevo las leyendas Greco-Árabes y Judías a la luz de los círculos culturales de Europa. No había obtenido la gloria como un caballero o un rey lo haría; ni había producido trabajos de arte por los cuales seria recordado por miles de años. Sin embargo, él era uno de los padres del concepto del Cábala – la palabra Hebrea para ‘tradición’ – y por ello un sistema taumatúrgico entero; no podía ser negado que era un ‘héroe’ que había influenciado fuertemente la historia del mundo al igual que a la taumaturgia.

En vida, a causa de su pobre constitución y ánimo pesimista, había sido renuente a entrar en contacto con otra gente. Aunque obviamente poseía suficiente racionalidad para ser capaz de entablar una conversación con otros, jamás se permitía mostrar una sola emoción en dichos intercambios. Por otra parte, habiendo destacado en un solo tipo de taumaturgia como mago, nunca había tenido que preocuparse de las tareas misceláneas de su morada.

La razón por la que Roche respetaba a Caster hasta el punto de llamarlo ‘señor’ era porque la habilidad experta de Avicebron en el campo de los golems sobrepasaba incluso la suya.

Como tal, incluso este peculiar cínico había logrado una muy buena relación con su Master. Para Roche al haber sido separado de sus padres desde el nacimiento y al no haber hecho nada más que crear golems toda su vida, solo la habilidad en la creación de golems era un criterio para ganar su respeto y confianza.

“Señor… acerca de los pergaminos, ¿Dónde deberían de ser pegados?”

“Para los modelos grandes, es mejor emplear los pergaminos de tal manera que refuercen sus articulaciones… uno debería de tener el más grande cuidado al manejar el mercurio.”

“¡Entendido!”

Aun cuando estaba ocupado, los ojos de Roche seguían todos los movimientos de Caster llenos de admiración. Caster era el maestro ideal para Roche, justo como Roche era el Master ideal para Avicebron.

…Al menos por el momento.

Los Servants Negros y Rojos – en este día, los actores habían sido reunidos como fue ordenado. Los poderosos Espíritus Heroicos sumaban catorce, haciendo de esta sin duda la más grande Guerra del Santo Grial apócrifa de todas.

Pero no podía dejar de mencionarse que tan anormal era esta situación. La Guerra del Santo Grial de Fuyuki original era una pelea por la dominación entre siete Servants; sin importar que tanto pudiera alterar uno el sistema, esta anormalidad invade el dominio de la autoridad del mismo Santo Grial.

El supervisor en sí mismo no es nada más que una interferencia externa. Sin importar si tal intruso existía, la voluntad del Grial por su propia lógica invocaría a un Servant para actuar como Ruler en esta Guerra del Santo Grial. Ellos no servirían para elegir un bando o el otro, si no para proteger la misma ‘Guerra del Santo Grial’.

Los monstruos incomparables que se habían reunido para esta Gran Guerra eran demasiado para ser ignorados. Como tal, la eventual invocación del Servant de la clase Ruler era esencialmente aceptado como un hecho por ambos bandos.

…En un par de días más, el Ruler hará aparición ante nosotros.

Saber Negro, Siegfried. Archer Negro, Chiron. Lancer Negro, Vlad III. Rider Negro, Astolfo. Berserker Negro, Frankenstein. Caster Negro, Avicebron. Assassin Negro, Jack el Destripador.

Los Sirvientes del bando Negro habían sido revelados. La cuestión ahora era que Espíritus Heroicos los enfrentarían como Servants de la facción Roja… y si ellos tendrían los medios para resistirse a Vlad, el más grande héroe de Rumania, y a Siegfried, contra quien cualquier ataque sería inútil.

Pero no ensuciemos el nombre de la Asociación al subestimar sus posibilidades. Esta gran organización había pasado la taumaturgia esotérica generación tras generación, desde los tiempos más antiguos. Los catalizadores que poseen que podrían traer Espíritus Heroicos a nuestra era podían ser tan numerosos como las estrellas.

Uno de los magos contratados por la Asociación, Shishigou Kairi, había invocado a Mordred. El caballero de la traición poseía un poder adecuado para un Servant de la clase Saber. En este momento, Shishigou se dirigía a la iglesia en la colina de Sighisoara, con ella en su forma espiritual.

La ciudad de Sighisoara fue formada por un contingente de Sajones en el siglo 12. Incluso dentro de Europa es raro encontrar una ciudad donde haya vestigios de la Edad Media tan permanentes.

Sighisoara también es la ciudad más cercana a Trifas fuera de la detección de Yggmillennia y sus Servants. Fue una elección sabia el posicionarse en este lugar. Mientras que Trifas es demasiado peligrosa para entrar a ella, siendo que se trata del campo enemigo, Bucarest esta simplemente demasiado lejos.

El estatus de los Servants enemigos permanece desconocido, pero parece que para su propio bando – es decir, el bando rojo -, podía sentirse que todos sus Servants ya habían sido invocados. Saber había confirmado que los otros seis Servants ya se habían reunido.

Viendo que ya se habían estado preparando para esto por algún tiempo, no sería extraño que Yggmillennia ya hubiese invocado a todos sus Servants. Muy probablemente la guerra comenzaría en cualquier momento.

En cualquier caso, Shishigou subió por la escalera con techo de domo hacia la locación destinada. Se decía que esta escalera contenía ciento setenta y dos escalones, esta escalera al igual que la Iglesia en la colina eran ambos destinos famosos para visitar.

Repentinamente Saber se dirigió hacia Shishigou.

…Hay algo que deseo que haga, Master.

“¿Si? ¿De que ese trata?”

Cómpreme algo de ropa.

Por un momento, Shishigou no pudo encontrar las palabras para responder a esta petición tan completamente inesperada.

“… ¿Por qué?”

El permanecer en esta forma me hace sentir intranquila. No puedo calmarme si mis pies no están plantados en el suelo. Y no puedo caminar por la ciudad, incluso durante el día, mientras siga vistiendo esto.

Era verdad que su ‘ropa’, o mejor dicho, su armadura de cuerpo completo no podría ser llevada en público. Pero nuevamente, la mayoría de la Guerra del Santo Grial se llevaría a cabo durante la noche, así que no era una necesidad urgente exactamente…

Haga esto por mí. ¿Confió en que mi Master no es tan miserable como para lamentar el invertir algo de dinero por simple ropa?

“…Veo que no tengo elección.”

Engreída egoísta, suspiro Shishigou. Pero eran las nueve de la mañana, así que probablemente no encontrarían ninguna tienda abierta aun. Por el momento decidió dejarlo para después de la reunión.

Justo antes de que llegaran a la cima de las escaleras pudo observar vagamente la iglesia que asemejaba la apariencia de un cohete. Confirmando que no hubiera nadie cerca, movió su mano hacia la puerta; eran las nueve en punto, justo como había sido planeado.

Cuando dio un paso a través de la pesada puerta al interior de la iglesia… pudo observar que un hombre se encontraba de pie frente al altar al final del recinto. Juzgando por la forma en que no pareció mostrar sorpresa por la apariencia del visitante, él debió ser quien había invitado a Shishigou.

“…Bienvenido.”

Shishigou levanto su mano en forma de saludo y mostro una sonrisa en su rostro.

“Tengo una reunión en este lugar. ¿Adivino que fue usted quien me llamo aquí?”

“Si, por supuesto.”

Asintiendo, Shishigou prosiguió su camino a través del salón mientras le murmuraba a Saber.

… ¿Acaso hay algún Servant aquí, Saber?

No… ninguno que pueda detectar, pero tengo un mal presentimiento acerca de esto. Tenga cuidado, Master.

Ella no pudo detectar ningún otro Servant, y aun así sentía que algo no estaba bien – pero aun pese a la intriga que invadía a Shishigou este no tuvo tiempo de averiguar el significado de sus palabras.

Cuando se sentó en la primera banca y miro al hombre nuevamente, paso por su mente que su anfitrión era más joven de lo que había imaginado. Era bastante posible que ni siquiera hubiera pasado la marca de los veinte años. Juzgando por sus ropas probablemente era el sacerdote que había sido enviado por la Santa Iglesia.

Con una sonrisa madura en su inocente rostro de niño, el sacerdote dijo.

“Es un placer conocerlo. Yo soy Shirou Kotomine – el inspector para esta Gran Guerra del Santo Grial.”

…Algo paso por la mente de Shishigou cuando escucho ese nombre. Pero fue una sensación tan pequeña, simplemente trivial, sobre algo que parecía fuera de lugar, así que la dejo pasar sin comentarlo.

“Shishigou Kairi. Adivino que has hecho tu tarea, así que nos evitaremos las introducciones.”

“Estas en lo correcto.”

Había algo bastante deshonesto en la mirada de su rostro. Era una sonrisa bastante juiciosa, no era algo que un chico apenas sobre los veinte años debería mostrar.

“¿Podrías materializar a tu Servant?”

“No, no creo-”

Hazlo, Master… algo no está bien.

Tan pronto como escucho esas palabras, Shishigou inmediatamente asintió. Partículas de oro se reunieron en un momento, mientras que Mordred hacia su aparición y comenzaba a observar cuidadosamente sus alrededores, como si estuviera defendiendo a Shishigou.

“Oh cielos…”

Shirou frotaba gentilmente sus ojos con sus dedos, con el ceño fruncido en su rostro.

“¿Qué sucede?”

“Oh, no es nada. Entonces, permíteme mostrar a mi Servant… revélate, Assassin.”

“Como desee, mi señor.”

Sorprendido por el repentino sonido de su voz, Shishigou salto poniéndose de pie. Assassin había tomado forma en la banca justo a un lado de donde se había encontrado sentado hace un momento.

"Tch. Assassin, huh..."

Cuando un Assassin entra a este mundo obtiene la habilidad de clase del Ocultamiento de Presencia. Mientras se encuentra bajo esta habilidad, y en forma espiritual, un Assassin jamás podrá ser detectado por otros a menos que ella se mueva para atacar.

“Yo soy la Assassin del bando Rojo. Estamos ansiosos de contar con su asistencia… ¿Shishigou era su nombre, cierto?”

Un placentero aroma emanaba de la belleza depravada, quien se encontraba envuelta en un vestido tan negro como la media noche. Ella llevaba una sonrisa mientras sus dedos se aproximaban a la mano de Shishigou.

“…Si, gracias.”

Con una sonrisa forzada, Shishigou se alejó de ella. En Fuyuki, se había fijado que Hassan-i Sabbah siempre seria invocado como Assassin. ¿Acaso ella era uno de ellos?

Sus instintos le decían otra cosa.

Hassan
El Anciano de la Montaña


Era simplemente un asesino; él borraba a sus blancos utilizando las habilidades obtenidas a través del entrenamiento de su cuerpo y mente. Esta ciertamente no era la imagen que esta mujer representaba. Las muertes que ella causaba no era llevadas a cabo en secreto, si no deliberadas y premeditadas. Todo lo que tomaba era una simple palabra – una sola mirada – y sus blancos morían en las manos de otros.