Rakudai Kishi no Eiyuutan:Volumen 2 Capitulo 3

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Capitulo 3: Ayatsuji Ayase

Rakudai Kishi no Cavalry V2 Page 142.jpg

Parte 1

La mañana antes de la batalla contra Ikki, alrededor de las 9 am, Ayatsuji Ayase se levantó perezosamente.

Estaba tomando una siesta en su propio dormitorio después de cruzar caminos con Ikki en la medianoche. Estaba cansada debido a todas las preparaciones del encuentro, e igualmente con las negociaciones con Ikki. Después de salir de la doble cama bien ordenada, vio una carta de su compañera de cuarto encima de la mesa.

[No voy a venir a ver el encuentro, porque me dijeron que no ayer. Sin embargo, quiero que me consultes si hay algo que te ocasiona problemas. Estoy muy preocupada cada vez que veo a Ayase quien ha estado triste en estos días.]

“…..Enserio, que despreciable mujer soy.”

Traicionando a un benefactor, y molestando a su compañera de cuarto este mucho—

[Manchando nuestro orgullo, e incluso arrojando a un lado el tuyo. ¿¡Puedes estar orgullosa incluso si te las manejas para recuperar ese ‘algo’ con tal significado!?]

“…….Ku.”

Esa pregunta, la cual fue dirigida a ella con un tono afligido, todavía estaba haciendo eco en lo profundo dentro de sus oídos. No era una buena condición para estar. Aunque había un encuentro que no podía perder hoy.

Esto tiene que ser corregido inmediatamente. Ella tiene que cambiar el humor y relajarlo. Al pensar eso, Ayase decidió usar el tiempo en la mañana para ir a un cierto lugar.

Parte 2

Alrededor de quince minutos por tren desde la estación de tren más cercana a la Academia Hagun. Ayase llego a la instalación destinada; un gran edificio blanco elevándose en el cielo despejado de verano. Este era el Hospital General Shishido. Era el gran hospital más cercano desde la Academia Hagun. La habitación 515 del hospital era el destino de Ayase.

Ella familiarmente se dirigió a sí misma, lentamente llegando a su destino, y abrió la puerta corrediza. Dentro de la habitación solo había una sola cama solitaria. Era una habitación privada. Y junto a la cama había una hermosa mujer de mediana edad sentada sobre una silla. La mujer de mediana edad hizo un sonido de sorpresa cuando miro a Ayase quien justo acababa de abrir la puerta.

“¡Oh vaya, No es Ayase-chan!”

“Hola, tía Suzuka.”

“Hola~ ¿Qué pasa a esta hora del día? ¿Qué paso con la escuela?”

“Hoy, soy libre de asistir o no. Los estudiantes quienes tienen encuentros de selección representativa son exentos de tomar clases en el día de sus encuentros. Es por eso que me tome algún tiempo para venir a visitar.”

“Ya veo. Ya sea los encuentros de selección, o la cosa con los compañeros de cuarto. La nueva directora de seguro hace cosas interesantes.” Cuando explico las políticas de Kurono, su tía dio su consentimiento.

Su tía se levantó de la silla y fue hacia la cama, y—

“Hermano mayor, tu linda hija vino a verte—“

—llamo al hombre recostado sobre la cama.

Mejillas que habían sido demacradas, y desfiguradas en la forma de pómulos; piel con grietas como tierra seca, y manos, delgadas como ramas del invierno. Ese hombre, quien se había atrofiado como una momia, era el padre de Ayase. Él era Ayatsuji Kaito.

“Buenos días, Padre.”

Siguiendo a su tía, Ayase, también, lo llamo. Pero Kaito no dijo nada. Sin responder nada, continuo durmiendo.

Era verdad……Él había estado durmiendo continuamente por dos años.

“Bueno entonces, sería malo si un extraño interrumpe al padre y a la hija. Así que voy a estar en la cafetería. ¿Hasta qué horas vas a estar aquí, Ayase-chan?”

“Tengo el encuentro en la tarde, así que voy a irme a las doce.”

“Okey~ Entonces, regresare más o menos a esa hora. Nos vemos~”

Su tía salió de la habitación mientras agitaba su mano diciendo adiós.

Era una persona alegre todas las veces que Ayase la veía. Ayase deseaba que compartiera un poco de esa vivacidad con su hermano.

……No, incluso mi padre era—

En ese momento—

“……ku….n.”

Kaito, quien estaba en la cama, movió sus labios marchitados solo un poquito con debilidad temblorosa.

“Padre……”

Era la cosa usual. Estaba suspirando las palabras habituales. No podía oír su voz. No era en una voz la cual podía ser escuchada. Pero, Ayase recordaba los movimientos de aquellos labios.

(Lo siento.)


“¡….Tsk!”

Krrr. Los dientes de Ayase rechinaron juntos. Tras los sentimientos de tristeza y enfado, casi lo suficiente para hacerla gritar, Ayase lo soporto rechinando sus dientes. Desde ese día Kaito siempre ha continuado disculpándose a Ayase. Que no fue capaz de proteger. Que no fue capaz de confiar. Todo solo, eternamente dentro de esa temporada de lluvia.


 ※ ※ ※


Escucha bien, Ayase. Sin importar que nunca pierdes tu orgullo. Nuestra espada es el poder para matar a las personas. Tú, los dones de las personas son el poder para superar a las otras personas. Es por eso que no puedes perder tu orgullo. Si lo pierdes, tus acciones solo van a convertirse en más violencia. Siempre se respetuosa, ayuda al débil, y odia al malvado. Nunca jamás te dejes atar a ti misma con tu propio poder, y no importa qué tipo de oponente, siempre enfréntalos justa y honradamente. Conviértete en un caballero que no vaya a ser una vergüenza hacia los otros, o para ti misma.

Esas eran las palabras del padre de Ayase, el ‘Último Samurái’ Ayatsuji Kaito, que siempre le dijo. La responsabilidad de aquellos que tienen poder.

Porque Kaito lo entendió tan bien que impartió la espada y su moral a Ayase quien fue nacida como Blazer. Para asegurarse que no se volviera una humana barata y arrogante embriagada con su propio poder.

El entrenamiento de Kaito, incluso si lo hubiera dicho como halago, no era uno respetuoso. Duro. Uno que podría muy bien decir que era duro. Pero, aun así…. Ayase amaba la fuerza de la que Kaito hablaba. Ella amaba la galante espalda de su padre cuando el balanceaba su espada. Amaba la mano áspera y grande de Kaito que usaba para acariciar su cabeza cada vez que mostraba desarrollo.

Un pequeño dojo, alrededor de diez discípulos, su padre, y ella. De ninguna manera era un estilo de vida lujoso, pero había calidez en ese flujo de tiempo.

Era un tiempo llenado con felicidad. Ayase deseaba desde el fondo de su corazón que ese tiempo siempre continuaría.

Pero, ese deseo fue cruelmente aplastado. En ese día lluvioso, dos años atrás……Por un simple hombre quien se metió en su vida diaria.


 ※ ※ ※


Había sido dos meses después que Ayase se inscribiera en la Academia Hagun. La temporada lluviosa justo había llegado. La temporada donde el cielo fue cubierto de nubes de lluvia intensa e incluso el viento se sentía húmedo.

Despues que las clases terminaran, sin regresar al dormitorio. Ayase sosteniendo un paraguas dentro de la lluvia, estaba dirigiéndose hacia el dojo de sus casa. Su objetivo era claro, aprender el manejo de espada que, sin importar que, no sería capaz de aprender en la escuela.

Cuando Ayase estaba en el primer año de secundaria. Kaito fue diagnosticado con una enfermedad cardiaca que era imposible de curar incluso con los tratamientos médicos de vanguardia, y ahora apenas era capaz de balancear una espada. La última vez que Kaito sostuvo una espada fue cuando la admisión de Ayase a la Academia Hagun fue decidida. Era confiarla la técnica secreta que el mismo había desarrollado. Para ser desafiado, su cuerpo ya no estaba en la condición de balancear una espada. Pero, en el dojo había discípulos que aprendían el estilo Ayatsuji de un solo filo de Kaito.

Incluso si eran pocos en número, aun eran guerreros, como Ayase quien desde una edad temprana había aprendido el manejo de espada bajo la enseñanza del Último Samurái.

Entre ellos Sugarawa de una escuela de regularización, aunque muy lejos de Kaito, pero él era mucho más fuerte que Ayase. Es por eso, que para recibir el entrenamiento de él, Ayase viajaba a su casa tres veces a la semana. Por qué rápidamente quería volverse lo suficientemente fuerte para ser capaz de usar la técnica secreta que su padre la había confiado.

Así, el viaje al entrenamiento se había vuelto más o menos una rutina.

Pero, en ese día, después de pasar a través de la puerta abierta de la izquierda para los discípulos, se encontró con la variante que no se suponía que existiera en su vida diaria.

“¿Eh?”

Al que se encontró era un joven alto que estaba sosteniendo una sombrilla. Su cabello estaba teñido de un color claro, y había un cigarrillo en su boca. Su mirada era penetrante como un lobo hambriento, y el tatuaje de un cráneo podía ser visto desde el interior del uniforme desordenado de la Academia Donrou. Un joven con un aspecto brutal espantoso que era probablemente de mundos aparte del mundo apreciativo de los dojos o de las artes marciales.

Ayase, quien normalmente no era nada buena con el sexo opuesto, retrocedió sin pensar al ver su aspecto dominante.

“……Huhu.”

El chico, Kurashiki Kuraudo ante eso como si la molestara.

“Nos vemos.”

Y desapareció dentro de la ciudad gris cubierta con nubes.

“¿Quién era esa persona…?”

¿Por qué alguien con esa apariencia sospechosa vino a su casa? Para echar a patadas, alguien que estaba usando el uniforme de la Academia Donrou. En otras palabras, era un blazer. No debería tener ningún asunto con un dojo de manejo de espada. ¿Paso para pedir direcciones o algo? Mientras pensaba eso, Ayase empezó a caminar hacia el dojo dentro de la casa.

Y—

“¡Mierda! ¡No voy a perdonar a ese bastardo!”

La voz de Sugarawa, que podía decirse que es el amigo de la infancia de Ayase, resonó dentro del dojo. Preguntándose qué sucedió. Ayase apresuradamente entro al dojo después de deslizar la puerta abierta.

Dentro del dojo los usuales sonidos energéticos de la espada no podían ser escuchados. Más bien, incluyendo Sugarawa, y alrededor de siete discípulos estaban parados inmóviles, haciendo lo mejor para contener esa rabia y conmoción. Su instructor, Kaito, también, estaba arrodillado manteniendo sus ojos cerrados con una difícil expresión en su rostro.

“¿Qué está pasando? ¿Algo sucedió?”

Ayase pregunto a Sugarawa.

“Justo ahora, algún extraño vándalo de repente se metió con nosotros, y pidió un encuentro con el título de este dojo en juego.”

“Un desafío de dojo, ¿no?”

“Si, pero el cuerpo de sensei ya está agotado, y sobre todo el estilo Ayatsuji de un solo filo prohíbe los encuentros de apuesta.”

Ayase también sabia de eso. La espada de Ayatsuji existe para proteger. Kaito siempre hablaba de eso. Una espada no era destinada a causar enfrentamientos inútiles, o para mostrar la fuerza de uno. Bajo esa noción, el estilo Ayatsuji de un solo filo había prohibido cualquier batalla excepto los encuentros oficiales.

“Es por eso. El instructor no había aceptado el encuentro, y entonces….”

“¡Ese bastardo insulto al instructor al llamarlo cobarde, fiasco, y fracasado, y entonces el incluso había escupido en su rostro!”

“¡A pesar de que era un simple vándalo! Actuando como petulante solo porque puede usar algún tipo de habilidad…..Kuh.”

Los discípulos empezaron a alzar sus voces enojadas una tras otra. Desde sus niñeces han visitado el dojo frecuentemente, y ellos respetaban a Kaito como si fuera su propio padre. Es por eso que probablemente no podían perdonar que se burlen de Kaito.

Ayase compartía ese sentimiento. Alguien había escupido en el rostro de su padre. Solo con escuchar eso solo la temperatura de su cuerpo se había alzado dos veces más.

“Maldición, sus huellas están todavía ahí. Pensar que vino a un dojo sagrado con sus zapatos puestos…..tch. Solo si el cuerpo del maestro estuviera en perfectas condiciones, ese mocoso se habría arrastrado ante el……”

“Eso es incorrecto. Nitta.”

Kaito respondió con una voz aguda ante las palabras que uno de sus discípulos dijo.

“No podría haber aceptado incluso si mi cuerpo hubiera estado en una condición perfecta, porque la espada de Ayatsuji existe solo para proteger a las personas, pero eso propósito no debería ser renunciado o abandonado.”

“¡S-Si! ¡Lo siento! Voy a reflexionar eso con todo mi espíritu.”

Nitta se inclinó ante el regaño, el cual estaba lleno de un tono agudo y pacífico de Kaito.

“Bueno. Otros también, todos ustedes han detenido sus manos. ¡Como castigo balancearan la espada mil veces!”

Después de explicar la filosofía de la espada de Ayatsuji. Kaito rápidamente cambio la atmosfera del lugar. Los discípulos respondieron con un “¡Osu!” y siguieron la orden. Con eso la usual vivacidad regreso al dojo.

“Bueno entonces, Ayase, apúrate y cámbiate a la ropa del dojo. Después de todo, no puedo permitir que Ayase-chan se convierta en un Blazer como ese quien esta embriagado con su propia fuerza. Hoy te entrenare apropiadamente, también.”

“¡Si, por favor cuida de mí!”

Ayase finalmente se relajó después de ver que el dojo había recuperado su energía. Ese era el olor de tabaco que él había dejado. Esa persistente esencia siempre, siempre se enrollaba alrededor de la vida cotidiana amada de Ayase como una serpiente con su lengua amenazadora afuera.

Y lo peor, que esa premonición estaba en lo correcto.


  ※ ※ ※


Al día siguiente, justo como ayer. Ayase vino al dojo con la molesta lluvia.

“Hola~…… ¿Huh?”

Después de saludar y abrir la puerta del dojo, encontró a Kaito, quien estaba sentado en un cojín.

“¿Estas solo tú, padre? ¿No es inusual para los demás llegar más tarde que yo?”

“Es verdad, es la primera vez para todos ellos llegar tarde al mismo tiempo.”

Kaito inclino su cabeza, desconcertado. Aunque todos ellos nunca se habían retrasado juntos, pero había veces donde uno o dos de ellos llegaban tarde, probablemente era una coincidencia que todos ellos lleguen juntos tarde.

“Bueno, volverán tarde o temprano. Ahora, ya que finalmente estamos solos juntos después de un largo tiempo voy a ver personalmente tu practica de espada.”

“Estoy feliz de que lo vayas a ver, pero…. No estas permitido balancear la espada, ¿entendiste? Ya que papa está enfermo.”

“Ayase es una pesimista. No te preocupes, solo voy a darle un vistazo, porque mi cuerpo no está en una buena condición debido a la lluvia continua estos últimos días.”

Ayase decidió mostrar a Kaito las posiciones antes de intentar la técnica secreta, la cual aprendió cuándo se matriculo en la Academia Hagun, mientras espera por los otros discípulos. Ayase apunto su espada de madera y abrió su postura un poquito. Bajo su cintura un poco y libera fuerza desde sus hombros. Ella siguió los movimientos de Kaito dentro de su memoria de ese día. Uno por uno, cuidadosamente.

Pero—

“No.”

Kaito inmediatamente le regaño.

“No relajes tu mano cuando liberes fuerza desde los hombros. Ajusta tus muñecas más, pero no pongas mucha fuerza. Todo mientras mantengas las posiciones en mente.”

“Es-Eso es difícil.”

“Si no puedes hacerlo, entonces no vas a ser capaz de perfeccionar la técnica secreta. Voy a mostrarte como es de hacerlo una vez más.”

Después de decir eso, Kaito cogió la espada de madera que estaba arrimada en la pared, pero—

*Mirada*

“…….”

*Mirada—*

“……Lo entiendo. Lo entiendo. No voy a balancearla. Okey.”

Kaito se rindió al levantar sus dos manos hasta Ayase, quien la estaba mirando desde atrás con una mirada de reproche en sus ojos.

“Por amor de Dios, realmente te pareces a tu madre en ese sentido. Tu madre, también, me reprochaba al enviarme miradas como esas, más bien que decirlo con su propia boca.”

“Es natural, porque mama me enseño que si papa alguna vez trataba de hacer algo estúpido puedo detenerlo al hacer esto.”

“No es chistoso ser dominado por amabas generaciones de madre e hija.”

Kaito suspiro una vez más, y se movió hacia la espalda de Ayase. La abrazo desde atrás y se aferró a sus manos, las cuales estaban agarrando la espada de madera.

“Escucha bien: mantén tus muñecas a este ángulo. El punto vital detrás de esta técnica secreta es no alterar las posiciones al insertar demasiada fuerza.”

Mientras explicaba el punto vital de la técnica secreta, la cual le confió a ella cuando iba a ir a Hagun, Kaito estaba ayudando a Ayase con su postura, Sintiendo la sensación de las palmas rígidas y ásperas que estaban envueltas alrededor de sus manos.

…….Son grandes, las manos de papa.

Ayase amaba esa sensación cuya no podía ser referida como gentil.

Ahora que lo pienso…. Ha sido un largo tiempo desde la última vez que me enseño de esta manera.

“….Fufu.”

Cuando se dio cuenta de eso, por alguna razón se puso extremadamente feliz. Ayase hizo una sonrisa.

“¿Qué sucedió? Riendo repentinamente.”

“No es nada. Solo pensé que ha sido un largo tiempo desde que papa me enseño varias cosas de esta forma. De alguna manera estaba feliz con esto.”

Ayase repentinamente se apoyó sobre el amplio pecho de Kaito y acerco su rostro más cerca.

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*Ba-bump Ba-bump* Mientras escuchaba el latido de su amado padre—

“……Seria lindo si este dulce tiempo continua para siempre.”

Suspiro hacia ella misma

“…….”

Las palabras de Kaito no continuaron. Claro, porque Kaito sabía que ese deseo no se volvería realidad. Por supuesto, Ayase, también, sabia eso. Kaito no tenía mucho tiempo de vida. El tiempo cuando este latido, el cual estaba oyendo ahora mismo, pararía se acercaba progresivamente. Es por eso, Kaito había enseñado a la inmadura Ayase la técnica secreta la cual no podía manejarla en este momento.

¿Por cuantos años más papa sería capaz de vivir?

Ya había hecho su resolución para separarse de él. Pero fue por eso que Ayase deseaba que el ultimo día sería tan dulce como este momento.

—Y ese deseo fue traicionado en las formas más crueles.

En ese momento, la puerta corrediza del dojo de repente se abrió. Ayase y Kaito voltean sus ojos a la entrada, pensando que finalmente los discípulos habían llegado. Ciertamente, había uno de sus discípulos ahí. Era Sugawara.

Pero—

“¡Su-Sugawara—!”

El rostro de Ayase se puso pálido en un instante. Porque Sugawara estaba ahí en una forma que era dolorosa mirar con vendajes y gasas por todo su cuerpo y cara.

“¿Esas heridas, que sucedió?”

Kaito, quien estaba sorprendido también, corrió al lado de Sugawara.

Luego de ver a su instructor ver a su instructor correr hacia él. Sugawara por un instante casi estalla en lágrimas, y

“¡Instructor……Lo, lo siento mucho!”

Al igual que postrarse, casi como golpeando su cabeza en el piso del dojo. Aunque su rostro no podía ser visto, su voz sollozante podía ser escuchada.

Kaito inmediatamente entendió que no era algo trivial.

“Levanta tu cabeza, Esas heridas…. parece que no te las hiciste al caerte o algo. ¿Qué sucedió?”

“Es-Esto es, fueron hechas por ese hombre que vino ayer……”

“¿¡Que….!?”

“Ayer en la noche, cuando estábamos en nuestro camino de regreso del dojo, estaba esperando para emboscarnos a los siete…. ¡Entonces, de repente nos atacó con una barra! ¡Ese chico esta demente! Sin dudar trato de romper la cabezas de los demás. Él está demente, loco te digo……. Es por eso que, sin otra salida, todos nosotros luchamos, pero….”

Sugawara sollozo fuertemente una vez más a ese punto, y—

“¡Fuimos inútiles! Todos los siete de nosotros ni siquiera fuimos capaces de tocarlo cuando estaba usando su habilidad, ni incluso estaba cubriendo su cuerpo con mana.”

“¡…..!”

Ayase trago, sorprendida luego de oír esas palabras. Incluyendo Sugawara, los otros discípulos también, como Ayase, habían estado aprendiendo la espada de Ayatsuji desde sus niñeces, y para ellos ser inútiles contra alguien.

Ese chico, era tan fuerte……..

“A pesar de que fuimos entrenados por el Instructor por varios años…. ¡Fuimos engañados por ese delincuente! ¡Lo siento mucho!”

“¡Ya no tienes que disculparte! ¿¡Mas importante, están bien los demás!?”

“…..A Nitta le dieron una paliza y es por eso que fue tratada con una capsula, pero todos los demás fueron hospitalizados…..”

Las capsulas solo pueden ser usadas al reclamar el seguro de salud; de otra manera seria muy costoso. Por eso, parece que entre los siete de ellos, con Sugarawa y Nitta fuera, los cinco de ellos aun fueron confinados a la cama. Los que tenían lesiones graves fueron diagnosticados con lesiones tale como sus brazos nunca regresarían a la normalidad, etc.

Después de confesar todo eso, al fin Sugarawa alzo su cabeza.

“Sensei…. Fuimos capaces de llegar tan lejos porque te admiramos. Queremos convertirnos en hombres orgullosos como Sensei, pero…. ¿¡No quiero decir esto pero que estábamos haciendo durante tantos años!?”

Pregunto a Kaito mientras lloraba.

“…….”

Luego de ver la miserable figura de su pupilo más antiguo, Ayase estaba sin palabras. El entrenador, Sugarawa quien enseño a Ayase la espada, ya no se lo podía ver. Esos ojos estaban teñidos con miedo y desesperación. Su corazón había sido retorcido tanto que no sería capaz de volver a ser el mismo de siempre. Error, no era solo Sugarawa—

“Lo siento. No vamos a tocar la espada desde ahora en adelante…….”

Mientras lloraba fuertemente, Sugarawa saco de su bolsillo las cartas de resignación de las siete personas. Si, al igual que Sugarawa aquí, los otros seis, quienes no estaban presentes, también tenían sus corazones rotos.

“Cruel…..”

¿Por qué haría algo así? ¿Cómo puede alguien hacer algo así? A pesar que todos dieron su mejor esfuerzo desde la niñez y siguieron directamente el camino de la espada. ¿Cómo puede alguien juguetear con el corazón de las personas y romperlo? Ayase no lo podía comprender.

Y el hombre que hizo esas cosas incomprensibles—

“¡Jaja! Vine en un tiempo interesante.”

“”” ¿¡!?”””

El apareció en el dojo como si estuviera esperando ese momento.

“Pensar que todos renunciaron, quizás los atemorice demasiado.”

“¡Hi-hiiiiii!”

El momento en que Sugarawa vio esa figura, grito como una chica moviendo sus cuatro extremidades de prisa dentro del dojo.

“Oye, oye, no huyas de esa manera. Vas a herir mis sentimientos.”

Kuraudo entro al dojo mientras reía en una manera vulgar.

“¡No te acerques, por favor no entres, hi-hiiii!”

“¡D-Detente! ¡Se está asustando!”

Al no ser capaz de ver la patética figura de su compañero quien siempre había seguido directamente el camino de la espada junto a ella, Ayase dio un paso al frente para proteger a Sugarawa.

Pero su hombro fue agarrado por una mano áspera. Era Kaito.

“¿Qué asuntos tienes aquí?”

“Los mismos asuntos de ayer.”

“Pensé que me había negado.”

“Solo pensé que si pasaba por aquí hoy obtendría una respuesta diferente. ¡Jajaja!”

“Ya veo. ¿Así que, solo para persuadirme hiciste esas cosas a mis discípulos?”

“Ya. Pero ayer no fui capaz de poner mis manos encima de esa mujer de ahí.”

“¿Por qué…..?”

“¿Huh?”

“¿Por qué haces esas cosas? ¿No eres un Blazer? Ya sea en la escuela o en el Festival de Artes de la espada de las siete estrellas, no deberías carecer de oponentes dondequiera que estés descontrolado. ¿A pesar de eso porque estas tan obsesionado conmigo?”

“No me preguntes algo raro de nuevo, anciano. ¿Acaso el borde del corazón de un guerrero se vuelve aburrido cuando se retira?”

“¡…..!”

Ante esas palabras, Kaito ligeramente abrió sus ojos.

“Jaja…… Bueno, todo está bien. La razón es simple, es porque quiero presumir mi fuerza, mi poder. No importa si son Blazers o personas normales. ¡Quiero demostrar a cada uno quien atraiga mi interés!”

Ayase ardió con ira ante el motivo de Kuraudo, el cual acababa de hablar como si le gruñera a Kaito.

“Por algo tan inútil…. ¡Hiciste esas cosas crueles!”

“¿Inútil? ¡Ja! ¿Qué es? Solo quiero probarlo con alguien fuerte, quiero destrozar a las personas fuertes. ¿Sentimientos así no son naturales?”

“¡No te metas conmigo!”

No se quedaría sin hacer nada mientras este chico hace lo que quiera.

“¡No importa cuántas veces vengas, la respuesta seguirá siendo no! ¡Este no es un lugar donde alguien como tu puede meterse, porque no balanceamos nuestras espadas solo para alardear nuestra fuerza! ¡Padre, llamemos a la policía inmediatamente!”

Pero, Kaito suspiro.

“No, no puedo dejarlo pasar de esta manera. El dojo del estilo Ayatsuji de un solo filo acepta tu desafío. Quienquiera que acerté los dos primeros golpes gana el enfrentamiento. Solo usaremos espadas de madera. Espadas reales no son permitidas, ¿entendiste?”

De todas las cosas el siguió adelante y acepto el desafío de Kuraudo.

“¡¡¡Qu-Que, Padre!!!”

“¡Se-Sensei!”

En el momento en que oyeron su motivo para aceptar el desafío de Kuraudo, los dos discípulos, cuyos rostros se habían vuelto azules, intentaron detener a Kaito.

“¡Por favor pare esto, Instructor! ¡No debería luchar con alguien así! ¡Sobre todo por, su corazón…..!”

“¡Es verdad, Padre! ¡No serás capaz de luchar con ese tipo de cuerpo! ¡Si en verdad quieres hacerlo, entonces luchare en vez de ti!”

La hija de Kaito, Ayase, e incluso Sugawara, quien se había envuelto de miedo hacia Kuraudo, intento detener a Kaito desesperadamente. Pero Kaito sonrió ligeramente ante eso

“Gracias, a ambos. Me enorgullezco de la bondad de ustedes dos quienes se preocupan por mí, pero es precisamente porque—“

Las palabras que fueron habladas antes habían sido plasmadas dentro de la mente de Kaito.


[¿¡Que estábamos haciendo durante tantos años….!?]


“¡No hay forma en que pueda perdonar a este chico quien les hirió a todos ustedes!”


No podía dejar esto a otros. Tenía que derrotar a este hombre con sus propias dos manos. Kaito miro a Kuraudo como un ogro, y en sus ojos residía resolución y determinación.

Luego de ver esa expresión, Ayase estaba sin palabras. Ya lo había entendido, que ahora no podía ser detenido con sus palabras.

“…..Entiendo. No voy a detener a papa si está dispuesto a ir tan lejos. Yo, también, mirare esto como el juez.”

“Si, Voy a dejarlo a ti.”

“Gana a todo costo…..Padre.”

Una voz violenta reto a Ayase, quien estaba deseando como si rezara, desde el lado.

“Hey, Si terminaste de hablar entonces vamos a empezar ya. Me he cansado de esperar.”

“…..Lo sé.”

Ayase frunció el ceño ante la voz que no quería escuchar, entonces golpeo el suelo con su talón y arrojo una espada de madera hacia el demandante Kuraudo.

“Jaja, que mujer tan violenta.”

“Las reglas son, como dijo mi padre, el primero que acierte los dos golpes a su oponente gana. Las armas de este enfrentamiento son espadas de madera. El uso de mana está prohibido. ¿Está claro?”

“Si, no tendría ningún sentido si este no es un enfrentamiento con igualdad de condiciones.”

Los caninos de Kuraudo brillaron como colmillos cuando sonreía. Sus ojos están, ahora, mirando solamente a Kaito.

Por otro lado, ¿Estaba Kaito concentrándose? El solo estaba parado ahí con la espada de madera en su mano derecha, y con sus ojos cerrados. Parece que ambos habían completado sus preparaciones. Es por eso, Ayase como la juez—

“Entonces, Ustedes dos párense delante del otro. ¡Empiecen!”

El enfrentamiento de aquellos dos había comenzado.


 ※ ※ ※


“¡Jaja! ¡Aquí voy!”

El momento cuando ‘empiecen’ fue gritado, Kuraudo corrió hacia Kaito, cubierto en humo. Destruyo la distancia con pura fuerza de piernas, y balanceo su espada hacia la cabeza de Kaito. No había ningún rastro de técnica en ese solo golpe, el cual rasgo la atmosfera. No había transmitido poder desde sus piernas, ni uso latitudes al cerrar su axila; no hizo ninguna de ella.

Era una oscilación salvaje con solo el poder de su brazo detrás de esto. Obviamente, era un juego de espadas perteneciente a un amateur.

¡Rápido!

Incluso desde los ojos de Kaito, quien era un maestro, ese balanceo parecía anormal. Concluyo que sería peligroso recibirlo directamente. Kaito rápidamente escapo de la trayectoria del corte al deslizar su pie a un lado.

En ese momento, la espada de madera de Kuraudo rasguño la punta de la nariz de Kaito, y rompió el piso del dojo.

“¡Que fuerza tan monstruosa….!”

La juez Ayase alzo su voz, sintiendo terror. No se podía evitar porque un corte, capaz de romper el suelo, rasguño el rostro de su padre.

Pero, Kaito era diferente. Él apropósito dejo que lo rasguñara. Ajustando la distancia al deslizar su pie era una habilidad básica para un espadachín. Lo hizo, porque era para mantener la distancia abierta corta para contraatacarlo. Un balanceo completo para romper el piso; por supuesto, el oponente no sería capaz de tomar posturas defensivas lo suficientemente pronto para bloquear el ataque. ¡Ese simple momento se volvió el factor decisivo en el encuentro con un maestro como un oponente!

Y contraatacando era la fuerza del estilo Ayatsuji de un solo filo.

Al momento en que la punta de la espada de Kuraudo se hundió en el piso, Kaito deslizo su pie hacia adelante acortando la distancia a un medio paso. Eso era el rango de ataque de Kaito.

“¡—!”

Kaito hizo un pequeño suspiro y, esta vez, él era quien ataco. Apuntando lo mismo que Kuraudo, la cabeza, el bajo su espada. Pero, el balanceo de Kaito era hermoso, e incomparable con el balanceo bárbaro de Kuraudo, y era más rápido. La velocidad era la misma que la de la luz. A pesar de que estaba enfermo, el aún era llamado el Ultimo Samurái en el pasado. El genio extraordinario. La idea misma de comparar su juego de espadas con el de un amateur era tonto. Kuraudo, quien había fallado en su primer ataque, no podía escapar del destino de ser golpeado por ese balanceo.

O al menos eso se suponía que debía pasar.

“¡Jajaja!”

*Golpe*

Las manos de Kaito se entumecieron después de recibir el retroceso de su propio ataque. No era la cabeza de Kuraudo que sintió que había golpeado. Era la espada de madera de Kuraudo la que fue lanzada ante el ataque de Kaito. Él lo rechazo con su propia espada. El hueso de Kaito se rompió debido a ese impacto.

“Pareces sorprendido, viejo. ¿Pensaste que serias capaz de completarlo de esa manera?”

“….Si. Para decirte la verdad, no pensé que lo rechazarías.”

Realmente era una sorpresa. Uno podía decir que era completamente inesperado. Pero Kaito no era cualquier espadachín para estar sorprendido por cada movimiento de su oponente.

Tiene unos buenos instintos.

Parecía que había predicho el contraataque de Kaito. Esa velocidad de reacción no podía ser explicada de otra manera. Era más allá de la velocidad humana.

Sin embargo, no era un problema incluso si detenía el movimiento. Kaito aún tenía trucos bajo su manga.

“¡Aquí! ¡Devuelvo el favor!”

De nuevo, el balanceo su espada justo como la de antes sin ninguna belleza, con la misma velocidad y hacia el mismo lugar.

Obviamente, ese poder es verdaderamente terrible. No había duda que su espada de madera se rompería si lo recibía de frente.

Incluso así, Kaito lo recibió con su espada de madera. ¿No era capaz de escapar? No, este era el plan de Kaito. Si su contraataque no iba a funcionar, entonces no necesitaba evadir los ataques.

Al momento en que las dos espadas chocaron, antes que su espada de madera pudiera romperse, Kaito movió su muñeca, y cambio el ángulo de la espada de madera con la que recibió el ataque, y permitió que el impacto del ataque saliera.

Gracias a eso, la espada de madera de Kuraudo se deslizo y el perdió su postura.

Esquivar y recibir solo era una parte primitiva del mecanismo de defensa. Las artes marciales existían a un nivel más alto. Esto crea técnicas defensivas innovadoras.

En otras palabras, eso era una desviación. Esto implicaba recibir el ataque del oponente y entonces usar el mismo poder de ataque para bloquearlo. Con esto el oponente flota; pierde su balance y una apertura decisiva es creada a la fuerza. Y esta vez por seguro, Kaito aprovecho la apertura.

“Ja…..ja…..”

Al momento cuando la juez, Ayase, confirmo el estado de las cosas—

Este sentimiento….

Después de sentir la resistencia del paro, Kaito sintió su corazón palpitar.

….. ¿Qué es este sentimiento?

“¡Como se esperaba de un instructor! ¡Tus movimientos no parecían las de una persona enferma!”

“¡Padre…..sorprendente…..! ¡Como se esperaba, mi padre es sorprendente!”

Los discípulos alzaron su voz en deleite después de verlo que marco el primer punto. Por eso, Kaito los sonrió ocultando el inexplicable mal presentimiento que estaba brotando dentro de su corazón, y entonces volteo su mirada hacia el enemigo.

Kuraudo estaba parándose mientras sostenía su lado

“Jajaja…. Como uno lo esperaría del Último Samurái, esta es la primera vez que he recibido un golpe fuerte. Sin embargo…. ¿Esto es todo lo que tienes? —Si es así, vas a morir, viejo.”

Incluso después de recibir el primer ataque, Kuraudo aún no perdía su espíritu de pelea. La luz en sus ojos, todavía ardiendo y hambrientos, atravesaron a Kaito.

“Como si fuera así. Esto empieza a partir de aquí, mocoso.”

“Bien…..entonces, ¡También iré en serio!”

Mientras sonreía como un bruto, Kuraudo una vez más cerro la distancia al cargar con fuerza pura su pierna, y por tercera vez, balanceo su espada hacia abajo.

¡No aprende.,…! Que movimiento poco profesional.

Ciertamente predijo y bloqueo el ataque. Esos movimientos eran algo. Pero, el solo balanceo sus ataques de un lado al otro con emociones y fuerza bruta. Ese tipo de juego de espadas, con solo poder detrás de eso, no planteaba ningún problema a un excelente espadachín.

¡Voy a terminarlo con esto…!

Kaito, una vez más, tomo la posición para desviar con su espada a su lado izquierdo. El desviaría el ataque, y lo terminaría. Kaito, quien estaba mirando desde el lado, y también Sugawara, creyeron eso.

En ese momento, la espada de madera de Kuraudo desapareció como la niebla.

¿¡Que….!?

En ese instante, el sonido de las costillas de Kaito rompiéndose hizo eco dentro del dojo.

 ※ ※ ※

Kaito cayó después de ser golpeado en el torso por la espada de madera de Kuraudo. Él violentamente convulsiono, pero Kuraudo obtuvo un punto justo, del cual nadie no pudo quejarse.

Sin embargo, Ayase no tenía la compostura para anunciar tranquilamente el punto, porque encima del piso, Kaito estaba sufriendo de una hemorragia pulmonar mientras sostenía su lado. La cantidad de sangre perdida era demasiada. Era obvio que a simple ojo que sus órganos habían sido quebrados. Dándose cuenta de eso, Ayase corrió hacia Kaito con una cara pálida.

“¡Padre! ¿¡Estas bien!?”

“¡No te acerques!”

Pero, Kaito, mientras arrojaba sangre, detuvo a Ayase quien estaba acercándose a el con una voz fuerte y clara.

“¡El encuentro aún no ha terminado…! ¡Si no puedes juzgar justamente entonces retrocede!”

“¡No es hora de decir esas cosas!”

“¡AYASE!”

Kaito, quien aún estaba arrojando sangre, grito a Ayase quien estaba acercándose a él, habiendo ignorando sus palabras. Ayase fue regañada y gritada muchas veces en el pasado, pero esta vez era completamente diferente. Ella sintió miedo, como si su corazón fuera directamente atacado. Su grito era como el rugido de un animal salvaje.

“¡Esta es mi batalla! ¡No interfieras!”

“¿¡A…. a…. Pa….dre!?”

Ayase perdió su posición ante el grito serio de Kaito que ella nunca había oído.

“¡No te preocupes!..... ¡Definitivamente voy a ganar!”

Kaito se puso de pie mientras escupía sangre de su boca. Sus ojos rojos fueron fijados a un solo punto, hacia Kuraudo. Su espíritu de pelea ardiendo en furia.

“¡Aquí voy! ¡¡¡Chicooo!!!”

Kaito corrió.

“¡Jaja! El resultado va a ser el mismo sin importar tantas veces lo intentes.”

Kuraudo lo tomo de frente. Por tercera vez sus espadas chocaron. Sin embargo, ahora solo era de un lado. Kaito ya había recibido una herida fatal. Con su ofensiva y defensiva era claro que se había deteriorado debido a no haber empuñado la espada por varios años.

Estaba siendo empujado hacia atrás. Estaba siendo empujado hacia atrás sin piedad por aleatorios balanceos, los cuales no tenían ni una pizca de belleza o de técnica y solo eran balanceados con pura, fuerza bruta. Ahora, ni siquiera podía atacar, y apenas solo estaba bloqueando los ataques aleatorios.

Y, para dar el último ataque a Kaito, ahora, cuyo cuerpo estaba cubierto de heridas, Kuraudo una vez más libero el mismo ataque que consiguió tomar un punto de Kaito. Apuntando hacia el torso.

Kaito rápidamente tomo una posición defensiva apara eso. Una posición para recibir el ataque. Sin embargo, justo antes de chocar contra la espada madera de Kaito, la espada de madera de Kuraudo una vez más desapareció como la niebla y golpeo el cuerpo de Kaito.

Esta vez era un balanceo hacia abajo sobre su cráneo.

Era incomprensible. Como una espada, un balanceo que iba hacia el torso, vino desde encima de la cabeza. Esa acción probablemente sobrepasaba las habilidades de los humanos. ¿Era un tipo de truco? No podían entenderlo. Nadie podía decir lo que era.

Sin embargo, la espada de madera, la cual se balanceo hacia abajo, ciertamente estaba sobre la cabeza de Kaito y sin piedad le rompería el cráneo. O eso era lo que debía pasar.

“¿¡Que!?”

El golpe que supuestamente iba a ser el golpe decisivo no golpeo el cráneo de Kaito y termino cayendo hacia su nuca. El ataque rompió su clavícula. Kaito apenas lo esquivo para que no contara como un punto.

“¡Kuh….No puedes contarlo como un punto…..chico!”

“¡Jaja, solo eres alguien quien fallo al morir! ¡No te esfuerces!”

Después de patear a Kaito en el estómago, y ampliar la distancia entre ellos, Kuraudo nuevamente continúo con su violento bombardeo de ataques.

Incluso si un ataque en la clavícula no contaba como un punto. No cambiaba el hecho de que esto drenaba la resistencia de Kaito. Los movimientos de Kaito ahora eran opacos al punto que eran incomparables con los de antes, y les faltaba su usual brillo, y entonces incontables golpes fueron dados a Kaito.

Los ataques cortantes de la espada de madera rompieron sus huesos, cortaron su piel, y salpicaron su sangre por todo el dojo. Incluso así…..incluso así, Kaito no permitió que golpeara al lugar donde le daría puntos. Incluso cuando su cuerpo entero estaba cubierto de sangre, el aún se levantó en sus dos piernas y continuo peleando.

¿¡….Por qué!?

Ayase no podía comprender las acciones de Kaito. Era obvio quien iba a ganar. Incluso así, ¿Por qué no paran de luchar? ¿Por qué no se rinde?

“¡Deténganse……ya deténganse!”

Los sonidos de la carne siendo golpeados hicieron eco. Y cada vez que hacían eco. La espada de madera teñida de rojo de Kuraudo salpicaba sangre.

“¡Jajajajajajajajajajajajajaja!”

Kuraudo, quien estaba cubierto de sangre, rio. Su risa resonó.

Ahora, Kaito solo estaba siendo golpeado. Ya no se trataba de victoria o derrota, ya no se trataba del encuentro. Ayase se rompió en llanto, y ya no podía ver la expresión que Kaito estaba haciendo o si estaba consciente en lo absoluto.

Si ella no paraba esto.

Si ella no paraba esto.

¡Si ella no paraba esto, su padre seria asesinado!

Ayase entendía eso, pero, aun así no podía moverse. Incluso cuando la sangre de Kaito manchaba su ropa, e incluso cuando el diente de Kaito se rompió y se quedó atrapado en su mejilla. No era capaz de reunir fuerza en su cintura debido al rugido de Kaito de antes.

“¡Paren, por favor detengan esto! ¡No necesito este dojo! ¡Por favor para de golpear a mi padre!”

Ayase solo podía gritar. Pero, el grito de Ayase…..no les llego a los dos quienes estaban parados en el borde la muerte. Kaito aún no se rendía, y Kuraudo no paraba de balancear su espada.

“—“

En un instante, Kaito, cuyo cuerpo entero estaba cubierto en sangre, desato un golpe final. El apunto desde su espada de madera entre sus ojos hacia Kuraudo, y avanzo.

“¡¡¡Oooooooooooo!!!”

“¡!”

¿Sintió algo de la presa agonizante que solo podía defenderse de los golpes? La expresión de Kuraudo se hizo rígida. Pero Kuraudo no retrocedió más bien balanceo su espada de madera hacia abajo con todo lo que tenía. El apunto a la cabeza de Kaito quien estaba avanzando hacia él.

Incluso hacia las espadas de madera cercanas que estaban rasgando el aire, Kaito seguía avanzando. No, más bien ni siquiera movía su espada que estaba entre sus ojos, y no tomo precaución para el corte que venía como rayo desde lo alto.

Era un ataque suicida. El significado de esa conducta aparentemente imprudente—

¡Esa posición es—!

Ayase lo sabía. Era el resultado de la vida entera del Último Samurái Ayatsuji Kaito, la técnica secreta de la espada de Ayatsuji. La ultima técnica oculta que era capaz de acabar con esta situación.

Pero…..no había forma que Kaito, quien se había vuelto débil por su enfermedad y por las heridas en la batalla, sería capaz de usarlo.

“¡¡¡Parennnnnn!!!”

El ataque sin piedad rompió el cráneo de Kaito y lo dejo inconsciente

“Ah….”

El segundo punto fue obtenido. Al momento en que decidido, el cuerpo de Kaito cayó al piso.

“¡¡¡Aaaaaaaaaa!!!”

Ayase corrió hacia Kaito, media trastornada. Lo llamo varias veces, pero Kaito no respondió. La boca de Kaito solo estaba escupiendo sangre fresca.

“¡No, noooo!”

“…..Hmm, esto esta aburrido. Esto se decidió muy rápido.”

Con un *Repiqueteo*, Kuraudo arrojo la espada de madera que estaba usando en frente de Ayase. Estaba oscura por la sangre, y había unas pocas grietas aquí y allá debido a que había roto demasiados huesos. Al ver el estado de la espada de madera, la conciencia de Ayase se cubrió de rojo debido a la cantidad de instinto asesino que ella estaba emitiendo. Esa espada dura de madera había continuado golpeando a su padre hasta que quedo de esta manera.

“¡¡¡¡Demonioooo!!!!”

Después de perder toda la razón, Ayase se dirigió rápidamente hacia Kuraudo después de materializar a Hizume.

Pero el brazo que estaba a punto de balancear a Hizume fue detenido por Kuraudo y él fácilmente levanto el cuerpo de Ayase hacia arriba.

“No pierdas tu temperamento de esa forma, no tengo interés en debiluchos.”

“¡Suéltame! ¡Suéltameee!”

“Primero de todo, este no es el tiempo para que te vayas contra mí, ¿verdad?”

Después de decir eso, Kuraudo arrojo a Ayase encima del cuerpo de Kaito.

“¡Tch!”

Con eso Ayase, también recordó que es lo que necesitaba priorizar y hacer.

“¡Sugawara-san! ¡La ambulancia! ¡Llama a una ambulancia! ¡Apresurate!”

“¡E-Esta bien!”

Ayase dio órdenes a Sugawara quien estaba de pie en la esquina del dojo. Mientras tanto Ayase frenéticamente trato de despertar a Kaito al llamarlo.

Después de mirar a esos dos con una mirada fría y aburrida, Kuraudo se marchó del lugar, diciendo unas pocas palabras mientras se iba.

“Empaquen todo su equipaje y váyanse. Este lugar ya no les pertenece a ustedes chicos.”

Ayase apretó sus dientes con rencor. En ese momento, Kaito dejo salir un sonido de su pecho parecido a un gemido.

“Lo….sien…..to.”

“¡Padre!”

Ella miro a Kaito, pero el aún estaba inconsciente. Solo estaba diciendo palabras de disculpa como débiles suspiros.